Sei sulla pagina 1di 8

Hacia una nueva

educación
Torkom Saraydarian

Hubo un humorista que solía ponerle inyecciones


a las hojas
enfermas que ya se habían desprendido del árbol.
Eso es
exactamente lo que la mayoría de los educadores
están
haciendo. Están trabajando para corregir los
efectos, sin
descubrir la causa del fracaso de la educación.
6
7
La educación es la base sobre la cual debe construirse
una nueva vida. Todo lo que somos es el reflejo de nuestra
educación. El concepto más importante que se debe
enfatizar en la nueva educación es que el ser humano no
puede vivir para sí mismo sino para los demás.
La vida que llevamos, el nivel de nuestra conciencia,
nuestra relación con los demás y nuestros sentimientos y
acciones son el reflejo de nuestra educación. Sea lo que
fuere que hayamos aprendido y recibido de nuestros padres,
entorno, colegio, universidad, iglesia, etc., esto se refleja en
nuestra vida. Si evaluamos a una persona, descubriremos
que es exactamente lo que recibió en el pasado. Sus ideas,
emociones y acciones reflejan lo recibido de los demás.
Cuando arrecian tiempos críticos, la gente, los grupos,
las naciones y la humanidad en general buscan una nueva
educación, porque enfrentan la vida y descubren que la
educación que recibieron anteriormente no puede resolver
sus problemas actuales. Ésta es una idea muy importante.
Cuando sentimos de pronto que no sabemos o no podemos
resolver los problemas de nuestra familia o de la vida en
general, entonces buscamos una nueva educación o una
nueva herramienta para resolver dichos problemas, Ahora,
es el tiempo en la historia de la humanidad para una nueva
educación. A menos que nuestros niños sean criados en el
seno de una nueva educación, no sobreviviremos como
un todo y este planeta perecerá en el sistema solar.
Es muy fácil comprobar hasta dónde hemos llegado
gracias a nuestra educación anterior. Hemos sido empujados
hacia el borde de un abismo y es el momento en que la
conciencia colectiva de la humanidad exige una nueva
educación.
En un principio, los monasterios, conventos e Iglesias
tenían el poder sobre la educación. Cuando dejaron de
proporcionar a la humanidad las herramientas para solucionar
sus problemas, surgieron las escuelas y las universidades.
Sin embargo, ahora las escuelas y universidades nos han
llevado al borde del abismo. Por ello, la humanidad está
requiriendo una nueva educación, ya que la antigua no
resolvió nuestros problemas y no nos conduce hacia
la felicidad, la salud, la prosperidad y la supervivencia.
La humanidad vive con miedo y bajo la amenaza de la
aniquilación.
Educación para competir
El antiguo sistema de educación sólo impartía
conocimientos que preparaban a las personas para competir
con los demás y manipularlos. Dicho sistema enseñaba a
velar por los intereses individuales, grupales o nacionales
a cualquier costo. En este momento, no contamos con una
educación que se sobreponga a esto. Decimos: “Hijo mío,
sé un doctor para que ganes dinero. Gana más dinero que
el resto y disfruta la vida.” Lo más detestable en el mundo
es procurar los intereses propios a costa de los demás.

