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Especialidad : Filosofía.
Sección : S – 4.
Docente : Lic. Rolando ORLANDINI SALINAS.
Lima – Perú
INTRODUCCIÓN
Tras dos años de un extenso debate y luego de una aprobación que se desarrolló en tres
sesiones del pleno, el Perú concretó la ley universitaria en medio de un ambiente de gran
polarización.
Mientras para unos constituye un avance en materia de legislación universitaria, con todos
sus aciertos, errores y omisiones, para otros significa un lamentable retroceso, es
inconstitucional, intervencionista, estatista, vulnera la autonomía universitaria, y que
constituye un retroceso histórico en materia legislativa y una vuelta a las épocas de la
dictadura militar de Juan Velasco Alvarado (1968).
El presidente de la ANR, Orlando Velásquez, indicó: “Esta norma está haciendo que la
universidad viva de rodillas al Poder Ejecutivo, porque este, a través del Ministerio de
Educación, va a dar licencias, cerrar, cuestionar y supervisar. Esto significa que la
capacidad crítica de todo miembro de la comunidad universitaria se verá frustrada”.
Además, afirmó que la norma es “antidemocrática”, y que viola la Constitución y los
derechos de la comunidad universitaria. “Solamente el velascato fue capaz de vejar la
autonomía”, aseveró.
1. DESARROLLO:
PODER LEGISLATIVO
CONGRESO DE LA REPUBLICA
LEY Nº 30220
EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA
POR CUANTO:
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA;
Ha dado la Ley siguiente:
LEY UNIVERSITARIA
CAPÍTULO I
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 7. Funciones de
Artículo 3. Definición de la la universidad
universidad
Artículo 6. Fines de la
Artículo 4. Redes Artículo 5. Principios
universidad
interregionales de universidades
CAPÍTULO II
SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE EDUCACIÓN
SUPERIOR UNIVERSITARIA (SUNEDU)
SUBCAPÍTULO I
SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE EDUCACIÓN
SUPERIOR UNIVERSITARIA (SUNEDU)
Artículo 29.
Artículo 26. Comisión
Creación de Artículo 27. Requisitos Organizadora
Artículo 28.
universidades para la creación de Licenciamiento de Aprobada la ley
universidades universidades de creación de una
Las universidades
públicas se crean Los requisitos básicos universidad
Las condiciones
mediante ley y las que se deben pública, el
básicas que
universidades contemplar en los Ministerio de
establezca la
privadas se instrumentos de Educación
SUNEDU para el
constituyen por planeamiento para la (MINEDU),
licenciamiento, están
iniciativa de sus creación de una constituye una
referidas como
promotores. institución Comisión
mínimo a los
universitaria, en Organizadora
siguientes aspectos
cualquiera de los integrada por tres
niveles (3) académicos de
reconocido
los siguientes: prestigio.
CAPÍTULO IV
EVALUACIÓN, ACREDITACIÓN Y CERTIFICACIÓN
Artículo 59.
GOBIERNO DE LA Artículo 68. El Decano
UNIVERSIDAD
Atribuciones del
Consejo Universitario Artículo 67. El Consejo
de Facultad
Artículo 60. Rector
Artículo 66. Elección del Rector y
Artículo 61. Requisitos Vicerrectores de universidades
para ser elegido Rector públicas
Artículo 101.
Sanciones
Artículo 103.
Requisitos para ser
representante de Artículo 102. Matrícula
los estudiantes condicionada por
rendimiento académico
CAPÍTULO X
GRADUADOS
CAPÍTULO XIV
BIENESTAR
UNIVERSITARIO
Artículo 127. Becas
y programas de
asistencia Artículo 130. Servicio
universitaria Social Universitario
La Defensoría Universitaria es la
instancia encargada de la tutela de los
derechos de los miembros de la
comunidad universitaria y vela por el
mantenimiento del principio de
autoridad responsable.
