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Clasificacion
A) Ulcera gastrica
1. Segun su localizacion
● Ulcera de cara
- Anterior
- Posterior
● Ulcera de curvatura
- Menor
- Mayor
2. De Acuerdo al segmento donde estan situadas:
● Fundicas
● Del cuerpo
● Del centro: un subgrupo especial, las prepiloricas.
B) Ulcera Duodenal
1. Segun su localizacion
● Ulcera de cara
- Anterior
- Posterior
● Ulcera de curvatura
- Menor
- Mayor
2. De acuerdo al segmento donde estan situadas:
● Bulbar
● Postubulbar
Etiologia
1. Ulcera gastrica: Hay de la resistencia de la mucosa
2. Ulcera Duodenal: Hay de la secrecion clorhidropeptica.
Frecuencia: 6 –5 % de la poblacion
Incidencia: 0.06 – 0.29 %
Comparacion:
Aspectos U. Duodenal U. Gastrica
Sexo más frecuente - Discreto predominio en el masculino - Ambos sexos
Edad - < 40 años - > 40 años
Relacion -3 -1
Recidiva - 1er año 60 % - 2do año 80 – 90 %
Grupo sanguineo - 30 – 40 % predominio en O+ - Mas frecuente en A+
Localizacion más frecuente - Primera porcion del duodeno - Antro pilorico 80% en la curvatur
menor.
Historia familiar - 20 - 50 % - No esta bien determinado
Etiopatogenia
A) Factores Agresivos:
1. Secrecion clorhidropeptica: Es importante, pero no determinante.
2. Factor genetico
3. Habitos toxicos (alcohol, tabaco, ASA, AINE)
4. Helicobacter piloris
5. Stress
6. Dieta
7. Medicamentos que secrecion clorhidropeptica. Ej:
- Reserpina
- Salicilatos
- Cafeina
- Nicotina
- ASA
- Fenilbutazona
- AINE
B) Factores Defensivos:
1. Barrera mucosa gastrica constituida por:
- Moco gastrico
- Prostaglandinas
- Bicabornato
- Circulacion o irrigacion gastrica
Esta mantiene un gradiente de Ph estable en la luz gastrica.
● Secrecion de mucus: sustancia gelatinosa que protege a las celulas del estomago de la
accion del acido clorhidrico. El mucus es secretado por las celulas mucosas
● Bicabornato: Secretado por celulas epiteliales.
● Circulacion estable: Determinada por las prostaglandinas
● Regeneracion celular rapida y continua del epitelio
● Prostaglandinas E: inhibe la secrecion gastrica y estimula la produccion de moco
gastrico.
Ulcera gastrica:
Cuadro Clinico:
1. Dolor epigastrico: habitualmente cdo el estomago esta vacio y que se alivia con la
ingestion de alimentos.
● 4. tiempos la U. Gastrica (Comida – Calma – dolor – calma)
Epigastralgia, como sensacion de quemadura, con caracter transfixiante que los
atraviesa de adelante hacia atras, que se irradia principalmente hacia el borde costal
izquierdo, la escapula y hombro dle mismo lado, raramente hacia la derecha. El dolor
aparece de ½ - 2 h despues de las comidas y se alivia con la ingestion de alimentos,
leche, bicabornato o agua, o con el vomito.
2. Vomitos:
Frecuentemente es un vomito acido que alivia al paciente, si hay bloqueo + o –
completo del piloro, puede ser frecuente, copioso y con residuos no digeridos de
alimentos que fueron ingeriods en la vespera.
3. Hemorragia:
● Hematemesis: va precedida de nauseas, estaod lipotimico, palidez, mareo,
desvanecimiento, sobrevimiendo un vomito facil de sangre roja, liquida y
ocasionalmente coagulos negruscos, pero esta no es frecuente.
● Melena: Heces blandas, no moldeadas, negra y fetida formada por sangre + o -
alterada
4. Otros:
● Heces blandas
● Trastornos dispepticos: eruptos, flatulencia, pesadez post – pandrial.
● Paciente delgado, nervioso, anemico.
Diagnostico Positivo
1. Interrogatorio
2. Examen del jugo gastrico
3. Sangre oculta en heces fecales
4. Gastroscopia
5. Rx contrastado:
- Signo directo: nicho ulceroso
- signo indirecto: dedo que apunta, retardo en la evacuacion.
6. Gastroacidograma
Diagnostico diferencial
1. Hernia hiatal
2. Gastritis
3. Pancreatitis
4. Cancer
5. Prolapso pilorico
6. Apendicitis aguda
7. Duodenitis
8. Diverticulos (gastricos y duodenales)
9. IMA
10. Colecistopatia
Complicaciones
1. Perforacion en cavidad o en organos vecinos
2. Sangramiento agudo y cronico
3. Perivisceritis
4. Sindrome pilorico (estenosis u obstruccion pilorica)
5. Sindrome de la leche y los alcalinos (alcalosis metabolica)
Tratamiento
1. Ingreso, reposo y aspiracion nasogastrica 24 – 48 h (Profilaxis os tto del shock; leche
120 ml y 2 cuch.de AlOh3 (alternandose c/ 1h)
2. Estudio sistematico (endoscopia y biopsia) y Rx y signos vitales
3. Ulcera benigna: tto higienico – dietetico, medicamentos y psicologia.
4. Si a las 4 – 6 semanas persiste la sintomatologia o las alteraciones al Rx o endoscopia
o ambas, se procedera al tto quirurgico salvo contraindicacion absoluta.
5. Si desaparece sintomatologia (Rx, endoscopia y clinica), se hace
- Control clinico, Rx, endoscopia, al mes del alta.
- Otros controles: 3, 6 – 12 meses por 3 años (anual).
OBS: Todas tto quirurgico excepto ulceras pequeñas de curvatura menor pupilorica, por
bajo % de complicaciones.
Ulcera Duodenal:
1. Dolor Epigastrico
● 4. tiempos la U. Gastrica (Comida – Calma – dolor – calma)
El dolor se localiza frecuentemente algo a la derecha de la linea media, con irradicion a
veces lumbar, es tardio presentandose a veces a las 4 – 5 h despues de la comida, cdo el
estomago esta vacio, es ardiente el dolor que despierta el enfermo durante la
madrugada. Este dolor no se calma si no se ingiere algun alimento. El dolor con la
ingestion de alcohol y las comidas muy condimentadas y abundantes.
2. Vomitos:
No es un sintoma destacado y puede inclusive faltar, pero si existe obstaculo pilorico es
abundante, yb si la obstruccion es avanzada puede haber regurgitacion de abundante
secrecion gastrica hiperacida.
3. Hemorragia
● Hematemesis: es rara
● Melena: La hemorragia es frecuente pudiendo tomar esta forma, pero siempre esta
presente de forma oculta.
4. Otros:
● Constirpacion que es habitual
Diagnostico Positivo
1. Interrogatorio
2. Examen el jugo gastrico
3. Sangre oculta en heces fecales
4. RX contrastado
5. Duodenoscopia
6. Gastroquimiograma
Diagnostico Diferencial
1. Hernia hiatal
2. Prolapso pilorico
3. Diverticulitis duodenal
4. Colecistopatias
5. Pancreatitis
6. T. de pancreas
7. T de duodeno
Complicaciones
Igual al de la ulcera gastrica
Tratamiento
1. Medico, si desaparece sintomatologia y se mantiene esto durante 1 año, se vuelve a
regimen dietetico normal sin irritantes gastricos.
2. Indicaciones quirurgicas: fracaso en el tto medico y complicaciones ulcerosas.
3. Ulcera intratable: si ha estado sometida a tto medico por 1 mes.
OBS: Tto medico quirurgico si se complica con un sindrome pilorico, sangramiento,
perforacion, intratabilidad.
Drogas
A) De primera linea
1. Inhibidores de la bomba de protones:
● Omeprazol: tab. 20 mg, Dosis: 20 mg/ dia por 4 semanas
● Lanzoprazol: tab. 15 y 30 mg, Dosis: 30 mg/ dia por 4 semanas
2. Antagonistas de los estimulantes H2
● Cimetidina: tab. 200 y 400 mg, amp. 300 mg, Dosis 800 – 1200 mg/dia (D, A y C) por
4 – 8 semanas.
● Ranitidina: tab. 150 y 300 mg, amp. 50 mg, Dosis 300 mg (D 1 vez o D y C) por 4 – 8
semanas.
● Famotidina: tab. 20 y 40 mg, Dosis de 40 mg/dia, 1 dosis por la noche.
● Nizatina: tab 300 mg, Dosis de 300 mg/dias, 1 dosis por la noche
● Roxatina: tab. 150 mg, Dosis 150 mg/dia, 1 dosis por la noche.
OBS: No unidos entre si.
