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ALEXANDER KOBLENZ

EL MUNDO MÁGICO
DE LAS
COMBINACIONES

EDICIONES MARTINEZ ROCA, S. A.


BARCELONA
Título original: Volshebnyi mir Kombinatsii

Traducción de J. López de Castro

Revisión técnica: Juan Navarro

© 1980, VAAP, Moscú


© 1983, Edicionl:s .Martínez Roca, S. A.
Gran Via, 774, 7.
0
08013 Barcelona
-

ISBN 84-270-0818-X
Depósito Legal: B. 25367- 1987
Impreso por Diagráfic, S. A. - Constitució, 19 - 08014 Barcelona

Impreso en España - Printed in Spain


íNDICE

Prólogo 9

En la «despensa• de las maravillas . 11

El laboratorio del ajedrecista 21


Dos pájaros de un tiro . 28
Horquillas de caballo y peóu 35

Al acecho. 43

La clavada 50

Arterias di' damisela 61


La «diversión», tema combinativo 61
¡Atraer a toda costa! 64
/
No sólo en los vuelos s011 ~i&"rosas las sobrecargas ... 68

El combate por las «esferas de influencia» . 76


Bloqueo 76
Despeje de una casilla 77
Obstrucción 81

Motivos geométricos 85
¿En qué sueñan los peones? . 88

7
Métodos de autodefensa. . 96
Combinaciones de cahogado• 96
La jugada intermedia 97
Jaque perpetuo 98
Celadas 99
Contraataque 101

A la caza del rey 105


Catástrofes por las diagonales 105
El sacrificio «de trastrueque• 108
Debilidad de la fila 8 . 110
Combinaciones cmagnéticas.J 110

Sacrificios intuitivos . 115

¡Hacia nuevos encuentros! 121

¡Comprobad vuestras soluciones! 127

8
PRóLOGO.

Queridos amigos:

Cuando estudiéis esta obra estaréis asistiendo invisiblemente al


entrenamiento de mis alumnos del club ajedrecístico de Riga. Las
enseñanzas que imparto a estos muchachos tienen por objeto no
sólo ponerles al corriente de las ideas y métodos combinativos más
importantes en la partida de ajedrez,- sino también inculcarles el
·Sentimiento de lo bello, sin el cual, a mi parecer, es imposible pe-
netrar a fondo _en el mundo mágico de la combinación. únicamente
podrá el jugador de ajedrez tenerse por verdadero artista cuando
las más profundas ideas con1binativas dejen de ser para él un se~
creta, cuando él mismo se convierta en creador de ese mundo ori~
ginal y misterioso.
Mas el camino que conduce a tal grado de maestría está lleno
de espinas. Por ello atribuyo especial importancia a los ejercicios
que cada uno ha de resolver en particular. La práctica demuestra
que el análisis sistemático de las distintas posiciones, así como el
estudio de problemas y finales, aceleran el desarrollo de la visión
combinativa, enseñando a los jóvenes ajedrecistas a pensar por si
mismos y a no perderse en situaciories extraordinarias o complica-
.,. das.
Espero que la lectura atenta de este libro contribuya a vuestro
progreso y os procure muchos momentos agradables.

A. Koblenz
Riga, agosto de 1979

9
EN LA «DESPENSA» DE LAS MARAVILLAS

Comencemos pues nuestro via- tió con fuerza inusitada. Vinis-


je, ya desde hoy, al maravillo- teis luego a conocer las partidas
so mundo de las combinaciones de los grandes jugadores, así co-
ajedrecísticas. mo las perlas de la poesía aje-
¿Os acordáis de vuestras pri- drecística: problemas y ~finales
meras partidas? Las jugabais co- compuestos. Y de esta manera,
mo a tientas, dejabais escapar poco a poco, vuestra pasión por
elementales golpes tácticos, per- el ajedrez fue creciendo y for-
díais material, os daban el «ma- taleciéndose. Podíais ya seguir el
te del Pastan> ... Pero lo más ad- hilo de la muda batalla que li-
mirable es que, a pesar de todo, braban entre sí las piezas blan-
nunca abandonasteis el ajedrez. cas y negras, comprendiendo las
¿Por qué? Tal vez porque os en- ideas y planes de ambos conten-
contrabais a gusto mandando dientes; os resultaban cada vez
aquel pequeño ejército de made- más claros los principios del de-
ra. Os arrastraba la emoción de sarrollo armónico y coordinación
la batalla, y pronto el noble jue- de las fuerzas de combate,.
go os cautivó por completo con A menudo, no obstante, habréis
su inmenso poder seductor y sus quedado sorprendidos al perca-
múltiples enigmas aparentemen- taros de que, por encima de la
te indescifrables. Ahora bien, el impresión que os pueda causar
simple barrunto de esos miste- la lógica de las ideas estratégi-
rios, la mera sospecha -como es- cas o la delicada técnica de los
cribía el ilustre cineasta sovié- finales, el máximo placer estéti-
tico V. Meiergold- es ya una co os lo produce observar cómo
forma de actividad, de dina- el bando activo, sin reparar en
mismo. pérdidas de material, lleva a ca-
Por fin, un buen día, acertas- bo una brillante combinación. Pa-
teis a efectuar vuestra primera rece cosa de brujería que, arro-
combinación. Hoy os parece ele- jando lastre, transformemos nos-
mental, pero en aquel entonces, otros mismos esa tosca· materia
estoy seguro, vuestro corazón la- en energía explosiva que nos aca-

11
rrea una rápida y magnífica vic- Con esta definición, ya lo sé,
toria. no os estoy descubriendo Amé-
-¿Seré yo capaz de adquirir rica. La podéis leer en cualquier
ese poder combinativo? ¿No se manual de ajedrez. Sólo preten-
trata de una especie de «don di- do que durante vuestro entrena-
vinO)), de talento que sólo unos miento no os contentéis con ver
pocos poseen? la combinación misma, sino que
Me parece que esta pregunta os fijéis también en los factores
no os la dirigís únicamente a vos- posicionales que la determinan y
otros mismos, sino que me la di- en las condiciones que permiten
rigís también a mi. llevarla a efecto. Esto os ayuda-
Sí, puedo responderos a la pri- rá a encontrar con rapidez la idea
mera parte. En cuanto a la se- de la combinación, a asimilar prO-
gunda, no cabe duda de que tal fundamente y recordar lo que ha-
ha sido la opinión más común béis visto. ·
durante mucho tiempo, pero la Examinemos un ejemplo toma-
actual pedagogía ajedrecística ha do de la práctica:
dejado bien establecido que la
práctica asidua y un entrena- Diagrama núm. 1
miento sistemático agudizan rá-
pidamente la visión combinativa Mores! Ferrarlni
del jugador medio. Además, no Italia, 1972
hay un solo gran maestro que
haya heredado ese don desde la
cuna. Como cualquier otro arte,
el de la combinación exige, para
dominarlo, una actitud reflexiva
y seria, una asiduidad que lo
mantenga «vivo>), un entrena-
miento constante.
Pero pasemos, como suele de-
cirse. de las palabras a los he-
chos. Puesto que os veo ya lo bas-
tante fuertes en cuanto a prác-
tica, aunque no muy versados to-
davía en cuestiones teóricas, creo
oportuno que empecemos por de-
finir la combinación.
La combinación es una variante
forzada donde se sacrifican pie- En esta posición juegan las
zas o peones para lograr uno de blancas. Circunstancia importan-
los siguientes fines: mate, ganan- te, pues con no poca frecuencia
cia de material y, en posiciones el resultado del combate depen-
difíciles, igualdad o tablas. En ca- de de quién sea el primero en
da combinación hay siempre un apoderarse de la iniciativa y ases-
temFt, ·es decir, el motivo o «pre- tar a su adversario el golpe fa-
texto» que da pie para realizarla, y tal.
una idea o proyecto combinativo. La situación es bastante ten-

12
sa. Aunque las piezas blancas de 2 .... , AxP? las negras po-
ocupan lugares activos y se dis- dían haber jugado de otra ma-
ponen a explotar la debilidad del nera y ser así las primeras en
rey contrario, han de contar con dar mate: 2 .... , DxPT+!!; 3.
la amenaza inmediata de las ne- RXD, TlT+; 4. A6T, TXA mate.
gras: ¡mate en 2CR! Por ello resulta claro que, pa-
¿Y qué? ¿Por qué tener mie- ra las blancas, lo más importan-
do? Juguemos l. A5D+, C2C,t.2. te en la posición del diagrama 1
T!CR, AxP?; 3. TXP+, A~T; es no conceder tregua alguna a su
4. D6TD con mate inevitable al adversario.
rey negro. Muy bonito ... pero falc «Pero ¿cómo no va· a ser po-
so. ¡En los cálculos hay que te- sible explotar las ventajas de mi
ner siempre en cuenta la res- posición?», piensa el blanco. En
puesta mas fuerte del adversario! efecto, se dan todas las condi-
Cualquier jugador algo experi- ·ciones favorables para combinar
mentado notará en seguida que con éxito: fuerte presión en la
el punto flaco de esta variante diagonal 2TR-8CD, posición acti-
consiste en 2 .... , AXP? va de la dama blanca, posibilidad
¿Qué es lo que le permite ·a un de que el alfil de rey intervenga
buen ajedrecista dar de inmedia.:..en el ataque por la diagonal 1TR-
to con lo esencial de la posición? 8TD. además de que una de las
Su conocimiento de las posicio- torres y sobre todo el caballo
nes típicas. En la variante que apuntan directamente al monar-
acabamos de ver, su memoria .no ca enemigo... Y el cerebro del
podía menos de evocar, por aso- ajedrecista empieza entonces a
ciación de ideas, la posición que desentrañar febrilmente los se-
sigue: cretos de la posición y a exami-
nar las posibles variantes.
Diagrama núm. 2 Con este problema de creativi-
dad tendréis que habéroslas a me-

• • • • nudo en la práctica. En mi opi-

••••

¡•¡; • • • • • nión, todo jugador de ajedrez de-
be dejarse guiar por el .siguiente

••••
principio, que en su tiempo for-

•••
••••
~-Wf¡·z
• P•• •
·~
~
p .¡.2 @2"%1
;p
muló así el primer campeón del
mundo, Wilhelm Steinitz: «El que
tiene ventaja está obligado a ata-
car, so pena de perderla» .
A propósito de este axiorila,
Emanuel Lasker: escribía: {(Ese

••••
...
"estar obligado"' connota una ley
ética a la que es arduo y fasti-
dioso obedecer ... Sólo el que obe-

~~
dece a tal mandato puede llegar
a ser un artista; el que no, nun-
ca lo logrará». Y más adelante
Con esta imagen en la mente, prosigue: «En ajedrez. esa ley éti-
no es ya difícil ver que en vez ca significa: busca la combinación

13
que recoja el fruto de tu venta- to es que la encontraron recor-
ja. Cree en la existencia de tal dando, probablemente, la posición
combinación y trata de descubrir- temática del mate ahogado:
la. Y si la has puscado cien ve-
ces sin encontrarla, sigue bus- Diagrama núm. 3
cándola. Es posible que la venta-
ja que imaginas tener no sea más
Q\.lle una ilusión, que te hayas
equivoca~ en tus apreciaciones:
verifícalas y mejóralas. Pero, an-
te todo, ¡busca con diligencia!
;Trabaja, pues tu trabajo será re-
compensado~)>
Volvamos ahora a la posición
que comentábamos. ¿Están las
blancas en lo cierto al pretender
que se les brindan aquí las con-
diciones objetivas indispensables
para poder realizar una combina-
ciórl? De ordinario se plantea uno
este tipo de preguntas después de
hab-er evaluado la posición, es de-
cir, sopesado sus pros y contras
para emitir un diagnóstico preci- Y he aquí que la imaginación
so. Una evaluación correcta es recobra sus derechos, junto con
como el <(hilo de Ariana», que nos la habilidad de combinar. Poco
indica por dónde hemos de bus- a poco va concretándose ~1 plan.
car la idea combinativa. En primer lugar, ¡bloquearle to-
En el caso presente, los facto- das las salidas al rey negro~ Es-
res estáticos de la posición mani- trechar el cerco a su alrededor
fiestan una neta superioridad de con las propias piezas, de modo
las blancas. Pero este dictamen que ni siquiera pueda moverse.
sólo puede guiarnos de manera Según el diagrama 1, dos ideas
general, como si se tratara de una tácticas le permiten al blanco lle-
brújula. La información definiti- var a cabo una vistosa combina-
va que determinará nuestro pro- ción de mate.
ceder será el fruto de una e··, ~·
luaclón de los factores posiciona- l. A5D+ G2C
les de carácter dinámico, el re- 2. D8C+! TxD
sultado de un análisis concreto
de todas las posibilidades tácti- ¡Ya está realizada la idea del
cas que la posición encierra. bloqueo!
No sé si las blancas habrían
sido capaces de encontrar la com- 3. TxP+!
binación decisiva sin el auxilio
de una larga experiencia ajedre- ¡Desviación! El alfil negro s-e ve
cística y del cúmulo de conoci- obligado a abandonar la defensa
mientos así atesorados. Lo cier- del punto 2AD y, al mismo tiem-

14
po, a ocupar la casilla 2TD, blo- con los temas del bloqueo, la des-
queándola a su vez. viación y el mate ahogado, las
blancas han sabido encontrar la
3. AxT solución correcta. (Sin esos cono-
4. C7A mate. cimientos podían también, claro
está, haber alcanzado su objetivo,
Diagrama núm. 4 pero ¿para qué se inventó la bi-
cicleta?)

Tratemos ahora de estudiar


juntos algunos finales artísticos y
problemas que, como antes decía-
mos, constituyen el tesoro poéti-
co del ajedrez.

A. Kakovh¡, 1936

Diagrama núm. 5

¡Se logró! En un santiamén las


blancas han llevado brillantemen-
te a la práctica su proyecto, sin
darle tiempo a la dama negra pa-
ra caer sobre el punto 7CR.
Del ejemplo que acabamos de
ver se desprenden las siguientes
conclusiones:

1) Sólo las amenazas enérgicas


le garantizan la iniciativa al ban-
do que la posee. Juegan blancas y ganan
2) Al investigar las posibilida-
des que se le ofrecen, el ajedre- Evaluando la posición no es di-
cista no debe dejarse guiar úni- fícil percatarse de que en el c.im-
camente por los factores estáti- po de las negras, pese a su ven-
cos de la posición, sino que ha de taja de material, se respira un
tratar también de descubrir, me- aire malsano: el rey está expues-
diante análisis concretos, los ele- to y, lo que es peor, falto de vías
mentos dinámicos de la misma de escape. Sus propios peones le
(aquí había que tener en cuenta bloquean la casillas 3D y 3AR,
el recurso disimulado de las ne- mientras la torre le impide una
gras: sacrificar la dama en 7TR). posible fuga por 3R. ¿N o podría
3) Gracias a su familiaridad el blanco sacar partido de esta

15
coyuntura ejecutando una combi- Diagrama núm. 6
nación de mate?

1. P4A+

La prosaica solución del pro-


blema, consistente en ganar la ca-
lidad por medio de l. C4A, P x P;
2. CxT, RXC; 3. TXP, A4T, no
da sino tablas. Y si 2. C X A+,
las negras recobran la pieza me-
diante un doble ataque: su rey
se retira a 4AR, amenazando al
caballo blanco al tiempo que la
torre da jaque.

l. ... R4D
2. PSA!
te del peón que más inofensivo
Sacrificio para despejar la ca- parecía al principio.
silla 4AR, que ·será utilizada por Un juego complicado y agudo
el caballo.
caracteriza el siguiente final del
compositor letón:
2. AxP
3. C4A+ R4R
4. TID P3A
Herman Matison, 1924
Parando el mate que se ame-
Diagrama núm. 7
nazaba. Sin embargo, la brillan-
te jugada que sigue lleva a una
rápida conclusión.

5. TSD+! PxT
6. C3D+! PxC
7. P4A mate.

(Véase diagrama núm. 6)

El defecto de este final consis--


te en el carácter !orzado de su
solución, donde a las negras no
se les brinda ninguna posibili-
dad de contrajuego o de oponer
un mínimo de resistencia. A pe-
sar de todo, es imposible no su-
cumbir al encanto del desenla- Tablas
ce, así como al hecho de que el
golpe mortal venga precisamen-
A decir verdad, se requiere una
16
extraordinaria perspicacia y una pueden dar mate: 5. P8A=D,
buena dosis de espíritu imagina- P8CJ=D+; 6. R X A, etc. Y a 4.
tivo para visualizar aquí la po- ... , RxP seguiría 5. T8TR+ y 6.
sición de tablas que se les pro- TlT.
mete a las blancas.
5. T8TR+! RxT
l. TST+ R2A
Por fin el rey negro es empu-
Es malo l. ... , R~ a causa de jado a su primera fila y las blan-
2. T8CD, C4C; 3. P8A=D mate. cas pueden coronar el peón con
Esta variante ilustra la idea mo- jaque. Pero "las cosas no son to-
triz del final: la transformación davía tan sencillas como parece,
de un peón en dama. aunque la lucha está ya a punto
de culminar.
2. T8CD C4C
3. TSAR+! 6. PSA=D+ R2T
Sacrificio de atracción. Des- 7. D2A! PSC=D
pués de 3. . .. , R x T las blancas
promueven su peón a dama con En apariencia todo el proyecto
ganancia de tiempo: 4. PaA=D+, de las blancas se viene abajo,
R2A; 5. D2A, PaC=D; 6. DxD, pues si 8. D X D, el negro conti-
C6A+; 7. R3D, CxD; 8. P7T y núa a .... , C6A+, recobrando la
no hay defensa contra la amena- dama y quedando con ventaja de-
za 9. P8T=D. cisiva de material. Sin embargo ...
En vez de la jugada del texto,
sería erróneo 3. TxC, PxT; 4. 8. R3R+!! DXD
P8A=D, ya que las negras ata-
carían primero: 4 .... , PBC=D+; Diagrama núm. 8
5, R4D, D5C+; 6. R3D, D7D+;
7. R4R, D6R mate.

3. ... R3C!
4. C4A+!!

Comienzo de un asombroso pro-


yecto de salvación. Pierde 4. T1A?
a causa de 4 .... , ABA; 5. C4A+,
R2T; 6. C3D, P8C=D; 7. P8A=D,
C6A +!; a. R4D (lo mejor, ya que
en caso de 8. D XC las negras ga-
narían inmediatamente por me-
dio de 8.... , D2C+), C7R+; 9.
R4R, C6C + ; 1 O. R4D, D8T +, et-
cétera.

4. R2T ¡Tablas por ahogado! El alfil


enemigo clava la única pieza dis-
Si 4. A XC, las negras no ponible.

17
Cierto que las negras podían cho el estudio de tales composi-
haber coronado su peón trans- ciones para desarrollar· -en breve
formándolo en alfil en vez de da- plazo la facultad combinativa y
ma, pero también entonces serian la perspícacia táctica. Lo especí-
tablas depués de 8. C3D!!, A X D. fico de los problemas es que en
¡El caballo queda ahora clavado ellos «ya está todo a punto»: sólo
en otra casilla y por otro alfil! queda hallar el camino más cor-
to para el mate.
Antes de poneros a trabajar,
Kh. Eichstadt, 1848 conviene que tengáis presente es-
te consejo práctico: cada ejerci-
Diagrama núm. 9 cio debe abordarse con la máxi-
ma concentración y seriedad po-
sibles. El propio perfeccionamien-
to rendirá en su justa ·medida
sólo si, al entrenaros, adoptáis la
actitud psicológica de qui"n se
enfrenta con un auténtico adver-
sariO. Ya desde los primeros pro-
blemas desconfiad de las jugadas
fáciles o, en otras palabras, guar-
daos de dar «capirotazoS>) irrefle-
xivos con las piezas. Por último,
tratad de analizar mentalmente
las varían tes, sin «pasean> el ma-
terial por el tablero.
Y ahora... ¡manos a la obra!

Diagrama núm. JO
Mate en 4 jugadas

La solución de este problema


debéis tratar de encontrarla por
vuestra cuenta. (Véanse al final
del libro las soluciones de todos
los ejercicios propuestos como ta-
rea personal.) N o os desaniméis
si no se os ocurre en seguida. Des-
pués de algunos intentos fructuo-
sos (y aun infructuosos) estaréis
en mejores condiciones de apre-
ciar la eficacia y originclidad de
la idea del autor.
Todavía os daré a _l;'esolver al-
gunos problemas más co::no pri-
mer trabajo personal. Esto no es
fortuito. A mí mismo y luego a
mis alumnos nos ha servido mu-

18
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Diagrama núm. 11

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Diagrama núm. 13 (
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Diagrama núm. 12 Diagrama núm. 14 (

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Diagrama núm. 15 Diagrama núm. 17

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Diagrama -núm. 16 En los diagramas 10-16, las
blancas juegan y dan mate en 2

• •·s-• •
jugadas. El diagrama 17 propone
-~· un mate en 3. Lógicamente, este
ejercicio es más complicado por

••••
contar mayor número de varian-
tes. Os lo advierto ya de antema-

• • •ti:\
no: ¡el hueso es duro de roer!

m
i ••••
ttJ. -~· •
••.•.••'-•
20
EL LABORATORIO DEL AJEDRECISTA

El objeto de nuestro estudio lo nal. Veréis con qué disimulo el


constituirán ahora los principiJs jugador experto oculta sus pla-
estratégicos del ajedrez. No se nes al adversario y se prepara es-
trata de dogmas rígidos ni axio- tratégicamente concentrando sus
mas forja dos en abstracto, sino fuerzas en el punto crucial dé la
de reglas establecidas y sancio- batalla.
nadas por muchos años de prác~
tica. Si las comprendéis y apli-
cáis correctamente, os permitirán Gambito Evans
explotar al máximo la energía po-
tencial de las piezas y os servi- Lehmann Miüller
rán de orientación para elaborar Match RFA - Suiza, 1950
un buen plan de juego.
No toco este tema por casuali- l. P4R P4R
dad. Muchos jóvenes ajedrecis- 2. C3AR C3AD
tas. fascinados por la belleza de 3. A4A A4A
las combinaciones, desestiman el 4. P4CD
aprendizaje de estos principios
posicionales por considerarlos me- Con este sacrificio las blancas
nos importantes. Ello es debid0 a tratan de ganar tiempo para de-
quE: no ven la estrecha relación sarrollar sus fuerzas y ocupar el
que existe entre estrategia y tác- centro., con los peones. Al mismo
tica. ftn tiende la jugada 4. P3A. pero
En los ejemplos que examina- después de 4. . .. , C3A; 5. P4D.
remos se apreciará cómo estaba PXP; 6. PxP, A5C+; 7. A2D,
ya todo posicionalmente list0 pa- AxA+; 8. CDxA, P4D!; 9. PxP,
ra poder realizar la idea combi- CR x P las negras consiguen in-
nativa. Más en concreto, las d0s movilizar el centro blanco.
partidas siguientes os ayudarán a
seguir paso a paso la férrea lógi- 4. AXPC
ca con que la posición se va dis- 5. P3A A4T
poniendo para el «estallido» fl- 6. P4D PxP

21
7. 0-0 A3C Diagrama núm. 18
8. PXP P3D
9. C3A C3A?

Aunque la libertad de accwn


de un caballo se reduce conside-
rablemente trasladándolo al bor-
de del tablero (4TD), en este caso
concreto era importante hostigar
al alfil blanco para obligarlo a
abandonar su posición activa y,
en particular, su.s pretensiones de
ataque al pur:to 7 AR. De todas
formas, la teoría recomienda aquí
9 .... , C4T. Esto nos ilustra, de
paso, la elas"-Jcidad con que han
de aplicarse los principios posi-
cionales, u~o Ce los cuales es que
las piezas deben desarrollarse ha- Las blancas han ejecutado con
cia el centro (véase también la éxito la primera parte de su plan
partida siguiente Tal-Suetin). estratégico: ¡retener al rey ene-
migo en el centro! Ahora es el
10. P5R! momento de pensar en los me-
díos tácticos que permitan sacar
Por fin se les presenta a las el máximo partido de esta cir-
blancas la pr~era oportunidad cunstancia. He aquí una curiosa
de combinar. Se; desarrollo es cla- regla: una vez lograda la venta-
ramente super~or al del enemigo ja posicional que se pretendía, las
y poseen un fuerte centro de peo- consideraciones estratégicas pa-
nes móviles. Basándose en estas san a un segundo plano y hace
ventajas posic:onales, preparan su entrada triunfal la táctica, es
ahora un plan de acción con vis- decir, las ideas combinatívas.
tas al futuro.
Como el rey negro está toda- 11. C4TD
vía en el centro, procuran irripe- 12. CxP CxA
dirle a toda costa el enroque. Tal 13. D4T+ A2D
es el objetivo del sacrificio del 14. DxC A3R
texto: atrayer:C:o el PD a la ca- 15. P5D!
silla 4R despejan la diagonal 3TD-
8AR para, en :a. jugada siguiente, ¡Fortisima jugada! Además de
dominarla con su alfil de dama. despejar la columna D para la
propia artillería, atrae al alfil ne-
10. PXP gro hacia una incómoda clavada.

(Véase d~rama núm. 18) 15. AxPD


16. D4TD+ P3A
11. A3T: 17. TDlD

22
Ahora se cierne sobre las ne- cante deben actuar con energía y
gras una amenaza similar por la armónicamente.
columna de rey: 18. TR1R. 4) Si el objeto de ataque es el
rey enemigo, se precisan a menu-
17. C2D do considerables sacrificios de
18. cxc DxC material para llevar la ofensiva
19. CxA PXC a feliz término.

Diagrama núm. 19 «También yo sé combinar como


Alekhine, pero Alekhine no tiene
émulo en el arte de preparar la
combinación.» Estas palabras fue-
ron escritas por Rudolf Spiel-
mann, uno de los más fervientes
adeptos del juego combinativo.
En la partida que sigue se con-
firma plenamente esta máxima de
Emanuel Lasker: «El juego posi-
cional constituye la fase prepa-
ratoria de la combinación.»

