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NATURALEZA Y PRODUCCIÓN:
HACIA LA SUSTANCIALIDAD DE LA
OBRA DE ARTE EN ARISTÓTELES
Cecilia Sabido*

Resumen: El presente artículo parte de la posibilidad Abstract: This article starts with the premise
de considerar la tragedia como un ejemplo general del of conceiving tragedy as a general example of the
proceso artístico, para comparar las relaciones bási­ artistic process in order to compare the fundamen-
cas entre arte y naturaleza en la filosofía aristotélica. tal relationship between art and nature in Aristo-
El objetivo central es probar que hay un principio telian philosophy. Our main goal is to prove that
de sustancialidad en la producción artística. La inten- substantiality exists in all artistic creations. The
ción que subyace a esta investigación es encontrar underlying purpose of this research is to discover 181
fundamentos para explicar a qué puede referirse the bases of Aristotle’s argument that explain why
Aristóteles al decir que la tragedia y el arte tienen both tragedy and art have something close to a vital
algo semejante a un princi­pio vital, un alma. principle, a soul.

Palabras clave: Aristóteles, arte, narutaleza, Keywords: Aristotle, art, nature, production,
producción, generación. creation.

Recepción: 25 de marzo de 2010.


Aceptación: 24 de mayo de 2011. * Universidad Panamericana.

Estudios 99, vol. x, invierno 2011.


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NOTAS

NATURALEZA Y PRODUCCIÓN:
HACIA LA SUSTANCIALIDAD DE LA
OBRA DE ARTE EN ARISTÓTELES
–ArcÉ mèn oÃn ®aì o½on yucÈ …
mûJoV têV tragÌdíaV1

Cuando Aristóteles dice en el libro a Sin embargo, la comparación


de la Metafísica que la verdad es que Aristóteles realiza entre el mito
fácil de encontrar, como cualquie- y el alma es mucho más radical que
ra acierta a dar en una puerta, está un mero ejemplo comparativo.
182 aplicando una comparación claramen­ Corresponde a una analogía que
te accidental. Nadie investigaría la subraya los valores metafísicos
naturaleza o la magnitud de las puer- propios de la Poética, según se pue-
tas para conocer qué es la verdad. Así, de comprobar en diversos textos de
podría resultar absurdo estudiar en qué la obra aristoté­lica que señalan la
sentido puede Aristóteles hablar del
primacía metafísi­ca del mythos. Es
alma en el contexto de la Poética,
el más importante de los elementos
puesto que es obvio que la obra no es
que conforman la naturaleza de la
un ser animado y que el texto simple­
mente formula una comparación. obra;2 es, junto con los hechos, el fin
de la misma;3 sus partes constitutivas
1
 Arist., Poética, 6, 1450a 38. La versión original
son las que actualizan la virtualidad
del artículo presenta los textos escritos griego. He de la poética;4 y los criterios más
preferido transliterarlos aquí para facilitar su edi­
ción. Sigo para ello el modelo ALA-LC publicado por
sólidos que Aristóteles orienta hacia
R. K. Barry, Romanization Tables: Transliteration 2
 Po, 6, 1450a 15 y 1450a 33.
Schemes for Non-Roman Scripts. Library of 3
 Po, 6, 1450a 23.
Congress, 1997. 4
 Po, 6, 1450a 34 y 1450b 19-20.

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NOTAS

la existencia de la obra son los relati­ el espectador se aproxima a la obra


vos al mythos.5 como un todo: no pone atención en
Aristóteles no se refiere a que los la técnica de los actores (tratándose
mitos culturales sean el alma de las del cine, por señalar un género), la
obras, como si éstas debieran cons- fotografía y la música. Simplemen-
truirse sobre las leyendas y el legado te deja que la obra sea y vive, convi­
mítico de una sociedad concreta; a ve con ella. Eso es propiamente el
lo que aluden estos textos es a un valor mythos.
intrínseco al hacer poético-mimético El objetivo de este artículo es
de acciones. En inglés, la palabra que considerar la importancia metafísica
traduce el concepto mythos es “plot”, del mythos y señalar una posible
que hace referencia al argumento. lectura metafísica del texto aristotéli­
Aristóteles dedica varias distincio- co en el que se encuentran algunas
nes a la estructuración de acciones claves para comprender el ser de lo
(systasis) y el mito a lo largo de los poético. Propongo en este trabajo que
capítulos 6 al 14 de la Poética, como la afirmación “el mythos es como el
he señalado en otro lugar.6 La dife- alma” equivale a decir que correspon­
rencia es sutil y consiste básicamen- de a un sentido metafísico de la sustan­
te en las diferencias que hay entre la cia de la obra de arte.
suma de las partes estructuradas Para desarrollar esta idea, el punto
entre sí (systasis) y el todo (mythos).7 de partida es considerar al mythos desde
Una forma clara de ejemplificar la la analogía entre la generación y la 183
diferencia está en la óptica con la que producción, con el fin de mostrar que
un artista se acerca a la obra, ponien- es, en cierto modo, análogo a la physis
do atención en los elementos que o naturaleza. Profundizaré para ello
la conforman, la técnica, el estilo, en las analogías y comparaciones que
los colores, el entramado en gene- Aristóteles desarrolla en los textos de
ral: eso corresponde al principio como Metafísica VII-7 y Física II. El carác­
estructuración o systasis.8 En cambio, ter de principio de la physis, las dife­
rentes instancias del proceso y el
5
 Po, 7, 1450b 25, 33; 1451a 10; 8, 1451a
25, 30. proyecto teleológico deben dar la clave
6
 C. Sabido, “Mito y estructuración en la Poéti­ para fundamentar la base de la analo­
ca de Aristóteles”, Iztapalapa n. 58, 2005, uam, gía y considerar si es, efectivamente,
México, pp. 63-87.
7
 Po, 8, 1451ª 33-36. Ver también R. Bittner, aplicable a la mímesis como un tipo
“One Action” en A. O. Rorty (ed.), Essays on de producción.
Aristotle Poetics, pp. 97-110.
8
 Cf. P. Ricoeur, Tiempo y narración I, 1987,
A partir de estos razonamientos,
Madrid, Cristian­dad, pp. 85-6 y 102. será posible considerar la analogía

