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FISCAL
DRA CLAUDIA E. ZALAZAR1
I. Introducción
En principio el elemento subjetivo del proceso está configurado por las personas
que en él intervienen, ya sea como sujetos esenciales o eventuales. En el proceso civil,
los sujetos necesarios están representados por el actor, el demandado y el juez; en el
proceso penal, se manifiestan a través del Ministerio Público Fiscal, el juez y el
imputado[125].
Nos proponemos ahora caracterizar las funciones que cumple el Ministerio
Público y discernir cuál es la naturaleza de su intervención en los procesos que no
tienen carácter represivo. Las Dras. Ferreyra de De la Rúa y González de laVega de Opl
nos enseñan que “…el Ministerio Público participa de la noción de ser sujeto del
proceso judicial y cuenta con diferentes poderes y deberes que se identifican en base a
las funciones asignadas por la ley en las diferentes ramas procesales y teniendo en
cuenta los intereses comprometidos con relación a un objeto debidamente
propuesto”[126].
Por el momento, nos adelantamos a expresar que en el proceso civil actúa como
participante, es decir como sujeto procesal de carácter eventual. Los sujetos necesarios
del proceso civil actúan por derecho e interés propio. En cambio, los funcionarios que
integran el Ministerio Público actúan defendiendo un interés que les es ajeno
personalmente y que pertenece en su instancia a la colectividad o al orden social.
El Ministerio Público ejerce un poder de control social, que es indispensable
para lograr el equilibrio de los poderes del Estado. Clemente Díaz ha definido bien esta
institución: “el órgano estatal encargado de hacer valer ante el órgano jurisdiccional
la representación y la defensa de los intereses públicos y sociales del Estado”[127]. Su
misión general es la de defender intereses que afectan al orden público y social;
colabora con el juez en la tarea de administrar justicia.
La doctrina procesalista ha conceptuado al Ministerio Público sobre la función
judicial que le corresponde. Así, Chiovenda, Carnelutti, Calamandrei destacan que este
1
Texto extraído de la GUIA PRACTICA PARA EL EJERCICIO DEL DERECHO CIVIL Y COMERCIAL, TOMO IV, ,
PAG.S 29 A 47, Editorial Advocatus, 2016.
órgano “personifica el interés público en el ejercicio de la jurisdicción ante los órganos
jurisdiccionales”[128].-
2
Polverini, Verónica “El Ministerio Público en el Proyecto de Código Civil” DFyP
2014 (octubre), 144.
encomienda, entre otras, las funciones en cuestión, específicamente a los asesores
letrados en lo civil y comercial, en el art. 12 incs. 1° y 2°.
b)Funciones
El art. 103 del CCCN (art. 59, CC) determina el alcance de la actuación del
Ministerio Público respecto de las personas menores de edad, incapaces y con capacidad
restringida.
En primer lugar establece que puede ser judicial o extrajudicial.
En relación a la intervención en el ámbito judicial la misma puede ser
complementaria o principal. Es complementaria cuando en los procesos en que se
encuentran involucrados intereses de personas menores de edad, incapaces y con
capacidad restringida la misma se produce en forma conjunta con los padres, tutores y
curadores de aquellos. Es decir, que su actuación se integra y complementa con la que
ejerce el representante legal.
Es principal en los siguientes supuestos: cuando se encuentren comprometidos
los derechos de los representados y existe inacción de sus representantes; cuando el
objeto del proceso es exigir el cumplimiento de los deberes a cargo de los
representantes; o cuando carecen de representante legal y es necesario proveer la
representación.
Así cuando se encuentren comprometidos los derechos de los representados y
existe inacción de sus representantes, si se trata de los progenitores, deberá promover el
cumplimiento de los deberes a su cargo o interponer recursos y ofrecer prueba si dentro
de una causa judicial el niño/a está indefenso; si se trata de inacción de los tutores, debe
responsabilizarlo por los daños que cause al tutelado y debe solicitar las medidas
necesarias (art. 118 CCCN), solicitar la remoción del tutor (art. 136 CCCN), si existen
diferencias de criterio entre los tutores debe intervenir (art. 105 CCCN), si se trata de la
inacción de los curadores puede pedir su remoción (art. 136 CCCN) y también que rinda
cuentas (art. 130 CCCN).
A su vez, cuando el objeto del proceso es exigir el cumplimiento de los deberes
a cargo de los representantes, debe exigir los alimentos a los progenitores cuando estos
incumplieran con dicho deber; en el caso del incumplimiento de los deberes del curador
debe instarlo a que cumpla con las reglas generales del art. 31 CCCN, responsabilizarlo
por los daños que ocasione (art. 118 CCCN), solicitar su remoción (art. 136 CCCN),
solicitar la designación un curador provisorio mientras se designa otro nuevo (art. 109,
inc. g) CCCN), solicitar la suspensión provisoria del curador (art. 137 CCCN), y
exigirle la rendición de cuentas (art. 130 CCCN).
Ahora bien, cuando carecen de representante legal y es necesario proveer la
representación, debe solicitar la urgente designación de representante legal para hacer
cesar el estado de indefensión de estas personas.
Con respecto a la actuación extrajudicial del Ministerio Público la normativa
impone la concurrencia de dos presupuestos:
1) Que exista ausencia, carencia o inacción de los representantes legales;
2) Que estén comprometidos los derechos sociales, económicos o culturales de los
defendidos.
