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El tribunal competente durante esta fase del procedimiento es aquel que ha estado a cargo
del control de la investigación en la etapa precedente, en consecuencia, el tribunal
competente es el Juzgado de Garantía.
Sin embargo, se critica que sea el mismo tribunal el competente, en primer lugar porque el
juez se encuentra en una doble posición, pues evalúa dos veces. En segundo lugar, el juez que
tuvo a su cargo la resolución de todas las solicitudes e incidencias planteadas en el curso de la
etapa de investigación carece de imparcialidad al momento de fallar el caso en base a los
antecedentes obtenidos en el curso de la misma y que hubieren sido aceptados por el
acusado.
1.2. Funciones.
El juez de garantía carece de poder para rechazar la apertura de juicio oral, ya sea por razones
fácticas o jurídicas, además, carece de la función de integración o revisión del resultado de la
instrucción que constituye el sustento fáctico de la acusación.
La función principal de esta etapa en nuestro sistema es la delimitación precisa del objeto del
juicio respecto de los hechos que serán debatidos y las pruebas que se presentarán para
acreditarlos. Presupuesto indispensable para el logro de este objetivo es la formulación de la
acusación, sin la cual no puede haber juicio.
Los hechos y circunstancias que serán materia del juicio son aquellos contenidos en el escrito
de acusación, eventualmente depurada por vicios formales. Las pruebas que se rendirán en el
curso del juicio sólo podrán ser aquellas ofrecidas por los intervinientes en la fase escrita del
procedimiento intermedio o por el acusado, al inicio de la audiencia de preparación. Además,
en esta etapa el tribunal resolverá sobre las solicitudes encaminadas a excluir del debate
principal aquella evidencia reunida en el curso de la investigación en cuya obtención se haya
incurrido en algún defecto de forma que acarrea su nulidad o sea ilícita por violación de
garantías constitucionales, o se ofrezca para probar hechos impertinentes o que constituyan
públicos o notorios, o se haya ofrecido con fines puramente dilatorios.
Por otro lado, esta fase cumple también por función liberar al juicio oral de eventuales
incidencias que pudieran entorpecer su normal desenvolvimiento. Por último, el Min. Público
puede solicitar, en su escrito de acusación, que el caso se resuelva conforme a las reglas del
procedimiento abreviado. Si el acusado acepta la propuesta, dicho procedimiento debe ser
tramitado y fallado en la audiencia de preparación del juicio oral. Asimismo, esta audiencia
constituye la última oportunidad para decretar la suspensión condicional del procedimiento o
un acuerdo reparatorio (art. 245 inc. Final CPP).
La etapa de preparación del juicio oral constituye la instancia en que los intervinientes toman
conocimiento recíproco de las pretensiones jurídicas que harán valer en el juicio oral y de su
sustento probatorio, permitiéndoles preparar con la debida antelación la estrategia de
acusación o defensa. Excepcionalmente, puede dar lugar a salidas alternativas del
procedimiento o la sustanciación y fallo del caso de conformidad al procedimiento abreviado.
Este requisito emana del principio acusatorio, propio de un proceso penal de partes, que
condiciona la apertura del juicio a la interposición de la acusación por el órgano de
persecución penal, ello implica que el tribunal no puede actuar de oficio.
La acusación debe contener, en forma clara, precisa y circunstanciada, los hechos que se
atribuyen al acusado y su significación jurídica, de modo de cumplir cabalmente con la
exigencia de una imputación, base y presupuesto necesario del derecho a ser oído.
Si la acusación no cumple con alguno de estos requisitos o si ellos fueron cumplidos de modo
deficiente, el querellante (si lo hubiere) y el acusado podrán, en la oportunidad que señala la
ley, promover la correspondiente incidencia encaminada a la corrección de los vicios
denunciados. La única mención facultativa es aquella referida a la posibilidad de solicitar el
procedimiento abreviado.
Tratándose de la prueba de testigos, la ley exige, que se presente una lista de testigos,
individualizándolos con nombre, apellidos, profesión y domicilio o residencia, señalando los
puntos sobre los que habrán de recaer sus declaraciones. En caso de la hipótesis del art. 307
inc. 2° no será necesario que el testigo indique su domicilio. En el caso de la prueba de peritos,
deberá individualizarse a los mismos, indicando sus títulos o calidades, la prueba de peritos
consiste en la declaración oral sobre el informe previamente evacuado, por ello no procede
ofrecer como prueba pericial el informe escrito, sin embargo, el perito debe entregar un
informe por escrito, en efecto, esta exigencia sólo dice relación con el derecho de la
contraparte de conocer el contenido del informe, a fin de preparar adecuadamente su
defensa.