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NOTAS

del mythos con la sustancia. Su carac­ A todos los principios les es


terística de fin, principio de unidad común ser lo primero desde lo cual
y acto del ser de la obra otorgan, algo es o se hace o se conoce. Y de
además, validez a su carácter inteli- éstos, unos son intrínsecos y otros
gible, de esencia y verosimilitud, como extrínsecos. Por eso es principio la
principio revelador de la realidad naturaleza, el elemento, la inteligen­
y verdad prácticas. De modo que se cia, el designio, la sustancia y la
podrá afirmar que el mythos es el causa final, pues el principio de cono­
cimiento de muchas cosas es lo
cumplimiento de la vocación poética
Bueno y lo Bello.11
y de su compromiso con la verdad
práctica.
De este texto se siguen tres
modos generales de decir principio:
“aquello desde lo cual algo es, o
Naturaleza y producción
se hace o se conoce”. El sentido que
Antes de afirmar si, en efecto, el mythos interesa particularmente aquí es el
conlleva en cierto modo la naturaleza relativo a lo que se hace12 y que
de la obra, es necesario entender a equivale al “principio de eficiencia”
qué sentido de naturaleza o physis se tanto en la génesis como en la poiēsis.13
refiere esta conjetura. En la Física de Ahora bien, Aristóteles considera la
Aristóteles se pueden hallar al menos physis como lo que “se hace” en dos
unos diez significados distintos para aspectos: uno absoluto, que se apli-
184 el término physis.9 Estos se relacio- ca al paso del no ser al ser, al que se
nan de una u otra manera, pero todos refieren los sentidos de “nacimiento”,
coinciden en que la naturaleza es un “principio engendrante” y “principio
cierto modo de principio (archē).10 intrínseco de actividad”.14 Otro en
sentido relativo que se aplica de no
9
 Cf. R. Paniker, El concepto de naturaleza, 11
 Ibid., V-1, 1013a 17-23.
1951, Madrid, csic, p. 78. 12
 El verbo griego gígnomai, nacer, tiene en
10
 Aristóteles define “principio” (archē) en el
el contexto de la Física dos significados, según indi­
libro V de la Metafísica como: “a) el punto de una
ca el traductor J. L. Calvo Martínez: (a) generarse,
cosa desde donde alguien puede comenzar a
moverse; b) desde donde cada cosa puede hacerse originarse, llegar al ser en sentido absoluto (aplōs);
del mejor modo; c) aquello desde lo cual, siendo y, (b) convertirse en, tornarse, llegar a ser algo. Por
intrínseco a la cosa, ésta comienza a hacerse; d) aque­ ello se utiliza el sustantivo génesis en ambos
llo desde lo cual, sin ser intrínseco a la cosa, ésta sentidos. (Ph., I, n. 59). Cf. H. G. Liddell, y R.
comienza a hacerse y desde donde principian Scott, A Greek-English Lexicon, s.v. génesiV,
naturalmente el movimiento del principio y el cambio; gígnomai.
e) aquello según cuyo designio se mueven las cosas 13
 Cf. A. González Álvarez, Tratado de meta­
que se mueven y cambian las que cambian; y, f) el física, ontología, p. 415.
punto desde donde una cosa empieza a ser cognosci­ 14
 Cf. W. D. Ross, Aristóteles, 1981, Buenos
ble. Cf. Metaph., V-1, 1012b 34-1013a 17. Aires, Charcas, trad. de D. F. Pró, pp. 98-9.