Defensa siciliana

Tal Suetin
Tifiis, 1969
20. TxP!
l. P4R P4AD
¡Decisivo remate táctico! Las 2. C3AR P3R
negras abandonan, ya que des- 3. P4D PxP
pués de 20 .... , D X D la otra to- 4. CxP P3TD
rre blanca entra en juego con 5. A3D C2R
mortal efecto: 21. T1R+, etcétera. 6. C3AD CD3A
De la partida que acabamos de 7. C3C
ver podemos sacar las siguientes
conclusiones: Esta jugada no es una pérdida
de tiempo. El desarrollo de uno
1) Estrategia y táctica están de los caballos negros en 2R tie-
estrechamente ligadas. né por objeto, además de refor-
2) Para llevar a cabo una com· zar su propio flanco trasladán-
binación, el bando activo debe no dose eventualmente a 3CR, sim-
sólo tener alguna ventaja posi- plificar la posición desalojando a
cional (ventaja de desarrollo en la dama blanca de su puesto do-
el ejemplo precedente), sino tam- minante y concluyendo con nor-
bién una superioridad material malidad el desarrollo del ala de
en el sector donde se libra la ba- rey.
talla definitiva.
3) Las piezas del bando ata- 7. ... . C3C

23
8. 0·0 NC londradamente al ataque ni in-
9. A3R P3D tentan forzar los acontecimientos;
10. P4A A2R primero llevan al centro la torre
11. D5T que les queda por desarrollar. Ad-
mitiréis que, arrastrados por el
Ahora se pone en evidencia el carácter violento de los ataques
aspecto negativo del desarrollo recíprocos en distinto flanco, a
del caballo negro por 3CR: la da- menudo nos olvidamos de la exis-
ma blanca ha logrado ocupar una tencia de esa lejana torre ...
inexpugnable y amenazadora po-
sición junto a la ciudadela ene- 12. AxC
miga. 13. PXA D2A
14. T2D!
A3A Jugada de largo alcance. Una
vez abierta la columna AR, la to-
En la defensa siciliana asisti- rre de dama irá rápidamente a
mos aLenfrentamiento de dos ideas . 2AR, intensificando así la presión
eStratégicas igualmente agresivas. sobre el frente enemigo.
Las negras cifran sus esperanzas
en un juego activo en el flanco 14. CD2R
de dama, aprovechando la colum-
na semiabierta AD y la posibili- Moviendo varias veces la mis-
dad de hostigar a su adversario ma pieza, las negras sólo consi-
mediante el avance del PCD. Las guen retardar todavía más su de-
blancas, por su parte, tratan de sarrollo.
atacar enérgicamente en e_l flan-
co de rey. 15. C4D!
A partir de estos datos no es
dificil seguir el curso psicológico Este caballo no hacía nada
de la lucha. Las negras arden en práctico en 3CD. Ahora es trans-
deseos de adquirir alguna venta- ferido al centro de operaciones.
ja tangible de posición en el ala
de dama, en particular doblando 15. A2D
los peones blancos tras el cam- 16. P5A!
bio en 6AD, pero no se percatan
de que al entregar su alfil de rey Principio de una ingeniosa ma-
por el caballo enemigo debilitan niObra para abrir la columna AR.
las casillas negras en su prclpio A las blancas no les importa, en
campo. este caso, ceder a su adversario el
punto f'R (4R del negro).
12. TDlD!
16. PXP
Trasladando su dama a 5TR, 17. PXP C4R
las blancas han dado a conocer 18. C6R! AxC
sus intenciones agresivas. Sin em- 19. PXA P3C
bargo, para opon'erse a los planes
del adversario, no se lanzan ato- En esta jugada, a lo que pare-

24
ce, cifraban las negras sus espe- Las fuerzas blancas, por el con-
ranzas. A raíz del retroceso de la trario, ocupan posiciones activas:
dama blanca pensaban continuar la torre de lAR apoya el avan-
20. . .. , P4A, refutando las ame- ce del peón en esta columna; la
nazas inmediatas. La réplica si-. otra torre, es cierto, se mantiene
guiente echa. por tierra todas sus por ahora en reserva, pero su im-
ilusiones ... portancia se pone de relieve tras
21. ... , R2D, en cuyo caso sigue
Di·agrama núm. 20 un ataque a la descubierta con
jaque doble, 22. A5AR+, y des-
pués de 22 .... , R3A; 23. A4R+,
C4D; 24. A XC+ las negras pere-
cen igualmente.
También el alfil de dama ha
participado a su manera en el
ataque controlando la diagonal
1CR-7TD y, en caso de 21. ... ,
RlA, amenazando mate inmedia-
to en 6T.
En suma, esta partida, lo mis-
mo que la anterior, nos permite
apreciar cómo la superioridad po-
sicional se transforma lógicamen-
te en un devastador ataque de
mate.
¡Ahora os toca el turno a vos-
20. DxC!! PXD otros! Os propongo los siguientes
21. PxP+ Abandonan. ejercicios que debéis tratar de
resolver «sobre el papel», es de-
La posición final ilustra exce- cir, sin ayuda del tablero. En to-
lentemente los errores cometidos dos ellos el enunciado es idénti-
por las negras en esta partida. co: las blancas comienzan y dan
En primer lugar, su aciago retra- mate en 2 jugadas.
so en el desarrollo: ¡las dos to- Si no acertáis a encontrar la
rres siguen en su casilla de ori- solución, no perdáis el ánimo. Sa-
gen! Además de esto, el ca.""!lbio cad el tablero y colocad en él las
del alfil de rey por el caballo piezas. En tal caso intentaréis
blanco sólo ha s-ervido, corr.o ya grabar bien en vuestra memoria
decíamos, para debilitar laS pro- tanto la posición inicial del pro-
pias casillas negras y dejar aho- blema como su desenlace. Por
ra un hueco fatal en 2CR (21. cierto, os aconsejo utilizar a me-
... , RlA; 22. A6T mate). nudo este método de trabajo .

25
Diagrama núm. 21 Diagrama núm. 23

Diagrama _núm. 22 Diagrama núm. 24

26
Diagrama núm. 25

27
DOS PÁJAROS DE UN TIRO

La mayoría de tales combina- intentando así liberarse de la mo-


-Ciories se inspiran en ;ataques do- lesta clavada que paraliza lite-.
bles; o sea, cuando una pieza ci ralmente sus fuerZas. P'ero no se '•
peón crea dos amenazas a un han dado cuenta de que en 411)
tiempo. Este tipo de ataque es este caballo carece de defensa,
particularmente peligroso si se di- lo cual les proporciona a las blan-
rige contra el rey y una pieza in- cas la idea de una fulgurante
defensa. combinación.

l. T8R!!
Blackburne TeiChmaJlll
El negro se rindió inmediata-
Diagrama núm. 26 mente, ya que después de l. .. .,
DxT; 2. AxC+, TXA; 3. DXT+,
D2A; 4. DxC quedaba con una
(
pieza de menos.
Así, gracias a un sacrificio de
(
\ desviación, las blancas han logra-
do finalmente ventaja de mate-
rial. He ahí un procedimiento tí-
( pico, consistente en que, a p.artir
de una idea aislada, se pone en
(
marcha toda una combinación
( victoriosa.
El siguiente ejemplo requiere
( un examen más detallado de la
situación.

(
Las negras acaban de jugar'
( C4T, atacando al alfil enemigo e
(
28
(
Muffang Devos las blancas han obligado al ad-
París, 1948 versario a debilitar también. la
diagonal 1TR-BTD tras la juga-
Diagrama núm. Z7 da P4AR que las negras han he-
cho para defenderse del ataque
a 2CR y quitarle fuerza al alfil
de rey enemigo obstruyéndole la
diagonal 2TR-8CD. A consecuen-
cia de esto, la cadena de peones
negros se ha quedado rígida y
ahora se hace mucho más into-
lerable la presión del adversario
por las casillas oscuras. Además,
las piezas negras apenas pueden
moverse, atadas como están a la
defensa. Por ejemplo, ¿podría la
dama abandonar siquiera un ins-
tante la vigilancia del punto 2CR?
¡Claro que no! Si nos referimOs
a los tres factores fundamentales
de la partida de ajedrez: mate-
Probemos a evaluar el estado rial, tiempo y espacio, hay que
de cosas tal como nos lo repre- reconocer que las negras no sólo
senta el diagrama. Las blancas, han perdido ya la batalla del
que han movilizado ya todas sus tiempo, sino también la del espa-
fuerzas, tienen ventaja posicio- cio. En resumen, vemos aquí reu-
1
nal. Su dama ocupa un puesto do- nidas todas las condiciones que. 1
minante en el centro y sus dos han de permitir a las blancas 1
torres controlan sendas colunmas aclarar «fulminantemente» la si- 1
abiertas. A su vez, el alfil situa- tuación por medios tácticos.
do en 2C desempeña un papel im- De entrada, el blanco ve que
portantísimo reforzando la pre- puede ganar un peón mediante l.
sión de la dama sobre el punto AXP, pues a l. ... , PXA; 2. DXD,
7CR. TxD seguiría 3. TxC+ con ma-
Todas las piezas blancas ac- te. Sin embargo, ya con más cal-
túan en perfecta armonía, lo cual ma, observa que no sólo el pun-
es, como decíamos, uno de los to 2CR de las negras está poco
principales requisitos para com- defendido, sino también su pri-
binar con éxito. Record.emos, con mera fila. Esto le sugiere una bri-
todo, que las fuerzas atacantes llante idea combinativa.
deben coordinar y ejecutar sus
respectivas tareas sin «pisarse el l. T7A! DxT7A
terreno)) unas a otras. Tal es el 2. TxC! Abandonan.
caso, por ejemplo, de los dos al-
files, que se complementan ideal~ Si 2 .... , D2R, las blancas cam-
mente discurriendo por casillas bian sencillamente las torres en
de distinto color. 8R obligando a la dama enemi-
En la posición que nos ocupa, ga a dejar sin defensa el punto

29
crítico 2CR. ¡Caso típico de pie- La posición de las negras es,
za sobrecargada! por supuesto, lamentable. El rey
Pero imaginad por un momen- se ha quedado en el centro, ence-
to que el PTR blanco se encon- rrando una de las torres y petri-
trara todavía en su casilla origi- ficando, por decirlo así, su propio
nal (2T), bloqueándole el paso al flanco. No hay duda de que las
propio rey. La citada combina- blancas han de ganar, pero su
ción se vendría entonces abajo, mérito estriba en hab-er encontra-
ya que después de l. T7 A??, do el camino más corto hacia la
DXT(7A); 2. TxC, TxT; 3. victoria.
Dx D?? contaría sobre todo la de-
bilidad de la primera fila... ¡de l. P6T! PXP
las blancas!, y serían éstas las 2. D4R
primeras en recibir mate: 3 .... ,
Atacando la torre y amenazan-
T8D mate. do al mismo tiempo 3. DBR+ !,
He ahí por qué, pese a lo mu-
TxD; 4. TXT mate.
cho que pueda seducirnos una
Combinación· én cierneS, Y -·a ·10 2. ... DlA
dispuestos que estemos a llevar- 3. A7D!
la audazmente a cabo, debemos
examinar con gran cuidado la po- Sacrificio de desviación mer-
sición, tratando de no perder de ced al cual las blancas ganan el
vista ni el más menudo detalle. caballo y con él la partida.
Hay que hacerlo, como dicen al- Otro recurso táctico, la obs-
gunos, <<Con la. cabeza fría, aun- trucción, le permitió a D. Ja-
que arda el corazón». nowski rematar brillantemente
una de sus partidas de torneo:

Beninson Adelman Janowski Schallopp


EE.UU., 1970 Nuremberg, 1896
Diagrama núm. 28 Diagrama núm. 29

30
l. A5Dl Diagrama núm. 30

Amenazando la dama enemiga


con ganancia de tiempo y desco-
nectándola a la .-ez de la defenc
sa de su PAD.
l. ... PxA
Ya está obstruida la gran dia-
gonal. Sigue ahora un típico ata-
que doble.

2. DXPA+ RlD
3. DxT+ R2D
4. D7C+ R3R
5. D6A+ A3D
¡Y las negras p:erden a causa
de una elemental clavada! nera forzada el problema de la
defensa.
6. ASA Abandonan
l. A8CR+l
En efecto, desp Jés de 6. . .. ,
1 2. DXA D7R+
DXT+ y 7.... , DxT, la dama 3. D2C DxD+
blanca, ayudada por el alfil, aca- 4. RXD ASR+
ba rápidamente con el solitario
Las negras ganan ahora la to-
e indefens.o rey :::egro.
Supongo que es:Os ejemplos ha- rre y obtienen tablas.
En el ejemplo siguiente, A. Ale-
brán bastado pa:a convenceros
de la fuerza de la dama en la rea- khine orienta sus operaciones a
lización de ataques dobles. una conclusión análoga:
En su ausencia. el alfil puede Diagrama núm. 31
desempeñar con éxito el mismo
papel destructor.

Lilienthal Tolush
Parnu, 194'?..
(Véase di~gr11.~a núm. 41)

Con la calidad de menos, las


negras deben per:.s.ar en salvarse
a toda costa. De;,iando al rey
blanco mediante el sacrificio de
uno de los alfiles : el subsiguien-
te cambio de dal!'..z.s. le obligan a
Ocupar una diagc~al crítica, lo
que les permite resolver de ma-

31
Reti Alekhine Diagrama nrím. 33
Baden-Baden, 1925

Di'agrama núm. 32

2. ... R2A

TxC Relativamente lo mejor, aun-


l.
2. TxC C5C+ que también en este. caso las
3. R3T C6R+ blancas obtienen ventaJa de ma-
4. R2T CxT terial recurriendo a un doble mo-
5. AxT C5D tivo táctico: el sacrificio de des-
6. T2AR CXA+ viación y la subsiguiente trans-
7. Txc A4D! formación de un peón en dama.
Abandonan.
3. AxT RXA
4. T7A+ T2D
Alekhine Bogoljubov 5. P6A+
Match para el campeonato del
mundo, 1929 ¡Desviación! El rey negro no
puede a la vez defender la to:
(Véase diagrama núm. 33) rre y rechazar el insolente ata-
que del peón. Es obvio que_ ~as
l. TXA+! TXT negras no están ya en condicio-
2. A4T nes de detener el ava..">J.ce de este
Pone a las negras en situación neón pasado sin sufrir graves pér-
didas materiales, pero deciden re-
crítica. Ahora no es posible 2.
T2-2D a causa de 3. A X T, sistir hasta el fin.
T ·~A y la torre blanca penetra 5. RlR
en las filas enemigas con d~s­ 6. A6C+ RlD
tructores efectos: 4. T7A+, etc. 7. P7A Abandonan.
y si 2.... , Tl-lR, surge un tema
no menos peligroso: la horquilla .·y ahora, a trabajar un poco!
de peón ( 3. P6A + seguido de 4. V~mos a ver cómo habéis ~;irni­
PXT). lado los temas de esta leccwn.

32
Diagrama núm. 34 Diagrama núm. 36

Juegan blancas Mate en 3 jugadas

Diagrama núm. 35 Diagrama mím. 37

Juegan blancas Juegan blancas

33
rl
l'

Diagrama núm. 38 Diagrama núm. 40

IZ'
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!··"'"'' '"-'-;;-;-;".-,;

Juegan negras Juegan blancas

Di:1grama núm. 39 Diagrama núm. 41

•-

Juegan negras Juegan blancas

3-!
HORQUILLAS DE CABALLO Y PEóN

Si se hiciera un estudio esta- Esta posición es más elocuen-


dístico de lo que, más temen los te que cualquier discurso. Sólo
jugadores de ajedrez y causa nla- los caballos negros están en con-
yores estragos en una partida, diciones de responder a la ame--
tanto entre principiantes como naza de su congénere blanco «dig-
entre grandes maestros, se lleva- namente)}, es decir, sin tenerse
rían sin duda la palma los ata- que batir en retirada.
ques -dobles del caballo, vulgar- También son peligrosísimas las
mente llamados {<horquillas». Es- horquillas de peón. Por supues-
to se explica por la original tác- to, todos sabéis ya que, según la
tica combativa de dicha pieza, escala de valores absoh:tos, la da-
que ataca sin entrar en contac- ma es más o menos igual a dos
to dir-ecto con sus <cvíctimas:o, ya torres; ~a tor:::-e y un peón a dos
se trate de otras piezas o de peo- piezas ligeras; el alfil o el caba-
nes. llo, equiparables entre sí, «valemJ
tres peones; y una pieza menor
Diagrama núm. 42 can dos peones cc.:npensa la pér-

• -
• •
dida de una torre. Al rr.ismo tiem-

•••-• ••0~
iL«:%
• ,m¡
~

~~'ill
)W¡W
/%;:-%
$:'/"~ po os hatléis percatado de Ql.J.e,
al efectuar Li.!'la combinación, to-
dos eses va~ores S'~leler:. alterarse
y h~:y· ·~:.<e- rcv~s2rlss en caC.a eJ.-
so. A ~csar de c¿o, an~es de de-

•-.• .t¡'•¡ •••


L,!t [_ ___ J%
cidirse a sacrificar material el ju-
}~
% -_'
;r.,,r;i;, :::;~
~-- %
)'¡,_///:!"}.
gador no puede menos de pen-
sar en dicha escala, aunque sea
subconscientemen:e. ¿Y si la com-

• •••• •
:·wj )';'""% binación tiene por objeto dar ma-
&\1 ~!~
r1""".í!'i
te al rey? Entonces queda pros-
crito todo espíritu ((mercantilr):
~----~

•• •
~ ~
'?<-<?///;:;; ¡ningún precio es caro por la ca-
beza del monarca! Cierto que en
¿m los demás casos no debéis sacó-
ficar nada sin haberos represen~ perdigadas y... ;a tiro del caba-
tado antes la posición final y ha~ llo negro! Este típico motivo g~
ber respondido a la siguiente pre- métrico facilita frecuentemente
gunta: ¿a quién :favorecerá el ba- la sel~ción de golpes tácticos en
lance de fuerzas materiales una los que interviene la horquilla
vez concluida la combinación, de caballo.
cuando «la calma suceda a la tem-
pestad»? Lo peligroso de la hor~ l. TxA!
quilla de peón consiste precisa~
mente en que, BJt\cando dos pie- Recurso habitual: el sacrificio
zas a un tiempo, ~se peón, a me- que atrae una pieza enemiga a la
nudo a costa de su propia vida, casilla critica.
inflige al adversario un daño irre-
parable, al paso que restablece 2. DxT DxP+!!
el equilibrio material del juego, 3. RXD C5C+
Pasemos ahora a la parte prác~ 4. RlT CxA+
tica, comenzando por un instruc- 5. R2T CxD
tivo ejercicio de P. Roinanovski.
Fin de la combinación. Las ne--
Diagrama rtúm. 43 gras salen de ella con pieza y
. peón de más .
En el ejemplo que viene aho-
ra, las blancas ofrecen la torre
seis veces seguidas -¡un récord
en su género!- previendo que, de
aceptarse su sacrificio, el rey y
la dama del adversario quedarán
situados de una manera «espe-
cial» ... Por lo demás, la presen-
cia del caballo no deja lugar a
dudas sobre lo que va a ocurrir.

{V éas~ di:agrama núm. 44)

l. T4C! DlA

Es evidente que a l. ... , DxT


Juegan negras sigue 2. C6A+ y 3. CxD.

El enclaustramiento del rey 2. TSC! D6T


blanco es motivo para iniciar la 3. TSTR! C5T
búsqueda de una combinación. 4. TxC! DJA
No puede negarse que de momen- 5. TST! D2C
to las piezas blancas están bien 6. TSCD!
defendidas; pero, observando con
atención la posición, nos damos ¡Por fin!
cuenta de que después de la <<tor- También un alfil es capaz de
menta}> todas ellas quedarán des- atraer la dama enemiga a la ca-

36
A. Troitzky, 1910 l. A8C! D3TR

Diagrama ntím. 44 única jugada para no perder


inmediatamente la dama.

2. A4A! DIT

Es obvio que no sirve 2. . .. ,


D2T a causa de 3. C4-6R+, RxP;
4. C5C + seguido de 5. C X D.

3. A5R! D3T
4. A7C+!!

Fascinante, ¿verdad?
También en la partida real sur-
gen pesibilidades análogas cuan- ·
do el bando activo logra instalar
sus caballos en el centro o, me-
jor aún, en la fila 5, desde donde
Juegan blancas y ganan les es fái::Ü ·:e~pTender peligro-
sas incursiones en territorio ene-
silla fatal, si se le brinda la oca- migo.
sión de mostrarse tan impertinen-
te como la torre del ejercicio an-
terior.
Randwi_r. Heinra
P. Sobolevskl, 1950 'I'allinn, 1950

Diagrama núm. 45 Diagrama núm. 46

••••
~i!

• lliiBl
11 • •
• m•• •
~•¡¡m
•~
••••••••
•••• Juegan blancas y ganan l. CxP!

37
A primera vista parece que las Suttles Ostoic
blancas, cansadas de una guerra
«de trincheras», se lanzan impe- Diagrama núm. 47
tuosamente al asalto de la forta-
leza enemiga. Pero esto sólo es
una fachada. Su verdadero obje-
tivo es lograr ventaja de mate-
rial mediante una astuta horqui-
lla de caballo, sirviéndose de la
casilla 5AR como trampolin.

l. ... TIA

Con esta réplica las negras


creen refutar la idea" de su ad-
versario, ya que la dama blan-
ca está ahora sobrecargada al te-
ner que ocuparse ar mismo tiem-
po de la defensa de la torre y
del caballo (6C). Pero les espe-
ra una sorpresa ...
2 .... , CxD; 3. PxC+, RlA; 4.
2. DxT+! CxD P x D+ las blancas ganaron fá-
3. TxC+ R2T cilmente.
4. TSTR+ RxC He aquí otros ejemplos típicos:
5. TxP+! Abandonan.

En efecto, si 5.... , R X T, deci- Diagrama núm. 48


de la horquilla en 5A, jugada que
debía preverse desde el principio
de la combinación.

(Véase diagrama núm. 47)

Las negras, sin sospechar na-


da, se resuelven a atacar el PR
blanco.

l. ... A4D?
2. D6A+!

¡Golpe inesperado! Si el negro


captura ahora la dama enemiga
con el caballo, sigue una horqui-
lla de peón que les permite a las
blancas recuperar su material 1. P4A P4AR
con creces. Por lo demás, así su- 2. P4C! PxPC
cedió en la partida: después de 3. P5A!

38
Blau Donner l. P5A! AxP
Amsterdam, 1958 2. D5A Aba.">J.donan.
Diagrama 11.úm. 49
Con su sacrificio de peón, las
blancas atraen primero el alfil
contrario a la casilla 5AR ( 4AR
de las negras), y luego, con una
i!} jugada «tranquila» de dama, ame-
nazan dos cosas a la vez: mate en
BAR y, más prosaicamen~e, ga-
nar una pieza ( 3. D x A).
El único método de lucha -por
así llamarlo-- contra las horqui-
ilas de peón consiste en la posi-
bilidad de eontraatacar con una
de las piezas amenazadas o en
que al menos ésta se retire dan-
do jaque.

l. TX A! DxT Trifunovic Guimard


2. PxP Mar del Plata, 1953

Aquí la dama negra está desar- Diagrama núm. 51


mada contra este insolente peón,
pues si 2.... , DxPR quedaría
ella misma atrapada tras 3. A4A.

Chigorin Janowskl
París, 1900

Diagrama núm. 50

••
Las negras deciden atacar re-
curriendo a una típica horquilla
de peón.

l. P4A
2. PxPR P5D
3. PGT TIC

39
A primera vista parece que las Suttles Ostoic
blancas, cansadas de una guerra
«de trincheras», se lanzan impe- Diagrama núm. 47
tuosamente al asalto de la :forta-
leza enemiga. Pero esto sólo es
una fachada. Su verdadero obje-
tivo es lograr ventaja de mate-
rial mediante una astuta horqui-
lla de caballo, sirviéndose de la
casilla 5AR como trampolín.

l. ... TlA

Con esta réplica las negras


creen refutar la idea· de su ad-
versario, ya que la dama blan-
. ca está ahora sobrecargada al te-
. ner que ocuparse al mismo tiem-
po de la defensa de la torre y
del caballo (6C). Pero les espe-
ra una sorpresa ...
2.... , CXD; 3. PxC+, RlA; 4.
2. DxT+! cxn P X D+ las blancas ganaron fá-
3. TxC+ R2T cilmente.
4. T8TR+ RxC He aquí otros ejemplos típicos:
5. TxP+! Abandonan.

En efecto, si 5.... , RxT, deci- Diagrama núm. 48


de la horquilla en 5A, jugada que
debía preverse desde el principio
de la combinación.

(Véase diagrama núm. 47)

Las negras, sin sospechar mi-


da, se resuelven a atacar el PR
blanco.

l. A4D?
2. D6A+!

¡Golpe inesperado! Si el negro


captura ahora la dama enemiga
con el caballo, sigue una horqui-
lla de peón que les permite a las
blancas recuperar su material l. P4A P4AR
con creces. Por lo demás, así su- 2. P4C! PxPC
cedió en la partida: después de 3. P5A!

38
Blau Donner l. P5A! AXP
Amsterdam, 1958 2. D5A Abandonan. (
Diagrama núm. 49
Con su sacrificio de peón, las (
tancas atraen primero el alfil (
e>ntrario a la casilla 5AR (4AR
re las negras), y luego, con una (
~ jtgada «tranquila» de dama, ame-
rnzan dos cosas a la vez: mate en
8\.R y, más prosaicamente, ga- (
rnr una pieza ( 3. D X A). (
El único método de lucha -por
a:í llamarlo- contra las horqui-
llis de peón consiste en la posi-
:>lÚ!ad de contraatacar con una e
1: las piezas amenazadas o en (
:¡te. al menos ésta se retire dan-
j, jaque.. ·· (
(
Trifunovic Gnimard (
l. TXA! DxT
2. PXP Mar del Plata, 1953 (
Aquí la dama nj;!gra está dG.I· Diagrama núm. 51 e
mada contra este insolente pr, (
pues si 2.... , DxPR quedl.i
ella misma atrapada tras 3. .1./A (

Chigo~ Janowski
e
París, 1900 (

Diagrama núm. 50
e
(
e
e
e
( ;

(
las negras deciden atacar re- (
~triendo a una típica horquilla
:l~peón. (
(
l. P4A
2. PXPR P5D \
3. P6T TIC
(
39 (
La idea de las blancas se apre- Las blancas inician una ma-
cia en la variante 3.... , PXPT; niobra forzada confiando en la efi-
4. PXP, AxP; 5. C4R y una de cacia de una horquilla de peón.
las piezas <'condenadas.~: se esca~ ¡Pero el tiro va -a salirles por la
pa contraatacando. culata!

4. D4A! D5C l. C5C PxP


5. DxT DXC(f 2. TxP TxT
6. RlC PXA 3. P5R TxPAR!
4. PCxT
El peón negro canta victoria ... ,
pero demasiado tarde: las ame- En caso de 4. PXD, TxD; 5.
nazas de las blancas son ya prác- T X T sigue 5.... , T4D y decide la
ticamente irresistibles. superioridad de las negras en el
flanco de dama.
7. P6R! Abandonan.
4. D3C+
El mate del adversario «vale
másll que todo el material ga- ¡El ancla de salvación!
nado.
5. RlT D8CD+
6. R2C T7D+
Tarrasch Em. Lasker 7. T2R DxP
Match para el campeonato del Abandonan.
mundo, 1908
¿Está todo claro? Si así os lo
Diagrama núm. 52 parece, probad ahora vuestras
fuerzas analizando por cuenta
propia las posiciones siguientes.

40
Diagíai-ri.a núm. 53 Diagrama núm. 55

Juegan blancas Juegan blancas

Diagrama núm. 54 Di·agrama núm. 56

Juegan negras Juegan blancas

41
La idea de las blancas se apre- Las blancas inician una ma-
cia en la variante 3.... , PxPT; niobra forzada confiando en la efi-
4. PXP, AXP; 5. C4R y una de cacia de una horquilla de peón.
las piezas ''condenadas» se esca~ ¡Pero el tiro va a salir-les por la
pa contraatacando. culata!