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
TRANSITORIAS, MODIFICATORIAS, FINALES Y
DEROGATORIAS
DISPOSICIONES COMPLEMENTARIAS
TRANSITORIAS
NOVENA. Financiamiento
PRIMERA. Modificación del primer párrafo del SEGUNDA. Modificación del artículo 5 de la
artículo 10 del Decreto Legislativo 882 Ley 26271, Ley que norma el derecho a pases
libres y pasajes diferenciados cobrados por
las empresas de transporte urbano e
interurbano de pasajeros
OCTAVA. Representantes de la
TERCERA. Títulos y grados
DISPOSICIONES ANR ante órganos colegiados
otorgados por instituciones y
COMPLEMENTARIAS
escuelas de educación superior
FINALES
ÚNICA. Derogatoria
Deróganse la Ley 23733, Ley Universitaria, y sus
modificatorias; la Ley 26439, Ley que Crea el Consejo
Nacional para la Autorización de Funcionamiento de
Universidades (CONAFU), y sus modificatorias; y déjense
sin efecto el Decreto Legislativo 882 en lo que respecta al
ámbito universitario, con excepción de los artículos 14º,16º,
17º, 18º, 19º, 20º, 21º y 22º, y demás normas que se opongan
a lo dispuesto en la presente Ley.
Comuníquese al señor Presidente Constitucional de la República para su
promulgación. En Lima, a los tres días del mes de julio de dos mil catorce.
FREDY OTÁROLA PEÑARANDA
Presidente del Congreso de la República
MARÍA DEL CARMEN OMONTE DURAND
Primera Vicepresidenta del Congreso de la República
AL SEÑOR PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
POR TANTO:
Mando se publique y cumpla. Dado en la Casa de Gobierno, en Lima, a los
ocho días del mes de julio del año dos mil catorce.
OLLANTA HUMALA TASSO
Presidente Constitucional de la República
RENÉ CORNEJO DÍAZ
Presidente del Consejo de Ministros
1108082-1
2. ANÁLISIS:
Tomando como premisa que hayan leído el punto B, tomare algunas posturas e
interpretare los principios de acuerdo al cuerpo de la ley.
De acuerdo a lo mencionado, dije que la Nueva Ley ha sido constituida sin una
proliferación de debates en los diversos actores de la educación y así también ha
pretendido crear realidades que no existen, y ha planeado aplicarse sin ninguna política
económica-social. Es por eso que se puede decir que la Nueva Ley es:
-Destructivita: sólo está planeado para cerrar las universidades privadas que proliferan
en el país a partir del decreto 882 del gobierno Fujimorista.
El Perú es un país, sin duda de singularidades. Basada en una larga historia del
autoritarismo, se piensa siempre que ante cualquier problema el intervencionismo del
endiosado poder ejecutivo lo solucionará.
PUNTO B
LA SUNEDU-CAPITULO II (Art.12 al 25)
¿Qué es la SUNEDU?
Art.12” (…) SUNEDU es el Organismo público técnico especializado adscrito al
Ministerio de Educación, con autonomía técnica, funcional, económica,
presupuestal y administrativa para el ejercicio de sus funciones (…)”
Lo cierto es que se debe definir los principios ante un caso concreto y ponderarlos de
acuerdo a las circunstancias; en toda Latinoamérica, ha existido el eterno debate del
alcance de la autonomía universitaria vs el planeamiento del estado en la educación. No
podemos ponderar o asimilarlo totalmente a hechos del pasado, como por ejm. La reforma
universitaria de Córdoba (1918), La lucha estudiantil del 68 en la UNAM, reforma
educativa cubana (1962) u otros.
Todas responden a una realidad histórica y social distinta a la nuestra, tal vez con
objetivos y principios similares, pero solo eso. Debemos llevar esos ideales a nuestra
estructura educativa, analizando la educación colonial, de la republica del S.XIX y
sobretodo la reforma educativa de Luis Alberto Sánchez con la ley derogada 23733.
