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C A R LOS BE 11 NA R DO GAGO

LUIS MARIO GONZALEZ


J OSE A [MISTO DE LI A

SOCIEDADES
POR ACCIONES
Estudio Teórico - Práctico

Tomo

Constituci6n

Funciwarrilento
Tfaris.formaci6n, fusión,. eu.ilián
Reqiij5i ros fiwales
Dekturnentati6n y cornabilidad

RevaliJos, eslacios roniables

FILIBINZAL-CULZONI
EDITORES
SOCIEDADES POR ACCIONES
CARLOS BERNARDO GAGO
Prof. tit. de "Derecho Comercial I" en la Fac. de Cs. Jurídicas y Soc.
y de "Sociedades" en la Fac. de Cs. Económicas de la U.N.L. Inspector
General de Personas Jurídicas de la Prov. de Santa Fe.

LUIS MARIO GONZALEZ


Abogado. Docente auxiliar de "Derecho Civil III" en la Fac. de Cs.
Jurídicas y Soc. de la U.N.L. Asesor de la I.G.P.J. de la Prov. de Santa Fe.

JOSE ALBERTO DE LIA


Contador Público Nacional. Inspector contable de la Inspección General
de Personas Jurídicas de la Provincia de Santa Fe.

SOCIEDADES
POR ACCIONES
Estudio Teórico - Práctico
Torno I

RUBINZAL Y CULZONI S. C. C.
Editores
9 de Julio 3573 - Santa Fe
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723

IMPRESO EN LA ARGENTINA

INDICE

Prólogo 7

Capítulo I. — LAS PARTES 9

1. Personas de existencia visible. Capacidad 9

1.1. Menores autorizados para el ejercicio del comercio 10

1.2. Menores emancipados


1.2.1. Emancipados por matrimonio 11
1.2.2. Emancipados por habilitación de edad 14

1.3. Menores sujetos a tutela e incapaces sujetos a curatela 15

1.4. Menores. Indivisión forzosa 16

1.5. Menores sujetos a patria potestad 17

1.6. Inhabilitados por embriaguez, uso de estupefacientes, dis-


minución de sus facultades mentales o por prodigalidad 17

1.7. Sociedad entre esposos 17

1.8. Incompatibilidades 19
1.8.1. Los clérigos 19
1.8.2. Los magistrados 19
1.8.3. Los corredores 20
1.8.4. Los martilleros 20
1.8.5. Los escribanos 21
1.8.6. Los fallidos no rehabilitados 21

1.9. Comparecencia por poder 21

2. Personas jurídicas 21
2.1. Personas jurídicas de carácter público 22
2.2. Personas jurídicas de carácter privado 22
2.2.1. Asociaciones civiles y fundaciones 23
2.2.2. Sociedades civiles 24
2.2.3. Sociedades comerciales 24
2.2.3.1. Sociedad constituida en el extranjero 25
2.2.4. Entidades cooperativas 26

2.3. Comparecencia al acto 27

Capitulo II. — EL NOMBRE DE LA SOCIEDAD 29

1. Razón social y denominación 30

1.1. Razón social 30

1.2. Denominación 30

2. Denominación. Libertad de elección 31

3. Límites a la libertad de elección 32

3.1. Expresión "Sociedad Anónima" 32

3.2. Aditamento "y compañia" 32

3.3. Denominación y objeto 33

3.4. Expresión "Argentina" o "de Argentina" 33

3.5. Inconfundibilidad 34
3.5.1. Referida a otras sociedades con nombre igual o similar 34
3.5.2. Referida a la posibilidad de inducir a error sobre la na-
turaleza de la sociedad 35
3.5.3. Referida a nombres de empresas o dependencias del
Estado 35

4. Cambio de denominación 35

5. Caducidad 36

6. Nombre de la sociedad en comandita por acciones 36

6.1. Denominación 37
6.2. Razón social 37

Normas relativas a nombre de la sociedad 37


Capítulo UI. — EL DOMICILIO DE LA SOCIEDAD 39

1. Concepto. Su importancia 40

2. Polémica aceica del alcance del concepto domicilio social . 40

2.1. Doctrina que distingue los conceptos de domicilio y sede


social 41
2.2. Doctrina que equipara los conceptos de domicilio y sede
social 42
2.3. Doctrina que niega importancia a la diferenciación 43

3. Domicilio legal a los efectos del trámite administrativo 45

4. Cambio de domicilio 45

4.1. Cambio de domicilio de una jurisdicción a otra distinta 46

Normas relativas a domicilio 47

Bibliografía especializada 47

Capítulo IV. — PLAZO DE DURACION 49

1. Fundamento 49
2. Inicio del plazo 50
3. Cómputo 50
4. Plazo de 99 años 51
5. Vencimiento 51
6. Reducción 51
7. Prórroga 52
8. Reactivación 53
Resoluciones relativas a plazo de duración 55

Capítulo V. — EL OBJETO DE LA SOCIEDAD 57

1. Diferencia con el objeto del contrato. Concepto 57

1.1. Objeto y fin social 58

2. Importancia del objeto social. Inter-relación con otros ele-


mentos 58
2.1. Objeto y representación 58
2.2. Objeto y denominación 59
2.3. Objeto y capacidad de la sociedad 59
2.4. Objeto y tipo social 60

3. Requisitos del objeto social 61.

3.1. Licitud 61
3.2. Posibilidad 62

3.3. Precisión y determinación 62


3.3.1. Las actividades de importación y exportación como
casos especiales 63
3.3.2. Objeto principal y objeto accesorio 63
3.3.3. Objeto plural 64

3.4, Cmnercialidad 66

4. Modificación del objeto social 66

4.1. Cambio de objeto 66


4.2. Ampliación o reducción del objeto 67

Normas relativas a objeto 67

Capítulo VI. — CAPITAL 69

1. Concepto 69
2. Patrimonio 70

3. Diferencias entre capital y patrimonio 70


4. Caracteres del capital 71
4.1. Determinación 71
4.2. Unidad 71
4.3. Real 71

5. Intangibilidad 72

6. Clases d..? capital 73

7. Aumento del capital 73


7.1. Aumento al quíntuplo 74
7.2. Aumento a más del quíntuplo 75
7.3. Adecuación del artículo estatutario por aumento a más
del quíntuplo 76

7.4. Integración de los aumentos 77


7.4.1. Aportes de nuevos bienes 77
7.4.2. Capitalización de dividendos 77
7.4.3. Capitalización de reservas 77

8. Aumentos de capital y suscripción 78

9. Reducción de capital 79

Normas relativas a capital 81

Bibliografía especializada 81

Capítulo VII. — APORTES 83

1. Bienes aportables 85

2. Bienes registrables 86

2.1 . Consentimiento del cónyuge 86

2.2. Inscripción preventiva 86

3. El aporte del crédito 87

4. Valuación de los aportes no dinerarios 88


4.1. Valor de plaza 88
4.2. Informe de reparticiones estatales o bancos oficiales 88
4.3. Valuación pericial 89
4.4. Aprobación de la autoridad de contralor 89

5. Valuación superior al aporte 90

6. Valuación inferior al aporte 90


6.1. Integración de la diferencia 90
6.2. Solicitud de reducción del aporte 91

7. Epoca de realización del aporte 91


7.1. Suscripción 91

7.2. Integración 92
7.2.1. Aporte de dinero 92
7.2.2 Aporte de bienes no dinerarios 92
7.2.3. Aporte mixto 93
8. Incumplimiento del aporte 93

9. Garantía de evicción y por vicios redhibitorios 94

Normas relativas a aportes 95

Bibliografía especializada 95

Capítulo VIII. — ACCIONES 97

1. Nociones generales 97

1.1. Título valor 98

1.2. Caracteres 99
1.2.1. Caracteres que presenta como documento 99
1.2.2. Caracteres que presenta corno título valor 99

2. Requisitos de los títulos 100


2.1. Numeración 100
2.2. Valor nominal 101
2.2.1. Igualdad de valor 101
2.2.2. Expresión monetaria 101
2.3. Menciones relativas al contrato social 102
2.4. Mencicnes relativas a los derechos incorporados 102
2.5. Firmas 102
2.5.1. Firma autógrafa 103
2.5.2. Firmas impresas 103

3. Indivisibilidad de las acciones 105

4. Condominio 105

5. Negociabilidad. Restricciones 106

6. Circulación de las acciones 106


6.1. Nominativas 107
6.1.1. Consentimiento del cónyuge 108
6.2. Nominativas endosables 108
6.3. Al portador 109

7. Clases de acciones 109


7.1. Acciones ordinarias 109
7.2. Acciones preferidas 110
7.3. Acciones de voto plural 111
7.4. Acciones de asiento 112
8. Certificados provisionales 112
Resoluciones relativas a acciones 113
Bibliografía especializada , 113

Capítulo IX. — REQUISITOS DE CONSTITUCION DE LAS SO-


CIEDADES POR ACCIONES 115

1. Forma del contrato de sociedad 116


1.1. Constitución por acto único 117
1.2. Constitución por suscripción pública o sucesiva 118
1.3. Resoluciones de los órganos de control. Jurisprudencia 118
1.4. Contenido del instrumento de constitución 120
1.4.1. Estatuto tipo 121

2. Conformidad administrativa de la constitución 123


2.1. Organo competente. Remisión 124

2.2. Requisitos legales para el trámite de constitución 124


2.3. Requisitos fiscales. Remisión 125
2.4. TramP-c administrativo. Procedimiento 125
2.5. Recursos 126
2.5.1. Apelación judicial 126
2.5.2. Recursos administrativos 126

3. Publicidad del contrato constitutivo 127


3.1. Medios de publicidad 127
3.1.1. Inscripción registral 127
3.1.2. Periodística 128
3.2. Efectos de la publicidad 128

Normas relativas a acto constitutivo 128

Normas relativas a estatuto tipo 129

Bibliografía especializada 129

Capítulo X. — ADMINISTRAC ION DE LAS SOCIEDADES POR


ACCIONES 131

1. De las Sociedades Anónimas 132


1.1. E1 Directorio. Definición 133
1.2. Naturaleza jurídica 133
1.3. Condiciones de elegibilidad 134
1.3.1. La persona jurídica como director 135
1.4. Número de directores 136
1.5. Designación de los directores 136
1.5.1. Organos competentes 136
1.5.1.1. Elección por la Asamblea 137
1.5.1.1.1. Sistema de elección común 137
1.5.1.1.2. Sistema de elección por categoría 137
1.5.1.1.2.1. Proporcionalidad 138
1.5.1.1.3. Sistema del voto acumulativo 138

1.6. Duración de los directores en sus funciones 139


1.6.1. Modo de computar el plazo 139
1.7. Garantía que deben prestar los directores 140
1.7.1. Monto 140
1.7.2. Precisión 140
1.7.3. Contenida de la garantía 141
1.7.3.1. Garantías reales 141
1.7.3.2. Garantías personales 141
1.7.3.2.1. La fianza 141
1.7.3.2.2. Seguro de fidelidad 141
1.7.3.2.3. Inhibición voluntaria 142
1.7.3.2.4. Aval 142

1.8. Aceptación del cargo 142


1.9. Funcionamiento del Directorio. Reuniones 143
1.9.1. Periodicidad 143
1.9.2. Lugar de reunión 143
1.9.2.1. En la jurisdicción del domicilio social 144
1.9.2.2. Fuera de la jurisdicción del domicilio social 144
1.9.2.3. En el extranjero 144
1.9.3. Participantes 145
1.9.4. Quórum 145
1.9.5. Resoluciones. Mayorías 146
1.9.6. Libro de actas 146
1.10. Remuneración de los directores 146
1.10.1. Objeto de la remuneración 146
1.10.2. Limites de la remuneración 147
L10.3. Tareas remuneradas. Alcance del concepto 148
1.10.4. Imputación contable 149

1.11. Cesación de los directores 149


1.11.1. Remoción 149
1.11.1.1. Excepción al principio de remoción por la asamblea
ordinaria 151
1.11.1.2. Remoción de los directores elegidos por el sistema
de voto acumulativo. Remisión 151
1.11.2. Renuncia 151
1.11.3. Intervención judicial 152
1.12. Reemplazo de los directores 152

2. De las Sociedades en Comandita por Acciones 152


2.1. Número de directores. Organización 153
2.2. Duración en sus cargos 155
2.3. Cesación de los administradores 155
2.3.1. Remoción 155
2.3.2. Renuncia 155
2.4. Vacancia 156

Resoluciones relativas a órgano de administración 156

Bibliografía especializada 156

Capítulo XI. — REPRESENTACION DE LA SOCIEDAD 159

1. De las Sociedades Anónimas 159


1.1. Alcance de la representación 160
1.2. Organo de representación legal 160
1.3. Representación voluntaria 162
1.4. Efectos de la inscripción y publicación de las designacio-
nes de los directores 163

2. De las Sociedades en Comandita por Acciones 164

Capítulo XII. — SISTEMA DE ELECCION DE DIRECTORES


POR VOTO ACUMULATIVO 165

1. Interpretación del artículo 263 de la Ley de Sociedades 165

2. Inderogabilidad del sistema por tía estatutaria 167

3, Reglamentación 167
3.1. Número mínimo de votos para el ejercicio 168
3.2. Ejercicio por una clase determinada de acciones 168
3.3. Disminución o aumento del número de directores 168
3.4. Renovaciones parciales 169
4. Requisitos formales para el ejercicio 170

5. Funcionamiento del sistema 170

6. Remoción de los directores elegidos por el voto acumulativo 172

Resoluciones relativas a voto acumulativo 173

Bibliografía especializada 173

Capítulo XIII. — LA ASAMBLEA 175

1. De la Sociedad Anónima 176


1.1. Definición y clasificación 176
1.2. Competencia 177
1.2.1. Asamblea General Ordinaria 177
1.2.2. Asamblea General Extraordinaria 178
1.2.3. Asambleas Especiales 179
1.2.4. Asambleas Unánimes 179
1.3. Oportunidad de la realización 179
1.4. Convocatoria 180
1.4.1. Organos competentes 180
1.4.2. Publicación 180
1.4.2.1. Contenido 181
1.4.3. Asamblea en segunda convocatoria 182
1.3. Derecho de información 182
1.6. Acreditación del carácter de accionista 183
1.7. Libro de asistencia a la asamblea 184
1.8. Funcionamiento 184
1.8.1. Participantes 184
1.8.1.1. Los socios 184
1.8.1.2. Sus representantes 184
1.8.1.3. Directores, síndicos y gerentes 185
1.8.1.4. Asesores 185
1.8.1.5. Titulares de bonos de goce 185
1.8.1.6. Fiduciarios de los tenedores de debentures 185
1.8.1.7. Veedores 185
1.8.2. Presidencia 186
1.8.3. Quórum 186
1.8.3.1. Asamblea General Ordinaria 187
1.8.3.2. Asamblea General Extraordinaria 188
1.8.3.2.1. Supuestos especiales 188
1.8.3.3. Asambleas Especiales. Remisión 188
1.8.3.4. Asambleas Unánimes. Remisión 189
1.8.3.5. Asambleas simultáneas. Remisión 189
1.8.4. Deliberación 189
1.8.4.1. Temario a tratar 189
1.8.4.2. Discusiones. Derecho a voz y derecho de información 189
1.8.4.2.1. Normas aplicables al debate 190
1.8.5. Adopción de resoluciones 191
1.8.5.1. Derecho a voto 191
1.8.5.1.1. Titulares 191
1.8.5.2. Resolución asamblearia 191
1.8.5.2.1 . Naturaleza jurídica 191
1.8.5.2.2. Mayorías requeridas 192
1.8.5.2,2.1. Asamblea General Ordinaria 192
1.8.5,2.2.2. Asamblea General Extraordinaria 193
1.8.5.2.2.2.1. Supuestos especiales 193
1.8.5.2.2.3. Asambleas Especiales. Remisión 193
1.8.5.2.2.4. Asambleas Unánimes. Remisión 193
1.8.5.2,2.5. Asambleas simultáneas. Remisión 193
1.8.5.3. Abstenciones en la votación. Cómputo 193
1.8.5.4. Régimen de nulidades 194
1.8.6. Proc1amación pública 194
1.8.7. Acta de asamblea 195
1.8.7.1. Firma 195
1.8.7.2. Copias 195
1.9. Asambleas Especiales, Unánimes y simultáneas 196
1.9.1. Asambleas Especiales 196
1.9.2. Asamblea Unánime 197
1.9.2.1 . Convocatoria 197
1.9.2,2. Citación de directores, síndicos y gerentes generales 198
1.9.2.3. Orden del día 199
1.9.2.4. Competencia. Remisión 199
1.9.3. Asambleas simultáneas 199
1.9.3.1. Convocatoria 200
1.9.3.2. Quórum y mayorías 200
1.10. Impugnación de nulidad de las decisiones asamblearias 200
1.10.1. Titulares de la acción 200
1.10.2. Sujeto pasivo de la acción 201
1.10.3. Suspensión preventiva de la decisión 201
1.10.4. Extinción de la acción 202
1.10.5. Plazo para ejercerla 202
2. De la Sociedad en Comandita por Acciones 202
2.1. Peculiaridades del tipo 203
2.1.1. Participantes 203
2.1.2. Limitaciones al derecho de voto 203
2.1.3. Mayoría especial 203

Normas relativas a Asamblea 204

Bibliografía especializada 204

Capítulo XIV. — FISCALIZACION DE LAS SOCIEDADES POR


ACCIONES. FISCALIZACION INTERNA O PRIVADA .... 205

1. La Sindicatura 206

1.1. Número de síndicos 206

1.2. Requisitos para ser síndico 207


1.2 . 1 . Título 207
1.2.2. Domicilio 208
1.3. Incompatibilidades e inhabilidades 208

1.4, Designación 209


1.4.1. Otros sistemas de elección. Remisión 209
1.4.2. Síndico suplente 210

1.5. Duración en sus funciones 210

1.6. Remuneración 210

1.7. Cesación 210


1.7.1. Remoción 211
1.7.2. Renuncia 211
1.7.3. Inhabilidad o incompatibilidad sobreviniente 211
1.8. Reemplazo 211
1.9. Atribuciones y deberes de la sindicatura . 212
1.10. Síndico suplente 21'3
1.11. Comisión Fiscalizadora 213
1.11.1. Reemplazo de sus miembros 214

2. El Consejo de Vigilancia 214


2.1. Concepto 215
2.2. Organización 215
2.2.1. Número de miembros 215
2.2.2. Requisitos 216
2.2.3. Normas aplicables 216
2.2.4. Formación de la voluntad del órgano 216
2.3. Atribuciones y deberes 217
2.3.1. Elección de directores 218
2.3.2. Atribuciones complementarias 218
2.4. Consejo de Vigilancia y Sindicatura 218

Normas relativas a fiscalización privada 219

Bibliografía especializada 219

Capítulo XV. — FISCALIZACION DE LAS SOCIEDADES POR


ACCIONES. FISCALIZACION ESTATAL 221

1. Sociedades sometidas a control permanente 222


1.1. Alcance de la fiscalización permanente 224

2. Fiscalización Estatal limitada 225

3. Documentación requerida por los Organos de Control 225

3.1. Documentación requerida para su agregación a los legajos


respectivos 226
3.2. Documentación requerida para los trámites 226
3.2.1. Conformidad del acto constitutivo. Remisión 226
3.2.2. Modificación del contrato constitutivo. Remisión 227
3.2.3. Variaciones de capital 227

4. Otras facultades de la I.G.P.J. 228


4.1. Realización de investigaciones e inspecciones 228
4.2. Facultades vinculadas a las asambleas sociales 228
4.2.1. Veedores 228
4,2.2. Convocación de asambleas 229
4.2.3. Incorporación de temas al Orden del Día 229
4.3. Autorización para la emisión de títulos accionarios 230

4.4. Aprobación de contratos de fideicomiso 230

4.5. Declaración de irregularidad 230


4.6. Aplicación de sanciones 231
5. Recursos 232

Bibliografía especializada 232

Leyes de creación y decretos reglamentarios de los órganos de con-


trol de Capital Federal y Provincias 233

Capítulo XVI. — MODIFICACIONES DEL ACTO CONSTITU-


TIVO 235

1. Organo competente 235

2. Conformidad administrativa 236


2.1. Requisitos de la convocatoria 236
2.2. Forma de la modificación 237
2.3. Otros requisitos. Remisión 239

3. Inscripción registral 239

Normas relativas a modificaciones del acto constitutivo 239

Capítulo XVII. — TRANSFORMACION. FUS1ON. ESCISION 241

TRANSFORMACION

1. Generalidades 242

2. Concepto 243
2.1. Sociedades irregulares y de hecho 244
2.2. Sociedades en liquidación 245
2.3. Sociedades cooperativas 246

3. Efectos 246
3.1. En cuanto a la sociedad 246
3.1.1. Modificación del contrato 246
3.1.2. Mantenimiento de la personalidad jurídica 246
3.2. En cuanto a los socios 246
3.2.1. Responsabilidad 246
3.2.2. Derecho de separarse de la sociedad 247
3.3. En cuanto a los terceros 248

4. Procedimiento 249
4.1. Acuerdo de los socios 249
4.2. Consentimiento de los cónyuges 249
4.3. Balance especial 250
4.4. Publicidad 250
4.5. Otorgamiento del acto que instrumente la transformación 251
4.5.1. Otorgantes 251
4.5.2. Contenido 251
4.6. Inscripción 252
4.6.1. En el Registro Público de Comercio 252
4.6.2. En otros registros 252

5. Revisión 252

FUSION

6. Generalidades 253

7. Concepto 253

8. Clases 254
8.1. Fusión 254
8.2. Incorporación 254

9. Efectos 254
9.1. En cuanto a las sociedades participantes 254
9.1.1. Modificación de los contratos 254
9.1.2. Unificación patrimonial 254
9.2. Respecto de los socios 255
9.2.1. Derecho a participar en la nueva sociedad o en la in-
corporante 255
9.2.2. Derecho de separarse de la sociedad 255

9.3. Respecto de los acreedores 255

10. Procedimiento 256


10.1. Compromiso de fusión 256

10.2. Consentimiento de los cónyuges 257

10.3. Balance de fusión 257

10.4. Publicidad 258


10.5. Acuerdo definitivo 2.58
10.5.1. Partes 258
10.5.2. Forma 258
10.5.3. Contenido 259
10.6. Conformidad administrativa 259
10.7. Inscripción 259

1L Cumplimiento del acuerdo 260


11.1 . Administración y representación 260
11.2. Participación de los socios de las sociedades disueltas en
la nueva sociedad o en la incorporante 260
12. Extinción 261.
12.1. Revocación 261
12.2. Rescisión 261

ESCISION

13. Concepto 261

14. Modalidades 262


14.1. Escisión incorporación 262
14.2. Escisión fusión 262
14.3. Escisión constitución 262

15. Efectos 263


15.1. En cuanto a la sociedad 263
15.1.1. Decisión de la sociedad 263
15.1.2. Disminución patrimonial 263
15.1.3. Reducción de capital 263
15.1.4 . Disolución 264
15.2. En cuanto a los socios 264
15.2.1. Derecho a participar en la nueva sociedad o en la
ineorporante 264
15.2.2. Derecho a separarse de la sociedad 264
15.3. En cuanto a los terceros 264

16. Procedimiento 264


16.1. Escisión incorporación y escisión fusión 264
16.2. Escisión constitución 265
Normas relativas a transformación, fusión y escisión 266

Capítulo XVIII. — REQUISITOS FISCALES 267

1. Provincia de Santa Fe 268


1.1. Impuestos de Sellos 268
1.1.1. Actos gravados 268
1.1.2. Monto cicl impuesto 268
1.1.3. Plazo para el pago 268
1.1.4. Modos de acreditar el pago 269
1.1.5. Exenciones 270
1.2 . Tasa de actuación administrativa 270

1.3 . Tasa anual de inspección 270

2. Capital Federal 271

2.1. Impuesto de sellos 271

2.1.1. Actos gravados 271

2.1.2. Base imponible 271

2.1.3. Plazo de pago 271

2.1.4 . Monto del impuesto 272

2.2. Otros requisitos fiscales 272

3. Pwvincia de Buenos Aires 272
3.1. Impuestos de sellos 272
3.1.1 . Actos gravados 272
3.1.2 . Base imponible 273
3.1.3 . Plazo de pago 273
3.1.4. Monto del impuesto 273
3.2. Otros requisitos fiscales 273

4. Provincia de Mendoza 273

4.1 Impuesto de sellos 273


4.1.1. Actos gravados 273
4.1.2 Base imponible 274
4.1.3. Plazo de pago 274
4.1.4. Monto del impuesto 274
4.2. Otros requisitos fiscales 274

5. Proc inda di Entre Ríos 274

5.1. Impuesto do sellos 274


5.1.1. Actos gravados 274
5.1.2. Base imponible 275
5.1.3. Plazo de pago 275
5.1.9 . Monto del impuesto 275
5.2. Otros requisitos fiscales 275

6. Provincia de Córdoba 276

6.1. Impuesto de sellos 276


6.1.1 . Actos gravados 276
6.1.2. Base imponible 276
6.1.3. Plazo de pago 276
6.1.4. Monto del impuesto 276
6.2. Otros requisitos fiscales 276

7. Provincia de Corrientes 277

7.1. Impuesto de sellos 277


7.1.1. Actos gravados 277
7.1.2. Base imponible 277
7.1.3. Plazo de pago 277
7,1.4. Monto del impuesto 277
7.2. Otros requisitos fiscales 277
8. Provincia del Chaco 278
8.1. Impuesto de sellos 278
8.1.1. Actos gravados 278
8.1.2. Base imponible 278
8.1.3. Plazo de pago 278
8.1.4. Monto del impuesto 278
8.2. Otros requisitos fiscales 278

Capítulo XIX. — DOCUMENTACION Y CONTABILIDAD 279

1. Libros obligatorios 279


2. Método de contabilidad 280
3. Periodicidad 280
4. Estados contables 281
5. Utilización de medios mecánicos 283

Normas relativas a documentación y contabilidad 288

Bibliografía especializada 288

Capítulo XX. — ACTUALIZACION CONTABLE 289

1. Antecedentes de leyes generales de revalúo 294

2. Los revahlos técnicos 294

3. La ley 19.742 296


3.1. Sujetos 297
3.2. Coeficientes de actualización 299
3.3. Bienes susceptibles de actualización 300
3.3.1. Inmuebles 300
3.3.1.1. Excepciones 301

3.3.2. Bienes amortizables 301


3.3.3. Obras civiles o industriales en ejecución 301
3.3.4. Plantaciones, Yacimientos. Canteras. Minas 302
3.3.5. Hacienda hembra destinada a procreo 303
3.3.6. Activos y pasivos en moneda extranjera 303

4. Procedimiento de actualización 304


4.1. Requisitos que deben cumplir los bienes que pueden
actualizarse 304

4.2. Determinación del valor de origen 304


4.2.1. Bienes adquiridos en moneda extranjera 305
4.2.2. Entidades o fondos de comercio reorganizados 305
4.2.3. Casos especiales 306

4.3. Determinación del valor residual 307


4.3.1. Inmuebles 307
4.3.2. Bienes amortizables 307
4.3.3. Yacimientos, minas, canteras, plantaciones 307
4.4. Coeficiente de actualización. Valor residual actualizado 308
4.5. Determinación del saldo de actualización contable 308
4.5.1. Destino del saldo por actualización contable 309
4.6. Aprobación por la asamblea 311
4.7. Comunicación a la autoridad de contralor 311
4.8. Registración contable 312

5. Responsabilidades y penalidades por incumplimiento de la ley 312


Normas relativas a actualización contable 313

Capítulo XXI. — ESTADOS CONTABLES 315

1. El balance general o estado de situación patrimonial 316

1.1. Importancia y funciones jurídicas del balance 317

1.2. Principios que rigen la confección de estados contables 319


1.2.1. Principio de uniformidad 319
1.2.2. Principio de veracidad 319
1.2.3. Principio de sinceridad 319
1.2.4. Principio de claridad 319
1.2.5. Principio de continuidad 320

1.3. La posición de los organismos profesionales 320


1.4. Los principios de contabilidad generalmente aceptados 323
1.4.1. Postulado básico 324
1.4.2. Principios generales 324
1.4.2.1. Ente 324
1.4.2.2. Bienes económicos 325
1.4.2.3. Moneda de cuenta 325
1.4.2.4. Empresa en marcha 326
1.4.2.5. Valuación al costo 326
1.4.2.6. Ejercicio 326
1.4.2.7. Devengado 327
1.4.2.8. Objetividad 327
1.4.2.9. Realización 327
1.4.2.10. Prudencia 327
1.4.2.11. Uniformidad 327
1.4.2.12. Materialidad 328
1.4.2.13. Exposición 328

2. Modelo de presentación de estados contables 328

2.1. Alcance del modelo 330


2.2. Flexibilidad de su aplicación 330
2.3. Sistemas de contabilización 330
2.4. Criterio' de valuación 331
2.5. Estados contables básicos 331
2.6. Información complementaria (anexos y notas) 332
2.7. Información referida a la identificación del ente 333
2.8. Conceptos 333
2.8.1. Activo. Pasivo. Patrimonio neto 333
2.8.2. Balance general o estado de situación patrimonial. Es-
tado de resultados 333
2.8.3. Estado de resultados acumulados. Estado de evolución
del patrimonio neto 334
2.8.4. Estado de origen y aplicación de fondos (Estado de
origen y aplicación del capital de trabajo) 334
2.8.5. Activos y pasivos corrientes. Activos y pasivos no co-
rrientes 334
2.9. Exposición de estados básicos 334
2.9.1. Balance general 334
2.9.1.1. Presentación del estado 334
2.9.1.2. Clasificación de sus componentes 335
2.9.1.3. Clasificación de los rubros en corrientes y no co-
rrientes. Ordenamiento de rubros 335
2.9.2. Estado de resultados 336
2.9.3. Estado de resultados acumulados (estado de evolución
del patrimonio neto) 337
2.9.4. Estado de origen y aplicación de fondos 337
2.10. Notas a los estados contables 338
2.11. Anexos a los estados contables 339
2.11.1. Anexo I - Inversiones 340
2.11.2. Anexo II - Bienes de uso 340
2.11.3. Anexo HL - Activos intangibles 341
2.11.4. Anexo IV - Previsiones 341
2.11.5. Anexo V - Activos y pasivo en moneda extranjera 341
2.11.6. Anexo VI - Costo de mercaderías (o servicios) ven-
didos 342
2.11.7. Anexo VII - Información requerida por el artículo 64,
inc. b, ley 19.550 342
Bibliografía general 343
Abreviaturas más usuales 344
SE TERMINO DE IMPRIMIR
EL DIA 19 DE MARZO DE 1980
EN LA IMPRENTA DE LA
UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL
SANTA FE - REP. ARGENTINA
PROLOGO

Aunque los temas referidos a sociedades por acciones han


sido abundantemente explorados y profundamente analizados
por la doctrina, entendimos que aún existía una necesidad por
parte de los profesionales que actúan en esta área y ese ha
sido el motivo que nos indujo a la elaboración de este libro.
En el ámbito de estas sociedades cuenta no sólo el cono-
cimiento y análisis de la ley que las regula, sino también de
las resoluciones de carácter administrativo que, interpretando
las normas generales que aquélla formula, disponen exigen-
cias concretas que deben cumplirse. Como tales resoluciones
son dictadas por las autoridades de contralor, y éstas son lo-
cales, estimamos conveniente recopilar en primer lugar las
leyes y decretos que las organizan en las distintas jurisdiccio-
nes, y en segundo término sistematizar las resoluciones por
ellas dictadas para ofrecerlas de un modo ordenado.
Si a eso agregamos que los criterios interpretativos en las
diferentes jurisdicciones no son siempre coincidentes (tal el
caso del voto acumulativo) y que a veces su vigencia es limi-
tada en el tiempo al variarse los criterios de aplicación (caso
del objeto social en el ámbito de Capital Federal), pretendemos
que esa recopilación permita al lector una información com-
pleta de los diversos tópicos en su estado actual.
Concretamente es nuestra intención brindar a los profe-
sionales una obra de profundo sentido práctico que oriente
la solución de los diversos problemas que se plantean en las
distintas situaciones, sin dejar de lado, por cierto, los funda-
mentos doctrinarios que le dan sustento.
La labor ha sido posible concretarla trabajando en equi-
po y su fruto lo ofrecemos al juicio de los lectores.

Los AUTORES

Capítulo I. — LAS PARTES 9

1. Personas de existencia risible. Capacidad

1.1. Menores autorizados para el ejercicio del comercio 10

1.2. Menores emancipados 11


1.2.1. Emancipados por matrimonio 11
1.2.2. Emancipados por habilitación de edad 14

1.3. Menores sujetos a tutela e incapaces sujetos a curatela 15

1.4. Menores. Indivisión forzosa 16

1.5. Menores sujetos a patria potestad 17

1.6. Inhabilitados por embriaguez, uso de estupefacientes, dis-


minución de sus facultades mentales o por prodigalidad 17

1.7. Sociedad entre esposos 17

1.8, Incompatibilidades 19
1.8.1. Los clérigos 19
1.8.2. Los magistrados 19
1.8.3. Los corredores 20
1.8.4. Los martilleros 20
1.8.5. Los escribanos 21
1.8,6. Los fallidos no rehabilitados 21

1.9. Comparecencia por poder 21

2. Personas jurídicas 21
2.1. Personas jurídicas de carácter público 22
2.2. Personas jurídicas de carácter privado 22
2.2.1. Asociaciones civiles y fundaciones 23
2.2.2. Sociedades civiles 24
2.2.3. Sociedades comerciales 24
2.2.3.1. Sociedad constituida en el extranjero 25
2.2.4. Entidades cooperativas 26

2.3. Comparecencia al acto 27


Capítulo

LAS PARTES
Summuo: 1. Personas de existencia visible. Capacidad. 1.1. Menores
autorizados para el ejercicio del comercio. 1.2. Menores emanci-
pados. 1.2.1. Emancipados por matrimonio. 1.2.2. Emancipados
por habilitación de edad. 1.3. Menores sujetos a tutela e incapaces
sujetos a curatela. 1.4. Menores. Indivisión forzosa. 1.5. Menores
sujetos a patria potestad. 1.6. Inhabilitados por embriaguez, uso de
estupefacientes, disminución de sus facultades mentales o por prodi-
galidad. 1.7. Sociedad entre esposos. 1.8. Incompatibilidades.
1.8.1. Los clérigos. 1.8.2. Los magistrados. 1.8.3. Los corredores.
1.8.4. Los martilleros. 1.8.5. Los escribanos. 1.8.6. Los fallidos no
rehabilitados. 1.9. Comparecencia por poder. 2. Personas jurídicas.
2.1. Personas jurídicas de carácter público. 2.2. Personas jurídicas
de carácter privado. 2.2.1. Asociaciones civiles y fundaciones.
2.2.2. Sociedades civiles. 2.2.3. Sociedades comerciales. 2.2.3.1.
Sociedad constituida en el extranjero. 2.2.4. Entidades cooperativas.
2.3. Comparecencia al acto.

Pueden ser partes en la constitución de una socie-


dad por acciones, tanto las personas de existencia visi-
ble como las personas jurídicas o ideales (es la termi-
nología adoptada por el Código Civil en los artículos 31,
32, 33 y 51), planteando cada una de ellas problemas di-
ferentes que nos proponemos analizar.

I. PERSONAS DE EXISTENCIA VISIBLE. CAPACIDAD


Si bien el estudio de la capacidad corresponde a la
teoría general, es adecuado referirnos a las particula-
ridades que presenta en esta materia, aunque ello sig-
nifique una reiteración de aquellos principios generales.
Como la Ley de Sociedades N9 19.550 integra el Có-
digo de Comercio (art. 367) resulta que el negocio cons-
10

titutivo de una sociedad es un acto de comercio (en vir-


tud de lo dispuesto en el inciso 11 del art. 8 del mismo)
por lo tanto, para participar en su celebración será ne-
cesario, en principio, gozar de la capacidad exigida pa-
ra la realización de tales actos, la que según el artículo
9 les corresponde a las personas que de acuerdo a la
ley civil tienen la libre administración de sus bienes.
Sin embargo, como esa capacidad es para adquirir
la calidad de comerciante pero no la necesaria para rea-
lizar actos aislados de comercio, y la celebración de
sociedad es un acto aislado que no hace adquirir tal
calidad a quienes participan, bastará contar con la li-
bre administración de bienes para la realización de ese
acto aislado.
Las personas de existencia visible, llamadas tam-
bién físicas, tienen reconocida amplia capacidad para
adquirir derechos y contraer obligaciones, con las res-
tricciones que la propia ley impone (art. 52 Cód. Civ.)
y que son : los menores de 21 años (art. 126 y 128 pri-
mera parte del (1ód. Civ.); los dementes declarados ju-
dicialmente (art. 54 inc. 3, 140 y 141 Cód. Civ.) ; los in-
habilitados por embriaguez, uso de estupefacientes, dis-
minución de sus facultades mentales o prodigalidad
(art. 152 bis Cód. Civ.), y los penados a reclusión o pri-
sión por más de tres años, en cuanto están privados
de la administración de los bienes y su disposición por
acto entre vivos (art. 12 Cód. Penal).
Estos incapaces denominados de hecho en cuanto
su concepto importa una falta de aptitud para el ejer-
cicio de derechos, pero no para ser titulares, admiten
excepciones a las que nos vamos a referir.

1 .1. Menores autorizados para el ejercicio del comercio.


Los menores de 21 años pero mayores de 18, pue-
den ser autorizados para ejercer el comercio cumplien-
11

do con las exigencias establecidas en el artículo II


del Código de Comercio. En tal caso, son considera-
dos mayores para realizar todos los actos de comercio
y por lo tanto para constituir sociedades en general y
por acciones en particular, aspectos éstos que no susci-
tan ninguna dificultad.

1.9. 3Icnores emancipados.


Los menores emancipados plantean algunas parti-
cularidades necesarias de, puntualizar. En nuestro ré-
gimen legal la emancipación puede producirse por ma-
trimonio (art. 131 primer párrafo del Cód. Civil) o por
habilitación de edad (tercer párrafo del artículo citado).
1.2.1. Emancipados por matrimonzo: Ha sido una
cuestión largamente debatida la de si los menores eman-
eipados por matrimonio estaban equiparados a los me-
nores autorizados para el ejercicio del comercio. Sobre
el particular se habían expuesto dos corrientes inter-
pretativas: la primera de ellas entendía que el eman-
cipado por matrimonio podía, por ese solo hecho, ejer-
cer el comercio (); en cambio la segunda corriente sos-
tenía que la expresión emancipado contenida en el ar-
tículo 10 del Código do Comercio, estaba empleada co-
mo sinónimo de autorizado, dado que el artículo siguien-
te usa ambos vocablos en tal sentido (2).
Luego de la modificación introducida al Código Ci-
vil por la ley i7.711, corrientes siguen vigen-

) ODABRIO, Manuel, El Código de Comercio Argentino, Concordado


y Comentado, T. I, N9 2526; SIBURU, Juan B., Comentario del Código de
Comercio Argentino, T. II, NQ 327; FERNÁNDEZ, Raynnundo L. Código
,

de Comercio de la República Argentina Comentado, T. I, p. 63; FONTA-


XARROSA, ROdO/f0 O., Derecho Comercial Argentino, T. I, p. .223; SA TA-
NOWSKY, Marcos, Tratado de Derecho Comercial, T. I, p. 218.
(2) MALAGAIIRIGA, Carlos C., Tratado Elemental de Derecho Comer-
cial, T. I, p. 99; CASTILLO, Ramón S., Curso de Derecho Comercial, T. II,
NQ 218; RIVATIOLA, Mario, Tratado de Derecho Comercial Argentino, T. II,
p. 65; GARO, Francisco J., Derecho Comercial. Parte General, N0 136.
12

tes, aunque se ha producido alguna variación en los ar-


gumentos. Así por un lado se sostiene que si bien el ar-
tículo 128, en su primera parte, dispone la cesación
de la incapacidad de los menores por la emancipación
y que el artículo 135, también en su primera parte, les
otorga capacidad para administrar y disponer de sus
bienes, tal capacidad no es plena puesto que está res-
tringida por las prohibiciones contenidas en los artícu-
los 134, 135 y 1.160 (artículo que no ha sido derogado),
y que si bien algunas de ellas pueden superarse con la
autorización judicial o la del otro cónyuge en caso de
ser mayor, las del 134 —entre las que se encuentra la
prohibición de afianzar— son insuperables, deducién-
dose de ello que esta capacidad no es la exigida por el
artículo 9 del Código de Comercio (3) ; se agrega tam-
bién que el artículo 133 los capacita sólo para los actos
de la vida civil y no los de la comercial (4), concluyén-
dose de ello que el solo hecho del matrimonio no los ha-
bilita para el ejercicio del comercio, debiendo en opi-
nión del primero de los autores citados, otorgarse auto-
rización judicial para que puedan hacerlo.
En cambio para otros, si bien no deberían encon-
trarse en situación de ejercer el comercio porque su
capacidad no es total, las restricciones que soporta, en
principio no afectan tal ejercicio, salvo la prohibición
de afianzar; pero para armonizar los dos códigos y
en virtud de lo que expresa el artículo 135 del Código
Civil, debe juzgárselos habilitados para el ejercicio del
comercio teniendo 18 años (5).
Dentro de esta corriente también se sostiene que,
afectando todos sus bienes y con las autorizaciones del
( ) FONTANARROSA, Rodolfo, ob. cit., T. I, p. 285.
(4) RicuAao, Efrain Hugo, Notas en torno de la capacidad de los me-
nores de edad y en especiar en cuanto a su actividad comercial, R.D.C.O.,
año 1969, p. 409.
( 5 ) HALPERÍN, Isaac, Curso de Derecho Comercial, vol. I, p. 54.
13

artículo 135, en su caso pueden ejercer el comercio ya


que para ellos no rige lo dispuesto en el artículo 131,
cuarta parte, del Código Civil (6).
Si bien el primero de los criterios expuestos for-
mula una interpretación coherente y sólidamente esla-
bonada (cuyo mejor desarrollo lo encontramos en Fon-
tanarrosa), debemos tener en cuenta que el menor
emancipado tiene la libre administración y disposición
de sus bienes, con excepción de los recibidos a título
gratuito, y por lo tanto tiene capacidad para realizar
actos aislados de comercio (y la sociedad lo es) siem-
pre que no se encuentre alcanzado por alguna de las
otras restricciones. En tal sentido entendemos que no
pueden ser parte en la constitución de una sociedad
por acciones por el procedimiento de acto único, debido
a la responsabilidad ilimitada y solidaria por las obliga-
ciones sociales que la ley 19.550 en sus artículos 183 y
184 adjudica a los fundadores (artículo 166, ley 19.550).
Como esa responsabilidad produce los mismos efectos
que la fianza, encuadra en la prohibición que para ellos
establece el artículo 134 del Código Civil, motivo por
el cual sostenemos esa afirmación.
En cambio sí podría ser suscriptor en la constitu-
ción de una sociedad por acciones por el procedimiento
de suscripción pública, dado que en este caso no existe
esa responsabilidad (art. 182 ley 19.550).
La Inspección General de Personas Jurídicas de
Capital Federal ha sostenido el criterio contrario, ad-
mitiendo la constitución de una Sociedad Anónima en
la que participaba una menor casada, por considerar
que los artículos 134 y 135 no alcanzan al acto y no
ser necesario cumplir con los artículos 11 y 12 del Có-
digo de Comercio, porque la constitución de la socie-
(6) CkmARA, Héctor, La Ley 17.711 y algunas de sus proyecciones so-
bre el Código de Comercio, R.D.C.O., año 1968, p. 395.
14

dad no importa al ejercicio de actos naturales de co-


mercio (6').
1.2.2. Emancipados por habilitación de edad: Al
igual que en el caso anterior, dos posturas se han enun-
ciado sobre su capacidad. Una de ellas sostiene que
estos menores gozan de una capacidad plena, que los
diferencia de los emancipados por matrimonio ('), cu-
yo fundamento reside en que la habilitación se les otor-
ga en consideración a sus aptitudes y madurez para el
manejo de sus bienes, lo que no ocurre con los eman-
cipados por matrimonio.
Por otra parte, según esta tesis, a éstos no los al-
canzan las prohibiciones de los artículos 134 y 135 del
Código Civil porque el artículo 131 de dicho Código ad-
judica las limitaciones del 1.34 sólo a los emancipados
por matrimonio y, además, el artículo 133 declara apli-
cables los artículos 134 y 135 a los emancipados por
matrimonio y no a los habilitados por edad.
La otra, considera que ambos menores están suje-
tos a las mismas prohibiciones, pese a las dudas que
pueden suscitar los textos legales. Se funda en que la
institución de la emancipación es una sola, de acuerdo
a lo que dispone el artículo 128 del Código Civil en su
primera parte, aunque los medios para lograrlo sean
dos, el matrimonio y la habilitación; tan es así que uni-
tariamente están legisladas en el mismo artículo 131 del
Código Civil.
Por otra parte los artículos 134 y 135 se refieren
genéricamente a los emancipados sin hacer distinción
al modo cómo se obtiene la emancipación, de lo que re-
sulta su aplicación a ambos (8).

() Información Empresaria, N9 47, ario 1972, p. 7.


(7) RICHARD, Efraín Hugo, ob. cit., R.D.C.O., ario 1969, p.409.
(8) CLARDI, José Octavio, Las Reformas Civiles Anotadas, E.D., T. 59,
P. 7.
15

Entendemos que el criterio expuesto en segundo


término es el adecuado, porque siendo única la institu-
ción no pueden adjudicársele tan disímiles efectos se-
gún sea el modo de obtenerla, a punto tal que el habi-
litado tendría (según la primera tesis) capacidad ple-
na equiparada al mayor de edad, no obstante que está
sujeto a la revocación.
Ahora bien, para el ejercicio del comercio por parte
del habilitado (según el cuarto párrafo del artículo 131
del Código Civil) deberá cumplirse con las disposiciones
del Código de Comercio.
También esta disposición origina controversia en
cuanto a los requisitos a cumplir.
Hay quienes piensan (') que son los dos exigidos
por el artículo 11., ya que estos menores no tienen ca-
pacidad total; en consecuencia y dado que ha cesado
la patria potestad, la autorización exigida por el inciso
1Q deberá otorgarla el Juez, la que luego de inscripta
y publicada los reputará mayores para el ejercicio del
comercio.
En cambio para quienes consideran que estos meno-
res en virtud de la emancipación adquieren una capaci-
dad total o plena, solamente deben cumplir con las exi-
gencias del segundo inciso del artículo citado, es decir la
inscripción y publicación de la emancipación (10).

1.3. Menores sujetos a tutela e i.ncavaces sujetos a


curatela.
Los tutores y curadores de menores e incapaces no
pueden ser parte del contrato constitutivo de sociedad;
puesto que las disposiciones de los artículos 444 a 447
y 443 inc. 12 del Código Civil referidas a los menores
( 9 ) FONTANARROSA, Rodolfo, ob. cit., T. I, ps. 283, 285.
(la) CÁMARA, Héctor, ob. cit., R.D.C.O., T. I, p. 395; HALPERÍN, Isaac,
ob. vol. I, p. 156.
16

y aplicables también a los otros incapaces por el ar-


tículo 475 del mismo Código, limitan la participación de
los mismos en sociedades cuando la hubieren recibido
por herencia y sujeta a la autorización judicial, requi-
sito éste no exigible cuando se trata de sociedades anó-
nimas o en comandita por acciones.
De ese modo, las facultades del representante legal
están limitadas a la continuación de la participación
social pero no a la iniciación, aunque sí pueden incorpo-
rarse como socios luego de constituidas y mediante el
mecanismo descripto.

1.4. Menores. Indivisión forzosa.


Un caso particular de participación de menores en
la constitución de sociedades en general, es el contem-
plado en el artículo 28 de la ley 19.550, referido a los
supuestos previstos en los artículos 51 y 53 de la ley
14.394.
El primero de ellos trata la facultad acordada
a toda persona de imponer a sus herederos la indivi-
sión de un establecimiento comercial, industrial, agrí-
cola, ganadero, minero o de cualquier otra naturaleza
cuando constituye una unidad económica (artículo 51).
El segundo consiste en la potestad acordada al
cónyuge supérstite a oponerse a la división de un esta-
blecimiento de la índole mencionada en el supuesto pre-
cedente, cuando existiere en el acervo hereditario y él
lo hubiere adquirido o formado en todo o en parte (ar-
tículo 53).
En cualquiera de ambos casos debe organizarse el
condominio bajo forma de sociedad y cuando existieren
herederos menores, la sociedad debe ser de tal tipo que
ellos asuman responsabilidad limitada, contrato que de-
be ser aprobado por el juez de la sucesión.
17

1 . 5. Menores sujetas a patria potestad.


Se sostiene que los padres pueden, en representa-
ción de sus hijos menores, celebrar contrato de socie-
dad, ya que el artículo 274 del Código Civil los facillta
para celebrar en su nombre cualquier contrato, siem-
pre que se encuentre en los límites de administración
que el Código les impone. En tal sentido esas limita-
ciones son las previstas en el artículo 297 del mismo
Código, entre las que no se encuentra la prohibición de
formar sociedad, mas en todo caso, la sociedad ha de
ser de un tipo que no comprometa la responsabilidad
ilimitada y solidaria del menor, descartándose también
la constitución de sociedad anónima dada la responsa-
bilidad asignada a los fundadores por el artículo 183
de la Ley de Sociedades (1).

1. 6. Inhabilitados por embriaguez, uso de estupefa-


cientes, disminución de sus facultades mentales o
por prodigalidad.
A estos inhabilitados el artículo 152 bis del Código
Civil les otorga la facultad de realizar por sí solos actos
de administración, mas para disponer de sus bienes por
actos entre vivos requieren la conformidad del curador.
Dado que el aporte es un acto de disposición de bienes
entre vivos es menester esa conformidad.

1.7. Sociedad entre esposos.


La problemática planteada en torno a la posibili-
dad de constitución de sociedades entre esposos, ha te-
nido en cierta medida solución con la disposición del
artículo 27 de la ley 19.550 que admite la posibilidad
que integren entre sí sociedades por acciones y de res-
( " ) HALpERST, Isaac, ob. cit., vol. I, p. 237.
18

ponsabilidad limitada, excluyendo a los otros tipos so-


ciales.
Decimos que la solución legal lo es en cierta medida,
porque aún queda pendiente el problema de si en la
sociedad en comandita por acciones puede uno de los
esposos ser socio comanditado y el otro comanditario, o
ambos comanditados.
La cuestión se suscita en función de la finalidad
de la norma, expresada en la exposición de motivos, con-
sistente en que en las sociedades de tipo personalista
en que la responsabilidad de los socios es ilimitada y
solidaria se forman dos regímenes económicos incom-
patibles, situación que no se da en las sociedades con
responsabilidad limitada, y además de que en estas so-
ciedades la estructura de los órganos disminuye la in-
cidencia de factores que pueden alterar el normal de-
sarrollo de las relaciones matrimoniales.
Respecto del primer supuesto, es evidente que la
asunción por uno de los esposos de una responsabilidad
ilimitada y solidaria por las obligaciones sociales lo
encuadrarían dentro del fundamento legal, y habría que
concluir que se encuentra prohibida por la ley, no obs-
tante ha sido admitido por la Inspección General de
Personas Jurídicas de la Capital Federal (12) y por
la jurisprudencia (1 2')•
Respecto del segundo supuesto, es decir que am-
bos cónyuges asuman la calidad de socios comanditados,
la doctrina lo rechaza en razón de la responsabilidad
que asumen ambos (13), sin embargo pensamos que debe
admitirse por cuanto la "sociedad en comandita por amo-
(12) ETCHEVERRY, Raúl Aníbal, Problemas de capacidad en torno a las
sociedades en comandita por acciones, E.D., T. 51, p. 947.
( '") C. 1* C.C. San Isidro in re, Galerías Battellini, S.C.A., E.D.,
t. 49, p. 210.
(13) ZALnívArt, Enrique, Cuad,ernos de Derecho Societario, T. II, 24
parte, p. 660; FARINA, Juan M., Tratado de Sociedades Comerciales. Parte
General, p. 443.
19

res" está considerada por la ley corno una sociedad por


acciones y legislada entre éstas, y que el art. 27 no ha-
ce ninguna distinción al respecto no cabiendo por vía
interpretativa hacerla (14).

1.8. Incompatibilidades.
Existen casos en que por razón de la profesión u
oficio de la persona, la ley impone la prohibición de
ejercer el comercio en general y de constituir sociedades
en particular, con las salvedades y excepciones que la
misma prevé. Tales son:
1.8.1. Los clérigos: de cualquier orden mientras
vistan el traje clerical (artículo 22 inc. 2, Código de
Comercio).
1.8.2. Los magistrados: civiles y jueces en el te-
rritorio donde ejercen su autoridad y jurisdicción con
título permanente (artículo 22 inc.. 3, Código de Co-
mercio). Respecto de los jueces nacionales su incompa-
tibilidad se extiende a todo el ámbito de la Nación (ar-
tículo 9 de la ley 19.998).
Atinente a estos dos casos el artículo 23 del Có-
digo de Comercio establece que dentro de la prohibición
no se comprende la de ser accionista de cualquier com-
pañía mercantil, siempre que no tomen parte en la ge-
rencia administrativa. De ello se infiere que pueden ser
parte en la constitución de sociedades anónimas y en
comandita por acciones siempre que en estas últimas
adopten el carácter de socios comanditarios. Halperín,
entiende que "no pueden ser fundadores de sociedades
anónimas, atento a su responsabilidad y porque su
autorización está limitada a la de ser accionista" (15).
(14) EitúrvEnnY, Raúl Aníbal, E.D., T. 51, p. 947; STRATTA, Alicia
Josefina, Nuevos enfoques sobre la validez de las sociedades entre cónyu-
ges, R.D.C.O., año 1972, p. 805.
( 15 HALPERiN, ob cit., vol. 1, p. 160.
20

Aspectos éstos que entendemos no inciden para nada en


la fundamentación de ese criterio.
1.8.3. Los corredores: El artículo 105 inciso 1° del
Código de Comercio les prohibe "contraer sociedad de
ninguna clase de denominación" y el artículo 106 del
mismo Código excluye de la prohibición la adquisición
de acciones de sociedades anónimas, de las cuales, sin
embargo, no podrán ser directores, administradores o
gerentes. En virtud de esta excepción entendemos que
pueden ser parte de la constitución de una sociedad
anónima y también en el carácter de socio comanditario
de una comandita por acciones dado que, aunque la ley
no prevé expresamente este último supuesto, es asimi-
lable al permitido por tener los mismos efectos. Por
otra parte ciertos fallos judiciales han admitido la cons-
titución de sociedades entre corredores para ejercer el
corretaje, supuesto éste no contemplado expresa ni im-
plícitamente por la ley.
1.8.4. Los martilleros: Antes de la sanción de la
ley 20.266 se encontraban en la misma situación que
los corredores. Ahora se les permite formar sociedades
de cualquier tipo, excepto cooperativas, restringiéndo-
las a que el objeto social sea realizar exclusivamente
actos de remate; aunque la ley expresamente no dice
que dichas sociedades deban formarse entre martille-
ros, ello se infiere de la última parte del artículo 15
que exige a los integrantes de la sociedad la constitu-
ción de la garantía prevista en inc. d) del artículo 3°,
garantía que sólo deben prestar los martilleros. Farina
entiende que el artículo 16 admite implícitamente la po-
sibilidad de formación de sociedades entre martilleros
y quienes no lo son para realizar actos de remate, dado
que exige que los mismos se efectúen por medio de
martilleros matriculados ('').
( ) FARINA, Juan M., Tratado... cit., p. 234.
21

1.8.5. Los escribanos: No obstante la prohibición


general de constituir sociedades, la ley admite asumir
la calidad de accionistas en sociedades anónimas, corno
así también la de desempeñar el cargo de director de
las mismas (en el orden nacional, ley 12.990, modificada
por la ley 14.054, artículos 7 y 8; en la Provincia de-
Santa Fe, artículo 8, ley 6898).
1.8.6. Los fallidos no rehabilitados: No pueden
constituir sociedades por acciones ni integrarlas pos-
teriormente a su constitución puesto que el artículo
244 de la ley 19.551 les prohibe ser socios o fundadores
de sociedades comerciales y civiles a más de administra-
dor, gerente, síndico o liquidador.
1.9. Comparecencia por poder.
Las personas físicas pueden concurrir a la consti-
tución de la sociedad personalmente, en cuyo caso nin-
gún problema se plantea, o por medio de mandatario,
en cuyo caso por ser de aplicación al mandato comercial
el artículo 1.881 del Código Civil se requiere poder es-
pecial (
La circunstancia de que se exija poder especial no
significa que necesariamente deba consistir en poder
separado, sino que basta que esté incluido como cláusu-
la de poder general. Por otra parte, tampoco es nece-
sario que contenga una descripción concreta de la socie-
dad a formar, sino que es suficiente que contenga la
facultad de constituir sociedad ( '').
2. PERSONAS JURIDICAS

Son personas jurídicas de acuerdo a nuestro Códi-


go Civil, todos los entes susceptibles de adquirir dere-
( 1 7 ) MALAGAUMGA, Carlos C., Tratado... cit., T. II, p. 57.
( 18 ) SALAS - Tmoo REPRESAS, Código Civil anotado, T. II, p. 429.
22

dios y contraer obligaciones que no son personas de


existencia visible (artículos 30 y 32) las que a su vez
son divididas de acuerdo a su carácter en personas ju-
rídicas públicas y personas jurídicas privadas (artículo
33 del Código Civil).
2.1. Personas jurídicas de carácter público.
En esta categoría se encuentran el Estado nacio-
nal, las provincias, los municipios, las entidades autár-
quicas y la Iglesia Católica ; respecto de las cuatro pri-
meras, pueden ser parte del acto constitutivo de una
sociedad por acciones a punto tal que la ley 19.550 en
sus artículos 308 a 314 crea un tipo social que denomina
Sociedad Anónima con participación estatal mayoritaria
que se caracteriza por ser propietarias dichas personas
jurídicas públicas del 51% del capital social, siendo éste
suficiente para prevalecer en las decisiones de asam-
bleas.
A su vez, el artículo 309 prevé el caso de socieda-
des anónimas que con posterioridad al contrato cons-
titutivo reúnan esos requisitos, es decir que dentro de
este supuesto cabe el caso de sociedades con interven-
ción de estas personas en que su participación en el
capital sea menor.
Respecto de la Iglesia Católica cabe señalar que
no comprende a las corporaciones religiosas que son
personas jurídicas de derecho privado (18') y por lo
tanto sujetas a las disposiciones de los artículos 22 in-
ciso 19 y 23 del Código de Comercio siéndole aplicable
cuanto se dijo en 1.8.2.
2.2. Personas jurídicas de carácter privado.
En esta categoría tenemos las asociaciones y fun-
daciones autorizadas para funcionar, y además las so-
( '" ) LLAmuíAs, Joaquín J., Código Civil anotado, p. 76.
23

ciedades civiles y comerciales. Dado las particularidades


que presentan las sociedades comerciales en virtud de
la existencia de normas específicas, trataremos a éstas
por separado.
2.2.1. Asociaciones civiles y fundaciones: En
nuestro régimen legal las personas jurídicas dentro
lel ámbito de los derechos patrimoniales están facul-
tadas para realizar todos los actos que no les estén
prohibidos por una disposición legal, claro está que este
principio de capacidad total (artículo 31 y concordan-
tes del Código Civil), además de esas restricciones, está
limitado por lo que se denomina el principio de la es-
pecialidad, consistente en que tales actos deben ser con-
ducentes y encontrarse en el ámbito de los fines para
los cuales fueron creados, tal como lo expresa el artícu-
lo 35 del Código Civil "pueden para los fines de su
institución adquirir derechos y ejercer los actos que no
le sean prohibidos".
Por ello entendemos que estas personas jurídicas
tienen capacidad para participar en la formación de
una sociedad por acciones, ya que no les está prohibido
hacerlo, pero siempre que esa participación no desvir-
túe la actividad de la persona jurídica o se altere el
cumplimiento de sus fines.
La jurisprudencia ha señalado: "El principio de
especialidad no debe interpretarse con tal rigidez que
sólo permita realizar a las personas jurídicas lo que
expresamente digan sus estatutos; los fines deben apre-
ciarse con prudencial amplitud, en el sentido de que ade-
más de los actos jurídicos correspondientes al objeto
de la entidad, también puedan practicar aquellos que
por implicancia sean requeridos para la mejor conse-
cución de sus fines" (19).

(19) C.F., J.A., 1947, II, p. 453.


24

En idéntica situación deben considerarse las aso-


ciaciones no autorizadas para funcionar siempre que su
constitución y designación de autoridades se efectúe por
escritura pública o instrumento privado de autenticidad
certificada por escribano público (artículo 46 del Códi-
go Civil) ya que sobre el particular no existe norma
prohibitiva y son aplicables las disposiciones ya seña-
ladas y el artículo 1691. del Código Civil por la remisión
efectuada en la última parte del artículo 46.
2.2.2. Sociedades ciriles: Como las sociedades ci-
viles son también personas jurídicas (artículo 33 del
Código Civil), están regidas por los mismos principios
enunciados en el punto anterior, de modo tal que pue-
den ser parte de la constitución de una sociedad por
acciones siempre que ello encuadre dentro de los fines
previstos.
2.2.3. Sociedades comerciales: También por ser
personas jurídicas se encuentran regidas por el princi-
pio general contenido en el artículo 35 del Código Civil,
tnas cabe señalar que la Ley de Sociedades, en diversas
disposiciones hace referencia a la participación de una
sociedad en otra, tales los artículos 30, 31, 32, 33 y 123
de la ley 1.9.550, reconociendo de esa manera la capaci-
dad de la sociedad comercial de ser parte del acto cons-
titutivo de otra sociedad comercial, pero estableciendo
algunas limitaciones que son: a) respecto de las socieda-
des por acciones, que sólo pueden ser parte de otras
sociedades por acciones (artículo 30) incluyéndose en
consecuencia la posibilidad de ser socia comanditada en
una comandita por acciones ya que la ley no establece
exclusión alguna a este respecto; y b) en cuanto a la
participación que puede tomar en la nueva sociedad, no
debe superar el monto de sus reservas libres, más la
mitad de su capital y reservas legales (artículo 31).
25

2.2.3.1. Sociedad constituida en el extranjero:


también se le reconoce capacidad para ser parte del
contrato de sociedad (artículo 123 de la Ley de Socie-
dades), mas como en lo referente a su existencia y forma
se rigen por las leyes del país de su constitución (ar-
tículo 118 de la Ley de Sociedades), se les exige que
acrediten ante el juez de registro que están constituidas
de acuerdo a las leyes del país respectivo, como así tam-
bién la inscripción en el Registro Público de Comercio
de su contrato, reformas, demás documentación habili-
tante y la referida a sus representantes (artículo 123
de la Ley de Sociedades).
Estas exigencias, que en gran parte son las reque-
ridas para las sociedades constituidas en el extranjero
que realicen habitualmente actos relativos a su objeto
o establezcan sucursales o cualquier especie de repre.
sentación permanente en el país (artículo 118 de la Ley
de Sociedades), han planteado dudas sobre su aplica-
ción a los casos de participación en sociedades ya cons-
tituidas mediante la adquisición de acciones.
Tres criterios interpretativos tratan de dar solu-
ción a esta cuestión. Uno de ellos equipara la situación
a la de realización de actos aislados, entendiendo que la
compra de acciones es exactamente un acto aislado para
los cuales la ley no exige cumplimiento de requisito
alguno.
Otro criterio ha sostenido que sólo deben cumplirse
en aquellos casos en que la compra de acciones incluya
a la sociedad en alguno de los supuestos previstos en
los artículos 31„`T-12 y 33 (").
Un tercer criterio, que es el que ha prevalecido, no
hace la distinción que sefiala el anterior, siendo por lo
" HALPERiN, Isaac, Curso de Derecho Comercial, vol. I, p. 300,
I.C.P.J. de Santa Fe, dictamen del 31 de octubre de 1973 en "Rheinsthal
Hanomag - Cura S. A. s/ Reforma".
26

tanto exigible siempre su cumplimiento, ya que de otra


manera se violaría la norma legal con la posterior in-
corporación de la sociedad extranjera luego de consti-
tuida la sociedad (2')•

2.2.4. Entidades cooperativas: La "Ley de Coope-


rativas" N9 20.337 las denomina entidades (art. 2) ex-
plicando la exposición de motivos este y otros aspectos
en función de no haber adoptado la ley una posición en
torno a su naturaleza jurídica (asociación o sociedad),
por entender que su dilucidación compete a la doctrina
y no a la legislación, utilizando por tal motivo una de-
nominación comprensiva de ellas cualquiera sea su na-
turaleza jurídica.
Prescindiendo del análisis de tal naturaleza jurí-
dica porque excede nuestro propósito, es necesario se-
ñalar que las cooperativas están reconocidas por la ley
como sujetos de derecho dentro de los límites por ella
fijado (art. 2, última parte, que emplea la misma ter-
minología que su similar de la ley 19.550).
De ese reconocimiento surge su capacidad para ser
parte en la constitución de una sociedad por acciones,
o para adquirir la calidad de socia con posterioridad.
No obstante la misma ley establece de un modo expre-
so y genérico el derecho de "asociarse con personas
de otro carácter jurídico" (art. 5), el que obviamente
es comprensivo del de intervenir en una sociedad por
acciones.
Esta capacidad tiene dos limitaciones: una, que

(21) Cám. Nac. Com ., Sala C, en "Huyck Mati S.A.", ED, n9 4456,
5-5-78; Cm. Nac. Com ., Sala B, en -Parker Hannifin Argentina S. A.";
Cám. Nac. Com ., Sala D, en "Saab Scania Argentina S. A.", ED, t. 79,
p. 390; Cám. Nac. Com ., Sala C., en "Firestone S. A.", ED, n9 4490,
26-6-78.
27

"sea conveniente para su objeto social" y la otra "que


no desvirtúe su propósito de servicios" (art. 5), cir-
cunstancias éstas cuya apreciación sólo puede hacerse
en caso concreto y cuya decisión compete exclusivamen-
te a la asamblea de asociados (art. 58 inc. 8).
Como entre estas limitaciones no existe ninguna
que refiera al tipo de sociedad en las que puede parti-
cipar o a la responsabilidad que pueden asumir, cabe
la posibilidad que asuma la calidad de socia comandi-
tada en una sociedad en comandita por acciones (22).

2 . 3 . Comparecencia al acto.
Las personas jurídicas actúan por medio de sus
representantes (artículos 35, 36 del Código Civil y 58
de la ley 19.550), debiendo entender por tal el órgano
con facultades para actuar por ella de modo tal que los
efectos de sus actos son imputables a la persona jurí-
dica, por lo tanto son éstos quienes en tal carácter con-
currirán a la formación de la sociedad, acreditando a tal
efecto la existencia de la persona jurídica y su carácter
de representante con los instrumentos pertinentes.
Pero como ellos deben actuar dentro de los límites
de su ministerio para obligar a la persona jurídica (así
lo expresa el artículo 36 del Código Civil y 58 de la
Ley de Sociedades), significa que tienen todas las fa-
cultades necesarias para el cumplimiento del objeto y,
como dice la Ley de Sociedades, no le son imputables
a la sociedad los actos notoriamente extraños al objeto
social. Esto nos plantea el determinar si la participa-

(22) La Sala Civil Segunda de la ciudad de Santa Fe, en Resolución


Ng 121, Folio 10 del 19 de noviembre de 1979, en el caso "El Hornero"
Sociedad Colectiva, admitió que dos sociedades cooperativas asumieran
la calidad de socias, lo cual teniendo en cuenta el grado de responsa-
bilidad permite sostener la posición que sustentamos.
28

eión en una sociedad por acciones es un acto que encua-


dra dentro del ámbito de sus facultades normales
En nuestro régimen legal entendemos que de acuer-
do con lo dispuesto en los artículos 1870 incisos 2 y 3
y 1881 inciso 13 del Código Civil es necesario que esa
facultad se encuentre expresamente otorgada en el es-
tatuto (así lo hacen el estatuto tipo de la Capital Fe-
deral y de la Provincia de Santa Fe) o en su defecto
por decisión de la Asamblea, ya que su otorgamiento
excede el ámbito atribuido al órgano de administración.
Capítulo II. — EL NOMBRE DE LA SOCIEDAD 29

1. Razón social y denominación 30

1.1. Razón social 30

1.2. Denominación 30

2. Denominación. Libertad de ekcción 31

3. Límites a la libertad de elección 3•2

3.1. Expresión "Sociedad Anónima" 32

3.2. Aditamento "y compañía" 32

3.3. Denominación y objeto

3.4. Expresión "Argentina" o "de Argentina" 33

3.5. Inconfundibilidad 34
3.5.1. Referida a otras sociedades con nombre igual o similar 34
3.5.2. Referida a la posibilidad de inducir a error sobre la na-
turaleza de la sociedad 35
3.5.3. Referida a nombres de empresas o dependencias del
Estado '35

4. Cambio de denominación 35

5. Caducidad 36

6. Nombre de la sociedad en comandita por acciones 36

6.1. Denominación 37
6.2. Razón social 37

Normas relativas a nombre de la sociedad 37


Capítulo II

EL NOMBRE DE LA SOCIEDAD

SUMARIO: 1. Razón social y denominación. 1.1. Razón social. 1.2. De-


nominación. 2. Denominación. Libertad de elección. 3. Límites a la
libertad de elección, 3.1. Expresión "Sociedad Anónima". 3.2. Mi..
tamento "y compañía". 3.3. Denominación y objeto. 3.4. Expre-
sión "Argentina" o "de Argentina". 3.5. Inconfundibilidad.
3.5.1. Referida a otras sociedades con nombre igual o similar.
3.5.2. Referida a la posibilidad de inducir a error sobre la natura-
leza de la sociedad. 3.5.3. Referida a nombres de empresas o de-
pendencias del Estado. 4. Cambio de denominación. 5. Caducidad.
6. Nombre de la sociedad en comandita por acciones. 6.1. Deno-
minación. 6.2. Razón social.

El nombre de la sociedad, que se manifiesta me-


diante la denominación o razón social, cumple la fun-
ción de identificar a la persona jurídica a la vez que
diferenciarla de las otras. Es un componente necesa-
rio del instrumento constitutivo por cuanto el inciso
29 del artículo 11 de la Ley de Sociedades lo enuncia
entre los datos que éste debe contener. Además con-
sideramos que es un requisito tipificante, puesto que
configura todos y cada uno de los tipos regulados le-
galmente.
Por la distinta naturaleza esencial de las perso-
nas físicas y las jurídicas, no es de aplicación en el
tema la regulación legal del nombre de aquéllas, por
lo que el nombre de las sociedades se regirá por las
normas de la Ley de Sociedades y, subsidiariamente,
30

como lo ha establecido la jurisprudencia por la (1),

ley 3975 de Marcas de Fábrica, de Comercio y de Agri-


cultura, especialmente sus artículos 42 a 47 y 56.

1 RAZON SOCIAL Y DENOMINACION

Como expresamos más arriba, el nombre social es


el género que contiene y abarca las diferenciadas es-
pecies razón social y denominación.

