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El poeta Ahmed Arif

Crear en Salamanca tiene la satisfacción de publicar cinco poemas de


Ahmed Arif traducidos al castellano por Irfan Güler y Pepa Baamonde.
Arif nació en Diyarbakir en 1927, de padre turco y madre kurda.
Empezó a escribir poesía cuando estudiaba Secundaria. Sus poemas
de este período fueron publicados en diferentes revistas. Una vez
acabados sus estudios de Secundaria, cumple el servicio militar
obligatorio durante dos años. En 1947, una vez licenciado, se
matricula en Filosofía en la universidad de Ankara. Su ideología, en
este momento, es progresista y revolucionaria. En 1951, durante una
operación policial contra los izquierdistas fueron a buscarlo a su
trabajo y lo detuvieron. Fue cruelmente torturado en la comisaría
durante 128 días. Con la intensidad de las torturas estuvo a punto de
volverse loco, oía voces… y casi se muere como resultado de un
intento de suicidio, cortándose las venas. Después de un tratamiento
de shock en el hospital recuperó la salud. Una vez acabado el período
de investigación fiscal se abrió un proceso judicial contra 124
personas. Fueron acusadas de crear una organización comunista
clandestina, ser miembros de la misma y realizar actividades para
promoverla. En 1954, cuando el proceso terminó Ahmed Arif fue
condenado a dos años de cárcel y otros 8 meses bajo vigilancia en
Urfa. Para entonces, el tiempo que había pasado en la cárcel ascendía
a 38 meses por lo que quedó en libertad el mismo día en que se
pronunció la sentencia. Después del período carcelario no pudo
terminar sus estudios, su vida fue muy difícil, no encontraba empleo
ya que la policía lo seguía a todas partes. Durante este período realizó
distintos trabajos, como obrero en una fábrica de ladrillo y
tejas, repartidor de carbón o empleado en una tienda de fotocopias.
Más tarde entre 1956 y 1977 trabajó en varios periódicos
“Civilización” primero, “Vanguardia” después y finalmente en
“Popular” como corrector al principio y como jefe de correctores
después. En 1967 se casó con Aynur Onal, en 1972 nació su único hijo,
Filinta. En 1977 se jubiló y murió de un infarto en 1991. En 1968 se
publicó su único libro, que consta de 19 poemas, “Hasretinden
Prangalar Eskittim”, “Desgasté cadenas añorándote”. Cuando escribió
el poema “Treinta y tres balas”, solamente tenía 23 años. Este poema
es la elegía de un asesinato cometido por el Estado en el período de La
República). Esta obra fue muy bien acogida por el público, habiendo
sido publicadas 60 ediciones de la misma hasta el día de hoy en
Turquía. No existe otro caso semejante en el mundo, es un récord
mundial, también fueron publicadas otras ediciones pirata. Ahmed
Arif, como el mismo nos cuenta en sus memorias, creció entre
diferentes culturas, en un lugar donde un niño aprende
simultáneamente tres o cuatro lenguas. Hablaba turco, árabe y
francés además de los dialectos del kurdo kurmanci y zazaki.
LA POESÍA DE AHMED ARIF
Por Irfan Güler. Traducción de Pepa Baamonde

