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Recordemos 5
Introdución 6/7
Patógenos de la semilla 8
Consideraciones Finales 46
Lograr una buena implantación del cultivo de soja a pesar de las plagas 47
Orugas Defoliadoras 61
Consideraciones finales 63
Respecto al cultivo 63
Monitoreo 64
Soluciones Syngenta 68
Manual de reconocimiento
de hongos del suelo
y la semilla en soja
Ing. Agr. (Esp.) Margarita Sillon
Recordemos
Muchos de los hongos que infectan las semillas reducen el poder germinativo de las
mismas, aumentando los costos de producción por la necesidad de incremento de
densidad de siembra para compensar la menor germinación.
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Introducción
La superficie sembrada con soja en Argentina ronda las 20 millones de hectáreas, muchas de las cuales se
hacen bajo sistema de monocultivo, que asegura la sobrevivencia de patógenos necrotróficos que pueden
causar varias de las enfermedades más conocidas por el productor. Con el avance de los conocimientos, la
soja dejó de ser considerado un cultivo libre de enfermedades. Hoy los microorganismos patógenos son
responsables de reducciones en el rendimiento y la calidad, con el consecuente impacto negativo en la
producción y la rentabilidad del cultivo. Los agentes causantes de las enfermedades pueden ser clasificados
en parásitos biotróficos o necrotróficos. Los primeros son aquellos que extraen los nutrientes, única y
exclusivamente de tejidos vivos. Este grupo de parásitos causan enfermedades de tipo mildius, oidios, royas,
y su control se realiza, preferencialmente, mediante el uso de cultivares resistentes y fungicidas.
Los necrotróficos presentan parasitismo en la planta viva y saprofitismo en la planta muerta
(rastrojo). Son, por lo tanto, potencialmente controlables por rotación de cultivos,
complementada por el tratamiento de semillas y la aplicación de fungicidas en los órganos
aéreos. Para efectuar un eficiente manejo de las enfermedades será importante partir de un
correcto diagnóstico del problema, objetivo principal de este Manual; y además conocer
las condiciones ambientales bajo las cuales es previsible el progreso de cada patógeno.
La importancia de las enfermedades está dada por la pérdida del stand de plantas en
aquellas ocasionadas por patógenos vasculares y por la reducción del área foliar sana,
particularmente en el período entre floración y mediados de llenado de granos.
La identificación de los patógenos que afectan las vainas y semillas, la naturaleza e
intensidad de los daños que ocasionan, y los factores que predisponen la infección de las
semillas, vienen recibiendo especial atención desde hace algún tiempo. Las principales razones
por esta preocupación son que la expansión del cultivo de soja hacia nuevas áreas, sumada a la
falta de implementación de adecuados programas de manejo de enfermedades, han expuesto a los
cultivos a una gran variedad de microorganismos potencialmente patogénicos en soja.
La presencia de enfermedades en la semilla de soja puede causar perdidas de rendimiento y/o disminución de
la calidad comercial del grano. Además, si el grano infectado se destina a nuevas siembras, los resultados
serán lotes con un menor número de plantas y/o con plantas débiles que luego toleran menos la acción de
otros patógenos o los efectos de factores ambientales adversos. (Ploper, 2003).
El principio del control de los parásitos, asociado a las semillas tiene dos fundamentos: producción de semillas
libres de patógenos o con baja incidencia y el uso de medidas fitosanitarias que eviten la transmisión del
patógeno de la semilla a la plántula. Por lo tanto, la finalidad del control de patógenos de semilla es evitar la
transmisión semilla-plántula y mantener en un cultivo, una intensidad de enfermedad por debajo del umbral de
daño económico. (Carmona, et al. 2006).
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Las infecciones en semilla pueden ser de origen sistémico (a partir de la misma planta) o externo (desde otras
plantas del mismo cultivo o de cultivos vecinos).
El momento de infección puede ocurrir desde floración hasta madurez. Cuanto más temprano sea la infección,
mayor será el nivel de colonización y daño. El momento de cosecha también influye en la aparición y
frecuencia de semillas infectadas por ciertos patógenos (por ejemplo Phomopsis spp.) (Ploper, 2003)
Entre los Patógenos presentes en semillas, encontramos en mayor frecuencia a Phomopsis spp., Colletotrichum
spp., Fusarium spp., Cercospora kikuchii, Sclerotinia sclerotiorum, Aspergillus flavus.; y en menor frecuencia
Penicillium spp., Rhizopus spp., Cladosporium spp., Alternaria spp., Rhizoctonia spp., Curvularia spp.
(como contaminante) (Sillon, et al, 2003).
Entre los patógenos de suelo encontramos: Pythium spp., Phytophthora sojae, Sclerotium rolfsii,
Rhizoctonia solani / R. crocorum, Fusarium oxysporum, solani, graminearum, semitectum,
Macrophomina phaseolina, Corynespora y Colletotrichum.
Los patógenos que están en el suelo atraviesan en forma directa el tegumento y
producen necrosis cotiledonar y radicular. Al adelantarse las fechas de siembra los
suelos están mas fríos y el técnico desconoce cuanto tiempo estará la semilla sin
emerger, período en el cual será susceptible de ser afectada por numerosos
patógenos de suelo. La incidencia de los distintos microorganismos transmitidos por
las semillas se destaca en la mayoría de los trabajos de investigación en Argentina.
