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1. Introducción
2. Diferencias entre Derecho positivo y Derecho consuetudinario
3. Conclusión
4. Bibliografía
Introducción
A lo largo de la historia de la humanidad se ha hablado del Derecho Consuetudinario oponiendo su
concepto, alcances e influencia a aquellos del Derecho positivo. Para algunos jurisprudentes y juristas
ambos representan las dos caras de una misma moneda. Son los contrarios dialécticos con los que se ha
entendido cabalmente la noción del derecho en tanto que ordenamiento jurídico.
Para entender mejor sus significados y delimitaciones veremos un poco el inicio de la utilización del término
derecho positivo y el significado que el derecho positivo tuvo para algunos autores, con lo cual entraremos a
definir las características principales que forman su concepto global, al mismo tiempo que iremos
dilucidando la noción y existencia real del derecho consuetudinario.
Luego, definiremos los contornos del derecho consuetudinario, realizando incursiones en nuestra
Constitución vigente.
Conclusión
A lo largo de esta investigación hemos notado que el derecho no debe asociarse siempre y necesariamente
con la ley, en efecto, son dos cosas distintas: “la ley jurídica (natural o positiva) es la fórmula con la que se
expresa el ius (derecho) natural o positivo”.
Es decir, que la ley no es el derecho mismo, y de ese modo se deduce que la ley injusta, si bien es ley
jurídica en su forma, no es derecho propiamente ya que goza de juridicidad extrínseca pero carece de
juridicidad extrínseca, constituyendo por lo tanto una “ley inicua”.
Por último, la activa presencia de la filosofía del derecho como disciplina clarificadora y guía del pensar
jurídico, frente al dogmatismo de la ciencia jurídica moderna, el aburguesamiento espiritual y el utilitarismo
profesional (el gran problema de los abogados en nuestro tiempo), es fundamento de una nueva visión del
Derecho que antepone los usos y costumbres en el momento de la formulación de las leyes.
El Libertador Simón Bolívar en el Discurso de Angostura (15 de febrero de 1819) decía: “Las leyes deben
ser relativas a lo físico del país, al clima, a la calidad del terreno, a su situación, a su extensión, al género de
vida de los pueblos, a sus inclinaciones, a sus riquezas, a su número, a su comercio, a sus costumbres, a
sus modales. ¡He aquí el código que deberíamos consultar y no el de Washington”.
El corpus jurídico venezolano actual en este orden puede considerarse el más avanzado y original del
mundo.
Bibliografía
- BODEBHEIMER, Edgar. TEORIA DEL DERECHO. Ediciones Fondo de Cultura Económica, Primera
Edición en español, décimo cuarta reimpresión, Mexico, 1994.
- BOBBIO, Norberto. Teoría General del Derecho. Editorial Temis, segunda edición, 1994, pag 28.
- KELSEN, Hans. Teoría pura del derecho.
- GARCÍA MÁYNEZ, Eduardo. Filosofía del Derecho. Porrúa, México, 1974
Autor:
Glidden García Medina
gliddden35@hotmail.com
La diferencia que veo es que el derecho positivo es género y el derecho
consuetudinario es especie.
El derecho consuetudinario es, pues, una fuente formal directa del derecho
positivo, y que constituye derecho positivo, precisamente, cuando algún
ordenamiento jurídico así lo permite, y se cumplen con los criterios básicos
para su formación, es decir, la consuetudo inveterata y la opinio juris seu
necessitatis.
Educación
General
- Definista
El Derecho romano según los libros de historia y de derecho tiene varios significados, pero el mas
común es para describir al grupo de principios de derecho que han dirigido la sociedad romana
el las diferentes épocas o etapas de su existencia, desde sus comienzos hasta la desaparición
física del emperador Justiniano. Es decir son aquellas normas jurídicas que regían al pueblo de
roma desde sus fundación hasta la caída de su imperio, hablamos de entre el año 753 a.C. a
mediados del siglo VI d.C. normas que fueron transmitidas y difundidas de generación en
generación a través de las tradiciones, varias de las cuales fueron seleccionadas en leyes y obras
históricas. El Derecho romano evolucionó del derecho consuetudinario a través de las costumbres y
usos de la sociedad al correr de sus épocas.
