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2. 2. En este orden de ideas, la literatura no puede reflejar la realidad porque el hombre no tiene un
contacto directo con ésta, no accede a ella sino a través del “mundo ideológico” (“conjunto de
formas colectivas de la conciencia social”); es decir, la realidad para el sujeto no es más que una
lectura de la realidad, lectura hecha desde el mundo ideológico, realidad leída a través del filtro de la
ideología. En síntesis, la lectura que hacemos de la realidad está contaminada ideológicamente.
Como nuestra relación con la realidad no puede ser más que una relación mediatizada, el sujeto no se
relaciona con los objetos del mundo, sino con objetos ideológicos. Si el sujeto produce un discurso
sobre la realidad, este discurso necesariamente contiene las huellas del mundo ideológico del sujeto.
Todo producto ideológico (ideologema) es parte de la realidad social y material que rodea al hombre,
es elemento de su horizonte ideológico materializado. Independientemente del significado de una
palabra, se trata, ante todo, de una palabra materialmente existente, como palabra dicha, escrita,
impresa, transmitida en voz baja, al oído ajeno, pensada mediante un habla interna; esto es, la palabra
siempre es una parte objetivamente existente del entorno social del hombre. (Medvedev-Bajtín 48)
Todo discurso producido da cuenta no de la realidad, sino de la manera como el sujeto lee la realidad.
La literatura no refleja la realidad sino una lectura de la realidad, el texto nos habla de una realidad
percibida: el texto literario recrea el objeto percibido por el sujeto, el “objeto ideológico”, el
ideologema. La literatura refleja al hombre, su vida y su destino, su “mundo interior”, siempre dentro
del horizonte ideológico; allí todo se realiza en el mundo de los parámetros y valores ideológicos. El
medio ideológico es la única atmósfera en que la vida, en cuanto objeto de representación literaria,
puede llevarse a cabo. Sólo al plasmarse ideológicamente, al reflactarse por el prisma ideológico, la
vida como conjunto de determinadas acciones se convierte en argumento [siuzhet], asunto [fábula],
tema, motivo. Una realidad aún no reflactada ideológicamente, cruda, por decirlo así, no puede
formar parte de un contenido literario. (Medvedev-Bajtín 60) Ahora bien, en este proceso de
recreación literaria de la realidad percibida hay una posición del sujeto, hay una elección del sujeto
sobre, por ejemplo, los materiales, los temas, los sistemas significantes. El ideologema en el texto
literario es, entonces, estructurado por dos tipos de orientaciones: por las del mundo ideológico que
orienta su relación con la realidad, y por la de su orientación en el mundo ideológico. Es decir, el
ideologema es el resultado de una orientación de la conciencia, dada por el mundo ideológico, en el
mundo sobre la que el sujeto no decide y de una orientación en el mundo ideológico sobre la que el
sujeto decide. (cuando decide ser creador y jugar en ese mundo ideológico que a lo mejor reconoce:
intención del escritor para con el efecto de recepción, cómo quiere ser leído? Esto es mío.) En este
sentido, Noé Jitrik plantea la escritura como un trabajo, un juego de operaciones que transforma lo
dado de la palabra para producir una significación. La escritura está predeterminada por un ambiente
ideológico que desarrolla ciertas leyes o técnicas relacionadas con las leyes de la producción social.
Esta determinada ideología, que puede ser explícita o no, permite la elección de las técnicas de
realización, técnicas que
3. 3. pueden ser aceptación o negación de la ideología dominante. La ideología es pues el puente entre
el trabajo textual y el trabajo social. Podemos decir que toda producción textual está regida por una
ideología que, a su vez, es tributaria de una teoría más amplia que define cierta manera de considerar
la producción social; dicha ideología puede ser implícita –u ocultada- o explícita –asumida o
discutida o destruida- y desde ella se escribe, o mejor dicho en ella tiene lugar la elección de las
técnicas aptas para que el trabajo se lleve a cabo. (Jitrik 17-18) A estas orientaciones Bajtín las
denomina evaluaciones sociales. El ideologema es, pues, estructurado por las evaluaciones sociales
del sujeto, que son de dos órdenes: A. la evaluación del mundo ideológico instituida en la lengua y B.
