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7 razones bíblicas acerca del ayuno

 Ayuno en tiempos de Crisis


 Ayuno para Revelación
 Ayuno para re-exanimación
 Ayuno para Liberación
 El Ayuno como Libertad contra el Juicio
 El Ayuno para Sanidad
 El Ayuno para Dominio

En la palabra podemos encontrar diferentes tipos de ayuno dependiendo de diferentes propósitos


para este. Algunos son ayunos de un día, otros de tres y hasta otros de tres semanas o algunos de
40 días.

Los siguientes siete ayunos no tienen como intención ser una pauta rigurosa a seguir, pero es un
ejemplo de como opera Dios a través de él.

Ayuno en tiempos de Crisis


En el Antiguo Testamento encontramos una historia fascinante de Ester, quien sufría al saber que
Amán, el Primer Ministro de la región, tenía como propósito la destrucción de la raza Judía de
Babilonia. Aman tenía planeado matar al tío de Ester, Mardoqueo (un Judío), colgándolo
públicamente.

Ester le comentó a su tío Mardoqueo:"Pide a todos los judíos de Susa que se reúnan. Que se
pongan a ayunar por mis intenciones. Que durante tres días enteros no coman ni beban. Por mi
parte también yo ayunaré acompañada de mis doncellas. Así preparada iré a presentarme al rey a
pesar de la prohibición y, si está escrito que yo muera, moriré" (Ester 4,16-17).

Como resultado del ayuno de tres días, la vida de Mardoqueo fue salvada (Ester Cap. 6 y 7).

Pablo ayuna después de su dramática conversión. "Se levantó Saulo de la tierra, y aunque tenía
abiertos los ojos, nada veía. Por lo cual llevándole de la mano le metieron en Damasco. Aquí se
mantuvo tres días privado de la vista, y sin comer ni beber. (Hechos 9,8-9).

Ayuno para Revelación


El Segundo ayuno descrito en la Palabra es el ayuno parcial de veintiún días, para que Dios revele
el futuro. El profeta Daniel escribe: " En ese tiempo, yo, Daniel, estuve de luto durante tres
semanas. No comí alimentos sabrosos; no entraron en mi boca ni carne, ni vino, ni me perfumé
durante tres semanas. (Daniel 10,2-3).
El propósito es muy claro al aparecerse Gabriel a Daniel diciéndole: "He venido para hacerte saber
lo que ha de venir a tu pueblo en los postreros días; porque la visión es para esos días" (Daniel
10,14).

El ayuno de Daniel de veintiún días fue parcial y fue específicamente para recibir una visión. Dios
desea eliminar la cortina que nos impide ver el futuro por venir.

El Ayuno revela la visión de Dios. "Y volvía mi rostro hacia el Señor Dios mío, para dirigirle mis
ruegos y súplicas, con ayunos, y vestidos de cilicio, y cubierto de ceniza... y me instruyó, y me
habló en los términos siguientes: Daniel, yo he venido ahora a fin de instruirte, y para que
conozcas los designios de Dios...23. La orden se me dio desde luego que te pusiste a orar, y yo
vengo para mostrártela; porque tú eres un varón de ardientes deseos. Atiende, pues, tú ahora a
mis palabras, y entiende la visión". (Daniel 9,3.23).

Ayuno para re-exanimación


En el Antiguo Testamento, Dios pidió a su gente que apartaran un día al año - Día de Expiación -
para auto-examinarse en su estado espiritual. "A los diez días de este mes séptimo será el día de
expiación; tendréis santa convocación y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a
Yahveh". (Levítico 23,27)

¿Como se afligió el salmista? Con ayuno. El escribió: "Yo, en cambio, cuando estaban enfermos,
me vestía de saco, me acababa la vida ayunando y rezaba de corazón" (Salmo 35:13).

Separe días específicos para el Señor.

Ayuno para Liberación


El libro de Jueces contiene una historia dramática de cuando Israel se enfrenta en batalla contra la
tribu de Benjamín pues habían caído en pecado. Dios convoco a su pueblo a luchar contra esta
tribu en particular.