El art. 259 CPP en su inc. Final señala que “la acusación solo podrá referirse a hechos y
personas incluidos en la formalización de la investigación…”. Esta norma es manifestación del
principio de congruencia. Asimismo, este deber permite al acusado preparar adecuadamente
su defensa, sin temer sorpresas ni situaciones extrañas a la acusación.
Las actuaciones que el querellante puede solicitar las debe realizar por escrito y hasta 15 días
antes de la fecha fijada para la audiencia de preparación del juicio oral (art. 261 CPP).
La demanda civil debe cumplir con todos los requisitos señalados en el art. 254 CPC y
deducirse en el mismo escrito de adhesión o acusación. Asimismo deberá contener los medios
de prueba, en los mismos términos del art. 259 CPP (art. 60 CPP).
El acusado debe disponer del tiempo suficiente para preparar adecuadamente su defensa, el
art. 262 CPP señala que “las actuaciones del querellante, las acusaciones particulares,
adhesiones y la demanda civil deberán ser notificadas al acusado, a más tardar, 10 días antes
de la APJO”.
El art. 263 CPP dispone que hasta la víspera del inicio de la APJO por escrito o en forma verbal,
el acusado podrá efectuar todas o alguna de las siguientes actuaciones:
El acusado puede solicitar al juez que requiera al MP la corrección de los errores o vicios que
ella contenga, también el acusado puede señalar los vicios de la acusación particular y la
demanda civil.
Concluidos los trámites escritos de la fase intermedia, tiene lugar la audiencia de preparación
del juicio oral en la fecha fijada por el juez de garantía conforme al art. 260 CPP. Esta audiencia
constituye el hito central de esta etapa del procedimiento, pues en ella se cumplen, de modo
oral y contradictorio, las funciones asignadas a la misma, fijándose de modo definitivo los
hechos y las pruebas sobre los que versará el juicio y recaerá la sentencia. Las solicitudes de
incidencia que surgen en el transcurso de esta audiencia deberán ser resueltas por el juz de
garantía.
En el art. 266 CPP se establece que la APJO se rige por los principios de inmediación y oralidad,
en consecuencia, debe efectuarse en forma oral, no admitiéndose la presentación de escritos
durante su realización y debe contar con la presencia ininterrumpida del MP, del juez de
garantía y del defensor público.
El CPP establece que la presencia del fiscal y del defensor durante la audiencia es un requisito
de validez de la misma, sin embargo, se contemplan mecanismos para evitar la declaración de
nulidad. La falta de comparecencia del fiscal deberá ser subsanada inmediatamente (art. 269
CPP), aunque no se señala de qué forma, parece claro que es informándole a la fiscalía
respectiva para reemplazarlo. Si quien no comparece es el defensor, el tribunal deberá realizar
tres actuaciones copulativas y sucesivamente. Primero deberá declarar el abandono de la
defensa, luego debe designar de oficio un defensor al imputado y, por último, deberá disponer
la suspensión de la audiencia por un plazo que no exceda de cinco días.
La APJO, también se rige por el principio de concentración, porque en ella deben debatirse
todas las cuestiones e incidencias preparatorias del juicio planteadas por los intervinientes en
sus respectivos escritos.
Al inicio de la audiencia, el juez de garantía hará una exposición sintética de las presentaciones
que los intervinientes hubieran realizado (Art. 267 CPP).
Si el imputado no hubiere ejercido por escrito las facultades que le reconoce el art. 263 CPP, el
juez de garantía le otorgará la oportunidad de ejercerlas verbalmente (art. 268 CPP)
Luego el juez de garantía abrirá debate sobre las solicitudes y/o incidencias planteadas por las
partes en sus escritos, las que pueden versar, entre otras, sobre las siguientes cuestiones:
El juez de garantía posee la facultad de unir acusaciones diversas formuladas por el MP cuando
considere conveniente someterlas a un mismo juicio oral, por referirse a un mismo hecho, un
mismo imputado o porque debieren ser examinadas unas mismas pruebas, y siempre que ello
no perjudique el derecho a defensa de el o los acusados. Junto con lo anterior, el juez de
garantía posee la facultad de separar acusaciones y dictar autos de apertura del juicio oral
separados, en las siguientes hipótesis.
a) Cuando, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere provocar graves dificultades en
la organización o el desarrollo del juicio.
b) Cuando, de ser conocida en un solo juicio oral, pudiere provocar detrimento al
derecho de defensa.
Es la resolución jurisdiccional que cumple con los objetivos de la fase intermedia, pues delimita
el objeto del juicio oral a fijar los hechos y circunstancias sobre los cuales aquél de be recaer,
así como los medios de prueba ofrecidos para acreditar los mismos.
