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El neurólogo portugués Egas Moniz, ganador del premio Nobel en 1949, desarrolló en 1927 la
angiografía por contraste radiopaco para diagnosticar distintos trastornos cerebrales, desde
tumores hasta malformaciones vasculares. Se le considera uno de los pioneros en este campo.
El siguiente gran paso se dio gracias a la Técnica de Seldinger en 1953 que permitía acceder a los
vasos sanguíneos de forma mucho más segura. Esta técnica por lo tanto hace posible la visualización
de vaso o masas sin necesidad de acceso quirúrgico.
ANGIOGRAFÍA
El término angiografía se refiere por lo general a las distintas técnicas radiológicas que se utilizan
para obtener imágenes con referencia al diámetro, aspecto, número y estado clínico de las diversas
partes del aparato vascular.
Su nombre procede de las palabras griegas angeion, "vaso", y graphien, "descripción". Podemos
distinguir entre arteriografía cuando el objeto de estudio son las arterias, y flebografía cuando se
refiere a las venas. También pueden estudiarse los vasos linfáticos, en cuyo caso hablaremos de
linfografía.
APLICACIONES CLÍNICAS
La angiografía es una técnica invasiva, pues requiere la introducción de un catéter en una arteria
periférica, con frecuencia se usa la arteria femoral o incluso la vena cubital. Se introduce el catéter
por la ingle o el antebrazo. Para esto se utiliza la técnica de Seldinger la cual consiste en la
introducción de una guía metálica flexible por la luz de la cánula con la que se ha realizado la punción
del vaso. El catéter que se desea emplear se introduce entonces a través de la citada guía, tras lo
cual es retirada, quedando el catéter colocado en el interior del vaso sanguíneo que se desea.
Luego del que el catéter se encuentra dentro del vaso, se administra por vía intravascular, un
contraste radiopaco. Los rayos X no pueden atravesar el compuesto por lo que se revela en la placa
radiográfica la morfología del árbol arterial así como sus distintos accidentes vasculares, émbolos,
trombosis, aneurismas, estenosis...
Todo esto se ve mediante el uso de un flouroscopio, el cual produce imágenes en tiempo real,
llamadas flouroscopias.
RESULTADO
Es evidente que estas técnicas permiten identificar los vasos y sus anomalías en caso de existir. Se
puede revelar la presencia de trombos, émbolos y aneurismas en casi todos los compartimentos del
organismo, incluyendo el cerebro. Además, los datos son fieles y exactos por lo que se permite al
especialista dar un diagnóstico preciso y dirigir un tratamiento adecuado. Es de notarse que este
examen no ha sido sustituido por la técnica del TAC, sino que lo complementa y lo ha hecho más
selectivo y puntual.
Duración: la duración de la angiografía es variable. Puede durar desde unos minutos hasta más de
una hora. Suele llevar más tiempo cuando se decide intervenir sobre los vasos estudiados en el
mismo momento.
La angiografía es segura. Pero, todos los procedimientos tienen riesgos y posibles complicaciones.
A continuación, se describen los riesgos comunes de la angiografía. Varían según la parte del cuerpo
que se esté estudiando. Entre los posibles riesgos y complicaciones del procedimiento se
encuentran los siguientes (sólo los que están marcados):
Avances: Los avances técnicos actuales permiten digitalizar las imágenes que se obtienen, por lo
que la cantidad de contraste a inyectar es mínima y la dosis de rayos X que recibe el paciente
también se reduce de manera considerable.