En dos de las batallas, Israel perdió a cerca de 40,000 hombres (Jueces 20:18-25). Sin embargo
habían descuidado una parte de sus oraciones durante las primeras batallas. No habían ayunado.
La Palabra nos confirma lo que sucedió después: "Entonces subieron todos los hijos de Israel, y
todo el pueblo, y vinieron a la casa de Dios; y lloraron, y se sentaron allí, en la presencia de
Yahveh, y ayunaron aquel día hasta la noche" (Jueces 20,26).

En los primeros dos intentos, los Israelitas trataron de ganar la batalla por sí mismos y perdieron.
Después ayunaron, ¡Dios ganó la batalla por ellos! (Jueces 20,35).

El ayuno libera a Daniel de la jaula de los leones "Se volvió luego el rey a su palacio, se acostó sin
cenar, no se puso delante de él comida alguna, y además no pudo conciliar el sueño. Al otro día,
levantándose el rey muy de mañana, fue a toda prisa al lago de los leones. Y arrimándose a la fosa
llamó a Daniel, con voz llorosa, diciendo: ¡Daniel, siervo del Dios vivo!, el Dios tuyo a quien sirves
siempre, ¿ha podido acaso librarte de los leones? Y Daniel respondió al rey, diciendo: ¡Oh rey, vive
para siempre! Mi Dios envió su ángel, el cual cerró las bocas de los leones, y no me han hecho
daño alguno; porque he sido hallado justo delante de él; mas tampoco para contigo, ¡oh rey!, he
cometido delito alguno. (Daniel 6,18-22)

El poder de la oración y el ayuno para la liberación de espíritus de mal. "Y además, que esta casta
de demonios no se lanza sino mediante la oración y el ayuno". (Mateo 17,21).

El Ayuno como Libertad contra el Juicio

Los principios de Dios acerca de llevar a cabo sus ordenanzas son universales. Hay ejemplos en las
escrituras cuando hasta los pecadores eran perdonados porque habían seguido los mandamientos
de Dios. El rey Acab, esposo de Jezabel es un perfecto ejemplo. Dios le hizo saber a este hombre
qué tan furioso estaba contra el. Y esto fue lo que sucedió: "Y sucedió que cuando Acab oyó estas
palabras, rasgo sus vestidos y puso un saco sobre el cuerpo, ayunó y se acostó con el saco puesto,
y andaba cabizbajo. Yahveh habló a Elías de Tisbé y le dijo: ¿has visto cómo se ha humillado Acab
en mi presencia? Por ello no mandaré el castigo durante su vida; en vida de su hijo la desgracia
caerá sobre su familia" (1 Reyes 21,27-29). El ayuno levantó juicio contra la vida de Acab.

El Ayuno para Sanidad

Nutricionistas han descubierto que el ayuno es una forma excelente para deshacernos de toxinas
contenidas en el cuerpo.

En la Biblia leemos acerca de un Amalecita que ayunó por tres días consecutivos y fue sanado, "Y
hallaron en el campo a un hombre egipcio, el cual trajeron a David, y le dieron pan, y comió y le
dieron a beber agua. Le dieron también un pedazo de masa de higos secos y dos racimos de pasas.
Y luego que comió, volvió en el su espíritu; porque no había comido pan ni bebido agua en tres
días y tres noches" (1 Samuel 30,11-12).

Seria muy fácil concluir que fue la comida quien lo sanó, sin embargo, yo pienso fue el ayuno que
contribuyó a la recuperación de su salud.

Después del ayuno y la oración, Jesús empieza su ministerio de milagros (Lucas 4, 32-37.38-
39.40.41).

32-37: "Y estaban asombrados de su doctrina, porque su modo de predicar era de gran autoridad.
Estaba en la sinagoga cierto hombre poseído de un demonio inmundo, el cual gritó con gran voz,
diciendo: Déjanos en paz, ¿qué tenemos nosotros que ver contigo, oh Jesús Nazareno? ¿Has
venido a exterminarnos? Ya sé quién eres, eres el Santo de Dios. Mas Jesús, increpándole, le dijo:
Enmudece, y sal de ese hombre. Y el demonio, habiéndole arrojado al suelo en medio de todos,
salió de él, sin hacerle daño alguno. Con lo que todos se atemorizaron, y conversando unos con
otros decían: ¿Qué es esto? El manda con autoridad y poderío a los espíritus inmundos, y van
fuera. Con esto se iba esparciendo la fama de su nombre por todo aquel país".
38-39: "Y saliendo Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. Estaba la suegra de Simón con
una fuerte calentura; y le suplicaron por su alivio. Y él arrimándose a la enferma, mandó a la
calentura que la dejase; y la dejó libre. Y levantándose entonces de la cama se puso a servirles".

