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“Año del buen servicio al ciudadano”

UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN.


E S C U E L A D E P O S T G R A D O

FRANQUICIA
MAESTRÍA: Derecho Civil y Comercial

CURSO: Seminario de Contratos Modernos

DOCENTE: Mgr. Enrique Vigil Oliveros

INTEGRANTES: *Kimberly Cinthya Guzmán Arcaya

*Diana Carol Calle Tintaya

*Frida Mabel Flores Valdivia

TACNA-PERÚ
2018
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Contenido
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................. 3
MARCO TEÓRICO ........................................................................................................................... 4
CAPÍTULO I ................................................................................................................................ 5
SOCIEDAD ANÓNIMA ................................................................................................................ 5
1.1. DEFINICIÓN DE SOCIEDAD:........................................................................................ 5
1.2. CONSTITUCIÓN DE UNA SOCIEDAD: ...........................Error! Bookmark not defined.
1.3. CARACTERÍSTICAS:............................................................Error! Bookmark not defined.
1.4. FORMAS DE CONSTITUCIÓN DE LA SOCIEDAD:................Error! Bookmark not defined.
1.5. CONSTITUCIÓN SIMULTÁNEA O CONSTITUCIÓN DE UN SOLO ACTO: .. Error! Bookmark
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1.6. CONSTITUCIÓN SUCESIVA U OFERTA A TERCEROS. .........Error! Bookmark not defined.
1.7. FORMALIZACIÓN DE LOS ESTATUTOS........................................Error! Bookmark not defined.
1.8. CAPITAL SOCIAL ................................................................Error! Bookmark not defined.
1.9. LAS ACCIONES...................................................................Error! Bookmark not defined.
CAPÍTULO II ............................................................................................................................. 31
SOCIEDAD COMERCIAL DE RESPONSABILIDAD LIMITADA ...................................................... 31
2.1. DEFINICIÓN:.................................................................................................................. 31
2.2. BENEFICIOS Y OBLIGACIONES DE LA RESPONSABILIDAD LIMITADA ............................ 32
2.3. CAPITAL SOCIAL Y PARTICIPACIONES ...............................Error! Bookmark not defined.
2.4. EXCLUSIÓN Y SEPARACIÓN DE LOS SOCIOS: ....................Error! Bookmark not defined.
MARCO JURÍDICO ............................................................................Error! Bookmark not defined.
NORMAS INTERNAS.................................................................Error! Bookmark not defined.
LEGISLACIÓN COMPARADA .....................................................Error! Bookmark not defined.
A.- LA SOCIEDAD ANÓNIMA EN ESPAÑA.................................Error! Bookmark not defined.
B.- LA SOCIEDAD ANÓNIMA EN COLOMBIA ............................Error! Bookmark not defined.
C.- SOCIEDAD COMERCIAL DE RESPONSABILIDAD LIMITADA .Error! Bookmark not defined.
CONCLUSIONES ...............................................................................Error! Bookmark not defined.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS ..............................................................Error! Bookmark not defined.

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INTRODUCCIÓN

Es un contrato comercial atípico e innominado a través del cual una empresa


denominada franquiciante transfiere a otra denominada franquiciado, el uso de
su nombre, marca, colores, signos distintivos, distribución y venta de sus
productos a cambio de un pago inicial y luego periódico por concepto de regalías.
La franquicia se ha ido extendiendo y desarrollando con rapidez ya que trae
consigo numerosos beneficios y ventajas para las personas que se arriesgan a
emprender este negocio.

El presente trabajo tiene como propósito analizar detenidamente el contrato de


franquicia, los elementos que la caracterizan y de la misma forma comprende un
exhaustivo análisis del caso hito Vylne vs Naugles, para ser complementado con
una crítica y aporte grupales.

Vylene vs Naugles, franquiciado y franquiciante se batieron en una disputa legal


sobre el contenido de su contrato de franquicia que, al ser violado, acarreó el
pago de una suma indemnizatoria. Lo cual ha sentado precedente a nivel
internacional en cuanto a este tipo de contratos comerciales.

Finalmente, para la materialización de las siguientes páginas se ha recurrido a


material bibliográfico adecuado siendo de vital importancia la información
encontrada en la red.

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MARCO TEÓRICO

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CAPÍTULO I

FRANQUICIA

1.1. DEFINICIÓN DE SOCIEDAD:


Contrato de Franquicia

El auge de un negocio está directamente vinculado con la capacidad de dicho


negocio para abarcar nuevos mercados en los cuales pueda ofrecer sus
productos o servicios.

Actualmente y gracias a la globalización los mercados son cada vez más amplios
y las empresas no pueden limitarse únicamente a la localidad geográfica en la
que tienen su sede, sino que deben proyectarse al mercado internacional. Para
lograr su cometido, existen diversas figuras comerciales que permiten a una
empresa colocar sus productos o servicios en otros territorios, tales como la
franquicia.

El contrato de franquicia es un contrato atípico, es decir, no cuenta con una


regulación propia en la legislación peruana. Sin embargo, le son de aplicación

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las disposiciones generales previstas en el Código Civil para cualquier contrato
en materia de acto jurídico, obligaciones y contratos.

Consideramos que el contrato de franquicia es aquel por el cual una empresa


denominada franquiciante, concede a otra, llamada franquiciado, una licencia
que le permite realizar la explotación de un negocio en un determinado territorio,
tal como lo haría el propio franquiciante, dotándolo para tal efecto de los
conocimientos, bienes y derechos necesarios para poner el negocio en marcha,
a cambio del pago de una regalía que suele estar fijada como un porcentaje
sobre las ventas.

CASO PRACTICO

CASO VYLENE VS NAUGLES

En 1975, Vylene Enterprises, Inc. (Vylene) entra en un acuerdo de franquicia de


diez años de duración con Naugles, Inc. (Naugles) una cadena mexicana de
restaurantes. En 1984, Vylene se retrasa en la obligación de pagos establecida
en el acuerdo, y en los meses de febrero, junio y julio del mismo año recibe
sucesivas notificaciones de terminación del contrato. Ello lleva a que Vylene
resuelva declararse en quiebra.

Para el 30 de octubre de 1985 Vylene ejerció su derecho contractual de renovar


el acuerdo de franquicia. Naugles, por su parte, exigió una cuota de renovación
de US$ 104.522, la cual Vylene encontró excesiva por cuanto en el acuerdo
original se prometió que tal cifra no excedería de US$40.000. Vylene cesa de
efectuar pagos y la Corte concede la petición de Naugles de tomar posesión de
la franquicia. Sobre la base de estos hechos, la Corte procede a resolver la
cuestión de la reclamación de daños de parte de Vylene por la no renovación del
acuerdo.

Para tal fin la Corte se concentró en dos actos reprochables:

a) La imposición de un programa de cupones de descuento de parte del


franquiciante fue excluido, sin que se le hiciera partícipe de él.

b) El abrir un nuevo local solo un mes antes de que la fecha de renovación tuviera
lugar, a 1.4 millas de distancia de la franquicia de Vylene. Este nuevo local con

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una política de precios ostensiblemente más bajos produjo una reducción del
35% en ventas de Vylene.

El fallo de la Novena Corte de Apelaciones del Circuito de EE. UU. encontró que
la cadena mexicana de restaurantes Naugles Inc. violó la cláusula de buena fe y
trato justo en su contrato de franquicia cuando abrió un restaurante a 1. 4 millas
de distancia de Long Beach, California, ubicación de la franquicia Vylene
Enterprises Inc., que finalmente cerró.

Además de otorgar daños a Vylene de $ 2. 2 millones, el tribunal entregó a los


franquiciados municiones considerables para futuras demandas de usurpación
contra franquiciadores. El caso Vylene es probablemente uno de los casos más
significativos de franquicias en los últimos 25 años.