En la zona de producción central pampeana se presentan con mayor prevalencia
Phomopsis spp. y Fusarium spp, causando podredumbres de semilla (Gally, 2015). En los
últimos años se ha incrementado la incidencia de Cercospora spp. con valores de 15% a
30% según ciclos, y Alternaria spp. con alta incidencia pero con poca severidad en el cultivo
(Gally, 1999; Sillon, 2011). Es de suma importancia el manejo apropiado del cultivo para evitar las
infecciones y de esa manera seleccionar correctamente los tratamientos químicos preventivos y curativos.
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Patógenos de la Semilla
(Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
Patógeno en Semilla: Septoria glycines.
Fuentes de inóculo
El inóculo primario de esta enfermedad lo constituyen los conidios y el micelio
que sobrevive en los restos del cultivo infectado y en las semillas enfermas.
El monocultivo asociado a la siembra directa asegura la presencia del
patógeno en el cultivo. Las lesiones que se
desarrollan en los cotiledones infectados y hojas
unifoliadas constituyen fuentes para infecciones
posteriores. La infección y desarrollo de la
enfermedad es favorecido por tiempo
cálido y húmedo que promueve la
esporulación del patógeno en las
lesiones primarias.
Factores de riesgo
El salpicado desde el rastrojo ocasionado por las gotas de lluvia constituye
una de las fuentes mas importantes de infección para mancha marrón de la
hoja (Sillón 2006). Las precipitaciones frecuentes y las temperaturas
moderadas favorecen la dispersión y desarrollo de la enfermedad. La
severidad de la enfermedad se incrementa con periodos de mojado foliar
entre 6 y 36 horas. La temperatura óptima para el progreso de la enfermedad
es 25ºC, aunque los síntomas se desarrollan entre 15-30 ºC. La infección y
defoliación avanza desde las partes inferiores a las superiores de la planta; y
la propagación de la enfermedad se detiene con un clima templado y seco.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Cercospora kikuchii
Fuentes de inóculo
Rastrojo y restos de cultivos.
Semillas infectadas.
Esporas (conidios) generadas en las lesiones foliares y transportadas por el
viento desde campos vecinos.
Factores de riesgo
La infección ocurre principalmente durante la floración, favoreciéndola
períodos de alta humedad (80%) combinados con un rango de temperatura
de 28-30 °C. La expresión de los síntomas en el campo corresponden a una
toxina que presenta el hongo y que se intensifica por períodos de alta heliofanía.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la
enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Phomopsis spp.
En el caso del tizón del tallo y vaina, los tallos muertos pueden cubrirse de
picnidios del tamaño de manchas habitualmente ordenados linealmente.
Factores de riesgo
Lluvias frecuentes y abundantes con temperaturas superiores a 20°C.
Monocultivo.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Peronospora manshurica
Fuentes de inóculo
Semillas infectadas principal fuente de inóculo.
Desde las esporas de resistencia (oosporas) dispersas en el suelo.
Factores de riesgo
El desarrollo de la enfermedad se ve favorecida por una humedad elevada
(12 horas de mojado foliar) y temperaturas medias de 20 a 22 °C.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Colletotrichum spp.
Fuentes de inóculo
Rastrojo.
Semillas infectadas y malezas.
La semilla es el vehículo de diseminación más eficiente de este patógeno.
Si las vainas o pedúnculos de la soja son infectados en el estado temprano
de desarrollo, no se forman semillas o se desarrollan pocas y muy pequeñas.
Pierde viabilidad en el almacenamiento pero es más persistente que
Phomopsis spp. y Fusarium spp.
Factores de riesgo
Lluvias abundantes en estado de madurez del cultivo. Las plantas de soja, en
todas sus etapas de desarrollo, son susceptibles a la infección. El micelio
puede arraigarse dentro de las plántulas infectadas sin que se desarrollen los
síntomas antes de que la planta inicie su maduración. Es una enfermedad de
precosecha, se manifiesta con temperaturas superiores a 25ºC y alta
humedad relativa.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Alternaria spp.
Fuentes de inóculo
Rastrojo.
Es común encontrar a Alternaria spp. presente en todas las partes de la planta
de soja. Sin embargo, suelen estar asociadas a vainas y semillas. Penetra por
heridas y aberturas naturales de la semilla como el hilo, poros, la micrópila.
Factores de riesgo
Es uno de los patógenos involucrados en el “deterioro a campo”, en plantas
que llegada la madurez no pueden ser cosechadas por excesivas
precipitaciones. Predisponen su infección las heridas hechas por insectos
(picaduras de chinches), las heladas tempranas, las lesiones por daño
mecánico durante la cosecha y condiciones ambientales de humedad.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la
enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Cercospora sojina.
Fuentes de inóculo
Semillas infectadas con micelio.
Restos de soja infectados, rastrojo.
Conidios de lesiones foliares que son llevados por el viento de un cultivo a otro.
Factores de riesgo
Semilla infectada.
Monocultivo.
Temperaturas y humedad elevadas en estados reproductivos.
Susceptibilidad varietal.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la
enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Sclerotinia sclerotiorum (Acompaña a la semilla).
Fuentes de inóculo
Hongo polífago, puede afectar vários cultivos diferentes.
Suelo.
Restos de cultivos.
Semillas contaminadas con esclerocios (cuerpos de resistencia del hongo).
Factores de riesgo
Elevada humedad debajo de la canopia. (Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
Alta densidad de plantas.
Cultivos de desarrollo vegetativo excesivo.
