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HISTORIA DE LA IGLESIA: EDAD ANTIGUA

Profesor: D. Juan Antonio Gil Tamayo.


Manual: J. Orlandis, Historia de la Iglesia Antigua y Medieval, Palabra.
Libro recomendado: Benedicto XVI, La Iglesia, rostro de Cristo.
En ADI: Diapositivas y documentos.
Exámenes: 4 temas generales para desarrollar, de los que hay que elegir 2.

TEMA 1

Dios habla para recibir una respuesta. La primera respuesta que recibió fue la de los
Padres, hasta el punto de que la palabra de ellos es palabra de Dios (Benedicto XVI).
Nuestra existencia es histórica, y la Revelación tiene lugar en la historia.

La historia de la Iglesia nos ayuda a captar con profundidad el mensaje auténtico de


Cristo, genuinamente.

También nos ayuda a concluir que ha habido una intervención de Dios en la historia, sin
la cual no se explican algunos hechos históricos.

También nos ayuda a reconocer que en la Iglesia católica se mantiene la esencia del
mensaje de Cristo. No por mérito nuestro.

La cultura occidental es imposible entenderla sin el cristianismo y la Iglesia católica.

Inicio de la Iglesia (mediados del siglo I) hasta el año 313 d. C.


La Iglesia y el Imperio Romano Pagano.
Judaísmo será el primer enemigo histórico. El pueblo es el segundo enemigo. El
emperador es el tercer enemigo. El cuarto enemigo son los filósofos, los intelectuales.
El quinto enemigo son los herejes.

Desde el 313 d. C. hasta el siglo VII. Iglesia e Imperio romano cristiano. Después
suceden las invasiones bárbaras.

El Hijo de Dios se hizo carne en la plenitud de los tiempos. Es preciso, para entender
por qué era ese momento la «plenitud de los tiempos», estudiar cómo estaban el mundo
pagano y el mundo judío.

Paganismo:

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El mundo pagano es un mundo profundamente religioso. La extensión del politeísmo es
obra de Alejandro Magno. El Imperio romano asumía los dioses de los pueblos
conquistados. Se trata de un politeísmo democrático: todos los dioses valen siempre y
cuando nadie tome la bandera de exclusividad. Sin embargo, los judíos, monoteístas,
eran respetados, en tanto que el judaísmo es una religión de una nación, de un pueblo,
una raza. En cambio, los cristianos confiesan un único Dios pero además tienen un afán
de universalidad.

En el paganismo, por un lado están los dioses, que viven en su mundo, y los mortales.
Los hombres respetan a los dioses, pero no se les ama; no cabe una piedad para con los
dioses. Lo importante es la pax deorum: la religión pagana consiste especialmente en
que los dioses estén satisfechos y dejen tranquilo al pueblo. Así, las personas que no
cultivan la religión pagana, son los culpables de las desgracias que ocurran al pueblo. El
emperador, encargado de mantener la paz, era también, pues, sumo pontífice, en orden a
mantener la pax deorum. Todo estaba impregnado de religiosidad: había dioses de la
familia, del hogar, de la ciudad, del mercado, etc. Y se realizaban sacrificios en todo
momento: al entrar al mercado, al entrar en la ciudad, etc. Por tanto, la actitud de los
cristianos no pasaba desapercibida.

A esto se añade el culto al emperador, que empieza el 28 a. C. con Augusto. El cuerpo


del emperador era incinerado en el Campo de Marte, y se soltaba un águila como
símbolo de su deificación tras su muerte. Augusto, en cambio, quiso ser glorificado en
vida como dios. La negativa de los cristianos a dar culto al emperador era considerada
una falta al deber de ciudadanía.

Tampoco se entendía que el cristianismo no fuera necesariamente una religión de


familia. Vid. Carta 130 de San Agustín. No se entendía la libertad personal, ni la
adhesión interior, que la relación con Dios fuera una relación interior: no solo se trataba
de realizar una determinada acción cultual. Otro aspecto diferencial es la actitud de
conversión: los hombres tenemos una sensación de culpa, y de que ha de haber alguien
que cure este mal. La actitud cristiana es frontalmente opuesta a la pagana.

La filosofía, en esta época, había desechado la metafísica, la especulación más


profunda. Las escuelas estoicista, epicureísta, etc., se dedicaban principalmente a la
ética. Los epicúreos propugnaban, a este respecto, la evitación del dolor y la búsqueda
del placer. Los estoicos (San Pablo había recibido una formación estoica, dicho sea de
paso)...

El Estado romano era eminentemente jerárquico, que presuponía una estricta división en
clases. Los esclavos eran meras cosas. Esta fuerte jerarquización romana también
influyó en la Iglesia, de manera que llegó a ocurrir que era el clero lo que se consideraba
la Iglesia.

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En el Imperio había una insólita red de vías de comunicación. Había gran influencia de
los cultos mistéricos orientales, sobre todo muy extendidos en las capas medias: se trata
de cultos con divinidades con los que cada hombre puede tratar de forma íntima, y que
perdona los pecados. Hay una tendencia al monoteísmo, sobre todo entre la gente culta.
Hay una unidad de lenguas: en todo el Imperio se hablaba griego hasta el siglo IV.

Judaísmo:

La institución más importante era el Sanedrín, que contaba con 71 miembros. Estaba
dividido en dos partidos: fariseos y saduceos. Los fariseos eran considerados los
directores espirituales del pueblo. Propugnan el cumplimiento a rajatabla de la Ley.
Eran muy legalistas. Los saduceos eran más favorables al Imperio romano. Negaban la
resurrección y la vida ultraterrena, al contrario que los fariseos.

Hay un resto de Israel que esperan de una manera recta la venida del Mesías, pero
ajenos a un mesianismo político. Existía un grupo numeroso de judíos que no vivían en
Israel, sino en otras partes del Imperio (judíos de la diáspora). Estaban influenciados por
el helenismo. En tiempos de Trajano, vivían en Roma 150.000 judíos. Había muchos
judíos en Alejandría y Antioquía. El cristianismo encontrará en la diáspora terreno
abonado para expandirse.

Nuestro Señor Jesucristo

Nació en el año 753 de la fundación de Roma. Dionisio el Exiguo, en el 526 d. C., fijó
la fecha, pero lo hizo mal. Por Flavio Josefo sabemos que Herodes el Grande fue rey
hasta el año 750 de la fundación de Roma, en que murió. Sin embargo, fue Herodes el
Grande el que ordenó la matanza de los inocentes, luego debía vivir cuando nació
Nuestro Señor (luego Jesús nacería en torno al 748/749). S. Lucas y S. Mateo afirman
que Herodes murió poco después del nacimiento de Cristo. S. Lucas afirma que Jesús
contaba casi con 30 años cuando fue bautizado.

S. Lucas dice que Jesús nació en el año 15 del reinado de Tiberio. Tiberio empezó a
reinar en el 764, luego en el 779 de la fundación de Roma murió Jesús. 749 más 15...
Revisar.

Jesús tiene una clara voluntad de crear una comunidad humana continuadora del pueblo
de Israel, que tuviera como ley la del amor, expresada en las bienaventuranzas. Sobre
esta piedra edificaré mi Iglesia. Y manda predicar el Evangelio por todo el mundo y
bautizar, es decir, integrar a diferentes personas en la Iglesia.

120 en Jerusalén. 500 en Galilea. Total: 600 en el momento de la Ascensión.

Figura indiscutible es San Pedro en los Hechos de los Apóstoles. San Pablo, al
convertirse, hace penitencia durante tres años en el desierto y vuelve a Jerusalén para

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conocer a la Iglesia madre, en la que hay tres columnas: Santiago el Menor (primo del
Señor), Pedro y Juan. No son uniformes. Hay en ellos una cristología ascendente: todos
consideran a Jesús mesías, pero el más mesiánico es Santiago el Menor (el más judío);
Juan es el que más incide en la divinidad de Cristo (el más helénico). Santiago era
obispo de Jerusalén, pero el jefe era Pedro. A ambos lados había herejes: ebionitas
(niegan la divinidad de Cristo) y gnósticos (niegan la humanidad de Cristo).