Análisis y postura frente al fallo

De hecho, el caso Vylene es significativo porque descubrió que Naugles había


invadido a su franquiciado a pesar de que en el contrato de franquicia no existía
cláusulas que definieran la longitud del territorio del franquiciado y que además
este estaría protegido y sería respetado. Por lo mismo es que el tribunal no se
atrevió a definir cuáles eran los límites territoriales. En este punto entonces los
franquiciados celebrarían su no regulación, y como explicar esto? Pues bien,
supongamos que el franquiciante en su contrato con el franquiciado, no han
definido el territorio donde operará la nueva franquicia y por el temor a violar el
pacto de buena fe deja de aperturar nuevos negocios ya que no sabe que tan
cerca ni que tan lejos puede abrirse un nuevo establecimiento y por endeel
franquiciado de cierta forma ostenta la exclusividad del negocio en un territorio,
que bien se asemejaría a un pequeño monopolio. Entonces aquí el franquiciante
pasa de su estado imperioso a dominado. Se refuerza este fundamento con la
idea de que los límites establecidos en un tribunal no serán los límites en otro, y
será imposible para los franquiciantes descubrir dónde colocar unidades
adicionales si tienen que preocuparse de ser cuestionados por los tribunales.

Esta incertidumbre va ir generando litigios dado que cada vez que un


franquiciado sienta que hay algún impacto en su negocio y se le ocurra un nuevo

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cambio en el contrato, ya cuenta con el precedente Vylene para realizarlo, claro
está esto sería en la legislación norteamericana.

Asimismo por otro lado consideramos que la corte tenía razón al omitir una
definición específica del territorio a respetar ya que de eso dependería el
crecimiento de las franquicias y estaría muy supeditada a la imparcialidad de la
corte. De cierta forma también consideramos que por esta razón los
franquiciantes deben hacer ser minuciosos al momento de celebrar sus
contratos, tener una política de expansión sensata y negociar a la par con los
franquiciados de modo que las decisiones tomadas consideren los intereses de
ambas partes, lo cual evitaría problemas en el futuro.

Lo segundo que pueden hacer es comenzar a dar un poco de protección a los


franquiciados: sería muy raro que un tribunal cuestione un acuerdo de franquicia
que contenga radio protección, aunque puede ser relativamente pequeña. y
podría tomar una actitud dura y articular en el acuerdo de franquicia que un
franquiciado no tiene derechos territoriales, está comprando una franquicia para
un lugar específico, y que el franquiciador tiene derecho a poner un lugar donde
quiera.

El caso Vylene tiene mucho sentido ya que todo lo que dice es que dos partes
en el negocio entre sí deben comportarse de una manera que sea beneficiosa
para todos. En este caso bien podría decirse que se perjudicó al franquiciado.

¿Pero qué pasa si el franquiciado no informa todas las regalías o no trabaja lo


más posible para maximizar el mercado? Aquí salen a la luz las desventajas del
contrato de franquicia, siendo en este caso el desprestigio, y si nos ubicamos en
el lugar de Naugles, este debería ganar el caso bajo la misma teoría aplicada a
Vylene; sin embargo, consideramos que de ser así también en el contrato debe
establecerse la penalidad correspondiente.

Ahora bien, si vamos al otro lado oculto del problema y nos ubicamos más bien
con un trasfondo antónimo de la buena fe, bien podríamos suponer que Naugles
lo que hizo fue intentar dejar fuera a Vylene del negocio ya que inferimos que su

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actuar no es la forma en que un franquiciante normalmente lleva a cabo su
expansión.

Esta historia aparece en la edición de noviembre de 1996 de Suscribirse

Durante años (aunque parece una eternidad) la invasión ha reinado como la


preocupación más importante de los franquiciados. Y, sin embargo, un reciente
fallo judicial finalmente pudo haber llevado a la industria a buscar una solución
definitiva y finalmente poner fin a las refriegas.

El fallo de la Novena Corte de Apelaciones del Circuito de EE. UU. Encontró que
la cadena mexicana de restaurantes Naugles Inc. violó la cláusula de buena fe y
trato justo en su contrato de franquicia cuando abrió un restaurante 1. 4 millas
de distancia de Long Beach, California, ubicación propiedad de la franquicia
Vylene Enterprises Inc., que finalmente cerró.

Además de otorgar daños a Vylene de $ 2. 2 millones, el tribunal entregó a los


franquiciados municiones considerables para futuras demandas de usurpación
contra franquiciadores. El caso Vylene es "probablemente uno de los casos más
significativos de franquicias en los últimos 25 años", dice Erik Wulff, socio de la
firma de abogados Hogan & Hartson de Washington, DC, quien señala que el
caso probablemente establecerá un precedente persuasivo incluso para estados
fuera de la jurisdicción de la región occidental del noveno circuito.

Los franquiciados y sus defensores, desacostumbrados al sabor de la victoria


legal, están encantados. "Es obviamente un caso muy emocionante para los
franquiciatarios", dice Robert Purvin, presidente de la junta de fideicomisarios de
la Asociación Estadounidense de franquiciados y concesionarios. "En términos
de usurpación, Vylene es un caso de buenas noticias: ganó el franquiciado. Pero
la verdadera importancia de Vylene es que la buena fe y el trato justo en un
acuerdo de franquicia han sido reconocidos como la ley en el noveno Circuito. "

De hecho, el caso Vylene es significativo porque descubrió que Naugles había


invadido a su franquiciado a pesar de que el contrato de franquicia del sistema
no garantizaba un territorio protegido. Además, el tribunal no se atrevió a definir

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qué tan cerca está demasiado cerca. Entonces, mientras los franquiciatarios se
regocijan, los franquiciadores se muerden las uñas.

"Los límites establecidos en un tribunal no serán los límites en otro", dice Lewis
G. Rudnick, socio de la firma de abogados Rudnick & Wolfe, con sede en
Chicago. "Será imposible para los franquiciadores descubrir dónde colocar
unidades adicionales si tienen que preocuparse de ser cuestionados [por los
tribunales]. "

Esta ambigüedad es lo que va a engendrar un litigio, agrega Wulff." Cuando los


franquiciados piensan que hay algún impacto en su unidad y quieren hacer un
cambio legal ", dice," tienen un caso que les permite llevar a cabo esa [acusación]
de juicio".

Mientras tanto, Purvin cree que la corte tenía razón al omitir una definición radial
específica de intromisión. "La [cuestión de] la imparcialidad sustantiva es incluso
más importante que centrarse estrictamente en la invasión", dice.

La imparcialidad es ideal. Sin embargo, en el mundo real, la mayoría anticipa


que el caso dará lugar a una serie de litigios instigados por franquiciados."Los
franquiciados y sus abogados van a aprovechar esta decisión como una nueva
vida para [su causa]", predice Rudnick. "Ciertamente será ampliamente citado
en sus afirmaciones".

"¿Serán envalentonados los franquiciados por el hecho de que en los últimos


seis meses, ¿han tomado [varias] decisiones importantes que se salieron con la
suya? Será mejor que lo crean ", dice Purvin." Pero creo que eso provocará que
más franquiciadores se despierten y hagan un control de la realidad, y reunirse
y negociar con los franquiciados para que no tengan problemas. "

Básicamente, los franquiciadores tienen algunas opciones en blanco y negro


para compensar demandas impulsadas por el caso Vylene." El primero es tener
una política de expansión sensata. y tomar decisiones que [consideren] los
intereses de los franquiciados ", dice Wulff." Lo segundo que pueden hacer es
comenzar a dar un poco de protección a los franquiciados: sería muy raro que
un tribunal cuestione un acuerdo de franquicia que contenga radio protección,
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aunque puede ser relativamente pequeña. y podría tomar una actitud dura y
articular en el acuerdo de franquicia que un franquiciado no tiene derechos
territoriales, está comprando una franquicia para un lugar específico, y que el
franquiciador tiene derecho a poner un lugar donde quiera ".