3. Citoprotectores de la mucosa
● Drenol: tab. 120 mg, Dosis 2 tab mañana y noche (estomago vacio)
● Sucralfato: tab. 1 g, granulado 1 g, Dosis de 4 g/ dia diluido en 4 tomas
4. Antiacidos
● hidroxido de aluminio: 2 h despues de D, A, C y al acostarse 1 – 2 cucharadas.
● Hidroxido de Magnesio: igual al anterior.
B) De segunda linea
1. Anticolinergicos (no utilizarlos em sangramiento digestivo)
● Metroclopramida
2. Acupuntura
3. Procumide
4. Metronidazol y otros antibioticos
5. Carbinoxolona
6. Prostaglandinas
● Emprostol
● Mesoprostol
7. Balsamo de Chostaloski
8. Anxanoide zinc.
Tipos
1. Libre a cavidad: cara anterior
2. Penetrar en otros organos: cara posterior (higado y pancreas)
Factores etiologicos
1. Factores que el efecto necrotico de la digestion de la mucosa, o las defensas de
los tejidos: ASA, reserpina, ACTH.
2. Factores psicologicos
3. Vasoespasmo
Patogenia
Igual que la ulcera misma, es la crisis terminal de esta, que continuan penetrando los
tejidos en profundidad.
Perforacion: Generalmente tiene lugar en ulceras donde durante dias o semanas hay
historia de aumento de los dolores, debido la penetracion de la ulcera. Sobre todo se ve
en enfermos que no han recibido tto medico o que lo han abandonado.
Formas Clinicas
1. Perforacion aguda
2. Perforacion subaguda
3. Perforacion cronica o penetracion
4. Formas especiales:
- Perforacion en transcavidad
- Perforacion y hemorragia
- Perforacion multiple
Forma Clasica: Perforacion aguda en cavidad libre, en ulceras de cara anterior y
curvatura menor, asi como ulceras duodenales.
Cuadro Clinico
1. Fuerte dolor en el abdomen superior que a menudo describen como fuerte puñalada.
2. Estado de postracion que adopta el enfermo despues del dolor.
3. Intensidad y duracion del dolor dependeran de la cantidad de liquido derramado.
4. Dolor en hombro derecho, si perforacion duodenal. Dolor en ambos ombros si
perforacion de cara anterior o curvatura menor (por irradiacion que produce el
contenido gastrico y el aire.
Fase Aguda
Primeras 2 horas:
● Irritacion peritoneal: manifestacion vasomotora por el dolor del paciente.
● Paciente rigido con piernas encogidas, no se mueve porque esto el dolor.
● Cara palida y sudorosa
● Pulso taquicardico y TA , sin llegar al shock
● Vomitos de origen reflejo: raro hematemesis
● Polipnea pero respiracion superficial para no movimentar al diafragma.
● Contractura abdominal, 1ero en epigastrio, despues se difunde a todo el abdomen.
Pasada 2 – 6 horas:
● El orificio sella espontaneamente
● Entonces comienza a sentir alivio del dolor
● sudoracion y la piel toma color
● No disnea, aunque mantiene la polipnea.
Examen Fisico
- Dolor al toser
- Abdomen que no acompaña a los movimientos respiratorios
- Contractura a la palpacion y dolor a la descompresion
- Matidez en flancos con borramiento de la matidez hepatica
- RHA normales
- Tacto rectal: dolor al tacto en fondo de douglas.
Pasada 12 horas:
● Asentamiento de germenes (estreptococos, estafilococos, de boca y faringe).
● Peritonitis bacteriana generalizada
● Deshidratacion por el liquido perdido y el retenido en el intestino por el ileo.
● Dolor menos intenso
● Vomitos frecuentes
Examen fisico
- Abdomen distendido y contracterrado
- RHA ausentes.
Fase Subaguda
● Diferente intensidad de los sintomas.
● Solo se irrita parte de la cavidad peritoneal
● Defensa muscular en epigastrio y cuadrante superior derecho, el resto dela bdomen
esta normal
Examen Fisico
- Auscultacion: RHA en primeras 24 h, despues pueden ser normales
- T. Rectal: negativo
Diagnostico
1. Antecedentes de ulcera o acidez, solo un 10 % no tienen historia aparente.
2. Examen fisico: toma del estado general, polipnea ( o ), reaccion peritoneal
3. Rx simple de torax: neumoperitoneo
4. Puncion abdominal
5. Laparotomia
Diagnostico Diferencial
1. Apendicitis Aguda: dolor inicia en epigastrio, pero es mas ligero y despues se corre a
FID haciendose mas intenso, la defensa muscular es localizada en FID y en la ulcera es
generalizada, y aqui no hay borramiento de la matidez hepatica.
2. Pancreatitis Aguda: El dolor se irradia transversalmente, y en la ulcera se irradia hacia
el hombro. En la pancreatitis el estado de colapso es permanente, mientras que en la
ulcera perforada pasado un tiempo y desaparece. En esta presente vomitos copiosos y
constantes, y en la ulcera al principio no hay. La reaccion peritoneal en la pancreatitis es
menor por su localizacion retroperitoneal.
3. Colecistitis aguda: El dolor en epigastrio se instala de forma gradual, y en la ulcera es
brusco. En la colecistitis hay nauseas y vomitos frecuentes, ademas de ictero, hay dolor
en hipocondrio derecho y se puede palpar la vesicula.
4. Oclusion vascular mesenterica: inicio brusco igual que en la ulcera perforada, pero
hay ademas vomitos frecuentes y a veces diarreas con melena y al examen fisico hay
distension al contrario de la ulcera, pues se ve el abdomen escavado.
* DEFINICION
* CRITERIOS DIAGNOSTICOS
Endoscopia
En toda úlcera gástrica (incluidas aquellas con signos endoscópicos de benignidad), con
la intención de descartar malignidad, se deben realizar siempre biopsias múltiples de los
márgenes de la úlcera (6-7 biopsias con pinza convencional o 4 biopsias con pinza tipo
jumbo ).
Radiología
1. Signos radiológicos que sugieren malignidad: úlcera de gran tamaño; úlcera asociada
a tumoración de la mucosa; pliegues del margen ulceroso irregulares, nodulares,
fusionados o borrosos, y ausencia de repleción con el contraste o repleción irregular del
cráter ulceroso.
Ante todo paciente con úlcera péptica debe indagarse el antecedente de consumo de
fármacos gastroerosivos (AINE y aspirina). El test del tromboxano puede
desenmascarar un uso subrepticio de estos medicamentos, especialmente en situaciones
de úlceras refractarias, complicadas o recurrentes poscirugía.
Entre las técnicas directas la prueba de la ureasa rápida posee ciertas ventajas frente al
resto. Es una técnica rápida y sencilla de realizar, posee una alta sensibilidad y
especificidad y es de bajo coste económico. Tiene como inconveniente el que sólo
proporciona información de la existencia de H. pylori , no aportando datos sobre el
estado de la mucosa. Por ello, usualmente se tiende a combinar el empleo de la
histología y la prueba rápida de la ureasa, como primeras opciones diagnósticas. Entre
las técnicas diagnósticas indirectas, la de mayor sensibilidad y sensibilidad y más
cómoda para el paciente es la prueba del aliento con 13 C-urea. Por ello, siempre que
esté disponible es la técnica de elección. Como alternativa, la serología (previamente
validada) puede ser una buena opción.
En el caso de las técnicas directas se recomienda la toma de al menos 3 biopsias del
antro gástrico a 1-2 cm del píloro (2 para estudio histológico y una para la prueba rápida
de la ureasa), y 3 biopsias de cuerpo gástrico en la unión del tercio distal con los dos
proximales hacia la curvatura mayor (2 para estudio histológico y una para la prueba
rápida de la ureasa), dada la característica distribución parcheada de H. pylori en la
cavidad gástrica.
Otras exploraciones
En enfermos con úlcera péptica no relacionada con la infección por H. pylori y AINE,
ante úlceras refractarias al tratamiento o en pacientes con úlceras recurrentes, se debe
investigar la existencia de otras causas etiológicas más raras de esta enfermedad (tabla
12-1). En estos casos se realizarán estudios de secreción ácida gástrica (BAO y MAO) y
determinaciones séricas de gastrina y pepsinógeno I.
* TRATAMIENTO
En relación con la dieta, se recomienda que el paciente tan sólo prescinda de aquellos
alimentos y bebidas que le produzcan síntomas. No fumar y evitar el consumo de
fármacos AINE.
Aunque existen numerosas pautas de tratamiento las más aceptadas en nuestro medio
son las siguientes.
Úlcera duodenal
3. Famotidina: 40 mg/24 h.
5. Omeprazol: 20 mg/24 h.
6. Lansoprazol: 30 mg/24 h.
7. Pantoprazol: 40 mg/24 h.
La duración del tratamiento será de 4 semanas sea cual fuere el fármaco seleccionado.
