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23 de noviembre de 2017
INTRODUCCIÓN
El presente trabajo se encuentra enmarcado dentro del seminario Dispositivos
Psicoterapéuticos, llevado a cabo en el marco de la formación de grado de la Licenciatura
de Psicología, dictado en la Facultad de Psicología de la Universidad de la República,
Montevideo- Uruguay. El mismo pretende dar cuenta del análisis de un caso “Caso
Amanda” partiendo del concepto de Edipo a partir de Sigmund Freud y Jacques Lacan.
En su Obra de 1924 “El sepultamiento del complejo de Edipo” Sigmund Freud define el
complejo de Edipo como un fenómeno que se da en la etapa fálica y es el hecho central de
la primera infancia. Según cómo él lo describe llega un momento en la vida del niño en que
éste se empieza a ocupar manualmente de sus genitales, a la procura de este hecho por
parte de los padres, seguirá una amenaza de castigo explícita, especialmente de la figura
materna quien fundamenta estas amenazas en las figuras masculinas (padre, médico, etc).
Así se constituye la amenaza de castración, llevando a que el autor plantee que “(...) la tesis
es que la organización genital fálica del niño se va al fundamento a raíz de estas amenazas
de castración”” (Freud, 1924)
Cabe mencionar que el niño funda su miedo a perder el pene, en su pasado qué le
demostró con la pérdida del pecho materno y la expulsión de excrementos que diariamente
se le exige, de que él puede perder partes de su cuerpo. Sólo falta ver los genitales
femeninos por primera vez para que el niño crea totalmente la amenaza de castración. Esta
visualización puede ocurrir por diversas razones como por ejemplo ver a la madre en el
baño o ver cómo cambian a su hermanita. Esto lleva a que el niño se convenza de que
estas personas tuvieron pene y lo perdieron.
Continuando con esta línea de pensamiento, Freud dice que hay dos formas de satisfacción
del complejo de Edipo, una activa identificándose con el padre y tomando su lugar para
poseer a la madre; otra pasiva, identificándose con la madre tomando su lugar para que el
padre lo posea. Este niño que ha logrado llegar al conocimiento de que todas las mujeres
son castradas, pone fin a todas las satisfacciones del complejo de Edipo, ¿Por qué? Porque
en primer lugar si ocupa el lugar del padre para poseer a la madre, éste será visto como un
obstáculo, el niño será castigado y perderá su pene. En cambio si decide ocupar el lugar de
la madre para ser poseído por el padre, debe perder el pene para poder ocupar este lugar,
quedando así la madre excluida de dicha escena. Lo anteriormente dicho provoca que el
niño decida no tomar ninguno de estos dos caminos para su satisfacción; aquí es donde se
produce el conflicto edípico entre el narcisismo por el pene y la investidura libidinosa hacia
los objetos parentales. En la mayoría de los casos el narcisismo por el pene triunfa sobre
las investiduras libidinosas hacia los padres sustituyendolas por una identificación al padre,
introyectado como super-yo. La parte libidinosa de esta investidura se desexualiza y se
convierte en ternura. Esto sepulta el complejo de Edipo haciendo que el niño entre el
periodo de latencia interrumpiendo su desarrollo sexual hasta la pubertad.
El complejo de Edipo que tiene lugar en la niña surge cuando en un comienzo el clítoris
funciona como un pene. Posteriormente al compararlo con el miembro masculino, sentirá
que el suyo es más pequeño, más corto, por lo que hace que lo perciba como perjuicio e
inseguridad. La niña, llega a la conclusión de que es castrada, excluyéndose la angustia de
castración (dado que es un hecho consumado), la institución del superyó y la interrupción
de la organización genital infantil. Ante el hecho de que es castrada, la niña se plantea que
las mujeres respetables deben tener un pene, piensa que su madre lo debe tener. Una vez
En definitiva podemos decir que el hallazgo freudiano en los desarrollos sobre el complejo
de Edipo consiste en sumar, en pensar al hombre en un juego intersubjetivo en el que
participan al menos tres. Edipo, como concepto psicoanalítico agrega a la dualidad
especular: madre- hijo, la mirada del tercero, el padre. Este pasaje del dos al tres posibilita,
inicia y facilita el acceso a una nueva perspectiva para que el sujeto se piense a sí mismo.
