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El sueño de una muchacha… El sueño de una muchacha… El

sueño de una muchacha… El sueño de una muchacha…

El sueño de una muchacha.

Narrador: Era una mañana hermosa cuando Rebeca salió de su casa que estaba en las afueras del poblado
para llevar un recado a su tía que vivía en el pueblo, la joven nota algo diferente en el ambiente’; y pronto
vio que la gente corría por las calles en dirección a la plazoleta.
Rebeca: (Camina lentamente) Dos jóvenes pasan corriendo a su lado y dicen : “Apúrate chico. Vamos a ver
que están haciendo. Nunca he visto tanta gente reunida. Oigan. ¿Por qué todo el mundo está corriendo?
(pasa Lilian y Rebeca la toma del brazo) Oye chica, ¿por qué todo el mundo está corriendo?
Lilian: Pero muchacha, ¿tú no sabes? Hoy es cuando el Señor ha enviado su ángel, ha medir la vida
espiritual de cada gente.

Rebeca: Parece que todo el mundo está aquí.

Lectura Bíblica: …y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida, y
fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras (Ap. 20:12)”…
Que ayudes a estas que combatieron conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los demás
colaboradores míos , cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.

Ángel: (Mirando un libro) Elizabet Martinez (Elisa sube confiadamente, el ángel tiene una mirada sería)

Rebeca: Ella es la presidenta de los jóvenes, debe tener una medida alta ¿verdad?

Rosa: Si, y también es maestra de escuela dominical y secretaria de las damas.

Rebeca: Es cierto, y es muy activa en la Iglesia.

Ángel: Cuando Elisa sube, la plomada comienza a bajar hasta muy bajo. Ella se baja apenada). La tuya
hubiera sido un alma de alta estatura sino te hubieras preocupado tanto por las alabanzas de los demás. Has
olvidado los gracias cristianas de la paciencia, el amor y la humildad.

Ana: Como me ha sorprendido esto, yo pensé que ella tendría una de las medidas mas altas.

Marta: Me da lástima ver su cara tan triste. Vamos a ver quién será la próxima que llamen.

Ángel: Dora González.

Adela: AH, (en tono despectivo) esa pobresita. Ni pinta ni da color.

Narrador: Dora González es una muchacha de pueblo que perdió a su papá hace unos años; dedicándose
así a cuidar a madre inválida. Como la situación de la familia no era desahogada, cosía para la calle,
dedicando tiempo también para lavar y planchar la ropa de algunas familias, a fin de hacer frente a las
necesidades del hogar. Sin embargo, era fiel al Señor, aunque no podía asistir con frecuencia a la Iglesia,
su testimonio hablaba de su vida cristiana. Además, dentro de su mucho trabajo siempre hacia tiempo para
la lectura de la Biblia y la oración personal.
(Cuando Dora comienza subir la plomada sube muy alto)

Rebeca: (Admirada) Oh, no había subido tanto hasta ahora.

Josefa: Mira su cara es muy radiante, parece que se hubiera contagiado con la luz del ángel.

Ángel: Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos. (Da la m año
sonriente ayuda Dora para que baje)

Roberto: Vamos a ver a quien llaman ahora.

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El sueño de una muchacha… El sueño de una muchacha… El
sueño de una muchacha… El sueño de una muchacha…
Ángel: Jorge Cabrera.

Lilian: Creo que Jorge tendrá una de las medidas mas altas.

Narrador: Jorge es miembro de la Iglesia hace muchos años; durante todo este tiempo ha sido fiel en su
asistencia a la Iglesia. Le gusta visitar y ha desempeñado varios cargos en la Iglesia, pero…
(al subir la plomada baja).

Ángel: Robará el hombre a Dios, pues vosotros le habéis robado, y dijisteis: ¿En que te hemos robado? en
vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición porque vosotros, la nación toda, le habéis robado.
(Malq. 3:8-9) Jorge, no has sido fiel con tus diezmos al Señor.
( anota en libro).

Ángel: José Pérez.

José P. es cabeza de una familia compuesta por cinco personas. Es un hombre muy trabajador y preocupado
porque ha su familia no le falte nada materialmente. Se preocupa por el resto de los suyos y también por sus
vidas espirituales. Busca la coacción por celebrar el culto familiar, busca el orar y hablarles a otros de Cristo
Predica con su vida de tal modo que su hogar goza de admiración y respeto.

Ángel: Salmo 128:1-4 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová y anda en sus caminos: 2 Cuando
comas del trabajo de tus m año s, serás feliz, y te irá bien. 3 Tu mujer será como una vid que lleva fruto a
los lados de tu casa; tus hijos serán como brotes de olivo alrededor de tu mesa. 4 Así será bendecido el
hombre que teme a Jehová.

Ángel: Mario Sanches (Joven)

Narrador: Es un joven becado hace cuatro años. Su expediente como estudiante es excelente , su conducta
ante el trabajo, positiva, y su posición como cristiano definida. Mantiene sus convicciones de tal manera
que todos conocen de su Fe. Siendo por todos respetado y admirado. (Al subir la plomada sube).
Ángel: “Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también lo negaré delante de mi Padre
que está en los cielos”. A cualquiera que pues me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré
delante de mi padre que está en los cielos” Mat. 10:33. 32.

Ángel: Rebeca Garcia.

Asael: Oye Rebeca, te llaman.

Rebeca: Ay no, yo tengo miedo.

Narrador: Temblando, la joven se acerca, pero no se atreve a subir, hasta que el ángel la ayuda. Tan pronto
sube, la plomada comienza a bajar hasta llegar a una medida muy baja. Ni siquiera alcanza la de
Elizabet; y ella que ha sido miembro de la Iglesia por tres años, se sentía roja de vergüenza.

Rebeca: Por favor, dame otra oportunidad antes de anotar mi medida en libro. Dígame como creer. No año
te esa medida, tan baja, y yo trataré de ser mejor cristiana.

Ángel: No hijita mía, tu medida de este año a de ser anotada en el libro. Espero que tu propósito sea
sincero y para el año que viene hayas crecido a la estatura del Señor Jesucristo. Recuerda, nunca hagas nada
por vanagloria, ni para recibir la alabanza de los demás, sino que debes de hacerlo para El Señor, para la
gloria de Dios. (Rebeca comienza a llorar).

Narrador: Anegada en llanto, la joven se despertó para encontrar que todo había sido un sueño. Pero un
sueño que jamás olvidaría.

TELON:
(Rebeca aparece sola en el escenario y se dirige a la congregación)

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El sueño de una muchacha… El sueño de una muchacha… El
sueño de una muchacha… El sueño de una muchacha…
Aquel sueño fue una lección para mi, comprendí que mi vida no estaba al nivel que Dios deseaba, que era
pobre, raquítica, que no estaba haciendo lo que verdaderamente debía, por esto me hice el firme propósito
en el Señor de en este nuevo año ……. De consagrar mi vida a su servicio, leer diariamente la Palabra de
Dios, hacer visitas misioneras, ganar algunas vidas para el Señor, cooperar en todo con el trabajo de la
Iglesia. Espero en el Señor, cultivar más el amor, la humildad, la sinceridad. Que Dios me ayude para
lograr lo que la Biblia dice: “Que lleguemos a un varón perfecto a la medida de la estatura de Cristo
Efesios 3:13.

FIN

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