Sei sulla pagina 1di 8

Artículo 450.- Decisión y recurso en las excepciones.

Las excepciones se resuelven en un sólo auto. Si entre ellas figura la de incompetencia,


litispendencia o convenio arbitral y el Juez declara fundada una de ellas, se abstendrá de resolver
las demás; pero si concedida apelación, el superior revoca aquella, devolverá lo actuado para que
el inferior se pronuncie sobre las restantes. El auto que declara fundada una excepción es apelable
con efecto suspensivo.

Comentario:

La norma nos ubica ante la concurrencia de excepciones, las que luego de haber agotado el debate
probatorio corresponde resolver.

1.- La regla general señalada que todas deben ser resueltas en un solo acto y contenidas en una sola
resolución llamada auto. Este acto único, se explica por los efectos que van a producir estas en el
proceso, como son la suspensión o la conclusión del proceso, La regla general señala que todas
deben ser resueltas en un solo acto y contenidas en una sola resolución llamada auto. Este acto
único, se explica por los efectos que van a producir estas en el proceso, corno son la suspensión o la
conclusión del proceso, según la excepción que se ampare; por citar, si se trata de las excepciones de
incompetencia, representación insuficiente del demandado, falta de agotamiento de la vía
administrativa, falta de legitimidad para obrar del demandante, litispendencia, cosa juzgada,
desistimiento de la pretensión, conclusión del proceso por conciliación o transacción, caducidad,
prescripción extintiva o convenio arbitral, se anula todo lo actuado y se dará por concluido el
proceso, tal como lo señala el inciso 5 del artículo 451 del cpc. En cambio, si las excepciones se
refieren a la incapacidad del demandante o su representante, la representación defectuosa o
insuficiente del demandante, la oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la demanda; y la
falta de legitimidad pasiva, generan el efecto de la suspensión de este.

Vemos pues que frente a la concurrencia de excepciones, con efectos totalmente disímiles (la
suspensión y la conclusión del proceso), la norma ha marcado la prevalencia en el pronunciamiento,
de unas frente a otras, de tal forma que cuando concurran las excepciones de incompetencia,
litispendencia y convenio arbitral (tienen un efecto fulminante como es la conclusión del proceso), si
el juez declara fundada una de ellas, se abstendrá de resolver las demás. Esto implica que solo
resolverá una de ellas, dejando pendiente de pronunciamiento las demás concurrentes, que también
pudieren tener el efecto de las citadas, como es concluir el proceso (véase el caso del desistimiento
de la pretensión o la cosa juzgada, por citar) y no por ello habrá cuestionamientos de nulidad a su
omisión.

2.- Por otro lado, concedida la apelación, si el superior revoca aquella, devolverá lo actuado para que
el inferior se pronuncie sobre las demás excepciones restantes.
Ahora bien, la norma no precisa si las restantes, en caso de que fueran las citadas de incompetencia o
litispendencia, deban resolverse con el conjunto restante o seguirán desarrollando la misma regla
que recoge el presente artículo, que solo una de ellas es motivo de pronunciamiento, absteniéndose
de resolver las demás.
La norma señala expresamente que el auto que declara fundada una excepción es apelable con efecto
suspensivo, ello es coherente con lo regulado en el artículo 371 del CPC, por dirigirse contra autos
que dan por concluido el proceso o impiden su continuación.