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NOTAS

ser a ser algo –que es propiamente plejo de forma dinámica y agente


el movimiento o cambio–, y se consi­ intrínseco del movimiento, es decir
dera respecto de seres ya existentes que la naturaleza, desde la perspec-
que sufren alguna alteración.15 tiva del ser es “forma sustancial” y
La physis, como aquello “desde ante la perspectiva del cambio es
lo que algo se hace”, implica un senti­ “eficiencia”.17
do de actividad (que destaca el sufijo Los sentidos más propios de physis
-sis) y de dinamismo. En el movi­ se aplican a lo que tiene este princi-
miento se manifiestan todos los pio de operaciones de modo intrín-
sentidos de naturaleza. Por eso, Aristó­ seco.18 Su contraste con el “arte”
teles advierte que toda consideración (téknē), que se desarrolla con cons-
de “naturaleza”, como principio, requie­ tantes ejemplos en el libro segundo
re, por un lado, analizar la rela­ción de la Física, consiste precisamente en
entre las cuatro causas y, por otro, la la calidad intrínseca o extrínseca del
relación entre la potencia y el acto. principio del movimiento, es decir,
Cuando el análisis reduce los senti- si el objeto se mueve “por sí mismo”
dos de la naturaleza a uno primero o o “por otro”.19 Aristóteles recurre a
más “general”, Aristóteles conclu- numerosos ejemplos de procesos
ye que physis puede tomarse ante técnicos para mostrar cómo opera la
todo como “forma”, según el orden
physis, de modo que él mismo consi­
de las cosas, y como un “principio
dera la analogía entre arte y natura-
de operaciones”, porque es por las 185
operaciones como la generación y leza y, después, la forma. Pero según el orden de
el nacimiento que conocemos la las cosas, primero le compete a la forma el nombre
naturaleza.16 Esto implica un com- de naturaleza porque, como se ha dicho, de nada
se dice que tenga naturaleza si no es por la forma”,
15
 D. Bostock, “Aristotle on the Principles of Comentario al libro V de la Metafísica, trad. de
Change in Physics I”, Language and Logos, M. Jorge Morán, nota 24.
Schofield and M. Nussbaum (ed.), 1982, Cambridge, 17
 Cf. A. Ross, “La defensa aristotélica del uso
Cambridge University Press, pp. 180-1. de explicaciones teleológicas en Física II-8”, Tópicos,
16
 “Hay que tener en cuenta que la reducción 30bis, 2006, p. 139
de dos modos a uno puede hacerse de dos maneras. 18
 Cf. J. M. Cooper, “Aristotle on Natural
Una, según el orden de las cosas; otro, según el Teleology”, Language and Logos, en op. cit.,
orden que se refiere a la imposición del nombre, pp. 198-9.
pues nosotros ponemos los nombres según enten- 19
 “Lo esencial es que el principio a quo del
demos, porque los nombres son signo de lo inteli­ movimiento resida en el ser moviente –aquí engen­
gido. De ahí que, para nosotros, primero surja el drante– aunque el término ad quem recaiga en otro.
nombre, el cual le compete a la cosa, sólo secunda­ Mis actos y acciones son naturales cuando surgen
riamente, y así sucede en las decisiones, y porque de mí mismo aunque recaigan en otro. Naturaleza
las formas y las virtudes de las cosas se conocen implica principio intrínseco de acción, aunque ésta
por sus actividades, primero son la generación y el sea transeúnte. Principio intrínseco no implica
nacimiento los que reciben el nombre de natura- acción inmanente.” R. Paniker, op. cit., pp. 46-9.