Precisamente el Derecho legal se utiliza para simbolizar la recolección de la ley denominada
como Código Justiniano, o también conocida como Corpus Iuris Civilis, realizado por el
mismo entre 529 d. C. y 534 d. C, y fue la base del derecho civil de varias naciones europeas
continentales, este es posiblemente el mas completo e importante texto jurídico en el estudio del
Derecho romano.
Otro texto de gran importancia ancestral en el estudio de esta materia es la ley de las XII
Tablas también conocida como la ley de igualdad romana, la cual incluía un conjunto de normas
que regulaban la coexistencia y convivencia del pueblo romano y la resolución de disputas y
controversias ante el tribunal; estas normas o principios fueron redactadas entre el año 451 antes
de Cristo y el 450 a. C y cabe destacar que estaban marcadas por muchos formalismos. Esta ley de
las XII Tablas bajos los estándares de la actualidad dista de ser perfecta o de considerar a todos
como iguales ante la ley. Antes de la existencia de esta ley, en Roma, el derecho era de carácter
religioso y su interpretación la realizaban sacerdotes miembros de la clase patricia.
Derecho indiano
El Derecho indiano es aquel derecho que rigió en las Indias Occidentales durante el período de
dominación de la Corona Española. Podemos dar para este, dos tipos de concepto, uno "estricto" o
"restringido" y un concepto "amplio" de las personas.
En su concepto estricto, nos referimos a él como "Leyes de Indias" o "Derecho especial de Indias",
definiéndolo como un conjunto de leyes y disposiciones de gobierno promulgadas por los reyes y por
otras autoridades subordinadas a ellos para establecer un régimen jurídico especial en las Indias. Y en
su sentido amplio, lo podemos definir como el "Conjunto de reglas jurídicas aplicables en Indias". Es
decir, además de la legislación especial de Indias, el Derecho Indiano en sentido amplio incluye al
Derecho Castellano, la costumbre indígena, las Bulas pontificias, las Capitulaciones entre la Corona y
los descubridores y colonos, y la costumbre criolla.
Índice
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8Véase también
9Referencias
Real Audiencia.
Es un derecho casuístico: Esto es porque las normas que emanaban desde la península
ibérica no incidían de forma automática en el Nuevo Mundo, ya que estas normas eran revisadas
por las autoridades americanas, y si a juicio de estas aquellas resultaban injustas, se le solicitaba
al Rey que las revisara. Esto trae como consecuencia una gran cantidad de disposiciones, ya que
se legislaba sobre cada caso concreto en busca de generalizar la solución adoptada.
Es un derecho en que tiende a predominar el derecho público por sobre el derecho privado:
Principalmente se refería a normas administrativas tales como la organización de los Virreinatos,
Gobernaciones, Reales Audiencias, etc.:3
Con una tendencia asimiladora y uniformista: los monarcas castellanos buscaron que la vida
jurídica indiana quedara estructurada con base en las concepciones peninsulares, sin embargo las
instituciones adquirieron una serie de modalidades propias del ambiente geográfico, social y
económico indiano.
Es un derecho que tendía a la protección del aborigen: Esto en virtud de los abusos cometidos
por los conquistadores.
1. Las leyes dictadas especialmente para las Indias, ya sea en la Península o bien en las propias
Indias.
2. Las costumbres desarrolladas en los municipios de españoles en Indias o “costumbres criolla”.
3. Las costumbres indígenas que no fueran en contra de la religión católica o de las leyes
castellanas o indianas.
1. Juan Ginés de Sepúlveda siguiendo a Aristóteles planteaba en su obra "Democrates Alter" que
ciertos hombres por su naturaleza debían ser gobernados y que los aborígenes americanos se
encontraban en esta posición, por lo que los españoles se encontraban en el deber de
sacarlos del estado de barbarie, gobernándolos.
2. Los aborígenes americanos cometían delitos de leso Derecho natural
(poligamia, incesto, homosexualidad), por ello perdían la facultad de autogobernarse y, en
consecuencia, los españoles podían gobernarlos, y por la comisión de estos delitos pedían
que se les sometiera a esclavitud. Aquellos estaban obligados a aceptar la fe cristiana; en caso
contrario se les podía someter incluso por vías de hecho.
3. Siendo Carlos I de España el Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, debía
considerársele como sucesor de los antiguos emperadores romanos, y como el emperador
romano lo era de todo el orbe, Carlos I debía ser considerado como tal.