Las tasas de cicatrización ulcerosa con cualquiera de estos fármacos se sitúan por
encima del 75 %.
De todos modos, los IBP logran mayores tasas de cicatrización ulcerosas (cercanas al
100 %) que los antagonistas de los receptores H2; por ello, siempre que sea posible se
recomienda el uso de los primeros. En el caso de la «úlcera duodenal gigante» ( > 2 cm)
se empleará siempre un IBP.
Úlcera gástrica
Los fármacos y las dosis recomendadas son los mismos a los descritos para la úlcera
duodenal. Sin embargo, aunque en la mayoría de los pacientes la cicatrización tiene
lugar durante las primeras 4 semanas, se recomienda prolongar el tratamiento hasta
completar las 6-8 semanas. Al igual que en la úlcera duodenal, en el caso de la úlcera
gástrica gigante ( > 3 cm) se empleará siempre un IBP (a dosis dobles de las habituales)
y durante 12 semanas.
Los IBP son fármacos generalmente bien tolerados y con una baja incidencia ( < 4 %)
de efectos secundarios, entre los que destacan la diarrea, la cefalea, las náuseas y el
prurito cutáneo. Aunque no se han probado efectos teratogénicos con estos fármacos, se
recomienda no emplearlos durante el embarazo y la lactancia.
Se consideran úlceras refractarias aquellas que no han cicatrizado tras 8-12 semanas de
tratamiento apropiado (la cifra de 12 semanas se considera más apropiada,
especialmente para las úlceras gástricas).
La profilaxis del desarrollo de úlceras de estrés no está indicada en todos los pacientes
ingresados en unidades de cuidados intensivos (UCI). Los candidatos serán los
pacientes con situaciones de riesgo para el desarrollo de úlceras de estrés (tabla 12-5) y
los pacientes ingresados en la UCI con antecedentes de úlcera péptica, cirrosis hepática
y fallo renal agudo. Según los datos disponibles en la actualidad, la profilaxis se
realizará con sucralfato (1 g/6 h) en aquellos pacientes en los que sea posible la vía de
administración oral. Sin embargo, en pacientes en los que la única vía de administración
de medicamentos sea la parenteral, la ranitidina (50 mg/8 h i.v.) debe ser la elección,
debiéndose pasar a la vía de administración oral (150 mg/12 h) tan pronto como sea
posible. Son aún escasos los estudios que hayan investigado la eficacia de los IBP en
estos pacientes.
Hemorragia
Perforación
Obstrucción gástrica
Está relacionada, en la mayoría de los casos, con una úlcera pilórica o una úlcera
duodenal.
Referencias Bibliográficas:
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de omeprazol en la patología gastroduodenal. Rev Clin Esp 1999; 11: 729-739.
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rationale for use in gastrointestinal disorders. Drugs 1998; 56: 307-335.
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9. Soll AH. Peptic ulcer and its complication. En: Sleisenger MH, Fordtran JS, eds.
Gastrointestinal and liver diseases. Filadelfia: WB Saunders Company, 1998; 620-673.
ÚLCERA PÉPTICA
Las úlceras digestivas pueden localizarse a cualquier nivel del tubo digestivo. Siendo
las más comunes, las gástricas y duodenales
Afectando aproximadamente al 10% de la población en algún momento de su vida, su
origen es multifactorial (se ven implicados muchos y diversos factores). Se caracteriza
por daños localizados en el estómago o el duodeno.
DESCRIPCIÓN
De origen multifactorial, la lesión consiste en el daño de la capa mucosa que protege al
estómago de la acción del ácido y de las enzimas (estructuras proteicas cuya función es
degradar diferentes compuestos).
La úlcera gástrica suele ser única, redonda u oval. Asimismo en un 10% de los casos
este tipo de úlcera suele estar asociada a la úlcera duodenal.
Según la localización que presente la úlcera puede ser clasificada en los siguientes tipo:
CONSIDERACIONES
CAUSAS
Ácido Clorhídrico
Gastrina
Histamina
Acetilcolina
2. Mecanismos de defensa:
Secreción de moco y bicarbonato
Flujo sanguíneo de la mucosa gástrica
Reparación de las células dañadas
Prostaglandinas: ácidos grasos que inhiben la producción de ácido clorhídrico
4. Motilidad gastroduodenal:
En la úlcera péptica se aprecian alteraciones en el movimiento gastroduodenal y en el
vaciado gástrico (vaciado del estómago)
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Los síntomas más frecuentes en la úlcera péptica son:
Dolor abdominal descrito como ardor, corrosión o sensación de hambre dolorosa
Dolor relacionado con la ingesta. Aparece entre 1 y 3 horas después de comer
Dolor que cede con la ingesta de alimentos o alcalinos (medicamentos usados para los
ardores, ejemplo: bicarbonato)
Con frecuencia dolor nocturno
Aparece en brotes, principalmente en primavera y otoño
Se puede acompañar de: eructos, distensión abdominal (ensanchamiento del abdomen),
intolerancia a las grasas (cuando se comen grasas sientan mal) o pirosis (sensación de
quemazón o ardor)
LLAMANDO AL MÉDICO
En el momento que sienta uno o varios de estos síntomas acuda a su médico. Éste, le
realizará un estudio e indicará las pruebas complementaria necesarias (radiografía,
endoscopia, biopsia, etc.). Con todos estos datos podrá emitir un diagnóstico e indicar
el tratamiento más adecuado.
TRATAMIENTO
CUIDADOS
MÉTODOS
Se estudiaron 60 pacientes operados entre septiembre de 1990 y diciembre de 1994 por
presentar úlcera duodenal activa por más de 6 meses, diagnosticada endoscópicamente.
Se excluyeron los portadores de estenosis pilórica así como otros que tuvieran
afecciones crónicas, entre ellas la pancreatitis crónica, hernia hiatal, diverticulosis del
colon y otras.
Se analizaron las complicaciones transoperatorias y posoperatorias, los efectos
secundarios, el tiempo de vigilancia, la recidiva de la úlcera y los resultados clínicos. Se
tomó como patrón los grados Visick-Goligher para evaluar los resultados.
Los datos recogidos de las encuestas creadas al efecto y de las historias clínicas fueron
procesados en una microcomputadora IBM compatible.
RESULTADOS
De los 60 pacientes intervenidos, el 71,8 % (43 pacientes) oscilaban entre 30 y 40 años.
No hubo casos por debajo de 20 años ni por encima de 70 años; 43 fueron hombres
(71,8 %) y 17 mujeres (28,2 %).
Se complicaron 12 pacientes (20,0 %). Del total de complicaciones, las más frecuentes
fueron: deshiscencia parcial de la herida, granuloma de la herida y hematoma de la
herida (tabla 1). No se presentaron complicaciones transoperatorias. La mortalidad fue
de 1,6 % (1 paciente) por infarto agudo del miocardio.
Hubo recidiva de la úlcera en 5 pacientes (8,7 %), confirmado por el cuadro clínico y la
endoscopía. La recidiva apareció entre los 6 meses y los 14 meses. Todos fueron
sometidos a tratamiento médico durante 6 ó 12 semanas y no curaron 3 de ellos, a los
que fue necesario reintervenir (tabla 3).
TABLA 3. Recurrencia ulcerosa
Recurrencia % Pacientes No de recurrencias y tratamiento
No 52 91,3
Sí 5 8,7
2 vagotomía troncular
+ piloroplastía
1 vagotomía troncular
+ antrectomía
Total 57 5 100,0
Los resultados clínicos globales fueron perfectos en 38 pacientes, (66,8 %); buenos en
11 pacientes, (19,2 %); regulares en 3 pacientes, (5,3 %) y malos en 5 pacientes, (8,7
%).
En general se obtuvieron buenos resultados en el 86,0 % de los pacientes (fig. 2).
Existe una forma incompleta de la curvatura menor que es la llamada "úlcera gástrica
necrótica gigante", referida por primera vez por Lambert en 1976.6 En los pacientes
estudiados no se presentó ninguna de las referidas complicaciones.
De las secuelas precoces de la VAS, las más evidentes son la disfagia y la plenitud
posprandial 7,8 y así lo demostraron los resultados en este trabajo. Del análisis de la
disfagia se desprende que su instauración es precoz, ocasional, desencadenada por
comidas saladas y su duración varía entre pocos días y varias semanas, pero desaparece
antes de los 3 meses. Este síntoma se debe a la denervación del esófago inferior y
descordinación con insuficiente relajación del esfínter esofágico inferior, lo que ha sido
reafirmado en los trabajos de Balint y otros después de estudios manométricos
posoperatorios. Estos autores sostienen que la plenitud posprandial es un síntoma
ocasional que puede relacionarse con transgresiones dietéticas, y se debe a un retardo
transitorio del vaciamiento gástrico, cuando persiste se relaciona con un mal resultado
quirúrgico.7
Otros efectos secundarios que pueden observarse son los vómitos biliosos, el reflujo
gastroesofágico y el dumping,8 no encontrados en los pacientes objetos de estudio.