40-41: "Puesto el sol, todos los que tenían enfermos de varias dolencias, se los traían. Y él los
curaba con poner sobre cada uno las manos. De muchos salían los demonios gritando y diciendo:
Tú eres el Hijo de Dios; y con amenazas les prohibía decir que sabían que él era el Cristo".

El Ayuno para Dominio

Ayunos bíblicos fueron instituidos por el Señor para establecer el dominio de Dios, El primer Adán
perdió dominio cuando comió lo que le había sido prohibido y el Segundo Adán ganó dominio
cuando El no comió.

Jesús fue: "llevado por el Espíritu al desierto por cuarenta días, y era tentado por el Diablo..."
(Lucas 4,1-2).

Debemos entender que no fue necesario para Jesús, como hijo de Dios" el tener que ayunar para
obtener el poder de Dios en Su vida. Pero como hombre, el sabía que tenía que poner su aspecto
carnal en sumisión, de tal manera que el poder de Dios fuera manifiesto en Él. "...Después del
ayuno que llevó a cabo, Jesús retornó a Galilea con el poder del Espíritu... ((Lucas 4,14)

También pudo Jesús declarar: "El Espíritu del Señor esta sobre mí..." (Lucas 4,18)

Moisés recibe los Mandamientos después del ayuno. "Y habiendo entrado Moisés en medio de
aquella niebla, subió a la cima del monte, en donde estuvo cuarenta días y cuarenta noches".
(Éxodo 24,18).

"cuando yo subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas de la Alianza que hizo el Señor
con vosotros, y me mantuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber".
(Deuteronomio 9,9).

"Se mantuvo, pues, allí con el Señor por espacio de cuarenta días y cuarenta noches: todo ese
tiempo estuvo sin comer ni beber cosa alguna: y escribió el Señor en las tablas de los diez
mandamientos de la alianza". (Éxodo 34,28).

Guía espiritual acerca del ayuno.

Asegúrese que el ayuno es dirigido por Dios."El fariseo, puesto en pie, oraba en su interior de esta
manera: ¡Oh Dios!, yo te doy gracias de que no soy como los demás hombres, que son ladrones,
injustos, adúlteros; ni tampoco como este publicano. Ayuno dos veces a la semana; pago los
diezmos de todo lo que poseo. El publicano, al contrario, puesto allá lejos, ni aun los ojos osaba
levantar al cielo; sino que se daba golpes de pecho, diciendo: Dios mío, ten misericordia de mí, que
soy un pecador". (Lucas 18,11-13).
Debemos sujetar nuestros cuerpos a la subordinación. "sino que castigo mi cuerpo rebelde y lo
esclavizo, no sea que habiendo predicado a los otros, venga yo a ser reprobado". (1 Corintios
9,27).

¿Esta usted ayunando por el Señor? "Y el Señor de los ejércitos me habló y dijo: Responde a todo
el pueblo del país, y a los sacerdotes, y diles: Cuando ayunabais y llorabais en el quinto y séptimo
mes durante estos setenta años ¿acaso ayunasteis por respeto mío?" (Zacarías 7:5).

El ayuno debe ser parte integral del ministerio, porque nos trae dirección. "Mientras estaban un
día ejerciendo las funciones de su ministerio delante del Señor, y ayunando, les dijo el Espíritu
Santo: Separadme a Saulo y a Bernabé para la obra a que los tengo destinados. Y después de
haberse dispuesto con ayunos y oraciones, les impusieron las manos y los despidieron". (Hechos
13,2-3).

Debemos ayunar por las necesidades de otros. "Partió, pues, Esdras de delante del templo de Dios,
y se fue al aposento de Yehojanán, hijo de Elyasib, sumo sacerdote; y entrado allí no comió ni
bebió, porque no cesaba de llorar la prevaricación de los que habían venido del cautiverio".
(Esdras 10,6).

