Sei sulla pagina 1di 6

ENSAYO

Para iniciar el estudio del Derecho Procesal Constitucional, es importante conocer en


primer lugar lo que es el derecho constitucional, a este se lo define como el conjunto de
normas, principios y doctrinas que tratan sobre la organización del Estado, su función y
competencia y sobre los derechos y garantías de las personas, los mismos que están
contenidos en la Constitución, la misma, necesita ser protegida a través de diversos
mecanismos procesales, contemplados y estudiados en la disciplina llamada Derecho
Procesal Constitucional.
El derecho Procesal constitucional en sí, es una rama del Derecho Público que se
encarga del Estudio de los procedimientos que permiten la protección de la Supremacía
Constitucional, los Derechos Contenidos en la Constitución y en los instrumentos
internacionales. Se menciona un punto muy importante: la Supremacía constitucional,
y no hay mejor definición para ella que la establecida en el artículo 424 de nuestra carta
Magna: La Constitución es la norma suprema y prevalece sobre cualquier otra del
ordenamiento jurídico. Las normas y los actos del poder público deberán mantener
conformidad con las disposiciones constitucionales; en caso contrario carecerán de
eficacia jurídica.
Cuando el avance del constitucionalismo determina la supremacía de las normas
constitucionales por sobre aquella de la legislación ordinaria, surge la Jurisdicción
Constitucional, pero antes de abordar el tema es necesario conocer el concepto de
jurisdicción, La jurisdicción es la función pública, realizada por órganos competentes
del Estado, con las formas requeridas por ley, en virtud de la cual, por acto de juicio, se
determina el derecho de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias
de relevancia jurídica, mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada,
eventualmente factibles de ejecución. En palabras más simples es la potestad que le da
el Estado a sus órganos a través de la ley para administrar justicia. Conociendo esto,
podemos referirnos ya a una Jurisdicción Constitucional, la misma es el estudio del
órgano judicial encargado de tutelar la vigencia efectiva de los derechos humanos y la
supremacía constitucional, por supuesto no podemos dejar de lado a la Justicia
Constitucional, que se relaciona con la fuerza normativa de la Constitución, a pesar de
que muchos consideran que estos dos conceptos son lo mismo, cada uno tiene un sentido
distinto.
Para analizar el contenido de la jurisdicción, se presentan dos elementos, también
llamados formas de administrar justicia, estas son, la Justicia ordinaria o común,
encargada del control de legalidad, y la Justicia Constitucional encargada del control de
constitucionalidad.
La justicia ordinaria es la potestad, derivada de la soberanía del Estado, de aplicar el
Derecho en el caso concreto, resolviendo de modo definitivo e irrevocable una
controversia, que es ejercida en forma exclusiva por los tribunales de justicia ordinarios
y especiales, tenemos así en primer lugar los tribunales y juzgados de primera instancia,
tienen autoridad para actuar en todo tipo de procedimiento judicial, civil o criminal, bajo
las leyes y la Constitución, para recurrir a ellos lo hacemos a través de una acción; en
segundo lugar tenemos las Salas de la Corte Provincial de Justicia, conocidas como
segunda instancia, permite a un órgano judicial superior conocer, por vía recurso (medio
de impugnación de una decisión judicial) una cuestión ya resuelta por un órgano
inferior. En el caso de que falle la segunda instancia se recurre al Recurso Extraordinario
de casación que tiene por objeto anular una sentencia judicial que contiene una
incorrecta interpretación o aplicación de la Ley o que ha sido dictada en un
procedimiento que no ha cumplido las solemnidades legales, su fallo le corresponde a
la Corte Nacional de Justicia.
La Justicia Constitucional equivale a un conjunto de mecanismos constitucionales que
se sustentan principalmente en el principio de supremacía constitucional y que tienen
por finalidad hacer cumplir dicho principio, en otras palabras se realiza el control de
constitucionalidad, su máximo organismo es la Corte constitucional, no olvidemos que
cuando un derecho se viola se activa el control constitucional.