Con temperaturas frías (5°C), germinan los esclerocios y forman cuerpos
fructíferos llamados apotecios, en forma de copa, desde los cuales vuelan las
ascosporas, que por el viento llegan a los órganos aéreos de la planta,
desarrollando las podredumbres en tallos y vainas.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Fusarium spp.
Fuentes de inóculo
Semillas.
Restos de cultivos.
Suelo.
En la región sojera núcleo (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos) ha
sido el patógeno registrado con mayor frecuencia en las últimas campañas
agrícolas, con varias especies dentro del género. Generalmente aparece
asociado a Phomopsis spp. y los síntomas en plántulas son difíciles de
diferenciar. En las semillas se encuentra normalmente en los tegumentos,
pasa recién al cotiledón en infecciones severas.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno en Semilla: Complejo Fusarium habitantes del suelo:
Fusarium tucumaniae, Fusarium virguliforme, Fusarium brasiliense y
Fusarium crassistipitatum.
Condiciones predisponentes
La enfermedad es favorecida por ambientes de alta productividad,
con suelos húmedos y temperatura ambiente entre 20ºC y 25ºC.
Los mayores daños se asocian a siembras tempranas en suelos fríos,
saturados, alta compactación, descensos bruscos de temperaturas e
importantes lluvias antes o durante la floración (Scandiani, 2011).
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
Sugerencias para el manejo de esta (Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
enfermedad
El manejo de esta enfermedad específica es mediante la resistencia genética
y rotación de cultivos.
Debido a que los organismos causales del SMS son hongos habitantes del
suelo (4 especies distintas del género Fusarium), una mejora en la actividad
microbiana edáfica generada a través del uso de rotación agrícola, podría
tener efectos positivos sobre la sanidad de las raíces de plantas de soja.
(Chavarría, 2015).
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Patógenos del Suelo
(Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
Patógenos del Suelo: Rhizoctonia spp.
Fuentes de inóculo:
Rhizoctocnia solani es principalmente un habitante de suelo
y un buen saprófito.
El hongo sobrevive como un micelio en reposo o esclerocios.
Factores de riesgo
Estado de plántula.
Suelos fríos y mal drenados.
Plantas susceptibles por stress térmico o hídrico.
Monocultivo.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno del Suelo: Macrophomina phaseolina.
Fuentes de inóculo:
Los microesclerocios pueden sobrevivir libremente en la tierra o incorporados
a los residuos del huésped en suelos secos, durante largos períodos.
Este patógeno es un competidor pobre en el suelo pero puede desarrollarse
fácilmente en restos vegetales.
Factores de riesgo
Clima caluroso (30ºC) y sequía prolongada.
Monocultivo.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
Sugerencias para el manejo (Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
de esta enfermedad
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Patógeno del Suelo: Phytophthora sojae.
Fuentes de inóculo:
Residuos de cultivo infectados.
Suelo.
Superficie de raíz de plantas infectadas.
Diseminación por el agua.
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(Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno del Suelo: Pythium spp.
Fuentes de inóculo
Suelo (subsisten como saprofitas).
Rastrojos de los cultivos (sobreviven como oosporas).
Factores de riesgo
La podredumbre por Pythium es principalmente una enfermedad de plántula.
Suelos fríos y húmedos.
Suelos mal drenados.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno del Suelo: Sclerotium rolfsii.
Fuentes de inóculo:
El hongo persiste durante el período invernal como esclerocio libre en el suelo
o asociado micelialmente a los restos de cultivo, son fuente primaria de
inóculo. La transmisión por semilla fue reportada pero no es significativa
(Vechietti de Villegas, 2011).
Factores de riesgo
Alta humedad relativa ambiente.
Temperaturas superiores a 25ºC.
La enfermedad es más grave en suelos arenosos
cuando las temperaturas de éstos y del aire
son elevadas.
(Fuente: INTA)
Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
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Patógeno de Suelo: Cadophora gregata (sin. Phialophora gregata).
Fuentes de inóculo:
La capacidad de perdurar del hongo depende de la acción saprofítica que
desarrolla sobre los residuos de soja. La sobrevivencia esta directamente
asociada con la tasa de descomposición del material vegetal, principal fuente
de inóculo.
Factores de riesgo
La infección se inicia a partir del estado V3. El
micelio ingresa a la planta por la raíz principal y
las laterales, asciende por los vasos colonizando
progresivamente los tallos.
La sintomatología en tallos y hojas es más severa
con temperaturas entre 15º y 27ºC entre R4 y R6.
La incidencia de la enfermedad se incrementan si
la humedad es óptima entre R1 y R2 y luego
condiciones de sequía predominan entre R5 y R6.
Mayor nivel de enfermedad ante bajos niveles de
fósforo y potasio en suelos (Vechietti de Villegas,
2011).
Síntomas
¿Cómo reconocemos la enfermedad?
(Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
Las plantas afectadas no muestran síntomas en
estados reproductivos tempranos. Los síntomas foliares son necrosis y
clorosis internerval, con una banda verde que incluye a las nervaduras.
Al abrir longitudinalmente los tallos se observa una coloración marrón rojiza
de los tejidos vasculares.
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Patógenos del Almacenaje
(Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
Patógenos en Semillas: Aspergillus spp.; Penicillium spp.; Rhizopus spp.
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Síntomas
¿Cómo reconocemos la
enfermedad?
Efectos en la calidad de la semilla (Fuente: Margarita Sillon y Florencia Magliano, Santa Fe)
Las semillas que germinan producen plántulas
atrofiadas, con cotiledones que se pudren y plúmulas
muy reducidas en su crecimiento.