L1. Razón social.


Podemos definirla con Colombres () como "el
nombre social que incorporando el nombre de uno o
más socios está mentando una responsabilidad (deuda)
subsidiaria, ilimitada y solidaria".
De esta definición, de la que resulta una indicación
subjetiva, se deriva la inaplicabilidad de la razón so-
cial a las sociedades en que la responsabilidad de todos
los socios se encuentra limitada al monto de los apor-
tes, tal el caso de las sociedades anónimas y de las so-
ciedades de responsabilidad limitada.

1.2. Denominación
La denominación social es una indicación objeti-
va, ya que cumple una función identificatoria de la so-
ciedad frente a los terceros aun cuando en función
(3),

de su aditamento trasunte un tipo de responsabilidad.

( ) CNFed. Sala 2 Civil y Comercial, in re, "Carsson Hotel S. R.L.


e/ Carlton Hotel y/o Cavar S.A.'', ED 30-1-79.
(2) COLOMBRES, Gervasio R., Curso de Derecho Societario. Parte Ge-
nera/. Ed. Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1972.
(3) BnuNET-rx, Antonio, Tratado del Derecho de las Sociedades, T. 11,
Ed. UTHEA, Buenos Aires, 1960, p. 241; HALPERÍN, Isaac, Síntesis crítica
de jurisprudencia, RDCO, 1972, p. 165 y 166, y RDCO, 1973, p. 357
y 358.
31

La ley requiere imperativamente su utilización pa-


ra las Sociedades Anónimas (art. 164), para las S.R.L.
(art. 147) y como opción alternativa para los Socieda-
des en Comandita por Acciones (art. 317).

2. DENOMINACION. LIBERTAD DE ELECCION

El régimen legal argentino deja en el ámbito de


la autonomía de la voluntad la elección de la denomi-
nación social. Así el artículo 164 autoriza a incluir
el nombre de una o más personas de existencia visi-
ble, /•s que podrán o no scr socios, ya que como lo
ha interpretado la Cámara Nacional Comercial, Sala B,
en fallo del 8 de junio de 1978. en el caso "Langer y
Cía. S.A.", "la limitación al nombre de uno o más so-
cios rige, en virtud de la aplicación del artículo 147 LS,
sólo para las S.R.L.", por lo que debe interpretarse
que cuando el artículo 164 LS indica que la denomina-
ción podrá contener el nombre de una o más personas
de existencia visible permite la inclusión de no socios
o ex socios.
Para el caso de los no socios, será necesaria la
conformidad de aquéllos. Cuando se trate de ex socios
cuyos nombres compongan la denominación, corno con-
secuencia del carácter objetivo de ésta, ni ellos ni sus
herederos podrán prohibir su uso o pedir su cance-
lación (4).
También la denominación podrá contener un nom-
bre de fantasía.

(4) BnuNET-n, Antonio; ob. cit., p. 242, cita 89.


32

3. LIMITES A LA LIBERTAD DE ELECCION

Si bien como lo señalamos anteriormente el prin-


cipio general es que la Ley de Sociedades deja jugar
Libremente a la autonomía de la voluntad en la deter-
minación de la denominación social, de ese mismo cuer-
po legal, como también de otras leyes nacionales o pro-
vinciales, y aun de resoluciones de los Organos de Con-
trol Estatal en cumplimiento de sus funciones, sur-
gen limitaciones a esa libertad.

3.1. Expresión "Sociedad Anónima".

El artículo 164 L.S. impone como exigencia del ti-


po social que la denominación contenga la expresión
"Sociedad Anónima, su abreviatura (Soc. Anón. por
ejemplo) o la sigla S.A.". Para los casos de omisión,
impone la responsabilidad ilimitada y solidaria de la
sociedad y sus representantes por los actos que éstos
celebren en cumplimiento de sus funciones. Y es co-
herente que así sea, porque la legitimación para reali-
zar actos jurídicos por los órganos sociales surge del
estatuto social y del régimen de representación, que con-
forman y legitiman las condiciones de validez del uso
del nombre social (5).

3.2. Aditamento "y compañía".


La jurisprudencia administrativa (6) no ha admiti-
do los aditamentos "y compañía" o "y Cía." para las
sociedades anónimas toda vez que el mismo está previs-
to por el artículo 126 L.S. para las sociedades que ac-

( 5 ) COLOMERES, Gervasio, ob. cit., p. 122.


(6) IGPf, S. Fe, dictamen in re, "Oro Hnos. y Cia. S. A.", Expte. N9
42.998, año 1972.
33

túan bajo una razón social cuando en ella no figura el


nombre de todos los socios.
Excepcionalmente ha sido admitido (7) para so-
ciedades que usaban ese aditamento antes de la vigen-
cia de la actual legislación por tratarse de un derecho
adquirido, cual es el derecho al uso del nombre por el
que son conocidas en el mundo de los negocios.
3.3. Denominación y objeto.
Si bien la ley no impone la obligación de agregar
a la denominación referencia alguna al objeto social,
cuando se opte por ello deberá reflejarse exactamente
cuáles son las actividades que lo componen.
Esto es consecuencia de cómo se interrela.cionan
los distintos elementos de la sociedad —denominación,
objeto y representación—, a la par que constituye una
garantía para los terceros que contratan con la socie-
dad que podrían ser engañados con el uso de aditamen-
tos que en nada reflejen los reales alcances del objeto
social. Para la profundización del tema remitimos al
Capítulo Y.
3.4. Expresión "Argentina" o "de Argentina".
La Resolución número 528 del Ministerio de Jus-
ticia de la Nación (T.O. Cap. Fed. 1.1.4) establece
que "cuando las expresiones Argentina o de Argentina
se hallen contenidas en otras que puedan expresar
o sugerir su dependencia económica, o jurídica res-
pecto de entidades extranjeras, la Inspección requerirá
antes de aconsejar su conformidad:
a) La efectiva existencia de la empresa extranje-
ra; y
b) La conformidad que ésta prestare para el uso
de la denominación en cuestión".
(7) ICPJ, S. Fe, dictamen in re, "Rodrigo Soler y Cía. S. A.".
34

Queda claro, y así lo han aplicado unánimemente


los Organos de Control ("), que esta limitación jugará
en tanto sugiera dependencia de una sociedad extranje-
ra. De lo contrario podrán ser utilizadas esas expresio-
nes con entera libertad.

3.5. in cm? fundibilidad.


La ley no ha regulado específicamente el tema de
la inconfundibilidad de las denominaciones de las so-
ciedades. No obstante ello la vigencia del principio está
contenida en el régimen legal (e), a la par que las le-
gislaciones locales han establecido que las Autoridades
administrativas deben vigilar que no se constituyan so-
ciedades con denominación igual o similar a otras ya
existentes (9)•
Además, el principio surge también de la aplica-
ción de las normas previstas por la ley 3975 citada al
comienzo de este capítulo (1°).
Las posibilidades de confusión pueden referir :
3.5.1. A otras sociedades con nombre igual o si-
milar ya constituidas: En estos casos no podrá prestar-
se conformidad a la que se presente en último término.
Así lo ha confirmado un fallo de la Cámara Nacional en
lo Comercial, Sala C in re, "Constructora Cariló
S.A." (1]).
Al respecto, interesante resulta destacar la creación
por la de Capital Federal, en su Resolución
ng 10/77, del Registro Preventivo de la. Denominación.
(7') En S. Fe; Res. de Fisc. de Estado del 21-12-64.
(8) CNCom, Sala C, in re, "Constructora Cariló S. A.", Rey. ED del
30-3-78.
(9) S. Fe, Dec. 3810, art. 18°, Cap. Fed., Res. ICPJ del 17-7-64 y
Dec. Nac. 2293, año 1971.
(1°) Idem nota 1.
( " ) Idem nota 1.
35

No obstante lo expresado, la I.G.P.J. de Capital Fe-


deral, por Resolución n9 7 del 2/9/77, que deroga el ar-
tículo 49 de la Resolución Ministerial de 1964, ha admi-
tido "la adopción de denominaciones que respetando el
principio de inconfundibilidad de la persona jurídica,
contengan elementos comunes con otras ya registradas,
mediando conformidad de estas últimas para la utiliza-
ción de tales elementos".
Como lo expresa la propia resolución en sus consi-
derandos, la solución sólo es admisible en los casos de
desconcentración empresaria a través del recurso so-
cietario.
3.5.2. La posibilidad de inducir a error sobre la
naturaleza de la sociedad: En este caso, el Decreto Na-
cional del 23 de mayo de 1934, modificado por el del 24
de junio de 1936, cuyo principio ha sido receptado por
el Texto Ordenado de 1978 de la I.G.P.J. de Capital Fe-
deral en 1.1.5., no admite la expresión nacional en la
denominación "en los casos en que pueda inducir a un
error en cuanto que se trata de algo perteneciente a la
Nación Argentina y no a otra nación".
Por igual motivo está vedado al uso por los parti-
culares la expresión oficial.
3.5.3. A nombres de empresas o dependencias del
Estado: Obviamente en este caso, vinculado estrecha-
mente al anterior, la autonomía de la voluntad debe re-
troceder ante denominaciones que refieren a la partici-
pación del Estado sea en la actividad económica, sea en
el ejercicio de su poder de imperio.

4. CAMBIO DE DENOMINACION
Si bien la sociedad puede resolver la modificación
de su denominación no tiene al efecto libertad ilimita-
da. Para que el cambio pueda ser conformado deberá
36

justificarse que alguno de los elementos de la sociedad,


2omo el objeto, se ha modificado, o que ha variado la
tenencia del capital o la composición de los socios (').
Tal cambio involucra la reforma de los estatutos
sociales y "el estatuto en el artículo pertinente debe re-
flejar esa circunstancia estableciendo oue con la nue-
va denominación continúa funcionando la sociedad cons-
tituida con la denominación anterior, ya que de otra
manera se exteriorizará como una sociedad nueva cuan-
do no es esa la realidad" ('').

5. CADUCIDAD

El nombre social, denominación, caduca por la di-


solución de la sociedad.
Como es sabido, con posterioridad a la disolución
la sociedad tiene personalidad aunque limitada a los
actos necesarios para la liquidación. Esto se refleja en
la denominación ya que la ley impone el uso del adita-
mento "en liquidación" (artículo 105, 3" parte).
Este aditamento modifica sustancialmente la deno-
minación anterior a la disolución, por lo que a pesar de
la similitud gramatical aquélla caduca.
La falta de actividad de la sociedad no constituye
causa de caducidad.

6. NOMBRE DE LA SOCIEDAD EN COMANDITA


POR ACCIONES

Las particulares características que presenta este


tipo social por las que una clase de socios, los coman-
ditados, responden por las obligaciones sociales en for-
( '2) CoLomBREs, Cervasio, ob. cit., p. 127.
(13) ICPJ S. Fe, dictamen in re "Rosario Automotores S. A.", Expte.
N° 43.630, año 1973.
37

ma ilimitada y solidaria (artículo 315 L.S.) y otra, los


comanditarios, lo hacen limitando su responsabilidad
al capital que suscriben, se refleja en la regulación que
la ley 19.550 prescribe para el nombre de las sociedades
en comandita por acciones.
En efecto, le otorga la facultad de optar por el sis-
tema de la denominación o por el de la razón social.
6.1.. Denomi•ación.
Se aplican en este caso los principios analizados
al tratar el tema de las sociedades anónimas, Con la
excepción de que deberá contener las palabras "Socie-
dad en Comandita por Acciones, su abreviatura o la si-
gla S.C.A." (artículo 317 L.S.).
6.2. Razón social.
La última parte del artículo citado prevé la posibi-
lidad de que actúe bajo razón social. Esta deberá inte-
grarse solamente con el nombre de los socios comandi-
tados y si no incluyere el de todos ellos deberá contener
las palabras "y compañía" o su abreviatura ("y cía.").

NORMAS RELATIVAS A NOMBRE DE LA SOCIEDAD

Capital Federal: R. 7/77 (TO 1.1.3.); Res. Min. de Justicia 22/3/63


(TO 1.1.4.); Dec. 23/5/34 modif. por Dec. 24/6/36 (TO 1.1.5.); TO
1 . 1 . 6; Res. 10/77 TO 1.1.7 y 1 . 1 . 8 ).
Santa Fe: D. 3810, art. 18. Res. de Fiscalía de Estado del 21/12/64.
Buenos Aires: L. 8671, art. 4.2.
Córdoba: Dec. 1876, art. 16.
Chaco: L. 2398, art. 8, inc. ).
Tucumán: Dec. 1650-1, art. 12.
E. Ríos: Dec. 957, art. 17.
Mendoza: Dec. 778, art. 17.
AnvEnTENcrA: La vigencia de la Res. 10/78 por la cual se aprobó
el TO de resoluciones generales de la I.G.P.j. de Capital Federal, ha
sido suspendida por Res. 7 del 29-11-79.
Capítulo III. — EL DOMICILIO DE LA SOCIEDAD 39

1. Concepto. Su importancia 40
2. Polémica acerca d.el alcance del concepto domicilio social . 40
2.1. Doctrina que distingue los conceptos de domicilio y sede
social 41
2.2. Doctrina que equipara los conceptos de domicilio y sede
social 42
2.3. Doctrina que niega importancia a la diferenciación 43

3. Domicilio legal a los efectos del trámite administrativo 45


4. Cambio de domicilio 45

4.1. Cambio de domicilio de una jurisdicción a otra distinta 46

Normas relativas a domicilio 47


Bibliografía especializada 47
Capítulo III

EL DOMICILIO DE LA SOCIEDAD
SUMARIO: 1. Concepto. Su importancia. 2. Polémica acerca del alcance
del concepto domicilio social. 2.1. Doctrina que distingue los con-
ceptos de domicilio y sede social. 2.2. Doctrina que equipara los
conceptos de domicilio y sede social. 2.3. Doctrina que niega im-
portancia a la diferenciación. 3. Domicilio legal a los efectos del
trámite administrativo. 4. Cambio de domicilio. 4.1. Cambio de
domicilio de una jurisdicción a otra distinta.

También el domicilio de la sociedad es un com-


ponente necesario del instrumento constitutivo, atento
a lo preceptuado en el inciso 2 del artículo 11. de la Ley
de Sociedades.
Al no definir con criterio de especialidad el alcance
del concepto jurídico domicilio, para su análisis se ha-
ce necesario recurrir al régimen del derecho común, a
la consecuente aplicación de los artículos 90 inciso 3 y
44 del Código Civil y también a las previsiones referi-
das al tema contenidas por la ley 19.551, llamada de
Concursos, y naturalmente a los artículos concordantes
de la ley 19.550 y las normas dictadas por los Orga-
nos de Control.
Pero quizá porque "desde la derogación de las re-
glas que contenía el Código de Comercio (Capítulo
IV del Libro I, Título 19, artículos 40 a 43), el tema no
ha sido reemplazado por una regulación coherente que
contemple los diversos casos que se presentan refe-
rentes a los comerciantes individuales como a las socie-
dades..." y "...es inconveniente que no exista en el
40

país un coherente y completo sistema del domicilio de


los sujetos de derecho privado, ya que el tener domicilio
es propio de las personas de existencia visible, y ne-
cesario y a todas luces conveniente para las personas
jurídicas" (' ), se ha producido en nuestra doctrina una
ardua y recurrente polémica sobre la interpretación de
las normas aplicables y el alcance del concepto en aná-
lisis.

1. CONCEPTO. SU IMPORTANCIA.

El domicilio es la situación que ocupa, para la ley,


un determinado sujeto en el espacio, "por medio del cual
se establece una relación efectiva o presumida entre un
sujeto y un lugar, de la que el derecho infiere impor-
tantes calificaciones jurídicas" (9).
El determina cuál es la legislación aplicable, a la
vez que fija la jurisdicción competente, administrati-
va o judicial, a la que estarán sujetas las controversias
internas, o las que surjan de sus relaciones con los ter-
ceros.

2. POLEMICA ACERCA DEL ALCANCE DEL


CONCEPTO DOMICILIO SOCIAL

Las distintas corrientes doctrinarias y jurispruden-


ciales, en síntesis, debaten acerca de la existencia de
identidad entre domicilio y sede social y consecuente-
mente si la dirección, esto es calle y número del lugar
( ' ) DeI voto del doctor Raúl A. Etcheverry en autos "Quilpe S.A.",
Plenario de la Camara Nacional en lo Comercial, R.D.C.O., 1977, p. 471.
( 2 ) BARBERO, Doménico, Sistema de Derecho Privado, Bs. As., 1967,
T. I, pág. 223.
41

físico donde la sociedad desenvuelve sus actividades,


debe figurar en el estatuto como componente del domi-
cilio.
En rasgos generales podemos diferenciar tres pos-
turas fundamentales, y sin entrar a detallar las eru-
ditas argumentaciones que desarrollan los sostenedo-
res de cada una de ellas, a cuyos trabajos remitimos,
describiremos sus argumentos principales y sus conse-
cuencias prácticas.

2.1. Doctrina que distinglw los conceptos de domicilio


y sede soci«l.

Fue elaborada por el Dr. Isaac Halperín y sosteni-


da y profundizada por Zaldívar, Fargosi, Cornejo Cos-
tas (3), etc., y parte de distinguir al domicilio, al que
define como la ciudad o jurisdicción del Registro Pú-
blico en el cual se constituye para su inscripción, de
la sede social, o sea el lugar preciso de determinada
ciudad o población donde funciona la administración
y gobierno de la sociedad.
Esta corriente trata de dar solución al problema
fáctico que plantea la situación de sociedades que tie-
nen constituido domicilio en una jurisdicción (por ra-
zones impositivas o económicas) y su sede principal en
otra (por razones operativas).
En la práctica, concluye en que el requerimiento le-
gal de fijación del domicilio se cumple con la mención
en el estatuto de la localidad o ciudad en la cual se cons-
tituye la sociedad para su inscripción.

( 3 ) HALPE136T, Isaac, Sociedades Anónimas, Depalma, Bs. As., p. 76 a


78; ZALoívArt, E. y otros, Cuadernos de Derecho Societario, Bs, As., 1973,
T. I, p. 229 y T. II, Vol. 2, Bs. As., 1975, p. 78.
42

Ha sido receptada por los Organos de Control de


Santa Fe, Río Negro y también por la jurispruden-
cia (4).

2.2. Doctrina que equipara los conceptos de domicilio


y sede social.

Fue el criterio sostenido por la I.G.P.J. de Capital


Federal en su Resolución N° 33/73, hoy derogada por la
.N9 8/77 (t.o. 1.1.11), y sostenida vehementemente por
los Dres. Edgardo Alberti y Raúl Etcheverry en sus
votos en el Plenario de la Cámara Nacional en lo Co-
mercial del 31 de marzo de 1977 en autos "Quilpe So-
ciedad Anónima" (5).
Los nombrados fundamentan que "...según el léxi-
co castellano, que sostiene que domicilio constituye la
morada fija y permanente de una persona, esto es, un
punto cierto donde asentarse y no una extensión
dentro de la cual vaga.., la construcción que in-
vierte el sentido literal de las palabras para entender
domicilio como espacio territorial, y sede como punto
determinado dentro del domicilio, está orientada a elu-
dir la carga legal de indicar franca y lealmente dónde
podrá ser buscada la sociedad... La persona jurídica
carece de corporización. Esto hace imperativo que pon-
ga a disposición de terceros un modo cierto y sen-
cillo de localizarla y también de emplazarla" (del voto
en minoría del doctor Alberti). Y que con "la mención
contractual y estatutaria de la jurisdicción competente
no se cumple con el requisito legal que exige el art. 11,
inc. 2° LS, toda vez que esta voz tiene la necesaria car-
ga de focalización espacial que es insoslayable"... por-
(4) C. de J., Sala III, Salta, in re, "Discoagro S. A.", LL, T. 152, p. 410;
CNCorn. Sala C, in re, "Tricot Sport Gaby S. A.", del 22/5/78.
(5) Idem nota 1. Votos de los Dres. Eteheverry y Alberti.
43

que, "... en nuestro derecho, la Jurisdicción (competen-


cia) emerge legalmente con la cita de un ámbito territo-
rial más o menos amplio (ciudad, territorio, municipio),
lo que no es compatible con el concepto preciso de domi-
cilio, el que, en cambio, sirve para fijar la competencia"
(del voto en minoría del doctor Etcheverry).
La conclusión de esta corriente es que el estatuto
social debe incluir la mención de ciudad, calle y número
como modo inexcusable de mención del domicilio social.

2. 3. Doctrina que niega importancia a la diferenciación.

Esta postura impuso su criterio en el Pleno de la


Cámara Nacional en lo Comercial citado más arriba (6).
Halla su fundamento principal en el laborioso y
documentado estudio realizado por el doctor Jaime L.
Anaya, para quien "... que se distinga entre domicilio
y sede social, sea que se acepte la sinonimia y analo-
gía..., la adopción de una y otra doctrina no da res-
puesta al interrogante relativo a la necesidad de indi-
vidualizar la sede, el domicilio sede con las señas de
su dirección".
En esencia, diferencia la figuración del que llama
"domicilio-sede" en el contrato social de la inscripción
en el Registro Público de Comercio como requisito equi-
valente a la. matriculación de los comerciantes.
Por ello, deja librada la estipulación contractual.
a la autonomía de la voluntad de los socios en rela-
ción con sus intereses particulares.
Pero, por otra parte, contemplando los intereses
de terceros contratantes y la seguridad en el tráfico y
la protección del crédito, a los que siempre interesa
conocer la ubicación territorial de la sociedad, y ha-

(6) Idem notas 1 y 5. Voto en mayoría del doctor Anaya.


44

ciendo valer la doctrina que sostiene que la inscripción


registral equivale a la matriculación, entiende que para
que proceda no alcanza con la mera referencia a la ju-
risdicción en la que se encuentra domiciliado el comer-
ciante, por lo que cuando el estatuto no lo establezca,
la interesada deberá determinar de algún modo feha-
ciente la calle y número, salvo que se fije en pequeños
centros urbanos, al momento de la inscripción registral
ya que debe el Registro Público, tomar razón de todos
los datos requeridos para la matrícula.
En consecuencia, para esta corriente, el domicilio
dirección no es un requisito tipificante del contrato so-
cial, "por lo que el contrato social o estatuto puede li-
mitarse a expresar la ciudad o población en que la so-
ciedad tiene su domicilio, si los socios no quieren que
la dirección constituya una cláusula contractual. Pero
el Juez solamente ordenará la inscripción en el Regis-
tro Público de Comercio si la dirección precisa (calle y
número) del domicilio social figura en el contrato o es-
tatuto o en instrumento separado que se presente al
tiempo de inscribir la sociedad" (7).
Este criterio ha sido receptado, y aun ampliado,
por la Resolución 1\79 8, año 1977 de la I.G.P.J. de Ca-
pital Federal.
Decimos que ha sido ampliado porque el Organo de
Control entiende que para el cumplimiento de sus fun-
ciones de fiscalización necesita contar con la ubicación
de las sedes de las sociedades sometidas a su control.
Así, en su artículo 39, la Resolución citada expresa
" que no se dará curso al conforme administrativo a las
sociedades que no den a conocer la ubicación precisa de
la sede social, ya sea en el estatuto o en los términos es-
tablecidos por el art. 29", a cuya lectura remitimos.

(7) Idem notas 1, 5 y 6, Parte resolutiva de la sentencia.


45

Ha compartido esta opinión la Inspección


Entre Ríos, Res. 18/78, en la advertencia al artículo se-
gundo del estatuto tipo.

3. DOMICILIO LEGAL A LOS EFECTOS DEL TRAMITE


ADMINISTRATIVO

Las legislaciones locales (8) requieren la fijación


de un domicilio legal a los efectos del trámite de las
actuaciones por ante los órganos de control respectivos.
Naturalmente no debe confundirse este domicilio,
cuyos efectos son de índole procesal administrativo con
el domicilio de la sociedad. En muchos casos, los mis-
mos podrán coincidir, pero por lo general serán distin-
tos, sea porque aquélla tenga su domicilio en una lo-
calidad distinta a la del asiento de la Inspección, sea
porque aun teniendo el mismo, fije a esos efectos un
domicilio especial, que por lo común será el del gestor
del trámite.
Por supuesto, entonces, que en los casos en que se
exija el recaudo previsto por la Resolución 8, año 1977
de Capital Federal, la fijación de este domicilio no será
idóneo para cumplimentar aquel requisito.

4. CAMBIO DE DOMICILIO

En todos los casos, sea que en el estatuto se fije


el domicilio dirección y sea cambiado, o en uso de la
autonomía de la voluntad los socios resuelvan quitarlo
de la redacción estatutaria; sea que el cambio se pro-

(8) Provincia de Santa Fe: Dec. 3810, art. 12; Capital Federal: Dec.
2293 (T.O. 1.1.11., art. 7 y 8); Tucumán: Res. 138172 de Fiscalía de
Estado, Art. 2.2. y D. 1650/1, alio 1972.
46

duzca de una localidad o ciudad a otra, esté ubicada


ésta en la misma o distinta jurisdicción, el cambio de
domicilio supone la reforma de los estatutos sociales.
El órgano competente para resolverlo es la Asam-
blea General Extraordinaria de acuerdo con sus nor-
mas comunes de funcionamiento, salvo el caso de cam-
bio de domicilio al extranjero, hipótesis que se encuen-
tra contemplada dentro de los supuestos del artícu-
lo 244, última parte.

4.1. Cambio de domicilio de una jurisdicción a otra


distinta.

En estos casos no será necesaria la cancelación pre-


via de la inscripción registral en la jurisdicción aban-
donada.
Se trata de un simple trámite de reforma de esta-
tutos que debe ser promovido para su conformidad ante
el Organo de Control de la nueva jurisdicción, en el
que la sociedad deberá agregar copia del acto consti-
tutivo y sus reformas con constancias de su inscrip-
ción ante el Registro Público de Comercio.
Luego de concluido el trámite de inscripción regis-
tra] en la nueva jurisdicción, será necesaria la cance-
lación de la inscripción en el Registro del domicilio an-
terior con comunicación ante la Autoridad de Control.
Este trámite se halla reglado en la Capital Federal
por la Resolución nó 6, año 1977 de la I.G.P.J. y es
el criterio uniforme adoptado por los Organos de las
provincias.
Cabe hacer notar que las Inspecciones del nuevo
domicilio están facultadas para el examen de los esta-
tutos de la sociedad mudante en uso de las facultades
de contralor del cumplimiento de los requisitos legales
47

y fiscales que les otorga el artículo 167 de la Ley de


Sociedades. Conformada que fuere la reforma estatuta-
ria la Autoridad formará el legajo correspondiente, al
igual que el Registro Público, una vez ordenada la nue-
va inscripción.
NORMAS RELATIVAS A DOMICILIO

Capital Federal: R.8/77 (TO 1.1.9. al 1.1.15.); R.6/77 (TO 1.1.16


a 1.1.18.).
Santa Fe: Dec. 3810, arts. 12 y 13.
Buenos Aíres: L. 8671, 3.6, art. 4.4. y 4.5., Disp. s/ n9/77, art. 99.
Córdoba: Dec. 1876, art. 7, 8 y 15.
Tucumán: Dec. 1650, art. 4, 5 y 11; Res. 138/73, art. 2.2.
Entre Reos: Dec. 957, art. 8.
Mendoza: Dee. 778, art. 8, 9 y 10.

Ver advertencia supra, p. 37.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA
FARGOSI, Horado, Sobre el domicilio de las sociedades y sobre los efectos
del acto constitutivo, L.L., t. 1975-C, p. 290.
FARGOSI, Horacio, Otra vez sobre el domicilio de las sociedades, R.D.C.O.,
1977, p.477.
I.G.P.J. (Capital Federal), Dictamen; L.I., marzo de 1976, p. 364.
IRIARTE, Edgardo H., El domicilio en las sociedades comerciales, L.L.,
t. 1976-A., p. 663.
OTERO ~SEGUR, Luis Roque, Domicilio y sede social, DE., julio 1977,
p. 930.
Capítulo IV. — PLAZO DE DURACION 49

1. Fundamento 49
2. Inicio del plazo 50

3. Cómputo 50

4. Plazo de 99 años 51

5. Vencimiento 51

6. Reducción 51

7. Prórroga 52

8. Reactivación 53
Resoluciones relativas a plazo de duración 55
Capítulo IV

PLAZO DE DURACION

SUMARIO: 1. Fundamento. 2. Inicio del plazo. 3. Cómputo. 4. Plazo de


99 años. 5. Vencimiento. 6. Reducción. 7. Prórroga. 8. Reacti-
vación.

Las sociedades por acciones deben prever en su


acto constitutivo un plazo determinado de duración, es
decir un lapso durante el cual ha de tener vigencia
el contrato social
Esta exigencia, que el inciso cuarto del artículo 318
del Código de Comercio contemplaba solamente para las
sociedades anónimas, la ley actual la ha extendido para
todas las sociedades (artículo 11 inciso 5).

1. FUNDAMENTO

La Exposición de Motivos, en el punto tercero de la


sección II, señala como razón de ser de esa exigencia
la mejor tutela de los intereses convergentes y la rati-
ficación de principios afirmativos de la seguridad jurí-
dica.
La seguridad jurídica que la determinación del pla-
zo pretende, está dada tanto para los socios como para
los acreedores de la sociedad. Para los primeros en
cuanto determina en el tiempo la extensión y vigencia
de los derechos sociales; para los segundos, en cuanto
50

asegura el cumplimiento de las obligaciones de la so-


ciedad porque si bien el estado de liquidación no la li-
bera de las obligaciones pendientes, la circunstancia de
ese estado es evidente que acarrea inseguridad en su
cumplimiento (').

2. INICIO DEL PLAZO

El plazo comienza a computarse desde la fecha de


inscripción del contrato en el Registro Público de Co-
mercio, puesto que es a partir de ese momento que la
sociedad se considera regularmente constituida. Por
eso, es que a nuestro entender no son viables las cláu-
sulas de retroactividad, porque ellas adelantan la vi-
gencia del contrato social a una fecha en que todavía
no existía contrato regular.
En tal sentido, el estatuto tipo de Capital Federal
y de Provincia de Santa Fe señalan que es la inscrip-
ción registral el momento a partir del cual se cuenta
el plazo de duración.
Tales motivos hacen que no compartamos la opi-
nión del doctor Halperín que admite las cláusulas de
retroactividad a las que le asigna como único efecto la
abreviación del plazo de duración sin que ello importe
que el contrato tenga eficacia retroactiva (2).

3. COMPUTO

El tiempo se cuenta conforme a las disposiciones del


Código Civil. Tratándose normalmente de años el pla-
zo de duración que se asigna a las sociedades por ac-
Isaac, Curso de Derecho Comercial, Vol. I, p. 266.
( 1 ) HALPEBIN,
Isaac, Sociedad Anónima, p. 84. juzgado Nacional en
( 2 ) HALPERfN,
lo Comercial de Registro, "Rapi Naval s/ Contrato", 10-4-78, IRDCO,
1979, p. 55.
51

ciones, conforme a dicho código, su conclusión es la


del "día que los respectivos meses tengan el mismo nú-
mero de días de su fecha" (artículo 25 del Código Ci-
vil).
4. PLAZO DE 99 AÑOS

Una costumbre arraigada, consistente en estable-


cer 99 arios corno plazo de duración de las sociedades
por acciones, suscita la cuestión de si realmente el mis-
mo se ajusta a la exigencia legal en cuanto su excesiva
prolongación podría convertirlo en plazo indeterminado.
A pesar de que el razonamiento es válido (3), enten-
demos que el requisito legal se encuentra cumplido por-
que si bien el lapso es prolongado, ello no significa que
sea indeterminado. Además existen mecanismos lega-
les destinados a modificar en menos, cuando el interés
de los socios así lo exija; tales la disolución anticipada
y la modificación de estatuto estableciendo un plazo
menor de duración que el fijado originariamente.

5. VENCIMIENTO

El vencimiento del plazo produce la disolución de


la sociedad (artículo 94 inciso segundo) debiendo por
tanto la sociedad entrar en el período de liquidación.
No obstante tal plazo no es invariable, en cuanto puede
acortarse o alargarse por decisión de la asamblea de
accionistas.
G. REDUCCION

Un modo de abreviar el plazo es la disolución anti-


cipada de la sociedad que puede ser resuelta por la
asamblea extraordinaria de accionistas (artículo 235, in-
( ) HALPERÍN, Isaac, Sociedad Anónima, p. 84.
52

ciso 4) en cualquier momento y con la mayoría especial


exigida por el artículo 244 última parte. El mismo efecto
que la disolución anticipada produce la modificación del
estatuto cuando se sustituye el plazo originario por uno
menor : la única diferencia que podemos apuntar entre
estas dos situaciones es que en la primera los efectos
disolutorios se producirán desde la fecha de vencimien-
to, a pesar que la ley exige su publicación e inscrip-
ción para que surta efectos frente a terceros (artículo
98). En cambio la segunda, exige la conformidad admi-
nistrativa y la publicación e inscripción de la reforma
estatutaria para que el nuevo plazo surta plenamente
sus efectos tanto entre los socios como frente a terceros
(artículos 300, 6 y 12). Cumplidos estos requisitos la
disolución se operará al vencimiento del nuevo plazo
fijado del mismo modo que se señaló para la situación
anterior.

7. PRORROGA

El medio para ampliar el plazo de duración aún no


vencido es el de su prórroga, que debe ser resuelta por
la asamblea extraordinaria con la mayoría especial exi-
gida por el artículo 244 en su última parte, siempre y
cuando la misma se reúna en fecha anterior a la del ven-
cimiento del plazo y la solicitud de inscripción se for-
mule también antes del vencimiento.
No obstante esta última exigencia que literalmente
interpretada no admite otra solución que la presenta-
ción formal ante el Registro Público de Comercio, la
jurisprudencia ha admitido que su cumplimiento se
obvia mediante la solicitud, en el mismo lapso, de la
conformidad administrativa ante la autoridad de con-
trol, aunque su ingreso al registro sea posterior a la fe-
53

cha de vencimiento (4). También ha aceptado la posi-


bilidad de una prórroga de hecho si antes del vencimien-
to del plazo se decide ampliarlo acudiendo a su realiza-
ción por instrumento público, aunque su presentación al
registro se realice con posterioridad a la expiración del
plazo de duración (5).

8. REACTIVACION

Otro modo de prolongar el plazo de vigencia de


la sociedad luego de haber vencido es el que se conoce
con el nombre de reactivación, que se diferencia de la
prórroga en que ésta se desenvuelve antes del venci-
miento del plazo ; en cambio la reactivación es decidida
con posterioridad al cumplimiento de la causal de diso-
lución, devolviéndole plena vida jurídica a la sociedad
a partir del cumplimiento de los requisitos de forma y
publicidad.
La reactivación es una institución relacionada no
sólo con el plazo de duración de la sociedad, sino con
todas las causales de disolución, en cuanto la sociedad
por decisión de sus propios órganos resuelve revocar
la causal que ha ocasionado la disolución, restituyéndole
la plena capacidad jurídica para el cumplimiento del
objeto social.
Si bien, como se ha señalado, la reactivación abarca
la amplia gama de todas las causales de disolución, aquí
nos vamos a referir solamente a la producida por la
expiración del plazo, aunque sus conclusiones pueden
aplicarse sin dificultad a todas ellas.

(4) C. C., sala B, 7-2-73, en "Don Juan S. C. A."; y sala C, 17-9-73,


en "Don Reginaldo S. C. A."; NrssEN, Ricardo A., Ley de Sociedades Co-
merciales.
(5) Cám. Apel. Civ. y Com. de Rosario, sala 4, in re, "Tomás Arias y
Cia. S.R.L.", Zeus, T. 13, p. 246.
54

La reactivación ha sido resistida tanto por la doc-


trina como por la jurisprudencia, sobre todo cuando se
la ha analizado en relación al vencimiento del plazo, en
razón de su confusión con la prórroga, aunque ambas
pese a su similitud son distintas.
La prórroga por resolverse antes de la extinción
del plazo no altera el contrato ni la estructura de la per-
sona jurídica, en cambio, la reactivación significa devol,
ver su capacidad para el cumplimiento del objeto a una
sociedad que, por cualquier causa, ha sido disuelta y
en consecuencia ha entrado o debido entrar por lo me-
nos en estado de liquidación.
Conforme a nuestro régimen legal, si bien el venci-
miento del plazo opera corno causal de disolución sin
necesidad de declaración de los órganos sociales (artícu-
lo 94 inciso 2) y, por lo tanto, los administradores deben
realizar los actos urgentes y las medidas necesarias
para atender a la liquidación so pena de incurrir en
las responsabilidades previstas en el artículo 99, si
realizan actos que no encuadren en las categorías men-
cionadas y que refieran al giro normal de la sociedad.
Ello es así porque no existe modificación de la persona
jurídica, sino que es la misma que subsiste, aunque li-
mitada su capacidad a los actos de liquidación, y por
lo tanto la decisión de sus órganos puede sacarla de ese
estado, claro está que sin borrar la responsabilidad de
los administradores por los actos extraños a la liqui-
dación.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la viola-
ción de las prohibiciones a los administradores no es
sancionada por la ley con la nulidad o la anulabilidad,
sino que agrava su responsabilidad en garantía de los
55

acreedores, razón por la cual debe considerarse válido


el acto de revocación de la disolución (6).
Además, debe tenerse en cuenta que la liquidación
afecta al interés exclusivo de los socios, por cuanto los
acreedores con plazos pendientes deben esperar el cum-
plimiento de los mismos, no siendo exigible anticipada-
mente el cumplimiento de las obligaciones por el solo
hecho de la liquidación, dado que ésta no es de natura-
leza concursal. Siendo así, los socios atendiendo a sus
propios intereses tienen la facultad de diferir tal li-
quidación.
Estas razones son valederas para sostener que en
nuestro régimen legal, a pesar de no estar regulada, esta
institución es admisible y además porque implícitamen-
te la ley la reconoce en los incisos 6 y 9 del artículo 94
y en el 96, como así también por no existir norma algu-
na que lo prohiba y responder al principio de conserva-
ción de la empresa, consagrado en el artículo 100 entre
otros.
La inspección General de Personas Jurídicas de la
Capital Federal, admitió la reactivación mediante la
Resolución X9 3/76 del 1S de junio de 1976, la que fue
dejada sin efecto por la Resolución N° 2/77 del 21 de
enero de 1977. En la Provincia de Santa Fe fue acogida
en un caso particular mediante resolución NQ 474/76 (').
RESOLUCIONES RELATIVAS A PLAZO DE DURACION

Capital Federal: Res. 2/77 (TO 1.16.1.) deroga Res. 3/76.


Entre Ríos: Res. 27/76.

( ) BRUNETT1, Antonio, Tratado del Derecho de las Sociedades, T. I,


p. 372.
(7) Se han pronunciado en favor de la reactivación: ZALnivArt, Enri-
que y otros, en Cuadernos de Derecho Societario, tomo III, Vol. 4, pág.
317; Pico, Alberto Guillermo, en La Ley del 21 de junio de 1977; Lo
CELSO, Gustavo C. M., en Juris del 22 de setiembre de 1977; Rourr,LóN,
Adolfo, en Zeus, tomo 16; GAGO, Carlos y SEGAL Rubén, en Primer Con-
greso de Derecho Societario., T. 2, pág. 515.
Capítulo y.— EL CM3JEZFO DE LA SOCIEDAD 57

1. Diferencia con el objeto del contrato. Concepto 57

1.1. Objeto y fin social 58

2. Importancia del objeto social. Inter-relación con otros ele-


mentas 58
2.1. Objeto y representación 58
2.2. Objeto y denominación 59
2.3. Objeto y capacidad de la sociedad 59
2.4. Objeto y tipo social 60

3. Requisitos del objeto social 61

3.1. Licitud 61
3.2. Posibilidad 62

3.3. Precisión y determinación 62


3.3.1. Las actividades de importación y exportación corno
casos especiales 63
3.3.2. Objeto principal y objeto accesorio 63
3.3.3. Objeto plural 64

3.4. Cknnercialidad 66

4. Modificación del objeto social 66

4.1. Cambio de objeto 66


4.2. Ampliación o reducción del objeto 67

Normas relativas a objeto 67


Capítulo V

EL OBJETO DE LA SOCIEDAD

SumAaro: 1. Diferencia con el objeto del contrato. Concepto. 1.1. Objeto


y fin social. 2. Importancia del objeto social. Inter-relación con otros
elementos. 2.1.. Objeto y representación. 2.2. Objeto y denomina-
ción. 2.3. Objeto y capacidad de la sociedad. 2.4. Objeto y tipo
social. 3. Requisitos del objeto social. 3.1. Licitud. 3.2. Posibi-
lidad. 3.3. Precisión y determinación. 3.3.1. Las actividades de
importación y exportación como casos especiales. 3.3.2. Objeto
principal y objeto accesorio. 3.3.3. Objeto plural. 3.4. Comercia-
Edad. 4. Modificación del objeto social. 4.1. Cambio de objeto.
4.2. Ampliación o reducción del objeto.

1. DIFERENCIA CON EL OBJETO DEL CONTRATO.


CONCEPTO

Otro de los componentes necesarios del instrumento


constitutivo es el objeto social, que debe ser preciso y
determinado, porque el inciso 3 del artículo 11 exige
que el contrato así lo designe.
Para evitar confusiones que pueden surgir de la
sinonimia de una expresión que conceptúa a dos institu-
ciones jurídicas diversas, debe diferenciarse el objeto
del contrato de sociedad del objeto de la sociedad it obje-
to social. Para ello, remitirnos a lo expresado en el Ca-
pítulo VII donde se trata el tema de los aportes.
Hecha esta importante aclaración, se lo puede con-
ceptualizar como "el conjunto de operaciones que la so-
ciedad se propone realizar para ejercer en común una
58

determinada actividad económica" ('). Hacemos notar


aquí que en nuestro derecho, desde que es admitido el
objeto plural (en este capítulo 3.3.3.), puede referir a
más de una actividad económica.

1.1. Objeto y fin,

El fin social supone un elemento subjetivo acerca


de lo que la sociedad y los socios pretenden obtener con
la consecución del objeto social. No obstante la íntima
compenetración no se identifican ya que el objeto es
el medio para conseguir el fin (2).

2. IMPORTANCIA DEL OBJETO SOCIAL. INTER-


RELACION CON OTROS ELEMENTOS.

Por la propia naturaleza de la sociedad como per-


sona jurídica, este elemento se relaciona con otros y
de tal modo condiciona el funcionamiento y la existen-
cia misma de la sociedad.
Analizaremos a continuación esas relaciones.

2.1. Objeto y representación.

Del estudio concordado de los artículos 268 y 58


de la ley 19.550 surge que el objeto social marca el lí-
mite de la representación de los administradores. Con-
secuentemente, todos los actos ejecutados por los re-
presentantes legales obligan a la sociedad frente a ter-
ceros, salvo que ellos sean notoriamente extraños al
objeto social.

( ) BRUNETTI, Antonio, Tratado del Derecho de las Sociedades, Ed.


UTHEA, Bs, As., 1960, T. 1. p. 254.
( ) BnuNnErri, ob. y lug. cit.
59

2.2. Objeto y denominación.

Al estudiar el tema del nombre social, señalamos


que cuando la sociedad opte por agregar a la denomi-
nación alguna referencia al objeto, ésta. deberá reflejar
cuáles son las actividades que lo componen.
En efecto, por ser la denominación el medio de
identificación de la sociedad frente a terceros, y la re-
presentación el medio que la ley le otorga para obrar
frente a ellos, y estando el límite de ésta en la extensión
del objeto, todo el sistema de inter-relaciones debe ju-
gar armónicamente, por lo que el nombre social no pue-
de ser contradictorio con el objeto.
Este criterio ha sido aplicado por la de
Santa Fe, la que ha requerido que la denominación so-
cial, más específicamente en sus aditamentos, refleje
exactamente cuáles son las actividades económicas com-
prendidas por el objeto (3).

2.3. Objeto y capacidad de la sociedad.

Cabe preguntarnos si la doctrina del ultra vires


tiene vigencia en nuestro derecho positivo.
Aquélla puede definirse diciendo que el objeto so-
cial representa el límite de la capacidad de la sociedad.
Su efecto es que los actos ajenos al objeto social son
nulos aunque haya sido decidida su realización por re-
solución unánime de los socios o bien ratificados de
igual forma con posterioridad.
En otras palabras, el interrogante se presenta
acerca del tema referido al alcance de la capacidad. O
se trata de una capacidad general que le es reconocida
por la ley o bien ella se halla limitada según la exten-
sión del objeto.

(3) I.G.P.J. Santa Fe. Expte. N9 43.630, ario 1973, in re "Rosario


Automotores S. A.".
60

Esta cuestión ha dado lugar a una profunda polé-


mica doctrinaria que aún no ha sido zanjada y cuya
solución excede el alcance fijado por los autores a la
presente obra.
No obstante ello y como medio para facilitar la
profundización del tema, remitimos a la obra del doc-
tor Isaac Halperín, para quien la limitación que surge
del estatuto en virtud del objeto restringe la capaci-
dad (4).
Respondiendo a la crítica de Michelson a la redac-
ción del artículo 29 L.S. por limitar la capacidad y "no
seguir la norma más amplia del Código Civil, que la
extiende a todos los actos que son consecuencia natu-
ral del reconocimiento para adquirir derechos y con-
traer obligaciones", Halperín señala que el artículo 58
L.S. es más amplio de lo que lo son los artículos 35 y
40 del Código Civil (5).

24. Objeto y tipo social.


Para la realización de determinados objetos, la le-
gislación requiere que la sociedad que busque su con-
secución se constituya de acuerdo a determinados tipos
sociales. Así, deberán constituirse como S. A.:
A) Bolsas o mercados de comercio: También lo
podrán hacer como asociaciones civiles con personería
jurídica (ley 17.811, artículo 22) ;
B) Entidades financieras: Según surge de la ley
21.526, artículos 2 y 9 concordados:
a) Bancos comerciales : también. lo podrán hacer
como cooperativas;
(4) I-IALPEaíN, Isaac, Sociedades Anónimas. Examen crítico de la
ley 19550. Ed. Depalma, Bs. As., p. 81.
( 5 ) HALPERÍN, oh. cit., p. 81, nota 60.
61

b) los bancos de inversión;


c) los bancos hipotecarios;
d) las compañías financieras;
e) sociedades de ahorro y préstamo para la vi-
vienda y otros inmuebles;
f) las cajas de crédito: también como cooperati-
vas o asociaciones civiles.
C) Las aseguradoras: También como cooperativas
y sociedades de seguros mutuos (ley 20.091, artículo 2).
Contrariamente, no podrán ser realizadas por nin-
gún tipo de sociedad las actividades de los corredo-
dores. No obstante la aseveración del artículo 105, inci-
so 19, la jurisprudencia en varios casos ha fallado en
sentido contrario (6).
De lo expuesto se deriva que las sociedades que
operan determinados objetos están sometidos a regí-
menes especiales de control estatal que serán analiza-
dos en el Capítulo XV.

3. REQUISITOS DEL OBJETO SOCIAL

El objeto de la sociedad debe ser:


3.1. Lícito.
Para la determinación de la licitud del objeto se
parte de los principios generales del Derecho Común
que hallan su piedra angular en el artículo 953 del
Código Civil.
Raramente la ilicitud se hallará expresada en la
redacción estatutaria del objeto social; es probable
que trate de encubrirse en actividades aparentemente

) V. Supra Capitulo I, 1.8.3.


62

lícitas. Si así se probare acarreará la nulidad abso-


luta de la sociedad con los alcances y efectos que prevé
el artículo 1.8 L.S.

3.2. Posible.
La posibilidad debe entenderse en un doble sentido.
Uno, que las actividades a que refiere el objeto
estén dentro de las posibilidades materiales y jurídicas
de ser cumplidas por las personas. Halla su funda-
mento en el concepto de acto jurídico contenido por el
Derecho Civil.
Más específicamente; refiere a la posibilidad de
su cumplimiento por una sociedad determinada a tra-
vés de una estructura patrimonial adecuada.
Distinto es el tratamiento que la ley da a los casos
de imposibilidad, según ella sea originaria o sobrevi-
niente.
Cuando el objeto sea imposible al momento de la
constitución la sociedad será nula (artículo 530 Código
Civil). Cuando sobreviniere, acarreará la disolución de
la sociedad (artículo 94, inciso 4 in fine L.S.).

3. 3. Preciso y determinado.
Esta exigencia no es nueva en nuestro derecho. Ya
el Código de Comercio en su artículo 291, inciso 4 re-
quería la "designación específica del ramo de comer-
cio objeto de la sociedad", que correlacionado con otras
disposiciones legales, especialmente los artículos 338 y
354 inciso 59 del mismo Código, determinaban la im-
portancia de que aquél fuera definitivo y concreto (7).
La Ley de Sociedades incurre en redundancia, ya
que los términos preciso y determinado son sinónimos y
( 7) GAno, Francisco, Sociedades Anónimas, T. 1., p. 10.
63

sólo se explica en la intención del legislador de poner


énfasis en un tema de singular importancia.
Abundante jurisprudencia administrativa ha nega-
do la conformidad a estatutos que contenían cláusulas
tales como "explotación de establecimientos destinados
a la fabricación de cualquier articulo o producto de la
naturaleza que fuere"; o "venta de productos y artícu-
los similares"; o "en general puede realizar cualquier
otra actividad útil y lícita que resuelva empren-
der vinculada con el objeto principal"; o "cualquier
otra. actividad afín"; o "toda actividad relacionada,
conexa, complementaria o derivada de las mismas"; o
"toda clase de actividades financieras"; o "actividades
de cualquier naturaleza" o "actividades inmobiliarias o
inversiones"; o "ejecución de toda. clase de actos o
contratos que directa o indirectamente tiendan a im-
pulsar su desarrollo" (8)•
3 . 3. 1. Las actividades de importación y exporta-
ción como casos especiales: Este tipo de actividades,
en relación con la precisión y determinación en la de-
signación del objeto social son consideradas autóno-
mas. Esto significa que, a diferencia de las demás activi-
dades económicas, no se requiere la precisión de qué
bienes serán objeto de ellas, por lo que el requerimiento
del artículo 11, inciso 39 LS se verá satisfecho con la
sola mención que de ellas se haga.
3.3.2. Objeto principal y objeto accesorio: La
mención de un objeto principal en la designación no
obsta a la precisión y determinación, siempre y cuando
se designe siguiendo los dictados legales el o los acce-
sorios que la existencia de aquél presuponen. Tal ha
sido la solución jurisprudencia" a este problema que se
(8) I.C.P.J. Santa Fe, DietItmenes varios.
64

relaciona íntimamente con el tema que trataremos a


continuación (9).
3.3.3. Objeto plural: Vinculado al tratamiento de
la aplicación práctica de los criterios de interpretación
de la intención del legislador al requerir los requisitos
de precisión y determinación del objeto, se halla la posi-
bilidad o no de que la redacción estatutaria contemple
la realización de actividades múltiples por una sociedad.
Ni del texto legal ni de su exposición de motivos
surge elemento de juicio que oriente respecto a la
adMisibilidad o no del objeto plural, y menos aun,
admitida esa posibilidad, cuál es el límite para aceptarlo.
En su primera interpretación del tema la Inspec-
ción General de Personas Jurídicas de Capital Federal
estimó, en su resolución N9 65 de 1972, "que la exigencia
legal no excluye la multiplicidad de actividades y ope-
raciones comprendidas en un mismo objeto, siempre que
sean conexas y complementarias entre sí", por lo que en
su artículo 29 requería que las distintas actividades,
principal y secundarias o afines, formen parte de un
mismo proceso económico, sean consecuencia de él o
contribuyan a su total realización.
Este criterio fue duramente criticado por diver-
sos autores, especialmente por el doctor Halperín, co-
rredactor del proyecto de ley, para quien la Resolución
65 confundió objeto preciso y determinado con objeto
único y además actividad con objeto (10 )

Concluye este autor que "cuando se establece plu-


ralidad de objetos cada uno de ellos debe designarse en
forma precisa y determinada (" ) y esa determinación
(9) CNCom. Sala C, in re "Nabueque S.R.L.", E. 11, T. 47, p. 722.
( 1° ) HALPERíN, ob. cit., p. 79.
(" ) HALPERIW, ob. cit., p. 79.
65

se refiere a categorías de actividades económicas que


se propone desarrollar para el logro de su fin" (12).
Receptando esta opinión, la I.G.P.J. de Capital Fe-
deral, por medio de su resolución N9 34 de 1973 (T.O.
1.2.4) derogó la N9 65, y estableció en su artículo 19
que cuando el objeto social comprenda diferentes acti-
vidades específicas cada una de ellas deberá ser desig-
nada en forma precisa y determinada. Idéntica inter-
pretación realiza la I.G.P.J. de la Provincia de Entre
Ríos en su Resolución 18/78.
A nuestro criterio esta solución es incompleta por-
que queda subsistente el interrogante respecto al límite
del objeto múltiple, ya que la interpretación anterior
dejaría librada a la intención o imaginación de las par-
tes la enunciación estatutaria de todo tipo de actividad
económica.
Con ello se burlaría la verdadera finalidad perse-
guida por la Ley, que en su artículo 94, inc. 49 prevé
como causal de disolución la imposibilidad sobreviniente
de cumplir con todo el objeto social, ya que no es sus-
ceptible de división o fraccionamiento.
Por ello nos parece acertada la conclusión a que
llegara la Reunión Nacional de Autoridades de Control
celebrada en abril de 1972 en la ciudad de Rosario. En
ella se estableció como límite del objeto múltiple, la po-
sibilidad de su cumplimiento cuya demostración está a
cargo de la sociedad, salvo cuando exista una correla-
ción del objeto con el capital social de la que se deduzca
esa posibilidad.

(12) IIALPERLN, Isaac, Curso de Derecho Comercial, Bs. As., 1972,


p. 236.
66

Esta opinión ha sido receptada por las de


Santa Fe () en Dec. 3810, Cap. IV, art. 45 y Salta,
Res. X9 27, año 1974.
3 . 4. Comereialidad.
Por aplicación del principio contenido en el artículo
3':' LS no es necesario que el objeto de la sociedad con-
sista en la realización de actos de comercio. El carácter
mercantil de los actos que realice surge de la forma de
la sociedad típica. Al decir de Brunetti (14) la forma
absorbe al contenido.

4. MODIFICACION DEL OBJETO SOCIAL

Ningún impedimento legal existe para que la Asam-


blea resuelva modificar el ámbito de actuación de la
sociedad en el mundo de los negocios.
Si bien en todos los casos esta modificación trae
aparejada una necesaria reforma de estatutos, cabe
distinguir distintos supuestos
4.1. Cambio de objeto.
Implica el cambio fundamental del objeto, es decir
el abandono del vigente hasta el momento de la modifi-
cación, el que resulta sustituido por otro distinto.
Para resolver el tema la Ley de Sociedades estable-
ce como órgano competente a la Asamblea General Ex-
traordinaria, pero dentro de ella constituye uno de los
supuestos especiales previstos por el artículo 244, 5`
parte, con los consiguientes requisitos de mayoría calcu-
lada sobre el total de las acciones con derecho a voto,
sin aplicación del voto plural.
(13) I.C.P.J. S. Fe, Dictamen del 8-11-73, Expte. No 43.182, año
1972, "Boni Hnos. S. A.".
(14) BRUNETTE Ob.
67

Los socios disconformes con la resolución a,sam-


blearia podrán en este caso hacer uso del derecho de
receso (art. 245).

4.2. Ampliación o reducción, del objeto.

Para estos casos también es competente la Asam-


blea General Extraordinaria (art. 234, E parte) pero
serán de aplicación las normas comunes que rigen el
funcionamiento de esta clase de asambleas (art. 244, 1,
y 3« parte).
En los casos previstos en 4.1 y 4.2 la reforma
estatutaria deberá ser conformada por la Autoridad de
Control, la que al efecto aplicará los criterios estudia-
dos en cuanto a la verificación del cumplimiento de los
requisitos de precisión y determinación en la designa-
ción.

NORMAS RELATIVAS A OBJETO

Capital Federal: R. 34/73, derogatoria de la R. 65/72 ( TO 1.2.4.)


R. 3187/73.

Santa Fe: Dec. 3810, art. 18 y 45.


Tucumán: Res. 138/73.

Ver advertencia supra, p. 37.


Capítulo VI. — CAPITAL 69

1. Concepto 69
2. Patrimonio 70

3. Diferencias entre capital y patrimonio 70


4. Caracteres del capital 71
4.1. Determinación 71
4.2. Unidad 71
4.3. Real 71

5. Intangibilidad 72

6. Clases c13 capital 73

7. Aumento del capital 73


7.1. Aumento al quíntuplo 74
7.2. Aumento a más del quíntuplo 75
7.3. Adecuación del artículo estatutario por aumento a más
del quíntuplo 76

7.4. Integración de los aumentos 77


7.4.1. Aportes de nuevos bienes 77
7.4.2. Capitalización de dividendos 77
7.4.3. Capitalización de reservas 77

8. Aumentos de capital y suscripción 78

9. Reducción de capital 79

Normas relativas a capital 81

Bibliografía especializada 81
Capítulo VI

CAPITAL

SUMARIO:1. Concepto. 2. Patrimonio. 3. Diferencias entre capital y


patrimonio. 4. Caracteres del capital. 4.1. Determinación.
4.2. Unidad. 4.3. Real. 5. Intangibilidad. 6. Clases de capital.
7. Aumento de capital. 7.1. Aumento al quíntuplo. 7.2. Aumen-
to a más del quíntuplo. 7.3. Adecuación del artículo estatutario
por aumento al quíntuplo. 7. 4 . Integración de los aumentos.
7.4.1. Aportes de nuevos bienes. 7.4 . 2 . Capitalización de divi-
dendos. 7 .4.3 . Capitalización de reservas. 8. Aumentos de capi-
tal y suscripción. 9. Reducción de capital.

1. CONCEPTO

Puede considerarse el capital tal como lo concep-


túa el artículo 1.649 del Código Civil, que en su tercer
párrafo expresa: "Capital social, se llama en este Có-
digo, la totalidad de las prestaciones que consistiesen
en obligaciones de dar". Este concepto coincide con el
del artículo 186 de la Ley de Sociedades en cuanto
lo considera al monto total de la suscripción, es decir
el valor de los bienes aportados o que se obligan a apor-
tar los fundadores. Claro está que al concepto aludido
del Código Civil debe considerárselo restringido a las
obligaciones de dar que permite la ley de sociedades y
a las que nos hemos referido en el capítulo de los apor-
tes.
70

Se considera el capital como una cifra que figura


en el contrato y que expresa el valor del monto de los
aportes realizados al constituirse la sociedad o al mo-
mento de su aumento.

2. PATRIMONIO

El patrimonio es otra institución muy ligada al ca-.


pital, que expresa la real situación económica de
la sociedad; puede considerárselo, al igual que el de
las personas físicas, "el conjunto de relaciones, dere-
chos y obligaciones (por consiguiente de elementos va-
riables, activos, aun de futura realización, y pasivos),
que tienen como titular a un determinado sujeto y que
están vinculados entre sí" (1).
Como se advierte, el patrimonio está formado por
derechos personales y reales y también por las obliga-
ciones de las que es deudor su titular; y no por el con-
junto de bienes de una persona como expresa el artícu-
lo 2.312 del Código Civil.

3. DIFERENCIAS ENTRE CAPITAL Y PATRIMONIO

Del análisis de ambos conceptos surgen las diferen-


cias que entre ellos existen; así mientras el capital es
un concepto formal que se traduce en una expresión nu-
mérica que debe figurar en el contrato social (artículos
11 inciso 4 y 166 inciso 1 y 2) y que expresa el monto
de los aportes realizados o que los socios se obligan a
efectuar (artículo 187), el patrimonio es un concepto
real que puede traducirse en una expresión numérica
( ) MEssnvEo, Francisco, Manual de Derecho Civil y Comercial, T. II,
p. 261.
71

que figura en el balance de la sociedad y expresa el va-


lor económico de los derechos creditorios y reales como
así también de las obligaciones.
Por eso se ha dicho que el capital es un concepto de
escasa relevancia frente al de patrimonio, que es el que
expresa la real responsabilidad económica de la so-
ciedad.

4. CARACTERES DEL CAPITAL

Pueden enunciarse ciertos caracteres que la ley


adjudica al capital. Ellos son:

4 .1. Determinación.

Corno expresión numérica del aporte de los socios,


el contrato social debe establecerlo en una cifra en mo-
neda argentina (artículos 11 inciso 4 y 166 incisos 1
y 2).

4 . 2. Unidad.

De lo señalado en el punto anterior surge que el


capital es uno solo, no pudiendo ser fraccionado aunque
la sociedad tenga sucursales.

4.3. Real.

Debe existir una correspondencia entre el capital y


el aporte de los socios; en tal sentido debe ser suscripto
totalmente al momento de constituirse la sociedad (ar-
tículo 186), e integrado parcialmente al momento de la
suscripción si el aporte es en dinero, y el saldo hacerse
a plazo o en su totalidad si el aporte es de bienes no
72

dinerarios (artículo 187) ; cuando se trata de esta últi-


ma clase de aportes el valor de los bienes no puede ser
superior al valor real.

5. INTANGIBILIDAD

Se entiende que esta característica, denominada


también, integridad, inviolabilidad o invariabilidad, re-
fiere a que todo aumento o disminución, es decir cual-
quier alteración, debe efectuarse de acuerdo a las nor-
mas que regulan estas situaciones, a las que nos refe-
rimos en los puntos 7 y 8. Fundamentalmente la ley
exige la publicidad de esas alteraciones para conoci-
miento de los accionistas y los terceros en función de
los intereses tutelados.
Las normas legales que expresan esta caracterís-
tica pretenden proteger tanto a los accionistas como a
los acreedores de la sociedad, porque es el capital el
que determina el aporte real que han efectuado los so-
cios, con todas las consecuencias que de ello se deriva.
Es esa la razón por la que la ley sanciona con nu-
lidad la emisión de acciones bajo la par (artículo 202),
si bien se exceptúa de esta prohibición a las sociedades
comprendidas en la ley 19.060 debe quedar en claro
que ello no significa un apartamiento del principio, da-
do que la diferencia de valor debe ser cubierta con
reservas libres o saldos de revalúo (artículo IV, ley
19.060).
También y por la misma razón es que la ley prohi-
be la distribución de utilidades sin que previamente se
cubran las pérdidas de ejercicios anteriores (artículo
71), porque de admitirse la distribución de ganancias
73

sin enjugar previamente las pérdidas preexistentes, se


disminuiría por esta vía el capital perdiendo de este
modo su correspondencia con los aportes.
En cualquiera de estos casos el propósito de la ley
es evitar que el aporte real de los socios sea inferior
al que el capital expresa o que se lo disminuya median-
te la distribución de ganancias ficticias..

6. CLASES DE CAPITAL

Es necesario aclarar que el concepto de capital


social no tiene en nuestro régimen legal una significa-
ción única, porque existen dos clases: el suscripto y el
integrado, cuyos montos pueden ser diferentes.
Por capital suscripto se entiende aquel que los so-
cios asumen la obligación de aportar, tanto en el acto
constitutivo como en los aumentos posteriores. En cam-
bio capital integrado es el que los socios efectivamente
aportan, que cuando se efectúa en bienes no dinerarios
coincide con el capital suseripto, dado que la ley exige
su integración total (artículo 187) ; en cambio cuando
el aporte es de dinero, la misma disposición legal admi-
te que se integre el 25 % en el acto de suscripción, otor-
gando un plazo máximo de dos años para integrar el
saldo, en este caso hasta que el plazo no se cumpla los
montos de ambos capitales no serán coincidentes.

7. AUMENTO DE CAPITAL

El capital puede ser aumentado, y ello es frecuen-


te, por distintos motivos que más adelante señalaremos.
La ley establece dos métodos para aumentar el capital,
uno sujeto a una previsión estatutaria y el otro que
no requiere ese presupuesto.
74

7.1. Aumento al quíntuplo.

Este procedimiento está regulado en el artículo 188


que, como primera exigencia, requiere que el estatuto
expresamente lo contemple, porque de no ser así, no
s posible su utilización.
También este procedimiento tiene un límite en el
monto del aumento establecido en el quíntuplo. Dada
la fórmula verbal que emplea el texto ("hasta su quín-
tuplo") han surgido dudas de si tal límite está referido
a cinco veces más del capital fijado en el estatuto, es
decir que en el caso de una sociedad con un capital de
mil pesos puede aumentarlo en cinco mil pesos alcan-
zando así la suma de seis mil pesos; o si por el contra-
rio el límite es de hasta cinco veces el capital es decir
que en el caso planteado el aumento podría ser sola-
mente de cuatro mil pesos para alcanzar un total de
cinco mil pesos.
Criterio este último que interpreta fielmente el
texto legal (2).
La decisión de aumentar es competencia de la
asamblea ordinaria (artículo 234 inciso 4) la que deberá
resolver con el quórum y mayoría exigidos en el artícu-
lo 243. La decisión de la asamblea debe contener no sólo
el monto del capital que se aumenta sino también la
cantidad y clase de acciones que lo representan, pudien-
do determinar la época de emisión de las acciones y la
forma y condiciones de pago, aunque estos últimos as-
pectos (época de emisión, forma y condiciones de pago),
puede delegarlos en el directorio para que sea él quien
determine cuándo se han de emitir las acciones y el
modo de su pago, todo lo cual debe constar expresa-
mente en el acta respectiva (artículo 249). Estos au-
( 2 ) MASCHERONI, Fernando, Manual de Sociedades Anónimas,
pág. 121.
75

montos no requieren su presentación ante la autoridad


de control por cuanto la ley los exime expresamente de
la conformidad administrativa. En cambio sí debe cum-
plirse con las exigencias de publicidad e inscripción en
el Registro Público de Comercio.
Este procedimiento ha planteado dos cuestiones que
nos proponemos clarificar, la primera de ellas consis-
tente en si se trata de una reforma de estatuto y la
otra referida a si debe constar en instrumento público.
A pesar de que cierta jurisprudencia ha considera-
do que en estos casos se trata de una reforma del esta-
tuto (a), entendemos que no es así, dado que estos au-
mentos están previstos precisamente en él y por lo tan-
to no acarrea como consecuencia la modificación de la
cifra que figura en el contrato social.
Por ese mismo motivo es que la jurisprudencia in-
terpretó que no requería su instrumentación pública (4),
criterio éste que luego se ha ampliado y se ha hecho
extensivo a las modificaciones estatutarias al cual nos
referimos en el Capítulo XVI punto 2.2.

7.2. Aumento a más del quíntuplo.


En los casos en que el estatuto no prevea el aumen-
to hasta el quíntuplo, o cuando previéndolo se trate de
aumentos que excedan esa cantidad, su resolución es
competencia de la asamblea extraordinaria quien adop-
tará la decisión con el quórum y las mayorías estable-
cidas en el artículo 244.
En este caso, además de la diferencia señalada en
cuanto al órgano de decisión, se requiere la conformidad
(3) Cám. Nac. Com., sala C, 21-3-78, en "A. G. Mc Kee Argentina
S. A."; NissEN, Ricardo, La Ley de Sociedades Comerciales, p. 149,
pto. 54.
(4) Cám. Nac. Com. Sala D, en "Namatir S. A.", ED. T. 57, p. 670
y sala C, ED, T. 58, p. 271.
76

administrativa y los demás requisitos de publicación e


inscripción como en el caso anterior.
En estos aumentos al igual que los analizados en
7.1. la asamblea debe decidir no sólo el monto, sino
también la cantidad y clases de acciones que lo repre-
sentan, pudiendo delegar en el directorio o decidir ella
la época de emisión de las acciones y la forma y condi-
ciones de pago. Este aumento significa la reforma del
estatuto social debiendo por tanto modificarse el artícu-
lo pertinente. Como ya lo señaláramos anteriormente
la jurisprudencia ha interpretado que en este caso tam-
poco se requiere el instrumento público.

7.3. Adecuación del artículo estatutario por aumento al


quíntuplo.

Una mención especial exigen aquellos casos en que


la sociedad, luego de hacer uso del mecanismo de au-
mento hasta el quíntuplo, resuelve modificar el estatuto
para asentar ese monto en el artículo pertinente, a los
efectos de tener la posibilidad de usar nuevamente el
quíntuplo a partir de la nueva cifra consignada en el
estatuto. En este caso es evidente que no se trata de
un nuevo aumento de capital sino simplemente de una
adecuación del estatuto para concordarlo, en lo que a
capital se refiere, con el que existía en razón del au-
mento.
Como esta reforma del estatuto, por ser tal, nece-
sita la conformidad administrativa a los efectos de la
verificación de los requisitos legales y fiscales cabe in-
dicar que el impuesto de sello no se debe oblar, por
cuanto ya ha sido pagado en oportunidad de inscribir
el aumento en el Registro Público de Comercio.
Por lo demás se debe cumplir con todos los requisi-
tos de las reformas de estatutos.
77

7.4. Integración de los aumentos.


La integración de los aumentos de capital cualquie-
ra sea el método empleado, puede realizarse de distin-
tos modos:
7.4.1. Aportes de nuevos bienes: En este caso la
integración de las acciones suscriptas en razón del au-
mento puede serlo con bienes dinerarios o no dinera-
idos y en este último supuesto su valuación debe ajus-
tarse a lo prescripto en el artículo 53 de la ley.
Es posible que la emisión se efectúe con prima, es
decir con un valor excedente por sobre el valor nomi-
nal, que deberán abonar los suscriptores juntamente
con el importe de la acción.
Para que pueda usarse este procedimiento es ne-
cesario que la prima sea fijada por la asamblea extra-
ordinaria (por eso si se trata de un aumento dentro del
quíntuplo que se resuelve por asamblea ordinaria, se
requerirá una asamblea extraordinaria adicional para
la decisión de estos aspectos) ; las primas deben ser
iguales en cada emisión; el importe de las mismas for-
ma parte de una reserva especial, del que pueden de-
ducirse los gastos de emisión (art. 202); y son dis-
tribuibles solamente cumpliendo las exigencias dispues-
tas en los artículos 203 y 204 de la ley.
7.4.2. Capitalización de dividendos: En este caso
se trata de que la totalidad o parte de las ganancias
que resulten de un determinado ejercicio, en vez de pa-
garse en dinero se abonan en acciones, capitalizándose
por tanto el importe de las mismas. En este supuesto
debe respetarse la proporción de cada accionista en la
distribución de las nuevas acciones (art. 189).
7.4.3. Capitalización de reservas: Las reservas son
ganancias no distribuidas que la asamblea resuelve
76

crear dándoles un destino especial o no. Con excepción


de la reserva legal, la asamblea puede decidir en deter-
minado momento su capitalización, distribuyendo a tal
efecto las acciones pertinentes.
Si se tratara de reservas afectadas a un destino es-
pecial, se requerirá la previa desafeetación de la misma
antes de decidirse su capitalización.
Al igual que en el caso anterior, en su distribución
se debe respetar la proporción de cada accionista (ar-
ticulo 185).
En la tramitación administrativa los representan-
tes legales de la sociedad deben informar respecto de la
asamblea en que se aprobó la constitución de la reserva,
como así también sobre el origen y razones que la mo-
tivaron. Si se tratara de reservas afeeta.das a un desti-
no, se requiere además informe de contador dictaminan-
do sobre las razones técnicas que justifiquen la desafee-
tación (Provincia de Santa Fe, resolución 1.92/74, apar-
tado IX, puntos 1 y 2).