Entienda el correcto significado del ayuno. "¿Cómo es que hemos ayunado, dicen al Señor y tú no
has hecho caso; hemos humillado nuestras almas y te haces el desentendido? Es, responde Dios,
porque en el día mismo de vuestro ayuno hacéis todo cuanto se os antoja y apremiáis a todos
vuestros deudores. Es porque vosotros ayunáis para seguir los pleitos y contiendas, y herir con
puñetazos a otros sin piedad. No ayunéis como hasta hoy día, si queréis que se oigan en lo alto
vuestros clamores. El ayuno que yo aprecio, ¿consiste acaso en que un hombre mortifique por un
día su alma, o en que traiga su cabeza inclinada o baja de modo que casi forme un círculo, o se
tienda sobre el círculo y la ceniza? ¿Por ventura a esto lo llamarás tú ayuno y día aceptable al
Señor? ¿Acaso el ayuno que yo estimo no es más bien el que tú deshagas los injustos contratos,
que canceles las obligaciones que oprimen, que dejes en libertad a los que han quebrado, y quites
todo gravamen? ¿Que partas tu pan con el hambriento, y que a los pobres y a los que no tienen
hogar los acojas en tu casa, y vistas al que veas desnudo, y no desprecies tu propia carne o a tu
prójimo? Si esto haces amanecerá tu luz como la aurora, y llegará presto tu curación, y delante de
ti irá siempre tu justicia, y la gloria del Señor te acogerá en su seno. Invocarás entonces al Señor, y
te oirá benigno; clamarás y él te dirá: Aquí estoy". (Isaías 58,3-9).

El ayuno nos guía hacia el arrepentimiento. "Ceñíos de cilicio y llorad vosotros, ¡oh sacerdotes!;
prorrumpid en tristes clamores, ¡oh ministros del altar!; venid a postraros sobre el cilicio, ¡oh
ministros de mi Dios!, porque han desaparecido de la casa de vuestro Dios el sacrificio y la
libación. Predicad el santo ayuno, convocad al pueblo, congregad los ancianos y a todos los
oradores del país en la casa de vuestro Dios, y levantad al Señor vuestros clamores. (Joel 1,13-14).

Nuestro ayuno debe ser de gozo. "Ello dice el Señor de los ejércitos: El ayuno del mes cuarto, y el
ayuno del mes quinto, y el ayuno del mes séptimo, y el ayuno del mes décimo, se convertirán para
la casa de Judá en días de gozo y de alegría, y en festividades solemnes; sólo con que vosotros
améis la verdad y la paz. (Zacarías 8,19).

El ayuno acompaña nuestra súplica. "No obstante, David rogó al Señor por el niño, y ayunó con
rigor extremado; y retirándose aparte se estuvo postrado en tierra" (2 Samuel 12,16).

Dios oye a aquellos que ayunan y oran. "Al oír yo semejantes palabras, me senté, y comencé a
lamentarme, y lloré durante muchos días, ayunaba y hacía oración en presencia del Dios del cielo,
y decía: Te suplico, Señor Dios del cielo, el fuerte, grande y terrible, que guardas el pacto y la
misericordia con aquellos que te aman y observan tus mandamientos. Escúchenme tus oídos, y
ábranse hacia mí tus ojos, y oye la oración que yo, siervo tuyo, estoy haciendo en tu presencia de
noche y de día por los hijos de Israel, tus siervos, confesando los pecados de los hijos de Israel, con
que te han ofendido; yo y la casa de mi padre hemos pecado. La vanidad de los ídolos nos sedujo,
y no hemos observado tus mandamientos, y ceremonias, y preceptos, que diste a Moisés, tu
siervo". (Nehemías 1,4-7).

Una mujer que ayunaba fue quien profetizó acerca de la redención de Cristo. "Y se había
mantenido viuda hasta los ochenta y cuatro de su edad, no saliendo del templo, y sirviendo en él a
Dios día y noche con ayunos y oraciones. Esta, pues, sobreviniendo a la misma hora, alababa
igualmente al Señor, y hablaba de él a todos los que esperaban la redención de Israel. (Lucas 2,37-
38).

El ayuno debe llevarse con el propósito correcto. "Venido el día se juntaron algunos judíos, e
hicieron voto con juramento e imprecación, de no comer ni beber hasta haber matado a Pablo".
(Hechos 23,12-13).

