Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
ISSN: 0121-4772
revcuaeco_bog@unal.edu.co
Universidad Nacional de Colombia
Colombia
Portes, Alejandro
INSTITUCIONES Y DESARROLLO: UNA REVISIÓN CONCEPTUAL
Cuadernos de Economía, vol. XXV, núm. 45, diciembre, 2006, pp. 13-52
Universidad Nacional de Colombia
Bogotá, Colombia
Resumen
Portes, Alejandro. “Instituciones y desarrollo: una revisión concep-
tual”, Cuadernos de Economía, v. XXV, n. 45, Bogotá, 2006, páginas
13-52
Résumé
Portes, Alejandro. “Institutions et développement: une révision
conceptuelle”, Cuadernos de Economía, v. XXV, n. 45, Bogotá, 2006,
pages 13-52
EL NUEVO INSTITUCIONALISMO
restricción que los seres humanos crean para dar forma a la interacción humana”
(1990, 3), una definición vaga que abarca todo, desde las normas incorporadas
en el proceso de socialización hasta la coerción física.
A partir de esta definición difusa, todo lo que se puede decir es que existen
instituciones cuando algo ejerce influencia externa sobre el comportamiento
de los actores sociales, exactamente la misma noción que Durkheim denominó
normas hace más de un siglo, y es indudable que eso no es todo lo que existe
en la dinámica de las comunidades y sociedades reales. En un intento de aclarar
el significado del concepto, Roland (2004) elaboró una tipología que distingue
entre instituciones de ‘movimiento lento’ (como la cultura) e instituciones de
‘movimiento rápido’ (como las normas legales y los planes organizativos). En
su opinión, la razón para que los planos institucionales trasplantados no logren
sus objetivos en muchos países del sur es que chocan con las instituciones de
‘movimiento lento’ del país anfitrión, como las normas sociales y las estructuras
de poder arraigadas.
Para transmitir el tono de la sociología ad hoc que hoy se desarrolla en economía
bastan dos citas de ese ensayo:
[...] en general, las normas y los valores sociales cambian lentamente. Aun
las normas sociales individuales, como la actitud ante la pena de muerte o la
aceptación de la corrupción tienden a cambiar lentamente, quizá debido a que
muchas normas se originan en la religión, cuyos preceptos han cambiado muy
poco durante siglos (Roland 2004, 116).
Cualquier grupo que tiene poder lo usa en su propio beneficio. Por tanto, las
elites dirigentes que tienen interés en mantener su poder en sociedades con
instituciones ineficientes no pueden renunciar a ese poder porque los gana-
dores del cambio institucional no se pueden comprometer con esquemas de
compensación para los perdedores (Roland 2004, 115).
Las normas se originan en valores que tienden a oponerse al cambio, y las
estructuras de poder también cambian lentamente porque quienes detentan
el poder prefieren no renunciar a sus privilegios. Ante esos ‘descubrimientos’,
los sociólogos han callado cortésmente sin señalar que son lugares comunes.
Aún más alarmante, otros, influidos por el brillo de todo lo ‘económico’, han
aceptado estas incursiones bien intencionadas pero elementales en un terreno
familiar como base del ‘nuevo institucionalismo’ en sociología (Nee e Ingram
1998). En el campo de la socioeconomía se han hecho intentos adicionales para
poner orden en este caos conceptual. Hollingsworth (2002), por ejemplo, dis-
tingue entre ‘instituciones’ (normas, reglas, convenciones, valores, hábitos, etc.),
‘arreglos institucionales’ (mercados, Estados, jerarquías corporativas, redes, etc.),
18 CUADERNOS DE ECONOMÍA 45, 2006
cap. 3). Las personas bien socializadas se trasladan de un rol a otro sin esfuerzo
y a menudo inconscientemente como parte de su rutina cotidiana. Los planos
normativos que constituyen un rol suelen dejar gran libertad para el desempeño
individual. Los individuos pueden entonces desempeñar el rol de ‘médico’ o de
‘madre’ de maneras muy diferentes, mientras que se ajusten a sus expectativas
normativas. Estas últimas también pueden variar entre culturas. Para anticipar
la discusión subsiguiente, los roles de ‘policía’ o ‘ministro del gobierno’ pueden
incorporar planos de comportamiento muy diferentes en contextos sociales
diferentes, así se los designe con la misma etiqueta formal.
