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COLEGIO: LICEO INTEGRAL CIENCIA Y VERDAD – CIEV -

AREA: REALIDAD SOCIAL

CATEDRATICO: AARON ALDANA

GRADO: 6to MAGISTERIO

TRABAJO: INVESTIGACION

ESTUDIANTE: ROSA ANGELICA LOPEZ GUTIERREZ

LA LIBERTAD, PETEN 10 DE JULIO DE 2018


INTRODUCCION

Una escuela inclusiva debe garantizar a todos los alumnos el acceso a una cultura
común que les proporcione una capacitación y formación básica. Cualquier grupo
de alumnos, incluso de la misma edad y por supuesto de la misma etapa,
mantiene claras diferencias con respecto a su origen social, cultural, económico,
racial, lingüístico, de sexo, de religión. y son distintos en sus condiciones físicas,
psicológicas...que tienen una traducción directa en el aula en lo que se refiere a
ritmos de aprendizaje, a capacidades, a formas de relación, intereses,
expectativas y escalas de valores.

Esta forma de atender y dar respuesta a cada alumno y alumna, este afán por
respetar la diversidad, valorándola como la riqueza de nuestra aula y no como un
problema, nos complica la vida a corto plazo, pero es la que le da sentido. En la
medida en que conozcamos profundamente a nuestro alumnado, lo iremos
entendiendo. Automáticamente nos parecerá interesante y peculiar su forma de
ser, le querremos y respetaremos aún más, le respetaremos a él o a ella en
concreto, no hablaremos de respeto al alumnado de manera abstracta, sino que
este sentimiento tendrá una cara, una concreción. Sentiremos cada vez más
aprecio por su persona, seremos más agentes transformadores de su vida y él o
ella pasarán a ser parte importante y enriquecedora de la nuestra. Darán sentido a
nuestro trabajo, a nuestro día a día.
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

 Promover el desarrollo de una serie de capacidades y la apropiación de


determinados contenidos culturales necesarios para que los alumnos
puedan participar e integrarse en su medio sociocultural.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Favorecer la igualdad de oportunidades, proporcionar una educación


personalizada

 Potenciar la idea de la escuela como comunidad educativa ligada al sentido


de pertenencia y de responsabilidad compartida.

 Promover el dinamismo y la interacción entre instituciones para que la


inclusión sea una realidad en el mundo del trabajo y en la sociedad.
EDUCACIÓN PARA LA UNIDAD Y LA DIVERSIDAD

Como diversa es la vida así debe ser el aula. Debemos dar a cada uno las
herramientas y el apoyo necesario para ser uno mismo en el tiempo que le ha
tocado vivir.
Durante mucho tiempo, los modelos educativos tradicionales se han
fundamentado en la uniformidad de programas, que pretendían un alumnado
semejante y con resultados homogéneos. La igualdad marcaba las exigencias en
rendimiento y hacía cada día más dispares y desiguales a los alumnos,
catalogando y asociando las desigualdades y las necesidades educativas en el
ámbito de lo patológico. Frente a estas desigualdades surge la idea de que la
diversidad es consustancial a la vida humana, contribuyendo al enriquecimiento de
la misma.

Una reflexión sobre lo que debería ser Educar:


“Educar no es dar una carrera para vivir sino templar el alma para las dificultades
de la vida” (Pitágoras). “Nadie es como otro. Ni mejor ni peor, es otro” (Sartre). “La
unidad es la variedad, y la variedad en la unidad es la ley suprema del universo”
(Newton).

Educar en la diversidad supone pensar en una escuela creada para todos, en una
escuela que incluya las diferencias y excluya las desigualdades, una escuela que
propicie posibilidades sociales no excluyentes, una escuela que busque el dar a
cada uno lo más útil y beneficioso para conseguir avanzar en su crecimiento a
partir de lo que es y desde donde se encuentra.