Es preciso destacar que, cuando en estas normas se hace referencia a menores,
no se alude los "que carezcan de edad y grado de madurez suficiente", sino que se habla
de menores a secas. Y para este Código, menor es la persona que "no ha cumplido
dieciocho años" (art. 25, CyC). 3
Sin embargo, de tratarse de menores de edad emancipados por matrimonio (art.
27 CCCN), no debe intervenir el Ministerio Público. De tratarse de menores de edad
que trabajan o con título habilitante profesional (art. 30 del CCCN), la intervención del
Ministerio es innecesaria si el juicio versa sobre las actividades que indica la norma en
cuestión.
c) Ley de Asistencia Jurídica Gratuita
3
Camps, Carlos E. La capacidad de ejercicio de derechos en el proceso civil Publicado
en: RCCyC 2016 (marzo) , 3
4
Ver Anexo Legislativo
por dicha ley, o sea veinte jus, cuya cuantificación monetaria resulta variable de
conformidad a las nuevas pautas establecidas por la ley 9459.
Sin perjuicio de ello, y aún cuando el solicitante no revista los requisitos para
que se le otorgue la franquicia, la ley establece la obligación del asesor de prestar
asistencia en los trámites urgentes que puedan implicar la pérdida de derechos para el
solicitante, como sería, por ejemplo, presentar una demanda con el objeto de interrumpir
la prescripción de la obligación (art. 30 de la ley 7982). Ahora bien, como contrapartida
de lo expuesto, el solicitante del beneficio que haya falseado los datos de la declaración
jurada será pasible de la sanción correspondiente, prevista en el art. 29 de la ley 79825.
En cuanto a los beneficios de los que gozan los acreedores de este sistema, es
dable aclarar, que los mismos no se encuentran compelidos a realizar el trámite del
beneficio de litigar sin gastos para pedir la eximición de la tasa de justicia, ya que si
bien el art. 270, inc. 2.° del Código Tributario, solo hace excepción del pago del tributo
5
Artículo 29º.- Sanción por falsedad. Si en cualquier estado de la causa se comprobare que el
requirente a falseado los datos sobre su situación económica a los fines de ser incluído como
beneficiario del sistema, el Asesor Letrado deberá cesar en la representación y el Juez interviniente
regulará los honorarios a favor de la Provincia, con notificación al Procurador del Tesoro y vista al
Agente Fiscal de Turno.
a las personas que se les haya concedido el beneficio de litigar sin gastos, dicha
exención debe hacerse extensible a los beneficiarios de la asistencia jurídica gratuita.
Por otra parte, el inc. 4.º de dicho, art. 270, cuando solo exime a los asesores de
menores o a las causas en las que intervengan en el ejercicio de su ministerio, debe
entenderse que ha hecho referencia a todos los asesores, incluidos los civiles, a los
cuales se los denominaba asesores de menores. Para esclarecer este supuesto, el
Tribunal Superior de Justicia, en el año 2003, ha dictado el acuerdo reglamentario n.º
665, serie “A”, de fecha 27/05/03, en el que, específicamente, establece que cuando se
trata de personas físicas carenciadas que se encuentran bajo el patrocinio del asesor
letrado, no resulta necesario que se inicie el procedimiento previsto por el Código
Procesal Civil y Comercial para obtener el beneficio de litigar sin gastos. Sólo será
necesario cuando se haya rechazado la solicitud de la asistencia gratuita (art. 30 de la
ley 7982) o que se trate de una persona que actúa con patrocinio de un abogado
particular6.
6
ACUERDO REGLAMENTARIO NRO. 665, SERIE "A” DEL 27/05/2003.-VISTO: La necesidad de clarificar el
procedimiento de acceso a la justicia para personas carenciadas, en relación a lo dispuesto por la ley de
Asistencia Jurídica Gratuita y el Código Tributario. Y CONSIDERANDO: I) Conforme a la ley de asistencia
jurídica gratuita, la persona que pretenda ser beneficiario debe suscribir ante el asesor letrado del fuero
de que se trate una declaración jurada (art. 28). Si el asesor otorga el beneficio, el beneficiario estará
exento del pago de la tasa de justicia (Art. 31). El Código Tributario, a su vez, dispone que estarán
exentos de la tasa de justicia, las personas físicas “a quienes se les haya otorgado el beneficio de litigar
sin gastos...” (Art. 252,2). II) Cuando se trata de personas físicas carenciadas que se encuentran bajo el
patrocinio del asesor letrado, no resulta necesario que se inicie el procedimiento previsto por el Código
Procesal Civil y Comercial para obtener el beneficio de litigar sin gastos (arts. 101 a 109). En tales
supuestos, la recurrencia a este procedimiento, a la par que retrasa el pleno acceso a la justicia de los
ciudadanos carenciados, recarga innecesariamente la actividad de los asesores letrados y de los
tribunales. Por el contrario, este trámite será necesario cuando el asesor letrado hubiese rechazado la
solicitud (art. 30, ley de asistencia jurídica gratuita) o se tratase de una persona que actúa con patrocinio
de un abogado particular. Por lo expuesto, en virtud de las atribuciones de superintendencia previstas
por el art. 166 de la Constitución Provincial y 12, 32° de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el Tribunal
Superior de Justicia, RESUELVE: Art. 1°.- Los asesores letrados que patrocinen a personas físicas
beneficiadas por la ley de asistencia jurídica gratuita, no deberán iniciar el procedimiento para obtener
el beneficio de litigar sin gastos, para la exención de la tasa de justicia. Art. II.- Los asesores letrados
iniciarán el trámite para obtener el beneficio de litigar sin gastos, solo cuando la solicitud hubiera sido
rechazada por otro asesor.- Art. III.- NOTIFIQUESE. Publíquese en el Boletín Oficial.- FIRMANTES: María
Esther CAFURE DE BATTISTELLI Berta KALLER ORCHANSKY Hugo Alfredo LAFRANCONI Aída Lucía Teresa
TARDITTI Domingo Juan SESIN Luis Enrique RUBIO Miguel Ángel DEPETRIS
.