3.- Una de las interrogantes que plantea la redacción del artículo es la selectividad de las citadas
excepciones frente al universo que contienen también el mismo efecto, la conclusión del proceso.
Frente a ello señalamos que dichas excepciones están dirigidas a cuestionar en primer orden la
incompetencia del juez, no solo a través de la excepción propiamente dicha sino del convenio
arbitral, que busca sustraer del conocimiento del juez el conflicto remitido por delegación a la sede
arbitral; sin embargo, la excepción de litispendencia tiene también un especial significado, sobre
todo con la excepción de convenio arbitral, porque el arbitraje produce litispendencia del mismo
modo que cualquier proceso judicial, de suerte que, al igual que este, genera la correspondiente
excepción de litispendencia.
La excepción de litispendencia solamente es admisible cuando el pleito anterior, cuya existencia se
denuncia, está pendiente ante otro juzgado competente, por consiguiente, dicha excepción es desde
todo punto improcedente para alegar la litispendencia de un arbitraje, por más que ello sí sería
posible en estricta dogmática, siempre que concurriesen las necesarias identidades entre las dos
pretensiones pendientes. El cauce adecuado para denunciar la litispendencia de un arbitraje en un
proceso posterior, es la excepción de convenio arbitral, puesto que no tiene por presupuesto la
pendencia del proceso arbitral anterior, a diferencia de lo que ocurre con la excepción de
litispendencia Por otro lado, se plantea el cuestionamiento de si la excepción de litispendencia puede
utilizase para denunciar la existencia de un arbitraje, cuando se da la circunstancia de que este se
encuentra en la fase de ejecución judicial del laudo.
Sobre el particular, hay algunos criterios que se orientan a rechazarlo, únicamente por no concurrir
las necesarias identidades entre ambos juicios. Sin embargo, señala Málaga{z0rr, la solución correcta
es la contraria: "el hecho que la ley obligue a acudir al Poder Judicial para lograr la ejecución fogosa
de laudo arbitral no 'Judicializa" el arbitraje, y precisamente por ello tampoco obsta a la necesidad de
denunciar su existencia en un juicio posterior mediante la excepción específica que la ley prevé al
efecto, o bien, si el laudo ya es firme y solo queda pendiente su ejecución ante el juez de primera
instancia, mediante Ia excepción de cosa juzgada. En cualquiera de los dos casos, la excepción de
litispendencia sigue siendo improcedente para resolver este tipo de supuestos".
Artículo 451.- Efectos de las excepciones.-

Una vez consentido o ejecutoriado el auto que declara fundada alguna de las excepciones
enumeradas en el Artículo 446, el cuaderno de excepciones se agrega al principal y produce los
efectos siguientes:

1. Suspender el proceso hasta que el demandante incapaz comparezca, legalmente asistido o


representado, dentro del plazo que fijará el auto resolutorio, si se trata de la excepción de
incapacidad del demandante o de su representante.

2. Suspender el proceso hasta que se subsane el defecto o la insuficiencia de representación del


demandante dentro del plazo que fijará el auto resolutorio.

3. Suspender el proceso hasta que el demandante subsane los defectos señalados en el auto
resolutorio y dentro del plazo que este fije, si se trata de la excepción de oscuridad o ambigüedad
en el modo de proponer la demanda.

4. Suspender el proceso hasta que el demandante establezca la relación jurídica procesal entre las
personas que el auto resolutorio ordene y dentro del plazo que este fije, si se trata de la excepción
de falta de legitimidad para obrar del demandado.

Vencido los plazos a los que se refieren los incisos anteriores sin que se cumpla con lo ordenado, se
declarará la nulidad de lo actuado y la conclusión del proceso.

5. Anular lo actuado y dar por concluído el proceso, si se trata de las excepciones de


incompetencia, representación insuficiente del demandado, falta de agotamiento de la vía
administrativa, falta de legitimidad para obrar del demandante, litispendencia, cosa juzgada,
desistimiento de la pretension, conclusión del proceso por conciliación o transacción, caducidad,
prescripción extintiva o convenio arbitral.

Comentario:

El Código recoge en este artículo las consecuencias que produce cada una de las excepciones en caso
de ser amparadas. Es decir, se trata de un criterio clasificatorio de las excepciones por el efecto, en
caso sean declaradas fundadas.

Del análisis de este criterio se advierte que las excepciones pueden ser dilatorias o perentorias. En
realidad como lo fueron siempre, aún cuando esta vez el contenido de los conceptos es radicalmente
distinto. No olvidemos que en el proceso civil peruano derogado se decía que las excepciones eran
dilatorias o perentorias según el plazo que se tenía para interponerlas, o según se tramitaran dentro
del principal o en cuaderno separado.

Hoy, reivindicando la acepción literal, una excepción será dilatoria cuando al ser amparada
determine que el juez - en la misma resolución en que funda la excepción - le conceda al
demandante un plazo para que subsane el defecto advertido en la excepción interpuesta.

Es el caso, por ejemplo, de las excepciones de representación defectuosa o insuficiente del


demandante o la de oscuridad o ambigüedad en el modo de proponer la demanda. Por cierto, si
venciera el plazo concedido sin que se subsane el defecto advertido, el juez declarará la nulidad de lo
actuado y la conclusión del proceso.