Una extensa literatura en sociología y psicología social concibe los roles como
bloques de construcción de la vida social y como conceptos que vinculan el
mundo simbólico de la cultura con las estructuras sociales reales. Esa misma
literatura ha examinado esa dinámica en base al ‘conjunto de roles’ que desem-
peñan actores sociales dados y como el ‘conflicto de roles’ o ‘tensión de roles’
que se crea cuando las expectativas normativas de un rol dentro del conjunto
contradice a otros (Cottrell 1933, Linton 1945, Merton 1957, Goffman 1959
y 1961, Goode 1960). Ninguno de estos conceptos aparece en la sociología
ad hoc que se está creando en economía, ni en el neoinstitucionalismo que
hoy se practica en sociología y ciencia política. Los roles son parte integral de
las instituciones pero no son instituciones y la confusión de los dos términos
debilita el poder heurístico de ambos conceptos.
Junto con las expectativas normativas, los roles también incorporan un reper-
torio instrumental de habilidades necesarias para su adecuado desempeño. El
lenguaje es el componente fundamental de este repertorio pues sin él no se
puede ejercer ninguna otra habilidad. Sin embargo, estas ‘cajas de herramientas’
culturales también contienen muchos otros elementos: desde el saber científico
y profesional hasta el comportamiento, la forma de las expresiones, los modales,
y el savoir faire general adecuado a condiciones sociales específicas. De nuevo,
los repertorios culturales anexos a roles específicos como los de ‘policía’ o ‘mi-
nistro del gobierno’ pueden variar significativamente entre sociedades, a pesar
de la identidad formal de sus títulos. En la literatura sociológica moderna, estos
elementos se designan con los conceptos de ‘capital cultural’ o ‘repertorios de
habilidades’ (Bourdieu 1979 y 1984, Swidler 1986; Zelizer 2005).
Los elementos que componen la cultura van en paralelo con los que componen
la estructura social. Pero estos no están formados por valores morales o ‘qué
22 CUADERNOS DE ECONOMÍA 45, 2006
GRÁFICA 1
ELEMENTOS DE LA VIDA SOCIAL
GRÁFICA 2
DEMOCRACIA PARTICIPATIVA Y MONOCULTIVO INSTITUCIONAL
CULTURA
Colectiva Instituciones
Injerto institucional
Como el mismo Sen (1999) reconoce, los tecnócratas (es decir, las elites) pre-
fieren imponer planos institucionales que aumenten su poder y mejoren su
imagen, en vez de subordinarse a las deliberaciones de la gente común. Evans
(2004a, 40) también reconoce que es posible que la dinámica del poder sea el
mayor obstáculo para la “institucionalización de instituciones deliberativas”
(sic). No es sorprendente que los experimentos de democracia participativa
tengan una posibilidad de éxito razonable únicamente cuando los partidos de
izquierda ganan un sólido control del gobierno. Esto ocurre porque las autori-
dades pueden movilizar los recursos oficiales para neutralizar a los que poseen
las elites locales, y persuadirlas de que unirse al proceso deliberativo favorece
sus intereses (Biaocchi 2003, Agarwala 2004).
GRÁFICA 3
LA DESESTATIZACIÓN DE LAS EMPRESAS PÚBLICAS EN MÉXICO
ESTRUCTURA SOCIAL
Influencia casual Elementos Mandato
presidencial en
alianza con los
capitalistas de
la cúspide y los
Profunda Poder burócratas del
Estado
eventualmente a salir del país. Aunque el curso que fijó para la economía mexi-
cana se mantuvo inalterado, hay signos crecientes de resistencia en la población
porque los anunciados beneficios de la privatización no se han materializado
(Ariza y Ramírez 2005). El término ‘neoliberalismo’ se ha convertido en un
epíteto, y los partidos y los políticos mexicanos que buscan éxito electoral hoy
en día se distancian del término y de la reforma privatizadora que se impuso
desde arriba bajo su orientación (Delgado 2005).
34 CUADERNOS DE ECONOMÍA 45, 2006
un largo período de gestación histórica, pero esto no impide que tenga conse-
cuencias inmediatas y profundas una vez aparece en escena. Después de que
el calvinismo transformó el orden social de gran parte de Europa Occidental,
los historiadores tuvieron pocas dificultades para seguir la concatenación de
acontecimientos que llevaron a esa transformación. Pero no se habrían dedi-
cado a hacer ese ejercicio si Wittenberg no hubiese ocurrido y si Calvino no se
hubiese tomado el poder en Ginebra. La reconstrucción post hoc del cambio
social revolucionario siempre puede ser ‘evolutiva’.