8. AUMENTOS DE CAPITAL Y SUSCRIPCION

La norma del artículo 186, que establece la equiva-


lencia entre capital social y capital suscripto, ha origi-
nado dificultades respecto al monto que debe figurar
en el contrato social luego de haberse decidido su au-
mento, aun no suscrito, en razón del procedimiento
establecido por el artículo 194 referente al derecho de
preferencia y de acrecer. En tal sentido, en el ámbito
de Capital Federal, las resoluciones 12/77 y 4/78
establecieron una distinción entre decisión de aumen-
to y aumento efectivo, señalando que este último se
producía con la suscripción, época en que recién podía
hacerse la modificación de la cifra fijada en el contrato
de acuerdo a lo que realmente se hubiere suscripto.
79

Todo ello motivó una controversia doctrinaria sobre


si las mencionadas resoluciones realmente respetaban
las normas legales, o si iban más allá de lo que la
¡misma ley establecía. A pesar de lo interesante de
esta polémica, no nos vamos a detener en ella, en
razón de que la resolución 1/79 dejó sin efecto las men-
cionadas, perdiendo por tanto actualidad dicha cuestión.

9. REDUCCION DE CAPITAL

Al igual que el aumento ya descripto, las socieda-


des pueden por circunstancias determinadas disminuir-
lo. Esto, en algunos casos puede quedar a voluntad de
los accionistas, la que se expresará por medio de la
asamblea extraordinaria (art. 203) y en otros casos es
obligatoria por disposición de la ley (art. 206). Dado
que la reducción de capital afecta tanto el interés de los
socios como el de los terceros, la ley ha estructurado
un mecanismo que tutela ambos aspectos.
En tal sentido, la decisión en cualquiera de los su-
puestos previstos debe ser adoptada por asamblea ex-
traordinaria (art. 235, inc. la que al considerar el
asunto debe tener en cuenta el informe fundado del
síndico que exige el artículo 203. Por tratarse de una
decisión que modifica el estatuto debe cumplirse con
los requisitos de conformidad administrativa (art. 300),
publicación e inscripción (arts. 5, (3, 10 y 12 L.S.).
En tutela del interés de los acreedores, la ley ha im-
puesto la publicación previa determinada en el artículo
2 de la ley 11.867 (5 días en el Boletín Oficial y en uno
o más diarios, artículos 204 y 83 inc. 29 L.S.), a los efec-
tos de que éstos puedan manifestar su oposición a la dis-
80

minución, en cuyo caso sus créditos deberán ser garan-


tizados o en su defecto desobligados conforme al proce-
dimiento señalado en la ley ci-tada.
Se exceptúa del cumplimiento de este requisito el
caso de amortización de acciones integradas, cuando se
realice con ganancias o reservas libres. No obstante la
clara excepción legal, se ha planteado la duda sobre si
ese requisito es también aplicable a los casos de reduc-
ción llamada nominal, en cuanto no se produce correla-
tivamente una disminución del patrimonio, sino simple-
mente un restablecimiento numérico entre las cifras de
capital y patrimonio (art. 204 L.S.) ; y aun a los su-
puestos de reducción obligatoria prevista en el art. 205,
porque en estos casos al no reducirse el patrimonio los
acreedores no verían afectados sus derechos.
Se ha sostenido que su aplicación corresponde en
todos los casos, puesto que al reducirse el capital, dada
su función de monto de retención, disminuye también la
reconstrucción del patrimonio con las ganancias de los
ejercicios posteriores, ya que las utilidades se reparti-
rán en mayor medida que la que correspondería si no
se hubiere modificado el capital; de esa manera se
afecta el derecho de los acreedores (5).
Por último, el criterio de proporcionalidad en la
participación del capital —elemento substancial porque
el accionista tiene en cuenta esa proporción para deci-
dir su participación en la sociedad—, que está expresa-
mente consagrado en los artículos 189 y 194 para los ca-
sos de aumento de capital, debe ser también aplicado
en la reducción del capital a los efectos de no vulnerar
ese derecho del accionista, cediendo únicamente en ca-
so de su renuncia.
( 5 ) ARECHA y GARcíA CuErtvA, Sociedades Comerciales, 23 ed., p. 303.
81

NORMAS RELATIVAS A CAPITAL

Capital Federal: R. 1179, derogatoria de las R.12/77 y 4/78; R.77/72,


art. 1 (TO 1.4.1. a 1.4.4.).
Santa Fe: Res. 192/74, Anexo, IX y XI.
Buenos Aires: Disp. 111/73 y 16/74.
Ver advertencia supra, p. 37.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

BARRAGÁN, Rubén Darío, Los complicados aumentos de capital social del


art. 235 del Decreto-ley 19550/72, L. I., pág. 325. Marzo 1975.
BOLLINI SHAW, Carlos, Capital y patrimonio de las S. A. El principio de
intangibilidad del capital, E. D., t. 65, p. 813.
GARcía CUERYA, Héctor M., Reducción de capital y la protección de los
acreedores sociales, R.D.C.O., 1974, p. 679.
GUTIERREZ ZALnív.ka, Alvaro, Aumento de capital. Formalidad requeri-
da, L. L., t. 155, p. 976.
Gr.r~z ZALDiVAR, Alvaro, El aumento de capital siempre es reforma
de estatutos, L. L., 1978.
MASCHERONI, Fernando, Incongruencia en la ley 19.950 (Art. 158), L.I.,
Junio de 1973.
MATTA Y TRE JO - VERGARA DEL CARML, Aumento de capital, reforma
de Estatutos y oferta pública do títulos valores, L. L., 1978.
MOGLIA CLAPS, Aumento de Capital, J. A., 15 de diciembre de 1972.
Driii..xE, Aumento de capital dentro del quíntuplo. Formalidades, L. L.
t. 155, p. 1219.
VÁZQUEZ, Instrumentación del aumento de capital. Art. 188 de la ley
19.950, L. I, setiembre de 1977, pág. 435.
ZA1VIENFELD, Víctor, Capital social y capital autorizado. Comentario crí-
tico de la resolución 12/77, L. I., enero de 1978, pág. 113.
Capítulo VII. — APORTES 83

1. Bienes aportables 85

2. Bienes registrables 86

2.1 . Consentimiento del cónyuge 86

2.2. Inscripción preventiva 86

3. El aporte del crédito 87

4. Valuación de los aportes no dinerarios 88


4.1. Valor de plaza 88
4.2. Informe de reparticiones estatales o bancos oficiales 88
4.3. Valuación pericial 89
4.4. Aprobación de la autoridad de contralor 89

5. Valuación superior al aporte 90

6. Valuación inferior al aporte 90


6.1. Integración de la diferencia 90
6.2. Solicitud de reducción del aporte 91

7. Epoca de realización del aporte 91


7.1. Suscripción 91

7.2. Integración 92
7.2.1. Aporte de dinero 92
7.2.2 Aporte de bienes no dinerarios 92
7.2.3. Aporte mixto 93
8. Incumplimiento del aporte 93

9. Garantía de evicción y por vicios redhibitorios 94

Normas relativas a aportes 95

Bibliografía especializada 95
Capítulo VII

APORTES
SUMARIO: 1. Bienes aportables. 2. Bienes registrables. 2.1. Consenti.
miento del cónyuge. 2.2. Inscripción preventiva. 3. E/ aporte del
crédito. 4. Valuación de los aportes no dinerarios. 4.1. Valor de
plaza. 4.2. Informe de reparticiones estatales o bancos oficiales.
4.3. Valuación pericial. 4.4. Aprobación de la autoridad de con-
tralor. 5. Valuación superior al aporte. 6. Valuación inferior al
aporte. 6.1. Integración de la diferencia. 6.2. Solicitud de reduc-
ción del aporte. 7. Epoca de realización del aporte. 7.1. Suscrip-
ción. 7.2. Integración. 7.2.1. Aporte de dinero. 7.2.2. Aporte
de bienes no dinerarios. 7.2.3. Aporte mixto. 8. Incumplimiento
del aporte. 9. Garantía de evicción y por vicios redhibitorios.

El artículo 1() de la ley 19.550 al determinar los


elementos que configuran la Sociedad Comercial esta-
blece como uno de ellos, la obligación de realizar apor-
tes; a su vez el artículo 11 al mencionar el contenido
del instrumento constitutivo en su inciso 4, segunda
parte, exige la determinación del aporte de cada socio,
lo que es reafirmado en el articulo 166 inciso 2 que re-
fiere al instrumento constitutivo de la Sociedad Anó-
nima en particular.
Como se advierte, la obligación de aportar de cada
una de las partes que confluyen a la formación de la
sociedad es un elemento esencial de las sociedades co-
merciales en general y de la sociedad por acciones en
particular.
Nuestra doctrina ha caracterizado el aporte como
un elemento específico del contrato de sociedad, que
84

adicionado a los elementos generales de todo contrato


configuran el de sociedad. Aunque en realidad entende-
mos que técnicamente es objeto del contrato (' ) que se
diferencia del objeto de la sociedad como persona jurí-
dica o, más precisamente, es el objeto de las obligacio-
nes de los socios ya que el objeto del contrato serían
las obligaciones de él nacidas (2)•
Podemos conceptuar el aporte como la obligación
generada en el contrato social para cada uno de los so-
cios consistente en la realización de una prestación de
dar o de hacer (artículo 38, ley 19.550, lo que se co-
noce comúnmente como aporte de bienes o de indus-
trias). Este concepto se restringe en materia de socie-
dades por acciones porque la ley exige que únicamente
pueden tratarse de prestaciones de dar (artículo 187
L.S.; lo mismo ocurre en las Sociedades de Responsa-
bilidad Limitada, artículo 149, y el aporte del comandi-
tario en la comandita simple, artículo 135).
A más de la señalada surge una segunda restric-
ción. Como la prestación de dar consiste en la entrega
de un bien para constituir sobre él derechos reales o
transferir solamente el uso (artículo 574 del Código Ci-
vil), la restricción estriba en excluir la entrega del
bien en uso o goce, admitiéndose solamente que la mis-
ma sea exclusivamente en propiedad, reservándose el
aporte de uso o goce a las prestaciones accesorias (ar-
tículo 45 L.S.).
Por fin tenemos una tercera restricción consistente
,en que el bien objeto de la prestación sea determinado,
lo que importa su descripción e individualización en el
acto de constitución; además debe ser susceptible de
.ejecución forzada, por lo que quedan excluidos aquellos
(l) FERRARA, Francisco, Empresarios y Sociedades, p. 147.
() GARRIGUES, JOILTAII, Curso de Derecho Mercantil, t. I, p. 333.
85

bienes que por su naturaleza o por disposición de la


ley no pueden ser ejecutados por los acreedores a pe-
sar de tener un valor económico (art. 39 L.S.).
La razón de las restricciones apuntadas estriba en
que existiendo responsabilidad limitada de los socios a
lo aportado u obligado aportar, ello constituye la única
garantía de los acreedores por el cumplimiento de las
obligaciones sociales.
En consecuencia podemos conceptuar el aporte a
las sociedades por acciones como la obligación genera-
da en el negocio social para cada uno de los socios, con-
sistente en una prestación de dar cuyo objeto han de
ser bienes determinados susceptibles de ejecución for-
zada que se entregan en propiedad a la sociedad.
Como estamos tratando de las sociedades por accio-
nes y la sociedad en comandita por acciones es una
de ellas, debemos indicar que en estas sociedades el
aporte del socio comanditado no se encuentra sujeto a
esas restricciones, puesto que siendo su responsabilidad
ilimitada, solidaria y subsidiaria puede aportar tanto,
bienes como industria y en el caso de aporte de bienes
puede serlo tanto en propiedad como en uso y goce.

I. BIENES APORTABLES

Dentro de los lineamientos señalados anteriormente


cabe clasificar los bienes aportables en dos grandes ca-
tegorías: el dinero y los bienes no dinerarios (artículo
187 L.S.), no obstando que estos últimos se encuentren
gravados y en este sentido la Ley de Sociedades en su
artículo 43 ha seguido el criterio establecido por el ar-
tículo 1174 del Código Civil que admite que sean objeto
de los contratos las cosas prendadas, hipotecadas y em-
bargadas.
86

Cuando el bien se encuentre gravado, el aportante


deberá hacer conocer esa situación, porque en caso con-
trario incurre en el delito de estelionato (artículo 1.179
Código Civil). El gravamen incide sólo en la determina-
ción del valor aportable, puesto que éste resultará de
deducir del valor del bien el importe que lo grava (ar-
tículo 43 L . S . ).

2. BIENES REGISTRABLES

Bajo esta denominación se comprenden todos aque-


llos bienes que para transferir su dominio la ley exige
la inscripción en un registro especial, tal como ocurre
con los inmuebles, los automotores y aeronaves. El
aporte de estos bienes exige el cumplimiento de dos
requisitos.

2.1. Consentimiento del cónyuge.

Del aportante en caso de ser éste casado y se tratare


de un bien ganancial o aun cuando propio y fuere un
bien inmueble si en él está radicado el hogar conyugal
y hubiere hijos menores o incapaces (artículo 1.277
Código Civil).

2. 2. Inscripción preventiva.

A nombre de la sociedad en formación cuando el


aporte se produce en el momento constitutivo. Dicha
inscripción debe realizarse en el registro en que se
anota la transformación del bien de acuerdo a su
naturaleza.
87

3. EL APORTE DEL CREDITO

Receptado en la ley por el artículo 41 como norma


de carácter general, plantea algunas dificultades refe-
ridas a la integración inicial, que exige una interpreta-
ción armónica con lo dispuesto en los artículos 38, 39
y 187.
Concretamente la cuestión reside en si puede cons-
tituirse una sociedad en la que el aporte total o parcial
de los socios consista en créditos, cualquiera sea la mo-
dalidad de su instrumentación (letra de cambio, pagaré,
certificado de prenda con registro, etc.).
En el régimen del Código de Comercio no cabía
duda de su inadmisibilidad porque el artículo 407 dis-
ponía que "no se le abonarán en cuenta hasta que se
hubieren cobrado". Al haberse suprimido esta expre-
sión es que se plantea el problema.
Admitida la factibilidad genérica del aporte de cré-
dito por tratarse de una obligación de dar, ya que éstas
comprenden todas aquellas cuyo objeto consiste en la
entrega de una cosa o un bien (Llambías, Obligaciones,
T. II, p. 69) en contraposición a las de hacer cuyo obje-
to, en cambio, consiste en una prestación de servicios
(Colmo, De las Obligaciones, p. 19), subsiste la cuestión
de si el crédito reúne las exigencias de los artículos
citados.
En las sociedades anónimas en virtud que la res-
ponsabilidad de los socios se limita a la integración de
las acciones suseriptas (artículo 163), la ley exige en
garantía de los terceros un capital integrado al momen-
to de su formación cuya cuantía varía según la natu-
raleza del bien aportado (artículo 187), y además que
esos bienes sean susceptibles de ejecución forzada.
88

El crédito, por encontrarse pendiente el plazo para


el cumplimiento de la obligación, no reúne las exigencias
señaladas para formar la integración inicial. Así lo ha
resuelto la Inspección General de Personas Jurídicas
de Santa Fe en la Resolución N9 418 del 18-11-76.

4. VALUACION DE LOS APORTES NO DINERARIOS

La ley instrumenta un sistema de valuación (artícu-


lo 53) cuya función consiste tanto en la protección de
los demás fundadores, como de los futuros accionistas
y de los acreedores de la sociedad (3).
Dicho sistema está estructurado del siguiente
modo :
4.1. Valor de plaza.
Cuando se tratare de bienes con valor corriente,
su valor ha de ser el de plaza, es decir el precio común
en el mercado surgido de la oferta y la demanda, al
momento de la realización del aporte. La Resolución
N9 192/74 de la Inspección General de Personas Jurídi-
cas de la Provincia de Santa Fe exige en estos casos
la presentación de un inventario que exprese los cri-
terios de valuación y su justificación (II-1), estable-
ciendo para este tipo de bienes el valor de su costo
neto de amortizaciones, es decir el valor de origen me-
nos las amortizaciones o el de plaza, aplicando siempre
el menor, admitiendo también el valor de revaluación
(VII-B-1 y 2).
4.2. Informe de reparticiones estatales o bancos ofi-
ciales.
Dado que el Estado por diversos motivos puede
tener verificado y comprobado el valor de bienes de al-
( 3 ) HALPER1N, Isaac, Sociedades Anónimas, p. 208.
89

gunas personas, tal corno ocurre con la valuación fis-


cal respecto de los bienes inmuebles, y corno también
los bancos oficiales pueden tener en el mismo sentido
el valor de los bienes de sus clientes, es que se admite
este medio de acreditación del valor del aporte.
4.3. Valuación pericial.
En caso de no poder determinarse el valor por el
medio anterior y siempre que se trate de bienes con
valor no corriente, se recurre al informe de peritos.
Serán idóneas aquellas personas con título habilitante
en la ciencia a que pertenezca la naturaleza de la cosa
a determinar su valor, conforme a las leyes y regla-
mentos que regulen la competencia de esas profesiones
(principio establecido en el artículo 183 del C.P.C. de
la Prov. de Santa Fe y 464 del Nacional).
Los peritos son designados por los fundadores y
no por la autoridad de control, adoptando aquí la ley
un sistema distinto al previsto en el artículo 51 para las
Sociedades de Responsabilidad Limitada (4), sin perjui-
cio de las facultades propias de la autoridad para de-
signar peritos en caso que estime sobrevaluados los im-
portes determinados por los designados por los funda-
dores.
Por otra parte estos peritos no deben ser socios,
administradores, gerentes, ni estar en relación de de-
pendencia con la sociedad interesada, porque en caso
contrario sus dictámenes técnicos no serán admitidos
por la autoridad de control (Prov. Sta. Fe Res. 192/74
VII-C).
4.4. Aprobación de la autoridad de contralor.
Cualquiera fuere el medio de acreditación del valor
de los bienes, su aprobación final queda en manos de
( 4 ) HALPERfr, Isaac, ob. cit., p. 207.
90

la autoridad administrativa de contralor, quien en de-


finitiva admitirá o rechazará en forma fundada el que
se hubiere determinado. En tal sentido en la Provincia
de Santa Fe la ley 6926, en consonancia con la legisla-
ción de fondo, otorga competencia a la Inspección Ge-
neral de Personas Jurídicas para proceder a esta apro-
bación y la Res. 192/74 de dicho organismo en el apar-
tado VII punto B determina los requisitos para justifi-
car la valuación de los aportes de los bienes dinerarios.

5. VALUACION SUPERIOR AL APORTE

Cuando de la aplicación de los procedimientos des-


criptos anteriormente resultare que el valor del bien o
los bienes aportados es superior al aporte, ello no plan-
tea ninguna dificultad puesto que el propósito de ga-
rantía perseguido por la ley tanto para los demás ac-
cionistas como para los terceros se ve cumplido, ya que
el único perjudicado con esa situación es el socio apor-
tante si él la consiente; por eso es que la ley admite
este supuesto (artículo 53).

6. VALUACION INFERIOR AL APORTE

Distinto es el caso en que el valor del bien o de los


bienes aportados sea inferior al aporte, porque aquí si
se ven frustrados los intereses tutelados por la ley, ya
que ello beneficiaría exclusivamente al aportante en
perjuicio de los demás socios y los terceros. En esta
situación la ley prevé dos alternativas :
6.1. Integración de la diferencia.
.nesultante entre ambos valores: como la ley no dis-
tingue si debe serlo en dinero o en bienes cabe cual-
quiera de ambas modalidades.
91

6.2. Solicitud de reducción del aporte.


La otra alternativa consiste en que el socio apor-
tante del bien cuyo valor se ha disminuido, solicite la
correlativa reducción del aporte al valor de valuación;
esta solución es viable siempre que sea aceptada por
los socios que representen las tres cuartas partes del
capital restante, es decir el capital que resulte sin
computar el del socio aportante; en caso de no lograrse
este acuerdo, necesariamente deberá producirse la inte-
gración de la diferencia puntualizaaa en el párrafo an-
terior.

7. EPOCA DE REALIZACION DEL APORTE

El artículo 166 en su inciso 29, concordando con lo


dispuesto en el inciso 4 del artículo 11 para todas las
sociedades, establece que el instrumento de constitu-
ción debe contener por una parte la suscripción del ca-
pital y por otra el monto y la forma de integración del
mismo. La determinación del alcance de esta norma
en su correlación con otras que la complementan, nos
aboca a la consideración de dos aspectos íntimamente
relacionados que hacen a la determinación y momento
de realización del aporte y que trataremos separada-
mente, tales son la suscripción e integración del capital.

7.1. Suscripción.
Podemos conceptuar a la suscripción como la obli-
gación asumida por el socio en el contrato constitutivo
o en oportunidad del aumento de capital, de realizar
aportes.
En tal sentido el artículo 186 de la Ley de Socieda-
des exige que al momento de constituirse la sociedad el
92

capital debe suscribirse totalmente, por lo que cada


parte asumirá la obligación de aportar una porción del
capital fijado.

7.2. integración.
La integración es la realización del aporte, y en
este aspecto si bien la ley no determina la ocasión en
que debe hacerse efectivo, sí establece el momento de
justificación, de lo que se deduce que la realización
debe hacerse en circunstancia de la constitución, tra-
tando de modo diferente el aporte de dinero del de bie-
nes no dinerarios.
7.2.1. Aporte de dinero: Cuando el aporte es de
dinero, al momento de constituirse debe aportarse por
lo menos el veinticinco por ciento de la suscripción, pu-
diendo el saldo aportarse en el plazo máximo de dos
años, debiendo el contrato determinarlo dentro de ese
lapso (artículos 187 y 166 inciso 2).
Respecto del 25 % aportado inicialmente, su jus-
tificación debe efectuarse luego de la tramitación de
la conformidad administrativa al tiempo de solicitarse
la inscripción ante el Registro Público de Comercio,
pudiendo pedirse la devolución luego que el Juez ha
ordenando la inscripción (artículo 187).
7.2.2. Aporte de bienes no dinerarios: Cuando se
trata de esta clase de aportes la integración debe ser
total al momento de la constitución y la justificación
debe hacerse en sede administrativa al tiempo de soli-
citarse la conformidad ante la autoridad de control, es
por eso que cuando se trata de bienes registrables, la
inscripción preventiva debe justificarse ante dicha au-
toridad puesto que de no ser así no se acredita la efec-
tiva integración, ya que el bien podría ser transferido
93

a terceros o incluso ejecutado por acreedores individua;


les y de ese modo se frustraría el aporte, en cambio
mediante esa inscripción no puede ocurrir ninguna de
esas eventualidades.
7.2.3. Aporte mixto: La ley no ha previsto de mo-
do expreso el caso que parte del capital suscripto se
aporte en dinero y parte en bienes no dinerarios, por
lo cual corresponde se apliquen las normas pertinentes
para cada uno de esos aportes respecto de su integra-
ción.
Pero ¿qué ocurriría en caso que algún o algunos so-
cios integren su suscripción parte en bienes y parte en
dinero en la proporción mínima del 25%, difiriendo la
integración del saldo del 75 % al plazo de dos arios al
cabo del cual incurre en mora debiendo aplicarse la dis-
posición del artículo 193, si previamente no se ha in-
dividualizando cuáles acciones han sido integradas to-
talmente en bienes no dinerarios y cuáles parcialmente
en dinero'?
Se plantearía un problema de difícil solución res-
pecto a la individualización de las acciones en mora, lo
que sin duda constituye una fuente de litigios. Precisa-
mente para evitar esa situación la I.G.P.J. de Santa
Fe, al igual que la de la Capital Federal, exige que en
esos casos el acto constitutivo individualice por su nu-
meración las acciones emitidas, determinándose cuáles
son las que suscriben cada socio y cuáles se integran
en dinero y cuáles no.

8. INCUMPLIMIENTO DEL APORTE

La mora en la integración del aporte se produce


por el mero vencimiento del plazo (artículos 192 y 37
L.S. y 509 Cód. Civ.), de modo tal que la Ley de So-
94

ciedades en este sentido sigue el criterio fijado por el


Código Civil para la producción de la mora en las obliga-
ciones a plazo. Su efecto inmediato y automático con-
siste en la suspensión del ejercicio de los derechos co-
rrespondientes a las acciones no integradas (artículo
192 L.S. ).
Respecto del suscriptor incumpliente la sociedad
Podrá pedir el cumplimiento del contrato de suscrip-
ción con más el perjuicio que le ocasione el incumpli-
miento o aplicar las otras sanciones previstas en el
artículo 193 L.S., que deben ser contempladas por el
estatuto. Tales son: a) La venta en remate público de
los derechos de suscripción que corresponden a las ac-
ciones en mora; b) si se trata de acciones cotizables la
venta por medio de un agente de bolsa. En cualquiera
de ambos casos el suscriptor moroso debe afrontar los
gastos de remate, el pago de los intereses moratorios,
como así también subsiste su responsabilidad por los
daños causados a la sociedad con la mora ; c) la caduci-
dad de los derechos de suscripción y pérdida de las
sumas ya pagadas, para la aplicación de esta sanción
se requiere la previa intimación para integrar en un
plazo que no debe exceder de treinta días.

9. GARANTIA DE EVICCION Y POR VICIOS


REDHIBITORIOS

Como consecuencia de que los bienes aportados son


transferidos en propiedad a la sociedad, resulta que el
aportante es responsable de evicción, conforme a las
disposiciones del artículo 2089 y siguientes del Código
Civil, y por vicios redhibitorios de acuerdo al artículo
2.164 y siguientes del mismo Código.
95

La primera de ellas está expresamente legislada


en cuanto a sus consecuencias para el aportante en los
artículos 46, 47 y 48 de la Ley de Sociedades. Dado que
en materia de sociedades por acciones la ley prevé la
sanción específica por el incumplimiento del aporte en
los artículos 192 y 19:3 y que en estos casos se trata
de ello, resultarán de aplicación tales normas (5).

NORMAS RELATIVAS A APORTES

Capital Federal: R.4/77 (TO 1.4.5.); R.76/72, art. 1, 2, 3, 4, 6 y 8


(TO 1.4.6. y 1.4.7.); Res. 1.897/72; Res. 3187/73
(TO 1.4.7. al 1.4.2.).
Santa Fe: Res. 192/74, Anexo, II, III y X.
Buenos Aires: Disp. s/n/77 8.1.1. al 8.1.4.
E. Ríos: 11.162/77, Anexo, 1 5.
,

Ver advertencia supra, p. 37.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

HALPERN, Isaac, La anotación preventiva (art. 38 Ley 19.550), R. D


C. O., t. 1977, p. 811.
MAQuEDA, Mario O., El art. 38 del Dec. Ley 19.550/72 y su implicancia
dentro del capital societario . Connotaciones registrales, L. L, t. XXIX,
p. 350.
Ruiz DE ERENCHUN, Alberto F., El art. 38 L. S. y la necesidad de compa-
tibilizar el Derecho Civil y Comercial; L. I., mayo 29 de 1974.

( 5 ) HALPERN, Isaac, ob cit., p. 212.


Capítulo VIII. — ACCIONES 97

1. Nociones generales 97

1.1. Título valor 98

1.2. Caracteres 99
1.2.1. Caracteres que presenta como documento 99
1.2.2. Caracteres que presenta corno título valor 99

2. Requisitos de los títulos 100


2.1. Numeración 100
2.2. Valor nominal 101
2.2.1. Igualdad de valor 101
2.2.2. Expresión monetaria 101
2.3. Menciones relativas al contrato social 102
2.4. Mencicnes relativas a los derechos incorporados 102
2.5. Firmas 102
2.5.1. Firma autógrafa 103
2.5.2. Firmas impresas 103

3. Indivisibilidad de las acciones 105

4. Condominio 105

5. Negociabilidad. Restricciones 106

6. Circulación de las acciones 106


6.1. Nominativas 107
6.1.1. Consentimiento del cónyuge 108
6.2. Nominativas endosables 108
6.3. Al portador 109

7. Clases de acciones 109


7.1. Acciones ordinarias 109
7.2. Acciones preferidas 110
7.3. Acciones de voto plural 111
7.4. Acciones de asiento 112
8. Certificados provisionales 112
Resoluciones relativas a acciones 113
Bibliografía especializada 113
Capítulo VIII

ACCIONES

SuItAmo: 1. Nociones generales. 1.1. Título valor. 1.2. Caracteres. 1.2.1.


Caracteres que presenta como documento. 1.2.2. Caracteres que
presenta como título valor. 2. Requisitos de los títulos. 2.1. Nu-
meración. 2.2. Valor nominal. 2.2.1. Igualdad de valor. 2.2.2. Ex-
presión monetaria. 2.3. Menciones relativas al contrato social. 2.4.
Menciones relativas a los derechos incorporados. 2.5. Firmas. 2.5.1.
Firma autógrafa. 2.5.2. Firmas impresas. 3. Indivisibilidad de las
acciones. 4. Condominio. 5. Negociabilidad. Restricciones. 6. Circu-
lación de las acciones. 6.1. Nominativas. 6.1.1. Consentimiento del
cónyuge. 6.2. Nominativas endosables. 6.3. Al portador. 7. Clases
de acciones. 7.1. Acciones ordinarias. 7.2. Acciones preferidas. 7.3.
Acciones de voto plural. 7.4. Acciones de asiento. 8. Certificados
provisionales.

1. NOCIONES GENERALES

Es evidente que la acción es el elemento tipificante


más característico de las sociedades anónimas, a punto
tal que la ley en el primer artículo destinado a esta so-
ciedad (art. 163), bajo el título de Caracterización, co-
mienza señalando que "el capital se representa por ac-
ciones...", agregando el artículo 207 que serán siem-
pre de igual valor.
De esa manera la acción en su expresión más sim-
ple es una parte alícuota del capital, pero como no es
una entidad ideal porque se materializa en un título
98

(art. 208 L.S.) transmisible cuya titularidad autoriza


el ejercicio de los derechos de socio, resulta ser bastan-
te más que una parte del capital.

1.1. Título valor.


Dada la conexión de carácter permanente que se
produce entre los derechos y el título (1), y la subor-
dinación de aquéllos a éste, encuadra en la categoría
jurídica de los denominados títulos valores ; los cuales
son caracterizados como aquellos que documentan e in-
corporan derechos y correlativas obligaciones, por
transfundirse en el título y están destinados a cumplir
la función económica y jurídica de facilitar la circula-
ción de los valores (2)•
Aunque la ley no la ha calificado como tal en for-
ma expresa, la conclusión es obvia por cuanto el ar-
tículo 226 permite así ubicarla, dado el carácter de
norma integrativa y no meramente supletoria de dicha
disposición (3).
Dentro de la teoría general de los títulos valo-
res la acción se ubica en los calificados de participa-
ción o corporativos o societarios, dada la naturaleza
de los derechos transfundidos en el título que son de
esa clase (participación en la persona jurídica socie-
dad) y que los diferencia de los otros del mismo
género como los representativos de mercaderías en
viaje (conocimiento y carta de porte), o en depósito
(warrant) y de los de crédito como la letra de cambio
y el pagaré.

(1) MuSioz, Luis, Títulos Valores, 21 edición, p. 30.


(2) MUÑOZ, Luis, ob. cit., p. 32 ( la definición dada por el autor es
más amplia) .

XIASCHERONI, Fernando, Manual de Sociedades Anónimas, p. 148.


99

1 . 2. Caracteres.
Por asumir esa categoría jurídica la acción pre-
senta ciertos caracteres comunes a todos ellos, y otros
particulares por su propia especificidad.

1.2.1. Caracteres que presenta como documento:


Dado que los títulos valores son documentos, plantea
ciertos caracteres en función a la relación que existe en-
tre el documento y los derechos en él representados.
En primer lugar es probatoria, porque sirve para
justificar y acreditar el carácter de accionista y con-
secuentemente el complejo de derechos que de él deri-
van, sin necesidad de tener que recurrir a ningún otro
instrumento. También es constitutiva, porque la rela-
ción existente entre la creación del derecho de socio,
emergente del contrato de suscripción, está ligada a la
creación del título.
Por último es dispositiva porque los derechos están
compenetrados de tal manera en el título que se produ-
ce una vinculación permanente entre ambos, a punto
tal que los derechos se convierten en accesorios del tí-
tulo, y es por eso que es necesaria su posesión tanto
para ejercerlos como para transmitirlos.

1 . 2. 2. Caracteres que presenta como título valor:


Como título valor presenta los siguientes caracteres: Es
literal, ya que lo expresado en el título determina la
naturaleza de los derechos y la modalidad de su ejerci-
cio, pero no obstante su literalidad es incompleto, por-
que esto lo determina el estatuto al que el título hace
referencia. Esta particularidad está íntimamente rela-
cionada con su carácter causal, dado que el título está
permanentemente ligado al negocio que le dio origen,
denominado también negocio fundamental, que es el
100

contrato social. Ello lo diferencia de los títulos abstrac-


tos en que esa ligazón se rompe.
Es autónomo porque los derechos transfundidos
en el título, en su función circulatoria, son adquiridos
por los sucesivos tenedores de un modo originario (con
todas las consecuencias que de ello emanan), aunque la
adquisición del título lo es siempre de modo derivado.
También es legitimante ya que su posesión auto-
riza por sí misma el ejercicio de los derechos (legiti-
mación activa) y su reconocimiento y admisión con su
'sola presentación (legitimación pasiva), ello resulta
-del fenómeno ya referido de la incorporación.

2. REQUISITOS DE LOS TITULOS

Las formalidades y menciones que deben contener


los títulos quedan libradas a la determinación que el
estatuto efectúe, sin embargo se exigen ciertas men-
ciones a las que se les adjudica el carácter de esen-
ciales para la validez de los mismos (art. 212).

2.1. Numeración.
Deben contener su numeración, que es el dato que
sirve para individualizar la acción y diferenciarla de
las demás; debe ser correlativa por lo que no admite
la división en series de acciones con numeración propia
dentro de cada serie (artículos 211 inc. 3 y 212).
Si se tratara de títulos que representen más de una
acción, además debe ser numerado el título, también
correlativamente. Es decir que en estos casos figurará
tanto la numeración de la acción como la del título.
101

2.2. Valor nominal.


Es también una mención que debe figurar, y ello
se conecta con otras dos exigencias que la condicionan:
la igualdad de valor y su expresión monetaria (art. 207).

2.2.1. Igualdad de valor: Excluye la posibilidad


de emitir acciones de distinto valor tanto al momento
de constitución como posteriormente en virtud de un
aumento de capital, imperativamente lo exige la ley al
expresar "serán siempre"; claro está que como es po-
sible que los títulos puedan representar más de una
acción (art. 208 y 21_2, primera parte), se dará en ese
caso la desigualdad en el valor de los títulos, pero por
esa sola razón de expresar más de una acción y no por-
que existan acciones de distinto valor.

2.2.2. Expresión monetaria: No es admisible la


emisión de acciones en moneda extranjera, sino que de-
be serlo siempre en moneda argentina, por lo que con-
forme a lo dispuesto en la ley 18.188 ha de serlo en
pesos ; tampoco es admisible la emisión de acciones con
las llamadas cláusulas de estabilidad que remitan su
valor nominal a una moneda extranjera, por la razón
apuntada y porque además se vulneraría el principio
de invariabilidad del capital. No ocurre lo mismo con
los debentures que sí pueden emitirse en moneda ex-
tranjera (art. 326 L.S.) ya que en este caso no se afecta
el principio señalado.
No se exige en cambio un valor mínimo para las ac-
ciones, salvo aquellas que se cotizan en el mercado de
valores, para las que se requiere un valor mínimo de
diez pesos o múltiplo de diez pesos (Normas de la Comi-
sión Nacional de Valores, artículo 11 punto 8).
102

2.3. Menciones relativas al contrato social.


Siendo la acción un título causal e incompleto re-
sulta necesario la individualización del negocio que le
da origen, por eso es que debe contener, respecto de
la sociedad emisora, los siguientes datos: denomina-
ción, domicilio, duración, capital social, fecha y lugar
de constitución e inscripción (art. 211 inc. 1 y 2).
Las variaciones de cualquiera de estos datos, con
excepción de las referidas al capital, deben constar en
el título, claro está que esta exigencia debe entenderse
que refiere a todas aquellas variaciones anteriores a
la fecha de la emisión del título, porque de no ser así
las sociedades se verían compelidas al canje de sus ac-
ciones por nuevos títulos cada vez que se produce una
modificación de esa índole. No está demás acotar que
cualquier otra modificación que no refiera a las señala-
das no necesita que conste en el título.
2.4. Menciones relativas a los derechos incorporados.
También debe mencionar el título la clase de ac-
ciones que representa y los respectivos derechos que
otorga (art. 211 inc. 3).
2.5. Firmas.
La autenticidad de los títulos resulta de las firmas
que debe contener de un director y un síndico; desde
luego que éste es un requisito mínimo porque ningún
impedimento legal existe para que esté firmada por más
de un director y o por más de un síndico (art. 212).
Debe entenderse que cuando la ley se refiere a la
firma de un síndico lo hace refiriéndose a un titular
del órgano de fiscalización, es por eso que en caso de
no existir sindicatura por haber sido sustituida por el
103

Consejo de Vigilancia y una auditoría anual, la firma


ha de ser de un consejero.
2.5.t Firma autógrafa: Las firmas deben ser au-
tógrafas de las personas mencionadas, pero sin embar-
go la ley admite otra posibilidad, a la que nos referi-
remos.
2.5.2, Firmas impresas: Las firmas autógrafas
pueden ser reemplazadas por firmas impresas, pero
en tal caso debe mediar una autorización otorgada por
la autoridad de contralor para cada emisión, excluyén-
dose por lo tanto las autorizaciones de carácter general
para todas las emisiones de acciones de una sociedad.
Esta facultad otorgada al Organo de Control
está subordinada a que la impresión a utilizar garan-
tice la autenticidad de los títulos, cuestión ésta que ha
suscitado algunas dificultades en su aplicación.
La Inspección General de Personas Jurídicas con
jurisdicción en la Capital Federal por Resolución NQ 69
del 4 de diciembre de 1972, estableció como requisitos
para el otorgamiento de estas autorizaciones que: a) la
impresión se efectúe en la Casa de Moneda de la Na-
ción; b) el papel a utilizar fuera afiligranado en su
masa o, en su defecto, con fibrillas de seguridad visi-
bles directamente o por su exposición a rayos ultravio-
tetas ; c) el sistema de impresión fuere el calcográfieo,
con dos colores, pudiendo alternativamente usarse otro
sistema siempre y cuando en los títulos figurasen sec-
tores de perfecto registro rectoverso.
Posteriormente por Resolución NQ 36 del 8 de agos-
to de 1973, se dejó sin efecto la anterior, modificando
totalmente el primitivo criterio, estableciendo en su
reemplazo que la impresión debía hacerse en papel ad-
quirido a la Casa de Moneda de la Nación, a cuyo efec-
to estableció el procedimiento para su adquisición y
104

control de la entrega del papel en blanco y de los títu-


los impresos, el papel usado en ello y la destrucción
del sobrante.
Este criterio fue mantenido por la Resolución N 6
del 25 de agosto de 1976, no obstante que dejó sin efec-
to la anterior, agregando nuevas exigencias referidas
a la custodia del papel sobrante por parte de Casa de
Moneda y por el plazo de 180 días hábiles por si la
sociedad decidiere emitir nuevos títulos en ese plazo;
y a la custodia, por el plazo de 30 días corridos, de
los títulos impresos sobrantes, con la finalidad de re-
poner alguno de los títulos habilitados.
Además de este criterio general, por resoluciones
individuales (IV 5417/78, 5471/78, 3674/78, 688/77,
1057/77, entre otras) se autorizaron emisiones con pa-
pel no adquirido en la Casa de Moneda siempre y cuan-
do el sistema propuesto para la impresión, cumpla con
el requisito de autenticidad exigido por la ley.
En la Provincia de Santa Fe no existe una resolu-
ción de carácter general, sino que en cada caso (como
señala la ley) se expidió sobre las autorizaciones solici-
tadas, estableciendo como criterio de admisión referen-
te a la garantía de autenticidad de los títulos:
a) Los impresos en papel adquirido en Casa de Mo-
neda porque siendo exclusivo resulta imposible su re-
producción, o el lanzamiento de impresiones no autori-
zadas de acciones, dado el control realizado, tanto en
la entrega del papel en blanco como de los títulos ya
impresos y destrucción de los sobrantes de papel.
b) Los realizados en papel distinto del provisto
por Casa de Moneda si el sistema de impresión ofrece
suficiente garantía de seguridad en cuanto a su repro=
ducción exigiéndose en tal sentido la impresión con fon-
dos antifotográficos, debiendo contar con guardas y ro-
105

setas de perfecto registro rectoverso; se requieren ade-


más recaudos de control que imposibiliten la circula-
ción de acciones no autorizadas por los órganos de la
sociedad, consistentes en la obligación del órgano de
fiscalización de controlar el proceso de impresión, el
uso del papel, la cantidad de títulos y su recepción por
la sociedad, acreditándose el cumplimiento de la obli-
gación con actas cuyas copias autenticadas por escri-
bano público deben presentar a la Inspección; y la
custodia por parte de la sociedad de las películas ori-
ginales empleadas en la impresión, la que se debe cons-
tatar por acta notarial labrada en oportunidad de
constituirse el depósito, cuyo testimonio se presentará
ante la autoridad de control.
El último requisito señalado por la ley consiste
en la inscripción en el legajo de la sociedad de un facsí-
mil de los títulos, en cada oportunidad que se otorga
la autorización.

3. INDIVISIBILIDAD DE LAS ACCIONES


El principio de indivisibilidad consagrado en el ar-
tículo 209 es una lógica consecuencia del principio de
igualdad de valor de las acciones.
Claro está que la indivisión de acciones no alcanza
a la divisibilidad de títulos representativos de más de
una acción, ya que ello en nada afecta la norma citada
anteriormente.

4. CONDOMINIO
La indivisibilidad no está reñida con la titularidad
plural de las acciones, y en tal sentido el artículo que
aludimos, expresamente se refiere a la copropiedad de
las acciones, otorgando en tal caso a la sociedad el de-
1 06

recho de exigir a los condórninos la unificación de la


representación tanto para admitir el ejercicio de los
derechos corno para exigir el cumplimiento de las obli-
gaciones, por tanto en esta situación, conforme a lo
prescripto por el artículo 2.700 del Código Civil, los
condóminos deberán resolver por mayoría.

5. NEGOCIABILIDAD. RESTRICCIONES

Por ser un título valor la acción es negociable, co-


mo así también objeto de negocios jurídicos.
La libre transmisibilidad de las acciones está re-
conocida por la ley (art. 214 L.S.) pero admitiendo la
posibilidad que el estatuto establezca cláusulas limita-
tivas o restrictivas, exclusivamente en las acciones no-
minativas y con constancia de la limitación en el título.
El contenido de estas cláusulas sólo puede ser de
restringir la transferencia, exigiendo determinados re-
quisitos personales que deben reunir los adquirentes
o el acuerdo de los órganos sociales para la transferen-
cia, entre otras, pero no que la restricción signifique
prácticamente la prohibición como sería en el último de
los casos citados, si el estatuto no previera el recurso
judicial contra las decisiones denegatorias infundadas.

6. CIRCULACION DE LAS ACCIONES

La negociabilidad está relacionada con el modo de


circular las acciones, el que depende de la clase de ac-
ción de que trate, ya que en nuestro ordenamiento le-
gal son posibles las acciones nominativas, nominativas
endosables (art. 215 L.S.) y al portador (art. 208 L.S.).
Se caracterizan: las nominativas por estar expedi-
das a nombre de una persona de existencia visible o ju-
107

rídica o a su orden, pudiendo ser endosables o no ; las


al portador, por estar expedidas a nombre de ninguna
persona y generalmente se expresa simplemente "al por-
tador".
Según sea el tipo de acción es su modo de circu-
lar, exigiéndose distintos requisitos para que su trans-
misión sea oponible tanto a la sociedad como a los ter-
ceros.

6.1. Nominativas.
De acuerdo a nuestro régimen legal para adquirir
la propiedad de una cosa se requiere título suficiente
para la transferencia del dominio y la tradición de la
cosa (artículos 2601 y 2602 del Código Civil), a los cua-
les agrega la Ley de Sociedades, respecto de estas ac-
ciones, la notificación por escrito a la sociedad y la ins-
cripción en el libro de registro de acciones (art. 213 y
215).
Tratándose de transferencia inter vivos es menester
la existencia de cualquier negocio jurídico que de acuer-
do a nuestra ley tenga por efecto la transmisión de la
propiedad de la cosa sobre la que recaiga; si provinie-
re de un acto de ejecución forzada su acreditación re-
sultará del oficio que libre el juez de la causa que or-
denó la subasta.
En cambio si la adquisición es mortis causa el título
es la adjudicación efectuada por el juez de la sucesión,
la que podrá acreditarse mediante la comunicación ju-
dicial o la presentación de copia autenticada de la par-
tición.
La tradición debe cumplir con las exigencias esta-
blecidas por el artículo 2.601 del Código Civil, es decir
la entrega material de la cosa hecha por el propieta-
rio capaz de enajenar y recibida por persona con capa-
cidad de adquirir.
108

Respecto de la notificación a la sociedad sólo se


exige que se realice por escrito (art. 215 L.S.) pero
sin establecerse requisitos específicos que deba conte-
ner, por eso entendemos que pueda ser hecha tanto por
el transferente como por el adquirente justificando de-
bidamente la cesión -y su autenticidad, usando a tal.
efecto instrumento público o instrumento privado con
firmas autenticadas por escribano público o también
instrumento privado con ratificación de firmas ante la
sociedad.
La Ley de Sociedades no exige que en el título se
deje constancia de la transferencia, pero la ley 20.643 sí
exige que se deje tal constancia en el título, quedando;
librada a la reglamentación la determinación de las
menciones a figurar respecto de las modalidades de
cada transferencia y los datos de las partes intervi-
nientes (tal reglamentación no se ha realizado).
La inscripción en el libro de registro de acciones
de la emisora es requisito indispensable para la °poni-
bilidad de la transferencia a la sociedad y a los terce-
ros (artículo 215 L.S.), en la inscripción debe anotarse
la fecha en que se realiza y los datos de individualiza-
ción del o los adquirentes (art. 213 inc. 3).
6.1.1. Consentimiento (lel cónyuge: En virtud de
lo dispuesto en los artículos 213 (inc. 2 última parte e
inciso 3) y 215, a estas acciones las consideramos en la
categoría de "bienes muebles cuyo registro han im-
puesto las leyes en forma obligatoria" (art. 1.277 Có-
digo Civil) y en consecuencia resultará necesario el
consentimiento del cónyuge si el titular es casado.
6 2. Nominativas endosables
Si bien estas acciones, igual que las al portador,
fueron suprimidas por la ley 20.643 en cuanto dispo-
109

ne que los títulos valores privados que se emitan en


serie en el país deben ser nominativos no endosables
(art. 22), por tratarse de una ley que si bien vigente
es inaplicable, porque la ley 20.954 en su artículo 29
(modificatorio del artículo 21 de la 20.643) ha dejado
en suspenso su aplicación hasta su reglamentación y
ésta nunca fue dictada, es que nos referiremos a estas
clases de acciones por estar previstas en la ley de so-
ciedades y Por lo tanto admitido su uso.
La transferencia de estas acciones se produce por
el endoso y la tradición del título, pero es necesaria la
inscripción en el libro de acciones de la sociedad para
ser oponible a ella (ejercicio de los derechos, dice la
ley).
6.3. Al portador.
Estas acciones circulan con la. sola tradición del
título.

7. CLASES DE ACCIONES

Además de la clasificación de acciones descriptas


en el punto anterior cabe también hacerlo, en atención
a los derechos patrimoniales que confiere, en preferidas
y ordinarias (artículos 216 y 217) y a su vez estas úl-
timas, teniendo en cuenta el derecho de voto que pue-
den otorgar, en ordinarias de voto simple y ordinarias
de voto múltiple.

7 .1. Acciones ordinarias.


Son las que confieren derechos patrimoniales nor-
males, es decir : a participar en los beneficios o divi-
dendos (art. 68 L.S.), a obtener el reembolso del ca-
pital al momento de la liquidación (art. 109 L.S.) o en
n
oportunidad de ejercer el derecho de receso (art. 245
L.S.), consistente en la restitución del valor nominal de
las acciones; y el derecho a la parte proporcional del
patrimonio (artículos 109 y 245 L.S.) o sea sobre la
diferencia del valor entre los bienes y derechos de que
es titular la sociedad deducido el de las obligaciones a
su cargo.
En cuanto al derecho de voto siempre tienen dere-
cho a un voto (artículo 216 L.S.).

7.2. Acciones preferidas.

Son las que otorgan derechos patrimoniales supe-


riores a los que confieren las ordinarias, pudiendo la
preferencia consistir en una prelación en el ejercicio
de cualquiera de los derechos patrimoniales o en todos;
así se les suele asignar un dividendo fijo de carácter
acumulativo, a veces con participación adicional junta-
mente con las ordinarias, en el sobrante de utilidades
o la percepción prioritaria de un porcentaje de las uti-
lidades; prioridad en el reembolso del capital y de la
parte proporcional del patrimonio al momento de la
liquidación.
Pueden tener o no derecho de voto, aunque nunca
más de uno porque se prohibe la acumulación de privi-
legios patrimoniales y de voto.
Aun cuando se emitieren sin derecho a voto, lo ten-
drán en la consideración y decisión de los siguientes
asuntos : transformación, prórroga de la duración, diso-
lución anticipada, transferencia del domicilio al extran-
jero, cambio fundamental del objeto, reintegro total o
parcial del capital y fusión (artículos 217 y 244 L.S.) ;
cuando estuvieren en mora en la percepción de los be-
neficios patrimoniales que le fueron acordados en la
emisión, tienen derecho de voto en la decisión de cual-
111

quier asunto y lo conservan durante todo el tiempo que


dure la mora, esto supone la existencia de. utilidades
no distribuidas ya que de no existir no podría hablarse
de mora (4)•
Si se tratare de acciones que se cotizan en bolsa,
tendrán derecho de voto cuando se hubiere suspendido
o retirado la cotización, cualquiera sea la causa que la
motivó, y lo conservarán durante todo el tiempo que la
situación subsista (artículo 217).
El derecho a participación en la asamblea con voz
le es reconocido en todos los casos, aun cuando no tu-
vieren derecho de voto.

7.3. Acciones de voto plural.

Conocidas también como acciones de voto múltiple


o de voto privilegiado, han sido reconocidas como una
especie de las acciones ordinarias y sometidas a algunas
restricciones (artículo 216 L.S.).
Deben ser creadas por el estatuto, pero el máximo
de votos que puede adjudicársele a cada acción es de
cinco. El voto múltiple no es aplicable en la decisión
de los supuestos especiales contemplados en el artículo
244 de L.S. ni. en la elección de síndicos (artículo 284
L.S.), en estos casos solamente cuentan con un voto.
Tampoco puede tenerse en cuenta para la forma-
ción del quórum de las asambleas ya que éste se compu-
ta sobre el capital y no sobre los votos presentes (ar-
tículos 243 y 244). -
Está prohibida la emisión de estas acciones en
aquellas sociedades autorizadas a efectuar oferta pú-
(4) IIALrEnt-N, Isaac, Sociedades Anónimas, p. 305.
112

blica de sus acciones luego de conferida la autorización


por la autoridad competente, con la sola excepción de
las emisiones que se efectúen corno consecuencia de la
capitalización del saldo de revalúo contable (artículo
2 de la ley 21.525).

7.4. Acciones de asiento.


Se ha dado en llamar así a las acciones que otor-
gan el derecho a elegir directores, aunque el total de
ellas importen ser minoría en el monto total del ca-
pital social, al admitirse la elección de directores por
categoría de acciones (artículo 262).

8. CERTIFICADOS PROVISIONALES
La emisión de las acciones está subordinada a la
previa integración de la suscripción (artículo 208, se-
gunda parte), hasta que ello ocurra sólo pueden emi-
tirse certificados provisorios, los que serán siempre
nominativos aunque se refieran a acciones al portador;
en ellos se anotarán las integraciones que se realizan.
Una vez realizada la integración total los tenedo-
res legitimados de los certificados pueden exigir la en-
trega de las acciones y, si no la obtuvieren, los mismos
son considerados definitivos, negociables y divisibles.
113

RESOLUCIONES RELATIVAS A ACCIONES

Capital Federal: Res. 6/76 - Res. 12/78 (TO 1.6.1.) derogan Res. 69/72
y 36/73 (TO L6.2.) (TO 1.6.3.).

Ver advertencia supra, p. 37.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

AGUINI - BAS, La amortización de acciones, R.D.C.O., 1977, p. 1.

ANAYA, Jaime L., El caso de la sociedad por acciones sin acciones,


R.D.C.O., 1975, p. 107.

Bormm Sri", Carlos, Acciones nominativas o al portador, E. D., t. 56,


p. 147.

LEKROV, Acciones preferidas con dividendo filo y rescate a precio deter-


minado, L.I., febrero 1976, p. 163.
MAsexEnom, Fernando, Capital social y acciones nominativas, Ed. Canga-
lla Bs. As., 1974.

VÁZQUEZ, Amortización de acciones, L.I., octubre 1975.

VERGARA DEL CARRIL, Angel D., Las acciones preferidas y su participa-


ción en el revalúo contable, D. E., octubre 1976, p. 15.
VILLEGAS, Carlos C., Acciones de voto plural, Ed. Depalrna, Bs. As., 1973.

WE1NBERG, La naturaleza jurídica de las acciones de sociedades anónimas,


L.L., mayo 22 de 1972.
Capítulo IX. — REQUISITOS DE CONSTITUCION DE LAS SO-
CIEDADES POR ACCIONES 115

1. Forma del contrato de sociedad 116


1.1. Constitución por acto único 117
1.2. Constitución por suscripción pública o sucesiva 118
1.3. Resoluciones de los órganos de control. Jurisprudencia 118
1.4. Contenido del instrumento de constitución 120
1.4.1. Estatuto tipo 121

2. Conformidad administrativa de la constitución 123


2.1. Organo competente. Remisión 124

2.2. Requisitos legales para el trámite de constitución 124


2.3. Requisitos fiscales. Remisión 125
2.4. Tramihe administrativo. Procedimiento 125
2.5. Recursos 126
2.5.1. Apelación judicial 126
2.5.2. Recursos administrativos 126

3. Publicidad del contrato constitutivo 127


3.1. Medios de publicidad 127
3.1.1. Inscripción registral 127
3.1.2 . Periodística 128
3.2. Efectos de la publicidad 128

Normas relativas a acto constitutivo 128

Normas. relativas a estatuto tipo 129

Bibliografía especializada 129


Capítulo IX

REQUISITOS DE CONSTITUCION DE LAS


SOCIEDADES POR ACCIONES

SuArAmo: 1. Forma del contrato de sociedad. 1.1. Constitución por


acto único. 1.2. Constitución por suscripción pública o sucesiva.
1.3. Resoluciones de los órganos de control. Jurisprudencia. 1.4.
Contenido del instrumento de constitución. 1.4.1. Estatuto tipo.
2. Conformidad administrativa de la constitución. 2.1. Organo
competente. Remisión. 2.2. Requisitos legales para el trámite de
constitución. 2.3. Requisitos fiscales. Remisión. 2.4. Trámite ad-
ministrativo. Procedimiento. 2.5. Recursos. 2.5.1. Apelación judicial.
2.5.2. Recursos administrativos. 3. Publicidad del contrato constitu-
tivo. 3.1. Medios de publicidad. 3.1.1. Inscripción registral. 3.1.2.
Periodística. 3.2. Efectos de la publicidad.

El proceso de constitución de las sociedades por ac-


ciones reconoce dos etapas diferenciadas en sus conte-
nidos y en sus efectos.
La primera es la del perfeccionamiento del contra-
to plurilateral que se materializa en el instrumento
constitutivo donde constan las declaraciones de volun-
tad de los socios que concurren a la formación del ente
y el texto del estatuto que regirá la vida societaria.
La segunda se enmarca dentro de las formalidades
indispensables para lograr la regularidad del tipo so-
cial y comprende a su vez:
a) Un procedimiento en sede administrativa (art.
167, 11 parte de la L.S.).
116

b) Otro en sede judicial con fines de publicidad


(artículo 167 2 parte L.S.).
En este Capítulo desarrollaremos cada uno de estos
pasos. Este procedimiento ha sido modificado en la
Provincia de Buenos Aires por imperio de la ley pro-
vincial n9 9118 fundada en la autorización otorgada
por la ley 21.768, que modifica el Capítulo 111 del Títu-
lo IV, artículos 116, 117, 118, 119 y 121 de la ley 5827,
orgánica del Poder Judicial, texto según ley 8337, que
regula el Registro Público de Comercio. En el artículo
117 excluye a las sociedades por acciones del trámite de
inscripción registral mercantil, la que pasa a compe-
tencia de la Dirección de Personas Jurídicas (art. 119,
ley 8671 modificada por ley 9118).

1. FORMA DEL CONTRATO DE SOCIEDAD

La forma de los negocios jurídicos en general es


considerada como el modo, medio o manera de expre-
sarse o exteriorizarse las declaraciones de voluntad (1)•
Cualquier declaración de voluntad de carácter negocial
debe tener una modalidad exterior naturalmente idó-
nea (a). Si faltare la forma, la voluntad sería un fenó-
meno síquico carente de trascendencia en el inundo ju-
rídico (artículos 913 a 917 del Código Civil).
Por eso, todos los negocios tienen una forma, no
obstante se reserva la calificación de negocios forma-
les, a la cual pertenece el contrato de sociedad, para
aquellos a los cuales la ley les tasa una forma deter-

( ) CACO, Carlos B., Forma y publicidad del contrato de sociedad y


vis modificaciones, en Gaceta del Notariado, Santa Fe, n° 71, p. 43 y ss.
( ) MESS/NTEO, Francesco, Manual de Derecho Civil y Comercial,
T. II, p. 456.
( 2 ) BARBERO, Doménico, Sistema de Derecho Privado, T. I, p. 456.
117

minada para su validez —formales cid solemnitatem—,


o para su prueba —formales ad probationem—.
1 .1. Constitución por acto único.

La Ley de Sociedades en su artículo 165 requiere


corno forma para la constitución de la sociedad por ac-
to único el instrumento público.
El texto legal, que modificó la redacción del Pro-
yecto que dejaba librada a la autonomía de la volun-
tad la instrumentación del acto constitutivo por instru-
mento público o privado, desató en la doctrina una po-
lémica acerca de la interpretación del alcance de la ex-
presión instrumento público.
Una corriente sostiene que, de la interpretación
completa y no parcial de la ley 19.550, y la legislación
vigente en cuanto a la forma de los actos jurídicos,
surge que el acto constitutivo debe realizarse por escri-
tura pública y aun deben elevarse a ella las constitui-
das por instrumentos que no lo sean (3).
La opinión contraria afirma que la ley regula su-
puestos de constitución (que no son el procedimiento
corriente de reunión de una pluralidad de constituyen-
tes), ya sea en un acto independiente de procedimiento
judicial o administrativo específico, tales los casos del
artículo 28 de la Ley de Sociedades, o en aquellos en
que el Estado es constituyente de la sociedad y en el
expediente administrativo que así lo resuelve se otor-
ga el acta constitutiva con todos los requisitos legales
por un funcionario con atribuciones suficientes, tal co-
mo lo prevé el artículo 979 del Código Civil.
En consecuencia, para esta corriente, instrumento
público no es sinónimo de escritura pública, aunque re-

( 3 ) ZAVALA RomíGuEz, Carlos Juan, Constitución y Modificación de


Sociedades por Acciones, Ed. Astrea, 1973, p. 54 y 74.
118

conoce que en la mayoría de los casos, pero no en to-


dos, ésta será el instrumento idóneo (1.
1..2. Constitución por suscripción pública o sucesiva.
También en este caso se polemiza acerca de la ne-
cesidad de la escritura pública como forma requerida
por la ley para la validez del acto.
El doctor Zavala Rodríguez, a cuya obra (5) remi-
timos para un estudio detallado de los argumentos que
invoca, sostiene que aun en el caso de constitución por
suscripción pública las sociedades deben constituirse
por escritura pública.
Para Halperín (6) en cambio, en este procedimiento
el acta constitutiva de la sociedad es otorgada por un
funcionario en ejercicio de funciones y en la forma de-
terminada por la ley (artículos 176, 179, ap. 79 y 180),
la que no exige otorgamiento de escritura pública des-
pués del acta.
1.3. Resoluciones de los Organos de Control. Juris-
prudencia.
En previsión de la entrada en vigencia de la ley
19.550, la I.G.P.J. de Capital Federal emitió la Reso-
lución n9 48, año 1972 en la que se admitía la constitu-
ción provisoria por instrumento privado, que ya ha-
bía sido aprobada para las Sociedades en Comandita
por Acciones (Res. 23 del año 1971) y se fundaba en
razones de celeridad, simplificación y economía pro-
cesal.
Según ese criterio solamente se requería la actua-
ción notarial para la certificación de autenticidad de
HALPERÍN, Isaac, Sociedades Anónimas, p. 459.
( 4 )

ZAVALA RODRÍGUEZ, Oh. cit., p. 69.


( 5 )

(6) HALPERÍN, Ob. cit., p. 60.


119

las firmas de todos los constituyentes en el lugar y


fecha de su otorgamiento.
El artículo tercero de dicha resolución condiciona-
ba la conformidad administrativa al cumplimiento de
los requisitos de instrumentación pública, publicación
e inscripción que ordena la ley 19.550.
Este criterio ha sido receptado por la I.G.P.J.
Santa Fe en su Resolución ny 192, año 1974, Anexo I. 1.
-y por la Fiscalía de Estado de Tucumán en Resolución
rr, 13S de 1974.
A raíz de esta solución formal contenida por la Re-
solución 46, se planteó la cuestión en Sede Judicial
dando lugar a un fallo de la Cámara Nacional Comer-
cial, Sala B (7), suscripto por los doctores Isaac Hal-
perín y Alejandro Vázquez que manifiesta que "el acto
de referencia, hecho en instrumento privado y en esta
forma aprobado (sic) por la I.G.P.J., no fue otorgado
de acuerdo con la exigencia del artículo 165 de la cita-
da ley, que impone al mismo la formalidad del instru-
mento público. La escritura pública otorgada con pos-
terioridad a la referida aprobación por la autoridad de
contralor administrativo no cumple con la aludida exi-
gencia legal".
Con posterioridad al fallo aludido, la I.G.P.J. de
Capital Federal modificó el criterio por Resolución
32/73 que en su artículo 19 expresa que "el trámite para
obtener la conformidad que prescribe el artículo 167 de
la ley 19.550 deberá iniciarse presentando testimonio o
fotocopia de la escritura pública constitutiva".
Esta solución también fue adoptada por los Orga-
nos de Control de Provincia de Buenos Aires en su Co-
municación Interna nY 2, año 1972, artículo 1; Entre
(7) CNCom., Sala B in re, Autos Pueyrredón 419, RDCO, p. 99,
120

Ríos, en Resoluciones 38 y 162 de 1977: Salta, Resolu-


ción n9 21/78; Chubut, Resolución 7/77; Río Negro,
Resolución 2331/72; San Luis, Resolución 1/77.

1.4. Contenido del instrumento de constitución.


De la aplicación concordada de los artículos 11 y
166, surge que el instrumento de constitución deberá
contener:
a) Nombre, edad, estado civil, nacionalidad, profe-
sión, domicilio y número de documento de iden-
tidad de los socios (art. 11, inc. 1_9). Este tema
es analizado, al igual que los subsiguientes, en
esta obra. Ver Capítulo 1.
b) La denominación en las sociedades anónimas. En
las sociedades en comandita por acciones, la de-
nominación o la razón social según la opción del
artículo 317 Ley de Sociedades (art. 11, inc. 20).
Ver Capítulo II.
c) El domicilio de la sociedad (art. 11, inc. 29). Ver
Capítulo III.
d) La designación del objeto social (art. 11, inc. 30).
Ver Capítulo V.
e) El capital de la sociedad (art. 11, inc. 49) y res-
pecto de él la naturaleza, clases, modalidades de
emisión y demás características de las acciones,
y en su caso el régimen de aumento (art. 166).
Ver Capítulos VI y VIII.
f) Cuadro de suscripción del capital, el monto y
forma de integración y si corresponde, el plazo
para el pago del monto adeudado (artículo 166).
Ver Capítulo VII.
121

g) El plazo de duración de la sociedad (artículo


11, inciso 59). Ver Capítulo IV.
h) La organización del Organo de Administración
(art. 11, inc. 6) y los sistemas de elección de sus
miembros con fijación de su duración en los car-
gos (art. 166). Ver Capítulo X.
i) La organización del órgano de fiscalización (art.
11, inc. 69) y los sistemas de elección de su o sus
miembros con fijación de su duración en los
cargos (art. 166). Ver Capítulo XIV.
j) La organización de la Asamblea y las normas de
funcionamiento (art. 11., inc. 6'). Ver Capítulo
XIII.
k) Las reglas de distribución de ganancias o pér-
didas (art.. 11, inc. 79).
1) La regulación de las relaciones jurídicas de
los socios entre sí -y respecto de terceros (art.
11, inc. 89).
11) Las cláusulas atinentes al funcionamiento, diso-
lución y liquidación de la socieda.d (art. 11, inc.
99).
1.41.1. Estatuto tipo: Con el objeto de facilitar la
tarea de elaboración de los estatutos por las sociedades
y facilitar la realización de los trámites administrati-
vos, esto es por razones de economía procesal, los dis-
tintos Organos de Control han elaborado formularios
que contienen las cláusulas estatutarias y contractuales
requeridas por la ley 19.550 las que deben ser comple-
tadas por los interesados. Son éstos los llamados esta-
tutos tipos.
122

Es de hacer notar que su utilización no es obliga-


toria, aun cuando algunas resoluciones de autoridades
de control así lo impongan (3).
Este tipo de imposiciones no hallan sustento legal
alguno y por lo tanto los entes societarios tienen plena
libertad para el ejercicio de la autonomía de la voluntad
en la redacción de los instrumentos que habrán de regir
su funcionamiento, reconociendo como único límite ad-
misible el cumplimiento de los requisitos establecidos
por la legislación vigente.
Recientemente la IG-PJ de Capital Federal ha in-
troducido algunas modificaciones en el estatuto tipo a
la par que legisla una novedad práctica.
En efecto, la Resolución n9 3 del ario 1979 permite
adoptar expresamente y sin reservas ni modificaciones
el texto del estatuto tipo, el que no será transcripto en
el acta constitutiva y tendrá carácter obligatorio en lo
relativo a su texto (art. 19).
Para la validez del instrumento constitutivo el ar-
tículo 29 impone que se deje constancia de la adopción
del Estatuto Modelo, de la denominación, objeto y ca-
pital social, así como la fecha del cierre del ejercicio
económico y de la suscripción del capital social y su
integración dentro de los márgenes legales. También
deberá consignarse la designación de Directores, síndi-
cos y apoderados o autorizados para el trámite.
Es de hacer notar que para que la autorización de
adopción de las normas citadas sea admisible, la Reso-
lución citada impone, por razones eminentemente prác-
ticas aunque no del todo fundadas en sus considerandos,
que se trate de sociedades compuestas por personas fi-
(8) Res. 18/78, Art. 2 y 3. E. Ríos.
123

sicas y que el número de constituyentes no exceda de


cinco (art. 39) y que la integración del capital social se
realice mediante aportes en dinero efectivo.

2. CONFORMIDAD ADMINISTRATIVA DE LA
CONSTITUCION

El artículo 167 de la Ley de Sociedades establece


que el contrato constitutivo debe ser Presentado ante
la autoridad de contralor, la que debe verificar el cum-
plimiento de los requisitos legales y fiscales.
Esta norma modifica totalmente el sistema tradi-
cional de intervención estatal, ya que hasta la promul-
gación de la ley 19.550 el Estado otorgaba la autoriza-
ción para la constitución, la que por sus efectos era
un requisito para la validez del acto.
En el actual sistema, el Organo de Control no auto-
riza sino que conforma la constitución. El contenido de
esa conformidad es el de un control de legalidad del
acto, esto es que se ajuste a las normas legales vigentes.
No obstante ello, como excepción, en dos casos la
ley requiere la aprobación estatal. Ellos son:
a) En los casos de constitución por suscripción pú-
blica, el programa de fundación debe ser sometido a la
aprobación de la autoridad de control (art. 168 L.S.);
b) Para los casos de constitución con aportes en
bienes no dinerarios, el artículo 53 L.S. requiere la
aprobación de la valuación de los mismos. Este acto,
al control de legalidad agrega el de nilrito y confiere
eficacia al acto.
Quede claro que esta aprobación no refiere al otor-
gamiento del carácter de persona jurídica, la que es
reconocida por el artículo 29 de la Ley de Sociedades,
sino a algunos componentes que complementan el acto
Constitutivo.
124

2.1. Organo competente. Remisión.


En la Provincia de Santa Fe, la conformidad ad-
ministrativa para la constitución de sociedades por ac-
ciones es prestada por la Inspección General de Per-
sonas Jurídicas, organismo interno dependiente de Fis-
calía de Estado que fue creada por Ley Provincial N9
6926, cuyo funcionamiento está reglamentado por el De-
creto Provincial n9 3810 del 22 de octubre de 1974.
Para la síntesis correspondiente a Capital Federal
y demás provincias, remitimos infra, página 233, donde
se halla la denominación de los organismos, leyes de
creación y reglamentación pertinente.

2.2. Requisitos legales para el trámite de constitución.


Remisión.
En Santa Fe, estos requisitos están establecidos
por la Resolución n9 192 del 22 de nov;embre de 1974,
dictada por la Inspección General de Personas Jurídi-
cas.
Allí se establecen los requisitos legales comunes a
toda constitución (Anexo I. 1. y 2.) ; los requisitos le-
gales para los casos de constitución con aportes en bie-
nes no dinerarios (Anexo II) ; y con aporte de Fondo
de Comercio (Anexo III). En cuanto al contenido de
estos temas remitimos al Capítulo VII en que se trata
el tema de los aportes.
Para el trámite ante los Organos de Control de
Capital Federal y Provincias, remitimos al Capítulo
XV.
Es importante destacar que por imperio del artícu-
lo 16 del decreto 3810 la solicitud de conformidad del
acto constitutivo deberá presentarse dentro de los se-
senta días hábiles de su realización. En caso contrario
el acto deberá ser previamente ratificado.
125

La intervención de la I.G.P.J. no se reduce a la


prestación de conformidad al acto constitutivo, sino que
también se extiende a los casos de modificación del con-
trato, transformación, fusión y escisión, y todo ello sin
perjuicio de las atribuciones de Organo de Control ex-
terno de las sociedades que analizaremos en el Capítulo
XV.

2 3. Requisitos fiscales. Remisión.