la de la elección del sujeto. La evaluación social tiene un doble juego. Por un lado está en la lengua;
por el otro, forma parte de la actividad del escritor frente a su material, que produce una segunda
evaluación, a partir de las evaluaciones sociales de la lengua. (Altamirano 38) Esta segunda
evaluación define el carácter activo del sujeto que produce el enunciado. De esta manera, la
orientación de un texto en lo ideológico y estético está dada por la evaluación social del sujeto sobre
prácticas ideológicas y discursivas ya orientadas por el sistema de evaluaciones sociales propias del
ambiente ideológico del sujeto. En este sentido, pero ampliando la noción de objeto ideológico a la
noción de texto, Julia Kristeva define el ideologema como: Aquella función intertextual que puede
leerse materializada a los diferentes niveles de la estructura de cada texto, y que se extiende a lo
largo de todo su trayecto, confiriéndole sus coordenadas históricas y sociales. (Kristeva 15-16) El
ideologema tiende, pues, un puente entre el texto y la realidad. Al trabajar con ideologemas, en el
análisis textual indagamos por la lectura que el texto hace de la realidad, lo que implica determinar el
modo de esta lectura; es decir, el constructo ideológico del texto. Santiago de Cali, febrero de 2003
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Opinión
18/06/2007
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“En las regiones con las que tenemos que ver, hay conocimiento a manera del relámpago.
El texto es el trueno que sigue retumbando largamente”
Walter Benjamin
Resumen
En las siguientes líneas se presenta una revisión sucinta del concepto de ideología realizado por Mijail Bajtin en sus
obras tempranas: El marxismo y la filosofía del lenguaje: Los principales problemas del método sociológico en la
ciencia del lenguaje y El método formal en los estudios literarios: Introducción crítica a una poética sociológica. Esto
con el fin de presentar a lectores, no avisados en este autor, sobre las posibilidades epistémicas de este marco de
referencia dialógico. Esta por demás advertir que una lectura crítica y profunda de los estudios bajtinianos
corresponden a autores como Todorov y Kristeva.
Heurística dialógica
Mijail Bajtin (1895-1975) busca en su obra una respuesta a los principales problemas que pensamiento ofrecían a una
persona, para comprender su entorno. Pone en "diálogo" el concepto de signo lingüístico y conciencia humana. Ésta
última, como portadora de verbal del mundo psíquico del sujeto y la vida social derivada del lenguaje como
comunicación.
Para ello, considera el signo lingüístico como "idelogema"[i] o "signo ideológico" y por ende "dialógico" que motivado
por las fronteras dialécticas de lo social y lo individual gestan y expresan su dialogía[ii]. Esta capacidad del signo
lingüístico le permite trascender permanentemente del Ser al Otro (la palabra ajena), a otras conciencias. En
consecuencia, toda forma de enunciado nos permite pensar, sentir y vivir la realidad. La tarea es comprender los
fenómenos ideológicos concretos: "(...) es necesario rellenar la falla entre la doctrina general acerca de las
superestructuras ideológicas y el desarrollo concreto de los problemas especiales"[iii]
Así, "la palabra" esta viva, nace en el interior del diálogo como respuesta, réplica, reflexión y refracción ideológica.
Dicha interacción dialógica se da entre las palabras ajenas en el interior de los enunciados. Todo signo verbal se
comporta (pues) como campo de luchas de los lenguajes, y esto es así por que el espacio de los lenguajes es un
espacio social. La ley del lenguaje es la lucha por el signo que, a su vez, representa y comprime puntos de vista sobre
el mundo, formas de conceptualizar las experiencias sociales, cada una marcada por tonalidades, entonaciones,
valores, verdades y significados diferentes. La lucha sígnica no es otra cosa que lucha de fuerzas sociales, en este
sentido acusa Bajtin:
"(…) todos lo productos de creatividad ideológica -obras de arte, trabajos científicos, símbolos y ritos religiosos-
representan objetos materiales, partes de la realidad que circundan al hombre(...) no tienen existencia concreta sino
mediante el trabajo sobre algún tipo de material... únicamente llegan a ser una realidad ideológica al plasmarse
mediante las palabras, las acciones, la vestimenta, la conducta y la organización de los hombres y de las cosas, en
una palabra mediante un material sígnico determinado"[iv]
Es decir, todo el material ideológico debe materializarse. Todo material ideológico expresa y condensa a los seres
culturales que le han producido. Todo material ideológico posee significación, sentido y valor intrínseco. Por esto,
ningún material ideológico puede estudiarse fuera de su proceso social de producción (y de recepción) que le aporta
su sentido de totalidad.