Desde el comienzo del empleo de la VAS como tratamiento para la úlcera duodenal
hasta la actualidad, los resultados referidos en la literatura acerca de las recidivas han
oscilado ampliamente entre el 1 y el 40 %.8,9 El porcentaje de recidivas en la casuística
estudiada fue de 8,7 %. Sin embargo, la diversidad de resultados de la diferencia hace
difícil establecer una correcta y adecuada comparación de las recidivas. Las causas de
esta diversidad pueden deberse fundamentalmente a la falta de unidad de criterios en
cuanto al concepto de recidiva ulcerosa y a las diferencias técnicas en cuanto a la
realización de la VAS.
Los horizontes de la VAS se irán ampliando, tanto es así que existen experiencias de su
aplicación en úlceras duodenales sangrantes y per-foradas.14-16
Concluimos planteando que los resultados obtenidos en este trabajo y los datos
encontrados en la literatura médica internacional indican que la vagotomía altamente
selectiva es una técnica efectiva para el tratamiento quirúrgico de la úlcera péptica
duodenal, por sus escasas complicaciones, efectos secundarios mínimos, mortalidad casi
nula y un índice de recidivas aceptable, que puede ser controlado con un adecuado
tratamiento médico.
Esta técnica se recomienda como una opción más en el arsenal quirúrgico de los
cirujanos.
SUMMARY
Results obtained with the application to 60 patients of highly selective vagotomy in
cases of duodenal and peptic ulcer from September, 1990 to December, 1994, are
reported. Patients presenting with pyloric obstruction evidenced by the clinical picture,
and radiologic and endoscopic studies were excluded, as well as carriers of certain
diseases that made it impossible to determine the effectiveness of this technique. Twenty
percent of the postoperative complications was found, and mortality accounted for 1.6
%. The predominant secondary effect was disphagia accounting for 47.4 %. Maximum
time of surveillance was of 36 months. The classification according to the degress of
Visick Gologher was as follow: I (66.8 %), II (19.2 %), III (5,3 %), and IV (8.7 %).
Relapses were found in group IV. Results obtained in groups I and II (86.0 %) were
considered satisfactory.
Subject headings: PEPTIC ULCER/surgery; DUODENAL ULCER/surgery,
VAGOTOMY PROXIMAL GASTRIC.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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Recibido: 20 de abril de 1996. Aprobado: 13 de julio de 1997.
Cap. (sm). Eduardo Williams Guerra. Hospital Militar Clínico Quirúrgico "Dr. Octavio
de la Concepción y de la Pedraja", Camagüey, Cuba.
FARMAINDUSTRIA
¿Qué es la úlcera péptica?
La úlcera péptica, también conocida como úlcera gastroduodenal, es una enfermedad
que se caracteriza por una lesión localizada y en general única de la mucosa del
estómago
(en cuyo caso se llama úlcera gástrica) o del duodeno (en cuyo caso se llama úlcera
duodenal).
Dicha lesión consiste en una pérdida de sustancia localizada de la mucosa y, en
ocasiones, de las restantes capas de la pared gástrica o duodenal, que puede variar
considerablemente
de tamaño,desde unos milímetros a varios centímetros.
La úlcera péptica es una enfermedad que, sin el tratamiento adecuado, es crónica y de
curso recidivante y con remisiones y exacerbaciones o brotes sintomáticos espontáneos
de
varias semanas de duración, a menudo influidos por la estacionalidad (la sintomatología
aparece sobre todo en primavera y otoño). Sin tratamientos eficaces, el 80% de las
úlceras
duodenales y el 50% de las úlceras gástricas recidivan en el curso de los 12 meses
siguientes
a la cicatrización1.
El síntoma más frecuente en los pacientes con úlcera péptica, característico y típico, es
el
dolor abdominal,que se localiza en el epigastrio y que los pacientes describen como
ardor,
dolor corrosivo o sensación de hambre.El dolor suele presentar un ritmo horario
relacionado
con las comidas. Raras veces aparece antes del desayuno, sino que suele hacerlo entre
una y tres horas después de las comidas y, por lo general, desaparece al comer o al
tomar
alcalinos. A menudo, los pacientes describen otros síntomas dispépticos como eructos,
distensión abdominal,intolerancia a las grasas o pirosis.
La causa más común de la úlcera péptica es una alteración de los mecanismos
defensivos
de la barrera mucosa producidos por agentes externos irritantes,pero está muy asociada
a
la infección por una bacteria exclusiva de la especie humana,el Helicobacter Pylori12.
Se acepta generalmente por la comunidad médica que la infección por Helicobacter
Pylori
es el primer agente causal (si bien no exclusivo) de la úlcera péptica2 y que la secreción
gástrica es clave en su mantenimiento.Se estima que entre el 90% y el 100% de los
pacientes
con úlcera duodenal y entre el 70% y el 80% de los pacientes con úlcera gástrica están
infectados por Helicobacter Pylori3-4.La relación entre la infección por esta bacteria y
la úlcera
péptica está bien probada5-6,aunque parece que el Helicobacter Pylori también está
relacionado
con otros trastornos como la gastritis crónica o el linfoma gástrico de tipo MALT7.
Por otra parte, también existe una proporción de pacientes asintomáticos (sin úlcera o
dolor) infectados por Helicobacter Pylori.
Introducción
La úlcera péptica es una de las enfermedades gastrointestinales más comunes en los
países desarrollados, sobre todo entre personas mayores de 40 años de edad. Se trata
de una enfermedad que, sin el tratamiento adecuado, resulta crónica y evoluciona con
brotes recurrentes y con complicaciones graves, como la hemorragia digestiva o la
perforación, que pueden llegar a ser mortales. La úlcera péptica tiene, además, gran
impacto en la calidad de vida de los pacientes, a la vez que consume gran volumen de
recursos del sistema sanitario y de la sociedad en general.
El tratamiento de la úlcera péptica ha sufrido dos grandes revoluciones. En primer
lugar, la introducción generalizada a finales de los años setenta de medicamentos
antisecretores, antagonistas H2 y, posteriormente, la utilización de los inhibidores de la
bomba de protones, que permitieron obtener altas tasas de cicatrización y reducciones
significativas del número de procedimientos quirúrgicos, hospitalizaciones y muertes.
Sin embargo, la tasa de recurrencias de la úlcera con estos medicamentos seguía siendo
alta. Fue a principios de los años ochenta cuando se descubrió que la úlcera péptica
está asociada en la práctica totalidad de los casos a una bacteria llamada Helicobacter
Pylori, cuya erradicación con antibióticos combinados con antisecretores podía llevar a
la cicatrización de la úlcera de modo permanente en la gran mayoría de los pacientes.
A partir de la utilización de combinaciones de medicamentos antibióticos y
antisecretores,
se han conseguido tasas de erradicación y curación superiores al 90%; se ha
reducido la mortalidad debida a las complicaciones y se ha aumentado la calidad de
vida de los pacientes con úlcera péptica. Al mismo tiempo, la reducción de las
complicaciones,
de las hospitalizaciones y de los procedimientos quirúrgicos ha supuesto
ahorros considerables para el Sistema Nacional de Salud y ha permitido que muchos
pacientes puedan llevar a cabo sus actividades de la vida diaria y laboral, reduciéndose
así las pérdidas de productividad por esta enfermedad.
El primer agente causal de la úlcera péptica es la infección por Helicobacter Pylori, una
bacteria
exclusiva de la especie humana La úlcera péptica es una de las enfermedades
gastrointestinales
más comunes en los países desarrollados. Puede resultar grave y crónica sin el
tratamiento
adecuado El dolor abdominal es el síntoma más frecuente en los pacientes con úlcera
péptica.
Helycobacter Pylori en nuestro país En España, la prevalencia de la úlcera péptica
también es elevada, pues afecta al 10% de la población en algún período de su vida. La
prevalencia de úlcera activa es del 1%19 ,
lo que significa que, en cualquier momento, casi 400.000 españoles tienen una úlcera
péptica activa20. En la actualidad, la incidencia anual de úlcera duodenal, es decir, el
número de nuevos casos que se producen al año, es de 0,6 a 0,8 por 1.000 habitantes,
el doble de la incidencia de la úlcera gástrica. La úlcera duodenal se presenta entorno a
los 45 años y la úlcera gástrica tiene su pico de incidencia entre los 55 y los 65 años.
Actualmente, la incidencia es similar entre géneros, aunque en el pasado se daba de
dos a tres veces más en hombres que en mujeres19.