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Consideraciones Finales
Obtener un producto de alta calidad sin presencia de enfermedades y que pueda mantener esa condición en
el tiempo, es el resultado de apropiadas prácticas culturales durante la producción en el campo, adecuado
manejo durante la cosecha y cuidadoso almacenaje poscosecha (Gally, T. 2011)
Cuando las condiciones climáticas son conductivas para el ataque de hongos, las infecciones primarias por
parte de un patógeno podrían predisponer a los tejidos para ser colonizados e invadidos por otros
microorganismos (Gally, T. 2011)
Un patógeno rara vez se encuentra solo en el hospedante bajo condiciones naturales. Existen interacciones
entre patógenos, y entre patógenos y no patógenos en los tejidos de la semilla de soja. Las condiciones
ambientales determinan cual microorganismo se expresa en un determinado momento, así como el nivel de
daño que causa.
Dentro de las sugerencias más importantes en el manejo de enfermedades en soja se recomienda partir de
semillas sanas comprobadas mediante el uso de un diagnóstico seguro, sostener la práctica de rotación de
cultivos, uso de variedades resistentes o tolerantes, y disminuir la tasa epidémica de hongos foliares mediante
la aplicación de fungicidas al cultivo.
El tratamiento de semillas mediante productos denominados comúnmente “curasemillas” reduce los riesgos
de damping-off, y permitirá a la semilla expresar su potencial de germinación, brindando protección en la
primera etapa del desarrollo del cultivo (Gally, T. 2015)
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Manual de reconocimiento
de plagas de suelo en soja
Ing. Agr. (Esp.) Javier M. Vázquez
El uso racional de los recursos implicaría mantener los organismos que dañan los cultivos por debajo de
los umbrales de control, aprovechando los beneficios de su presencia.
Para acercarnos al ideal enunciado debemos partir del monitoreo previo a la siembra con conocimientos
acabados sobre el cultivo, los integrantes principales de la fauna (plagas y benéficos) y las tecnologías
disponibles, principalmente terápicos insecticidas de semilla y cebos con atrayentes, dado que éstos cuentan
con especificidad dirigiendo su efecto sobre la especie que podría provocar daños.
La intensidad de los daños ocasionados por las plagas de suelo, durante la implantación de los cultivos,
puede ser menor al 1 % y superar en otros casos el 80 % conduciendo a la resiembra.
El monitoreo debe ser de carácter preventivo, el período de implantación es corto y si el problema de plagas
está instalado los daños serán inevitables. Una de las características de las plagas de suelo es su
establecimiento en los lotes, permitiéndonos detectarlas meses antes de la siembra. Existen plagas que llegan
a los lotes luego de la siembra/emergencia, como la oruga cogollera (Spodoptera frugiperda), bolillera
(Helicoverpa gelotopoeon), oruga de la verdolaga (Achyra bifidalis), trips, etc.
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La implementación del manejo integrado de plagas en el cultivo de soja nos permitiría alcanzar la expresión
del potencial productivo. Conocer el estado fenológico más vulnerable de la planta frente al ataque de un
determinado organismo como la potencialidad de daño de este, será fundamental para realizar los
monitoreos y diagnosticar situaciones de riesgo.
Cuando el cultivo pasa por una etapa vulnerable y la plaga expresa su máximo potencial destructivo,
estaremos frente a un diagnóstico de pérdidas muy significativo. Debemos trabajar de manera preventiva
desarrollando estrategias de manejo que nos permitan salvar dichos inconvenientes.
La estrategia global del manejo integrado de plagas consiste en maximizar la acción de los factores de
mortalidad natural y minimizar el uso de biocidas de origen químico. Parte de la base que los cultivos pueden
ser dañados hasta cierto nivel sin sufrir pérdidas significativas.
Podríamos dividir el ciclo del cultivo en tres etapas por sensibilidad al ataque de plagas:
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Plagas de suelo más frecuentes,
dañando principalmente por encima
de la superficie de suelo
Las plagas de suelos son las que provocan daños en el período de germinación, emergencia e implantación
de los cultivos. Habitan la mayor parte de su vida, buscando refugio y alimento debajo del rastrojo, en galerías
y grietas del suelo. Son aquellas que se verán más afectadas por el sistema de laboreo.
Son varias las especies de lepidópteros que desarrollando sus estados larvales en el suelo provocan daño a
los cultivos en la implantación. Pueden dañar semillas germinando, cotiledones emergentes y cortar tallos a
nivel de suelo, siendo este último el daño más común y
evidente que les atribuye el nombre de orugas
cortadoras. Son larvas que dañan por debajo y por
encima de la superficie del suelo. Podemos clasificar a
las especies en dos grupos: las que tienen más de una
generación por año como Gusano grasiento (Agrotis
ípsilon) y Gusano variado (Peridroma saucia) que pueden
tener de 3 a 4 generaciones, los daños registrados por
este grupo son menos frecuentes en gran parte de la
región pampeana. Las especies con una generación por
año como Gusano pardo (Feltia gypaetina - ex
Porosagrotis) y Gusano áspero (Agrotis maléfida), siendo
esta última la más importante por la frecuencia de
aparición y responsable de los mayores daños a los
cultivos de ciclo primavera estival.