1.4.6.1. Contenido.
El tribunal competente para conocer del juicio es el tribunal oral en lo penal con jurisdicción
sobre el territorio en el que se hubiere cometido el hecho que ha dado lugar al procedimiento
penal, no podrá promoverse la incompetencia territorial del tribunal de juicio oral por las
partes ni declararse de oficio, sino dentro de los tres primeros días desde la notificación de la
resolución que fija fecha para la realización de la audiencia del juicio oral.
Al ser una resolución que se dicta en audiencia, corresponde entenderla notificada a los
intervinientes que asistieron a la misma desde el momento de su pronunciamiento, sin
perjuicio de dejar constancia de dicha notificación en el estado diario (art. 30 CPP).
Ejecutoriado que sea el auto de apertura del juicio oral, el juez de garantía deberá remitir el
auto de apertura al tribunal competente dentro de las 48 horas siguientes a su notificación
(art. 281 Inc. 1° CPP).
Contra el auto de apertura del juicio oral cabe el recurso de apelación, pero sólo en un
supuesto. En consecuencia el recurso de apelación procede cuando fuere interpuesto por el
MP por la exclusión de prueba de cargo, pero únicamente en razón de tratarse de prueba
proveniente de actuaciones o diligencias declaradas nulas o con inobservancia de garantías
fundamentales. El fundamento es: la exclusión de prueba de cargo, ya sea total o parcial, pide
dejar al MP (quien tiene la carga de la prueba) en situación de no poder sustentar su
acusación en el juicio o de hacerlo en una medida menor de lo que exige el elevado estándar
de convicción introducido en el Cód. en el inc. 1° del art. 340 CPP. El acusado no puede apelar
de esta resolución cuando el juez de garantía resuelva la inclusión al debate de prueba de
cargo de aquel que considera ilícita.
El fiscal carecerá de prueba a cargo o, al menos, la suficiente para obtener una decisión de
culpabilidad cada vez que, durante la APJO, el juez de garantía excluya importante prueba de
cargo del fiscal, y tal resolución sea notificada a la CA respectiva. También podrá producirse
este problema cuando, durante el juicio, la prueba de cargo ofrecida se desvirtúe o la defensa
introduzca relevante o decisiva prueba de descargo.
Con relación a que el juez excluya prueba del fiscal, pareciera que no cabe retirar la acusación
y comunicar la decisión de no perseverar en el procedimiento, pues tal comunicación se
encuentra prevista para la etapa de la investigación preparatoria, al tenor de lo dispuesto en la
letra c) del art. 248 CPP. Además, sus efectos atacan la formalización de la investigación pero
no los de la acusación. Tampoco existe un sobreseimiento definitivo o temporal que se refiera
a este supuesto específico, por todo esto, no existiría más remedio que realizar la el
correspondiente juicio oral.
Las excepciones l principio de oralidad están constituidas por supuestos de discapacidad física
o ausencia de conocimiento del idioma castellano (el inc. 3º del art. 291 CPP se refiere a las
personas que no pudieren hablar o no lo supieren hacer en el idioma castellano, en el inc. 4ª
del mismo precepto legal se regula la situación del acusado sordo o que no entiende el idioma
castellano)
El art. 289 del CPP consagra la publicidad del juicio oral, pero a reglón seguido sienta las
limitaciones a la misma, enumerando las medidas que el tribunal puede adoptar
En general la ley lo alude a delitos sexuales en que la víctima es menor de edad; a supuestos
en que peligra la vida o la salud de algún testigo o perito, entre otros.
El inc. Final del art. 289 CPP establece, que los medios de comunicación sólo podrán
fotografiar, filmar o transmitir alguna parte de la audiencia que el tribunal determine, a menos
que las partes se opongan a ello; si solo una de ellas se opusiere, el tribunal decide
La suspensión se encuentra limitada a dos veces por juicio y a un lapso de 10 días, transcurrido
el cual sólo debe declarar la nulidad del juicio. Una vez resuelta la suspensión de la audiencia o
del juicio, el tribunal debe comunicar verbalmente la fecha y hora de su continuación.
2. EL JUICIO ORAL.
Una vez distribuida la causa conforme a los procedimientos de gestión internos del tribunal, el
juez presidente de la sala respectiva deberá realizar las siguientes actuaciones (art. 281 CPP).
2.2. Funciones de dirección y disciplina del tribunal.
Estas funciones recaen en el juez presidente de la sala. Sus atribuciones en el ejercicio de las
mismas son las siguientes (art. 292 CPP):
a) Dirigir y moderar el debate, pudiendo impedir que las alegaciones se desvían hacia
aspectos no pertinentes o inadmisibles, pero si coartar el ejercicio de la acusación ni el
derecho de defensa. Asimismo, podrá restringir el tiempo del uso de la palabra a los
intervinientes, fijando límites máximos igualitarios para todos ellos interrumpiendo a
quien hiciere uso manifiestamente abusivo de su facultad.
b) Exigir el cumplimiento de las solemnidades que correspondan.
c) Ordenar la rendición de las pruebas ofrecidas por las partes.
d) Ejercer las facultades disciplinarias destinadas a mantener el orden y decoro durante
el debate y, en general, a garantizar la eficaz realización del mismo.