Había disensiones entre los Apóstoles. De estas cuatro columnas saldrán cuatro
evangelios: San Mateo (de Santiago), San Marcos (de Pedro), San Lucas (Pablo) y San
Juan (su propio Evangelio).

Cómo vivía la primera comunidad cristiana nos lo indica los Hechos de los Apóstoles:

Destaca la predicación apostólica. Cuando buscan un Apóstol para sustituir a Judas


Iscariote buscan a un testigo. Los apóstoles son testigos, predicadores del kerygma.

Seguían observando la Ley judía. Celebran la fracción del pan, no obstante. Hay una
nueva Alianza sellada con la sangre de Cristo. Se celebraba en las casas. Lo tenían todo
en común, pero los bienes se donaban libremente. Se atendía a las viudas, que quedaban
indefensas. Los de lengua griega se quejaron de que los judeocristianos no atendían a
las viudas helénicas. Por ello se instituyen los diáconos. Son de institución divina, pues
los Apóstoles tenían potestad para configurar la Iglesia.

En el año 36 surge la primera persecución en la que es martirizado Esteban, estando


presente y aprobándolo Saulo (28 años tenía). Como consecuencia, hay una huida
mayoritaria de cristianos de Jerusalén, que posibilita la extensión del Evangelio. Es el
caso del bautismo del ministro de Candace por el Diácono Felipe. San Pedro va a
Antioquía; es el primer obispo de esa comunidad organizada por Bernabé con Pablo,
comunidad floreciente formada por gentiles y judíos helénicos. Es aquí donde, por
primera vez, se les llama cristianos. Es decir, fuera de Jerusalén (providencial). Hay una
disensión entre Pedro y Pablo. Pedro no come con los gentiles y es corregido por Pablo.
Pablo, empero, más tarde circuncidará a Timoteo para no provocar escándalo entre los
cristianos de Judea.

En el año 42 hay una salida masiva de cristianos de Jerusalén como consecuencia del
martirio de Santiago el Mayor. Esto fue providencial, pues en el año 70 Jerusalén es
arrasada por Tito. Los cristianos se habían refugiado en Pella.

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TEMA 2

En el año 66 hay un levantamiento judío protagonizado por Eliazar, que quiere


sublevarse contra el poder romano. En el 70 llega la implacable reacción de Roma, con
Tito.

El cristianismo se extiende primero entre gente sencilla. De hecho, los filósofos se


burlaban del cristianismo, como doctrina para tontos. Se ha encontrado un grafiti
grabado en un muro de la escuela de mayordomos de Roma con una cruz en la que hay
clavado un hombre con la cabeza de un burro con el rótulo: el «Dios de Tíquico». San
Pablo admite que Dios había escogido lo necio del mundo. La Cruz es escándalo para
los judíos y locura para los gentiles.

Pero también el cristianismo llegará a la gente noble. Es el caso de Sergio Paulo,


Procónsul de Chipre; Dionisio el Areopagita; Apolo (convertido por un matrimonio,
Aquila y Priscila); los Flavios; gente de la Corte; esposas de cónsules; y militares. Se
convierten muchos militares, y ello propicia la extensión del Evangelio. Nereo, Aquiles,
Mauricio eran soldados romanos que fueron martirizados.

En Italia, a la muerte de San Pedro y San Pablo, el cristianismo estaba muy extendido en
Roma, Tres Tabernas y Pompeya (de ello hay hallazgos). También destacan las iglesias
particulares de Milán y Rávena.

En las Galias existe la tradición de que fueron evangelizados por San Lázaro, hermano
de Marta y María. San Pablo, después de su prisión en Roma, probablemente fue a las
Galias al dirigirse a Tarragona vía Marsella.

En las Islas Británicas: sabemos por Tertuliano que había cristianos en Britannia. En el
Concilio de Arlés (314) estuvieron los obispos de York y ...

Alemania: había obispos hasta las orillas del Rin. Es importante la diócesis de Tréveris.

Norte de África: el cristianismo llegó allí desde Roma. En el siglo II los núcleos más
importantes en el Norte de África son Cartago y Numidia (parte del actual Túnez y
Marruecos).

Egipto: la más importante iglesia es la de la Alejandría. Hay una tradición antiquísima


de que fue fundada por San Marcos. Desde finales del siglo II destaca la escuela
catequética de Alejandría. Primeros directores: Panteno, Clemente de Alejandría y
Orígenes.

Destacan también Asia Menor, Chipre, Creta, Siria...

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Más allá del Imperio, el cristianismo llegó a Persia, a Mesopotamia (el relato de
Pentecostés menciona la presencia de partos, medos, elamitas...). A mediados del siglo
III el rey persona Sappor persiguió a los cristianos. En el Ponto, en tiempos de Trajano,
Plinio, en el 110/111, escribe al emperador preguntándole qué hacer con los cristianos.
Comenta que hay hasta gente del campo (pagus, de ahí pagani, pues los del campo no
solían ser cristianos).

Factores favorecedores de la conversión:

- Fuerza de la verdad, que se impone por sí misma.

- Atraen los cristianos por su gran moralidad. Los cristianos sorprenden, sobre todo por
su calidad. Tertualiano ha recogido una expresión: «mirad cómo se aman». Juliano el
apóstata, queriendo acabar con el cristianismo, quiere tomar de él la caridad.

- Los propios principios morales. No solo atrae la vida de los cristianos, sino el
contenido de su doctrina y su moral. El cristianismo da respuesta a los anhelos de los
paganos.

- Los carismas y milagros con que el Señor adornó a las primeras comunidades
cristianas. No es el factor principal, pues es necesaria la disposición favorable del que
ve u oye.

- El testimonio de los mártires. Quienes veían a los cristianos dar la vida por su fe,
quedaban removidos, pues nadie da su vida por una falsedad.

Factores obstaculizadores de la propagación:

- Judaísmo: el mesianismo cristiano no es político, como el judío, sino sobrenatural.

- El paganismo: generaba importantes negocios como la venta de carne de los


sacrificios, la venta de ídolos, etc.

- La aristocracia veía una locura el modo de vida cristiano en comparación con el suyo.
Propalan un odio popular contra los cristianos.

SAN PEDRO

Lo primero que sabemos de su actividad apostólica lo sabemos por los Hechos, que
narran su vida hasta el año 42. Después de ese año, está en el Concilio de Jerusalén.
Tiene después un conflicto con San Pablo por disimular haber comido con gentiles
(Epístola a los Gálatas). Por tradición sabemos más cosas: que estuvo en Antioquía: él
dio origen a aquella primera comunidad, en torno al año 36/37. Esa primera comunidad

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la organizan posteriormente Bernabé y Pablo. El primer obispo de Antioquía sería San
Pablo.

Orígenes y S. Jerónimo afirman que estuvo en Asia Menor. Habría estado, a juzgar por
sus Cartas, en Galacia y el Ponto. Hay un partido de Cefas en Corinto, según las Cartas
de San Pablo, luego pudo estar allí.

Su estancia en Roma es indubitable: Afirma: «os saluda la iglesia de Babilonia». Llama


así a Roma, considerándola el nuevo imperio que puede ser enemigo de la fe. También
San Juan habla de Babilonia, entiéndose que se refiere a Roma.

San Clemente Romano escribe en 96 una Carta a los corintios: «Pedro y Pablo fueron el
mejor ejemplo entre nosotros».

Ignacio de Antioquía, a finales del siglo II, escribe a los romanos pidiendo que no le
auxilien, aunque no lo ordenaba como lo hicieron Pedro y Pablo.

Papías (150), Dionisio: Pedro y Pablo murieron mártires en Roma.

En la Iglesia de S. Sebastián de Roma: grafitis con oraciones a San Pedro.

Catálogo de obispos de Roma: del siglo II, el primero que aparece es Pedro. Todos los
papas se han llamado sucesores de Pedro.

