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ORIGEN DEL APELLIDO LONDOÑO

Apartes del libro Mi Mama yo y el resto

Los médicos y especialmente los nutricionistas afirman que el hombre es lo que come,
como quien dice: no somos más que papas, arroz y carne, pero los científicos han
descubierto que la persona es mucho más que eso, es producto de la participación de
siete generaciones de ancestros que en mayor o menor grado aportan a su descendencia
sus valores, virtudes y desde luego sus más escondidos vicios, taras y secretos.

Si tuvimos dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos, etc.,
llegamos a la dichosa suma de 254 antepasados entre nuestras siete generaciones
anteriores, de los cuales heredamos lo que somos y lo más seguro es que físicamente nos
parecemos a alguno de ellos.

A ello se debe el interés por averiguar quiénes fueron nuestros antepasados y


afortunada o desgraciadamente eso solo es posible siguiendo las huellas de nuestro
apellido paterno, porque el apellido materno se pierde en el tiempo.

Fueron los paisas antioqueños los primeros arrieros en remontar las cordilleras,
atravesar ríos y cañadas, cruzar valle inundados, para unir el comercio entre las
ciudades del interior, haciendo caminos, trillándolos con el caminar de los bueyes y el ir
y venir de los bienandantes.

Entre estos arrieros curtidos y valientes, se encontraba mi bisabuelo, Pedro María


Londoño, nacido en Sonsón , hijo de Bruno y Andrea valencia, hijo de Juan José
Pantaleón y Bárbara Sánchez , hijo de José Idelio y Rosalía Henao, hijo de Juan Antonio y
Casimira Buritica que fue fundador en Sonson y proveniente de Rionegro quien se había
aposentado allí con su mujer y siete hijos, en agosto de 1800.

El padre Pedro, arriero por el camino del Quindío, que conectaba a Bogotá con el Valle
Popayán y el Pacifico atravesando la cordillera central por el páramo del Quindío, eligió
a Filandia para establecer su familia, porque al tratar de encontrar un buen sitio en el
Valle del Cauca, una campesino de la región de Buga le dio la siguiente explicación:
“En el Valle del Cauca, en verano no se puede preparar chocolate porque no hay agua, y
en invierno no se puede preparar chocolate porque no hay lugar seco para juntar la
candela”

Este camino, arteria principal de conexión entre el oriente y occidente pasaba por Ibagué
, la orilla del río Coello, hasta el nevado del Quindío y el nacimiento del río de su mismo
nombre, descendía por el río hasta el salto del Roble, de allí al Boquía y luego a donde
hoy es Filandia, que fue fundada en 1.878 con el nombre de Nudilleros o Novilleros (
luego se cambió por Filandia que quiere decir hija de los andes), continuaba a La Balsa (
Actual Alcalá) y de Allí a Cartago, el Valle ,Cali y Popayán, el transporte entre Cali y
Buenaventura se hacía en el ferrocarril, que transita por una carrilera imposible, pegada
a la montaña arañando la roca de granito y colgada en algunas partes de la piedra virgen.

A Filandia llegaron el bisabuelo Pedro y su esposa Rafaela Grajales en la tercera


colonización paisa, acompañado de sus hijos, sobrinos, amigos y trabajadores con sus
familias, que lo conocieron de toda la vida ya que durante muchos años trabajaron bajo
sus órdenes abriendo parcelas por el lugar llamado La Miel, donde Pedro era
administrador general de un gran latifundio. Confiaban en su liderazgo para establecerse
en la “Tierra Prometida”,

“Sal de tu tierra, de tu parentela y de la casa de tu padre, y ven a la tierra que te


mostraré” Génesis 12-1

venía de Sonsón, tras una travesía que le llevo 17 días, abriendo la trocha al filo del
machete y el trillar de los bueyes; para evitar el camino más cómodo de Marmato, Supía
y Riosucio donde los indios Emberas, esclavos que trabajaban en las minas de los
patrones ingleses, habían contraído una epidemia que mato a cientos de ellos. Al paso
de ganados, cerdos, bueyes, mulas y caballos recibidos como parte de pago por sus
servicios, llegaron ciento y cinco personas entre hombres, mujeres y niños, a un
contadero llamado Novilleros, Nudilleros o Novillos , especie de corral donde se reunían
los ganados para contarlos mientras pasaban la noche, había además algunas fondas y
mesones pero la población de lugar no pasaba de 50 habitantes permanentes ya que la
mayoría eran viajeros que hacían un alto para descansar; no había alojamiento, ni
espacio, fue necesario adquirir lotes de potreros vecinos para templar las carpas ,
encender la fogatas que hacían soportable la fría noche, e improvisar fogones y servicios
sanitarios .

