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dad del Pueblo de China (conocida en mandarín como Renda) un departamento de Asun-
tos Extranjeros (Guowai Shi), que recién en 1955 sería convertido en facultad. Luego en
1963, las universidades de Pekín (Beida) y Fudan establecieron departamentos para el es-
tudio de la Política Internacional (Guoji Zhengzhi Xue). En ese entonces, editoriales bajo
control del Partido Comunista de China (PCCh) comenzaron a publicar la traducción de
las obras de Nicholas Spykman, Henry Kissinger, George Kennan y Herman Kahn.2
En similar período, tampoco existió en la RPCh una teoría de las RR.II. propiamente
dicha. Se acudía en su lugar a interpretaciones de los puntos de vista de Marx, Engels,
Lenin, Stalin y Mao Zedong sobre el panorama internacional. Los libros de texto en boga
sobre política internacional de la época eran Lenin y Stalin sobre China (Pekín, 1953),
Stalin sobre la Situación Internacional de la Postguerra (Pekín, 1954), Citas del Cama-
rada Mao Zedong sobre Temas Internacionales (Pekín, 1958), Marx y Engels sobre el
Colonialismo (Pekín,1962), y Stalin sobre la Situación Internacional y la Política Exterior
Soviética (Pekín, 1964).3 En pocas palabras, los cursos de RR.II. en las universidades chi-
nas se dedicaban a explicar las teorías marxistas sobre el imperialismo, el colonialismo,
la guerra y la paz.
La consolidación de las RR.II. como una disciplina de estudio, tuvo lugar en una etapa
posterior a aquella acontecida en Occidente. Recién a partir de mediados de los 80s, en
consonancia con el desarrollo de la política de reforma y apertura lanzada por Deng
Xiaoping a fines de la década anterior, la comunidad académica gozó de los subproduc-
tos de una era de mayor estabilidad4: la reapertura de instituciones que en la etapa previa
habían sido clausuradas, un ambiente de cierta libertad académica, la llegada de especia-
listas extranjeros con la finalidad de dictar cursos y el ingreso de considerable cantidad
de obras del exterior.
Es en 1985 cuando puede marcarse el comienzo de la discusión sobre temas propios de
la teoría de las RR.II., cuando la Sociedad China de Historia de las Relaciones Interna-
cionales organizó un seminario dirigido a “estudiar la herencia del Marxismo-Leninismo
en la teoría de las RR.II.” y a “construir los marcos teóricos para desarrollar los estudios
internacionales en China”5.
Ese mismo año, el Comité Central del PCCh emitió una serie de instrucciones sobre la
Reforma de la Educación que incluyó la implementación de un curso obligatorio en to-
das las universidades sobre “Política y Economía Mundial y Relaciones internacionales”
(Shijie Zhengzhi Jingji yu Guoji Guanxi). Con el objeto de contar con la bibliografía que
complementara al curso, se publicaron posteriormente casi un centenar de nuevas obras,
de los cuales alcanzaron mayor renombre “Política y Economía Mundial Contemporá-
nea” (Dangdai Shijie Jingji yu Zhengzhi) de Du Houwen y Feng Tejun (eds.)6 y “Política
y Economía Mundial y Relaciones internacionales Contemporáneas” (Dangdai Shijie
Zhengzhi Jingji yu Guoji Guanxi) de Feng Tejun (ed.)7.
Tras los incidentes de la plaza Tiananmen en junio de 1989, la mayoría de las ciencias
sociales en China sufrieron un retroceso, como consecuencia de las campañas del Go-
bierno “en contra del liberalismo”. Pese a ello, el campo de las RR.II. fue uno de los
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El presidente chino Hu Jintao (der.) junto a James Soong, líder del principal partido de oposición en Taiwán
menos perjudicados, posiblemente como resultado de que a las autoridades centrales les
preocupaba más el aislamiento que sufría el país que la estrategia de “evolución pacífica”
(heping yanbian) que adjudicaban a Occidente8.