Los requisitos fiscales de constitución son tratados,
conjuntamente con los demás relativos a las sociedades
por acciones, en el Capítulo XVIII, al cual remitimos.

2 • 4. Trámite administrativo. Procedimiento.


En la Provincia de Santa Fe se rige por las normas
del Decreto 3810.
Como lo indicáramos más arriba la solicitud de
otorgamiento de conformidad del acto constitutivo debe
promoverse dentro de los sesenta días hábiles contados
desde la fecha de celebración del acto constitutivo.
El trámite podrá ser iniciado por los representantes
legales o bien por mandatarios especiales designados
por aquéllos o por los socios fundadores en el acto de
constitución.
Si la autoridad de control verifica la falta de cum-
plimiento de los requisitos legales (de fondo y de for-
ma) y fiscales, formula las observaciones pertinentes,
las que deberán ser contestadas por la sociedad dentro
de los diez días.
El representante legal o el mandatario especial, en
la medida de la extensión de las atribuciones otorgadas
en el poder, podrán proponer las modificaciones per-
tinentes.
Esas modificaciones, para cuya realización están
autorizados quienes tramitan la conformidad adminis-
126

trativa no podrán afectar los elementos constitutivos


del contrato ni los vicios de forma en que se hubiese
incurrido en la celebración.
Subsanadas que sean las observaciones, la
dieta una resolución por la que declara que la sociedad
ha cumplido con los requisitos legales y fiscales.
En ese estadio, la Inspección eleva copia autentica-
da al Registro Público de Comercio con lo que quedará
expedita la vía judicial para el trámite de inscripción
registral.
2.5. Recursos.
En caso de resolución denegatoria, la sociedad po-
drá apelarla ante la Cámara de Apelaciones en lo Ci-
vil y Comercial del domicilio de la Sociedad (art. 306
L.S.) o recurrir en sede administrativa (ley 6926, art.
5,)

2.5.1. Apelación judicial: El recurso deberá inter-


ponerse fundado ante la Autoridad de Control dentro
de los cinco días de notificada la resolución y las actua-
ciones serán elevadas dentro de los cinco días posterio-
res (art. 169 L.S.).
Obviamente la Inspección no es parte en la sustan-
ciación del recurso por lo que no corresponde correrle
traslado para la expresión de agravios. Así lo ha en-
tendido la jurisprudencia (9) para la cual el Organo de
Contralor cumple las funciones de la Primera Instancia.
2.5.2. Recursos administrativos: En sede adminis-
trativa proceden los recursos de revocatoria ante la Ins-
pección General y de apelación ante el Poder Ejecutivo,
los que deberán ser interpuestos dentro del quinto día
de la notificación de la resolución en forma conjunta
(9) CNCom., Sala A, in re "Cometarsa S. A.", Rey. ED, 6 de no-
viembre de 1978.
127

(ley 6926, art. 69). El recurso debe ser fundado y en el


escrito de presentación ofrecerse toda la prueba.
Cuando se optare por la vía judicial quedará ex-
cluida la administrativa.
En lo referente al trámite en Capital Federal y
Provincias, ver concordancias en el punto 5 del Capítulo
XV.

3. PUBLICIDAD DEL CONTRATO CONSTITUTIVO

Si bien la mayoría de los autores consideran a la


publicidad como parte de la forma del acto jurídico, es
nuestra opinión que. aunque ambas tienen por finalidad
dar certeza al negocio no se las puede asimilar, puesto
que la publicidad consiste en un procedimiento tendien-
te a dar a conocer un negocio que ya tienen forma.
Definimos a la publicidad como el acto de certeza
cuya finalidad es hacer conocer, por la generalidad de
los terceros, un negocio jurídico, en tutela de sus in-
tereses ("').
Su fundamento reside en que mediante ella crece
el grado de seguridad de los terceros en orden a las
relaciones jurídicas en general, evitando que el nego-
cio quede oculto (").
J. 1. Medios de publicidad.
3.1.1. Inscripción registral: Consiste en la inser-
ción del contenido del acto en un registro de carácter
público llevado y custodiado por funcionarios públicos.
Para las sociedades por acciones es obligatoria la
inscripción en el Registro Público de Comercio, tal lo
previsto por los artículos 167, 20 parte y 5 de la Ley de
Sociedades.
(“)) MEssiNEo, Ob. cit., p, 241 y 392.
(1) MEsszrEo, Ob. cit., p, 393.
128

3.1.2. Periodístico: Este medio consiste en la in-


serción de la totalidad o parte de un acto en un periódico
general o especial.
La ley 19.550, en su artículo 109 modificado por la
ley 21.357, establece que las sociedades por acciones
deberán publicar por un día en el diario de publica-
ciones legales (de ordinario Boletín Oficial) un aviso
cuyo contenido detalla a continuación y a cuya lectura
remitimos.
Respecto al orden de prelación de ambos modos de
publicidad, el artículo 6 de la Ley de Sociedades deter-
mina que primero el juez debe ordenar la publicidad
periodística y luego la inscripción registral, ya que im-
pone al Juez de Registro la toma de razón previa pu-
blicación si correspondiere.
3.2. Efectos de la publicidad.
El artículo 7` de la Ley de Sociedades expresa que
La sociedad sólo se considerará regularmente constituida
con su inscripción en el Registro Público de Comercio,
y sólo será oponible frente a terceros a partir de ese
momento (art. 12 L.S.).
La falta de publicidad no acarrea la nulidad sino
que convierte a la sociedad en irregular.

NORMAS RELATIVAS A ACTO CONSTITUTIVO

Capital Federal: Res. 46/72; Res. 32/73 (TO 1.2.1.), derogatoria de


la R. 48/72; Res. 70/72 (TO 1.2.2.3.); Res. 8 y 9/76; Res. 15/77
(TO 1.2.3.); TO 1.2.5.
Santa Fe: Res. 192/74, Anexo, 1.1, 1.2.
Buenos Aires: Comunicación interna 2/72.
Entre Ríos: Res. 182/77, Anexo, I; R.38/77.
Tucumán: R. 138/73.
Ver advertencia supra, p. 37.
129

ESTATUTO TIPO

Capital Federal: Res. 46/72 - 74/72 - 3/79.


Santa Fe: Res. Ministerio de Gobierno 1717/72.
Buenos Aires: Disp. 104 y 107/72.
Entre Ríos: Res. 18/78.
Tucumán: Res. 44/77.
Córdoba: Res. 170/79.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

MASCHEROW, Fernando, El artículo primero de la Ley de Sociedades, L. 1.,


marzo de 1972.
OrALour, Julio C., Acto Social Constitutivo. Esquema de sus elementos,
R.D.C.O., 1972, p. 771.
OTAEGUI, Julio C., Acto social constitutivo y persona societaria. Esquema
de sus naturalezas, R.D.C.O., 1975, p. 365.
ROITMAN, Horacio, El requisito de la Escritura Pública en la constitución
de la Sociedad Anónima en la L. S. C., R.D.C.O., 1972, p. 673.
SoLAin, Los poderes especiales para constituir sociedades por acciones,
L. L., t. 1976-B, p. 629.
ZAMENFELD, Víctor, Constitución de sociedades por acciones bajo la ley
19.550, R.D.C.O., 1972, p. 687.
ZAVALA RODRÍGUEZ, Carlos J., Constitución y reforma de sociedades por
acciones, R.D.C.O., 1976, p. 99.
Capítulo X. — ADMINISTRACION DE LAS SOCIEDADES POR
ACCIONES 131

1. De las Sociedades Anónimas 132


1.1. El Directorio. Definición 133
1.2. Naturaleza jurídica 133

1.3. Condiciones de elegibilidad 134


1.3.1. La persona jurídica como director 135
1.4. Número de directores 136
1.5. Designación de los directores 136
1.5.1. Organos competentes 136
1.5.1.1. Elección por la Asamblea 137
1.5.1.1.1. Sistema de elección común 137
1.5.1.1.2. Sistema de elección por categoría 137
1.5.1.1.2.1. Proporcionalidad 138
1.5.1.1.3. Sistema del voto acumulativo 138

1.6. Duración de los directores en sus funciones 139


1.6.1. Modo de computar el plazo 139
1.7. Garantía que deben prestar los directores 140
1.7.1. Monto 140
1.7.2. Precisión 140
1.7.3. Contenido de la garantía 141
1.7.3.1. Garantías reales 141
1.7.3.2. Garantías personales 141
1.7.3.2.1. La fianza 141
1.7.3.2.2. Seguro de fidelidad 141
1.7.3.2.3. Inhibición voluntaria 142
1.7.3.2.4. Aval 142
1.8. Aceptación del cargo 142
1.9. Funcionamiento del Directorio. Reuniones 143
1.9.1. Periodicidad 143
1.9.2. Lugar de reunión 143
1.9.2.1. En la jurisdicción del domicilio social 144
1.9.2.2. Fuera de la jurisdicción del domicilio social 144
1.9.2.3. En el extranjero 144
1.9.3. Participantes 145
1.9.4. Quórum 145
1.9.5, Resoluciones. Mayorías 146
1.9.6. Libro de actas 146
1.10. Remuneración de los directores 146
1.10.1. Objeto de la remuneración 146
1.10.2. Limites de la remuneración 147
1.10.3. Tareas remuneradas. Alcance del concepto 148
1.10.4. Imputación contable 149

1.11. Cesación de los directores 149


1.11.1. Remoción 149
1.11.1.1. Excepción al principio de remoción por la asamblea
ordinaria 151
1.11.1.2. Remoción de los directores elegidos por el sistema
de voto acumulativo. Remisión 151
1.11.2. Renuncia 151
1.11.3. Intervención judicial 152
1.12. Reemplazo de los directores 152

2. De las Sociedades en Comandita por Acciones 152


2.1. Número de directores. Organización 153
2.2. Duración en sus cargos 155
2.3. Cesación de los administradores 155
2.3.1. Remoción 155
2.3.2. Renuncia 155
2.4. Vacancia 156

Resoluciones relativas a órgano de administración 156

Bibliografía especializada 156


Capítulo X
ADMINISTRACION DE LAS SOCIEDADES
POR ACCIONES
SUMARIO: 1. De las Sociedades Anónimas. 1.1. El Directorio. Defini-
ción. 1.2. Naturaleza jurídica. 1.3. Condiciones de elegibilidad.
1.3.1. La persona jurídica como director, 1.4. Número ole direc-
tores. 1.5. Designación de los directores. 1.5.1. Organos compe-
tentes. 1.5.1.1. Elección por la Asamblea. 1.5.1.1.1. Sistema de
elección común. 1.5.1.1.2. Sistema de elección par categoría.
1.5.1.1.2.1. Proporcionalidad. 1.5.1.1.3. Sistema del voto acu-
mulativo. 1.6. Duración de los directores en sus funciones.
1.6.1. Modo de computar el plazo. 1.7. Garantía que deben pres-
tar los directores. 1.7.1, Monto. 1.7.2. Precisión. 1.7.3. Conteni-
do de la garantía 1.7,3.1. Garantías reales. 1.7.3.2. Garantías
personales. 1.7.3.2.1. La fianza. 1.7.3.2.2. Seguro de fidelidad.
1.7.3.2.3. Inhibición voluntaria. 1.7.3.2.4. Aval. 1.8. Acepta-
ción del cargo. 1.9. Funcionamiento del Directorio. Reuniones.
1.9.1. Periodicidad. 1.9.2. Lugar de reunión. 1.9.2.1. En la ju-
risdicción del domicilio social. 1.9.2.2. Fuera de la jurisdicción del
domicilio social. 1.9.2.3. En el extranjero. 1.9.3. Participantes.
1.9.4. Quórum. 1,9.5. Resoluciones. Mayorías. 1.9.6. Libro de
actas. 1.10. Remuneración de los directores. 1.10.1. Objeto de la re-
muneración. 1.10.2. Límites de la remuneración. 1.10.3. Alean -
ce del concepto. 1.10.4. Imputación contable. 1.11. Cesación de
los directores. 1.11.1. Remoción. 1.11.1.1. Excepción al princi-
pio de remoción por la asamblea ordinaria. 1.11.1.2. Remoción
de los directores elegidos por el sistema de voto acumulativo. Remi-
sión. 1.11.2. Renuncia. 1.11.3. Intervención judicial. 1.12. Reem-
plazo de los directores, 2. De las Sociedades en Comandita por
Acciones. 2.1. Número de directores. Organización. 2.2. Duración en
sus cargos. 23. Cesación de los administradores. 2.3.1. Remoción.
2.3.2. Renuncia. 2.4. Vacancia.

La estructura de la persona jurídica societaria, con


su característica de organización integral creada para
la consecución de un objeto social determinado, requiere
de la existencia de un órgano que se encargue de la
planificación de actividades, centralizando las decisio-
132

nes que hacen a la administración del ente y organizan-


do su funcionamiento práctico. En síntesis, que realice
todas las actividades necesarias para hacer posible el
desenvolvimiento de la sociedad en el mundo de los ne-
gocios.
La administración es "la realización de un conjunto
de actos que no comprometen gravemente el porvenir,
prudentes, no arriesgados, encaminados a conservar el
objeto administrado, incrementarlo en lo posible en su
valor intrínseco y explotarlo rectamente todo ello según
su naturaleza y de acuerdo con la ley y el negocio cons-
titutivo" (1).
En primer lugar trataremos en este capítulo la
administración de la sociedad anónima para luego ana-
lizar la sociedad en comandita por acciones, que por
sus elementos típicos requiere un tratamiento diferen-
ciado.
Adelantamos ya que, pese a la estrecha vinculación
existente entre este tema y el de la representación, ellos
refieren a aspectos distintos de la organización jurídi-
ca societaria, por lo que serán tratados en capítulos
diversos.

I. DE LAS SOCIEDADES ANONIMAS

Sin perjuicio de que otros órganos puedan tener a


su cargo, aun por mandato de la ley, tareas administra-
tivas, el órgano administrador por excelencia es el Di-
rectorio.

(' ) PIN-ro Ruiz, José J., Nueva Enciclopedia Jurídica, F. Seix Editores,
Barcelona, T. II, p. 371.
133

1.1. El Directorio. Definición.


Tomando como base la definición de Brunetti (2),
aunque adaptándola a nuestro derecho, podemos decir
que el Directorio es un órgano necesario y permanente,
cuyos miembros, socios o no, son periódicamente nom-
brados por la asamblea ordinaria de la sociedad y cuya
función es realizar todos los actos de administración y
asumiendo responsabilidad solidaria e ilimitada por las
infracciones a los deberes que les imponen la ley y el
acto constitutivo.
Por lo general se trata de un órgano colegiado, pero
la posibilidad de existencia de un directorio unipersonal
(artículo 255 L.S.) hace que no incorporemos ese ca-
rácter en la definición. En este sentido no compartimos
la. opinión de Halperín para quien aun en caso de di-
rectorio unipersonal subsistiría la colegialidad del ór-
gano (3). En efecto, para nuestra opinión la pluralidad
es un presupuesto de la colegialidad.

1.2. Naturaleza jurídica.


La doctrina tradicional, adoptada por el Código
de Comercio en su artículo 346, consideraba que el
vínculo existente entre los directores en ejercicio de sus
funciones y la sociedad reconocía como causa fuente al
contrato de mandato, siendo para algunos la sociedad
el mandante o, para otros, los socios.
Aun durante la vigencia de la legislación derogada,
la mayoría de los autores cuestionó ese criterio desde
distintas posiciones jurídicas: las llamadas Teoría de la
Representación, del Contrato de Trabajo o del Organo

(2) BrurNTETIT, Antonio, Ob. cit., T. II, p. 456.


( 3 ) HALPERtN, Isaac, Análisis crítico . .., p. 373.
134

Sin perjuicio de la necesaria remisión a las fuen-


tes doctrinarias (4), debemos hacer notar que la ley
19.550 adoptó la teoría organicista, para la cual el di-
rectorio nace como órgano necesario del ente societa-
rio, esto es que sin él la sociedad no podría realizar
ninguna clase de actos y es consecuencia de la particular
situación de la persona jurídica, que no tiene existencia
natural sino la que le reconoce el derecho. Cuando obra
el Directorio, los directores en ejercicio de sus fun-
ciones, la que obra es la sociedad a través de su órgano
de ejecución.
Como consecuencia de la aplicación de esta con-
cepción jurídica, los Organos de contralor han rechaza-
do las cláusulas estatutarias que hacen referencia al
mandato de los directores (5).
1.3. Condiciones de elegibilidad.
La Ley de Sociedades no requiere el carácter de
accionista para ser director, ya que como lo expresan
los corredactores de la Exposición de Motivos "la capa-
cidad técnica no depende de la titularidad del capital.
La experiencia nacional y extranjera impone en nuestro
medio esta innovación, que se obvió hasta ahora con el
préstamo de acciones para fingir la titularidad exigida
por la ley".
En este tema se expresa una realidad indiscutible,
sobre todo en las grandes sociedades anónimas, cual
es la creciente separación entre la gestión social y la
propiedad del capital. No obstante ello, se ha admitido
que el estatuto exija la condición de accionista para
( 4) BOLLINI SHAW, Carlos, Qué es el directorio, su responsabilidad
y la remoción del mismo relacionado con la ley 19.550, E. D., t. 49,
p. 945; Soul. CARIZARES, Felipe de, Tratado de sociedades por acciones
en el derecho comparado, t. III, p. 184 y ss.
(5) IGPJ, S. Fe, Dictamen en Expte. n1) 42.231, año 1972, "Carlos
Steiger S. A.-.
135

poder ser elegido director. Así lo resolvió la I.G.P.J.


de Capital Federal en resolución s/n° del 22-1-74.
Tal como surge de la interpretación a contrario
sensu del punto 1 del artículo 264 de la Ley de Socie-
dades, se requiere para ser director la capacidad para
ejercer el comercio.
En cuanto a las incompatibilidades y prohibiciones
remitimos a la lectura del texto del artículo 264 de la
Ley de Sociedades, sin perjuicio de casos especiales
tratados en el Capítulo 1.

1.3.1. La persona jurídica como director : En nues-


tro criterio, que es el adoptado por los distintos Orga-
nos de Control (6), las personas jurídicas no pueden
ser elegidas para ocupar las funciones de directores de
sociedades por acciones.
En apoyo de esta posición, que no es aceptada uná-
nimemente en doctrina (7), concurre la norma legislada
por el artículo 266 de la ley 19.550 que establece que el
cargo de director es personal e indelegable. En efecto,
[a. capacidad técnica para administrar una sociedad es
el requisito que la ley toma en cuenta para dar ese ca-
rácter a la función y también para atribuir las respon-
sabilidades consecuentes.
Además, si se autorizara la posibilidad de que una
persona jurídica ocupara el cargo, perdería importancia
la voluntad de los socios en las decisiones del órgano
asambleario, ya que de ese modo la decisión de quién
será elegido no quedará en manos de los accionistas
que eligen, sino en los órganos de la persona jurídica
elegida, al igual que su reemplazo.

(6) IGPJ, C. Fed. Res. n9 5, ario 1977; IGPJ S. Fe.


(7) ZALowAa, Ob. cit., T. II, 21 parte, p. 457.
136

1.4. Número de directores.

Para la integración del Directorio, nuestra legis-


lación, en principio, no requiere un número plural, ya
que el artículo 255 de la Ley de Sociedades prevé su
composición por uno o más directores.
Como excepción, las sociedades sujetas a control
permanente, deben designar un mínimo de tres miem-
bros para la composición de su órgano de administra-
ción.
El estatuto puede prever el número de directores,
o bien delegar en la Asamblea su determinación. En
este caso aquél deberá estipular el número máximo y el
mínimo a que se sujetará el órgano elector. Nótese que
La delegación es válida sólo en la Asamblea no así en
el Consejo de Vigilancia, por lo que, cuando el estatuto
prevea la elección por éste, deberá determinar el nú-
mero de directores.
1. 5. Designación de los directores.
1.5.1. Organos competentes: En el acto constitu-
tivo: corresponde su elección a los socios otorgantes
(artículo 166, 34 parte, L.S.).
En el transcurso del plazo de duración de la socie-
dad:
a) A la asamblea ordinaria (artículo 234, inciso 2,
L.S.) ;
b) Al Consejo de Vigilancia si existiere y así lo
prevé el Estatuto (artículo 281, inciso 0, L.S.) ;
e) A la sindicatura, en caso de vacancia, cuando el
estatuto no prevea otra forma de nombramien-
to. Quien fuere nombrado por este órgano du-
rará en sus funciones hasta la próxima Asam-
blea (artículo 258, 21 parte L.S.).
137

En todos los casos la designación debe ser inscripta


en el Registro Público de Comercio (artículo 60 L.S.)
con los efectos que veremos en el Capítulo XL
1.5.1.1. Elección por la Asamblea. Distintos siste-
mas: La legislación vigente, contemplando diversas si-
tuaciones fácticas, tales como la existencia de diversos
grupos de interés en la sociedad, o la presencia de mi-
norías significativas, prevé distintos sistemas para la
elección de los miembros del Directorio.
1.5.1.1.1.. Sistema de elección común: La elección
se realiza en la Asamblea General Ordinaria reunida con
los requisitos del artículo 243 de la Ley de Sociedades.
Cada accionista vota con la cantidad de votos asignados
a sus respectivas acciones y, salvo previsión mayor del
estatuto, deberán sufragar en favor de los candidatos
más de la mitad de los votos computables.
1.5.1.1.2. Sistema de elección por categoría: Sólo
será aplicable cuando lo disponga expresamente el esta-
tuto, el que deberá también especificar claramente cuá-
les son las distintas categorías de acciones, individuali-
zándolas, ya sea por medio de letras o cualquier otro
medio que las identifique, y cuántos directores elegirá
cada una de ellas.
Según la Exposición de Motivos de la ley 19.550,
"tiene la ventaja de dar representación en el Directo-
rio a los distintos grupos de accionistas, muy impor-
tante en el caso de fusión o incorporación de nuevos
capitales".
La ley no prevé ningún modo operativo de realiza-
ción de la elección por el sistema referido. Simplemente
deja delegada la facultad de hacerlo en el estatuto so-
cial, pero, al prever la realización de asambleas espe-
ciales para adoptar resoluciones que afecten los dere-
138

chos de una clase de acciones (artículo 290 L.S.), sus


normas serán aplicables para la elección de directores
por categoría.
1.5.1.1.2.1. Proporcionalidad: Tampoco se impone
ninguna relación de proporcionalidad entre el número
de directores que podrá elegir cada clase de acciones
y el capital por ellas representado.
Este criterio legislativo modificó el establecido por
Resoluciones de las Inspecciones de Santa Fe y Capital
Federal que requerían dicha proporcionalidad, y ha
merecido la crítica de una parte de la doctrina que en-
tiende que ello permite el control de la sociedades por
parte de tenedores de acciones representativas de un
capital minoritario (8).
En lo referente a las sociedades que hacen oferta
pública de acciones, opinamos con Zaldívar (9) que me-
recen tratamiento distinto y que en este caso deberá
exigirse la adecuación a la proporcionalidad de capital
de todas las clases de acciones ya que de otro modo,
el sistema que fue incorporado para permitir a las
minorías la participación en el directorio podría ser
utilizado en fraude a la prohibición del artículo 216 de
la Ley de Sociedades, puesto que con un capital redu-
cido un grupo podría adueñarse de la dirección de So-
ciedades para procurarse capitales sin otorgarles de-
rechos en las decisiones.
1.5.1.1.3. Sistema del Voto Acumulativo: En ra-
zón de la relevancia alcanzada por el debate doctrinario
referido a este tema en el derecho societario, el mismo
merecerá tratamiento separado en el capítulo XII,

(8) VILLEGAS, Carlos G., Acciones de voto plural, Ed. Depalma, Bs.
Aires, 1973.
(9) ZALDIVAR, Ob. cit., T. II, 21 parte, p. 468.
139

1.6. Duración de los directores en sus funciones.


El plazo de duración de los directores en sus fun-
ciones debe ser determinado por el estatuto y no podrá
exceder de tres ejercicios, por imperativo de la norma
contenida en el artículo 257 de la Ley de Sociedades,
salvo que la elección sea efectuada por el Consejo de
Vigilancia, caso en el cual se podrá extender por cinco
años.
1.6.1. Modo de computar el plazo: Si bien se con-
sidera que el director entra en funciones a partir del
momento de la aceptación del nombramiento, el cómpu-
to de la duración comienza a partir de la designación
por la asamblea.
La ley en su artículo 253 determina como unidad
de cómputo el ejercicio (10); debe entenderse que se
refiere no al período de ario calendario, sino al que me-
dia entre la asamblea en que fueron electos y la que
designó a sus reemplazantes.
Ello es así porque entre la fecha de cierre de ejer-
cicio y su consideración por la asamblea ordinaria me-
dia un plazo máximo de cuatro meses (artículo 234),
período este en que si bien los anteriores directores
permanecen en sus cargos hasta la elección de los nue-
vos (artículo 257), éstos iniciarán la ejecución de sus
funciones cuando el ejercicio ya ha comenzado y per-
durarán más tiempo del de su cierre, cesando cuando
ya ha comenzado un nuevo ejercicio.
Por otra parte, y reforzando este criterio debemos
tener en cuenta que la misma ley, cuando se refiere a
la elección de los directores por el Consejo de Vigilan-
cia (artículo 281, inciso d), emplea como unidad de
( lo) IGPJ, S. Fe, Dictamen in re "Bertero Boero S. Expte. 45097,
año 1973.
140

cómputo la de años, admitiendo hasta un máximo de


cinco. Obviamente, los criterios son distintos no por
error del legislador, sino por el distinto tratamiento
que merece el tema según sea el órgano elector.
1.7. Garantía que deben prestar los directores.
Por mandato del artículo 256, 29 párrafo, el estatu-
to debe fijar la garantía que prestarán los directores
por el ejercicio de sus funciones, no pudiendo ser de-
legada la facultad ni en la sindicatura ni en la asamblea.
1.7.1. Monto: La ley no requiere mínimo y este
criterio ha sido adoptado por la mayoría de los órganos
de contralor.
No obstante el de Salta, por Resolución N" 51 del
año 1974 pareciera en su espíritu querer "evitar que
se determinen sumas irrisorias, burladoras del obje-
to del instituto". Sin embargo, la letra del artículo 19
no modifica el criterio mayoritario ya que requiere la
fijación de un monto determinado, ya sea preciso o en
un porcentaje del capital social. Evidentemente, esa
redacción no impone ningún límite mínimo.
1.7.2. Precisión: La garantía debe ser determina-
da en forma clara y precisa, no pudiendo revestir un
contenido amplio. Así, no se ha admitido la cláusula
estatutaria que expresaba que "los directores presta-
rán una garantía real o personal" (").
También se ha requerido que el estatuto debe esta-
blecer si la garantía determinada "debe ser prestada
por todos los directores conjuntamente o por cada uno
de ellos en forma individual" (12).
(" ) IGPj S. Fe, Dict. del 28-11-72 in re "EI Estribo S. A.", Expte.
43.735, año 1973.
(") IGPJ S. Fe, Dict. del 28-11-72, in re "Frigorífico La Esmeralda
S. A.".
141

1.7.3. Contenido de la garantía: La ley 19.550 no


establece ninguna norma imperativa relativa al con-
tenido que debe tener la garantía que prestan los di-
rectores.
1.7.3.1. Garantías reales: No cabe duda acerca
de la admisibilidad de este tipo de garantías, ya sea
sobre bienes inmuebles (hipotecas), muebles (prendas)
o sobre títulos valores públicos o privados, excepción
hecha de las acciones de la misma sociedad (artículo
222 L.S.).

1.7.3.2. Garantías personales.

1.7.3.2.1. La fianza: Ha sido aceptada por los


órganos de control en tanto esta garantía personal no
sea prestada por los directores entre sí y esté condicio-
nada a la aceptación por la asamblea de accionistas (13).
F,n caso contrario no sería admisible ya que, por
tratarse de un contrato, necesita el consentimiento a
prestar por dos partes, fiador y acreedor. Siendo el
acreedor la sociedad, de no establecerse la condición
citada en el párrafo anterior, aquélla obraría por in-
termedio de su órgano de administración (integrado por
los directores) por lo que nos hallaríamos ante la para-
dójica situación de que los deudores serían a la vez
acreedores de la fianza (14).

1.7.3.2.2. Seguro de fidelidad: Para que pueda


ser aceptado como garantía., debe cubrir los riesgos pro-
venientes de la responsabilidad legal de los directo-
res (15).

( ) ICPJ C. Fed., Dict. del 17-6-74, in re "Astilleros y Fábricas


Navales del Estado S. A.".
(14) IGPJ S. Fe, Dict. del 27-9-73 in re "Czerweni Hnos. A. A.",
Expte. IP 44.013.
(15) IGPJ S. Fe, Dict. del 20-10-73 in re "Transporte El Rutero S. A.",
Expte. 42.932, ario 1973.
142

1.7.3.2.3. Inhibición voluntaria: Su admisibilidad


está sujeta al cumplimiento de iguales condiciones que
la fianza (supra 1.7.3.2.1.). En caso contrario no se-
rá viable, ya que al presuponer la existencia de bienes
inmuebles por el valor garantido, deberá ser constatada
por la sociedad la que obraría por intermedio de su
directorio.
1.7.3.2.4. Aval: Técnicamente, por definición, el
aval constituye una garantía de la letra de cambio
(artículo 32, decreto-ley 5965/63). En consecuencia su
función no es la de garantizar la responsabilidad legal
de los directores (16). No obstante, cabe destacar que en
la terminología bancaria el aval ha sido equiparado a
la fianza comercial a pesar de lo cual la precisión téc-
nica referida no carece de razón.

1.8. Aceptación del cargo.


Si bien la elección del Directorio constituye una
declaración unilateral de voluntad por parte del órga-
no social competente, la importancia de las funciones
que les incumben a los directores, como también la res-
ponsabilidad emergente por el mal cumplimiento o in-
cumplimiento de aquéllas, hace que sea necesaria una
expresa declaración de voluntad de aceptación del nom-
bramiento por los elegidos.
Según vimos en 1.5.1., los directores pueden ser
elegidos en dos momentos distintos de la sociedad: en
el acto constitutivo o en el transcurso del plazo de
duración.
Así, en el primer caso, los directores deberán acep-
tar expresamente el nombramiento acreditándolo ante
(16) IGPJ, S. Fe, Dict. del 29-12-72 in re "Emver S. A.", Expte.
ri9 42.928, año 1972.
143

la Autoridad de Control, salvo que sean otorgantes del


acta constitutiva (17).
En el segundo caso, será necesaria una declaración
de voluntad expresa o tácita, tales como la presencia
en el momento de la elección sin manifestarse en con-
tra o también el otorgamiento de mandatos para repre-
sentar a la sociedad (8) o la realización de cualquier
acto que suponga el ejercicio de funciones atinentes al
cargo.

1.9. Funcionamiento del Directorio. Reuniones.


1.9.1. Periodicidad: El Directorio debe reunirse
por lo menos una vez por mes, sin perjuicio de que se
fijen más reuniones en ese período (art. 267).
También se reunirá cuando lo requiera cualquiera
de los directores. En este caso quien debe convocar es
el Presidente, que lo hará dentro de los cinco días
de recibido el pedido. Si no lo hiciere, estará facultado
para convocar cualquiera de los directores.
1.9.2. Lugar de reunión: Si bien la ley no impone
lugar alguno para las reuniones del Organo de Admi-
nistración, el principio aplicable es que deben realizar-
se en la sede social, ya que ésta es por definición el
rugar preciso en determinada ciudad o población donde
funciona la administración y gobierno de la sociedad
(Cap. IIT., 2.1.).
Ahora bien, cabe interrogarse acerca de la posibi-
lidad de que este órgano se reúna en un lugar distinto
del de la sede social.
(17) IGPJ, S. Fe, Res. 192, año 1974, 1.2. C. Fed., Res. nQ 4, año
1972 31 Res. 70/72 (TO 1.2.2.).
( Te) CNCom., Sala B in re "Financiera Baires S. A. c. Kuperman",
en Cuadernos El Derecho; NISSEN, Ricardo A., Ley de Sociedades Co-
merciales, p. 171, punto 194. Ver allí otros casos.
144

Las situaciones a analizar son las siguientes:


1.9.2.1. En la jurisdicción del domicilio social:
No habría inconveniente en aceptarlo, aun como cláusu-
la estatutaria, ya que la propia sistemática de la ley lo
admite para la reunión de la Asamblea en el artículo
233, 21 parte.
En caso de que el estatuto no lo previera, y a los
efectos de impedir la posibilidad de que se realicen reu-
niones a espaldas de quienes tienen derecho a partici-
par en ellas, deberá citarse a los directores y síndicos
indicando con precisión el lugar exacto donde las mis-
mas habrán de realizarse (19).
1.9.2.2. Fuera de la jurisdicción del domicilio:Só-
lo será admisible excepcionalmente y no como cláusula
estatutaria, siempre y cuando mediare la presencia uná-
nime de directores y síndicos, o al menos su conformi-
dad (").
1.9.2.3. En el extranjero: En el contexto de nues-
tra legislación civil y comercial no resulta viable que
el estatuto prevea la posibilidad de que las reuniones
del Directorio se realicen fuera de los límites de la Re-
pública, ya que de lo contrario se dejarían abiertas las
puertas a eventuales problemas de Derecho Internacio-
nal Privado en lo referente a la legislación aplicable,
tanto a las reuniones como a la responsabilidad civil o
penal que se pudiera derivar del obrar de sus miem-
bros ().
Otro obstáculo lo representa el hecho de que por
ese medio se podría evadir el control que sobre el fun-
( ) SOLER ALEU, Amadeo, Las Actas del Directorio, p. 58.
( 2° ) ROVIRA, Alfredo, en La Información, Ag. 1977, p.314.
(2' ) IGPJ, S. Fe, dict. del 22-2-79, in re "Pasa Petroquímica S. A.",
Expte. n0 45599, año 1974.
145

cionamiento de los órganos sociales debe ejercer el Or-


(-rano de Control.
Sin embargo, sería admisible sólo en casos excep-
cionales y por razones insoslayables del tráfico económi-
co internacional (") y cuando se cumplieren los extre-
mos referidos en 1.9.2.2.
1.9.3. Participantes: Sólo lo podrán hacer los di-
rectores personalmente (art. 267) y los síndicos, quie-
nes tendrán voz pero no voto (art. 294, inc. 3).
1.9.4. Quórum: Para que el Directorio pueda cons-
tituirse válidamente, salvo disposición estatutaria dis-
tinta, deben hallarse presentes personalmente la mitad
más uno de los miembros. No se computan a este efecto
los directores ausentes aunque hayan autorizado a vo-
tar a alguno de los presentes.
El quórum de la mitad más uno debe calcularse,
cuando dé como resultado un número entero más una
fracción, computando el entero siguiente. Así por ejem-
plo:

Cantidad de directores Quórum

2 2
3 3
4 3
5 4
6 4
7 5
8 5
9 6
10 6
11 7

( 2 ) ROVIRA, Ob. cit., p. 315.


146

1.9.5. Resoluciones. Mayorías: Las decisiones del


Organo deben ser adoptadas por lo menos por mayoría
simple de votos, esto es, la mitad más uno de ellos. Para
su cómputo se tomarán en cuenta los votos emitidos por
los ausentes que hayan delegado su facultad en otro di-
rector. No será válido el voto por correspondencia (art.
266 LS).
1.9,6. Libro de Actas: El Directorio debe llevar
un libro especial de actas de sus reuniones (art. 73).
En ellas deberá constar la síntesis de las deliberaciones
y el resultado de las votaciones.
El acta deberá ser firmada por todos los asistentes,
y si bien a los efectos de la exención de la responsabi-
lidad prevista por el artículo 274, la ley admite que el
director disidente deje constancia escrita de la protesta,
el medio natural de expresarla es el acta de reunión del
órgano de administración.
Por aplicación concordada de los artículos 73 de la
Ley de Sociedades y 53 del Código de Comercio, este li-
bro deberá estar encuadernado y foliado y ser presen-
tado al Registro Público de Comercio para su indivi-
dualización y rubricación.
1.10. Remuneración de los directores.
Las funciones que prestan los directores deben ser
remuneradas. La redacción del artículo 261 de la Ley de
Sociedades no deja lugar a dudas respecto a la onerosi-
dad de la relación jurídica que los vincula a la sociedad,
salvo claro está, pacto en contrario.
La fijación de esta remuneración puede ser esta-
blecida por el estatuto, o resuelta por la asamblea gene-
ral ordinaria o el consejo de vigilancia.
1.10.1. Objeto de la remumeración: De ordinario,
el pago se efectúa en moneda corriente; no obstante,
147

nada impide que sea efectuado con la entrega de accio-


nes de la sociedad, para lo cual deben cumplirse los si-
guientes requisitos :
a) Que la emisión de acciones no sea especialmente
realizada para el pago de los honorarios, por
cuanto de ese modo se violaría el derecho de pre-
ferencia de los accionistas. En consecuencia de-
berán ser acciones no suscriptas por quienes no
ejercieron aquel derecho (")
b) que las acciones entregadas lo sean por su va-
lor real, que puede o no coincidir con el nomi-
nal. En caso de no coincidencia, si el valor real
de las acciones es superior, se estaría en pre-
sencia de una donación por el importe excedente.
En cuanto a los modos de determinación del valor
real, si la sociedad cotiza en bolsa, se establecerá el de
cotización y si no lo hiciere, con criterios económicos
contables como por ejemplo, los que adopta la Dirección
General Impositiva (").
1.10.2. Límites de la remuneración: La ley esta-
blece un porcentaje máximo y uno mínimo, referidos a
las ganancias de la sociedad, como límites de la retri-
bución que percibirán en todo concepto los directores.
Estos límites varían desde un 25 por ciento cuan-
do se distribuya el 100 por ciento de las ganancias has-
ta un 5 por ciento cuando no se distribuyan dividendos.
Reglamentando esta norma la Comisión Nacional de Va-
lores, para las sociedades que cotizan en Bolsa, dictó
la Resolución General n9 50 del año 1977 a cuya lectura
remitimos.

(23) IGPJ C. Fed., T. O. 1978, 1.8.3.


(24) Res. s/n9 del 19.-6-74 C. Fed.
14 8

En consecuencia, el estatuto no puede prever como


remuneración de los directores un porcentaje fijo, ya
que el mismo puede variar en función de la distribu,
ción de las ganancias (").
La base para la determinación de las ganancias se
tomará previa deducción del monto destinado a incre-
mento de la reserva legal (art. 70 LS) con más lo que
corresponda para retribución del Directorio y del Con-
sejo de Vigilancia.
1.10.3. Tareas remuneradas. Alcance del concep-
to: Las previsiones legales analizadas no sólo alcanzan
a las funciones específicas que como miembros del ór-
gano corresponden a los miembros del Directorio, sino
también al desempeño de funciones técnico administra-
tivas de carácter permanente. En consecuencia, no han
sido admitidas por la autoridad de control cláusulas es-
tatutarias que fijaban una retribución diferenciada e
independiente por estas funciones (").
Sin embargo, y como excepción, la última parte del
artículo 261 admite la remuneración en exceso de los lí-
mites fijados, en los casos en que los directores hayan
prestado las tareas inherentes a las funciones técnico
administrativas y las ganancias hayan sido exiguas o
inexistentes. En todo caso deberán ser expresamente
acordadas por la asamblea de accionistas y el tema de-
berá estar previsto en el orden del día.
El fundamento de estas limitaciones y precaucio-
nes está dado por la protección de los intereses de los
accionistas ante eventuales abusos por parte de los ad-
ministradores, fundamentalmente en las sociedades en
que la propiedad está totalmente diferenciada de la
gestión.
(25) 1CPJ, S. Fe, dict. in re, "Fábrica Argentina de Cartones y Pape-
les S. A.", Expte. nQ 44.041, ario 1973.
(") ICPJ, S. Fe, dictamen in re "Banco Popular de Rosario S. A.",
Expte. nQ 42.883, año 1973.
149

En caso de que la asamblea fijara la remunera-


ción en exceso, todos los directores responden en for-
ma ilimitada y solidaria (").
1.10.4. Imputación contable: Con idéntica funda-
mentación a la expuesta, la ley requiere que las retri-
buciones de los directores sean expuestas en el estado
de resultados, en una cuenta especial, dentro de los
gastos ordinarios de administración, comercialización,
financiación, etc. Esta cuenta es la prevista por el ar-
tículo 64, 1 b, 1 de la Ley de Sociedades.
,

Por ello no ha sido aceptada la cláusula estatutaria


que prevé la imputación a gastos generales "ya que si
bien este concepto genérico incluye el rubro que estu-
diamos, importa una generalidad que entorpece el con-
trol de las sumas retributivas de los administrado-
res" (").

1.11. Cesación de los directores.


Los miembros del Directorio pueden cesar en el
ejercicio de sus cargos por remoción, renuncia o inter-
vención judicial.
1.11.1. Rem,oción: La designación de los miembros
del directorio es esencialmente revocable, aun cuando
no mediara justa causa. Así, el artículo 256 de la Ley
de Sociedades veda la posibilidad de que el estatuto pue-
da prever la irrevocabilidad y aun la mera restricción
del ejercicio de esa facultad por la sociedad.
El órgano competente, en principio exclusivo, para
resolverla es la asamblea general ordinaria. Esa com-
petencia surge de la aplicación de los artículos 256 y
234 inciso 29 de la Ley de Sociedades.
( " ) CNCom., Sala C, in re "Shulman de Dickstein e./Shulman Hnos.
S. A.", Rey. E. D. del 6-11-78.
(28) ICPJ, S. Fe, dictamen in re, "Rheinstal Hanornag Cura S. A.",
Expte. 44.420, arlo 1973.
150

El quórum será el previsto por el artículo 243 de


la Ley de Sociedades.
En cuanto a la mayoría necesaria para la remo-
ción, se ha presentado una polémica aún no zanjada en
nuestra doctrina.
El doctor Halperín (') sostiene que debe aplicar-
se la mayoría prevista para la asamblea ordinaria, es
decir más de la mitad de los votos presentes que pue-
dan emitirse. En su opinión, la fijación de una mayo-
ría superior por el estatuto burlaría el precepto del
artículo 256 en cuanto importaría una restricción a la
revocabilidad.
Zaldívar (»), comparte ese criterio, pero esta-
blece una excepción que contradice la posición de naipe-
rín, porque, para él, cuando el estatuto prevea una ma-
yoría superior para la elección también podrá aumen-
tarse en la misma medida la mayoría para la remoción.
En nuestra opinión, la cuestión debe ser tratada
genéricamente como tema a resolver por la asamblea
general ordinaria. En consecuencia, si la sociedad en
su estatuto ha hecho uso de la facultad de previsión
de una mayoría superior a la legal que fija el artículo
243, no habrá obstáculos para que también la remoción
deba cumplir con ese requisito. Ello no importa una res-
tricción a la revocabilidad, ya que ésta deberá ajustarse
a las pautas generales que los socios hayan determina-
do como necesarias para la formación de la voluntad
del órgano asambleario. Este criterio no se opone al
que Zaldívar llama o califica de excepcional, sino que,
más precisamente, lo engloba y comprende.
Desde ningún punto de vista sería admisible que
el estatuto prevea una mayoría especial, lo que sí cons-
tituiría una restricción repudiada por la ley 19.550.
(29) Análisis crítico. . ., cit.
(30) Ob. cit.
151

Cuando los directores a remover sean accionistas,


sus acciones no podrán ser computadas en ningún caso,
ya que el artículo 241 de la Ley de Sociedades expresa-
mente les prohibe el ejercicio del derecho de voto. De-
be recalcarse que sus votos no entrarán en el cómputo,
por lo que es incorrecto adjudicarles el carácter de abs-
tención. Obviamente, por imperio del artículo 246 de
la Ley de Sociedades, el tema debe estar previsto con
toda claridad y sin posibilidad de dobles interpretacio-
nes, en el orden del día de la asamblea respectiva, salvo
en los casos de asamblea unánime.
Va de suyo que la asamblea reunida en segunda
convocatoria podrá remover a los directores, aun en los
casos en que el estatuto fije un quórum inferior.
1.11.1.1. Excepción al principio de remoción por
la asamblea ordinaria: Los directores elegidos por el
sistema de elección por categoría sólo podrán ser re-
movidos por la asamblea de accionistas de la categoría
que los eligió, salvo las causales previstas por los ar-
tículos 264 y 276 de la Ley de Sociedades.
1.11.1.2. Remoción de los directores elegidos por
el sistema de voto acumulativo. Remisión: Este tema
está tratado en el Capítulo XII.
1.11.2. Renuncia: Los directores podrán renun-
ciar al ejercicio de sus funciones. La misma deberá
ser elevada al Directorio, que podrá aceptarla o no,
según afectare su funcionan tiento regular.
Si no la aceptare, el renunciante deberá seguir en
el cargo cumpliendo con todos sus deberes y ejercien-
do la plenitud de sus derechos hasta la reunión de la
próxima asamblea ordinaria, que podrá ser convocada
al efecto, la que deberá resolver el tema (ver art. 259
Ley de Sociedades).
152

1.11.3. Intervención judicial: Distinto al de re-


moción, que es competencia de la sociedad por medio
de su asamblea, es el caso de la intervención judicial
previsto por el artículo 303 de la Ley de Sociedades,
ya que ésta produce el efecto de la sustitución del
órgano administrativo como tal, mientras que la remo-
ción. alcanza ya sea a uno o varios, y aun a todos los
directores individualmente considerados como funciona-
rios del órgano.
1.12. Reemplazo de los Directores.
En caso de vacancia, de uno o más directores, el
estatuto podrá determinar la forma del nombramiento
de los reemplazantes (art. 258 L.S.).
En ese contexto se inscribe la facultad de elección
de directores suplentes conjuntamente con los titula-
res para la eventual sustitución por falta de éstos.
Para que el suplente pueda hacerse cargo debe
mediar resolución del Directorio, la que deberá esta-
blecer a qué director reemplazará como también el
tiempo de duración del reemplazo.
Si el estatuto no previera el mecanismo de sustitu-
ción, ni tampoco se hubieren elegido suplentes, la ley
subsidiariamente concede a los síndicos la atribución de
designar al reemplazante hasta la reunión de la pró-
xima asamblea, la que deberá entenderse corno asam-
blea ordinaria.

2. DE LAS SOCIEDADES EN COMANDITA


POR ACCIONES

La administración de las sociedades en comandi-


ta por acciones, en razón de su particular estructura
jurídica de la que participan dos clases distintas de
socios y con distintos grados de responsabilidad, se di-
153

ferencia claramente de la de las sociedades anónimas.


En efecto, el artículo 318 no la atribuye a un direc-
torio sino, en principio, al o los socios comanditados,
salvo que por voluntad del estatuto social sea otorgada
a un tercero.
Son de aplicación para la regulación de la adminis-
tración de este tipo social las normas específicas de la
sección VII de la ley 19.550 y supletoriamente las nor-
mas legales de las sociedades anónimas y las de la so-
ciedad colectiva (arts. 316, 136 y 127 y ss. de la Ley
de Sociedades).
2.1. Número de (lirectores. Organización.
La administración podrá ser unipersonal o corres-
ponder a varios administradores.
En torno a la organización se ha suscitado una
controversia de criterios entre el_ Organo de Control
de Capital Federal y el Poder Judicial.
La Resolución n9 3 del año 1977 de la IGPJ de
Capital_ requiere que las sociedades en comandita por
acciones organicen un Directorio en la forma prevista
para las sociedades anónimas y con las "particularida-
des previstas" para aquéllas.
En sus considerandos la Resolución citada exhibe
como fundamentos más importantes que las sociedades
en comandita por acciones deben ser consideradas co-
mo sociedades anónimas, particularizadas por la exis-
tencia de socios con vocación a la administración y res-
ponsabilidad ilimitada, solidaria y subsidiaria, y que
la circunstancia de que la ley conceda la facultad de
administración a un tercero no socio desvirtúa el acer-
to de que la administración por los socios comandita-
dos es una exigencia del tipo social, por lo que el Di-
rectorio es un Organo necesario e indispensable y por
ello debe ser incorporado al estatuto social.
154

En sentido contrario se ha expedido el 31 de octu-


bre de 1977 la Cámara Nacional Comercial, Sala D,
para la que no corresponde exigir la constitución de
un Directorio, ya que las normas aplicables a las so-
ciedades anónimas sólo son de aplicación supletoria,
al igual que las que regulan a las sociedades en co-
mandita simples.
Si bien, expresa el fallo citado, el directorio es
el medio de expresión de la voluntad social de las anó-
nimas, ello no ocurre en las sociedades en comandita
por acciones en las que la voluntad se concentra en la
persona de los socios comanditados lo que guarda
coherencia con su responsabilidad, ya que de lo con-
trario éstos, que son ilimitada y solidariamente respon-
sables por los actos de la sociedad, se transformarían
en meros voceros de los socios comanditarios. No obs-
tante deja en claro que la organización o no del Direc-
torio queda en el ámbito de la autonomía de la volun-
tad de los socios, pero de ningún modo resulta impera-
tiva.
Nuestro criterio se suma al jurisprudencia' en la
medida que se corresponde con la legislación vigente.
En efecto, la exigencia de la Resolución n1 3 contradice
la regulación que la ley 19.550 da a este tipo social,
en la medida que el artículo 318 de ningún modo crea
el órgano, a diferencia del artículo 255, y las remisio-
nes de los artículos 324 y 319 permiten inferir que la
voluntad del legislador se volcó por el criterio de apli-
car las normas de administración de la sociedad en co-
mandita simple y de la colectiva a las sociedades en co-
mandita por acciones.
La existencia de varios administradores presenta
las alternativas de administración indistinta (artículo
128, 11 parte) o conjunta (21 parte) (ver Capítulo XI)
pero esa pluralidad de ningún modo permite suponer
155

la necesidad de organización en forma de Directorio;


sin perjuicio de la necesaria deliberación que la ejecu-
ción de los actos de administración supone.

2.2. Duración en sus cargos.


Los administradores de las sociedades en coman-
dita por acciones durarán en sus cargos el tiempo que
fije el estatuto, que podrá designarlos sin el límite de 3
años establecido por el artículo 257 para los directores
de las sociedades anónimas.

2.3. Cesación de los administradores.

2.3.1. Remoción: Los administradores, aun cuan-


do estuvieren designados en el contrato social, pueden
ser removidos de sus cargos por decisión de la mayoría.
A diferencia de. lo dispuesto para las sociedades
anónimas, el estatuto puede requerir justa causa para
la remoción.
La justa causa debe ser declarada judicialmente.
Hasta tanto ello ocurra, salvo separación provisoria
por intervención judicial, el administrador conservará
su cargo (artículo 129 L.S.).
Para poder pedir la remoción por justa causa, los
socios comanditarios deberán reunir como mínimo el 5
por ciento del capital social (artículo 319 L.S.).

2.3.2. Renuncia: Los administradores, en princi-


pio, pueden renunciar en cualquier momento al ejercicio
de sus cargos, respondiendo de los daños que cause la
renuncia dolosa o intempestiva.
No obstante ello, el artículo 130 confiere a los so-
cios la facultad de limitar, condicionar o prohibir el
ejercicio del derecho de renuncia.
156

2.4. Vacancia.
Cuando por cualquier causa la administración no
pudiere funcionar por el retiro del administrador cuan-
do fuere unipersonal, o la de uno de ellos cuando fuere
plural y conjunta, deberá ser reorganizada dentro del
plazo de tres meses que estipula el artículo 320 de la
Ley de Sociedades.
Hasta tanto ello ocurra, el síndico deberá nombrar
un administrador provisional, quien actuará frente a
terceros aclarando su calidad y sin asumir la respon-
sabilidad del socio comanditado (artículo 320, 21 parte).

RESOLUCIONES RELATIVAS A ORCANO DE ADMINISTRACION

Capital Federal: R.5/77 ( TO 1. 8 .1 . ); R . 1 .065/74 ( TO 1 . 8 .2. ); R.


s/n9 del 7/11/73 (TO 1.8.3.); R.s/n9 del 19/6/74;
Res. s/n9 del 22/1/74; R. 3/77 (1.11.3.); R. 70/72;
R. 37/73; R. 470/74.
Santa Fe: Res. 192/74, Anexo. 1.2.

Ver advertencia supra p. 37.

BIBLIOCRAF1A ESPECIALIrADA

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Boscx -PEREA, La responsabilidad de los directores de las S.A. y su
adecuación al derecho moderno, RDCO 1976, p. 601.
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octubre 1976, p. 1.
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157

COLOMBRES, Cervasio, Sociedades. Extensión de las facultades del órga-


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Bs. As.
VERcARA DEL CARRIL, Miguel Daniel, La representación en las S. A., D. E,.
t. 1, 432.
Capítulo XL — REPRESENTACION DE LA SOCIEDAD 159

1. De las Sociedades Anónimas 159


1.1. Alcance de la representación 160
1.2. Organo de representación legal 160
1.3. Representación voluntaria 162
1.4. Efectos de la inscripción y publicación de las designacio-
nes de los directores 163

2. De las Sociedades en Comandita por Acciones 184


Capítulo XI

REPRESENTACION DE LA SOCIEDAD

SUMARIO: 1. De las Sociedades Anónimas. 1.1. Alcance de la repre-


sentación. 1.2. Organo de representación legal. 1.3. Representa-
ción voluntaria. 1.4. Efectos de la inscripción y publicación de las
designaciones de los directores. 2. De las Sociedades en Comandita
por Acciones.

1. DE LAS SOCIEDADES, ANONIMAS

Según vimos en el Capítulo X, el Directorio como


órgano de administración en la vida interna de la so-
ciedad cumple una función de formación de la volun-
tad social en los actos de su competencia (1).
Pero también el ente societario, como persona ju-
rídica constituida para la consecución del objeto social,
y a los fines de su logro, debe participar activamente
en el mundo de los negocios.
Esta participación, que le resulta indispensable,
presupone el establecimiento de relaciones jurídicas de
todo tipo que lo vinculan con terceros. Para que ello
sea posible, la ley le reconoce un órgano que tiene co-
mo función la representación de la sociedad, esto es
que su actuación exterioriza la actuación del ente ma-
nifestando la voluntad social que se ha formado en el
órgano de administración. Cuando actúa el órgano está
actuando la sociedad.
) BRT,TNETTI, ob. cit., T. II, p. 473.
160

En nuestra legislación, el órgano representativo


por excelencia es el Presidente del Directorio, sin per-
juicio de que otros directores puedan serlo cuando así
lo prevea el estatuto social (artículo 268 L.S.).
En razón de lo expuesto es que disentimos con el
criterio adoptado por un fallo reciente, para el que la
representación de la sociedad anónima recae en el Di-
rectorio (2).
1.1. Alcance de la representación.
Ya al estudiar el objeto social (Capítulo V) anali-
zamos su relación con la representación, y concluimos
que la realización de los actos necesarios para la con-
secución del objeto fija el ámbito que marca los límites
de actuación del órgano representativo.
Este es el criterio que claramente ha receptado la
Ley de Sociedades, que en su artículo 58 expresa que
el representante obliga a la sociedad por todos los ac-
tos que no sean notoriamente extraños al objeto social.
Como consecuencia de ello compartimos el criterio
de Brunetti acerca de la escasa importancia que en esta
materia puede tener la distinción entre los actos de or-
dinaria y extraordinaria administración. Para este au-
tor, "a la indeterminación de los conceptos se suma la
falta de una referencia textual, como por la pertenencia
objetiva del acto a la función que está destinado a cum-
plir en relación con el patrimonio (3).
1.2. Organo de representación legal.
Como expresáramos anteriormente, para nuestro
derecho el órgano de representación legal es el Presi-
dente del Directorio, aun cuando el estatuto no lo dis-
ponga expresamente.
(2) CNCom. Sala C., iunio 15, de 1978 in re "Financiera Zanzíbar
S. A. c/Textil Argentina S. A.", ED, Rev. del 6-11-78.
( 3 ) BRUNETII, ob. cit., p. 470.
161

Sin perjuicio de ello, el artículo 268 prevé la po-


sibilidad de que el estatuto social pueda autorizar la
actuación de uno o más directores. Es decir que la ley
deja en el ámbito de la autonomía de la voluntad con-
tractual la designación de otros órganos de representa-
ción legal, pero a la vez reconoce a éstos todo el poder
representativo que otorga al Presidente del Directorio.
Al respecto, debe tenerse en claro que la designa-
ción de otros directores para el ejercicio de la función,
de ninguna manera puede condicionar la actuación del
Presidente al obrar conjunto con otro director, ya que
de ese modo se estaría transformando en acto complejo
a uno que la ley expresamente no ha querido así "en
aras de la seguridad de las transacciones comerciales y
celeridad en el tráfico comercial" como lo expresa la
exposición de motivos que acompañó a la ley 19.550.
Este criterio ha sido receptado por distintos Orga-
nos de Control, los que han rechazado cláusulas estatu-
tarias que suponían el ejercicio conjunto de la repre-
sentación del Presidente con otro director (4). También
ha sido ésta la opinión jurisprudencial (').
Hasta tal punto ha sido ese el espíritu del legisla-
dor que de acuerdo al artículo 58 de la ley de Socieda-
des, para los supuestos tácticos en que el estatuto pre-
vea un régimen de representación conjunta (tal sería el
caso de actuación de dos directores), la actuación en in-
fracción de la representación plural obligará a la socie-
dad cuando se tratare de obligaciones contraídas me-
diante títulos valores, o por contratos entre ausentes,
por adhesión o concluidos mediante formularios, con la

(4) IGPJ, S. Fe, Dictamen del 14-11-72 in re "San Diego S. A.", Ex-
pte, n9 42.647, año 1972. I.G.R. J. Cap. Fed., Res. n9 1.065 del 24-4-77.
(5) CNCorn. Sala A in re "Genond c./La Agraria S. A.", E. D., Rey.
del 6-11-78.
162

lógica excepción de que el tercero tuviere conocimiento


del obrar en infracción de la representación plural.
Sin perjuicio de lo expuesto, cuando internamente
existieran limitaciones al obrar del Presidente, aunque
éstas no podrán hacerse valer frente a terceros, sí ten-
drá efectos en las relaciones internas de la sociedad con
su representante y hasta podrá ser causal de acción
de responsabilidad, a la vez que será ilimitadamente res-
ponsable por los daños y perjuicios que ocasionare con
su obrar.
1.3. Representaciów voluntaria.
Distinta es la figura jurídica del mandatario de la
sociedad, ya sea que se le confieran poderes generales
o especiales.
Aun cuando por aplicación de los principios genera-
les del derecho común no puede negárseles el carácter de
representantes que con su obrar obligan a la sociedad,
tampoco puede confundirse el carácter diverso de am-
bas representaciones
Una, la del representante legal, nace de la ley por
aplicación de la teoría del órgano social. La otra, reco-
noce como fuente la voluntad social expresada a través
de su órgano que la vincula contractualmente con un
tercero.
En aplicación de este criterio, la Autoridad de Con-
trol no ha admitido la cláusula estatutaria que atribuía
el carácter de representante legal a quien fuere inves-
tido con un poder especial (6).
El órgano competente para el otorgamiento de los
poderes de representación voluntaria es el Directo-
rio (7). No obstante ello, si el Presidente los otorgara
(6) IGPJ S. Fe, Dictamen del 21-10-72 in re "Muebles Machtey S. A.",
Expte. NQ 42391, año 1972.
(7) CNCom. Sala A, "Kraft Guillermo s./Quiebra", agosto 4 de 1977.
163

sin que existiera decisión del Directorio al respecto o


aun en contra de lo resuelto por él, frente a terceros
serán válidos, porque el incumplimiento de los deberes
que se fijan para regular la actividad de los órganos
sociales serán inoponibles frente a terceros de buena
fe.

1.4. Efectos de la inscripción .1) publicación, de las desig-


naciones de los directores.

Las designaciones, y también las cesaciones, de los


directores en sus funciones, por imperio del artículo
60 de la Ley de Sociedades deberán ser inscriptas en
el Registro Público de Comercio y publicadas en el
Boletín Oficial.
Por ser ésta una inscripción con efectos declarati-
vos y no constitutivos, cobra importancia su análisis al
estudiar el tema de la representación de la sociedad.
En efecto, ese carácter declarativo no invalida la
designación de los directores y, en consecuencia, será
inoponible frente a terceros a la par que tampoco sub-
sana los vicios en la designación, pero engendra una
apariencia jurídica en la que pueden ampararse los ter-
ceros de buena fe (8), ya que en función de esa protec-
ción ha sido legislada.
En consecuencia, estos terceros podrán invocar la
falta de inscripción de los representantes legales en los
términos previstos por el artículo 12 correlacionado con
el 60 de la Ley de Sociedades (9).

(8) CNCorn. Sala B, in re "Financiera Baires c./Kuperman"; in re


"Koch S. A. c,/otro" y "Talleres Metalúrgicos Haeso S. A. c./otro", to-
dos publicados en Elj, Rey. del 30-3-78.
(9) CNCom. Sala A, in re "Capital, Cía. de Seguros S. A.", en L. I.,
agosto de 1977, p. 322.
164

2. DE LAS SOCIEDADES EN COMANDITA


POR ACCIONES

La representación de este tipo de sociedades es ejer-


cida por los socios comanditados o por terceros que la
ley faculta designar al efecto.
El régimen legal vigente remite a las normas apli-
cables para las sociedades colectivas, por lo que están
previstas (art. 128 L.S.) dos posibilidades en caso de
pluralidad de administradores :
a) La representación indistinta: en virtud de la
cual el obrar de cualquiera de los administradores obli-
ga a la sociedad;
b) Representación conjunta: que impone para el
obrar de los administradores la realización de actos
complejos, esto es que algunos o todos ellos, para obli-
gar a la sociedad, deberán obrar en forma conjunta,
con lo que le queda vedado el obrar individual aun
cuando alguno de los demás se hallare imposibilitado
de actuar (1') sin perjuicio de la aplicación del artícu-
lo 58 analizado en este capítulo en 1.2.
A diferencia de la regulación legal de las socieda-
des anónimas, la ley 19.550 no impone taxativamente
ninguna de estas clases de representación, sino que lo
deja librado a las disposiciones estatutarias que libre-
mente pueden ser establecidas por los socios.
En caso de silencio del estatuto el artículo 127 de
Ja Ley de Sociedades establece una presunción favora-
ble a la representación indistinta.
('C) CNCom., Sala C, "Bernhaot, María c./Weinstein". En NissEzsr,
Ricardo, Cuadernos El Derecho, p. 192. La imposibilidad de actuar in..
dividualmente a quien está obligado a hacerlo en forma conjunta se
aplica aun cuando se den supuestos de peligro inminente de daño grave
e irreparable.
Capítulo XII. — SISTEMA DE ELECCION DE DIRECTORES
POR VOTO ACUMULATIVO 165

1. Interpretación del artículo 263 de la Ley de Sociedades 165

2. Inderogabilidad del sistema por vía estatutaria 167

3, Reglamentación 167
3.1. Número mínimo de votos para el ejercicio 168
3.2. Ejercicio por una clase determinada de acciones 168
3.3. Disminución o aumento del número de directores 168
3.4. Renovaciones parciales 169
4. Requisitos formales para el ejercicio 170

5. Funcionamiento del sistema 170

6. Remoción de los directores elegidos por el voto acumulativo 172

Resoluciones relativas a voto acumulativo 173

Bibliografía especializada 173


Capítulo XII
SISTEMA DE ELECCION DE DIRECTORES
POR VOTO ACUMULATIVO
SUMARIO: 1. Interpretación del artículo 263. 2. Inderogabilidad del
sistema por vía estatutaria. 3. Reglamentación. 3.1. Número míni-
mo de votos para el ejercicio. 3.2. Ejercicio por una clase deter.
minada de acciones. 3.3. Disminución o aumento del número de
directores. 3.4. Renovaciones parciales. 4. Requisitos formales pa-
ra el eiercicio. 5. Funcionamiento del sistema. 6. Remoción de los
directores elegidos por el voto acumulativo.

El artículo 263 L.S. introdujo en nuestro derecho


societario la elección de directores por el sistema de
origen norteamericano llamado de voto acumulativo.
Este sistema, cuyo funcionamiento analizaremos en
este capítulo, halla su fundamento en la concepción fi-
losófica jurídica que propugna que la legislación debe
garantizar a los grupos minoritarios de cierta entidad
suficiente la posibilidad de obtener representación en
los órganos de administración.
Es de hacer notar que nuestra ley extiende el sis-
tema para la elección de los miembros del Consejo de
Vigilancia y de la Sindicatura.

1. INTERPRETACION DEL ARTICULO 263

La defectuosa e imprecisa redacción del artículo 263


de la Ley de Sociedades ha originado un arduo y ori-
ginal debate doctrinario en torno a los alcances y fun-
cionamiento del sistema.
166

En sustancia ese debate ha versado sobre la inter-


pretación que debe darse a la redacción de la primera
parte del artículo citado que textualmente expresa:
"Los accionistas pueden ejercer su derecho de voto pa-
ra la elección de directores por el sistema de voto acu-
mulativo hasta un tercio de las vacantes a llenar".
El punto de arranque de la polémica se encuentra
en la resolución de la IGPJ de Capital Federal n9 37
del año 1973 que en su anexo, inc. c) sostiene que el
derecho a votar acumulativamente corresponde a cada
accionista quien podrá elegir un número de personas
que no exceda el tercio de las vacantes a llenar, argu-
mentando que esa interpretación surge de la redacción
de los incisos 1) y 2) del artículo.
Esta norma despertó la crítica de la mayoría de la
doctrina nacional (1) que sostiene que el tercio tiene
una doble función: limitación al poder de distribución
y limitación al poder de elección por voto acumulativo,
es decir que la cantidad de directores que pueden ser
elegidos de este modo no puede exceder del tercio de
las vacantes a llenar, encontrando su fundamento en
que la primera parte del artículo fija la norma matriz
y el resto del mismo juega en función de aquélla.
Nuestra opinión, que ha sido receptada por la
IGPJ de la Provincia de Santa Fe (2). es concurrente
con la segunda posición doctrinaria expuesta.
En efecto, la interpretación contenida en la reso-
lución 37 es a todas luces forzada y desvirtúa el espí-
ritu de la ley y de la institución, toda vez que la mayor
o menor habilidad en la votación puede transformar a
una minoría accionaria en mayoría. Este dislate no

(1) Ver bibliografía especializada al final del capítulo.


(2) IGPJ S. Fe, Resolución n9 345, ario 1978.
167

sólo ha sido denunciado por los críticos sino también


reconocido como posibilidad cierta por quien dictara
la resolución cuestionada (3).
La jurisprudencia debió resolver un caso en que
se aplicó el criterio de la resolución 37 y surgieron
electos dos directores por la mayoría y tres por la mi-
noría que votó acumulativamente. Ante ello, el Juzga-
do de P Instancia en lo Civil y Comercial N9 18 de la
Capital Federal, en fallo del 24 de febrero de 1977 in re
"Liberman„José e/ Guardería Neptuno S.A." (4), aco-
gió el criterio mayoritario a la vez que declaró la in-
constitucionalidad de la resolución 37 por vulnerar la
jerarquía normativa consagrada por el artículo 31 de
la Constitución Nacional y el principio contenido por el
artículo 86, inc. d) de la Ley fundamental.

2. INDEROGABILIDAD DEL SISTEMA POR VIA


ESTATUTARIA

La norma que introduce el voto acumulativo es de


orden público, por lo tanto el estatuto no puede dero-
gar este derecho de los accionistas.
La única excepción admitida es en los casos en
que esté prevista la elección por categoría de acción.
Tampoco podrá el estatuto reglamentarlo de modo
tal que dificulte su ejercicio.

3. REGLAMENTACION

Esa "dificultad" a que refiere la ley encierra un


concepto amplio que debe ser analizado en cada caso
concreto tomando en cuenta que la ley no garantiza que
las minorías —cualquiera sea su importancia—, efec-
( 3 ) Pico, Guillermo A., Voto Acumulativo, en D. E., t. III, p. 193.
(4) E. D., Rey. del 13 de junio de 1978.
168

tivamente puedan lograr representación en el Directorio,


sino que se reduce a otorgarles posibilidades eventua-
les de obtenerla en los casos en que la acumulación
de votos le permitan superar a las mayorías acciona-
rias. En otras palabras, no ofrece un resultado sino
que da los medios y garantiza que éstos no sean bur-
lados.
Analizaremos ahora los distintos supuestos que se
pueden presentar referidos a la reglamentación limi-
tativa.

3.1. Número mínimo de votos para el ejercicio.


No es admisible una cláusula estatutaria que im-
ponga este requisito, ya que la mayor o menor enti-
dad e importancia de la minoría no puede surgir de
un prejuicio sino que devendrá de los resultados que
se deriven de las votaciones.
3. 2. Ejercicio por una clase determinada de acciones.
Resultará limitativa del ejercicio del voto acumu-
lativo cuando éste sea otorgado solamente a una clase
de acciones, por ejemplo a las ordinarias en detrimen-
to de las preferidas cuando éstas tengan derecho a vo-
to (art. 217, 21 y 31 parte), o dentro de las preferidas
a las de una clase en perjuicio de otras.
3.3. Disminución o aumento del número de directores.
Importará una reglamentación que dificulta el ejer-
cicio del sistema en los casos en que el directorio se en-
cuentre funcionando con un número de miembros no in-
ferior a tres y la mayoría resuelve su disminución.
La jurisprudencia ha establecido el criterio de que
sólo será entorpecedera del sistema cuando la sociedad
169

haya sido notificada del ejercicio, conforme a lo esta-


blecido por el artículo 263, e igualmente resuelva la re-
ducción o aumento del número de integrantes del Di-
rectorio que perjudique la expectativa de representa-
ción de las minorías.
Referida a este tema aparece la contradicción en-
tre la norma del artículo 263 y la del 255 que prevé la
posibilidad de composición por menos de tres miem-
bros, con lo que será inexistente el tercio previsto para
la elección por voto acumulativo.

3.4. Renovaciones parciales.

La segunda parte del artículo 263 veda la posibi-


lidad de renovación parcial o escalonada si de tal ma-
nera se impide el ejercicio del voto acumulativo. A los
efectos de determinar si existe impedimento será nece-
sario tener en cuenta el número de integrantes del Di-
rectorio y los períodos de renovación. Si los directores
fueren seis o nueve y las renovaciones se hicieren por
mitades o tercios cada dos o tres ejercicios respectiva-
mente, no habrá inconveniente en admitir la cláusula
estatutaria ya que se podrán renovar tres directores
(tercio 1 director) por ejercicio.
Contrariamente, DO será admisible si un directorio
compuesto por ocho directores es renovable por tercios,
ya que cuando se renueven dos de ellos no podrá ejer-
cerse el voto acumulativo porque no podrá votarse so-
bre un tercio de dos por ser matemática y materialmen-
te imposible.
En síntesis, lo que la ley protege es que en cada
elección el número de directores a votar sea susceptible
de ser dividido en tercios, de modo tal que por lo me-
nos uno sea elegido por el sistema en análisis.
170

4. REQUISITOS FORMALES PARA EL EJERCICIO

El socio que pretenda votar acumulativamente de-


berá notificarlo a la sociedad con una anticipación de
no menos de cinco días a la celebración de la asamblea
correspondiente, indicando las acciones con las que el
derecho será ejercido.
Producida que sea la notificación, todos los socios
en condiciones de hacerlo podrán votar acumulativa-
mente (art. 263, 2 parte).
El cómputo de los 5 días se realiza incluyendo los
feriados pero excluyendo el día de la asamblea.
El voto deberá expresarse por escrito, mencionan-
do los datos necesarios para su individualización y
cómputo y la elección se debe realizar evitando que vo-
ten por un lado los accionistas con voto acumulativo y
por otro los que tienen voto plural.
Debe elegirse por persona, excluyendo el siste-
ma de listas y sin cubrir los cargos específicos que en
la organización del Directorio prevea el estatuto, lo
que sí podrá hacer la asamblea luego de la elección
y siempre que el estatuto lo admita.
En casos de empate, deberá realizarse una nueva
votación en la que participen solamente aquellos accio-
nistas que aún no hubieren elegido candidatos.
Los descriptos son los más importantes requisitos
de procedimiento del sistema. Para un panorama com-
pleto del tema remitimos a la Resolución n9 345, ario
1978 de la IG-13,1- de Santa Fe.

5. FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA


Básicamente consiste en que los accionistas que
hubieren optado por el voto acumulativo dispondrán
de una cantidad de votos que surgirá de multiplicar
171

los que normalmente le corresponden por la cantidad


total de vacantes a Henar.
Vg., si se deben elegir 6 vacantes :
Accionista A 1.000 votos (no vota aculativamente)
Accionista B 500 votos multiplica por 6 = 3.000 votos
Accionista C 200 votos multiplica por 6 1.200 votos
El tercio de directores a elegir por voto acumula-
tivo es igual a dos.
Quienes votan acumulativamente (B y C) podrán
acumular o distribuir sus votos en uno o dos de los
candidatos a elegir.
Los detentadores de la mayoría (accionista A) no
podrán votar acumulativamente, ya que de ese modo
se desvirtuaría el sistema en la medida en que todos
multiplicarían sus votos por un número constante (can-
tidad de vacantes a llenar), por lo que se mantendría
siempre la proporción y haría imposible que la mino-
ría, cualquiera fuera su magnitud, acceda a un cargo
en el Directorio.
En consecuencia la mayoría siempre votará por
pluralidad de votos, es decir que tendrán los que le
acuerden la cantidad de acciones de las que son titula-
res, sufragando por la totalidad de las vacantes a ele-
gir y asignando a cada uno de los candidatos el total
de los votos.
En el ejemplo:
Se eligen los directores I, II, III, IV, V, VI
Votan los accionistas A, B y C.
172

1.000 votos
II 1.000 votos
III 1.000 votos
IV 1.000 votos
TERCIO V 1.000 votos 1.500 votos 1.200 votos
VI 1.000 votos 1.500 votos

La minoría B, acumulando sus votos tiene acceso


a dos cargos en el Directorio.
Desde luego que este ejemplo convencional sólo es
útil para aclarar el funcionamiento del sistema, ya que
las variaciones pueden ser infinitas en función de las
cantidades de votos y el número de directores a ele-
gir (5).

6. REMOCION DE LOS DIRECTORES ELEGIDOS POR


EL VOTO ACUMULATIVO

La ley proteje la continuidad de la permanencia


en sus funciones de los directores elegidos por voto acu-
mulativo. Sólo podrán ser removidos :
a) Cuando sean removidos todos los directores, ya
que de ese modo se impide que los elegidos por la mi-
noría puedan ser excluidos arbitrariamente por la
asamblea ordinaria, a la que se impone la traba que
significa revocar las designaciones de la totalidad de
los integrantes del órgano ;
(5) Ver, NECRI, Carlos María en ZALDÍVAR, Enrique y otros, Cuader-
nos . . ., T. II, 21 parte, p. 419 y ss. y GARBEA y SAVRANSKY, Participación
de las minorías en el gobierno de -las sociedades por acciones, Abeledo
Perrot, año 1974. En ambos trabajos se desarrollan interesantes fórmulas
para la aplicación en las votaciones tomadas de autores norteamericanos
y de la experiencia en ese país.
173

h) Cuando pesare sobre alguno de los electos algu-


na de las prohibiciones e incompatibilidades del artícu-
lo 264. Obviamente la elección por voto acumulativo
no podrá sanear un nombramiento hecho en violación
de la ley;
c) Cuando la asamblea de accionistas resuelva pro-
mover la acción social de responsabilidad contra los
directores elegidos por el sistema, ya que el voto acu-
mulativo no puede imponer a la sociedad que soporte
a un funcionario que ha incurrido en alguna de las fal-
tas que dan origen a aquella acción.

RESOLUCIONES RELATIVAS A VOTO ACUMULATIVO

Capital Federal: R. 37/73 (TO 1.7.4.2.).


Santa Fe: Res. 345/78.
Misiones: Res. 14/76.11.9.
Ver advertencia supra p. 37.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

AREcHA y GARCÍA CUERVA, Sociedades Comerciales, Ed. Depalma, 1975,


p. 236 y SS.
Boletín Informativo Empresario, Consultorio, IV. 38.
BOLLINI SHAW, Carlos, Elección del Directorio en las S. A. en la ley
19.950, E. D., t. 44 (publicado el 20-10-72).
BOLLINI SHAW, Carlos y KrzronuviAcam, Amoldo, Voto Acumulativo.
Incongruencias de la reciente Resolución de la Inspección General
de Personas Jurídicas. Soluciones. Diario "El Accionista", 20-9-73.
CARBONE, Nicolás A., El Voto Acumulativo en las sociedades, FEDYE,
1978.
GARBER-SAVRANSKY, Participación de las minorías en el gobierno de las
Sociedades por Acciones, Ed. Abeledo Perrot, 1974. p. 99 a 119 y
178 y ss.
HALPEIM1/4r, Isaac, Sociedades Anónimas, Ed. Depalma, 1974, p. 383-384.
KLEIDERMACHER, Arnoldo, Acerca del Voto Acumulativo, R. D. C. O.
174

LE PERA, Sergio, El Voto Acumulativo. D. E., T. II, p. 496.


LE PERA, Sergio, Voto Acumulativo. El sistema d,e elección de Directores
y síndicos e integrantes del Consejo de Vigilancia en la ley de so-
ciedades por acciones, Ed. Astrea, 1973, p. 53 y SS.
NEGRI, Carlos María, El Voto Acumulativo en la elección de los órganos
sociales. En ZALDÍVAR, Enrique y otros, Cuadernos de Derecho So-
cietario, t. II, 23 parte, p. 419 y 11.
Pico, Guillermo A., Voto Acumulativo, D. E., t. III, p.193.
ROCA, Eduardo A., Mesa Redonda sobre Voto Acumulativo, Información
Empresaria, 15 de marzo de 1976, p. 3.,
ZALLIÍVAR, Enrique, ídem, p. 4.,
URIEN, Carlos, ídem, p. 5.,
SUÁREZ ANZORENA, Carlos, ídem, p. 8.,
LE PERA, Sergio, ídem, p. 10.,
RIVAROLA, Jorge E., ídem, p. 12.
SEGAL - LAGOS - CrirnEwro, Ley de Sociedades.
Capítulo XIII. — LA ASAMBLEA 175

1. De la Sociec¿ad Anónima 176


1.1. Definición y clasificación 176
1.2. Competencia 177
1.2.1. Asamblea General Ordinaria 177
1.2.2. Asamblea General Extraordinaria 178
1.2.3. Asambleas Especiales 179
1.2.4. Asambleas Unánimes 179
1.3. Oportunidad de la realización 179
1.4. Convocatoria 180
1.4.1. Organos competentes 180
1.4.2. Publicación 180
1.4.2.1. Contenido 181
1.4.3. Asamblea en segunda convocatoria 182
1.3. Derecho de información 182
1.6. Acreditación del carácter de accionista 183
1.7. Libro de asistencia a la asamblea 184
1.8. Funcionamiento 184
1.8.1. Participantes 184
1.8.1.1. Los socios 184
I . 8.1.2. Sus representantes 184
1.8.1.3. Directores, síndicos y gerentes 185
1.8.1.4. Asesores 185
1.8.1.5. Titulares de bonos de goce 185
1.8.1.6. Fiduciarios de los tenedores de debentures 185
1.8.1.7. Veedores 185
1.8.2. Presidencia 186
1.8.3. Quórum 186
1.8.3.1. Asamblea General Ordinaria 187
1.8.3.2. Asamblea General Extraordinaria 188
1.8.3.2.1. Supuestos especiales 188
1.8.3.3. Asambleas Especiales. Remisión 188
1.8.3.4. Asambleas Unánimes. Remisión 189
1.8.3.5. Asambleas simultáneas. Remisión 189
1.8.4. Deliberación 189
1.8.4.1. Temario a tratar 189
1.8.4.2. Discusiones. Derecho a voz y derecho de información 189
1.8.4.2.1. Normas aplicables al debate 190
1.8.5. Adopción de resoluciones 191
1.8.5.1. Derecho a voto 191
1.8.5.1.1. Titulares 191
1.8.5.2 . Resolución asamblearia 191
1.8.5.2.1. Naturaleza jurídica 191
1.8.5.2.2. Mayorías requeridas 192
1.8.5.2.2.1. Asamblea General Ordinaria 192
1.8.5.2.2.2. Asamblea General Extraordinaria 193
1.8.5.2.2.2.1. Supuestos especiales 193
1.8.5.2.2.3. Asambleas Especiales. Remisión 193
1.8.5.2.2.4. Asambleas Unánimes. Remisión 193
1.8.5.2.2.5. Asambleas simultáneas. Remisión 193
1.8.5.3. Abstenciones en la votación. Cómputo 193
1.8.5.4 Régimen de nulidades 194
1.8.6. ProcIamación pública 194
1.8.7. Acta de asamblea 195
1.8.7.1. Firma 195
1.8.7.2. Copias 195
1.9. Asambleas Especiales, Unánimes y simultáneas 196
1.9.1. Asambleas Especiales 196
1.9.2. Asamblea Unánime 197
1.9.2.1. Convocatoria 197
1.9.2,2. Citación de directores, síndicos y gerentes generales 198
1.9.2.3. Orden del día 199
1.9.2.4 . Competencia. Remisión 199
1.9.3. Asambleas simultáneas 199
1.9.3.1. Convocatoria 200
1.9.3,2. Quórum y mayorías 200
1.10. Impugnación de nulidad de las decisiones asamblearias 200
1.10.1. Titulares de la acción 200
1.10.2. Sujeto pasivo de la acción 201
1.10.3. Suspensión preventiva de la decisión 201
1.10.4. Extinción de la acción 202
1.10.5. Plazo para ejercerla 202
2. De la Sociedad en Comandita por Acciones 202
2.1. Peculiaridades del tipo 203
2.1.1 . Participantes 203
2.1.2 . Limitaciones al derecho de voto 203
2.1.3. Mayoría especial 203

Normas relativas a Asamblea 204

Bibliografía especializada 204


Capítulo XIII

LA ASAMBLEA
SUMARIO: 1. De la Sociedad Anónima. 1.1. Definición y clasificación.
1.2. Competencia. 1.2.1. Asamblea General Ordinaria. 1.2.2,
Asamblea General Extraordinaria. 1.2.3. Asambleas Especiales.
1.2.4. Asambleas Unánimes. 1.3. Oportunidad de la realización.
1.4. Convocatoria. 1.4.1. Organos competentes. 1.4.2. Publica..
ción. 1.4.2.1. Contenido. 1.4.3. Asamblea en segunda convoca-
toria. 1.5. Derecho de información. 1.6. Acreditación del carác-
ter de accionista. 1.7. Libro de asistencia a la asamblea. 1.8. Fun-
cionamiento. 1.8.1. Participantes. 1.8.1.1. Los socios. 1.8.1.2.
Sus representantes. 1.8.1.3. Directores, síndicos y gerentes.
1.8.1.4. Asesores. 1.8.1.5. Titulares de bonos de goce. 1.8.1.6.
Fiduciarios de los tenedores de debentures. 1.8.1.7. Veedores.
1.8.2. Presidencia. 1.8.3. Quórum. 1.8.3.1. Asamblea General
Ordinaria. 1.8.3.2. Asamblea General Extraordinaria, 1.8.3.2.1.
Supuestos especiales. 1.8.3.3. Asambleas Especiales. Remisión.
1.8.3.4. Asambleas Unánimes. Remisión. 1.8.3.5. Asambleas si-
multáneas. Remisión. 1.8.4. Deliberación. 1.8.4.1. Temario a
tratar. 1.8.4.2. Discusiones. Derecho a voz y derecho de informa-
ción. 1.8.4.2.1. Normas aplicables al debate, 1.8.5. Adopción
de resoluciones. 1.8.5.1. Derecho a voto. 1.8.5.1.1. Titulares.
1.8.5.2. Resolución asamblearia. 1.8.5.2.1. Naturaleza jurídica.
1.8.5.2.2. Mayorías requeridas. 1.8.5.2.2.1 Asamblea Gene_
ral Ordinaria. 1.8.5.2.2.2. Asamblea Ceneral Extraordinaria.
1.8.5.2.2.2.1. Supuestos especiales. 1.8.5.2.2.3. Asambleas es-
peciales. Remisión. 1.8.5.2.2.4. Asambleas Unánimes. Remisión.
1.8.5.2.2.5. Asambleas simultáneas. Remisión. 1.8.5.3. Absten..
ciones en la votación. Cómputo. 1.8.5.4. Régimen de nulidades.
1.8.6. Proclamación pública. 1.8.7. Acta de asamblea. 1.8.7.1.
Firma. 1.8.7.2. Copias. 1.9. Asambleas Especiales, Unánimes y
simultáneas, 1.9.1. Asambleas especiales. 1.9.2. Asamblea Uná-
nime. 1.9.2,1. Convocatoria. 1.9.2.2. Citación de directores, sín-
dicos y gerentes generales. 1.9.2.3. Orden del día. 1.9.2.4. Com-
petencia. Remisión. 1.9.3. Asambleas simultáneas 1.9.3.1. Con..
vocatoria. 1.9.3.2. Quórum y mayorías. 1.10. Impugnación de
nulidad de las decisiones asarnblearias. 1.10.1. Titulares de la ac-
ción. 1.10.2. Sujeto pasivo de la acción. 1.10.3. Suspensión pre-
ventiva de la decisión. 1.10.4. Extinción de la acción. 1.10.5. Pla-
zo para ejercerla. 2. De la Sociedad en Comandita por Acciones.
2.1. Peculiaridades del tipo. 2.1.1. Participantes. 2.1.2. Limi-
taciones al derecho de voto. 2.1.3. Mayoría especial.
176

Los socios, que mediante su participación en el acto


constitutivo, concurren para dar nacimiento a la perso-
na jurídica societaria y con sus aportes a formar el ca-
pital social, son los únicos y verdaderos propietarios, en
sentido económico, de su patrimonio. En consecuencia,
y más allá del moderno fenómeno de desvinculación ca-
da vez mayor entre el capital y la gestión societaria que
se presenta en las grandes sociedades anónimas, ellos
se mantienen vinculados jurídicamente a la vida del en-
te mediante el órgano de participación por excelencia,
en el cual se determinan las grandes líneas de la po-
lítica que seguirá la sociedad en el mundo de los nego-
cios, a la vez que se adoptan las decisiones trascenden-
tales acerca de su existencia, reglamentación de su fun-
cionamiento, elección de funcionarios de los demás ór-
ganos, etc. Ese órgano es la Asamblea.

1. DE LA SOCIEDAD ANONIMA

1..1.. Definición y clasificación.

No toda reunión de accionistas constituye una


asamblea. En efecto, para que ella exista debe ser "la
reunión de accionistas convocada conforme a la ley y
a los estatutos para resolver las cuestiones previstas
por ellos o los asuntos indicados en la convocación" (1).
Pero en este concepto quedan englobados distintos
tipos de asambleas que funcionan en la sociedad, a
saber :
El primer criterio de diferenciación parte de esta-
blecer las clases en función de qué accionistas partici-
pan en ellas y así surgen las Asambleas: A) Generales:
( ) HALPERÍN, Isaac, Curso de Derecho Comercial, Vol. II. Edición
póstuma. Editorial Depalma.
177

en las que participan todos los socios tenedores de ac-


ciones sociales sin distinción y se tratan temas de in-
terés general, y B) Especiales: en ellas participan los
tenedores de determinadas clases y categorías de ac-
ciones y se tratan temas que conciernen a cada una
de ellas.
A su vez las Asambleas Generales, de acuerdo a
la Competencia de cada una de ellas, pueden ser: a)
Ordinarias (art. 234 L.S.) ; b) Extraordinarias (art. 235
L.S.).
Y como categoría diferenciada de las anteriores y
excluyente se incorporan las Asambleas Unánimes
(art. 237, 31 parte L.S.), que además de las diferencia-
ciones en cuanto a convocatoria, quórum y mayorías
(ver 1.9.2.) tendrán una competencia amplia y com-
prensiva de las de las demás clases.
En síntesis:
Generales Ordinarias (art. 234 LS)
Asambleas Extraordinarias (art. 235 LS)
Especiales (art. 250 LS)
Unánimes ( art. 237, 31 p. LS)

1. 2. Competencia.
1.2.1. Asamblea General Ordinaria: Los temas
que son competencia de esta clase de asamblea están
taxativamente enumerados por el artículo 234 de la Ley
de Sociedades, a saber:
19) Tratamiento y resolución acerca del Balance
General, estado de resultados, distribución de ganan-
cias, memoria e informe del síndico, es decir la sínte-
sis de la gestión patrimonial, económica y financiera
de la sociedad durante el ejercicio a considerar. Ade-
178

más, la última parte del inciso 19 de este artículo in-


cluye dentro de la competencia de la asamblea ordinaria
una fórmula flexible que pareciera alejarse del espíri-
tu de la ley en su intención de fijar con toda precisión
los únicos asuntos en que debe entender, expresando,
"toda otra medida relativa a la gestión de la sociedad
que le competa resolver conforme a la ley, el estatuto
o que sometan a su decisión el directorio, el consejo de
vigilancia o los síndicos". Al exigir que refieran a la
gestión de la sociedad, desaparece la aparente contra-
dicción.
29) Designación y remoción de directores y síndicos
y miembros del Consejo de Vigilancia (remitimos a
cada uno de esos temas en los Capítulos X y XIV, res-
pectivamente).
3(') Responsabilidades de los directores, síndicos y
miembros del Consejo de Vigilancia (ver Capítulos
X y XIV).
49) Aumento de capital dentro del quíntuplo cuan-
do el estatuto lo prevea. En este caso ro se tratará de
un aumento de capital que implique reforma de estatu-
tos, sino ejecución de una previsión estatutaria.
1.2.2. Asamblea General Extraordinaria.: Son te-
nias de su competencia todos los que no lo sean de la
Asamblea General Ordinaria y la modificación o refor-
ma de los estatutos sociales, indicando especialmente
el artículo 235: aumento, reducción y reintegro de ca-
pital, exceptuando los aumentos previstos en el inciso
49 del artículo 234; rescate, reembolso y amortización
de acciones; fusión, transformación, disolución y esci-
sión; nombramiento, remoción y retribución de liquida-
dores; aprobación de las cuentas y gestión de los liqui-
dadores cuando tengan carácter definitivo; limitación
o suspensión del derecho de preferencia en la emisión
179

de nuevas acciones; emisión de bonos, de debentures y


la conversión de éstos en acciones.
1.2.3. Asambleas Especiales: La esfera de com-
petencia. se reduce al tratamiento de asuntos de interés
de las respectivas categorías de acciones en ellas re-
presentadas, sin que puedan tratar temas de interés ge-
neral (infra 1 . 9 . 1. ).
1.2.4. Asambleas Unánimes: Esta clase de asam-
bleas, por sus particulares características (infra. 1.9.2.)
tiene competencia para resolver cualquier tema que la
ley someta a resolución de cualquiera de las otras. En
efecto, la presencia de todos los accionistas, la citación
de directores y síndicos y la votación unánime requeri-
das por la ley, hacen que esté en condiciones de formar
la voluntad del órgano asambleario sin más limitacio-
nes que el ordenamiento jurídico general.

1.3. Oportunidad de la realización

Las Asambleas ordinarias y extraordinarias po-


drán realizarse en cualquier momento que los órganos
convocantes consideren oportuno para el tratamiento de
los temas que correspondan a cada clase.
Sin embargo el artículo 234, última parte, requiere
que, para el tratamiento de las cuestiones previstas en
sus incisos 1 y 2, la asamblea ordinaria sea convocada
dentro de los cuatro meses del cierre del ejercicio so-
cial, interpretándose que no basta la mera resolución
de convocar en ese lapso sino también la publicación
de avisos con que ella se perfecciona, pero que no es
necesario que la asamblea se reúna en ese lapso. Este
es el criterio que han adoptado los Organos de Con-
tralor (2).

(2) Cap. Federal, Circular IP 69/73, T.O. Año 1978 1.7.1.6, y Córdoba,
Res. 095/18 - B, Art. 19.
180

1.4. Convocatoria.

1.4.1. Organos competentes: Son competentes pa-


ra convocar a la realización de las Asambleas:
A) El Directorio (art. 236) ;
B) El Organo de fiscalización interna (arts. 236 y
294, inc.
Lo harán :
a) Cuando lo prevea la ley;
b) Cuando lo prevea el estatuto;
c) Cuando lo juzguen necesario para la buena mar-
cha de la sociedad (en este caso particular el
síndico sólo podrá convocar a Asamblea General
Extraordinaria, no Ordinaria, que únicamente
podrá llamar cuando lo omitiere el Directorio) ;
d) Cuando lo requieran accionistas que represen-
ten no menos del cinco por ciento del capital
social indicando los temas a tratar. En este
caso la convocatoria deberá realizarse para que
la asamblea se reúna dentro de los 40 días de
recibido el requerimiento ;
C) El Consejo de Vigilancia, al que se aplican sub-
sidiariamente las normas que regulan las facultades del
síndico.
D) Los miembros disidentes del consejo de vigilan-
cia en el supuesto previsto por el artículo 282.
E) El Organo Administrativo de Control.
F) El Juez competente.
1.4.2. Publicación: Debe realizarse, para todas las
sociedades, en el diario de publicaciones legales duran-
te cinco días con no menos de diez de anticipación y
no más de treinta.
181

Estos plazos se computan, excluyendo el (lía de la


asamblea y el de la publicación, en días corridos.
La aplicación de esta norma ha suscitado divergen-
cias interpretativas. Así en Capital Federal y Santa
Fe (3) se ha admitido que sólo la primera publicación
se haya realizado en un plazo no menor de 10 días aun-
que las posteriores no guarden esa anticipación, mien-
tras que en Córdoba, Resolución 95/78-B, artículo 31,
se ha establecido que "la anticipación mínima deberá
computarse a partir del día siguiente al del último edic-
to publicado".
Las sociedades sometidas a control permanente
además deberán efectuar las publicaciones en un diario
de los de mayor circulación en la República. En este
sentido se ha establecido, en general, que no reúnen esa
calidad las publicaciones locales que tienen como finali-
dad la publicación de edictos judiciales.
1.4.2.1. Contenido: La publicación de la convoca-
toria deberá mencionar:
a) El carácter de la asamblea;
b) Día, hora y lugar de realización. En lo referente
al lugar, el artículo 233, 21 parte, determina que deben
realizarse en la sede social, o en su defecto, en un sitio
que corresponda a la jurisdicción del domicilio social.
En consecuencia, nuestra legislación descarta la
posibilidad de realización fuera del domicilio social,
entendido como jurisdicción territorial (ver Capítulo
III).
e) Orden del Día de los temas a tratar, los que se-
rán determinados con toda claridad y sin posibilidades
de dobles interpretaciones, a los efectos de que los ac-
cionistas tengan perfecto conocimiento de ellos y en
( 3 ) Cap. Federal, T.O. 1.7.1.10.
182

consecuencia puedan ejercer su derecho de información


previo a la asamblea.
d) Requisitos estatutarios para la concurrencia de
accionistas.
La falta de publicación de la convocatoria, sal-
vo los casos de asamblea unánime, acarreará la nu-
lidad de la reunión de los accionistas autocortvocados.
Se trata de una nulidad absoluta.
1.4.3. Asamblea en segunda. convocatoria: Si fra-
casare por falta de quórum una asamblea debidamente
convocada, la misma se celebrará en segunda convoca-
toria dentro de los 30 días siguientes y las publicacio-
nes se efectuarán con ocho días de anticipación como
mínimo.
Estos requisitos podrán obviarse, salvo por las so-
ciedades sometidas a control permanente, cuando el es-
tatuto prevea la posibilidad de convocatoria simultánea.
Esta autoriza a realizar la asamblea en segunda convo-
catoria una hora después de la fijada para la primera.
1.5. Derecho de información.
Los accionistas tienen el derecho de solicitar al
Organo de Administración toda la información necesa-
ria para formar opinión acerca de los temas que serán
tratados en la asamblea.
Este derecho está previsto legalmente por los ar-
tículos 63 a 66 de la Ley de Sociedades, que requieren
que la documentación contable informe los temas espe-
cíficos, a la vez que el artículo 67 impone la obligato-
riedad del depósito en la sede social con 15 días de
anticipación de toda aquella documentación a disposi-
ción de los socios.
Asimismo, los accionistas que reúnan el 2 % del
capital social, como mínimo, podrán requerir del Or-
gano de Fiscalización interno información sobre temas
de su competencia (art. 294, inc. 6).
183

Va de suyo que ese mínimo exigido no comprende


los tenias previstos por el inciso 1 del artículo 234, para
los que es de aplicación lo expuesto al analizar los ar-
tículos 63 a 66, por lo que el derecho surge para cada
uno de los socios cualquiera fuera su tenencia de ac-
ciones.
El derecho de información excluye el control indi-
vidual de la documentación contable por el accionista,
a la vez que reconoce como límite la revelación de datos
internos que puedan servir a sociedades en competencia.

1.6. Acreditación del carácter de accionista.

Los tenedores de acciones nominativas acreditan su


carácter de socios con la registración correspondiente
en el libro de registro de acciones.
Los tenedores de acciones al portador deberán de-
positarlas en la sociedad para su registración con no
menos de 3 días hábiles de antelación (en la Provincia
de Córdoba a este efecto el día sábado se computa como
día hábil, R. 95/78 art. 50). Si las mismas se hallaren
en custodia, deberán presentar el certificado de depósito
librado por el depositario autorizado (Banco, compa-
ñía financiera o caja de valores), en el que deberá
constar la clase de acciones, su numeración y la de los
títulos representativos El depositario certificante res-
ponderá ilimitada y solidariamente con el titular por
la existencia de las acciones, sin perjuicio de las san-
ciones penales que correspondan.
Contra entrega de los certificados de depósito men-
cionados, la sociedad deberá otorgar al socio los reci-
bos correspondientes, que le serán indispensables para
poder concurrir al acto asambleario.
184

1.7. Libro de asistencia a la asamblea.


En el acto de concurrencia, los socios deben fir-
mar el libro de asistencia a la asamblea.
Este libro, que debe reunir todos los requisitos ya
vistos al analizar el libro de actas del directorio, con-
tendrá también los domicilios, documentos de identidad
y número de votos que correspondieren a cada accio-
nista, y será el documento idóneo para la determinación
del quórum.
Será cerrado con la firma del presidente del direc-
torio y el síndico y, en su caso, del veedor del Organo
de Control. Una vez cerrado ningún socio podrá ser
incluido, salvo resolución de la Asamblea.
1.8. Funcionamiento.
1.8.1. Participantes: De la Asamblea de Accionis-
tas podrán participar:
1.8.1.1. Los Socios: Son los miembros naturales
del Organo y pueden participar de las deliberaciones
y votaciones en la medida de los derechos que les acuer-
den las acciones de que son titulares.
Cuando las acciones estuvieren en condominio, la
sociedad podrá exigir a los copropietarios la unificación
de la representación en la asamblea (art. 209 L.S.).
1.8.1.2. Sus representantes: No existe impedi-
mento alguno a la posibilidad de que los socios actúen
por medio de representantes, ya sean legales o volun-
tarios.
En el último caso, y en lo referido a la forma del
mandato, o más precisamente, del poder, la ley deja li-
brado al estatuto la determinación de los requisitos for-
males. Si no lo hiciere, bastará que el poder fuere ex-
tendido en instrumento privado con la firma certifica-
da por escribano o autoridad judicial o bancaria (art.
239 L. S.) . Los poderes serán agregados como parte in-
tegrante del acta de asamblea.
185

Se ha admitido (4) que el poder general de adminis-


tración habilita al apoderado para participar en la
asamblea aun cuando el acto no estuviere previsto ex-
presamente.
No podrán ser representantes los directores, síndi-
cos, miembros del Consejo de Vigilancia ni tampoco los
empleados de la sociedad, incluidos los gerentes. Este
principio legal reconoce como excepciones los casos en
que las personas mencionadas fueren representantes le-
gales de incapaces o personas jurídicas (5).
1.8.1.3. Directores, síndicos y gerentes: En todos
los casos tendrán derecho a voz. Sólo podrán votar
cuando fueren accionistas, pero no podrán hacerlo
cuando se voten temas sobre la aprobación de los esta-
dos contables y demás actos relacionados con su ges-
tión, ni en las resoluciones referentes a su responsabi-
lidad y remoción (art. 241). Los votos que les corres-
pondan no se computarán para la determinación del
total sobre los que se establecerá la mayoría.
1.8.1.4. Asesores: Ni los socios ni los funciona-
rios de la sociedad, en ningún caso podrán expresarse
por medio de sus asesores.
1.8.1.5. Titulares de bonos de goce: Solamente
podrán participar de las asambleas cuando el estatuto
les reconociere expresamente ese derecho (art. 228 LS).
1.8.1.6. Fiduciarios de los tenedores de debentu-1
res: Están facultados a asistir a las asambleas de la
sociedad deudora con derecho a voz pero no a voto
(art. 345, inc. 2).
1.8.1.. 7. Veedores: Tendrán participación, dentro
de los límites que marquen las respectivas reglamenta-
(4) Cap. Federal, T.O. afio 1978, 1.7.1.9.
Cap. Fed., T.O. 1.7.1.11.
( 5 )
186

ciones (ver Capítulo XV) los veedores de la Auto-


ridad de Control y los distintos Organos Estatales de
Contralor, tales la Comisión Nacional de Valores, el
Banco Central, la Superintendencia de Seguros, o pri-
vados con atribuciones similares como la Bolsa de Co-
mercio.
Para solicitar la presencia de los funcionarios de
las respectivas Inspecciones o Direcciones de Personas
Jurídicas, la sociedad deberá presentar una nota al
efecto con tres días hábiles de anticipación. Estos ten-
drán por función fundamental la verificación del cum-
plimiento de los requisitos legales para el funciona-
miento de las Asambleas y sólo intervendrán cuando fue-
re menester para mantener el normal desenvolvimien-
to del acto, sin perjuicio de las atribuciones del Presi-
dente, y cerrarán el libro de asistencia conjuntamente
con aquél y el Síndico, debiendo elevar el informe res-
pectivo al Organo de Control. En caso de no existir
divergencias con la redacción del acta, procederán a
firmar el libro respectivo.
1.8.2. Presidencia: La reunión del Organo es pre-
sidida por la persona que designe el estatuto al efecto.
A falta de previsión, lo hará el Presidente del Di-
rctorio o quien lo reemplace. No obstante ello, la nor-
ma 1)0 es imperativa por lo que la asamblea podrá
elegir a quien considere conveniente.
En los casos de asambleas convocadas por el Or-
gano de Control o por el Juez competente, lo hará el
funcionario que éstos designen. En cuanto a sus fun-
ciones, iremos detallándolas a medida que tratemos los
distintos temas que conforman el funcionamiento del
acto.
1.8.3. Quórum: El cumplimiento del quórum legal
indispensable para el funcionamiento de las asambleas
187

deberá ser constatado por el Presidente de las mismas,


los síndicos y los veedores estatales en su caso. Al efec-
to el único elemento válido para su verificación serán
las constancias que obren en el libro de asistencia al
acto.
Pero el quórum no sólo debe cumplirse en el inicio
sino que habrá de mantenerse durante todo el desarro-
llo, debiendo interrumpirse cuando se constate la falta.
Las "asambleas" reunidas en defecto del quórum
correspondiente serán nulas de nulidad absoluta. Cuan-
do la carencia se produzca al momento de comenzar pe-
ro se cuente con quórum al producirse la votación, el
acto también será nulo, pero en este caso de nulidad
relativa.
Analizaremos a continuación los distintos supues-
tos de acuerdo con la clase de asamblea de que se trate.
1.8.3.1. Asamblea General Ordinaria (art. 243
LS) : Para que pueda funcionar válidamente la asam-
blea deben encontrarse presentes, por sí o por apodera-
dos, socios que representen más de la mitad de las ac-
ciones con derecho a voto. Debe interpretarse no como
accionistas individualmente sino por la tenencia de ac-
ciones con derecho a voto (6).
En segunda convocatoria debe reunirse, sin que se
admita previsión estatutaria en contrario, cualquiera
sea el número de acciones con derecho a voto que se
encuentren presentes. De tal modo la ley evita que me-
diante maniobras de determinados accionistas se impi-
da el normal funcionamiento de la sociedad, dada la
naturaleza de los asuntos que compete tratar a la
Asamblea General Ordinaria.
() IIALPEllíN, ob. cit., p. 383.
188

1.8.3.2. Asamblea General Extraordinaria (art.


244 LS) : El quórum requerido para su funcionamiento
establece la presencia de accionistas, por sí o por medio
de sus representantes, que sean tenedores de acciones
que alcancen al 60% de las con derecho a voto. En este
caso la norma deja librado a la voluntad de los socios.
para que, por vía estatutaria, requieran uno mayor, pe-
ro no uno menor.
En segunda convocatoria el quórum será de accio-
nistas que representen el 30% de las acciones con dere-
cho a voto, pudiendo fijar el estatuto uno mayor o me-
nor.
La mayor estrictez legal en la determinación del
quórum de esta clase de asambleas está fundada en im-
pedir, salvo que los socios así lo hubieren pactado, que
las resoluciones de temas que por lo general hacen a
la modificación de cláusulas contractuales o a la poli-
tica de endeudamiento de la sociedad sean adoptadas por
minorías ínfimamente representativas.
1 . 8 . 3 . 2 . 1. Supuestos especiales: Cuando la asam-
blea se reúna para tratar cualquiera de los supuestos
contemplados por el artículo 244 o aquellos para los cua-
les esa norma fuere aplicable (arts. 70, 3a parte ; 94,
inc. 90), y dado el requerimiento legal para la determi-
nación de la mayoría de votos necesarios para adoptar
resoluciones (ver infra 1.8.5.2.2., en este Capítulo) se
produce automáticamente un aumento en el quórum en
segunda convocatoria, que alcanza a la mayoría (más de
la mitad) de acciones con derecho a voto sin que se
aplique la pluralidad de voto (').
1.8.3.3. Asambleas especiales. Remisión: Se apli-
can a esta clase de asambleas las normas que regulan
( 7) Cap. Federa], T.O. 1.7.3.2.
189

el funcionamiento de la asamblea general ordinaria


(art. 250 LS).
1.8.3.4. Asambleas unánimes. Remisión: El tema
será analizado al estudiar en este Capítulo, 1.9.2. las
Asambleas unánimes en particular.
1 . 8 . 3 . 5. Asambleas simultáneas. Remisión: Remi-
timos a 1.9.3, en este Capítulo.
1.8.4. Deliberación.
1.8.4.1. Temario a tratar: La deliberación de la
asamblea comienza con el tratamiento de los temas pre-
vistos por el orden del día, debiendo ceñirse exclusiva-
mente a ellos, salvo:
a) El nombramiento de los socios que deberán sus-
cribir el acta de asamblea;
b) Los casos de asamblea unánime;
c) Los señalados por el artículo 246, inciso 2 de la
Ley de Sociedades.
En caso de violación de estas limitaciones, la ley
sanciona la nulidad de las decisiones así adoptadas.
1.8.4.2, Discusiones. Derecho a voz y derecho de
información: La deliberación de la asamblea no abarca
la etapa resolutiva (8), sino que por definición signifi-
ca la exposición de los diversos criterios de los accio-
nistas acerca de los temas objeto de la convocatoria y

(8) En contra de la opinión de Halperín, para quien la votación forma


parte de la deliberación. Se fundamenta en que todo el proceso de for-
mación de la voluntad del órgano, que incluye a la votación, es inde-
pendiente de las declaraciones de voluntad de los accionistas, ya que los
mismos actúan como integrantes del órgano asambleario y sus votos sólo
son componentes de la voluntad de la asamblea y no declaraciones de
voluntad individuales generadoras de un negocio jurídico unilateral, y
de entre ellos, acto colegial (remitimos al tratamiento de la Naturaleza
jurídica de la resolución de la asamblea, infra 1.8.5.2.1.).
190

el intercambio de opiniones (discusión) que van confor-


mando el sentido y la dirección del voto.
Los accionistas en esta etapa tienen derecho a voz,
esto es a hacer uso de la palabra para expresar su
Opinión, el que en principio no puede ser cercenado por
la presidencia, aunque no existiría inconveniente en que
por razones de orden se limitara el tiempo de las ex-
posiciones y aun que se retirara cuando un accionista,
abusando de su derecho, entorpeciere la buena marcha
del acto.
También gozan del derecho de información, para
el cual se aplican los principios vistos en este Capítulo.
1.5., pero referidos solamente a los puntos compren-
didos en el orden del día, y debe aclararse que no se tra-
ta de un control de gestión sino meramente de informa-
ción y conocimiento de los estados contables, cualidades
de los candidatos para ocupar funciones en la sociedad,
asuntos de la competencia de la Sindicatura, etc., según
el tema de que se trate.
Pero el Organo Asambleario como tal, independien-
temente de los accionistas que lo componen, también go-
za del derecho de información. Para ejercerlo deberá
mediar resolución previa, y no tendrá otro límite que
el interés social (9) siendo obligatorio el cumplimiento
para el Organo de Administración (art. 233 L.S.).
1.8.4.2.1. Normas aplicables al debate: La Ley
de Sociedades no regula expresamente el procedimiento
a que deberá ajustarse el debate asambleario. En con-
secuencia, se aplicarán las normas que prevea al efecto
el estatuto social en la medida que se ajuste al derecho
de fondo, y en defecto de regulación estatutaria, a la

( ZALDiVAR y otros, ob. cit., T. II, 23 parte, p. 372.


191

correspondiente a los órganos políticos colegiados, en


tanto no se contrapongan con las particularidades del
tipo societario. Esta aplicación analógica podrá ser ex-
presamente adoptada por la asamblea, introduciendo
las modificaciones que estime pertinente y será de cum-
plimiento obligatorio aun cuando no haya sido incor-
porada al estatuto.

1.8.5. Adopción de resoluciones.

1..8.5.1. Dcrecho a roto: Los accionistas, en la me-


dida en que las acciones de que son tenedores se lo
confieran, tienen el derecho a voto. El voto es la decla-
ración de voluntad emanada del socio, referida a un
tema determinado.
1.8.5.1.1. Titlflares: En principio cada acción,
sea ordinaria o preferida, confiere a su tenedor dere-
cho a un voto. Sin embargo las acciones ordinarias, en
sus distintas clases, pueden otorgar hasta cinco votos
cuando el estatuto lo previera, no así las preferidas a
las que les está vedado el voto plural y aun pueden ca-
recer de voto por acuerdo de partes, no obstante lo cual
la Ley de Sociedades en su artículo 217, les reconoce
derecho en caso de que se encontrare en mora la socie-
dad en el pago de los beneficios que constituyen la pre-
ferencia y en el caso de los supuestos especiales del ar-
tículo 244. También gozarán del derecho a voto para la
elección de síndico (art. 284 L.S.).
En cuanto al derecho a voto de los directores ac-
cionistas cuando se traten temas referidos a sus fun-
ciones, remitimos al Capítulo X, 1.11.1.

1.8.5.2. Resolución asamblearia.

1.8.5.2.1. Naturaleza jurídica: La suma de las


declaraciones de voluntad de los socios, mientras reúna
192

las mayorías correspondientes, dará lugar al nacimiento


de la resolución del Organo.
Esta resolución, vista exteriormente, es un acto
jurídico unilateral por cuanto supone una declaración de
voluntad del Organo Asambleario, que no requiere para
su validez ninguna declaración de voluntad ajena.
Pero analizado internamente, desde el punto de vis-
ta de cómo se forma esa declaración de voluntad, ha-
llamos que es el resultado de una suma de declaraciones
individuales de voluntad (votos), las que no necesaria-
mente serán convergentes, pero que una vez conforma-
da la mayoría requerida resultarán determinantes de
la voluntad del Organo y por ende de cumplimiento
obligatorio para todos los accionistas, salvo las excep-
ciones que la ley prevea (art. 233, 21 parte).
Por ello, siguiendo la opinión de Illessineo (lo), ca-
racterizamos a la resolución de la Asamblea como un
negocio jurídico (acto) unilateral, y dentro de ellos,
como un acto colegial.
1.8.5.2.2. Mayorías requeridas: Para que los vo-
tos emitidos formen válidamente la voluntad del Orga-
no, deben reflejar la voluntad de determinado número
de accionistas, que variará según las clases de asam-
bleas o los temas que en ellas se traten.
1.8.5.2.2.1. Asamblea General Ordinaria (art.
243, 2a p., L.S.) : Para que la resolución sea válida debe
ser votada por mayoría absoluta, más de la mitad, de
los votos presentes que puedan emitirse en la decisión,
salvo que los estatutos prevean un número mayor, pero
en ningún caso uno menor.
Este criterio se aplica tanto a las asambleas en pri-
mera como en segunda convocatoria.
( 10 ) MESSINEO, Francesco, Manual de Derecho Civil y Comercial, T. II,
p. 347.
193

1.8.5.2.2.2. Asamblea General Extraordinaria


(art. 244 L.S.) : En principio, el régimen de mayorías
no se diferencia del de la Ordinaria, pero se modifica
en el caso de tratamiento de los supuestos especiales.
1.8.5.2.2.2.1. Supuestos especiales: Cuando se
resolviere sobre los temas enumerados en el artículo 244,
parte, por tratarse de asuntos que ponen en juego
ya la vida de la sociedad, ya la composición del capital
social, la ley requiere una mayoría que será de más de
la mitad, pero computada sobre el total de las acciones
con derecho a voto, criterio que no variará en las asam-
bleas en segunda convocatoria.
En estos supuestos no se computará el voto plural,
por lo que cada acción dará un voto con independencia
de los que el título pudiere conferir.
1.8.5.2.2.3. Asambleas Especiales. Remisión: Se
aplica a esta clase de asambleas lo analizado para las
asambleas generales ordinarias (art. 250 L.S.).
1.8.5.2.2.4. Asamblea Unánime. Remisión: Remi-
timos al tratamiento del tema en este Capítulo, 1.9.2.
1.8.5.2.2.5. Asambleas Simultáneas. Remisión:
Ver el análisis del tema en este Capítulo, 1.9.3.
1.8.5.3. Abstenciones en la votación. Cómputo:
Nuestra legislación no prevé expresamente los efectos
que produce la abstención en las votaciones por parte
de uno o más socios.
La I.G.P.J. de Capital Federal fijó en el afro
1973 (" ) el criterio de que no debe interpretarse la
abstención corno un voto negativo ni tampoco como po-
sitivo y que, en consecuencia, el cómputo de cada vo-
(") I.C.P.J. Capital Federal. Instrucción a los inspectores. Publicado
en Información Empresaria, mayo - junio 1973.
194

tación se debe efectuar previa deducción de las absten-


ciones, verificándose la mayoría sobre los votos efecti-
vamente emitidos.
Con posterioridad (12), el mismo Organo de Control
produjo una modificación interpretativa estableciendo
que los votos abstenidos deben computarse como nega-
tivos, ya que las resoluciones deben adoptarse por ma-
yoría de los votos presentes que puedan emitirse en la
respectiva decisión asamblearia
Nuestra opinión coincide, a los efectos del cómputo,
con la segunda posición pues la ley no distingue si los
votos han sido realmente emitidos o no, pero discrepa
con el criterio de calificarlos corno votos negativos ya
que la abstención, por definición, significa privarse vo-
luntariamente de opinar. Por lo demás, carece de sen-
tido la equiparación porque a los efectos del ejercicio
de la acción de impugnación, la Ley de Sociedades en
su artículo 251 lo otorga a quienes no votaron afirma-
tivamente
1 .8.5.4. Régi192 e,» de nulidades: Si las resoluciones
se adoptasen sin contar con la mayoría correspondiente,
o cuando se formaren con la emisión de votos nulos o
anulables, serán consideradas nulas de nulidad relativa.
Toda resolución contraria a la ley o los estatutos
será absolutamente nula.
1.8.6. Proclamación pública: El resultado de las
votaciones que se realicen y el contenido de las resolu-
ciones adoptadas, deben ser proclamados públicamente
y de viva voz por el Presidente de la Asamblea, bajo
pena de nulidad relativa.

(12) T.O. 1.7.4.1.


195

1.8.7. Acta de asamblea (arts. 249 y 73 L.S.) : La


ley impone como requisito para la validez de las resolu-
ciones del órgano el labrado del acta respectiva, la que
debe resumir las manifestaciones de los socios en la de-
liberación, las formas de las votaciones y sus resultados,
incluyendo el nombre de los socios y el contenido de su
voto, a la vez que debe contener constancia clara y com-
pleta de las resoluciones adoptadas, siendo admisible
la remisión precisa a documentación obrante en los li-
bros sociales.
La jurisprudencia administrativa ha requerido que
en los casos en que la asamblea resuelva reformar los
estatutos, en el acta debe figurar la redacción completa
de los artículos reformados (13).
Será labrada en un libro que lleve la sociedad al
efecto el que debe reunir los requisitos vistos en el Ca-
pítulo X, 1.9.6. y la ley otorga un plazo de cinco días
para su confección y firma.
1.8.7.1. Firma: El acta debe ser firmada, bajo
pena de nulidad relativa, por el Presidente y por los
accionistas designados por la asamblea. Estos deben li-
mitarse a la firma dentro de los términos del mandato
otorgado por el Organo, sin que les sea posible realizar
aclaraciones posteriores a la firma originaria.
Para mayor información sobre el tema, remitimos a
la crítica que el doctor Halperín formulara a un fallo
en sentido contrario de la Cámara en lo Comercial de la
Capital Federal, Sala C (14).
1.8.7.2. Copias: Los accionistas tienen el derecho
de requerir, con gastos a su cargo, copias firmadas del
acta, ya sea ante el Organo Administrativo de la So-
( 3 ) I.G.P.J. Sta. Fe, en dictámenes de casos particulares.
(14) R.D.C.O., año 1973, p.384.
196

ciedad (art. 249, 21 parte, L.S.) o ante la Autoridad de


Control, la que está facultada para otorgarlas cuando
aquéllos acreditaren tal carácter (1')
1.9. Asambleas Especiales, Unánimes y Simultáneas.
Sin perjuicio de la aplicabilidad de los principios
analizados hasta ahora, en tanto no vulneren las pecu-
liares características de estas clases de asambleas, cree-
mos necesario analizar a cada una de ellas en sus ele-
mentos diferenciales.
1.9.1. Asambleas Especiales: Son las que reúnen a
los socios tenedores de acciones de una misma clase o
categoría.
El artículo 250 de la Ley de Sociedades requiere su
reunión para que preste consentimiento o ratifique re-
soluciones de las asambleas generales que afecten los
derechos de la clase.
Por tratarse de un caso típico de acto complejo,
pues requiere la existencia de dos o más declaraciones
de voluntad emitidas en un mismo sentido y dirección,
de no mediar ratificación o consentimiento de la asam-
blea especial la decisión de la general será de ningún
efecto.
También se deberá reunir una asamblea especial,
pero sin que el tema a tratar sea una anterior o futura
decisión de asamblea general, en los casos en que los di-
rectores o miembros del Consejo de Vigilancia hubieren
intentado la acción de impugnación. Quienes se reuni-
rán por este mecanismo serán los accionistas que hu-
bieren votado favorablemente la resolución impugnada,
y al solo efecto de designar un representante ad hoc
(art. 253, 2a parte, L.S.).
(15) Cap. Federal, T.O. 1.7.1.13.
197

Serán aplicables a las asambleas especiales las nor-


mas de funcionamiento y convocatoria de las asambleas
generales ordinarias (art. 250).
1.9.2. Asamblea Unánime: La tercera parte del
artículo 237 prevé que la asamblea podrá realizarse
sin publicación de la convocatoria cuando se reúnan ac-
ciones que completen la totalidad del capital social y
las decisiones adoptadas por unanimidad de acciones
con derecho a voto.
Para el funcionamiento válido de esta clase de
asambleas, que son comunes en las llamadas sociedades,
cerradas o de familia y excepcionales en las grandes
sociedades anónimas, la ley prevé dos requisitos expre-
sos:

a) Quórum: Deben hallarse presentes los accionis-


tas que sean titulares de acciones que representen el
cien por cien del capital social y no solamente las con
derecho a voto; y
b) Mayoría: Las resoluciones deben ser aproba-
das por unanimidad.
A pesar de la aparente claridad del texto legal, la
doctrina ha polemizado acerca del cumplimiento de
otros requisitos necesarios para la validez de esta cla-
se de asambleas, a saber :
1.9.2.1. Convocatoria: Quienes diferencian la con-
vocatoria de su publicación (16) sostienen que la asam-
blea debe ser convocada por los órganos competentes al
efecto, ya que el artículo 236 de la Ley de Sociedades
veda expresamente la autoconvocatoria y lo que el tex-
to legal exime es solamente la publicación.
( 1 6 ) FARGOSI, Horacio P., Estudios de Derecho Societario, p. 225;
GONZÁLEZ DE ZAVALA, María de los A,. Asamblea Unánime. Necesidad de
la convocatoria, en R.D.C.O., año 1976, p. 23.
198

Nos parece carente de sustento esta diferenciación


entre convocatoria y publicación. En efecto la convo-
cación sólo se perfecciona mediante la publicación en
la forma prescripta por la ley. Hasta tanto ésta no se
produzca, aquélla sólo será una mera decisión de con-
vocar pero no una convocatoria legal.
Este ha sido el criterio adoptado por los Organos
de Control de Santa Fe y Capital Federal (')
1.9.2.2. Citación de directores, síndicos y geren-
tes generales: La Resolución ng 1 del año 1976 de la
IGPJ de Capital Federal en sus considerandos, y abo-
nando su posición en la opinión de caracterizados au-
tores, estima que nuestra ley no exige la presencia de
esas personas como requisito para la validez de la
asamblea unánime. En virtud de ese argumento central
dispuso derogar la Resolución n° 75/72, que requería
la citación fehaciente de directores, síndicos y gerentes
generales con una anticipación no menor de diez días.
Para nosotros no ha sido feliz la decisión del Or-
gano de Control capitalino.
Si bien del análisis literal del artículo 237 no surgen
más requisitos que los vistos en 1.9.2., esta norma no
puede ni debe ser tomada aislada de la sistemática nor-
mativa. En efecto, el artículo 240 establece el derecho-
obligación de los directores, síndicos y gerentes genera-
les de asistir con voz a la asamblea.
De ello se deriva que a nuestro texto legal le inte-
resa sobremanera que no se eluda la presencia de los
funcionarios y empleados citados en ninguna clase de
asamblea. Ni siquiera en las unánimes. Y ese interés
se manifiesta al imponer la pena de nulidad a cual-
quier cláusula estatutaria en contrario.

(17) Santa Fe, Res. 192, año 1974, anexo, VIII, 6.


199

Desde una correcta interpretación integradora del


ordenamiento jurídico, y no insular de artículos abstraí-
dos de su contexto, surge que la Resolución 1/76 resulta
contraria a derecho.
Este criterio es el que inspira a la Resolución n9
192 del año 1974 de la de Santa Fe ('8) que
requiere la citación de los directores, síndicos y geren-
tes generales para concurrir a la asamblea, salvo, claro
está, que conste en el acta su asistencia.
Va de suyo que para el perfeccionamiento de la
asamblea unánime DO se requiere la autorización de los
citados, ni siquiera la presencia de los mismos en el
acto. Basta con que se acredite su citación con lo que
se les habrá facilitado el cumplimiento de la obligación
que la ley les impone.
Aunque no susciten polémica, es necesario recalcar
otros aspectos que diferencian a la Asamblea Unánime.
1.9.2.3. Orden del día: Aun cuando la asamblea
hubiere sido convocada por los órganos competentes y
con la fijación de un orden del día determinado y re-
sultare unánime, por expresa facultad que le confiere
el inciso 19 del artículo 246 podrá modificarlo y tratar
temas no contemplados en él.
1.9.2.4. Competencia: Remitimos a lo expresado
en este capítulo, en el punto 1.2.4.
1.9.3. Asambleas simultáneas: Un aspecto del fun-
cionamiento del Organo Asambleario que no ha sido
previsto por la ley vigente es el de la convocatoria y
realización simultánea de asambleas ordinarias y extra-
ordinarias.
Puesto que la Ley de Sociedades determina per-
fectamente cuáles son las materias de competencia de
( 'a) Res. 192, anexa, VIII, 6.
200

cada una de ellas, no parece existir impedimiento alguno


para aceptar este tipo de reuniones, siempre y cuando
se den determinados requisitos.
1.9.3.1. Convocatoria: En el aviso deberá estable-
cerse perfectamente cuáles son los temas del orden del
día que será único y qué corresponde a una y otra clase
de asamblea.
1.9.3.2. Quórum y mayorías: Estarán determina-
dos por la materia de cada uno de los temas que se tra-
ten según sean de competencia de una u otra asam-
blea (19).
En este sentido discrepamos con la opinión que
sostiene que se requeriría quórum y mayoría superior
para el funcionamiento de la asamblea y, por ende, pa-
ra el tratamiento de todos los temas ("). Fundamos
nuestra contradicción en que este criterio haría preva-
lecer una forma no prescripta sobre los contenidos y re-
quisitos formales que surgen de nuestra legislación.

1.10. Impugnación de nulidad de las decisiones asam-


blearias.
Todas aquellas resoluciones del Organo que sean
violatorias de la ley, los estatutos sociales o los regla-
mentos de la sociedad, pueden ser atacadas.
Esta acción de nulidad debe incoarse en sede ju-
dicial.
1.10.1. Titulares de la acción: Pueden demandar
judicialmente la nulidad de las decisiones asamblearias
A) Los directores (art. 251 L.S.)
(19) E, el criterio adoptado por la I.G.P.J. de Cap. Federal en T.O.
1.7.1.8.
( 20)BERGA, Manuel J., Asambleas simultáneas, en I.E., 30 de junio
de 1978, p. 6.
201

B) Los síndicos (arts. 251 y 249, inc. 99) ;


C) Los miembros del Consejo de Vigilancia (art.
253, 29. parte) ;
D) El Organo Estatal de Contralor (art. 303, inc.
;
E) Los accionistas (art. 251) :
a) Ausentes en la asamblea que adoptó la deci-
sión;
h) Los que no la votaron favorablemente;
e) Los que la votaron favorablemente sólo en
los casos siguientes: 1) Cuando su voto sea
anulable por vicios de la voluntad; 2) Cuan-
do la norma vulnerada en la decisión sea de
orden público;
F) Los terceros perjudicados por la decisión.
1.10.2. Sujeto pasivo de la acción: La demanda
debe deducirse contra la sociedad y no contra cada uno
de los accionistas, tal lo resuelto atinadamente por la
jurisprudencia (21) .
La sociedad comparecerá a juicio por medio de su
Organo Representativo, salvo los casos en que la acción
fuera promovida por la mayoría de los miembros del
Organo de Administración o del Consejo de Vigilancia.
En esta circunstancia el artículo 253, 2 parte pre-
vé el caso de Asamblea Especial analizado en 1.9.1.,
cuarto párrafo. En caso de falta de acuerdo en esta
asamblea para la elección del representante ad hoc, el
Juez lo designará de entre los accionistas.
1.10.3. Suspensión preventiva de la decisión: En
principio, la resolución impugnada no puede ser anulada
o suspendida hasta que no se dicte la sentencia corres-

(21) C. N. Com ., Sala B, in re "Kraft, Guillermo S.A. c/ Motomeeánica


S.A.", E.D., 26-10-77, p. 2.
202

pondiente. No obstante ello, en forma excepcional, el


juez podrá suspender los efectos provisoriamente, a
pedido de parte y previa garantía por los daños que
pueda causar a la sociedad, si existieren motivos gra-
ves y no mediare perjuicio de terceros.
Por tratarse de una medida cautelar, a los efectos
de la interpretación de los "motivos graves" se aplican
los principios generales de aquéllas. El Juez, al resol-
ver, debe conciliar la defensa del derecho del impug-
nante con los peligros que puede correr la existencia
de la sociedad (")
1.10.4 Extinción de la acción: Se produce cuando
una asamblea posterior deja sin efecto el acuerdo im-
pugnado. Esta revocación no extingue la responsabili-
dad que cabe a quienes habían votado favorablemente la
decisión impugnada, los que responderán ilimitada y
solidariamente por los daños y perjuicios que la apli-
cación de aquélla ya hubiere ocasionado.
1.10.5. Plazo para ejercerla: La acción de impug-
nación debe instaurarse dentro de los seis meses (art.
251 L. S. ) .
El plazo se computa a partir de la clausura de la
asamblea, o si la decisión impugnada está sujeta a pu-
blicación, a partir de la última.

2. DE LA SOCIEDAD EN COMANDITA POR ACCIONES

En este tipo social las decisiones que adopten las


reuniones de socios deberán tomarse en el marco del
funcionamiento de las Asambleas, a las que, por imperio
de lo prescripto por el artículo 316 de la Ley de Socie-

" ) C. N. Com ., Sala B, in re "Díaz Maceda, José y otro e/ Renault


Argentina S. A.", en E.D., 26-10-77, p.2.
203

dades, se aplican las normas que rigen a las de las so-


ciedades anónimas. En consecuencia, carecerán de vali-
dez las decisiones que adopten los socios que no se ajus-
ten a aquéllas.

2.1. Peculiaridades del tipo.


2.1.1. Participantes: Podrán tomar parte de las
asambleas las dos categorías de socios, comanditarios
y comanditados. Los administradores no socios también
participarán, equiparándose su situación a la de los di-
rectores no accionistas.
Para la determinación del quórum y el cómputo de
las mayorías, las partes de interés de los socios coman-
ditados se deben dividir en fracciones, que serán de
igual valor que las acciones de los comanditarios, de-
sechándose las fracciones de menor valor (art. 321 L.S.).
En principio todos los socios gozan de los mismos
derechos que los accionistas de las sociedades anónimas.
2.1.2. Limitaciones al derecho de voto (art. 322)
Los socios comanditados que a la vez se desempeñen
como administradores de la sociedad carecen del dere-
cho a voto, sin posibilidad de que el estatuto modifique
su situación, en los siguientes casos :
a) Para la elección y remoción del síndico ;
b) Cuando se trate la aprobación de la gestión de
administradores y síndicos o se considere sus
responsabilidades ;
c) Cuando se trate la remoción de los administra-
dores prevista por el artículo 319.
En todos los casos tendrán la posibilidad de ejer-
cer el derecho a voz.
2.1.3. Mayoría especial: Cuando se trate de la
adopción de resoluciones que refieran a la cesión de la
204

parte social de los socios comanditados, el artículo 323


requiere la aprobación por la mayoría prevista para la
Asamblea Extraordinaria de las Sociedades Anónimas
en el artículo 244 en su 49 párrafo.

NORMAS RELATIVAS A ASAMBLEA

Capital Federal: R.1/76 (TO 1.7.1.1.); Res. 41/71, art. 4 y 1.1. (TO
1.7.1.2. y 1.7.1.3.); R.12/74 (TO 1.7.1.4. a 1.7.1.7.); R. 1/76
modificatoria de la R.75/72 (TO 1.7.1.8. al 1.7.1.11.); Res. 64/72
y 982/75 (TO 1.7.1.12 y 13 ); Circular 69/73 (TO 1.7.2.1.) Comu-
nicación a Inspectores del año 1973 (TO 1.7.3.1., 1.7.3.2. y 1.7.4.1.);
R.37/73 (TO 1.7.4.2.).
Santa Fe: Res. 359/75, art. 1 y 2; Dec. 3810, art. 22 y 24; Res. 345/78.
Buenos Aires: Disp. 8, 9, 11 y 12 / 74 (T.0.).
Córdoba: L. 5452, art. 4.4.; D. 1876/73, arts. 20, 21 y 25; R. 95/78-B.
Chaco: L.1081/71; D.3301/72; Disp. 139/79 .
Entre Ríos: D. 957, arts. 21, 22, 24 y 26.
Mendoza: Dec. 778/74, art. 22 a 29.
Ver advertencia supra p. 37.

BIBLIOCRAFIA ESPECIALIZADA

BENDERSKY, Mario J., Impugnación tudicial de asambleas de S.A, R.D.C.O.,


1977, p. 53.
Faunos', Horado P., Asamblea Unánime, L. L., 20-11-72.
FARCOSI, Horacio P., Acción de nulidad de resoluciones de las Asambleas
de las S. A., L.L., t. 1975-A, p. 106.
GONZÁLEZ DE Zavar.a, María de los A., Asamblea Unánime. Necesidad de
la convocatoria, R.D.C.O., 1976, p. 23.
MORENO HUEVO, Jorge, Los votos abstenidos en las asambleas de S. A.,
JA, mayo 7 de 1973.
Capítulo XIV. — FISCALIZACION DE LAS SOCIEDADES POR
ACCIONES. FISCALIZACION INTERNA O PRIVADA 205

1. La Sindicatura 206
1.1. Número de síndicos 206
1.2. Requisitos para ser síndico 207
1.2 . 1 . Título 207
1.2.2. Domicilio 208
1.3. Incompatibilidades e inhabilidades 208
1.4. Designación 209
1.4.1. Otros sistemas de elección. Remisión 209
1.4.2. Síndico suplente 210

1.5. Duración en sus funciones 210


1.6. Remuneración 210
1.7. Cesación 210
1.7.1. Remoción 211
1.7.2. Renuncia 211
1.7.3. Inhabilidad o incompatibilidad sobreviniente 211
1.8. Reemplazo 211
1.9. Atribuciones y deberes de la sindicatura 212
1.10. Síndico suplente 21:3
1.11. Comisión Fiscalizadora 213
1.11.1. Reemplazo de sus miembros 214

2. El Consejo de Vigilancia 214


2 . I . Concepto 215
2.2. Organización 215
2.2.1. Número de miembros 215
2.2.2. Requisitos 216
2.2.3. Normas aplicables 216
2.2.4. Formación de la voluntad del órgano 216
2.3. Atribuciones y deberes 217
2.3.1. Elección de directores 218
2.3.2. Atribuciones complementarias 218
2.4. Consejo de Vigilancia y Sindicatura 218

Normas relativas a fiscalización privada 219

Bibliografía especializada 219


Capítulo XIV

FISCALIZACION DE LAS SOCIEDADES


POR ACCIONES
Fiscalización interna o privada
SUMAFUO: 1 La Sindicatura. 1.1. Número de síndicos. 1.2. Requisi.
tos para ser síndico. 1.2.1. Titulo. 1.2.2. Domicilio. 1.3. Incom-
patibilidades e inhabilidades. 1.4. Designación. 1.4.1. Otros siste-
mas de elección. Remisión. 1.4.2. Síndico suplente. 1.5. Duración
en sus funciones. 1.6. Remuneración. 1.7. Cesación. 1.7.1. Re-
moción. 1.7.2. Renuncia. 1.7.3. Inhabilidad o incompatibilidad
sobrevinientc. 1.8. Reemplazo. 1.9. Atribuciones y deberes de la
sindicatura. 1.10. Síndico suplente. 1.11. Comisión Fiscalizadora.
1.11.1. Reemplazo de sus miembros. 2. El Consejo de Vigilancia.
2.1. Concepto. 2.2. Organización. 2.2.1. Número de miembros.
2.2.2. Requisitos. 2.2.3. Normas aplicables. 2.2.4. Formación
de la voluntad del órgano. 2.3. Atribuciones y deberes. 2.3.1.
Elección de directores. 2.3.2. Atribuciones complementarias.
2.4. Consejo de Vigilancia y Sindicatura.

La fiscalización o control del funcionamiento de


las sociedades por acciones, con el contenido y alcance
que se analizará en cada caso, corresponde en nuestro
Derecho a dos tipos de Organos:

Organos de Fiscalización interna o privada:


a) La sindicatura;
b) El Consejo de Vigilancia.
Organo de Fiscalización externa o Estatal: Autori-
dad de Contralor.
Analizaremos en este capítulo la fiscalización pri-
vada.
206

1. LA SINDICATURA

Es, fundamentalmente, el órgano de control de la


actividad que desarrollan los administradores, sin per-
juicio de sus atribuciones complementarias y, citando a
Brunetti ( '), podemos decir que es el "ojo de la asam-
blea", en cuanto está conformada por los accionistas,
los que no tienen facultades de control ni de inspección
directa de la contabilidad ni del funcionamiento íntimo
de la sociedad, en cuanto sujeto actuante en el mundo
de los negocios (art. 55 L.S.).
Muchas críticas ha recibido y recibe esta institu-
ción en tanto no ha logrado, a pesar de su larga tra-
dición jurídica, demostrar un funcionamiento eficiente,
ecuánime e independiente. No obstante, creemos que su
existencia es necesaria tanto como su perfectibilidad, a
la que deben tender todos sus esfuerzos, ya que de su
funcionamiento depende la posibilidad de evitar la des-
naturalización de la figura societaria que significaría
el hecho de que los administradores adquieran un gra-
do de independencia hipertrofiado, que los transforme
en únicos dueños del destino de las sociedades en de-
trimento de los accionistas que son sus legítimos pro-
pietarios.
1.1. Número de síndicos.
La sindicatura en la ley 19.550 puede ser uni o
pluripersonal. Solamente es exigida la pluralidad con
un mínimo de tres síndicos a las sociedades sometidas
a control permanente y tipificadas por el artículo 299.
Este '<Timen ha sido parcialmente modificado por la
ley 21.304, que exceptuó a las incluidas en el inciso
( ) BRUNETTI, Antonio, Tratado del derecho de las sociedades, II,
p. 504.
207

29, o sea las que tengan un capital social superior a


quinientos millones de pesos.
Cuando el órgano fuere plural deberá funcionar
como órgano colegiado y la ley le otorga la denomina-
ción de Comisión Fiscalizadora (ver infra 1.1.1.).

1.2. Requisitos para ser síndico.


El artículo 285 de la Ley de Sociedades exige como
requisitos para el ejercicio de la sindicatura:
1.2.1. Título: Ser abogado o contador público con
título habilitante. Al establecer este requerimiento la
ley partió de una presunción de capacidad técnica e
idoneidad que reunirían estos profesionales y así dio
fin, al menos en el ámbito legislativo, a una larga po-
lémica doctrinaria que se centró en la necesidad de es-
tablecer elementos de valoración menos generales (2).
Nótese que la ley se limita a exigir título habili-
tante sin requerir el. ejercicio profesional efectivo, ni
siquiera la inscripción en la Matrícula respectiva. En
consecuencia, podrán ser síndicos los abogados que de-
sempeñen funciones profesionales como escribanos pú-
blicos.
Vinculado a este requisito, el artículo de referen-
cia admite que puedan ser síndicos las sociedades ci-
viles con responsabilidad solidaria constituidas exclu-
sivamente por abogados y/o contadores. Con esto, el
legislador ha buscado impedir que personas jurídicas
intermediarias de servicios profesionales vulneren las
férreas y severas normas impuestas por nuestras leyes,
especialmente la responsabilidad ilimitada y solidaria
que se deriva del incumplimiento de las obligaciones
respectivas.
( ) RODRÍGUEZ, Miguel Angel, El Síndico de la Sociedad Anónima,
Editorial Cangallo. Colección temas del Derecho Societario. Alll encon-
trará el lector abundantes antecedentes en la materia.
208.

En cuanto a la posibilidad de que el contador cer-


tificante de los estados sociales pueda ejercer paralela-
mente la sindicatura, pese a la recomendación de la 21
Reunión Nacional de Autoridades de Control reunida
en Rosario en 1973 determinando la incompatibilidad,
no existe en la práctica impedimento legal, general o
especial, alguno.
1.2.2. Domicilio: Tener constituido domicilio real
en la República. En aplicación de este requisito impues-
to por el artículo 285, inciso 2, las Autoridades de Con-
trol han exigido que tal mención sea incluida en el
acta constitutiva, la que se hace extensiva a la del tí-
tulo habilitante. No se ha reglamentado ninguna forma
de acreditación de tales datos.
Como queda claro, la ley 19.550 no requiere el ca-
rácter de accionista para el ejercicio de la sindicatura,
no obstante lo cual los socios pueden agregar tal requi-
sito a los impuestos por la ley.

1..3. Inhabilidades e incompatibilidades.