La oración y el ayuno nos liberan de demonios. "Y Jesús amenazó al demonio, y salió del
muchacho, el cual quedó curado desde aquel momento. Entonces los discípulos hablaron aparte a
Jesús, y le dijeron: ¿Por qué no hemos podido nosotros echarle? Les respondió Jesús: Porque
tenéis poca fe. Pues ciertamente os aseguro que si tuviereis fe tan grande como un granito de
mostaza, podréis decir a ese monte: Trasládate de aquí allá, y se trasladará; y nada os será
imposible. Y además, que esta casta de demonios no se lanza sino mediante la oración y el ayuno".
(Mateo 17,17-21).

El ayuno es la clave para obtener resultados en oración a Dios. "A lo que respondió Cornelio.
Cuatro días hace hoy, que yo estaba orando en mi casa a las tres de la tarde, cuando he aquí que
se me puso delante un personaje vestido de blanco, y me dijo: Cornelio, tu oración ha sido oída
benignamente, y se ha hecho mención de tus limosnas en la presencia de Dios. (Hechos 10,30-31).

Los cristianos pueden crecer como árboles de secoya; levantarse más allá de las dificultades de la
vida hasta que los problemas sean sólo problemas; pero Dios es más grande que los problemas y
más que suficiente para cada necesidad.

El primer requisito es estar plantado junto a corrientes de agua. Es ahí donde las raíces pueden
descender profundo hacia el río de la vida y traer fruto en el tiempo indicado; donde durante las
pruebas podemos vivir sin marchitarnos, y nos gozamos al estar en la presencia de Dios. Pero para
que los creyentes se gocen en Dios y anden en su abundancia diariamente, deben tener un pastor
que los guíe a las aguas y viva con ellos junto al río de la vida. Esto implica una vida de oración
personal. El gozarse en Dios, significa primero, conocerlo a través de la oración. Y el conocerlo en
oración implica tiempo en comunión, constante y específico con el Espíritu Santo.

En los primeros días de mi experiencia cristiana sentí la necesidad de leer la palabra de Dios y orar
cada día. No me era difícil orar por una hora o más antes de empezar mi día, porque el Espíritu
Santo me apartaba a orar. Desde entonces he aprendido el valor de reconocer el llamado del
Espíritu a la oración y a obedecer ese llamado, porque Él sabe las cosas a que nos enfrentaremos
cada día.

Al paso de los años, la presencia del Espíritu se hizo más constante, y aprendí a hablar con Él cada
día. Mis raíces se profundizaban cada vez más en la Palabra, y el sustento de la Palabra enriquecía
mi predicación. La predicación enriquecía a mi gente, y pronto ellos estaban pasando más tiempo
en oración.

El Espíritu Santo todavía está llamando a pastores para que se aparten a orar y sean
espiritualmente refrescados. ¡Escuchen y obedezcan! Podemos estar ocupados cada día con
muchas cosas y decirnos a nosotros mismos que no podemos dedicar una hora en oración porque
nuestro horario está lleno; pero podemos sacar el tiempo y pasar más tiempo haciendo esas cosas
que estimamos más importantes. La oración es la disciplina más importante en la vida de un
pastor. El ejercicio de la oración habla por nosotros. No podemos ayudar a alguien si no hemos
recibido una palabra de sabiduría específica para las necesidades de esa persona. La gente no
puede ser conducida a una vida más profunda con Dios si el pastor mismo no la ha experimentado.
Y 5 minutos de oración no producirá el flujo de la presencia de Dios necesario para el ministerio
diario o una vida más profunda, especialmente en el mundo de hoy lleno de necesidades,
decisiones, y confusión.

El segundo requisito de un pastor es guiar a la iglesia a ser una iglesia de oración. No quiero decir
orar 1 ó 2 minutos durante el servicio de adoración; sino desarrollar el hábito de la oración
ferviente en los miembros de la iglesia. Cuando buscamos a Dios con fervor, Él se acerca a
nosotros. Cuando nos unimos en adoración, la presencia de Dios debe estar allí con nosotros.
Cuando su presencia esté entre nosotros, simplemente nuestras luchas serán liberadas.
Tendremos gran gozo en nuestro corazón. Si no hay gozo, ¿a qué vendría la gente a la iglesia? Pero
es cuando oramos que el Espíritu de Dios viene, y el gozo viene con su Espíritu.