Aparte de la eximición de la tasa, el sistema tiene previsto un anticipo de gastos,
creando el TSJ un fondo especial a tal efecto, que deberá ser reintegrado por el
beneficiario en caso que mejore de fortuna.
Ningún inconveniente existe respecto a la exención del aporte previsional, ya
que se encuentran expresamente eximidos por el art. 20 de la ley 84047.
7
Ley 8404 - Artículo 20: “Quedan exentos del pago de aportes quienes litiguen con carta de pobreza, en
juicios de depósitos de personas, declaratoria de pobreza y en sumarias con fines previsionales,
laborales o de enrolamiento. También los juicios que inicien o prosigan los Asesores Letrados de
Menores, Defensores de Pobres, Incapaces o Ausentes, o Procuradores del Trabajo en ejercicio de su
ministerio. Cuando el litigante con carta de pobreza o asistido por el Ministerio Público tuviere bienes o
solvencia, deberá cumplimentar los aportes correspondientes perdiendo el beneficio de exención. La
Caja, como tercero interesado, tendrá facultades para promover incidentes a fin de determinar la
solvencia del obligado.
8
Cámara Civil, Comercial y Contencioso Administrativo de Primera Nominación de Rio Cuarto, “Funes
Ricardo Enrique c/ Nora Aída Villagra- Divorcio Vincular”, Auto. Nº 284 del 19.12.05, Diario Jurídico de
Córdoba, Nº 934 del 18.04.06.
9
Cámara Nacional Civil, Sala G, “D'Oria de Bustos Viata A. y otro c. Zacco Nicolás” de fecha 17.04.91,
Jurisprudencia Argentina 1993-I, 405.
Preliminarmente, podemos decir que mientras la concesión de la asistencia
gratuita implica un mero trámite de jurisdicción voluntaria, que consiste en la
presentación de una declaración jurada, en la que se controla la concurrencia de los
requisitos que marca el art. 27 de la ley 7982 y cuyo control compete exclusivamente al
órgano de aplicación –Ministerio Público-; la declaratoria de pobreza exige un proceso
contradictorio, ya que prevé la intervención de la contraparte, con atribuciones para
objetar la procedencia del beneficio, fiscalizar la prueba y según las corrientes
procesales más modernas, hasta ofrecer aquellos que desvirtúen las producidas por el
peticionante (art. 80, Cód. Proc. Civ. Com. Nac. y art. 104, Cód. Proc. Civ. Com. Cba.).
Si bien, y como ya lo analizaremos en profundidad, el tema ha sido bastante discutido y
plasmado de diversas maneras por los códigos locales, la jurisprudencia se ha expresado
en forma casi unánime, en cuanto a que la intervención del litigante contrario no debe
considerarse circunscripta a controlar los actos probatorios producidos por el
peticionante, sino que comprende, además, la facultad de producir pruebas tendientes a
desvirtuar las diligenciadas por éste, siempre que ello ocurra de manera compatible con
la sumariedad del procedimiento, es decir, sin desnaturalizarlo.
Por otra parte, debemos subrayar, que mientras en el sistema de [la] asistencia
jurídica gratuita se establece la necesidad de la suscripción de una declaración jurada
sobre el monto de los ingresos y rentas, no únicamente del peticionante sino de su grupo
familiar, y el cual no puede superar el tope fijado por dicha ley; en el caso del beneficio
de litigar sin gastos, solo se deben valorar a los fines de concederlo o no los ingresos del
peticionante y no de su grupo familiar10. Sin embargo, en materia de tasa de justicia, la
nueva modificación del Código Tributario (ley 9874) determina como recaudo necesario
para solicitar la exención del pago de la gabela, la presentación obligatoria de una
declaración jurada, bajo pena de inadmisiblidad, al articular el incidente del beneficio de
litigar sin gastos. Dicha declaración jurada se encuentra reglamentada a través del
10
Cámara 6º en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Cufré Edith Fabiana-Beneficio de litigar sin gastos”
(Expte 1488854/36), Auto Nº 294 del 21,09,10, Semanario Jurídico Nº 1783 pag. 7375. En el caso el juez
de primer grado había denegado el beneficio a la peticionante teniendo en cuenta los ingresos de su
cónyuge, resolución que es revocada por la segunda instancia. El fallo de Cámara sostiene entre sus
principales argumentos que si bien no se puede negar que la información sobre los ingresos del marido
permite tener un panorama de la realidad económica en la que se encontraba la peticionante, no
significa que el cónyuge- que no es parte en el juicio iniciado por la misma- deba hacerse cargo de los
gastos causídicos, atento no ser éstos deudas comunes.