Claro que no, es un deber del estado planificar, supervisar y regular la educación mediante
un plan educativo de acorde a nuestra realidad. En todo Latinoamérica hay organismo de
superintendencia, consejos nacionales, consejos superiores, etc; que se encuentran
adscritas al ministerio de educación y por ende al poder ejecutivo. Pero lo difícil es
determinar hasta donde puede tener su alcance sin perjudicar el principio de autonomía
universitaria.
Este órgano es como la deidad de la educación, lo tiene todo y lo hace todo donde sea y
a la hora que sea; se ha juntado ahí los órganos del CONAFU, ANR, SINEASE y otros.
Basado en una larga tradición en la historia peruana, “si no pueden resolverlo pásenlo al
ejecutivo”. Lo cierto es que este órgano ha concentrado el poder administrativo,
económico, de gobierno, y se abocará sobretodo:
¿Se vulnera la autonomía académica? (ver inc.3 del art.8 de la Nueva ley Universitaria)
Es curioso que, si se crea un órgano tan omnipotente como el SUNEDU, está no pueda
ser suficiente para resolver un problema básico de creación de universidades; este es el
defecto de tener una SUNEDU no democrático, donde los actores de la educación no se
encuentran adscritos (alumnos, universidades públicas, universidades privadas, rectores,
ministerio de educación, ministerio de economía y finanzas, etc.). Debería ser la
SUNEDU está instancia democrática, donde se pueda debatir desde los diversos puntos
de vista.
Pero este magnánimo poder, puede llevar a extremos se sobre tecnificar y especializar al
estudiante, hasta convertirlo en un mero técnico, sin conciencia social, aún peor, cultural.
Imaginemos querer crear una universidad en alguna parte de la sierra sur, sólo se podría
crear carreras como ingeniería agrónoma o especialidades en agronomía, ¿Y las carreras
de sociología, antropología, u otro de sociales, estarían de acorde a la economía local o
peruana? Aún peor se podría crear carreras sin cursos generales formadoras de una
identidad nacional, sólo sería cursos meramente técnicos y los estudiantes no serían tan
diferentes a una computadora o una llave inglesa, la misma educación de los muchos
institutos técnicos del país.
No sería tan crítico, si es que fueran sinceros en sus discursos. Que no nos vendan, como
feria en los mercados, discursos pomposos y “garciezcos” de que la ley pretende llevarnos
a ser líderes en la región, mejorar la calidad educativa, es un hito en la historia peruana,
la mejor utilización del presupuesto y tantas desfachateces que caracteriza al político
peruano, más “caras de jebes” no podrían ser nuestros gobernantes. (Ver discurso de la
promulgación de la Ley del presidente Ollanta Humala)
Se ha comentado mucho sobre este tema, sobre las grandes barreras académicas que habrá
al egresar e inclusive comentarios sobre la tesis obligatoria, no hay nada más falso en el
discurso populista del gobierno.
Citaremos la norma en dos puntos, primero para el grado de bachiller y después para el
título profesional:
Art.45.1. Grado de Bachiller: requiere haber aprobado los estudios de pregrado, así como
la aprobación de un trabajo de investigación (…)
Bueno, el encargado será el consejo de facultad, el que realiza los planes de estudios y de
trabajos. Pero específicamente será la unidad investigadora de cada facultad, que lo
conforman los docentes más prestigiosos en la investigación, son un promedio de 12
como si fueran los apóstoles del conocimiento, pero ¿quiénes lo conforman? Alguna vez
me di con la sorpresa de la existencia de esta unidad, y constaté que profesores como
Nizama, Ruben Gonzales, Ramirez Erazo, Seijas Rengifo, etc. cabe decir que no se
encontraban profesores como Ariano Deho o Romulo Morales Hervias. Bueno, si en ellos
estará el poder de decidir el grado de investigación, solo nos queda regresar a primer año
y escuchar las clases de Metodología de Investigación, sobre todo a preparar nuestras
fichas. Imagínense si en la actualidad en las tesis, poseemos un criterio arcaico de la
ciencia, en desacorde con la metodología jurídica, en donde se pretende aplicar criterios
epistemológicos de una ciencia natural, como planeamiento de hipótesis, supuestos,
verificación, conclusión, etc. Por favor, estos trabajos solo serán un saludo a la bandera y
no habrá mayor seriedad.