Educar en la diversidad es creer en el ser humano, en que sea cual sea la


condición de cada uno todos tenemos un lugar que ocupar en la sociedad que nos
ha tocado vivir, con la misma dignidad y derechos.

Educar no consiste en educar para el éxito sino para el éxito de uno mismo,
educar para ser lo que uno es y convertirse en lo que uno es capaz de ser.

Para hacer una escuela inclusiva, una escuela de atención a la diversidad,


debemos creer en el principio que la sustenta: La diferencia, en sí, enriquece la
vida humana y genera complementariedad, lo que resulta empobrecedor es que
ese “ser diferentes” converja en desigualdad, en falta de equidad y en injusticia
social.
La diversidad es, por tanto, una de las características de la conducta y condición
del ser humano, que se manifiesta tanto en el comportamiento como en el modo
de vida de las personas, como en sus modos y maneras de pensar. Esta
diversidad se pone de manifiesto en las aulas y en los alumnos que las conforman.
Dentro de los grupos que caracterizan este concepto de diversidad señalamos la
diversidad cultural (la realidad de hoy en la interculturalidad), alumnos con
dificultades de asistencia, con limitaciones físicas, psíquicas o sensoriales.
Atención a la diversidad, no es únicamente alumnado con discapacidad, con
trastornos de conducta o de personalidad u otro tipo de manifestación, sino
atención a todo aquel alumno escolarizado en cada grupo clase del centro
educativo, lo que supone que la atención de éstos se debe garantizar desde el
mismo proceso de planificación educativa que lleve a cabo el centro Docente, de
ahí que se articule en todos los niveles: Centro educativo, grupo de alumnos, y
alumno en concreto.
Como consecuencia de la variedad de la sociedad actual lo que antes se
consideraba normal ahora se ha convertido en diverso, de ahí que la diversidad
sea norma y no situación excepcional.
Debemos luchar y defender una escuela basada en la resolución de problemas de
colaboración, dirigida a la educación en general (todos los alumnos), basada en
principios de equidad, cooperación y solidaridad, valorando las diferencias como
oportunidades de enriquecimiento a la sociedad.
Una escuela donde la inserción sea un hecho incondicional, donde seamos
conscientes de que se deben exigir rupturas en los sistemas tradicionales con
transformaciones profundas, centrada en el aula, no disfrazar las limitaciones,
afrontarlas de cara y ver la realidad y posibilidad de las mismas. Escuela inclusiva,
donde el acceso sea sin temor al rechazo y con la garantía de que se ofrece lo
mejor para cada caso. Saber que el derecho a la educación es de todos y para
todos.
Esta escuela exige un cambio en todas las instancias que conforman la dimensión
educativa en el sentido más amplio: profesorado, el propio alumnado, padres,
comunidad educativa en general, administraciones públicas y organismos
privados.
Conseguir creer que merece la pena luchar para que las escuelas sean cada vez
mejores lugares donde enseñar y aprender, es tarea de toda la sociedad.
Se necesitan “profesores como intelectuales transformativos” (Giroux), es decir
docentes que crean espacios donde todos tengan las mismas posibilidades, tanto
dentro de la escuela como cuando salgan de ellas.
El profesorado necesita apoyo e inversión en formación que actualmente parece
se les reduce e incluso niega bastante. Los recortes en educación son recortes al
futuro.
Desde los paradigmas actuales, y según la legislación vigente, la inclusión debería
ser el modelo que sustenta el sistema educativo de España, seguimos
manteniendo el concepto de necesidades educativas especiales o específicas
para abordar la atención a determinados alumnos, con todo lo excluyente del
término, y de las consecuencias que para la inclusión puede tener.
Antecedentes

Innumerables son los sistemas educativos que están basados en un modelo de


educación homogénea, cuando hoy la sociedad globalizada se caracteriza cada
vez más por su diversidad.