Dialogo como alteridad y textualidad
Según lo anterior, el material ideológico se encuentra inserto en el torrente de la historia. La historia es un diálogo de
voces y cada sujeto una intersección de voces. En la obra de Bajtín el sujeto hablante se fragmenta en "voces" que
entran en diálogos (internos y externos), que se suceden, contradicen o interrumpen, configurando así el fenómeno
socio-lingüísto que denominamos ideología: la conciencia pensante del hombre (monólogos internos) y el espacio
dialógico de la existencia. Cada sujeto está saturado de lo social. La vida discursiva no existe sin la palabra (voz) del
Otro:
"(…) cada producto ideológico(...) no se encuentra en el alma, ni en el mundo interior o el mundo abstracto de las
ideas y de los sentidos puros, sino que se plasma en el material ideológico objetivamente sensible: en la palabra, en el
sonido, en el gesto, en la combinación de volúmenes, líneas, colores, cuerpos vivientes, etc. Todo producto ideológico
(ideologema) es parte de la realidad social y material que rodea al hombre, es momento de su horizonte ideológico
materializado... más allá de lo que una palabra signifique, lo importante es que siempre establece una relación entre
los individuos de un medio social más o menos extenso, relación que se expresa objetivamente en reacciones
unificadas de la gente: reacciones verbales o gestuales, actos organización, etc... la significación no existe sino en la
relación social de la comprensión, esto es, en la unión y en la coordinación recíproca de la colectividad ante un signo
determinado"[v]
En este sentido, toda forma literaria se constituye, así, en fenómeno social ideológico. Para éste autor, lo central es la
"comprensión" del conjunto en su misma diversidad, su heteroglosia[vi]. Dicha expresión se articula en zonas de
creatividad ideológica, que articulan su horizonte ideológico ó totalidad axiológica. En resumen, todos los factores
culturales y sociales están en juego; todo es reflejado y refractado en los respectivos "textos culturales" que
pertenecen a específicos horizontes ideológicos:
"(…) en realidad, toda obra artística, lo mismo que cualquier producto ideológico, es resultado de la comunicación. Lo
importante en este producto no son los estados individuales psíquicamente subjetivos que origina, sino los vínculos
sociales, la interacción de muchas personas que establece... el medio ideológico siempre se da en un vivo devenir
ideológico; en él siempre existen contradicciones que se superan y vuelven a surgir. Empero, para cada colectividad
determinada y en cada época de su desarrollo histórico, ese medio representa una singular y unificada totalidad
concreata, abarcando en una síntesis viviente e inmediata a la ciencia, el arte, la moral, así como otras
ideologías"[vii]
De allí que, que toda interpretación navegue entre los horizontes ideológicos de la totalidad de cada ideologema en
tanto que signos lingüistico-ideológico de su época sociohistórica y de las resonancias, réplicas, reflexiones y
refracciones entre ambas manifestaciones materiales de su horizonte axiológico de referencia, donde:
"(..) cualquier producto ideológico es parte de una realidad natural o social, no sólo como un cuerpo físico, un
instrumento de producción o un producto de consumo, sino que además, a diferencia de los fenómenos enumerados,
refleja y refracta otra realidad, la que está más allá de su materialidad. Todo producto ideológico posee una
significación, representa, reproduce, sustituye algo que se encuentra fuera de él, esto es aparece como signo. Donde
no hay signo no hay ideología... de esta manera, al lado de los fenómenos de la naturaleza, los objetos técnicos y los
productos de consumo existe un mundo especial, el mundo de los signos(...) todo lo ideológico posee una significación
sígnica"[viii].
La compresión del material signico-ideológico sólo es posible por medio de otros signos-ideológicos, en el territorio
interindividual de significación y valoración; el signo aparece como una capacidad neutral de acumulación de los
procesos sociales y es allí donde se convierte en signo social "la palabra acompaña como un ingrediente necesario, a
toda la creación ideológica en general"[ix]
Es decir, toda palabra esta presente en el proceso de comprensión e interpretación de cualquier material sígnico
(idelógico-social) Todo acto discursivo (diarios, mapas, hipertextos, cine, etc.) se expresa en el exterior, en el
intercambio, que responde a específicas formas de interacción social (discursivas, dialógicas, ideológicas), sus
distintas orientaciones activas responden a las fuerzas sociales que le sostienen. Todo signo ideológico es
contradictorio, más su polisemia se pluriacentúa acorde al horizonte ideológico (axiológico) que le corresponde.
En resumen, la Ideología para Bajtín responde a una dimensión de la sociabilidad fundamental que da cuenta las
relaciones sociales y la justificación que se da de las mismas por un colectivo social. Toda ideología nace de la división
del trabajo, esta ligada sustantivamente a las estructuras de poder (condición y producto, a la vez). Sus rasgos
sobresalientes son:
No es arbitraria, es orgánica e históricamentemente necesaria, forma el entramado de sentido donde los hombres y
mujeres producen y reproducen su quehacer
Posee una función específica dentro de una configuración social, por un lado oculta y desplaza las contradicciones
sociales y por otro reconstituye una coherencia discursiva de orientación sobre lo que acontece desde las relaciones
sociales
Es capaz de articular conjuntos y subconjuntos de discursos más o menos móviles, más o menos contradictorios, más
o menos coherentes; que permanecen opacos a los diversos agentes que hacen uso de ellos
Se materializa o institucionaliza en prácticas más o menos palpables.