Pedro fue a Roma en el 42, volvió para el Concilio de Jerusalén y regresó a Roma,
donde murió mártir en la persecución de Nerón. Se conservan unas cadenas en la cárcel
mamertina donde habría estado preso.

Habría sido crucificado, boca abajo (por humildad), en el circo de Nerón, que ocupaba
el terreno donde se asienta la Plaza de San Pedro. Pedro fue enterrado en el cementerio
contiguo. En el siglo IV, Constantino hace levantar la basílica encima de su tumba. No
habría hecho esto si no estuviera seguro de que la tumba era la de Pedro. Las
excavaciones atestiguan que la tumba era de Pedro (otras tumbas están dispuestas a su
alrededor): hay una inscripción «Pedro está aquí».

San Pablo: se comprobó en 2008 que bajo el altar había unos huesos del siglo I.

SAN PABLO (cae en el examen)

Hombre providencial, pues Dios se sirvió de él para abrir al mundo la fe cristiana (por
más que, por su humildad, se considerase un aborto). Él es consciente de que ha
trabajado más que nadie, «no yo, sino la gracia de Dios en mí».

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Era muy consecuente con sus ideas, tanto cuando era Saulo (se tomó muy en serio la
persecución contra los cristianos) como cuando era Pablo. Tenía prestigio antes de su
conversión, y era conocido por los cristianos de Siria antes de llegar a Damasco.

En él se intercala una cultura helénica (es de Tarso), su ciudadanía romana (sabe latín) y
es judío observante. Pero había que convertirlo. Y ello, necesariamente, con un
encuentro personal con Jesucristo (Benedicto XVI en el año paulino). En el camino de
Damasco se encuentra con Jesús, se cae y queda sin visión. Pregunta ¿quién eres? «Yo
soy Jesús, a quien tú persigues». A Pablo se le queda grabado que los cristianos somos
Cristo, de ahí su formulación de que la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo.

La conversión debió de ser en torno al 36/37. Cuando es bautizado, se marcha a Arabia,


dedicándose a la oración y la penitencia en el desierto. Después se va a Tarso, y allí va
Bernabé a buscarlo para llevarlo a Antioquía. Antes lo lleva a Jerusalén, para ver a los
apóstoles – columnas (Pedro, Santiago, Juan). Comienza el primer viaje apostólico (46-
49), acompañado de Bernabé y Juan Marcos. Primero llega a Chipre (de donde procede
Bernabé), donde abundan los judíos. Allí había, pues, posibilidad de predicarles. En
Pafos encuentran a Simón el Mago, que queda ciego después de ponerles obstáculos. El
cónsul se convierte. De allí van a Perge de Panfilia, de allí a Asia Menor quieren ir, pero
Juan Marcos se va. Después se va con Bernabé hasta Derbe, Listria... A continuación,
predican a los prosélitos (gentiles creyentes en el judaísmo), y les proponen la
conversión sin someterse a la Ley mosaica.

Luego van a Jerusalén: hay cristianos que proceden del judaísmo y otros de la
gentilidad. Los primeros quieren imponer a todos las prescripciones judaicas. San Pablo
no lo admite. San Pedro ha bautizado a gentiles en Antioquía. El grupo de Santiago se
oponía. El decreto fue: no participar en banquetes sacrílegos ni comer carne de
sacrificios paganos, y no comer carne ni sangre de animales ahogados y abstenerse de
cometer los pecados de la carne (adulterio).

Segundo viaje: 50-53. Pablo va, esta vez, con Silas y Lucas. Van por Siria. Él quiere ir
hacia Asia Menor, pero en una visión se le aparece un macedonio pidiéndole que vaya a
evangelizar a Macedonia. Llegan por primera vez a Europa por Macedonia, y luego
llegan a Atenas, donde San Pablo pronuncia un discurso, tomando como base el
monumento al dios desconocido. No le toman el serio al hablar de la resurrección, lo
cual chocaba con la mentalidad filosófica griega, que consideraba el cuerpo la cárcel del
alma, y que minusvaloraba lo sensible. Gran importancia tendrá para el cristianismo
Corinto, donde estuvo año y medio. Debió ser una comunidad complicada, a juzgar por
sus cartas, en las que los amonesta.

En el 53 vuelve a Jerusalén desde Corinto. Tiene un voto por el que se rapa la cabeza y
se obliga a ir a Jerusalén. En estos viajes recolecta dinero para la Iglesia madre de
Jerusalén, que estaba padeciendo la persecución judía.

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El tercero y último viaje lo hace San Pablo acompañado por Tito: Asia Menor, Éfeso
(dos años y medio: allí trabaja con sus manos). Allí instruye a Apolo, y comienza a
escribir sus cartas (a los gálatas y a los corintios). Vuelve a Macedonia, Corinto, escribe
a los Romanos, vuelve a Macedonia (resucita al niño), Cesarea y Jerusalén (lleva los
donativos).

Le piden a San Pablo que vaya al templo. Los judeocristianos son suspicaces contra él.
Es apresado por los judíos, es juzgado por el Sanedrín, pero hace valer su condición de
ciudadano romano. Está preso en Cesarea del 58 al 60. Es enviado a Roma, donde está
dos años prisionero, con la sola vigilancia de un soldado, moviéndose con libertad por
Roma (ahí termina el relato de los Hechos). Después debió viajar a España, escribe las
cartas pastorales, vuelve a Roma y es martirizado en Roma por Nerón. La tradición une
a San Pedro y San Pablo el mismo día y año: 29 de junio del 67.

TEMA 3

El inicio de las persecuciones viene motivado principalmente por los judíos. De hecho,
para los romanos, los cristianos no son sino una secta judía. ¿Cómo es posible que todo
un Imperio unificado con un Derecho avanzado pudo perseguir a los cristianos sin base
jurídica? ¿O es que había leyes a tal efecto? Hay tres posturas:

1. Había leyes antiguas generales por las que se castigaban actitudes como el ateísmo, la
antropofagia, atentados contra el emperador. No había, en cambio, leyes ex profeso
contra los cristianos. Como se les acusaba de tales actitudes, se les perseguía por esos
pretendidos delitos.
2. No había leyes. Solo había una ley que se establecía en cada caso, como potestas
coercitionis en favor de la autoridad, para cuando surgen problemas. Esta tesis está casi
abandonada.
3. Sí había una ley específica para perseguir a los cristianos. En el inicio será para
lugares específicos, pero en otros casos será general para todo el Imperio. Se persigue,
en base a la ley, a los hombres, por el hecho mismo de ser cristianos.

PRINCIPALES ACUSACIONES DIRIGIDAS CONTRA LOS CRISTIANOS (Estudiar


por aquí)

1. Ateísmo: los cristianos no daban culto a los dioses, a los que consideraban ídolos, y
por tanto, falsos dioses. Ser ateo era punible, pues se había de observar la sacra publica:
todo ciudadano romano ha de dar culto a los dioses del Imperio. Si no se da culto, no se
es ciudadano. Vid. Martirio de San Policarpo. El procónsul le conmina a que grite:
«¡Mueran los ateos!». Atenágoras en Alegatio señala el ateísmo como una de las
acusaciones. También Justino lo afirma, «y si de esos dioses se trata, confesamos ser

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ateos, pero no del Dios vivo...». Minucio Félix, autor del Octavio, recoge un discurso de
un tal Cecilio, pagano: «adoran a una divinidad con cabeza de asno».

2. Antropofagia: es una acusación muy extendida a lo largo del siglo II. A menudo se
afirmaba que comían niños pequeños. Los romanos habían prohibido la antropofagia
(por ejemplo, el culto a Saturno en África). Los cristianos estaban convencidos de que,
al comulgar, comían al mismo Cristo.

3. Crimen maiestatis: al no haber distinción entre religión y política, el no dar culto al


emperador significaba desobedecerle.

4. Incesto: estuvo poco extendida esta acusación. La recoge Cecilio, asociándola a la


nocturnidad en la que se celebran los cultos cristianos.