Independientemente de lo que elija el franquiciador, está claro que es necesario


actuar. "De esta manera, tiene cierta capacidad de predicción en estas
situaciones", dice Wulff. "Es mejor que dejarlo a los caprichos de un tribunal en
el futuro".

el fallo requiere medidas severas, "puede resultar en que el tema de la


usurpación sea abordado de una manera más positiva a través de contratos [de
franquicias]", dice Wulff. "De lo contrario, como franquiciador, terminarás
gastando todo tu tiempo, esfuerzo y dinero en litigios. Nadie quiere hacer eso. "

Agrega Purvin," Los franquiciadores estarán llorando, diciendo que no pueden


predecir lo que pueden o no pueden abrir. Pero desde la perspectiva de los
franquiciados, estamos presionando para que los mecanismos establezcan
estas definiciones dentro de los sistemas [individuales]. Si las personas usan sus
cerebros y son compasivos por adelantado, pueden establecer procesos para
garantizar que todo [el problema esté resuelto]. "

Espacio para Interpretación

Como precedente, ¿Vylene es una buena ley? Depende, "El caso Vylene tiene
mucho sentido", dice Purvin. "Todo lo que dice es que dos partes en el negocio
entre sí deben comportarse de una manera que sea beneficiosa para todos". No
considero que Vylene sea franquiciador o franquiciado. Sucede que en este caso
se usurpó al franquiciado, pero si el franquiciado no informa todas las regalías o
no trabaja lo más posible para maximizar el mercado, el franquiciador debería
ganar el caso con la misma teoría legal ".

"La decisión es incorrecta desde varias perspectivas, por varias razones",


contesta Rudnick. "Creo que es desafortunado que el Tribunal de Apelaciones
ignore la cantidad bastante significativa de jurisprudencia sobre el tema, todo lo
cual predica la conclusión opuesta".
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"El problema con Vylene es que ilustra la vieja máxima de que los malos hechos
son una mala ley", dice Wulff."Usted tiene esta decisión judicial que,
probablemente correctamente, sostiene que el franquiciador en esta situación
hizo algo atroz, pero en un lenguaje que es tan amplio, afecta a toda la industria.

" Parece que lo que Naugles lo que hizo fue intentar echar a Vylene del negocio.
Esa no es la forma en que un franquiciador normalmente lleva a cabo su
programa de expansión. Pero la forma en que se manejaron los hechos afectará
negativamente las políticas de expansión legítima de los franquiciadores. "

Wulff cree que el furor eventualmente desaparecerá y que la ley, con el tiempo,
se corregirá a sí misma." Creo que uno debe tomar esto con calma y reconozca
que cada caso se decide por sus propios hechos ", dice." Esperaría que el
péndulo se balancee en la otra dirección, con tiempo. Otros tribunales tendrán la
oportunidad de abordar este tema en otros contextos fácticos, y adoptarán un
lenguaje mucho menos radical que Vylene. "

Purvin, por otro lado, ve el caso como una señal definitiva de cosas para
"Señalando que Vylene es la cresta de una reciente ola de casos legales que
marcan precedentes que favorecen a los franquiciados, Purvin dice: "Nunca
recuerdo un período de seis meses en el que hubo un cambio de tendencia.
[Vylene] no se produjo en el vacío, pero es la culminación de una tendencia.
Aquellos de nosotros que hemos estado hablando sobre franquicia de franquicia
durante los últimos cuatro años parecen estar teniendo un impacto. Los
tribunales nos han escuchado".

Corte de Apelaciones de los Estados Unidos para el Noveno Circuito - 968


F.2d 887 (9º Cir. 1992)

Alegado y Enviado el 4 de febrero de 1992. Decidido el 29 de junio de 1992

Phillip K. Fife, Seal Beach, Cal., Por demandante-apelante.

William T. Rintala y Suzanne Criley, Rintala, Smoot, Jaenicke & Brunswick, Los
Angeles, Cal., Para demandado-apelado.

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Apelación del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Central
de California.

Antes: ALARCON, BEEZER y RYMER, jueces de circuito.

BEEZER, juez de circuito:

Consideramos la jurisdicción de la corte de apelaciones sobre un procedimiento


adversario que comenzó en el tribunal de bancarrota y fue apelado ante el
tribunal de distrito. El tribunal de distrito anuló el fallo definitivo del tribunal de
quiebras a favor de Vylene Enterprises, Inc. (Vylene) y lo remitió al tribunal de
quiebras para la presentación de los hallazgos propuestos de los hechos y las
conclusiones de la ley. Debido a que la orden del tribunal de distrito no es
definitiva, rechazamos la apelación de Vylene por falta de jurisdicción.

HECHOS E HISTORIA PROCESAL

Naugles, Inc. (Naugles) le otorgó una licencia a uno de sus restaurantes


mexicanos de comida rápida a Vylene. La disputa de las partes se centra en si
Naugles incumplió su deber de negociar de buena fe con Vylene para una
extensión del acuerdo de franquicia.

El adversario de Vylene en bancarrota ha producido una serie de disposiciones


publicadas. 1

Vylene presentó la acción pendiente en el tribunal de quiebras cuando era el


deudor en posesión en los procedimientos del Capítulo 11. Naugles se opuso
sistemáticamente a la afirmación de la jurisdicción central sobre el caso por parte
de la corte de bancarrota. 2 De conformidad con su jurisdicción central
reclamada, el tribunal de quiebras emitió una sentencia definitiva sobre el dinero
a favor de Vylene. Vylene ingresa. v. Naugles, Inc. (In re Vylene Enters.), 105 BR
42 (Bankr.CD Cal. 1989) (opinión de responsabilidad) y Adv. No. LA-85-4983-SB
(Bankr. No. LA-84-14659-SB) (Bankr.CD Cal. 5 de julio de 1990) (resolución de
daños y perjuicios). El tribunal de distrito anuló la sentencia del tribunal de

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bancarrota y remitió el caso al tribunal de quiebras para su disposición como un
procedimiento relacionado de otro modo. Vylene Enters., 122 BR 747 (CD Cal.
1990), desocupando y reenviando 105 BR 42 y Adv. No. LA-85-4983-SB.

Vylene apela la orden del tribunal de distrito, basándose en 28 USC § 1291 como
base para la jurisdicción del tribunal de apelaciones.

Tenemos jurisdicción sobre una apelación solo si está autorizado por


ley. "Determinamos sua sponte [nuestra] jurisdicción adecuada". Pizza of
Hawaii, Inc. v. Shakey's Inc. (In re Pizza of Hawaii, Inc.), 761 F.2d 1374, 1377 (9º
Cir. 1985). Debemos rechazar una apelación cuando no tenemos jurisdicción.

II

JURISDICCIÓN ORIGINAL EN BANCARROTA - MARCO ESTATUTARIO

Los tribunales de distrito tienen jurisdicción original, pero no exclusiva, sobre los
casos de bancarrota. 28 USC § 1334. Tales casos se remiten automáticamente
al tribunal de quiebras. 28 USC § 157 (a). Los tribunales de bancarrota pueden
ingresar órdenes finales y sentencias en casos bajo el título 11 (el Código de
Bancarrota) y en procedimientos básicos. 28 USC § 157 (b) (1); ver 28 USC §
157 (b) (2) (que define los procedimientos básicos). El tribunal de quiebras tiene
jurisdicción para presentar los hallazgos propuestos de los hechos y las
conclusiones de la ley en los procedimientos que están relacionados con un caso
bajo el título 11, pero no puede emitir órdenes o fallos definitivos. 28 USC § 157
(c) (1). El tribunal de quiebras realiza la determinación inicial de si un caso es un
procedimiento central o relacionado de otro modo. 28 USC § 157 (b) (3). Por
causa demostrada, el tribunal de distrito puede retirar, en todo o en parte,
cualquier caso o procedimiento remitido a la corte de bancarrota. 28 USC § 157
(d).

Los tribunales de distrito tienen jurisdicción de apelación de quiebras.

Los tribunales de distrito ... tienen jurisdicción para conocer las apelaciones de
sentencias, órdenes y decretos definitivos y, con permiso del tribunal, de órdenes
interlocutorias y decretos, de jueces de quiebra presentados en casos y
procedimientos remitidos a los jueces de quiebra en la sección 157 de este título

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28 USC § 158 (a).

El panel de apelaciones de bancarrota tiene una jurisdicción de apelación


similar. 28 USC § 158 (b) (las partes deben dar su consentimiento).