No pueden ser síndicos:
1.3.1. Los inhabilitados para ser directores según
el artículo 264 de la Ley de Sociedades. Remitimos
aquí al tratamiento del tema en el Capítulo X.
1.3.2. Los directores, gerentes y empleados de la
misma sociedad o de otra controlante o controlada, en
razón de la incompatibilidad de funciones con respecto
a los primeros, y del vínculo de subordinación con el
directorio en cuanto a los otros.
1.3.3. Las personas vinculadas con los directores
y gerentes generales en las siguientes relaciones de
parentesco:
209

I . 3.3.1 . Cónyuges.
1.3.3.2. Parientes por consanguinidad en línea
recta: sin distinción entre ascendientes ni descendien-
tes, ni tampoco de grados. Por lo tanto no podrán serlo:
a) ascendientes: padres, abuelos, bisabuelos y tatara-
buelos; b) descendientes: hijos, nietos, bisnietos y ta-
taranietos. Se comprende también los hijos adoptivos,
ya sean por adopción plena o simple.
1.3,3.3. Parientes colaterales hasta el cuarto gra-
do inclusive, o sea los hermanos, tíos, sobrinos, primos
hermanos, sobrinos nietos y tíos abuelos.
1.3.3.4. Parientes por afinidad dentro del segun-
do grado a saber: suegros, yernos, nueras, padres del
suegro, yernos de hijos y cuñados.
1.4. Designación.
El órgano competente para la designación de los
síndicos, sin perjuicio del nombramiento en el acto
constitutivo, es la asamblea general ordinaria (art. 234,
inc. 2 LS), salvo cuando el estatuto previera la elec-
ción por categoría. En este caso corresponderá la elec-
ción a la asamblea especial de la clase.
Para la elección la ley vigente ha vedado el ejer-
cicio del voto plural, por lo que cada acción (no cada
accionista) dará derecho a un voto.
1.4.1. Otros sistemas de elección. Remisión: Es-
tando prevista para la elección de los síndicos la po-
sibilidad de elección por categoría de accionistas (art.
288) o por el sistema de voto acumulativo (art. 289),
remitimos para su estudio a lo expresado en los Ca-
pítulos X y XII, respectivamente.
210

1.4.2. Síndico suplente: A diferencia de la desig-


nación facultativa de suplentes en el Organo de Ad-
ministración, la Ley de Sociedades la impone como
obligatoria en el Organo de Fiscalización Interna. En
efecto, esa imperatividad surge del artículo 284 que
expresa que se elegirán los suplentes. La cantidad de
éstos será igual al número de titulares elegidos.
1.5. Duración de sus funciones.
El plazo de duración de los síndicos en sus fun-
ciones, al igual que lo analizado para los directores
en el Capítulo X, se debe computar en ejercicios y no
en arios calendarios.
Ese plazo debe estar determinado en el estatuto,
y sin perjuicio de la reelegibilidad, no podrá ser ma-
yor de tres ejercicios.
No obstante lo señalado, los síndicos deberán se-
guir en funciones, aun vencido el plazo estatutario,
hasta que la asamblea provea su reemplazo.
1 . 6 . Remuneración.
La función de los síndicos se presume remunerada
sin que sea admisible prueba en contrario. Su monto
podrá ser previsto en el estatuto social. Si éste lo
omitiere, el órgano competente para fijarla es la Asam-
blea general Ordinaria.
Las sumas con que se retribuya a los síndicos de-
berán ser imputadas, al igual que las correspondientes
a los directores, a la cuenta prevista por el artículo
64, I. b, 2 (Ver Capítulo X).
1 . 7 . Cesación.
Además de las causales generales, muerte e inca-
pacidad, la ley prevé como causales específicas:
211

1.7.1. Remoción: Sólo la Asamblea General Ordi-


naria podrá revocar la designación de los síndicos, no
siendo necesaria la invocación de justa causa al efecto.
Esta competencia cede en los casos de síndicos de-
signados por asambleas por categoría, ya que en estos
casos el órgano competente será la asamblea de la clase.
Cuando se tratare de síndicos elegidos por el sis-
tema del voto acumulativo, sólo podrán ser removi-
dos cuando fuere revocada la designación de todos los
miembros del Organo de Fiscalización (art. 289 y 263,
:EP parte).
1.7.2. Renuncia. El síndico, mediante una decla-
ración unilateral de voluntad, puede renunciar a su car-
go. No obstante, y hasta. tanto se haya proveído su
reemplazo, está obligado a proseguir en sus funciones,
aun cuando debe tenerse en cuenta que el renunciante
tiene facultades para poner en funciones al síndico
suplente.
La. renuncia, obviamente, no lo libera de la respon-
sabilidad que pudiera corresponderle por el ejercicio
contrario a la ley, estatutos o reglamento.
1.7.3. Inhabilidad o incompatibilidad sobrevinien-
te: En este caso el síndico no está autorizado a aguar-
dar la revocación por la asamblea, sino que por impo-
sición del artículo 291, debe cesar en sus funciones in-
formando al Directorio dentro de los diez días.

1.8. Reemplazo.

Cuando se produjere la vacancia definitiva por


cualquiera de las causales analizadas o por muerte o
incapacidad, o temporal por enfermedad, licencia, etc.,
el síndico deberá ser reemplazado inmediatamente por
el suplente respectivo. Cuando esto no sea posible, el
Organo de Administración deberá convocar la realiza-
212

ción de la Asamblea respectiva, ordinaria o especial


de una clase de acciones en su caso, para que resuelva
la designación del sustituto.

1.9. Atribuciones y deberes de la sindicatura.


En lo fundamental, las funciones de la sindicatura
pueden resumirse en el ejercicio del control de legali-
dad del funcionamiento de los órganos de la sociedad.
Si bien, los síndicos como "ojo de la asamblea" tienen
esencialmente la atribución de vigilar el funcionamiento
de los directores, pueden impugnar las resoluciones
asamblearias en tanto vulneren la ley, el estatuto o los
reglamentos (art. 236 LS).
En ese marco general, que es ajeno al control de
oportunidad, el artículo 294 enumera las atribuciones
y deberes que son inderogables por vía estatutaria, aun
cuando la voluntad de los socios pueda incluir otros no
contemplados por aquella enumeración que resulta de
carácter enunciativa y no taxativa.
Ese control de legalidad no se reduce al mero con-
trol jurídico formal, sino que incorpora el ejercicio de
la vigilancia de la documentación contable, que deberá
tener el debido respaldo documental, lo que presupone
que las registraciones sean llevadas de acuerdo a las
normas del Código de Comercio. Este control contable
está regulado por los incisos 1 y 2 del artículo 294 de
la Ley de Sociedades.
En cuanto a las atribuciones de control de funcio-
namiento, las hallamos en los incisos 3, 4, 9 y 10 del
artículo citado.
A los efectos del ejercicio de este control, y como
atribuciones coadyuvantes (3) la ley prevé la posibili-
(3) Opinión diversa de HALPERÍN en Sociedades anónimas, Examen
.crítico del clec. ley 19.5.50, p. 532.
213

dad de que la sindicatura pueda convocar a asamblea


(inc. 7) cuando omitiere hacerlo el Organo de Admi-
nistración, como así también imponer a éste la inclu-
sión en el orden del día de la asamblea de los puntos
que considere pertinentes.
Como complemento de la función que le correspon-
de, y acorde con su naturaleza de órgano fiscalizador
y "ojo de la asamblea", también creado como medio
de protección de las minorías accionarias, es el canal
por medio del cual los socios ejercen su derecho de in-
formación (inc. 6) y de investigación (inc. 11) siempre
y cuando constituyan, por lo menos, una minoría sig-
nificativa que la ley ha establecido en la representación
de por lo menos el dos por ciento del capital social.

1.10. Síndico suplente.

Su única función es la de reemplazar al titular


cuando correspondiere. Si no se produjere el reemplazo,
sea definitivo o temporal, no tendrá derecho a percibir
remuneración alguna.

1.11. La Comisión Fiscalizadora.

Las sociedades sometidas a control permanente,


tipificadas por el artículo 299, están obligadas, con
excepción de las comprendidas por el inciso 2), a crear
una sindicatura colegiada que no podrá contar con me-
nos de tres miembros y en caso de un número mayor,
éste deberá ser impar. Cabe hacer notar que los socios
pueden crearla aun en sociedades no comprendidas en
la categoría mencionada más arriba.
No presenta diferencias en cuanto a su naturaleza
con la sindicatura individual o unipersonal, ya que sus
funciones en nada difieren de las de ésta. Podemos ha-
214

Mar de una diferencia meramente cualitativa, que se


manifiesta en el número de componentes y de la que
se deriva una clara diferenciación en su funcionamien-
to en tanto la ley, en su artículo 290, le impone el de
los cuerpos colegiados, con la salvedad que las deci-
siones mayoritarias no obligan a los síndicos disiden-
tes que conservan todas las atribuciones que les confiere
el artículo 294.
1.11.1. Reemplazo de sus miembros: Cuando se
produjere la vacancia de alguno de sus miembros, la
designación del suplente estará a cargo del propio Or-
gano. Cuando esto no sea posible, se aplicarán los cri-
terios y modos analizados en 1..8.

2. EL CONSEJO DE VIGILANCIA

El creciente desarrollo del poder de los órganos de


administración de las sociedades por acciones como con-
secuencia de la necesaria especialización técnica que re-
quiere la dirección de grandes unidades de producción
económica, ha ido creando para los accionistas las corre-
lativas necesidades de control de las actividades de los
administradores, que no se ven satisfechas por los ór-
ganos tradicionales como la sindicatura y asamblea.
En efecto, la sindicatura sólo tiene competencia pa-
ra el control de legalidad y en los hechos carece de la
necesaria independencia que debe tener todo órgano de
control; y la asamblea, a pesar de la amplia competen-
cia que le reconoce la ley, por su falta de agilidad ope-
rativa en algunos casos y la atomización de las tenen-
cias de capital en otros, no constituye un medio idóneo
para solucionar el problema que aquí analizamos.
Estos inconvenientes, que son comunes a las gran-
des sociedades anónimas que funcionan en el mundo,
215

fueron generando, especialmente en Alemania de pos-


guerra, la creación de una figura ;jurídica que es re-
ceptada por la ley de ese país en 1966 e introducida en
la legislación argentina : El Consejo de Vigilancia.
2.1. Concepto.
El Consejo de Vigilancia es el órgano de la sociedad
de carácter plural y optativo que, integrado por accio-
nistas, es elegido por la asamblea y creado por el esta-
tuto para que ejerza los controles de legalidad y mérito
de b,,s actividades del Organo de Administración.
2.2. Organización.
El estatuto debe reglamentar la organización y fun-
cionamiento del Consejo de Vigilancia. Esto significa
que si el estatuto incorpora este órgano en la estruc-
tura societaria, lo debe hacer a los efectos de su fun-
cionamiento concreto y no como órgano alternativo que
pueda o no funcionar según la voluntad de la asamblea.
Este ha sido el criterio adoptado por los Organos de
Control Estatal (4) que, además, han señalado que acep-
tar la puesta en funcionamiento en la asamblea sería
admitir que por esa vía se logre burlar la aplicación del
sistema de voto acumulativo y la elección por categoría
de los directores a tenor de las previsiones del artículo
280 de la T.,ey de Sociedades (5).
2.2.1.. Número de miembros: El artículo 280 re-
quiere la pluralidad entre un mínimo de tres y un máxi-
mo de quince consejeros, los que funcionarán como in-
tegrantes de un órgano colegiado y, a falta de normas
concretas, se aplicarán los principios generales en la
materia.
(4) IGPT, S. FE in re "Domingo Bratoli S. A.", Expte. no 42.163/72,
Dictamen del 16 de octubre de 1972.
(5) Idem nota anterior.
216

2.2.2. Requisitos: Los miembros del Consejo de


Vigilancia deberán ser necesariamente accionistas. La
pérdida de ese carácter implica causal de cesación en
el cargo.
Es lógico que así ocurra ya que la Asamblea, in-
tegrada por los socios, delega en el consejo facultades
que la ley le otorga, como por ejemplo la elección de
directores, por lo que sólo un órgano conformado por
accionistas podrá tener capacidad resolutiva en la ma-
teria.
2.2.3. Normas aplicables: Se aplican a la organi-
zación y funcionamiento del Consejo de Vigilancia y
para temas específicos que a continuación enumerare-
mos, distintas normas que ya analizáramos al desarro-
llar los capítulos referidos al Organo de Administración
y la Sindicatura a cuya lectura remitimos, a saber:
Designación: art. 234, inc. 2), 11 parte, 263 y 60.
Prohibiciones e incompatibilidades: art. 264 y 286.
Reuniones: art. 260, 266, 267.
Duración en las funciones: art. 257.
Remuneración: art. 261.
Responsabilidad: art. 272 a 279 y 305.
Cesación: Renuncia, art. 259; Remoción, art. 234,
inc. 2), 265 y 60.
2.2.4. Formación de la voluntad del órgano: En
principio, y por aplicación del artículo 260, bastará la
decisión de la simple mayoría de sus miembros para
adoptar válidamente resoluciones del Consejo de Vi-
gilancia.
No obstante ello, y en protección de los conseje-
ros elegidos por el voto acumulativo, el artículo 282
permite a los disidentes que reúnan por lo menos un
217

tercio del total de los miembros, la convocatoria de la


asamblea para que ésta considere y resuelva acerca de
las cuestiones en las que se expresa la disidencia.
En consecuencia, para que una decisión del Con-
sejo adquiera plena validez desde el mismo momento
de su adopción, necesita una mayoría de por lo menos
los dos tercios más uno de sus integrantes.

2.3. Atribuciones y deberes.


La amplia enumeración, inderogable por vía esta-
tuaria, que efectúa el artículo 282 tiende a dotar al Or-
gano de la competencia necesaria para cumplir con sus
funciones de control de la gestión del Organo de admi-
nistración, sin perjuicio de que, como complemento de
aquélla, reproduzca las atribuciones y deberes que co-
rresponden a la sindicatura a los efectos del control
de legalidad, tal la estipulación genérica del inciso
g) y la del inc. a), primera parte.
Sustancialmente el control de gestión se evidencia
en la atribución de recabar información acerca de las
actividades del Directorio, pudiendo incluso pedir ex-
plicaciones acerca de la celebración de determinados
actos concretos de administración y, aun cuando el Con-
sejo obviara la solicitud de información, el directorio
está obligado a elevar un informe escrito cada tres
meses acerca de la marcha de los negocios sociales (art.
281, inc. a).
Pero donde mayor relevancia cobra este órgano
como órgano de control de la gestión es en la posibili-
dad de que el estatuto prevea que determinados actos
o contratos deben contar, en la formación de la decla-
ración de la voluntad social, con la aprobación del Con-
sejo. Si bien frente a terceros los actos celebrados en
violación de la previsión estatutaria son válidos, inter-
218

namente harán incurrir al directorio en responsabilidad


por incumplimiento de la ley y el estatuto.
En caso de controversia de opiniones entre el direc-
torio y el consejo que niegue la autorización, aquél
podrá elevar la cuestión a la asamblea, la que even-
tualmente podrá sustituir al consejo como órgano au-
torizante (art. 281, inc. e).
2.3.1. Elección de directores: La ley otorga al
Consejo de Vigilancia, cuando el estatuto así lo prevea,
la facultad de elegir a los miembros del directorio.
No obstante esa delegación en cuanto a la designa-
ción, la asamblea no puede renunciar a la facultad de
remover a los directores cuando así lo estime necesa-
rio (art. 281, inc. d).
2.3.2. Atribuciones complementarias: Como atri-
buciones complementarias del ejercicio del control de
gestión la ley confiere al Consejo de Vigilancia la de
convocar a la Asamblea cuando lo estime conveniente
o cuando lo soliciten accionistas que representen por lo
menos el 5 por ciento del capital social, salvo que el
estatuto previera un número menor y la de crear co-
misiones de investigación de denuncias de los accionis-
tas o para vigilar el cumplimiento de sus decisiones (ar-
tículo 281, irles. h) y f).
También le corresponde observar ante la asamblea
sobre la memoria y estados contables que el directorio
ponga a su consideración (art. 281, inc. e).
2.4. Consejo de Vigilancia y Sindicatura.
Si bien, como lo admiten los propios redactores de
la ley en la Exposición de Motivos en su capítulo X,
inc. e), la creación de este órgano por el estatuto tor-
na redundante la sindicatura, el texto legal admite la
coexistencia de ambos.
219

No obstante, si los socios resolvieren la supresión


cle la sindicatura, el Consejo deberá contratar una au-
ditoría anual y el informe que ésta presente sobre los
estados contables será sometido a la consideración de
la. asamblea (art. 283).
En sede administrativo no se ha admitido la previ-
sión estatutaria de ambos órganos, pero supeditado al
funcionamiento de uno u otro a resolución de la asam-
blea (().

NORMAS RELATIVAS A FISCALIZAC1ON PRIVADA

SINDICATURA
Cap. Federal: TO 1.10.1.- Res. 70/72 (TO 1.2.2.)
Santa Fe: Res. 192-1.2.
Entre Ríos: Res. 43/77.
Tucumán: Res. 138/73 -2.3.
CONSEJO DE VIGILANCIA
Capital Federal: T. 0. 1.9.1.
Ver advertencia supra p. 37.

BIBLIOGRAFÍA ESPECIALIZADA

BAunizzoNE, Luis M. y WINIzxY, Ignacio,E/ Consejo de Vigilancia,


RDCO, 1975, p. 437.
CARBONE, Nicolás, Síndicos. Elección por aplicación del sistema de voto
acumulativo, L. L., t. 1976-B, p. 566.
FARCOSI, Horado P., La Ley 21.304. Minirreforma de la Ley de Socieda-
des, L. L., 1976 - C, p. 521.
GARCÍA CAFFARO, José L., Reforma legislativa que reduce la fiscalización
oficial de las SA y simplifica la sindicatura, L. L., 1976 -C, p. 632.
GIANANTONIO, Breviario para síndicos de SA, Ed. Depalrna, 1976.
MARTÍNEZ, Miguel A., En torno al llamado Consejo de Vigilancia de las
SA, DE, agosto 1975, p. 976.
RomlícuEz, Miguel A., El síndico en la SA, Ed. Cangallo, Bs. As., 1971.
VEHGARA Der. CABNII„ Angel D., Dos innovaciones prácticas en el de-
recho societario, D. E., julio 1976.

(6) IGPJ, S. FE, in re "Droguería Alberdi S. A.", Expte. n9 43373/73,


Dictamen 26 de febrero de 1973.
Capítulo XV. — FISCALIZACION DE LAS SOCIEDADES POR
ACCIONES. FISCALIZACION ESTATAL 221

1. Sociedades sometidas a control permanente 222


1.1. Alcance de la fiscalización permanente 224

2. Fiscalización Estatal limitada 225



3. Documentación requerida por los Organos de Control 225

3.1. Documentación requerida para su agregación a los legajos


respectivos 226
3.2. Documentación requerida para 'os trámites 226
3.2.1. Conformidad del acto constitutivo. Remisión 226
3.2.2. Modificación del contrato constitutivo. Remisión 227
3.2.3. Variaciones de capital 227

4. Otras facultades de la I.G.P.J. 228


4.1. Realización de investigaciones e inspecciones 228
4.2. Facultades vinculadas a las asambleas sociales 228
4.2. 1. Veedores 2.28
4.2.2. Convocación de asambleas 229
4.2.3. Incorporación de temas al Orden del Día 229
4.3. Autorización para la emisión de títulos accionarios 230
4.4. Aprobación de contratos de fideicomiso 230
5. Recursos 232
Bibliografía especializada 232

Leyes de creación y decretos reglamentarios de los órganos de con-



trol de Capital Federal y Provincias 233
Capítulo XV

FISCALIZACION DE LAS SOCIEDADES


POR ACCIONES
Fiscalización Estatal
Summuo: 1. Sociedades sometidas a control permanente. 1.1. Alcan-
ce de la fiscalización permanente. 2. Fiscalización Estatal lemitada.
3. Documentación requerida por los Orgareos de Control. 3.1. Do-
cumentación requerida para su agregación a los legajos respectivos.
3.2. Documentación requerida para los trámites. 3.2.1. Confor-
midad del acto constitutivo. Remisión. 3.2.2. Modificación del
contrato constitutivo. Remisión. 3.2.3. Variaciones de capital. 4.
Otras facultades de la I.G,P.J. 4.1. Realización de investigaciones e
inspecciones. 4,2. Facultades vinculadas a las asambleas sociales.
4.2.1. Veedores. 4.2.2. Convocación de asambleas. 4.2.3. In-
corporación de temas al Orden del Día. 4.3. Autorización para
la emisión de títulos accionarios. 4.4. Aprobación de contratos de
fideicomiso. 4.5. Declaración de irregularidad. 4.6. Aplicación de
sanciones. 5. Recursos.

Las sociedades por acciones en su constitución y


funcionamiento también están sometidas al control por
parte del Estado. En el Capítulo IX hemos analizado
la intervención de los Organismos Estatales, como así
también el alcance del contralor del acto constitutivo.
Interesa en este punto el estudio del control en el fun-
cionamiento de las sociedades durante el transcurso de
su plazo de duración.
La competencia del Organo de Fiscalización esta-
tal no es igual para todas, ya que la ley diferencia en
general determinadas sociedades, a las que somete a
una fiscalización llamada permanente, de otras en la
que aquélla se convierte en limitada a determinados
actos y actúa sólo en ciertas circunstancias.
222

1. SOCIEDADES SOMETIDAS A CONTROL


PERMANENTE
Son las enumeradas por el artículo 299 de la Ley
de Sociedades, a saber :
1) Las que hacen oferta pública de sus acciones
o debentures. Son las comúnmente llamadas "que co-
tizan en bolsa", aunque también comprende las socie-
dades que hacen ofrecimiento al público por los medios
previstos en el artículo 16 de la ley 17.811; la razón del
sometimiento a este tipo de control se halla en la inten-
ción del legislador de controlar permanentemente su
funcionamiento en protección de los ahorristas que se
inclinan por las inversiones en títulos accionarios. Tam-
bién están sujetas al control de la Comisión Nacional
de Valores, organismo estatal creado por ley 17.811 (ar-
tículo 6, inc. d).*
2) Las que tengan un capital mayor de $ 500 mi-
llones. Esta cifra fue introducida por la ley n9 21.304
modificatoria de la 19.550 que establecía una suma su-
perior a $ 5.000.000 y el fundamento de su inclusión
está en la voluntad del Estado de no desentenderse del
funcionamiento de las sociedades que por su gran de-
sarrollo económico trascienden el interés privado de los
accionistas.
3) Las que sean de economía mixta o cuenten con
participación estatal mayoritaria. En estos casos, es la
participación directa del Estado en el capital social
respectivo lo que justifica la fiscalización permanente.
4) Las que realicen operaciones de capitalización,
ahorro o que de cualquier forma requieran dinero o va-
lores al público con promesa de prestaciones o benefi-
cios futuros. En estos casos es el objeto financiero el
Ver advertencia infra, pág. 232.
223

que determina el control permanente por parte del Es-


tado, sin perjuicio del control paralelo por parte del
Banco Central de la República Argentina, que tiene la
competencia y facultades que le otorga la ley 21.526.
Es de hacer notar que dentro de esta categoría se
encuentran las sociedades de ahorro y préstamo para
la vivienda, las que por imperio de los artículos 2, in-
ciso e), 25, 4, 5 y 6 de la le-y citada, están sometidas a
la fiscalización del Banco Central en sustitución de la
desaparecida Caja Federal de Ahorro y Préstamo, ley
n9 17.594.
Pero no sólo la actividad financiera queda encua-
drada dentro de este inciso. También están comprendi-
das las sociedades que tienen por objeto la actividad
aseguradora, ya que es de la naturaleza de la actividad
la promesa de prestaciones o beneficios futuros previo
requerimiento de dinero al público. Esta sociedades
también están sujetas al control de la Superintendencia
de Seguros de la Nación (ley 20.091).
5) Las que exploten concesiones o servicios pú-
blicos. Al delegar el Poder Público la realización de
determinadas actividades, es natural que el Estado se
reserve el derecho a controlar el funcionamiento de las
sociedades prestatarias de los servicios en protección
de los intereses de la comunidad. Estas sociedades tam-
bién se encuentran bajo control, en la mayoría de los
casos técnico, de distintos organismos nacionales, pro-
vinciales o municipales.
6) Las que fueren contratantes de o controladas
por otra. sociedad incluida dentro de las contempladas
en los casos anteriores. La ley busca de este modo evi-
tar que, mediante la concentración o descentralización
por vía societaria, los entes sujetos a control evadan
la fiscalización estatal.
224

1.1. Alcance de la fiscalización permanente.


El control a que están sometidas estas sociedades
abarca tanto la etapa de funcionamiento durante el
plazo de duración como a los procesos de disolución y
liquidación, y consiste en la verificación del cumplimien-
to de las normas legales y estatutarias vigentes. Al
respecto remitimos a los artículos 299 de la Ley de So-
ciedades, 3.1.3. de la ley 6.926 de la provincia de San-
ta Fe y similares de la Capital Federal (ley 18.805) y
de las demás provincias en las concordancias.
En caso de comprobación de violaciones la Ley de
Sociedades otorga al Organo de Contralor facultades
para solicitar determinadas medidas ante el Poder Ju-
dicial. Así en su artículo 303 las enumera :
a) La suspensión de las resoluciones de los órga-
nos sociales.
b) Cuando la sociedad esté encuadrada dentro de
los incisos 1 y 4 del artículo 299 o cuando lo considere
necesario en resguardo del interés público, ante la com-
probación de violaciones a la ley, estatutos o reglamen-
tos, el Organo de Control podrá requerir la interven-
ción judicial. En este tema es necesario tener en cuenta
que el remedio intervencionista, como lo ha declarado la
jurisprudencia (') sólo puede ser puesto en práctica
cuando previamente se han agotado las instancias ante
los órganos de la sociedad, por tratarse de una medida
excepcional.
CONCORDANCIAS: Capital Federal: L. 18.805, art. 3.1.3; Buenos
Aires: L. 8671, art. 3.2.1.5.; Res. s/n/77, art. 11; Córdoba: L. 5452,
art. 3.1.3.; Entre Ríos: L. 5113, art. 3.2.; Mendoza: L. 3.872, art. 3,
inc. d); Chaco: L. 2398, art. 3, inc. e); Corrientes: L. 3274, art. 2,
inc. b).

(1) CNCom. Sala C in re "Gainza Paz, Guillermo c/La Prensa S. A.


y otros", en E. D. del 24-10-77.
225

2. FISCALIZACION ESTATAL LIMITADA

Las sociedades por acciones no comprendidas por


el artículo 299 de la Ley de Sociedades sólo estarán so-
metidas a control estatal en los casos de constitución
(art. 167 L. S. y 3.1.1. ley 6.926) ; reforma estatutaria
(art. 300 L.S. y 3.1.1. ley 6.926) y variaciones de ca-
pital, cuando se trate de aumentos que provengan de
aportes de bienes no dinerarios o de reducciones de
capital. Estas atribuciones restringidas pueden am-
pliarse hasta asimilarse al control permanente cuando lo
soliciten accionistas que representen el 10% del capi-
tal social o cualquiera de los síndicos o cuando el Or-
gano Estatal entienda fundadamente (mediante reso-
lución) que es necesario proteger el interés público
(art. 301, inc. 1 y 2 y 3.1.4. ley 6.926).

CoNconDANciAs: Cap. Fed.: L. 18.805, arts. 3.1.1. y 3.1.4.; Bue-


nos Aires: L. 8671, arts. 3.1.1.1. y 3.2.1.6.; Córdoba: L. 5452, art.
3.1.1. y 3.1.4. Res. 1/78-G, art. 1; E. Ríos: L. 5113, art. 3.1. y 3.2.
inc. d) y e); Mendoza: L. 3872, art. 3, inc. a) y e); Chaco: L. 2398,
art. 3.1. a), b) y d); Corrientes: L. 3274, art. 3.1.

3. DOCUMENTACION REQUERIDA POR LOS


ORGANOS DE CONTROL

La ley 6.926 autoriza en su artículo 4.1. a la I.G.P.J.


a requerir a las sociedades por acciones la documenta-
ción necesaria para el cumplimiento de su cometido
fiscalizador, la que debe ser presentada por las enti-
dades a fin de conformar y completar sus respectivos
legajos que forman parte del Registro ordenado por el
226

artículo 3.5. ley 6.926 o como documentación requerida


para el otorgamiento de la conformidad administrativa
en los distintos trámites legales.
CONCORDANCIAS: Cap. Fed.: L. 18.805, art. 4.1. y 3.10.; Buenos
Aires: Dísp. s/n9 77, art. 10, 11 y 15, y L. 8671, art. 3.5.3.; Córdoba:
L. 5452, art. 4.1. y 3.10.; E. Ríos: L. 5113, art. 4.1. y 3.12.; Mendoza:
L. 3872, art. 6, irles, a) y k); Chaco: L. 2398, art. 5.1.,Dto. 3301/72,
art. 1; Corrientes: L. 3274, art. 2.8. y 3.11.

3.1. Documentación requerida para su agregación a


los legajos respectivos.

La de la Provincia de Santa Fe, en cum-


plimiento de lo establecido por el art. 50, Dec. 3.810,
dictó con fecha 9 de abril de 1975 la Resolución n9 359,
en la que se sistematizan las distintas normas vigentes
hasta ese momento y que referían a la documentación
que deben agregar las sociedades por acciones a sus
respectivos legajos.
Esa norma administrativa a cuya lectura remiti-
mos, establece en su artículo 19 la documentación que
deben agregar las sociedades sometidas a control per-
manente antes de la realización de las asambleas y en
el artículo 2" la que corresponde a todas las sociedades
con posterioridad a dichos actos del órgano social.
CONCORDANCIAS: Cap. Fed.: L. 18.805, art. 3.10; TO/78, arts. 1.7.1.1.
al 7.1.1.3. (res. 41/71 y 1/76); Buenos Aires: Disp. s/n/77, art. 15;
Córdoba: Dto. 1876/73, arts. 20 y 21; E. Ríos: Dto. 957/72, art. 21 y 22;
Mendoza: Dto. 778/74, arts. 22 y 23; Chaco: Dto. 3301/72, art. 1; Co-
rrientes: L. 3274, art. 3, inc. 1.

3.2. Documentación requerida por la I.G.P.J. para los


trámites referidos al control que ejerce en fun-
ción de lo establecido por el art. 300 L. S.

3.2.1. Conformidad del acto constitutivo: remiti-


mos aquí a lo tratado en el Capítulo IX.
227

3.2.2. Modificación del contrato constitutivo: sin


perjuicio del posterior tratamiento de los aspectos sus-
tantivos de este tema (ver Capítulo XVI) en este punto
debemos remitir a la lectura de la Resolución n9 192
de la de la Provincia de Santa Fe, Ap. VIII.
Allí, se establece cuál es la documentación que debe
acompañarse para viabilizar el trámite de conformidad
administrativa de cualquier reforma estatutaria, la que
ha sido detallada en el anexo, Apartado VIII, a la que
deberá agregarse el cumplimiento de los requisitos fis-
cales que se verán en el Capítulo XVIII.
Cuando la reforma se corresponda con la reducción
del capital social, a la documentación general del Ap.
VIII deberá agregarse la detallada por el Apartado XI
de la resolución citada (ver Capítulo VI).
En caso de aumento de capital por capitalización
de reservas, deberá agregarse además de los instru-
mentos requeridos para toda modificación los estable-
cidos por el Apartado XI de la Resolución 192.
CONCOTWANCIAS: Capital Federal: (t. o. 1.3.1. a 1.3.8.) - Res.
66/72 - Res. 6/73 - Res. 2/74 - Res. 1/75 (t. o. 1.4.13.) Res. 11/73;
Buenos Aires: Disp. s/n9/77, art. 7.6.1.; Entre Ríos: Res. 162/77, Anexo
II-Res. 2/77; Chaco: Res. 51/73.

3.2.3. Variaciones de capital: Aun cuando la va-


riación de capital no implique reforma del estatuto so-
cial (art. 18S L.S.), si la misma proviene de la realiza-
ción de aportes de bienes no dinerarios posteriores a la
constitución, y en razón de lo establecido por los artícu-
los 300 y 53 de la Ley de Sociedades, la I.G.P.J. re-
quiere la documentación establecida por el Apartado X
de la Resolución 192.
CONCOIMANCIAS Capital Federal: (t,o. 1.4.1. a 1.4.12. ) Res.
:

1/79 - Res. 77/72 arts. 1 y 2 - Res. 4/77 - Res. 76/72 - Res. 3187/73
Res. 1897/72; Buenos Aires: Disp. s/n9/77 - 8.1. y 8.1.2.
228

4. OTRAS FACULTADES DE LA 1. G. P. J.

Como elementos coadyuvantes a la ejecución de las


funciones de fiscalización, las leyes respectivas autori-
zan a la I.G.P.J. a la adopción de distintas medidas, a
saber :

4.1. Realización de investigaciones e inspecciones.


El artículo 4.2. de la ley 6.926 autoriza a la I.G.P.J.
a examinar los libros y documentos, solicitar informa-
ción a funcionarios, dependientes o aun terceros. En
principio, esta facultad se reduciría para con las socie-
dades sometidas a control permanente, salvo en los ca-
sos en que a pesar de tratarse de sociedades sometidas
a control estatal limitado, lo considere necesario en
resguardo del orden público o sea solicitado por accio-
nistas que representen el 10 % del capital social (art.
301 L.S.). En el último de los casos, la investigación se
reducirá a los hechos denunciados.

CONCORDANCIAS: Capital Federal: Ley 18.805, art. 4.2.; Buenos


Aires: Ley 8671, art. 6.2. y 6.4.; Córdoba: Ley 5452, art. 4.2.; Men-
doza: Ley 3872, art. 6.b; Chaco: Ley 2398, art. 5.2.; Corrientes: Ley
3274, art. 3.2.; Entre Ríos: Ley 5113, art. 4.2.

4.2. Facultades vinculadas a las asambleas sociales.

4 . 2 . 1. -Veedores: El artículo 4.3. de la ley 6.926


autoriza a la I.G.P.J. a asistir, por medio de veedores
a las asambleas de las sociedades por acciones.
Esta presencia podrá ser resuelta de oficio por el
Organo de Control Estatal, o a solicitud del Organo
Societario de Administración. En este supuesto, y por
imperio del artículo 21 del decreto 3.810 reglamentario
229

de la ley 6.926, toda solicitud debe ser fundada y pre-


sentada con por lo menos tres días hábiles antes de la
fecha de realización de la asamblea. Sin perjuicio de lo
manifestado por el decreto citado, la Autoridad de Con-
trol ha admitido solicitudes presentadas por socios sin
otro requisito que el de acreditar el carácter de accio-
nista de la sociedad.
En cuanto a las atribuciones y deberes de los veedo-
res, remitimos a lo analizado en el Capítulo XIII de
las Asambleas.
CONCORDANCIAS: Capital Federal: Ley 18.805, art. 4.3. - Dto. 2293/
71, art. 22 - Res. 2/76; Buenos Aires: Disp. s/o9/77, arts. 17.2.; Córdo-
ba: Ley 5452, art. 4.3. - Dto. 1876/73, art. 22 - Res. 001/78-G art. 2;
Entre Ríos: Ley 5113, art. 4.3. - Dto. 957/72, art. 23; Mendoza. Ley
3872, art. 5.c.; Chaco: Ley 2398, art. 5.3.; Corrientes: Ley 3274,
art. 3.3.

4.2.2. Convocación de asambleas: La Autoridad


de Control, en los casos analizados en el Capítulo XIII,
está facultada por el artículo 4.4. de la ley 6.926 a con-
vocar la reunión de las asambleas sociales.
CONCORDANC/AS : Capital Federal: Ley 18.805, art. 4.4.; Córdoba:
Ley 5452, art. 4.4. - Res. 001/78-G, art. 1; Entre Ríos: Ley 5113, art.
4.4.; Mendoza: Ley 3872, art. 5, inc. e) y e); Chaco: Ley 2398, art.
5, inc. 4; Corrientes: Ley 3274, art. 3, inc. 4.

4.2.3. Incorporación de temas al Orden del Día:


Cuando la I.G.P.J. considere necesario para el normal
funcionamiento de las sociedades bajo su control el tra-
tamiento por la asamblea o la toma de conocimiento
de determinados asuntos, el artículo 23 la autoriza a
exigir al órgano convocante la inclusión de los mismos
en el orden del día como puntos especiales.
CONCORDANCIAS: Capital Federal: Dto. 2293/71, art. 24; Córdoba:
Dto. 1876, art. 24; Entre Ríos: Dto. 957/72, art. 25.
230

4.3. _Autorización para la emisión de títulos


accionarios.

El artículo 3.1.7. de la ley 6.926 establece la com-


petencia del Organo de Fiscalización Estatal para auto-
rizar el empleo de firmas impresas en reemplazo de
firmas autógrafas en los títulos representativos de ac-
ciones. Para la profundización de este tema remitimos
al Capítulo VIII.
CONCORDANCIAS: Capital Federal: (t. o. 1.6.1.) Res. 12/78; Buenos
Aires: Ley 8671, art. 3.3.2.; Córdoba: Dto. 1876, art. 29.

4.4. Aprobación de contratos de fideicomiso.

También es la I.G.P.J. el organismo competente


para la aprobación de contratos de fideicomiso en la
emisión de debentures (ley 6.926, art. 3.1.8.).
CONCORDANCIAS: Capital Federal: (t.o. 1.4.8.) - Res. 77/72, art. 2.

4.5. Declaración de irregularidad.

Cuando los actos que realice una sociedad por ac-


ciones sometida a su control vulneren la ley, los esta-
tutos o reglamentos, la I.G.P.J. podrá declararlos irre-
ares o ineficaces a los efectos administrativos y
dicha declaración podrá derivar en la solicitud de las
medidas previstas por el artículo 303 de la Ley de So-
ciedades (ley 6.926, art. 4.10 y 4.11.1.).

CONCORDANCIAS: Capital Federal: Ley 18.805, art. 4.9.; Buenos


Aires: Ley 8671, art. 6.6.2.; Córdoba: Ley 5452, art. 4.9.; Entre Ríos:
Ley 5113, art. 4.9.; Mendoza: Ley 3872, art. 6 inc. I); Chaco: Ley 2398,
art. 5.9.; Corrientes: Ley 3274, art. 3, inc. 8).
231

4.6. Aplicación de sanciones.


La ley 19.550 en su artículo 302 autoriza a la Au-
toridad de Control, cuando compruebe violaciones de
la ley, el estatuto o los reglamentos, a la aplicación de
sanciones, que pueden recaer sobre la sociedad como
persona jurídica, sus directores y síndicos.
Las sanciones previstas son:
a) Apercibimiento.
b) Apercibimiento con publicación, que será reali-
zada en los periódicos o medios de difusión que la Ins-
pección determine (art. 48 del decreto 3.810).
c) Multas, las que no podrán exceder de $ 100.000
en conjunto y por infracción. Para la fijación del monto
se tendrá en cuenta la entidad de la infracción y el ca-
pital de la sociedad, y deberán ser abonadas dentro de
los quince días de su notificación al sancionado. El pago
deberá ser acreditado dentro de los tres días de realiza-
do y en caso de incumplimiento las sumas establecidas
podrán ser demandadas judicialmente mediante el proce-
dimiento de la ejecución fiscal. A ese efecto, las copias
autenticadas de la resolución pertinente y su notifica-
ción valdrán como títulos ejecutivos (decreto 381.0, ar-
tículo 49) .
Para llegar a la aplicación de las sanciones referi-
das, el Capítulo VII del decreto 3.810 determina las
normas a que deberá ajustarse el sumario que pro-
mueva la
CONCORDANCIAS: Capital Federal: Ley 18.805, art. 4.12. - Dto.
2293, art. 25 y 38 a 44; Buenos Aires: Ley 8671, art. 6.6.1, y 7.9.12.;
Córdoba: Ley 5452, art. 4.12. - Dto. 2876, art. 25 y 38 y ss.; Entre Ríos:
Ley 5113, art. 4.12. - Dto. 957, art. 26 y 39 y SS.; Mendoza: Ley 3872,
art. 7, inc. c.4. e inc. f); Chaco: Ley 2398, art. 5.11.; Corrientes: Ley
3274, art. 3, inc. 10.
232

5. RECURSOS

Para el estudio de este tema remitimos al Capí-


tulo IX.
Cabe aquí agregar que los recursos contra las san-
ciones vistas en el punto anterior actúan con diversos
efectos según su naturaleza.
Así, los interpuestos contra las sanciones de multa
y apercibimiento serán concedidos con efecto suspen-
sivo. Por el contrario, cuando se trate de apercibimien-
to el efecto será devolutivo (ley 6926, artículo 9).
CONCORDANCIAS: Capital Federal: Ley 18.805, art. 5; Buenos Aires:
Ley 8671, art. 10 y 11; Entre Ríos: Ley 5113, art. 5; Mendoza: Ley
3872, art. 8; Chaco: Ley 2398, art. 6; Corrientes: Ley 3274, art. 6.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

FARGOSI, Horacio P., La autorización para funcionar las entidades finan-


cieras, L. L., 1976, p. 876.
15,1AscH.E.noNx, Fernando, Nuevo régimen de control societario. Ed. Can-
gallo, 1971.

ADVERTENCIA: La ley 22.169 del 19-2-80, modifica el régimen de


control estatal de las sociedades que hacen oferta pública de sus títulos
valores.
En su artículo IQ designa como órgano de competencia exclusiva y
excluyente para prestar conformidad administrativa a las reformas esta-
tutarias, fiscalizar las variaciones de capital, disolución y liquidación y
el control permanente del funcionamiento de las sociedades referidas, a
la Comisión Nacional de Valores.
En su artículo 2Q otorga a este organismo las atribuciones corres-
pondientes que la ley 18.805 preveía para la I. C. P. J., sin incluir la
conformidad del acto constitutivo, que seguirá siendo otorgada por
ésta.
La ley 22.169 entrará en vigencia a los 90 días de su sanción en
jurisdicción nacional. Para que sea aplicable en las provincias, éstas de-
berán adherir al régimen, y en ese caso los respectivos órganos de con-
trol serán sustituidos por la Comisión Nacional de Valores.
233

LEYES DE CREACION Y DECRETOS REGLAMENTARIOS


DE LOS ORGANOS DE CONTROL

Ley de Decreto Denominación del


creación Reglamentario Organo de Control

Capital Federal L. 18.805 D. 2293/71 Inspección General de


Año 1970 Personas Jurídicas
Santa Fe L. 6926 D. 3810/74 Inspección General de
Año 1973 Personas Jurídicas
Buenos Aíres L. 8671 D. 284/77 Dirección de Personas
Ario 1976 jurídicas
mod. por
L. 9118/78
Córdoba L. 5452 D. 1876/73 Inspección de Socieda-
Año 1973 des Jurídicas
Entre Ríos L. 5113 D. 957/72 Dirección de Inspec-
Año 1972 ción de Personas Ju-
rídicas
Chaco L. 2398 Dirección de Personas
Año 1979 Jurídicas

Tucunuln L. 3756 D. 1650-1/72 Inspección General de


Año 1971 Personas jurídicas

Mendoza L. 3872 D. 778/74 Inspección General de


Año 1972 modif. por Sociedades
D. 3988/77
Salta L. 4583 D. 3964/74 Inspección General de
Año 1973 Personas jurídicas

Santiago del L. 2185 D. 3380/49 Inspección de Personas
Estero Año 1950 Jurídicas

San Juan L. 3907 Inspección General de


Año 1974 Personas Jurídicas
La Rioja D. 3074/53 Dirección de Entidades
con Personería jurí-
dica
Catamarca D. L. 1237 Inspección de Socie-
Año 1956 dudes
234

Ley de Decreto Denominación del


creación Reglamentario Organo de Control

La Pampa D. L. 1945 Dirección de Superin-


Año 1956 tendencia de Perso-
nas Jurídicas
fujuy D. 1768/58 Fiscalía de Estado
San Luis D. 437/69 Inspección de Personas
Jurídicas
Misiones L. 645 Dirección de Personas
Año 1972 Jurídicas
Corrientes L. 3274 Inspección General de
Año 1974 Personas Jurídicas
Formosa Ley 564 Inspección General da
Año 1977 Personas jurídicas
Neuquén Ley 77 Dirección de Personas
Año 1959 Jurídicas
Río Negro D.L. 162 v L. 3 Dirección General de
Ario 19'58 Personas Jurídicas
Santa Cruz L. 68 Inspección General de
Año 1958 Justicia
Chubut D. 360/57 Inspección General de
Personas Jurídicas
Capítulo XVI. — 'MODIFICACIONES DEL ACTO CONSTITU-
TIVO 235

1. Organo competente 235

2. Conformidad administrativa 236


2.1. Requisitos de la convocatoria 236
2.2. Forma de la modificación 237
2.3. Otros requisitos. Remisión 239

3. Inscripción registral 239

Normas relativas a modificaciones del acto constitutivo 239


Capítulo XVI

MODIFICACIONES DEL ACTO CONSTITUTIVO


SumAnio: 1. Organo competente. 2. Conformidad administrativa. 2.1.
Requisitos de la convocatoria. 2.2. Forma de la modificación.
2.3. Otros requisitos. Remisión. 3. Inscripción registrar.

Las variaciones de las cláusulas que los socios es-


tablecen para la regulación del ente social implican la
modificación de los estatutos de las sociedades por ac-
ciones.
Dichas modificaciones pueden reconocer como cau-
sa no sólo el cambio de los elementos previstos por el
artículo 11 de la Ley de Sociedades y los específicos de
las sociedades por acciones, sino también las cláusulas
referidas a situaciones no previstas por la ley que ha-
llan su origen en el ejercicio por los socios de la auto-
nomía de la voluntad como creadora de normas ju-
rídicas.
Es de destacar que, en las sociedades anónimas,
dada su particular naturaleza, el cambio de las perso-
nas socias en ningún caso acarreará la necesidad de
reformar los estatutos.

1. ORGANO COMPETENTE

La resolución de la modificación estatutaria, a di-


ferencia de las decisiones que se adoptan al momento
del acto constitutivo, no es tomada por los socios indi-
236

vidualmente sino que, por exigencia del artículo 235


de la Ley de Sociedades, debe resultar de una decla-
ración de voluntad del órgano social competente para
ello : la Asamblea General Extraordinaria.
Para el estudio de los quórum y mayorías reque-
ridas para la formación del acuerdo en los distintos
supuestos, remitimos a lo tratado en el Capítulo XIII.

2. CONFORMIDAD ADMINISTRATIVA
Las reformas de estatutos de las sociedades por
acciones, a tenor de lo establecido por el artículo 300,
deben contar con la conformidad administrativa de la
Autoridad de Control.
Al efecto, la I.G.P.J. de Santa Fe (1) en la Reso-
lucón n9 192 del ario 1974, en su anexo VIII, ha estable-
cido cuáles son los requisitos que deben cumplir las so-
ciedades que promueven el trámite respectivo.

2.1. Requisitos de la convocatoria.


Para acreditar el cumplimiento de los requisitos
legales de la convocación se exige:
2.1.1. Copia del acta del órgano convocante en
el caso, que deberá ser firmada por los representantes
legales con certificación de firmas y del contenido del
acta por Escribano Público Nacional. En este sentido
no se ha aceptado la certificación efectuada por Juez
de Paz (o).
2.1.2. Ejemplares de la publicación de la convo-
catoria con la constancia de las fechas en que se inició
y terminó la publicación. Cuando se trate de fotocopias,
) Otros órganos de control han dictado resoluciones similares a cu-
yos textos remitimos.
(2) Res. 192/74, 1GPJ S. FE, Anexo, VIII.1.
237

deberán ser firmadas por los representantes legales y


certificadas por Escribano Público.
Si la publicación no contuviere las fechas de apari-
ción, deberá agregarse a las actuaciones un ejemplar
de las hojas correspondientes del periódico.
Para los sociedades que están obligadas a efectuar
la publicación en un diario de mayor circulación en la
República (art. 237, Ley de Sociedades), se han dese-
chado como tales los diarios locales de publicación de
edictos judiciales (3).
2.1.3. Si la asamblea fuese unánime podrá pres-
cindirse de la presentación de la documentación ante-
riormente detallada y, en tal caso, debe acreditarse la
citación de los directores, síndicos y gerentes generales,
salvo que conste su asistencia en el acta.
2.2. Forma de la modificación.
Si bien la forma requerida por la ley para la cons-
titución es "por instrumento público", diverso es el tema
acerca de la forma que debe guardar toda modificación
estatutaria.
La única norma legal que refiere a la forma de la
modificación es la contenida en el artículo 4 de la Ley
de Sociedades, que expresa que el contrato por el que
se constituya o modifique una sociedad se otorgará por
instrumento público o privado.
Zavala Rodríguez (4) sostiene que del análisis sis-
temático de los artículos 4 y 165 de la Ley de Sociedades
y 1.184, inciso 10 del Código Civil y la consideración de
la relación comunicante existente entre constitución y

IGPJ S. FE in re "Carlos E. Steiger S. A.", dictamen del 20-9-72.


(4) ZAVALA RonnícuEz, Carlos Juan, Constitución y modificaciones de
las sociedades por acciones. Ed. Astrea. Ario 1973.
238

modificación, toda alteración del estatuto deberá ser


instrumentada por Escritura Pública.
Contrario a esa posición, IIalperín () sostiene que
no es exigible el instrumento público para las modifica-
ciones estatutarias.
Un fallo reciente (6) ha venido a zanjar la cuestión
negando viabilidad a la exigencia de instrumentación
pública. Considera que la creación del estatuto social
puede ser caracterizada como un contrato, pero niega
categoría contractual al acto modificatorio ya que es
resuelto por un órgano de la sociedad, la asamblea, que
no es sujeto de derecho capaz de celebrar contratos, ni
tampoco los accionistas como miembros de ese órgano
pueden serlo.
Agrega que "en el caso del acto constitutivo el ofi-
cial público da fe de las declaraciones de voluntad de
los comparecientes de constituir el ente societario y
aceptar el estatuto por ser actos pasados ante él y por
ende gozan de la fuerza probatoria que le acuerdan los
artículos 993 y ss. del Código Civil. Por el contrario, en
la instrumentación que eleva a escritura pública el acta
asamblearia por la cual se introducen modificaciones
en el estatuto social, el escribano sólo da fe de las de-
claraciones del presidente del directorio que le solicita
el acto y luego lo que a continuación transcribe, es
copia fiel del acta obrante en el libro respectivo".
La conclusión es que la naturaleza del acto cons-
titutivo es distinta a la del modificativo por lo que re-
querir escritura pública para éste, sería exigir la forma
por la forma misma.
Este es el criterio adoptado por todos los Organos
de Control con excepción de la I.G.P.J. de Capital Fe-

( 5 ) HALPERÍM,Isaac, Sociedades Anónimas, Ed. Depalma, 1975, p.61.


(6) CNCom. Sala A in. re "Cometarsa S. A.", L. L., tomo 1978 D
p. 75. También en autos "Iram Walker S. A.", L. L. del 6-11-79.
239

deral que por Resolución ng 1/75, PO 1.3.1. requiere la


instrumentación del acto de reforma por Escritura Pú-
blica.
Al respecto la Resolución 192 de Santa Fe exige
el acta de asamblea en copia firmada por los represen-
tantes legales, certificadas sus firmas y la autenticidad
de la copia por Escribano Público, la que deberá con-
tener la transcripción íntegra de los artículos que se mo-
difiquen.
2.3. Otros requisitos. Remisión.

Para que el lector tome conocimiento de los restan-


tes requisitos remitimos al texto de la Resolución 192
de la de Santa Fe y a la de los demás órganos
de Control provinciales o de la Capital Federal.

3. INSCRIPCION REGISTRAL

Las reformas estatutarias deben ser inscriptas en


el Registro Público de Comercio. En lo referido a fun-
damentos, requisitos y efectos de la inscripción registral
remitimos a lo estudiado en el Capítulo IX.

NORMAS RELATIVAS A MODIFICACION


DEL ACTO CONSTITUTIVO

Capital Federal: Res. 66/72, Res. 2/74, 6/74 y 1/75. Todas TO 1.3.1.
Res. 6/73 (TO 1.3.2 . ) TO 1.3.3. a 1.3.8.
Santa Fe: Res. 192/74, Anexo VIII.
Buenos Aires: Comunicado 3/72, Disp. 2/74.
Entre Ríos: Res. 38/77 y Res. 162/77, Anexo II.
Ver ;advertencia supra, p. 37.
Capítulo XVII. — TRANSFORMACION. FUSION. ESCISION 241
TRANSFORMACION

1. Generalidades 242

2. Concepto 243
2.1. Saciedades irregulares y de hecho 244
2.2. Sociedades en liquidación 245
2.3. Sociedades cooperativas 246

3. Efectos 246
3.1. En cuanto a la sociedad 246
3.1.1. Modificación del contrato 246
3.1.2. Mantenimiento de la personalidad jurídica 246
3.2. En cuanto a los socios 246
3.2.1. Responsabilidad 246

4.3. Balance especial 250


4.4. Publicidad 250
4.5. Otorgamiento del acto que instrumente la transformación 251
4.5.1. Otorgantes 251
4.5.2. Contenido 251
4.6. Inscripción 252
4.6.1. En el Registro Público de Comercio 252
4.6.2. En otros registros 252

5. Revisión 252
FUSION

6. Generalidades 253

7. Concepto 253

8. Clases 254
8.1. Fusión 254
8.2. Incorporación 254

9. Efectos 254
9.1. En cuanto a las sociedades participantes 254
9.1.1. Modificación de los contratos 254
9.1.2. Unificación patrimonial 254
9.2. Respecto de los socios 255
9.2.1. Derecho a participar en la nueva sociedad o en la in-
corporante 255
9.2.2. Derecho de separarse de la sociedad 255

9.3. Respecto de los acreedores 255

10. Procedimiento 256


10.1. Compromiso de fusión 256

10.2. Consentimiento de los cónyuges 257

10.3. Balance de fusión 257

10.4. Publicidad 258

10.5. Acuerdo definitivo 2.58


10.5.1. Partes 258
10.5.2. Forma 258
10.5.3. Contenido 259
10.6. Conformidad administrativa 259
10.7. Inscripción 259

11. Cumplimiento del acuerdo 260


11.1 . Administración y representación 260
11.2. Participación de los socios de las sociedades disueltas en
la nueva sociedad o en la incorporante 260
12. Extinción 261
12.1. Revocación 261
12.2. Rescisión 261
ESCISION

13. Concepto 261

19. Modalidades 262


14.1. Escisión incorporación 262
14.2. Escisión fusión 262
14.3. Escisión constitución 262

15. Efectos 263


15.1. En cuanto a la sociedad 263
15.1.1. Decisión de la sociedad 263
15.1,2. Disminución patrimonial 263
15.1.3. Reducción de capital 263
15.1.4. Disolución 264
15.2. En cuanto a los socios 264
15.2.1. Derecho a participar en la nueva sociedad o en la
incorporante 264
15.2.2. Derecho a separarse de la sociedad 264
15.3. En cuanto a los terceros 264

16. Procedimiento 264


16.1. Escisión incorporación y escisión fusión 264
16.2. Escisión constitución 265
Normas relativas a transformación, fusión y escisión 266
Capítulo XVII

TRANSFORMACION. FUSION. ESCISION.


SUMARIO: TRANSFORMAC1ON. 1. Generalidades. 2. Concepto. 2.1.
Sociedades irregulares y de hecho. 2.2. Sociedades en liquidación.
2.3. Sociedades cooperativas. 3. Efectos. 3.1. En cuanto a la socie-
dad. 3.1.1. Modificación del contrato. 3.1.2. Mantenimiento de la
personalidad jurídica. 3.2. En cuanto a los socios. 3.2.1. Respon-
sabilidad. 3.2.2. Derecho de separarse de la sociedad. 3.3. En
cuanto a los terceros. 4. Procedimiento. 4.1. Acuerdo de los socios.
4.2, Consentimiento de los cónyuges. 4.3. Balance especial. 4.4.
Publicidad. 4.5, Otorgamiento del acto que instrumente la transfor-
mación. 4.5.1. Otorgantes. 4.5.2. Contenido. 4.6. Inscripción.
4.6.1. En el Registro Público de Comercio. 4.6.2. En otros regis-
tros. 5. Revisión. FUSION. 6. Generalidades. 7. Concepto. 8. Cia-
ses. 8.1. Fusión. 8.2. Incorporación. 9. Efectos. 9.1. En cuanto a
las sociedades participantes. 9.1.1. Modificación de los contratos.
9.1.2. Unificación patrimonial. 9.2. Respecto de los socios. 9.2.1.
Derecho a participar en la nueva sociedad o en la incorporante. 9.3.
Respecto de los acreedores. 10. Procedimiento. 10.1. Compromiso
de fusión. 10.2. Consentimiento de los cónyuges. 10.3. Balance de
fusión. 10.4. Publicidad. 10.5. Acuerdo definitivo. 10.5.1. Partes.
10.5.2. Forma. 10.5.3. Contenido. 10,6. Conformidad adminis-
trativa. 10.7. Inscripción. 11. Cumplimiento del acuerdo. 11.1.
Administración y representación. 11.2. Participación de los socios
de las sociedades disueltas en la nueva sociedad o en la incorporante.
12. Extinción. 12.1. Revocación. 12.2. Rescisión. ESCISION.
13. Concepto. 14. Modalidades. 14.1 Escisión incorporación.
14.2. Escisión fusión. 14.3 Escisión constitución. 15. Efectos.
15.1. En cuanto a la sociedad. 15.1.1. Decisión de la sociedad.
15.1.2. Disminución patrimonial. 15.1.3. Reducción de capital.
15.1.4. Disolución. 15.2. En cuanto a los socios. 15.2.1. De-
recho a participar en la nueva sociedad o en la incorporante. 15.2.2.
Derecho a separarse de la sociedad. 15.3. En cuanto a los terceros.
16. Procedimiento. 16.1. Escisión incorporación y escisión fusión.
16.2. Escisión constitución.
242

Transformación

1. GENERALIDADES

Antes del actual régimen legal el cambio de un


tipo social por otro ocasionó serias dificultades por la
falta de una regulación apropiada y, además, las escasas
normas vigentes a esa época generaban problemas inter-
pretativos en torno de su aplicación.
Pero la realidad surgente del hecho económico que
imprime una evolución en la dimensión de las empre-
sas, de las que son titulares las sociedades, les imponía
en determinado momento cambiar el tipo social para
adoptar otro que por su estructura resultara más ade-
cuado a sus requerimientos, lo que determinaba las di-
ficultades apuntadas.
Las soluciones sustentadas tanto por la doctrina
como por la jurisprudencia eran disímiles. Por un lado
se sostenía la viabilidad de la transformación por :
a) seguir subsistiendo la personalidad de la socie-
dad a pesar del cambio de tipo, sin producirse no-
vación de la misma ya que conserva los atributos que
la configuran (nombre, domicilio, patrimonio, capaci-
dad, diferenciación entre el sujeto y las personas físi-
cas que lo integran): h) falta de norma legal prohibi-
tiva; c) el principio de libertad de las transacciones,
reconocido por el ordenamiento jurídico en tanto no
vulnere el orden público y los derechos de terceros;
d) la diferencia entre la transformación y la transfe-
rencia de fondo de comercio, reglado por la ley 1.1.867,
porque esta última tiene por fin la protección del in-
terés del comprador y de los terceros, siendo inapli-
cable al caso de transformación, en que no hay com-
prador sino continuidad de la misma persona jurídica
243

y por no afectar a los terceros, dado que no desaparece


el patrimonio, sus derechos siguen iguales.
Por otro lado se sostuvo que el cambio de tipo
exigía la disolución de la sociedad y la constitución de
una nueva, lo que significaba el cumplimiento de las
normas que reglaban esos aspectos y consecuentemente
de la ley de transferencia de fondos de comercio.
Fundándose en que la esencia de la personalidad
jurídica no es nada más que un centro de imputación
de derechos y obligaciones atribuidos a las personas fí-
sicas que forman parte de él, pero de actuación dife-
renciada (1), concluían sosteniendo que el tipo reviste
esencial importancia porque lo delimita en todas sus
relaciones, de modo tal que no existe una personalidad
sustantiva, sino referida a la sociedad particularizada.
Aunque, como señalamos, la legislación actual ha
superado esta diferencia interpretativa y si bien se tra-
ta de un tema referido a todas las sociedades, incluimos
su consideración por la importancia que asume cuando
el resultado de la transformación es la adopción del
tipo sociedad por acciones, principalmente anónima, co-
mo así también cuando éstas adoptan otro tipo que,
aunque infrecuente, es probable.

2. CONCEPTO
La ley conceptúa que hay transformación "cuando
una sociedad adopta otro de los tipos previstos" (art.
74). El empleo del adjetivo "otro" presupone la existen-
cia de una sociedad típica (y no podría ser de otro modo
en virtud de la sanción que el artículo 17 adjudica a las
sociedades atípicas) que lo modifica.
( ) COLUMBRES, Cervasio, Curso de Derecho Societario; CUETO RÚA,
Julio, Transformación de sociedades de personas en sociedades anónimas,
La Ley, T. 92, p. 750.
244

Este presupuesto que en principio es claro, sin em-


bargo plantea dificultades respecto de algunas situacio-
nes particulares, en que aparece dudosa la posibilidad
de transformación, nos referimos concretamente a las
sociedades irregulares, de hecho y las en liquidación.

2.1. Sociedades irregulares y de hecho.

Se niega la posibilidad que puedan transformarse


porque "no es un tipo de sociedad admitido por la ley",
sino que se trata de una sociedad viciada no declarada
nula por razones prácticas, pero sometida a un régimen
especial (2).
Es que se ha señalado que dado los intereses com-
prometidos por ellas en su actuación en el comercio,
debían sustituirse los efectos de la nulidad por otros
que no afecten los intereses de los terceros y es por
eso que se le asigna un régimen diferenciado que res-
peta tales intereses.
Teniendo en cuenta que es el cumplimiento de la
exigencia de la publicidad registral lo que le otorga el
carácter de regular a una sociedad (art. 7), entende-
rnos que en el caso de la sociedad por acciones (lo mis-
mo que cualquier otra sociedad) que ha omitido tal pu-
blicidad y con posterioridad efectúa la inscripción en
el Registro Público de Comercio, no se puede conside-
rar transformación, sino regularización (3).
Distinto es el caso de la sociedad de hecho y de las
instrumentadas conforme a uno "de los tipos autoriza-
dos" (art. 21) pero no inscripta, que en un determinado
momento decidieran instrurnentarse conforme a un tipo,
en el primer caso, o modificar el tipo antes de regula-
rizarse, en el segundo caso.

( 2 ) HALPEllíN, Isaac, Sociedades Anónimas, p. 714.


(3) RALpErtíN, ob. cit., p. 714.
245

Si bien la opinión generalizada se inclina por la


solución negativa, pareciera que ella no es tan clara por :
a) La ley no exige en forma explícita que se trate
de una sociedad regular, sino típica; claro está que po-
dría entenderse que la regularidad es un requisito fun-
damental del tipo, pero de ninguna manera podría ser
así ya que el artículo 17 califica a las sociedades que
les falte algún elemento de ese carácter como nulas, en
cambio el artículo 21 a la sociedad que adolece de irre-
gularidad la reputa válida pero sujeta al régimen legal
que esa sección establece. En este aspecto la irregula-
ridad, en principio, no afectaría la tipicidad;
b) A pesar de que la irregularidad es considerada
una sanción y por eso su régimen legal establece efec-
tos menguados respecto de las sociedades regulares, lo
cierto es que están descriptas con efectos y caracterís-
ticas propias, y eso parecería en definitiva que encua-
dra en el concepto de tipo.
Esas razones nos inclinan a pensar que la negativa
concluyente que excluye la posibilidad de transforma-
ción, debe ser revisada, al igual que en el caso de la so-
ciedad en liquidación.

2.2. Sociedades en liquidación.


El fundamento para negar la posibilidad de trans-
formación reside en que "no llenan ninguna función:
su estado es contrario al de actividad plena que pre-
supone la transformación" (4), añadiéndose que la con-
servación de la personalidad es a los efectos de la li-
quidación. En principio es cierto que carece de objeto
transformar una sociedad en liquidación, pero no es
menos cierto que la causal motivante de dicho estado
(4) HALPERítv, oh. cit., p. 715.
246

puede ser revocada, principio que está expresamente


reconocido en los incisos 6, 8 y 9 del artículo 94 y que
es aplicable a los demás supuestos; entonces podría la
sociedad, simultáneamente con la revocación de la diso-
lución, decidir su transformación para volver a su vida
jurídica plena.
2.3. Sociedades cooperativas.
Les está prohibido transformarse en sociedades co-
merciales (art. 6 de la ley 20.337), motivo por el cual
quedan excluidas de esta institución.

3. EFECTOS
Los efectos que produce la transformación, son:
3.1. En cuanto a la sociedad.
3.1.1. Modificación del contrato: El primer efec-
to es el de modificar el contrato, en cuanto significa el
cambio del tipo social.
3. 1. 2. Mantenimiento de la personalidad jurídica:
No obstante la modificación señalada en el punto ante-
rior, el concepto formulado en el artículo 74 de que no
se alteran sus derechos y obligaciones, significa que
subsiste la misma persona jurídica con otro tipo so-
cial, de ahí que, como consecuencia del mantenimiento
de la personalidad, expresa que la sociedad no se di-
suelve.
3.2. En cuanto a los socios.
3.2.1. Responsabilidad: La responsabilidad ilimi-
tada y solidaria de los socios, en el caso que se trate
de un tipo social preexistente en que todos o algunos de
247

ellos luzcan esa responsabilidad, tales los casos de las


sociedades colectivas (art. 125), comanditas simples y
por acciones para los socios comanditados (art. 134 y
315), de capital e industria para el socio capitalista
(art. 141), que se transformen en anónimas, e incluso
si se tratare. de sociedades de responsabilidad limitada
en los supuestos contemplados en el artículo 150.
A pesar de que el artículo 75 no lo dice debe en-
tenderse que también se conserva el rasgo de subsidia-
riedad de esta responsabilidad, salvo el caso puntuali-
zado de las sociedades de responsabilidad limitada, por-
que de lo contrario se vulneraría el principio de subsis-
tencia de la personalidad jurídica.
Pero este efecto no es absoluto, puesto que la mis-
ma ley admite la modificación de la responsabilidad pa-
ra transformarse en limitada si los acreedores lo ad-
miten. Admisión que puede ser expresa o presunta, en
este último caso cuando no manifieste oposición en el
plazo de treinta días posteriores a la notificación perso-
nal de la transformación o si contratare con la socie-
dad con posterioridad a la transformación (art. 76).
También se prevé el caso inverso consistente en que
si en el nuevo tipo adoptado hay socios de responsabili-
dad ilimitada, la misma es comprensible de las obliga-
ciones sociales anteriores a la transformación (art. 76).
Esta situación no puede darse en la transformación en
sociedades anónimas, porque no existen socios de esta
clase, pero sí en la transformación en sociedad en co-
mandita por acciones respecto de los socios comandi-
tados.

3.2.2. Derecho de separarse de la sociedad: Me-


diante el ejercicio del derecho de receso otorgado a los
socios disidentes o ausentes en los supuestos que no
248

fuere necesario la unanimidad (art. 78). Los efectos del


ejercicio de este derecho no afectan a los terceros en
cuanto a su responsabilidad, que la conservan hasta que
se produzca la inscripción en el Registro Público de
Comercio, y en tal sentido los demás socios garantizan
al recedente los efectos de su responsabilidad, emer-
gente de los negocios efectuados entre el ejercicio del
derecho de receso y su inscripción. Por lo demás el
ejercicio de este derecho está condicionado a la acepta-
ción de la transformación por parte de los acreedores
(art. 78).
Distinto es el caso en que el socio, simultáneamente
con la transformación y con el acuerdo de los otros so-
cios, transmitiera su parte a los restantes o a un tercero
que los otros socios aceptan, en este supuesto no hay
ejercicio del derecho de receso ni, consecuentemente,
disminución del capital social ni del patrimonio, por lo
que entendemos que tratándose de una situación dis-
tinta debe admitirse. En lo que hace a la conservación
de la responsabilidad se aplicará el principio ya ana-
lizado en cuanto al receso.

3.3. En cuanto a los terceros.

A los terceros acreedores la transformación les


otorga el derecho a conservar la responsabilidad an-
terior de los socios como garantía del cumplimiento
de las obligaciones de la sociedad, claro está que pue-
den renunciar a este derecho de modo expreso o de
manera presunta si no se oponen en el plazo legal pos-
terior a la notificación que se les debe efectuar o, en
caso de omitirse la notificación, si contrata con la so-
ciedad luego de transformarse.
249

4. PROCEDIMIENTO

El procedimiento consiste en:


4.1. Acuerdo de los socios.
Implicando la transformación una reforma sus-
tancial del contrato social, se exige que el acuerdo sea
unánime, admitiéndose dos excepciones en que bastará
la mayoría para decidirla, tales son: a) cuando el con-
trato social lo establece, cláusula que será válida siem-
pre que la ley permita apartarse del criterio de la una-
nimidad sustituyéndola por el de la mayoría, así el caso
de las sociedades colectivas (art. 131), comandita sim-
ple (art. 139), de capital e industria (art. 145), en cam-
bio quedan excluidas las sociedades de responsabilidad
limitada de menos de veinte socios (art. 160) en las que
no se permite la modificación de la unanimidad; y, b)
cuando la ley dispone para algunos tipos sociales la ma-
yoría en reemplazo de la unanimidad, tales las socie-
dades de responsabilidad limitada de veinte o más so-
cios, las anónimas y las comanditas por acciones en que
se requiere la mayoría absoluta de las cuotas o de las
acciones emitidas sin aplicarse la pluralidad de votos,
y votando las acciones preferidas sin derecho a voto
(art. 160, 244 y 316).
Por otra parte, el modo de prestar el acuerdo es
en la reunión de socios o la asamblea, según el tipo de
sociedad de que se trate.
4.2. Consentimiento de los cónyuges.
De acuerdo al artículo 1.277 del Código Civil se re-
quiere el acuerdo de los cónyuges de los socios para la
transformación de las sociedades de personas, siempre
y cuando su participación tenga el carácter de bien
ganancial. Surgen dudas sobre el cumplimiento de esta
250

exigencia en los casos de transformación de sociedades


de responsabilidad limitada y comandita por acciones
en cuanto a los comanditados, pero tales dudas se des-
pejan si tenemos en cuenta que esas partes sociales
son bienes que para transferirse requieren su registro,
por lo tanto es necesario este consentimiento.
4.3. Balance especial.
Es el que determinará la situación patrimonial de
la sociedad al momento de la transformación. Su fina-
lidad es informar sobre esta situación tanto a los so-
cios, que deben aprobarlo conforme a las normas que
rigen el tipo social respectivo, como a los acreedores,
ya que debe quedar a su disposición en la sede social
durante el plazo de treinta días posteriores a su noti-
ficación.
Dos cuestiones plantea este balance; una, consis-
tente en decidir la transformación sobre el balance nor-
mal del ejercicio, que entendemos posible siempre que
exista simultaneidad entre su aprobación y la decisión
de transformación. La otra, íntimamente relacionada
con la anterior, consiste en determinar cuánto tiempo
debe mediar entre la fecha del balance y la reunión o
asamblea de socios que lo aprueba, teniendo en cuenta
que el documento contable requiere un cierto tiempo
para su confección. La autoridad de control de San-
ta Fe ha admitido que el lapso debe ser razonable, sin
establecer un tiempo determinado.

4.4. Publicidad.
Debe efectuarse en el periódico de avisos legales
de la sede social y de sus sucursales durante tres días,
explicitando los datos referentes a la denominación, se-
de social, tipo social anterior y el adoptado, nuevo ea-
251

pital que se fije, sus especificaciones y por último el


nombre de los socios de responsabilidad solidaria que
se retiren.
Esta publicidad es de mero conocimiento para los
terceros, puesto que no suple la notificación personal a
los acreedores a los efectos del ejercicio del derecho
de oposición.
4. 5, Otorgamiento del acto que instrumente
la transformación.
4.5.1. Otorgantes: Intervienen en su otorgamien-
to los órganos competentes y los nuevos socios que se
incorporen. Se ha señalado que el órgano competente
es el que la representa (5), pero la determinación del
órgano dependerá de las circunstancias, puesto que si
al resolverse la transformación se decidió sobre el es-
tatuto y sus cláusulas, la suscripción e integración del
capital y la designación de los integrantes de los órga-
nos de administración y fiscalización (nos referirnos al
caso de transformación en sociedad anónima), será el
órgano de representación quien lo otorgue, pero si esos
aspectos no han sido decididos corresponderá a la reu-
nión de socios o asamblea su otorgamiento.
4.5.2. Contenido: Expresa la ley que debe existir
constancia de los socios que se retiran y capital que re,
presentan, la agregación de copia firmada del balance
y cumplirse "las formalidades del nuevo tipo de socie-
dad adoptado".
Debe entenderse que no son sólo las formalidades,
sino también los requisitos sustanciales del tipo, en el
caso de la sociedad anónima, tales su organización con-
( 5 ) MECHA y GARCiA CUERVA, Sociedades Cornerciaies, p. 132, 23
Edición.
252

forme a las normas legales específicas, la conformidad


de la autoridad de control y la aprobación del valor de
los bienes conforme a lo dispuesto en el artículo 53 (6).