Los adultos de Agrotis maléfida presentan su primer par
de alas oscuras con una envargadura de unos 45mm. y
el segundo par más claro, inician sus vuelos nocturnos
en abril, con mayor intensidad en mayo, para finalizar a
principios de junio, los adultos colocan los huevos sobre
las hojas basales de las malezas o cultivos implantados
como alfalfa. Los huevos eclosionan en una o dos
semanas dependiendo de la temperatura ambiente, luego las larvas permanecen refugiadas y alimentándose
de malezas sobre el rastrojo o por debajo de este. El período larval de extiende hasta fines de noviembre
provocando daños en la implantación del cultivo de soja. Las larvas pasan por 7 estadios llegando a superar
los 50mm. de longitud y alcanzando 10mm. de diámetro, la cabeza es amarillenta y el cuerpo de color gris
verdoso brillante con una banda dorsal longitudinal ancha y amarillenta. Los daños se inician sobre semillas en
la etapa de germinación, cotiledones emergentes y cortes de tallos a nivel de suelo. Trabajos recientes de
investigación, indican que una larva puede dañar totalmente de 2,5 a 3 plantas en promedio, con valores extremos de
hasta 10 plantas.
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Por ser una plaga que se desarrolla y vive en los
primeros cm de suelo queda expuesta al ataque de
predadores y patógenos, los cuales reducen
significativamente sus poblaciones. Para el manejo es
indispensable monitorear previo a la siembra, de forma
sistemática debajo del rastrojo, en los primeros 5 cm.
de suelo o dirigir las observaciones debajo de las
malezas que escaparon a los controles químicos. Los
controles con productos insecticidas registrados para
tal fin, asperjados en cobertura total, pueden iniciarse
previo a la siembra para asegurar la eficacia, en
particular con altas poblaciones, llegaron a registrarse
lotes con más de 40 larvas por metro cuadrado.
Las aplicaciones al atardecer o nocturnas aumentan la
probabilidad de éxito, ya que las larvas se desplazan
por el suelo y rastrojo en horarios nocturnos en busca
de alimento. En Argentina contamos con el registro de
moléculas insecticidas de acción sistémica aplicadas a
las semillas para el control de esta plaga. Otra
alternativa a desarrollarse podrían ser cebos con
atrayentes aplicados previo a la siembra. Es para
destacar la posibilidad de monitorearla varios meses
previos a la siembra, pudiendo elaborar estrategias de
control anticipadamente.
Varias especies de hormigas pueden dañar al cultivo, las más conocidas se agrupan dentro de los géneros
Atta y Acromyrmex. Los daños pueden ser directos matando o dañando plantas de soja al consumir sus
tejidos o indirectos por la construcción de hormigueros que obstaculizan la labor de las maquinarias agrícolas
(sembradoras, pulverizadores, cosechadoras, etc.).
Los mayores daños son durante la implantación, cuando la velocidad de corte de hojas supera la tasa de
crecimiento de las plantas y conducen a resiembras parciales o totales de los lotes severamente afectados.
Las hormigas cortadoras están organizadas en diferentes castas dentro de un mismo hormiguero con
funciones bien identificadas. A los fines prácticos para el manejo, es importante saber que la reina estará en el
interior poniendo huevos, los soldados defendiendo, las jardineras cultivando un hongo especial que les sirve
de alimento al resto y las cortadoras y/o recolectoras, que proveen de materia prima a las jardineras, son las
que mayormente estarán en la superficie. Las cortadoras serán nuestro vehículo de control, transportando el
cebo al interior del hormiguero, serán las que reciben el impacto de los productos insecticidas
asperjados en cobertura total al momento de la implantación para reducir los daños en las plantas.
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Otro método de control dirigido, más efectivo y laborioso, consistiría en
introducir dentro de cada hormiguero productos insecticidas diluidos en
agua, desarrollados para tal fin. Existen insecticidas aplicados a la
semilla de acción sistémica que reducirán los daños, las hormigas
dejaran de consumir y/o llevar al interior del hormiguero tejidos tratados.
Para no llegar a esta situación de resiembra debemos trabajar con los
controles todos los años, manteniendo bajo la densidad de hormigueros
en los lotes
productivos. Algunas especies de hormigas no dañan al cultivo y solo
presentan problemas al construir sus hormigueros, obstaculizando la
labor de las maquinarias.
Varias son las especies de tucuras que pueden afectar al cultivo de soja en la
implantación. Podemos separar dos grupos: las de una generación por año
como Rhammatocerus pictus o Chromacris miles y con más de una generación
por año como Dichroplus spp. Los adultos colocan los huevos en el suelo
antes que finalice la estación cálida, los mismos eclosionan durante la
primavera, las ninfas en estado de mosquita y saltona se alimentan de tejido
vegetal verde hasta alcanzar el estado
adulto.
Tiene el aparato bucal masticador, con
mandíbulas bien desarrolladas que les
permiten consumir órganos vegetales.
En el período de implantación del cultivo de
soja, los daños de esta plaga van desde reducción de la masa
fotosintética hasta muerte de plantas, condiciones que se agravan con
sequía. En estados más avanzados del cultivo pueden dañar hojas y
órganos reproductivos. Es un insecto que provoca daños por encima de la
superficie del suelo, los controles más efectivos se logran con
aplicaciones de insecticidas asperjados en cobertura total. Por sus hábitos
diurnos pueden realizar las aplicaciones en cualquier momento del día, en
condiciones climáticas óptimas.
Para monitorear e identificar especies podemos usar la red de arrastre.
El dato más importante que nos indicará la recomendación de control, será el porcentaje de defoliación que
podamos aceptar para una determinada densidad de plantas y estados del cultivo sin que llegue a reducir
significativamente el rendimiento. Los controles eficaces con productos insecticidas se logran en estados de
desarrollo iniciales (estado de mosquita y/o saltona), antes de llegar al estado adulto. Con la preparación de
un cebo con atrayente más insecticidas, estaríamos frente a otra alternativa de control.