En procedimientos relacionados de otra manera, el tribunal de distrito actúa


como tribunal de primera instancia y dicta una orden o sentencia final "después
de revisar de nuevo los asuntos [(encontrados o concluidos por el tribunal de
quiebras)] a los que cualquiera de las partes se opuso puntualmente y
específicamente". § 157 (c) (1).

III

TRIBUNAL DE APELACIONES JURISDICCIÓN EN BANCARROTA - MARCO


ESTATUTARIO

El marco legal que rige la jurisdicción original de bancarrota precede una


apelación a la corte de apelaciones, y controla qué estatutos confieren
jurisdicción en la apelación.

En circunstancias limitadas, escuchamos apelaciones interlocutorias.

Cuando un juez de distrito, al hacer en una acción civil una orden que de otra
manera no sería apelable bajo esta sección, deberá considerar que dicha orden
involucra una cuestión reguladora de la ley respecto a la existencia de un motivo
sustancial para la diferencia de opinión y que una apelación inmediata de la
orden puede avanzar materialmente la terminación definitiva del litigio, deberá
manifestarlo por escrito en ese orden. El Tribunal de Apelaciones que tendría
jurisdicción sobre una apelación de tal acción puede entonces, a su discreción,
permitir que se tome una apelación de tal orden ...

28 USC § 1292 (b). 3

Tenemos jurisdicción sobre las decisiones finales de los tribunales de distrito.

Los tribunales de apelaciones ... tendrán jurisdicción sobre las apelaciones de


todas las decisiones finales de los tribunales de distrito ... excepto cuando se
pueda realizar una revisión directa ante el Tribunal Supremo.

28 USC § 1291.

15
También tenemos jurisdicción sobre

apelaciones de todas las decisiones, sentencias, órdenes y decretos finales


ingresados bajo [28 USC § 158 (a), (b).]

28 USC § 158 (d).

Ahora procedemos a considerar si alguno de estos estatutos nos permite ejercer


jurisdicción sobre la apelación de Vylene.

IV

28 USC § 1292

(b) APELACIÓN INTERLOCUTORIA

Las órdenes interlocutorias de la corte de distrito, que se presentan como un


juicio de bancarrota o una corte de apelaciones de bancarrota, 4 son revisables
por el tribunal de apelaciones en circunstancias limitadas. Connecticut Nat'l Bank
v. Germain, --- US ----, 112 S. Ct. 1146, 117 L. Ed. 2d 391 (1992). La orden del
tribunal de distrito que anuló la sentencia del tribunal de bancarrota favorable a
Vylene no establece que resolvió "una cuestión controvertida de la ley", cuya
apelación inmediata "puede avanzar sustancialmente la terminación definitiva del
litigio". § 1292 (b); ver Vylene Enters., 122 BR 747 . No tenemos jurisdicción bajo
§ 1292 (b).

ESTÁNDARES DE FINALIDAD BAJO 28 USC §§ 158

(d), 1291

La interacción entre §§ 158 (d) y 1291 nos presenta una pregunta más compleja
si tenemos jurisdicción. Ya sea que el tribunal de distrito actuó en su juicio de
bancarrota o en la capacidad de apelación de quiebra, la sección 1291
proporciona una base para nuestra investigación jurisdiccional. La Sección 158
(d) ofrece una base para nuestra jurisdicción solo si el tribunal de distrito actuó
en su capacidad de apelación de quiebra § 158 (a). Para determinar si solo la
§1291 o ambas, §§ 158 (d) y 1291 proporcionan una base para nuestra

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jurisdicción, nos obligarían a responder la cuestión sustantiva de la apelación:
¿se trata de un procedimiento central o relacionado de otro modo?

Si determinamos la finalidad según §§ 158 (d) y 1291 utilizando los mismos


estándares, la naturaleza del procedimiento, que determina el estatuto o los
estatutos que brindan una base para nuestra jurisdicción, no importaría. El
precedente del Noveno Circuito existente sostiene, sin embargo, que los
estándares de finalidad difieren. Una opinión reciente de la Corte Suprema
sugiere lo contrario. Debido a que debemos examinar el precedente del Noveno
Circuito a la luz de las decisiones del Tribunal Supremo, percibimos tres
enfoques posibles para nuestra investigación jurisdiccional.

Primero, podríamos determinar la naturaleza de este procedimiento y las normas


de finalidad para el (los) estatuto (s) jurisdiccional (es) aplicable (s). Rechazamos
este enfoque porque da como resultado una investigación jurisdiccional que
requiere que decidamos los méritos de la apelación. Además, si decidimos que
el reclamo de Vylene da lugar a un procedimiento relacionado, deberíamos
conciliar el precedente del Noveno Circuito con una reciente opinión de la Corte
Suprema para determinar si, en el contexto de quiebra, el § 1291 tiene las
mismas normas de finalidad que el § 158 ( re).

En segundo lugar, podríamos determinar los estándares de finalidad para cada


estatuto y aplicar ambos estatutos. Este enfoque no requiere que determinemos
la naturaleza del procedimiento. Sin embargo, requiere la conciliación del
precedente del Tribunal Supremo y del Noveno Circuito, con respecto a las
normas de finalidad, que el primer enfoque requiere en el caso de que el reclamo
de Vylene dé lugar a un procedimiento relacionado de otro modo.

En tercer lugar, podríamos determinar qué normas de finalidad del estatuto son
más liberales bajo nuestro precedente existente y analizar nuestra jurisdicción
según esos estándares. Este enfoque está disponible solo si no tenemos
jurisdicción bajo los estándares de finalidad más liberales. Ofrece las ventajas
de que no tenemos que decidir los méritos del caso ni examinar prematuramente
el estado del precedente existente del Noveno Circuito con respecto a las normas
de finalidad según §§ 158 (d) y 1291. Elegimos este enfoque porque concluimos,
infra Parte VI, que carecemos de jurisdicción incluso bajo las normas de finalidad
más liberales del § 158 (d).
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* La incertidumbre en cuanto a la naturaleza del procedimiento resulta en
incertidumbre en cuanto al Estatuto que otorga la jurisdicción del Tribunal de
Apelaciones

La Sección 1291 nos otorga jurisdicción sobre las órdenes finales del tribunal de
distrito, ya sea que el tribunal de distrito haya dictado la orden en su juicio de
bancarrota o en la capacidad de apelación de quiebra. La Sección 158 (d) nos
otorga jurisdicción sobre las órdenes finales del tribunal de distrito dictadas en
su capacidad de apelación por bancarrota.Aunque la superposición entre los dos
estatutos es sustancial, el § 158 (d) también nos otorga jurisdicción sobre las
órdenes finales del panel de apelaciones de bancarrota. Debido a que el § 1291
no nos otorga jurisdicción sobre las órdenes finales del panel de apelación de
bancarrota, la superposición sustancial no hace que el § 158 (d) sea
completamente superfluo. Banco Nacional de Connecticut, 112 S. Ct. en 1149,
desautorizar a Teleport Oil Co. v. Security Pac. Nat'l Bank (In re Teleport Oil Co.),
759 F.2d 1376 (9º Cir. 1985). La Sección 1291, por supuesto, nos otorga
jurisdicción sobre las órdenes finales del tribunal de distrito fuera del contexto de
quiebra.

No podemos decir con certeza qué ley o estatutos jurisdiccionales se aplican a


la apelación de Vylene. Si el tribunal de quiebras es correcto, y este caso es un
procedimiento central, Vylene nos pide que revisemos una decisión del tribunal
de distrito que actúa en su capacidad de apelación por bancarrota. O § 158 (d)
o § 1291 proporcionarían las normas de finalidad aplicables a nuestra
investigación jurisdiccional.