Por otro lado, las excepciones serán perentorias cuando al ser amparadas producen el efecto de dar
por concluido el proceso. Sin embargo, estas excepciones con efecto perentorio admiten una
subclasificación. Así, serán perentorias simples cuando sólo afectan el curso del proceso en donde
han sido amparadas, pero no tocan siquiera la pretensión del demandante, quien podrá intentarla
nuevamente en un nuevo proceso en donde no cometerá el error que le costó la conclusión del
anterior. Es el caso de las excepciones de incompetencia, representación defectuosa del demandado,
falta de agotamiento de la vía administrativa, entre otras.

Las excepciones perentorias complejas, al igual que las simples, acaban con el proceso en donde han
sido amparadas, sin embargo, en el caso de éstas, adicionalmente ratifican la imposibilidad jurídica
de que el demandante pueda intentar exigir la misma pretensión contra el mismo demandado en
otro proceso. No es que las perentorias complejas afecten la pretensión, lo que pasa es que ésta ya
se vio afectada antes del amparo de la excepción, lo que ocurre es que al declararse fundada una
perentoria compleja se hace evidente, por así decirlo, la afectación definitiva de la pretensión. Este
es el caso de las excepciones de desistimiento de la pretensión, cosa juzgada, conclusión por
conciliación o transacción, entre otras.

1. Las excepciones, como medios de defensa de la parte demanda, se pueden agrupar: por los
efectos que se busca producir en el proceso, en suspensivas o meramente conclusivas de este.
Las excepciones de representación insuficiente del demandado, falta de agotamiento de la vía
administrativa, falta de legitimidad para obrar del demandante, litispendencia, cosa juzgada,
desistimiento de la pretensión, conclusión del proceso por conciliación o transacción, caducidad,
prescripción extintiva o convenio arbitral anulan todo lo actuado y dará por concluido el proceso, tal
como lo señala el inciso 5 del artículo 451 del CPC, implicando ello un pronunciamiento sin
declaración de fondo, si esta queda consentida, tal como lo señala el inciso 4 del artículo 321 del CPC.
Esto se justifica porque el proceso viene a ser un conjunto concatenado de actos procesales; siendo
así, la nulidad de un acto puede acarrear la nulidad de los actos procesales subsiguientes y así
motivar la nulidad de lo actuado en el proceso. La nulidad es el estado de anormalidad del proceso
civil originado por la falta de uno de sus elementos constitutivos, que son colocados en situación de
ser declarados inválidos. Con relación a la excepción de incompetencia, la modificatoria de este
artículo permite distinguir los efectos de la incompetencia, siempre que esta se refiera a la
competencia territorial relativa. Bajo esta circunstancia no cabe declarar la nulidad de todo lo
actuado y la conclusión de todo el proceso; todo lo contrario, se remite lo actuado al juez que
corresponda. Ello permite que el juez competente continúe con el trámite del proceso en el estado
en que este se encuentre. Si lo considera pertinente, aun cuando la audiencia de prueba hubiera
ocurrido, puede renovar la actuación de alguno o de todos los medios probatorios, atendiendo a lo
dispuesto en el último párrafo del artículo 50 del CPC. La excepción de incompetencia sustentada en
cuestionamientos no territoriales permite la anulación de lo actuado y la conclusión del proceso.

2. En cambio, si'1as excepciones se refieren a la incapacidad del demandante o su representante, la


representación defectuosa o insuficiente del demandante, la oscuridad o ambigüedad en el modo de
proponer lá demanda y la falta de legitimidad pasiva, generan el efecto de la suspensión de este, tal
como se advierte de los incisos restantes.

Juan Monroy Gálvez


Profesor de Derecho Procesal Civil
Pontificia Universidad Católica y Universidad de Lima
Artículo 452.- Procesos idénticos.-

Hay identidad de procesos cuando las partes o quienes de ellos deriven sus derechos, el petitorio y
el interés para obrar, sean los mismos.