Cuando la gente experimenta la presencia de Dios, la liberación de sus espíritus es seguida por
gran gozo, su iglesia atrae a los pecadores, a la gente herida, y a aquellos que tienen grandes
necesidades.

La oración poderosa lanzará fuera al demonio y romperá cadenas. Mucha gente que se apartó de
Dios está volviendo a la iglesia, pero únicamente después de que su vida ha sido destruida y
arruinada. Ellos están buscando una iglesia que los haga sentirse bienvenidos y orarán por
liberación para romper las cadenas de su pasado. A pesar de que a todos les gusta un hermoso
programa, es la iglesia en oración lo que traerá a estas personas de vuelta a Dios.

La iglesia que usted y yo pastoreamos será esa clase de iglesia si la vida de oración del pastor está
llena con el poder de Dios. Nuestras iglesias deben ser el lugar donde la gente enferma puede ser
sanada, las vidas quebrantadas por el pecado pueden ser cambiadas, y donde la gente pueda
encontrar soluciones del Señor a sus problemas.

Que a partir de hoy, el ayuno se convierta en parte vital de tu caminar cristiano, porque
consolidará grandemente tu unión con el Señor; la presencia de Dios se hará más cercana cada
día, y tu vida de oración adquirirá una gran potencia. Podrás recibir el Poder de Dios para el
servicio en que Él te haya colocado y los dones y carismas que requieras para tal fin.

Leer más: http://www.monografias.com/trabajos96/siete-razones-biblicas-acerca-del-


ayuno/siete-razones-biblicas-acerca-del-ayuno.shtml#ixzz4HdfUYyTk

Ayunos cristianos2 - TIPOS DE AYUNO

El ayuno parcial es un ayuno bíblico, Daniel 10:2 dice que el profeta ayunó tres semanas en un
ayuno parcial. No comió manjares delicados, ni carne, ni vino.Fueron 21 días de ayuno parcial y
Daniel recibió revelación y visitación especial de Dios. Algunos evangelistas usan este tipo de
ayuno durante los días de campaña. Sólo usan jugos de fruta cada 3 o 4 horas y así tienen casi
todo el día para orar y leer la Palabra y mantienen la energía para ministrar. No hay duda de que
esto es de gran bendición. Personas que tienen dificultad para ayunar pueden hacer ayunos
parciales mientras claman a Dios para que les dé unción y fortaleza parar los ayunos completos. El
ayuno parcial no es por supuesto substituto total para el ayuno completo que es lo más efectivo y
lo que fue practicado por los siervos de Dios en los días bíblicos.