Para quienes descartan el papel del carisma religioso como algo del pasado,
fuera de lugar en el mundo moderno, basta señalar la influencia decisiva del
cristianismo evangélico en la transformación de vastas franjas de la sociedad
estadounidense en el pasado reciente (Wuthnow 1998, Roof 1999) y en la
aparición de una rama milenarista y fundamentalista del Islam decidida a la
confrontación final con Occidente. La ‘guerra contra el terrorismo’ que hoy es
la preocupación dominante de los estados de América del Norte y de Europa
se puede interpretar como una consecuencia directa de una profecía religiosa
revitalizada y carismática que busca rehacer el mundo a su propia imagen
(Kastoryano 2004, Kepel 1987).
También puede ocurrir un cambio revolucionario en la esfera de la estructura
social, como cuando se arrebata el poder a sus poseedores y se lo traspasa a una
nueva elite. La cuestión del poder y de la lucha de clases ha sido abordada por
una larga línea de historiadores y científicos sociales, clásicos y contemporáneos.
La teoría de la circulación de las elites de Vilfredo Pareto ([1902] 1966) y su
comentario de que “la historia no es más que un cementerio de aristocracias”
se concentran en el hecho de que los grupos dominantes nunca se han podi-
do mantener en el poder indefinidamente y en el análisis de los mecanismos
que llevan a su desaparición. Desde orígenes teóricos muy diferentes, Marx
privilegió la lucha de clases y, en un nivel más profundo, el conflicto entre los
nuevos modos de producción y “las relaciones sociales de producción arrai-
gadas” como el principal mecanismo que lleva al cambio revolucionario. Para
Marx y sus numerosos seguidores, las contradicciones internas del feudalismo
que lo llevaron a su fin se recrean nuevamente bajo el capitalismo, cuando las
fuerzas sociales ascendentes chocan con la estructura de clases dominante. Por
tanto, “lo que la burguesía crea es ante todo su propio sepulturero” (Marx y
Engels [1847] 1959, 20).
Gran parte de la sociología histórica contemporánea –incluidos autores como
Barrington Moore (1966), Theda Skocpol (1979), Charles Tilly (1984), Imma-
nuel Wallerstein (1974, 1991) y Giovanni Arrighi (1994)– se ocupa del cambio
INSTITUCIONES Y DESARROLLO: UNA REVISIÓN CONCEPTUAL 37
GRÁFICA 4
NIVELES Y FUERZAS DEL CAMBIO
Normas
Difusión
Visible: Individual Roles cultural Jerarquías de
estatus
Transiciones de la fertilidad
GRÁFICA 5
TEORÍA AMPLIADA DE LAS TRANSICIONES DE LA FERTILIDAD
DE CALDWELL
CONCLUSIÓN
tancias. A esto respondo que el progreso es deseable pero que, con excepción
del abandono de los supuestos patentemente inverosímiles de la economía
neoclásica, el neoinstitucionalismo aún está lejos de alcanzar su potencial. Lo
atribuiría, en primer lugar, al olvido de una rica herencia teórica y, en segundo
lugar, a las definiciones imprecisas. Es imposible acumular conocimientos
científicos cuando los conceptos fundamentales representan prácticamente
cualquier cosa. No se ha desarrollado un marco conceptual mejor para sustituir
al que nos legaron las primeras generaciones de pensadores e investigadores
en ciencias sociales. Sólo por esa razón, el institucionalismo claro es preferible
como base para el progreso futuro.
Dicho esto, debería estar claro que la síntesis teórica que aquí se presenta es
tentativa y está sujeta a modificaciones. No pretendo que sea intrínsecamente
verdadera, sino que sea útil para delimitar el alcance del concepto de institucio-
nes y para alejarnos de una comprensión empobrecida del cambio social. Otros
teóricos e investigadores pueden avanzar aún más. Por último, la excursión en
las transiciones de la fertilidad en demografía puede servir de base para evaluar
el carácter lógico de las explicaciones alternativas de este fenómeno y el grado en
que son hipótesis verdaderas y no lugares comunes o simples descripciones.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Agarwala, R. (2004) From Work to Welfare: The State and Informal Workers’
Organizations in India. Working Paper No. 04-07, Center for Migration and
Development, Princeton University.
Ariza, M. y J. M. Ramírez (2005) Urbanización, mercados de trabajo y escenarios
sociales en el México finisecular. A. Portes, B. R. Roberts, y A. Grimson (eds.),
Las ciudades latinoamericanas a comienzos del siglo, Buenos Aires: Prometeo
Editores.