acuerdo n.° 6, serie “C”, del 04/02/1111, en cuyo formulario se establecen, como datos a
consignar, no únicamente los ingresos del peticionante sino también la descripción
patrimonial del cónyuge, conviviente o personas sujetas a patria potestad, tutela o
curatela. Por acuerdo reglamentario nº 107, serie “C”, del 22/03/11, se modifica dicha
declaración jurada en lo que respecta al ítem relativo a la existencia de pacto de cuota
litis del peticionante con el letrado que tramite el beneficio12. Consideramos al respecto,
que es errónea la formulación de dicha declaración jurada en relación a los datos de los
ingresos del cónyuge y del grupo familiar en general, ya que el beneficio es personal.
En este último sentido, se ha expedido la doctrina judicial de alzada de nuestra
provincia, sosteniendo que en el caso del beneficio de litigar sin gastos solo se deben
valorar a los fines de concederlo o no los ingresos del peticionante y no de su grupo
familiar13.
11
ACUERDO NUMERO SEIS - SERIE "C".- En la ciudad de Córdoba, a cuatro días del mes de febrero del
año dos mil once, con la Presidencia de su titular, Dr. Domingo Juan SESIN, se reunieron para resolver
los Señores Vocales del Tribunal Superior de Justicia, Dres.: Aída Lucía Teresa TARDITTI, Luis Enrique
RUBIO y Carlos Francisco GARCIA ALLOCCO con la asistencia del Administrador General, Dr. Gustavo
Argentino PORCEL DE PERALTA y ACORDARON: VISTO: La facultad conferida al Tribunal Superior de
Justicia por el art. 270, inc. 2° del Código Tributario Provincial (Ley 6006, t.o. 2004, modif. por Ley
N°9874) en orden al establecimiento del recaudo necesario para la interposición del incidente de
Beneficio de litigar sin gastos con carácter de declaración jurada, bajo pena de inadmisibilidad.
CONSIDERANDO: Que en virtud de dicha exigencia, resulta necesario que los justiciables y los
tribunales cuenten con un modelo uniforme de la declaración jurada que se requiere para la
interposición del Beneficio de litigar sin gastos. Que el mencionado recaudo formal no significa un
obstáculo que impida a las personas el acceso a la Justicia; siendo el instituto del beneficio de litigar sin
gastos una herramienta que pueden utilizar todos aquellos individuos cuya capacidad económica no le
permite afrontar los costos que un proceso judicial irroga. Por ello, y lo dispuesto por el art. 20 bis del
Código Tributario Provincial ( Ley 6.006, t.o. 2004 modificada por Ley N° 9874);SE RESUELVE: 1.- Aprobar
el formulario único de "Declaración Jurada para tramitar el Beneficio de Litigar sin Gastos", que debe
presentar obligatoriamente, quien realice la solicitud de exención de la Tasa de Justicia mediante la
articulación del mencionado incidente, cuyo modelo forma parte del presente como su Anexo Único. 2.-
El Área de Administración deberá reglamentar el procedimiento para obtención, confección y forma de
incorporación de la declaración jurada.-3.- Publíquese en el Boletín Oficial de la Provincia y dése la más
amplia difusión. Con lo que terminó el acto, que previa lectura y ratificación de su contenido, firman el
Señor Presidente y los Señores Vocales, con la asistencia del Administrador General del Poder Judicial,
Dr. Gustavo Argentino PORCEL de PERALTA.
13
Cámara 6º en lo Civil y Comercial de Córdoba, “Cufré Edith Fabiana-Beneficio de litigar sin gastos”
(Expte 1488854/36), Auto Nº 294 del 21,09,10, Semanario Jurídico Nº 1783 pag. 7375. En el caso el juez
de primer grado había denegado el beneficio a la peticionante teniendo en cuenta los ingresos de su
cónyuge, resolución que es revocada por la segunda instancia. El fallo de Cámara sostiene entre sus
principales argumentos que si bien no se puede negar que la información sobre los ingresos del marido
permite tener un panorama de la realidad económica en la que se encontraba la peticionante, no
Con relación al principio de "especificidad" o llamado "necesidad de litigar",
mientras la ley 7982 establece que el asesor otorgará el beneficio en relación a la causa
que motiva la solicitud, no podemos dejar de destacar la tarea de "consulta y asistencia"
que brindan dichos asesores; en especial en lo que en materia de familia se refiere.