El adulto es de color negro con bandas amarillas de aproximadamente 1cm. de largo. Se alimenta
deshilachando los tallos del cultivo de soja, donde la hembra coloca sus huevos, esto provoca el
debilitamiento de los tallos. Las larvas se alimentan en el interior del tallo formando agallas que interrumpen la
circulación, condición que puede terminar por secar la planta.
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Bajo condiciones de humedad las plantas afectadas generan raíces adventicias
a partir de las agallas. Las larvas empupan en el suelo, emergiendo los adultos
en la siguiente campaña, en un período amplio de desarrollo del cultivo,
dificultando mucho los controles. La mayor aparición de adultos coincide con la
implantación del cultivo en el mes de diciembre en la zona Norte del país. En
los estados iniciales de implantación del cultivo podemos utilizar productos
insecticidas de semilla de acción sistémica, en estados más avanzados de
desarrollo del cultivos debemos buscar productos insecticidas registrados para
aplicaciones de cobertura total, pulverizados sobre el cultivo.
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Trips (Thysanoptera: Thrypidae)
La especie más frecuente en el cultivo de soja es el trips del poroto (Caliotrips phaseoli). Los adultos de unos
0,2mm. de ancho por 1,5mm. de largo. Su cuerpo es oscuro presentando áreas claras en las alas que se
aprecian como dos bandas transversales muy característica. Ninfas y adultos se alimentan y reproducen sobre
las hojas, las ninfas o larvas (de color amarillento) permanecen hasta su último
estadio sobre el cultivo, pasan los estadios de prepupa y pupa en el suelo,
para reiniciar los adultos el ciclo de re infestación (15 a 20 días). El daño lo
provocan las ninfas y adultos al lacerar los tejidos con su aparato bucal y ser
vector de enfermedades. El color plateado correspondiente al daño de las
células, más las puntuaciones oscuras correspondientes a sus deyecciones,
nos permiten monitorear su presencia junto a la observación directa de sus
poblaciones sobre las hojas. En condiciones de sequía y altas temperaturas
se desarrollan con mayor facilidad, reduciendo significativamente el área
fotosintética, comprometiendo el rendimiento y matando plantas en casos de
daños severos.
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Plagas de suelo menos frecuentes
que dañan por debajo de la superficie,
consumiendo semillas y raíces durante
la implantación
Su último estado larval (L3) es el de mayor duración y el que daña los cultivos.
Podemos monitorear su presencia durante el invierno e inicio de la primavera,
se pone en evidencia por los montículos de tierra en superficie al construir las
galerías. Realizando cortes de suelo, sacando capas con una pala, podemos
observar las galerías que habitan. Por ser una plaga que ataca por debajo de
la superficie del suelo, son los terápicos insecticidas de semilla los que llegan a
controlar los daños con mayor eficacia.
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Gusanos alambre: (Agriotes spp., Coleoptera: Elateridae,
Conoderus spp.) (Coleoptera: Elateridae), etc.
Esta especie perteneciente al orden Coleóptero, presenta una generación anual, pudiendo encontrarse los
adultos sobre las inflorescencias de las gramíneas, alimentándose de polen, estigmas y granos en formación.
Los adultos, también conocidos como “siete de oro” copulan en la estación cálida. Sus larvas se desarrollan
en los primeros centímetros de suelo, presentan un tamaño de 12 a 15mm., son de color marrón rojizo, están
cubiertas de pelos largos y sedosos, son las que provocan daño en las semillas de soja en la etapa de
germinación, pudiendo reducir el stand de plantas.
59
Los monitoreos previos a la siembra podemos realizarlos con
palas, sacando capas de suelo ya que en los primeros
centímetros se encuentran concentradas sus poblaciones.
Los terápicos insecticidas de semilla sería una alternativa
efectiva de control.
Los adultos son similares, pero de menor tamaño a la mosca común. Las larvas, nacen a partir de los huevos
depositados por los adultos en suelos preferentemente húmedos y con alto contenido de materia orgánica, las
larvas son de color blanco amarillento, no
tienen patas y su cuerpo se afina en el
extremo anterior. Los daños son
provocados por las larvas sobre las
semillas en la etapa de germinación y
emergencia. Son las condiciones de
siembra con semillas de buena calidad,
a la profundidad adecuada y óptimas
temperaturas, las que nos permitirá
atemperar los daños. Los tratamientos
insecticidas aplicados a la semilla podrían
reducir significativamente los daños.
60
Plagas no consideradas de suelo
que afectan la implantación del
cultivo de soja
El monitoreo inicia con la detección de adultos en trampas de luz, continúa con la observación directa de las
posturas de huevos y larvas chicas en las plantas. Los tratamientos pueden ser con insecticidas de acción
sistémica aplicados a la semilla o asperjados en cobertura total, este último método conlleva a grandes pérdidas
de productos que impactarán fuera del blanco al caer directamente en el suelo descubierto de cultivo.
Orugas Defoliadoras
61
La prevención de ataques parte de la captura de adultos en la trampa de luz
(especies con hábitos nocturnos), trampas con feromonas y los tratamientos
insecticidas de semilla de acción sistémica como las Diamidas. Las larvas
sobre malezas controladas con herbicidas que migran al cultivo emergente
para alimentarse, también podrían encontrar barreras de protección con
terápicos insecticidas aplicados en las semillas con resultados menos
efectivos.