Arrighi, G. (1994) The Long Twentieth Century: Money, Power, and the Origins of
Our Times. London: Verso Books.
Baiocchi, G. (2003) Radicals in Power: The Workers Party and Experiments in Urban
Democracy in Brazil. London: Zed.
Bellah, R. N. (1958) Religious Aspects of Modernization in Turkey and Japan.
American Journal of Sociology 64 (July):1-5.
Ben-Porath, Y. (1980) The F-Connection: Families, Friends, and Firms and the
Organization of Exchange. Population and Development Review 6 (March):
1-30.
INSTITUCIONES Y DESARROLLO: UNA REVISIÓN CONCEPTUAL 45
Bendix, R. (1962) Max Weber: An Intellectual Portrait. Garden City, NY: Anchor
Books.
Bourdieu, P. (1979) Les trois états du capital culturel. Actes de la Recherche en
Sciences Sociales 30: 3-6.
Bourdieu, P. (1984) Distinction: A Social Critique of the Judgment of Taste. Cam-
bridge, MA: Harvard University Press.
Bourdieu, P. (1990) The Logic of Practice. Stanford: Stanford University Press.
Caldwell, J. C. (1980) Mass Education as a Determinant of the Timing of Fertility
Decline. Population and Development Review 6 (June): 225-255.
Campbell, J. L. (2004) Institutional Change and Globalization. Princeton, NJ:
Princeton University Press.
Castells, M. (1998) End of Millennium: The Information Age. Oxford, UK: Black-
well Publishers.
Castells, M. (2001) The Internet Galaxy. New York: Oxford University Press.
Centeno, M. A. (1994) Democracy within Reason: Technocratic Revolution in Mexico.
University Park: Pennsylvania State University Press.
Cleland, J. and C. Wilson (1987) Demand Theories of the Fertility Transition:
An Iconoclastic View. Population Studies 41: 5-30.
Cooley, C. H. (1902) Human Nature and the Social Order. New York: Charles
Scribner’s and Sons.
Cooley, C. H. (1912) Social Organization. New York: Charles Scribner’s and
Sons.
Cottrell, L. S. (1933) Roles and Marital Adjustment. Publications of the American
Sociological Society No. 28.
Dalton, M. (1959) Men Who Manage: Fusions of Feeling and Theory in Administra-
tion. New York: Wiley.
De Janvry, A. and C. Garramón (1977) Laws of Motion of Capital in the Center-Pe-
riphery Structure. Review of Radical Political Economics 9 (Summer):29-38.
Delgado W., Raúl (2005) The Relation between Mexico-U.S. Economic Integra-
tion and International Migration under NAFTA. Trabajo presentado a la
conferencia Cumbre Hispana de las Planicies, Universidad de Nebraska-
Omaha, 22 de abril.
DiMaggio, P. (1990) Cultural Aspects of Economic Action and Organization.
Beyond the Marketplace, R. Friedlander and A. F. Robertson (eds.), New York:
Aldine de Gruyter.
46 CUADERNOS DE ECONOMÍA 45, 2006
Dolsak, N. and E. Ostrom (2003) The Commons in the New Millennium: Chal-
lenges and Adaptation. Cambridge, MA: MIT Press.
Durkheim, E. [1897] (1965) Suicide, A Study in Sociology. J. A. Spaulding and G.
Simpson (trans.), New York: The Free Press.
Durkheim, E. [1901] (1982) The Rules of the Sociological Method. W. D. Halls
(trans.), New York: The Free Press.
Eckstein, S. (1977) The Poverty of Revolution: The State and the Urban Poor in
Mexico. Princeton: Princeton University Press.
Elster, J., C. Offe, and U. K. Preuss (1998) Institutional Design in Post-Commu-
nist Societies: Rebuilding the Ship at Sea. Cambridge: Cambridge University
Press.
Evans, P. B. (1979) Dependent Development: The Alliance of Multinational, State,
and Local Capital in Brazil. Princeton: Princeton University Press.
Evans, P. B. (1989) Predatory, Developmental, and Other Apparatuses: A Com-
parative Political Economy Perspective on the Third World State. Sociological
Forum 4: 561-87.
Evans, P. B. (1995) Embedded Autonomy: States and Industrial Transformation.
Princeton, NJ: Princeton University Press.