A pesar de las condiciones tan rústicas, y de la escasez de elementos indispensables,


distribuyó su gente en diferentes brigadas, los proveedores de madera para las
construcciones, los que debían trazar la calles y cavar los alcantarillados y acueductos
para levantar cuarenta casas de bahareque y techos de tabla rajada, los maestros para
los infantes, la damas encargadas de la cocina, los sangreros para surtir los víveres; fue”
vox populi” en esa época” los Israelitas han llegado a Filandia” recordando el éxodo
dirigido por Moisés, tal como se narra en el Pentateuco.

Allí estableció sus cuarteles de invierno de verano y de toda la vida, allí entronizo su
apellido y sus descendientes nacimos, crecimos, nos reprodujimos y formamos una gran
familia.

Mi abuelo Juan de la Cruz, había llegado (a Filandia) con su padre, siendo un infante,
transportado en canastos atados a un caballo, a lado y lado de la silla; aprendió las
primeras letras de manos de su madre quien se había inventado un alfabeto
ayudándose con figuritas similares a las letras, y con su padre, el Padre Pedro, aprendió
los trabajos más rudos, como ayudante en las arrierías, desmontando la selva, abriendo
caminos, en las caucherias y aserrando madera.

Tuvo seis hijos y seis hijas, casado con mi abuela Isabel González, una dama culta que
tenía la habilidad de hacer poesía repentina y muñecas caminadoras con conos de
cartón en los que viene enrollado el hilo , mi padre fue el segundo: aventurero, curioso,
investigador, inquieto, inteligente, trabajador y magnifico papá. También se reputaba
como un buen bailarín, en una sola noche de fiesta, para inaugurar un piso de cemento
que fundieron en una casa de las partidas de Salento, se gastó un par de zapatos nuevos
bailando charlestón, bote y marcha.

Para los años 1450 la mayoría de las personas no contaban con un apellido tal como
nosotros entendemos el concepto.

Se identificaban las familias por el nombre del padre, Juan hijo de pedro y de maría y los
judíos eran conocidos por su "primer nombre ben y el nombre del padre". Así, por
ejemplo: Judah ben Samuel, Ha-Hasid; Baruch ben Samuel, etc.y en la mayoría de los
casos por los apodos: Juan barriga, pedro corredor, José Moreno .etc.

Para el gobierno oficial era muy difícil identificar a las personas por que muchos
heredaban el nombre del padre y del abuelo, el registro de apellidos abrió un nuevo
camino para obtener dinero de los judíos; entonces les obligó a adoptar apellidos
relacionados con sus lugares de nacimiento, o patronímicos, con su profesión o el sitio
donde vivían, de esta norma nacieron apellidos como Aragón, Castilla, Madrid. Jiménez,
Martínez, Caballero, Contador, Robles, Rodríguez, López Etc.

El apellido Londoño, es una variante de la palabra hebrea lemdem (instruido, educado)


con que los judíos vascos calificaban a las personas provenientes de Londres ( landau),
así se le llamaba Landauno , a quien hubiese llegado de Londres o se portara con
refinamiento propio de los londinenses.

En el Norte de España, País Vasco, se radicó su primitivo solar en las aldeas de Londoño
(Lendoño Arriba y Lendoño Abajo) inmediatas a la ciudad de Orduña (Vizcaya).También
tuvo casa en Orduña. Pasó a las provincias de Santander, Logroño y Valencia, y varios
miembros de estas ramas fueron Caballeros de Órdenes Militares. El más reconocido fue
Sancho de Londoño, célebre general y tratadista del siglo XVI. Nacido hacia 1535 en el
seno de una antigua y renombrada familia, hijo de don Antonio de Londoño y de Doña
Ana Martínez de Áris, su abuelo paterno fue Juan de Londoño y Rojas, casado con doña
Inés de Porras, hijo a la vez del Mariscal de Navarra, Sancho de Londoño

"Entre los demás cavalleros que en estas Guerras servían al Rey Don Juan(Rey de
Navarra) havia uno, esforzado capitán, llamado Sancho de Londoño, mariscal suyo, que
descendía de la casa de Londoño que es cerca de Orduña, cámara de Vizcaya”

(Historia de la ciudad de Orduña)

Dos de sus descendientes " Don Juan y Don Agustín Londoño Trasmiera nacidos en la villa
de Requena, provincia de la Mancha que eran hijos legítimos de don Juan de Londoño y
Trasmiera y de doña Catalina de la Cuesta y Pardo de la Casta.
Ambos hermanos, pasaron al Nuevo Reino a mediados del siglo XVII... Don Agustín se
estableció en Bogotá donde fue alcalde en 1,709. Don Juan vino a establecerse al Valle
de Aburra y se desempeñó como Teniente del Gobernador de la Provincia de Antioquia.
Contrajo matrimonio en Medellín el 16 de septiembre de 1685 con doña Bárbara
Gertrudis Zapata, hija del maese de Campo don Antonio Zapata Gómez de Múnera y de
doña Ana María de Toro Zapata. Dice don Juan en su testamento, fechado el 8 de julio de
1709, en los Minerales de San Juan, jurisdicción de Antioquia, que de su matrimonio
nacieron los siguientes hijos:...