2.3.1. Actuaciones del tribunal e inicio del debate (art. 325 CPP).
El tribunal competente deberá constituiré el día y la hora fijada para la realización del juicio.
Comenzará verificando la asistencia del fiscal, del acusado, de su defensor y de los demás
intervinientes para los efectos de adoptar las medidas y/o resoluciones que correspondan,
asimismo, deberá comprobar la disponibilidad (no necesariamente su presencia física al
momento de iniciar el juicio) de los testigos, peritos, intérpretes y demás personas que
hubieren sido citadas a la audiencia y declarará iniciado el juicio.
Una vez iniciado el juicio respectivo, el presidente de la sala deberá señalar las acusaciones
que deberán ser objeto del debate y que se encuentran contenidas en el auto de apertura del
juicio oral.
El sobreseimiento definitivo sólo debería plantearse cuando no exista controversia entre las
partes ni necesidad de rendir prueba. Tal es la lógica de la solicitud de sobreseimiento
definitivo efectuada por el MP al momento del cierre de la investigación, pues si el fiscal no
considera concurrentes los presupuestos de la causal de sobreseimiento alegada por el
imputado, formulará su acusación y será este quien deberá probar su concurrencia en el
juicio oral para poder ser, esta vez, absuelto de la imputación.
Antes del inicio del debate, corresponderá resolver al tribunal a petición del MP en orden a
pedir la absolución del acusado por falta de pruebas o prueba de cargo manifiestamente
insuficiente, cuando ellas hubieren sido excluidas del auto de apertura. Si no hubiera
oposición, el tribunal debería dictar sentencia definitiva sin más trámite que el de oír al
acusado y a los demás intervinientes, si así lo solicitaren.
2.3.2. Actuaciones de los intervinientes. Alegatos de apertura y declaración del
acusado.
El tribunal dispondrá que se inicien los alegatos de apertura de las partes, concediendo
primero la palabra al fiscal para que sostenga su acusación y luego al querellante, para fundar
su acusación particular y la demanda civil, si la hubiere interpuesto (art. 325 inc. Final CPP). Al
final, el turno es del abogado defensor. Estos alegatos tienen por finalidad introducir al
tribunal y al público en los objetivos fundamentales que perseguirá la parte durante el juicio.
Concluidos los alegatos de apertura, el tribunal deberá advertir al acusado que tiene la
posibilidad de ejercer su defensa en conformidad a lo dispuesto en el art. 8º CPP. El acusado
tiene la posibilidad de declarar como medio de defensa, la que podrá prestar una vez
concluido el alegato de apertura del defensor, en este caso, l juez presidente de la sala le
permitirá que manifieste libremente lo que crea conveniente respecto de la o las acusaciones
formuladas. Terminada su declaración y en razón del principio de contradicción el acusado
podrá ser interrogado de inmediato. Finalmente el o los jueces podrán formularle preguntas
destinadas a aclarar sus dichos. Concluidas las actuaciones de los intervinientes, corresponde
que se rinda la prueba ofrecida y previamente declarada admisible en la APJO.
La prueba que hubiere de servir de base a la sentencia deberá rendirse durante la audiencia
del juicio oral, salvo las excepciones expresamente previstas en la ley. En conformidad al art.
340 CPP, el tribunal debe formar su convicción sobre la base de la prueba producida durante el
juicio.
En el nuevo sistema de justicia criminal chileno sólo las partes aportan y producen prueba en
el juicio oral, las presunciones, consideradas medios de prueba en la antigua legislación, no
son, sino parte del razonamiento del juzgador, en la medida que expresan el modo en que éste
adquirió convicción sobre la culpabilidad del acusado o no.
El art. 328 CPP establece que cada parte determinará el orden en que rendirá su prueba,
correspondiendo que se reciba primero la ofrecida para acreditar los hechos y peticiones de la
acusación y demanda civil, y luego la prueba ofrecida por el acusado respecto de todas las
acciones que se hubieren deducido en su contra.
Hay que recordar que favorece al acusado la presunción de inocencia que impone, entre otras
consecuencias, la carga de la prueba al Eº; por tanto, el acusado podría decidir no presentar
prueba de descargo, conformándose con refutar o contradecir la prueba presentada por el
fiscal.
Todos están obligados a concurrir al llamamiento judicial, previa citación, para declarar
oralmente cuando supiesen sobre los hechos que constituyen objeto del procedimiento, en
virtud del deber genérico que pesa sobre la persona, consistente en prestar colaboración a las
autoridades públicas comprometidas en el esclarecimiento y sanción de los delitos.