UN DIA DE AYUNO

Es bíblico hacer un día de ayuno para alcanzar crecimiento espiritual u otras bendiciones del
Señor. En los días de la ley había un día al año señalado para ayuno, el décimo día del séptimo
mes. Era una santa convocación y el pueblo se afligía delante de Dios y ofrecía ofrenda encendida
a Jehová. Nadie trabajaba en ese día y el pueblo se reconciliaba con Dios. Era un día de reposo y el
pueblo se afligía delante de Dios. El ayuno comenzaba el día noveno por la tarde y terminaba el día
décimo por la tarde. De 6 de la tarde hasta las 6 de la tarde del otro día era el ayuno. Un total de
24 horas. En ese día de ayuno el pueble se dedicaba exclusivamente a Dios. El pueblo se afligía
delante de Dios y se reconciliaba con el Señor. Sería maravilloso que las iglesias ofrecieran a
menudo un día de ayuno al Señor. El pastor y toda la congregación en el templo llorando delante
de de Dios y buscando su rostro en oración. Cuantos se llenarían del Espíritu Santo y serían
transformados por Dios.El libro de Jueces 20:26 nos dice: “Entonces subieron todos los hijos de
Esrael, y todo el pueblo vinieron a la casa de Dios; lloraron y se sentaron allí en la residencia de
Jehová, ayunaron aquel día hasta la noche”.En ese ayuno el pueblo clamó delante del Señor hasta
por la noche. Es un ayuno muy similar al ayuno de un día que ofrecen los cristianos en la
actualidad. No pasemos por alto que el pueblo lloraba delante de Dios y dedicó todo ese día hasta
el anochecer al Señor. Entre los cristianos el día de ayuno más común empieza a las seis de la
mañana y termina a las seis de la tarde de ese día. Un ayuno así puede ser de gran bendición si
tratamos de estar el mayor tiempo posible en oración a Dios y en lectura de la Palabra. La palabra
ayuno significa abstinencia de alimento.Cuando se ayuna no se puede usar ninguna clase de
alimento. En un ayuno total no se puede usar jugos, café, ni gomas de masticar, ni nada que tenga
algún alimento. El agua, sin embargo no es alimento, no tiene nutriente alguno.En un día de ayuno
lo más sensato es hacerlo sin agua ni alimento para que el sacrificio sea mayor, pero si se usara
agua por alguna necesidad especial, esto no rompería el ayuno. Lo ideal es hacer el día de ayuno
desde las seis de la mañana a las seis de la tarde, si tuviéramos que entregar antes de las seis de la
tarde por alguna razón especial, lo podríamos hacer y por lo menos habríamos ayunado algo, y si
se acompaña con bastante oración , Dios nos premiará por ello. Lo importante es que seas dirigido
por el Espíritu Santo.Cuando ores durante el ayuno clama al Señor para que El te guíe a Su plena
voluntad y te muestre lo que debes hacer.Si usted propone en su corazón o siente la necesidad de
hacer un día de oración y ayuno, déle la oportunidad a Dios de convertir ese ayuno en el ayuno del
Señor (El dice cuando termina el ayuno). ¿Qué tiene que hacer? Durante ese día de ayuno clame
continuamente a Dios que le dirija y si es su voluntad que tú entregues a las seis de la tarde, que te
indique hasta cuándo tú debes seguir tu ayuno. Tú ora y si a las seis de la tarde, tú notas que estás
fuerte y sin deseos de entregar, no lo hagas, sigue el ayuno orando y clamando y pidiéndole a Dios
que te revele cuándo debes entregar. En esta situación, estarás en el ayuno del Señor dirigido por
El y dispuesto a no romper el ayuno hasta que Dios te lo revele. Puede que Dios convierta el
ayuno de un día en uno de dos, de tres, o de más días, El es quien debe dirigirte e indicarte.

AYUNO SIN AGUA

Usar agua en el ayuno no rompe el ayuno. Sin embargo, en la Biblia nos muestra ayunos sin agua y
puede que Dios te dirija a ello en alguna ocasión. Uno de los ayunos bíblicos sin agua ni alimento
fue el ayuno hecho por el apóstol Pablo acabándose de convertir. El libro de Hechos 9:1-20 nos
dice que cuando Saulo de Tarso se dirigía a Damasco a apresar a los cristianos, Jesús se le reveló
en el camino, Saulo cayó del caballo y quedó ciego, el Señor le dijo que entrará en la ciudad y se le
diría lo que había de hacer. Por tres días estuvo Saulo privado de la vista y no comió ni bebió,
estuvo encerrado en ayuno y oración clamando a Dios arrepentido de sus maldades. A los tres días
Dios envió a Ananías el cual le impuso las manos y al instante cayeron de sus ojos como escamas y
recobró la vista, y fue lleno del Espíritu Santo y se levantó y fue bautizado en las aguas. Después
entrego su ayuno y se fortaleció con alimentos. Acabándose de convertir a Cristo ayunó tres días
sin agua ni alimento y Dios lo llenó del Espíritu Santo y al cabo de pocos días comenzó a predicar la
Palabra de Dios. El fruto de ese ayuno sin agua ni alimentos fue glorioso. No es prudente
desanimar a algunos recién convertidos que sienten ayunar. El libro de Éxodo 34:28 nos habla de
otro ayuno sin agua ni alimento. Moisés subió al monte Sinaí y habló cara a cara con Jehová,
Moisés estuvo allí con Jehová 40 días y 40 noches sin comer ni beber. Dios le dio allí las tablas de la
ley y al bajar del monte los hijos de Israel notaron que la piel de su rostro se había hecho radiante,
por lo cual tuvieron miedo de acercársele. Es algo increíble que pudiera un ser humano resistir 40
días y 40 noches de ayuno sin agua ni alimento, pero Moisés estaba todo el tiempo junto a Jehová
y sus fuerzas le sostenían. Estaba en el ayuno del Señor, Moisés ayunaba y Dios le fortalecía. Dios
le llamó al ayuno y Moisés ayunó el tiempo que Dios le guió. La bendición fue tan grande que al
bajar del monte hasta el rostro le brillaba. En ayuno de varios días sin entregar lo normal es usar
agua de vez en cuando; a menos que Dios nos llame al ayuno sin agua, debemos usarla. Cuando
Dios te ordene no titubees, obedécele que El sabe lo que hace.

