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TRABAJO: INVESTIGACION
Una escuela inclusiva debe garantizar a todos los alumnos el acceso a una cultura
común que les proporcione una capacitación y formación básica. Cualquier grupo
de alumnos, incluso de la misma edad y por supuesto de la misma etapa,
mantiene claras diferencias con respecto a su origen social, cultural, económico,
racial, lingüístico, de sexo, de religión. y son distintos en sus condiciones físicas,
psicológicas...que tienen una traducción directa en el aula en lo que se refiere a
ritmos de aprendizaje, a capacidades, a formas de relación, intereses,
expectativas y escalas de valores.
Esta forma de atender y dar respuesta a cada alumno y alumna, este afán por
respetar la diversidad, valorándola como la riqueza de nuestra aula y no como un
problema, nos complica la vida a corto plazo, pero es la que le da sentido. En la
medida en que conozcamos profundamente a nuestro alumnado, lo iremos
entendiendo. Automáticamente nos parecerá interesante y peculiar su forma de
ser, le querremos y respetaremos aún más, le respetaremos a él o a ella en
concreto, no hablaremos de respeto al alumnado de manera abstracta, sino que
este sentimiento tendrá una cara, una concreción. Sentiremos cada vez más
aprecio por su persona, seremos más agentes transformadores de su vida y él o
ella pasarán a ser parte importante y enriquecedora de la nuestra. Darán sentido a
nuestro trabajo, a nuestro día a día.
OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
OBJETIVOS ESPECIFICOS
Como diversa es la vida así debe ser el aula. Debemos dar a cada uno las
herramientas y el apoyo necesario para ser uno mismo en el tiempo que le ha
tocado vivir.
Durante mucho tiempo, los modelos educativos tradicionales se han
fundamentado en la uniformidad de programas, que pretendían un alumnado
semejante y con resultados homogéneos. La igualdad marcaba las exigencias en
rendimiento y hacía cada día más dispares y desiguales a los alumnos,
catalogando y asociando las desigualdades y las necesidades educativas en el
ámbito de lo patológico. Frente a estas desigualdades surge la idea de que la
diversidad es consustancial a la vida humana, contribuyendo al enriquecimiento de
la misma.
Educar en la diversidad supone pensar en una escuela creada para todos, en una
escuela que incluya las diferencias y excluya las desigualdades, una escuela que
propicie posibilidades sociales no excluyentes, una escuela que busque el dar a
cada uno lo más útil y beneficioso para conseguir avanzar en su crecimiento a
partir de lo que es y desde donde se encuentra.
Educar no consiste en educar para el éxito sino para el éxito de uno mismo,
educar para ser lo que uno es y convertirse en lo que uno es capaz de ser.
¿Fortaleza o debilidad?
De hecho, la diversidad es vista más bien como una traba, cuando, por el
contrario, debe ser considerada una fortaleza. Todavía existen en el mundo
sistemas que privilegian esquemas de trabajo homogéneos, con calendarios y
ritmos de progreso uniformes, o bien seleccionan a los estudiantes según
características.
Para que el mundo sea mejor, tiene que ser diferente y eso está relacionado con
los avances de la ciencia y la técnica, del conocimiento y la inteligencia, siempre
puestos en función de la igualdad, la justicia, la paz, el bienestar de las personas y
la supervivencia de la vida en el planeta. Todo esto facilita la administración
burocrática, pero nos distancia de la realidad del mundo actual cada vez más
diverso; reproduce la inequidad social y quita a la diversidad la posibilidad de
contribuir al aprendizaje.
Los estudios muestran que en clases heterogéneas todos los alumnos aprenden
más y mejor. Desarrollar la escuela para manejar la riqueza de la diversidad
supone no sólo aceptación; también significa utilizarla para apoyar al desarrollo del
aprendizaje de los estudiantes.
La generación de oportunidades que favorezcan una gestión educativa flexible,
con mayores recursos que garanticen la pertinencia de los aprendizajes
desarrollados en la escuela. Asimismo, ofrecen una oportunidad para abrir el
establecimiento educativo a la comunidad, permitiendo un diálogo necesario.
Significa para la escuela un nexo entre profesores, padres y el mundo, avanzando
así en la comprensión de la diversidad creadora.
Igualdad de oportunidades
El nivel superior de igualdad tiene que ver con programas educativos similares,
donde los más pobres o discriminados no asistan únicamente a programas
compensatorios, o de garantía social. La igualdad de resultados se obtiene cuando
los rendimientos escolares son semejantes en diferentes culturas y sexos.
Hay que prestar atención a temas más complejos que forman parte de la
educación, como el desarrollo de capacidades para la convivencia y la tolerancia,
el respeto al otro, la creatividad, la inserción en el mercado laboral, el ejercicio de
la ciudadanía y la democracia.Son parte de un conjunto de aprendizajes
relevantes para el mundo de hoy que deben ser garantizados para todas las
personas independientemente de su condición económica, social, étnica, de
género o personal si queremos que los sistemas educativos jueguen
efectivamente un rol clave en la creación de igualdad de oportunidades.
Equidad educativa
Actualidad
La explosión del tema de la diversidad no obedece, sin embargo, a una moda, por
más que tampoco escapa a ciertos intentos de carnavalización en alguna que otra
pasarela del movimiento de los movimientos.