Documenti di Didattica
Documenti di Professioni
Documenti di Cultura
Podemos decir que este proceso comienza: Cuando en febrero de 1820 el ejército porteño fue
vencido en los campos de Cepeda por las fuerzas del Litoral conducidas por Ramírez y López.
Ello acarrea una crisis política en la que se disuelve el poder central, renunciando buenos aires
a su rol de capital de las provincias unidades, los caudillos que exigieron: la disolución del
congreso, la renuncia del director Rondeau, creación de la Sala de Representantes y la firma del
Tratado de Pilar, tratado que exigía: la libre navegación de los ríos, someter a juicio a los
miembros del Directorio, un futuro Gobierno Federativo.
¿Qué consecuencias tubo la disolución del poder central sobre el conjunto del territorio?, el
nacimiento de soberanías autónomas. En la década de 1820 ya que la idea de una nueva
Nación deviene en objeto incierto, nuevos instrumentos legales, conforman nuevas
autonomías estatales en el que fue el espacio virreinal. Constituyéndose cuerpos políticos que
se regían por nuevos Reglamentos, Constituciones o Leyes Fundamentales dictadas por los
gobiernos provinciales, nacidos tras la disolución del Poder Central.
1° Conclusión: Las repúblicas provinciales formadas luego de la caída del Poder Central se
organizaron según los principios del moderno “Constitucionalismo” estableciendo regímenes
representativos con base electoral, Sala de Representantes encargadas de la designación del
gobernador, ejecutivos unipersonales.
Sin embargo las instituciones de las nuevas republicas presentaban desigualdades en sus leyes
dictadas, lo que provoco que conviviera la legalidad institucional basados en el
constitucionalismo con situaciones conflictivas que la historiografía tradicional lo
conceptualizo como Caudillismo, a estas disputas entre caudillos regionales, que sustentaban
su autoridad en el poder personal y su capacidad de reclutar y sostener milicias rurales extra-
constitucionales.
Pero nuevos estudios sobre casos provinciales, comprueban que los Caudillos ejercieron su
poder en un marco creciente de institucionalización política. Entonces si bien existieron
conflictos entre caudillos de distintas provincias, o en el interior de las mismas decisiones
unipersonales, se dieron en un espacio en el que se intentaba imponer las reglas de una nueva
política.
SOCIEDAD Y ECONOMIA EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XIX: en la primera mitad del siglo
XIX, existía clases o grupos sociales de alcance local, dándose la inexistencia de una clase
dirigente de nivel interprovincial. Se puede distinguir:
COLONIA: Se caracteriza la vida económica y social en la colonia por una particular
mercantilización, es la existencia de vínculos comerciales entre las ciudades provincias (por
intermedio de grupos sociales mercantiles), pero no son lo suficientemente fuertes como para
fundar un “Estado”, teniendo un papel dominante un tipo de CAPITAL: EL CAPITAL
COMERCIAL, en la vida de la economía colonial.
Pero en esta primera mitad del siglo XIX, comenzara a manifestarse en un peso creciente de la
propiedad pecuaria, que ira generando las condiciones para una transformación del orden
social y económico, que se dará cuando el CAPITAL COMERCIAL se acople al nuevo mercado
mundial capitalista, que ocurrirá “definitivamente” en la segunda mitad del siglo XIX. Los pasos
serian así: cuando el ordenamiento “económico colonial” del virreinato del Rio de la Plata se
quiebra tras la segregación del alto Perú como también la unidad “política colonial” tras la
independencia, comienza paralelamente a manifestarse los rasgos de un nuevo mundo
económico y social, pudiéndose distinguir tanto en el plano político como en el social y
económico.