4. D4A! DSC 1. ese PxP


5. DxT DXC 2. TxP TxT
6. RlC PXA ¿§ 3. P5R TxPAR!
4. PCxT
El peón negro canta victoria ... ,
pero demasiado tarde: las ame- En caso de 4. PXD, TXD; 5.
nazas de las blancas son ya prác- T x T sigue 5.... , Till y decide la
ticamente irresistibles. superioridad de las negras en el
flanco de dama.
7. P6R! Abandonan.
4. D3C+
El mate del adversario «vale
más» que todo el material ga- ¡El ancla de salvación!
nado.
5. RlT D8CD+
6. R2C T7D+
Tarrasch Em. Lasker 7. T2R DxP
Match para el campeonato del Abandonan.
mundo, 1908
¿Está todo claro? Si así os lo
Diagrama núm. 52 parece, probad ahora vuestras
fuerzas analizando por cuenta
propia las posiciones siguientes.

40
'
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Diagra1n.a núrn. 53 Diagrama núm. 55

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Juegan blancas Juegan blancas

Diagrama núm. 54 Di·agrama núm. 56

Juegan negras Juegan blancas

41
Diagrama nú1. 57 Diagrama núm. 59

Juegan negra Juegan blancas

Diagrama núm. 3 Diagrama núm. 60

. 7(Z"r~ r~"Y--J~

jk~:71 ~]@§

Juegan blancas Juegan blancas

42
r
¡
!
'

AL ACECHO

Semejnte a cazador que se es- Trifunovic Aaron


conde p~a acchar su futura pre- Beverwij:o::, 1962
sa, tamién ' veces un soldado
de nue~ro pqueño ejército se Diagrama 1::im. 61
embosc;: detra de sus compañe-
ros en ~pera e su hora de glo-
ria. No iempn es recompensada
su larg;::vigili;:; pero si de pron-
to el azr le poe delante lo que
desea, ¡ué d~re le resulta en-
tonces ~ trium!
De orinario,cuando una pieza
obstructra se :quita de en me-
dio» es ]lra erar una doble ame-
naza, recanisro que recibe el
nombre :le «atque a la descu-
bierta». 3i une de las dos ame-
nazas cnsiste en dar jaque al
rey. se abla etonces de «jaque
a la dembierb>.

(V ése dia§ama núm. 61) Contra el ataq:.:e a la descu-


bierta no existe n::ás que una po-
l. ASC! sibilidad de salvc.::ón: el jaque
intermedio. Por e:¿m.plo, si en la
¡Jugaa apla~ante! El alfil, ade- posición del diagrc.:na precedente
más de 1brirle el camino a sus faltara el P2AR C.e las blancas,
propias arres, 1menaza mate en la jugada l. ASC sería errónea
7TR. La:negramo pueden al mis- a causa de la respuesta l. ... ,
mo tieJ1lO salarse del mate y TxT+.
del golp 2. T >f, por lo cual rin- Por lo demás. ¿quién de nos-
dieron imedialmente las armas. otros. al romper sus primeras

43
lanzas en el noble juego, no cayó Torre Em. Lasker
alguna vez en la siguiente cela- Moscú, 1925
da -astuta a los ojos del novi-
cio- de la defensa Petroff? l. Diagrama núm. 62
P4R P4R; 2. C3AR, C3AR; 3.
C X P, C X P? (hay que jugar pri-
mero 3.... , P3D); 4. D2R, C3AR?
(relativamente mejor es 4. ...,
P4D); 5. C6A + y la dama negra
sucumbe. !f
En sesiones de partidas simul-
táneas jugadas por un maestro
contra adversarios inexpertos, no
es raro ver esta celada: l. P4D,
P4D; 2. P4AD, C3AR; 3. P X P,
_C x P; 4. P4R (es más- fuerte 4.
C3AR), C3AR; 5. A3D, DxP??
(aquí es indispensable 5 .... , P4R!);
6. A5CD +, etc. Da vergüenza,
claro está, tener que rendirse a
la sexta jugada, pero ¿qué reme-
dio queda? ¡La dama es la dama! adversario, sembrando en ella la
El más voraz entre los jaques desolación.
a la descubierta es el que recibe
el nombre de ((molino». En un 3. RlC
abrir y cerrar de ojos, este tipo 4. T7C+ RlT
de jaque deja la posición enemi- 5. T X A-i- RlC
ga literalmente arrasada. Hasta el 6. T7C+ RlT
propio Lasker experimentó una 7. TSC+
vez sus mortales consecuencias.
Las blancas podían también, de
(Véase diagrama núm. 62) paso, capturar el PTD negro, pe-
ro, mirando al futuro, deciden no
Las negras acaban de jugar abrirle la columna TD a la to-
P3TR, intentando ganar así el al- rre enemiga.
fil enemigo aparentemente clava- 7. R2T
do en 5CR. Pero las blancas te- 8. TxD R3C
nían prevista una réplica fenome- 9. T3T RxA
nal... 10. TxP+
l. A6A!! DxD Y las blancas ganaron.
2. TXP+ RIT Para arrastrar al monarca ene-
3. TxP+ migo hacia una casilla desde don-
de pueda dársele esta clase de j a-
Mientras el alfil, en retaguar- ques a la descubierta se requie-
dia, mantien<:: a tiro el rey negro, ren no pocas ve<:::es sacrificios de
la torre oscila como un péndulo gran envergadura, que no siem-
fatídico a lo largo de la fila 2 del pre saltan a la vista.

44
Westerinen Sigurjonsson blero. Con frecuencia se Ierde
Nueva York, 1978 la dama cuando, ávida de éiqui-
siciones materiales, irrump sin
Diagrama núm. 63 consideración en el campoene-
migo y, una vez satisfecho stape-
tito, se encuentra de pront con
que le han cortado todas la~vías
de retirada.

Najdorf Reshevsk:

Diagrama nlÍm. 64

l. DxPC+! RxD
2. A8D+! RIT

A 2. ... , R2A sigue 3 . A5TR


mate.

3. T8C+!

Otro sacrificio, esta vez decisi-


vo. El mecanismo del «molino» l. AxPC?
entra ahora en acción y las blan- 2. TxA! DXT
~as van a cobrar pingües divi- 3. C3A
:l.endos por el capital invertido.
¡La dama ha caído en un: ra-
3. TxT tonera! De nada sirvieron lo de-
4. A6A+ T2CR sesperados intentos de las nt;ras
5. AxT+ RlC para salvarse. La partida si.uió:
6. A+C+ R2A 3.... , P6T; 4. Tl e, C2-4A; 5, 'J:< D,
7. TIA+ R2R PxT; 6. e4e, e3T; 7. ClC, .2D;
8. AxD Abandonan. 8. C3D, P4CD; 9. PXP, PXF 10.
e X P, abandonan.
En la partida Blau-Donner ( dia- En la posición siguiente las
:rama 49) hemos podido ya com- blancas decidieron <<cobrarse>xma
)robar que ni siquiera una pieza torre, pero el negro, explotndo
an fuerte y móvil como la dama hábilmente la ausencia de lada-
~stá exenta de caer en una cela- ma enemiga en el flanco derey
la, incluso en el centro del ta- mediante amenazas de mate, tea-

45

zó por capturarla gracias a un ja- Tal Vysotzki


que a la descubierta. Riga, 1950

Di:1granza núm. 66
Krup;;k¡ Heuer
Naroch, 1966

Diagrama núm. 65

timuladas por el descubrimiento


de un fino recurso táctico.

1. D3A CxA l. C5D~ PXC


2. DXT A2C 2. DxP+ C2A
3. DXAR CSA+! 3. DxT A3A
4. RlT D2A! 4, A6C!
5. PxC AXP+
6. RlC DxD Clarame!l:e las negras subesti-
Abandonan. maron la t-1erza de este contra-
golpe que ;;ermite a su adversa-
También era malo 4. F XC a ri<J clavarles el alfil con ganan-
causa de 4 .... , D4C + seguido de cia de tierr.po.
5.... , AxP mate.
La idea misma de c<cazan> la ·1. PXA
dama es tan seductora que pue- 5. TBD AxD
de hacernos perder de vista im- 6. TxD
portantes detalles tácticos.
Y las negras perdieron en se-
(Véase diagrama núm. 66) guida.
Podían haber opuesto una re-
Ambos contendientes han hecho sistencia rr*ás tenaz jugando 5.... 1
todo lo posible por llegar a esta AlA.
posición. Las negras con el in- He aquí, abora 1 un ejemplo sa-
te:J.to de atra¿r la dama enemiga cado de la q;:iespensan de las ma-
a una trampa, y las blancas ... es- r a villas aje::!'ecísticas.

46
L. Kubbel, 1935 Aquí este jaque es oportuno. La
jugada 7. A6D daría solamente
Diagrama núrn. 67 tablas en vista de 7.... , D2CR!

7. A2T
8. D3AD+! RlC

Ahora sigue un movimiento


«tranquilm> y ... decisivo.

9. ·D8A!!

¡La dama negra no tiene esca-


patoria! Se amenaza un jaque a
la descubierta: 10. A5A+.

9. R2A

Tampoco saca de apuros 9.... ,


D2AR a causa de 10. ABT+, et-
Juegan blancas y ganan cétera.

¿Quién adivinaría que este pro- 10. ASA!


blema se termina con una Bnce-
rrona de dama? La dama está perdida. ¡Magní-
Aprovechando la posi..::~ón res- fica composición!
tringida del rey pegro, la dan1a En la práctica no es raro que
blanca maniobra diestramente por tengáis que recurrir vosotros mis-
las <<gradas>> del tablero. mos a los ataques a la descubier-
ta o experimentar e: vuestra pro-
l. D1TD+ R2T pia carne su fuerza y perfidia.
2. DICD+ RlT Por -eso, al resol ver los ej erci-
3. D2C+ R2T cios que siguen, no os limitéis a
4. D2A+ RlT la simple búsqueda de las com-
5. D3A+ ruT binaciones; tratad también de des-
6. D3D+ cubrir en la posición los indicios
característicos o sefia}es típicas
Es malo 6. D3T+ 1 y.; que de:s- que las posibilitan. Esto os ayu-
pués de 6.... , R3C; 7. DK+, R3A; dará a orientarOs mejor en el ta-
8. D X A, D X P tendría:nos un fi- blero y a ver m2s fácilmente cier-
nal de tablas. tos recursos tácticos cuya existen-
cia no sospechabais.
6. RlT
7. D3T+

4.7
Diagrama núm. 68 Diagrc...-r;.c. núm. 70

Juegan negras Juega" blancas

Diagrama núm. 69 Diagran:;. r:!ím. 71

•••

Juegan blancas Juegan ::egras

42
Diagrama Húm. 72 Diagrama núm. 74

Juegan negras Juegan blancas

Diagrama núm. 73 Diagrama núm. 75

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Juegan negras Juegan negras

49
LA CLAVADA

Cuando una pieza o un peón Bronslein A.ficioua.do


están «clavadoS)> se .paraliza su Sochi, 1950
actividad. No pueden moverse de
su sitio so pena de dejar expues~ Diagrama núm. 76
ta al ataque del adversario una
pieza de mayor valor que a la que
sirven de cobertura. Si esa pieza
es el rey, se trata entonces de
una ccclavada absoluta»; en caSo
contrario hablaremos de una «Se-
miclavada» o «clavada sÍiflple».
Es preciso tener muy en eu en ta
esta diferencia, ya que en el pri-
mer caso la paralización de la
pieza clavada es total, mientras
que en el segundo puede a veces
utilizarse para contraatacar, sa-
crificando la pieza que está de-
trás. Para que esto quede bien
claro, lo ilustraremos con una va-
riante del gambito de dama: l.
P4D, P4D; 2. P4AD, P3R; 3. C3AD, Para dejar sin defensa a la da-
C3AR; 4. A5C, CD2D; 5. PXP, ma e:::.e....TJga, las blancas sacrifi- ·
PxP; 6. CxP?, CXC!; 7. AXD, can 'L.i...::.a torre atrayendo así al
A5C+; 8. D2D, AXD+; 9. RXA, rey r:egro a la casilla lD, tras lo
R X A y las negras han ganado cual G~eda clavado el caballo de-
una pieza. fensor.
Y ahora veamos un bonito
ejemplo de clavada absoluta: l. T8D+! RXT
2. DxD Abandonan.

Como es natural, ningún juga-

50
dor acepta de buen grado que lo grave cuanto G,:le no disponen de
aten (<de pies y manos», pero no fuerzas aptas para anular la he-
pocas veces las circunstancias le gemonía de S"'..: adversario en las
obligan a dejarse el a var alguna casillas oscuras.
pieza. Esto es siempre peligroso,
pues proporciona al adversario 2. PxA
nuevas posibilidades tácticas que 3. PTDxP P3C
!e pe)t_Piten asumir la iniciativa,
o acr~entarla si ya la tenía. El Con la inte:::ción de cerrar la
método más común consiste en peligrosa diago::al por medio de
atacar la pieza clavada con fuer· · 4 .... , T4T seg-~:co de 5.... , P4R.
zas superiores a las que la de- Una segunda ::-.a::lera de liberar-
fienden. SQ. de la cla\·s.Cs sería jugar 3.
Al estudiar los ejemplos que ... _. R2A, pero entonces el blanco
siguen, fijaos también en esos empezaría por C.esviar a la dama
«nuevos)> recursos: demolición de enemiga de la. C.efensa de su se-
las barreras de peones, atracción gunda fila y g~;;:.r!a tras 4. Cx T,
hacia una clavada, etcétera. DxC; 5. Di.-\.~ seguido de 6.
DxA.

Tal Bilek 4. P4CD Abandonan.


Miskolc, 1963
En efecto, les ::J.egras no pueden
Diagrama núm. 77 defenderse co::::.:ra la amenaza 5.
T!AR.

Lilienthal Capa.blauca
Hastings. 1934-1935

Díagrc.":.: Húm. 78

l. TxP! TxT
2. DxC
1
La torre negra está «absoluta-
mente» clavada. Ahora las blan- (
cas amenazan 3. TIAR. La situa-
ción de las negras es tanto más í
Especialmente peligrosa es la Trifunovic Golombek
clavada en una columna abierta Amsterdam, 1954
cuando el rey se encuentra to-
davía en el centro. A este pro- Diagrarna núm. 79
pósito conviene recordar el anti-
guo refrán: «Al hierro candente,
batir de repente}>.

l. PxC! DXD
2. PxP TlCR
3. C4D D5R

Ahora sigue una clavada ded-


siva, pero tampoco salvan el jue-
go otras continuaciones, por _ejem-
plo: 3: ... , D7D; 4. TDlR+, C4R;
5. T x C+, R2D; 6. T5D+, RlR;
7. TlR +, etc. En esta variante se
pone bien de relieve el importan-
tísimo papel que desempeña, co-
mo factor auxiliar, el peón blan-
co de 7C. por lo que las blancas han de
En cuanto a 3.... , DXPA, las echar mano de sus reservas para
negras pierden asimismo después atacar el punta 6AR con superio-
de 4. TDlR+, C4R: 5. TxC+, ridad de fuerzas. Al mismo tiem-
R2D; 6. T7R+, y ahora si 6 .... , po deben impedir a toda costa
R3D sigue 7. C5C +, y si 6. .. . , que su adversario se libere de la
RlD decide 7. C6R+, PxC; 8. clavada, ahogando en ciernes cual-
T1D+ y TXD mate. quier tentativa en tal sentido.

4. TDlR C4A l. P4CR P4C


5. TxD+ CxT
6. TlR Tampoco sirve l. ... , D5C a cau-
sa de 2. T4R con la irrefutable
Nueva .clavada, esta vez del ca- amenaza 3. P5C.
ballo. Después de 6. . .. , P4A; 7.
T x C+, R2D las negras abando- 2. P4TR! R3C
naron. Aquí gana la sencilla con- Este desesperado intento de li-
tinuación 8. T7R+, R3D; 9. C5C+ be.cación se topa con un brillan-
seg11:do de 10. P4A-+, €tcétera. te sacrificio de alfil que pone rá-
pido fin a la partida.
(Véase diagrama núm. 79)
3. MR+! CxA
Las blancas han logrado ocu- 4. P5T+ R2T
par la gran diagonal con su da- 5. TXPA+ Abandonan.
ma, clavando de modo absoluto
el caballo negro. A éste, de mo- No hay defensa contra el mate
mento, lo defiende su propio rey, en 2CR (7CR de las blancas).

52
Claro está que el éxito de la casillas negras, que ahorc. irá a
operación se ha debido en gran clavar el caballo enemigo. defen-
parte a la mala posición de las sor de la torre.
piezas negras, totalmente aleja-
das del flanco de rey. l. PxP
Veamos ahora tres ejemplos su- 2. A5C T5D
mamente instructivos tomados d~
la práctica de ilustres maestros. Las negras se resignan a entre-
gar la calidad, pero a pesar de
ello no se libran de la da va da.
Nimzovich Marshall También tendrían una partida
Nueva York, 1927 muy dificil después de 2 ..... A3R;
3. DXP, TlA; 4. TDlR!
Dr'-agrama núm. 80
3. C6C+ P5A.
4. D3AD PXC
5. DXT R2C
6. TDlR! PXP

En caso de 6 .... , A2D, tratando


de impedir la fulminante Í'Jgada
que sigue, las blancas g~arían
entrando con su torre en la fila 7:
7. AxC+, DXA; 8. T7R-'-. etc.
¡Recordad que una pi-eza ele. va da
sufre de parálisis y na es:á en
condiciones de defender las casi-
llas invadidas por el enern:go!

7. TSR!

La dama blanca se encuentra ¡Desviación!


coartada en sus movimientos por
la torre negra de 4D. Pero la pO- 7. DXT
sición de esta torre en la misma 8. DxC+ RIC
diagonal que su rey agrava toda- 9. A6T! D2A
vía más las cosas para las ne- 10. D8D+ Abandoc.o~.
gras, proporcionándole al adver-
sario un buen tema de ataque.

1. P5A! Evaluemos esta posició~. Las


blancas están claramente :::-.;;:~or.
e<Insufl.ando vida simultánea- El .flanco de rey negto se Ca Ce-
mente al alfil y al caballo,, escri- bilitado y la dama blanca cc;,~a
bió A. Alekhine al comentar esta un punto clave, amén de ir:e:>~C1g­
jugada en el boletín del torneo. nable, junto .a la residenc:a ::-eal
De hecho, este enérgico avance del enemigo. Por si ello fuera pe-
de peón abre carrúno al alfil de co, las torres blancas son G:.1e:6as

53
Ragozin Kasparia der el PR, sino que él mismo se
Tiflis, 1934 convierte en objeto de ataque.

Diagrama núnL 81 l. TlR

• Sacudirse el yugo del alfil me-


diante l. ... , Rl T no resolvería los
problemas de la defensa en vis-
ta de 2. AxPR!, DXA; 3. T6T+,
va que el alfil negro estaría so-
brecargado y no podría defen-
der al mismo tiempo la dama y la
casilla 3TR.
&'1 vez ele 2 .... , D X A, las ne-
gras podrían jugar 2. . .. , P X T,
pero entonces el alfir de rey blan-
co entraría en acción con gran
potencia y las blancas podrían to-
mar tranquilamente el peón: 3.
D x P(3C). Si ahora 3.... , A X A,
decide la partida 4. D6T +, D2T;
de la única columna nierta, 5. DXT+, DlC; 6. DXD mate. Y
mientras el alfil de rey ejete una en caso de 3. . .. , T2A (en lugar
molesta presión sobre la ~asilla de 3 .... , AxA), con la idea de
2AR de las negras. Sólo erma- obstruirle la diagonal al alfil de
nece inactivo, por ahora, •l alfil rey enemigo, tod8.vía le resulta-
ele 3C. Cierto que apuntaal PR rían más fáciles las cosas a la
negro, pero esto no tien aquí dama blanca: 4. D6T+, R!C; 5.
importancia decisiva, ya ue tal Dx A mate. ¡La torre «defensora»
peón está sólidamente defndido. está clavada!
Pese a su gran ventaj posi-
cional, las blancas han el• darse 2. T8D!!
prisa, pues el adversario mena-
za 1. ... , CxP. Las blancas se muestran inexo-
Verdad es que en tale' situa- rables: necesitan «a cualquier pre-
ciones, la actitud del bano acti- cio>} el PR negro.
vo es a menudo semejare a la
del esforzado guerrero quESe pre- TXT
gunta hacia qué lado deb€dirigir
su lanza o dónde es más \llnera- Después de 2. . .. , D X T; 3.
ble su enemigo. En esta Jartida AxPR, TxA; 4. DXT la daCila
las blancas tomaron la ecisión blanca amenaza a la vez dar m.a-
correcta. te en 7CR y tomar la torre ne-
gra en 7 AD. El propio defensor
1. T6C! estaría sobrecargado, ya que no
podría parar el mate por medio
¡Clavada contundente! ll alfil de 4. . , ., DlAR sin dejar aban-
negro no sólo deja ya el( clefen- donada la torre en cuestión.

54
A cualquier jugada •"'diferen- Espero ¡u e estéis ya bien con-
te», por ejemplo 2. . .. , C3C, las vencidos el mal que puede ha-
blancas responderían con toda cer una cl;;ada ... y deseo al prO-
sencillez 3. T X T +, D X T; 4. D6AR pio tiemp1 que no la padezcáis
ganando.
vosotros lismos. Sin embargo!
La partida siguió todavía 3. hay en elajedrez un campo, el
AXPR, C3C; 4. TXA+, RlA; 5. de la comosición artística, don-
T7T y las negras abar:donaron. de la sah.ción reside a veces
(!-- En el siguiente ejemp~o, las ne- precisamere en la clavada o, pa-
gras se atienen a la norma: «Cla- ra ser má: exactos, en la <cauto-
var, remachar el clavo y atacar clavada}>.
dos veces para asegurarse una su-
perioridad de material>.
A. Herbstm.nn y V. Korolkov,
Bela venetz Panov 1935 .
Leningrado, 1939
Dh_'?flma núm 83
Diagrama núm. 82

Juegan !ancas y tablas


l. DSR
2. TlR TxT: Para haceJ tablas, a las blan-
3. CxT cas les bastaía ganar una pieza
- mediante R4., pero esto no les
Relativamente mejor e:a. seguir es posible demomento por tener
3. DxD, TXD+; 4. RlC, TXT+; amenazada l< propia torre.
5. CxT, PXP; 6. PxP, ?~C.
l. T7T· RIA
3. AxC+ 2. T8T-
4. RlC DxDc_
5. TxD A5D Las blanca, como antes, si-
6. R2A PSA guen sin podr ganar la pieza, ya
Abandonan. que a 2. RH el negro contesta-

55
ría 2 .... , C4C+ logrando la vic- Zakharov Anikaev
toria.
Diagrama mím" 85
2. ... RxP
3. P6R+!

En caso de 3. Rlli, también que-


daría indirectamente defendido el
alfil: 3.... , CxPR; 4. RXA y si-
gue una fatal horquilla de caba-
llo, 4.... , C3C +, etcétera.

3. RxP
4. R4R C4R!
5. P4D!

¡Tres piezas atacadas! Y a pe-


sar de todo las negras encuentran
el modo de defenderlas.

5. T5A! l. CXP PxC


6. T6T+!! AxT %. AXP AlA
3. T6D!
Diagran:~ •c:>~l. PA
Esta jugada entraña una doble
amenaza: primero, mate en 2 (4.
ToR+ !, etc.), y segundo, la ocu-
pación (¡con ganancia de tiem-
po!) por la otra torre de la casi-
lla ID que acaba de quedar libre,
reforzando decisivamente la pre-
sión sobre el caballo clavado.

3. TlC
4. Tl-lD T5C
5. T6A!

Amenazando 6. T X A. La parti-
da aún continuó: 5. .. . , T5T; 6.
D3D, P5R; 7. D2R, A2C; 8. P3CR
(esta horquilla de peón obliga a
¡Tablas por ahogado! Ni siquie- las negras al cambio de damas),
ra tres signos C.e exclamación D5C; 9. DXD, TXD; 10. T7A,
bastarían para- traducir el encan- abandonan.
to de este magnL5co final.
El siguiente mé:cdo es típico de
cómo forzar la c:.avada de una
pieza enemiga.

56
Spielmann Wahle Alexandria Shul
Viena, 1926
Diagram.a núrn. 87
Diagrama núm. 86

La clavada del CR es muy mo-


También se plantean a veces lesta para las negras, sobre todo
complicados problemas en las po- teniendo en cuenta el alejamiento
siciones donde el caballo de rey del alfil de rey en el otro fianco.
es clavado por el alfil de dama Si este alfil estuviera en 2R, no
enemigo. habría problemas. Para liberarse
de dicha clavada, las negras de-
1. TxA! DxT cidieron expulsar de su puesto al
2. D3A R2C alfil enemigo adelantando los peo-
3. C3A-4R! PxC ... nes del fianco de rey.
4. CxP
l. P3T
Las blancas han aunado la 2. MTR P4C?!
fuerza de tres piezas propias con- 3. CxPC
tra la pieza clavada del adversa-
rio, que sólo está defen~ida. P~: Sacrificio posicional, ya que las
la dama Y el rey. Todavla s¡guw blancas no podÍall prever todas
4.... , D3R (4 .... , DXC; 5. AXC+ sus consecuencias concretas. Pe-
y 6. DXD); 5. AXC+, RlC; 6. ro su intuición les decía que, con-
D4A y las negras abandonaron servando la clavada, se asegura-
en vista de la irrefutable amena- ban una larga iniciativa.
za 7. D6T.
3, PxC
4. AxP R2C
5. D3A ClCD

Este caballo se apresura : acu-


dir en defensa de su campanero.

57
6. P4D! Cl-2D Veidzan Hodja
Tirana, 1954
Sería un craso error 6.... , PXP,
ya que después de 7. P5R las ne-
Diagrama núm. 88
gras no están en condiciones de
hacer frente a la doble amenaza
8. PXC+ y 8. DXT.

7. D3C AxA
8. P4AR!

Lo principal para las blancás


es reforzar su presión sobre el
punto 6AR.