5. Vana superstitio: la religión cristiana no es lícita, por eso es una superstición. Vid.
Carta de Plinio el Joven al emperador Trajano tilda de superstición al cristianismo.

6. Asociabilidad: los cristianos no son sociables. No participan de la vida pública, de lo


que hacen los demás. No están dentro de la sociedad. Es la acusación más grave junto
con la de ateísmo. Lo que une la sociedad es la religión. Los cristianos se convirtieron
en un tertium genus. Por un lado estaban los paganos, por otra los judíos, y por fin los
cristianos. Esto no desagradó a los cristianos, pues los cristianos eran un género que
unificaba a los otros dos: la revelación del Antiguo Testamento de los judíos y la
filosofía griega y el Derecho romano.

7. Hesterni: los cristianos son nuevos. En la antigüedad, lo bueno era lo antiguo. Lo


nuevo era prácticamente sinónimo de falso. Los cristianos, en cambio, aducen la
antigüedad de los cristianos: el Antiguo Testamento es también cristiano: Jesús afirma
que Abrahán deseó ver su día, y que Moisés habló de Él. Los Padres de la Iglesia hacen
suyos a Adán y Eva. Se afirmaba incluso que la filosofía platónica tenía contenidos
cristianos. Ya Filón había afirmado que Platón se había fundado en la filosofía mosaica.

PRINCIPALES PERSECUCIONES

Las persecuciones fueron vistas por los Padres posteriores como las diez plagas de
Egipto. No todos los emperadores persiguieron a los cristianos.

Nerón (54-68): hombre carente de juicio. El 18 de julio del 64 acaece el incendio de


Roma, que destruyó aproximadamente un tercio de Roma (la parte que se contemplaba
desde el Palatino, tal vez para infundir en el la inspiración para componer sus cantos).
Se quiso atribuir a otro desgracia a los cristianos. La persecución se inició, pues, contra
los cristianos, por una ley ad hoc. Fueron martirizados unos mil cristianos en una
semana. Entre ellos figuran San Pedro y San Pablo.

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Domiciano (81-96): renueva la persecución. Domiciano insiste especialmente en el
culto al emperador, por lo que desata una nueva persecución contra los cristianos. Sufrió
torturas en esta persecución San Juan Evangelista, que fue desterrado en la isla de
Patmos. Conservó, como sabemos por Tertuliano, quemaduras en su cuerpo.

Trajano (98-117): los cristianos deben ser buscados en caso de que sean denunciados,
pero no se admiten denuncias anónimas. En esta persecución murió San Clemente
Romano, autor de la famosa Carta a los corintios. También San Ignacio de Antioquía,
ciudadano romano que, camino de Roma para el martirio, escribió sus famosas siete
cartas.

Adriano (117-138): hay un rescripto de Adriano similar al que mandó Trajano a Plinio.
Solo se admiten denuncias por ser cristianos de quien sea capaz de sostenerlas ante un
tribunal. No se atenderán meras peticiones y gritos.

Antonino Pío (138-161): fue de los más proclives al cristianismo. Había cristianos que
influían en el emperador. Pero inició otra persecución, en que murió San Policarpo de
Esmirna y Santa Felicidad.

Marco Aurelio : no modificó el sistema de persecución. Este emperador filósofo decretó


la muerte de un filósofo cristiano, San Justino, cuya escuela estaba llena de alumnos,
por lo que fue denunciado por un filósofo con menos éxito. En el acta, auténtica, que se
conserva, San Justino asegura que había procurado tener noticia de todo linaje de
doctrinas, y al final habíase adherido al cristianismo.

Cómodo: tuvo la misma actitud con los cristianos.

Las dos persecuciones más sangrientas, por ser generales, se dirigieron contra los
cristianos como tales y constituidos en Iglesia. Los gobernantes se percataron de la
existencia de una jerarquía, de unos libros sagrados, y de unas reuniones indispensables,
por lo que actúan en consecuencia:

Decio (249-251): pensaba que el cristianismo está rompiendo la unidad del Imperio, que
ha de ser reunificado ante los peligros de las invasiones bárbaras. Decretó que todos
adoraran a los dioses y obtuvieran, en consecuencia, un libelo que así lo certificara.

En una persecución de este nivel se llegaba a todas las capas sociales. Hubo muchos
mártires, esclavizados, propiedades confiscadas, etc. Pero también hubo quienes no
fueron fieles. Eran los lapsi. Hay tres tipos:

Sacrificati (sacrificaban).
Turificati (ofrecían incienso).
Libellatici (compraban libelos sin llegar a sacrificar).

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Muchos lapsi pidieron ser readmitidos en la Iglesia. Surgió el debate acerca de si en la
Iglesia solo cabían los justos o también los pecadores. Algunos eran muy estrictos, otros
muy permisivos. También predominaron los certificados de confesores aconsejando la
readmisión. Finalmente, se decretó la readmisión previa penitencia (solo había una
penitencia posible en la vida).

En España fueron libeláticos Basílides y Marcial, de Mérida y Astorga. Ambos van a


Roma a ver al Papa. Mientras tanto, los cristianos de estas diócesis, escriben a San
Cipriano de Cartago, cuando el Papa Esteban habíalos restituido. San Cipriano opina
que han engañado al Papa.

Diocleciano: divide en dos el Imperio. Él queda como Augusto de Oriente, con un


César, dejando en Occidente a otro Augusto y César (los césares sucedían a los
augustos). Esta época es llamada la de los mártires. Algunos mártires son Santa Inés,
etc. Había que entregar los libros sagrados, negar los derechos cívicos a los cristianos,
etc.

Surge una lucha de poder entre Constantino y Magencio. Al entrar en Roma, ve el signo
de la Cruz con el crismón y oye la voz «in hoc signo vinces». Llega a unificar el
Imperio.

TEMA 4

Se ha atacado mucho por el protestantismo, especialmente en el siglo XX, la existencia


de la jerarquía en la Iglesia, asumiendo que en la Iglesia antigua no había jerarquía, sino
solo comunidades de base. Esto carece de toda base histórica, pese a lo cual infestó al
ámbito católico en el posconcilio so capa de «vuelta a las fuentes». En las cartas de San
Ignacio se habla con profusión de los obispos, presbíteros y diáconos. Tampoco es un
invento de San Pablo, pues ya en la comunidad de Jerusalén había Apóstoles y un
consejo de presbíteros (tal vez sacerdotes de la Antigua Alianza convertidos) y diáconos
(Hch). También hay profetas, predicadores, sanadores, viudas, diaconisas, etc.

Al principio, había una concepción más amplia de los Apóstoles (San Pablo, San
Bernabé). En un momento dado, nombra dirigentes de las iglesias particulares. Es el
caso de Timoteo y Tito, epískopoi. No sabemos si desde el principio había un solo
obispo en cada comunidad, pero muy pronto sabemos con certeza que fue así
(episcopado monárquico). Además de los presbíteros y los diáconos, hay muchos
órdenes: lectores (desde el siglo II, pues mucha gente era analfabeta), etc.

Cuando Constantino se convierte, promete a las iglesias dar a cada una un ejemplar de
la Escritura, pero no había suficientes vacas para tanto papiro. En la Biblioteca Vaticana

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se aplicó un producto al papiro, de tal manera que dejaba traslucir lo que estaba escrito
debajo (pues era común que se raspara el papiro para escribir cosas nuevas).

A los obispos los elegía la comunidad, pero para la consagración de un obispo se


requerían tres obispos (pues pasaba a formar parte de un colegio, el de los obispos), y
debía dar su consentimiento el metropolita. A los presbíteros los ordenaba el obispo, y
formaba a pasar parte del colegio presbiteral. ¿Cómo se formaba a los presbíteros? No
se sabe con certeza, parece que la formación era muy carismática. No obstante, San
Agustín se encargó de la formación de sus presbíteros.

A partir del siglo II surgen las Escuelas catequéticas de Alejandría (Pantenos-


Orígenes...) y Antioquía.

No era exigido a los sacerdotes el celibato para ordenarlos. Hay una fuerte corriente que
asumía el celibato, son los continentes.