La educación es la base sobre la cual debe construirse una


nueva vida. Todo lo que somos es el reflejo de nuestra
educación.
Aprendemos cómo protegernos
a nosotros mismos y a nuestro grupo
más cercano, y no recibimos educación
más allá de ello. Uno que otro religioso
ha dicho algo relativo a esto, pero sus
palabras son como gotas en el mar.
La humanidad no pudo asimilar estas
palabras, porque su educación fue muy
concreta, casi cementada, y la gente no
tenía la flexibilidad mental para entender
las Enseñanzas Superiores.
Nuestro sistema educacional
ha fomentado el desarrollo de la
especialización. Algún día entenderemos
que ésta conduce al retardo de la
conciencia. Una mente monotemática se
sienta todo el día, por ejemplo, a colocar
un pescado a un lado y otro al otro lado.
Una mente monotemática permanece
sentada tipiando letras ocho horas al
día. Una mente monotemática puede
pasar todo un día colocando tuercas a
tornillos.
Este tipo de “educación” fue
introducida a la fuerza en la conciencia
de la humanidad, y es la causa de
nuestra actual civilización y cultura
y también la causa de los peligros y
tensiones existentes en el mundo de
hoy. En definitiva, se cosecha lo que se
ha sembrado.
La nueva educación tendrá una
visión global. En este tipo de visión, los
intereses individuales deben ir en armonía
con los intereses grupales, nacionales,
humanos y globales. A menos que nos
desarrollemos e identifiquemos con el
planeta, no habrá salvación.
Algunas personas dicen: “¿A quién le
importa si botamos basura en esa área
si no está cerca de nuestras casas? Y
los precursores de la nueva educación
replican: “El planeta es tu madre. ¿Cómo
puedes hacer eso? El planeta te alimenta
y tú lo envenenas.” Y los otros contestan:
“¡Pero si estamos produciendo dinero!”
Esta actitud refleja su educación:
la educación que recibieron de sus
padres, de su entorno, de su nación, de
sus tradiciones o de su universidad. Si
la gente recibe la educación adecuada,
no contaminará el planeta.
Existen nueve principios básicos que
la nueva educación debe transmitir en
su enseñanza:
El primer principio es crear ciudadanos
del mundo.
El antiguo sistema debe desaparecer
y tenemos que aceptar al mundo como
un solo mundo y a la humanidad como
una sola raza. Pensar en la humanidad
como una sola humanidad es más seguro
y más económico que pensar en forma
separada sobre la humanidad.
Al considerar a la humanidad como un
solo mundo, se ahorran miles de millones
de dólares. Se reducen los impuestos al
mínimo. Evitamos que los niños mueran
en campos de batalla. Se eliminan el
sufrimiento y el dolor, diseminados
en el mundo actualmente, porque las
personas no se respetan mutuamente
y no se tratan como parte de una sola
humanidad.
Imaginemos cuántos millones de
dólares se gastan en la producción de
una bomba atómica. Si sólo un cuarto de
ese dinero se destinara a los educadores
de la nueva era, ellos construirían nuevas
universidades donde los niños podrían
aprender cómo convertirse en seres
humanos de la nueva era.
Con un solo mundo y una sola
humanidad, salvaremos la vida de
las personas, minimizaremos la
contaminación del planeta y, de esta
forma, contribuiremos a la salud y a la
economía de los habitantes del mundo.
En las nuevas escuelas, los educadores
enseñarán a los niños que este mundo
es el hogar de la humanidad y que será
el hogar de innumerables razas futuras.
Se enseñará a los niños cómo vivir en
el planeta, de manera que las futuras
generaciones puedan disfrutar de él.
El segundo principio es enseñar a los
niños la ciencia de la paz.
Desde el jardín infantil, los educadores
deben enseñar la ciencia de cómo
manejar las emociones, las acciones,
las ideas y las relaciones de forma tal
de crear siempre paz. Los problemas
deben resolverse mediante la paz; las
metas deben lograrse a través de la paz;
las victorias deben alcanzarse gracias a
la paz.
Esta ciencia no puede enseñarse a
personas que ya están “torcidas”, porque
traducirán todo lo enseñado según lo
que aprendieron en el pasado.
¿Es bueno que haya paz? Algunas
Hemos sido empujados hacia el borde
de un abismo y es el momento en que la
conciencia colectiva de la humanidad exige
una nueva educación.
personas piensan que la guerra reditúa. Quieren hacer la guerra, porque se
generan negocios. Sin embargo, si la guerra aniquila a tres o cuatro de nuestros
niños, entonces recién tomaremos conciencia de si la guerra es buena o mala. Si
hay guerra, habrá una gran mortandad en el planeta y sólo en ese momento la
gente dirá que la guerra no es buena.
Aún no podemos comprender del todo que la guerra no es buena y de que
nada la justifica. Como hemos sido educados a la manera antigua, pensamos
en términos de guerra, y el mundo está organizado de manera tal que debemos
tratar de vivir a pesar de la guerra. Hemos programado la conciencia humana de
una forma que es imposible no pelear. Todo esto puede verse solo si avanzamos
un paso significativo, sobrepasamos la conciencia colectiva global, entramos en
el Plano Intuitivo por un segundo y observamos desde ese nivel la condición en
que se encuentra la humanidad.
La nueva educación debe preparar a los legisladores que formularán las leyes
globales.
Éstos deben reunirse en un organismo de naciones unidas y organizar las leyes
para las naciones individuales en términos de un solo globo. La corte universal
que establezcan para hacer cumplir estas leyes será completamente impersonal
y sus fallos serán definitivos. La nueva educación impondrá dicha corte, porque
no hay otra salida: o cambiamos nuestra conciencia y actuamos con los demás
como seres humanos o nos destruiremos a nosotros mismos y todo el dinero y
tesoros acumulados desaparecerán.

La nueva educación enseñará la ciencia de la belleza.

