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Facultad de Psicología
Psicología de la comunicación
-2017-
Ensayo sobre la película “El Náufrago”
Código: 16180112
Esta película, que narra el vivir diario de un hombre de negocios, de un hombre muy
centrado en su trabajo, que apenas duras presta atención a su vida personal, y su posterior
desventura, un accidente de avión, siendo el único sobreviviente y viviendo en un isla en
medio del océano pacifico, solo y sin conocimientos de supervivencia.
En este película es muy resaltante el afán por el tiempo del protagonista, siempre
midiendo el tiempo, intentado no desperdiciar si quiera un mínimo de segundos. Este afán
por el tiempo, a mi parecer, solo puede demostrar la intensidad con la que trabajamos en
nuestra día a día, un reflejo de la riguridad o rigidez con la que nuestro día común está
programado, y que nos acatamos a él, dando por justificado, su carácter imprescindible
para nuestro sustento.
Ahora bien, téngase en cuenta que el tiempo, tal como lo experimentamos, hace quizá
más referencia a la experiencia subjetiva de durabilidad posterior a una acción, es decir,
a la impresión de cuánto dura un acto después de realizado, cuando meditamos sobre lo
hecho, el tiempo en este sentido se puede experimentar como algo muy duradero ,hasta
un impresión de efímero, el criterio para cuando experimentamos el tiempo(durabilidad),
de una manera u otra, lo encontramos en el concepto de experiencias optimas de Mihaly
Csikszentmihalyi, las actividades que no son aburridas, que no nos hacen sentir bienestar
unas vez hechas, se trata de la percepción de que el tiempo que transcurre es muy
prologando y las que provoquen, a la inversa, bienestar y satisfacción, se experimentaran
con tiempo muy reducido, ahora bien, estas “experiencias óptimas”, no implica que se
esté realizando algo, dígase beneficioso o constructivo, al grupo humano al que se
pertenezca, nada más describe procesos interindividuales, de modo pues que, un persona
bien podría realizar un acto caritativo y otra persona un crimen atroz, y sin embargo,
ambos experimentarían la misma experiencia optima, si se da el caso.
El otro tema que resalta, es el tema de la soledad, que se hace evidente en las escenas
que se desarrollan en la isla. En un principio se puede observar como dice muy poca,
habla poco o solo para quejarse o murmurar, sus esfuerzos están centrados en alimentarse
de lo que encuentre y salir de la isla, ahora bien, llega el momento en que se frustra al no
poder generar fuego, es en ese momento en que crea un rostro a partir de su sangre
derramada en un balón que había rescatado del accidente, en ese momento le da un
nombre al balón “Wilson”, y empieza a conversar con él, como si de una persona se
tratase. ¿Qué motiva a un individuo a delirar la existencia de una personalidad en un
balón?, ciertamente, se puede hablar de una soledad física y otra emocional, la soledad
física en la vida urbana, es muy difícil sino imposible, debido a la densidad demográfica
propia de la ciudades, en ese sentido, no estamos solos físicamente, sino por tiempo muy
cortos, exiguos. La soledad emocional, puede entenderse, como la ausencia de vínculos
afectivos en una persona, y más concretamente la falta de contacto y participación en
algún tipo de vínculo afectivo. En la vida urbana común, solemos tener vínculos afectivos,
aunque la intensidad de estos vínculos sea muy débiles, solemos tener alguno, más si se
puede dar el caso de no presentar ningún vínculo afectivo, y en ese caso hablamos de una
soledad emocional. Ahora bien, la vida gregaria, parece una condición sine qua non,
debido a que filogenéticamente el hombre a evolucionado, en grupos humanos, no es
despreciable, atribuir al vínculo afectivo, diferentes virtudes por las cuales la especia
humana a sobrevivido, me parece, en principio la de facilitar de la organización social,
formando la identidad de unos con otros, y la subsistencia facilitando la reproducción.
Dicho así, resulta explicable que el protagonista, se viera forzada a suplantar estas
necesidades, con el delirio de una pelota con personalidad. Además de dejar patente, los
pensamientos que tuviera Chuck Noland, tuviera en los momentos de su estadio en la isla.