En el Concilio de Elvira (300/313) se establece la necesidad de la perfecta continencia


para acceder al orden de presbiterado. Ya antes, si un clérigo quedaba viudo, no podía
volver a casarse. Y desde muy antiguo, un ordenado soltero no podía ya casarse. Y al
episcopado accedían solo los célibes.

En cuanto a la sustentación del clero, algunos trabajaban, pero era común que vivieran
del altar. Pronto existió el diezmo para la sustentación del clero.

ORGANIZACIÓN

Los ortodoxos reconocen al sucesor de Pedro, obispo de Roma, solo un primado de


honor: el Papa es primus inter pares. No admiten, en cambio, un primado de
jurisdicción.

Es indiscutible e indiscutido que Pedro era quien gobernaba a la Iglesia naciente. En el


Evangelio hayamos la institución del primado de Pedro por Jesús, los Hechos...
Respecto a los sucesores de Pedro, San Clemente Romano escribe a los corintios
(orientales, pues) para amonestarlos. Esta epístola se leía en las iglesias de oriente,
luego no la considerarían un caso de injerencia, luego admitían que el obispo de Roma
tenía poder.

Ignacio de Antioquía (110) dirige una carta a la Iglesia de Roma, afirmando que preside
en la caridad. Aquí, caridad significa «Iglesia».

Ireneo en 180 habla de la Iglesia de Roma como potentior principalitatis, la más


poderosa principalidad.

13
Víctor I afirma que la Pascua ha de celebrarse el domingo después del 14 de nisán. Sin
embargo, las iglesias de Asia Menor afirmaban que, por tradición recibida de San Juan,
la celebraba el 14 de nisán. Sin embargo, obedecieron.

San Cipriano, pese a no estar de acuerdo con la decisión del obispo de Roma Esteban,
no justifica su consejo a los hispanos basándose en que Esteban no tenía potestad.

Una figura interesante es la del jorepiscopoi, de jora (campo): obispos del campo. Son
semejantes a los modernos obispos auxiliares. No se sabe bien si eran obispos o algo
similar a los vicarios. Confirmaban, pero no tenemos testimonio de que ordenaran.

Carisma profético:

El profetismo en la Iglesia naciente era asombroso. Era tan abundante que constituía un
orden en la Iglesia. Incluso se heredaba la condición de profeta. El Pastor concedía más
importancia a los profetas que a los sacerdotes. S. Ignacio y S. Policarpo eran también
profetas. S. Justino afirma, contra Trifón, afirma que Dios estaba con ellos por sus
profetas.

Hubo problemas con los falsos profetas. Hipólito de Roma nos narra un caso. Hubo
bastantes casos. Por ello, la Iglesia puso freno. Hermas: hay que examinar al hombre
por su vida, ha de ser manso, humilde, no habla en secreto y en todo momento (el
Espíritu Santo habla cuando quiere). El profetismo quedó muy mitigado.

CONSTANTINO

Se ha dicho que supone un peligro de intervencionismo del poder político respecto de la


Iglesia. Ciertamente, el Imperio protegía a la Iglesia, pero el emperador, acostumbrado a
ejercer poder religioso, se inmiscuirá conforme a intereses políticos.

Constantino devuelve a la Iglesia y a los cristianos los bienes que les habían sido
confiscados. Establece el domingo como día festivo para todo el Imperio. Se
comenzaron a construir iglesias, y singularmente algunas grandes construcciones como,
en Roma, San Pedro, San Pablo, San Esteban; en Jerusalén, la del Santo Sepulcro.
Permite por ley que los bienes eclesiásticos puedan ser incrementados mediante
donaciones particulares. También llevó a cabo leyes para moralizar las costumbres: se
abolieron los espectáculos inmorales (violentos, obscenos, etc.). Persiguió las uniones
impúdicas. Penalizó la prostitución, especialmente la «sagrada». Prohibió el rapto para
contraer matrimonio. Penó la fornicación, el adulterio, el concubinato, etc. Apoyó por
ley a las personas que quisieran vivir una vida consagrada: el celibato, permitiendo a los
menores de edad a abrazar la vida célibe.

Privilegios: los sacerdotes no pagan impuestos, pero esto era un privilegio de todos los
sacerdotes paganos (luego es una igualación).

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Una cuestión importante es la episcopalis audientia: el obispo era juez, incluso para
asuntos civiles. La mayoría de los historiadores piensa que se trataba de una suerte de
juez de paz. A él acudían no solo cristianos, sino paganos. El siglo IV es llamado el
siglo de los obispos, por su autoridad moral, potestad y prestigio. Eran considerados
padres.

Otro privilegio es la manumissio in ecclesia. Se trataba de un modo de manumitir al


esclavo que se hacía en presencia de un obispo, lo cual conllevaba que el antiguo
esclavo obtenía la ciudadanía romana.

Se acabó con el suplicio de la crucifixión.

El intervencionismo del emperador en la Iglesia es el cesaropapismo.

MONACATO

Muchos desterrados, habiendo advertido que en el desierto podían vivir un cristianismo


más exigente y puro, prefirieron quedarse. San Atanasio rescata para la iglesia el
movimiento monástico. En Egipto conoce la vida de San Antonio Abad, y escribe la
Vita Antonii. Manipula un poco la vida del Santo para atraerse a los monjes a la
obediencia a la jerarquía.

Una vez acabados los martirios con la paz de la Iglesia, se considera que la santidad se
halla en el martirio espiritual del negarse a sí mismo: el monacato. Había una santidad
de primera y de segunda.

Destacan también los anacoretas egipcios y libios, San Pacomio, San Hilarión, San
Basilio, etc. Llega a Occidente por medio de San Atanasio, que en uno de sus destierros,
lleva a Roma a dos monjes y su Vita Antonii. San Jerónimo fundó un monasterio para
los nobles romanos. San Agustín también instala en Casiciaco un monasterio y luego
quiso hacer lo propio en su tierra.

El problema era la falta de cohesión y disciplina común entre los monjes. Esto se
resolvió mediante la institución de reglas. La más famosa fue la de San Benito: vida
común en un mismo lugar. El Abad Serapión dirigía a 10.000 monjes. Ellos son los que
van a conservar la cultura clásica.

15
TEMA 8

ORGANIZACIÓN

Arcipreste: era el primero de los presbíteros, pero solo se dedicaba al culto para sustituir
al obispo.

Archidiácono: era el que ejercía la caridad y la administración de los bienes en


sustitución del obispo.

Notarios y archiveros: había archiveros que custodiaban actas de concilios. Eso se


aprendió de las reuniones de los ayuntamientos y del Senado romano. La celebración de
concilios tenía un procedimiento inspirado en el del Senado romano, y de ello se tomara
nota.

Cantores: aparecen en el siglo IV y participaban en la liturgia. San Agustín escribió un


De musica, en el que afirma que quien canta bien, reza dos veces.

Hermeneutas: interpreta las escrituras. Destaca la Escuela de Alejandría (Orígenes) y


San Jerónimo.

Con el número creciente de bautismos, se vio necesario que crecieran las iglesias,
además de las del obispo. En Roma aparecen las iglesias titulares (hoy a cargo de un
cardenal) estaban vinculadas a la Cátedra. En ellas no se celebraba la eucaristía, sino
que se llevaba la comunión. El pueblo iba a misa los domingos (a la misa del Obispo),
pero los sacerdotes, desde antiguo, estaban animados a celebrar quotidie (San Cipriano).
La comunión no era frecuente.

En el siglo V, Roma tenía 25 iglesias titulares. Como a los pueblos no se llevaba la


comunión, se establecieron parroquias con sacerdotes a su cargo.

Límites de las diócesis: las civitates se erigían como diócesis, lo que suponía una gran
cantidad de diócesis. Un grupo de diócesis estaba bajo la autoridad de un metropolita.
Este convocaba y presidía el sínodo de la provincia. Allí se discutían las excomuniones.
Si había litigios entre clérigos de diócesis sufragáneas diferentes, el metropolita conocía
del asunto. Cuando había que elegir obispo, el metropolita declaraba la validez de la
elección. El metropolita autorizaba los viajes y expedía las litterae para los obispos que
viajaban.