Comentario:

1. La identidad de procesos es un elemento determinante para dilucidar la existencia de la cosa


juzgada o la litispendencia. El artículo recoge los elementos que deben concurrir para la existencia de
procesos idénticos: identidad de partes, petitorio e interés para obrar. Estos elementos deben
apreciarse en procesos que tengan naturaleza jurisdiccional, pues no opera la identidad eh
procedimientos administrativos, pero sí en el arbitraje y los actos de jurisdicción voluntaria que se
llevan a cabo en presencia de un juez.
Cuando concurran a satisfacción los elementos que cita la norma en comentario, estaremos ante
procesos idénticos, generando como consecuencia de ello la nulidad de lo actuado y la conclusión del
proceso. La identidad protege a la parte interesada en la continuación del mismo de una eventual
denegación de justicia.
En efecto, señala Málaga(1) "mediante este presupuesto se impide que el juez que conoce de dicho
pleito deje sin resolver pretensiones formuladas en la demanda que no se hayan planteado en el
primero o que la litispendencia afecte a una parte que solo litiga en el juicio posterior, puesto que a
menos que existiese la posibilidad de acumular esa pretensión al proceso precedente o que dicha
parte interviniese en el mismo, ambas quedarían privadas de tutela jurisdiccional".
Como se aprecia de la norma en comentario, la trilogía para la identidad se va a expresar en el
aspecto subjetivo, en el petitorio y en el interés para obrar. Para otros ordenamientos jurídicos la
triple identidad se construye a nivel subjetivo, entre las mismas partes, el mismo objeto o petitorio y
los mismos hechos o causa petendi. Señala Málaga , que el requisito de la triple identidad tiene un
doble fundamento: "por un lado, permite al juez invocado en segundo lugar pronosticar con una alta
probabilidad de éxito que, de continuar la sustanciación del pleito, la sentencia que pronuncie será
incompatible con la del juicio precedente. En principio, este elevado riesgo de resoluciones
contradictorias ya justificaría de por sí el archivo de los autos, puesto que si la firmeza de la sentencia
se alcanza antes en el primer juicio, el juez investido del segundo habrá de llegar a la misma solución
estimando de oficio la existencia de cosa juzgada, mientras que si es el segundo proceso el que
termina antes, se estará vulnerando claramente la litispendencia del primero, lo que explica la
actuación de la eficacia excluyente de esta última con carácter preventivo".

2. Uno de los elementos a tener en cuenta para afirmar la existencia de procesos idénticos es el
petitorio. Consideramos que la norma debió contemplar además la causa petendi como otro
referente a valorar; sin embargo, si asumimos que bajo la definición de petitorio está comprendida el
concepto de objeto, diremos que "dos procesos son iguales cuando su objeto es idéntico"; esto es,
tanto el petitum y la causa de pedir deben ser iguales.
Para que concurra la identidad en el petitorio es requisito necesario que las mismas partes hayan
efectuado la misma petición en los dos procesos y que esa petición verse sobre el mismo bien
corporal o incorporal; sin embargo, en la doctrina se acepta que la identidad en el petitorio subsiste
aunque se sustituya la prestación solicitada en el primer proceso por una prestación equivalente.
Tampoco excluye la existencia de identidad objetiva el hecho de que el actor haya asignado distinta
cuantía a cada una de las demandas, como tampoco hace la presentación de una de ellas como de
cuantía indeterminada para su fijación en ejecución de sentencia. En cambio, no concurren procesos
idénticos en el caso de que en uno de ellos se discuta la nulidad del matrimonio y en otro, el divorcio.
Situación especial se plantea en el caso de dos pretensiones declarativas opuestas, es decir, cuando
en urja se pide la declaración de la existencia del derecho afirmado y en la otra la declaración de su
inexistencia. En estos casos, señalan algunos autores que la respuesta es afirmativa, porque no existe
diversidad de petitum, habida cuenta que el tipo de tutela que se solicita es el mismo (declarativa)
y en ambos casos se refiere al mismo bien, no siendo suficiente para cambiar la petición que en un
caso se efectúe en sentido positivo y en el otro en sentido negativo. La razón de esta identidad es
que no hay necesidad de una verdadera tutela jurisdiccional, pues, la primera sentencia declarativa
resolverá -con efecto de cosa juzgada- la cuestión de la existencia o validez del derecho afirmado y
dichos efectos cubrirán por igual los hechos impeditivos en el otro proceso.
El otro elemento que concurre a la identidad del objeto es la causa de pedir, que comprende al
conjunto de hechos aportados por el actor en su demanda, que originan e individualizan la
pretensión formulada por el mismo. Para dilucidar cuándo existe identidad causal es necesario
delimitar cuales son los hechos esenciales, relevantes, que han de coincidir en ambas pretensiones.
Por citar, no hay identidad causal en un accidente de tránsito cuando en un proceso se reclama la
pretensión indemnizatoria sobre la base de un seguro obligatorio de responsabilidad civil derivada de
la circulación y uso de vehículos motorizados (SOAT); frente a otro proceso en el que las mismas
partes formulan reclamación por responsabilidad extracontractual frente al conductor y al
propietario del vehículo, sobre la base de un contrato de seguro voluntario frente a la misma
compañía aseguradora. Por otro lado, la calificación y argumentación jurídica no integran la causa
petendi, sino la motivación de la demanda, ya que los elementos jurídicos alegados en la misma no
vinculan al juez por obra del aforismo iura novit curia.

