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CONCLUSION

ESPARTA Y LA EDUCACIÓN ACTUAL


Esparta poseía un modelo educativo basado en el dominio de las clases aristocráticas donde
prevalecía los intereses del estado antes que cualquier otro interés, el aparato del estado que
ejercía su poder sometiendo a los ciudadanos a la voluntad de los intereses particulares de
unos pocos. En esto la educación servía a los objetivos programáticos de un régimen socio
político. Como podemos observar estas similitudes se dan en nuestras sociedades, donde el
estado emerge como figura de organización social y de opresión, con las excepciones
espacio-temporales
Hasta el día de hoy, el sistema educativo es parte del proyecto de Estado. La función es
controlar a los habitantes por métodos cuantificables con el fin de seleccionar a los más aptos.
Esta práctica actual se asemeja a la espartana, que si bien no es tan violenta como aquella de
llevar a la muerte a los menores, sí es igual de aberrante, pues asesina la creación y la libertad
del ser, y esta implica, en última instancia, una muerte en vida. La función del Estado es
legitimar la existencia de las capas sociales, donde los aptos conformarán el grueso de la
intelectualidad, el poder y la gobernanza, mientras que los asesinados culturales, serán la
mano de obra barata y castrada del conocimiento, de la palabra y de las posibilidades de
acción política.
Otra similitud con el modelo espartano son las etapas donde el niño ingresa al sistema
educativo que es a los 7 años como mandaba la agogé, donde el sistema educativo de estado
se apropia de los niños, tal y como lo hacía en la época espartana. Incluso, el modelo de
desarrollo actual se plantea la necesidad de apropiarse de ellos en edades aun tempranas.
Por lo tanto, la función de la escuela como aparato ideológico y reproductivo del statu quo,
es la homogenización del pensamiento económico dominante. La vieja formación de
guerreros es hoy, por un lado, la de los esbirros del sistema y por otro, la de su masa de
asalariados. Educar por competencias es la herencia que hoy asemeja a la de la antigua
Esparta, pues lo único que interesa es la productividad real del “sujeto educado”. El sistema
capitalista necesita un mínimum de saberes en el individuo, una calificación o competencia
básica para el manejo de la máquina, más de él no requiere la erudición del conocimiento,
mucho menos el análisis crítico que deriva de él y que lleva, más temprano que nunca, a su
concienciación como objeto de la explotación sistémica.
Podemos hacer un símil con la producción de ciudadanos-soldados que producía el modelo
educativo de Esparta con la actualidad ahora ese soldado es el obrero, albañil, la enfermera,
la trabajadora de las maquilas, donde ahora este es explotado por los dueños del aparato
productivo del país, se educa en función de las necesidades del mercado por lo tanto se es
valioso en tanto trabajas para los intereses del aparato económico de la sociedad..

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