1. Don Agustín...
2. Don Antonio, nacido el 6 de junio de 1688.
3. Padre Juan de Londoño...
4. Doña Javiera...fue precursora de la abolición de la esclavitud pues dio libertad a más
de 100 esclavos de su propiedad, mediante la forma de testamento, cuyo contenido dice
lo siguiente:

“Javiera Londoño Zapata siendo mayor de 75 años, y no teniendo descendencia ordena


se de libertad a sus 140 esclavos “bajo el cargo y condición, que me hayan de mandar
decir todos los años cada uno una misa, así los presentes como los descendientes de
ellos por la línea mujeril”...

Desleal a una larga tradición de familia?; Javiera Londoño contrariando las costumbres
de su tiempo y con perjuicio inmediato de su influyente y esclarecida parentela;
orgullosamente, muy en alto el penacho de su indomable voluntad, inició en la Nueva
Granada la consagración de la misericordia.

Con su muerte se cumplió la primera etapa de la que había de ser la liberación de los
esclavos” (Crónicas de Rionegro)

5. Doña Catalina...
6. Don Sancho, nacido pocos días antes de morir su padre, conocido como “El corregidor
Sancho Londoño
LOS VASCOS EN ANTIOQUIA

Por: Raúl Aguilar Rodas

Por cien años se ha hablado de la influencia vasca en la conformación étnica del pueblo
antioqueño, dándole una gran participación. Para acercarnos a encontrar la verdad,
podemos guiarnos por las informaciones de la Guía Telefónica de Medellín, que
prácticamente abarca a toda Antioquia, para hacer un análisis de la participación vasca
en los apellidos antioqueños, al menos en cuanto al número de habitantes.

Los apellidos vascos han sido suficientemente estudiados, de los cuales hay,
afortunadamente, muchos textos y diccionarios que nos permiten evitar errores
comunes en su identificación, pues ya hoy en España no pueden reconocerse por la
localización de la familia, pues la movilidad, aun desde hace siglos, los llevó a
dispersarse por todo el territorio nacional y por el extranjero. Más, sin embargo, el
origen sí podemos identificarlo, aunque ya se encuentren mezclados con los apellidos
oriundos de otras regiones y países. También usaremos como guía el Diccionario
Nobiliario Español de don Julio de Atienza, aunque hay algunas discrepancias con
diccionarios vascos.

Otra cosa muy diferente es tratar de identificar caracteres genéticos completamente


vascos, pues la mezcla ocurrida en América tras quinientos años, así sea con muchos
otros españoles y descendientes de ellos, es bien difícil. Esto replica, en buena parte, a
los que consideran que el “pueblo antioqueño” es laborioso y emprendedor por su
“origen vasco”, desconociendo que en España hay muchas otras regiones laboriosas y
emprendedoras, como Cataluña, Cantabria, Asturias, Galicia, Castilla-León, Valencia,
etc., de donde llegaron muchos inmigrantes a América y en particular a Antioquia.

Los vascos, como excelentes navegantes desde mucho antes del viaje de Cristóbal
Colón, tuvieron una gran participación en él, e inclusive la carabela que utilizó el
Almirante como su embarcación, era vasca, pues su dueño era el gran cartógrafo y
marinero vasco Juan de la Cosa, que acompañó a Colón en sus dos primeros viajes, y
luego con Rodrigo de Bastidas fue el descubridor de las costas colombianas del Caribe
hasta Panamá, en 1501. Fue nombrado en 1504 Alguacil de Urabá, y en 1510, cuando
con Alonso de Ojeda iba a tomar posesión de la Gobernación de Nueva Andalucía, que
comprendía del río Magdalena a Golfo de Urabá, murió flechado por los indios de
Turbaco.

En la primera expedición al interior de Antioquia en 1538, al mando de Vadillo,


encontramos que uno de sus soldados se llamaba Miguel Vizcaíno. Con el capitán Jorge
Robledo estuvo en la fundación de la ciudad de Antioquia Francisco de Avendaño
(Abendaño en Vasco, pues la v no existe en ese idioma); con Don Pedro de Heredia, en
1544 llegó a Antioquia Francisco de Arriaga; con Robledo en 1546 llegaron Ochoa de
Barriga, Luis de Aranda; en la expedición de Gómez Hernández en 1556 encontramos a
Juanes de Zabala; de allí en adelante encontramos a Pedro de Nafarmendi, Juan de
Artieda, Lope Ortiz, Bernardo de Loyola, Gonzalo Bolívar y Arce, Francisco de Arce,
Miguel de Iriarte, Pedro de Aguirre, Francisco de Ariza, Juan de Chavarría, Domingo de
Larrarte. Francisco Ortiz, Francisco de Zabala. A los anteriores, que figuran en listas de
soldados y capitanes en las diferentes expediciones, podemos agregar a Diego Montoya.