3. Otro de los elementos que recoge la norma para determinar la existencia de procesos idénticos es
el interés para obrar. Tradicionalmente, se concebía al interés como el “Juicio de utilidad actual para
su titular” y si la falta de pronunciamiento jurisdiccional pedida produciría un daño. Solo si se infería
la existencia del daño se admite el interés, si tal perjuicio no existe, no hay duda que tampoco existe
dicho interés. Según Rocco(2), el interés tanto para accionar o contradecir debe ser concreto y
actual. No concebía interés para accionar concerniente a derechos futuros o eventuales que no
constituyan ya objeto y materia de tutela por parte del derecho material objetivo. Este concepto
clásico ha sido superado por la tutela jurisdiccional preventiva. Adelantándose a la violación del
derecho, se permite
transitar por el proceso de cognición y obtener una sentencia que solo podrá desplegar sus efectos
una vez producida la violación de aquel.

(1)MALAGA DÍEGUEZ, Francisco. La lit¡spendencia, Bosch, Barcelona, 1999, p. St1.

(2) ROCCO, Ugo. TntaCo de Derecho pracesal, T. 1, Depatma, BuenosAires, 1982, p.34S.
Artículo 453.- Amparo de las excepciones de litispendencia, cosa juzgada, desistimiento de la
pretensión o conclusión del proceso por conciliación o transacción.-

Son fundadas las excepciones de litispendencia, cosa juzgada, desistimiento de la pretensión o


conclusión del proceso por conciliación o transacción, respectivamente, cuando se inicia un proceso
idéntico a otro:

1. Que se encuentra en curso;

2. Que ya fue resuelto y cuenta con sentencia o laudo firme;

3. En que el demandante se desistió de la pretensión; o,

4. En que las partes conciliaron o transigieron.

Comentario:

1. La norma selecciona un grupo de excepciones sobre los que opera un elemento común: la
identidad de procesos. El artículo 452 del Cpc califica como procesos idénticos cuando las partes, el
petitorio y el interés para obrar son los mismos. Bajo ese enunciado, la norma en comentario nos
propone según la excepción que se trate de supuestos especiales que permitiría se ampare esta.

2. En el caso de la excepción de litispendencia, esta ópera cuando existe otro proceso pendiente, o
como lo cita la norma "que se encuentre en curso, entre las mismas partes, en virtud de un mismo
objeto y una misma causa. Aquí coexisten dos pretensiones cuyos elementos son idénticos. Para la
admisión de dicha excepción se requiere la más absoluta identidad en la trilogía descrita, de modo
que la sentencia dictada en uno de los procesos debe producir la excepción de cosa juzgada en el
otro. Solo cuando esa identidad se satisface de manera absoluta se declarará fundada la excepción
propuesta, anulando todo lo actuado y dando por concluido el proceso, sin declaración de fondo (ver
el inciso 5 del artículo 451 del CPC e inciso 4 del artículo 321 del CpC).

3. Con respecto a la excepción de cosa juzgada, se expresa en el hecho de que no se puede volver a
discutir ante un órgano jurisdiccional una decisión emitida por este. El supuesto que opera en esta
excepción es iniciar un proceso idéntico a otro ya resuelto mediante sentencia firme. Si bien es un
efecto natural de toda sentencia su imperio y obligatoriedad, también concurre a ella la propia
utilidad de la función judicial del Estado, unida a consideraciones de seguridad jurídica que
determinan la necesidad de asegurar del atributo, que su contenido no puede ser alterado en ningún
otro proceso ulterior, tornando por lo tanto inadmisible toda nueva discusión o resolución acerca de
las cuestiones ya decididas o resueltas con carácter firme. Este mencionado atributo recibe el
nombre de cosa juzgada, a la que puede definirse, en general, como la inmutabilidad o
irrevocabilidad que adquieren los efectos de la sentencia definitiva cuando contra ella no proceda
ningún recurso susceptible de modificarla. Este atributo, no solo es aplicable a las decisiones
jurisdiccionales, sino a los laudos firmes provenientes del procedimiento arbitral.