Si el tribunal de distrito es correcto, y este caso es un procedimiento que de otro


modo estaría relacionado, Vylene nos pide que revisemos una orden de la corte
de distrito como tribunal de jurisdicción original. Según el § 158 (d), tenemos
"jurisdicción sobre las apelaciones de las órdenes finales del tribunal de distrito
que revisa las órdenes finales de la corte de bancarrota". En re Fowler, 903 F.2d
694, 695 (9º Cir. 1990). Debido a que el tribunal de bancarrota no puede ingresar
una orden final en un procedimiento relacionado de otra manera, el § 1291
proporcionaría las normas de finalidad aplicables a nuestra investigación
jurisdiccional. 5

18
segundo

Liberalidad de los estándares de la bancarrota de la finalización debajo de la


corte suprema y del precedente del noveno circuito existente

La naturaleza del procedimiento solo importa si las normas de finalidad según §§


158 (d) y 1291 son diferentes. El Tribunal Supremo ha declarado que los § 158
(d) y 1291 ofrecen la misma jurisdicción con respecto a las órdenes finales de un
tribunal de distrito que se encuentra en su capacidad de apelación por
quiebra. Banco Nacional de Connecticut, 112 S. Ct. en 1149. Para permitir la
misma jurisdicción, ambos estatutos tendrían que tener las mismas normas de
finalidad en los procedimientos de quiebra. Un tratado respetado concuerda:

La dependencia de § 1291 no tiene por qué llevar a resultados de finalidades


diferentes según la circunstancia, ya sea que la orden del tribunal de distrito se
ingresó inicialmente o en la revisión de una orden ingresada por un juez de
bancarrota.Cualquiera que sea la medida del análisis distintivo apropiado para
los procedimientos de bancarrota se puede aplicar bajo § 1291 así como también
§ 158 (d).

16 Charles A. Wright y otros, Federal Practice and Procedure § 3926, at 119


(Supp.1991).

Nuestros casos no concuerdan con la implicación de Connecticut Nat'l Bank y la


posición de Wright. Tuvimos ocasión de considerar nuestra jurisdicción bajo
§1291 cuando un tribunal de distrito retiró su referencia de un caso al tribunal de
bancarrota y emitió una orden que otorgaba alivio de la suspensión
automática. Packerland Packing Co. v. Griffith Brokerage Co. (In re Kemble), 776
F.2d 802 (9º Cir. 1985). Notamos que la finalidad del § 1291 puede ser un
concepto elusivo debido a la doctrina del orden colateral y la regla de Forgay v.
Conrad. Carné de identidad. en 805 (citando a Cohen v. Beneficial Indus. Loan
Corp., 337 US 541 , 69 S. Ct. 1221, 93 L. Ed. 1528 (1949); Forgay v. Conrad, 47
US (6 How.) 201, 12 L. Ed. 404 (1848)). Con base en los precedentes en otros
casos de bancarrota, encontramos jurisdicción para considerar la orden del
tribunal de distrito que otorga alivio de la suspensión automática. Carné de
identidad. Con respecto a la retirada de la referencia, no encontramos ningún

19
precedente y llegamos a la conclusión de que la retirada no cumplía los requisitos
de la doctrina del pedido de garantía. Carné de identidad. en 806.

Posteriormente, consideramos nuestra jurisdicción sobre una orden del tribunal


de distrito que confirma la constitucionalidad de las Enmiendas de Bancarrota y
la Ley de Jueces Federales de 1984, Pub. L. No. 98-353, 98 Stat. 333. Benny v.
England (In re Benny), 791 F.2d 712 (9º Cir. 1986). Debido a que el tribunal de
distrito había retirado su referencia al tribunal de quiebras, sostuvimos que el §
158 (d) no permitía la jurisdicción. Carné de identidad. en 718. Luego evaluamos
nuestra jurisdicción bajo § 1291, reconociendo que las normas de finalidad
pueden diferir. "Sin embargo, incluso asumiendo que esta doctrina más flexible
[(refiriéndose a las normas de finalidad del § 158 (d)] es apropiada para las
apelaciones de bancarrota presentadas bajo la sección 1291, las circunstancias
de esta apelación aún no presentan una orden apelable". Carné de
identidad. (nota de pie de página omitida). En una nota a pie de página,
reconocimos explícitamente que el estándar para la finalidad según § 1291
podría ser más estricto que el del § 158 (d). Carné de identidad. norte. 7. Debido
a que encontramos que la orden no es apelable bajo los estándares § 158 (d)
(discutible) más liberales, concluimos que ciertamente no teníamos jurisdicción
bajo § 1291. Id. en 719 (también concluyendo que la doctrina del orden colateral
de Cohen no se aplica).

Cuando un tribunal de distrito que sesionaba como un tribunal de bancarrota


ordenó a un antiguo director del deudor que entregara las acciones al
fideicomisario de bancarrota, abordamos el problema que habíamos evitado en
Benny.Cannon v. Hawaii Corp. (In re Hawaii Corp.), 796 F.2d 1139 (9º Cir.
1986). Nosotros explicamos:

Sin embargo, hemos desarrollado reglas de finalización liberales para los casos
de quiebra que surgen bajo la sección 158 (d). Porque [Klenske v.] Goo [(In re
Manoa Finance), 781 F.2d 1370 (9º Cir. 1986), cert. denegado sub
nom Yamamoto v. Klenske, 479 US 1064, 107 S. Ct. 948, 93 L. Ed. 2d 997
(1987),] declara que nuestra jurisdicción en casos como la acción instantánea
surge bajo la sección 1291 y no la sección 158 (d), sostenemos que estas reglas
liberalizadas no se aplican a las apelaciones de los jueces de distrito en

20
bancarrota. [In re] Mason [, 709 F.2d 1313 (9 ° Cir. 1983),] deja en claro que la
regla de finalidad para los casos de bancarrota es más liberal que la regla de
finalidad según 28 USC § 1291. Ver Mason, 709 F.2d at 1316 ("El objetivo del
argumento de Levin es que uno debe determinar si una orden es definitiva a la
luz de la naturaleza única del procedimiento de bancarrota y no con la adhesión
ciega a las reglas de finalidad desarrolladas bajo 28 USC § 1291."); carné de
identidad. en 1318 ("Nuestra decisión de que el ingreso de una orden de alivio
es una decisión final apelable del derecho de este tribunal por parte del deudor
no debe interpretarse como que este tribunal respalda una liberalización de la
regla que rige la finalidad en cualquier otro contexto. La naturaleza única del
procedimiento de quiebra dicta, sin embargo, que adoptemos un enfoque
pragmático a la cuestión de la finalidad ").

Debido a que las reglas de finalización liberalizadas para las apelaciones de


bancarrota no se aplican a las apelaciones 28 USC § 1291, este tribunal tiene
jurisdicción sobre este caso solo si la orden del juez de distrito es una orden de
garantía apelable. Ver Cohen [], 337 US 541 [69 S. Ct. 1221, 93 L. Ed. 1528]
(1949); Forgay v. Conrad, 47 US (6 How.) 201 [12 L. Ed.404] (1848).

Carné de identidad. en 1141-42 (citas omitidas). En una nota a pie de página,


explicamos que las normas de finalidad apropiadas no dependen del contexto en
el que apela la parte, sino del estatuto jurisdiccional aplicable. Carné de
identidad. a las 1142 n. 1 (se niega a adoptar una regla que requiera una
determinación sobre si una apelación es una "apelación de quiebra" § 1291 o
una "apelación no de quiebra" 1291 "). Decidimos que la orden del tribunal de
distrito de entregar la propiedad a la herencia era final porque era una orden de
garantía bajo Cohen y cumplía con la regla de Forgay v. Conrad. 6

Hawaii Corp. nos exige inequívocamente que apliquemos estándares de


finalidades diferentes según el estatuto que otorgue jurisdicción. En un caso
posterior, declaramos: "En procedimientos de bancarrota, las reglas de finalidad
desarrolladas bajo la concesión general de jurisdicción de apelación dispuesta
en 28 USC § 1291 (1982) reciben una lectura flexible". Turgeon v. Victoria Station
(En la estación de Victoria), 840 F.2d 682, 683 (9º Cir. 1988). Aunque olvidamos
específicamente mencionar § 158 (d) como la base de nuestra jurisdicción,
claramente lo hizo. Todos los casos que citamos en nuestra discusión sobre

21
jurisdicción se basaron en el § 158 (d) o su predecesor § 1293. Lo que es más
importante, estábamos considerando una apelación del panel de apelación de
bancarrota. La Sección 1291 se refiere solo a las apelaciones del tribunal de
distrito. Por lo tanto, nuestra declaración en la estación de Victoria no indicó un
aflojamiento de los estándares bajo § 1291, simplemente reconoció nuestra
participación en Hawaii Corp. que el § 158 (d) otorga estándares de finalidad más
liberales que §1291.

do

La aplicación de las Normas de Finalidad 28 USC § 158 (d) evita tanto la decisión
de los méritos para resolver la jurisdicción como el examen prematuro del
precedente del noveno circuito existente

Las dos complejidades que acabamos de analizar guían nuestro enfoque para
determinar nuestra jurisdicción.Rehusamos decidir los méritos de una apelación
como parte de nuestra investigación jurisdiccional. Por lo tanto, no decidimos si
este procedimiento es central o está relacionado de otro modo.