AYUNO CON AGUA

En ayuno de varios días seguidos sin entregas, lo común y lo prudente es usar agua a menos que
Dios no te haga un llamado especial de ayunar sin agua, debes usarla en ayuno de varios días. En
Mateo 4:1-2 la Biblia dice: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado
por el diablo. Y después de haber ayunado 40 días y 40 noches, tuvo hambre”. Marcos 1:13 dice
que en sus 40 días en el desierto los ángeles le servían, algo deberían de servirle (posiblemente
agua porque dice que tuvo hambre pero en ningún momento se menciona que tuvo sed y lo más
normal es que hubiera tenido sed antes que hambre). Muchas personas no ayunan más de un día
porque no pueden hacerlo sin agua. Por supuesto esto le priva de alcanzar grande bendiciones en
ayuno de varios días, pero al entender que pueden usar agua, muchos ayunan los días que Dios les
dirige y reciben gloriosas bendiciones del Señor. No hay una cantidad específica de agua a usarse
ni una cantidad determinada de veces al día, sino que usted debe pedirle al Espíritu Santo que le
dirija y usarla conforme sienta. No debe usarse agua muy fría, es preferible usar agua fresca ya
que el frío podría afectar el estómago en la situación de ayuno.

AYUNO DE CONGREGACION

El libro del profeta Joel 2:15 dice: “Tocad trompeta en Sión proclamad ayuno, convocad
asamblea”. Es ayuno de congregación y la Biblia añade: “Reunid al pueblo, santificad la reunión,
juntad a las ancianos, congregad a los niños y a los que maman, salga de su cámara el novio, y de
su tálamo la novia”. El verso 17 añade que el ayuno es para interceder por el pueblo para que
Jehová no abandone al pueblo y lo perdone de todo pecado. La palabra añade en el verso 21 que
entonces Jehová hará grandes cosas y el verso 23 dice: “Y hará descender lluvia”. Este llamado es
tan solemne que la palabra demanda que aún los niños de pecho y los recién casados entren en el
ayuno. Es ayuno para orar e interceder por toda la iglesia para que ninguno se pierda. Si
practicáramos el ayuno de congregación desaparecería la tibieza, la vanidad y la comodidad en
tantos creyentes modernos, ninguna iglesia tendría excusa para seguir en mediocridad espiritual.
Ya es hora de que las iglesias comiencen a proclamar ayunos como este para que Jehová limpie la
grey. Un ayuno de toda la iglesia desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde y todos en el
templo orando y llorando delante de Dios, obraría maravillas en la congregación. Ninguno de los
cristianos de las iglesias que dedican horas diarias a la televisión y están saturados de literatura
terrenal, música mundana y deporte están en la voluntad de Dios. Tienen que arrepentirse y
apartarse del mundo para nacer de nuevo. El ayuno de congregación es la respuesta para la
situación actual de3 las iglesias cristianas, es el llamado de Dios para las iglesias.

EL AYUNO TRABAJANDO

Lo ideal es apartarse sólo con el Señor para orar y leer la palabra, pero hay personas que les
gustaría ayunar con más frecuencia y la única forma de hacerlo sería ayunando en los días de
trabajo. Aunque tengamos que trabajar podemos dedicar bastante tiempo a la oración y a estudiar
la palabra para así alcanzar grandes bendiciones en días de trabajo. No olvidemos que el ayuno es
fundamental para el crecimiento espiritual. Todo siervo de Dios que quiera campañas de gran
bendición haga varios días de oración y ayuno seguidos sin entregar antes de la campaña. Es la
fórmula de la victoria en el evangelismo y en cualquier otro ministerio. Gloria a Dios. Si usted
siente ayunar en los días de trabajo, hágalo pero intente orar lo más posible. Por supuesto traté de
ofrecer ayunos en días que se pueda dedicar por completo al Señor. Estamos en los días finales y
hay que hacer el máximo para alcanzar la plena madurez espiritual para irnos en el Rapto.

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