Publicó sus primeros poemas en los años 40 del siglo pasado. En aquel
tiempo era predominante en Turquía, la poesía colectivista realista de
Nazim Hikmet. Ahmed Arif participaba de esta misma ideología y
escribía su poesía para transmitir estas ideas a las masas. Pero Ahmed
Arif nunca usó la estética poética de Nazim Hikmet. La poesía de
Ahmed Arif es una reflexión dinámica sobre el ambiente en que vivía,
sobre la gente pobre de Anatolia, la gente que sufría opresión y sobre
sus propias vivencias. En resumen, el objeto de su poesía, es muy
simple: el hombre que sufre opresión y explotación. En su obra está
siempre presente la gente pobre, la gente que no tiene alternativa, la
gente oprimida. En sus versos se refleja su mundo puro, paciente,
inocente y valiente. La poesía de Ahmed Arif no es mecánica sino
orgánica, da más importancia a la palabra que al sonido, no le gusta
el pesimismo, incluso cuando habla sobre los hechos más trágicos
mantiene viva la esperanza. Cuando miramos la estructura de su
poesía, desde el primer hasta el último verso podemos ver una unidad
imperturbable. El elemento principal de su poesía es el lirismo. La
prisión y sus consecuencias son muy importantes en su poesía, hechos
que también afectaron a su vida. Escribe sobre encarcelamiento,
opresión e injusticia, temas que están presentes en todos sus
poemas. Las torturas sufridas o contempladas afectaron a su poesía,
convirtiéndola en una poesía de resistencia y sufrimiento. Considera
muy importante el verso.
Ahmed Arif pronunció estas palabras: “la poesía es mi ira, mi nervio,
mi blasfemia, mi rebelión”. Esta ira, esta rebelión llegan desde los
problemas que vive la sociedad. “La poesía – dijo- tiene que ser
comprensible y partir del corazón del hombre”. Esta frase explica toda
su poesía.
La poesía de Ahmed Arif desarrolló en un sentido, la línea de Nazim
Hikmet, mejor dicho, la línea que Nazin Hikmet siguió. Pero hay
grandes diferencias entre los dos poetas. Nazim Hikmet es un poeta
de la ciudad, se dirige a la gente desde las mesetas, desde las grandes
llanuras, pero Ahmed Arif narra desde las grandes montañas, las
montañas que no conocen nacionalidades, las montañas rebeldes que
no tienen edad, su poesía es como una larga elegía, pero en esta
elegía siempre hay una esperanza, un brillo afilado. Entre su forma de
hablar y su poesía hay una gran proximidad. Habla como escribe y
escribe como habla, su poesía está recogida directamente de su
manera de hablar .Es una poesía sin edad. No es una poesía de ayer,
ni tampoco de hoy, es una poesía de cualquier tiempo que está
siempre de actualidad.
Ahmed Arif usa un lenguaje muy original, no se puede repetir,
tampoco se puede ampliar, ni siquiera tiene la posibilidad de ser
imitado. Así como los resistentes franceses, en La 2ª Guerra
Mundial llevaban en sus bolsillos el poema de Louis Aragón “Los ojos
de Elsa”, también toda la comunidad de Turquía llevaba en sus
bolsillos el poema de Ahmed Arif, “Desgasté cadenas añorándote”. En
cada ocasión que se daba un Golpe de Estado los poemas de Ahmed
Arif eran transmitidos secretamente de oído a oído. Así como se
copiaban y se leían los poemas de Nazim Hikmet, lo mismo sucedía
con los poemas de Ahmed Arif…poemas que salían de las cárceles en
los bolsillos de los militantes jóvenes. Cada vez que la policía le
encontraba un poema a alguien en el bolsillo Ahmed Arif era detenido.

El río de la poesía de Ahmed Arif se alimentaba de la tristeza del Tigris


y de la ira del Éufrates, tanto su voz como sus versos proceden de
Diyarbakir. Cuenta Yaşar Kemal” Un Ahmed Arif salió de Diyarbakir, es
el resultado de una increíble acumulación cultural,un nuevo
eslabón después de Nazim . Novísimo. Pero Ahmed Arif procede de la
multiculturalidad, de donde él viene existen diferentes culturas, una
cultura del pueblo kurdo que viene de Mesopotamia, una cultura
circasiana, una cultura turca, una cultura árabe. Todas ellas se unen
en Ahmed Arif. Como yo conozco las epopeyas árabes, las epopeyas
kurdas, las epopeyas turcas puedo entender muy bien la riqueza de
Ahmed Arif. Ahmed Arif es una mezcla de todas las voces de Anatolia.
De ahí viene su grandeza. Ser un nuevo eslabón unido a Nazim
Hikmet, estar cerca de la gente, vivir desde el corazón. Después de ver
Diyarbakir es más fácil entender a Ahmed Arif. Con sus terribles
muros, con sus canciones, con su cárcel, con su calor y con su frío, con
su cultura del pueblo que sopla por todas partes. No es fácil calificar a
un poeta como Ahmed Arif en nuestro tiempo. Diyarbakir es un lugar
de citas, de cruces, de confluencias de las grandes culturas, de este
cruce salió Ahmed Arif.”

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