Se establece que el testigo que carezca de medios suficientes o viva sólo de su remuneración
tiene derecho a que la persona que lo presente le indemnice la perdida que le ocasione la
comparecencia a prestar declaración y le pague, anticipadamente, los gastos de traslado y
habitación, si ello procediere. Tal derecho debe ejercerse en el plazo de 20 días desde la fecha
en que se presta declaración, so pena de entenderse renunciado (Art. 312 CPP).
a) Autoridades de E°
b) Los comandantes en jefe de las fuerzas armadas, el general de la policía de
investigaciones.
c) Los chilenos o extranjeros que gocen en el país de inmunidad diplomática, en
conformidad con los tratados vigentes sobre la materia.
d) Los que, por enfermedad grave u otro impedimento calificado por el tribunal, se hallen
en imposibilidad de hacerlo.
El art. 305 CPP establece que todo testigo tiene derecho de negarse responder aquellas
preguntas cuya respuesta pueda acarrearle peligro de persecución penal por un delito. Este
principio (no autoincriminación) se extiende a la posible incriminación de ciertos parientes
cercanos, pues el interés público cede ante el interés, considerado superior, a la conservación
de los vínculos familiares y afectivos más inmediatos del imputado.
De este modo, el inc. 2° del art. 305 CPP prescribe que el testigo tiene, también derecho a
abstenerse a responder “cuando, por su declaración, pudiere incriminar a los parientes
mencionados en el art. 302 inc. 1° CPP. Se impone la obligación de informar al testigo acerca
de su facultad de abstenerse antes de comenzar cada declaración (art. 302 inc. 2° CPP). Si el
testigo consiente, no obstante, en prestar declaración, podrá retractar en cualquier momento
dicho consentimiento (art. 302 inc. 3° CPP).
De acuerdo con el art. 303 CPP, no están obligadas a declarar aquellas personas que, por su
estado, profesión o función legal, como el abogado, el médico o el confesor, tengan el deber
de guardar el secreto que se les hubiera confiado, pero sólo en lo que se refiera a dicho
secreto. La facultad de abstenerse de declarar por razones de secreto comprende no sólo a
quienes ostenten un título profesional, sino también a quienes por su estado o función legal
deben guardar secretos, como, en general, ocurre con los funcionarios públicos, respecto de
los secretos de que tuvieren conocimiento por razón de su cargo.
El testigo deberá ser individualizado por el juez presidente de la sala en la forma dispuesta en
el art. 307 CPP. Deberá efectuar el señalamiento de los antecedentes relativos a la persona.
En el caso de que exista motivo para temer que la indicación pública del domicilio pueda
implicar peligro para el testigo u otra persona, se faculta al presidente de la sala o el juez, en su
caso, para autorizar al testigo a no responder a dicha pregunta durante la audiencia.
Con el fin de procurar protección a los testigos en casos graves y calificados, el art. 308 CPP
faculta al tribunal para disponer medidas especiales destinadas a tutelar la seguridad del
testigo que lo solicite. Dichas medidas sólo podrán durar el tiempo razonable que el tribunal
disponga y podrán ser renovadas cuantas veces sea necesario.
Existen diversas normas en leyes especiales que se ocupan de regular este tema, ley 19.617, de
12 de julio de 1999; ley n° 16.618 art. 15 letra e), de menores y otras.
2.4.2.1.6. Declaración del testigo. Reglas que la rigen.
a) La declaración personal del testigo no podrá ser sustituida por la lectura de los
registros en que constaren declaraciones anteriores u otros documentos que la
contuvieren.
b) El testigo menor de edad sólo podrá ser interrogado por el presidente de la sala,
debiendo los intervinientes dirigir las preguntas por su intermedio (Art. 310 CPP).
c) Cuando el testigo fuere sordo, las preguntas le serán dirigidas por escrito; y si es mudo,
dará por escrito sus contestaciones. En caso de que no se pudiere de la forma
señalada, la declaración del testigo será recibida por intermedio de una o más
personas que pudieren entenderse con él por signos o que comprendieren a los
sordomudos.
d) Aunque no se contemple en el Cód. los testigos que se expresen en idioma extranjero
o lengua indígena deberán prestar declaración por medio de un traductor, quien
deberá prestar juramento o promesa de decir verdad.
e) Los interrogatorios serán realizados en primer lugar por la parte que hubiere ofrecido
la respectiva prueba y luego por los restantes.
2.4.2.1.7. Testigo-perito.
Es aquella persona cuya declaración recae sobre hechos o situaciones pasadas, pero para cuya
observación, se requiere un conocimiento especial. Está sujeto a la narración de los testigos,
pues su percepción, en oposición a lo que sucede con los peritos, es insustituible.