Las iglesias metropolitanas se encontraban en las ciudades más grandes. Los establecían
los patriarcas. Los patriarcados eran iglesias fundadas por los apóstoles: Roma,
Antioquía de Siria y Alejandría. No existía la de Jerusalén, pues había sido destruida,
pero más tarde se creó. Constantinopla no es iglesia apostólica, pero por su importancia

16
es elevada a patriarcado. Una vez caído el Imperio Romano de Occidente, los orientales
se plantean por qué obedecer al obispo de una ciudad tomada por los bárbaros (Roma),
siendo así que el Imperio subsistía en Oriente. El patriarcado de Constantinopla se
autodenominó ecuménico. Solo Roma tenía un emisario ante el emperador, pero
Constantinopla quiso tener también un apocrisario (precedente del nuncio).

Funciones del patriarca:


- Confirmar y consagrar a los metropolitas.
- Dirimir los conflictos entre los metropolitas. A Roma llegaban los conflictos entre
patriarcas.
- Convocaba los concilios y sínodos patriarcales.
- Promulgaba leyes en el ámbito del patriarcado.

Todos los patriarcados reconocen que el papa es el fundamento de la unión en la fe.


Cuando el papa habla en materia de fe, se acaba la discusión. Esto denota claramente el
reconocimiento del patriarcado de jurisdicción.

Elección del Papa:

Lo elegía el clero de Roma y el pueblo debía asentir. Asistían todos los obispos del
patriarcado. La intervención del pueblo se redujo hasta el punto que venía representado
solo por gente distinguida. Finalmente, era el emperador era el que confirmaba la
elección. Se le llama papa al obispo de Roma, en exclusiva, desde el siglo VI. Antes
también se llamaba papa a otros obispos.

Concilios: Jerusalén, Nicea, Constantinopla, Éfeso, Calcedonia, II y III Constantinopla.

El que convoca el concilio es el emperador, pero siempre con permiso del Papa (signo
del primado de jurisdicción). El papa no asistía, sino que mandaba a sus emisarios. Pero
si no lo aprobaba, el concilio quedaba en nada.

INFLUENCIA DEL IMPERIO EN LA IGLESIA

El Imperio influyó en la Iglesia en el plano organizativo:

- Carácter monárquico que adopta la Iglesia en su organización: un obispo es el que


manda en cada diócesis.
- Cursus honorum: para ascender a los puestos de gobierno en la Iglesia, había que pasar
por todos los pasos intermedios, como ocurría en el Imperio.
- Plano social: se remarca la jerarquía. El clero se va distanciando del pueblo cada vez
más, hasta considerarse sagrados. Y ello hasta el punto de que se identificaba la Iglesia
con el clero.

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- Liturgia: la liturgia de las ciudades donde está el emperador (Roma y Constantinopla)
es mucho más rica, pues se quiere mostrar que hay un Rey superior al emperador, que es
Dios.
- Poderes del emperador: confirmación de la elección papal, las reglas de confirmación.

INFLUENCIA DE LA IGLESIA EN EL IMPERIO

La Iglesia cambió la sociedad. Es capaz de adaptarse a las circunstancias históricas


sucesivas.

Temas 9 y 10: muy importantes.

TEMA 9

La fe necesita su formulación científica. Cuando la Iglesia encuentra la paz, formula el


dogma. La doctrina ya avanzaba antes de los concilios. Desde los apóstoles, se ha
excluido de la Iglesia a los que alteraran la doctrina. Desde entonces existía el principio
de la regula fidei.

Simplificación:
Teología occidental Teología oriental

Prácticos Teóricos
Moral Trinidad
Sacramentos Cristología
Soteriología

En Oriente hubo dos escuelas: la de Alejandría y la de Antioquía.

Antioquía Alejandría
Es muy racional. Parten de cómo es Dios Soteriología: dan por hecho que el hombre
para llegar al hombre; concretamente, de está salvado. Parte del hombre para llegar
la unidad de Dios. a Dios
Hacen una exégesis más literal. Detestan Exégesis alegórica. La alegoría la
la alegoría, pero si habla de los tropos. empleaban los griegos para interpretar los
mitos. No es la alegoría pura (que supone
que no hay nada de historia y todo es
enseñanza), que no es cristiana. Es decir,
los alejandrinos interpretaban
alegóricamente las Escrituras pero sin
negar los hechos históricos.

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HEREJÍAS

Trinidad
Herejías:
Padre = Dios. - Monarquianismo: subraya la unidad de Dios y niegan que el
Hijo = Dios. Hijo sea Dios. Hay distintos tipos:
Espíritu Santo = Dios · Modalismo: las Personas no son sino apariencias, formas
de presentarse el mismo único Dios. Sabelio es el más
importante.
· Patripasianismo: no es el Hijo, sino el Padre el que muere
en la cruz, con la forma de hijo.
· Dinamismo: Cristo es un hombre a quien Dios confirió su
fuerza, pero Dios es uno.

- Arrianismo - Semiarrianismo: niega la consustancialidad del


Padre y el Hijo, niega que el Hijo sea igual al Padre. Es
inferior a Él. Fue condenado en Nicea en 325.

- Neumatómacos: niegan la divinidad del Espíritu Santo.


Herejía condenada en el Concilio de Constantinopla I (381).
Cristo: Herejías cristológicas:
Jesús es el Hijo de
Dios, con naturaleza - Apolinarismo (de Apolinar de Laodicea): En Cristo hay una
divina y naturaleza naturaleza humana incompleta: Cristo no tiene alma, lugar que
humana, con alma y es ocupado por el Verbo. Se evita así el peligro de pecado en
cuerpo. Pero esta Cristo. Es una herejía alejandrina. Fueron condenados en el
naturaleza humana no Concilio de Constantinopla I.
tiene persona humana,
sino que ha sido - Nestorianismo (de Nestorio, obispo de Constantinopla):
asumida Negaba que la Virgen fuera Theotokos, sino solo Christotokos.
completamente por la Esto fue condenado en Éfeso (431). Hay dos personas en
persona divina Jesucristo, la persona divina y la persona humana (Jesús). Se
trata de una herejía antioquena.

- Monofisismo (Eutiques Abad): Jesucristo solo tiene una


persona, la divina. Esto fue condenado en el Concilio de
Calcedonia (451), quien proclamó la doble naturaleza humana
y divina de Cristo, sin mezcla ni confusión.

- Monotelismo: en Cristo hay una sola voluntad, la divina. Sin


embargo, en Jesús hay dos voluntades: «No se haga, Padre, mi
voluntad, sino la tuya».
Soteriología y Herejías soteriológicas y antropológicas:
antropología:
- Pelagianismo: no hay pecado original. La primera caída es
un pecado personal. El pecado es fruto de los malos ejemplos.
No hay gracia, sino buenos ejemplos. La santidad se alcanza
mediante la propia vis.

- Semipelagianismo: necesitamos la gracia para salvarnos,

19
pero el acto primero de fe y la perseverancia final son obre de
nuestras fuerzas. Esto también está rechazado por la Iglesia.
Sin la gracia no podemos nada, si bien no se anula así la
libertad.

ARRIANISMO: Cae

Arrio es un presbítero alejandrino que marcha a Antioquía. Allí profundiza en la


explicación del dogma trinitario. En esta época está en boga el neoplatonismo, cuyo
representante más importante es Plotino. En Dios se distingue el Uno, el Logos y el
Alma del mundo. Propiamente es Dios el Uno, el Logos es su criatura y el Alma lo es
por medio del Logos. Esto influye en los antioquenos, que sustituyen Padre, Hijo y
Espíritu Santo por esas tres hipóstasis. Este es el subordinacionismo arriano, muy
racional.

En Thalia, Arrio afirma que el Hijo es criatura, que se ha apropiado de la divinidad.