Antes del triunfo de la Revolución cubana existían censos acerca de la


participación por sexos en el sector educativo (analfabetismo, presencia y
deserción en la escolarización, número de docentes). Desde inicios
de 1900 comenzaron a hacerse sentir en el país las demandas de las feministas
por el derecho a la educación secundaria y terciaria para las mujeres.

Pero no es hasta después del triunfo de la Revolución en 1959, que se incluyen el


concepto de Equidad de género en la política educativa, se crean los indicadores
correspondientes para desarrollo y planeación social, y los análisis de micro-mezo-
macro para orientar medidas de equidad.

¿Fortaleza o debilidad?

De hecho, la diversidad es vista más bien como una traba, cuando, por el
contrario, debe ser considerada una fortaleza. Todavía existen en el mundo
sistemas que privilegian esquemas de trabajo homogéneos, con calendarios y
ritmos de progreso uniformes, o bien seleccionan a los estudiantes según
características.

Para que el mundo sea mejor, tiene que ser diferente y eso está relacionado con
los avances de la ciencia y la técnica, del conocimiento y la inteligencia, siempre
puestos en función de la igualdad, la justicia, la paz, el bienestar de las personas y
la supervivencia de la vida en el planeta. Todo esto facilita la administración
burocrática, pero nos distancia de la realidad del mundo actual cada vez más
diverso; reproduce la inequidad social y quita a la diversidad la posibilidad de
contribuir al aprendizaje.

Diversidad en el sistema educacional

Los estudios muestran que en clases heterogéneas todos los alumnos aprenden
más y mejor. Desarrollar la escuela para manejar la riqueza de la diversidad
supone no sólo aceptación; también significa utilizarla para apoyar al desarrollo del
aprendizaje de los estudiantes.
La generación de oportunidades que favorezcan una gestión educativa flexible,
con mayores recursos que garanticen la pertinencia de los aprendizajes
desarrollados en la escuela. Asimismo, ofrecen una oportunidad para abrir el
establecimiento educativo a la comunidad, permitiendo un diálogo necesario.
Significa para la escuela un nexo entre profesores, padres y el mundo, avanzando
así en la comprensión de la diversidad creadora.

También es importante resaltar que para reflexionar sobre la calidad de los


sistemas educativos no se puede mirar únicamente los resultados de las
mediciones internacionales o nacionales del logro académico de los estudiantes,
que se sabe revelan importantes rezagos.

La calidad de la educación incluye aspectos relativos a la pertinencia y relevancia


de los aprendizajes; la efectividad en el desarrollo de los mismos; la equidad en la
distribución de las oportunidades educativas y la eficiencia y responsabilidad en el
uso de los recursos que la sociedad le destina.

El aprendizaje se da a lo largo de toda la vida y de manera creciente en varios


ámbitos, etapas y espacios: en la familia, en el trabajo, a través de los medios de
comunicación, de Internet, etc. Por ello, la calidad de la educación no debe ser
vista como una tarea que puede ser abordada exclusivamente por los sistemas
educativos, sino que compete y compromete a toda la sociedad.

Igualdad de oportunidades

Se entiende por igualdad de oportunidades cuando los alumnos y las alumnas


tienen formalmente las mismas posibilidades educativas. Cuando estas
posibilidades se hacen accesibles a todo el alumnado, superando formas de
acceso y selección encubiertas.

El nivel superior de igualdad tiene que ver con programas educativos similares,
donde los más pobres o discriminados no asistan únicamente a programas
compensatorios, o de garantía social. La igualdad de resultados se obtiene cuando
los rendimientos escolares son semejantes en diferentes culturas y sexos.

Hay que prestar atención a temas más complejos que forman parte de la
educación, como el desarrollo de capacidades para la convivencia y la tolerancia,
el respeto al otro, la creatividad, la inserción en el mercado laboral, el ejercicio de
la ciudadanía y la democracia.Son parte de un conjunto de aprendizajes
relevantes para el mundo de hoy que deben ser garantizados para todas las
personas independientemente de su condición económica, social, étnica, de
género o personal si queremos que los sistemas educativos jueguen
efectivamente un rol clave en la creación de igualdad de oportunidades.