Para fortalecer la justicia constitucional se requiere de una ley que promueva su
fortalecimiento, esta es la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y control
Constitucional cuyo objeto es regular la jurisdicción constitucional, con el fin de
garantizar jurisdiccionalmente los derechos reconocidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales de derechos humanos y de la naturaleza; y garantizar la
eficacia y la supremacía constitucional.
En la mencionada ley constan cuatro principios de la justicia Constitucional, el primero,
principio de aplicación más favorable a los derechos, si hay varias normas o
interpretaciones aplicables a un caso concreto, se debe elegir la que más proteja los
derechos de la persona; el segundo, Optimización de los principios constitucionales, la
creación, interpretación y aplicación del derecho deberá orientarse hacia el
cumplimiento y optimización de los principios constitucionales; el tercero,
obligatoriedad del precedente constitucional, los parámetros interpretativos de la
Constitución fijados por la Corte Constitucional en los casos sometidos a su
conocimiento tienen fuerza vinculante. La Corte podrá alejarse de sus precedentes de
forma explícita y argumentada garantizando la progresividad de los derechos y la
vigencia del estado constitucional de derechos y justicia; y el cuarto, obligatoriedad de
administrar justicia constitucional, no se puede suspender ni denegar la administración
de justicia por contradicciones entre normas, oscuridad o falta de norma jurídica.
El jurista tiene a su alcance métodos para llevar a cabo la interpretación de normas, ya
sean generales o particulares.
Primeramente es importante conocer lo que es un método, se define como el conjunto
de pasos a seguir para alcanzar un determinado fin; el camino que se traza para lograrlo,
cuando se tiene necesidad de desentrañar el sentido de una norma, porque hay
desacuerdo con su contenido, el intérprete lo hace recurriendo a diversos métodos que
le permitan encontrar el significado de la disposición. Hay así cuatro métodos generales
de interpretación jurídica: método gramatical; método histórico; método lógico; y
método sistemático.
El método gramatical, denominado por algunos como exegético propone encontrar el
sentido de una norma o de una cláusula en el texto de las mismas.
El método histórico estudia los contextos anteriores que puedan influir en el
entendimiento actual de las normas, es decir busca la razón histórica de la creación de
la norma, la cual está en el debate del legislador.
El método lógico es aquél que utiliza los razonamientos de la lógica para alcanzar el
verdadero significado de la norma.
Por último el método sistemático, que estudia a la norma en coherencia con otras normas
en el ordenamiento jurídico.
En la tarea interpretativa es necesario elegir el método adecuado para garantizar
resultados aceptables, pues teniendo en cuenta que es el juez quien sentencia, este debe
exponer los motivos en los cuales se sustenta su decisión.
En todo ordenamiento jurídico estatal, asó como existen desacuerdos en la
interpretación jurídica también existe la posibilidad de antinomias jurídicas (entendidas
como aquella situación que se da entre dos normas incompatibles que pertenecen al
mismo ordenamiento y tienen el mismo ámbito de validez), para ello se dispone de
reglas de solución de antinomias, son las tres siguientes: jerarquización; cronológico y
de especialidad.
El criterio jerárquico, también llamado de la ley superior, es aquel con base en el cual
de dos normas incompatibles, prevalece siempre aquella jerárquicamente superior: lex
superior derogat inferiori.
El criterio cronológico también llamado de la ley posterior, es aquel con base en el cual
de dos normas incompatibles prevalece siempre la norma posterior: lex posterior
derogat priori.
Y el criterio de especialidad, también llamado de la ley especial, es aquel con base en
el cual de dos normas incompatibles, una general y otra especial, prevalece la segunda:
lex specialis derogat generali.
El contar con una constitución materializada y rígida, obliga a que todos los tribunales
desarrollen una práctica jurisprudencial que debe tomar en cuenta las particularidades
de cada caso, incorporando un método diferente a los anteriores, como lo es el siguiente:
la Ponderación.
la ponderación se entiende como el método que permite resolver conflictos de principios
constitucionales, cuando colisionan derechos, consistente en sopesar, valorar, balancear
dos principios que entran en colisión en un caso concreto para determinar cuál de ellos
tiene un peso mayor en las circunstancias específicas, son los tribunales en última
instancia los que decidirán si se aplica esté método o no, así la ponderación tiene una
ley muy clara: Cuanto mayor sea el grado de la no satisfacción o de afectación de un
derecho o principio, tanto mayor tiene que ser la importancia de la satisfacción del otro.