Bibliografía
Bajtin, M (Voloshinov, V) El marxismo y la filosofía del lenguaje: Los principales problemas del método sociológico
en la ciencia del lenguaje. (trad. Tatiana Bubnova) Alianza Editorial. 1era Edición. Madrid, 1992
Bajtin, M (Medvedev, P) El método formal en los estudios literarios: Introducción crítica a una poética sociológica.
(trad. Tatiana Bubnova) Alianza Editorial. 1era Edición. Madrid, 1994
[i] Para Bajtin todo ideologema es una forma específica de enunciado, es decir, juego abierto de enunciasiones, de
voces, en eterna y multiforme lucha por el signo ó significación. Así, todo ideologema traduce lo real en "texto"
(tejido, campo de lucha) o sistema de valores en diálogo con un horizonte ideológico u "horizonte de expectativas"
[vi] La heteroglosia en los estudios bajtianos apuntará a dos posibilidades de configuración. (a) una de tipo cultural
(sociohistórica) la CRANAVALESCA, (b) la otra de índole poética (literaria) POLIFONÍA.
https://www.alainet.org/es/active/18143
Signo Bajtín
Signo ideológico
“ […] todos los productos de creatividad ideológica -obras de arte, trabajos científicos,
símbolos y ritos religiosos- representan objetos materiales, partes de la realidad que
circundan al hombre(...) no tienen existencia concreta sino mediante el trabajo sobre
algún tipo de material... únicamente llegan a ser una realidad ideológica al plasmarse
mediante las palabras, las acciones, la vestimenta, la conducta y la organización de
los hombres y de las cosas, en una palabra mediante un material sígnico determinado"
"(Medvedev, 1994:46)
Bibliografía:
Bubnova, Tatiana, “Voz, sentido y diólogo en Bajtin”, en Acta Poética, no. 27, 2006, pp. 97-114.
Farge, Arlette, La Atracción del Archivo, traducción de Anna Motero Bosch, Valencia, Ediciones Alfons el
Magnanim-IVEI,1991, 102 p.
Riestra, Dora (comp.), Saussure, Voloshinov y Bajtin revisitados. Estudios históricos y epistemológicos,
Buenos Aires, Miño y Dávila, 2010, 158 p. Consultado a través del enlace
http://books.google.com.mx/books?
id=HHo6mChBgKgC&printsec=frontcover&dq=voloshinov&hl=es&sa=X&ei=CwquUPSIBMGO2AX5g4HQD
g&ved=0CCwQ6AEwAA (21 de noviembre de 2012)
Saussure, Curso de Lingúistica General, v. 1, trad. prologo y notas de Amado Alonso, Buenos Aires,
Losada, 1945, 260 p. Consultado a través del enlace
https://sites.google.com/site/aportacionesfilosoficas/de-saussure-ferdinand-curso-de-lingueistica-general-
losada-buenos-aires-1945 (26 de Noviembre de 2012)
Sercovich (comp), Obra Lógico-Semiótica, trad. Ramón Alcalde y Mauricio Prelooker, Madrid, Taurus,
1987, 431 p.
Voloshinov, Valentín N., El signo ideológico y la filosofía del lenguaje. Trad. del inglés por Rosa María
Rúsoovich. Buenos Aires, Nueva Visión, 1976, 242 p.
Voloshinov, Valentín Nikólaievich, ElMarxismo y la filosofía del lenguaje. Los principales problemas del
método sociológico en la ciencia del lenguaje, trad. Tatiana Bubnova prólogo de Isis M. Zavala. Madrid,
Alianza Editorial, 1992, 186 p. Consultado en el sitio webhttp://www.bio-design.com.ar/1-
FADU/2012/Voloshinov-El-marxismo-y-la-filosofia-del-lenguaje.pdf (21 de noviembre de 2012)
Hemerografía:
Castro, Sonia J. “El paradigma bajtiano desde una perspectiva kuhniana” (Nota) en Onomázein. Carlos
González Vergara y M. Soledad Aravena, semestral, Chile, XIX, 2009/1. Cosultado directamente de
internet http://www.onomazein.net/19/castro.pdf (21 de noviembre de 2012)
Gutiérrez, María; Ball, Manuela; Márquez, Emilia “Signo, Significado e intersubjetividad: Una mirada
cultural” en Educere, vol. 12, núm. 43, octubre-diciembre, 2008, pp. 689-695. Consultado por internet a
través del enlace http://redalyc.uaemex.mx/pdf/356/35614570004.pdf (26 de noviembre de 2012)
[i] Definición tomada de la página electrónica http://lema.rae.es/drae/?val=signo (21 de Noviembre de 2012)
[ii] Para mayor comprensión del sistema pierciano consúltense los siguientes sitios web
http://www.unav.es/gep/HouserPresentacionPeirce.html y http://www.biblioteca.org.ar/libros/300408.pdf [Floyd
Merrell, “Qué, por fin, es el s