Una vez concluidos los interrogatorios de las partes, los miembros del tribunal podrán
formular preguntas al testigo con el fin de aclarar sus dichos.
El tribunal podrá autorizar un nuevo interrogatorio del testigo que ya hubiere declarado en la
audiencia siempre que lo hubiere solicitado alguna de las partes.
2.4.2.2. Peritos.
El inc. 2° del art. 314 CPP señala que “procederá el informe de peritos en los casos
determinados por la ley y siempre que para apreciar algún hecho o circunstancia relevante
para la para la causa fueren necesarios o convenientes conocimientos especiales de una
ciencia, arte u oficio”. Se trata de una persona con conocimientos especializados, un experto
en determinadas materias; declara sobre los principios y reglas que rigen determinados
fenómenos o actividades, cuya comprensión resulta, por lo general, inaccesible al no
especialista.
a) La descripción de la persona o cosa que fuere objeto de él, del estado y modo en que
se hallare;
b) La relación circunstanciada de todas las operaciones practicadas y su resultado, y
c) Las conclusiones que, en vista de tales datos, formulen los peritos conforme a los
principios de su ciencia o reglas de su arte u oficio.
2.4.2.2.3. Admisibilidad de la prueba pericial ofrecida.
Una vez presentado el informe al juez de garantía, éste deberá pronunciarse sobre su
admisibilidad, atendiendo al art. 316 inc. 1° CPP, es evidente que esta actuación procesal debe
efectuarse en la APJO.
Conforme al inc. 2° del art. 316 CPP, los honorarios y demás gastos derivados de la
intervención de los peritos corresponden a la parte que los presente. Solo excepcionalmente
se admite que la remuneración del perito sea total o parcialmente de cargo fiscal, relevándose
de su pago a la parte, y ello ocurrirá cuando el tribunal considere que la parte no cuenta con
medios suficientes para solventarlo o cuando, tratándose del imputado, la no realización de la
diligencia pudiera importar un notorio desequilibrio en sus posibilidades de defensa.
El art. 318 CPP establece que no podrán ser peritos las personas a quienes la ley reconozca la
facultad de prestar declaración testimonial. Esta norma es una consecuencia del principio de
no autoincriminación, que se extiende al perito cuando concurre en él o en relación con el
imputado las circunstancias personales.
La ley faculta al MP para adoptar medidas de protección para los peritos y otros terceros que
debieren intervenir en el procedimiento para efectos probatorios, cuando ello fuere necesario
(art. 322 CPP).
El art. 319 CPP establece que la declaración de peritos en la audiencia del juicio oral se regirá
por las normas previstas en el art. 329 CPP y, supletoriamente, por las establecidas para los
testigos (especialmente en lo referido a los deberes de comparecencia y declaración en el
juicio). Si el perito se niega a prestar declaración, podrán aplicarse las medidas coercitivas y/o
las sanciones a que se refiere el inc. 2° del art. 299 CPP.
Antes de prestar declaración, el perito deberá ser identificado por el juez presidente de la sala,
quien luego le tomará juramento o promesa de decir verdad. Las reglas son las siguientes.
Una vez concluidos los interrogatorios de las partes, los miembros del tribunal podrán
formular preguntas al perito con el fin de aclarar sus dichos (art. 328 inc. 4° CPP).
Siempre que una de las partes lo solicite, el tribunal podrá autorizar un nuevo interrogatorio
del perito que ya hubiere declarado en la audiencia (art. 328 inc. 5° CPP).
Los objetos son todas aquellas cosas o elementos de carácter material que tienen relevancia
probatoria para la determinación de los hechos del juicio. Se encuadra claramente en esta
definición los instrumentos (medios materiales empleados en la perpetración del delito) y los
efectos del delitos (objetos materiales sobre los cuales haya recaído el comportamiento
delictivo o que sean producto de ella).
El único precepto legal que se refiere a los documentos y objetos en su carácter de medios de
prueba es el art. 333 CPP. Dicha disposición señala que los documentos serán leídos y
exhibidos en el debate, con indicación de su origen, es decir, procedencia o la identificación de
su subscriptor. De allí que, normalmente, el autor del instrumento deba comparecer al juicio
para efectuar su reconocimiento y ser interrogado acerca del contenido, motivaciones y demás
circunstancias de elaboración o suscripción del mismo.
Puede ocurrir que exhibido el documento para su reconocimiento se ponga en tela de juicio su
veracidad, autenticidad o falta de integridad. Si se trata de un documento público, se debe
requerir su reconocimiento al presunto autor o documentador, si este no concurre al juicio, se
puede privar total o parcialmente de eficacia probatoria el documento. En el caso de
instrumentos públicos, se prescinde con mayor frecuencia del reconocimiento, ello no impide,
que pueda controvertirse su autenticidad ni menos aún su veracidad o integridad.
