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Contenidos semana 9

Propiedades de estilo y redacción


Errores frecuentes

¿Qué son las cualidades de estilo?


Cuando escribimos un texto debemos al menos manejar y conocer el código compartido, es decir
la lengua castellana, y su representación (ortografía literal, acentual y puntual). De igual manera, es
necesario identificar las características de la modalidad escrita, para organizar de mejor manera
nuestro mensaje. Todos estos elementos constituyen los conocimientos mínimos para proceder en
la construcción de un texto escrito y es lo que hemos revisado en las primeras clases.

Sin embargo, existen otras propiedades que es aconsejable conocer y aplicar para un buen
resultado final. Estas propiedades son estrategias o recomendaciones comunicativas
-independiente del idioma en que escribamos- para construir mensajes. Cuando estas propiedades
no se cumplen (a menos que sea a propósito), suelen originarse dificultades en la comunicación.
Veamos algunos ejemplos para entender esta idea:

a) El punk es un género musical dentro del rock que emergió a mediados de los años
1970. Éste género, que se caracteriza por su actitud independiente y amateur, en sus
inicios era una música muy simple y cruda, a veces descuidada; un tipo de rock sencillo,
con melodías simples de duraciones cortas.

Su característica principal es la simpleza de sus notas y el tiempo de duración de sus


canciones, bastante menor que otras manifestaciones del rock.

b) En el marco de un sistema educativo que permita dar una oportunidad a todos los
jóvenes y les entregue oportunidades para surgir en la vida, encontramos que la
educación y la formación técnica y profesional que se imparte en distintos institutos a
nivel nacional es un instrumento esencial para la lograr en esos jóvenes y en sus
respectivas familias la superación de la pobreza.

Comentemos: ¿Qué problemas podemos encontrar en estos textos?

¿Cuáles son estas cualidades de estilo?


A continuación revisaremos las más importantes.

a) Claridad: Consiste en entregar un mensaje sin ambigüedades, y donde no falten detalles que
dificulten su interpretación. Esto implica indicar claramente, tanto en la estructura del mensaje
como en las oraciones que lo conforman, lo que se pretende informar. Se debe evitar que el
receptor pueda llegar a tener dudas sobre la interpretación del mensaje (o de parte de él).

“El consejo que el profesor le entregó al alumno era para su propio bien”.
“El gerente informó a la dirección que su informe se había traspapelado”.

b) Propiedad: Básicamente, es la utilización adecuada del código lingüístico, ya sea en las


construcciones oracionales como en el uso adecuado de los términos. Esto significa organizar
correctamente las distintas oraciones, los conectores, los elementos de cohesión, la organización
de las ideas y, además, utilizar los términos o palabras más adecuados para transmitir esa
información y para la situación comunicativa.

c) Precisión: Consiste en utilizar términos o conceptos con un sentido estricto, para dar cuenta de
lo que se quiere comunicar. Esto se refiere a la utilización de palabras o conceptos específicos
(técnicos, si es el caso). Por lo mismo, se busca evitar ciertos términos muy generales o amplios.
Por ejemplo: “Vamos a hacer un proyecto”; es preferible especificar: “Vamos a planear, redactar,
desarrollar un proyecto”).

d) Brevedad: Corresponde a la justa utilización de palabras para comunicar alguna idea, evitando
las palabras innecesarias o que repitan información. En ciertas situaciones y contextos, extender
innecesariamente un mensaje que se podría expresar de forma más directa, atenta contra el
proceso comunicativo. Esta cualidad implica, además, evitar el uso de expresiones que sean
redundantes o reiterativas de forma innecesaria: “Debemos maximizar al máximo los esfuerzos”,
“Soy consciente de todas las cosas que les faltan y de las que carecen”.

e) Sencillez: Implica no usar rebuscamiento en el uso del lenguaje cuando no corresponda. En los
ámbitos formales, la comunicación se caracteriza por un grado mayor de objetividad, centrándose
en comunicar el referente del mensaje (el tema o concepto).

Importante: Muchas veces, estas propiedades no aparecen por separado. Por el contrario, se
complementan entre sí: un texto breve y preciso, a la vez resultará sencillo; un texto claro, sencillo
y breve aporta a la precisión del mensaje; etc.

Errores frecuentes.
En ocasiones, cuando no se cumple con estas cualidades, se incurre en una serie de “errores” 1 de
estilo, los que se van repitiendo y se vuelven frecuentes.

i) Queísmo / dequeísmo. Son dos errores gramaticales que afectan la propiedad (correcto uso del
código del español) de un texto. Ambos se producen cuando no sabemos si usar “que” o “de que”
antes de una oración subordinada.

Comentemos los siguientes casos:

Juan estaba seguro _____ su hermano no vendría.

