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SEDE TINGO MARIA

MATERIA: MECANICA DE SUELOS 2


TRABAJO:

DOCENTE: Ing. Alfredo Jesús Quispe Córdova


Integrantes:
 . Gonzales Espinoza, Sergio Temy
 . García Guevara, Angelina Giorelly
 . Dávila Cárdenas, Karol Melissa
 . Ramírez Rojas Kadeliza

TINGO MARIA – PERU


2017
ESTABILIZACIÓN DE TALUDES

INTRODUCCIÓN

En el caso de que el camino natural discurra por secciones a media ladera o en


trinchera, en las que se conozca la existencia de desprendimientos, o se estime que
pueden llegar a producirse, se procederá a evaluar la posibilidad de afección al
camino natural.
Del mismo modo, puede ser necesario el refuerzo del pie de un talud del camino
natural en determinadas zonas, de manera que no se comprometa su estabilidad
en el periodo de vida del proyecto.
En general, los caminos naturales discurrirán sobre zonas en las que existía
previamente una vía de comunicación (férrea, camino forestal, agrícola), en los que
la sección transversal ya esté definida, a falta de concretar la explanación y el firme.
La apertura de zonas de nuevo trazado y los movimientos de tierra asociados, serán
necesarios únicamente en tramos de nueva construcción.
En algunos casos, además, puede ser conveniente completar las actuaciones de
estabilización con actividades de revegetación, ya que las plantas protegen la
superficie del suelo contra la erosión. El uso de plantas como material para
estabilizar el suelo está frecuentemente asociado al empleo de materiales
secundarios, cuya finalidad es ayudar a establecer unas condiciones físicas en las
primeras fases de la implantación, cuando todavía el material vegetal no tiene
prácticamente efectividad.

CRITERIOS A TENER EN CUENTA

Las acciones sobre los taludes serán de tipo puntual, debiendo justificarse
adecuadamente en proyecto. Dichas actuaciones tendrán como objeto la protección
del camino natural, así como la forma de ejecución y los condicionantes necesarios
para mejorar su integración ambiental.

En el presente capítulo se van a definir una serie de soluciones estructurales tipo,


que podrán ser acompañadas o no de técnicas de integración ambiental adicionales
(bioingeniería), en el caso de que estas no vayan incluidas en la propia solución
estructural.

Siempre que sea posible, y como paso previo a la aplicación de otras técnicas, se
diseñarán actuaciones de remodelación de la geometría de los taludes, que
permitan la disminución de la pendiente y/o de la longitud de ladera, tales como:
• Descabezado de taludes.
• Retirada de materiales inestables.
• Tendido o reperfilado de taludes.
• Banqueo de los taludes.

El siguiente paso a la remodelación geométrica será la utilización de técnicas


blandas propias de la bioingeniería (mantas y redes vegetadas, hidrosiembras,
fajinas, plantaciones de cobertura, etc.), que deberán primar, siempre que sea
posible, sobre tratamientos duros basados en estructuras (de hormigón,
mampostería, gaviones, etc.), o técnicas mixtas, donde se mezclan estructuras con
plantaciones.

En todo caso, dadas las características intrínsecas de los proyectos y obras que nos
ocupan, los elementos de protección y contención deberán estar integrados en el
paisaje, formados por materiales de la zona, ser duraderos y de bajos costes de
ejecución y mantenimiento.
Asimismo, la elección de la solución dependerá de ciertas condiciones asociadas al
proyecto, como esfuerzos previsibles, espacio disponible, plazo de ejecución,
impacto ambiental, etc.

Los diferentes sistemas de protección y contención a aplicar en cada caso,


dependerán del tipo de talud o ladera, de los materiales que lo forman y de los
factores que afectan a la estabilidad de los mismos.

SOLUCIONES DE TIPO ESTRUCTURAL

Según lo expuesto anteriormente, las soluciones de tipo estructural consistirían


básicamente en:

• Muros de hormigón en masa y armado.


• Muros de escollera.

• Muros de gaviones.

Definiéndose muro como toda estructura continua que de forma activa o pasiva
produce un efecto estabilizador sobre una masa de terreno (Ministerio de Fomento,
1999).

1. Muros de hormigón o de gravedad: Son muros con gran masa que resisten
el empuje mediante su propio peso y con el peso del suelo que se apoya en
ellos, no están diseñados para trabajar a tracción.

Como ventajas de los muros de gravedad:

• Son de construcción rápida y simple.


• Pueden construirse en curva y con diferentes formas.
• Admiten fácilmente el chapado de sus paramentos, lo que favorece su
integración ambiental.
Las desventajas son:

• Necesita un volumen considerable de hormigón.