La proporcionalidad es una técnica que funciona como una regla para las ponderaciones,
pues pretende alcanzar compatibilidad en los derechos, pero es ante todo un principio,
es necesario establecer la diferencia entre reglas y principios, dice Alexi, reglas son
mandatos definitivos, normas que ordenan algo para que se cumpla o se incumpla;
mientras que principios son mandatos de optimización, que pueden cumplirse en
diferente grado en la mayor medida posible. Alexi del mismo modo señala que el
principio de proporcionalidad tiene tres subprincipios: idoneidad, necesidad y
proporcionalidad propiamente dicha.
Anteriormente ya había hablado de los principios de la justicia constitucional, pues
bien, es hora de abordar los principios procesales en los cuales se sustenta la justicia
constitucional, la LOGJCC establece catorce principios, estos son: debido proceso;
aplicación directa de la constitución; gratuidad de la justicia constitucional; inicio por
demanda de parte; impulso de oficio; dirección del proceso; formalidad condicionada;
doble instancia; motivación; comprensión efectiva; economía procesal; publicidad; iura
novit curia (el juez conoce de Derecho); y subsidiaridad.
El debido proceso, es el conjunto de etapas formales, secuenciales e imprescindibles
realizadas dentro de un proceso que garantizan en igualdad las prerrogativas de todos
los que actúen o tengan parte en el mismo. Ante todo ello, es un principio jurídico
procesal (garantizado en el artículo 76 de nuestra Carta Magna: “En todo proceso en el
que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho
al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas”), en el que las personas
tienen derecho a ciertas garantías básicas de un derecho, establecidas en la Constitución.
Es necesario saber que las garantías constitucionales son mecanismos o herramientas
que la constitución concede para asegurar la vigencia de un derecho. La constitución
establece una serie de garantías para la protección de los derechos constitucionales,
ellas se encuentran contenidas en los artículos 84 a 94 de nuestra Carta Magna, son:
Garantías normativas, garantías de políticas públicas y garantías jurisdiccionales.
Continuando con el debido proceso, pertenece al séptimo bloque de derechos, conocido
como Derechos de protección, contiene ciertas garantías básicas, estas son:
Las autoridades deben garantizar el cumplimiento de las normas y derechos de las
partes.
Principio de inocencia, nadie puede ser calificado culpable si es que no está declarado
como tal en una sentencia en firme, ejecutoriada, es decir toda persona hasta que no se
juzgada y sentenciada no puede ser vulnerado su principio de inocencia del que está
investido.
Principio de legalidad, no se puede juzgar a una persona por un acto que no esté previsto
en la norma.
Si se obtienen pruebas con violación de la Constitución o la ley no tendrá validez alguna
y carecerán de eficacia probatoria (conocida en la doctrina anglosajona como fruto del
árbol envenenado).
Principio in dubio pro reo, lo más favorable al reo.
Proporcionalidad entre el acto y la pena.
Derecho a la defensa, el cual contiene garantías, principalmente las el siguiente:
Principio non bis in idem (no dos veces por lo mismo), no se puede juzgar a una persona
dos veces por el mismo caso.
Hablando de principios, es importante recordar el principio procesal iura novit curia (el
juez conoce de derecho), el juez puede aplicar una norma distinta a la invocada por los
participantes en un proceso.
https://jorgemachicado.blogspot.com/2012/02/ncdj.html
https://es.scribd.com/doc/104816755/Justicia-Ordinaria-y-Justicia-Comunitaria
http://www.ramajudicial.pr/sistema/instancia.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Recurso_de_casaci%C3%B3n
http://files.uladech.edu.pe/docente/40289752/Introduccion_a_la_Ciencia_Juridica/S
esion_11/Contenido%2011.PDF

Potrebbero piacerti anche