Art.45.2. Título Profesional: requiere del grado de Bachiller y la aprobación de una tesis
o trabajo de suficiencia profesional. Las universidades acreditadas pueden establecer
modalidades adicionales a estas últimas (…)
No es difícil deducir que cuando intenten, si es que lo hacen, aplicar la tesis obligatoria,
se dieran de cara con una realidad muy cruda; en el Perú, las personas no investigan,
porque no hay mayor preparación e incentivos para realizarlos, y sobretodo dinero y
tiempo para costear un trabajo de tamaña importancia. Observarán esta realidad y optarán
por seguir aplicando la sustentación de expedientes o el examen escrito, valiéndose de
este artículo que menciona trabajo de suficiencia profesional.
A pesar de esto, sería bueno recalcar que las decisiones tomadas tanto de la asamblea
universitaria y el consejo universitario serán informadas a la SUNEDU; supervisando así,
aún más, las decisiones de las universidades. (ver: inc. 2,6,9, del art.57-Atribuciones de
la asamblea universitaria)
CAPITULO VIII-DOCENTES
De seguro una norma arduamente polémica, donde se puede observar el conflicto del
derecho laboral de los docentes y la educación de calidad de los estudiantes.
A pesar de que estoy a favor del cese de los docentes más antiguos, pero hay algunas
realidades que no se puede obviar: el docente es por su trabajo diferente a otros
empleados, así como debe respetarse los años de servicio a la enseñanza.
Me hubiera gustado que la norma hubiera tomado otras soluciones del derecho
comparado, donde se presume la capacidad óptima del docente, pero a partir de cierta
edad es sometido a evaluaciones para observar su capacidad intelectual y enseñanza. No
se puede a “rajatabla” destituir a un docente, y aún peor dejar al consejo de facultad la
decisión de designar quien será docente extraordinario, y quién no. Ya que esto generaría
arreglos políticos para favorecer algunos docentes con mayoría en el consejo.
CAPITULO IX-ESTUDIANTES
VOTACIÓN UNIVERSAL ¿Oportunidad política o declive académico?
El Rector y los Vicerrectores de las universidades públicos son elegidos por lista única
para un periodo de cinco (5) años, por votación universal, personal, obligatoria, directa,
secreta y ponderada por todos los docentes ordinarios y estudiantes matriculados (…)
Es elegido mediante votación universal, obligatoria, directa y secreta por todos los
docentes ordinarios y estudiantes matriculados de la facultad (…)
“Ingresa a San Marcos y no debes meterte en política” “ La política es mala” “El san
marquino es terrorista” “El ayacuchano es revoltoso”, muchos de nosotros hemos
escuchado estas frases cuando ingresamos a San Marcos, los estigmas y prejuicios de
nuestros familiares, padres o amigos son entendibles; mi madre siempre me los repetía,
de seguro venir de una familia muy política y que se vio muchas veces amenazada y
perseguida desde el gobierno de Belaunde sea una razón más que suficiente, así de seguro
es la historia de miles de estudiantes.
Un 12 de noviembre de 1991, tal vez sea la fecha histórica de la muerte del pensamiento
libre, ¿por qué? Fue el día del nefasto decreto legislativo 726 que permitía en
intervencionismo militar en las universidades. Ahí murió todo proyecto y pensamiento
crítico, se consumó la dictadura. Veamos el texto:
Está de más decirlo, pero pertenecemos a una generación histórica, única en la historia
peruana; somos la generación del periodo más largo de democracia (14 años). Sí, el Perú
ha estado envuelto en toda su historia de megalómanos que implantaron dictaduras de
todos los tipos y colores, para todos los gustos. Las instituciones sociales, políticas,
culturales, en el Perú son unos infantes a comparación de otros países latinoamericanos.