8. C4T
9. D4C C2-3A
10. AxG+ RXA
11. PAXP+ R2R

Las blancas tienen más que su-


ficiente compensación por el ma- Las blancas atacan los puntos
terial sacrificado. La partida con- 7CR y 7TR. En ello la torre de
tinuó: 12. Px A, T1 T; 13. T5A, 3TR desempeña un importante
DlCR; 14c D4T+, R2D; 15. TXC papel clavando el PT enemigo y
y el blanco no tardó en ganar. asegurándole así a la propia dama
A pesar de lo visto, recuérdese un excelente puesto de vanguar-
en todo momento qué si el ({Sal- dia que de otro modo resultaría
to» de una pieza clavada lleva precario. Parece que la suerte es-
consigo una contraamenaza o po- tá ya echada y que las negras
sibilidades de contrajuego, la cla- no pueden defenderse simultánea-
vada podría no ser más que ilu- mente de las dos amenazas de
soria. Resulta ejemplar a este mate. Pero ... ¡les toca jugar!
respecto la siguiente miniatura
de Pillsbury, donde tiene lugar l. DSR+!!
una combinación sobre el tema
del famoso mate Legal, nombre Sacrificio para despejar una ca-
que le viene de un ajedrecista ~ silla. Ahora el caballo saltará a
francés del siglo XVIII a quien 7A con ganancia de tiempo.
por vez primera se le ocurrió tan
sorprendente idea: l. P4R, P4R; 2. TxD C7A+
2. C3AD, C3AD; 3. P4A, P3D; 4. 3. RlC CxT+
C3A, P3TD; 5. A4A, A5C; 6. 4. Pxc PxD
PxP, CxP?; 7. CxC!, AxD; 8.
AxPA+, R2R; 9. C5D mate. Tan repentinas y extraordina-
Para terminar, veamos todavía rias metamorfosis sólo se dan,
otro bonito ejemplo basado en el por supuesto, en el ajedrez, el
tema de la clavada ilusoria. juego de las «posibilidades impo-
58
o

síbleS)>, como lo llamaba el ima- Y ahora ... ¡pavimentemos el ca-


ginativo escritor e Eustre proble- mino recorrido!
I!'Jsta .A_lexandr Kazantzev.

Diagrama 11ú1::. 89 Diagrama núm. 91

Juegan blancas Juegan negras

Diagrama 1rún:. 90 Di·agrama núm. 92

:v1 •
i
!.

®'


Juegan negras Juegan negras

59
Dic..grc:..?na núm. 93 Diagrama núm. 9j

J·...:.'Sgan negras Juegan negras

Diag:::;:::r:a núm. 94 Diagrama núm. 96

Jue~a:1 negras Juegan blancas

(
60
(_
ARTERÍAS DE DAMISELA

La «diversión», tema combinativo O. Duras, 1925

En 1as combinaclones que has- Diagrama núm. 97


ta aquí hemos visto nos hemos ya
familiarizado con el tema de la
«diversión» o desvío. Por lo ge-
neral se recurre a un sac:ificio
de diversión cuando no hay más
remedio que obligar a una pieza
(con menor frecuencia varias pie-
zas) o _peón enemigo a q11e des-
peje la casilla que ocupa. cosa
que raramente se obtiene pc:r me-
dios «pacíficoS)}.

(Véase diagrama núm.' 97'}

1. P7C A4D
2. P7T A3R+

Si 2 .... , R2C, las blancas ga- Juegan blancas y ganan


nan inmediatamente por ~edio
5. ASA
de 3. A4R!
6. A3D! A4D+
3. ASA! P7A 7. RlA R2C
4. R2C A4D+ 8. A4R!
5. A4R!
Y uno de los dos peones avan-
¡Puro sacrificio de diversión! zados del blanco se corona.
Por lo demás, sería un e::-ror 5. Como en el pintoresco ejemplo
RXP a causa de 5. :.. , A~.-\.+ y que acabamos de ver, también
las negras ganan el PTD. en el siguiente el sacrificio de di-

61
verswn sólo alcanza su objetivo ¡Por fin! Aprovechando la cla-
gracias a una clavada. vada, las blancas fuerzan el des-
vío de la torre enemiga hacia
una columna desde donde no pue-
Em. Lasker, 1890 de seguir «vigilando)) al peón.

Diagrama núm. 98
Stevenson . Brian
Middless~. 1962

Diagrama núm. 99

Juegan blancas y ganan

l. R8C! TiC+
2. R8T TiA
3. TSA+ R4T ¿Qué es lo primero que salta
4. R7C TiC+ a la vista al evaluar esta posi-
5. R7T TiA ción? Por descontado, la debili-
6. T5A+ R5T dad del rey negro. El peón ene-
migo instalado como una cuña en
El rey negro no puede ir a la 6TR (3TR de las negras) es es-
colu1W12 CD debido a la amena- pecialmente peligroso, aunque sin
za R7C. ayuda ajena no pueda hacer nada
concreto. ¿Existe algún medio de
7. R7C T-7C+ ponerlo en contacto· con otras pie-
8. R6rr:. TiA zas blancas, en particular con la
9. TM.+ RST dama? ¡Sí! Ello es posible me-
10. R60 diante un sacrificio de desvia-
ción. A decir verdad, un cálculo
Amenazando 11. TxP. más preciso demuestra que, para
obtener la victoria, las blancas
10. T7C+ han de recurrir todavía a un se-
11. R5T T7A gundo procedimiento táctico: el
12. T3A+ R7T sacrificio... de atracción (o <<de
13. TXP! arrastre»).

62
esperar más. En efecto, a 2. D X T
(dejando de controlar el punto
La dama neg::--a es apartada de lAR) sigue sencillamente 2 .... ,
la defensa del ??..., DSR+; 3. TXD, TXT mate. Tam-
poco arregla las cosas 2. P X T a
1. DxT causa de 2 .... , D x T+; 3. TIC,
2. DxP D2D TSR+ !, etc. En esta última va-
3. D8T+!: riante se da la situación llamada
de <üos rayos X)), cuando una pie-
De tales ce vis: :c.s» no puede es- za (en el caso presente la dama)
perarse nada b'i...:e~o. ejerce su poder a través de otra
enemiga que se le interpone.
3. RXD En la fase final de la siguiente
4. T8A rr..a:e. partida, ya clásica, la dama blan-
ca se .ofrece en sacrificio tres~ve­
Cuando la fila 1 del adversario ces consecutivas para desviar una
está mal defen::.:éa, el sacrificio pieza contraria de la defensa del
de des'viación es a menudo un punto crítico SR (IR de las ne-
buen medio pa"- despejar el ca- gras).
mino hacia las Ce-pendencias rea-
les. Adams Torre
Nueva Orleans, 1920

Mikenas Bronstein Diagrama núm. 101


Talli=. 1965

Diagran:';. ,::án. 100 ·

1. D4Clt! D4C
2. D4AD! D2D
3. D7A!t D4C
l. TxP!
Si 3. . .. , D5T sigue 4. T4R!,
¡Jugada de ra:-a fuerza y bell~ P3T; 5. DXT!, DxT; 6. DXT+!.
za! Las blancas c.bandonaron s1n etc. ¡Los «rayos X»!

63
4. P4TD DxPT rre enemiga a una casilla domi-
1
5. T4R D4C nada por el caballo y, como ve-
6. DxPC! remos en seguida, crítica.

¡último y decisivo sacrificio de 2. TXA


desviación! Las negras se ven 3. T8T+!
forzadas a abandonar, puesto que
a su dama no le queda ninguna Sacrificio de atracción. Ahora
casilla disponible en la diagonal entra en escena una horquilla de
5TD-1R. cabalio.

3. RXT
¡Atraer a toda costa! 4. CxT+

El mecanismo de esta segunda Después de 5. C Y. D las blan-


clase de combinaciones es clarí- cas quedan con un peón de más,
simo: por medio de un sacrificio lo que en esta posición es am-
("de atracciÓn>>) se obliga a una pliamente suficiente para ganar
pieza del adversario a que ocu- (análisis de A. Chistiakov y N.
pe una posición desfavorable. Kopaev).

Diagrama núm. 102


Em. Lasker EliWe
Zurich, 1934

Diagrama núm. 103


l. DxA!

¡Muy briliante! Aunque de ma-


men to no se ve por qué ...
Las negras contaban aquí sólo
l. PTxD con el cambio automático l. R XC,
2. AxP+ -A x C, pero se llevan una sor-
presa.
¡Ah 1 Las blancas atraen la to-

64
l. P4CD! AxP l. DxP+!
2. C2A!
El rey negro es atraído a un
Ahora las dos piezas negr-a.s es- jaque a la descubierta. Ahora de-
tán amenazadas. En el fu:or de berá emprender un arriesgado
la batalla, incluso a los j1..:gado- viaj-e por entre las filas enemi-
res más duchos se les pas.an a gas. Por supuesto, de nada ser-
veces por alto estos taimados sa- vía l. C x A+ a causa de l. ... , fJ}
crificios intermedios. PxC.
En especial son peligrosos cuan-
do arrastran al rey enemigo a un l. RXD
punto desde donde puede dánele 2. CxA+ R3T
jaque a la descubierta, tanto más
si es doble. La siguiente ccmbi- Ya no hay vuelta atrás. En ca-
naci§n pertenece a la flor y ~nata so de 2.... , RIT, las blancas hu-
del arte ajedrecístico. bieran dado el elegante mate de
los dos caballos (3. C6C mate),
poco frecuente en la práctica.
Ed. Lasker Thoma.s
Londres, 1911 3. C5-4C+ R4C
4. P4TR+ R5A
Diagrama núm. 104 5. P3CR+ R6A
6. A2R+ R7C
7. T2T+ R8C
8. R2D mate.

¡Es difícil de creer que sólo


siete jugadas antes el monarca
negro contemplase tranquilamen-
te el campo de batalla desde las
ventanas de su propio castillo!
Al tratar de resolver los ejer-
cicios que siguen, ten-ed bien pre-
sente el título que hemos dado
a este capítulo: «¡Arterías de da-
miselabt

65
Diagrama núm. 105 Diagrama nchtt. lG7

Juegan negras Juegan negras

Diagrama núm. 106 Diagrama núm. 108

Juegan blancas Juegan blancas

66
Diagrama núm. 109 Diagrama mún. 111

Juegan blancas Juegan negras

Diagrama núm. 110 Diagram.a núm. 112

Juegan blancas Juegan blancas

67
NO SóLO EN LOS VUELOS SON PELIGROSAS
LAS SOBRECARGAS ...

Al confiar a una pieza o peón Las piezas blancas apuntan sin


la defeósa de otra pieza o de un ningún disimulo a la fortaleza del
punto determinado, sopesad 'bien rey enemigo, aunque es difícil
desde el principio las posibilida- que puedan llevar adelante sus
des que tiene de desempeñar con propósitos ateniéndose a los mé-
éxito su tarea. Si le asignáis más todos «normales» de ataque, por
de una misión a la vez, corre el ejemplo : l. D7T+, R2A; 2. A6C+,
riesgo de hallarse «Sobrecargada>. R2R; 3. DXPC+, RlD; 4. C3A,
Px P; 5. PxP, T X C; 6. P X T,
A 7A+ con peligroso contrajuego.
A. Tal Jurlkivi ¡A pesar de ello, las blancas
Campeonato de Letonia por logran hacerse con l a llave de
correspondencia , 1968-1969 las dependencias reales!

Diagrama núm. 113 L CxP! Abandonan.

Efectivamente, el PR negro asu-


núa al mismo tiempo dos impor-
tantes funciones: defender el peón
que acaba de ser captu rado y pri-
varle al caballo blanco de la ca-
silla 4AR (5AR de las blancas).
¡Eso era demasiado para él!
Si ahora la dama negra, ataca-
da por el caballo, se retira, sigue
m ate en dos jugadas: 2. D7T+,
R2A ; 3. A6C mate. Y en caso de
l. . . . , P x C decide la elemental
2. C5A.

68
Sim.a.&in Nlk:ollch Tolush Kopylov
Kíslovodosk, 1968 Leningrado, 1954

Diagrama núm. 114 Diagrama rzúm. 115

1. T8R+! defender a la vez el PCR y la


,diagonal CD-7TR. Si aquí 2.
A las negras les encantaría D X A. las negras ganan rápida-
tratar a este indeseable huésped mente: 2. ..., D3C+; 3. RlT,
como se merece, pero por desgra- C7A+; 4. RlC, CxP+; 5. RlT,
cia la torre que hubiera podido C7A+ ; 6. RlC, C5C+, etcétera.
hacerlo está sobrecargada, tenien-
do también que defender a la 2. AxC
dama.
Relativamente lo que más posi-
l. R2C bilidades ofrece.
2. TxT Abandonan.
2. A4A
Esta vez es la dama negra quien 3. DxA TxD
sufre de sobrecarga, pues no es 4. Ax PT D3T
capaz de capturar la torre ene-
miga sin privar de deiensa.. a la Ataque doble. ~o obstante, las
propia en la casilla"' 5D. blancas combaten hasta el fin y
a su vez amenazan una pieza del
(Véase diagrama núm. 115) adversario, recordando que la me-
jor defensa consiste en contra-
1. .. . A x PC! atacar.

Brillante e inesperado. Ahora 5. C3C T'l'A


se da uno cuenta de que la dama 6. C4R
blanca· llevaba una carga dem·a-
siado pesada para sus hombros: Las blancas podrían tratar de

6!1
salvar la pieza amenazada jugan- negra no está en condicic::J.es de
do 6. A2C, pero entonces segui- detener sin abandonar al !::'tismo
ría 6.... , D3CR+; 7. RlT, D7A; tiempo la defensa de su propio
8. TlCD, AXP!, etcétera. peón débil.
Además, las blancas se dan
6. T5A! cuenta de que deben explo""::ar rá-
Abandonan. pida y enérgicamente la actual
h posición insegura del rey negro,
En la siguiente posición, inten· ""' ya que a cualquier jugada pasi-
temos primero analizar el proce- va las negras podrían co:c.testar
so mental de las blancas. l. ... , R2C y apoderarse de la ini-
ciativa mediante 2.... , TxT; 3.
PX T, D x P. Si, por otra parte,
Tal Dvoretzkl la torre blanca se retirara en es-
Leningrado, 1974 te momento de la fila 7, el PD
caería en manos del enemigo.
Diagrama núm. 116 Al calcular variantes, las blan-
cas no tardan en percata:::-se de
que a nada conduce el prosaico
cambio l. T X T, A X T, pe!'o, de
repente, se les ocurre ur::.a idea:
¿qué pasaría si el alfil negro se
fuera de 3R y dejara de defen-
der la torre? Entonces seria efi-
cacísimo T X T, por estar sobre-
cargada la dama enemiga. De es-
ta idea nace un plan co:::creto:
¡desviar dicho alfil!

1. A4A P4AR

Tratando de taponar el acceso


al punto 3AR. Por supt.:esto es
malo 1. ... , AxA a causa de 2.
¿En qué se fija aquí el blanco TXT; y si l. ... , R2C, las blan-
sobre todo? En el PAR enemigo, cas reforzarían su presié!! sobre
que necesita de continua protec- la torre clavada jugando 2. AX A,
Ción y por ello restringe la li- Dx A; 3. D5A! con la ameaza de
bertad de movimientos de una «:::-ayos X)> en el punto 7D (2D de
pieza tan importante corno la da- las negras), pues de na Ca servi-
ma. Las blancas ven también que ría 3. .. ., D X D en vista de 4.
su torre ocupa un puesto activo, PxD, T2AR; 5. P7D, etcétera.
clavando la del adversario. Éste
no puede liberarse de la clavada 2. PxP DxP
cambiando las torres, pues en ca- 3. AxA Abandc:J.an.
so de l. ... , TXT; 2. PXT entra
en liza un peligrosísimo peón En efecto, si 3.... , Dx A de-
avanzado y pasado que la dama cide sencillamente 4. TxT. DxT;

70
5. D6A+, R4T; 6. P4C+, RST; 7. Con todo, parece difícil que las
D6T mate. blancas puedan intensificar aúu
A menudo es preciso provocar más su ataque, debido al influjo
artificialmente una situación de nue a su vez ejerce el caballo ne-
sobrecarga. Para ello se echa ma- ~ro sólidamente instalado en el
no la mayoría de las veces de centro. La primera jugada, por
un recurso táctico auxiliar, la tanto, tiende a aniquilar ese mo-
destrucción de una de las defen- lesto adversario.
sas, que consiste en alejar del
punto atacado una de las piezas o 1. TXC! PxT
peones que lo defienden, dejan- 2. ASA!
do así sobrecargados a los demás
Si las negras aceptan este nue-
defensores. Sólo hay que tener
vo sacrificio, sus peones del ala
en cuenta que si la combinación
de rey qliedarán seriamente debi-·
entraña algún sacrificio, la su-
litados. Así, después de 2. .. . ,
perioridad de fuerzas en el sec-
p x A , las blancas penetrarían de
.
tor decisivo de la batalla ha de
inmediato en la fortaleza enerru-
ser bastante grande.
ga por la brecha reclén ableria:
3. D4C+ seguido de 4. D7C mate.
Tal Najdorf
Leipzig, !960
2. D3C
3. AxP TRlR
4. A5R D3C
Diagrama flúm. lll
5. C6T+ RIA
6. P5A! Abandonan.
Si ahora 6 . ... , D4C sigue 7.
CxP!

Botvlnnlk Chekhover
Moscú, 1935
Diagrama núm. 118

El motivo subyacente a la bús-


queda de una combinación es cla-
ro para las blancas: su superiori-
dad de fuerzas en el flanco de rey.
La posición del caballo blanco en
5AR resulta particularmente peli-
grosa para el enemigo.

71
La búsqueda de un medio para Windrich Holz
acabar con las defensas enemigas, RDA, 1969
destruyéndolas o alejándolas del
sector crítico) ocupa a menudo un Diagrama núm. 119
lugar predominante en los cálcu-
los del bando activo. En esta po-
sición, claro está, las blancas ~en­
tran sus reflexiones en dos fac-
tores: !) Aunque las negras tie-
nen dos piezas de más, una de
sus torres (en 2TD) y la dama
están prácticamente fuera de jue-
go; se impone por tanto actuar
con energía, de manera que el
enemigo no disponga de tiempo
para reagrupar sus fuerzas. 2) La
única debilidad en el campo de
las. negras, que hay que tratar
de explotar cuanto antes, es la
posición precaria en que se en-
cuentra su rey; pero de momen-
to la dama blanca no puede pe- l. TXP!
netrar en las filas enemigas «vi-
giladas» por el caballo de 3AR. Precisamente este peón era el
Conclusión lógica: ¡eliminar este pilar en que se sostenía la posi-
caballo aun a costa de un sacri- ción de las blancas. Todo el edi-
ficio de calidad! ficio se viene ahora abajo.
l. TXC AxT 2. TXT TXT
2. D7T+ RlA 3. DxT AxC
3. TlR! 4. D7C AxT
Abandonan.
Cortándole la retirada al rey
negro y atrayendo a la vez el al-
fil enemigo a la casilla 4R, donde En caso de 5. D X A seguiría 5.
quedará clavado. ... , D7C +; 6. R3T, D8A!, etcétera.

3. MR (Véase diagrama núm. 120)


4. DST+ R2R
5. DXP+ l. ASR!

Las negras debían ya resignar- Dirigido contra el PAR de las


se a conceder el tanto, pero por negras, único defensor del pun-
inercia siguieron jugando hasta to 3CR.
el mate: 5.... , R3D; 6. DXAR+,
R2D; 7. D5AR+, R3A; 8. P5D+, 1. R2C
R4A; 9. A3T+, RXP; 10. D4R+, 2. AST+!
R6A; 11. A4C+, R7C; 12. D1C
mate. N o sólo liberando la fila 3 para

72
Kholmov Banlllk 2. RxA
URSS, 1.962 3. C5A+!

Diagrama núm. 120 Otro sacrificio, destinado a eli-


minar las últimas defensas del
rey negro.

3. PxC
4. D2Il.+ A4CR
5. T3i'R+ R3C
6. AXP4A+ Abandonan.

Al estudiar ahora por vuestra


cuenta las siguientes posiciones,
no os precipitéis a sacrificar ma-
terial; tal vez podáis explotar de
manera sencilla la sobrecarga de
una pieza o peón del adversario.
Pero si sentís que no es posible
lograr vuestros propósitos sin un ·
sacrificio, ¡lanzaos valientemente
que entre en accíOn la torre, sino al torbellino táctico!
permitiéndole a la propia dama
participar en d ataque con ga-
nancia de tiempo.

73
Diagrama núm. 121 Diagrama núm. 123

Juegan blancas Juegan blancas

Diagrama núm. 122 Diagrama núm. !2.j

Juegan negras Juegan blancas


Diag,.ama núm. D5 Diagrama núm. 127

l.••• •r •riJ*• •••• •• •r


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Juegan blancas Juegan blancas

Diagrama núm. 126 Di:agrama núm. 128

Juegan blancas Juegan blancas

75
EL COMBATE POR L;\S «ESFERAS
DE INFLUENCIA»

Bloqueo Fl.scher Benko


Nueva York, 1963
Cuando resulta indispe1sable
impedir que el adversario inva- Diagrama núm. 129
da nuestro territorio o queremos
frenar el avance de uno de sus
peones (y, a veces, de todo un
grupo de ellos), solemos recurrir
al bloqueo. Las formas de bloquea
son variadísimas, como comproba-
réis al estudiar Jos ejemplos. De
momento os hago notar lo prin-
cipal: un buen bloqueo no sólo
es útil para restringir considera-
blemente los movimientos de las
fuerzas enemigas, sino que inclu-
so puede salvarnos en una posi-
ción desesperada levantando ba-
rreras infranqueables para las
piezas de ambos bandos, que así
no llegan nunca a encontrarse.

(Véase diagrama núm. 129) A raíz de esta jugada de blo-


queo, las negras quedan sin re-
Tras la retirada del caballo ata- cursos para impedir 2. P5R. Hu-
cado, las negras esperaban liqui- biera sido malo adelantar el peón
dar la presión enemiga en el flan- de rey inmediatamente a causa
co de rey mediante l. ... , P4AR. de l. ... , P4AR!
Pero las blancas responden con
u::1 inesperado sacrificio! 1. RlC
2. P5R P3TR
l. T6A! 3. C2R Abandonan.

76
En la siguiente composición ar- 3. RlR A5C
tística las blancas le bloquean va- 4. A2D+ R7A
rias veces al alfil negro el cami- 5. A4A!
no hacia la casilla 2D, desplegan-
do en ello notable ingenio. Bloqueando sólidamente el PAR
negro y obteniendo así la victo-
ria, pues en caso de 5 .... , P X A
A. Herbstmann, 1927 sigue 6. P6D y se corona este peón
sin ob~culos.
Diagrama núm. 130

Despeje de una casilla

Al analizar la combinación de
la partida Moresi-Ferrarini (véa-
se el capítulo «En la "despensa"
de las maravillas») pudimos ya
ver cómo a veces una pieza pro-
pia no_s estorba ocupando uná ca-
silla imprescindible para instalar
otra pieza. Sucede a menudo que
una torpe disposición de fuerzas
no sólo nos corta la retirada, si-
no que nos impide llevar a. cabo,
dado el caso, operaciones táctica-
m-ente ventajosas. En la práctica,
esto equivale a un <<autoblo-
Juegan blancas y ganan queo».
En semejantes casos hay que
averiguar si con un sacrificio o
La amenaza por parte de las un jaque (¡para no perder precio-
blancas de coronar el PD puede sos tiempos!) se podrá despejar
ser parada por el negro median- la casilla crítica.
te l .... , P5C o la maniobra l. ... , Examinad con atención las me-
ABD seguido de 2.... , A4T y 3. jores partidas de Karpov, Spassky,
... , AlR. Veamos cómo se las arre- Tal, Fischer ... En ellas veréis lo
gla el blanco para lograr la an- bien que {(respiran)> las piezas de
helada pr:Jmoción. esos carripeones por las columnas
y diagonales abiertas, para poder
l. P6C PxP desplegar toda su actividad en
2. A4C! ASD+ cualquier mom-ento.

Después de 2. ., PXA queda- (Véase diagrama núm. 131)


ría herméticamente «taponada»
la segunda diagonal importante. Parece como si el ataque de las
Las negras dan este jaque con la blancas por la columna CR hu-
esperanza de abrir todavía bre- biera llegado a un punto muerto.
cha en la posición. Al propio tiempo, las amenazas

77
Hemsohn Heisenbutter Gurgenidze Sergievskl
RFA, 1958 URSS, 1962

Diagrama nüm. 131 Diagrmna núm. 132

Y/·_,;<'M

t~
del negro en el flanco de dama co- ra posición del AD enemigo y la
bran relieve. columna TR abierta en manos de
¿Qué pueden emprender aquí las negras, A éstas no se les plan-
las blancas para llegar oportuna.,. tea más que un problema: ¿cómo
y eficazmente al punto 7CR? Es- despejar para su dama la casilla
to lo podría hacer la dama blan- 4CR?
ca si las dos torres de su bando
no le cerraran el camino ... l. A. iD!

L T5AD! Atacando a la vez dos piezas


enemigas, las negras imponen la
¡Sólo así! Las blancas le abren captura de este alfil. De paso le
paso a la propia dama obstru- privan al PR blanco de uno de
yendo simultáneamente la colum- sus defensores.
na AD, por donde ataca el ene-
migo. Las negra_s abandonaron. 2. DxA CxP
En efecto, si capturan la torre 3. D3R D4C+!
blanca o ponen su dama a salvo,
reciben mate: 2. TxPT+ segui- ¡Para eso se necesitaba la casi·
do de 3.... , D7C mate. lla 4C!

(Véase dr'agrama núm. 132) 4. DXD CxD+

La posición de las blancas pue- De aquí en adelante los aconte-


de sin ambages calificarse de crí- cimientos se desarrollan de ma-
tica en vista de la debilidad de nera forzada: 5. R3C, T6T+; 6.
su flanco de rey, la amenazado- R4C, A6A +; 7. R x C. T4T mate.

78
-- --------..,.~·-

Ero. Lasker Capablanca entregar la calidad, ya que, en


San Petersburgo, 1914 caso de retirarse la torre, segui-
ría 4. CXA y 5. C4-6D+, etc. La
Diagrama núm. 133 partida continuó 4. CXT, AXC;
5. T7T, TIA; 6. TlT, RlD; 7.
TBTD +, AlA; 8. C5A, abando-
nan.
A veces se revela indispensa-
ble despejar no sólo una casilla,
sino todo un conjunto de esca-
ques, por ejemplo los de las dia-
gonales para activar los alfiles, o
los de las columnas para facilitar
el juego de las piezas pesadas.

Panov Makogonov
TifUs, 1937

Diagrama núm. 134

Las torres blancas hacen de las


suyas en la columna TR, mien-
tras uno_ de los caballos domina
la situación desde 6R. El segundo
caballo permanece por ahora en
la retaguardia.

l. P5R!

Las blancas despejan la casi-


lla 4R, por donde entrará en jue-
go el caballo de 3A con efecto
decisivo.

