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Junio 2018.
ADMINISTRACIÓN DE AGENCIAS
Nasca – Ica
DEDICATORIA
A DIOS
Por iluminarme durante este trabajo y por permitirme finalizarlo con éxito.
A MIS QUERIDOS PADRES
Por su apoyo incondicional y el esfuerzo diario que realizan por brindarme una buena
educación.
AGRADECIMIENTO
extranjera.
estudiantes de la carrera de Administración Bancaria, para así conocer más sobre las
CONTENIDO
CARÁCTERÍSTICAS – FUNCIONES - SERVICIOS
Las tarjetas de crédito y débito. Realmente no son bancos e instituciones financieras,
son compañías de tecnología que hacen posible los pagos en el mundo.
Estas empresas no emiten plásticos directamente, lo hacen a través de bancos e
instituciones financieras.
Características de las tarjetas de débito
Las tarjetas de débito constituyen un medio de pago y su principal atractivo es que, con
ellas, es posible llevar un control de lo que se gasta.
Con estas tarjetas se puede hacer extracciones de dinero en oficinas y cajeros
automáticos, además de efectuar pagos en comercios. En ambos casos, al realizar una
operación con una tarjeta de débito, se genera un cargo directo por el importe de la
compra en la cuenta corriente del cliente, por lo que es necesario que existan fondos
suficientes para hacer frente al pago o a la retirada de efectivo. Los gastos que se
abonan con tarjetas de débito se descuentan al instante del saldo en cuenta. Esta es la
principal diferencia entre las tarjetas de débito y de crédito.
Son útiles para las compras diarias. Al utilizar los fondos depositados en la
cuenta corriente o de ahorro a la que están asociadas, no hay intereses ni pagos
aplazados.
Para disponer de una, es necesario tener una cuenta corriente en la entidad
bancaria que emite la tarjeta. Casi cualquier persona, con una cuenta a la vista, puede
obtener una tarjeta de débito, por lo que es sencillo conseguir una.
Si al consumidor le cuesta controlar su nivel de endeudamiento, las tarjetas de
débito pueden constituir una alternativa. Si no hay dinero en la cuenta, no se pueden
realizar compras, por lo que se evita la posibilidad de un exceso de endeudamiento.
Pese a que es posible retirar todo el dinero existente en la cuenta asociada, por
razones de seguridad, las entidades, junto con el cliente, estipulan un límite diario,
sobre todo para las extracciones de los cajeros automáticos. Si no hay fondos
suficientes en la cuenta, el banco puede denegar la operación o, bien, puede anticipar
la cantidad necesaria para hacer el pago. En este caso, conviene actuar con cautela y
vigilar el saldo de la cuenta, ya que dejar una cuenta en descubierto genera unos gastos
muy elevados para el usuario, en forma de devoluciones de anticipos, abonos de los
correspondientes intereses y comisiones bancarias.
Cuentan con menos medidas de protección y seguros que las tarjetas de crédito.
Si se compra una mercancía y esta sufre algún tipo de desperfecto, mientras la tarjeta
de crédito ofrece un seguro de rotura, con la tarjeta de débito no se tiene este tipo de
seguros.
Aunque depende de la entidad bancaria, las comisiones que se cobran por la
tenencia y uso de una tarjeta de débito suelen ser más baratas que en el caso de las de
crédito. Algunos bancos, incluso, no cobran nada por ellas. Además, si se utiliza la
tarjeta de débito en un cajero de la propia entidad financiera, no se tiene que pagar
ningún tipo de comisión.
Particularidades de las tarjetas de crédito
Las tarjetas de crédito, además de constituir un medio de pago, son también una forma
de financiación, ya que permiten hacer compras sin la obligación de desembolsar la
totalidad del dinero en el acto y con la posibilidad de devolverlo en varios plazos.
A diferencia de lo que ocurre con las de débito, las tarjetas de crédito dejan al
usuario realizar pagos u obtener dinero, hasta un límite establecido, sin necesidad de
tener fondos en la cuenta bancaria en ese preciso momento.
Al ser una tarjeta que permite disponer de una cuenta de crédito, facilitada por la
entidad que la emite, para su obtención se exige la domiciliación de la nómina o
pensión o la garantía de unos ingresos estables.
Su utilización tiene las mismas consecuencias que disponer de un crédito o
cualquier otra modalidad de financiación: el usuario está obligado a devolver el dinero
y a pagar los intereses establecidos.