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NOTAS

leza como “principio de operacio- sustancial.23 Esta razón de forma


nes” cuando no se trata de poner el sustancial es una de las claves para
acento en el origen de tal principio, comprender los tipos de cambio en
sino en su modo de estar presente en Aristóteles y, entre ellos, la genera-
la cosa, o, en este caso, en la realidad ción. Tanto la generación como la
móvil.20 producción son un proceso en “cami­
Este modo de estar presente del no hacia la naturaleza”, es decir, hacia
principio de operaciones en la reali- la presencia de esta forma sustancial. 24
dad es el modo de la forma, que visto
desde cierto punto es intrínseco. En Aquello que nace, en tanto que
aquello que “cambia o se mueve”, la nace, se dirige desde algo hacia
algo. Ahora bien, ¿hacia qué nace?
forma no es un modo estático, sino
No hacia aquello “desde lo cual”
dinámico.21 Es decir, que al conside- sino “hacia lo cual”. Por consiguien­
rar la naturaleza, hay una cierta rela- te, la naturaleza es la forma.25
ción formal en movimiento, que no
pertenece a las formas accidentales Así pues, si bien puede decirse
o por concurrencia,22 sino a la forma que lo producido se distingue de lo
20
 Sobre este problema, se hace necesaria la
natural en que no tiene el principio
distinción de lo que se hace “por naturaleza” y por el cual llega a ser de modo “intrín­
“según la naturaleza”, según se tome en cuenta el seco”, no puede decirse por ello que
origen del movimiento o el modo de proceder. En
un caso, la diferencia se establece entre lo intrín-
lo producido carezca de un principio
186 de operaciones que, aunque tiene su
seco y lo extrínseco. En el otro caso, según lo necesa­
rio o lo contingente. Lo natural en sentido estricto
será entonces lo intrínseco y necesario, pero esta “casual” y que la palabra “accidente” tiene un signi­
reducción no agota los sentidos de naturaleza. Cf. ficado un tanto luctuoso, que resulta negativo en
R. Paniker, ibid., pp. 52-5. la apreciación de los lectores”. En cambio, la concu­
21
 “The form of any natural living kind consists rrencia hace referencia a una relación de elementos
of an interlocking and mutually supportive set of en realidades compuestas sin que su significado
capacities, so that to explain the exercise of any sea negativo o menos “puro” metafísicamente.
one of these capacities by reference to the form is Cf. J. L. Calvo, “Notas a la Física” núm. 20 y 34,
to link it to the further exercise of some other capac- pp. 8 y 13. Cf. H. G. Liddell, y R. Scott, A Greek-
ity for which it provides a supporting condition”, English Lexicon. s.v. sumbaínw.
J. M. Cooper, “Aristotle on Natural Teleology”, 23
 Cf. M. Artigas y J. J. Sanguineti, Filosofía
p. 200. de la Naturaleza, pp. 78-80. Hago notar que con
22
 La traducción de la Física de Jose Luis frecuencia se llama a esta forma “propia de la sustan­
Calvo, que cito con más frecuencia, traduce katá cia” forma sustancial, aunque Aristóteles no se
symbebēkós como “por concurrencia”. Toma en refiera explícitamente a ella. Le corresponde, sin
cuenta que proviene del verbo symbaínō y elige la embargo, lo que en Metafísica VII trata como especie.
traducción que significa “concurrir”, “coincidir”, 24
 Ph., II, 193b 12-14.
“incidir”. Concuerdo con Calvo en que “la traduc- 25
 Ph., II, 193b 16-18. Cf. W. D. Ross,
ción del latín per accidens llevada al castellano da “Commentary”, Metaphysics, 1997, Oxford, Oxford
inevitablemente una connotación de “azaroso” o University Press, pp. 294.

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NOTAS

origen en un agente extrínseco –el pio de la fabricación, sino que unas


artista–, integra la obra con una veces reside en otros y es exterior,
“formalidad sustancial” existencial, como una casa y cada uno de los
que es principio de todas sus restan- objetos manufacturados; otras veces,
tes concurrencias o “accidentes”.26 en cambio, está en ellos mismos aun­
Por eso distingue Aristóteles en que no por sí mismos, como cuantos
la Física los términos “naturaleza”, podrían ser causas para sí mismos por
concurrencia.30
“por naturaleza” y “según la natura-
leza”. Naturaleza es un “cierto princi­
De este principio –que es la esen­
pio y causa del moverse o estar en
cia según la forma propia de la sus-
reposo en aquello en que se da prima­
tancia– se tiene conocimiento por sus
riamente, por sí mismo”.27 Todo lo
operaciones.31 Aristóteles llama por
que tiene “naturaleza”, afirma Aristó­
eso a la naturaleza como principio de
teles, es “entidad, pues es algo que
subyace y la naturaleza siempre resi­ operaciones y distingue dos dife­
de en algo que subyace”.28 El origen de rencias:32 por naturaleza (physei dè)
la naturaleza, es decir, el modo como significa aquello que tiene en sí mismo
ese principio llega a estar presente 30
 Ph., II, 192b 27-31. Aristóteles refiere
en la entidad puede ser exterior a sí aquí el famoso ejemplo del médico que se cura a
sí mismo: “Un hombre, siendo médico, podría ser
mismo o estar en sí mismo pero no causante de salud para sí mismo; y sin embargo,
por sí mismo.29 no posee el arte de curar en tanto que se cura a sí
mismo, sino que concurre incidentalmente el que 187
la misma persona sea médico y se cure”, Ph., II,
Y lo mismo cada uno de los 192b 22-26. Así, un paciente tiene en sí el princi-
demás objetos que son fabricados: pio de la salud en cuanto a que puede mejorar y
ninguno tiene en sí mismo el princi­ ser curado. De este modo, el médico que se cura
a sí mismo lo hace, por un lado, gracias a su ciencia
26
 “La forma substancial es la raíz de donde y por otro lado, porque naturalmente puede ser
emana la estructura accidental de la sustancia. En curado. El principio intrínseco de salud es éste que
este sentido, la forma es principio organizativo de tiene “por ser hombre”. El principio por concurren­
la complejidad física del ente material, así como cia es el que tiene por ser médico. Por eso afirma
también principio dinámico, pues de ella brotan todas Aristóteles que ambas cosas pueden darse por
las actividades de la sustancia, todo lo que ésta hace separado (192b 26), como ocurre entre el pacien-
en el ámbito material en que se mueva”. M. Artigas te que no sabe de medicina y el médico que no
y J. J. Sanguineti, Filosofía de la Naturaleza, p. 81. padece la enfermedad.
27
 Ph., II, 192b 20. 31
 Es una esencia dinámica, ya que le corres-
28
 Ph., II, 192b 31-34. ponde propiamente ser causa del movimiento en el
29
 Este último es el que podría explicar una ente móvil.
“naturaleza” presente en un artefacto o una obra de 32
 “En cambio, por naturaleza son estas y
arte, que está presente en sí mismo, pero no por sí cuantas se dan en éstas por sí mismas, como el diri­
mismo. El artista es causa de su principio. Aristóte­ girse hacia arriba se da en el fuego: esto no es “natu­
les trata con mayor detenimiento esta relación en raleza”, ni “tiene naturaleza”, pero “es por naturaleza”
Metaph., VII-9, 1034a 19-21. y “conforme a naturaleza”, Ph., II, 192b 33-35.