• Las complicaciones más frecuentes de la úlcera péptica son el sangrado o hemorragia
digestiva y la perforación del estómago. La hemorragia digestiva es una complicación
que se da entre el 20% y el 28,6% de los pacientes y la perforación del estómago
se produce entre el 6% y el 10%19-21. Estas complicaciones son potencialmente
mortales
y tienen un gran impacto sobre la calidad de vida de los pacientes. Su tratamiento
también consume gran cantidad de recursos económicos.
• La mortalidad por úlcera péptica, que se estima en un 2,5% de los pacientes, se debe a
las complicaciones mencionadas anteriormente y a la cirugía22. En la gráfica 3 se
muestran
los fallecimientos por úlcera péptica en España entre 1980 y 199823. En este último
año fallecieron 978 personas por úlcera péptica.Como se observa,la mortalidad absoluta
ha seguido decreciendo recientemente, a pesar del envejecimiento de la población.
En la gráfica 1 se muestra la localización de la úlcera, siendo la más frecuente la
duodenal,
que afecta a un 69,3% de los pacientes, aunque hay una proporción de personas que
tienen ambos tipos de úlcera,duodenal y gástrica,a la vez8.
Distribución de la úlcera péptica
¿Cuántas personas están infectadas
por Helicobacter Pylori y tienen úlcera
péptica en el mundo y en España?
La úlcera péptica constituye un verdadero problema de salud pública debido a su
elevada incidencia y alto coste económico9-10. La prevalencia de la infección por
Helicobacter
Pylori en la población asintomática de España y otros países desarrollados varía,
según distintos estudios, entre el 30% y el 60%11-12, convirtiendo a la infección por
esta
bacteria en una de las enfermedades infecciosas crónicas más frecuentes en la
actualidad13-
14-15, sobre todo en los países en vías de desarrollo. En efecto, se ha detectado una
relación clara entre el estatus socio-económico o nivel de desarrollo y la prevalencia de
la infección por Helicobacter Pylori16. Así como en España y otros países del entorno
los
niños infectados por Helicobacter Pylori son pocos, en los países en vías de desarrollo la
tasa de infección alcanza al 60% o 70% de los niños17. Cualquier agresión de la mucosa
gástrica puede favorecer la aparición de una úlcera péptica en las personas infectadas.
En la gráfica 2 se muestra la prevalencia de la infección por Helicobacter Pylori en
España,
según grupos de edad. Como se puede observar, se trata de una infección crónica
frecuente que afecta sobre todo entre la población mayor de 40 años y que llega a
afectar al 73% de las personas de entre 71 y 80 años11, siendo los datos similares a los
descritos en países como Inglaterra15. Uno de cada seis infectados por Helicobacter
Pylori desarrollará una úlcera péptica18.
Los avances en la investigación han conseguido que la úlcera péptica haya pasado de ser
una
enfermedad crónica a una enfermedad aguda El futuro de la úlcera péptica
A pesar de toda la evidencia existente y de las recomendaciones de los grupos de
consenso, la utilización de combinaciones de tres medicamentos antibióticos y
antisecretores
(como la OCA7) en terapia empírica de una semana para la úlcera péptica
diagnosticada no es una opción suficientemente utilizada en muchos países
desarrollados, sino que existe gran variabilidad en la práctica clínica del abordaje
terapéutico de la enfermedad70-71. En España, no todos los médicos de atención
primaria conocen o siguen las recomendaciones actuales de erradicación de
Helicobacter
Pylori y tratamiento antisecretor y todavía se tratan a muchos pacientes con
úlcera péptica sólo con medicamentos antisecretores72.
Sería deseable que se extendiera la utilización de las combinaciones de medicamentos
que han demostrado tan altas tasas de erradicación y cicatrización de la úlcera
péptica previniendo así muchas recidivas, complicaciones, hospitalizaciones e
intervenciones
quirúrgicas y aumentando la calidad de vida de los pacientes de un modo,
además, eficiente desde el punto de vista económico.
No obstante, aunque la úlcera péptica puede curar con la terapia combinada antibiótica
y antisecretora, la aplicación a gran escala de estas pautas puede presentar dificultades
relacionadas con el cumplimiento del tratamiento por parte de los pacientes
y la aparición de resistencias a los antibióticos71. Por fortuna, las compañías
farmacéuticas
siguen trabajando en el desarrollo de nuevos medicamentos que ayuden a
simplificar los tratamientos, con pautas de posología más sencilla y con menor
incidencia
de efectos adversos60.
Además, se están investigando vacunas contra la infección por Helicobacter Pylori y
su desarrollo podría ayudar enormemente a reducir la carga asociada a la úlcera
péptica. Hay evidencias en modelos experimentales animales que demuestran la
eficacia de la vacuna como mediadora de la prevención y erradicación de Helicobacter
Pylori. Algunos aspectos todavía están en investigación, como la calidad o modalidad
de la respuesta inmune inducida para conseguir una fuerte e ininterrumpida
inmunoprotección en el hombre.
Se han diseñado varios ensayos para los próximos años con vacunas contra Helicobacter
Pylori. Estos estudios permitirán estudiar si la vacuna es eficaz en hombres y
ofrecerá una nueva oportunidad en la lucha contra la úlcera péptica74.
En 1997, además, se publicó el genoma del Helicobacter Pylori. Este paso puede ser
de gran trascendencia para que la investigación de las compañías farmacéuticas
permita conocer mejor los mecanismos patógenos y aislar segmentos antigénicos
que permitan el desarrollo de una vacuna selectiva para úlcera péptica.
Las compañías farmaceúticas trabajan para mejorar y descubrir nuevos
medicamentos que ayuden a erradicar esta enfermedad infecciosa Actualmente se
investigan
vacunas contra la infección por Helicobacer Pylori.
La forma de transmisión no está bien conocida. La vía oral-oral es sustentada por los
que abogan a su favor por la aparición de H. pylori en la placa dentaria, sin embargo es
poco frecuente que se detecte en la secreción salival y es baja la prevalencia de esta
infección en los dentistas. Al ser hallado en las heces fecales toma fuerza la vía oral-
fecal de transmisión.
A estas alturas de las investigaciones los estudiosos plantean que la mayoría de las
úlceras pépticas, aparte de aquéllas causadas por la ingestión de antinflamatorios no
esteroideos y las causadas por el síndrome de Zollinger-Ellison, son producidas por
infección de H. pylori.11 El H. pylori no se encuentra presente en la mucosa gástrica si
no hay evidencias de inflamación, ni tampoco ha sido hallado en las causas secundarias
de gastritis como son la enfermedad de Crohn gástrica, la gastroenteritis eosinofílica y
la gastritis producida por la ingestión de antinflamatorios no esteroideos y
corticoides.12 Estos hallazgos confirman la evidencia de la especificidad de la infección
bacteriana y descartan la posibilidad de una colonización secundaria a una mucosa
gástrica inflamada.
Se necesita cambiar el criterio de que la infección por H. pylori es considerada tan sólo
como un factor en la patogénesis de la úlcera péptica y pensar que la aparición de ésta
es simplemente una de las diferentes manifestaciones de una enfermedad infecciosa y,
basado en este criterio, la estrategia más efectiva para lograr su curación es erradicar el
microorganismo mediante agentes antibacterianos.11,13,14
Las consideraciones realizadas antes de la aparición de H. pylori acerca de la
predisposición genética para la enfermedad ulcerosa tienen que ser revalorizadas a la luz
del conocimiento de un agente patógeno constante de ulceración, y la supuesta
predisposición familiar a la enfermedad puede ser una transmisión de dicha infección en
miembros de una misma familia.
La leche ha sido incluida siempre en los regímenes antiulcerosos, ya que se pensaba que
neutralizaba el contenido gástrico, de hecho en parte sucede así pues cualquier alimento
al llegar al estómago neutraliza el contenido gástrico. Es necesario tomar en cuenta, sin
embargo, que momentos después, esta llegada del alimento al estómago estimula la
secreción ácida al aumentar la liberación de gastrina en presencia de productos de la
digestión proteica !la glucosa y las grasas producen pequeños aumentos de la gastrina
sérica y no estimulan la secreción de ácido!,1 por tanto, la neutralización por la leche es
sólo un efecto transitorio y es seguido por una hipersecreción de jugo gástrico. Si
sabemos, además que la leche es rica en calcio y que este mineral administrado tanto
por vía endovenosa como por vía oral estimula directamente la secreción ácida,
debemos abogar por no fomentar las comidas frecuentes a base de leche, aunque sí
podemos utilizarla a razón de 1 ó 2 vasos diarios como fuente de proteínas para acelerar
la cicatrización de la úlcera, pero si lo que deseamos es reducir la acidez gástrica,
podemos estar convencidos que lo mejor es la utilización de cualquier antiácido.15
Si la dieta fue descontinuada en la fase aguda por la presencia de acidez y dolor intenso,
ésta debe ser restituida lo más rápido posible, introduciendo de forma individual los
alimentos que mejor sean tolerados por cada uno de los pacientes y sólo se evitarán los
alimentos que causan molestias gástricas. Muchos ulcerosos coinciden en que alimentos
como la cebolla cruda, la col agria, los frijoles -en especial los chícharos- y los jugos
cítricos, les provocan malestar.