Los objetos que constituyeren evidencia deberán ser exhibidos y podrán ser examinados por
las partes. Su influencia en la formación de la convicción judicial se realiza a través de su
percepción sensorial, fundamentalmente de carácter visual.
Una controversia importante que se puede generar dice relación con la cadena de custodia de
los mismos. Es por esto, que es de vital importancia la existencia de procedimientos policiales
y periciales técnicamente rigurosos que aseguren la debida conservación e intangibilidad de
los objetos o especies hasta el momento de su introducción al juicio.
Una vez que el objeto ha sido exhibido al tribunal y examinado por las partes deberá solicitarse
al tribunal que se lo tenga por formalmente incorporado al debate como medio de prueba.
En virtud del art. 220 CPP, existen ciertos objetos y documentos que no pueden ser sometidos
a incautación y, por tanto, no be su utilización como medios de prueba, por ende, se establece
expresamente la invalorabilidad de tales objetos y documentos en el juicio oral.
Asimismo, el art. 334 CPP señala una prohibición relativa de incorporación, invocación y
lectura de ciertos documentos al debate y una prohibición absoluta respecto de documentos
que dieren cuenta de actuaciones o diligencias declaradas nulas o en cuya obtención se
hubieren vulnerado garantías fundamentales.
Terminada la recepción de las pruebas, el juez presidente de la sala deberá otorgar la palabra a
las partes para que se expongan sus conclusiones. El orden de los alegatos finales es: primero,
el fiscal; después, acusador particular (si lo hubiere), y finalmente, el defensor. Concluida la
primera ronda de alegatos, se otorgará al fiscal y al defensor la posibilidad de replicar. El
acusado siempre tendrá la última palabra. Finalizada la intervención del acusado, el tribunal
declarará cerrado el debate.
Gracias al principio de objetividad el fiscal podría pedir la absolución del acusado en el alegato
de clausura si adquiere la convicción de que aquél es inocente, o al menos, que existan dudas
razonables de su culpabilidad. Sin embargo, se generarían problemas pues previamente existe
una acusación y también hay rendición de prueba, y en consecuencia el tribunal podría
considerar que la acusación se encuentra lo suficientemente acreditada con la prueba
producida en juicio y en emitir en base a ella una condena, desentendiéndose del pedido de
absolución efectuado por el MP.
El juicio oral debe ser registrado en forma íntegra, por cualquier medio que asegure fidelidad
(art. 41 CPP), y la conservación del registro estará a cargo del tribunal de juicio oral en lo penal
respectivo. En la práctica, las audiencias de juicio oral se registran a través de un soporte
computacional de audio que luego se graba en disco compacto. Este registro es público.
El registro del juicio demostrará los siguientes aspectos (art. 42 inc. 1° CPP):
El registro no es el único medio para acreditar los aspectos precedentes, pues la propia ley
autoriza para rendir prueba en el recurso de nulidad sobre las circunstancias que constituyen
la causal invocada, aunque solo en el caso que se hubiere ofrecido en el escrito de
interposición del recurso.
Cerrado el debate, los jueces que presenciaron el juicio deben debatir acerca de si alcanzaron
la convicción que requiere la ley sobre la comisión del hecho punible y la participación culpable
atribuida en él acusado, en base a la prueba producida en el juicio o si, esa misma prueba los
conduce a absolver al acusado de los cargos efectuados en la acusación.
El art. 297 CPP establece que los tribunales apreciarán la prueba con libertad, pero advierte
que no podrán contradecir los principios de la lógica, las máximas de la experiencia y los
conocimientos científicamente afianzados.
Los criterios de decisión para asegurar una justificación siempre relativa de la conclusión son
los que permitirán considerar una inferencia inductiva más razonable o plausible que otras, o
rechazable por irrazonable, no plausible o no justificada.
En primer lugar, debe comprobarse la coherencia de la hipótesis acusatoria con los elementos
probatorios producidos en el juicio y de su aceptabilidad justificada por una capacidad
explicativa mayor que las demás hipótesis. En segundo lugar, debe encontrarse debidamente
garantizado el contradictorio, esto es, la posibilidad de refutación, pues una sola contraprueba
puede ser suficiente para justificar una duda razonable acerca de la hipótesis acusatoria. El
tercer criterio exige la imparcialidad de la elección realizada por el juez entre hipótesis
explicativa en competencia. Para será aceptada como verdadera, la hipótesis acusatoria no
sólo debe ser confirmada por varias pruebas y no ser desmentida por ninguna contraprueba,
sino que también debe prevalecer sobre todas las hipótesis en conflicto.
Luego de la clausura del debate, los miembros del tribunal que hubieren asistido a él deberán
pasar a deliberaren privado, a fin de adoptar una decisión de absolución o condena y
pronunciar su sentencia definitiva. Concluida dicha deliberación el tribunal deberá pronunciar
su sentencia en la audiencia respectiva e indicar los fundamentos principales que tomaron en
consideración.
