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CONOCIMIENTO PRÁCTICO EN SCHUTZ

1) Apropiación schuztiana de la distinción de W. James entre conocimiento directo (by


acquaitance) y conocimiento acerca de: el primero es completamente familiar (no
tiene grados de familiaridad) pero opaco, el segundo es más claro pero presenta
grados de familiaridad. Esta distinción sólo da cuenta de sectores de diversa
claridad. La estructura del acervo subjetivo de conocimiento. Diferencia entre
ámbitos de la memoria y de las tipificaciones da cuenta de grados de familiaridad.

1- Schutz parece aproximarse a la cuestión de la distinción entre conocimiento


proposicional y no proposicional haciendo referencia a una distinción muy parecida hecha
por William James: conocimiento por trato directo (by acquaitance) y conocimiento acerca
de. Lo característico en todo conocimiento directo es que el individuo sabe que hay
explicaciones más precisas sobre el tema e incluso que otras personas pueden
transmitírselo, pero no le interesa adquirir más conocimiento al respecto porque la
familiaridad que ya tiene basta para sus propios fines. El conocimiento por familiaridad es
relativo al qué y deja el cómo incuestionado. El conocimiento acerca de es un sector del
acervo subjetivo de conocimiento de todo individuo en el que éste es “experto competente”,
y cuyo contenido concierne al qué, al cómo y al por qué1. En Estructuras del mundo de la
vida la distinción de James se recupera como criterio de niveles de claridad: el
conocimiento acerca de es más claro, aunque simultáneamente comporta grados de
familiaridad en tanto es caracterizado como un mero “conocimiento verbal” (lo que me
entero respecto de algo por palabras de otros) i. Podemos conectar esta distinción de James
con la estructura del acervo subjetivo de conocimiento tal como se presenta en
Estructuras…: i) elementos fundamentales, ii) conocimiento rutinario o habitual y iii)
elementos específicos. En esta serie, el grado de objetivación y tematización aumenta
progresivamente desde i) a iii). De esta manera, en i) tenemos elementos subjetivos
correspondientes a los ordenamientos temporales, espaciales, corporales y sociales que son
condición de toda experiencia, y en este sentido son el horizonte de cualquier tematización:
forman el marco de toda situación en la que se halla el individuo. En esta medida, puede
1
Schutz, “Algunas estructuras del mundo de la vida” en Collected Papers III, p. 120-121
decirse que son elementos universales: no hay al respecto diferencia entre sociedades ni
diferencia intrasocial. A diferencia de las experiencias y tipificaciones específicas, no
pueden resultar problemáticos2. El conocimiento rutinario comparte con los elementos
básicos el carácter marginal y disponible de manera “automática” para el individuo. Más
exactamente, aclaran los autores, esta parte del acervo subjetivo está continuamente
“dispuesta a ser tomada” sin estar necesariamente co-dada en el horizonte de toda situación.
Además, se distingue de los elementos fundamentales del acervo subjetivo en cuanto debe
ser aprendida, y por lo tanto es variable. En general, el conocimiento rutinario consiste de
experiencias o actividades mediante las cuales cierto problema fue resuelto
«definitivamente» en un sentido empíricamente relativo. Es por ello que a partir de tal
“resolución de problema” esta clase de conocimiento queda en el acervo como un
contenido presupuesto y obvio, pero cuyas efectuaciones eventualmente pueden volver a
resultar problemáticas. La evidente familiaridad de los elementos fundamentales y de las
diversas variantes de conocimiento rutinario hace que no deseemos “ordenarlos en el
acervo según niveles de familiaridad. Esto también rige para las graduaciones de claridad y
credibilidad del acervo…”3. Entonces parecería que tenemos una primera razón para
establecer una correspondencia entre la familiaridad de i) y ii) con la noción de
conocimiento directo de W. James. La claridad propia del conocimiento acerca de se hará
evidente en el carácter social directamente proporcional a la serie de creciente
determinación en las variantes del conocimiento rutinario.
Dentro del conocimiento rutinario Schutz/Luckmann distinguen tres variantes
ordenadas en función de una progresiva determinación y grado de variabilidad, aclarando
además que se trata de una transición flexible. Primero presenta las habilidades, a las que
define como “unidades funcionales habituales del movimiento corporal (en sentido amplio)
erigidas sobre los elementos fundamentales del funcionamiento usual del cuerpo”.
Ejemplos de habilidades son caminar, comer con cubiertos, nadar. Un segundo tipo de