Desde la más tierna infancia hasta los 70-80 años, las personas estudiarán
la ciencia de la belleza. No se nos ha enseñado a ser bellos en sentimientos ni
emociones. Al contrario, hemos enseñado a los niños a ser envidiosos e irritables
como una forma de autoprotección. Hemos dicho cosas como: “Tú sabes, hijo mío,
que tú eres el rey. No pienses en los demás, sino sólo en ti.” Con esas actitudes,
les hemos enseñado a ser despreocupados de los demás.
Esta educación debe enseñar la ciencia de la belleza en el pensar. Cada vez
que piensas algo feo, incluso por un segundo, te envenenas, porque la fealdad
contamina tu conciencia. Si te descubriste teniendo un pensamiento feo, ¿cambiaste
esa idea por un pensamiento bello? Si no lo hiciste, te dañaste a ti mismo.
También debe enseñar belleza de pensamiento, de sentimientos, de expresiones,
de acciones, de las formas y de las relaciones interpersonales. Ser bello significa
rechazar la fealdad. Nuestro sistema educacional todavía no enseña la ciencia
de la belleza. Por ejemplo, no nos ha enseñado que en todo ser humano existe
una belleza divina y que debemos tratar de encontrar esa belleza en los demás.
El sistema no nos ha enseñado que todos somos bellos.
Desde la infancia, tenemos que enseñar a los niños que existe una belleza en
su interior y que esta semilla debe florecer. La alternativa es: florece la belleza o
aumenta la fealdad.