El beneficio de pobreza va más allá, ya que exige a más de una indicación del
proceso que se ha de iniciar o en el que debe intervenir, el acreditar una estrecha
relación entre la situación del peticionante y la importancia del proceso, la que quedará
librada a la valoración del juez. La insuficiencia de medios no es similar al estado de
“pobreza”, "indigencia" o "marginalidad", sino que se trata de acreditar que a través de
los gastos extraordinarios del pleito se verá comprometida la satisfacción de
necesidades básicas, en el marco de la realidad socioeconómica del promedio de la
población, respecto de vivienda, alimentación, vestimenta, educación y salud. Al
respecto, señala la doctrina nacional que “el concepto de pobreza o el de indigencia no
es estrictamente el que rige para la concesión del beneficio, pues este criterio resultaría
excesivamente vago y relativo”14, dejándose librada a la apreciación judicial, en cada
caso concreto, la carencia de recursos de quien invoca el beneficio, para afrontar las
erogaciones que demande el proceso en cuestión.
significa que el cónyuge- que no es parte en el juicio iniciado por la misma- deba hacerse cargo de los
gastos causídicos, atento no ser éstos deudas comunes.
14
ARAZI, Roland-ROJAS, Jorge A. “Código Procesal Civil y Comercial de la Nación, comentado, anotado y
concordado con los códigos provinciales”, Tomo I, Rubinzal-Culzoni, Buenos Aires, 2001, pag. 313.
15
Cámara Civil y Comercial de Río Cuarto, en autos “Riveros, Dante L. c. Banco de la Provincia de
Córdoba”; octubre 2-997, La Ley Córdoba 1998-124.
de la onerosidad está planteada por la situación patrimonial del peticionante, en función
de las exigencias económicas del proceso entablado o a entablarse”16.
Por otra parte, la extensión del beneficio de litigar sin gastos se encuentra
legislado en el art. 109 del Cód. Proc. Civ. Com., existiendo solo algunas discrepancias
en la tramitación de la misma, pero resaltando siempre el principio de especificidad. En
cambio, en el caso de la asistencia jurídica gratuita, la ley nada dice con relación a su
extensión a otras causas; sin embargo, en la práctica, la declaración jurada prevista por
el art. 27 de la ley 7982 solo sirve para el juicio en que ha sido solicitada, como así
también el patrocinio del asesor interviniente. Es por ello, que el careciente, ante otro
nuevo pleito o consulta deberá realizar otra declaración jurada por ante el asesor que se
encuentre de turno, sin que pueda solicitar la extensión de la declaración jurada ya
realizada a otros pleitos.
16
Cámara 4ª Civil y Comercial de Córdoba, en autos “Gastón, Jorge Eduardo c/ Municipalidad de
Unquillo-Beneficio de litigar sin gastos” Sentencia Número 88 de fecha 6/6/01, Foro de Córdoba,
“Suplemento de Derecho Procesal”, Año I, N° 2, 2001, pag.136 sum.3.
La naturaleza jurídica del Ministerio Público Fiscal constituye uno de los
problemas que el derecho constitucional ha querido resolver. Lo dicho se relaciona de
manera directa con la ubicación institucional que debía reconocérsele. En este sentido,
se fueron perfilando varias posturas.
Entre los criterios más difundidos se puede individualizar:
a) el Ministerio Público fiscal debe ser un órgano subordinado al poder Ejecutivo;
b) el MPF debe ser incluido en la estructura del Poder Legislativo;
c) el MPF debe integrar el Poder Judicial;
d) el MPF goza de independencia funcional, sin perjuicio de que forme parte de la
estructura jurisdiccional[140].
Con la reforma constitucional del año 1994 se intentó dotar al Ministerio Fiscal
de la calidad de “órgano extrapoder”.
Basta con leer el art. 120 de la Constitución Nacional para darse cuenta de lo que
estamos diciendo: "El Ministerio Público es un órgano independiente con autonomía
funcional y autarquía financiera, que tiene por función promoverla actuación de la
justicia en defensa de la legalidad, de los intereses generales de la sociedad, en
coordinación conlas demás autoridades de la República…” (El destacado me pertenece).
De esta manera, a los tradicionales Ejecutivo, Legislativo y Judicial, la reforma
incorporó un nuevo integrante: el Ministerio Público.
El sistema constitucional local no concilia con esta posición, ya que el
Ministerio Público sigue estando en la órbita del Poder Judicial. Así lo declara el art. 1°
de la Ley 7826 -Ley Orgánica del Ministerio Público Fiscal-, al señalar que“El
Ministerio Público forma parte del Poder Judicial. Goza de independencia funcional...”.
b) Ámbito de actuación
Es en el ámbito del derecho penal en que el poder fiscal se ha desenvuelto por
antonomasia. Así, al Ministerio Fiscal se lo ha rodeado casi con exclusividad de la
potestad persecutoria y represiva, olvidándose de las demás funciones que asisten en
cabeza de esta institución, sea un órgano estructurado dentro del poder judicial -como
en Córdoba-,sea un órgano extrapoder –como a nivel nacional-.
Empero, no sólo en el ámbito criminal se desenvuelve el Ministerio Público. Por
el contrario, este órgano debe cumplir un rol protagónico en la custodia de los derechos
que asisten a los particulares, no únicamente cuando aquellos son vulnerados a la luz del
derecho penal, sino también velando por un normal ejercicio de los derechos de carácter
patrimonial, y, fundamentalmente, de aquellos que integran su personalidad[141].
Se vislumbra de esta manera uno de los postulados de actuación del Ministerio
Fiscal: ser guardián y custodio del orden constitucional.