Con excepción del picante y la pimienta no hay evidencias que las especias, usadas con
moderación, sean dañinas.
La fibra dietética también ha sido eliminada durante años de la dieta del ulceroso;
tampoco hay evidencias que los alimentos con gran contenido de fibra dietética, bien
masticados e insalivados, causen daño mecánico ni irritación de la mucosa, por el
contrario, muchos de ellos como las frutas y vegetales aportan a la dieta de estos
pacientes vitaminas y minerales, por lo que lejos de perjudicarles, son beneficiosos.16
Deben ser evitadas algunas sustancias que actúan como secretagogos específicos, como
son el café, el té, los refrescos que contengan cola y las bebidas alcohólicas.
SUMMARY
Thanks to the new knowledge acquired during the last decade about the peptic ulcer,
both its pathogenesis and its treatment have changed. The discovery of Helicobacter
pylori and its finding on the surface of the epithelial gastric cells make the peptic ulcer
be considered as an infectious disease. The conceptions connected with the restrictive
diet of the patient suffering from ulcer have also changed, and the long list of forbidden
foods included in the therapeutical diet of this disease has also been reduced.
Subject headings: PEPTIC ULCER/diet therapy; HELICOBACTER INFECTIONS;
HELICOBACTER PYLORI; STRESS.
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Recibido: 28 de abril de 1997. Aprobado: 20 de mayo de 1997.
Dra. Adelaida Rodríguez de Miranda. Instituto de Gastroenterología. Calle 25 No. 503,
Vedado, municipio Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana.
Estómago
14.1. Ulcera Péptica y Cirugía
Drs. Wilfredo Febres Acosta,
Rolando Uribe Vega
GENERALIDADES
La úlcera péptica benigna, llamada así por la asociación del complejo ácido clorhídrico-
pepsina en su formación, es una lesión destructiva de la mucosa y la muscularis mucosa
del estómago y duodeno, es menos frecuente en el esófago y rara en el yeyuno.
Entre nosotros la edad promedio en úlceras gástricas es de 40 años, 35 para las
duodenales. La relación en cuanto al sexo es de 2 a 1 en favor de los varones. La
incidencia de las duodenales es 3 a 5 veces mayor que las gástricas. Hace dos o tres
décadas la frecuencia promedio de presentación se calcula entre 2 y 10 % de la
población. Actualmente la incidencia ha disminuido, sobre todo la duodenal, aunque por
radiología y endoscopía comprobamos que las duodenales siempre superan a las
gástricas. Sin embargo, el número de casos con úlceras complicadas que acuden a los
servicios de Emergencia son similares a décadas pasadas.
1.1. Anatomía
El píloro es el orificio distal, que se palpa como un grueso anillo muscular, que deja
percibir las muy constantes venas de Mayo.
Las arterias del estómago proceden de ramas del tronco celíaco, la coronaria
estomáquica y la pilórica discurren por la curvatura menor.
Las gastroepiploicas derecha e izquierda lo hacen por la curva mayor. Los vasos cortos
de la esplénica van a la tuberosidad mayor.
Las venas del estómago van en su gran mayoría a la porta. En la curva menor el arco
venoso es parecido al arterial. La vena coronaria y pilórica descienden por el epiplon
menor y desembocan en la porta. El arco venoso de la curva mayor forman la
gastroepiploica izquierda y derecha. La derecha termina en la mesentérica superior.
Los linfáticos del estómago drenan a 16 grupos ganglionares, algunos de los cuales
avanzan hasta los lumboaórticos.
La inervación gástrica está dada por fibras parasimpáticas y fibras simpáticas. Las
primeras conforman los nervios vagos, que originados en el décimo par craneal, llegan
al esófago inferior, formando dos troncos: el izquierdo o anterior, y el derecho posterior.
A nivel del estómago, dan ramas menores terminando en el antro, constituyendo el
nervio de Latarjet, que a su vez se divide en tres o cuatro terminales, conocidas como
“pata de cuervo”. Las fibras simpáticas procedentes del plexo solar, van a inervar el
estómago por su curvatura mayor.
Las úlceras gástricas y duodenales suelen ser agudas y crónicas (Lámina 3:1). Las
agudas, circunscritas a un defecto necrótico, pueden penetrar más allá de la muscularis
mucosa, y aun perforar toda la pared. Las úlceras crónicas muestran al microscopio sus
cuatro capas: exudado inflamatorio superficial, necrosis fibrinoide, capa de tejido de
granulación y tejido fibroso, denso o cicatrizal. La mayoría miden 1 cm pudiendo llegar
las gástricas a 4 cms y a 3 cms las duodenales. Johnson divide las úlceras gástricas en
tres tipos: Tipo I, ubicadas en curvatura menor encima de la incisura angularis; Tipo II,
localizadas en antro, son secundarias a una úlcera duodenal; Tipo III, yuxtapilóricas, de
patogenia semejante a la úlcera duodenal.
1.3. Fisiopatología
Hay factores agresivos que promueven la ulceración y que son contrarrestados por
procesos defensivos y reparadores. Entre los factores agresivos están el ácido, la pepsina
y los antiin-flamatorios esteroides y no esteroides. Si nos referimos a la secresión
gástrica ácida, vemos que en ella están identificados receptores en la membrana de las
células parietales que activan a tres sistemas independientes: endocrino (gastrina),
neural (acetilcolina), y paracrina (histamina). También está establecido que a nivel de
los mensajeros intracelulares, la histamina sigue la vía del AMP cíclica, mientras que la
acetilcolina y la gastrina van por el canal del calcio, convergiendo luego sinérgicamente.
Si se anula uno de estos sistemas, se produce una disminución de la secreción ácida. Si
bloqueamos todos los mensajeros intracelulares, la hipersecreción ácida quedará
controlada.
1.4. Síntomas
1.5. Diagnóstico
1.6. Complicaciones
a. Hemorragia
Está comprobado que entre el 15 y 20% de los pacientes con úlcera péptica, tendrán por
lo menos un episodio hemorrágico durante su enfermedad.
La hemorragia puede ser mínima, pequeña, mediana y masiva. Es mediana cuando las
pérdidas están entre 350 a 750 ml de sangre en 24 horas. En la masiva, está por encima
de los 750 ml pudiendo en estos casos llegar al shock.
b. Perforación
En nuestra experiencia hospitalaria en las últimas tres décadas, hemos comprobado que
el número de casos que se atiende en la Emergencia no ha disminuido, como sí ha
sucedido con los pacientes que se internan para cirugía electiva.
Hay tres tipos de perforación:
a. Agudas: son las más comunes, localizadas en cara anterior de estómago y
duodeno y que, al producirse, inundan la cavidad peritoneal.
b. Subagudas: bloqueadas parcialmente por adheren-cias, son poco frecuentes.
c. Crónicas: horadan y penetran a vísceras sólidas como el páncreas o el hígado y
bazo.
El tamaño de la úlcera, o mejor dicho de la perforación, varía entre pocos milímetros a
un par de centímetros. El 10% a 20% de pacientes con perforación, refieren no haber
tenido síntomas anteriormente. Un 20% acusan síntomas dispépticos. El 30% a 50%
referían antecedentes de enfermedad ulcerosa.
c. Obstrucción
La radiografía y la endoscopía altas, previa limpieza del estómago, darán más claridad
al diagnóstico. La biopsia endoscópica es mandatoria.
d. Intratabilidad
Esta situación no es una complicación, pero se presenta en algunos casos. Pese a los
adelantos en el tratamiento médico de la úlcera péptica hay pacientes que no responden
a los esquemas. Una úlcera duodenal que no cicatriza a las ocho semanas de
tratamiento, se considera refractaria; en el caso de la úlcera gástrica, cuando no lo hace
a las doce semanas. Claro que hay motivos para esta falla en la cicatrización, tales como
una infección por Helico-bacter pylori, uso de AINES, incumplimiento de las
indicaciones por parte del paciente, y condiciones como el gastrinoma. Todo esto puede
dar lugar a complicaciones, que no sólo aumentan el factor costo-beneficio, sino ensom-
brecen el pronóstico
a. Gastroenteroanastomosis
b. Piloroplastías
c. Gastrectomías subtotales
La primera gastrectomía subtotal distal la realizó Theodoro Billroth, el año 1881, en una
paciente con una tumoración pilórica maligna. Sobrevivió mas de seis meses. El
cirujano resecó el píloro y una pequeña parte del antro, realizando una anastomosis
gastroduodenal termi-noterminal. Esta operación es llamada Billroth I. Cuatro años
después, el mismo autor realizó otro tipo de gastrectomía subtotal distal: resecó el antro,
cerró el muñón duodenal y anastomosó el muñón gástrico al yeyuno, a 15 cm del Treitz,
en forma laterolateral y anisoperis-táltica. Esta operación se llamó Billroth II.