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NOTAS

o en algo idéntico a sí mismo el agen- en las cosas naturales, que tienen


te del movimiento: “es todo cuanto, el principio de “naturaleza” en sí
moviéndose desde un cierto princi- mismas y actúan “por naturaleza”,
pio, que tiene en sí mismo, alcanza esta diferencia es más difícil de ver.36
un cierto fin”.33 En cambio, según la Sin embargo, si Aristóteles recurre a
naturaleza (katà physin) se refiere este ejemplo es porque en ambos
a aquello que tiene un principio según casos el proceso tiene una semejan-
el cual opera, sea su procedencia za en su orden formal dinámi­co, en
intrínseca o extrínseca, con miras a cuanto a la relación entre la natura-
una finalidad.34 leza como causa eficiente y la finali­
dad, como aquello “hacia lo cual” se
Por ejemplo, si una casa fuera de tiende con la actividad.37
las cosas que se producen por natu- Cuando se plantea la posibilidad
raleza, se produciría igual que ahora de que haya una “naturaleza” en la
con la intervención del arte. Y si obra de arte, ésta debe corresponder,
las cosas debidas a la Naturaleza no por lo tanto, al principio de operacio­
se originaran sólo por Naturaleza,
nes intrínseco a ella, aunque cierta-
sino también por arte, se originarían
mente no sea apropiado hablar de
de la misma forma en que son por
naturaleza. Luego una cosa es para
naturaleza en cuanto al “origen” de tal
la otra. En general, el arte en unos 36
 Las causas que en el análisis pueden separar-
casos lleva a término lo que la Natu­ se, en la realidad se asimilan. Ver también J. Morán,
188 “Evidencia de la naturaleza en Aristóteles”, Tópicos
raleza es incapaz de completar y en
6 (1994), pp. 76-7. Cabe destacar que, al conocer
otros la imita. Por consiguiente, si los el proceso de producción de la obra, de algún modo
objetos del arte son para algo, es se conoce mejor su estructura, por connaturalidad.
evidente que también lo son los de En el proceso que va del conocer lo más evidente a
nosotros a lo más evidente en sí mismo, la con natu­
la Naturaleza.35
ralidad que implica el conocimiento del proceso
productivo es relevante.
Principalmente, en este aspecto 37
 “La forma es el plan de una estructura consi­
se puede basar la analogía entre arte derada como informando un producto particular de
la naturaleza o el arte. La causa final es el mismo
y naturaleza, como un proceso plan, considerado como no todavía realizado en la
eficiente con miras a una finalidad. cosa particular, sino hacia lo que se dirige la natu­
Aristóteles recurre a los ejemplos raleza o el arte […] La causa final en el arte es, así,
en sentido estricto, una cierta estructura que el
del arte para distinguir las causas artista se esfuerza conscientemente por incorporar
extrínsecas de las intrínsecas porque a una materia particular. La causa final en la natura­
leza es la estructura común a toda una infima species,
33
 Ph., II, 199b 15-17. a la cual tienden todos los miembros individuales
34
 J. M. Cooper, “Aristotle on Natural de una especie, sin ningún propósito consciente de
Teleology”, p. 206. renovar su estructura individual”. W. D. Ross, op. cit.,
35
 Ph., II, 199a 12-20. pp. 110-111.

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principio.38 Por eso conviene entender un modo semejante a cómo opera la


