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Una tesis es comunicable, no es privada, secreta, ni clandestina para que este conocimiento
pueda ser aprovechado.
La tesis no puede prescindir de su naturaleza metódica. Una tesis sin método es inconcebible.
La tesis debe ser rigurosa. El rigor de la tesis viene marcado por el grado académico que aspire.
La tesis debe estar dotada de erudición, que refleje conocimientos exhaustivos. La erudición se
nota a primera vista de la simple lectura de la bibliografía. Cuando más conozcas del tema más
erudito eres.
La tesis debe ser necesariamente original, es decir, que tanto el problema elegido como el
enfoque y las conclusiones deber ser obtenidos por el propio postulante. La originalidad de la
tesis debe evidenciarse como muestra de madurez intelectual y profesional.
El avance de la tesis no debe medirse por el número de páginas, en realidad, es mejor que la
tesis comience siendo un proyecto simple.
1. LA MONOGRAFIA:
Se trata de un trabajo que está por encima de las treinta páginas y por debajo de las
cien. Por su longitud no se puede aparecer en una revista convencional pero tampoco
puede ser convertida en un libro. La monografía es la base de la tesis.
LA DIFERENCIA CON LA TESIS
4. EL ENSAYO:
El ensayo siempre asume que se tiene cierto interés por el tema. El ensayo constituye
un asunto sobre el cual se tiene predilección, no será nunca una obligación.
Un ensayo es el comentario libre generalmente breve en torno a un tema, ya sea
científico, literario o informativo.
Una vez definida nuestra área de interés, la primera intención suele ser la de
emprender una tesis ambiciosa. Vencida la ambición primeriza, nos preguntamos ¿la
tesis puede ser genérica o de un tema muy concreto?
Después de todo, no existe tema modesto, si es que sabes darle vuelo. Ubica primero
las situaciones singulares y llega después a las generalizaciones.