¿Qué opción vamos a escoger? Podemos optar ahora, pero


finalmente la vida nos llevará al punto en que ya no podremos
escoger nosotros y la Naturaleza nos impondrá su opción.
La Naturaleza nos dirá: “Malgastaste tu tiempo, contaminaste
tu conciencia y ahora ya no hay opción. Puedes sobrevivir
o perecer. Si quieres sobrevivir, debes aprender la ciencia
de la belleza y pagar por todo lo que hiciste en contra de la
belleza. Tienes que descubrir una manera para que ningún
tipo de fealdad habite en ti.”
La nueva educación tratará científicamente de cultivar la
naturaleza divina en cada ser humano.
Nuestros niños aprenderán en el colegio que no son
cuerpos, emociones o mentes sino diamantes del tesoro de
Dios. Los niños se amarán unos a otros. Pensarán: “Si soy un
diamante y tú eres un diamante, todo está bien. Pero si soy
un diamante y tú eres un lobo, entonces la cosa no funciona,
porque te tendré miedo y tendré que atacarte porque eres
un lobo.”
Desde el principio de sus vidas, los padres deben educar
a sus hijos como Chispas de la Fuente Creativa de la Belleza.
Sus niños son divinos. Quizás no podamos entender esto muy
bien si nos encontramos atrapados en la educación antigua.
Si así es, de seguro diremos cosas como: “Me dijiste que es
envidioso… Es un chismoso… Nos odiamos mutuamente…”
Y todo esto lo decimos, porque aún vemos a los demás como
cuerpos y no como almas de diamante.
La nueva educación debe enseñar la ciencia de la
inmortalidad.
Desde la infancia, tenemos que enseñar a las personas
que son inmortales, que el cuerpo morirá y regresará, pero
que el alma es inmortal. Debemos enseñarles las leyes de
la reencarnación y del karma, que lo que se siembre dará
cosecha, ya sea aquí o allá. No hay escape: el karma tarde o
temprano nos va a alcanzar.
Si enseñamos estas leyes a los niños, tendrán una vida
diferente. Si los niños aprenden desde un comienzo que al
hacer cosas malas, éstas se les devuelven, podrán entonces
vivir sus vidas de manera más cuidadosa. Es penoso que
esta idea no se enseñe en nuestro sistema escolar. ¿Por qué?
Porque aún tenemos muchas cosas “más importantes” que
enseñarles.
La educación debe enseñar que existen la Jerarquía
y el Plan.
Si un ser humano es tan avanzado que lo vemos como
un maestro, cabe preguntarse ¿no habrá otros gigantes a
quienes este profesor considere como sus maestros? Si no
pensamos de esta manera, entonces estamos limitando las
posibilidades del desarrollo humano.
En la Naturaleza, existen las estaciones y los árboles que
florecen, que dan frutos y que luego duermen de acuerdo con
un plan. El Sol, los planetas y todo en el Universo actúa según
un Plan. ¿Y qué hay de ese Ser Supremo que creó todo y que
todo lo creado funciona según un Plan, en la medida en que
no estropeemos o contaminemos las cosas, por supuesto?
Debido a que no hemos respetado la naturaleza ni hemos
vivido de acuerdo con ese Plan, siempre pensando sólo
en nuestros intereses, hemos puesto al planeta en peligro.
Debemos enseñar a los niños que la Vida Planetaria sigue
un Plan y que es necesario reconocerlo y vivir de acuerdo
con él.
La nueva educación debe enseñar a los niños que todo
lo que existe ha sido creado con un Propósito.
Este principio debe enseñarse desde el jardín infantil hasta
la universidad. Los estudiantes de todas las edades necesitan
aprender que Dios creó todo con un Propósito. Esta idea
iluminará a la humanidad y producirá cambios extremos en
nuestras vidas, generando mayor alegría, felicidad y salud
para el planeta.
La educación debe enseñar desde un comienzo que
existe sólo una Vida en toda la existencia y que los Grandes
Maestros vienen cíclicamente al planeta desde esa Vida.
Si les enseñamos esto a los niños,
entraremos en una era de mayor
prosperidad, salud y felicidad.
Resolveremos los desagradables
problemas del planeta y podremos
mirar hacia las estrellas.
Estos son los nueve principios
básicos de la nueva educación, que
debieran enseñarse para que los
seres humanos puedan vivir una
vida mejor, disfrutar sus cortas vidas
y, en estas cortas vidas, prepararse
para sus vidas más prolongadas.
De seguro, mantenemos nuestra
oficina limpia, porque sabemos
que tenemos que volver allí día tras
día y no queremos trabajar en el
desorden. Lo mismo tenemos que
enseñar a los niños: Hagan algo
bello de esta vida, de manera que
Torkom Saraydarian (1917-1997), fue un profesor, escritor, conferencista
y compositor de música sacra. Su legado está compuesto por más de
170 libros –de los cuales sólo la mitad de ellos han sido publicados;
su mayor logro en sus escritos fue sintetizar y hacer comprensible
en lenguaje común el enorme y complejo cuerpo de conocimientos
de la Sabiduría Ancestral.
www.tsgfoundation.org
puedan regresar al planeta y disfrutarlo,
al igual que sus propios hijos.
En una ocasión, me encontré con
un hombre de 92 años trabajando
arduamente para reparar una enorme
casa que había comprado. Cuando le
pregunté por qué trabajaba tanto a su
edad para arreglar la casa, me contestó:
“En primer lugar, para mantenerme
saludable. En segundo, porque quiero
dejar algo más bello de cómo estaba
cuando me lo entregaron.”
Traten de vivir la vida según estos
nueve principios básicos. No digan
que son demasiado viejos para hacerlo.
Siempre son jóvenes, porque no hay
edad para el Verdadero Yo. Hay mucho
camino por recorrer aún, desde aquí
hasta Sirio, por decir algo. Por lo que
pueden preparase para el largo viaje
pensando en nuevas maneras de vivir.
Todo ser humano es una estación
de radiodifusión. Cuando piensen en
estos nueve puntos, los difundirán en el
espacio y los demás –incluso los actuales
educadores- los captarán.
Los resultados finales de los nueve
principios básicos son mayor salud,
felicidad y creatividad para todos. No
se puede ser saludable en guerra y
en contaminación. No podemos ser
felices inmersos en el odio, la envidia
y la venganza. La mente no puede ser
creativa si no vivimos de acuerdo con
estos nueve principios; de lo contrario,
crearemos cosas para destruirnos a
nosotros mismos.
En una oportunidad, un científico
me dijo: “No me diga que no somos
creativos.”
A lo cual le contesté: ¿Y qué han
creado?
Él replicó: “Creamos la bomba
atómica. Creamos esa ciencia fantástica
y complicada.”
¿Sirve la creatividad para producir
cosas que se usen para la destrucción?
¿Qué tipo de mentalidad piensa
que es creativo inventar algo que
está envenenando el mundo con
radioactividad?
La educación es la base sobre la
cual debe construirse una nueva vida.
Todo lo que somos es el reflejo de
nuestra educación. El concepto más
importante que se debe enfatizar en la
nueva educación es que, de ahora en
adelante, el ser humano no puede vivir
para sí mismo sino para los demás. Las
cosas erradas y destructivas provienen
de quienes viven sólo en función de sí
mismos, sin tener en cuenta a los demás.
Si las naciones viven para otras
naciones, si los grupos viven para otros
grupos, si los esposos viven para sus
esposas y las esposas para sus esposos,
alcanzaremos el paraíso en la Tierra. El
reino de los cielos vendrá a la Tierra si
los seres humanos viven el uno por el
otro.
La nueva educación tratará
científicamente de cultivar la naturaleza
divina en cada ser humano.

Potrebbero piacerti anche