4. La excepción de desistimiento de la pretensión opera cuando el pretendiente abdica en reclamar


el derecho que alega. Es un acto de disposición que va a generar efectos fatales para quien lo
formula, como es, asumir los efectos de una sentencia infundada. Nótese que el desistimiento no se
refiere al proceso, sino a la pretensión, cuyos efectos son sustancialmente diferentes. De ahí que
luego de que ha operado el desistimiento y aprobado este se vuelva a interponer idéntica
pretensión, se declarará fundada la excepción propuesta, anulando todo lo actuado y dando por
concluido el proceso (ver el inciso 5 del artículo 451 del CPC). A pesar de que el inciso 6 del artículo
321 del CPC equipara al desistimiento del proceso con el desistimiento de la pretensión, como
expresiones de conclusión del proceso sin declaración de fondo, consideramos que solo ese efecto
debe atribuirse al desistimiento del proceso, pues permite volver a discutir en nuevo proceso el
mismo conflicto, situación que no es extensiva al desistimiento de la pretensión por estar limitada
por los efectos de la excepción que recoge el inciso 9 del artículo 446 del CPC y porque además
produce los efectos de una demanda infundada con la autoridad de la cosa juzgada.

5. Cuando se inicie un proceso idéntico a otro que ha concluido porque las partes conciliaron o
transigieron, merece amparar la excepción propuesta. Esta excepción tiene como objetivo aportar al
proceso un medio de definición del conflicto con el fin de que el juez decrete la terminación del
proceso.
Si partimos del supuesto de que tanto la transacción como la conciliación tienen efecto extintivo
sobre la cuestión controvertida, impidiendo que las partes puedan volver sobre ella, la redacción que
contiene este inciso podría llevar a entender que solo operaría para poner fin al proceso, situación
que no necesariamente involucra poner fin al conflicto. Son dos categorías totalmente diferentes,
cuyas consecuencias señalan lo siguiente: la transacción o la conciliación ponen fin al conflicto y
consecuentemente al proceso en el que se discute; pero puede darse el caso de que se ponga fin al
proceso, mas no al conflicto, situación que puede permitir reanudar su discusión posteriormente, en
otro momento y en otro proceso.
Por otro lado, debemos precisar que los efectos de la conciliación extraproceso son totalmente
diferentes a los de la conciliación procesal, porque a esta última le es extensiva la cosa juzgada
(véase el artículo 328 del cpc). como señala el dictamen de la Comisión de Justicia al debatir el
proyecto de Ley de Conciliación, "el título de ejecución, puede ser cualquier documento que la ley le
confiera dicha calidad y no tiene que ser necesariamente cosa juzgada". El único ente que se
encuentra facultado para administrar justicia con efecto de cosa juzgada es el Poder Judicial,
conforme lo señala el artículo 139 de la Constitución del Estado.
En esa misma línea Gozaini(3) señala que "la cosa juzgada es el atributo que consigue un avenimiento
homologado, y tiene ejecutoriedad si fuese desconocido en sus términos o incumplido por alguna de
las partes". Ello justifica que frente a una actividad dolosa estos acuerdos homologados puedan ser
revisados, a través de la nulidad de cosa juzgada fraudulenta que recoge el artículo 178 del cpc.
Solo cuando esa identidad se satisface de manera absoluta, se declarará fundada la excepción
propuesta, anulando todo lo actuado y dando por concluido el proceso, con declaración de fondo
(ver el inciso 5 artículo 451 del CPC e incisos 2 y 3 del artículo 322 del CPC).

6. Como se puede advertir, el efecto que genera declarar fundada cualquiera de las excepciones
citadas es la nulidad de todo lo actuado y la conclusión del proceso. Esto se explica porque el proceso
viene a ser un conjunto concatenado de actos procesales; siendo así, la nulidad de un acto puede
carrear la nulidad de los actos procesales subsiguientes y así motivar la nulidad de lo actuado en el
proceso. La nulidad es el estado de anormalidad del proceso civil originado por la falta de uno de sus
elementos constitutivos, que son colocados en situación de ser declarados inválidos.

(3)GOZAINI, Osvaldo. "La conciliación en el Código Procesal Civil del Peru, Teoría y técnica', en.. Revista peruana
de Derecho Procesal, Lima, I 998, p. 4 l 2.

Potrebbero piacerti anche