4 . 6 . Inscripciów.

Luego del trámite administrativo el proceso con-


cluye con la inscripción, que asume un doble aspecto :
4.6.1. En el Registro Público de Comercio: A los
efectos de cumplimentar lo dispuesto en el artículo 12
de la ley, pero como la adopción del nuevo tipo exige
la publicidad dispuesta por el artículo 10 (modificado
por la ley 21.357), previo a la inscripción deberá pro-
cederse a esta publicación.
4.6.2. En otros registros: Respecto de los bienes
registrables el juez ordenará, luego de la referida ante-
riormente, la inscripción de tales bienes que figuren en
el patrimonio social y de los gravámenes que los afec-
ten. No se trata de una transferencia, sino simplemen-
te de una actualización de la inscripción.

5. REVISION

La transformación puede ser revisada y, conse-


cuentemente, dejada sin efecto por las mismas mayorías
requeridas para decidirla, pero tal revisión para ser
procedente debe ser adoptada antes de realizarse la
publicación ordenada por el inciso 3° del artículo 77; ade-
más no debe perjudicar a los socios ni a los terceros
(art. 80).

(6) Para Santa Fe ver anexo VII de la Resolución N 192/74 que


establece las pautas relativas a la valuación y modo de justificación; para
Capital Federal, Resolución 5/74, art. 1 (TO 1.13.1); para Provincia
de Buenos Aires, Disp. s/n/77, 7.8.2. y 8.2., D.T.R. 5/78; para Cha-
co, Disp. 52/73.
253

Fusión
6. GENERALIDADES

La fusión es uno de los medios por el cual se puede


lograr la agrupación de sociedades. Por tal motivo cons-
tituye sólo un aspecto de ese fenómeno general cuyo
análisis trasciende los lineamientos del presente tra-
bajo.
A este medio se lo ubica en la categoría de aquellos
denominados societarios (en contraposición a los con-
tractuales), porque producen una modificación en la
estructura de las sociedades participantes, si bien tam-
bién existen otros del mismo género que no alteran las
personas jurídicas intervinientes aunque exista predo-
minio jurídico de una sobre otra, tal el conocido con
el nombre de participación, cuyo principal exponente
es el de las sociedades controlantes sobre las contro-
ladas.
El Código de Comercio si bien no desconoció la
fusión, puesto que el artículo 354 la mencionaba, no la
reglamentó, lo que sí hizo la actual ley.

7. CONCEPTO

Un concepto unitario y preciso formulado sobre


este instituto —aunque merece algunos reparos— expre-
sa que es un "Instituto de derecho societario por el
cual dos o más sociedades, una de las cuales por lo me-
nos se disuelve, unifican sus patrimonios en la titula-
ridad de un único sujeto colectivo que agrupa a los so-
cios de las respectivas sociedades" (7).

( ) COLOMBRES, Gervasio, Curso de Derecho Societario, 2a Ed., p 189.


254

La ley en su artículo 82 la ha definido del siguiente


modo: "Hay fusión cuando dos o más sociedades se
disuelven, sin liquidarse, para constituir una nuevo; o
cuando una ya existente incorpora a otra u otras que,
sin liquidarse, son disueltas".

8. CLASES

La fusión, conforme a lo expresado en el concepto


legal, se manifiesta de dos modos :
8.1. Fusión (propiamente dicha) : cuando se crea
una nueva sociedad sobre la base de dos o más socieda-
des que se disuelven sin liquidarse, y
8.2. Incorporación (absorción) : cuando una de las
sociedades (absorbente) incorpora el patrimonio y los
socios de otra u otras que se disuelven sin liquidarse
( absorbida) .

9. EFECTOS

9.1 En cuanto a las sociedades participantes.

9.1.1. Modificación de los contratos: Produce la


reforma de los respectivos contratos del siguiente mo-
do: a) en la fusión (propiamente dicha) se disuelven
las participantes y se crea una nueva mediante un nue-
vo contrato social con el elenco de socios de ambas; b)
en la incorporación se disuelve una, la incorporada, y
se aumenta el capital en la otra, la incorporante.
9.1.2. Unificación patrimonial: Se constituye un
solo patrimonio con el de las sociedades que participan,
propiedad de un único titular, ya que "la nueva socie-
dad o la incorporante adquiere la titularidad de los de-
255

recios y obligaciones de las sociedades disueltas al pro-


ducirse la transferencia total de sus respectivos patri-
monios", produciéndose de ese modo una sucesión uni-
versal con novación del titular (8).
Por eso es que las sociedades incorporadas y fu-
sionadas se disuelven pero no se liquidan, ya que los
derechos y las obligaciones pasan en su totalidad al
nuevo titular.

9.2. Respecto de los socios.


9.2.1. Derecho a participar en la nueva sociedad
o en la iocorporante: Porque unifica los socios de las
sociedades participantes, dado que todos lo serán de
la misma sociedad, la nueva en el caso de la fusión
(propiamente dicha) o la incorporante en el caso de la
incorporación, salvo lo que se expresa en el punto si-
guiente.
9.2.2. Derecho de separarse de la sociedad: Me-
diante el ejercicio del derecho de receso, quedando ex-
cluidos los socios de la sociedad incorporante (art. 245).

9.3. Respecto de los acreedores.


Se les acuerda el derecho a exigir que se les abo-
nen los importes de sus acreencias, aunque los plazos
estuvieren pendientes o, en su defecto, que se les ga-
rantice el pago de la obligación, quedando en este -último
caso sometidas a la decisión judicial las discrepancias
que se produzcan acerca de la garantía.
La razón de este derecho reside en la novación del
sujeto deudor que la transformación produce y en los
casos de incorporación, respecto de los acreedores de
la incorporante, por la posible disminución del patri-
monio debido a las deudas de la incorporada.

( 8 ) ASCARELLI, Tulio, Sociedades y Asociaciones Comerciales, p. 202.


256

10. PROCEDIMIENTO

El procedimiento está descripto en el artículo 83


que determina las etapas a cumplir y que son:

10.1. Compromiso de fusión.

Se celebra entre los representantes de las socie-


dades' participantes y su contenido constituye las bases
sobre las cuales se concertará la fusión, a su vez com-
prende:
10.1.1. Aprobación por los órganos de adminis-
tración de las respectivas sociedades, quienes determi-
narán las cláusulas y requisitos sobre los cuales se
realizará la fusión.
10.1.2. Otorgamiento por los representantes de
las sociedades y su forma puede ser tanto el instrumen-
to público como el privado.
10.1.3. Aprobación por las asambleas de accionis-
tas, tratándose de sociedades por acciones las que par-
ticipan. La asamblea será extraordinaria por ser asunto
de su competencia (art. 235, inc. 4).
Respecto de las mayorías necesarias para su apro-
bación, cabe considerar dos supuestos:
10.1.3.1. En la fusión propiamente dicha y en la
incorporación para la sociedad incorporada se requiere
Ja mayoría absoluta, es decir la mayoría de las acciones
con derecho a voto sin computarse los votos plurales y
votando las acciones preferidas emitidas sin derecho a
voto.
10.1.3.2. En la incorporación para la sociedad in-
corporante si el aumento de capital encuadra en el su-
puesto del artículo 188, su resolución compete a la
257

asamblea ordinaria que resolverá con la mayoría pre-


vista en el artículo 243; en cambio si el supuesto en-
cuadra en el contemplado en el artículo 235 inc. 19 se
resolverá en asamblea extraordinaria con la mayoría
normal para esta clase de asambleas.

10.2. Consentimiento de los cónyuges.


Cuando las participaciones sociales asuman el ca-
rácter de gananciales y se trate de sociedades de per-
sonas o de sociedades por acciones si éstas fueren no-
minativas, se requerirá este consentimiento, en el últi-
mo de los casos porque la transmisión de esas acciones
necesitan su inscripción en el registro de la emisora.

10.3. Balance de fusión.


"Cada sociedad preparará un balance a la fecha del
acuerdo de fusión" cuya función es dar a conocer a los
socios y acreedores la situación patrimonial de las so-
ciedades intervinientes, ya que la ley dispone que sus
copias se pondrán a disposición de éstos y en definitiva
determinará el ejercicio del derecho de receso por parte
de los socios (art. 85) o del de oposición por parte de
los acreedores (art. 83, inc. 2) .
Dado que la ley señala que el balance es a la fecha
del acuerdo de fusión, surgen dudas si en realidad ha
querido referirse a esa fecha o a la del compromiso.
Cabe interpretar, debido a la función que cumple este
balance, que la ley se está refiriendo a la fecha del com-
promiso, por eso es que el acuerdo definitivo se com-
pleta con la nómina de los socios recedentes y acreedo-
res oponentes con sus respectivos montos, determinán-
dose de esa manera la situación económica completa;
258

de no ser así el acuerdo definitivo quedaría condicio-


nado a esos extremos (9).
También podría resolverse la fusión sobre la base
de los balances del ejercicio siempre que se den los ex-
tremos señalados en el caso de transformación.
A más de estos balances se exige la confección de
balances consolidados con las características indicadas
en las resoluciones de los órganos de contralor ('°).

10 . 4 . Publicidad.
En tutela del interés de los socios ausentes y disi-
dentes y de los acreedores, a los efectos del ejercicio
de los derechos de receso y de oposición debe realizarse
la publicidad dispuesta por la ley de transferencia de
fondos de comercio 11.867, a la cual nos hemos referido
al tratar la disminución del capital.

10.5. Acuerdo definitivo.


La etapa siguiente consiste en el acuerdo definitivo
que presenta varios aspectos de necesaria puntualiza-
ción, y que constituye el perfeccionamiento de la fusión
iniciada con el compromiso.
10.5.1. Partes: Son partes las respectivas socie-
dades que actíian por medio de sus representantes.

10.5.2. Forma: En el caso de la fusión (propia-


mente dicha) en que la sociedad resultante será una
sociedad por acciones, deberá serlo en instrumento pú-
blico con todas las exigencias establecidas para la cons-

( ) ZALIAVAR, Enrique y otros, Cuadernos de Derecho Societario,


T. III, Vol. IV, p. 137.
(10) Ver en página 266 la enumeración de las normas de Capital Fe-
deral y provincias.
259

titución (art. 165). En cambio si se tratara de incorpo-


ración como su resultado será la modificación del con-
trato social, siguiendo el actual criterio jurisprudencia'
para estos casos, bastará el instrumento privado, aun
cuando la sociedad disuelta sea por acciones, puesto
que para este caso la ley no exige el instrumento pú-
blico.
10.5.3. Contenido: Está expresamente señalado
en el inciso 3 del artículo 84, y es: a) las resoluciones
aprobatorias de las sociedades interesadas en la ope-
ración; b) nómina de socios que ejerzan el derecho de
receso y capital global que representan; c) nómina de
los acreedores oponentes y el monto de sus créditos;
d) las bases de ejecución del acuerdo, con cumplimien-
to de las normas de disolución de cada sociedad, e in-
cluida la especificación clara y concreta de las partici-
paciones sociales que correspondan a los socios de las
sociedades que se disuelven y sus características; e)
agregación de los balances especiales referidos en el
inciso 19.

10.6. Conformidad administrativa.


Cuando el resultado de la fusión sea la creación de
una sociedad por acciones se requiere la intervención
de la autoridad de contralor (art. 167 y 300).

10.7 . 191scripción.
El acuerdo definitivo debe ser inscripto del mismo
modo que en el caso de transformación; cabe. agre-
gar que también debe inscribirse la disolución de las
sociedades que así corresponda.
260

11. CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO

El cumplimiento del acuerdo comprende dos aspec-


tos fundamentales:
11.1 . Administración y representación.

De las sociedades disueltas por virtud de la fusión


hasta tanto se produzca la inscripción de la nueva so-
ciedad, o de la modificación del contrato, o del aumen-
to de capital en el caso de incorporación, ya que tales
inscripciones tienen efecto constitutivo.
En el caso de fusión (propiamente dicha) corres-
ponde a los administradores de la sociedad creada, y
en el de incorporación a los de la incorporante, que asu-
men el carácter de representantes de las disueltas con
las responsabilidades inherentes de esas funciones más
las que la ley les adjudica a los liquidadores.
Los administradores de las sociedades disueltas au-
tomáticamente quedan suspendidos hasta el perfeccio-
namiento del acto; no obstante se los autoriza a ejercer
la acción de rescisión prevista en el artículo 87.

11.2. Participación de los socios de las sociedades di-


sueltas en la nueva sociedad o en la incorporante.
Hemos visto que el acuerdo de fusión debe contem-
plar este aspecto especificando clara y concretamente
tales participaciones y sus características, debiendo jus-
tificarse esa relación de cambio con dictamen fundado
de contador público (" ).
De esta manera el canje de acciones se producirá
en el plazo, las proporciones y clases establecidas en
el acuerdo.
" ) 'dem nota anterior.
261

12. EXTINCION

Puede extinguirse por dos distintos medios :

12.1. Revocación.

El compromiso de fusión puede dejarse sin efecto


si aún no se ha otorgado el acuerdo definitivo, siempre
que no cause perjuicio a las sociedades, los socios o ter-
ceros. Por lo tanto para ser procedente es necesario que
se den ambos extremos, por lo demás tratándose de un
acuerdo de partes, debe ser resuelto por las asambleas
de las sociedades participantes con las mayorías nece-
sarias para la aprobación del compromiso de fusión
(art. 86) (12).

12.2. Rescisión.

La rescisión procede hasta el otorgamiento del acto


definitivo, debe ser demandada por una de las socieda-
des en la jurisdicción donde se perfeccionó el compro-
miso y debe mediar siempre justo motivo, circunstancia
ésta que queda librada a la apreciación judicial (art. 87).

Escisión

13. CONCEPTO

La ley ha previsto este instituto en las distintas


modalidades que presenta, su concepto unitario ha sido
formulado en los siguientes términos : "Es el instituto
del derecho societario por el que una o más sociedades,
que no se disuelven, previa reducción de su capital social,
destinan parte de su activo patrimonial a la constitu-

( ) ZALDÍVAR y otros> ob. cit., p. 160.


262

ción de una sociedad, o a su incorporación a una sociedad


preexistente, pasando los socios de la sociedad o so-
ciedades escindidas a ser socios de la nueva o preexis-
tente" ( ").
A este concepto se le puede observar que no nece-
sariamente debe reducirse el capital social y que pueden
ser objeto de la escisión no sólo bienes sino también obli-
gaciones (14).

14. MODALIDADES

Conforme a la descripción del artículo 88 caben las


siguientes :
14.1. Escisión incorporación.
Se ha dado en llamar así a la que se produce
(1')

cuando la sociedad o sociedades escindidas destinan


parte de su patrimonio a otra sociedad preexistente.
14.2. Escisión fusión.
Se denomina así a la que se produce cuando la
(16)

sociedad o sociedades escindidas con parte de su patri-


monio concurren con otra sociedad a la formación de
una nueva.
14 . 3 . Escisión constitución.
Se denomina de esta manera ('') cuando la socie-
dad escindida destina parte de su patrimonio a la for-
mación de una nueva sociedad.
( 3 ) COLOMBRES, ob. cit., p. 192.
(14) ZALDÍVAR y otros, ob. cit., p. 166.
( '5 ) ZALDÍVAR y otros, ob. cit., p. 171.
( 16 ) ZALDÍVAR, ob. cit. (aunque invierte los vocablos).
.(17) CoLomunEs, ob. cit., p. 193.
263

15. EFECTOS
15.1. En cuanto a la sociedad.

15.1.1. Decisión de la sociedad: Es la sociedad co-


mo persona jurídica, por medio de sus órganos, la que
la decide, y no los socios que la integran. Las mayorías
para la resolución son las mismas que se puntualizaron
en la fusión.
15.1.2. Disminución patrimonial: La escisión con-
lleva el desprendimiento de una parte del patrimonio,
lo que importa una disminución o merma del de la so-
ciedad escindida en cuanto destina una parte de él a la
escisión.
La definición transcripta de este instituto, señala
en este aspecto que el desprendimiento de una parte
de su "activo patrimonial", como la expresión activo
en la técnica contable, significa bienes de propiedad de
la sociedad; se niega la posibilidad de transmitir tam-
bién deudas, mas como la ley refiere a "parte de su pa-
trimonio" debe entenderse, conforme al concepto de pa-
trimonio (puntualizado en el capítulo de capital), que
puede consistir no solamente en bienes sino también en
obligaciones (18) ; tal puede ocurrir cuando una socie-
dad dedicada a dos o más actividades se desprende de
una de ellas para formar otra sociedad, destinando no
sólo los bienes afectados a esa actividad, sino también
las obligaciones generadas por la misma.
15.1.3. Reducción de capital: "La escisión impor-
ta reducción proporcional del capital", expresa la ley,
pero si bien ese efecto es normal debe admitirse que no

( ) ZALDÍVAR, ob. cit., p. 188.


264

es necesario que ello ocurra puesto que existe la posibi-


lidad del desprendimiento de reservas libres o utilida-
des, en cuyo caso no correspondería tal reducción.
15.1.4. Disolución: No se produce la disolución
de la sociedad escindida como ocurre en el caso de la
fusión.
15.2 . En cuanto a los socios.
15.2.1. Derecho a participar en la nueva sociedad
o en la incorporante: Esta participación es proporcio-
nal a la que tienen en la sociedad escindida, de manera
tal que las acciones, partes de interés o cuotas de la
nueva sociedad o de la que ya existe se adjudican a los
socios en tal proporción y no a la sociedad.
15.2.2. Derecho a separarse de la sociedad: Me-
diante el ejercicio del derecho de receso.

15.3. En cuanto a los terceros.


Les otorga a los acreedores el derecho a solicitar
la cancelación de la deuda o que se les garantice el cum-
plimiento, igual que en el caso de fusión.

16. PROCEDIMIENTO

El procedimiento está reglado según las modalida-


des de la escisión con remisión a lo establecido en los
casos de fusión y transformación.
16.1. Escisión incorporación y escisión fusión.
A estos casos se les declara aplicable lo previsto en
los artículos 83,85,86 y 87.
265

16.1.1. Compromiso de escisión: El que deberá


reunir todos los requisitos señalados en el punto 10.1
de fusión.

16.1.2. Balance de escisión: También debe reunir


las exigencias señaladas en el punto 10.3. de fusión.
16.1.3. Publicidad: La señalada en el punto 10.4.
de fusión.

16.1.4. Acuerdo definitivo: Nos remitimos al pun-


to 10.5. de fusión.

16.1.5. Conformidad administrativa.: Nos remiti-


mos al punto 10.6. de fusión.

16.1.6. Inscripción: Ver 10.7. de fusión.

16.2. Escisión constitución.

A este caso se le declara aplicable el procedimien-


to previsto en los artículos 78,79 y 83, inc. 1., 2 y 4.

16.2.1. Compromiso de escisión: Como en este ca-


so aún no tenemos dos sociedades sino una sola que se
propone crear otra, se trata de un acto unilateral que
en lo demás debe cumplir los requisitos puntualizados
en el punto 10.1.. de fusión.
16.2.2. Balance de escisión: Ver punto 10.3. del
capítulo de fusión.
16.2.3. Conformidad administrativa: Ver punto
10.6. de fusión.
16.2.4. Inscripción: Ver punto 10.7. de fusión.
266

NORMAS RELATIVAS A TRANSFORMACION, FUSION


Y ESCISION

I. TRANSFORMACION

Capital Federal: Res. 5/74 art. 1 (TO 1.13.1.) deroga Res. 12/73.
Santa Fe: Res. 192/74 - W.
Buenos Aires: Disp. s/n9/77 - 7.6.2. y 8.2. - D.T.R. 5/78.
Chaco: Disp. 52/73.

II. FUSION

Capital Federal: Res. 5/74 art. 2 (TO 1.14.1. y 1.14.2.) deroga 10/73.
Santa Fe: Res. 192/74, V.
Buenos Aires: Disp. s/n9/77 art. 7.6.3. y 8.3. - DTR 5/78.
Chaco: Res. 50/73.

ESCISION
Capital Federal: Res. 5/74 arts. 3 y 4 (TO 1.15.1.) deroga Res. 21/73.
Res. 16/74.
Santa Fe: Res. 192/74 anexo VI.
Buenos Aires: Disp. 15/74, Disp. s/n9/77 art. 7.6.4. y 8.4.
Ver advertencia supra p. 37.
Capítulo XVIII. — REQUISITOS FISCALES 267

1. Provincia de Santa Fe 268


1.1. Impuestos de Sellos 268
1.1.1 . Actos gravados 268
1.1.2. Monto del impuesto 268
1.1.3. Plazo para el pago 268
1.1.4. Modos de acreditar el pago 269
1.1.5. Exenciones 270
1.2 . Tasa de actuación administrativa 270

1.3 . Tasa anual de inspección 270

2. Capital Federal 271

2.1. Impuesto de sellos 271

2.1.1. Actos gravados 271

2.1.2. Base imponible 271

2.1.3 Plazo de pago 271

2.1.4 . Monto del impuesto 272

2.2. Otros requisitos fiscales 272

3. Provincia de Buenos Aires 272
3.1. Impuestos de sellos 272
3.1.1 . Actos gravados 272
3.1.2 . Base imponible 273
3.1.3 . Plazo de pago 273
3.1.4. Monto del impuesto 273
3.2 Otros requisitos fiscales 273

4. Provincia de Mendoza 273

4.1 . Impuesto de sellos 273


4.1.1. Actos gravados 273
4.1.2 Base imponible 274
4.1.3. Plazo de pago 274
4.1.4 . Monto del impuesto 274
4.2. Otros requisitos fiscales 274

5. Prov inda di Entre Ríos 274

5.1. Impuesto do sellos 274


5.1.1. Actos gravados 274
5.1.2. Base imponible 275
5.1.3. Plazo de pago 275
5.1.9 . Monto del impuesto 275
5.2. Otros requisitos fiscales 275

6. Provincia de Córdoba 276

6.1. Impuesto de sellos 276


6.1.1. Actos gravados 276
6.1.2. Base imponible 276
6.1.3. Plazo de pago 276
6.1.4. Monto del impuesto 276
6.2. Otros requisitos fiscales 276

7. Provincia de Corrientes 277

7.1. Impuesto de sellos 277


7.1.1. Actos gravados 277
7.1.2. Base imponible 277
7.1.3. Plazo de pago 277
7,1.4. Monto del impuesto 277
7.2. Otros requisitos fiscales 277
8. Provincia del Chaco 278
8.1. Impuesto de sellos 278
8.1.1. Actos gravados 278
8.1.2. Base imponible 278
8.1.3. Plazo de pago 278
8.1.4. Monto del impuesto 278
8.2. Otros requisitos fiscales 278
Capítulo XVIII

REQUISITOS FISCALES

Summixo: 1. Provincia de Santa Fe. 1.1. Impuesto de sellos. 1.1.1.


Actos gravados. 1.1.2. Monto del impuesto. 1.1.3. Plazo para el
pago. 1.1.4. Modos de acreditar el pago. 1.1.5. Exenciones 1.2.
Tasa de actuación administrativa. 1.3. Tasa anual de inspección.
2. Capital Federal. 2.1. Impuestos de sellos. 2.1.1. Actos grava-
dos. 2.1.2. Base imponible. 2.1.3. Plazo de pago. 2.1.4. Monto
del impuesto. 2.2. Otros requisitos fiscales. 3. Provincia de Buenos
Aires. 3.1. Impuesto de sellos. 3.1.1. Actos gravados. 3.1.2. Ba-
se imponible. 3.1.3. Plazo de pago. 3.1.4. Monto del impuesto.
3.2. Otros requisitos fiscales. 4. Provincia de Mendoza. 4.1. Im-
puesto de sellos. 4.1.1. Actos gravados. 4.1.2. Base imponible.
4.1.3. Plazo de pago. 4.1.4. Monto del impuesto. 4.2. Otros re-
quisitos fiscales. 5. Provincia de Entre Ríos. 5.1. Impuesto de se.
lbs. 5.1.1. Actos gravados. 5.1.2. Base imponible. 5.1.3. Pla-
zo de pago. 5.1.4. Monto del impuesto. 5.2. Otros requisitos fis-
cales. 6. Provincia de Córdoba. 6.1. Impuesto de sellos. 6.1.1.
Actos gravados. 6.1.2. Base imponible. 6.1.3. Plazo de pago.
8.1.4. Monto del impuesto. 6.2. Otros requisitos fiscales. 7.
Provincia de Corrientes. 7.1. Impuesto de sellos. 7.1.1. Actos gra-
vados. 7.1.2. Base imponible. 7.1.3. Plazo de pago. 7.1.4. Mon-
to del impuesto. 7.2. Otros requisitos fiscales. 8. Provincia del
Chaco. 8.1. Impuesto de sellos. 8.1.1. Actos gravados. 8.1.2.
Base imponible. 8.1.3. Plazo de pago. 8.1.4. Monto del impues-
to. 8.2. Otros requisitos fiscales.

La ley 19.550 (art. 1(37) declara que los contratos


constitutivos y sus reformas deben ser presentados ante
la autoridad de contralor a fin de que se verifique el
cumplimiento de los requisitos legales y fiscales. Los
primeros ya han sido desarrollados en el Capítulo IX
y XVI a los cuales remitimos. Respecto de los requisi-
268

tos fiscales las provincias han dictado normas deter-


minando los actos o contratos gravados con impuestos,
como también tasas que deben abonar las sociedades
como retribución de los servicios que se les prestan.

1. PROVINCIA DE SANTA FE

1.1. Impuesto de s(llos,

De acuerdo a lo preceptuado por el artículo 202


del Código Fiscal de la Provincia de Santa Fe, en la
presentación ante la Inspección debe justificarse el in-
greso del impuesto de sellos.

1.1.1. Actos gravados: Están gravados por este


impuesto:
a) Los contratos constitutivos;
b) Los aumentos de capital;
e) Las transformaciones (ver art. 23, inc. 5 b, Ley
Impositiva anual)
d) Cambio de denominación (art. 202 Código Fiscal) ;
e) Cambio de objeto.

1.1.2. Monto del impuesto: Para los casos pre-


vistos en 1.1.1., a), c), d) y e), el impuesto es del 8 por
mil del capital social.
En los casos de aumento de capital, el 8 por mil
se calcula sobre el monto del aumento.

1.1.3. Plazo para el pago: El pago del impuesto


de sellos debe ingresarse dentro de los sesenta días há-
biles posteriores a la realización del acto gravado (ar-
tículo 203 y 97 del Código Fiscal).
269

En caso de que el trámite administrativo se iniciare


antes del vencimiento del plazo citado, igualmente, en
función de lo dispuesto por el artículo 203 del Código
Fiscal, deberá acreditarse el pago ante la AUtoridad de
Control, en el momento de la presentación.
Cuando el impuesto fuere ingresado fuera de tér-
mino, será abonado el recargo, que consiste en un im-
porte igual al duplo del monto del impuesto con más
reajuste cuando existiere presentación espontánea, o al
quíntuplo si fuere por intimación de la Dirección Gene-
ral de Rentas o verificación sin resistencia, salvo los
supuestos contemplados por el artículo 232 del Código
Fiscal.
1.1.4. Modos de acreditar el pago: El pago del
impuesto debe ajustarse a lo dispuesto en el artículo
225 del Código Fiscal, que en su parte pertinente expre-
sa que "el cumplimiento de la obligación de pago se jus-
tificará con el sello fechador del Banco Provincial de
Santa Fe y se ajustará a las siguientes normas :
a) Extendiendo los instrumentos en el papel sellado
con el valor respectivo ;
b) Habilitando con estampillas fiscales los instru-
mentos extendidos en papel simple o en sellado
de menor valor ;
e) Por medio de timbrado especial efectuado por
la impresión oficial de formularios u otros pa-
peles".
Debe tenerse en cuenta que cada hoja del instru-
mento deberá ser repuesta a tenor de lo indicado por
los artículos 225, 228 y 229 del Código Fiscal y 27 de
la Ley Impositiva anual.
También están gravadas por el impuesto de sellos
las certificaciones notariales.
270

1.1.5. Exenciones: Están exentos del pago del im-


puesto de sellos :
a) Los actos señalados en 1.1.1. de aquellas socie-
dades comprendidas en el régimen de promoción indus-
trial regulado por la ley 6.410 y sus modificatorias, aun
cuando todavía no se le hubiere acordado el beneficio
de la exención impositiva. En estos casos deberá acom-
pañarse la constancia que expida la Dirección General
de Industrias en la que se acredite la iniciación del trá-
mite de exención impositiva o en su defecto la certifi-
cación definitiva otorgada por esa Dirección (art. 8, in-
ciso e) y Resolución 1806 de la Dirección General de
Rentas ;
b) Los aumentos de capital que provengan de re-
valúos previstos en la ley 19.742 y sus modificatorias,
conforme lo acuerda la ley 6917. Para que esta exención
sea admitida debe agregarse la constancia expedida por
la D. G. R a tenor de lo establecido por la Resolución
422 / 73 .
1.2. Tasa de actuación administrativa.
Está regida por el artículo 39, inciso 8 y su monto
es fijado en función de los capitales sociales respecti-
vos. No se reproducen en este texto los montos y esca-
las en razón de su variabilidad, por lo que remitimos
a la norma citada más arriba.
Se aplica para los casos de constitución, reforma,
transformación, fusión y escisión de sociedades, no así
a las adecuaciones de estatutos a las normas de la ley
19.550 ni a los revalúos contables.
1 .3. Tasa anual de inspección.
El mismo artículo 39, inciso 8, de la Ley Impositi-
va prevé el pago de la Tasa anual de inspección cuyo
pago deberá ser acreditado ante la Inspección General
271

de Personas Jurídicas y la constancia será agregada al


legajo de la sociedad. Si su pago no estuviese al día,
el Organo de Control condiciona la prosecución de to-
dos los trámites a su pago.
Su monto es equivalente al de la tasa de actuación.

2. CAPITAL FEDERAL

2.1. Impuesto de sellos.

2.1.1. Actos gravados: La ley nacional de Impues-


to de Sellos (t.o. 1977) grava a los contratos de socie-
dad y sus ampliaciones. Las transformaciones y reorga-
nizaciones de sociedades o fondos de comercio están
exentas siempre que no se prorrogue la. duración de la
sociedad primitiva, subsistente o de la nueva sociedad,
según corresponda respecto a la de mayor plazo de las
que se reorganicen (art. 16 inc. c, art. 24 y art. 40).
2.1.2. Base imposible: El impuesto se determina
sobre el capital social, con prescindencia de la natura-
leza y ubicación de los bienes que lo integren. En los
casos de ampliación del capital social sólo está gravada
la parte correspondiente al aumento, excepto que se
prorrogue el plazo de duración, en cuyo supuesto se
abonará sobre el total del capital (art. 24).

2.1..3. Plazo de pago: El artículo 25 de la ley na-


cional de sellos dispone que "las sociedades de capital
abonarán el impuesto sobre el capital en el momento y
por el monto de la suscripción. En los casos de consti-
tución por suscripción pública la suscripción se consi-
dera. perfeccionada en el momento de ser labrada el
acta de asamblea constitutiva".
272

2.1.4. Monto del impuesto: Los actos menciona-


dos en 2.1.1. están sujetos al impuesto proporcional del
10 % sobre el monto imponible respectivo.

2.2. Otros requisistos fiscales.


Al iniciarse el trámite de conformidad admi-
nistrativa debe abonarse una. "tasa. de constitu-
ción" que percibe la Inspección General de Per-
sonas Jurídicas por los servicios que presta, la que por
Resolución Nq 71/79 del Ministerio de Justicia de la
Nación se fijó en $ 33.000 actualizables periódicamente
en función de la variación del índice de precios mayo-
ristas - nivel general, tomándose como base el índice co-
rrespondiente al mes de diciembre de 1977 (art. 8, de-
creto 1547/78). Igualmente las sociedades por acciones
deben abonar en concepto de "tasa anual" un importe
que es variable de acuerdo con el capital suscripto y
actualizable en la forma mencionada en el párrafo an-
terior (art. 3, decreto 1.547/78 y art. 2, Resolución M. J.
71/79) .

3. PROVINCIA DE BUENOS AIRES

3.1. Impuesto de Sellos.


3.1.1. Actos gravados: Están gravados con el Im-
puesto de Sellos, la constitución y las ampliaciones del
capital social (art. 24 y 28, ley 9420), en cambio se
encuentra exenta la fusión por absorción, la escisión
y la transformación en tanto no se aumente el capital
social, no se sustituya el elenco de socios y no se prorro-
gue o disminuya el plazo de duración (art. 44, inc. 9,
ley 9420).
273

3.1.2. Base imponible: Está constituida por el


monto del capital social en el acto constitutivo o el
ampliado en el caso de su reforma (art. 25, ley 9420 de
Impuesto de Sellos).
3.1.3. Plazo de pago: Como el acto constitutivo
debe ser elevado necesariamente a escritura pública, el
impuesto se abona en el momento en que el capital o
su ampliación se haga constar en ella (art. 52, ley
9420).
3,1.4. Monto del impuesto: El importe es del 10
por mil por la constitución o la reforma (art. 17, inc..
a, ley 9420).

3. 2. Otros requisitos fiscales.

Además se deben abonar sumas fijas en concepto


de tasas retributivas de servicios por Servicios de con-
trol, de control de la constitución y de reformas, que
varía si se trata o no de sociedades anónimas y en co-
mandita por acciones incluidas dentro del artículo 299
de la ley 19.550 (art. 15. B. 1.2. y 3. Ley 8715).
Por otra parte, y de acuerdo con el artículo 11 del
decreto 2951, la Dirección de Personas Jurídicas previo
al otorgamiento de la autorización para cada asamblea
anual de sociedades, exigirá el comprobante de pago de
estas tasas.

4. PROVINCIA DE MENDOZA

4 . 1. Impuesto de Sellos.

4.1.1. Actos gravados: Están gravados con el im-


puesto de sellos (art. 223 Código Fiscal):
274

— Acto constitutivo.
— Aumentos de capital.
—Fusión, escisión y transformación.
4.1.2. Base imponible: La base de imposición es el
monto del capital e igualmente en todo aumento del
mismo. En los casos de fusión, escisión y transforma-
ción lo es el capital de la nueva sociedad.
4.1.3. Plazo de pago: El plazo para el pago del
impuesto de sellos es de treinta días hábiles desde el
día siguiente al del otorgamiento del acto (art. 250
Código Fiscal), sin embargo en su último párrafo el
artículo 223 ya citado expresa que debe pagarse en el
momento que lo hagan valer ante cualquier autoridad
administrativa o judicial.
4.1.4. Monto del impuesto: La Ley Impositiva
grava con el 16 9,50 la constitución, aumentos de capital,
fusión, escisión y transformación (art. 11, inc. 6. b).

4.2. Otros requisitos fiscales.

A este importe hay que agregar una reposición en


concepto de foja de actuación, cuyo monto fija anual-
mente la Ley Impositiva.

5. PROVINCIA DE ENTRE RIOS


5.1. Impuesto de Sellos.

5.1.1. Actos gravados: Se encuentran gravados


con el impuesto de sellos los siguientes actos (art. 23
Ley Impositiva) :
275

a) Actos constitutivos:
— Solicitud de aprobación de sociedades anónimas
o en comandita por acciones.

19) Reformas
— Por la solicitud de reformas de actos consti-
tutivos.

e) Por los servicios de control e inspección, se pagará


con la presentación de balances.

d) Por autenticación de copias de estatutos.

5.1.2. Base imponible: Constituye la base impo-


nible el capital social.

5.1.3. Plazo de pago: El impuesto de sellos debe


ser cumplimentado dentro de los quince días de efec-
tuado el acto (art. 53 del decreto n° 930/77).

5.1.4. Monto del impuesto: En los casos de actos


constitutivos y sus reformas el importe a pagar es del
1/2 %o del capital social, fijando la ley impositiva un
importe mínimo.

5.2. Otros requisitos fiscales.

Por los servicios de inspección y control el importe


a pagar es del 1/4 %o fijando una suma mínima y otra
máxima.
También corresponde abonar una suma por foja de
actuación administrativa (art. 21.1. de la Ley Imposi-
tiva).
276

6. PROVINCIA DE CORDOBA

6.1. Impuesto de Sellos.


6.1.1. Actos gravados: Tratándose de sociedades
de capital, el instrumento gravado es el acta fundacio-
nal (art. 184 Código Fiscal).

6.1.2. Base imponible: La base imponible es el


monto del capital social, cualquiera sea la forma y tér-
minos estipulados para aportarlos y la naturaleza y
ubicación de los bienes.

6.1.3. Plazo de pago: El impuesto de sellos debe


ser cumplimentado dentro de los treinta días hábiles
del otorgamiento (art. 204 Código Fiscal).

6.1.4. Monto del impuesto: Por toda solicitud de


verificación de los requisitos legales y fiscales se abo-
nará un importe equivalente al 6 %o (art. 21, inc. 11,
Ley Impositiva). En los casos en que la constitución
se efectúa sobre la base de transformación, fusión o
escisión se abona el porcentaje mencionado con más un
adicional que fija la ley impositiva.

6.2. Otros requisitos fiscales.

Además el artículo 30, incisos f y j, fija una repo-


sición en concepto de foja de actuación y otra de solici-
tud de concesión de personería, pagándose también por
los servicios prestados por la Inspección de Sociedades
Jurídicas sumas fijas en concepto de tasas por:
— Certificación de actas, copias de actuaciones en ge-
neral y estatutos.
— Certificados de autoridades, de personería, de
asamblea extraordinaria, de asamblea ordinaria.
277

— Derecho de inspección anual.


— Derecho de reforma de estatutos.
— Rubricación de libros.
Estas reposiciones se encuentran fijadas en el ar-
tículo 45 de la Ley Impositiva.

7. PROVINCIA DE CORRIENTES
7.1. Impuesto de Sellos.
7.1.1. Actos gravados: Se encuentran gravados la
constitución o ampliación del capital (art. 178 y 182
Código Fiscal).
7.1.2. Base imponible: En el caso de sociedades
anónimas lo constituye el importe del capital suscripto
o la ampliación (art. 181 Código Fiscal).
7.1.3. Plazo de pago: El impuesto de sellos debe
ser satisfecho dentro de los diez días hábiles a contar
desde el día siguiente del otorgamiento del acto. En el
caso de actos y contratos sujetos a la aprobación de
una autoridad administrativa o judicial, el plazo para
reponer comenzará a regir el día siguiente de dicha
aprobación (art. 198 Código Fiscal).
7.1.4. Monto del impuesto: En los casos de consti-
tución, ampliaciones de capital, prórroga y transforma-
ción el importe es del 10L incluido gravamen de ca-
rátula (art. 9, inc. 30 a), b) y d) y 16 a. 4) y 6) de
la Ley Tarifaria).
7.2. Otros requisitos fiscales.
También se abona una tasa general y de actuación
ante la administración como también una sobretasa para
278

autorización de aumento de capital o prórroga (art. 15,


inc. 2. b Ley Tarifaria) y una tasa por cada inspección
anual a toda sociedad domiciliada en la provincia (art.
16 a) 1. Ley Tarifaria).

S. PROVINCIA DEL CHACO

8 . 1. Impuesto de Sellos.

8.1.1. Actos gro rados : Constituyen actos grava-


dos la constitución, ampliación de capital o prórroga.
8.1.2. Base imponible: Está compuesta por la
constitución, ampliaciones de capital, prórrogas y trans-
formación (arts. 184 y 196 del Código Fiscal).
8.1.3. Plazo de pago: El impuesto de sellos debe abo-
narse dentro de los 30 días contados desde el siguiente
de su otorgamiento. En el caso de actos y contratos
sujetos para su validez a la aprobación de una autori-
dad administrativa o judicial, el plazo comenzará a re-
gir desde el día siguiente de dicha operación (art. 214
del Código Fiscal).
8.1..4. Monto del impuesto: Se abona por la consti-
tución, ampliaciones de capital o prórroga el importe
del 10 en concepto de impuesto de sellos.

8.2. Otros requisitos fiscales.

Debe pagarse también una sobretasa de actuación


administrativa (art. 31 Le-y Tarifaria).
Además se abona tasa por fojas de actuación, por
carátula y un derecho anual de inspección dividido en
tres categorías, según el importe del capital (art. 30
Ley Tarifaria).
Capitulo XIX. — DOCUMENTACION Y CONTABILIDAD . 279

1. Libros obligatorios 279


2. Método de contabilidad 280
3. Periodicidad 280
4. Estados contables 281
5. Utilización de medios mecánicos 283
Normas relativas a documentación y contabilidad 288
Bibliografía especializada 288
Capítulo XIX

DOCUMENTACION Y CONTABILIDAD

SUMARIO: I. Libros obligatorios. 2. Método de contabilidad. 3. Periodi-


cidad. 4. Estados contables. 5. Utilización de medios mecánicos.

La Sección IV - De la documentación y contabi-


lidad - regula en los artículos 61 a 65 las normas que
rigen en materia de presentación de estados contables
de las sociedades por acciones. En los artículos 61 y 62
se establecen los principios generales sobre la forma de
llevar la contabilidad, libros obligatorios, posibilidad
de empleo de medios mecánicos u otros para la regis-
tración de las operaciones sociales y normas de carác-
ter general referidas a la exposición de partidas o mon-
tos según su importancia relativa.

1. LIBROS OBLIGATORIOS

Respecto de los libros obligatorios remite a lo nor-


mado en el Código de Comercio (art. 44), con la ate-
nuación de la obligatoriedad de las registraciones en
el libro Diario, al permitir que los asientos se efectúen
en forma global y que no comprendan períodos mayo-
res de un mes.
280

2. METODO DE CONTABILIDAD

La ley no exige la observancia de un determinado


método de contabilidad, de la lectura del articulado que
trata el terna no surge pauta alguna sobre el método
contable; tampoco da normas para el relevamiento
para la valuación del patrimonio de la sociedad. Lo
mismo puede decirse de la Resolución NI> 1/73 de la
I.P.G.J. de la Capital Federal —cuyo modelo tipo en
determinado período fue de aplicación, o al menos adop-
tado en todo el país—, que en sus Instrucciones y Nor-
mas Generales (punto IIT) establece que "el requeri-
miento del modelo tipo no supone la aplicación de de-
terminado régimen contable" (' ).
Entendernos que, sin referirse específicamente al
terna, la ley sostiene la aplicación del método de la
partida doble, y ello es así por las siguientes razones:
a) Por la exigencia de presentación del Estado de
Resultados, puesto que la cuenta de Ganancias
y Pérdidas es propia de dicho método;
Ir) porque en el artículo 61 se hace mención a que
el método de contabilización ha de permitir la in-
dividualización de las cuentas deudoras y acree-
doras y su posterior verificación, lo que sólo es
posible con la utilización del libro Mayor, propio
de este sistema.

3. PERIODICIDAD

En cuanto al período que deben abarcar o la pe-


riodicidad con que deben ser confeccionados, el artícu-
lo 62 da el principio general al exigir que las socieda-
' ) Resolución N9 1/73 de la IGPJ de Capital Federal - Instrucciones.
281

des por acciones presenten los estados contables anuales


regulados por los artículos 63 a 65, que se complementa
con las disposiciones del artículo 6B que señala que no
pueden aprobarse ni distribuirse dividendos que no
provengan de ganancias resultantes de estados conta-
bles confeccionados de acuerdo con la ley (es decir
anuales) y 234 que establece que la Asamblea Ordina-
ria debe ser convocada dentro de los cuatro meses del
cierre del ejercicio para considerar y resolver sobre la
.aprobación de los estados contables que someta a su
decisión el directorio.
La conclusión no puede ser otra que los estados
contables deben confeccionarse al finalizar cada ejer-
cicio y que cada ejercicio comprende un período de
'doce meses.

4. ESTADOS CONTABLES

Los estados contables básicos, son:


1. Balance General.
2. Estado de Resultados.
3. Estado de Resultados Acumulados.
4. Estado de Origen y Aplicación de Fondos, exi-
gencia que rige solamente para las sociedades in-
cluidas dentro del artículo 299.
Estos deben ser complementados con los siguientes
cuadros anexos y notas :

a) Notas complementarias referidas a:


— Bienes de disponibilidad restringida.
Activos gravados.
— Criterio de valuación de los bienes de cambio.
282

— Procedimiento adoptado para la revaluación o


devaluación de activos.
— Cambios en los procedimientos contables o de
confección de los estados contables, respecto
al ejercicio anterior.
— Acontecimientos posteriores al cierre del ejer-
cicio que pudieran modificar significativamen-
te los estados contables cerrados en esa fecha.
— Resultados de operaciones con sociedades con-
troladas, vinculadas o controlantes.
— Restricciones contractuales a la distribución de
ganancias.
— Monto de avales y garantías a favor de terceros.

b) Cuadros Anexos referidos a:


— Bienes de Uso.
— Bienes Inmateriales.
— Inversiones en títulos valores y participaciones
en otras sociedades.
— Previsiones y Reservas.
— Costo de las mercaderías o productos vendidos.
— Activos y pasivos en moneda extranjera.

e) Memoria.
Las autoridades de control han dictado normas
adoptando modelos de presentación de estados conta-
bles, tales como la Resolución N9 1/73 de la I.G.P.J. de
Capital Federal, la Resolución N9 25/77 de la Dirección
de Personas Jurídicas del Chubut, la Resolución núme-
ro 68/73 de la I.G.P.J. de Tucumán, el Decreto 3634/76
de la Inspección General de Sociedades de Mendoza.
283

Los organismos profesionales también han dispues-


to fórmulas de cumplimiento obligatorio para los pro-
fesionales que nuelean. No obstante, varias autoridades
de control las han adoptado. Tales, la Resolución Téc-
nica N9 1 del Centro de Estudios Científicos y Técni-
cos, organismo dependiente de la Federación Argen-
tina de Consejos Profesionales en Ciencias Económicas,
en el caso de la Provincia de Santa Fe donde la
por Resolución N9 38/76 acepta la presentación de este
modelo. El Consejo Profesional de Ciencias Económi-
cas estableció el cumplimiento obligatorio para los pro-
fesionales matriculados en la provincia.
De acuerdo con este modelo, son estados contables
básicos:
1.. Estado de Situación patrimonial.
2. Estado de Resultados.
3. Estado de evolución del patrimonio neto (Capital,
Reservas y otros resultados acumulados).
4. Estado de origen y aplicación del capital de tra-
bajo (2).

5. UTILIZACION DE MEDIOS MECANICOS

La ley ha incorporado como novedad (art. 61) la


posibilidad del empleo de medios mecánicos para el re-
gistro de las operaciones mercantiles admitiendo de esta
manera, aunque parcialmente —ya que en la Exposi-
ción de Motivos alude a que no se consideró oportuno
permitirlo en forma amplia como es práctica en los paí-
ses anglosajones— los modernos sistemas de contabili-
zación, respondiendo ello también a una necesidad prác-
tica.

( 2) Resolución Técnica N9 1 del CECYT - Instrucciones.


284

Empero, su empleo está restringido a la autoriza-


ción del Juez de Registro, quien la otorga por resolu-
ción fundada en dictamen de la autoridad de contralor,
pudiendo prescindir de este dictamen cuando ya hubiere
antecedentes de su utilización, el que servirá de funda-
mento. En todos los casos el procedimiento se inicia
con la petición formulada por la sociedad.
Estos medios mecánicos de registración reempla-
zarán o complementarán los libros a que refiere el ar-
tículo 44 del Código de Comercio, con excepción del In-
ventario y Balances y del Diario, que debe conservarse
con asientos globales que no comprendan períodos ma-
yores de un mes. Con ello se introduce una modifica-
ción al artículo 45 deI Código de Comercio tendiente a
agilizar la obligatoriedad de las registraciones diarias,
posibilitando que éstas se efectúen con asientos globa-
les mensuales, quedando aquéllas a cargo de los medios
mecánicos que se autorizaren (3).
Pero, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 43
del Código de Comercio, la ley exige que el método de
contabilización debe permitir la individualización de
las operaciones y su posterior verificación, como tam-
bién sus cuentas deudoras y acreedoras, lo que significa
que la registración con asientos globales y mensuales
en el Diario, para que tengan validez y eficacia proba-
toria, deben contar con el respectivo respaldo docu-
mental. Este libro, se convierte de esta manera en una
especie de índice que atribuiría a la documentación que
se sintetiza en los asientos globales, una presunción
de sinceridad (4).
Es por ello que, dada la relevancia que tienen las
registraciones contables como medio de prueba, la fi-
( ) FARGOSI, Horacio P., Documentación y Contabilidad en la Ley de
Sociedades Comerciales, en Estudios de Derecho Societario, p. 88.
( 4 ) FAucosi, ob. cit.
285

jeza del asiento global se ratifica en consideración a


que siempre deberá existir el respaldo documental que
exige el artículo 43 del Código de Comercio, obviamente
aplicable. En consecuencia, los libros por los que puede
solicitarse autorización para el empleo de medios me-
cánicos u otros (la ley no aclara ni define a cuáles se
refiere con la expresión "u otros"), según la práctica
generalizada actual basada en el empleo del método de-
nominado "centralizador", que consiste en la apertura
del libro Diario en tantos Subdiarios (Caja, Deudores
Varios, Acreedores Varios, Obligaciones a Pagar, Cuen-
tas por Cobrar, Operaciones Bancarias, etc., a modo
de ejemplo) como sean necesarios de acuerdo a la na-
turaleza e importancia de las operaciones, y siendo obli-
gatorios e indispensables el Inventario y Balances y el
Diario (éste con la flexibilidad que introduce el artícu-
lo 61 de la ley), resulta que son los denominados Sub-
d arios.
El reconocimiento y ventajas del método centra-
lizador son innegables y la jurisprudencia ha receptado
esta práctica cuando ha expresado que los libros auxilia-
res son libros de comercio como todos los que refieren
a la contabilidad y permiten apreciar debidamente el
giro de los negocios (5) y que cuando las operaciones
comerciales a registrar son importantes, numerosas o
complejas no es posible llevar un Diario único minu-
ciosamente, siendo lícito efectuar las anotaciones en
varios libros complementarios (6).
Generalmente, los medios mecánicos consisten en
la utilización de máquinas de contabilidad de registro
directo, unitario o computadoras electrónicas, efectuán-
(5) C. Fed. Cap. del 13-5-1935, J. A., 50, p. 409, citado por ANAYA-
%Dm', Código de Comercio y leyes complementarias, t. II p. 22.
(6) Cárn. 2a C. C. La Plata del 22 - 11 - 1957, DJBA 53, p. 226, citado
por ANAYA-PODETTI, Código de Comercio y leyes complementarias, t. II,
p.28.
286

dose las registraciones en hojas movibles que, previa-


mente numeradas y rubricadas por el Juez de Comer-
cio, son encuadernadas constituyendo los Subdiarios
que han de servir de base para la registración sintética
en el Diario.
Con el objeto de unificar la documentación que de-
ben presentar las sociedades que soliciten autorización
para el empleo de medios mecánicos u otros, la I.G.P.J.
de la Capital Federal ha dictado las Resoluciones nú-
meros 3 y 4 del año 1974 (t. o. 1.12.9 y 1.12.10) donde,
a fin de analizar el sistema a utilizar, requiere:
a) Una exposición amplia del sistema por el que se
solicita autorización y sus diferencias con el sis-
tema anterior, a lo que agregará un diagrama
ejemplificando su uso.
b) Designación precisa de los libros donde se efec-
tuarán las registraciones, como también modelos
de las hojas donde se efectuarán éstas.
c) Demostración de que el método permite la indi-
vidualización de las operaciones, las cuentas deu-
doras y acreedoras y su verificación con la docu-
mental de respaldo.
d) Demostración técnica del grado de inalterabilidad
de las registraciones, considerando que son siste-
mas aceptables aquellos en los que las registracio-
nes se efectúan en hojas de papel consistente (mí-
nimo 20 grs.), con tinta indeleble según surjan del
procesamiento en máquinas de registro directo,
unitario o computadoras electrónicas. Respecto de
la rubricación de las hojas en las que se efectuará
la contabilización, se admiten dos alternativas:
1. Rubricación previa a la utilización, en cuyo caso
las hojas serán previamente numeradas y selladas.
287

2. Rubricación posterior a su utilización, siempre que


sean presentadas dentro de los veinte días corri-
dos posteriores al último día del mes a que co-
rresponden las registraciones.
Esta facultad de la autoridad de control es de apli-
cación no sólo en la Capital Federal, sino también en
aquellas provincias en las que las funciones registrales
corresponden al organismo administrativo por imperio
de las disposiciones de la ley 21.768.
En la provincia de Santa Fe, en la que se mantiene
el doble control de legalidad de las sociedades por ac-
ciones, se aplica el procedimiento dispuesto por el ar-
tículo 61. de la ley, es decir que la autorización la soli-
citan las sociedades al Juez de Registro, quien previo
dictamen de la sobre la viabilidad del sistema
propuesto resuelve, siendo en todos los casos en las ho-
jas sueltas o "sábanas" donde constará la registración,
previamente selladas, foliadas correlativamente y rubri-
cadas.
288

NORMAS RELATIVAS A DOCUMENTACION Y CONTABILIDAD

MEDIOS N1ECANICOS
Capital Federal: Res. 3/74 y 4/74 (TO 1.12.9 y 1.12.10).
ESTADOS CONTABLES

Capital Federal: Res. 1/73 (TO 1.12.1); Res. 20/72 (TO 1.12.4. )
TO 1.12.5.; TO 1.12.11.
Santa Fe: 192/74, A. VII, B) y Res. 38/76.
Buenos Aires: Disp. 21/76.
Córdoba: Res. 82/73.
Mendoza: Dec. 3634/76 deroga Dec. 2338/73.
Entre Ríos: Res. 3/72 y Res. 1/73.
Tucumán: Res. 68/73.
Chaco: Res. 46/73.
Ver advertencia supra, p. 37.

BIBLIOGRAFIA ESPECIALIZADA

BIONDI, Mario, Practicidad de la norma del art. 61 de la ley de socieda-


des comerciales. Derecho Empresario, t. 1V, pág. 302.
COBELAS, Vicente América, en Cuadernos de Derecho Societario, t. II,
pág. 457.
Capítulo XX. — ACTUALIZACION CONTABLE 289

1. Antecedentes de leyes generales de revalúo 294

2. Los revalúos técnicos 294

3. La ley 19.742 296


3.1. Sujetos 297
3.2. Coeficientes de actualización 299
3.3. Bienes susceptibles de actualización 300
3.3.1. Inmuebles 300
3.3.1.1. Excepciones 301

3.3.2. Bienes amortizables 301


3.3.3. Obras civiles o industriales en ejecución 301
3.3.4. Plantaciones, Yacimientos. Canteras. Minas 302
3.3.5. Hacienda hembra destinada a procreo 303
3.3.6. Activos y pasivos en moneda extranjera 303

4. Procedimiento de actualización 304


4.1. Requisitos que deben cumplir los bienes que pueden
actualizarse 304

4.2. Determinación del valor de origen 304


4.2.1. Bienes adquiridos en moneda extranjera 305
4.2.2. Entidades o fondos de comercio reorganizados 305
4.2.3. Casos especiales 306

4.3. Determinación del valor residual 307


4.3.1. Inmuebles 307
4.3.2. Bienes amortizables 307
4.3.3. Yacimientos, minas, canteras, plantaciones 307
4.4. Coeficiente de actualización. Valor residual actualizado 308
4.5. Determinación del saldo de actualización contable 308
4.5.1. Destino del saldo por actualización contable 309
4.6. Aprobación por la asamblea 311
4.7. Comunicación a la autoridad de contralor 311
4.8. Registración contable 312

5. Responsabilidades y penalidades por incumplimiento de la ley 312

Normas relativas a actualización contable 313


Capítulo XX
ACTUALIZACION CONTABLE
SUMARIO: 1. Antecedentes de leyes generales de revalúo. 2. Los reva-
lúas técnicos. 3. La ley 19742. 3.1. Sujetos. 3.2. Coeficientes de
actualización. 3.3. Bienes susceptibles de actualización. 3.3.1.
Inmuebles. 3,3.1.1. Excepciones. 3.3.2. Bienes amortizables.
3.3.3. Obras civiles o industriales en ejecución. 3.3.4. Plantacio-
nes. Yacimientos. Canteras. Minas. 3.3.5. Hacienda hembra desti-
nada a procreo, no considerada bien amortizable en las explotacio-
nes ganaderas de cría. 3.3.6. Activos y pasivos en moneda extran-
jera. 4. Procedimiento de actualización. 4.1. Requisitos que deben
cumplir los bienes que pueden actualizarse. 4.2. Determinación
del valor cle origen. 4.2.1. Bienes adquiridos en moneda extran-
jera. 4.2.2. Entidades o fondos de comercio reorganizados.
4.2.3. Casos especiales, 4.3. Determinación del valor residual.
4.3.1. Inmuebles. 4.3.2. Bienes amortizables. 4.3.3. Yaci-
mientos, minas, canteras, plantaciones. 4.4. Coeficiente de ac-
tualización. Valor residual actualizado. 4.5. Determinación del sal-
do de actualización contable. 4.6. Aprobación por la asamblea.
4.7. Comunicación a la autoridad de contralor. 4.8. Registración
contable. 5. Responsabilidades y penalidades por incumplimiento
de la ley.

Antes de entrar en el desarrollo específico de este


tema es necesario analizar, aunque sea de modo somero,
el problema que trae aparejada la información conte-
nida en los estados contables tradicionales en períodos
de inflación, ya que ésta es la fundamentación de la ac-
tualización. Es una cuestión que se encuentra ínti-
mamente vinculada a la determinación del objetivo de
la información contable, la que en su casi totalidad se
canaliza (o se expone) a través de los denominados Es-
tado de Situación Patrimonial y Estado de Resultados.
Por intermedio de estos estados contables se busca
determinar el resultado y exponer la situación patri-
290

monial de un ente a un momento determinado: la fecha


de cierre del ejercicio. La contabilidad como sistema
de información, elabora (o procesa) la información ele-
mental hasta obtener una información ordenada que se
expone en forma sintética en los estados contables. Para
la elaboración o procesamiento de la información ele-
mental emplea una serie de medios, respetando una serie
previa de pautas que son conocidas con el nombre de
principios de contabilidad generalmente aceptados, que
permiten que la información así obtenida sea útil para
la toma de decisiones por los usuarios de la misma
(internos o externos al ente).
Estos principios o guías de acción reconocen como
elemento homogeneizante de las operaciones o transac-
ciones que se resumen en los estados contables, a la
moneda, que al ser aceptada como común denominador
exigiría que su valor permaneciera invariable en el
tiempo. Los procesos inflacionarios, que esquemática-
mente se manifiestan con un alza continuada en el nivel
de precios, y su contrapartida la disminución del valor
de la moneda, atentan contra la confiabilidad de la in-
formación contenida en los estados contables. Ello es
así porque al suponerse un patrón de medida (la mo-
neda) estable, se expresan los distintos rubros patri-
moniales y de resultados en moneda de distinto poder
adquisitivo.
Es por esta razón que se han desarrollado y apli-
cado distintas soluciones que se pueden clasificar como
sigue:

Soluciones ,no integrales:

a) Estimación de los bienes de la empresa a valores


de mercado.
b) Contabilidad a dos monedas.
291

e) El registro operación por operación en moneda


estable.
d) La conversión de estados contables a moneda ex-
tranjera.
e) El método U.E.P.S. (L.I.F.0.).
f) La teoría de la existencia normal.
g) La formación de fondos de reposición.
h) La protección del capital en giro y la protección
"combinada".
i) Las leyes de revalúo contable.
j) Las liberalidades otorgadas al tratamiento de pér-
didas de cambio.

Solución integral:

El método de ajuste de todos los rubros del balance


y del estado de resultados, en base a coeficientes esta-
Mecidos en función de índices que miden o describen
la pérdida en el poder adquisitivo de la moneda, o como
se lo denomina sintéticamente: el método "integral".
A esta última cabría agregar la "Contabilidad a
valores corrientes", basada en la utilización de valores
económicos pero cuyo desarrollo no ha pasado hasta el
presente del plano doctrinario. Su profundización ha
sido tema de estudio en los últimos eventos profesio-
nales, tanto nacionales como internacionales (II Con-
greso Nacional para Profesionales en Ciencias Econó-
micas - Mendoza 1978; VIII Jornadas Rioplatenses
Ciencias Económicas - Mendoza 1976; XII Conferencia
Interamericana de Contabilidad - Vancouver, Canadá,
1977 y IX Jornadas de Ciencias Económicas del Cono
Sur - Santiago, Chile, 1978).
Todas estas soluciones han tenido en mira el resol-
ver o atenuar los efectos de las alteraciones de las ci-
292

fras asentadas en los registros contables de acuerdo


con las prácticas actuales que tienen su consecuencia di-
recta en los estados contables y que influirán también
en las decisiones de quienes los tomen como base infor-
mativa. Resulta oportuno hacer referencia a algunos de
los efectos que provoca la falta del ajuste del valor de
la moneda utilizada en estados e informes contables,
confeccionados conforme los principios de contabilidad
generalmente aceptados vigentes:
Las empresas se descapitalizan, cuando por vía de
dividendos, gratificaciones fijadas en base a resul-
tados, etc., distribuyen ganancias no ajustadas por
el efecto de la pérdida en el valor de la moneda es-
pecialmente cuando, como si se practicara el ajus-
te, tales ganancias podrían haberse reducido signi-
ficativamente o resultado inexistentes. Este despro-
pósito origina una inadecuada transferencia secto-
rial de ingresos.
El Fisco también impulsa la descapitalización em-
presaria cuando a través de la legislación impositi-
va, percibe a título de impuesto sobre ganancias no-
minales verdaderas porciones de capital, disminu-
yendo en consecuencia la fuente productora de los
ingresos. Asimismo, al proceder así, convalida la
inequidad en la distribución de la carga fiscal den-
tro del sector empresario, ya que aquélla incide de
manera diferente según sea la composición patri-
monial y la antigüedad en la gestión económica de
cada empresa.
Esta última consecuencia en cierta medida se ha
atemperado, con el dictado de la ley 21.894, que
permite el ajuste del resultado impositivo por in-
flación.
— Quienes se sirven de los datos emanados de estados
e informes contables que no contemplan el efecto
293

de la pérdida del poder adquisitivo de la moneda


reciben información deficiente y carente de las cua-
lidades necesarias como para optimizar el proceso
decisorio. Consecuentemente queda. anulada o sin-
gularmente restringida la utilidad que brindan los
informes y estados contables para:
a) Analizar la eficiencia de la gestión directiva;
b) participar en la formación de la contabilidad
nacional
e) evaluar la posibilidad del otorgamiento de cré-
ditos comerciales y financieros;
d) fundamentar decisiones sobre política fiscal;
e) decidir acerca de nuevas inversiones o posibles
"desinversimies";
f) determinar precios, tarifas, situación crediticia,
situación económica, etc.
Aquí no desarrollaremos las distintas soluciones,
excepción de las leyes generales de revalúo, por cuanto
su tratamiento en extenso excede el mareo del objetivo
propuesto.
Resta entonces considerar la posición adoptada por
los organismos de control sobre el tema de la actuali-
zación integral de los estados contables. Ninguna de
las autoridades de control nacionales (I.G-.P.J., Banco
Central de la República Argentina, Superintendencia
de Seguros de la Nación, Comisión Nacional de Valo-
res) ni provinciales han dictado normas expresas sobre
el tema, a excepción de la Inspección de Personas Ju-
rídicas de la Provincia del Chubut que dictó la Reso-
lución N9 40/77 cuyo contenido es coincidente con la
metodología y fundamentos de la Resolución Técnica
NQ 2 de la FACPCE, siendo en consecuencia la única
del país en que resulta obligatoria la presentación de
estados contables ajustados.
294

1. ANTECEDENTES DE LEYES GENERALES


DE REVALUO

Las leyes de carácter general de revalúo de activos,


anteriores a la sanción de la ley 19.742, tuvieron origen
fundamentalmente en disposiciones de carácter fiscal, a
la par que establecieron normas de carácter contable.
En nuestro país, se dictaron dos leyes de revalúo que
pretendían corregir las distorsiones que en el poder
adquisitivo de la moneda reflejan los estados contables.
Ellas fueron la ley 15.272 del ario 1959, que fue re-
glamentada por dos decretos : el N9 5438/60 que refería
a los aspectos impositivos, y el N9 6871/60 a los as-
pectos contables y la ley 17.335 del año 1967 que fue
reglamentada por el decreto N9 6276/67 que refirió a
los aspectos impositivos y contables del revalúo.
Carece de importancia en este momento, efectuar
un análisis de estas disposiciones, solamente diremos
que una de las características diferenciantes de ambas
con la ley 19.742 es que fueron del tipo de actualizacio-
nes por "única vez".

2. LOS REVALUOS TECNICOS

Esta fue una práctica a la que recurrieron las


empresas con mayor asiduidad antes de la sanción de
la ley 19.742, para atenuar los efectos del deterioro de
la moneda sobre los valores que se expresan en los es-
tados contables, y mejorar la información que ellos su-
ministran.
La I. G. P. J. de Capital Federal, en la Resolu-
ción N9 6/79 establece la documentación que deberán
acompañar las sociedades que solicitan la apro-
bación de los valores resultantes de la revaluación prac-
ticada fuera de las disposiciones de carácter general o
actualizaciones legales. En la Provincia de Santa Fe, la
295

T.G.P.J. es el organismo encargado de la aprobación de


tales revaluaciones, tal lo dispuesto en el artículo 39
del decreto 3810/74.
La revaluación, deberá ser aprobada por el órgano
de administración y por la respectiva asamblea, que
también decidirá sobre el destino del "Saldo de Revalúo
Técnico" o denominación similar que represente la dife-
rencia entre los valores residuales anterior y resultante
del revalúo practicado.
La mencionada Resolución X9 6/79 admite que di-
cho saldo se destine a una reserva o se capitalice, no
admitiendo su distribución como dividendo en efectivo.
En caso de formación de una reserva, sólo podrá desti-
narse a cubrir las mayores amortizaciones aplicables
al aumento de valor de los bienes revaluados, o se dis-
minuirá por enajenación o baja de dichos bienes, no pu-
diendo, en ningún caso, absorber pérdidas.
La I.G.P.J. de la Provincia de Santa Fe ha admi-
tido la capitalización del Saldo de Revalúo Técnico
sólo cuando la revaluación haya sido efectuada por un
perito oficial (por ejemplo: tasadores de inmuebles de
bancos oficiales), en caso contrario (Si la revaluación
fue efectuada por peritos no oficiales, como por ejem-
plo, ingenieros civiles o industriales, arquitectos, inge-
nieros mecánicos) sólo admite la formación de una re-
serva con los destinos mencionados en el párrafo an-
terior.
Una variante que se presenta es la referida al tra-
tamiento a dar al Saldo de Revalúo Técnico en aque-
llas sociedades que a la vez hayan practicado la actua-
lización de la ley 19.742. La I.G.P.J. de la Provincia de
Santa Fe sostiene que la reserva ha de contabilizarse
por la diferencia entre el Saldo de Actualización Con-
table y el del revalúo técnico efectuado, pudiendo éste
296

disminuirse anualmente hasta ser totalmente absorbido


por aquél.
Generalmente, los revaláos técnicos son efectuados
por única vez, pero nada obsta a que se practiquen en
forma anual y se solicite su aprobación a la autoridad
de control.
Respecto de los peritos, la I.G.P.J. exige que emi-
tan un informe preciso y detallado donde se justifique
el mayor valor de los bienes objeto del revalúo y les
determina una serio de incompatibilidades en el sen-
tido que no sean socios, administradores, síndicos, ge-
rentes ni se encuentren en relación de dependencia con
las sociedades interesadas.
La I.G.P.J. si lo estima conveniente, puede desig-
nar un perito oficial, tal como lo dispone el art. 4(1' de
la Resolución N9 6/79 y en la Provincia de Santa Fe,
el art. 39 del decreto N9 3S10/74.

3. LA LEY 19.742
Expresa el Mensaje de Elevación al P. E. que "re-
sulta. obvio remarcar la importancia que para todos los
sectores interesados tiene el hecho de conocer en forma
cierta y real la verdadera situación económico patrimo-
nial de las empresas...". Esta expresión de deseos puede
llevar a la creencia de que en las empresas que practi-
can la actualización de acuerdo con las disposiciones
de la ley 19.742, sus estados contables expresan los
efectos de la inflación. Ello no es así porque el meca-
nismo de la actualización que propone la ley 1.9.742 no
es más que una solución parcializada del problema de
la distorsión que experimenta la información contable
en épocas de aguda inflación, confeccionada de acuerdo
con los principios de contabilidad generalmente acepta-
dos tradicionales, reconocida por la ley.
297

No obstante, en su oportunidad, la ley 19.742 sig-


nificó un positivo paso adelante al implantar un proce-
dimiento de actualización anual y permanente utilizán-
dose un coeficiente homogéneo y relativamente repre-
sentativo del proceso inflacionario.
Hasta el presente, la solución integral es conside-
rada dentro del ámbito profesional como la metodología
más idónea para resolver las deficiencias apuntadas en
la información contable, o sea:
a) La medición de los distintos rubros que compo-
nen el patrimonio y los resultados en monedas de
distinto poder adquisitivo, y
b) La determinación del resultado del ejercicio no
incluye los que provienen de la exposición a. la
inflación de los activos y pasivos denominados mo-
netarios.
Estas soluciones integrales están desarrolladas en
el Dictamen IN" 2 del Instituto Técnico de Contadores
Públicos obligatorio en el ámbito del Consejo Profesio-
nal de Ciencias Económicas de la Capital Federal por
Resolución N9 105/7( y la Resolución Técnica N9 2 de
la. Federación Argentina de Consejos Profesionales en
Ciencias Económicas en el ámbito de los Consejos Pro-
fesionales adheridos a ella. En la Provincia de San-
ta Fe, esta última es de cumplimiento obligatorio, con
las salvedades en ella expresadas, para los profesiona-
les matriculados en el Consejo Profesional de Ciencias
Económicas, y en los balances cuyos ejercicios cierren
a partir del 19 de abril de 1978 (Resolución N9 3/77).

3.1. Sujetos

Básicamente, la ley 19.742 establece dos categorías


de sujetos obligados a practicar la actualización:
a) En razón de su actividad u objeto, según monto
298

de su capital social, o del importe de sus ingresos


anuales por ventas y/o servicios prestados, y
b) Los que sin encontrarse incluidos en estos supues-
tos, opten por efectuar la actualización.
Tiene como característica diferenciante de las leyes
15.272 y 17.335, la particularidad de que una vez prac-
ticada, ya sea por resultar obligatoria o por haberse
optado, deberá seguir efectuándose en los ejercicos pos-
teriores aun cuando en algunos de ellos no se alcancen
los límites de capital social o de facturación anual (ar-
tículo P).
Se encuentran incluidas dentro del inciso a), las
sociedades sujetas al control de la Comisión Nacional
de Valores, Banco Central de la República Argentina,
Superintendencia de Seguros o de la I.G.P.J., y las de-
nominadas sociedades de control permanente enuncia-
das en el artículo 299 de la ley 19.550, que son las que :
Hagan oferta pública de sus acciones o debentures.
— Tengan capital social superior a $ 500.000.000.
— Sean de economía mixta o sociedad anónima con
participación estatal mayoritaria.
— Realicen operaciones de capitalización, ahorro o en
cualquier forma requieran dinero o valores del pú-
blico con promesa de prestaciones o beneficios fu-
turos.
— Exploten concesiones o servicios públicos.
Se trate de sociedad controlante o controlada por
parte de otra sujeta a fiscalización, conforme a uno
de los incisos anteriores.
También están obligadas las sociedades por accio-
nes, cuando de sus estados contables surja que el monto
de ingresos por ventas y/o servicios prestados prove-
nientes de actividades habituales u operativas, excede
la suma de $ 30.000.000 anuales (art. 19 decr. 8626/72).
299

Para las demás sociedades por acciones que no en-


cuadren en alguna de las situaciones mencionadas, la
actualización es optativa.