Evans, P. B. (2004a) Development as Institutional Change: The Pitfalls of Mono-
cropping and the Potentials of Deliberation. Studies in Comparative Interna-
tional Development 38 (Winter): 30-52.
Evans, P. B. (2004b) Challenges of the ‘Institutional Turn’: Interdisciplinary
Opportunities in Development Theory. V. Nee and R. Swedberg (eds.), Eco-
nomic Sociology of Capitalist Institutions, Princeton, NJ: Princeton University
Press.
Giddens, A. (1987) Las nuevas reglas del método sociológico. Buenos Aires:
Amorrortu.
Goffman, E. (1959) Presentation of Self in Everyday Life. Garden City, NY:
Doubleday.
Goffman, E. (1961) Encounters: Two Studies in the Sociology of Interaction. India-
napolis: Bobbs-Merrill.
Goode, W. J. (1960) A Theory of Role Strain. American Sociological Review 25
(August): 483-496.
Gramsci, A. [1927-33] (1971) State and Civil Society. Q. Hoave and G. N. Smith
(eds.), Prison Notebooks, New York: International Publishers.
INSTITUCIONES Y DESARROLLO: UNA REVISIÓN CONCEPTUAL 47
Lerner, D. (1958) The Passing of Traditional Society: Modernizing the Middle East.
New York: Free Press.
Levy, M. (1966) Modernization and the Structure of Societies. Princeton, NJ: Princ-
eton University Press.
Linton, R. (1945) The Cultural Background of Personality. New York: Appleton,
Century, Crofts.
Lomnitz, L. (1982) Horizontal and Vertical Relations and the Social Structure of
Urban Mexico. Latin American Research Review 17: 51-74.
MacIver, R. H. and Ch. H. Page. [1949] (1961) Sociología, traducido del inglés
por J. Cazorla P. Madrid: Tecnos Editores.
MacLeod, D. (2004) Downsizing the State: Privatization and the Limits of Neoliberal
Reform in Mexico. University Park, PA: Pennsylvania State University Press.
Marx, K., and F. Engels [1847] (1959) Manifesto of the Communist Party. L. S.
Fewer (ed.), Marx and Engels: Basic Writings on Politics and Philosophy, Garden
City, NY: Doubleday.
Marx, K. [1939] (1970) The Grundrisse. D. McLellan, trans. and editor. New
York: Harper and Row.
Mason, K. O. (1997) Explaining Fertility Transitions. Demography 34 (November)
443-454.
McNicoll, G. (1980) Institutional Determinants of Fertility Change. Population
and Development Review 6: 441-462.
McNicoll, G. (1992) Changing Fertility Patterns and Policies in the Third World.
Population and Development Review 18: 85-108.
McNicoll, G. (2001) Government and Fertility on Transitional and Post-Transi-
tional Societies. Population and Development Review 27: 129-159.
Merton, R. K. (1936) Unanticipated Consequences of Purposive Social Action.
American Sociological Review 1: 894-904.
Merton, R. K. (1957) Role-Set: Problems in Sociological Theory. British Journal
of Sociology 8 (June): 106-120.
Merton, R. K. (1968a) Manifest and Latent Functions. R. K. Merton (ed.), Social
Theory and Social Structure, New York, NY: Free Press.
Merton, R. K. (1968b) Social Theory and Social Structure. New York: Free Press.
Merton, R. K. (1968c) Social Structure and Anomie. R. K. Merton (ed.), Social
Theory and Social Structure, New York: Free Press.
INSTITUCIONES Y DESARROLLO: UNA REVISIÓN CONCEPTUAL 49
Pareto, V. [1902] (1966) Les systèmes socialistes. S. E. Finer (ed.), Vilfredo Pareto:
Sociological Writings, New York: Praeger.
Pollack, R. A. and S. Cotts W. (1993) Cultural and Economic Approaches to
Fertility: Proper Marriage or Mesalliance? Population and Development Review
19 (September): 467-496.
Portes, A. (1997) Neoliberalism and the Sociology of Development: Emerging
Trends and Unanticipated Facts. Population and Development Review 23
(June): 229-259.
Portes, A. (2000a) The Resilient Significance of Class: A Nominalist Interpretation.
Political Power and Social Theory 14: 249-84.
Portes, A. (2000b) The Hidden Abode: Sociology as Analysis of the Unexpected.
American Sociological Review 65: 1-18.
Poulantzas, N. (1975) Classes in Contemporary Capitalism. London: New Left
Books.