La decisión debe emitirse tan pronto el tribunal llegue a un acuerdo en conformidad con las
normas correspondientes contenidas en el COT. Excepcionalmente, el código autoriza a
prolongar la deliberación hasta por 24 horas cuando concurran copulativamente los siguientes
dos requisitos:
Que la audiencia del juicio se hubiere prolongado por más de dos días y la complejidad
del caso no permita pronunciar la decisión inmediatamente y
La complejidad del caso no permita pronunciar la decisión inmediatamente.
El art. 340 CPP establece un exigente estándar de convicción para destruir la presunción de
inocencia y poder condenar a una persona por el delito en virtud del cual ha sido enjuiciado. La
ley establece además que no se podrá condenar con el solo mérito de su propia declaración.
Debe haberse desarrollado una mínima actividad probatoria. Pero no es necesaria la plena
convicción; basta la convicción exenta de dudas razonables.
Se deberán alzar las medidas cautelares personales que se hubieren decretado en contra del
acusado y ordenará se tome nota de este alzamiento en todo índice o registro público y
policial.
Las medidas cautelares reales no necesariamente han de ser alzadas, pues es perfectamente
posible que una decisión de absolución penal vaya acompañada de un pronunciamiento
condenatorio en el ámbito de las acciones civiles interpuestas en el proceso penal.
El código contempla la posibilidad de que el tribunal de juicio oral, cite a una audiencia con el
fin de abrir debate sobre los factores relevantes para la determinación y cumplimiento de la
pena que el tribunal señale.
En consecuencia, las partes deberán solicitar al tribunal del juicio oral la fijación de fecha para
la realización de esta audiencia antes de la clausura del debate.
Sólo pueden ser objeto del juicio y de la sentencia los hechos y circunstancias contenidos en la
acusación. En consecuencia, no se podrá condenar por hechos o circunstancias no contenidas
en la acusación. La congruencia se refiere al sustrato fáctico de la acusación, no a la calificación
jurídica, porque sólo en el primer caso se está poniendo en riesgo una adecuada defensa
material del imputado.
El inc. Final del art. 342 CPP se refiere a la determinación del redactor de la sentencia y de las
eventuales prevenciones o disidencias. Señala que la sentencia deberá ser redactada por el
miembro del tribunal colegiado que éste designe mientras que la disidencia o prevención será
redactada por su autor.
La importancia de los requisitos c), d) y e) del art. 342 CPP, que contienen el núcleo central de
dicho deber, esto es, el razonamiento justificativo respecto de los hechos que se consideran
probados o no probados, de su calificación jurídica y de la decisión de absolución o condena,
se manifiesta en la circunstancia que su omisión da lugar a un motivo absoluto de nulidad del
juicio y la sentencia. En virtud del art. 297 CPP, al que alude la letra c) del art. 342 CPP, el
tribunal debe hacerse cargo en su fundamentación de toda la prueba producida, incluso de
aquella que hubiera sido desestimada, indicando las razones tenidas en cuenta para dicha
desestimación.
Cuando se trate de una sentencia que condena a una pena temporal, ella deberá expresar el
día desde el cual empezará a contarse y fijara el tiempo de detención o prisión preventiva que
deberá servir de abono para su cumplimiento.
El art. 351 CPP contiene una regla de exasperación de pena que opera en los casos de
reiteración de crímenes o simples delitos de una misma especie. Se establece que en estos
casos, se impondrá la pena correspondiente a las diversas infracciones, estimadas como un
solo delito, aumentándola en uno o dos grados. Pero si, por la naturaleza de las diversas
infracciones, estás no pudieren estimarse como un solo delito, el tribunal deberá aplicar la
pena señalada a aquella que, considerada aisladamente, con las circunstancias del caso,
tuviere asignada una pena mayor, aumentándola en uno o dos grados, según fuere el número
de los delitos.
El tribunal podrá diferir la redacción del fallo y, en su caso, la determinación de la pena hasta
por un plazo de 5 días, fijando la fecha de la audiencia en la que tendrá lugar. Sin embargo, el
transcurso de este plazo sin dar cumplimiento a la lectura del fallo no da lugar, todavía, a la
nulidad del juicio, sino sólo a una sanción disciplinaria por la comisión de una falta grave. Se
deberá pues, citar a una nueva audiencia, la que en caso alguno podrá tener lugar después del
7° día desde la comunicación de la decisión sobre absolución o condena. Si no se da lectura a la
sentencia, se producirá la nulidad del juicio, a menos que la decisión hubiese sido de
absolución.
El CPP contiene algunas reglas sobre ejecución de las sentencias condenatorias en el Título VIII
del Libro IV del CPP.