Debido a que confiere jurisdicción si la corte del distrito da una orden final en su
juicio de bancarrota o en la capacidad de apelación de bancarrota, la § 1291
claramente proporciona una base para nuestra investigación jurisdiccional. La
Sección 158 (d) proporciona una base para nuestra investigación jurisdiccional
solo si el tribunal de distrito revisó una orden final dictada por el tribunal de
bancarrota en un procedimiento principal. Ambos estatutos se aplican
potencialmente.

El precedente existente del Noveno Circuito sostiene que los estándares de


finalidad del § 158 (d) son más liberales que los asociados con el § 1291. El
Tribunal Supremo implica que cualquier orden del tribunal de distrito apelable
bajo § 158 (d) también debe ser apelable bajo § 1291 .7 Por lo tanto, bajo el
precedente de la Corte Suprema y del Noveno Circuito, el § 158 (d) ofrece los
estándares de finalidad más liberales. Debido a que podemos resolver la
finalidad de la orden del tribunal de distrito únicamente por referencia a los
estándares más liberales que asociamos con el § 158 (d), nos negamos a decidir
si Connecticut Natll Bank socava o invalida Hawaii Corp. Cf. Benny, 791 F.2d en

22
718-19 (sin necesidad de decidir si las apelaciones de bancarrota § 1291 tienen
normas de finalidades más estrictas que las de § 158 (d)).

VI

FALTA DE JURISDICCIÓN BAJO 28 USC §§ 158

(d), 1291

Ya sea que el tribunal de distrito haya retenido en su capacidad de apelación por


bancarrota o referido en su capacidad de prueba de bancarrota, las normas de
finalidad del § 158 (d) definen el alcance potencial máximo de nuestra jurisdicción
sobre las órdenes finales. Nuestro análisis no aplica el § 158 (d) en sí mismo,
aplica los criterios de finalidad del § 158 (d) para determinar si el tribunal de
distrito emitió una orden final bajo el § 158 (d) o el § 1291. Después de considerar
la finalidad conforme al § 158 (d), consideramos si la doctrina del orden colateral
de Cohen se aplica a la apelación de Vylene.

* Falta de orden final bajo los 28 USC § 158 (d) de los Estándares de
Finalidad; Falta de 28 USC § 158 (d) Jurisdicción

Nuestra investigación según las normas de finalidad del § 158 (d) resuelve
simultáneamente dos posibles caracterizaciones de este caso. Si el tribunal de
distrito ha actuado correctamente como un tribunal de jurisdicción original,
entonces claramente no ha entrado en la orden final contemplada por la § 157
(c) (1). Se ha comprometido en una revisión no de novo de los hallazgos de
hechos y conclusiones de la corte de bancarrota. Ver § 157 (c) (1). Bajo esta
caracterización, determinaríamos si tenemos jurisdicción para decirle al tribunal
de distrito que debe renunciar a remitir un asunto al tribunal de quiebras, dado
que el tribunal de bancarrotas ya ha hecho una amplia determinación de los
hechos y las conclusiones de la ley. Ver Vylene Enters., 105 BR 42; 63 BR 900.

Si el tribunal de distrito debería haber actuado en su capacidad de apelación por


bancarrota, entonces el tribunal de bancarrota claramente ingresó una orden
final de conformidad con la § 157 (b). Según esta caracterización, el tribunal de
distrito emitió una resolución incorrecta sobre la naturaleza del caso y no ejerció
su jurisdicción de apelación conforme al § 158 (a). Aquí determinaríamos si

23
tenemos jurisdicción para revisar la decisión de un tribunal de distrito de que el
tribunal de quiebras debe seguir ciertos trámites procesales antes de que el
tribunal de distrito revise la determinación del tribunal de bancarrota.

* Justificación teórica para los estándares de finalismo liberal

Adoptamos un enfoque pragmático al determinar la finalidad en virtud del § 158


(d) debido a la naturaleza única de un procedimiento de quiebra: "[C] algunos
procedimientos en un caso de quiebra son tan distintivos y concluyentes, ya sea
a los derechos de los individuos o al último El resultado del caso es que las
decisiones finales en cuanto a ellos deben ser apelables por derecho. "King v.
Stanton (In re Stanton), 766 F.2d 1283, 1285-86 (9º Cir. 1985) (citando In re
Mason, 709 F.2d 1313, 1317 (9º Cir. 1983)). Un tribunal de distrito dicta una
orden final cuando confirma o revoca la orden final de un tribunal de quiebras. Si
se remite a determinaciones fácticas sobre un tema central, su orden no es
definitiva y no tenemos jurisdicción para revisar el pedido. Véase Zolg v. Kelly (In
re Kelly), 841 F.2d 908, 911 (9º Cir. 1988); Stanton, 766 F.2d en 1287.

Seguimos este enfoque para evitar llamamientos poco sistemáticos y mejorar la


eficiencia judicial. Kelly, 841 F.2d al 911;Stanton, 766 F.2d en 1287. Evitamos
que un caso haga dos viajes completos a través del proceso de apelación y nos
esforzamos por no interferir con el papel de determinación de hechos del tribunal
de quiebras. Al rechazar las apelaciones rutinarias de órdenes interlocutorias,
reducimos la probabilidad de que enfrentemos un registro inadecuado.Stanton,
766 F.2d en 1287.

Aplicación de los estándares de finalidades liberales en casos anteriores

Nos hemos enfrentado a una clase de casos en los que el tribunal de distrito o el
tribunal de apelaciones de bancarrota confirmaron una orden del tribunal de
quiebras que determinó los derechos de propiedad sustantivos. Sin una
apelación inmediata, una de las partes podría sufrir daños irreparables. Bajo
nuestro estándar flexible de finalidad para las apelaciones de bancarrota, hemos
asumido jurisdicción sobre estos casos. Burchinal v. Central Wash. Bank (In re
Adams Apple, Inc.), 829 F.2d 1484 (9º Cir. 1987) (cláusula de colateralización

24
cruzada); Fireman's Fund Ins. Co. v. Grover (In re Woodson Co.), 813 F.2d 266
(9º Cir. 1987) (si ciertos activos eran propiedad del patrimonio); En re Rubin, 769
F.2d 611 (9º Cir. 1985) (orden para el alivio); En re Mason, 709 F.2d 1313 (9º
Cir. 1983) (denegación de moción para desocupar orden de socorro). También
hemos asumido jurisdicción sobre casos similares en los que el tribunal de
distrito o el panel de apelaciones de bancarrota revirtieron la decisión del tribunal
de quiebras. Turgeon v. Victoria Station (En la estación Victoria), 840 F.2d 682
(9 ° Cir. 1988) (si el arrendamiento fue rechazado por ley); En re Sambo's
Restaurants, Inc., 754 F.2d 811 (9th Cir. 1985) (si el demandante podría
participar en el proceso de quiebra al enmendar la prueba informal de la
reclamación); ver también In sequoia Auto Brokers Ltd., 827 F.2d 1281 (9th Cir.
1987) (desacato civil).