Jesús afirma que el Padre es más que Él, y en la Sabiduría se dice que es la primera
creada. Esta primera criatura es aquella por la que todo fue creado. Por abuso se le
puede llamar Dios, pero en puridad no lo es.

Alejandro de Alejandría advierte a Arrio. En 321 se reúne un sínodo de 121 obispos que
condena a Arrio. Marcha a Cesarea Arrio, donde le admite Eusebio de Cesarea. En
Palestina tiene éxito entre los obispos. Eusebio de Nicomedia también lo acogerá.

Constantino ha de resolver este problema que afecta a la unidad de la Iglesia. Pide al


obispo Alejandro que arregle el asunto, pero él ya lo había intentado. Luego escribe una
carta a Alejandro y a Arrio para que se pongan de acuerdo, considerando que el asunto
carece de verdadera importancia. Como no se soluciona el problema, convoca el
Concilio de Nicea (325), al que asistieron 300 obispos, casi todos orientales. Está
presente Alejandro y Atanasio diácono, Osio de Córdoba (consejero de Constantino y
legado del Papa, y otros dos, Vito y Vicente), Arrio, Eusebio de Cesarea y Constantino.
Se aprueba el símbolo que declara que el Hijo es omoousios, consustancial al Padre.
Constantino amenaza con el destierro. Solo dos obispos apoyan a Arrio. Eusebio de
Nicomedia (que bautizará a Constantino) se gana la confianza de Constanza, hermana
de Constantino. Este va cambiando de posición. Poco a poco surgen obispos arrianos,
pero llegó a ocurrir que la mayor parte de los obispos fueron arrianos.

En el 328, regresados a sus sedes los obispos, los eusebianos (obispos del partido de
Eusebio de Nicomedia) lanzan una campaña contra los nicenos. Consiguen que sea
depuesto Atanasio, que ya era obispo de Alejandría, y que es desterrado a Tréveris en
335. Consiguen que Arrio regrese a Alejandría con todos los honores. En el 336, antes
de llegar a Alejandría, Arrio muere de modo natural. En 337 muere Constantino.

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Son nombrados emperadores de Oriente y Occidente los hijos de Constantino, quienes
decretan la vuelta del destierro de los obispos desterrados. Regresa, pues, Atanasio
como obispo de Alejandría. Eusebio de Nicomedia consigue de nuevo que destierren a
Atanasio, que llega a Roma, acompañado por dos monjes. Al año siguiente, el papa
Julio convoca un sínodo pretendiendo restituir a Atanasio, lo cual consigue. Vuelve a
Alejandría. Entonces Eusebio de Nicomedia es ahora obispo de Constantinopla, en 341
intenta una fórmula fe alternativa a la nicena y conciliadora, en la que se afirma que el
Hijo es semejante al Padre, no igual. Esto dio lugar a los semiarrianos. En 343, el
emperador Constancio, a instancia del papa Julio, convocó el concilio de Sárdica (con
asistencia 90 obispos, 10 occidentales y 80 orientales). San Atanasio fue allí declarado
inocente, después de que se fueran los obispos orientales. En 352, sucede al papa Julio
el Papa Liberio. El emperador Constancio convoca un sínodo en Arlés, con gran
presencia arriana, que destierra a Atanasio. Liberio protesta y es desterrado, al igual que
Osio de Córdoba.

Empero, había división entre los arrianos. Se consigue una fórmula de fe donde no
figura el omoousios, que firman Liberio y Osio, que son puestos en libertad. Atanasio
disculpa a los dos, pero es desterrado.

Entretanto, llega al trono imperial Juliano el Apóstata, sobrino de Constantino. Había


sido bautizado, pero al llegar al trono se baña en sangre de toro para borrar el bautismo.
Devuelve a sus sedes a los obispos desterrados, deseando la división en el seno de la
Iglesia. Regresa Atanasio. Decide tratar con benevolencia a los obispos que se hubieran
pasado al arrianismo. Con Teodosio, se acaba con el arrianismo, y se declara el
cristianismo religión oficial del Imperio. Atanasio de Alejandría convoca el concilio,
llamado de los confesores, pues a él acuden obispos que habían sufrido destierro,
torturas, etc., por confesar la fe ortodoxa.

En 369 un sínodo del papa San Dámaso en que se reunieron 90 obispos se retoma el
omoousios y se declara la divinidad del Espíritu Santo.

El arrianismo había arraigado en los pueblos bárbaros, empero.

NESTORIANISMO: Cae

Macedonio era patriarca de Constantinopla, de influencia antioquena. Admitía que el


Padre y el Hijo eran iguales, pero no así el Espíritu Santo. Esta es la tesis de los
macedonianos o pneumatómacos (adversarios del Espíritu). Fue condenado en el
concilio de Constantinopla en 381, siendo emperador Teodosio.

III Concilio de Toledo (589): Introduce la palabra Filioque. Del Padre, procede el Hijo,
y el Espíritu Santo procede del Padre a través del Hijo. Pero el filioque dice que procede
del Padre y del Hijo.

21
Se decía Gloria al Padre por el Hijo y en el Espíritu Santo. A raíz de las polémicas
trinitarias se pasa a decir Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo. Lex orandi, lex
credendi.

CUESTIÓN CRISTOLÓGICA

Jesús es el Verbo, segunda persona de la Santísima Trinidad, tiene una naturaleza divina,
por lo cual es Dios, y además una naturaleza humana (con cuerpo y alma), pero es una
sola persona, pues la naturaleza humana está asumida por Dios. Si Jesús sufre y muere,
Dios muere, y en consecuencia ello tiene un valor infinito. Solo así es posible que Jesús
nos obtenga la redención. La omnipotencia de Dios se manifiesta singularmente en la
encarnación (Benedicto XVI).

Apolinarismo:

Apolinar de Laodicea afirma que el hombre está salvado. Jesucristo es Dios, si no, no
estaríamos salvados (es de la Escuela de Alejandría). Pero dos cosas distintas y
concretas suponen dos principios distintos. Si la naturaleza humana estaba completa,
entonces era persona humana, y si tal era, Dios no murió en la cruz. Siguiendo la
doctrina platónica, en el hombre hay cuerpo, alma y espíritu. El espíritu es lo que inclina
al hombre al pecado, por lo que Jesús no podía tenerlo. Su lugar lo ocupa el Verbo. Esta
tesis fue condenada por el Concilio de Constantinopla.

Teodoreto de Ciro y Teodoro de Mopsuestia:

Son de la Escuela de Antioquía. De dos principios completos proceden dos principios


distintos, admiten también. Hablan de coniunctio o inhabitatio: la naturaleza divina
inhabita en una naturaleza humana. Son inseparables. Unas acciones las hace la persona
humana, y otras la persona divina.

Nestorio:

Su adversario fue San Cirilo de Alejandría. Nestorio predica muy bien, es asceta y
modelo de pastor. Pero nunca afirma que María es Theotokos, sino que es Xristotokos.
No puede afirmarse que María ha engendrado la naturaleza divina de Jesús. Y es que en
Jesús hay dos personas, la divina y la humana. Solo de la humana es madre María.
Nestorio se percata de que su doctrina puede causar revuelo. Tiene apoyos en el ámbito
antioqueno. Escribe al papa Celestino en 428, manda a Roma sus obras para que el papa
las apruebe, y le pregunta qué hacer con los pelagianos, que se habían marchado de
Occidente a Oriente. San Cirilo manda un diácono a Roma para que le explique la
cuestión (el papa no sabía griego). Celestino encarga a Cirilo que mande callar al
Patriarca de Constantinopla. Lanza doce anatematismos a Nestorio. Él a su vez le lanza
doce anti-anatematismos, acusándole de apolinarista. Se han condenado, pues, entre los

22
dos. Además, Nestorio cuenta con el favor del emperador Teodosio II, pidiéndole que
convoque un concilio, a lo cual accede. El papa acepta y manda a sus legados.