A través de esta norma se otorga un poder en los estudiantes, de poder decidir sobre sus
autoridades directamente, la cual “en papel” llevaría al estudiante a tener más conciencia
sobre la realidad de su universidad y a comprometerse en su desarrollo.
Digo “en papel”, ya que no es solo el trabajo de los estudiantes, sino que este debe estar
encaminado por los grupos políticos, de otorgar al pueblo universitario propuestas
concretas, factibles y planificadas. Dejando de lado el discurso de “mercado” que se ha
propagado por años en nuestra universidad, sobre todo en nuestra facultad. Que con
discursos izquierdistas y derechistas, se ha pretendido crear una base ideología sin el
menor conocimiento de base teórica. El clásico grito del fondo del hígado o las monadas
de acciones violenta que infringen cualquier parámetro de razonabilidad.
Así que no sólo es el compromiso del estudiante, sino de los grupos políticos en
desarrollarse.
Los alumnos pueden participar como representantes en los diversos órganos de gobierno
de la universidad. Para ello, deben ser estudiantes de la misma casa de estudios, pertenecer
al tercio superior de rendimiento académico (…)
Los legisladores aún poseen una visión aristocrática de la sociedad, nos han llevado al
siglo XIX, donde los negros, los indios, las mujeres no botaban porque no tenían la
educación o la capacidad para decidir quién los gobierne, y aún menos representar a su
grupo social y defenderlos.
Este concepto ha sido trasladado a esta ley, se cree que el estudiante debajo del tercio
superior no está en las capacidades de representar a un grupo estudiantil. ¿Acaso se
necesita de conocimientos técnicos para conocer la realidad universitaria? Claro que no,
desde el obrero, el campesino, el universitario comprometido conoce su realidad, pues la
sienten y la sufren todos los días. Saben cuáles son los defectos y quienes generan ese
declive de su realidad. No se necesita de tanta magia o conocimiento para saber los
problemas de la facultad, sino solo compromiso verdadero para querer cambiar las cosas
en nuestra universidad.
3. PLANTEAMIENTO Y ALTERNATIVAS Y SUGERENCIAS
Los argumentos a favor y en contra de la ley universitaria
En contra A favor
1. La ley universitaria es intervencionista 1. No se viola la autonomía. La
y vulnera la autonomía universitaria (Artículo Constitución faculta al estado a
18 de la Constitución Política del Perú). supervisar la calidad
Además, violalos derechos fundamentales de educativa. (Artículo 16 de la
docentes, de autoridades, de estudiantes. Constitución Política del Perú).
Luego que la nueva ley universitaria se aprobara fue cuestionada horas después
por varias entidades que se vieron amenazadas y por así decirlo con las horas
contadas, pero los ataques eran también dirigidos para el promotor y quien
encabezo esta nueva reforma educativa, pero quien es este personaje tan
cuestionado.
Pues su nombre es Daniel Moran. Aunque sus detractores decían que era un tipo
salido de un cuartel, para descalificarlo, Daniel Mora es un educador de hace
muchos años y lo ha demostrado, con creces, al impulsar la Ley Universitaria.
También ha demostrado ser un luchador, pues ha sufrido los embates de intereses
creados en torno a la educación. Tildado como un improvisado este ex congresista
y principal impulsor de esta ley tan controversial “la ley universitaria” ha dado un
punto de vista muy amplio sobre su gran proyecto.
Su pasado en el Ejército, a decir de sus detractores, lo descalificaba desde el
arranque. “La universidad es un espacio libre, no un cuartel”, argumentaron
siempre quienes ven en la creación de la Sunedu un intento por violar la autonomía
universitaria. Mora, en respuesta, siempre reivindicó sus 20 años de docencia en
la Universidad de Lima, su experiencia como docente en la Académica Politécnica
de Chile y sus cursos en el extranjero. “No soy un improvisado”, aseguró.