El límite del crédito disponible debe estar especificado en el contrato de la
tarjeta, pero puede variar a lo largo del tiempo, con el consentimiento, tanto del titular
de la tarjeta como de la entidad financiera.
El límite de crédito significa que el banco no atenderá pagos por encima de una
determinada cantidad. Hay un límite de crédito máximo para cada categoría de tarjeta
("normal", "plata", "oro", "platino", etc.) y las entidades, según su política de riesgos y
la solvencia económica de cada cliente, pueden ajustarlo. Además, el usuario también
puede solicitar un cambio en su límite de crédito. Si lo quiere disminuir, la entidad no
le pondrá inconvenientes pero si pretende aumentarlo, necesitará su autorización.
Cuando una entidad acepta que el cliente supere el límite de crédito, pueden surgir
los excedidos en cuenta, que tienen que devolverse junto a los intereses y comisiones
previstos en el contrato de la tarjeta.
Los pagos al banco deben hacerse en la forma y plazos establecidos, por lo
general en los primeros días de cada mes. Además, se pueden elegir distintas
modalidades de pago:
o Pago mensual por la totalidad: es la forma más sencilla y tradicional.
Todos los gastos realizados durante el mes se abonan con cargo a la cuenta el
primer día del mes siguiente. El usuario recibe una vez cada 30 días un
extracto con las operaciones realizadas en el periodo anterior y el saldo final
que se le cargará en la cuenta asociada. En esta modalidad, la mayor parte de
las entidades emisoras no cobran intereses.
o Pago aplazado: es la modalidad de "cuota flexible" o revolving. Permite
al titular financiar sus compras según sus necesidades, ya que elige cuánto
quiere pagar cada mes. Con estas tarjetas es posible aplazar el pago mediante
una cuota fija o flexible. Si la cuota mensual es reducida, puede no ser
suficiente para pagar todos los intereses generados hasta ese momento, por lo
que la deuda irá aumentando y produciendo nuevos intereses. Hay que
controlar el crecimiento de la deuda que se acumula en cada liquidación, ya
que puede crecer de forma exponencial.
El aplazamiento de los pagos debe emplearse solo en casos excepcionales, ya
que sus intereses son muy altos. Por ello, si se necesita financiación al comprar un
bien, no conviene utilizar la tarjeta de crédito.
Quienes abonan el saldo de la tarjeta cada mes, pueden obtener distintos
descuentos de los que beneficiarse y puntos asociados a las compras con tarjeta.
Algunas tarjetas ofrecen descuentos mensuales en función de la cantidad mensual
gastada, otras dan puntos para hoteles o vuelos o puntos canjeables por regalos, etc.
Un gran beneficio de las tarjetas de crédito es la protección contra el fraude. En
el momento en que el usuario notifica el fraude en su tarjeta, ya no es responsable de
las cantidades defraudas. Asimismo, si se realiza una compra de un objeto defectuoso,
también se está protegido por el seguro de la tarjeta.
Se puede contar con dinero en caso de imprevistos o emergencias. Sin embargo,
estas tarjetas pueden incitar a gastar el dinero que no se tiene y endeudarse en exceso.
TIPOS DE TARJETA DE CRÉDITO
Tarjeta de débito
Esta tarjeta sirve para utilizar los fondos de una cuenta corriente o de ahorro. El titular
de la tarjeta debe ser el titular de la cuenta. En principio estas tarjetas tienen como límite
el propio de la cuenta asociada, pero es muy común fijar un límite diario en cajeros o en
compras por motivos de seguridad.
Tarjetas de Crédito
Esta tarjeta permite disponer de una cuenta de crédito en la entidad que la emite. Con la
tarjeta de crédito el titular puede hacer pagos y obtener dinero sin necesidad de tener
fondos en su cuenta bancaria en ese momento, siempre hasta un límite pactado con la
entidad. El dinero utilizado se devuelve en los plazos acordados.
Tarjetas Revolving
Estas tarjetas son una variante de las tarjetas de crédito y permiten realizar un pago
aplazado mediante una cuota fija. Esto implica que no se realiza el pago
obligatoriamente en una fecha, sino que da libertad de elección al usuario. Funcionan de
manera muy similar a un préstamo pero, también se diferencia de este en el tipo de
interés, mucho más alto que cualquier crédito personal.