La Fiscalía General ha expresado: “Cabe poner de manifiesto que el Ministerio
Público es un órgano de tutela social ,pues el interés que lo guía es el de que se observe
la ley, gozando en el ejercicio de su función, de plena independencia funcional. Ante la
existencia de una norma general que impone al suscripto el cumplimiento de
determinados deberes en defensa del Orden Público (art.21, CC, 120, CN), es interés de
este Ministerio Público suadecuada defensa”[142].
La Constitución de la provincia de Córdoba establece que el Ministerio Público
está a cargo del Fiscal General y de los Fiscales que de él dependan a quienes instruyen
sobre el cumplimiento de sus funciones, de acuerdo a las leyes (Art.171 Const.
Provincial).
El art. 172 de dicho cuerpo normativo le fija las siguientes funciones: “...1)
Preparar y promover la acción judicial en defensa del interés público y los derechos de
las personas. 2) Custodiar la jurisdicción de competencia de los tribunales provinciales
y la normal prestación del servicio de justicia y procurar ante aquellos la satisfacción
del interés social; 3) Promover y ejercitar la acción penal pública ante los tribunales
competentes, sin perjuicio de los derechos que las leyes acuerdan a los particulares; 4)
Dirigir la policía judicial”.
Por su parte, la Ley Orgánica del Ministerio Público Fiscal (ley prov. nro. 7826,
y sus modificatorias) establece las funciones de dicho Órgano (arts. 1 y 9),
reglamentando las atribuciones que genéricamente confiere la Ley Suprema local.
El art. 3 de la referida normativa local dispone que las funciones a su cargo
deben ser ejercidas conforme a los principios de legalidad, imparcialidad, unidad de
actuación y dependencia jerárquica, puntualizando que todo ello debe efectuarse “con
arreglo a las leyes”.
A la luz de tales preceptos pueden extraerse dos conclusiones categóricas.
En primer lugar, que la razón que determina la institución del Ministerio Público
se halla en el interés público que se encuentre involucrado en el proceso.
El presupuesto ontológico de la intervención del Ministerio Público, la
justificación de su accionar, consiste, pues, en la defensa de los intereses vinculados al
orden público y social. Siendo ello así, la no participación de tal órgano en un proceso
en el que se encuentre comprometido el orden público no puede ser subsanada por
preclusión o consentimiento del particular.
En segundo lugar, no basta con que se configure el presupuesto ontológico que
justifica la intervención del Ministerio Público sino que resulta indispensable además
que tal intervención esté habilitada expresamente por ley.
Esto es, que como “presupuesto procesal” deviene necesario que la legitimación
del Ministerio Público se encuentre concretamente atribuida por una disposición
normativa vigente[143].
Acabamos de señalar que las funciones a cargo del MPF deben ser ejercidas
conforme a los principios de legalidad, imparcialidad, unidad de actuación y
dependencia jerárquica, puntualizando que todo ello debe efectuarse con arreglo a las
leyes (art. 3 de la ley prov. 7826).-
El Dr. Junyent Bas expresa que estos principios, circunscriben la actuación del
órgano y se manifiestan en la necesidad de que la Fiscalía actúe bajo el imperativo de un
precepto legal previo que así lo disponga. En otras palabras, si no existe una ley que
determine la actuación del Ministerio Público frente a una determinada controversia,
éste no puede intervenir. Sin embargo, el citado autor señala que debemos tener especial
celo en verificar si concurre o no el supuesto legal anterior, so riesgo de incurrir en
extremos opuestos, sea por un excesivo rigorismo formal, sea por un tratamiento
promiscuo del principio en examen[144].
A la luz de estas consideraciones, parece poco prudente que se impida al
Ministerio Fiscal intervenir en las controversias en las que se encuentren en juego
intereses ciertos y directos, jurídicamente relevantes, más allá que concurra o no una ley
que así lo exija; pero solamente en casos excepcionales ya que la regla sigue siendo su
actuar en la legalidad.
No cabe duda alguna que la intervención de la Fiscalía está reservada para los
casos en que la ley concretamente así lo disponga; más, colegir que dicha actuación
pende de una norma de naturaleza procesal puede significar un rigorismo formal
excesivo que impide apreciar la correcta télesis normativa; lo que deberá valorarse en
cada caso en particular.
En ese cauce, la legalidad que sujeta la actuación fiscal está edificada sobre un
criterio más amplio del que puede disponer un precepto adjetivo, ya que el Ministerio
Público encuentra en el ordenamiento jurídico integral las normas que determinan su
ámbito de actuación.
Por tanto, es dentro de las normas y principios constitucionales que deben
buscarse los fundamentos que hacen a la actuación del órgano fiscal, habida cuenta que
esta última involucra el denominado “orden constitucional” que se encuentra bajo
custodia del Ministerio Público[145]. Es así que, ante la inexistencia de un precepto
formal que imponga la actuación del Ministerio Público, esta última queda determinada
por las normas de naturaleza superior que implica el orden jurídico integral, habida
cuenta que el principio de legalidad comporta un axioma de derecho que involucra a
todo el ordenamiento jurídico[146].
Esto es, que como “presupuesto procesal” deviene en necesario que la
legitimación al Ministerio Público se encuentre concretamente atribuida por una
disposición normativa vigente.
Siendo ello así, la procuración del interés social que se le asigna al Ministerio
Público Fiscal como razón de ser, no implica necesariamente su legitimación como
parte o como tercero interviniente en sede civil, que depende de las leyes adjetivas.