Los galones académicos son importantes, claro. Pero lo más importante en todo
el proceso fue que Mora ejerció una eficiente acción política: convocó a los
directos interesados y los escuchó, buscó apoyo en las propias universidades y
fuera de ellas y convenció a los demás de que era necesario y urgente un cambio
profundo en un modelo que se salió de control. Luego, el respaldo vino solo. La
gran mayoría de expertos en educación de este país no han dudado en destacar
que la Ley Universitaria, siempre perfectible, es un auténtico paso adelante.
Lucha por la ley Universitaria se aprobó y promulgó el año pasado, aunque en el
2015 empezó su implementación. No ha sido sencillo. Mientras la Sunedu se
mantuvo detrás de las universidades exigiéndoles nuevos requisitos de calidad, se
presentaron proyectos de ley y recursos de inconstitucionalidad para derogarla.
Todos esos momentos lo vivieron con tensión Mora y su equipo.
El Tribunal Constitucional ratificó en noviembre la norma. Parecía que con esta
decisión el peligro se había disipado. Fue un espejismo. A los días, el Pleno puso
al debate la llamada “Ley Cotillo”, bautizada así en honor al rector de San Marcos,
para permitir que los rectores de las universidades públicas puedan extender su
mandato, sin elegir a nuevas autoridades. La presión impidió que el proyecto
resulte aprobado. “Querrán seguir poniendo ‘cabes’”, advirtió Mora.
Estos ‘cabes’, de acuerdo con Mora, se explican por los enormes intereses
económicos. En un contexto en que fundar universidades se ha convertido en un
tremendo negocio que reporta ganancias millonarias, exigir calidad colisiona con
un modelo que privilegia los ingresos por encima de la educación de los alumnos.
Mora estuvo en nuestro presente y futuro ya que fue dado de baja del Ejército en
1998. “Me sacó Vladimiro Montesinos”, aseguró. En el 2000 colaboró con Toledo
en la organización de la Marcha de los Cuatro Suyos contra la ilegal reelección de
Alberto Fujimori. También organizó y lideró un extenso comando nacional de
personeros. Más tarde se inscribió en PP, en donde ocupó cargos nacionales, entre
ellos secretario nacional de política y secretario nacional de organización. “Nunca
esperé que en mi propia casa me clavarían el puñal”, sostiene.
Mora se refiere a las críticas que el propio Toledo lanzó en contra de la ley
universitaria. “En vez de cuestionar, el señor Toledo debería haber estado
orgulloso de que el plan del partido se ejecute, ¡y sin estar en el gobierno!”, señaló.
Tras las críticas públicas del líder recibió un nuevo golpe con su retiro de la
presidencia de la Comisión de Educación del Congreso a favor del cuestionado
Víctor Crisólogo.
Mora es consciente de que los siguientes seis meses serán, casi con seguridad, los
últimos como congresista. Ha recibido invitaciones para sumarse a diferentes
proyectos. El problema es que está fuera de plazo y ya no puede postular por otra
organización. “Creo, con honestidad, que tenía buenas opciones de ser reelecto,
pero así están las cosas. Mis principios pesaron más”, declaró.
Mora se ha embarcado en la construcción de un colectivo ciudadano, que agrupe
a profesionales de distintas áreas y promueva una educación de calidad, el
desarrollo social y la lucha contra la corrupción. Desde ese colectivo, según dijo,
podría respaldar a alguna propuesta que comulgue con sus preferencias, más hacia
el centro izquierdo. “Porque no soy un neoliberal”.
Sus mayores frases sobre la ley
“Los enemigos de la ley querían dejarla en vacaciones hasta las nuevas elecciones
presidenciales”.
“La mayor tensión fue esperando la decisión del TC. La ley fue revisada por
especialistas, pero había presión política
y mediática”.
“Le soy honesto, esperé oposición de todos lados, pero nunca, como decimos los
militares, del frente interno, de mi propio partido”.
En qué consiste la Nueva Ley Universitaria y por qué causa controversia
La principal objeción de la Asamblea Nacional de Rectores es la creación de la
Superintendencia Nacional de Estudios Universitarios, que velará por la calidad
de la enseñanza superior.