Con el tiempo esta técnica fue modificándose, siendo las más conocidas la de Polya y la
de Hofmesister- Finsterer, que consisten, respectivamente, en anastomosar el muñón
gástrico empleando toda la circunferencia de su boca, o cerrando un segmento de dicho
ostoma.
d. Gastrectomía total
e. Vaguectomías
Hay que recordar que hay variaciones en cuanto a posición, tamaño y número de ramas
vagales a nivel abdominal. En el mayor número de casos los nervios vagos gástricos se
originan en los plexos esofágicos, formando un tronco anterior izquierdo y otro
posterior derecho.
La vaguectomía troncal fue realizada y descrita por Dragtedt y Owens el año 1943. Con
sólidos fundamentos fisiopatológicos, que les permitió corregir la atonía gástrica de sus
primeras intervenciones. El empleo de una gastrotomía, piloroplastía,
gastroenteroanastomosis o una antrectomía, eliminan esta disfunción vagal.
f. Vagotomía selectiva
• Cirugía Laparoscópica
Durante los últimos años de la presente década, el mundo quirúrgico ha incursionado en
la cirugía gástrica y duodenal laparoscópica, en procesos agudos y crónicos, benignos e
inclusive malignos. Entre nosotros, todavía son pocos los grupos que realizan este tipo
de operaciones, pero el avance es satisfatorio y va ampliándose en cobertura y
seguridad.
Con algunas variantes y sólo a título de información, diremos que el método consiste en
establecer un pneumoperitoneo con dióxido de carbono a una presión promedio de 10
mmHg, a través de una punción en el área periumbilical (aguja de Veress).
Consiguiendo esto, se retira la aguja y por el mismo sitio se introduce la cánula
laparoscópica por donde se inserta la cámara (10 mm). Con la cavidad iluminada y
visión directa, se introducen otras dos cánulas a la izquierda, sobre la línea auxiliar
anterior (15 mm y 10 mm) y otra a la derecha de la zona subxifoidea (10 mm), por
donde van los instrumentos tractores, cortantes, disectores, coaguladores, aspiradores,
portaagujas, etc. que permitirán a su turno, realizar la exploración, disección y otros
actos quirúrgicos en la zona perigastroduodenal, incluyendo eventuales suturas directas.
a. Hemorragia
Varios son los factores que deben considerarse para ser tratada quirúrgicamente:
• Intensidad, persistencia y recurrencia del sangrado.
• Que los métodos endoscópicos como la electrocoagulación, mono o bipolar,
fotocoagulación con láser, probeta caliente, no hayan dado resultados.
• Tiempo y tipo de control.
• Localización y características de la úlcera. Edad del paciente.
• Experiencia del equipo quirúrgico.
Si la úlcera es antral (Johnson I), el estado general compensado, 7777paciente joven,
una buena opción es la gastrectomía distal, 50% de resección.
En todos estos casos, si la hemorragia es activa, debe hacerse de inicio una gastrotomía
para ligar el vaso sangrante. Aquí debemos recordar también biopsiar siempre los
bordes de la úlcera gástrica y descartar malignidad. En úlceras penetrantes al páncreas y
que están sangrando, hay que liberar de inicio la cara posterior gástrica ingresando por
la curvatura menor, para yugular el sangrado de la zona ulcerada y continuar con la
gastrectomía distal.
Para las úlceras duodenales sangrantes, debemos comenzar diciendo que si el paciente
está en mal estado general, la sutura de la úlcera a través de una duodenotomía puede
ser el único acto quirúrgico. No morirá por sangrado.
Para los otros casos debemos también considerar edad del paciente, tiempo de evolución
de la úlcera, intensidad y frecuencia del sangrado, localización y grado de Forrest.
b. Perforación
En la elección del método quirúrgico a emplear se debe considerar además del estado
clínico del paciente, que es muy importante, la experiencia profesional del personal,
médico y las facilidades hospitalarias.
RESUMEN
Se informan los resultados obtenidos con la aplicación a 60 pacientes de vagotomía
altamente selectiva en úlcera péptica duodenal, desde septiembre de 1990 a diciembre
de 1994. Se excluyeron los pacientes con obstrucción pilórica comprobada por el cuadro
clínico, estudios radiológicos y endoscópicos, así como los portadores de afecciones que
imposibilitaran determinar la eficacia de la técnica. Hubo 20,0 % de complicaciones
posoperatorias y la mortalidad fue del 1,6 %. La disfagia fue el efecto secundario
predominante con el 47,4 %. La vigilancia máxima fue de 36 meses. La clasificación en
grados de Visick-Goligher fue la siguiente: I (66,8 %), II (19,2 %), III (5,3 %) y IV (8,7
%). Las recidivas estuvieron constituidas por el grupo IV. Los resultados obtenidos en
los grupos I y II (86,0 %) se consideraron buenos.
Descriptores DeCS: ULCERA PEPTICA/cirugía; ULCERA DUODENAL/cirugía;
VAGOTOMIA GASTRICA PROXIMAL.
MÉTODOS
Se estudiaron 60 pacientes operados entre septiembre de 1990 y diciembre de 1994 por
presentar úlcera duodenal activa por más de 6 meses, diagnosticada endoscópicamente.
Se excluyeron los portadores de estenosis pilórica así como otros que tuvieran
afecciones crónicas, entre ellas la pancreatitis crónica, hernia hiatal, diverticulosis del
colon y otras.
Se analizaron las complicaciones transoperatorias y posoperatorias, los efectos
secundarios, el tiempo de vigilancia, la recidiva de la úlcera y los resultados clínicos. Se
tomó como patrón los grados Visick-Goligher para evaluar los resultados.
Los datos recogidos de las encuestas creadas al efecto y de las historias clínicas fueron
procesados en una microcomputadora IBM compatible.
RESULTADOS
De los 60 pacientes intervenidos, el 71,8 % (43 pacientes) oscilaban entre 30 y 40 años.
No hubo casos por debajo de 20 años ni por encima de 70 años; 43 fueron hombres
(71,8 %) y 17 mujeres (28,2 %).
Se complicaron 12 pacientes (20,0 %). Del total de complicaciones, las más frecuentes
fueron: deshiscencia parcial de la herida, granuloma de la herida y hematoma de la
herida (tabla 1). No se presentaron complicaciones transoperatorias. La mortalidad fue
de 1,6 % (1 paciente) por infarto agudo del miocardio.
TABLA 1. Complicaciones posoperatorias
Complicaciones Pacientes
Dehisiencia parcial de la herida 5
Granuloma de la herida 3
Hematoma de la herida 3
Sepsis de la herida 2
Urosépsis 2
Ileo paralítico 1
Hernia incisional 1
Infarto agudo del miocardio 1
Total de pacientes complicados 12 20,0 %
Hubo recidiva de la úlcera en 5 pacientes (8,7 %), confirmado por el cuadro clínico y la
endoscopía. La recidiva apareció entre los 6 meses y los 14 meses. Todos fueron
sometidos a tratamiento médico durante 6 ó 12 semanas y no curaron 3 de ellos, a los
que fue necesario reintervenir (tabla 3).
TABLA 3. Recurrencia ulcerosa
Recurrencia % Pacientes No de recurrencias y tratamiento
No 52 91,3
Sí 5 8,7
2 vagotomía troncular
+ piloroplastía
1 vagotomía troncular
+ antrectomía
Total 57 5 100,0
Los resultados clínicos globales fueron perfectos en 38 pacientes, (66,8 %); buenos en
11 pacientes, (19,2 %); regulares en 3 pacientes, (5,3 %) y malos en 5 pacientes, (8,7
%).
En general se obtuvieron buenos resultados en el 86,0 % de los pacientes (fig. 2).
Existe una forma incompleta de la curvatura menor que es la llamada "úlcera gástrica
necrótica gigante", referida por primera vez por Lambert en 1976.6 En los pacientes
estudiados no se presentó ninguna de las referidas complicaciones.
