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Publicó sus primeros poemas en los años 40 del siglo pasado. En aquel
tiempo era predominante en Turquía, la poesía colectivista realista de
Nazim Hikmet. Ahmed Arif participaba de esta misma ideología y
escribía su poesía para transmitir estas ideas a las masas. Pero Ahmed
Arif nunca usó la estética poética de Nazim Hikmet. La poesía de
Ahmed Arif es una reflexión dinámica sobre el ambiente en que vivía,
sobre la gente pobre de Anatolia, la gente que sufría opresión y sobre
sus propias vivencias. En resumen, el objeto de su poesía, es muy
simple: el hombre que sufre opresión y explotación. En su obra está
siempre presente la gente pobre, la gente que no tiene alternativa, la
gente oprimida. En sus versos se refleja su mundo puro, paciente,
inocente y valiente. La poesía de Ahmed Arif no es mecánica sino
orgánica, da más importancia a la palabra que al sonido, no le gusta
el pesimismo, incluso cuando habla sobre los hechos más trágicos
mantiene viva la esperanza. Cuando miramos la estructura de su
poesía, desde el primer hasta el último verso podemos ver una unidad
imperturbable. El elemento principal de su poesía es el lirismo. La
prisión y sus consecuencias son muy importantes en su poesía, hechos
que también afectaron a su vida. Escribe sobre encarcelamiento,
opresión e injusticia, temas que están presentes en todos sus
poemas. Las torturas sufridas o contempladas afectaron a su poesía,
convirtiéndola en una poesía de resistencia y sufrimiento. Considera
muy importante el verso.
Ahmed Arif pronunció estas palabras: “la poesía es mi ira, mi nervio,
mi blasfemia, mi rebelión”. Esta ira, esta rebelión llegan desde los
problemas que vive la sociedad. “La poesía – dijo- tiene que ser
comprensible y partir del corazón del hombre”. Esta frase explica toda
su poesía.
La poesía de Ahmed Arif desarrolló en un sentido, la línea de Nazim
Hikmet, mejor dicho, la línea que Nazin Hikmet siguió. Pero hay
grandes diferencias entre los dos poetas. Nazim Hikmet es un poeta
de la ciudad, se dirige a la gente desde las mesetas, desde las grandes
llanuras, pero Ahmed Arif narra desde las grandes montañas, las
montañas que no conocen nacionalidades, las montañas rebeldes que
no tienen edad, su poesía es como una larga elegía, pero en esta
elegía siempre hay una esperanza, un brillo afilado. Entre su forma de
hablar y su poesía hay una gran proximidad. Habla como escribe y
escribe como habla, su poesía está recogida directamente de su
manera de hablar .Es una poesía sin edad. No es una poesía de ayer,
ni tampoco de hoy, es una poesía de cualquier tiempo que está
siempre de actualidad.
Ahmed Arif usa un lenguaje muy original, no se puede repetir,
tampoco se puede ampliar, ni siquiera tiene la posibilidad de ser
imitado. Así como los resistentes franceses, en La 2ª Guerra
Mundial llevaban en sus bolsillos el poema de Louis Aragón “Los ojos
de Elsa”, también toda la comunidad de Turquía llevaba en sus
bolsillos el poema de Ahmed Arif, “Desgasté cadenas añorándote”. En
cada ocasión que se daba un Golpe de Estado los poemas de Ahmed
Arif eran transmitidos secretamente de oído a oído. Así como se
copiaban y se leían los poemas de Nazim Hikmet, lo mismo sucedía
con los poemas de Ahmed Arif…poemas que salían de las cárceles en
los bolsillos de los militantes jóvenes. Cada vez que la policía le
encontraba un poema a alguien en el bolsillo Ahmed Arif era detenido.