1. PDXP
2. C4R C4D
Al estudiar este ejemplo nota-
A su vez el caballo negro dis- réis que durante el ataqL.:.-: :C.J se
pone de un fuerte punto centraL .:~'..:.ú:'_ ::2.n piezas únicamente pa-
pero esto ya no cambia las c~r ra destruir los defensores activos
sas, pues las amenazas que crean de la posición enemiga, sino tam-
las blancas con su siguiente ju- bién para incrementar el poten-
gada son demasiado graves. cial bélico de las propias piezas
atacantes.
3. C6-5A AlA Sin duda habéis caído ya en la
cuenta de que, distribuyendo mal
Las negras se ven obligadas a nuestras piezas y asignándoles pa-

79
peles pasivos, no pocas veces les ejemplo doblando las torres, re-
impedimos actuar con libertad y sultaría poco eficaz debido a su
entorpecemos sus maniobras aun lentitud. Al blanco se le ocurre
en el propio campo. una magnífica idea para ganar
Observad con qué sencillez se rápidamente la partida.
desarrolla aquí el ntaque de las
blancas una vez despejada, me- l. P4CR
diante un sacrificio de calidad, la
diagonal 1TD~8TR. La amenaza 2. P5A obliga a las
negras a aceptar este «regalo».
l. Txct PxT
2. P7A+! l. AxP
2. TDlC A4A
Con esta jugada las blancas de- 3. TxPT!
satan toda la potencia de la ba-
tería que .constituyen la dama y - Sólo ahora se percibe el verda-
el alfil. dero sentido de la apertura de la
El resto de la partida no re- columna CR. Al no poderse jugar
quiere comentariós: -2-... , Tx p; 3.... , RxT a causa de 4. T1T+
3. DXP, RlA; 4. D7C+, R2R; 5. seguido de 5. T8T+ +, hay que
A4C+, abandonan. capturar esta torre con la dama,
tras lo cual queda «al descubier-
ta» el alfil que desempeñaba un
Starchenko Goldberg importante papel en la defensa
Moscú, 1956 de las negras.

Diagrama núm. 135 3. DxT


4. AxA T2A

Curiosamente, si 4 .... , TIA; 5.


A4R!, cualquier retirada de la to-
rre negra conduce a pérdidas de
material.

5. AxP D5T
6. A4R+ RlA
7. TlT Abandonan.

Si la dama se va de la columna
~ TR, sigue 8. TBT+ y las negras
pierden la torre de 1T.

(Véase diagrama núm. 136)

La artillería de las blancas tie- La dama blanca se muestra


ne ya a su disposición la columna muy decidida, pero ... ¡ningún sol-
abierta TR, pero el incrementO dado la acompaña! Ni siquiera
progresivo de la presión, por en el finar la orgullosa señora es

80
Rubtzova Borisenko 4. . .. RxP
Sukhumi, 1966
La partida prosiguió todavía 5.
Diagrama núm. 136 T6T+, R2A; 6. A3R, R2C; 7. T1T,
D2R; 8. A4R+, A3A; 9. AxA+.
RXA; 10. D4R+ (como veis, la
diagonal abierta se ha aprovecha-
do bien), R2A; 11. T5T y las ne-
gras abandonaron.

Obstrucción

Las r:ombinaciones relaciona-


das con este tema tienen por· mo-
tivo principal destruir la coordi-
naciÓ:l existente entre las piezas
enemigas. Su finalidad no es so-
lamente ganar una de ellas, sino
a menudo también cortarles a
capaz de dar mate al rey ene:ni- esas tropas la comunicación con
go sin colaboración ajena. Así su rey para que no puedan se-
pues, se necesitan refuerzos. guir d~fendiéndolo.
El alfil de 3D estaría ya listo
para tomar parte activa en el ata-
que si no fuera por el propio PR Eliskases H elzl
que le bloquea el paso. ¡Y no hay Graz, 1931
tiempo para preparativos! Las
blancas han de tener presente la Diagrama núm. 137
amenaza que pesa sobre su torre.
l. P5R! PDXP
De momento la torre blanca es
inviolable (¡defensa indirecta!)
en vista de la variante forzada l.
... , CxT; 2. D7T+, R2A; 3. A6C+,
- R2R; 4. DxP+ (sacrificio de des-
viación), CxD; 5. PxPD mate.

2. D7T+ R2A
3. A6C+ R2R
4. P6D+!
No sólo ganando tiempo para
que la torre partícipe en la ofen-
siva, sino despejando también la
diagonal 1TR-8TD. l. T5D!!

81
·De un solo golpe las blancas CxA; 6. D7D+, etc. Y a l. ... ,
1
acaban con la arrnoma '
de 1as D2A sigue 2. D5C+, R!A; 3.
fuerzas enemigas! Si l. ... , A X T D6T+, R2R; 4. D6A+, RlA; 5.
o 1.... , PXT, la torre negra que- CxP+, TxC; 6. DxT.
da sin defensa. Tampoco sirven
l. ... , DXT, a causa de 2. D6A 2. CxP+ R3A
mate, ni l. ... , T X T, a lo que si-
gue igualmente mate (2. DSA No es posible 2. Dx e debi-
mate). do a 3. D6D mate.
Asimismo es típico el ejemplo
que viene a continuación. 3. T6D+ RxC

Como es natural. menos aún les


Kotov Yudovich gusta a las negras la variante 3.
Leningrado, 1939 ... , T3R; 4. D7C+, Rxe; 5.
A2A,+, T5R; 6. D6A+, me; 7.
Diagrama mín-1. 138 AlD+, T7R; 8. AXT mate.

4. D3AR+ TSA
5. D5T+ RSR
6. A2A+ R6R
7. T3D+ Abandonan.

Una vez más se demuestra en


este ejemplo que no basta con
captar la idea de la combinación;
es preciso también calcular con
exactitud sus variantes, .desde el
principio hasta el fin. Añadamos
aquí un curioso detalle: en su au-
tobiografía, publicada en las pá-
ginas de la revista «Shakhmaty
v SSSR, («Ajedrez en la URSS»),
el gran maestro A. Kotov escribe
Para inquietar seriamente al rey que en los comienzos de su ca-
enemigo, que se ha quedado en rrera ajedrecística se sentía inse-
el centro, a las blancas les es ne- guro precisamente en el juego de
cesario conquistar el punto 5CR, combinación. No obstante, a fuer-
cosa que logran con facilidad me- za de trabajo y tenacidad, anali-
diante un., sacrificio de obstruc- zando minuciosamente complica-
ción. das combinaciones, logró poco a
poco acabar con ese defecto.
l. T5A! PxT Espero que también a vosotros
el estudio de los ejercicios que
En caso de l. ... , D3D decide 2. os propongo para resolver perso-
·TxP+! (¡despeje de la casilla nalmente os ayude a adquirir en
5AR!), AxT; 3. C5A+, PxC; 4. breve tiempo una buena visión
DXD+, R!R; 5. A4T+ (desvío), combinativa.

82
Diagramq núm. 139 Diagrama núm. 141

!J·

Juegan negras Juegan blancas

Diagrarna núm. 14/J Diagrama núm. 142

Juegan blancas Juegan negras

83
Diagrama núm. 143 Diagrama núm. 145

Juegan blancas Juegan blancas

.!1:\.
Diagrama núm. 144 Diagrama núm. 146

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Juegan negras
•••• Juegan blancas

84
:\IOTIVOS GEOMÉTRICOS

Ya sabéis que el ataque simul- Diagrama núm< 1~7_


táneo a varios -puntos o piezas es
posible en ciertas condiciones o,
por decirlo más exactamente, en
particulares cor.diciones «geomé-
tricas,. De hecho, estas determi-
nadas formas ~-paciales se dan
en todas las ccmbinaciones. La
horquilla de caballo, por ejemplo,
¿no depende de una disposición
geométrica de :!..as piezas ataca-
das? Y en el caso más sencillo de
varias piezas o peones situados
en línea (en la .':1isma columna,
fila o diagonal) :¡ atacados a la
vez, ¿no tenemos igualmente un
motivo geométr:co?

(Véase diagrcma núm. 147) 1. T5TR!

Esta posición procede de un


manuscrito latü:o del siglo XIII, ¡Admirable! A su vez el blanco
cuyo autor se esconde tras "el seu- «Se saca de la manga» un doble
dónimo de «Cit.:.C:adano boloñés». ataque: a la torre enemiga (en
La situación es dramática. Las BTR) y a su majestad el rey ne-
blancas tienen ~a torre de ven- gro (2. T6TD mate).
taja, pero ¿cómo se defenderán al
mismo tiempo C_~ las dos amena- l. TxT
zas de su adversario: la captura • 2. T6T+ R4D
de una torre y el mate en la últi- 3. T5T+
ma fila?
Y las blancas ganan.

85
¡He ahí por qué la torre negra R3A; 4. D4TD+; o 3.... , R4R;
fue atraída a 4TR! 4. DlR+. ¡Espléndido final!
También en el siguiente ejem-
plo las blancas consiguen ganar
A. Troitzky, 1898 la dama enemiga gracias a sus
«intrigas'' por las diagonales.
Diagrama núm. 148

V. y M. Platov, 1909

Diagrama núm. 149

Juegan blancas y ganan

l. A7T+!

Limitando considerablemente la Juegan blancas y ganan


movilidad del rey enemigo.
l. A6A P5D
l. ... R5D
2. D4C+ Parece que ahora bastaría pa-
ra alcanzar la victoria 2. C3A,
¿Adónde irá el rey negro? No P8T=D; 3. AxP+, DXA; 4.
puede regresar a la columna R CXD, RXC; 5. R4A, RXP; 6. R5C,
debido a 3. DlR+ ganando las pero resulta que después de 6 .... ,
blancas la dama. Sólo le queda, R5R; 7. R6T, D4A; 8. RXP, R6A;
pu€s, la casilla 4D. g. P6T, R 7A se llega a una posi-
c~-jn .::e ¡ta'::las teóricas!
2. ... R4D
3. A8C+! 2. C2R! P8T=D
3. ClA!!
En este mortífero jaque se ba-
saba la idea combinativa de las ¡Asombrosa metamorfosis! Se
blancas. Ahora la dama negra se_ amenaza <csimplemente» 4. A5C
pierde en todas las variantes: 3. mate. ¿Cómo se defenderán las
... , DXA; 4. D3C+; o bien 3.... , negras? En caso de 3. . .. , D XC

86
perderían inmediatamente la da~ Mecking Tan
ma tras 4. A5C+. Tampoco sir- Petrópolis, 1973
ve 3 .... , R7D a causa de 4. C3C+
con análogo resultado. Les queda Diagrama núm. 150
sólo una jugada.

3. D4T

Controlando la casilla crítica


4CR ( 5CR de las blancas). Pero
ahora, sacrificando el alfil, las
blancas obligan a su adversario a
ponerse a tiro de una horquilla
de caballo.

4. AxP+! RxA·
5. C3C+

Y las blancas ganan.


En la posición que sig-ue es di-
fícil apreciar el motivo geométri~
co que determina la combinación l. AXP+! RXA
decisiva de las blancas. Sin em- 2. TXPA+! DxT
bargo ésta es indispensable, ya
que las negras no piensan ni mu~ Con dos audaces sacrificios las
cho menos cruzarse de brazos: blancas han logrado atraer al rey
después de l. ... , DBR + la situa- y la dama del adversario a la
ción del rey blanco sería en extre- misma fila.
mo precaria. Esta amenaza, por
supuesto, se para con facilidad, 3. D7T+ R3A
¡pero en las presentes circunstan- 4. DXD
cias sería un pecado resignarse a
la pura defensa! Y la superioridad material de
las blancas se impuso rápida-
mente.

87
¿EN. QUÉ SUEÑAN LOS
. PEONES?

¡Qué pregunta tan ingenua! Na- AJekhi.qe Aficionado


turalmente, sueñan en «Ser ar- Trinidad, 1939
mados caballeros» si consiguen
llegar a la última ftla. Mas el ca- Diagrama núm. 151
mino hacia ella «es largo, peno-
so y sin vuelta atrás ... ». Por eso
el peón, al acercarse paso a paso
a sU anhelada meta, no tiene de-
recho a equivocarse ni correr in-
considerados ri~sgos, como pue-
den r,acerlo las demás piezas. Pe-
ro cuando dicha meta está ya muy
próxima, entonces todo riesgo es
pequeño para lanzarse de cabeza
hasta las entrañas mismas de la
ciudadela enemiga. ¡Y he aquí
también un vasto campo combi-
nativo que pada tiene que envi-
diar al de los «caballeros por na-
cimiento»!

(Véase diagre-"na núm. 151) Z. D7R! Abandonan.

En esta posición, las blancas En efecto, la dama negra debe


empieza..l'J. por atraer la torre ene-- abandonar el control del punto
miga a la casilla lAD (8AD del lAD o permitir la ejecución de
blanco). una nueva amenaza: 3. P8D=D+.
En el ejemplo siguiente el plan
l. T8A TxT de las negras consiste también en
alejar de la casilla de promoción
En caso de l. ... , Dx PD siguen la pieza bloqueadora, en este caso
unos «rayos X> mediante 2. D8A +! el rey.

88
Besaler Milller Teich:rnaD.JJ Aficionado
Landau, 1962 Zurich, 1921

Di·agrama núm. 152 Diagrama núm. 153

l. A6D+! estar clavada la torre negra, que


ahora no puede impedir el avan-
Abriéndole a la torre la colum- ce del PTR.
na AR para que apoye al peón
pasado.
Alekhine Schwartz
2. TxA DxP+! Londres, 1926
3. RxD PSA=D+
4. R3C DxT+ Diagrama núm. 154
Abandonan.

(Véase diagranw. núm. 153)

Aqui las blancas resuelven el


mismo problema estratégico ---de-
saloj ar al rey enemigo de su po-
sición de bloqueo- mediante una
~lct2"lio'::l1'"2. aún ::::2s fi.'1a que la an-
terior.

l. TxP!! CxT
2. D5C C2A
3. D8D+! CxD
4. P6T! Abandonan.

El sacrificio de dama que aca-


bamos de ver ha sido posible por l. P5A! PCxP

89
...
No es posible, naturalmente, l. Zelinski V. Dzuravlev
PDxP a causa de 2. AXA. Por correspondencia, 1971-1972

2. P6C Diagrama núm. 155

¡Se acabó el bloqueo! Las blan-


cas disponen ya de un peón pa-
sado.

2. TIA
3. D3A!

Justa decisión. Aprovechándose


de la clavada del alfil enemigo,
el blanco provoca~ una ventajosa
liquidación de piezas, tras la cual
el avance de su peón pasado será
irresis~tible.

3. TRIR
4. AxA PxA
5. DxPR! DxD l. C6A! AxC
6. TxD TxT 2. PXA PxA
7. TxP+ 3. P7A D2R

;El caballo negro no cuenta aquí Debido al jaque a la descubier-


para nada! Las blancas sin duda ta que se amenaza, las negras han
alguna previeron que no podría de resignarse a la horquilla de
detener ni destruir el peón libre. peón. En caso de 3 .... , DXP?
seguiría 4. AXPA+ y 5. TxD.
7. TxT
8. PXT TlR 4. TxP! TXT
9. PxC=D TxD
10. A6R! Abandonan. ¡Un defensor de menos en la
primera fila!
Esta última jugada debió tener-
se presente al iniciar la combina- 5. DxC!
ción, de lo contrario todo se hu-
biera quedado en pompas de ja- Ahora la torre de lC queda li-
bón ... mitada a sus propios recursos.
En la siguiente posición resul-
ta curioso que el avance del peón 5. DxD
pasado se lleve a cabo gracias a 6. PxT=D+ AlA
una serie de golP€S tácticos en el 7. TlA
flanco opuesto, destinados a de-
bilitar bruscamente ia primera Clavada decisiva. Aún podría
fila del enemigo. seguir 7. ..., P7R; 8. TxT!,
PBR=D+; 9. TlA+, etc., pero las

90
...
negras prefirieron rendirse de in- 5. P7R! D8A+
mediato.
Las negras aún confían -en el
jaque perpetuo, pero el blanco ha
Botvil!nik Capablanca previsto ya el modo de cubrirse:
Torneo AVRO, 1938 6. R2A, D7A+; 7. R3C, D6D+; 8.
R4T, D5R+; 9. RXP, D7R+; 10.
Diagrama núm. 156 R4T!, D5R+; 11. P4G, D8R+; 12.
R5T, abandonan. <ll'

Geller Averbach
Kiev, 1954

Diagrama núm. 157.

La combinación que efectua-


ron las blancas en esta célebre
partida nOs seduce no sólo por la
cristalina nitidez de su idea~ sino
también por su perfección téc-
nica.
l. A3T! El P5CD de las negras arde en
deseos de ayudar a su camarada
Alejando del punto crítico al de 7C. Pero ¿cómo abrirle paso?
principal defensor.
l. ... TxA!
l. ... DXA
2. C5T7! ¡Se impone un sacrificio!

Nueva desviación, esta vez del 2. PxT DxP!


peón que protege al rey negro. 3. DXD AxD

2. PxC Ya han desaparecido todos los


3. D5C+ RlA defensores del PAD blanco.
4. DxC+ RlC
4. TxPCR+ R2T
4 .... , R1R conduce al mate: 5. 5. T5XA PxP
D7A+, R!D; 6. D7D mate. 6. T5CD T8D!!

91
Ganando un importante tiempo Las negras tienen una torre de
y, a la vez, atrayendo la torre más, pero toca jugar a las blan-
enemiga a lD. Las blancas aban- cas, que a su vez disponen de un
donan, ya q_ue después de 7. T X T peligroso peón pasado. Es claro
el negro logra la victoria median- q_ue no puede continuarse l. A X D
te 7.... , P7A, etcétera. a causa de l. ... , TBAR+ seguido
En algunos casos es necesario de 2.... , TxD. Tampoco resulta
transformar el peón q_ue llega a bueno l. P8A =D, pues las negras
la última fila no en dama, sino pasarían i:ri;jhediatamente a la
en cualquier otra pieza. La ma- ofensiva: l. ... , D7A+; 2. R3A,
yoría de las veces esto tiene la fi- D7R+; 3. R4A, D5R mate.
nalidad de evitar las tablas por Parece que na hay solución. Sin
ahogado. El caballo constituye una embargo, transformando el peón
excepción: a él se recurre cuan- en caballo, las blancas ganan un
do hay q_ue aprovechar su aQti- . tiempo esencial pa.ra reavivar su
tud para atacar das piezas ene- ataque, al paso que asumen la ini-
migas mediante una horquilla o ciativa. ¡Y ésta, como ya lo ha-
para entrar instantáneamente en béis podido comprobar, es la cla-
juego dando jaq_ue. De todas for- ve del triunfo!
mas, este tipo de promoción pro-
duce siempre un efecto de sor- l. PSA=C+! RIC
presa, pues estaréis de acuerdo 2. A6R+! DxA
en que es bastante raro que en 3. DxD+ RXC
la práctica un peón se transfor- 4. DxPD
me en caballo. Y las blancas ganaron explo-
tando su ventaja de material.

Furman Keres V. Korolkov, 1937


Moscú, 1948 Juegan blancas y ganan

Diagrama núm. 158 Diagrama núm. 159

92
La beUeza de esta fantástica ¡Y ahora os toca a vosotros
composición se aprecia sin comen- crear obras maestras! Todos los
tarios. ejercicios que siguen tienen un
enunciado común: las blancas jue-
l. C4A+ R3T! gan y ganan. Os advierto que es-
2. P8C=C+ R2T tos ejemplos no provienen de par-
3. C8C-6A+ R3T tidas reales, se trata de compo-
4. CxP+ R2T siciones artísticas donde la solu-
5. C8-6A + R2C ción nunca es superficial. ¡Buena
6. CoR+ R2A suerte[
7. P8D=C+! R2R A propósito, no todos los ejem-
8. P8A=C mate. plos tienen por protagonista un
peón pasado; en algunos de ellos
¡La posición final bien merece hay que atender a los motivos
un diagrama! geométricos.

Diagrama núm. 160

93
Diagrama núm. 161 Diagrama núm. 163

iil • • • -~·· • • •
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Diagrama núm. 162 Di·agrama núm. 164

94
Diagrama núm. 165 Diagrama núm. 167

Diagrama núm. 166 Diagrama núm. 168

95
MÉTODOS DE AUTODEFENSA

Me podríais preguntar lo si- cuanto antes no pone la debida


guiente: «Está muy bien eso de atención y, en el fervor de la ba-
combinar cuando se ataca, pero talla, pasa por alto las posibilida-
¿qué pasa si uno tiene que de- des que el adversario tiene de
fenderse? Ni un solo jugador se ((ahogarse».
halla inmune contra un giro ines- Examinemos dos posiciones tí-
perado de los acontecimientos. picas.
¡Cuántas veces la victoria parece
, próxima y, de pronto, el adversa- Lazdin Zemitis
rio nos asesta un golpe por sor- Riga, 1936
presa, reduciéndonos a un papel
defensivo! ¿Qué hacer en ese Diagrama núm. 169
caso?»
Existen, a decir verdad, nume-
rosas ideas combinativas cuyo
único objeto es ayudarnos a en-
contrar una salida en posiciones li-
teralmente desesperadas. _Por eso,
aun en medio de los mayores
aprietos, no os dejéis llevar por
el desánimo: ¡recordad que todo
está en vuestras manos!

Combinaciones de «ahogadm>

En la práctica, las tablas por


ahogado se dan con bastante poca
frecuencia. Aun así, hay casos en
que un jugador que lleva aplas- l. DSA+ R3A
tante ventaja de material y arde 2. DST+ R4A
en deseos de alcanzar la victoria 3. P4C+ PxP

96
4. T5D+ PxT quiere perder la dama después de
5. DSAD+! DxD 4 .... , R3C; 5. D8CR+.

¡Ahogado! Un ejemplo instruc- 4.... RxD


tivo.
Ahora veis cómo las blancas
han logrado su objetivo: su rey
Talmanov Geller no puede moverse y el negro ha
sido incapaz de impedir esta si-
Diagrama núm. 170 tuación.

La jugada intermedia

FascinadOs por la posibilidad


de poner en práctica una bella
idea combinativa o, al contrari01
deseando simplificar la posición
gracias a unos cuantos cambios
en apariencia inofensivos, a me-
nudo olvidamos en nuestros cál-
culos que el adversario puede qui-
zá disponer de alguna jugada in-
termedia capaz de imprimir al
curso de la lucha un giro de 180
grados.

En esta posición se jugó l.


D3R?, TlTD; 2. T7C+, R3T! y las Rossetto Sherwln
blancas abandonaron. ¡Cuál no se- Portoroz, 1958
ría el enojo de M. Taimanov al .
comprobar, después de la partida, Diagrama núm. 171

-··
que había podido salvarse me-
diante una idea de tablas por aho-
gado! En lugar de su erróneo mo~
vimiento de dama tenía que ha-
ber hecho:

l. TxT RxT
2. T3C+!! Dx T
3. DSC+ R2T
4. D8TR+!

Con toda lógica las blancas se


deshacen de las piezas «sobran-
tes», en el sentido literal de la
palabra. El negro está obligado a
aceptar este último «regalo• si no
l. T8CD con el caballo, tratan de ponerlo
2. AXC al resguardo de las amenazas ene-.
migas.
Las blancas capturan tranqui-
lamente el caballo contando con 2. T3A
la respuesta automática 2. . .. , 3. C5A+ R5A
P x A, tras la cual moverían el 4. C7D
alfil atacado de 3C y obtendrían
tablas sin dificultad. Sin embar- ¡De nuevo salva la situación
go, el negro jugó primero: una jugada intermedia! Es evi~
dente que en caso de 4. RXA?,
2. P6A+! T3TR+; 5. R2C, T3CR+; 6. RlA,
TxA+ y 7 .... , RXC las blancas
¡Incisivo golpe intermediot Las quedarían sin defensa.
blancas abandonarOl)., ya que des-
pués de 3. RxP, TxA+ seguido 4. T3D
de 4 .... , PXA quedan con una
pieza de menos. A 4 .... , T2A sigue 5. C6C+,
R4C; 6. RxA, T2TR+; 7. R2C,
T2CR+; 8. R1A, TxA+; 9. RxT,
V. Chekhover, 1948 E X e y las blancas llegan a tiem-
po para defender su peón: 10.
Diagrama núm. 172 R2A, R4A; 11. R3R, R5A; 12. R2D,
R6C; 13. RlA.

5. C6C+ R4C
6. C8A! TlD
7. C7T+! Tablas.

En efecto, si ahora 7.... , R3T,


las blancas continúan 8. C6A ga-
nando el peón enemigo.

Jaque perpetuo

Este recurso a menudo consti-


tuye la salvación en posiciones
difíciles, por lo que conviene te-·~
nerlo siempre presente. La idea
Juegan blancas y tablas misma del <cj a que perpetuo» es
elemental: una pieza persigue sin
1. C4D+ R6D cesar al rey enemigo dándole j a-
2. C6R! que, persecución de la que el mo-
narca no acierta a liberarse. En
Dado que 2. R X A? pierde fá- la práctica, empero, las cosas no
cilmente tras 2 .... , TxC; 3. AXT, son tan sencillas, y ·<::on frecuer.-
Rx A, las blancas, maniobrando cia nos encontramos, como pre-

98
ludio al jaque perpetuo, con una Steinberg ~akarov
espléndida combinación salpicada Kharkov, 1956
de sacrificios.
Diagrama n.!Ím. 17~

N eumann Aficionado
Viena, 1912

Diagrama núm. 173

Celadas

Las combinaciones basadas en


este tema son por pri:c.cipio inco-
l. T8R+! CxT rrectas y sólo se aplica:1 en caso
2. D7T+! RXD de que el adversario cometa un
3. CSA+ RlT error. Seducido por una fácil ga-
4. C6C+ Tablas. nancia de material o lli'1 «irrefu-
table» ataque de mate, no se per-
Es obvio que el rey negro no cata de la trampa que le están
puede "escapan> de los jaques. tendtendo. A menudo se recurre
a la cehda en posicio:1es incómo-
(Véase diagrama núm. 174) das o si la oportunid:;;.d se pre-
senta {<de paso», ('S dec:r, si!l CO::l-
l. CXP!! ex e pro~nder el pLaL -estab:ecido, ya
2. DxC+! RxD que la mayori::~. de las veces el
3. A4D+ R4C movimiento inicial de una celada
4. A3R+ Tablas. no es el más fuerte.

La posición del rey negro resul- (Véase diagrama núm. 175)


ta cómica. Convendréis en que eso
no le ocurre con frecuencia en el Se amenaza l. ... , · T X A; 2.
centro del tablero y rodeado de T x T, C7R con una horquilla de
sus cccortesanos» ... caballo. Las blancas, e!J. lugar de
defenderse, decidieron tender unq
celada.

gg
Chig<>rin Marco Makog<>n<>v Chekhover
Viena, 1898
Diagrama núm. 176
Diagrama núm. 175

l. R2T!

zas de la posición, las negras die-
ron el siguiente jaquel en apa-
riencia inocuo:
Creyendo que era un «descui~
dm> de su adversario, y cegadas l. ... D5C+
por la consiguiente eufor.ia, las
negras jugaron sin reflexwnar: Aquí ganaban las blancas fá-
cilmente después de 2. RlA, pero
l. TxA? pensaron que <dados los caiTIInos
2. TxT C7R conducen a Roma)L ..

A lo que siguió: 2. R2A? TlAR


3. T8D
3. D5R! CxT
4. C8R Abandonan. Creyendo poder explotar . su
ventaja de material tras. el. ~one­
No hay defensa contra el mate. vitable>> cambio. ¡Pero Siguw U?
Si M. Chigorin no hubiera llev~­ golpe tan inesperado como fulml-
do su rey a 2T en el momento en- ~~::.:e!
ti ca, las negras podrían ahora sal-
varse mediante 4. · .. , D8D + se- 3. . . . D5T+!!
guido de 5 .... , D2D. Abandonan.