Los adultos están revestidos de una secreción pulverulenta blanca y ojos de color rojo oscuro a negro. Las
hembras depositan sus huevos pendulares, preferentemente en el envés de las hojas, donde las larvas se
alimentarán pasando por tres estadios. Seguido al estado de pupa el adulto reinicia el ciclo, que se completa
en aproximadamente un mes con temperaturas de 22°C a 25°C.
El muestreo de larvas y adultos sobre las hojas del cultivo de soja, junto a los síntomas de daños, nos
permitirán diagnosticar con criterio técnico, las recomendaciones de control. En estados avanzados de
desarrollos del cultivo, se indicarán aplicaciones de cobertura sobre el follaje con insecticidas registrados.
Insecticidas de acción sistémicas, aplicados a las semillas, deberían desarrollarse y formar parte de la
prevención, para reducir los daños en la etapa inicial de implantación.
62
Consideraciones finales
Los terápicos insecticidas de semillas son muy eficientes al concentrar el ingrediente activo en el lugar que
lo necesitamos (alrededor de la semilla y en el tejido de las plántulas cuando son de acción sistémica),
protegiendo desde la siembra y hasta los primeros estados de crecimiento que involucra la implantación de
los cultivos.
Las aplicaciones con productos insecticidas de cobertura asperjados sobre los cultivos emergidos, dirigidos a
las plagas refugiadas en el suelo, registran porcentajes de control muy bajo y en ocasiones nulos, dependiendo
los resultados de múltiples factores, pero en general estaremos matando más organismos benéficos que las
plagas objetivo.
Bajo ciertas condiciones una plaga puede superar muy significativamente las poblaciones normalmente
dañinas y obligarnos a combinar tecnologías que nos permitan sostener la correcta implantación, sin tener que
llegar a la resiembra. El avance en los estudios genéticos permitió elevar el techo productivo de los cultivos,
adquiriendo las semillas mayor valor porcentual dentro de los costos productivos y no podemos permitir que
una parte de ellas sea alimento de las plagas.
Con las tecnologías disponibles más el conocimiento aplicado, podemos lograr el éxito en la protección del
cultivo, permitiéndole la expresión de su potencial.
Es correcto pensar en el manejo de plagas en soja, analizándolo junto al resto de los cultivos que participan en
la rotación, considerándolo como parte de un sistema. Cada cultivo antecesor impactará sobre el actual y éste
sobre el de la siguiente campaña. Cuál es el momento de mayor vulnerabilidad, su velocidad de crecimiento y
cómo se verá afectado por las condiciones de humedad, temperatura, luz y nutrientes reinantes durante la
implantación. Una planta creciendo rápido tendrá mayor oportunidad de escapar al ataque de plagas, las
condiciones de siembra jugarán un papel importante, al igual que el tratamiento de semillas con fungicidas y
hormonas estimulantes del crecimiento.
Cada cultivo se comportará de manera distinta frente al ataque de una plaga, por ejemplo el corte de una
plántula de maíz con la yema apical por debajo de la superficie del suelo le permitirá recuperarse al cesar el
daño, mientras que el mismo corte en una planta de soja y/o girasol, por debajo de los cotiledones emergidos,
no permitirá la recuperación debido a la pérdida de sus yemas de crecimiento.
36
El monitoreo
Está ligado y es dependiente del conocimiento de todas las variables
hasta aquí citadas. Previo a la siembra nos advierte de un problema a
futuro, ya que en la etapa de implantación todo ocurrirá muy rápido con
pocas posibilidades de intervención con los controles. El monitoreo
junto al diagnóstico previo a la siembra, nos permitirá elegir con tiempo
la tecnología adecuada y si fuese necesario reducir poblaciones,
encontrando el momento oportuno de exposición de las plagas a los
tratamientos elegidos.
64
Durante los primeros días desde siembra a plántula V2/V3 en soja o V4/V5
en maíz, puedan ocurrir daños no perceptibles desde la superficie como
consumo de semillas o lesiones donde ingresarán patógenos, causantes
de vuelcos y/o muerte de plantas antes de la cosecha. Recordar que la
plaga puede en un momento estar provocando un daño desde un lugar en
el cultivo, debajo del suelo o dentro de las plantas donde no llegaremos
con ningún control o serán de muy baja eficiencia.
Conocer la biología de la plagas nos permitirá dirigir las observaciones a
sitios específicos, las mismas ocupan lugares dependientes de sus estados
de desarrollo, moviéndose en el suelo de acuerdo a un gradiente de
humedad, luz y temperatura. El conocimiento de estos y otros detalles nos
conducirán a la estratificación de los
monitoreos simplificándonos el trabajo
de diagnóstico. La historia del lote es una pregunta que nunca debe faltar
por parte del monitoreador, por ejemplo saber si fueron lotes con pasturas
o muy enmalezados.
La fecha de siembra y zona del país donde estemos monitoreando
también son importantes al momento de establecer recomendaciones de
manejo y/o control dentro de un Manejo Integrado de plagas.
La cantidad de rastrojo en superficie condiciona significativamente el
monitoreo, la supervivencia de los organismos y la eficacia de las
tecnologías seleccionadas.
Muchas de las plagas de suelo, cuando encuentran en un lote buenas
condiciones de refugio y alimento permanecen sosteniendo y/o
aumentando el número poblacional entre campañas, de no ser
controlados por enemigos naturales, éste es uno de los motivos por los
cuáles es importante el cuidado de los mismos cuando elegimos
tecnologías de control.