El concilio tendrá lugar el 431 en Éfeso, al cual acuden Cirilo y los obispos egipcios, y
Nestorio y los constantinopolitanos. Juan de Antioquía era adversario de Cirilo, y veía
bien los anti-anatematismos. Marcha con sesenta obispos pero se entretiene. Antes de
que llegue Juan y los legados papales, se inaugura el concilio y se condena a Nestorio y
se proclama a María Madre de Dios, con gran aplauso del pueblo de Éfeso. Llegan los
legados papales y aprueban lo hecho. Juan de Antioquía, al llegar, se opone a lo
acordado y celebra un anti-concilio, con el apoyo del emperador, que condena a Cirilo y
a Nestorio.

Al final, el emperador, viendo la protesta de los efesios contra el segundo concilio,


apoyó el primero y desterró a Nestorio a un convento, y mantuvo a Cirilo.

¿Es válido el concilio? El que tenía autoridad papal contra Nestorio era Cirilo. Hay
quien opina que el Papa quiso que comenzara el concilio antes, y que Juan de Antioquía
quiso demorarse pues no se atrevía a condenar a Nestorio. Luego es válido. En 433 se
firma un acuerdo de paz (Edicto de Unión) entre Cirilo y Juan.

El nestorianismo se extendió en Persia y la India. Actualmente, los cristianos caldeos


son nestorianos.

MONOFISISMO Y CONCILIO DE CALCEDONIA

En el ámbito alejandrino, los monofisitas propugnaron que la naturaleza divina absorbe


la humana, de manera que en Jesús solamente hay una naturaleza, la divina (confusión
de naturalezas). Esto lo sostienen el patriarca Dióscoro de Alejandría y el archimandrita
Eutiques, apoyados por Crisacio en la corte imperial. Contra estos, Teodoreto de Ciro,
Eusebio de Dorilea y el patriarca Flaviano de Constantinopla.

Eutiques gana el favor del emperador, y Flaviano escribe al papa León I Magno, que le
escribe la Epístola a Flaviano (449). En ella, le explica la doctrina cristológica. Es la
primera epístola dogmática, que fue incorporada el Concilio de Calcedonia. Eutiques y
sus compañas no aceptan la carta. El emperador convoca un concilio en agosto de 449.
León I lo tilda de latrocinio, pues no lo había aceptado. En ese concilio se destituye a
Flaviano. Convocará por ello, en 451, el Concilio de Calcedonia, en el que se afirma la
distinción de las dos naturalezas, sin confusión. Los legados papales firman y se
marchan, tras lo cual se inserta el canon 28, que concede a Constantinopla los mismos
privilegios que a la sede romana. El papa no acepta el canon. Anatolio, nuevo patriarca
de Constantinopla, se excusa, afirmando que el clero fue quien lo propició, pero que
quien ha de firmar las actas es el papa.

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HEREJÍAS SOTERIOLÓGICAS

Pelagianismo:

Pelagio era un monje británico que pasa a Roma, donde es considerado como un
maestro espiritual, asceta, santo, al que muchos acuden. Una señora (hija de Proba, a
quien San Agustín envió una carta sobre la oración), con una hija llamada Demetriade,
que quiere abrazar la virginidad, conocía a Pelagio y a San Agustín, por lo que este tiene
noticia de Pelagio. La doctrina de Pelagio afecta a la idea de redención, pues afecta a la
idea de pecado original; a la idea de la encarnación, de la salvación. En una carta a
Demetriade, afirma que, cuando ha de instruir en materia de formación moral, de la vida
espiritual, acostumbra a empezar a hablar de vis (fuerza) y bondad, es decir de la
naturaleza humana y sus posibilidades. Es decir, la naturaleza humana es buena y, por la
fuerza, el hombre puede, por tanto, alcanzar la salvación. No se habla de Dios.

El hombre nace bueno, no con pecado original. Solo afectó a Adán, pues el pecado es
personal. Todos nacemos buenos, con inteligencia y voluntad, siendo esta lo
fundamental. La inteligencia tiene capacidad para, mirando dentro de sí, descubrir la ley
natural, siendo la voluntad la que ha de elegir seguirla. El primer hombre, al pecar, nos
ha dado un mal ejemplo. La inteligencia, por mor del mal ejemplo, puede seguirlo, y es
por ello por lo que peca. Y cuanto más se peca, menos se percibe la ley moral, y al final
se acaba ignorando. Entonces, los pecadores lo son por ignorancia.

Si se incide en la voluntad, se menoscaba la libertad. Por tanto, la salvación que Jesús


ha traído no puede afectar a la voluntad. Entonces, ¿en qué consiste la gracia? En luz
para la inteligencia, en buenos ejemplos. Por su parte, el Espíritu Santo ilumina la
inteligencia, mostrando la excelencia de los buenos ejemplos. Desecha la oración.
«Huye de todos aquellos que te hablen de la fragilidad humana». Así las cosas, ¿la
salvación es universal? ¿Todos estarán realmente necesitados de la redención de
Jesucristo?

San Agustín opone: ¿para qué, entonces, se bautizan los niños, desde la edad apostólica?
Si no nacen con pecado original, ¿por qué son bautizados? Pelagio contesta que es una
forma de elevarlos en su santidad.

La gracia no es, sin más, una iluminación: es interna, y afecta a todo el hombre, a su
inteligencia y a su voluntad. Frente a la fuerza, San Agustín opone la humilitas. La
naturaleza humana ha quedado herida por el pecado, por lo cual está inclinada al mal.
La salvación es para todos los hombres, y la gracia de la salvación inhiere en todo el
hombre. Es la caritas, es como el aceite que nos permite andar, aun cuando yo ande con
mis músculos. La gracia me lleva a donde no pueden mis fuerzas, pero si yo no me
esfuerzo, no me ayuda la gracia. Dios obra por nosotros, pero si nosotros le dejamos
hacer.

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Tesis condenadas:

«Adán fue mortal por su creación, habría muerto hubiera pecado o no». Falso: pues
había recibido la gracia desde su creación.

«El pecado de Adán solo le afectaba a él». Falso: el pecado original se transmite por
generación, es pecado de naturaleza. «En Adán pecamos todos, y en Cristo hemos sido
redimidos».

«Los niños recién nacidos se encuentran como Adán en el paraíso».

«Es falso que por el pecado de Adán todo el género humano deba morir y resucitar».

«El hombre puede no pecar fácilmente y cumplir los mandamientos».

«La ley conduce al cielo del mismo modo que el pensamiento». La ley no es el centro
del mensaje evangélico, sino que lo es el amor de Dios.

«Antes de la venida de Cristo hubo hombres que no pecaron». Solo la Virgen no pecó,
pero ello en previsión de los méritos de Jesucristo (eficacia preservativa de la
redención).

Semipelagianismo:

Surgen en respuesta a los agustinianos. Algunos que siguen la doctrina de San Agustín:
lo que quedó por el pecado de Adán fue una masa damnata, de lo cual Dios escoge, por
su benevolencia, a algunos, que están predestinados a salvarse por la fuerza irresistible
de la gracia.

Dios sabe quién va a salvarse y quién se va a condenar. Esta es una predestinación en


previsión al mérito personal. Lo que no existe es una predestinación al estilo
agustiniano: «Dios quiere que todos se salven». «El que te creó sin ti, no te salvará sin
ti» (San Agustín).

Frente a estas afirmaciones, los pelagianos afirman que, para la salvación, necesitamos
la gracia, pero para el inicio de la fe y la perseverancia final el hombre ha de valerse de
sus fuerzas. La Iglesia, en cambio, afirma que también en el initium fidei interviene la
gracia de Dios. Sin Dios, no podemos nada bueno. Aun los ateos buenos lo son por
gracia de Dios.

No entra el tema 6. Es muy importante, San Pablo, las acusaciones dirigidas a los
cristianos dirigidas por el Imperio. Persecuciones de Decio, Valeriano y Diocleciano.
Dogma trinitario (Nicea, Constantinopla). Dogma cristológico (Éfeso, Calcedonia).
Constantino. 4 temas a elegir dos.

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