cómo se establece la relación entre naturaleza en la generación.41 Se trata
la causa eficiente y la final, en gene- entonces de pensar en “dos naturale-
ral, para todas las realidades móviles zas”: por un lado, la que opera en el
(que admiten cambio). Ello implica llegar a ser de la obra y por otro, de
reflexionar sobre las teorías de Aris- un modo análogo, la que constituye
tóteles acerca del cambio (metabolē) forma sustancial de la obra. En últi-
y, en particular, lo que se refiere a la ma instancia, lo que se quiere demos-
generación y la producción.39 trar es que la mímēsis como actividad
del poeta equivale a la naturaleza del
engendrante y el mythos a la esencia
Metabolē y producción de la obra de arte.
Dice Aristóteles en el libro III de
Ahora es necesario estudiar qué tipo la Física, que la physis es un princi-
de proceso es la generación para pio de movimiento (kínēsis) y de
Aristóteles; sólo a partir de las carac- cambio (metabolē).42 Aunque Aris-
terísticas específicas de la generación tóteles utiliza los términos kínēsis y
como cambio (metabolē) se puede metabolē indistintamente en ciertos
fundamentar una analogía en el proce­
contextos de la Física, es indispen-
so de la producción. Si esta analogía
sable precisar la diferencia entre uno
fuese posible, podría decirse también
y otro. En sentido amplio, ambas pala­ 189
que el principio que causa la produc-
bras con respecto a la physis implican
ción es análogo a la naturaleza.40 Así,
una “modificación”.43 Sin embargo,
habría un principio según la natura­
metabolē responde a un sentido amplio
leza que opera en la producción de
del que la kínēsis es sólo un modo.
38
 Cf. W. D. Ross, op. cit., p. 190-1. También Metabolē es la modificación propia
puede considerarse la “causa formal extrínseca”, de los cambios “intrínsecos”, y
como en el caso de la casa que está en la mente
del arquitecto cuando la construye. El problema de kínēsis se aplica de modo especial a
la “causa ejemplar” de la que se ha hablado ya al modificaciones “extrínsecas” que
hablar de la mímēsis es precisamente que la causa
formal (el proyecto en la mente del arquitecto) y
ocurren a la sustancia sin corromper-
la causa eficiente (el arquitecto en cuanto tal) se la, como el cambio de lugar, tamaño
relacionan de un modo peculiar cuando se pone la y cualidad. Las distintas kínēseis
potencia operativa poética en acto y constituye su
téknē. Así, la téknē en el pasa­je de la Metafísica también son metabolē en cierto senti­
corresponde a la causa formal extrínseca que corres­
ponde también a la causa eficiente. 41
 Cf. Ph., II-8, 199a 15-19.
39
 Cf. W. D. Ross, op. cit., p. 192. 42
 Ph., III-1, 200b 12.
40
 En este caso, la naturaleza del engendrante. 43
 Cf. W. D. Ross, op. cit., pp. 121-2 y núm. 67.

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do, de modo que todo movimiento tado.47 Lo que está en juego en este
implica un tipo de cambio, pero no contexto es la posibilidad de funda-
todo cambio es propiamente un mentar una relación que vaya desde
movimiento.44 el agente del movimiento (la activi-
En este sentido amplio de “modi­ dad del poeta) hasta la constitución de
ficación” (metabolē) define Aristóte­ un principio sustancial del producto
les el movimiento como “actualización (la actualidad de la obra de arte).
de lo que está en potencia en tanto El movimiento, como actualiza-
que está en potencia”.45 El impasse ción de una potencia, requiere siempre
entre la potencia y su actualización de un agente que ponga en acto dicha
en el devenir permite pensar en la capacidad o potencia.48
acción constante del principio duran-
También es evidente esto que
te el proceso.46 Por otro lado, es impor­
produce perplejidad: que el movi-
tante señalar la distinción que apun- miento se da en lo que es movible,
ta Ross entre movimiento y actividad pues es la actualización de esto, pero
en este sentido: el movimiento es la por agencia de aquello que es capaz
actividad incompleta y la actividad de mover. Sin embargo, la actuali-
(enérgeia) es el movimiento comple- zación de lo que mueve no es diferen-
47
 Esta diferencia señala un dato importante
44
 Como señala Bostock, el tratado de la Física, cuando se tiene en cuenta la dimensión de la mímēsis
que se plantea primero como una investigación sobre como actividad, así como el desarrollo de la poiēsis.
190 los objetos de la realidad natural, deriva en la pregun­ No queda del todo clara la diferencia entre ambas
ta por sus principios. Del mismo modo, no sólo se actividades cuando se trata del proceso, si bien es
pregunta por los principios del cambio natural cierto que la mimēsis como tal permanece en todo el
(animado, inanimado, natural o artificial) sino por proceso y fundamenta el mythos como la entelékeia
los principios de todo cambio. Cf. D. Bostock, o la realización final de la enérgeia, mientras la
“Aristotle on the Principles of Change in Physics I”, poíēsis parece responder más bien a la kínēsis,
pp. 182-3. al proceso en movimiento. Cf. R. Paniker, op. cit.,
45
 Ph., III-1, 201b 5. Tomás de Aquino para­ p. 270.
frasea esta definición como “modo medio entre la 48
 El agente del movimiento corresponde a la
potencia y el acto”, ya que el solo acto es el térmi­ “causa que mueve”. Tradicionalmente se le deno-
no del movimiento y la potencia es anterior al mina causa eficiente y suele considerarse una causa
movimiento. Cf. Tomás de Aquino, Comentario extrínseca per se. No obstante, Aristóteles admite
a la Física de Aristóteles, II-2, n. 194. que existen entre las realidades móviles aquellas
46  “Sólo cuando la construcción está hacién- cuya causa agente es intrínseca, como en el caso
dose, lo edificable como tal se está actualizando, de los vivientes, y operan por “automoción”. (Aún
y la construcción es precisamente su actualización. así, en el orden interno de sus partes, una parte
[…] Así, forma parte de la naturaleza del movimiento mueve a la otra). En el caso de la naturaleza como
el hecho de que lo potencial no haya perdido toda­ principio de operaciones, puede ser la propia natu­
vía completamente su potencialidad y se haya raleza el principio agente del movimiento; esto
convertido en devenir actual; esa es la diferen- ocurre de modo especial en los procesos naturales,
cia entre movimiento y actividad”. W. D. Ross, como la generación. Cf. J. M. Cooper, “Aristotle on
op. cit., p. 121. Natural Teleology”, pp. 201-2.