Powell, W. W. (1990) The Transformation of Organizational Forms: How Useful
Is Organization Theory in Accounting for Social Change? R. Friedland and A.
F. Robertson (eds.), Beyond the Marketplace, Rethinking Economy and Society,
New York: Aldine de Gruyter.
Roberts, B. R. y A. Portes (2006) Coping with the Free Market City: Urban Col-
lective Action in Latin America, 1980-2000. Latin American Resarch Rewiev
(June).
Roberts, K. (2002) Social Inequalities without Class Cleavages in Latin America’s
Neoliberal Era. Studies in Comparative International Development 36 (Win-
ter): 3-33.
Roland, G. (2004) Understanding Institutional Change: Fast-moving and Slow-
moving Institutions. Studies in Comparative International Development 38
(Winter): 109-131.
Roof, W. C. (1999) Spiritual Marketplace: Baby Boomers and the Remaking of
American Religion. Princeton, NJ: Princeton University Press.
Sassen, S. (1988) The Mobility of Labor and Capital: A Study in International Invest-
ment and Labor Flow. New York: Cambridge University Press.
Sen, A. (1999) Development as Freedom. New York: Alfred A. Knopf.
Shaiken, H. (1990) Mexico in the Global Economy. Series Monograficas #33. San
Diego: University of California, Press.
Shaiken, H. (1994) Advanced Manufacturing and Mexico: A New International
Division of Labor? Latin American Research Review 29: 39-72.
INSTITUCIONES Y DESARROLLO: UNA REVISIÓN CONCEPTUAL 51
Simmel, G. [1908] (1964) The Stranger. K. H. Wolff (ed.), The Sociology of Georg
Simmel, New York: Free Press.
Skocpol, T. (1979) States and Social Revolutions, A Comparative Analysis of France,
Russia, and China. Cambridge, UK: Cambridge University Press.
Sumner, W. G. (1907) Folkways. Boston: Ginn Company.
Swidler, A. (1986) Culture in Action: Symbols and Strategies. American Sociological
Review 51: 273-286.
Thelen, K. (2004) How Institutions Evolve: The Political Economy of Skills in Ger-
many, Britain, the United States, and Japan. New York: Cambridge University
Press.
Tilly, Ch. (1984) The Contentious French: Four Centuries of Popular Struggle. Cam-
bridge, MA: Harvard University Press.
Veblen, T. [1899] (1998) The Theory of the Leisure Class. Amherst, NY: Prome-
theus Books.
Wallerstein, I. (1974) The Modern World-System: Capitalist Agriculture and the
Origins of the European World-Economy in the Sixteenth Century. New York:
Academic Press.
Wallerstein, I. (1991) Geopolitics and Geoculture: Essays on the Changing World-
System. Cambridge: Cambridge University Press.
Weber, M. [1904] (1949) The Methodology of the Social Sciences. E. A. Shils and
H. A. Finch (trans. and ed.), New York: The Free Press.
Weber, M. [1915] (1958) Religious Rejections of the World and their Directions.
H. H. Gerth and C. Wright Mills (eds.), From Max Weber: Essays in Sociology,
New York: Oxford University Press.
Weber, M. [1922] (1947) Social Stratification and Class Structure. T. Parsons (ed.),
The Theory of Social and Economic Organization, New York: Free Press.
Weber, M. [1922] (1964) The Sociology of Religion. E. Fischoff (trans.), Boston:
Beacon Press.
Williamson, O. (1975) Markets and Hierarchies. New York: The Free Press.
Williamson, O. (1985) The Economic Institutions of Capitalism. New York: The
Free Press.
Wright, E. O. (1980) Varieties of Marxist Conceptions of Class Structure. Politics
and Society 9: 299-322.
Wright, E. O. (1985) Classes. London: Verso.
52 CUADERNOS DE ECONOMÍA 45, 2006
Wright, E. O. and L. Perrone (1976) Marxist Class Categories and Income In-
equality. American Sociological Review 42: 32-55.
Wuthnow, R. (1987) Meaning and Moral Order: Explorations in Cultural Analysis.
Berkeley, CA: University of California Press.
Wuthnow, Robert (1998) After Heaven: Spirituality in America since the 1950s.
Berkeley, CA: University of California Press.
Zelizer, V. (2005) Culture and Consumption. N. J. Smelser and R. Swedberg (eds.),
The Handbook of Economic Sociology, 2nd edition, Princeton, NJ: Princeton
University Press y Russell Sage Foundation.