• Generalmente son antieconómicos para alturas mayores de tres metros.
• No se adaptan a los movimientos del terreno.

2. Muros de hormigón armado: Son muros amados interiormente con barras


de acero, diseñado para poder soportar esfuerzos de tracción.

Las principales ventajas de este tipo de muros son:

• Suponen un consumo mínimo de hormigón.


• Pueden emplearse en alturas grandes (superiores a cuatro metros)
Como desventajas se puede mencionar:
• Requieren mejores terrenos de cimentación.
• Pueden ser antieconómicos en alturas superiores a siete metros.
• Su poco peso los hace poco efectivos en casos de estabilización de
deslizamientos de masas grandes de suelo.
• El armado mediante redondos de acero en su estructura obliga a realizar
una ejecución cuidadosa.

3. Muros de escollera: Las obras de escollera están constituidas por bloques


pétreos, con formas más o menos prismáticas y superficies rugosas.

Entre las ventajas que presentan se puede destacar:

• Costes bajos.
• Capacidad drenante importante a través de los orificios creados por los
bloques de roca. Es necesario dejar material granular filtrante, de tamaño
menor de 15 cm, en el trasdós para facilitar el drenaje.
• Amortigua los posibles movimientos del talud sin perder sus propiedades
resistentes.
• Se integra perfectamente en el medio ambiente debido al carácter natural
de sus componentes, siendo fácilmente revegetados.
Las desventajas que presentan serían:
• Requieren de la utilización de bloques o cantos de tamaño relativamente
grande.
• Además, este tipo de estructuras deben ser estudiadas aplicando los
principios de la mecánica de suelos, ya que existe la posibilidad de que se
puedan producir procesos de roturas internas dependiendo de la geometría
del contrafuerte. Por esta razón, para llevar a cabo un estudio teórico de
estabilidad del muro de escollera, será imprescindible tener en cuenta el
ángulo de rozamiento interno y la densidad de la escollera.

4. Muros de gaviones: Están formados por la superposición de cajas de forma


prismática, fabricadas generalmente de enrejado de alambre galvanizado,
rellenadas de rocas de pequeño tamaño.

Como ventajas principales de los muros de gaviones, cabe comentar:

• No precisan cimentación.
• Adaptación al terreno.
• Fácil diseño y rápida construcción.
• Mano de obra no especializada.
• Trabajan fundamentalmente por gravedad.
• Son flexibles y son capaces de soportar ciertos asentamientos sin
fracturarse.
• Presentan condiciones de drenaje y durabilidad excelentes.
• Utilización de materiales de la zona.
• Bajo coste.

Las principales desventajas son:

• Las mallas de acero galvanizado se corroen fácilmente en ambientes


ácidos.
• Los bloques de roca no necesariamente están disponibles en todos los sitios
y pueden condicionar el coste de la obra.
• Al ser muros de gravedad, su espesor aumenta proporcionalmente con la
altura, por lo que para grandes alturas el volumen de piedra aumenta de tal
forma que hace antieconómica la solución.

Definición del proceso constructivo

Siembras e hidrosiembras

Las hidrosiembras están recomendadas para taludes hasta inclinaciones de 35°


(aprox. 70% de pendiente).

Los componentes y aplicación de las hidrosiembras se detallan a continuación:

• Época de siembra: septiembre-febrero.


• Forma de aplicación: hidrosiembra en dos fases. La primera aplicación contendrá
todos los componentes principales: semillas, parte del acolchado (mulch), parte del
fijador y el agua.
La segunda aplicación tiene como objetivo cubrir las semillas para favorecer su
germinación, utilizando una mezcla con el resto de acolchado, fijador y agua.
• Composición en especies: de 10 a 15 especies presentes en la vegetación
climática, entre ellas al menos una especie de crecimiento rápido (estárter), p.e.
Lolium rigidum. Se recomienda distribuir las especies de la forma siguiente:
- 2-4 gramíneas (1 especie anual como máximo).
- 2-4 leguminosas (1 especie anual como máximo).
- 2-4 herbácea de cobertura (1 especie anual como máximo).
- 4-7 arbustos y matas.
• Dosis total de semillas: 350 kg/ha. Se recomienda que la proporción de especies
(en n° de semillas) sea la siguiente:
- 50% especies de fijación (gramíneas).
- 25% especies fijadoras de nitrógeno (leguminosas).
- 15% herbáceas de cobertura.
- 10% arbustos y matas.

En el caso de algunos arbustos y matas es posible que deban realizarse


pretratamientos antes de incorporar las semillas a la mezcla para aumentar su
capacidad de germinación.