Equidad educativa

La equidad educativa parte de la justicia. Esta justicia implica ante todo


redistribución económica y reconocimiento cultural. En cuanto a lo económico,
tiene que ver con la infraestructura, materiales, refuerzos alimentarios,
instalaciones, accesibilidad, vestuario, salud, la remuneración a docentes. Son
indicadores de equidad aspectos como número de docentes y personal de apoyo
a la docencia, proporción de alumnado-profesorado, materiales educativos y
recursos económicos de los centros.

Como reconocimiento cultural implica tener en cuenta la diversidad y el


conocimiento de identidades subvaloradas por el antrocentrismo, la xenofobia,
el heterosexismo y la violencia. Se viven segregaciones entre el estudiantado
debido etnia, desplazamiento forzado, discapacidad, fracaso escolar y con
enfermedades como el SIDA. Igualmente, involucra el acceso cultural en los
procesos de formación a docentes y las posibilidades de acceder a medios
didácticos y telemáticos.

Actualidad

La explosión del tema de la diversidad no obedece, sin embargo, a una moda, por
más que tampoco escapa a ciertos intentos de carnavalización en alguna que otra
pasarela del movimiento de los movimientos.

Lo primero que habría que admitir es que la emergencia de la diversidad es un


dato del sujeto social-popular, entendido como el conjunto de clases, capas,
sectores y grupos subordinados que abarcan la mayoría de los países, y que
sufren un proceso de dominación múltiple. Si la dialectización de los conceptos de
identidad y diferencia es una necesidad a la hora de concebir la construcción
contrahegemónica orientada hacia un nuevo tipo de socialidad realmente
democrática y popular, que involucre al conjunto de las clases y sectores
potencialmente interesados en tales transformaciones, lo es también hacia el
interior de cada actor social.
Esta sana perspectiva centrada en el reconocimiento de la diversidad puede ser
objeto en sí misma de sutiles manipulaciones, en la medida en que la igualdad, la
diferencia y la identidad se encapsulen en fórmulas forzadas, de relativa docilidad
para la lógica del control social por parte de los poderes hegemónicos de la
sociedad burguesa. Paradójicamente, la misma sociedad pide el control de las
identidades fijas. Si ya no se sueña con la posibilidad de una sociedad libre, se
exige por lo menos la justicia de otra manera: que nadie sea menos reprimido que
la mayoría, éste es el nuevo lema de nuestra sociedad, que tiene una de sus
expresiones en la identidad forzada.

El reconocimiento de las diferencias deviene punto de partida para la constitución


de sujetos con equidad entre los géneros y reconocimiento de las identidades
respectivas. En consecuencia, surge la necesidad de pensar en cómo promover
prácticas que permitan concienciar la diversidad a la vez que se fortalezca, sobre
dicho reconocimiento, la ética de la articulación entre los diversos actores, el
principio de integración táctico y estratégico y la unidad sociopolítica consensuada
necesaria al proyecto de emancipación social y dignificación personal frente al
orden neoliberal mundial izado.
CONCLUSION

El Sistema Nacional de Evaluación se ha venido consolidando en los últimos años,


lo que ha facilitado el seguimiento de la calidad de la educación básica y orientada
las políticas y planes de mejoramiento. Durante los últimos años se elaboraron,
experimentaron, ajustaron y aplicaron las pruebas de lenguaje y matemáticas para
los grados tercero y cuarto de educación básica y se diseñaron y aplicaron los
cuestionarios de factores asociados a padres, alumnos, directores y maestros de
estas áreas. A estas evaluaciones se han agregado los exámenes de Estado que
se aplican al finalizar el ciclo de educación media, los que han sido re
conceptualizados hacia una evaluación por competencias.

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