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NOTAS

te, pues tiene que ser la actualización del poeta.51 Lo importante, en todo
de ambos: ello es capaz de mover en caso, es reconocer qué tipo de rela-
virtud de la potencia, pero mueve ción hay entre la actividad del poeta
de hecho en virtud de la actualización. y el acto de la obra que ha producido.
Con que es actualizador de lo movi­ Para Aristóteles hay dos tipos
ble de modo que la actualización de de cambio: el cambio sustancial y el
ambos es una y la misma.49 cambio accidental.52 Esta división
surge a partir de los cuatro géneros de
En el problema de los tipos de metabolē: la alteración, el aumento
cambio es importante distinguir y la disminución, la traslación y la gene­
los cambios cuya causa agente es ración y corrupción.53 Son movimien­
intrínseca o extrínseca, debido a la tos (kínēsis), propiamente, los tres
relación de actualidad que hay entre primeros géneros que corresponden
el acto del agente del movimiento y el a los accidentes de cualidad, cantidad
acto de lo movido.50 Esta diferencia y lugar.54 El cambio sustancial es en
es importante porque, vista desde el cual el resultado de la modifica-
un cierto aspecto, al ser el poeta un ción es que la sustancia deja de ser
agente externo, puede pensarse que la que era y se transforma en otra
no hay propiamente una relación sustancia distinta, o que del no ser
de actualidad con lo producido. Sin 51
 El problema puede plantearse así: ¿la
embargo, hay que ver si el principio unidad entre el acto del agente y el acto de lo
del cambio en la producción da lugar movido puede dar lugar a un acto intrínseco en 191
lo movido? Por ejemplo, el que yo lea un libro no
a una cierta “forma” o principio de implica que, una vez realizada la actividad, a partir
operaciones, aun cuando no se trate de la correspondencia de mi acto con su potencia-
de un proceso de automoción, donde el lidad de ser leído, dé como resultado que el libro
pueda leerse a sí mismo. Cf. M. Artigas y J. J.
acto agente es intrínseco, sino un proce­ Sanguineti, Filosofía de la Naturaleza, pp. 159-60.
so productivo con un agente extrín- En todo caso, este problema se resuelve con el
concepto de potencia activa.
seco –el poeta– y con una natura- 52
 La división entre cambio sustancial y acci­
leza distinta del acto intrínseco en la dental no es explícitamente aristotélico, pero
obra producida. La naturaleza de no deja de ser una síntesis congruente. La razón
es complicada y se expone en diversos libros de
la obra no es idéntica a la naturaleza la Física (III, V y VIII-3), de la Metafísica (VII, X
y XI) y en el Tratado acerca de la Generación y
49
 Ph., III-3, 202a 13-18. la Corrupción (I-4). El problema consiste en que
50
 Es decir, entre el acto que da lugar al aun compartiendo los principios básicos del proce­
movimiento y la actualización de lo movido, la so de metabolē, la generación y producción no son
enérgeia. Cf. R. Paniker, op. cit., pp. 272-3. Este estrictamente un movimiento o kínēsis. Cf. W. D.
tipo de unidad es semejante al que se expone en Ross, op. cit., p. 122.
De Anima III-2, 425b 27, concerniente a la unión 53
 Cf. Ph., III-1, 201a 11 a 16, esp. 14-15.
entre el sensible y el senti­do en acto. 54
 Cf. Metaph., XI-12, 1068b 16-20.