Ante la aprobación del dictamen de la Nueva Ley Universitaria en la Comisión de
Educación del Congreso cabe preguntarse en qué consiste, cómo beneficiaría al
sistema de educación superior y por qué la Asociación Nacional de Rectores
(ANR) se ha opuesto rotundamente.
Entre la principal objeción de la ANR está la creación de la Superintendencia
Nacional de Estudios Universitarios (SUNEU), que velará por la calidad de la
enseñanza superior.
Los puntos más resaltantes son:
- En su artículo 19 habla sobre la creación y autorización del funcionamiento de
universidades. Las públicas se crean mediante ley y las privadas por iniciativa de
sus promotores; en ambos casos con autorización previa de la Superintendencia.
Se deberá acreditar la demanda cualitativa y cuantitativa insatisfecha de las
carreras propuestas.
- La SUNEU pertenecerá al Ministerio de Educación y reemplazará a la Asamblea
Nacional de Rectores (ANR). Entre sus principales funciones está supervisar la
calidad universitaria, fiscalizar el uso de recursos y autorizar o denegar la apertura
de nuevas universidades.
- Tendrá nueve integrantes que serán los representantes del CEPLAN, del
CONCYTEC, del Ministerio de Educación, un miembro de los colegios
profesionales y otro de los sectores empresariales. Además, dos miembros
designados por las universidades públicas y dos por las privadas.
La nueva iniciativa establece que el SINEACE podrá evaluar, acreditar y certificar
para el mejoramiento de la calidad educativa. La acreditación será obligatoria.
Las universidades que no logren la certificación no podrán entregar títulos a
nombre de la nación. Las que no logren acreditar la calidad de sus facultades o
carreras luego de tres evaluaciones consecutivas, serán clausuradas y disueltas.
Ya no habrá bachillerato automático para quienes culminen sus carreras. Será
obligatorio que se elabore una tesis de investigación. Para la obtención de la
licenciatura o título, deberán realizar otra tesis, presentar un trabajo de suficiencia
profesional o llevar un curso de actualización profesional.
- Los centros universitarios están obligados a cumplir con la Ley de Transparencia
y Acceso a la Información Número 27806, lo que las obliga a publicar la ejecución
presupuestal y los balances.
Finalmente, se ha incluido una autorización al Ejecutivo para que diseñe el plan
del Programa de Fortalecimiento de la Universidad Pública, que estará compuesto
por las ocho universidades más antiguas del país y la Universidad Nacional de la
Amazonía.
la Universidad en el Perú
En el Perú, la Universidad es la única institución que puede otorgar grados
académicos. Los grados académicos son: Bachillerato, Maestría y Doctorado. Se
les agrupa en 2 etapas, pregrado (Bachillerato) y postgrado (Maestría y
Doctorado).
Y los pasos son: Bachiller - Maestría - Doctorado.
Para el Bachillerato, debes presentar un trabajo de fin de carrera o tesis.
Para la Maestría y Doctorado es INDISPENSABLE un trabajo de
investigación original y crítico. Ósea, la investigación se hace en maestría
y doctorado.
Ojo, para la maestría y doctorado es INDISPENSABLE un trabajo de
investigación original y crítico. Justo como vimos en la explicación acerca del
doctorado, es así como se crea conocimiento, con trabajos de investigación
originales. Y la única forma de verificar que sea original es la publicación en
revistas/congresos indexados.
En Perú existen muchos posgrados cientos de programas de maestría y doctorado.
Si todo fuera normal, entonces esos magísteres y doctores estarían haciendo
investigación, pero eso no es así.
Por lo general, muy pero muy diferente a lo que está en papel. Hay muchas cosas
que actualmente no se cumplen como, por ejemplo, las responsabilidades de los
profesores y la investigación de las universidades. Y ni qué decir del posgrado.
¿Han escuchado de los ‘Masters’ que no son maestrías? ¿Las universidades exigen
a sus alumnos de posgrado realizar investigaciones originales y críticas?