2
Igualmente, en el caso del cuerpo encontramos un factor de variabilidad empírica distintivo: por ejemplo, las
funciones rutinarias del cuerpo de un ciego no van a incluir los colores entre las realidades presupuestas por
éste, o simplemente tendrá un conocimiento acerca de que es claramente distinto de la experiencia que tendrá
un vidente. Si el ciego recupera la visión, se enriquece el ordenamiento corporal de su situación, y los colores
pasan a ser parte de los elementos fundamentales de su acervo subjetivo de conocimiento.
3
Schutz, Luckmann, Estructuras, 3, A, 3, a; p. 142: “Sería insensato hablar de la credibilidad de la finitud, o
de la claridad y peculiaridad del caminar”
conocimiento habitual es el denominado conocimiento “útil” o “práctico”: comprende
habilidades que ya no pertenecen al funcionamiento habitual del cuerpo. Aun así,
comportan un alto grado de automaticidad y uniformidad que las dispone como medios
accesibles que no necesitan una atención central por parte del individuo que las realiza. De
este modo, suelen subordinarse a otras acciones que se toman como foco de atención.
Algunos ejemplos de conocimiento útil son fumar, afeitarse, conversar, escribir, sumar,
cabalgar e incluso tocar un instrumento musical. Schutz/Luckmann distingue una última
variante de conocimiento rutinario a la que denomina conocimiento de recetas o de libro de
cocina. Schutz refiere así a un tipo de conocimiento que “contiene recetas, listas de
ingredientes, fórmulas para mezclarlos e instrucciones para la presentación”. También lo
caracteriza como “hábitos automáticos o trivialidades indiscutidas”. Además: “Este tipo de
conocimiento se refiere únicamente a la regularidad de los sucesos en el mundo externo,
cualquiera que sea su origen”4. En contraste con el conocimiento rutinario, los elementos
específicos (también denominado por Schutz/Luckmann acervo de conocimiento en sentido
estrecho) están meramente a mano, es decir que son tematizados o fundamentales para la
tematización en ciertas situaciones (no en todas). Como el conocimiento acerca de, los
elementos específicos constituyen un «sistema» con donde pueden distinguirse niveles de
familiaridad, determinación y credibilidad. La conexión (denominada “sintáctica”, de una
manera quizás figurada) entre los elementos específicos “se expresa en la dimensión de la
ausencia de contradicción”. Igualmente, Schutz/Luckmann intenta distinguir esta conexión
“sintáctica”5 y esta consistencia de las propiedades homónimas de un sistema lógico
formal: se trata solamente de cierta compatibilidad presupuesta de elementos creíbles en
función del dominio de una situaciónii.

4
“El problema de la racionalidad en el mundo social”
5
Además de esta conexión “sintáctica” de los elementos específicos del acervo, vemos que existe respecto de
ellos un “contexto de sentido (llamado «semántico») entre los «contenidos» de los elementos del
conocimiento” que “se basa en el conjunto de tipos, que se «ofrece» para las explicitaciones como
significativo para los Objetos de la experiencia”. Cfr. Schutz, Luckmann, Estructuras, 3,A, 3, g: Los
contornos de lo obvio, p. 179.
i
“Sabemos que hay «tal cosa», hemos «oído hablar de ella» y tenemos nociones más o menos confusas
al respecto”. Comparar la semejanza de este pasaje con el siguiente, donde también se contrasta entre
conocimiento directo (relativo al cuerpo) y conocimiento acerca de: “las funciones rutinarias del cuerpo
en el mundo, son la base de lo primero que se toma como «obvio» en el acervo de conocimiento.
Tenemos buenas razones para decir «rutinarias» en lugar de «normales». Si soy ciego de nacimiento,
los colores…no forman parte de las realidades obvias o presupuestas de mi experiencia…Puedo…
aprender de otros que «hay» colores; pero este es, entonces, un tipo específico de conocimiento, que se
asemeja formalmente a mi conocimiento de que «hay» Montes Urales”.
ii
Esta aclaración de la distinción entre contradicción lógica y contradicción práctica no resulta muy
esclarecedora. ¿HEIDEGGER? “En la actitud natural, no hay ninguna motivación para mantener todos
los elementos del conocimiento en un acuerdo fundamental. Aunque haya elementos de conocimiento
que estén «teóricamente» en mutua contradicción, es decir, aunque se contradigan entre sí dentro de un
sistema de conocimiento cerrado, formal y lógicamente ordenado, no tienen por qué discrepar en la
actitud natural. Solo hay conflicto si los elementos de una situación que hasta ahora han sido
considerados significativos de una manera presupuesta, resultan insuficientes para el dominio de la
situación, haciendo necesario entonces apelar a los elementos que hasta ahora aparecían como «menos»
significativos. Si estos elementos, a los que ahora se recurre, son incompatibles con el elemento
inicialmente empleado, en cuanto a su sentido, ambos elementos…se hacen problemáticos. Ambos son
verificados entonces junto con un nivel provisional de credibilidad. Después de evaluar la credibilidad
relativa y, si es preciso, después de explicitar y determinar más los Objetos y relaciones de la
experiencia implicados en la situación, se toma una decisión. Esta confirma la credibilidad de un
elemento y anula el otro, o desarrolla un nuevo elemento… subordinado, respecto del sentido, al
elemento anterior, y poseedor de un nivel de credibilidad suficiente para adecuarse’ a la situación. Así,
la contradicción que se había presentado entre elementos del conocimiento en la situación es convertida
en un estado exento de contradicción”.

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