(Véase diagrama núm. 176! :Ahora se ve por qué el rey


bl~nco tenía que haber ido a lA!
Esperando que los apuros de
tiempo no le permitieran al ad-
versario apreciar todas las fine-

100
Contraataque Rosenthal Makogonov
rAoscú, 1936
Cuando el adversario ataca. la
reacción natural es defenderse de Diagrama núm. 178
sus amenazas inmediatas. Pero,
como ya sabemos, la mejor de-
fensa consiste ... ¡en el ataque! Un
inopinado contragolpe táctico lo-
gra muchas veces cambiar de re-
pente el curso de la batalla.

Johanssen Metzing
.
Diagrama núm. 177

Las blancas decidieron jugar


activamente.

l. A5CR

Sólo que, en vez de salvar la


calidad amenazada, las negras
respondieron con un mortífero
contragolpe.

l. ... C6A!!
Las blancas esperaban que la Abandonan.
dama atacada se retirara, y a l.
... , D XC tenían la intención de No existe defensa satisfactoria
contestar 2. AXT. Pero, cor:no sue- contra 2 .... , CXD+ ni 2 .... ,
le decirse, (cet hombre propone y TXT+. Si, por ejemplo, 2. PxC,
Dios dispone» ... sigue 2 .... , A6T mate.

l. DXT+!! (Véase diagrama núm. 179)


2. CXD A3T!!
Las negras intentaron liquidar
Y las negras ganaron. la clavada de su torre con una
contraclavada. Decisión entera-
mente lógica en principio, pero
en este caso era preciso examinar
con todo cuidado las posibles
amenazas del adversario.

101
Miscto Kloza Alekhine Verlinski
Polonia, 1955 Odessa, 1918

Diagrama núm. 179 Diagrama núm. 180

1\


2

l. A4A parar todas vuestras amenazas,


2. D7T+!! sino que incluso pasa él mismo a
la contraofensiva. En tales casos
¡Atrayendo el rey a un jaque! es fácil que tengáis a disposición
Ahora los acontecimientos se su- algún golpe táctico que no salta
ceden de manera forzada. a la vista.

2. RxD l. ... TlAR


3. TXT+ RIT ¿Cómo salvar la torre de 6D y,
4. TSC+ R2T a la vez, anular la amenaza 2.
s. Tl-7C+ R3T ... , D x T+? Claro está que no es
6. T6C+ R2T posible 2. T x D, a causa de 2 .... ,
7. T8-7C+ RlT TSA mate.
S. T6T mate.
2. DlD!!
¡El ataque de las blancas se ha
llevado a cabo, como si dijéramos, ¡Esta paradójica jugada lo de-
en un abrir y cerrar de ojos! fiende todo! Después de 2.... ,
Para terminar, he aquí un in- D4T; 3. Dx A, D x C; 4. T5D las
teresante final jugado por A. Ale- negras tuvieron que rendirse.
khine. En los ejemplos siguientes, que
debéis analizar por vosotros mis-
(Véase diagrama núm. 180) mos, hace su aparición un nue-
vo objetivo: tablas. Nada tiene es-
A menudo sucede que vuestro. to de extraño, puesto que hemos
ataque llega a un punto muerto estudiado precisamente los méto-
y el adversario no sólo acierta a dos de defensa activa.

102
Diagrama núnz. }81 Diagrama núm. 183

Juegan blancas y ganan Juegan blancas y tablas

Diagrama núm. !82 Diagrama núm~ 184

Juegan negras y tablas Juegan blancas y tablas

103
----------------
Diagrama núm. 185 Diagrama núm. 187

Juegan negras y ganan Juegan blancas y tablas

Diagrama núm. 186 Di'agrama núm. 188

• • • •
.

m • • •
~• • rm •
• ••••
~· • ••
•• • •••
• • Id • •

·~·
Juegan blancas y tablas Juegan blancas y tablas

104
A LA CAZA DEL REY

Catástrofes wr las diagonales Kuzmin Sveshnikov


Bakú, 1973
Cuando, tras el enroque corto,
el rey enemigo queda bien pro-
Diagrama núm. 189
tegido Por su propia infantería,
no es fácil hacerle salir de su
plaza fuerte. Para ello existen 1
claro está, algunos medios tácti-
cos, de los cuales el más eficaz
tal vez sea sacrificar un alfil o
los dos, abriendo brecha en la for-
taleza real y con frecuencia de-
bilitando todo un complejo de ca-
sillas por donde penetran luego
las demás piezas atac-antes.
He aquí un ejemplo caracterís-
tico.

(Véase diagrama núm. 189)

l. C6C CXC?

Este caballo ha sido arrastrado 3. D5T+ RlC


ex profeso lejos del flanco del 4. AxP! RxA
rey, que ahora queda insuficiente-
roen te defendido. Los alfiles han cumplido con su
deber. Ahora le toca el turno a
2. AXPT+ RXA la {<artillería pesada».

No se puede renunciar a la cap- 5. D4C+ R2T


tura: 2 .... , Rl T; 3. D5T con mate 6. T3A AxP+
inevitable. 7. R1T Abandonan.

105
En tales combinaciones apare- Abriéndole paso a la dama para
cen varios motivos: los alfiles la maniobra final.
({apuntan~~ al flanco de rey y, des-
pués de su sacrificio, al bando 2. ... RlC
atacante le quedan todavía fuer-
zas en número suficiente para dar Si 2.... , R3T sigue 3. D4C y 4.
mate al aterrorizado rey enemigo. D4T mate.
,;¡>;
3. D5Tt" Abandonan.
Marshall Wolf
Nuremberg, 1906 A 3.... , P X D sigue «sencilla-
mente)) 4. A 7T mate, y en caso
Diagrama núm. 190 de 3 .... , P3A; 4. DXP+, D2CR;
5. DXD+, RXD; 6. CXP+ se-
guido de 7. C X T las negras que-
dan en una situación enteramen-
te desesperada.
La combinación realizada por
las n~gras en la siguiente parti-
da es una de las más bellas que
existen en relación con el ataque
por las diagonales.

Rotlevy Rubinstein
Lodz, 1907

Diagrama núm. 191


También aquí los alfiles blancos
desempeñaron un papel decisivo
en el ataque de mate. Cierto que,
a diferencia del ejemplo prece-
den te, no fueron ellos mismos los
que destrozaron la barrera de peo-
nes protectores del rey adverso,
sino que «encome:J.darom> esta ta-
rea a o¿!'as piezas, apoyándolas
con su fuego oblicuo.

l. CxPT!

Atrayendo el rey negro a 2TR


(7TR de las blancas).

l. RxC l. TXC!
2. C5C+ 2. PxD T7D!

106
---
DesvianO la dama blanca para Después de 5. T:\R el ataque
que deje d defender su AR y, al hubiera sido irresüible, pero en
mismo tierpo, amenazando mate la partida se les poó por alto a
(3 .... , T x'TR mate) en caso de las blancas esta poibilidad.
que la dara se retire de la fila
que ocupa.
Richter 1!icionado
3. DcT AxA+ Berlin, ]35
4. DC T6T!
Abanonan. Diagrama ml1. 193

¡N o se pede defender lo inde-


fendible!
Desde lego, es difícil resistir
a la fuerz unida de los dos al-
files, perol veces basta el sacri~
ficio de un solo en 7TR o 7 AR
para obtenr un ataque victorioso.

Bog<jubov Red!
lermont, 1933

Dir;rama núm. 192

¡Cómo debió de cntrariarles a


las negras perder 3. partida a
causa de un sacrifi(o tan «poco
original»: el del alfi en 7TR!

l. AxP+! .xA
2. C5CR+ xC?

Pierde de una ma:era muy ins-


tructiva. Era corree) 2 .... , RlC;
3. D5T, P x C; 4. P >PC, T4A! di-
ficultando el avanceP6C (indica-
do por K. Richter)
Er.. es~ a JOsición las blancas po-
díar:. habe logrado un ataque de- 3. PxPC+ ac
cisivo. 4. T8T+!

l. !XP+ RxA Ganando tiempo para tender


2. 6C+ RIC una red de mate.
3. nr D2A
4. T V•
~,
4. ~XT

107
5. D5T+ RlC l. CxPA! RXC
6. P6C! Abandonan. 2. CxPC! Pxc
3. AxPCR+ RlC
La cuña introducida por las 4. A7A+! RlT
blancas en la fortaleza enemiga
justifica la decisión del negro, ya Naturalmente, no es posible
que el mate es inevitable. capturar el alfil a causa de 5.
En suma, el plan de ataque en D7T mate. ¡El caballo negro está
semejantes posiciones viene a ser clavado!
éste: sacrificar un alfil en 7TR y
llevar en seguida el caballo a 5CR 5. A7C+
sin conceder tregua ni cuartel
(¡dando jaque!) al adversario, Ambos alfiles se muestran ine-
abriendo a la vez paso a la pro- xorables ...
pia dama hacia 5TR. La actua-
·ci'Dn conjunta de la dama .. y el ca- 5. RXA
ballo es aquí excepcionalmente
eficaz. También es útil disponer Todo lo que viene ahora es for-
de una torre en cualquier colum- zado.
na abierta, para trasladarla con
rapidez al flanco de rey por la 6. D6C+ RlA
fila 3 y reforzar así el ataque. 7. D6T+! RxA
Algo distintas son las operaciO- 8. D7T+ RIA
nes contra el punto 7AR, aunque 9. TXC+ AxT
también en este caso desempeña 10. TxA mate.
un papel de primer orden la de-
bilidad de las diagonales. Los alfiles blancos han traba-
jado a las mil maravillas prepa-
rando el ataque final de la artille-
Fürsten berg Witman ría pesada.
1955
Después de los ejercicios que
Diagrama núm. 194 os daré para resolver personal-
mente, hablaremos de algunas
otras formas de combinación asi-
mismo utilizadas como «ariete>>
contra los peones que defienden
al rey enemigo.

El sacrificio «de trastrueque»

La idea de este sacrificio se ex-


plica mejor por medio de ejem-
plos. Nos limltaremos a dos de
los más característicos.

108
Bagirov Furman Todavía siguió 7. TXA, T1TR;
Bakú, 1972 8. D3C+, R2A; 9. T x C con estra-
gos irreparables.
Diilgrama núm. 195
Tatal Karpov
Las Palmas, 1977

Diagrama núm. 196

l. CSA+! PxC

¿Qué ha ocurrido? A conse-


cuencia de este sacrificio, la po-
sición se ha modificado súbita-
mente: la muralla de peones que
protegía al rey negro está rota y l. ... D6D!
el monarca desamparado. Las 2. PxD PxPD+!
blancas se encuentran de pronto
con objetivos de ataque. A raíz de este cambio se ha
abierto la columna R y el rey
2. D3C+ R3T blanco queda peligrosamente ex-
3. TxP P3A puesto a las amenazas enemigas.
4. A2R!
3. R2D T7R+
Atacando inmediatamente los
puntos débiles del campo ene- Las negras no se apresuran a
migo. recobrar la dama a fin de no de-
jarle al adversario ni una sola
4. AIR posibilidad de salvación.
5. AxPTR!
4. RxP TID+
¡Hay que destruir a toda costa 5. R4A TxD+
lo que queda del muro protector! 6. RxP T7-7D!
7. P3A AlAR+
5. AxA 8. R5T A2D!
6. D4T R2C Abandonan.

109
Si las blancas retiran el alfil su primera fila. Contra los defen-
a lA o lo defienden por medio sores de ésta se dirigen uno tras
de 9. C3R, el negro replica 9 .... , otro los tiros del blanco.
A4AD seg•.1ido de 10 .... , TlT
mate. l. C4C

Ataque a la descubierta: con-


Debilidad de la fila 8 tra la torre de 3T y el caballo
~- de 3D.

Korchmar Polyak l. PxC


URSS, 1937 2. DxC

Diagrama núm. 197 Liquidación de la defensa. La


dama blanca, por supuesto, es ta-
bú: 2 .... , PxD?; 3. TBR+, TIA;
4. TxP+, RlT; 5. TxT mate.

2. D2D
3. D5D!!

¡Jugada de rara belleza! La da-


ma blanca sigue si-endo inviola-
ble, y la del adversario se en-
cuentra sobrecargada.

3. RlA

Liberándose de la clavada. Si
3.... , P3CR, decidiría 4. T3-3R!

Todo ajedrecista, creo yo~ tiene 4. TxP! DXD


su combinación favorita... que 5. TSC-i-
no es por fuerza la misma. A nú,
por ejemplo, me gusta mucho la Las blancas ponen punto final
combinación que vamos a ver a la lucha mediant-e un sacrificio
ahora. Tal vez por eso aparece de d-esviación.
en todos mis manuales, incluido
éste. ¡Perdónenme los lectores por •
úo RxT
ser tan (<conservadon>! 6. T8R+ TIA
La combinación empieza por 7. TxT mate.
tres admirables jugadas, cada una
de las cuales se basa en un tema
distinto. Comb4taciones «magnéticas»
Observando el diagrama prec~
dente no es difícil descubrir que Estas comblnaciones tien-en por
el «talón de Aquiles» de la posi- objeto obligar al rey contrario a
ción de las negras lo constituye que abandone su (ctrono» y em-

110
pujarlo hacia el propio campo, R5D; 6. TxA, R6R (se ame::=-
donde le será leída la sentencia ba 7. R2R y 8. P3A mate): ~-
de muerte. Ello se consigue de or~ 0-0, C5D; 8. TDlR+, C7R7: ;.
dinario por medio de jaques ince- TXC+, RXT; 10. A5T+, R6R: ::.
santes y a menudo también sa- T3A+, R5D; 12. A7A!, ab2.!:ó:-
crificios. nan.
¿Por qué <cmagnéticas»? Fijaos ¡El florón que viene ahora ::-..:2
bien en los ejemplos y ·os pare- llamado por Paul Keres lpe:-:.:;.
cerá como si las blancas estuv~e­ del arte ajedrecístico»!
ran haciendo uso de un poten te
imán que atrae fatalmente al rey
adverso hacia su inexorable des- Pérez Najdorf
tino ... Torremolinos, 1961

Diagrama núm. 199


Imbaud Strumilo
Por correspondencia, 1922

Diagrama núm. 198

He aquí una de esas posic-:.o::es


cuya evaluación no plantea C..:ñ~
cultades. Ambos reyes tier:er: la
vida pendiente de un hilo. ;-ero
la ve-ntaja está de parte Ce las
l. CxP AxD blancas porque les toca juga.: y
2. AxP+ así ado:-lantarse a su adversar:o <:?D
el ataque. No obstante) es:",:: es
El rey negro acced::: ;.(am.uble- más fácil de decir que de t2.ce:.
mente» a dar un paseo en diti:!C- Al iniciar su combinación, el b~2.:;.­
ción al campo enemigo. co ha de prever todas sus CG!:se--
cuencias y en particular el ~e:.;_s.~
2. R2R te. El más pequeño descui-:.o se-
3. A5C+ R3D ría fatal, ya que -en el presente
4. C4R+! RxC caso las negras pueden pasa: in~
mediatamente a la contrEo!er:s:-.·a
La partida siguió: 5. P4AR +, y lograr así la victoria.
l. C3A+!! 3. RxA
~. D2D+ T6D
¡.Jugada «de problema»!
Si 4.... , R4A o 4.... , R4R las
l. ... TxC blancas dan mate empezando por
5. DxP+.
A l. ... , P XC seguiría 2. D7C+, El final de la combinación me-
R4R; 3. D7R+, R4D; 4. TxP rece conocerse: 5. D X P +, R4R;
mate. 6. D4AR+, R4D; 7. DxP+, R5R;
8. D4A+, R4D; 9. D4A+, R4R;
2. D2C+ R4R 10. D6R+, R5D; 11. T4A+, R6A;
3. A4D+!! 12. DlR+, R7C (12 .... , T7D; 13.
T4A +); 13. T2A +, R6T; 14.
En este sacrificio se basaba la D7R +! seguido de mate.
idea de léis blancas. Gracias a él ~ Ahora sois vosotros ~quienes de-
la dama gana un tiempo decisivo béis poner a prueba vuestra vi-
para llevar a buen término- su sión combinativa, 'vuestra aptitud
. ataque, para calcular variantes y, sobre
todo, ¡vuestro entusiasmo!

112
Diagrama núm. 200 Diagrama núm. 202

Juegan blancas Juegan blancas

Diagrama núm. 201 Diagrama núm. 203

Juegan blancas Juegan blancas

113
Diagrama núm. 204 Diagrama núm. 206

Juegan blancas Juegan negras

Diagrama núm. 205 Diagrama núm. 2(]?

Juegan blancas Juegan negras

114
SACRIFICIOS INTUITIVO~

N o todas las operaciones tácti- bará tarde o temprano por impo-


cas discurren por vías forzadas. nerse.
Existen combinaciones y sacrifi- LOs sacrificios intuitivos son el
cios tras los cuales el bando acti- «fuego sagradO>> del ajedrez. Por
vo se contenta en una primera eso se salen de las normas ordi-
etapa sólo con la iniciativa, sin narias, no dependen de ningún
haber logrado ninguna compen- cálculo, ni siquiera el más exacto,
sación material. Más aún, las con- y les resulta extraña toda escala
secuencias de estos sacrificios sue- «absoluta» de valores ...
len a veces sustraerse a un cálcu- En la práctica de cualquier aje-
lo preciso. El adversariÓ dispone drecista eminente se dan· sacrifi-
aquí incluso de más recursos de- cios intuitivos, sí bíen no siem~
fensivos que, por ejemplo, en las pre pueden considerarse caracte--
combinaciones «ordinarias», don- rísticos de su estilo. Entr-e los
de no puede escoger entre varias más fervientes partidarios del sa~
respuestas y debe atenerse en la crificio intuitivo sobresalen, en mi
mayoría de los casos a una sola opinión, dos: el gran maestro aus-
continuación forzada. tríaco Rudolf Spielmann y el ex
Es indudable que los sacrificios campeón del mundo Mikhail Tal.
basados en la intuición del ata-
cante, a quien le parece que la (Véase diagrama núm. 208)
iniciativa así lograda ha de re-
portarle el triunfo, entrañan mu- l. CxP!?
chas veces un considerable ries-
go, y para decidirse a realiza~los ''La corrección de este sacrifi-
el jugador debe estar dispuesto a cio no puede demostrarse por me-
enfrentarse cara a cara con el dios analíticos -escribía el pro-
peligro. Este peligro es grande: pio Spielmann comentando su en-
si tal iniciativa no redunda en cuentro-. En una partida por co-
ventajas tangibles, la supe:~ori­ rrespondencia sería quizá refuta~
dad material del adversario cea- do, pero en la batalla cuerpo a

ll5
Griinfeld Spielmann 5. C2A A4D
6. D3TR D2R
Diagrama núm. 208
Las negras no se distraen de su
ataque capturando el PTD blanco.

7. A2R P6D!

fste sacrificio de peón tiene


por objeto despejar la casilla 5D
para el alfil, con lo cual se impi-
de una vez más el enroque blan-
co después de 8. C X P, TR1R de-
bido a 9.... , A5D+, etcétera.

8. CxP TRlR
9. RlA AXPCD

Maniobra característica. Las ne-


gras no se dejan llevar por una
cuerpo, sobre el tablero, con un excesiva codicia de adquisiciones
tiempo de reflexión limitado a 18 materiales, ya que, por ejemplo,
jugadas por hora, debe casi cier- si 9 .... , A6AD; 10. AXA, DXA+;
tamente conducir a la victoria. 11. R1C, T6R; 12. TIR!, TXD; 13.
Tal es, claro está, el punto de vis- TXD, TXC; 14. P3TD, el blanco.
ta de un jugador práctico.» pese a su peón de menos, puede
En general, Spíelmann opina- aspirar a tablas dada la presen-
ba que, si tales sacrificios requi- cia de alfiles de distinto color.
rieran una corrección absoluta y La partida prosiguió así: 10.
una demostrabilidad analítica sin TlR, D3A+; 11. C2A, A5D; 12.
tacha, sería preciso suprimir mu- D3CR, T5R!; 13. P4TR, T1-1R; 14.
chos de los elementos básicos del A5CD, TX T+; 15, AD X T, T6R; 16.
ajedrez. D5C, TxA+; 17. RXT, DXC+;
La partida que comentamos du- 18. R!D, AXPC; 19. TlR, A6AR+;
ró veinte jugadas más y es típica 20. A2R, A6A!; 21. AXA, DXA+;
de lo que representa un sacrifi- 22. R2A, A X T; 23. Abandonan.
cio intuitivo en cuanto a conse- V<eamos ahora tres ejemplos to-
c.uenc:cts. mados de la práctica de Mikhail
Tal.
2. PxC P5D
3. ClD AxPR (Véase diagrama núm. 209)
4. P4R
l. D4C
Para dejar cerrada al menos
una de las dos columnas centra- Preludio de una combinación de
les. varias jugadas con un doble sacri-
tlcio de pieza. Este proceder se
4. AXPR justifica así: las blancas tienen a

116
Tal Pachman hay que tener constantemente en
Riga, 1954 cuenta la ventaja material del ad-
versario. Aquí las blancas deci-
Diagrama núm. 209 dieron lanzarse con valentía al
ataque, confiando en que la ini-
ciativa así conseguida sería larga
y peligrosa para el negro.

5. DXC
6. PxP TxT
7. P7C+ RlC
8. AxPT+

Ante todo importa despejarle


el camino a-l PTR.

8. ... RxA
9. TxT C5R!

Disponiendo sus fuerzas para


el bloqueo del pequeño peón que
su disposición la columna semi- intenta apoyar a su compañero.
abierta AR, mientras su caballo
ocupa un puesto activo en 5D. 10. P5T C2-3A
Además, las fuerzas del blanco 11. D6C+ RlC
predominan en el ala de rey, don- 12. P6T
de la falange «petrificada» de peo-
nes negÍ'os es objeto de presión Diagrama núm. 210
por parte de la artillería enemiga.
En tales casos es necesario eva-
luar bien la posición, pues no hay
que olvidar que los sacrificios in-
tuitivos no surgen <<de la nada».
También ellos dependen de cier-
tos requisitos posicionales.

l. P3C
2. Tl-1AR P3A
3. P4TR! RlT
4. T5-3A P4A
5. PxP!?

Al disponerse a sacrificar dos


piezas, el propio Tal abrigaba du-
das sobre la corrección de su
idea. El caso es que no pUeden Al decidirse a sacrificar tanto
preverse con exactitud las conse- material, Tal contaba, natural-
cuencias de parejos sacrificios y mente, con que sus dos peones

117
pasados y avanzados, sostenidos Con esta jugada «tranquila}} las
por la dama y la torre, plantea- blancas preparan una astuta com-
rían al adversario problemas de- binación.
fensivos sumamente difíciles que
le llevarían a cometer errores. 13. T2R
Así sucedió en realidad ...
Merecía considerarse 13 . ... ,
12. T2T D1T.

Una falta, aunque excusable. El 14. T3T! C2T


plan defensivo de las negras era 15. T3D DIT
lógico: trasladar la torre a 2R y 16. DXC5R!
un caballo a 2TR, bloqueando só- Este nuevo sacrificio arrastra
lidamente el PTR blanco. Pero la a la dqma enemiga fuera de ]a
jugada 12 .... , T2T ilebilita la pri- primera fila. Ahora el rey negro
mera fila, circunstancia que las queda envuelto en una red de
blancas aprovechan inmediata- mate: 16 .... , DXD; 17. TSD+,
mente. Un- esCéptico comentaría R2A; 18. PSC=D+, R3A; 19.
aquí: «Tal tuvo mucha suerte». T6D+, R4A; 20. D6C+, R5A; 21.
Sin embargo, estos «golpes de P3CR+, R6R; 22. T3D+, DxT;
suerte)) tan típicos de Tal obe- 23. DXD+, abandonan.
decen a ciertas leyes. Los sacri-
ficios intuitivos se apoyan en un
fino «cálculo» psicológico. Prime- Tal Filip
ro, defenderse es más arduo que Moscú, 1967
atacar. Segundo, los sacrificios
inesperados modifican bruscamen- Diagrama núm. 211
te el curso de la batalla, y al ata-
cante nunca le resulta fácil pa-
sar de pronto a la defensa. Por
último, es muy frecuente que, por
más que el adversario llegue, co-
mo en este caso, a refutar las
amenazas principales, las piezas
del atacante continúen ganando
en fuerza dinámica y, a la más
pequeña debilidad en el campo
contrario, se revelen capaces de
asestar un golpe mortal.
Las negras hubieran podido
conseguir tablas continuando 12 .
.. . , C2T, en vez de jugar como lo
hicieron. Por ejemplo: 13. TSA+,
CxT; 14. PxC=D+, RxD; 15.
D7C+, RlR; 16. P7T, DSD+; 17. l. CxP! RxC
R2T, D4 T + con jaque perpetuo. 2. DxP P4R
3. TXT TXT
13. R2T! 4. D5T!

118
Según la escala de valores ma- P X P y ahora 12. A5D. Po:- otra
teriales, las blancas no tienen .su- parte, s.i no toman el peó~ (11.
ficiente compensación (dos peo- ... , PxP), sigue 12. P5A con
nes) por el caballo sacrificado. efectos igualmente mortales.
Pero esto no significa que su com-
binación se haya construido «so- 9. TXA! Abandona!!.
bre arena»: la posición del rey
negro es ahora bastante insP~,U­ Decisión justa, ya que después
ra y la clavada del caballo limi- de 9.... , PxT; 10. A5D, TXA;
ta no poco su libertad de movi- 11. D5A + las blancas queda!! con
mientos. gran ventaja de material.
Esta otra clase de compensa- La compensación más «volátil»
ción (dinámica) es característica que pueden traernos los sacrifi-
de los sacrificios intuitivos de Tal, cios intuitivos es la que se da en
los cuales d:e ordinario no llevan -términos de tiempo. Esto r::e re-
automáticamente a la victoria y cuerda una partida de Tal con-
exigen la búsqueda de nuevos gol- tra Vladimir Simagin. Mucho des-
pes tácticos, nuevos recursos de pués de haberse acabado, los dos
ataque. A su vez, el adversario grandes maestros seguían tOOavía
suele disponer de múltiples posi- analizando la posición critca.
bilidades de defensa, entre las -¿Tenían las negras que per-
que puede elegir libremente. der forzosamente? -pregt:.!ltaba
incrédulo Simagin-. ¡Con t:n ca-
4. D3R ballo de más!
-Sí, pero ... jtan lejos! -res-
Amenazando acabar con la pre-
pondía Tal sonriendo.
sión blanca mediante 5 .... , D5C.
He aquí la posición en ~tigio:
5. P3TR! A4A
6. RlT!
Tal Sima.gin
Ahora las negras deben contar Moscú, 1963
con la amenaza P4AR.
Di·agrama núm. 212
6. A5D
No es posible, claro está, 6 . ... ,
AxP a causa de 7. T1AR.