Hemos determinado que no tenemos jurisdicción para revisar los casos en los
que el tribunal de distrito confirma una orden del tribunal de quiebras que no es
definitiva. Por ejemplo, In re Allen, 896 F.2d 416 (9th Cir. 1990) (el orden que
simplemente verifica la adecuación de la petición involuntaria no es lo mismo que
una orden de reparación, que devuelve la propiedad al fideicomisario). Tampoco
tenemos jurisdicción sobre la revocación de una orden de descubrimiento
interlocutorio. En re Rubin, 693 F.2d 73 (9º Cir. 1982).

Los casos más difíciles son aquellos en los que el tribunal de distrito o el panel
de apelación de bancarrota invierte una orden final del tribunal de quiebras y
devuelve el asunto al tribunal de quiebras. Aquí hemos equilibrado las políticas
de evitar llamamientos poco sistemáticos y mejorar la eficiencia
judicial. Compare In re Fowler, 903 F.2d 694 (noveno Cir. 1990) (revocando la
sustitución de la tasa de interés del tribunal de distrito por la seleccionada por el
tribunal de bancarrota y reenviada al tribunal de quiebras para determinar la tasa
adecuada) y Kelly, 841 F.2d 908 (los asuntos legales predominarían en la prisión
preventiva para determinar la prioridad de una deuda así que revise los asuntos
legales ahora) y Pizza of Hawaii, Inc. v. Shakey's, Inc. (In re Pizza of Hawaii,
Inc.), 761 F .2d 1374 (9º Cir. 1985) (confirmando la determinación del tribunal de
distrito de que un acreedor debería poder presentar un reclamo, deshaciendo la
confirmación de un plan de reorganización por parte del tribunal de bancarrota)
con Stanton, 766 F.2d 1283 (rechazo de jurisdicción cuando el panel de

25
apelación de quiebra en remisión por el desarrollo fáctico de las cuestiones
involucradas en una reconvención que fue desestimada indebidamente por el
tribunal de quiebras) e In re Martinez, 721 F.2d 262 (9th Cir. 1983) (rechazo de
jurisdicción cuando el panel de apelación de bancarrota remitió para el desarrollo
de hechos en forma de tenan cy en el cual los deudores tenían propiedad).

Nuestros casos demuestran una gran preocupación por el menoscabo de los


derechos de propiedad, ya sea causado por mecanismos sustantivos o de
procedimiento, en particular donde podría resultar un daño irreparable.

La determinación de desarrollar un concepto único de finalidad para las


apelaciones de bancarrota, por supuesto, no significa que cada orden de quiebra
sea definitiva y apelable cuando se ingrese. Del mismo modo que algunos
pedidos se han encontrado definitivos, otros se han encontrado no finales y se
seguirán encontrando como no finales. El desarrollo sensato y la aplicación del
concepto de bancarrota de finalidad requerirá un conocimiento sofisticado de la
ley sustantiva de quiebras, el procedimiento de bancarrota y la administración
real de quiebras.

16 Charles A. Wright y otros, § 3926, en 118 (Supp.1991).

Aplicación de los estándares de finalidades liberales a la apelación de Vylene

Como cuestión de umbral, observamos que Vylene no sufre ningún menoscabo


de sus derechos de propiedad en virtud de la orden del tribunal de
distrito. Además, desde el punto de vista del procedimiento y la administración
de bancarrota, no vemos ninguna razón por la cual Vylene debería tener un
atractivo automático del núcleo versus un problema de procedimiento
relacionado. Ver Propiedades de Dunkley v. Rega (Propiedades In Re Rega),
894 F.2d 1136, 1138-39 (9 ° Cir.) (Evitar retrasos innecesarios en el proceso de
reorganización), cert. negado, --- US ----, 111 S. Ct. 251, 112 L. Ed. 2d 207
(1990). Si el tribunal de distrito se ha equivocado, podemos corregir ese error
cuando revisemos la orden final del tribunal de distrito ingresada de conformidad
con el § 157 (c) (1). 8 Tenemos el poder de restablecer la orden final del tribunal
de bancarrota. Véase In re Souza, 795 F.2d 855 (9º Cir. 1986).

26
Sin embargo, no consideramos las circunstancias de Vylene de manera aislada,
ya que sería una locura crear una regla relativa a las determinaciones de
procedimientos básicos que funcionaran solo si se obtuviera una circunstancia
de procedimiento particular. Cf. 16 Charles A. Wright y otros, § 3926, en 122
(Supp.1991) (al considerar la jurisdicción del tribunal de apelaciones sobre la
desestimación de un tribunal de quiebra por un tribunal de quiebra porque la
orden del tribunal de quiebras no es definitiva, la corte de apelaciones no debería
hasta "regla de que la corte de apelaciones tiene jurisdicción para revertir si la
corte del distrito estaba equivocada, pero debe desestimar la apelación si la corte
del distrito estaba en lo cierto"). Debemos considerar cómo nuestra decisión
sobre la apelación de Vylene afecta la administración actual de bancarrota.

El tribunal de quiebras realiza la determinación inicial de si el caso es un


procedimiento principal. § 157 (b) (3). El tribunal de quiebras emitirá una orden
definitiva si decide que el caso es un procedimiento principal, § 157 (b) (1), y
presentará las conclusiones de hecho y las conclusiones de la ley si decide que
el caso es un procedimiento relacionado de otro modo. § 157 (c) (1). En el caso
de que presente una orden final, el tribunal de quiebras aún debe respaldar su
decisión con determinaciones de hecho y conclusiones de la
ley. Bankr.R. 7052; Alimentado. R. Civ. P. 52. No importa cómo el tribunal de
bancarrota resuelva la determinación del procedimiento principal, 9 debe
emprender la tarea del desarrollo de los hechos.

Si el tribunal de distrito, ya sea explícita o implícitamente, confirma la decisión


errónea de un tribunal de quiebras sobre el asunto del procedimiento principal,
tendremos ante nosotros una orden definitiva apelable bajo § 158 (d), §1291 o
ambos. Podemos revertir el error de ambos tribunales y abordar de manera
eficiente cualquier otro error en la misma apelación. Si el tribunal de distrito
revoca la decisión errónea de un tribunal de quiebras, se hace justicia. De
manera similar, si el tribunal de distrito confirma una decisión correcta del tribunal
de quiebras, se hace justicia. Dos permutaciones problemáticas permanecen.

Primero, como reclama Vylene en su apelación, la corte del distrito podría revertir
la determinación correcta de la corte de bancarrota de que tiene jurisdicción
central. Como señalamos, supra, el tribunal de quiebras ya habrá emitido una
orden final. Toda demora en que el tribunal de quiebras convierta su orden final

27
en hallazgos de hechos propuestos y conclusiones de la ley debe ser de
minimis. Además, anticipamos que el tribunal de distrito se pronunciará
correctamente con más frecuencia de lo que se equivocará. Por lo tanto,
declinamos autorizar un llamamiento para todos, lo que demoraría
indebidamente el proceso de reorganización, cuando la alternativa es una
demora mínima para los pocos que realmente están agraviados. Además, una
parte siempre tiene la prerrogativa de solicitar al tribunal de distrito que certifique
su decisión para una revisión interlocutoria. § 1292 (b); Banco Nacional de
Connecticut, 112 S. Ct. a las 1150. Una parte también puede solicitarnos que
emita un mandamiento de mandamus. Ver Allen, 896 F.2d en 419-20.

En segundo lugar, la corte del distrito podría revertir la determinación correcta de


la corte de bancarrota de que el caso es un procedimiento relacionado de otra
manera. En esta circunstancia, el tribunal de bancarrotas habría presentado los
hallazgos propuestos de los hechos y las conclusiones de la ley. Una vez más,
cualquier demora para que el tribunal de quiebras ingrese una orden final debería
ser de minimis. Se produce un retraso más significativo después de nuestra
eventual revisión 10 porque el tribunal de distrito debe revisar "de novo los
asuntos a los que alguna de las partes se opuso puntualmente y
específicamente". § 157 (c) (1). Aquí consideramos que la política general más
apropiada es confiar en que los tribunales de distrito identificarán aquellos casos
que presenten preguntas cerradas y los certifiquen para una revisión
interlocutoria. Como mencionamos anteriormente, una parte agraviada siempre
puede pedirnos que emita un mandamiento de mandamus. Ver Allen, 896 F.2d
en 419-20.