En resumen en el Seminario 5 teoriza sobre el Edipo a nivel estructural, en tanto que es una
organización con funciones donde cada personaje se define en relación al otro y al lugar
que ocupa. Ambas teorizaciones dan cuenta del complejo de Edipo desde el plano del
deseo con la salvedad de que Freud lo narra desde el deseo del niño, en tanto que Lacan le
da el papel protagonista a la madre desde su deseo.
CASO AMANDA:
Hasta aquí hemos expuesto el recorrido del Complejo de Edipo en el trance normal del
mismo. Pero ¿qué sucede cuando hay “fallas” en el mismo? A continuación analizaremos el
Caso Amanda, un caso de neurosis histérica.
Amanda jóven de 16 años, concurre al Servicio de Atención Psicológica Preventivo
Asistencial (SAPPA) en el marco del convenio entre ASSE- Ministerio de Salud y la Facultad
de Psicología de la Universidad de la República, a través de la petición urgente de la madre
a causa de un posible suicidio. Actualmente vive con su madre y su hermano (6 años),
anteriormente vivìan con su abuela pero se fueron debido a problemas generados a partir
de la llegada de su tìo al hogar. Padre biològico desconocido, reconoce como figura paterna
a una pareja de la madre desde sus tres a los catorce años, con él cuàl se encuentra
distanciada por un conflicto motivado por la nueva pareja de èl.
En el transcurso de las entrevistas surgen varias problemàticas manifestadas por ella a
saber “la mirada que los otros ejercen sobre ella” (Carrasco, 2016, pág.210), cargas en su
vida cotidiana, cuidar de su propia madre y de su hermano, un embarazo deseado pero no
concretado y el mandato condenatorio de la abuela la cual adquiere significancia de madre
ideal, de mujer ideal; además, debe sobrellevar sus estudios, su trabajo, su relación con el
novio y lidiar el producto de su belleza (quienes la realzan y también la rivalizan por ello).
En el análisis se trabajó en base a la pregunta manifestada por la propia Amanda ¿Cómo
hacer para ser deseada por un hombre?, en segundo lugar la certeza de un embarazo que
no sucedió, en tercer lugar el temor y una extrema vergüenza a ser mirada por
desconocidos y por último el mandato de tener que poder con todo.
(Carrasco, 2017, pàg.211). Lo dicho es visto como una condena de parte de su mujer ideal
que la deja fuera del ser mujer, por lo cual no encuentra nuevamente respuestas y
significantes.
CONCLUSION
“La preponderancia de falo significa que la evolución sexual infantil y adulta se ordena
según la presencia o la ausencia de este pene imaginario -denominado falo- en el mundo de
los humanos. Lacan sistematizará la dialéctica de la presencia y la ausencia en torno al falo
a través de los conceptos de falta y significante”
Nasio (1998)
Gracias al proceso psicoterapéutico de Amanda hemos visualizado el complejo de Edipo en
un caso práctico. Parte de la conclusión que podemos extraer en funciòn de este análisis
son los dos aspectos fundamentales que se desprenden del discurso de la paciente: por no
disponer del falo, queda colocada en el lugar de deseo del otro sin poder satisfacer su
BIBLIOGRAFÍA
Lacan, J. (1984). El seminario, libro 3: Las psicosis. Buenos Aires: Editorial
Paidós.
Lacan, J. (1957). El seminario, libro 5: Las formaciones del Inconsciente. Buenos
Aires: Editorial Paidós.
Desde los tiempos más antiguos hasta nuestros días, el ser mujer ha sido un
constructo cuestionado y estigmatizado infinidad de veces desde distintos determinantes
sociales, culturas, creencias religiosas, políticas etc; quedando en una posición relativa
detrás de la imagen del hombre. El presente trabajo permitió implicarme como futura
psicóloga y antes que nada como mujer, desde las lecturas de Freud y Lacan para pensar y
problematizar el rol de la mujer desde la mirada clínica.
En Amanda apreciamos el proceso edípico atravesando su historial familiar desde
cómo debe enfrentarse incansablemente al discurso que la determina como mujer en
función de los mandatos de su abuela, de su madre, hasta cómo enfrentarse al conflicto
existente con sus deseos y también el que se presenta a causa del goce de su cuerpo.