Aquí se hace referencia a tanto los españoles venidos de la metrópoli como aquellos nacidos en
América. Este grupo social tiene las siguientes derechos y obligaciones:
Derecho de petición: ya sea individual o colectivo (este último se realizaba a través de los
procuradores de la ciudad).
Obligación de fidelidad a la corona: Este deber ya provenía de San Isidoro de Sevilla, con su
concepción pactista del poder. En América cuando el pueblo destituía a un Gobernador o a
un Virrey, por su mal manejo, siempre lo hacía dando la explicación que lo hacía sin alzarse contra
el Rey bajo la expresión: ¡¡Viva el Rey, Muera el mal gobierno!!, aparte porque el alzamiento contra
el Rey constituye delito de lesa majestad, sancionado con la confiscación de bienes (por la
deslealtad al Rey).
Obligación de consejo: Implica otorgar a la corona información pertinente para que la Corona
tome las determinaciones más adecuadas, obligación que rige tanto para las autoridades como
para los súbditos.
Auxilio militar: obligación de tomar armas ya sea en los regimientos (a largo plazo) o
milicias (temporal, cuando las circunstancias lo demandaran)
El sistema legal de la época dividía a las personas por una lado en razas y por otro en "cruzas" o
"castas". Las personas de una "raza" eran aquellas que se reconocían como sin mezcla, de sangre
limpia, ya sea de españoles (considerados blancos), indígenas o negros, en tanto que las "cruzas" o
"castas" eran aquellas sobre las que se reconocían como de "sangre manchada", es decir
descendientes de personas de "razas" distintas.
Aquellos de las “razas” principales -blancos e indios- estaban cubiertos por la legislación de sus
respectivas “repúblicas”. Las cruzas, clasificados en una gran variedad de “castas” tenían, aunque en
principio cubiertos por la legislación de la “ república de los españoles”; una situación más confusa,
tanto social como legal.2
Para empezar ni la sociedad colonial ni la Corona española encontraron ningún problema con
el mestizaje, este se veía como resultado natural de una política oficial que promovía el matrimonio
entre conquistadores y conquistados. Consecuentemente las uniones entre conquistadores y las
princesas indígenas generaron una primera generación de mestizos vistos con buenos ojos. Sin
embargo y relativamente pronto, la Corona prohibió tales matrimonios y en consecuencia -en adición a
problemas legales- empezaron a jugar elementos de tipo religioso, ya que muchos mestizos fueron
afectados por el hecho de ser ilegítimos, lo que significaba que sufrían un estigma que los restringía en
todo tipo de actividad social, etc.3
A partir de entonces, y con una variedad de motivos, la política española busco cerrarle a las castas el
acceso al plano económico, político y social de los grupos dominantes. Entre otras prohibiciones
legales que buscaban mantener una diferencia marcada en lo social, se dispuso que ni las
negras, mulatas o mestizas podían usar artículos de oro, seda, mantos y perlas. También se
impusieron normas en los trajes que podían vestir los negros, mulatos, indios y mestizos. Esto
responde a que ornamentos eran distintivos del grupo dominante, símbolo de riqueza y prestigio, por lo
que no podía permitirse que personas pertenecientes a un status inferior las usaran. 4
Sin embargo, aun como siendo de “sangre manchada”, los castas en general y mestizos en particular
eran percibidos como diferentes a los indios. Consecuentemente el ordenamiento jurídico posiciono a
las castas por debajo de peninsulares y criollos pero por sobre los indios (En los pueblos de indios no
podían vivir españoles, mestizos, negros, ni mulatos aunque hubieren adquirido tierras en ellos.) Se
establecieron definiciones cuidadosas y precisas para que las castas no fueran confundidas ni tratadas
en un plano de igualdad con ninguna de las “razas” (españoles o indios), especialmente en lo relativo a
su posición social.5 La legislación indiana prohibía que los mestizos (de cualquier origen) tuvieran
acceso a cargos y oficios públicos, por ejemplo regidores o corregidores de indios. Tampoco podían
portar armas o sentar plazas de soldados. En general, y para empezar, las castas estaban -en la ley-
tratadas como un solo grupo, que incluía -y se asimilaba- al tratamiento legal de los negros libres.4 La
situación legal de los esclavos era diferente.6 (ver más abajo)
Entre otras cosas, no se admitían a la educación superior a mestizos, zambos, ni mulatos. Así mismo
se reservan los colegios seminarios para los hijos de “gente honrada y de matrimonio legítimo”, de
“limpia sangre sin raza de moros, judíos, ni mestizo”, etc. Sin embargo, había diferencias más o menos
sutiles entre las diferentes castas. Por ejemplo, las castas estaban generalmente excluidos de oficios y
dignidades eclesiásticas, aunque las mestizas si podían ser monjas. Y los mestizos podían acceder a
la educación primaria.7 Los mulatos tenían una posición social más favorable que la de los negros,
pero su situación jurídica era igual a la de éstos, con las mismas restricciones, ya fueran libres o
esclavos. Los zambos tienen las mismas prohibiciones que negros y mulatos, pero su condición social
era mucho más inferior que la de estos.