Para conocer ya de las familias que se establecieron, tenemos las informaciones de los
encomenderos que nos da el libro Antioquia bajo los Austrias: el capitán Juanes de
Zabala, el capitán Francisco Ruiz casado con doña Mariana de Zurita, el capitán Miguel
de Urnieta Lezcano, Juan de Bolívar Arce, Juan Bautista Laínez, Martín Ibáñez, Domingo
de Elorza Urdinola, Antonio de Montoya. Para mí otro de los más notables, cuya
descendencia duró con su apellido un largo tiempo, fue Juanes de Guetaria, apellido
emblemático del país vasco, quien llegó a Antioquia por 1552; sus genes están,
indudablemente, enraizados en Antioquia, así como los de Montoya, Ruiz y Zabala.
Luego llegaron otros inmigrantes que formaron también familias aquí como, en buena
parte, lo podemos ver en las Genealogías de Antioquia y Caldas compiladas por don
Gabriel Arango Mejía.

Encontramos en el directorio casi un centenar, algunos con mucha abundancia de


nombres y otros con muy poca. Cada página del directorio telefónico tiene 4 columnas,
así que los señalásemos por columnas:

Montoya (74), Zuluaga (35.5), Echeverri (29.6), Alzate (29,5), Aristizábal (29.5),
Chavarriaga (28.8), Uribe (28), Palacio (25), Salazar (23.5), Gaviria (20), Ochoa (18.5),
Orozco (17.8), Echavarría (16.3), Arroyave (16), Acevedo(Acebedo) (15), Aguirre (13),
Atehortúa (13), Arbeláez (12), Cárdenas (11.9), Galeano (10.7), Berrío (10.5), Isaza (10),
Arcila (9), Bolívar (8), Orrego (Orregui) (7.7), Durango (7.5), Maya (7), Vergara (7),
Avendaño (5), Chaverra (5), Arteaga (4.5), Oquendo (4.4), Mira (4.3), Amaya (4.3),
Chavarría (4), Espinal (3.5), Foronda (3.5), Idárraga (3.1), Ibarra (3.1), Araque (2.5),
Arrubla (2.5), Ayala (2.5), Olarte (2.5), Quintana (2.3), Arizmendi(varias ortografías) (2),
Navarro (2), Zabala (1.8), Lezcano (1.3), Guevara (1.2), Ibargüen (0.8), Leniz(s) (0.8),
Suescún (0.8), Barreneche (0.7), Elejalde (0.7), Gamboa (0.7), Larrea (0.7), Mariaca (0.7),
Zambrano (0.6), Solano (0.6), Mondragón (0.5), Arrieta (0.5), Aranzazu (0.4), Echandía
(0.4), Aramburo(u)(0.3), Olano (0.3), Rada (0.3), Alvear(Alviar) (0.3), etc.

Hay otros apellidos vascos, algunos de ellos muy antiguos en Antioquia, pero con muy
pocos miembros actualmente. Es lástima que apellidos como Herrán, Olózaga, Arriola y
Arellano estén desapareciendo, como también hay otros recientes como Arciniegas,
Arana, Aramediz (Aramendi), Carranza, etc.

Algunos investigadores atribuyen origen vasco al apellido ARANGO, pero éste es


asturiano, como lo indica Atienza y otros investigadores, pues es un toponímico de esa
región. También incluyen a LONDOÑO como vasco, el primero Atienza, pero en ninguno
de los diccionarios de apellidos vascos encontramos a Londoño, y el origen del primer
inmigrante a Antioquia de ese apellido fue Don Juan Londoño Trasmiera, nacido en
Requena, en La Mancha, familia originaria del reino de Valencia, como lo traen las
Genealogías de Antioquia y Caldas, según información que aportó, entonces, la familia
de don Juan Londoño.

Si consideramos que el total del Directorio telefónico -2002- de personas naturales de


Medellín y de muchas poblaciones de Antioquia, es de unas 4.680 columnas, y el de las
indicadas para los apellidos vascos es de 609.8, más los de los apellidos de pocas
personas, representan aproximadamente el 13.5% del total.

Faltaría acogernos a las serias investigaciones genéticas que se están haciendo en la


Universidad de Antioquia, para ir completando el cuadro de nuestro origen, al cual ya
han aportado valiosas informaciones.

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