Creo pertinente haber relacionado su discurso, el discurso de la histérica podríamos
decir, con el Complejo de Edipo en la mujer ya que apreciamos el poder y saber hacer lazo
social en tanto es objeto de deseo y vemos la conflictiva edípica como piedra angular de la
insatisfacción del deseo. Tal como lo expresa la narrativa del caso, Amanda tiene la
convicción de que carga con el poder con todo y a su vez está con el supuesto social de
que nada le alcanza.
Para concluir la presente reflexión considero que el desafío que encuentro a partir de
la lectura de este caso, es escuchar el discurso de quien viene a consultar a partir del
desmantelamiento de la estructura psíquica, entendiendo cuáles son algunos de los
significantes mandatos o discursos que aquejan su sufrimiento pero que quedan
supeditados a la cotidianeidad de la vida.
Matias Collazo: C.I:4.585.029-6
Comenzaré está reflexión, dejando en claro lo que es para mí, el valor de haber tenido que
estudiar más en profundidad el complejo de edipo para este trabajo. Antes de dar mi opinión
personal es pertinente aclarar que el valor de complejo de edipo es incuestionable para toda la
teoría psicoanalítica, esto se debe a que ya sea más atrás en el tiempo, con el Edipo mostrado y
explicado por Freud o más próximo a nuestra era, con el edipo explicado por Lacan, para ambos
este concepto es un concepto central en la teoría, en el sentido que es un punto cortante en la
historia de vida de todas las personas. Hay un antes y un después de Edipo y es fundador de
estructuras psíquicas que durarán para toda la vida.
En cuanto a mi opinión personal es un concepto clave para entender las problemáticas de la
personas en general, ya que como sea resuelto este complejo, propio de edades tempranas, va a
generar huellas que perduraran en el futuro de las personas, en su ser adulto y en su forma de
actuar. Por lo que se vuelve un concepto clave a indagar a la hora de ver porque las personas
actuan como actuan. Pero dando un paso más creo que a su vez el pasaje por este complejo nos
permite empezar a pensarnos como seres en sociedad, en el sentido que se introyecta el
superyó, se fundan los diques anímicos y se genera un ideal del yo, esto provoca que seamos
personas regidas por ciertas leyes y objetivos, lo cual es esencial para poder adaptarnos y vivir en
el mundo sociable.
Por último decir que considero el valor máximo de este trabajo, en el caso clínico analizado,
porque es una manera de poner en funcionamiento el complejo de edipo como herramienta de
análisis en un caso concreto. Esto en mi opinión es fundamental, creo que toda la teoría dada y
estudiada en la carrera de grado, sirve como herramienta de análisis a la hora de trabajar con
gente y como toda herramienta debe entrenarse en su uso, por lo tanto poder ver casos
hipotéticos y analizarlos desde una mirada clínica, es una de las herramientas y prácticas pre
profesionales más útiles que habilita la facultad, para en el futuro ser agentes de salud lo más
pulidos y perfeccionados en el manejo de nuestras herramientas que se pueda, aunque siempre
es bueno aclarar que como agentes de salud, siempre tendremos que mejorar y perfeccionarnos
más en el uso de nuestras herramientas, ya que de nosotros dependerá la salud de otra persona.
decir, si partimos del método analítico propuesto por Freud es posible divisar que aspectos como
el manejo de la transferencia, la asociación libre, la escucha parejamente flotante, parten de un
complejo entendimiento del sufrimiento psíquico del otro, así como su angustia y de los síntomas
como manifestación de ésta. Lo dicho interpela al sujeto en la posición de analista en relación a
cómo recepcionar el sufrimiento, la angustia que se hacen presente en el encuentro con el otro en
forma de demanda y de cómo responder ante la misma.
Para dar por culminada esta breve reflexión, puedo decir que el psicoanálisis se
posiciona no solamente como una técnica analítica y ética, sino que también su valor es político,
ya que plantea una perspectiva en relación al entendimiento, abordaje y posicionamiento frente al
otro, que permite en el contexto actual, trazar nuevos caminos para pensar la subjetividad,
poniendo en tela de juicio abordajes enmarcados en el paradigma de la simplicidad (claro reflejo
la sobremedicalización) y brindándole autonomía al sujeto.
Alison Aicardi CI:3.095.503-5