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Según esta concepción, “el factor fundamental que alienta la conducta internacional es el
interés, por lo que las ideologías, las religiones y los valores no constituyen motores de la
diplomacia”. Al mismo tiempo, sus representantes bregan por “una perspectiva pragmá-
tica” que conduzca el análisis de las RR.II.13
Las fuentes del Realismo chino se encuentran en los Cinco Principios de Coexistencia
Pacífica y en el pensamiento y obra de Deng Xiaoping. Por los primeros se entiende
aquellas ideas directrices enunciadas por primera vez por Zhou Enlai en 1954, con moti-
vo de su visita oficial a la India, que se reflejaron en el Comunicado Conjunto firmado por
el Premier chino y Jawaharlal Nehru. Las mismas, dirigidas en contra de “la hegemonía”
(baoquan zhuyi), consisten en:
• Respeto mutuo de la soberanía y la integridad territorial,
• Práctica mutua de la no agresión,
• No interferencia en los asuntos internos del otro Estado,
• Igualdad y beneficio mutuo, y
• Coexistencia pacífica
A partir de comienzos de los 80s, los académicos y en particular los funcionarios chinos
han enfatizado que los Cinco Principios constituyen la guía de un “nuevo orden político
internacional”14. El respeto por la soberanía se presenta como la raíz de estos Cinco Prin-
cipios, la cual “reside exclusivamente en manos de Estados diferenciados espacialmente”
y “debe preservarse del ejercicio de ‘políticas de poder’ (qiangquan zhengzhi)”.15
Por otra parte, el Dengismo, ya sea en sus aspectos tanto teóricos como prácticos, con-
tribuyó al forjamiento de la Realpolitik china. En el plano de las ideas, el “Pequeño Ti-
monel” aseveró que “los derechos nacionales (guoquan), entendidos básicamente como
derecho a la soberanía y a la seguridad nacional, deben ser nuestra prioridad”. En este
contexto, una vez que los países interactúan siguiendo sus intereses nacionales, “los con-
flictos se solucionarán y el mundo gozará de paz”.16
Existe la anécdota, reflejada en las Obras Escogidas de Deng, sobre que una vez reunidos
el ex presidente Richard Nixon y Deng Xiaoping en Washington en enero de 1979 (en lo
que constituyó la primer visita de un alto funcionario de la RPCh a los EE.UU.), el visi-
tante oriental le había expresado a su anfitrión:
“los intereses nacionales deben ser la piedra angular de las RR.II. Por ejemplo, su visita a
China en febrero de 1972 fue sensata: Ud. era anticomunista y sabía que nosotros éramos
comunistas. No obstante, tuvimos presente que los respectivos intereses nacionales eran
nuestra guía y gracias a ello conversamos y resolvimos problemas”.17
En el plano práctico, una vez que Deng se convirtió en el hombre fuerte de la RPCh (tras
ser rehabilitado y asumir como Viceprimer Ministro del Consejo de Estado y Jefe del Es-
tado Mayor del Ejército Popular de Liberación en 197718), puso en vigencia una serie de
medidas destinadas a extirpar el espíritu revolucionario y excesivamente ideologizado de
la etapa precedente, lo cual también se reflejó en la elaboración de la teoría de las RR.II.
La discusión en RR.II. dejó de construirse sobre elementos ideológicos como la lucha de
clases marxista, la cual concebía que, del momento que el Estado era la herramienta de
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la clase gobernante, los intereses nacionales naturalmente reflejaban sus intereses secto-
riales. En su lugar, tuvo cabida la incorporación del concepto de “interés nacional” enten-
dido como representación de la voluntad de “la nación en su conjunto”, la cual “incluye
tanto a los gobernantes como a los gobernados”.19
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queda de poder integral” (zhonghe guolide jiaoliang), en donde lo social no puede ser
ignorado24 (recordemos que la población china constituye algo más del 20% de la pobla-
ción mundial).
Por último, las discusiones sobre la existencia o no de una teoría de las RR.II. “con carac-
terísticas chinas” han girado en torno al principio esbozado por la dirigencia reformista
de los 80s de “Socialismo con características chinas”, por lo que es innegable el sesgo
político existente. En mayo de 1994, tuvo lugar una importante conferencia organizada
conjuntamente por la Universidad de Pekín, la Universidad del Pueblo de China y la
Sociedad China de Historia de las Relaciones Internacionales, cuyo objeto fue identifi-
car la los elementos constitutivos de la “sinicidad” en la teoría de las RR.II.. Para Liang
Shoude, estos elementos son:
“los derechos e intereses nacionales” (guojia guanyi), la teoría de desarrollo a través de
la reforma (gaige fazhan lun) y el estándar de los medios de producción (shengchanli
biaozhun).25
Otros académicos reconocen la “posibilidad” de construir una teoría china de las RR.II..
Por ejemplo, Ni Shixiong, Jin Yingzhong, y Feng Shaolei sostienen que para ello se debe
tener presente la inclusión de: (1) la postura de defender la paz internacional, (2) la ad-
hesión a los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica, y (3) el empleo de los estilos de
lenguaje, conducta y pensamiento chinos.26
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frente a una amenaza compartida sino que también afianza la estabilidad internacional.