7. TlD!
¡Todas las piezas blancas han
de <<arrimar el hombro»!
7. T3D
8. A3T T3T
Las negras se dan cuenta de


que no pueden regresar a lD, por
ejemplo 8. ..., TlD; 9. P3AD!,
A3C; 10. TXT, AxT; 11. P4AR!,

119
l. T7D P7A a uno de los principios generales
2. Cxl' ex e de la defensa: «iCuantas m~nos
3. P7A piezas, mejor!» Pero las negras no
tuvieron en cuenta que esta ju-
¿Qué indujo a las blancas a sa- gada debilitaba su primera fila.
crificar el caballo a cambio sola- A 3. . .. , R2C el blanco pensa-
mente de un peón? Dos cosas: ba replicar 4. P5T!, y a 3.... , DBA
,:'} la posibilidad de explotar el ale- 4. D4A manteniendo las amena-
jamiento temporal del caballo zas TSD y P5T-6T, etcétera.
enemigo y la fuerza de su propio
peón avanzado. 4. TxT DxT+
En este momento amenazan 4. 5. R2T C5D
TSD, además de lo cual existen
verdaderas perspectivas de com- El caballo corre en ayuda de su
binación y ataque en el flanco de desamparado rey pero ya es" tar-
1

rey. de ...

3. T8R+ 6. D6A! C6A+


7. R3C Abandonan.
Obedeciendo automáticamente

120
¡HACIA NUEVOS ENCUEJ'IfROSL

Hemos llegado al final de nues- vista estratgico, creando así las


tro viaje por el maravilloso y fas- condiciOries ideales para combi-
cinante mundo de la combina- nar.
ción ajedrecística, en el cual, co- Una prádca intensa, un cons~
mo movidos por una varita mági- tante perfeeionamiento, un estu~
ca, silenciosos actores de made- dio sistemüco de la riquísima
ra han encarnado sobre la «es- herencia lep.da por nuestros ma~
cena» blanquinegra las más fan- yores ... Tales el camino para al-
tásticas ideas, elevando el ajedrez canzar las 1ás altas cumbres de
al rango de verdadero arte. la maestrí; ajedrecística. ¡Bue-
Se ha cerrado un capítulo de na suerte, .migas!
nuestro entrenamiento. Espero que A modo e despedida, una pe-
hayáis ganado en visión combi- queña sorresa; 15 combinacio-
nativa y que, en las posiciones nes de mat1 cuyo análisis y reso-
más variadas, seáis ahora capaces lución os hrán pasar, no me ca-
de descubrir por vosotros mismos be duda, mmentos muy agrada-
el golpe táctico decisivo para la bles. Con t:lo, para aliviaros un
victoria, por oculto que esté. poco el ((tonento de crean>, os
Pero una nueva tarea os aguar- mostraré de .ntemano las más tí-
da todavía: asimilar los princi- picas escena finales que, como
pios del juego posicional. Esto os un faro, ilurinarán vuestra i'uta
ayudará a conducir la partida co- a través delocéano Combinativo.
rrectamente desde el punto de

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121
122
Diagrama núm. 213 Diagrama núm. 215

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Juegan blancas Juegan negras

Diagrama núm. 214 Diagrama núm. 216

Juegan blancas Juegan blancas

123
Diagrama núm. 217 Diagrama núm. 219

Juegan blancas Juegan negras

Diagrama núm. 218 Diagrama núm. 220

· Juegan negras Juegan negras

124
Diagrama núm. 221 Diagrama núm. 223

Juegan negras Juegan negras

Diagrama núm. 222 Di·agrama núm. 224

Juegan negras Juegan negras

125
Diagrama núm. 225 Diagrama núm. 227

Juegan negras Ju-egan blancas

Diagrama núm. 226

Juegan blancas

126
¡COMPROBAD VUESTR4.S SOLUCIONES!

En la «despensa» de las maxa vU!as

Diag. 9: Kh. Eichstadt. - l. C5AR+! (actualmente no se permite


comenzar una solución dando jaque, aunque aquí esto es sólo el pre-
ludio de la verdadera «Clave», que viene a continuación), R5C; 2.
D1A!! Astuta jugada que lleva consigo una amenaza imposible de
refutar, sea cual fuere la respuesta del adversario. En efecto, no
hay defensa contra 3. D3T+!!, RxD; 4. C2A mate.
Diag. 10: L. Kubbel. - l. D3C! ¡Las negras están en zugzwang!
Hagan lo que hagan, reciben mate inmediato: l. ... , P8A=D; 2. T2D
mate. l. ... , P8A=C; 2. T1R mate. l. ... , P6R o l. ... , Rx T; 2. D4C
mate.
Diag. 11: L. Kubbel. - l. D1C! La dama se embosca detrás de la
torre, amenazando 2. T5R mate. Las negras no tienen defensa: l. ... ,
CxT; 2. DxC mate. l. ... , R5D; 2. C6R mate. l. ... , R3C; 2. T3CD
mate.
Diag. 12: L. Kubbel. - l. D5AR! Ocupando una casilla crucial. Si
ahora l. ... , TXD, queda cerrada la diagonal 1CD-7TR y es posible
2. T8TR mate. Y en caso de l. ... , A X D se le cierra el camino a la
torre negra, que no puede evitar este otro mate: 2. T4TR mate.
Diag. 13: W. Meredith. - l. D2D!! (amenazando 2. D2TR mate),
DXD; 2. C4A mate. l. ... , R3D; 2. C4A mate. l. ... , DXC; 2. CID mate.
Diag. 14: B. Laus.- l. T6D!, AXT; 2. D7C mate. l. ... , RxT; 2.
D7AD mate. l. ... , TxT; 2. C4C mate. l. ... , R5D; 2. DXT mate. l. ... ,
T5D; 2. T6R mate. A cualquier otra jugada de torre sigue 2. A2T
mate.
Diag. 15: B. Laus. - l. D5T! ¡Muy bello y difícil! Ahora es posible
l. ... , PxD; 2. A5A mate .. l. ... , R7A; 2. CxA mate. l. ... , P7A; 2. D3A
mate. A cualquier jugada del alfil de casillas blancas sigue 2. D1R
mate.
Diag. 16: G. Khiskop. - l. A4R! (amenazando 2. D5D mate), Ax A;

127
2. P4A mate. l. ... , TxA; 2. TXP mate. l. ... , R XA; 2. T3R mate. l. ... ,
T5D; 2. D7R mate.
Diag. 17: l. Khokholoush. - l. RlC!! (el objeto de esta jugada es
despejar la casilla lAD para el alfil: 2. AlA amenazando 3. P3A mate),
PxP; 2. R2A! seguido de 3. DlTR mate. l. ... , A4AD; 2. A7C+, R4A;
3. D7D mate. l. ... , P6A; 2. DlT+, R6D; 3. A6T mate.

El laboratorio del ajedrecista

Diag. 21: E. Carpenter. - l. D3TR!, R5R; 2. T4A mate.


Diag. 22: J. Abbot. - l. DST!, R4T (5T, 6T); 2. A5A mate. l. ... ,
R5A; D4D mate.
Diag. 23: l. R5A!, P7A; 2. D3T mate. l. ... , P6R; 2. D7T mate. l. ... ,
R6R; 2. R4A mate. . .
Diag. 24: S. LQyd.- l. R5A!, RxC; 2. DID mate. l. ... , R2D; 2. R5R
mate.
Diag. 25: W. Shinkman.- l. ::r'lD!, RxT; 2. D2R mate. l. ... , A7C;
2. D4T mate. A cualquier otra jugada de alfil sigue 2. DlC mate.

Dos pájaros de un tiro

Diag. 34: M. Khavel. - l. A2A, A3R!; 2. T6C, A4D! (en caso de 2 .


.. . , A5A sigue 3. T6AD con la doble amenaza 4. T x A y 4. TSA +, y si
2 .... , A6C decide 3. T6TD+, R2C; 4. T6CD+, de nuevo con un doble
ataque); 3. T5C, A5A; 4. T4C, A6C; 5. T3C, A 7T; 6. T3AR, A2R; 7.
T3R, A3D; 8. T3D, A5C; 9. T4D y después de 10. T4TD+ las blancas
ganan un alfil.
Diag. 35: L. Kubbel.- l. T3CD!, C3A (a l. ... , A2A sigue 2. T7C,
C3T; 3. T7T, maniobra que se repite ¡cinco veces en el final!, y si l.
... , C3T, entonces 2. T7C+ seguido de 3. T7TD); 2. T5C, AlD (se ame-
nazaba 3. 5AD!); 3. T5D!, A2R; 4. T7D seguido de 5. T7A.
Puede que estos finales artísticos os hayan parecido demasiado di-
fíciles, lo mismo que los problemas anteriores. ¡No os preocupéis! In-
cluso el fracaso en hallar la clave de la solución -si os habéis esfor-
zado suficientemente--, os será de mayor provecho que el «picoteO>>.
mecánico de posiciones elementales. Desarrollar la técnica de~ cálculo
y las aptitudes analíticas no es nada sencillo, y cuanto antes apren-
dáis a analizar las composiciones artísticas, más de prisa os perfec-
cionaréis.
Diag. 36: P. Morphy.- l. DlAR! El alfil negro está amenazado. Si
ahora l. ... , A 7C sigue 2. DlCD con mate inevitable. Si l. ... , A6A
(A5D, A4R, A3A) gana, según el caso, 2. D3D o 2. D5A. Y si l. ... , P6C
decide 2. C6C+, P x C; 3. D3T mate.
Diag. 37: Yudovich-Chekhover.- l. AxPA+!, DxA; 2. T8D+,
R2C; 3. D3A, D3A (única posibilidad de liberarse de la clavada y, con-
siguientemente, de la amenaza 4. P4A); 4. D7 A+, abandonan.

128
Diag. 38: Vogi-Alexander. - l. ... , P5A! (las negras amenazan aho-
ra con un sacrificio de desviación, 2.... , DXC!, g:mando así el caballo);
2. P X P, D6T! 3. Abandonan.
Diag. 39: Lllicnthal·Botvinnik.- l. ... , T7C!; 2. D4R (naturalmente,
no sirve 2. DxT a causa de 2.. :., D4TR mr;te, y después de 2. DlR,
T7C; 3. T2D, D4TR+; 4. R2C, D4T! las blancas son víctimas de una
doble clavada), TxPT+; 3. RXT, D4TR+; 4. R2C, DXT y las negras
ganaron todavía otro pgpn.
Diag. 40: A. Troltzky:'- l. T6R+ !, T X T; 2. D6T+ !, R4D; 3. D4A +,
R3D (si 3 .... , R4R, las negras pierden la dama tns 4. DJA+); 4.
D5A +, R2D; 5. D7T+ seguido de 6. D X D.
Diag. 41: L. Kaiev.- l. T7T, RlA; 2. C6R+, R2A; 3, CXA, RlC;
4. T6T!, R XC; 5. T6CD, C2D: 8. T7C y las bianc:.s ganan el caballo.
Tampoco hubiera cambiado las cosas l. ... , R2A e l. ... , R3A.

Horquillas de caballo y peón

Diag. 53: Stahlberg-Najdorf.- l. A7A!, RxA (si l. ... , DxA, las


blancas ganan sencillamente con 2. Tx T, debido a la clavada del alfil
negro); 2. TXT, DXT; 3. D7C+, abandonan.
Diag. 54: Euwe-Dunkelblum.- l. ... , CxPA!; 2. AxC, AxA+:
3. RXA, D2T+ (atacando al mismo tiempo la torre blanca de 7D); 4.
Abandonan.
Diag. 55: Tal-Aficionado.- l. A6C!, DXA (si l. ... , PxA; 2. DSD
mate); 2. D4T+, T3A; 3. DXA+, D3D; 4. DxD mate.
Diag. 56: H. Rinck.- l. C3A+ (pero no l. C6D+?, R5T 1, ni tam-
poco l. TlCD + ?, R4T; 2. Tl TD+, R5C; 3. TlCD+, R6T y las negras
se salvan), R4A (en caso de l. ... , R4T.las negras pierden la dama
tras 2. Tl T+, R5C; 3. C5D+); 2. T5T! (la torre blanca se coloca «al
acecho»), D8A (lo único para no caer víctima de una horquilla de ca-
ballo); 3. T4T!! (otra jugada «tranquila», esta vez con amenaza de
mate, y las negras, desesperadas, tienden una trampa), D2A + (pero
las blancas no caen en ella), 4. C7D +! Después de 4. C x D? el rey
negro hubiera quedado ahogado. Ahora las blancas ganan fácilmente.
Diag. 57: Redeli-Barati.- l. ... , '':'8T+!; 2 . .A_xT, D5T; J. DSC+,
R2C; 4. D3CD, DxA+; 5. DlC, TxPAD+:i: 6. RxT, Do:-\ mate. ¡El
mate de las «charreteras»!
Diag. 58: H. Rinck. - l. T6CD, ClA; 2. ToAD, A5C; 3. R4A, A6T;
4. T3A', A3R; 5. R5R, A5C; 6. T4A, A2D (por fin el alfil tiene que ocu-
par la casilla 2D, donde será clavado); 7. T7A, C3C; 8. T7C y una de·
las dos piezas perece.
La condición principal de la victoria de las blancas es que el rey
blanco haya podido participar a 'tiempo en la lucha. Por eso, en lugar
de 3. R4A, hubiera sido incorrecto 3. T4A?, ya que después ele 3.... ,
A3R; 4. T6A, A6T; 5. R4A, RlC; 6. T3A, A2D; 7. T7A, A6T las blan"as
no pueden ganar.
Diag. 59: T. Gorgiev.- l. ABA+, R2T; 2. T7C+, R3T; 3. T7A,

129
R3C! (la vulnerabilidad del caballo negro queda ilustrada en esta va-
riante: 3 .... , C3A; 4. AxA, CXA; 5. T7D, etc.); 4. TBA, C3A!; 5. AXA,
R2C (las negras esperan aprovecharse de la mala posición de la torre
y forzar las tablas mediante un «ataque perpetuo», pero el blanco dis-
pone de un motivo geométrico que le conducirá a la victoria); 6. TSR,
R2A; 7. T8T!, R2C; 8. A6A+!!, RXA; 9. T6T+ seguido de 10. TxC.
En este final compuesto nos admira la aguda y tenaz defensa de las
negras. '
Diag. 60: G. Kasparia.n.- l. C8R! (amenazando 2. C7C+ seguido
de 3. A5A mate), R3C!; 2. P5T+, TxPT; 3. P5A+, TxP; 4. P4C, T4R;
5. A5A + !, T X A; 6. C7C! y el rey negro ha caído en una trampa
mortal.

~acecho

Diag. 68: Popiel-Marco. - Creyendo no poder desclavar su alfil,


las negras abandonaron. Sin en1bargo, tenían a su disposición la ju-
gada l. ... , A8C!!, tras de la cual habrían abandonado las blancas.
Diag. 69: Pollock-Alnus. - l. D7D+!!, AXD; 2. C6D+, R1D; 3.
C7A+, R1A; 4. T8R+, AXT; 5. T8D mate.
Diag. 70: Alexandrov-Zaitzev. - l. Dx C2A+ (atrayendo al rey
enemigo a un jaque a la descubierta), RXD; 2. C5C+, R1C; 3. T8D+!
(es importante desviar a la torre negra de la columna R, para quitar-
le al caballo la casilla 4R), TxT; 4. A4A+, R1T; 5. C7A+, RlC (aho-
ra el rey negro es víctima de un <cmolinm>); 6. C X A+, Rl T; 7. C7 A+,
R1C; 8. C5D+!, R1T; 9. C6C+, PxC; 10. T1T mate.
Diag. 71: Horvat-Sapi. - l. ... , DxC+; 2. RXD, CXPD+; 3.
R2A, C X A+; 4. RlC, A x PC! (destruyendo la barrera protectora de
peones y abriéndole la columna CD a su propia torre); 5. P3T, C5A;
6. Abandonan. Además de 5. P3T, como se jugó en la partida, las ne-
gras debieron tener en cuenta las siguientes posibilidades: a) 5. C2C,
AXP+; 6. R1T, C5A; 7. T2R, A6C+; 8. R1C, C6T+; 9. R1T, C7A+;
10. R1C, T8T mate. b) 5. T2C, AxP+; 6. R1T, A5A+; 7. R1C, AxC+;
8. D2A, TxT+; 9. RIA, TXD+; 10. R1C, TBTmate.
Diag. 72: Polces-Kremenetzki.- l. ... , DXP+!!; 2. RXD, C6D+;
3. R3T (aquí era necesario haber previsto estas breves variantes; a)
3. R3C, TR1C+; 4. R4A, C7C mate, y si 4. R4T, entonces 4 .... , T5C+;
5. R3T, A7C mate. b) 3. RlC, TRIC mate), A7C+; 4. R4T (a 4. R3C
sigue 4 .... , TRIC+; 5. R4A, C4R mate), TxP+ !! (¡en este sacrificio
de desviación se basa toda la combinación de las negras!); 5. P4AD
(a 5. DXT sigue 5.... , C4A mate), TxP+; 6. R3C, T6A+; 7. R4T,
T6T mate.
Diag. 73: Makogonov-Tolush. - l. ... , ABA!; 2. Abandonan, ya
que no hay defensa ·contra la doble amenaza 2.... , TxT y 2 .... ,
DxPC mate.
Diag. 74: A. Troitzsky.- l. C6T!, D6T+ (se amenazaba 2. AXP+ !,
Dx A; 3. C7A+); 2. RlC, R2C; 3. A6D!, PxP (si 3.... , Dx A, decide la

130
horquilla 4. C5A+); 4. AXD, PxP+; 5. RXP, RxC; 6. A6D ga-
nando.
Diag. 75: Sviderski-Marshall. - Aquí no es bueno ganar un peón
mediante l. ... , DxP+?; 2. RXD, C6R+; 3. R3A, CxD, ya que des-
pués de 4. P4A! el caballo negro queda atrapado al borde del tablero.

La clavada

Diag. 89: Dahl-Schultz. - l. P6R!, AxP; 2. A4D, P3A; 3. D4C!,


abandonan. Si ahora 3 .... , R2A, decide 4. TR1R. Este tipo de clavada
se designa con el nombre de '<cruz», por efectuarse en dos diagonales
a la vez.
Diag. 90: Zek-Travin. - l. ... , TIC+; 2. T2D, D8D!; 3. Aban-
donan. . _
Diag. 91: Andersen-lUinkvitz. - l. ... , P4C (apartando la torre de
la defensa del PR); 2. T4-1A, PXP; 3. CxPR (en caso de 3. PxP, C4R
las negras dispondrían para su caballo dé la fuerte casilla 5AD),
AxPT!; 4. RxA, D6C+!!; 5. PXD; PxP+; 6. R1T, TXA mate.
Diag. 92: Rubinstein-Chajes. - Con su última jugada, D6T, las
blancas se han liberado de una clavada (la dama estaba en 7C) que
podía resultar peligrosa después de que las negras jugaran C5C. A su
vez atacan el caballo negro, con lo que defienden indirectamente el
propio alfil. No obstante, las negras continuaron l. ... , DXA; 2. TXC,
DSA +; 3. R2T, D8A y la torre blanca queda clavada.
Diag. 93: Lado-O'Kelly.- l. ... , TXA!; 2. RXT (si 2. DXT, D4T;
3. T1AR decide 3 .... , C3C seguido de 4 .... , C5T), D3C7; 3. R2A,
AXC; 4. Abandonan. A 4. RXA sigue 4 .... , D5C+; 5. R3R, C4D+;
6. R2A, A5T mate.
Diag. 94: Nateli-Flohr.- l. ... , TxA; 2. CxT, P4CD. Aquí las
blancas intentaron liberarse de la clavada por medio del contragolpe
3. CxP, pero después de 3.... , D3C! no pudieron hacer frente a la
doble amenaza contra la dama y el punto 2CR.
Diag. 95: Maric-Gligoric. - l. ... , T6CD!!; _2. Abandonan. ¡La
amenaza de mate es más fuerte que la clavada!
Diag. 96: Fuderer-Trüunovjc.- l. AxP!, PxA (en ceso de l. ... ,
A XC, las negras, después del cambio intermedio 2. Ax C-'-, ADX A;
3. A x A, no podrían neutralizar la presión del blanco por la :;liagonal
lTD-STR); 2. CxP!, D4A (por supuesto, no 2.... , A:.;D a causa de 3.
C7R mate); 3. TxT!, TxT; 4. DXA, DXD; 5. CxD, AL-\; 6. C5D,
A2C; 7. C6A+, abandonan.

Arterías de . damisela
1
Diag. 105: Belavenetz-Makogonov. - l. ... , A6A!; 2. D2A, A5T ;
3. DxAD. DxT+; 4. T2C, DXAR; 5. D5T, A2R; 6. P6R. DXPR!; 7.
TxP, T7D+; 8. T2C+, TXA!; 9. Abandonan.

131
Diag. 106: Bondarevski-Ufimtzev. - l. T8T+, R2A; 2. A8R+ !,
C X A; 3. R5C! y el mate es inevitable. Las blancas sacrificaron el
alfil para privar al adversario de la posibilidad CXPR+.
Diag. 107: Ejemplo escolar de A. Mason. - La jugada l. ... , T7C
es un error, puesto que debilita la fila 1 de las negras: 2. T1D, D1 T
(a 2 .... , TxD seguiría 3. TxD, P3C; 4. P7T, T7T; 5. T8D+ y 6.
P8T=D); 3. D4R! (¡sacrificio de desviación!), T1C; 4. T1CD!, P7A
(4 .... , T1AR; 5. DxD, TxD; 6. P7T); 5. TXT+, DXT; 6. P7T, DlAD;
7. P8T=D, P8A=D; 8. D8R+!, DxD; 9. DXD mate. (f-
Diag. 108: Ficher-Reshevsky. - l. AXP+!, RXA (si l. ... ,
TXA, sigue 2. C6R ganando la dama); 2. C6R! y se acabó la partida,
ya que las negras pierden la dama. En caso de 2 . ... , RxC; 3. D5D+,
R4A; 4. P4CR+, R X P; 5. T1CR+, el rey negro no tarda en su-
cumbir.
Diag. 109: Behting-Romashkevich. - l. A5T!, D x A (después de
l .... , P3C; 2. T5XC! se abriría con fatales consecuencias para el ne-
gro la diagonal 1TD-8TR); 2. T3XC, D3C; 3. TSR+, R2A; 4. DXPD+!
(sacrificio de' desviación), abandonan. En efecto, a 4 . ... , TxD sigue
5. T4-7R mate. ¡Espléndida conclusión! ·
Di ag. 110: A. Troitzky. - l. D4D+, R4C!; 2. D6A+, R5C; 3.
D3AR+, R4C; 4. D3CR+, A5C; 5. D4T+! (¡atracción!), RxD; 6. A6A
mate. En caso de 5.... , R5A decide 6. D2A +, A6A +; 7. D X A+, R4C;
8. D3CR+, R4A; 9. D3D+ ganando la dama.
Diag. 111: Guusberg-Chigorin. - l. ... , TxPA! (arrastrando a
la dama blanca fuera de su fila 2); 2. DxT (2. RXT, D5A+; 3. R2C,
D6C+ seguido de 4 .... , T2AR+, etc.), D7D+; 3. RlC, A7A+!; 4.
RlA, C5D! (desviando al alfil de la deiensa de la torre: ¡sobrecarga!);
5. AxC, DxT+; 6. R2R, TxT; 7. AXA, DXA; 8. Abandonan.
Diag. 112: Niedermann-Zuchs. - l. ASA! (atrayendo la torre ne-
gra a lAD), TxA (si l. ... , D8C+; 2. R2T, DxP; 3. AXT, DXA; 4.
D6D+, D2AD, decide el sacrificio de desviación 5. TST+!, R2C; 6.
T7T+); 2. TST+!, RXT: 3. DXTl+, TIC; 4. D6A+, T2C; 5.
D4T+, RlC; 6. D8R+, DlD; 7. DxD mate.

No sólo en los vuelos son peligrosas las sobrecargas...

Diag. 121: Flohr-Horowitz. - l. AXP, PxA; 2. C5C, R2C; 3.


DXPTR+, R3A; 4. e4R+, R2R; 5. D4T+, P3A; 6. TDlA y las blan-
cas ganaron.
Diag, 122: Euwe-Keres. - l. ... , P3A!; 2. DxPA, T6AD! (desvia-
ción); 3. D5D, T4A! (no inmediatamente 3 .... , T7A a causa de 4.
A2D); 4. D2D, Tx A! La dama y la torre blancas están sobrecarga-
das. Si 5. T X T sigue la horquilla de caballo 5.... , C6A +, y la dama
no puede irse de la fila 2 so pena de mate.
Diag. 123: Mason-Winawer. - l. TxPC!, PXT; 2. D7T+, C2D
(si 2... ;, RID, gana 3. D8T+, R2R; 4. D7C+, T2A; 5. P6A+, etc.); 3.
A XC, DlC; 4. T7C+ !! ¡Jugada de rara elegancia! La torre negra de

132
lC está ligada a la defensa de su dama. La partida continuó 4 .... ,
R x T, lo q:.:e les p_ern1itió a las blancas dar el siguiente jaque doble:
5. ASA+ • obstruyendo la fila 8) y ahora 5 .... , R X A; 6. D x D+, R2A;
7. D7e+. a~andonan.
Diag. 124: Keres-Mikenas. - l. e5A!, Pe X e; 2. T3T, abandonan.
No hay def-ensa contra el mate.
Diag. 125: Smejkai-Adorjan.- l. TxP+ !, RxT; 2. D4TR mate.
Diag. 126: Rada-Castel. - l. T X A! (las negras pierden su prin-
cipal defe:c.sor y sus casillas oscuras quedan <<desesperadamente» dé-
biles), Tx T; 2. D4D, D4R; 3. T1R!, abandonan.
Diag. ·127: Averbakh-Bondarevski.- l. AxP!, AxA; 2. DxA+!!
(¡magnífico:). RxD; 3. T6e+, AxT; 4. TxA+, RXP (4 .... , R2T;
5. e5e+, e:c.); 5. CXP+, C5e (a 5.... , R5T sigue 6. T6T+, R4e;
7. CxT-:-. R4A; 8. exD, Txe; 9. A2A+, R4R; 10. P4A+, etc.); 6.
Axe+, R5T: 7. T6T+, R4e; 8. exT+, RxA; 9. exD y las blancas
ganaron.
Diag. 128: Ragozin-Veresov. - l. TXA+, PTxT; 2. TXP+!
(dos ideas com_binativas se suceden -inmediatamente:_-¡elirninación de_
la pieza c'eóensora y desviación!), RXT; 3. D7T+, R3R (3 .... , R1A;
4. e4A!); 4. DxPe+, R4R; 5. D7e+, RxP; 6. e6A+! En esta hor-
quilla se basaba toda la combinación. Después de 6 . ... , P x e; 7.
D x D las ':::::ancas ganaron.