17
TSJ. Sala CyC in re: “V.E.A. C/J.B. Y OTRO –ORDINARIO – REVISION”, Sent.
N° 54 del 09/11/89
18
PALACIO, Derecho Procesal Civil, T. II, Sujetos del Proceso, p. 617/618; en igual
sentido ALSINA, Derecho Procesal, 2ª ed., T. II, p. 354/355)
Asimismo se ha dicho que el genérico cometido funcional de “actuar en defensa
del interés público y los derechos de las personas” no habilita al Ministerio Público a
tomar intervención en cualquier tipo de proceso porque “su actuación debe ponerse en
práctica con arreglo a las leyes”.19
19
TSJ “ORTIZ
PELLEGRINI, MIGUEL ANGEL (FISCAL GENERAL)
S/AVOCACION EN AUTOS: “AMPARO PRESENTADO POR AMADEO RAÚL
RISSI A FAVOR DE STELLA MARIS YASNY OTROS – ACCION DE AMPARO”
(AI 296 del 19/08/99)
sumaria información de rectificación de partidas (art. 84, ley 26413), juicio sobre
cuestiones extrapatrimoniales relativo a ablación e implante de órganos o materiales
anatómicos (art. 800 bis del C.P.C.C.).
Nótese a este respecto, además, que el art. 828 del C.P.C.C. dispone que este
tipo de actos se sustanciarán con la citación de la persona cuyos intereses pudieran
afectar.
20
Sent N° 62 del 03/06/2015“FERNÁNDEZ, RUPERTO C/ LIBERTAD S.A. – ORDINARIO – COBRO
DE PESOS – RECURSO DE APELACIÓN – RECURSO DE CASACIÓN” (F 28/13) (Expte. Nº
1741312/36)” La tesis expuesta luego fue mantenida por el Máximo Tribunal en Auto n° 162 de fecha
28/06/2016 in re “LUCERO PÁEZ, AGUSTÍN EZEQUIEL C/ JUMBO RATAIL ARGENTINA S.A. –
SUPERMERCADO VEA – ORDINARIO – DAÑOS Y PERJ – OTRAS FORMAS DE RESPONS.
EXTRACONTRACTUAL” – Expte. n° 1507097/36 y Sent. n° 72 de fecha 28/06/2016 in re“OLOCCO,
FRANCO ARIEL C/ BERKLEY INTERNACIONAL SEGUROS S.A. – ORDINARIO – COBRO DE PESOS
– RECURSO DE CASACION” – Expte. n° 1575952/36).-
la Provincia y de la Oficina de Tasa de Justicia del Área de Administración del Poder
Judicial.
21
Auto N° 19 del 04.03.10 “Cardozo, Gerardo Rene y Andrea Lanfranco c/Elvio Lerda
y Otros-Ordinario” (Diario Jurídico N° 1878 del 09/06/10).
ausencia de un precepto legal que en términos expresos otorgue al Ministerio Fiscal
facultades para participar en calidad de parte en la categoría de procedimiento que aquí
se tramita, impide conceptuar que el recurso de casación articulado en autos por el
Fiscal de Cámaras resulte formalmente admisible. Y ello es así por más que la intención
que guía su pretensión de rescindir la decisión de la a quo sea de carácter social...22
22
[] Auto N° 377 del 12.10.11. "Boccolini Gustavo Luis c/ Dirección del Registro
General de la Provincia-Rec. Apela c./Decisión autoridad administrativa o Persona Pub.
No estatal (Civil) Recurso de casación" (Diario Jurídico N° 2277 del 19.03.12)
[125] Falcón, ob. cit., pág. 339. Hay que dejar a salvo -claro está- el supuesto en que los
allanados también hubieren sido culpables de la reclamación o se encontraren en mora; en tal
caso, también deberán soportar las costas juntamente con los litisconsortes que resistieron,
conforme lo dispone el art. 131 del C.P.C.C..-
[126] Vénica, Código Procesal Civil y Comercial de la Pcia. deCba., Edit. Marcos Lerner, tomo II,
pág. 244.-
[127] Es la solución propiciada por el notable procesalista Oscar Hugo Vénica. En mi opinión,
bastaría denunciar el déficit de la integración mediante un escrito, en cualquier estadio
procesal, ofreciendo prueba si es necesario acreditar alguna cuestión de hecho. Ante ese
pedido, el tribunal, si es ostensible el defecto de integración, procederá a integrar
inmediatamente la litis; si no surge de autos, ordenará correr traslado a la contraria, si lo
estima pertinente, dispondrá la producción de la prueba ofrecida, y dictará resolución.-
[128] Conf. Falcón, ob. cit., pág. 331; y Cám. Nac. Civ., sala “B”, 14-5-87, L.L. 1987 –D- pág.
318.-
[130] Juzg. 44 CC, Dr. Alicia del Carmen Mira, en autos “Fundación Club de Derecho Argentina
c/ Banco Itaú Argentina S.A. – Abreviado – Otros” (Expte N° 2849064/36), decreto de fecha
31/05/2016.
[131] Ferreyra de De la Rua-González de la Vega de Opl, Teoría General del Proceso, Edit.