El ministro cree _____ el hantavirus reaparecerá este verano.

1 Ponemos la palabra errores entre comillas por que no necesariamente son incorrectos los casos que se
revisarán a continuación. Algunos de ellos son adecuaciones que cumplen ciertas funciones comunicativas.
Sin embargo, para los mensajes escritos formales no resultan adecuados.
¿Qué debemos usar para unir ambas oraciones: “que” o “de que”? ¿Cómo podemos saberlo?

La solución es sencilla. Basta con realizar una pequeña sustitución para comprobar la forma que
debemos usar. La oración subordinada (en cursiva) se remplaza por “algo” o “esto” y luego se
comprueba cómo queda la construcción. Si se necesita la preposición “de”, entonces se debe usa
“de que”. Si no se necesita, solo se utilizará “que”

Juan estaba seguro _de_ algo. (Juan estaba seguro de que su hermano no vendría).

El ministro cree __ esto. (El ministro cree que el hantavirus reaparecerá este verano).

Cuando se usan erradamente ambas formas hablamos de queísmo o dequeísmo:

Queísmo: usar “que” cuando debería ir “de que” (Juan estaba seguro que su hermano no
vendría).

Dequeísmo: usar “de que” cuando debería ir “que” (El ministro cree de que el hantavirus
reaparecerá este verano).

ii) Ambigüedad: Es un problema que afecta a la claridad del mensaje. Suele suceder cuando
organizamos una frase de tal manera que no queda claro todo lo que se expresa o bien permite
más de una interpretación. Veamos los siguientes ejemplos:

Mi padre fue al pueblo de José en su coche.


Se vende perro. Come de todo. Le gustan mucho los niños.
El asesino de Juan.
Se confeccionan carteras para damas de buena piel.

Todos estos casos se solucionan con un reordenamiento de la información, es decir, rescribiendo


los enunciados.

iii) Redundancia: Afecta a la brevedad de un mensaje. Consiste en repetir, de manera innecesaria 2,


información que ya está presente en el mensaje explícita o implícitamente:

El director volvió a reiterar que la oferta era definitiva.


El presupuesto es imposible de conseguir y no se puede obtener.
Renombraron la calle con un nombre distinto.

También se puede presentar redundancia de palabras:

Ella debe contar todo lo que pasó para quedar tranquila ella consigo misma.

2 A veces la reiteración cumple funciones comunicativas, en especial en ciertas situaciones o bien cuando se
utiliza la modalidad oral del lenguaje. Por ejemplo, en un discurso político, para enfatizar: “Vamos a seguir
luchando para que no haya pobreza; vamos a seguir luchando para que se terminen las estafas; vamos a
seguir luchando…”, etc.
Durante la cena, comimos una comida exquisita.

iv) Discordancia: Es un error gramatical que afecta a la propiedad. Ocurre cuando elementos que
debieran coincidir en sus marcas gramaticales -género, número o tiempo verbal-, no lo hacen. Esto
puede llegar a provocar problemas de comprensión. Analicemos algunos casos:

El informe no indica si para nuestros problemas existen una solución.

El profesor le entregó el examen a los estudiantes.

La organización del sistema computacional presenta errores, el cual debe ser corregido.

Debo informarle que ayer en la tarde la oficina de Recursos Humanos ha publicado los
avisos de plazas de trabajo.

Importante: Hay ciertas partes de una oración que deben obligatoriamente concordar en sus
marcas gramaticales: el sujeto y el verbo del predicado; sustantivo y sus determinantes; verbo y
sus complementos; etc.

v) Cacofonía: Es la repetición de sonidos que puedan llegar a formar rimas no deseadas en un


texto. Este fenómeno puede distraer la atención del receptor, dirigiéndola a la forma del mensaje y
desviándola de su contenido. No es un error grave, pero es recomendable evitarlo, puesto que
afecta a la propiedad del mensaje: se usa un recurso no adecuado (rima) para la situación
comunicativa (en este caso, formal). Veamos el siguiente caso:

Estimados:
Les recuerdo que mañana la Contraloría estaría visitando la Compañía. Les ruego
tener toda la documentación al día, lo que evitaría problemas.

La solución a este problema se realiza sustituyendo algunas palabras con sinónimos o términos
afines.

Importante: Las cualidades de estilo y los errores frecuentes son aspectos que podemos ir
mejorando en el proceso de revisión y corrección cuando redactamos un mensaje. Al momento de
releer, debemos preguntarnos si lo que escribimos queda claro, resulta preciso, es sencillo, etc.,
pensando en la situación comunicativa y el receptor del mensaje. Corregir es, por lo tanto, un paso
necesario para un proceso comunicativo óptimo.

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