• Acolchado: 600-1.000 kg/ha de fibra corta (madera, paja, coco o similar).


• Fijador orgánico o inorgánico: 100-150 kg/ha.
• Agua: 25-50 m3/ha.
• Fertilizantes inorgánicos: para corregir las deficiencias del substrato.

En el caso que la zona a tratar presente actividad de herbívoros importante se puede


incorporar algún producto repelente para disminuir la prelación.

Mallas y mantas y orgánicas


Se utilizan para proteger la superficie del talud frente a la erosión, retener las capas
superficiales del terreno y aportar materia orgánica en su descomposición. También
favorecen los procesos de enraizamiento y desarrollo de la vegetación.

Las mantas se utilizan en taludes con mayor pendiente, pudiéndose superar los 45º,
y con problemas erosivos fuertes. En el caso de las mallas o redes se utilizan
generalmente en taludes de menor pendiente y cuando se pretende una
estabilización temporal, ya que las mallas se descomponen en menor tiempo que
las mantas, además su coste es menor que las mantas.
Los materiales más habituales para las mallas son el yute y el coco. Las de yute
tienen una vida más corta (se descomponen en un año) y son de menor coste. Las
de coco son más resistentes y presentan diferentes gramajes y diferentes tamaños
de luz (más densa cuanto mayor pendiente o intensa sea la erosión),
descomponiéndose en dos años aproximadamente. En función de la pendiente del
talud se pueden definir los materiales que componen las mallas.

Proceso constructivo de muros de gaviones

1. Desplegar la malla, abatiéndola en el suelo. Posteriormente levantar las


paredes y las dos cabezas hasta que coincidan sus aristas contiguas,
formándose de esta forma la caja con la tapa abierta. A continuación coser
las aristas con alambre galvanizado reforzado Galfan.

2. Situar el gavión, una vez armado, en el lugar de la obra que indica el proyecto.
Atarlo a los gaviones contiguos mediante alambre galvanizado reforzado
Galfan y torsiones entre mallas.

3. Una vez colocada en su emplazamiento, el Gavión se rellena con canto


rodado o piedra de cantera. Se puede efectuar con medios mecánicos como
retroexcavadoras o cintas trasportadoras. Es necesario colocar previamente
un encofrado consistente en una bastidor metálico o de madera, sosteniendo
por puntales, para mantener el enrejado en los paramentos proyectados.
Colocar tirantes transversales de alambre galvanizado reforzado Galfan cada
25 entre 30 cm aproximadamente.

4. Cerrar el Gavión cosiéndolo con alambre galvanizado reforzado Galfan.


Mediante el empleo de una pequeña palanca con el extremo curvado, se
ayudará a la coincidencia entre las diferentes aristas de la tapa con los
bordes superiores de las caras del gavión.
Muros de escollera

Muros de escollera colocada, los constituidos por bloques de roca irregulares, de


forma poliédrica, sin labrar y de gran tamaño (masa comprendida entre 300 y 3000
kg), que se colocan uno a uno mediante maquinaria específica, con funciones de
contención o sostenimiento, siguiendo los principios y recomendaciones formulados
en este texto. La sección tipo de los muros de escollera colocada reunirá las
características indicadas en el capítulo 2 de esta Guía. La colocación de cada uno
de los bloques se debe llevar a cabo de manera individual, teniendo en cuenta la
forma y tamaño de los inmediatamente aledaños, de modo que el conjunto presente
el menor volumen de huecos posible, consiguiendo valores altos del peso específico
aparente de la escollera colocada y una buena estabilidad del muro.
Se distinguen dos tipos de muro, de acuerdo con la misión que se les encomiende:

a) Muros de contención de laderas y taludes en desmonte (en lo sucesivo, de


contención).
b) Muros de sostenimiento de rellenos (en lo sucesivo, de sostenimiento).

los principales aspectos a considerar en el proyecto de los elementos que


componen la sección tipo de un muro de escollera: cimiento, cuerpo del muro,
trasdós y elementos de drenaje.

1 Cimiento
•La cota de cimentación presentará una profundidad mínima de 1 m

•El fondo de excavación se ejecutará normalmente con una contra inclinación


respecto a la horizontal de valor aproximado 3H:1V.

•En general, la escollera del cimiento se debe hormigonar, pudiendo en ocasiones


utilizarse recebo pétreo. El hormigonado del cimiento es necesario para poder
considerar que trabaja como un elemento rígido (a priori se recomienda HM-
20/B/40/A). El proyecto definirá la cota a alcanzar con el hormigón y las pendientes
a dar a su superficie para evitar acumulaciones de agua, en-rasando normalmente
con los bordes de la excavación o elementos de drenaje.