Advocatus, Tomo I, pág. 259.-
[132] Ferreyra de De la Rua-González de la Vega de Opl, ob. cit., pág. 259-260.-
[133] Díaz, Clemente, Instituciones de derecho procesal, Edit. Abeledo-Perrot, Bs. As., Tomo II
–A-, pág. 458.-
[134] Autores citados por Junyent Bas, Francisco, “El rol institucional del Ministerio Público. A
propósito de su legitimación en causas civiles, concursales, de familia, de relaciones de
consumo y acciones colectivas donde esté de por medio el orden público”; Semanario Jurídico
nro. 1652, del 10/04/08, pág. 457.
[135] Polverini, Verónica “El Ministerio Público en el Proyecto de Código Civil”, DFyP 2014
(octubre), 144.
[136] Camps, Carlos E. “La capacidad de ejercicio de derechos en el proceso civil”, RCCyC 2016
(marzo) , 3.
[141] Polverini, Verónica “El Ministerio Público en el Proyecto de Código Civil”, DFyP 2014
(octubre), 144.
[143] Junyent Bas - Flores, El Ministerio Público Fiscal: algo más que un órgano penal; Sem.
Jurídico nro. 1479, pág. 485.
[146] "Jimenez Tomas c/ Citibank N.A. y otra -Ordinario-Recurso Directo-" ("J" 05/01),
Sentencia nro. 72 del 21 de julio de 2003; Semanario Jurídico nro. 1424, del 04/09/03.-
[149] En contra: TSJ, in re Jiménez c/ Citibank, fallo citado. En la referida resolución, el tribunal
casatorio estimó que si no existe una norma adjetiva que especial y específicamente otorgue
competencia al Ministerio Público Fiscal para intervenir en juicio civil, la misma deviene en
inadmisible, aún cuando en la causa se encuentre involucrado el interés público. Destacó que:
“lo expuesto importa ya dos soluciones a la cuestión a resolver y las mismas pueden ser
enunciadas del siguiente modo: 1) para que se encuentre habilitada la legitimación procesal
del Ministerio Público Fiscal resulta indispensable que exista una norma atributiva de tal
función y 2) La participación del Ministerio se vincula a cuestiones de índole social o pública, y
por lo tanto la omisión de la misma no puede ser subsanada por el consentimiento tácito de un
particular”.
[150] Alem de Quiroga, Liliana Emilce, Intervención del Ministerio Público Fiscal en los juicios
de insania e inhabilitación judicial; Sem. Jur. nro. 1431, 23/10/03, pág. 517.-
[152] Vénica, Oscar Hugo, Código Procesal Civil y Comercial de la Provincia de Córdoba..., Edit.
Marcos Lerner, Tomo VI, pág. 86.-
[153] En este aspecto, se puede consultar con provecho Carranza, Gustavo, “El fiscal y la
declamatoria, Foro de Cba. Nro. 51, pág. 107 y ss.
[156] Fiscalía General, Dictamen C-44 in re "JIMENEZ TOMAS C/ CITIBANK N.A. Y OTRA –
ORDINARIO RECURSO DIRECTO" (febrero de 2002). En otros pasajes, el Sr. Fiscal Gral. subrayó
que “Si bien la relación de consumo tiene base contractual y por ello puede quedar subsumida
en alguno de los ámbitos legales tradicionales del ordenamiento jurídico, el interés
comprometido impone que tales relaciones sean juzgadas a la luz de ciertas líneas directrices
propias. Es en función de ello que se contempla la obligatoria intervención del Ministerio
Público como fiscal de la ley. Dicho órgano debe velar por la aplicación de las reglas generales
de consumo que hacen a la defensa de los intereses despersonalizados, por lo que su
intervención se impone aunque se trate de un reclamo de naturaleza particular, como el de
marras.
[157] TSJ, Sala Civil, Sentencia N° 62 del 03/06/2015 “FERNÁNDEZ, RUPERTO C/ LIBERTAD S.A.
– ORDINARIO – COBRO DE PESOS – RECURSO DE APELACIÓN – RECURSO DE CASACIÓN” (F
28/13) (Expte. Nº 1741312/36).
[160] Vénica, Oscar Hugo, El Ministerio Público Fiscal en los procesos no penales. Legitimación
para recurrir; Semanario Jurídico nro. 1618, del 25/07/07, pág. 109 y ss.
[163] En la misma postura, Palacio, Lino E.-Alvarado Velloso, Adolfo, Código Procesal Civil y
Comercial de la Nación, explicado y anotado jurisprudencialmente y bibliográficamente, Tomo
6, Edit. Rubinzal-Culzoni, nro. 2471.5.1, pág. 31.-
[164] La Ley Cba., 2001, pág. 1144, fallo citado por Vénica, en el Ministerio Público Fiscal en los
procesos no penales. Legitimación para recurrir.-
c) Valor de los dictámenes del Ministerio Público
Como ya se ha aludido en apartados previos, de esta clase teórica recalcamos la
idea de que aun cuando los dictámenes de este órgano son indispensables en forma
previa a decidir cualquier cuestión en que estén en juego los intereses de los incapaces o
el orden público, estos no son vinculantes; el juez debe fallar conforme a derecho,
independientemente de que la decisión que estime apropiada coincida o no con el
dictamen emitido por el Ministerio Público[164].