Recordar que muchas plagas estarán presentes en los lotes antes de la
siembra, las cuales pueden monitorearse con suficiente anticipación, en
cambio otras atacarán cuando el cultivo ya esté implantado, como es el
caso de lepidópteros, cuyos adultos pueden monitorearse con trampas de
luz y/o feromonas, para utilizar luego terapicos insecticidas de semilla
sistémico, como tecnología preventiva de bajo impacto al sistema. Las
estrategias de control deben definirse antes de la siembra, darse cuenta,
estar alertas para actuar rápida y eficientemente.
Acabados conocimientos del cultivo, la plaga y las tecnologías
disponibles, como la correcta combinación e interacción de dichas
variables nos permitirán lograr el éxito en la protección del cultivo
alcanzando la expresión del potencial productivo.
Con los monitoreos de campo, sumado a la utilización de las trampas de
luz y demás, el técnico contará con información anticipada sobre un problema a futuro, de esta manera podrá
planificar estrategias de prevención aprovechando las tecnologías disponibles, acercando el éxito productivo,
sosteniendo una relación feliz y de largo plazo con el productor.
65
Manual de reconocimiento de hongos del suelo
y la semilla en soja
Autor
Ing. Agr. (Esp.) Margarita Sillon
Actividad privada
• Directora del Centro de Sanidad en Cultivos Sillon & Asoc., empresa consultora especializada en investigación
agrícola aplicada.
• Responsable del área fitopatología de la consultora “Entoagro” de la República Oriental del Uruguay.
• Autora y coautora de publicaciones en Revistas Nacionales e internacionales.
• Expositora en Congresos y Simposios Nacionales e Internacionales.
Colaboradora
Ing. Agr. Florencia Magliano
Integrante de la cátedra de Sanidad Vegetal, Facultad de Ciencias Agrarias, Universidad Nacional del Litoral.
Coordinadora técnica de campo en Centro de Sanidad de Cultivos Sillon & Asoc.
Bibliografía
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COURETOT, L. & SILLON, M. 2011 SEPTORIA GLYCINES. En: Las enfermedades de la soja y su importancia en los países del Mercosur.
ISBN 978-950-504-616-4 Editorial Hemisferio Sur S.A. 1º edición, 2011. 332 pp.
GALLY, T. 2011. Enfermedades de la semilla. Capitulo 5 en: Sillon, M. & Muñoz, R. 2011. Las enfermedades de la soja y su importancia en
los países del Mercosur. ISBN 978-950-504-616-4 Editorial Hemisferio Sur S.A. 171-191.
GALLY, T. 2015. Patógenos en semilla de soja. Curso de posgrado “Patología de semillas” Universidad Nacional del Litoral, 3-5 agosto 2015.
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SCANDIANI MM, RUBERTI DS. 2002. Patología de semilla de soja sobre papel. Lab. Agric. Río Paraná.
SCANDIANI, M. Y LUQUE A. 2009. Identificación de patógenos en semillas de soja. 148 pp.
SCANDIANI, M. 2011. Síndrome de la muerte repentina. Capítulo 2 en: Sillon, M. & Muñoz, R. 2011. Las enfermedades de la soja y su
importancia en los países del Mercosur. ISBN 978-950-504-616-4 Editorial Hemisferio Sur S.A. 79-87.
SILLON, M. & MUÑOZ, R. 2011. Las enfermedades de la soja y su importancia en los países del Mercosur. ISBN 978-950-504-616-4
Editorial Hemisferio Sur S.A. 1º edición, 2011. 332 pp.
VECHIETTI DE VILLEGAS, N. 2011. Enfermedades de raíz y tallo. Capitulo 2 en: Sillon, M. & Muñoz, R. 2011. Las enfermedades de la soja y
su importancia en los países del Mercosur. ISBN 978-950-504-616-4 Editorial Hemisferio Sur S.A. 79-87.
66
Lograr una buena implantación del cultivo
de soja a pesar de las plagas
Autor
Ing. Agr. (Esp). Javier M. Vázquez (Especialista en control de plagas agrícolas).
Una buena implantación se logra con la densidad de plantas deseada, uniformemente distribuidas y emergidas,
que nos permita expresar el potencial productivo de la variedad elegida para cada región y fecha de siembra.
Ninguna planta debería ser dominante o dominada y en su conjunto captar la mayor cantidad de recursos
indispensables como aire, luz, agua y nutrientes del suelo. En la siembra es importante colocar las semillas
equidistantes, manteniendo constante profundidad de suelo y uniforme cobertura de rastrojo para asegurar una
hidratación pareja de todas ellas.
• Investigación sobre Manejo Integrado de Plagas en Siembra Directa:
A) Desarrollo de nuevas técnicas de monitoreo y control de plagas.
B) Evaluación de insecticidas para el control de plagas agrícolas en diferentes empresas privadas.
• Prestación de servicios de monitoreo de plagas previo y posterior a la siembra de los cultivos agrícolas.
• Asesoramiento técnico a grupo de siembra, sobre manejo y control de plagas agrícolas.
• Dirección de trabajos finales de grado (Tesis) para alumnos de la carrera ingeniería agronómica de la
Universidad Nacional de Villa María.
• Coordinador de SIDIA (Servicios de Investigación y Desarrollo Independiente para el Agro).
Colaboradores: Ingrs. Agrs. Luis Gonzalo Crivelli, Luciano Fortuna y Alejandro Salines.
Bibliografía
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