El combate por las {{esferas de influencia»

Diag. 139: Kopylov-Carlson. - l. ... , T6D!! (con la doble amena"


za 2 .... , ToA mate y 2 ..... e X P mate); 2. Abandonan, pues a 2. e X T
sigue 2 ..... A3R mate.
Diag. ~~:J: A. Troitzky. - A primera vista parece que las blancas
ganan mcicante l. RxP (es malo l. P4T a causa de l. ... ,PxPa.p.;
2. P x P, Roe y las negras dan mate avanzando el PTR), pero des-
pués de : ..... R5C el rey negro llega a tiempo al flanco de dama.
Por eso: :. P6AII (bloqueándole al rey enemigo el camino R4e-3A-
2R-1D-L'.-2C). PxP; 2. RXP, R5e; 3. P4T, PxP a.p.; 4. PxP, R4A;
5. P4T, R.;;?.. (ahora las negras amenazan con acercarse al peón pa-
sado, perc- el blanco vuelve a bloquearles el camino sacrificando dos
peones 10"'23): 6. P6D!, PxP; 7. P6A, PxP; 8. P5T y el peón se co-
rona.
Diag. :~::A. Gulyaev,- l. P7R 1, Cle; 2. P8R=D. A4T+; 3. RXA,
C3A+': 4. Roe, CxD; 5. R7A, P7C'; 6. exP, e3D7: 7. R6R, ClA; 8.
AlA+!, ?. >:. P; 9. R7D, C2T (yéndose a un refugio {(Seguro»); 10.
e4T maco.
Diag. ~~~: Akopian-Ovesian. - l. ... , P6A! (espero que hayáis
encontraC·: en seguida esta jugada!); 2. AxP, C5A; 3. D2D, P6D+!
(dando ·.-:::a al alfil); 4. R2T, AxP!; 5. AxA, TxP+; 6. PxT,
T X P +; 7. R3C, D3R; 8. Abandonan.
Diag. l43: Smyslov-Mikenas. - l. A3R!! Ahora las blancas no

133
sólo amenazan jaque perpetuo en las casillas 6CR y 6TR, sino tam-
bién el contragolpe 2. TíA. Por eso se declararon inmediatamente
las tablas. A l. ... , DxA (pero no l. ... , AxA? a causa de 2. T7A)
seguiría 2. D5T+, R1C; 3. D7A+, R1T; 4. D5T+, etcétera.
Diag. 144: Reggio-Mieses. - l. ... , T6C!!; 2. DxT, A5Tr; 3. Aban-
donan, pues en caso de 3. DX A decide 3 .... , D6R+; 4. A2R, Dx AR
mate.
Diag. 145: Tarrasch-.Co.usultantes. - l. A7A!!, DxA (si l. ... ,
TxA sigue el sacrificio de diversión 2. D7C+!!, TXD; 3. TxP mate;
y si 2 .... , RXP, entonces 3. T1T+, D5T; 4. TxD mate); 2. TxP+!,
DxT; 3. D7C+, RxP; 4. T1T mate.
Diag. 146: A. Troitzky.- l. P7TD, A5A+; 2. R1T (naturalmente
no 2. R3T, ya que después de 2 .... , A4D las blancas perderían), A4D;
3. C6A, T5TD +; R2C, A X P; 5. C4R 1 !, A x C; 6. P7T, etcétera.

¿En qué sueñan los peones?

Diag. 161: A. Troitzky. - l. C7R!, D1AR+; 2. R2R, Dx C; 3.


D3AR+, R5D; 4. D3D+, R4A; 5. D3TD+ ganando la dama. Si 2 .... ,
R5D, entonces 3. C6A+, R5R; 4. D3D+, R5A; 5. D3AR+, etcétera.
Diag. 162: L. Kubbel.- l. C3R+, R6C; 2. D4C+, R7A; 3. D4AR+,
R7R; 4. D1A+, R7D (a 4 .... , RxC sigue 5. D1R+); 5. D1D+, R6A;
6. D2A +, R5C (claro está que no se puede 6 .... , R5D a causa de
7. C5A +, etc.); 7. D2CD+! (jugada introductoria de un brillante fi-
nal; la -victoria se iría de las manos tras 7.- D2D+, R4C!; 8. D2R+,
C6D 1 y el negro se salva), C6C (forzado, ya que a 7 .... , R4T sigue
8. C4A+ con mate); 8. D3T+ !!, RX D; 9. C2A mate.
Diag. 163: A. Troitzky.- 1. D?T+, R3R; 2. ASA+! (es importan-
te que este alfil participe en la lucha; las negras no pueden captu-
rarlo: 2 .... , DxA; 3. D3T+ seguido de 4. DxD), R3A; 3. DST+,
R4C!; 4. D7C+, R5A (a 4 .... , R4T sigue 5. A4C+, R5T; 6. A5A con
mate inevitable); 5. R2A!, D X A (forzado en vista de la amenaza 6.
D6A+); 6. D3C+, R5R; 7. DXPA+, R4R! (en caso de 7 .... , R5D
decide 8. D3R+, RXP; 9. D1A+, etc.: ¡de nuevo la geometría!); 8.
D3A+!, R5A; 9. D3CR+, R5R; 10. D3R+, R4A; 11. D3TR+. ¡Las
blancas logran por fin capturar la dama enemiga gracias a un moti-
vo geométricol
Diag. 164: Larsen-Lombardy. - l. P6T!, AxP; 2. AxPR! (des-
clavándose con ganancia de tiempo), TxT; 3. AXPAR+, A2C; 4.
TxA, T3D; 5. TXA+, RlC; 6. T?CR+, R1A; 7. TXP!, TxA; 8. TST+
seguido de 9. T X T.
Diag. 165: Donner-Duksteill. - Jugando l. P7C las blancas po-
dían, es cierto, ganar la calidad después de l. ... , T2XA; 2. PxT=D+,
T x D, pero el alfil centralizado de las n€gras y su superioridad de
peones en el flanco de dama dejaban al segundo jugador con amplí-
sima compensación por su pequeña desventaja de material. El blan-

134
co, sin embargo, encontró un camino más seguro para ganar, digno
de una ccmpcsición artística: l. TXA!, T2 x A; 2. T8D+ !! (no repor-
taba nada 2. PxT?, PxT; 3. T1AD, R1A), TxT; 3. PXT, T1AD; 4.
T1D!, abandonan.
Diag. 166: L. Kuhbel.- l. D4C+, R1C; 2. C7D+, AXC; 3. PxA,
T8A + ; 4. R2C (las blancas capturarán la torre en la casilla 2AD
para acercarse al punto 3D), TIA+; 5. RxT, D3AD+; 6. R3D, DXT;
7. DxP+, R2C; 8. D7A!! (sólo ahora aparece lo profu.@,do de la de-
cisión de las blancas de no tomar la torre enemiga en...:rlAD; de ha-
berlo hecho así, el negro podría salvarse dando jaque en 7CR),
DXD; 9. PSD=C+!
Diag. 167: K. Traxler y F. Dedrle.- l. T2T+!, RXT; 2. AxP+!,
DxA; 3. P8C=A!!, TXC ¡ahogado!
Diag. 168: F. Lazard. - l. P7D, A3T! (amenazando mate en una
jugada); 2. ASA!, A5A; 3. A6D!, AxA (de otro modo las ·blancas
continúan su persecución «perpetua»); 4. PBD=T!! (en caso de 4.
P8D=D? decide 4.... , A5A; a cualquier jugada de la dama, el rey
negro se retira con jaque, y después de 6. DX A, RXD las negras ga-
nan fácilmente), A5A (a 4.... , AXP sigue 5. T3D+, RXT y tablas
por ahogado); 5. T2D, A4C!; 6. T5D, R5A; 7. T2D!, A3T; 8. T6D, R4C;
9. T2D, tablas. Tan pronto como el rey negro se retire de la diagonal
del alfil, el blanco queda ahogado.

Métodos de autodefel)Sa

Diag. 181: Zost-Kruger. - A veces nos olvidamos de que, a di-


ferencia del juego de damas, en el ajedrez no es obligatorio captu-
rar una pieza amenazada. Así, en esta posición, las negras pensaban,
tras la captura automática l. R X T, apoderarse de la iniciativa me-
diante l. ... , D3T+. Pero la continuación de las blancas no fue como
creían: l. D5D+, RlA; 2. D5A+!, R1C; 3. DSAD+, D1A; 4. A7A+!,
R X A; 5. D6R mate.
Diag. 182: Verkhovski-Petrosian. - l. ... , TIA!!; 2. D1T+, R1C;
3. DBTD +, R2T y las blancas tuvieron que conformarse con tablas
por jaque perpetuo. En efecto, si capturan la torre (2. ':('XT) podría
seguir 2.... , D5C+; 3. -D2C, DXT+; 4. R2T, A4R+; 5. R3T, D4T mate,
o ti e:: 3. T:2-:~-::.. D x ~1...:..: 4. R2T, A4R+; j, 73C, D8R, etc~t.era.
Diag. 183: A. Gurvich.- l. P6C+, R2C; 2. A4A!, DXA; 3. TXP+,
CXT; 4. P8T=A+! (si 4. P8T=D+ sigue 4 .... , R1A; 5. D7C+, RlD
y las negras ganan), R1A; 5. P7C+, ¡tablas! El alfil está «empare-
dado».
Di.ag. 184: G. Kasparian. - Es difícil imaginar que aquí se escon-
da una idea de tablas por ahogado. l. C3R! (sería malo l. R4C a
.causa de l. ... , T6D; 2. C4A, T5D!), T7T!; 2. R4C, P6T; 3. R3C, T7CD!;
4. C4C (es débil 4. C!A debido a 4 .... , T8C; 5. C2T, T6C+ ), T6C+;
5. R2T, R2A!; 6. C2A (una falsa pista sería 6. C5R, R3D!; 7. C7A+,

135
R3R!; 8. C5C+, R4A; 9. CXP, R5C; 10. C2A+, R6A; 11. C3T, T7C+;
12. RlC 0 RlT, R6C y las negms ganan), T7C; ?. RlC, P?T+; 8. Rl T,
TXC ¡ahogado[

Diag. 18o; Nagyi-Eliskases. - l. ... , A6TR!; 2. ClR, AXP!; 3.


CxA, TXC+!; 4. RxT, TIC+; 5. RlT, C6C+!; 6. RlC, CxT+; 7.
R x C, D6T+; 8. R2R, T7C +; 9. AZAR, A4A; 10. Abandonan.

Diag. 186; H. MatiSon y K. Betinsh. - l. A4A+!, R2C; 2.


PST=D+!, RxD; 3. R8A, A4D; 4. C7A+, AxC; 5. A5R+!, TxA; 6.
PX A. Pese a que les toca jugar a las negras, no .pueden evitar las
tablas por ahogado o de otra manera (6 .... , T1R+; 7. Px T=D, et-
cétera).

Diag. 187: A. Gurvich. -.l. C6R! (no sirve l. C5R+, RXC; 2. C3D
a causa de 2.... , P4C!), P7C; 2. C6T+, R3A; 3. C4C+, R4A; 4. C3R+,
R4R! (4 .... , R5R; 5. CID! con tablas); 5. C4C+, R5R!; 6. C2A+, R4A;
. 7. P4R+ !, P X P; 8. CID!!, P8C =D. No se ha podido impedir la pro-
moción de este peón, pero las blancas se salvan dando jaque perpe-
tuo: 9. C3R+, R3A; 10. C4C+, R2A; 11. C6T+, R3A; 12. C4C+, R4A;
13. C3R+, R4R; 14. C4C+, R4D; 15. C3R+, etcétera.

Diag. 188: G. Kasparian. - l. D7T+, R4C; 2. T5D+! (pierde 2.


DSC+?, R3T!; 3. T3TR+, T5T; 4. TxT+, DxT; 5. D8TR+, R4C; 6.
D3R+, R3C; 1. D8R+, R2C; 8. D7D+, R3T; 9. D2D+, D4C, o 5.
DSAR+, R4C; 6. D5AD+, R3C; 7. D2AD+, R:>T; 8. D2D+, D4C), R5C;
3. D5T+, R5A (3 .... , R6C; 4. T3D+ co01 tablas); 4. D2T+, R5R; 5.
T5R+ !!, DXT. A pesar de la enorme ventaja material del adversario,
las blancas consiguen dar jaque perpetuo: 6. D2R+, R5D; 7. D2CD +,
;c;~D; 3. D.SC+, R3D; 9. DSC+, R3R; 10. D8R+, R3A; 11. DSTR+,
R4A; 12. D5T+, R5A; 13. D2T+, R5R; 14. D2R+, R5D; 15. D2CD+,
R6D; 16. D2AD+, etcétera.
Queda por examinar la variante que hubiera seguido tras l. ... ,
D3T (en vez de l. ... , R4Cl. El propio autor da esta solución: 2. T5D+,
R5T; 3. D7R+, R6T 1 (o 3.... , D3AR; 4. D!R+, R5C; 5. D!C+, R5A;
6. DlA+! con tablas); 4. T3D+, R5C; 5. D2R+, R4A; 6. T3AR+, R3C
(6 .... , T5AR; 7. Tx T+, R x T; 8. D4A+ con jaque perpetuo por la
diagonal 1AR-5CD); 7. b8R+, R4C; 8. D5R+, tablas.
En caso de 5 .... , R5T (en vez de la examinada 5 .... , R.:t:A) sigue
6. D2AR+, R4C; 7. T3CR+, T5CR; 8. TxT+, Rx T; 9. D2R+, etc.
Y por último, si 5.... , R4C, lleva a tablas 6. T3CR+, R4A; 7. T3AR+,
R3C; 8. D8R+, etcétera.
Tantos jaques, claro está, son aptos para dar dolor de cabeza, pero
sigo creyendo que una tentativa seria de resolve.r_ este final, aunque
SBa parcialmente, constituye un magnífico entrenamiento con vistas
a desarrollar la técnica del cálculo.

136
A la caza del rey

Di ag. 200: Steinitz-Bardeleben. - l. C5C+, RlR; 2. Tx C+ !, RlA


(si 2 .... , DxT, gana sencillamente 3. TXT+, etc., y en caso de 2 .... ,
RXT sigue 3. TlR+, R3D; 4. D4C+, R2A; 5. C6R+, RlC; 6. D4AR+);
3. T7AR+, RlC; 4. T7C+!, RlT (4 .... , RlA; 5. CxP+); 5. TXP+,
RlC; 6. T7C+!, RlT; 7. D4T+, RxT; 8. D7T+, RlA; 9. D8T+, R2R;
10. D7C+, RlR; 11. D8C+, R2R; 12. D7A+, RlD; 13. D8A+, DlR; 14.
C7A+, R2D; 15. D6D mate.
Diag. 201: Kopylov-Timofeev. - l. TxP!, TxT (las negras po-
dían ofrecer una resistencia más tenaz por medio de l .... , C5A); 2.
CXT, RXC; 3. DxP+, RlA; 4. C4T!, C5A (no es posible 4 .... , AxC
a causa de 5. A4C+, etc.); 5. A X P+ !, RlR (también es malo 5 .... ,
RxA; 6. C5A+, etc.); 6. D4C. R2A; 7. DxC-t-, RXA; 8. TxA+!, aban-
ldonan: Después de 8. . .. , D x T; 9. C5A +, las negras Do tienen re-
lmedio.
Diag. 202: Goncharov-Strazduns. - l. P6C!, PTxP; 2. CxPR!,
IPxC; 3. AxP+, RlT (en caso de 3 .... , T2A se dejaría sentir la im-
¡portancia de la columna abierta CR: 4. C5D, DlD; 5. T x P, C3-4R; 6.
TXP+, RxT; 7. TIC+, etc.); 4. TxPC, T2A; 5. D5T+, RlC; 6.
TXPC+! (¡elegante remate de la combinación!), abandonan.
Diag. 203: Alekhine-Mindeno. - l. C5R! (desviando el PD ene-
migo de la casilla donde se encuentra, para que no entorpezca lo que
sigue), PxC; 2. P6C!, DxPC; 3. D4A+, D2A; 4. T8T mate.
Diag. 204: Alekhine-Supico.- l. D6C!!, PAxD (a l. ... , TIC si-
gue 2. DXPT-t-!, RXD; 3. T3T mate); 2. C7XP+, PxC; 3. T3T-t-,
D5T; 4. T x D mate.
Diag. 205: Katalymov-Mnatzakaniau. - l. T7D!, Ax T; 2. A6T
(si el alfil negro estuviera en 3R, esta jugada no sería ahora posible
a causa de 2 .... , TxA; 3. D8A+, AlC), PxA; 3. DXT-t-, RlC; 4.
D7A+ y D8A mate.
Diag. 206: Stefanov-Andreev.- l. ... , DxP+ !! (principio de una
fantástica persecución para obtener la «cabeza)> del rey blanco); 2.
RxD, A6D+; 3. R3C, P5A+; 4. R4C, C3T-t-; 5. R5C (a 5. R4T se-
guiría 5.... , C4A+; 6. R5C, TRIC+; 7. R6A, T3T+; 8. R7A, T2C-t-;
9. R8A, TlT mate), TRIC+: 6. R6A, TlAD+; 7. R7C (otras varian-
tes de interés son: 7. R5C, C2A +; 8. R4C, TRlC mate; 8. R6C, A5D +;
9. R7C, TDIC+; 10. R6A, C3R+; 11. R7D, T2A mate, 8. R6A, C3R+;
9. R7C, TRIC +; 10. R6A, T3T+; 11. R7D, TlD+; 12. R X P, T2T mate)
T2A+!; 8. RxT, A5DII; 9. Abandonan.
Diag. 207: Westler-Kreichik. - l. ... , TXC-t-; 2. RxT, T8T+!;
3. RXT, D4T+ (gracias al sacrificio de las dos torres. la dama ne-
gra consigue penetrar en la posición del rey enemigo .con ganancia
de tiempo); 4. RlC, D7T+; 5. RlA, D8T+; 6. R2D, DxP+; 7. R3D,
D7AD+; 8. R4D, D5A+; 9. R5R, D4D+; 10. R6A, D2A+!; 11. R5R,
D4A +; 12. R4D, P4A +; 13. R3A, D7A mate. ¡Cuesta creer que esto
sucedió en una auténtica partida!

137
jHacia nuevos encuentros!

Diag. 213: Polugajevski-Sziladyi. ~ l. TIC+, R3T; 2. ASA+!


(desviando la torre negra de la columna D), TxA; 3. T3D! y no hay
defensa contra el mate temático 4. T3T mate.
Diag. 214: Chernikov-Izerbaev. - l. D7T+, RlA (a l. ... , R2A
sigue 2. T3-3TD!); 2. DxC+!, AXD; 3. TXA+, R2C y, después de la
jugada «tranquila» 4. T3-3TD, el mate es inevitable.
Diag. 215: Meier-Hausmann. - l. ... , DxP!; 2. DXD (forzado,
ya que no se puede dejar la dama negra en 5D debido a la amenaza
mortal de jaque a la descubierta), T7C+; 3. RIT, TxPT+; 4. RlC,
T7C-7C mate.
Diag. 216: Spielmann-Landau.- l. C6C+, PXC; 2. D4C+, RIT;
3. R2C, abandonan. Las negras no· pueden evitar 4. Tl T mate.
Diag. 217: Spielmann-Henlinger. - l. C7R+! (¡despeje de casi-
lla!), DxC; 2. DxPT+, RXD; ~- T5T+, RIC; 4. TST mate.
Di ag. 218: Aficionado-Stoner. - l. ... , TxP+ !; 2. A x T, C6C+;
3. AxC, DIT+; 4. A2T, DXA+; 5. RXD, TlT+; 6. Abandonan. ¡Bri-
llante final!
Diag. 219: Elert-Boll.- l. ... , C5C!; 2. PXC, D7T+!; 3. RXD,
A 7A+; 4. Abandonan.
Di ag. 220: A. Konstantinopolski, ejemplo escolar. - l. ... , TSR +!;
2. TxT, DxP+!; 3. RXD, C5D+; 4. RIC (aquí se ve el significado
de la primera jugada de las negras: ahora no sirve 4. RID, ya que
las blancas recibirían mate mediante 4.... , CxP mate, cosa que no
nabría sucedido de estar libre la casilla IR), C6AD +! (forzando la
apertura de la columna CD, pues en caso de 5. Rl T seguiría 5.... ,
C7A mate); 5. PxC, TIC+; 6. RIT, C7A mate.
Diag. 221: Furman-Klovan.- l. ... , C6A!; 2. P3C (no es posible,
claro está, 2. PXC' a causa de 2 .... , T3T, etc.), T3T; 3. P3T, TxP+!;
4. AxT, D3T; 5. Abandonan.
Diag. 222: Levitzki-Marshall. - l. ... , D6CR!! «La jugada más
bella de mi vida», comentaba posteriormente Frank Marshall. Las
blancas se rindieron aquí. En efecto, si 2. PTXD, sigue 2.... , C7R
mate. Tampoco sirve 2. PAXD debido a 2.... , C7R+ seguido de 3.. ,.,
TXT mate. Y en caso de 2. DXD, C7R+; 3. RlT, CxD+; ~- RlC, las
negras, retirando la torre amenazada mediante 4.... , C7R+, quedan
con ventaja decisiva de material.
Diag. 223: Polvin-Kreichik.- l. ... , DXPT+; 2. RXD, C5C+; 3.
RlT, T6TR+; 4. PxT, T7TR mate.
Diag. 224: Gheorgiu-Diez del Corral. - l. ... , DXT+; 2. RxD,
TxA+; 3. RlC (o 3. RlR, TxPC; 4. RIA, T7T-7A+; 5. RlR, A7D+),
TxPC+; 4. RIT, T7C-7R'; 5. Abandonan.
Diag. 225: Martinyak-Dobos.- l. ... , C7A+; 2. TxC, A5D!; 3.
Abandonan. No se puede tomar el alfil a causa de 3 .... , TSR+, etc.,

138
y si la dama se retira, las negras ganan la calidad des¡::c:és de 2.
AxA.

Diag. 226: Taimanov-Kuzminykh.- l. C6C, C2T; 2. TXA, PXT;


3. DXT+!, DXD; 4. AxP mate.

Diag. 227: Klemens-Eisenschmidt. - l. A3T! (defendiendo la TR


con ganancia d~iempo), DxA; 2. D6R, CID; 3. D7A+cc, CxD; 4.
C6R mate.

139
COLECCIÓN ESCAQUES

1 Finales de peones. - l. Maize!is.


2 Finales de alfil y de caballo. - Y. Averbach.
3 Teoría de finales de torre. - L6wenfish y Smyslov.
4 Teoría de aperturas, tomo 1: Abiertas. - V. N. Panov.
5 Teoría de aperturas. tomo 11: Cerradas. -V. N. Panov.
6 Defensa india de rey. - P. Cherta.
7 Táctica moderna en ajedrez. tomo l. - L Pachman.
8 Táctica moderna en ajedrez, tomo IL- L Pachman.
9 Estrategia moderna en ajedrez. - Ludek Pachman.
1O La trampa en la apertura. - B. Weinstein.
11 Aperturas abiertas. - L. Pachman.
12 Aperturas semiabiertas. - Ludek Pachman.
13 Gambito de daina. - Ludek Pachman.
14 Aperturas cerradas.- Ludek Pachman.
15 El arte del sacrificio en ajedrez . .,..:..__ R. Spielmann.
16 Cómo debe jugarse la apertUra. -_A. Suetin.
17 Teoría de Jos finales de partida. - Y. Averbach.
18 El arte de la defensa. - llia Kan.
19 Táctica del medio juego. - l. Bondarewsky.
20 La estructura de peones centrales. - 8. Persits.
21 La perfección en el ajedrez. - Fred Reinfeld.
22 El gambito de rey. - Paul Keres.
23 lecturas de ajedrez. - Yuri Averbach.
24 200 celadas de apertura. - Emil Gelenczei.
25 Defensa siciliana. Variante Najdorf. - P. Cherta.
26 Ajedrez de entrenamiento. - A. Koblenz.
27 Jaque mate. - Kurt Richter.
28 Combinaciones en el medio juego. - P. A. Romanowsky.
29 la defensa Pire. - G. Fridshtein.
30 El sentido común en ajedrez. - E. Lasker.
31 Ajedrez elemental. -V. N. Panov.
32 la apertura catalana. - Neudstadt.
33 El ataque y la defensa. - Hans Müller.
34 Defensa siciliana. Variante Paulsen. - P. Cherta.
35 La psicología en ajedrez. - Krogius.
36 El arte del análisis. - Paul Keres.
37 Bobby Fischer. - Pablo Morán.
38 Partidas decisivas. - L. Pachman.
39 200 partidas abiertas. - D. Bronstetn.
40 El match del siglo: Fischer-Spassky. - L Pachman.
41 ABC de las aperturas. -V. N. Panov.
42 la batalla de las ideas en ajedrez. - A. Saidy.
43 Ataques al rey. - B. F. Baranov.
44 Capablanca. -V. N. Panov.
45 Los niños prodigios del ajedrez. - P. Morán.
46 Tablas. - L. Verjovsky.
47 Leyes fundamentales del ajedrez. - l. Kan.
48 Ajedrez y matemáticas. - Fabel, Bonsdorff y Riihimaa.
49 El laboratorio del ajedrecista. - A. Suetin.
50 Cómo piensan los grandes maestros. - P. Schmidt.
51 Defensa siciliana. Variante del Dragón. - E. Gufeld y E. Laz~ev.
52 Psicología del jugador de ajedrez. - Reuben Fine. :;-.)
53 Los campeonatos del mundo. De Steinitz a Alekhine. - P. Morán.
54 Los campeonatos del mundo. De Botvinnik a Fischer. - Gligoric.
55 Viaje al reino del ajedrez. - Averbach y Beilin.
56 Anatoli Karpov. - Ángel Martín.
57 Alekhine. - Kotov.
58 300 MiniaturaS. - Roizman.
59 Errores típicos. - Persits y Voronkov.
60 La defensa Aiekhine. - Ea!es y Wil!iams.
61 Fiñales artísticos. -- KasParian;
62 Diccionario de ajedrez. - Ramón Ibero.
63 Curso de aperturas. Abiertas. - Panov y Estrin.
64 Curso de aperturas. Semiabiertas. - Panov y Estrin.
65 Curso de aperturas. Cerradas. - Panov y Estrin.
66 Defensa siciliana. Variante Scheveningen. - A. Nikitin.
67 Práctica de las aperturas. - L. Pachman.
68 Práctica del medio juego. - L. Pachman.
69 Práctica de los finales. - L. Pachman.
70 Ajedrez y computadoras. - Pachman y Kühnmund.
71 Técnicas de ataque en ajedrez. - R. Edwards.
72 El contraataque en ajedrez. - Damski.
73 El mundo mágico de las combinaciones. - Koblenz.
74 Problemas de ajedrez. - C. Seneca.
75 Tratado de ajedrez superior. - Y. B. Estrin.
76 De la apertura a! final. - E. Mednis.
TI Fundamentos estratégicos del ajedrez. - Estrin.
78 Kasparov, campeón del mundo. - Ángel Martín.
79 Ajedrez práctico. - R. ~dwards.
80 Ajedrez magis"j'a\. - Kopec y otros.
Ajedrez
.Para niños

Un libro en el .....
en texto e imág~~: el niño hallará
fundamentales qu~ .:os_ ~oncepto~
en la práctica d 1o _mlciarán .
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Formato 23 o color.
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