No perjudicamos los derechos de propiedad sustantivos de Vylene al declinar la


jurisdicción sobre esta apelación. Ningún daño irreparable es
inminente. Encontramos que el procedimiento de bancarrota y la administración
son sólidos contra nuestra jurisdicción sobre esta apelación. En consecuencia,
sostenemos que, bajo los estándares de finalidad más liberales asociados con
el § 158 (d), el tribunal de distrito no ingresó una orden final. Debido a que el
tribunal de distrito no emitió una orden final en su § 158 (a) capacidad de
apelación por bancarrota, no tenemos jurisdicción bajo § 158 (d).

28
segundo

Falta de orden colateral; Falta de 28 USC § 1291 Jurisdicción

"Bajo la 'doctrina de orden colateral', una parte puede recibir una revisión
inmediata de una orden judicial de distrito no final si la orden 'determina de
manera concluyente [s] la cuestión disputada, resuelve [s] una cuestión
importante completamente separada de los méritos de la acción, y [es]
efectivamente irreprochable en la apelación de un juicio final '. "Benny, 791 F.2d
en 719 (citando Coopers & Lybrand v. Livesay, 437 US 463 , 468, 98 S. Ct. 2454,
2457, 57 L. Ed. 2d 351 (1978)) (se omitió la nota de pie de página y las
modificaciones por el panel de Benny). Explicamos, supra Subparte VI A, cómo
podemos revisar la determinación del procedimiento principal del tribunal de
distrito después de que el tribunal de bancarrota cumpla con la orden del tribunal
de distrito. No es necesario que decidamos si la apelación de Vylene cumple con
los otros requisitos de la doctrina del pedido de garantía.

El tribunal de distrito no emitió una orden de apelación apelable. Debido a que el


tribunal de distrito no emitió una orden final bajo las normas de finalidad del §
158 (d), tampoco dio una orden final bajo las normas de finalidad del §
1291.Banco Nacional de Connecticut, 112 S. Ct. en 1149 o Hawaii Corp., 796
F.2d en 1141-42. Al carecer de una orden de garantía apelable o una orden final,
no tenemos jurisdicción bajo § 1291.

CONCLUSIONES

Vylene ingresa. v. Naugles, Inc. (In re Vylene Enters.), 63 BR 900 (Bankr.CD Cal.
1986), revisado y reenviado, No. CV-86-7281-JSL (CD Cal. 23 de junio de 1987)
(orden de levantamiento de la suspensión automática), apelación desestimada
como discutible, 891 F.2d 295 (9º Cir.) (mem.), en prisión preventiva, 105 BR 42
(Bankr.CD Cal. 1989) (responsabilidad de la opinión) y Adv. No. LA-85-4983-SB
(Bankr.No. LA-84-14659-SB) (Bankr.CD Cal. 5 de julio de 1990) (resolución
sobre daños y perjuicios), desalojado y en prisión preventiva, 122 BR 747 (CD
Cal. 1990)

29
Un tribunal de quiebras tiene jurisdicción para dictar órdenes y sentencias finales
en procedimientos básicos. Si un procedimiento no es central, pero aún está
relacionado con el caso de bancarrota, se trata de un procedimiento relacionado
de otro modo. El tribunal de bancarrota actúa como el investigador adjunto del
tribunal de distrito en procedimientos relacionados de otra manera, a menos que
todas las partes den su consentimiento a la jurisdicción del tribunal de quiebras
para emitir órdenes y fallos finales. Ver en general 28 USC § 157 (diseñado para
permitir la jurisdicción de conformidad con el Artículo III)

No consideramos 28 USC § 1292 (a) porque este caso involucra un juicio de


dinero

La Sección 1292 (b), por su lenguaje sencillo, nos otorga jurisdicción únicamente
sobre las órdenes emitidas por un juez de distrito. Nuestra decisión de hoy
reconoce que una parte en un procedimiento ante un tribunal de quiebra que
prevé la necesidad de una apelación interlocutoria debe renunciar al proceso de
apelación más rápido otorgado por el panel de apelaciones de bancarrota. Ver
16 Charles A. Wright y otros, Federal Practice and Procedure § 3926, at 120
(Supp.1991)

La Sección 158 (a) le otorga a la corte de distrito jurisdicción de apelaciones


sobre las órdenes y decretos interlocutorios de la corte de bancarrota. Un tratado
respetado reconoce que la decisión de un tribunal de distrito de una apelación
interlocutoria podría dar como resultado una orden final. 16 Charles A. Wright y
otros, § 3926, en 119-20 (Supp.1991). Tal circunstancia podría decirse que
produce una orden final bajo § 158 (a). En estas circunstancias limitadas, el §
158 (d) podría otorgar jurisdicción en el tribunal de apelaciones sobre una orden
final del tribunal de distrito que revisa una orden judicial de quiebra
interlocutoria. No enfrentamos esta situación, sin embargo, porque no tenemos
ante nosotros una orden interlocutoria o decreto del tribunal de quiebras

"Bajo la regla Forgay-Conrad, una orden es definitiva si requiere el cambio


inmediato de propiedad y somete a la parte a un daño irreparable si la parte se

30
ve obligada a esperar hasta el resultado final del litigio". Hawaii Corp., 796 F.2d
a 1143

El Tribunal Supremo claramente ha anulado el análisis en nuestros casos que


sostiene que si el § 158 (d) confiere jurisdicción, entonces el § 1291 no lo
hace. Banco Nacional de Connecticut, 112 S. Ct. en 1149

No es necesario que decidamos hoy si tendremos que devolver el caso al tribunal


de distrito para que pueda realizar su revisión en apelación. Sin embargo,
observamos que estaríamos en una posición tan buena como la corte de distrito
para revisar la orden final de la corte de bancarrota

Si una de las partes se siente especialmente ofendida, puede mover al tribunal


de distrito, por causa justificada, a retirar su referencia al tribunal de bancarrota. §
157 (d)

CAPÍTULO II

SOCIEDAD COMERCIAL DE
RESPONSABILIDAD LIMITADA

2.1. DEFINICIÓN:

La S.R.L. es una persona jurídica conformada por dos y hasta veinte


personas, naturales o jurídicas, que se asocian para desarrollar una
actividad comercial en conjunto y beneficiarse con las ganancias de esa
actividad. Su capital está dividido en participaciones, acumulables, iguales
e indivisibles.
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Como su nombre lo indica, S.R.L. otorga el beneficio de la responsabilidad
limitada a sus participacionistas, lo que quiere decir que las obligaciones
que asume la sociedad frente a terceros sólo son cubiertas con su
patrimonio y no afectan el patrimonio personal de cada uno de los socios,
salvo algunos casos excepcionales establecidos en la Ley General de
Sociedades.

NÚMERO DE SOCIOS
Como dijimos, la S.R.L. puede estar conformada por un mínimo de dos y
un máximo de veinte socios. Esto implica que el diseño de la S.R.L. está
pensado para organizaciones pequeñas, con un número reducido de
socios, por lo que es una buena opción en aquellos casos de
organizaciones conformadas por personas con vínculos familiares o
amicales

2.2. BENEFICIOS Y OBLIGACIONES DE LA RESPONSABILIDAD


LIMITADA

IMPORTANCIA
La Sociedad Comercial de responsabilidad Limitada es la función
asociativa mas apropiada y adaptada le para pequeña y mediana
empresa principalmente para la primera nombrada, ya que conservando
la limitación de la responsabilidad, es mucho menos compleja y costosa,
porque no hay que recurrir a la sociedad anónima, siendo suficiente, por
la actuar con mayor agilidad. La sociedad anónima por la complejidad por
la complejidad de estructura y por la severa normatividad que establece
la ley resulta inadecuada por su difícil y costoso manejo, para pequeñas
empresas. Gran parte de las sociedades anónimas existentes en el Perú
debe haberse constituido como sociedades comerciales de
responsabilidad limitada dado el escaso número de socios y exiguo del
capital. La sociedad anónima, siendo una sociedad de capitales esta
indica para agrupar a numerosos socios a fin de lograr de capitales.

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