Gracias a este enfoque de la defensa, la implementación de medidas de confianza mutua
se coloca por encima del uso o la amenaza al uso de la fuerza35.
No obstante, es dable mencionar que en reiteradas ocasiones, el discurso idealista se ha
orientado a contribuir con mitigar la principal preocupación de quienes adhieren al Rea-
lismo: el fenómeno de la interdependencia ha sido analizado en tanto y en cuanto puede
constituir una amenaza a China, sin importar su valor en sí mismo o los beneficios im-
plícitos que trae aparejada. Específicamente, estos trabajos han enfocado la globalización
desde la perspectiva de cómo la misma influiría la estabilidad interna de la RPCh.36
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Reflexiones finales
De la misma manera que la mayoría de los académicos chinos son respetuosos de la lí-
nea oficial a seguir que establece el PCCh, también es cierto que parte considerable de
los funcionarios prestan atención al aporte de los especialistas, por ser éstos quienes los
nutren de ideas. Clara muestra de ello es la adopción por la dirigencia de una concepción
realista de la política internacional, que se condice con la imperante escuela de pensa-
miento en teoría de las RR.II..
Asimismo, cabría preguntarse si la desideologización puesta en marcha en la era de
Deng, no constituye en sí mismo una ideología, al punto que la máxima dengista “buscar
la verdad de la realidad” (shishi qiushi) se haya convertido en dogma. Su influencia en la
disquisición sobre la naturaleza de las RR.II. estaría presente en el excesivo pragmatismo
y desafección por el papel que juegan las ideologías, las religiones y los valores.
La otra fuente de la que abreva el Realismo chino, v.g. los Cinco Principios de Coexisten-
cia Pacífica, con su reconocimiento de la naturaleza anárquica y conflictiva de las RR.II.,
refuerza -paradójicamente- los cimientos de la concepción “westfaliana” de soberanía (a
pesar de estar dirigidos a contrarrestar la hegemonía y las políticas de poder).
A modo de conclusión, la concepción realista vigente en la RPCh (aunque en apariencia
monolítica), perdura en un medio dinámico y contestatario. Una China en donde la con-
cepción liberal gane espacio será una China más cooperativa y menos proclive a objetar
las normas de la comunidad internacional, lo que daría por tierra la hipótesis de la “ame-
naza china”.
No obstante, mientras la RPCh esté comprometida con su “nation building” (que abarca
principalmente la integridad territorial, la modernización económica y la estabilidad in-
terna), difícilmente tenga cabida la renuncia a la Realpolitik.
Notas
1 Para citar los trabajos más emblemáticos: Christensen, Thomas “Chinese Realpolitik” en Foreign Affairs Vol. LXXV no. 5 (September/
October 1996), pp. 37-52; Kim, Samuel “China’s International Organizational Behavior” en Thomas Robinson y David Shambaugh (eds.)
Chinese Foreign Policy, Theory and Practice (New York: Oxford University Press, 1993); y Robinson, Thomas W. “Interdependence in
China’s Foreign Relations” en Samuel Kim (ed.) China and the World: Chinese Foreign Relations in the Post-Cold War Era (Boulder, Co:
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cionales Contemporáneas] en Liang Shoude y Hong Yinxian (eds.), op. cit., p. 79.
33 Yu Bin, “The China Syndrome: Rising Nationalism and Conflict with the West” en Asia Pacific Issues no. 27 (may 1996), 7 pp..
34 Wang Jianwei y Lin Zhiming, “Chinese Perceptions in the Post-Cold War Era” en Asian Survey Vol. XXXII no. 10 (October 1992), pp.
902-917.
35 Tang Tianri, “Anquan Hezuode Xin Moshi” [Nuevo Modelo de Seguridad Cooperativa] en Liaowang [Perspectiva], no. 31 (1997), p. 44.
36 Wang Yong, “Lun Xiangchu Yicun dui Woguo Guojia Anquande Yingxiang” [Sobre el Impacto de la Interdependencia en Nuestra Segu-
ridad Nacional] en Liang Shoude y Hong Yinxian, op. cit., p. 113.
37 Sin ir más lejos, la actual política exterior que contribuye con el desarrollo de la “reforma y apertura”, no se percata de aquellos que se
benefician con ella (consumidores, agricultura e industria liviana, regiones costeras) ni de quienes se perjudican (productores, industria
pesada, provincias del interior).
38 He Xin, op. cit., p. 23.
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