De las secuelas precoces de la VAS, las más evidentes son la disfagia y la plenitud
posprandial 7,8 y así lo demostraron los resultados en este trabajo. Del análisis de la
disfagia se desprende que su instauración es precoz, ocasional, desencadenada por
comidas saladas y su duración varía entre pocos días y varias semanas, pero desaparece
antes de los 3 meses. Este síntoma se debe a la denervación del esófago inferior y
descordinación con insuficiente relajación del esfínter esofágico inferior, lo que ha sido
reafirmado en los trabajos de Balint y otros después de estudios manométricos
posoperatorios. Estos autores sostienen que la plenitud posprandial es un síntoma
ocasional que puede relacionarse con transgresiones dietéticas, y se debe a un retardo
transitorio del vaciamiento gástrico, cuando persiste se relaciona con un mal resultado
quirúrgico.7
Otros efectos secundarios que pueden observarse son los vómitos biliosos, el reflujo
gastroesofágico y el dumping,8 no encontrados en los pacientes objetos de estudio.
Desde el comienzo del empleo de la VAS como tratamiento para la úlcera duodenal
hasta la actualidad, los resultados referidos en la literatura acerca de las recidivas han
oscilado ampliamente entre el 1 y el 40 %.8,9 El porcentaje de recidivas en la casuística
estudiada fue de 8,7 %. Sin embargo, la diversidad de resultados de la diferencia hace
difícil establecer una correcta y adecuada comparación de las recidivas. Las causas de
esta diversidad pueden deberse fundamentalmente a la falta de unidad de criterios en
cuanto al concepto de recidiva ulcerosa y a las diferencias técnicas en cuanto a la
realización de la VAS.
Con respecto a la técnica quirúrgica los autores mantienen el criterio de que el número
de la recidiva está en dependencia de los cirujanos que intervienen y su grado de
experiencia. Existe el acuerdo de que la denervación debe realizarse por límites
anatómicos ya establecidos, sin embargo algunos autores como Papiela y otros 11 han
empleado para una mayor seguridad el Test del Rojo Congo, que implica no obstante un
mayor riesgo de recidiva.
Los horizontes de la VAS se irán ampliando, tanto es así que existen experiencias de su
aplicación en úlceras duodenales sangrantes y per-foradas.14-16
Concluimos planteando que los resultados obtenidos en este trabajo y los datos
encontrados en la literatura médica internacional indican que la vagotomía altamente
selectiva es una técnica efectiva para el tratamiento quirúrgico de la úlcera péptica
duodenal, por sus escasas complicaciones, efectos secundarios mínimos, mortalidad casi
nula y un índice de recidivas aceptable, que puede ser controlado con un adecuado
tratamiento médico.
Esta técnica se recomienda como una opción más en el arsenal quirúrgico de los
cirujanos.
SUMMARY
Results obtained with the application to 60 patients of highly selective vagotomy in
cases of duodenal and peptic ulcer from September, 1990 to December, 1994, are
reported. Patients presenting with pyloric obstruction evidenced by the clinical picture,
and radiologic and endoscopic studies were excluded, as well as carriers of certain
diseases that made it impossible to determine the effectiveness of this technique. Twenty
percent of the postoperative complications was found, and mortality accounted for 1.6
%. The predominant secondary effect was disphagia accounting for 47.4 %. Maximum
time of surveillance was of 36 months. The classification according to the degress of
Visick Gologher was as follow: I (66.8 %), II (19.2 %), III (5,3 %), and IV (8.7 %).
Relapses were found in group IV. Results obtained in groups I and II (86.0 %) were
considered satisfactory.
Subject headings: PEPTIC ULCER/surgery; DUODENAL ULCER/surgery,
VAGOTOMY PROXIMAL GASTRIC.
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Cap. (sm). Eduardo Williams Guerra. Hospital Militar Clínico Quirúrgico "Dr. Octavio
de la Concepción y de la Pedraja", Camagüey, Cuba.
La forma de transmisión no está bien conocida. La vía oral-oral es sustentada por los
que abogan a su favor por la aparición de H. pylori en la placa dentaria, sin embargo es
poco frecuente que se detecte en la secreción salival y es baja la prevalencia de esta
infección en los dentistas. Al ser hallado en las heces fecales toma fuerza la vía oral-
fecal de transmisión.
A estas alturas de las investigaciones los estudiosos plantean que la mayoría de las
úlceras pépticas, aparte de aquéllas causadas por la ingestión de antinflamatorios no
esteroideos y las causadas por el síndrome de Zollinger-Ellison, son producidas por
infección de H. pylori.11 El H. pylori no se encuentra presente en la mucosa gástrica si
no hay evidencias de inflamación, ni tampoco ha sido hallado en las causas secundarias
de gastritis como son la enfermedad de Crohn gástrica, la gastroenteritis eosinofílica y
la gastritis producida por la ingestión de antinflamatorios no esteroideos y
corticoides.12 Estos hallazgos confirman la evidencia de la especificidad de la infección
bacteriana y descartan la posibilidad de una colonización secundaria a una mucosa
gástrica inflamada.
Se necesita cambiar el criterio de que la infección por H. pylori es considerada tan sólo
como un factor en la patogénesis de la úlcera péptica y pensar que la aparición de ésta
es simplemente una de las diferentes manifestaciones de una enfermedad infecciosa y,
basado en este criterio, la estrategia más efectiva para lograr su curación es erradicar el
microorganismo mediante agentes antibacterianos.11,13,14
Las consideraciones realizadas antes de la aparición de H. pylori acerca de la
predisposición genética para la enfermedad ulcerosa tienen que ser revalorizadas a la luz
del conocimiento de un agente patógeno constante de ulceración, y la supuesta
predisposición familiar a la enfermedad puede ser una transmisión de dicha infección en
miembros de una misma familia.
La leche ha sido incluida siempre en los regímenes antiulcerosos, ya que se pensaba que
neutralizaba el contenido gástrico, de hecho en parte sucede así pues cualquier alimento
al llegar al estómago neutraliza el contenido gástrico. Es necesario tomar en cuenta, sin
embargo, que momentos después, esta llegada del alimento al estómago estimula la
secreción ácida al aumentar la liberación de gastrina en presencia de productos de la
digestión proteica !la glucosa y las grasas producen pequeños aumentos de la gastrina
sérica y no estimulan la secreción de ácido!,1 por tanto, la neutralización por la leche es
sólo un efecto transitorio y es seguido por una hipersecreción de jugo gástrico. Si
sabemos, además que la leche es rica en calcio y que este mineral administrado tanto
por vía endovenosa como por vía oral estimula directamente la secreción ácida,
debemos abogar por no fomentar las comidas frecuentes a base de leche, aunque sí
podemos utilizarla a razón de 1 ó 2 vasos diarios como fuente de proteínas para acelerar
la cicatrización de la úlcera, pero si lo que deseamos es reducir la acidez gástrica,
podemos estar convencidos que lo mejor es la utilización de cualquier antiácido.15
Cuanto mayor sea el volumen de alimentos ingeridos, tanto mayor será la respuesta
secretora porque aumenta el efecto estimulante de la secreción gástrica así como la
actividad motora gástrica, por lo que se le prescribirá al paciente ulceroso un régimen
alimentario fraccionado en 6 comidas al día con pequeñas cantidades de alimentos.
Si la dieta fue descontinuada en la fase aguda por la presencia de acidez y dolor intenso,
ésta debe ser restituida lo más rápido posible, introduciendo de forma individual los
alimentos que mejor sean tolerados por cada uno de los pacientes y sólo se evitarán los
alimentos que causan molestias gástricas. Muchos ulcerosos coinciden en que alimentos
como la cebolla cruda, la col agria, los frijoles -en especial los chícharos- y los jugos
cítricos, les provocan malestar.
Con excepción del picante y la pimienta no hay evidencias que las especias, usadas con
moderación, sean dañinas.
La fibra dietética también ha sido eliminada durante años de la dieta del ulceroso;
tampoco hay evidencias que los alimentos con gran contenido de fibra dietética, bien
masticados e insalivados, causen daño mecánico ni irritación de la mucosa, por el
contrario, muchos de ellos como las frutas y vegetales aportan a la dieta de estos
pacientes vitaminas y minerales, por lo que lejos de perjudicarles, son beneficiosos.16
Deben ser evitadas algunas sustancias que actúan como secretagogos específicos, como
son el café, el té, los refrescos que contengan cola y las bebidas alcohólicas.
SUMMARY
Thanks to the new knowledge acquired during the last decade about the peptic ulcer,
both its pathogenesis and its treatment have changed. The discovery of Helicobacter
pylori and its finding on the surface of the epithelial gastric cells make the peptic ulcer
be considered as an infectious disease. The conceptions connected with the restrictive
diet of the patient suffering from ulcer have also changed, and the long list of forbidden
foods included in the therapeutical diet of this disease has also been reduced.
Subject headings: PEPTIC ULCER/diet therapy; HELICOBACTER INFECTIONS;
HELICOBACTER PYLORI; STRESS.
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Dra. Adelaida Rodríguez de Miranda. Instituto de Gastroenterología. Calle 25 No. 503,
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