3.9. Coe ficientes de actualizacián.


En su texto original el artículo 3Q de la ley 19.742
establecía que la actualización del valor residual de los
bienes se efectuaría aplicando el coeficiente de actuali-
zación a que se refiere el apartado 2 del artículo 69 de
la ley de Impuesto a los Réditos y la correspondiente
reglamentación (decreto 8626/72) establecía que la es-
cala de índices anuales aplicables a que se refiere el
apartado 2 del. artículo 70 de la ley 1L682 (t.. o. 1972),
sería actualizada por cada. titular para adecuarla al mes
de cierre del ejercicio.
Para ello, previamente se obtendría un coeficiente
corrector que era el resultante entre el índice de precios
mayoristas no agropecuarios del mes de cierre del ejer-
cicio, como numerador, y el promedio aritmético de la
suma de los índices de igual naturaleza correspondien-
tes al período tomado como base para calcular dicha
escala, como denominador. El resultado así obtenido
se multiplicaba por los índices de la citada escala (pu-
blicada por la D.G.I.) y el producto de esta operación
era el que se utilizaba para la actualización de los va-
lores residuales.
Dicha tabla traía índices trimestrales para los últi-
mos cinco años anteriores al de cierre del ejercicio (in-
clusive de éste), e índices anuales para el resto de la
tabla. La primera tabla publicada, que corresponde al
año 1972, traía en su totalidad índices anuales (Reso-
lución General N9 1447/72 de la D.G.I.).
Con posterioridad, la reglamentación del artículo 39
fue modificada disponiéndose que el índice a utilizar se-
300

ría el de precios al por mayor, nirel general, vigente


para los ejercicios cerrados a partir del 1Q de enero de
1978. según lo dispuso el decreto N9 643/78.
Actualmente, el artículo 39 del decreto 8626/72 su-
frió una nueva modificación por decreto N9 3208/78 que
estableció que para los ejercicios cerrados a partir del
26 de diciembre de 1978 inclusive, deberá considerarse
la variación operada en el índice de precios al por ma-
yor, nivel general, de acuerdo con lo que indique para el
mes que corresponda la fecha de cierre del ejercicio la
tabla elaborada por la D.G.I. en virtud de lo establecido
por el artículo 82 de la Ley de Impuesto a las Ganan-
cias (t. o. 1977 y modif.).
Esta tabla trae índices mensuales para los últimos
tres arios (incluido el de cierre del ejercicio), índices
trimestrales para los cuatro arios anteriores siguientes
e índices anuales para el resto de la tabla.
Otra novedad es que con esta reforma no es nece-
sario corregir las tablas publicadas por la D.G.I. sino
que son de aplicación directa y de publicación mensual
(anteriormente : trimestral).

3 . 3. Bienes susceptibles de actualización.


Correspondiendo efectuar la actualización debe ser
comprensiva de la totalidad de los bienes susceptibles
(art. 1 ley 19.732).
3.3.1. Inmuebles: Pueden ser actualizados los in-
muebles destinados a uso propio o que constituyan in-
versiones. En otras palabras, aquéllos que en los esta-
dos contables se incluyen dentro de los rubros de Bie-
nes de Uso e Inversiones. También se incluyen los loteos
entendiéndose por tales los que establece el artículo 39 de
la Ley de Impuesto a los Réditos (t. o. 1968).
301

En cambio se excluyen los que pertenecen a titu-


lares que se dediquen a su efectiva compraventa habi-
tual (art. 2 a), es decir los que representen bienes de
cambio y los loteos que les pertenezcan, cualquiera sea
el número de lotes resultantes del fraccionamiento.
3.3.1.1. Excepciones: Para estos últimos, la ex-
clusión no alcanza a aquellos inmuebles que se destinen
para el desarrollo de sus actividades, sean afectados en
forma. permanente a la locación a terceros o a vivienda
propia, o que por su destino constituyan inversiones.
También escapan a la regla mencionada, las me-
joras e instalaciones que se distingan de los inmuebles
a los fines de su amortización, como ser: alambrados,
molinos, ascensores, etc. (Decreto 8626 art. 2').
3.3.2. Bienes amortizables: Se entiende por bie-
nes amortizables los que revisten tal carácter conforme
a las disposiciones de la Ley de Impuesto a los Rédi-
tos (hoy (lanancias), tales como: maquinarias, rodados,
muebles y útiles, instalaciones (art. 29 b).
No se presenta mayores problemas en cuanto
los rubros a actualizar, ya que constituyen los denomi-
nados Bienes de Uso o Inversiones.
Un caso particular es el de los repuestos que por su
importancia amplían la vida útil del bien o aumentan
su capacidad productiva, siendo en consecuencia verda-
deras mejoras y no meros gastos de mantenimiento. A
estos repuestos o reparaciones corresponde actualizar-
los desde el momento de su incorporación al bien a que
fueron destinados, efectuándose también su amortiza-
ción desde dicha. fecha.
3.3.3. Obras civiles o industriales en ejecución:
Su actualización está condicionada al cumplimiento de
las siguientes condiciones:
302

a) A su efectiva capacidad de utilización económica


en el futuro (art. 29 e, ley y art. 29, 79 párrafo, de-
creto 8626);
h) A que dichas obras no sean realizadas para terce-
ros (art. 2, 89 párrafo, decreto 8626).
Se reitera la norma general de no admitir la proce-
dencia de la actualización en el caso de que las obras
constituyan para su titular bienes de cambio.
3.3.4. Plantaciones. Yacimientos. Canteras, Mi-
llas: Este grupo, comprende aquellos bienes cuya ex-
plotación implica su agotamiento, por tanto se amorti-
zan en función de las unidades extraídas. Ejemplo son
los yacimientos, las canteras y las minas.
En cambio las plantaciones tienen como caracte-
rística diferenciadora dentro de este grupo de bienes,
que a través del tiempo aumentan su valor por el creci-
miento y la reproducción de sus frutos, por eso su amor-
tización se efectúa en función de los años probables de
producción.
Las plantaciones que no generan frutos y su desti-
no es la tala, se amortizan en función a la porción
talada.
La ley (art. 49) y su reglamento (art. 29, 109 pá-
rrafo) hacen referencia a las plantaciones perennes, de
las que distinguen dos clases
a) Las que son amortizables, como los viñedos, oli-
vares, ci.trus, etc., en las que se debe diferenciar
el valor de la plantación del que corresponde al.
inmueble, actualizándoselos en forma separada, y
h) Las plantaciones que no son amortizables e inclu-
yen generalmente a las forestaciones, que se ac-
tualizan de acuerdo al valor de la tierra (art. 49
a, ley).
303

Hacienda hembra destinada a procreo, no


considerada bien amortizable en las explotaciones ga-
naderas de cría: La ley en su artículo 10 establece el
procedimiento a aplicar en las explotaciones ganaderas
de cría para la valuación de la hacienda hembra proce-
dente de. compra o de propia producción, destinada al
procreo y no considerada bien amortizable. La hacien-
da amortizable, es decir aquella que se incluye dentro
de bienes de uso, se actualiza de acuerdo con el régimen
general establecido.
La reglamentación (art. 10 decreto 8626) dispone
que la hacienda hembra reproductora que se puede re-
valuar es la ovina, bovina, caprina y porcina existente
en tambos y granjas de compra, o de propia produc-
ción, y la hacienda hembra caballar de propia pro-
ducción.
3.3.6. Activos :a Pasivos en moneda extranjera:
La ley dispone también la actualización —más que actua-
lización se fija un criterio de valuación— de los ac-
tivos y pasivos en moneda extranjera sin cambio ase-
gurado (art. 79), aplicándose para ello el tipo de cam-
bio vigente al cierre de cada ejercicio. Se considera
tipo de cambio vigente, el de cotización del Banco de
la Nación Argentina tipo vendedor para las deudas, y
tipo comprador para los créditos y demás valores del
activo.
También prevé el tratamiento a dar a los títulos
y/o valores públicos cuyas cláusulas de emisión refie-
ran su valor a la cotización del oro o monedas extran-
jeras u otros índices de ajuste (art. 79, último párra-
fo ley).
Ejemplo de estos títulos son los Bonos Externos,
los Valores Nacionales Ajustables, las Cédulas Hipo-
tecarias.
304

4. PROCEDIMIENTO DE ACTUALIZACION

Veremos los distintos pasos a seguir para efectuar


la actualización.
4.1. Requisitos que deben cumplir los bienes
que pueden actualizarse.

Complementando lo ya expuesto en 3.3. respecto


de los bienes, deben darse los siguientes requisitos:
a) Encontrarse en existencia y en condiciones de ser
usados al comienzo del ejercicio en que la actuali-
zación se practica (art. 29 ley). Es decir que no
pueden actualizarse los incorporados durante el
ejercicio, aun cuando su precio se hubiera pacta-
do con anterioridad y se encontraren en existen-
cia al cierre del ejercicio (art. 29 decreto 8626);
b) No tener en el patrimonio de su titular más tiem-
po del que se haya considerado como su vida útil
a los efectos de la amortización contable, o su vida
útil extendida para el caso de bienes revaluados
de acuerdo con las leyes 15.272 y 17.335 (artícu-
lo 29 ley)
c) Encontrarse existente al cierre del ejercicio en que
se practica la actualización (art. 29, decreto 8626).
Es decir, que no pueden ser actualizadas las bajas
del ejercicio por venta, pérdida, destrucción u otro
motivo.

4.2. Determinación del valor de origen.


Se considera valor de origen de los bienes a actua-
lizar al precio de compra, construcción o producción,
más los gastos incurridos con motivo de compra e ins-
talación (art. 59 ley), aclarándose por vía reglamenta-
305

ria que "deberá entenderse por gastos necesarios ineu-


rridos con motivo de la compra e instalación de los bie-
nes, a aquellas erogaciones que, de acuerdo con prin-
cipios de contabilidad generalmente aceptados, son sus-
ceptibles de incorporarse a su costo" (art. 59 decreto
8626).
En consecuencia se incluyen dentro de este rubro
y por eso son actualizables todas las erogaciones nece-
sarias para la adquisición, instalación y puesta a punto
hasta el momento que se encuentren en condiciones de
ser utilizados normalmente.
Se excluyen los gastos financieros activados pro-
venientes de deudas contraídas, con motivo de adqui-
sición, salvo que éstos correspondan a compras paga-
deras en moneda extranjera (art. 59, último párrafo
ley).

4.2.1. Bienes adquiridos en moneda extranjera:


Para este tipo de bienes, "el valor de origen será el que
resulte de sumar al importe realmente pagado al tiem-
po de introducir el bien al país, el saldo impago en mo-
neda extranjera a esa fecha, convertido al tiempo de
cambio asegurado o, en su caso, al correspondiente a la
fecha de importación, considerándose como tal la de su
despacho a plaza" (art. 59 ley 19.742).
4.2.2. Entidades o fondos de comercio reorgani-
zados: Se considera que en la actualización de los bie-
nes de entidades o fondos de comercio reorganizados,
las fechas de adquisición, plazos de vida útil, valores
de origen y cuotas de amortización, serán los de la en-
tidad, empresa o fondo de comercio antecesores (art. 89
ley), aclarando la reglamentación que se entenderá por
tales a aquellos titulares comprendidos en las disposi-
ciones del artículo 71 de la ley N9 11.682 (t. o. 1972; hoy
art. 70 ley 20.628), que considera reorganizaciones:
306

a) La fusión de empresas existentes a través de una


tercera que se forme o por absorción de una de
ellas;
b) La escisión o división de una empresa en otra u
otras que continúen en conjunto las operaciones
de la primera, y
c) Las ventas y transferencias de una entidad a otra
que, a pesar de ser jurídicamente independientes,
constituyan un mismo conjunto económico.
4.2.3. Casos especiales: La reglamentación (art. 49
primer párrafo) prevé los casos en que no se posean
elementos para determinar el valor o la fecha de origen
de los bienes, incluido edificio, construcción y mejoras,
permitiendo en su reemplazo una estimación "razona-
blemente fundada".
Para los inmuebles urbanos adquiridos con edifi-
cación y que no se cuente con elementos que permitan
discriminar los valores de la tierra y del edificio, éstos
podrán establecerse como sigue:
a) Aplicando al costo de adquisición la presunción
que establece la ley (art. 49), es decir que la tie-
rra representa un tercio del valor total de ori-
gen, o
b) Considerar como valor de la tierra el que surja
de la proporción que se atribuye al mismo en el
avalúo fiscal determinado para el pago del Im-
puesto Inmobiliario del ejercicio en que se prac-
tica por primera vez la actualización.
Estos dos procedimientos son a opción del titular
de los bienes y en forma independiente para cada uno
de ellos.
307

Para los inmuebles rurales puede utilizarse el pro-


cedimiento expresado en b), es decir proporción sobre
la valuación fiscal, o recurrir a una estimación razona-
blemente fundada.
4.3. Determinación del valor residual.
El valor residual de los bienes a los fines de la
actualización, representa la parte del valor de origen
que sea proporcional al número de arios que restan al
comienzo del ejercicio, para cumplir el plazo de vida
útil de cada uno de ellos. Cuando se hubieren practi-
cado con anterioridad los revalúos de las leyes 15.272
y 17.335 se tendrá en cuenta la vida útil extendida por
aplicación de las disposiciones de las mencionadas leyes.
4.3.1.. Inmuebles: Respecto de los terrenos, el va-
lor de origen será su valor residual. En el caso de
existir, se deberá separar del valor de la tierra el que
corresponde al de los edificios, construcciones y mejo-
ras. En el caso de no poder discriminarse tales valores
por carecerse de elementos fehacientes que lo permitan,
el valor residual se determinará de acuerdo con el pro-
cedimiento explicado en 4.2.3.
4.3.2. Bienes amortizables: Es de aplicación el cri-
terio general, o sea la parte del valor de origen propor-
cional al número de años que faltan para cumplir la
vida, útil normal o extendida según las disposiciones de
las leyes 15.272 y 1.7.335.
4.3.3. Yacimientos, minas, canteras, plantaciones:
Para este tipo de bienes, o sea aquellos cuya explota-
ción implica un agotamiento o que se amortizan en fun-
ción de unidades producidas u horas trabajadas, el va-
lor residual es la parte del valor de origen proporcional
a la parte del bien aún no agotada.
308

4.4. Coeficiente de actualización. Valor residual


actualizado.
Para proceder a la actualización del valor residual
de los bienes, se multiplicará el valor residual obtenido
según lo ya expresado, por el coeficiente de actualiza-
ción. Este índice (art. 39 del decreto 8626, modificado
por decreto 3208/78) para los ejercicios cerrados a par-
tir del 26 de diciembre de 1978 inclusive, es el que mide
la variación operada en el índice de precios al por
mayor, nivel general, de acuerdo con lo que indique
para el mes que corresponda la fecha de cierre del ejer-
cicio la tabla elaborada por la D. G. I. en virtud de lo
establecido por el artículo 82 de la Ley de Impuesto a
las Ganancias (t. o. 1977 y modificatorias).
En consecuencia, el valor residual actualizado sur-
ge de la siguiente fórmula:
Valor residual X Coeficiente = Valor residual
actualizado.

4.5. Determinación del saldo de actualización


contable.

Se denomina Saldo por Actualización Contable a


la diferencia anual que surge entre los valores residua-
les contables y los valores residuales actualizados, sin
•computarse las amortizaciones del ejercicio.
El artículo 6Q de la ley 19.742 establece que los va-
lores residuales actualizados de los bienes, en su con-
junto, no podrán exceder de los valores corrientes en
plaza, determinando el régimen legal dos características
mencionables:
a) Que los valores residuales actualizados, global-
mente y no bien por bien, no pueden exceder a los
corrientes en plaza;
309

b) Se reafirma el tradicional principio de contabili-


dad generalmente aceptado de Valuación, que
para los bienes actualizados se convierte en "valor
actualizado o de mercado, el menor".
La reglamentación del artículo 69, dispone que se
entenderá por valor corriente en plaza, "el valor de
utilización económica o el de posible realización efec-
tiva por titular de ellos, en el estado y condiciones en
que se encuentren, pudiendo tornarse el mayor de am-
bos". Agrega, que el valor de utilización económica,
"se entenderá adecuado cuando la empresa tiene fun-
dadas posibilidades de absorber las amortizaciones fu-
turas sobre los valores de los bienes actualizados".
4.5.1. Destino del saldo por actualización contable:
El artículo 99 de la ley 19.742 (modificado por ley
21.525) establece que el saldo por actualización conta-
ble tendrá el siguiente destino :
a) Un importe equivalente al 25 % del saldo por ac-
tualización contable ley 19.742 (no capitalizable)".
pital suscripto no podrá distribuirse ni capitali-
zarse y se registrará integrando el grupo contable
que incluya el capital en la cuenta "Saldo por ac-
tualización contable ley 19.742 (no capitalizable)".
b) La parte que excede el importe indicado prece-
dentemente, con la limitación del inciso e), se re-
gistra en la cuenta "Saldo ley 19.742 (capitaliza-
ble)" integrando el grupo contable que incluya el
capital. Este importe se puede capitalizar sin li-
mitación alguna, salvo que se trate de sociedades
que hacen oferta pública de sus acciones, en las
que la porción capitalizable no podrá exceder por
ejercicio, el 25 Yo del patrimonio neto resultante
del balance general respectivo.
310

Una novedad que trajo la ley 21.525 sobre el texto


original, es que los montos no capitalizados den-
tro del máximo posible por ejercicio, pueden ser
acumulados al o a los ejercicios siguientes.
c) Para cubrir eventuales pérdidas finales de ejer-
cicio, debiendo afectarse en el siguiente orden:
1. Saldo ley 19.742 (capitalizable).
2. Saldo por actualización contable. - Participa-
ciones en otras sociedades.
3. Saldo por actualización contable (no capitali-
zable).
d) Las acciones, cuotas sociales o partes de interés
de otras sociedades que hubieren actualizado sus
bienes de acuerdo con la ley, se ingresarán direc-
tamente por su valor nominal o el de cotización a
la fecha de su puesta a disposición, el que sea
menor, registrándose en la cuenta "Saldo por ac-
tualización contable - Participaciones en otras so-
ciedades". Esta suma puede ser capitalizada sin li-
mitaciones.
e) No podrá registrarse suma alguna en la cuenta
"saldo ley 19.742 (capitalizable)" mientra la cuen-
ta "Saldo por actualización contable (no capitali-
zable)" mantenga un monto inferior al 50 % del
capital suscripto.
Entendemos que de la conjunción armónica de los
incisos a) y e) del artículo 99 de la ley 19.742, el "Saldo
por actualización contable (no capitalizable)" debe ser
siempre igual al 50 % del capital suscripto a la fecha
en que se practica la actualización.
311

4.6. Aprobación por la Asamblea.


En su artículo 12 la ley dispone que cuando se
trate de personas jurídicas, los administradores, que
son quienes deben decidir y practicar la actualización
(ya sea por opción o por ser obligatoria) deberán po-
nerlo en conocimiento de la primera asamblea que se
celebre con posterioridad a cada actualización, como
un punto expreso en el orden del día. Nótese que la
ley sólo refiere a que la asamblea tome conocimiento
exigiéndose su inclusión como punto expreso del orden
del día.

4. 7. Contun.icación a la autoridad de contralor.


El artículo 1.2 de la ley y su reglamentación esta-
blecen que las entidades que efectúen la actualización
deberán comunicar a las autoridades de contralor la
actualización resultante y los estados contables, presen-
tando un "anexo certificado por profesional de la ma-
trícula" (entiéndase dictaminado por contador público
nacional), donde se muestre la diferencia por la que se
actualizó cada rubro, criterio de actualización aplicado
a cada grupo de bienes, como también expedirse sobre
si ésta se practicó de acuerdo con las disposiciones le-
gales y reglamentarias.
Son autoridades de contralor competentes a los fi-
nes de la actualización:
—La Inspección General de Personas Jurídicas,
— El Banco Central de la República Argentina (en-
tidades financieras regidas por la ley 21.526),
— La Superintendencia de Seguros (entidades aseg-u-
guradoras),
— La Comisión Nacional de Valores (sociedades que
hacen oferta pública de sus acciones).
312

Al respecto tanto la I.G.P.J. de Capital Federal


como el B.C.R.A. han dictado disposiciones referidas
a la presentación de esta información, que son la Reso-
lución N9 13173 (t. o. Resolución N9 10/78, art. 1.12.6
y Anexo 3) y la Circular B. 997. En lo referente a las
autoridades de contralor locales algunas han adoptado
expresamente el modelo de la Resolución N9 13/73 de
la I.G.P.J. de Capital Federal, otras han dictado nor-
mas que en nada difieren de la mencionada resolución,
y otras si bien no se han expedido sobre el particular,
tácitamente aceptan dicho modelo.

Registración contable.
Repitiendo casi textualmente el articulado del Có-
digo de Comercio (arts. 43 a 54), en su artículo 12 la
ley dispone que la actualización del valor de los bienes,
deberá registrarse contablemente con exactitud, clari-
dad y veracidad. El artículo 14 de la reglamentación
aclara que debe entenderse que la registración contable
de la actualización es correcta, cuando refleja cabal-
mente las disposiciones de la ley y la reglamentación,
establecidas a los fines de su cálculo.

5. RESPONSABILIDADES Y PENALIDADES POR


INCUMPLIMIENTO DE LA LEY

Tanto la ley (arts. 13 y 14) como el decreto 8.626


contienen disposiciones referidas a las responsabilida-
des y penalidades a que se harán pasibles los res-
ponsables de la actualización, si los criterios adop-
tados fuesen incorrectos o los valores resultantes
inaceptables, sin perjuicio de la responsabilidad civil o
penal que les correspondiere como tales por infracción
a la ley o al estatuto o por incurrir en delitos previstos
en los artículos 300, inc. 3 y 301 del Código Penal.
313

Son responsables :
— Las personas de existencia visible.
Las administraciones de las sucesiones indivisas.
— Los integrantes de los Consejos de Vigilancia.
Los síndicos y revisores de cuentas.
— Todo integrante de órganos de fiscalización privada.
La penalidad por la infracción cometida, es pasible
de una multa de $ 1.000 a $ 100.000 de la que no podrá
hacerse cargo la sociedad y que se graduará según la
gravedad de la misma.
Son competentes para aplicar esta multa los orga-
nismos de contralor, que además deberán informar a los
respectivos Consejos Profesionales de Ciencias Econó-
micas las irregularidades que constaten en las certifi-
caciones o informaciones que se les presenten sobre ac-
tualizaciones, provenientes de profesionales de la ma-
trícula (art. 14 reglamento).

NORMAS RELATIVAS A ACTUALIZACION CONTABLE

Capital Federal: Res. 13/73 (TO 1.12.6. ); Res. 6/79, deroga Res.
78/72 (TO 1.12.7.); Res. 50/71 (TO 1.12.8.).

Córdoba: Dec. 1876/73, art. 32.


Mendoza: Dec. 2340/73.

Ver advertencia supra p. 37.


Capítulo XXI. — ESTADOS CONTABLES 315

1. El balance general o estado de situación patrimonial 316

1.1. Importancia y funciones jurídicas del balance 317

1.2. Principios que rigen la confección de estados contables 319


1.2.1. Principio de uniformidad 319
1.2.2. Principio de veracidad 319
1.2.3. Principio de sinceridad 319
1.2.4. Principio de claridad 319
1.2.5. Principio de continuidad 320

1.3. La posición de los organismos profesionales 320

1.4. Los principios de contabilidad generalmente aceptados 323


1.4.1. Postulado básico 324
1.4.2. Principios generales 324
1.4.2.1. Ente 324
1.4.2.2. Bienes económicos 325
1.4.2.3. Moneda de cuenta 325
1.4.2.4. Empresa en marcha 326
1.4.2.5. Valuación al costo 326
1.4.2.6. Ejercicio 326
1.4.2.7. Devengado 327
1 . 4.2.8 . Objetividad 327
1.4.2.9. Realización 327
1.4.2.10. Prudencia 327
1.4.2.11. Uniformidad 327
1.4.2.12 . Materialidad 328
1.4.2.13. Exposición 328

2. Modelo de presentación de estados contables 328


2.1. Alcance del modelo 330
2.2. Flexibilidad de su aplicación 330
2.3. Sistemas de contabilización 330
2.4. Criterios de valuación 331
2.5. Estados contables básicos 331
2.6. Información complementaria (anexos y notas) 332
2.7. Información referida a la identificación del ente 333
2.8. Conceptos 333
2.8.1. Activo. Pasivo. Patrimonio neto 333
2.8.2. Balance general o estado de situación patrimonial. Es-
tado de resultados 333
2.8.3. Estado de resultados acumulados. Estado de evolución
del patrimonio neto 334
2.8.4. Estado de origen y aplicación de fondos (Estado de
origen y aplicación del capital de trabajo) 334
2.8.5. Activos y pasivos corrientes. Activos y pasivos no co-
rrientes 334
2.9. Exposición de estados básicos 334
2.9.1. Balance general 334
2.9.1.1. Presentación del estado 334
2.9.1.2. Clasificación de sus componentes 335
2.9.1.3. Clasificación de los rubros en corrientes Y no co-
rrientes. Ordenamiento de rubros 335
2.9.2. Estado de resultados 336
2.9.3. Estado de resultados acumulados (estado de evolución
del patrimonio neto) 337
2.9.4. Estado de origen y aplicación de fondos 337
2.10. Notas a los estados contables 338
2.11. Anexos a los estados contables 339
2.11.1. Anexo 1 - Inversiones 340
2.11.2. Anexo II - Bienes de uso 340
2.11.3. Anexo III Activos intangibles
- 341
2.11.4. Anexo IV - Previsiones 341
2.11.5. Anexo V - Activos y pasivo en moneda extranjera 341
2.11.6. Anexo VI - Costo de mercaderías (o servicios) ven-
didos 342
2.11.7. Anexo VII - Información requerida por el artículo 64,
inc. b, ley 19.550 342
Capítulo XXI

ESTADOS CONTABLES

Semánro: 1. El balance general o estado de situación patrimonial. 1.1.


Importancia y funciones jurídicas del balance. 1.2. Principios que
rigen la confección de estados contables. 1.2.1. Principio de uni-
formidad. 1.2.2. Principio de veracidad. 1.2,3. Principio de sin-
ceridad. 1.2.4. Principio de claridad. 1.2.5. Principio de conti-
nuidad. 1.3. La posición de los organismos profesionales. 1.4. Los
principios de contabilidad generalmente aceptados. 1.4.1. Postula-
do básico. 1.4.2. Principios generales. 1.4.2.1. Ente. 1.4.2.2.
Bienes económicos. 1.4.2.3. Moneda de cuenta. 1.4.2.4. Empre-
sa en marcha. 1.4.2.5. Valuación al costo. 1.4.2.6. Ejercicio.
1.4.2.7. Devengado. 1.4.2.8. Objetividad. 1.4.2.9. Realización.
1.4.2.10. Prudencia, 1.4.2.11. Uniformidad. 1.4.2.12. Mate-
rialidad. 1.4.2.13. Exposición. 2. Modelo de presentación de es-
tados contables. 2.1. Alcance del modelo. 2.2. Flexibilidad de su
aplicación, 2.3. Sistemas de contabilización. 2.4. Criterios de va-
luación. 2.5. Estados contables básicos. 2.6. Información comple-
mentaría (anexos y notas). 2.7. Información referida a la identi-
ficación del ente. -2.8. Conceptos. 2.8.1. Activo. Pasivo. Patrimo-
nio neto. 2.8.2. Balance general o estado de situación patrimonial.
Estado de resultados. 2.8.3. Estado de resultados acumulados. Es-
tado de evolución del patrimonio neto. 2.8.4. Estado de origen y
aplicación de fondos (Estado de origen y aplicación del capital de
trabajo). 2.8.5. Activos y pasivos Corrientes. Activos y pasivos no
corrientes. 2.9. Exposición de los estados básicos. 2.9.1. Balance
general. 2.9.1.1. Presentación del estado. 2.9.1.2. Clasificación
de sus componentes. 2.9.1.3. Clasificación de los rubros en co-
rrientes y no corrientes. Ordenamietno de rubros. 2.9.2. Estado de
resultados. 2.9.3. Estado de resultados acumulados (estado de evo-
lución cicI patrimonio neto). 2.9.4. Estado de origen v aplicación
de fondos (Estado de origen y aplicación del capital de trabajo).
2.10. Notas a los estados contables. 2.11. Anexos a los estados
contables. 2.11,1. Anexo 1_ 'Inversiones. 2.11.2. Anexo II-Bie-
nes de uso. 2.11.3. Anexo III. Activos intangibles. 2.11.4. Ane-
xo IV - Previsiones. 2.11.5. Anexo V - Activos y pasivos en mo-
neda extranjera. 2.11.6. Anexo VI - Costo de mercaderías (o servi-
cios) vendidos. 2.11.7. Anexo VII - Información requerida por el
artículo 64 inciso b de la ley 19.550.
316

La ley (art. 62 a 67) da pautas para la confección


de los estados contables anuales, fijando expresamente
que ellos deberán ser presentados por las sociedades
por acciones y las sociedades de responsabilidad limi-
tada con veinte socios o más. Además, trae referencias
a estados contables a practicar en circunstancias espe-
ciales que hacen a la vida soeietaria como son la trans-
formación (art. 77, inc. 2), la fusión (art. 83, inc. 19),
la escisión (art. 88), o para ejercer el derecho de rece-
so (art. 245).
De acuerdo con ello podemos clasificar a los esta-
dos contables como sigue:
— Ordinario
Es el comúnmente llamado balance general o de
ejercicio.
— Especiales
Transformación
Fusión
Escisión
Receso (art. 245 L.S.)
Consolidados.

1. EL BALANCE GENERAL O ESTADO DE SITUACION


PATRIMONIAL

El balance ha sido definido a menudo como el re-


sumen del inventario; pero esta definición, si bien tiene
la bondad de poner de relieve la estrecha y necesaria
vinculación que hay entre el balance y el inventario, no
explica la forma adoptada para el balance, ni la rela-
ción que existe entre éste y el conjunto de las registra-
ciones contables del ente a que se refiere.
Sin embargo el conocimiento de esta relación es ne-
cesario para comprender con qué facilidad inciden en
317

el balance las omisiones y los errores en que se incurrió


al redactar los asientos relativos a las transacciones del
ente y cómo en el método de contabilidad generalmente
empleado (la partida doble), la mayoría de los rubros
puede presentarse corno resultante directa de las cuen-
tas del libro Mayor, cuyos saldos reproduce, ajustados
a los resultados del inventario (').

1.1. Importancia y funciones jurídicas del balance.

Siguiendo a De Gregorio, podernos expresar que


ellas son fundamentalmente:
a) Los que forman parte de las sociedades anónimas
disfrutan de un beneficio que puede considerarse
excepcional, cual es el de una responsabilidad li-
mitada a la suma suscripta para la constitución
del capital social. Si el capital social es la única
garantía ofrecida a los que tratan con la socie-
dad, los mayores esfuerzos de la ley deben estar
dirigidos a asegurar su integridad y a hacer co-
nocer periódicamente la situación patrimonial del
ente al cual ha dado vida ese capital.
b) Los accionistas no sólo no tienen ingerencia en la
administración de la sociedad, sino que ni siquiera
pueden consultar los libros que registran la mar-
cha de los negocios. No obstante ello, los accio-
nistas deben ser informados periódicamente sobre
los negocios y sobre la labor desarrollada por los
administradores. El balance responde entonces a
una función de rendición de cuentas, a la que no

( ) DE GREGORIO, Alfredo, Los balances de las socied.ades anónimas.


Su régimen jurídico, trad. por Francisco Bobadilla y julio H. Cassé, Ed.
Depaltaa, Buenos Aires, 1950.
318

se puede negar importancia jurídica ya sea para


aquellos a quienes se dirige como para los que lo
confeccionan.
e) Sirve de base para la distribución de dividendos a
los accionistas, no existiendo beneficio a distribuir
si no resulta de un balance regularmente aproba-
do. En efecto, en las sociedades por acciones donde
impera el principio de la conservación de la inte-
gridad del capital social, es el balance (correla-
cionado con el Estado de resultados), el que ha
de reflejar el resultado de la contabilidad al cierre
de cada ejercicio, demostrando si existe o no tal
beneficio ( ) .
Por otra parte, los estados contables son la resul-
tante sintética de las registraciones, que han sido ge-
neradas conforme a una serie de pautas o reglas deno-
minadas principios de contabilidad generalmente acep-
tados. Es decir que constituyen la resultante del pro-
cesamiento de la información básica, su objetivo sé
confunde con el de la contabilidad, por cuanto aquéllos
constituyen la expresión condensada de ésta (3), brin-
dando información sobre la riqueza actual y su evolu-
ción en el pasado (4).
La contabilidad a través de los estados contables
debe mostrar por lo menos :
el resultado del ejercicio
— la situación patrimonial
— la situación financiera
la situación económica.
( 2 ) DE GREGORIO, ob. cit.
( 3 ) BERTORA, Héctor, Teoría de la contabilidad, Ed. Macchi, Buenos
Aires, 1976.
( 4 LAllATTI, Santiago, El objetivo de los estados contables, Ed. Mac-
chi. Buenos Aires, 1974.
319

1.2. Principios que rigen la confección de estados


contables.

El Código de Comercio (arts. 48 a 52) sienta los


principios generales de aplicación para la confección de
los estados contables, que son los de claridad, veracidad,
continuidad y unidad, a lo que debe añadirse la necesi-
dad de reflejar las variaciones en el poder adquisitivo
de la moneda (5).
Estos principios significan:
1.2.1.. Principio de uniformidad: Es éste un prin-
cipio básico y refiere a que los estados contables deben
resultar de la aplicación de bases contables y criterios
de valuación uniformes. El Código de Comercio hace
referencia a él en los artículos 33 inc. 2,43 y 51.
1.2.2. Principio de veracidad: Por este principio
se hace hincapié en la veracidad que deben guardar los
libros con relación a los negocios de la sociedad (artícu-
los 43 y 51 del Código de Comercio.
1.2.3. Principio de sinceridad: Este es un princi-
pio complementario al de veracidad. En otras palabras,
en la confección de los estados contables debe expresar-
se con exactitud la realidad del patrimonio de la socie-
dad y el resultado de las operaciones, con el debido res-
paldo documental (6).
1.2.4. Principio de claridad: Con él, se impone que
los actos de la gestión comercial que se registran en los
libros deben resultar en forma evidente, es decir que
permitan apreciar y comprender inmediatamente la si-
( 5 ) PERMITA, Salvador, Breves estudios sobre la sociedad comercial,
en diario La Ley del 26 de abril de 1979.
(6) MEGNA, Pedro Pascual, Régimen de la documentación y contabi-
lidad, en Cuadernos de Derecho Societario, tomo 1, Ed. Macchi, Bue-
nos Aires, 1973
320

tuación de la sociedad. Dicho de otra manera, la infor-


mación expuesta en los estados contables debe poder ser
interpretada por todos los usuarios de ellos.
1.2.5. Principio de continuidad: Refiere este prin-
cipio a que los estados contables deben ser preparados
sobre las mismas bases a efectos de poder efectuar com-
paraciones. Por otra parte, tanto la ley 19.550, como la
Resolución Técnica N9 1 y la Resolución N9 1/73 de la
de la Capital Federal expresamente establecen
que todo cambio en las bases de evaluación o en los cri-
terios contables debe ser expresado en notas a los esta-
dos contables.
1.3. La posición de los organismos profesionales.
La XI Conferencia Interamericana de Contabilidad
consideró que una enunciación mínima de los objetivos
de los estados contables debía brindar información útil
para :
— Analizar la eficiencia de la dirección.
— Servir de base para determinar la carga tributaria
y otros fines de política fiscal y social.
— Ser utilizada como una de las fuentes de informa-
ción para la contabilidad nacional.
- Determinar la legitimidad de las distribuciones de
ganancia y servir como guía para la política de
la dirección y de los inversionistas en esa materia.
- Servir de base para la solicitud de créditos finan-
cieros y comerciales.
— Servir de guía a los inversionistas interesados en
comprar y en vender.
- Ser utilizada como base para la fijación de pre-
cios, tarifas, situación crediticia, económica, finan-
ciera, etc.
321

Por su parte, la Comisión N9 1 de las IX Jornadas


de Ciencias Económicas del Cono. Sur (Santiago de Chi-
le, 1.978) resolvió que las características, condiciones y
cualidades que debe reunir la información contable son
las siguientes:
a) Relevancia: la información debe satisfacer razo-
nablemente las necesidades del receptor mediante
la comunicación de los hechos sobresalientes de
mayor significatividad;
b) Objetividad: la información debe tender a presen-
tarse en el mayor grado posible, de manera que
exprese los acontecimientos tal como son, sin de-
formaciones por subordinación a condiciones par-
ticulares del emisor;
c) Oportunidad: la información debe emitirse en tiem-
po y lugar para el usuario;
d) Precisión: la. información debe estar comprendida
entre los estrechos límites de la aproximación, bus-
cando un acercamiento a la, exactitud;
e) Integridad: la información debe ser exhaustiva,
completa; ello significa que incluirá al menos to-
das sus partes esenciales;
f) Claridad: la información debe ser inteligible, fá-
cil de comprender y accesible;
Suficiencia.: la información debe ser apta y conve-
niente para los requerimientos del usuario;
h) Prudencia: la información debe expresarse con
cautela y precaución. El informante debería ubi-
carse entre la reflexión y la previsión, tendiente
a evitar los riesgos que podría emanar de la in-
formación que comunica;
i) Normalización: la información debe basarse en
normas o reglas adecuadas que satisfagan la ne-
322

cesidad de consecuencia, uniformidad o compara-


bilidad que pudiera requerir el usuario;
j) Sistematicidad: la información debe presentarse
de manera orgánica, lo que significa que debe fun-
damentarse en un conjunto de reglas armónica-
mente entrelazadas;
k) la información debe permitir su
comprobación mediante demostraciones que la
acrediten y confirmen;
1) Certidumbre: la información debe elaborarse en
base a un conocimiento seguro y claro de los acon-
tecimientos que comunica, es decir, que la certi-
dumbre en la información ha de entenderse como
el fundamento objetivo de toda aseveración firme;
m) Coufiabilidad: la información debe prepararse
conforme a normas y reglas que le otorguen el ca-
rácter de creíble;
n) Racionalidad: la información debe ser lógica y re-
sultar de la aplicación de un método adecuado;
11) Practicabilidad: la información debe reunir los
atributos necesarios que permitan su utilización;
o) Irreemplazabilidad: la información no puede ser
sustituida por otra ;
p) Convertibilidad: la información debe poder trans-
formarse o reducirse a datos más fundamentales,
eventualmente permutables;
q) Productibiliclad (rentabilidad o economía de la
información) : la información debe prestar una uti-
lidad para los objetivos del usuario que exceda
de los esfuerzos necesarios para su obtención (re-
lación costo - eficiencia).
323

1.4 . Los principios de contabilidad generalmente


aceptados.

En la confección de los estados contables, ha de


seguirse una serie de pautas a fin de que la contabili-
dad, mediante la obtención y procesamiento de informa-
ciones sobre los aspectos patrimoniales, financieros y
económicos, sea -útil para la toma de decisiones, las que
son denominadas principios de contabilidad general-
mente aceptados. Estos, en el ámbito americano han
sido aprobados como cuerpo orgánico por la VII Con-
ferencia Interamericana de Contabilidad celebrada en
Mar del Plata en el año 1965, y si bien en las posterio-
res (la última se realizó en Panamá en 1979 y es la
XIII Conferencia Interamericana de Contabilidad) se
destacó la necesidad de su revisión, basta el momento
no han sido modificados.
En nuestro país, en la VII Asamblea Nacional de
Graduados en Ciencias Económicas celebrada en Ave-
Ilaneda en 1969 se aprobó un pronunciamiento denomi-
nado Principios y normas técnico - contables general-
mente aceptados para la preparación de estados finan-
cieros, que prácticamente no tiene diferencias con el
cuerpo aprobado por la VII Conferencia Interamerica-
na y son los vigentes en la actualidad.
En la Provincia de Santa Fe, la obligatoriedad de
su observancia por los contadores públicos que dicta-
minan estados contables ha. sido impuesta por el Con-
sejo Profesional de Ciencias Económicas, quien, por Re-
solución N9 8/76 estableció que no autenticará la firma
de los profesionales puestas en dictámenes donde no
opinen si "los estados contables cumplen con su fun-
ción específica, es decir, si presentan razonablemente
la situación patrimonial y el resultado de las operado-
324

nes, de acuerdo con principios de contabilidad general-


mente aceptados, aplicados de manera uniforme res-
pecto del ejercicio anterior" (7).
Podemos clasificar a los principios como sigue :
a) Postulado básico: Equidad.
b) Principios generales: Ente; Bienes económicos;
Moneda de cuenta; Empresa en marcha; Valua-
ción al costo; Ejercicio; Devengado; Objetividad;
Realización; Prudencia; Uniformidad; Materiali-
dad; Exposición.
e) Normas particulares: Son guías de acción referi-
das a aspectos de valuación y exposición.

1.4.1. Postulado básico: La equidad es el principio


fundamental y las recomendaciones lo enuncian así : "La
equidad entre intereses opuestos debe ser una preocu-
pación constante en contabilidad, puesto que los que se
sirven de o utilizan los datos contables pueden encon-
trarse ante el hecho de que sus intereses particulares
se hallen en conflicto. De esto se desprende que los es-
tados financieros deben prepararse de tal modo que re-
flejen con equidad, los distintos intereses en juego en
una hacienda o empresa dada".

1.4.2. Principios generales: Estos son trece y son


definidos como sigue:

1.4.2.1. Ente: "Los estados financieros se refie-


ren siempre a un ente donde el elemento subjetivo o
propietario es considerado como tercero. El concepto
de ente es distinto al de persona ya que una misma per-
sona puede producir estados financieros de varios entes
de su propiedad".

( 7) Resolución N9 8/76 del Consejo Profesional de Ciencias Econó-


micas de la Provincia de Santa Fe.
325

1.4.2.2. Biev cs económicos: "Los estados financie-


ros se refieren siempre a bienes económicos, es decir
bienes materiales e inmateriales que posean valor eco-
nómico y por ende susceptibles de ser valuados en tér-
minos monetarios".
1 . 4 . 2 . 3. Moneda de cuenta: "Los estados finan-
cieros reflejan el patrimonio mediante un recurso que
se emplea para reducir todos sus componentes heterogé-
neos a una expresión que permita agruparlos y compa-
rarlos fácilmente. Este recurso consiste en elegir una
moneda de cuenta y valorizar los elementos patrimonia-
les aplicando un precio a cada unidad.
"Generalmente se utiliza como moneda de cuenta
el dinero que tiene curso legal en el país dentro del cual
funciona el ente y en este caso el precio está dado en
unidades de dinero de curso legal.
"En aquellos casos donde la moneda utilizada no
constituya un patrón estable de valor, en razón de las
fluctuaciones que experimente, no se altera la validez
del principio que se sustenta, por cuanto es factible la
corrección mediante la aplicación de mecanismos apro-
piados de ajuste".
Este principio ha sido tácitamente reformado por
las Resoluciones Nros. 3/77 y 3/78 del Consejo Profe•
sional de Ciencias Económicas de la Provincia de San-
ta Fe, las que disponen que la Resolución Técnica N" 2
Indexación de estados contables, de la Federación Ar-
gentina de Consejos Profesionales en Ciencias Econó-
micas, será de cumplimiento obligatorio para los; con-
tadores públicos en lo que refiere al dictamen sobr,11
estados contables de entes cuyos ejercicios económicos
cierren a partir del -19 de abril de 1978, cualquiera sea
su objeto, naturaleza jurídica y monto de ventas (8).
(8) Resoluciones Nros, 3/77 y 3/78 del Consejo Profesional de Cien.
cias Económicas de la Provincia de Santa Fe.
326

1.4.2.4. Empresa. en marcha: "Salvo indicación


expresa en contrario, se entiende que los estados finan-
cieros pertenecen a una empresa en marcha, considerán-
dose que el concepto que informa la mencionada expre-
sión, se refiere a todo organismo económico cuya exis-
tencia temporal tiene plena vigencia y proyección fu-
tura".
1.4.2.5. Valuación al costo: "El valor de costo
—adquisición o producción— constituye el criterio prin-
cipal y básico de valuación, que condiciona la formula-
ción de los estados financieros llamados de situación,
en correspondencia también con el concepto de empresa
en marcha, razón por la cual esta norma adquiere el
carácter de principio.
"Esta afirmación no significa desconocer la exis-
tencia y procedencia de otras reglas y criterios aplica-
bles en determinadas circunstancias, sino que, por el
contrario, significa afirmar que en caso de no existir
una circunstancia especial que justifique la aplicación
de otro criterio, debe prevalecer el de costo como con-
cepto básico de valuación.
"Por otra parte, las fluctuaciones del valor de la
moneda de cuenta, con su secuela de correctivos que
inciden o modifican las cifras monetarias de los costos
de determinados bienes, no constituyen, asimismo, alte-
raciones al principio expresado, sino que, en sustancia,
constituyen meros ajustes a la expresión numeraria de
los respectivos costos".
1.4.2.6. Ejercicio: "En las empresas en marcha
es necesario medir el resultado de la gestión de tiempo
en tiempo, ya sea para satisfacer razones de adminis-
tración, legales, fiscales o para cumplir con compromi-
sos financieros, etc.
327

"Es una condición que los ejercicios sean de igual


duración, para que los resultados de dos o más ejerci-
cios sean comparables entre sí".
1.4.2.7. Devengado : "Las variaciones patrimo-
niales que deben considerarse para establecer el resul-
tado económico son las que competen a un ejercicio sin
entrar a considerar si se han cobrado o pagado".
1.4.2.8. Objetividad: "Los cambios en los activos,
pasivos y en la expresión contable del patrimonio neto,
deben reconocerse formalmente en los registros conta-
bles, tan pronto como sea posible medirlos objetiva-
mente y expresar esa medida en moneda de cuenta".
1.4.2.9 . Realización: "Los resultados económicos
sólo deben computarse cuando sean realizados, o sea
cuando la operación que los origina queda perfeccio-
nada desde el punto de vista de la legislación o prácti-
cas comerciales aplicables y se hayan ponderado funda-
mentalmente todos los riesgos inherentes a tal opera-
ción. Debe establecerse con carácter general que el con-
cepto realizado participa del concepto de devengado".
1.4.2.10. Prudencia: "Significa que cuando se deba
elegir entre dos valores para un elemento del activo,
normalmente se debe optar por el más bajo, o bien que
una operación se contabilice de tal modo que la alícuota
del propietario sea menor. Este principio se puede ex-
presar también diciendo: contabilizar todas las pérdi-
das cuando se conocen y las ganancias solamente cuan-
do se hayan realizado".
1.4.2.11. Uniformidad: "Los principios generales
cuando fueren aplicables, y las normas particulares uti-
lizadas para preparar los estados financieros de un
determinado ente deben ser aplicados uniformemente
de un ejercicio a otro. Debe señalarse por medio de una
328

nota aclaratoria, el efecto en los estados financieros de


cualquier cambio de importancia en la aplicación de los
principios generales y las normas particulares".
1.4.2.12. Materialidad: Este principio también
enunciado como Significación o Importancia relativa,
significa que:
"Al ponderar la correcta aplicación de los princi-
pios generales y normas particulares debe necesaria-
mente actuarse con sentido práctico. Frecuentemente
se presentan situaciones que no encuadran dentro de
aquéllos y que sin embargo, no presentan problemas
porque el efecto que producen no distorsiona el cuadro
general.
"Desde luego, no existe una línea demarcatoria que
fije los límites de lo que es y no es significativo y debe
aplicarse el mejor criterio para resolver lo que corres-
ponda en cada caso, de acuerdo con las circunstancias,
teniendo en cuenta factores tales como el efecto relativo
en los activos y pasivos, en el patrimonio o en el resul-
tado de las operaciones".
1.4.2.13. Exposición: "Los estados financieros de-
ben contener toda la información y discriminación bá-
sica y adicional que sea necesaria para una adecuada
interpretación de la situación financiera y de los resul-
tados económicos del ente a que se refieren" (9).

2. MODELO DE PRESENTACION DE ESTADOS


CONTABLES

Los distintos organismos de contralor han dictado


normas que sistematizan en modelos tipos la informa-
ción que debe exponerse en los estados contables exigi-
dos por la ley. Así, la I.G.P.J. de Capital Federal fue la

(9) VII Asamblea Nacional de Graduados en Ciencias Económicas,


Avellaneda 1969, Ediciones Contabilidad Moderna, Buenos Aires, 1970.
329

primera en hacerlo (Resolución N9 1/73), siendo en de-


terminado período expresamente adoptada o aceptada
por las autoridades locales. Posteriormente los organis-
n'os profesionales han emitido pronunciamientos sobre
el tema, que son, el Dictamen N S - Normas relativas a
la forma de presentación de estados contables, del ins-
tituto Técnico de Contadores Públicos, y la Resolución
Técnica N'? 1 - Modelo de presentación de estados con-
tables, de la 1,'ederación Argentina de Consejos Pro-
fesionales en Ciencias Económicas.
En el año 1976, el Consejo Profesional de Ciencias
Económicas de la Capital Federal, dictó la Resolución
N9 25 por la que consideraba como principios de conta-
bilidad generalmente aceptados a los dictámenes del
Instituto Técnico de Contadores Públicos, con lo que
el mencionado n 8 pasaba a ser de cumplimiento obli-
gatorio para los profesionales matriculados en su ju-
risdicción. Sin embargo esta resolución no es aplicable
en todo aquello que pudiera encontrarse en colisión con
la ley 19.550 o la Resolución Ng 1/73 de la I.G.P.J.
En la Provincia de Santa Fe, se aceptaba la pre-
sentación de estados contables en el modelo de la Reso-
lución I\T91/73. Con fecha 6 de febrero de 1976 la
dictó la Resolución N9 38, aceptando la presentación de
los estados contables de acuerdo con el modelo de la
Resolución Técnica N9 1. Con posterioridad el Consejo
Profesional de Ciencias Económicas dictó la Resolu-
ción N9 2/77 donde dispuso no autenticar la firma de
los profesionales que dictaminen sobre estados conta-
bles que no se presenten en el mencionado modelo,
salvo por requerimientos legales o administrativos. En
la práctica y dado que la admite la presenta-
ción de los estados contables en dicho modelo, las socie-
dades por acciones deben necesariamente confeccionar-
los adecuados a la Resolución Técnica N9 1.
330

En razón de que en este momento los modelos de


la Resolución N9 1/73 y la Resolución Técnica N9 1,
son de aplicación generalizada en el país, efectuaremos
un breve análisis comparativo de ambas.
2.1. Alcance del modelo.
Ambas resoluciones delimitan el ámbito de aplica-
ción a las sociedades con objeto comercial, industrial
y de servicios, pudiendo ser aplicado en otras con dis-
tinto objeto o tipo jurídico (de la de sociedad anó-
nima).
Además, la Resolución Técnica N9 1 contiene como
regla de excepción que su utilización cede en los casos
en que por disposiciones legales, administrativas o de
organismos de control, la información sobre estados
contables deba presentarse en fórmulas especiales.
2.2. Flexibilidad de su aplicación.
Tanto la Resolución N° 1/73 como la Resolución
Técnica lSr9 1 admiten un cierto grado de flexibilidad en
la aplicación de los modelos, posibilitando la adaptación
de ellos a situaciones particulares. Así, por ejemplo,
permiten la supresión de columnas, capítulos y parti-
das cuando no sea procedente cubrirlos; incorporar co-
lumnas, capítulos y partidas no especificadas expresa-
mente; incluir en partidas de "Conceptos diversos" u
"Otros" aquellos importes que no sean de significación
relativa; utilizar paréntesis para indicar las cifras ne-
gativas; eliminar los centavos ; cambiar la denomina-
ción, apertura o agrupamiento de las cuentas, etc.
2.3. Sistemas de contabilización.
Sólo la Resolución N9 1/73 hace referencia a este
tema estableciendo que la aplicación del modelo no su-
pone la de determinado régimen contable.
331

2.4. Criterios de valuación.


La Resolución N9 1173, reproduciendo casi textual-
mente las disposiciones del Decreto .N9 9795/54, permite
Ja aplicación de cualquier criterio de valuación a condi-
ción de que sea técnicamente correcto, no dé lugar a la
distribución de ganancias que no sean líquidas ni reali-
zadas y sea de aplicación constante.
En cambio, la Resolución Técnica N9 1 aclara que
el modelo se refiere sólo a aspectos de presentación o
exposición de la información contable, no incursionando
en los criterios de valuación de los activos y pasivos.

2. 5 Estados contables básicos.


Para la Resolución NQ 1/73 son los siguientes : Ba-
lance general, Estado de resultados y Estado de resul-
tados acumulados.
Sigue las denominaciones empleadas en la ley
19.550. Ni en las Instrucciones ni en el conjunto de los
modelos de estados y anexos hace referencia ni define
el Estado de origen y aplicación de fondos.
En cambio, la Resolución Técnica N9 1 trae el si-
guiente esquema:
a) Estados de presentación obligatoria: Estado de
situación patrimonial, Estado de resultados, Es-
tado de evolución del patrimonio neto
b) Estados de presentación optativa (sociedades in-
cluidas en el artículo 299 de la Ley de Socieda-
des). Estado de origen y aplicación del capital
de trabajo.
Corno se observa, los estados son denominados con
mayor precisión técnica por esta última.
332

2.6. información complementaria (anexos y notas).


Excepto en el artículo 19 de la Resolución N 1/73,
no se hace referencia en las Instrucciones a la infor-
mación adicional a los estados contables básicos que se
expone en los anexos de Bienes de uso, Bienes inrnate-
riales, Inversiones - Otras inversiones, Previsiones y re-
servas, Costo mercaderías o Productos vendidos - Costo
servicios vendidos y Activos y pasivos en moneda ex-
tranjera.
Estos anexos se complementan con un cuadro en
el quo se expone la información que requiere el artícu-
lo 64 inc. d) de la ley.
Tampoco contiene ninguna referencia expresa a las
notas que se enuncian en el artículo 65.
En cambio la Resolución Técnica Ng 1., en sus Ins-
trucciones se refiere a esta. información complementa-
ria estableciendo que podrá presentarse en forma de:
a) Notas redactadas en forma narrativa, tituladas,
numeradas correlativamente y referenciadas con
los estados básicos;
b) Cuadros anexos.
Los cuadros anexos son: Inversiones, a las que di-
vide en Corrientes y No corrientes; Bienes de uso; Ac-
tivos intangibles; Previsiones; Activos y pasivos en
moneda extranjera, y Costo de mercaderías (o servi-
cios) vendidos.
Agrega también el Cuadro a que hace referencia el
artículo 64 inciso b) de la ley; éste aparece como un
anexo más, a diferencia del de la Resolución N° 1/73
que no lo denomina "Anexo" sino "Cuadro".
Corno se observará, las diferencias aquí son termi-
nológicas y no conceptuales; a manera de ejemplo, la
información que se expone en el Estado de resultados
333

acumulados y la que refiere a reservas del de Previ-


siones y reservas de la Resolución N 1/73, son expues-
tas en el Estado de evolución del patrimonio neto de la
Resolución Técnica N.' 1.
En su estructura, ambas disposiciones siguen es-
trictamente las disposiciones de la ley en lo que refiere
a estados básicos, anexos y notas por ella exigidos.

9 • 7• Información referida a la identificación del ente.

-En ambas resoluciones los datos referidos a la


identificación del ente son los siguientes: Denomina-
ción de la sociedad; domicilio legal; actividad princi-
pal; fechas de inscripción en el Registro Público de
Comercio del estatuto y de sus modificaciones; número
de registro en la I.G.P.J.; número de ejercicio econó-
mico y fecha do su iniciación y finalización; composi-
ción del capital suscripto e integrado, acciones (ordi-
narias o preferidas), valor nominal, cantidad de votos
a que dan derecho y porcentaje fijo de dividendos de
las acciones preferidas.
La única diferencia estaría dada en que mientras
en la Resolución NQ 1/73 esta información se integra
con los estados básicos, en la Resolución Técnica N'' 1
se muestran en hoja separada,

2.8. Conceptos.

2.8,1. Activo. Pasivo. Patrimonio neto: No exis-


ten diferencias conceptuales entre ambas resoluciones
en lo referente al significado de estos conceptos.

2.8.2. Balance General (o Estado de situación pa-


trimonial). Estado de resultados: Igual mención que la
anterior.
334

2.8.3. Estado de resultados acumulados. Estado


de evolución del patrimonio neto: La diferencia está
dada por los conceptos que se exponen en dichos esta-
dos ya que, mientras el Estado de resultados acumula-
dos refleja la evolución ocurrida durante el ejercicio en
las ganancias o pérdidas sin asignación específica, el
Estado de evolución del patrimonio neto informa la
causa de los cambios producidos durante el ejercicio en
cada uno de los rubros del patrimonio neto.
2.8.4. Estado de origen y aplicación de fondos
(Estado de origen y aplicación del capital de trabajo):
Mientras que la Resolución N9 1173 no define ni trae
modelos de este estado, para la Resolución Técnica N9 1.,
éste comprende el resumen de las actividades de finan-
ciación y de inversión de la sociedad, demostradas a tra-
vés de la variación de su capital de trabajo en el pe.
nodo. Por capital de trabajo se entiende la diferencia
entre el Activo corriente y el Pasivo corriente.
2.8.5. Activos y pasivos corrientes. Activos y pa-
sivos no corrientes: No existen diferencias conceptua-
les entre ambas resoluciones por estos conceptos.

2.9. Exposición de los estados básicos:


2.9.1.. Balance General (Estado de situación patri-
monial):
2.9.1..1. Presentación del estado: La diferencia
entre ambos modelos está en que la Resolución N9 1/73
expone los rubros uno a continuación de otro, o sea:
Activo
Corrientes
No corrientes
335

Pasivo
Corrientes
No corrientes
Patrimonio Neto
La Resolución Técnica NQ 1, los expone en forma
de cuenta, o sea:

Activo Pasivo
Corrientes Corrientes
No corrientes No corrientes
Ganancias diferidas
Patrimonio neto
2.9.1..2. Clasificación de sus componentes: En la
Resolución N9 1/73 las cuentas patrimoniales se sepa-
ran y agrupan en Activo, Pasivo y Patrimonio neto,
para la Resolución Técnica NQ 1, los rubros que lo in-
tegran se agrupan en Activo, Pasivo (Corriente, No co-
rriente y Ganancias diferidas) y Patrimonio neto.

2.9.1.3. Clasificación de los rubros en corrientes


y no corrientes: Ambas hacen referencia a las disposi-
ciones sobre el particular contenidas en el artículo 63
de la ley 19.550, tanto para el Activo como para el Pa-
sivo, la que entiende por corriente todo activo o pasivo
cuyo vencimiento o realización se producirá dentro de
los doce meses a partir de la fecha del balance general,
salvo que las circunstancias aconsejen otra base para
tal distinción.

2.9.1.4. Ordenamiento de rubros: En ambas los


activos están ordenados de acuerdo al grado decrecien-
te de liquidez, mientras que los pasivos de acuerdo con
el grado de certeza de las obligaciones.
336

El modelo de la Resolución X 1/73 divide los ru-


bros según la terminología ya utilizada por el Decreto
N9 9795154, como ser Disponibilidades, Inversiones, Cré-
ditos, Bienes de cambio, Bienes de uso, Bienes inmate-
riales y cargos diferidos en el activo (corriente y no
corriente), Deudas, Previsiones y ganancias a realizar
en el pasivo (corriente y no corriente) y capital sus-
cripto, reservas y resultados acumulados en el patri-
monio neto. Luego abre éstos en cuentas como Caja y
Bancos en Disponibilidades, Mercaderías de reventa,
Productos terminados en Bienes de cambio, etc.
El de la Resolución Técnica N9 1 no utiliza la
apertura descripta precedentemente, sino que expone
totales por concepto, efectuándose las aclaraciones y
discriminaciones en notas. Así, por ejemplo, se inclu-
yen dentro de Activos corrientes los totales de Caja y
Bancos, Inversiones, Cuentas por cobrar por ventas, etc.
Aquí nuevamente se pone de manifiesto la mejor
denominación técnica empleada por la Resolución Téc-
nica X9 1 como cuando denomina Activos intangibles
a los Bienes inmateriales y cargos diferidos que em-
plea la Resolución N9 1/73, o cuando emplea la expre-
sión C.:anancias diferidas en lugar de la de Ganancias a
realizar, utilizada por esta última. También os más pre-
cisa cuando divide el Patrimonio neto en Capital sus-
cripto, Ajustes al patrimonio (en lugar de revaluacio-
nes contables), Ganancias reservadas (en lugar de Re-
serva legal, estatutarias y voluntarias) y Resultados no
asignados (en vez de Resultados acumulados).
2.9.2. Estado de resultados: Las dos resoluciones
separan los resultados provenientes de las operaciones
ordinarias de las extraordinarias, pero es más precisa
la Resolución Técnica X9 1. al prever la determinación
del resultado bruto por actividad y no globalmente co-
mo la Resolución N9 1/73.
337

Ambas coinciden en deducir del resultado bruto los


Gastos de administración, comercialización y financia-
ción, referenciándolos con el anexo o cuadro respectivo
(información requerida por el art. 64 inc. b, ley 19.550).
El resultado así determinado constituye para la Reso-
lución N9 1/73 el resultado de las operaciones ordina-
rias, pero para el modelo de la Resolución Técnica N9 1
el resultado de la actividad principal.
También coinciden las dos en detraer el Impuesto
a las Ganancias del ejercicio para determinar el resul-
tado (ganancia o pérdida) final.
2.9.3. Estado de resultados acumulados (estado
de evolución del patrimonio neto): La presentación del
Estado de resultados acumulados como complementario
del de resultados que exige la ley ha sido previsto por
la Resolución N9 1/73, no así por la Resolución Técnica
N9 1 que requiere la presentación del Estado de evolu-
ción del patrimonio neto. Este último es mucho más
completo que aquél, ya que informa la causa de los
cambios ocurridos en cada uno de los componentes del
patrimonio neto durante el ejercicio.
En lo que refiere a la información sobre resultados,
ambas son coincidentes. En la referida a Ganancias re-
servadas y ajustes al patrimonio que exige la Resolu-
ción Técnica N9 1, dicha información se obtiene del
Anexo E - Previsiones y reservas, que contempla la Re-
solución N° 1/73. La exposición de las variaciones en el
capital suscripto es propia de la Resolución Técnica
N° 1.
2.9.4. Estado de origen y aplicación de fondos
(estado de origen y aplicación del capital de trabajo):
Respecto de este estado, remitimos a lo ya expresado
en 2.8.4., sólo agregaremos que la Resolución Técnica
338

N° 1 trae dos modelos de presentación que son alterna-


tivos. Uno de ellos expone las variaciones en el capital
de trabajo partiendo del resultado del ejercicio suman-
do o restando aquellas partidas que no tuvieron efecto
sobre él, mientras que el otro explica las variaciones
partiendo de los distintos componentes del resultado
eliminándose aquellos conceptos que no afectan el ca-
pital corriente.
Este estado, si bien es considerado básico, es de
presentación optativa, excepto que se trate de socieda-
des incluidas en el artículo 299 de la ley 19.550.
2.10. Notas a los estados contables.
Remitimos a lo ya expresado en 2.6., agregaremos
que la Resolución Técnica N9 1 exige que los estados
contables contengan notas sobre los siguientes aspectos :
— Criterios contables aplicados como ser: valuación
de inversiones, bienes de cambio, bienes de uso y su
actualización explicando el procedimiento seguido,
activos intangibles, constitución de previsiones, di-
ferimiento de ganancias y su posterior apropiación
a resultados, tratamiento dado al cargo por im-
puesto a las ganancias y a los capitales, cambios
en los criterios aplicados con relación al ejercicio
anterior y su incidencia.
— Bienes de disponibilidad restringida explicándose
brevemente la restricción existente.
Detalle de las cuentas por cobrar, si éste no se pro-
porciona en el Estado de situación patrimonial.
— Detalle de los bienes de cambio, salvo que éste fi-
gurare en el Estado de situación patrimonial.
339

—Activos gravados con hipoteca, prenda u otro de-


recho real, con referencia a las obligaciones que
garantizaren.
- Detalle de los rubros de pasivos a favor de acree-
dores con indicación del monto de los documenta-
dos y de los con garantía real o de otra clase. En
el caso de pasivos no corrientes se informará tam-
bién el tipo de interés.
El detalle de las ganancias diferidas.
— La composición del capital social.
- Restricciones contractuales para la distribución de
ganancias.
— Los activos y pasivos con sociedades controlantes,
controladas o vinculadas y los resultados de las
operaciones con éstas, separadamente por sociedad.
— Los montos de las contingencias por avales y garan-
tías a favor de terceros, documentos de terceros
descontados o endosados, bienes de terceros en de-
pósito y por cualquier otra contingencia, salvo que
hubiere previsión constituida.
Los acontecimientos u operaciones ocurridos entre
la fecha de los estados contables y la de su aproba-
ción que pudieren modificar significativamente la
situación patrimonial y los resultados, con indica-
ción del efecto que han tenido sobre la situación y
los resultados mencionados.
- Cualquier otra información de importancia.

2.11. Anexos a los estados contables.

En sus instrucciones la Resolución Y 1/73 no hace


ningún tipo de referencia a los anexos de estados con-
tables básicos que trae su modelo ; en cambio la Resolu-
340

ción Técnica N9 1 expresa que tanto éstos como las notas


se consideran parte integrante de aquéllos.
Los anexos que traen ambos modelos son los si-
guientes:
2.11.1. Anexo I - Inversiones: Este se referencia
como Anexos C y D en la Resolución N9 1/73, siendo
el primero para inversiones en acciones, debentures,
otros títulos emitidos en serie y participaciones en
otras sociedades y el segundo para otras inversiones.
Ambos anexos requieren la información discriminada
en "Corrientes" y "No corrientes".
En cambio el modelo de la Resolución Técnica N9 1
reúne la información en un solo anexo, la que también
se discrimina en la forma expresada anteriormente. En
general la información que requieren ambas es similar
ya que requieren datos sobre el ente emisor, caracte-
rísticas, valor nominal, valor de costo, valor en libros
y valor de cotización de la inversión, como también so-
bre la actividad principal, capital, resultados y patri-
monio neto, según el último ejercicio y valuación fiscal.
El modelo de la Resolución Técnica N9 1 prevé una
columna donde se informa sobre el valor patrimonial
proporcional de la tenencia y el de la Resolución N9 1/73
transcribe al pie del Anexo C el artículo 65, 2° e) de la
ley 19.550.
2.11.2. Anexo - Bienes de 'uso: En el modelo de
la Resolución N9 1/73 se identifica como Anexo A. Tam-
bién aquí la información requerida por ambos es similar
presentando las siguientes diferencias :
El modelo de la Resolución Técnica N9 1 no discri-
mina los valores al comienzo del ejercicio que son se-
parados en valores de origen sin revalúos y revalúos
anteriores (informándose por separado los que corres-
pondieran por aplicación de las leyes 15.272, 17.335,
341

19.742 u otros si los hubiere) en el otro modelo. Prevé


en cambio la información sobre "Transferencias" entre
las distintas cuentas y entre sus amortizaciones como
también la actualización de la Ley 19.742 y su amortiza-
ción, las que se exponen por separado.

2.11.3. Anexo -Activos intangibles: Este se


denomina Anexo B - Bienes inmateriales en el modelo
de la Resolución N9 1/73. La información requerida
por ambos es similar siendo la única diferencia la co-
lumna prevista por el modelo de la Resolución Técnica
N9 1 que refiere a "Transferencias" entre las cuen-
tas y sus correspondientes amortizaciones, además de
su precisión terminológica al tener un alcance más am-
plio y comprensivo de los bienes inmateriales y de los
cargos diferidos.

2.11.4. Anexo IV - Previsiones: En el modelo mo-


tivo de comparación se denomina Anexo E - Previsiones
y reservas, estas últimas en el correspondiente a la Re-
solución Técnica N9 1 se exponen en el Estado de evo-
lución del patrimonio neto, mientras que las primeras
comprenden tanto las que se deducen del activo como
las que se incluyen en el pasivo.
Excepto las diferencias señaladas, la información
requerida por ambas es similar.

2 . 11 . . Anexo V - Activos y pasivos en moneda


extranjera: Este se denomina Anexo G- para la Reso-
lución N9 1/73. No hay diferencias en la información
requerida por ambas. La resolución mencionada trae
al pie del Anexo G una referencia a que deben indi-
carse las cuentas en moneda extranjera con cambio
contratado.
342

2.11.6. Anexo VI -Costo de mercaderías (o servi-


cios) vendidos: En el modelo de Resolución 1\79 1/73 se
lo identifica como Anexo F. Ambos exponen la deter-
minación del costo de las mercaderías o servicios vendi-
dos basándose en la tradicional ecuación de:
Existencia inicial
más
Compras y gastos del período
menos
Existencia final
igual a
Costo de mercaderías o servicios vendidos.

El modelo de la Resolución Técnica N`› 1 trae, ade-


más de determinar el costo por actividad, una segunda
alternativa donde se exponen también los importes co-
rrespondientes a los ingresos por ventas y el resultado
bruto de cada actividad.
2.11.7. Anexo VII - Información requerida por el
articulo 64 inciso b de la ley 19.550: Es identificado co-
mo "Cuadro 1" y no como "anexo" por la Resolución
N, 1/73. La información requerida por ambos modelos
es idéntica, siguiendo en su estructura los conceptos que
requiere el mencionado artículo de la ley se desglosen.
BIBLIOGRAFIA GENERAL

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ABREVIATURAS MAS USUALES

D.E. Revista Derecho Empresario


DJBA Digesto de Jurisprudencia de Buenos Aires
E.D. El Derecho
LE. Revista Información Empresaria
J.A. — Jurisprudencia Argentina
L.1. — Revista La Información
L.L. Revista Jurídica Argentina La Ley
L. S. Ley de Sociedades
R.D.C.O. — Revista de Derecho Comercial y las Obligaciones
T O Texto ordenado Res. 10/78 de Capital
Federal.
Cuando se cita un artículo sin indicar el texto legal al que
pertenece, se sobreentiende que es a la Ley de Sociedades.

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