Tarjetas monederas
Este tipo de tarjeta equivale al sustituto electrónico de las monedas y los billetes de
banco y se utilizan sobre todo en micro pagos. Una tarjeta monedero te permite hacer
con ellas pagos y obtener dinero hasta una cantidad que el titular ha entregado
previamente a la entidad emisora. Una vez agotado el importe pueden recargarse.
Tarjetas de crédito para jóvenes: Se puede acceder a ellas a partir de los 18 años, en
estos casos generalmente son los conocidos como el Carnet +26 que aporta ciertos
beneficios a su titular como descuentos en cursos, créditos a bajo interés para la
vivienda, un coche o realizar estudios de posgrado. El requisito esencial para poder
solicitar esta tarjeta es tener entre 26 y 30 años.
Tarjetas de crédito para adultos: La particularidad de estas tarjetas es que se puede
acceder a una cantidad de dinero mayor de la que se tiene en cuenta. Dentro de este tipo
encontramos las tarjetas platino y las de oro, que ofrecen mayores cantidades a sus
titulares y menores comisiones, también otros servicios adiciones como mayores
coberturas, las entidades las suelen ofrecer a clientes considerados VIP y tienen gran
prestigio internacional.
o Tarjetas de crédito para profesionales: Este tipo de tarjetas permite a las
empresas realizar compras de productos y también facilitar procedimientos
administrativos, entre las mas conocidas se encuentra la visa purhasing.
o Tarjetas de crédito para mayores de 60 años: Algunos tipos de bancos o cajas de
ahorros ofrecen este producto que va destinado para mayores de 60 años y que tienen
algunas ventajas para los titulares como descuentos en establecimientos, viajes o
ofrecen adelantos de las pensiones.
o Tarjetas Affiity: Se trata de tarjetas de crédito o débito emitidas por una entidad,
que al mismo tiempo están vinculadas a una empresa o asociación y ofrecen descuentos
relacionados con la entidad asociada, muchas de ellas están vinculadas a ONG'S y al
mismo tiempo que se utilizan se está destinando una ayuda a las Organizaciones No
Gubernamentales.
TARJETA MORGAN
La tarjeta Palladium es una tarjeta de crédito híbrida Visa extendida por JP Morgan
Chase. La tarjeta en sí está hecha de los metales preciosos oro y paladio.1 La tarjeta
pertenece al grupo exclusivo de tarjetas de crédito, como la Centurión Card.
DÓNDE LAS HACEN
Las tarjetas de crédito de última generación incluyen elementos como hologramas
antifraude, antenas de radio, microchips y tinta invisible. Las fábricas de tarjetas de
crédito son como una fortaleza de máxima seguridad. En cada una de ellas se pueden
producir más de 100 millones de tarjetas al año. Si sumásemos su crédito podríamos
lanzarnos a una vorágine de compras de un billón de euros o dólares. Aquí se fabrican
tarjetas para bancos y financieras de todo el mundo.
La mayoría de los casos cumplen con la normativa que rigen el sector de las tarjetas de
crédito, como las normas ISO o las que aplica VISA o MasterCard. Pero si no se
ajustase, el departamento de diseño de la fábrica de tarjetas de crédito se encarga de
adaptar el diseño a la normativa y al proceso productivo.
En la actualidad, las tarjetas de crédito y débito han jugado un rol crucial al aportar al
desarrollo de las economías de los países más desarrollados; en la medida en que los
consumidores llegan a tener mayores facilidades para la adquisición de bienes y
servicios, igualmente va creciendo la demanda en los distintos sectores del mercado.
También se puede concluir diciendo que las tarjetas de crédito permiten la realización
de cualquier tipo de transacción comercial o adquisición de bienes o servicios tanto a
nivel nacional como internacional; además de que existen una amplia variedad de
tarjetas destinas a usuarios particulares.
Al llegar al final de esta monografía, se puede decir que es un hecho el que de una y otra
forma las tarjetas de crédito son uno de los instrumentos más eficientes para la
agilización de la dinámica comercial; ya que se han constituido en un elemento casi
indispensable para el manejo de todo tipo de operaciones comerciales y pasando a ser de
este modo, ya no sólo un símbolo de status social o económico, sino un eficaz
acompañante y sustituto de la tradicional papeleta o dinero en efectivo.
BIBLIOGRAFÍA
Reglamento de las Tarjetas de Crédito. Resolución S.B.S. Nº 271 -2000
Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y Orgánica de la
Superintendencia de Banca y Seguros Ley N° 26702
http://www.consumer.es/web/es/economia_domestica/finanzas/2012/12/01/214450.php