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La teoría del encuadre y la manipulación

comunicativa
La teoría del encuadre o framing theory comprende un conjunto de conceptos extraídos de
la sociología y de las ciencias de la comunicación. Pretende explicar por qué la gente centra
su atención en determinados aspectos de la realidad y no en otros. Así mismo, por qué las
mayorías terminan viendo la realidad de un modo determinado y no de otro.

La teoría del encuadre ha sido aplicada a los medios masivos de comunicación. Se parte de
la idea de que la realidad es presentada por los medios después de haber sido sometida a un
“encuadre”. Esto es, a un determinado enfoque que privilegia unos aspectos y resta
importancia a otros.

De este modo, lo que se nos presenta como “realidad” es solo una parte de ella: esa que se
ubica dentro del encuadre que se realiza previamente. De este modo, la atención o el interés
de las personas es dirigido, deliberadamente, hacia algunos aspectos. En otras palabras, la
mirada de la sociedad se moldea para que vea las cosas de un modo específico.

Antecedentes de la teoría del encuadre


Uno de los primeros en hablar de “marco” o “encuadre” fue el psicólogo Gregory Bateson,
en 1955. Este investigador definió a los marcos como instrumentos de la mente que
permiten definir las diferencias entre las cosas. Dicho de otro modo, los marcos se emplean
para definir los límites de los objetos y así distinguirlos de los demás. Sabemos que un lápiz
es un lápiz y no un termómetro por los rasgos particulares que los diferencian.

En 1974 el sociólogo Ervin Goffman retomó el tema. Señaló el principio de que lo


fundamental no es la realidad en sí misma, sino la forma como es interpretada por los
sujetos. Estableció que la información se comprende de un modo o de otro, en función del
contexto en el cual es presentada.

Por ejemplo, si establezco el marco “personas peligrosas”, todo el que aparezca en esta
categoría, pertenezca o no a ella, será visto como alguien indeseable. Si pongo allí a un
joven “rasta”, probablemente quien no conozca algo sobre ese movimiento asumirá que,
efectivamente, es peligroso. El marco determina la interpretación del objeto.

Bárbara Tuchman fue quien llevó todos estos conceptos al campo de la comunicación
propiamente dicha. En 1978 señaló que las noticias operan como un marco. Es diseñado por
el medio de comunicación y por el periodista, y determina la forma como una sociedad ve
la realidad, pero no la realidad misma.

Los procesos dentro de los medios de comunicación


De acuerdo con la teoría del encuadre, el ejercicio que llevan a cabo los medios de
comunicación comprende varios procesos. Son los siguientes:
Seleccionar algunos aspectos de la realidad.

Darle mayor relevancia a esos aspectos en la información o en el texto comunicativo.

Definir un problema asociado a esos aspectos.

Proponer una interpretación que indique cuál es la causa de ese problema.

Hacer una evaluación moral para ese problema, o sugerir soluciones, o recomendar ciertas
líneas de acción.

La teoría del encuadre también propone que todo este proceso se da en diferentes fases.
Estas son:

Encuadre en los emisores. Corresponde a la etapa en la que se establecen los criterios desde
los cuales se va a informar al público. Involucra los intereses del emisor de una noticia, en
términos personales e institucionales.

Encuadre de las noticias. Comprende lo que se dice y cómo se dice. Se decide en dónde se
hace énfasis, cuáles son los límites de esa información y qué significado se le otorga a los
diferentes temas.

Encuadre de las audiencias. Es la forma de interactuar entre los encuadres anteriores con las
estructuras de pensamiento preexistentes en la audiencia. De una u otra manera se busca
que actúen en consonancia con estas.

La manipulación comunicativa
Lo relevante de todo esto es comprender que la forma como se nos presenta la realidad a
través de los medios de comunicación no es la realidad en sí misma. Es importante
hacernos conscientes de que es saludable ser críticos con la información que recibimos.

Un ejemplo hace que todo esto sea más claro. Pensemos en la invasión de los Estados
Unidos a Irak. Fue precedida por una información según la cual se había detectado una
planta de armas químicas, que eventualmente sería utilizada contra civiles inermes. Luego
se mostró la llegada de las tropas como un acto heroico. Para probarlo, el mundo entero vio
la imagen de miles de personas derribando la estatua de Sadam Hussein en Bagdad.

¿Esa última imagen era evidencia de qué? Simplemente de que miles de personas estaban
en contra del régimen de Hussein. Pero esos miles no eran todo Irak. Sin embargo, se hizo
ver así: como si hubiese un consenso. Con el tiempo también supimos que la supuesta
planta de armas químicas nunca existió. Y que en Irak había sectores que estaban
totalmente en contra de la intervención extranjera. Pese a ello, probablemente muchos
siguen sosteniendo la versión inicial de los hechos. Hicieron suyo el encuadre que
diseñaron los medios.

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