2 Cuerpo del muro

•La superficie de apoyo de la primera hilada de escollera sobre la cara superior del
cimiento, debe tener una inclinación hacia el trasdós en torno al 3H:1V y presentar
una superficie dentada e irregular, que garantice la trabazón entre cuerpo del muro
y cimentación.
•Las hiladas del cuerpo del muro mantendrán la inclinación 3H:1V hacia el trasdós.

•El paramento visto (intradós) no deberá ser más vertical que 1H:3V.

•La anchura del muro, que se determinará en el cálculo, podrá ser variable con la
altura y deberá:

o Permitir que en cada hilada se puedan colocar al menos dos bloques.


o Presentar un valor mínimo de unos 2 m, que el proyecto podría
rebajar justificadamente hasta 1,50 m, en muros de menos 5 m de altura.

3 Trasdós

Las características del trasdós del muro tienen una influencia decisiva en el
comportamiento del mismo y de ellas depende, en buena medida, su estabilidad.
Se debe disponer un relleno de material granular en el trasdós, con un espesor
mínimo de 1 m, si bien en casos excepcionales de muros de contención, el proyecto
puede justificar un espesor menor, o incluso prescindir del mismo. Se pretenden las
siguientes funciones:

−Materializar una transición granulométrica entre terreno natural o relleno y cuerpo


del muro.
−Repartir, de modo relativamente uniforme, los empujes sobre el cuerpo del muro.
Deberán buscarse valores altos del ángulo de rozamiento para el relleno de trasdós.
−Interponer una capa granular con buenas características drenantes entre el terreno
o relleno y el muro.
−Dificultar la salida de material del terreno natural o relleno, a través de los huecos
entre bloques de escollera.

Entre las diversas granulometrías o entre éstas y el terreno natural, se podrán


disponer en general, geotextiles con función de separación o filtro.

4 Elementos de drenaje
En lo referente al drenaje superficial, se proyectarán medidas para evitar que el
agua de escorrentía desagüe al relleno granular del trasdós o al propio muro de
escollera. En lo referente al drenaje subterráneo debe evitarse la acumulación de
aguasen el trasdós y cimiento del muro. Cuando sean de prever afloramientos de
agua en los fondos y taludes de las explanaciones, deberán adoptarse las
correspondientes medidas de drenaje de estabilización, en coordinación con el
proyecto del trasdós.
Particularidades de los muros de contención

Su principal condicionante es que se ejecutan sobre una ladera natural o desmonte,


donde únicamente se podrán emprender ciertas actuaciones puntuales. Con
frecuencia el motivo de la ejecución del muro es que dichas laderas presentan
problemas de estabilidad, pretendiéndose proporcionar un nivel de contención
adecuado respecto de la carretera. Con carácter general se dispondrá un trasdós

granular, como materialización de la transición granulométrica entre terreno natural


y escollera. No se emplearán para el trasdós, materiales procedentes de rocas que
no sean estables según elPG-3. El material estará limpio y exento de materiales
extraños y cumplirá las limitaciones que se indican en la tabla siguiente:

Pueden darse casos en que la geometría del emplazamiento no permita la


disposición de espacio suficiente para la ejecución del trasdós, por lo que, previa
justificación del proyecto se podrá considerar su reducción de espesor, o incluso su
su-presión (en este caso deberán interponerse geotextiles con funciones de
separación y filtro, para que se evite la migración de materiales del terreno natural
hacia la escollera, no siendo posible garantizar el resto de funciones del trasdós).

Particularidades de los muros de sostenimiento


En los muros de sostenimiento de escollera colocada, ésta puede considerarse
como una parte de un relleno que se diseña como obra nueva en su totalidad. Hay
un abanico amplio de soluciones para el diseño de la sección tipo conjunta,
debiendo tenerse en cuenta:
−Las condiciones de apoyo del relleno, deben determinarse a partir de un
adecuado reconocimiento, acondicionamiento y captación de las aguas del terreno
natural.
−Deben establecerse transiciones granulométricas entre el muro y las distintas
zonas que componen el relleno. No será admisible la eliminación del relleno de
material granular del trasdós especificado para los muros de con-tención en ciertas
ocasiones, ni su reducción de espesor.
−Se estudiarán los detalles constructivos de la coronación del muro junto con el
drenaje superficial de la carretera y se dispondrán medidas que impidan el vertido
o desagüe de la escorrentía superficial al muro o a su trasdós.

Muro de contención

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