La Oferta
Examinemos la oferta, veamos la lista completa de universidades censadas por el
INEI y su producción académica. Recordemos que en el post anterior vimos que
la producción académica es un buen indicador para saber si una universidad es
buena. Básicamente, a mayor producción académica, mejores profesores e
infraestructura y por ende mejor enseñanza.
Pregrado
El 50% de alumnos universitarios estudia en universidades que suman el 2% de
la producción académica del país. Así es, 407 mil estudiantes que estudian en
universidades de pobre actividad académica y pronto se convertirán en los futuros
abogados, médicos, contadores, periodistas, ingenieros, profesores, etc.
Dentro de esos 407mil estudiantes, solamente entre la Universidad Alas Peruanas
y la Universidad César Vallejo, que aportan menos del 1% de la producción
académica, congregan al 12% de todos los alumnos de pregrado del país con un
poco menos de 95 mil alumnos.
Posgrado
La cosa es peor en el posgrado, del cual nadie habla ni quiere hablar. La
Universidad César Vallejo tiene el 15% de todos los futuros maestros y doctores
del país.
Sistema Perverso
La entidad que podría desaparecer en 90 días reiteró que luchará dentro y fuera
del país para derogar norma promulgada.
Pese a la necesidad de una nueva Ley Universitaria, pues es evidente que, del mismo
modo que existen excelentes y buenas universidades, también hay de las otras: malas y
hasta pésimas. Lamentablemente, estos supuestos buenos propósitos se han intentado
alcanzar afectando la Constitución, sobre todo en lo que se refiere a la autonomía
universitaria y a la modificación de términos contractuales a través de leyes.
La supervisión del Estado no puede ser ajena al sistema universitario, como erradamente
lo dispone la Ley Universitaria al otorgar a la Superintendencia Nacional de Educación
Superior Universitaria (Sunedu), ente burocrático del Poder Ejecutivo, adscrito al
Ministerio de Educación, atribuciones intervencionistas y, en la práctica, ilimitadas que
colisionan con la autonomía.
Pero no solo son ajenas al sistema universitario las atribuciones exageradas de la Sunedu,
sino también su composición: ninguno de sus siete miembros representa a las
universidades. El superintendente de la Sunedu es nombrado por el Gobierno mediante
resolución suprema a propuesta del Ministerio de Educación. De los seis miembros
restantes, uno es designado por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación
Tecnológica (Concytec), organismo del Poder Ejecutivo, y los otros cinco son
seleccionados por concurso, cuyo jurado lo integran tres funcionarios designados también
por el Gobierno mediante resolución suprema.
Por otro lado, la Ley Universitaria dispuso nuevos procesos eleccionarios de los rectores,
vicerrectores y decanos de las universidades públicas, con lo que se ha recortado sin
justificación el término de sus mandatos. Esto, del mismo modo, es claramente
inconstitucional, en tanto la Carta Magna establece que los contratos no pueden ser
modificados por leyes. Las autoridades mencionadas cuentan con legalidad institucional
y laboral, ambas de carácter contractual que se desconoce en la nueva ley.
Decía Lord Acton que el poder se excede por naturaleza, pero el poder absoluto, es decir,
sin control, se excede absolutamente. Por eso, el Tribunal Constitucional (TC) en su
jurisprudencia (STC 017-2008-PI/TC) dispuso la necesidad de que el Estado asumiera la
función constitucional de fiscalizar la calidad educativa de las universidades a través de
un organismo regulador especializado y técnico.
El nuevo modelo educativo entiende que, primero, los estudiantes son usuarios de un
servicio educativo que merece ser supervisado, como cualquier otro. Segundo, el Estado
otorga a las universidades la licencia para ofrecer grados académicos y títulos
profesionales a nombre de la nación. Y tercero, el Estado ha declarado a las universidades
públicas y privadas como inafectas de impuestos directos e indirectos, además de otras
exoneraciones y beneficios tributarios, según la Constitución. Todo lo cual requiere ser
materia de fiscalización, sin violar la autonomía universitaria.