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NOTAS

llega a ser, o que de ser, llega al no perfección de la potencia en acto. Lo


ser: en este caso se encuentran la gene­ que en la Física reúne a la natura­leza
ración y la corrupción. El cambio con la generación y la producción es,
accidental es el que sufre una sustan­ ante todo, el esquema del proceso
cia que, permaneciendo, padece ciertas teleológico, donde se equiparan
modificaciones cualitativas, cuanti- naturaleza, arte y pensamiento.56 En
tativas o locales, como los despla- el libro VII de la Metafísica Aristó-
zamientos, los cambios de color, el teles afirma:
crecimiento o la disminución. Así, por
ejemplo, la adquisición de un hábito De las cosas que se generan,
es un cambio accidental, y la muerte unas se generan por naturaleza,
un cambio sustancial. otras por arte y otras espontánea-
Si, en efecto, hay una analogía mente. Y todas las que se generan
entre la generación y la producción llegan a ser por obra de algo y desde
(en general y poética en particular), algo y algo.57
entonces producir debe ser también
un cambio sustancial, cuyo agente En esta cita se incluye, dentro de
productor es extrínseco, pero al actua­ la generación, lo que tiene como
lizar el principio del movimiento causa la naturaleza en el sentido de
imprime la forma sustancial en una principio eficiente intrínseco; el arte,
materia, produce un cambio intrín- en el sentido de causa eficiente extrín­
192 seco y mueve hacia la existencia seca y lo espontáneo, en el sentido
de una sustancia individual, en cier- de lo casual (ya porque se desconoz-
to modo puede decirse que nueva, ca la causa o porque no exista en ella
cuyo principio, una vez existente, una relación entre la causa eficiente
será también un cierto modo de natu­ y la final).58 Esta inclusión general
raleza.55 de naturaleza, arte y azar dentro de
las causas de la generación responde
a que Aristóteles estudia en este libro
El proceso de generación el proceso de la generación desde una
perspectiva abierta. Responde, como
La generación es una metabolē, un se ha dicho, al planteamiento teleoló­
proceso de cambio que implica tiempo, gico, donde lo que más interesa es el
lugar y magnitud. Involucra la inte-
racción de las cuatro causas y la 56
 Cf. Tomás de Aquino, op. cit., I-13, n. 78 y
III-2, nn. 194-195.
55
 Cf. W. D. Ross, “Commentary” Metaphysics, 57
 Metaph., VII-7, 1032a 12-14.
pp. 182-183. 58
 Cf. Tomás de Aquino, ibid., VIII-7, n. 791

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NOTAS

vínculo entre la forma que imprime suceder debido a la condición poten-


el agente y el fin del proceso.59 cial de la materia como sustrato del
Lo que se genera llega a ser “por cambio), ese algo indeterminado es
obra de algo”, es decir, de una acción también, en cierto modo, un agente.62
eficiente, “desde algo” que es el sustra­ De hecho, la condición de agen-
to del cambio, y “algo” que es el ser te del azar queda reafirmada por la
que resulta al final del proceso. En las figura de la tychē o fortuna, porque
realidades naturales hay una cierta una vez acaecido lo espontáneo, el
“homonimia” entre la forma y la efi­ “pensamiento” puede asimilarlo y
ciencia. Digo homonimia y no iden- apropiarse del curso que imprime.
tidad por la distancia real que hay Así, es afortunado lo que ocurre
entre la forma del engendrante y espontáneamente, pero tal como se
el engendrado.60 La forma que pasa hubiese querido, y desafortunado lo
del engendrante al engendrado es igual que espontáneamente sucede y resul-
en cuanto a su esencia, pero no es la ta contrario a lo que se podría querer.63
misma y no se destruye el engendran­ Lo que sucede entonces es que lo
te al engendrar, de modo que es, en azaroso es integrado al orden por la
cierto modo, una actividad transitiva. razón. No sobra esta precisión aristo­
Si el agente es la naturaleza, (por télica en el tema de la actividad artís­
un orden dado o por automoción en tica, porque la relación de la actividad
el caso de un ser vivo, guiado por poética con la materia sensible es
inevitable. Con frecuencia, un suceso 193
una tendencia necesaria) o el pensa-
miento (por la deliberación ante lo afortunado contribuye a la perfec-
contingente), o el arte, lo que impor- ción de la obra: una veta, una sombra,
ta en este caso es que el agente impri­ un color, una palabra. No resta la
me una forma.61 Por eso incluye labor del pensamiento, que da orden
Aristóteles al azar y lo espontáneo a la realidad, antes bien subraya la
en esta consideración. Si fuera del flexibilidad con que opera la activi-
orden de la naturaleza o del que esta­ dad poética.
blece la razón, algo modifica o impri­
62
 Cf. Tomás de Aquino, op. cit., II-10 n. 156.
me una forma en la materia (y puede 63
 Es curioso que Aristóteles explique de un
modo tan confuso un asunto tan cotidiano. La redac­
59
 Cf. J. M. Cooper, op. cit., pp. 200-1. ción del ejemplo siempre es complicada aunque el
60
 Cf. W. D. Ross, op. cit., pp. 191-2. suceso es simple: hallarse a alguien de camino hacia
61
 Y no una forma cualquiera, sino una “forma otro lado; alguien que te debe dinero justo cuando
sustancial”. Es decir, aquel acto que da el ser vas a cobrar. Este tipo de acontecimientos, con mayor
al compuesto. Cf. M. Artigas y J. J. Sanguineti, o menor trascendencia, se suceden en la vida diaria.
op. cit., p. 88. Cf. Ph., II-6, 197b 14-35.

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