Sin embargo - y a diferencia de los indios- los miembros de las castas tenían la libertad para
trasladarse a vivir de un lugar a otro y sus miembros podían contratar su trabajo en donde y con quien
quisieran. (con tal que no fueran esclavos). Derivado de su condición de ser sujetos (putativos) de la
república de los españoles , todos los miembros de las castas tenían el derecho de requerir los
servicios del indio, en cualquier momento y cualquiera que fuese su condición, sin que la ley les
permitiese negarse, aun siendo llamados por un extraño, estando en la calle. 7 Sin embargo, los negros
y mulatos debían dar precedencia en la calle a los blancos y mestizos, y estos a los blancos.
En la medida que el proceso de mestizaje se generalizó, y el sistema de castas se tornó más difuso y
complejo, se consideró necesario dictar leyes con el fin de regular la vida y actividades de todos estos
grupos. En los siglos coloniales se sucedieron unas a otras, las leyes sobre el uso y tenencia de armas
entre los indios y entre las castas: se prohíbe a mestizos, negros y mulatos, tener caballos, yeguas y
armas (1607); que ningún mestizo, mulato o negro libre lleve espada , machete u otra arma, so pena
de doscientos azotes “amarrado a un palo” (1634); que se recojan las armas de fuego que haya en los
pueblos y que no se permitan juntas o marchas con pretexto de regocijos (1693); que ningún indio
negro o mestizo ni otra persona pueda cargar cuchillo, puñal, machete, ni daga (1710); que “solo a los
españoles se les permita llevar armas, como son espadas de cinco cuartas y otras semejantes, bien
acondicionadas y embainadas” (1776), etc. (Martínez; op. cit, p: 293).
Estatuto jurídico de los indígenas americanos[editar]
Gozan de restitutio in integrum para invalidar aquellos actos jurídicos celebrados por miedo o
fraude.
Los pleitos de indios se efectuaban mediante juicios breves y sumarios (sea en lo civil, penal y
eclesiástico). En cuanto a los pleitos entre caciques.
No les corren los plazos para presentar cargos a las ex autoridades en juicio de residencia.
Están exentos de la "fianza de calumnia", es decir, cuando alguien se querellaba contra otro
por calumnia, el querellante debía presentar fianza a fin de que no se considere su querella como
temeraria, si el tribunal así lo determina, el querellante debe además pagar una multa.
La inquisición no los alcanzaba, pues se los consideraba "neófitos en la fe".
En lo Civil:
En lo Penal:
Los delitos contra los indios debían ser castigados más severamente que de los propios
españoles (todos los delitos contra aquellos eran de acción pública)
En general, se reconoce el derecho indígena en todo aquello que no contravenga el derecho indiano.
Estatuto jurídico de los negros esclavos[editar]
Tenían un estatuto jurídico sui generis, por una parte era considerado persona y por otra como cosa:
Este estatuto le otorgaba ciertos prerrogativas al esclavo y obligaciones al amo:
Derecho a un peculio de su oficio propio: Con el producto de este peculio, el esclavo podía
comprar su libertad.
Derecho a unidad conyugal (contubernio) entre esclavos.
Prohibición de dar la libertad a esclavos mayores de 60 años a menos que el amo le otorgare
una pensión alimenticia vitalicia.
El amo, si quería casarse con esclava, debía pagarle una suma de dinero (con este dinero
compraba su libertad).
El Virrey
El Gobernador
El Cabildo