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Filología y Lingüística XII(2): 7-23, 1986

BORGES y EL LENGUAJE

Bemol Herrero Montero

ABSTRACT

Thought about language becomes an obsession in Borges' literary works: poetrv, essays and
short stories. His ontology and his gnoseology are treated in a strict relatlonshlp to his lln-
guistic criticlsm. For Borges, language is a problematic being because of its magic and aes-
thetic fundaments, because of its impossibility to catch and express facts and thought which
happen simultaneously, and because of the many meanings of the words and the lmposslblll-
ty to control the connotations words have for different people, These are some of the
aspects of Borges' thought about language dealt with in this artlcle.

Es probable que el principal punto de partida de los problemas que al respecto plantea Borges.
que podamos encontrar en la reflexión borgeana lo La cosa se complica aún más cuando vemos que
sea su preocupación, constante y profunda, por el estos problemas no sólo son inevitables sino, en
lenguaje. Dicho interés queda atestiguado en mu- alguna medida, hasta necesarios y deseables. Por
chos lugares de su obra, como en "Un lector", ejemplo, siendo la polisemia un obstáculo para la
donde confiesa: exactitud del lenguaje, es una ventaja por la ri-
queza que permite. Siendo imposible discutir
"No habré sido un filólogo, en detalle cada uno de los problemas planteados,
( )
me limitaré a resaltar los aspectos más importantes
pero a lo largo de mis años he profesado la pasión del len-
guaje (1)". del pensamiento borgeano al respecto.
Borges parte del hecho de que todo lenguaje
implica, de por sí, serios problemas. Lenguajes
Este interés, esperable y natu ral en un escritor, altamente racionalizados como el matemático
alcanza en él caracteres de obsesión. No hay punto o el discutido en "El idioma anal ítico de John
de su obra que no esté permeado por sus reflexio- Wilkins", no escapan a ello. Si esto es así en len-
nes sobre el lenguaje: su ontología, su gnoseología, guajes construídos de la manera más racional
están definidas y delineadas en íntima relación con posible, zqué no ocurrirá en los lenguajes corrien-
su crítica del lenguaje. Porque para Borges, al igual tes? Ya en 1928 apunta: "Si las matemáticas (sis-
que para los pensadores de las escuelas anal íticas, tema especializado de pocos signos fundado y
éste se presenta como altamente problemático, y gobernado con asidu idad por la intel igencia)
esto por muchos motivos. La raíz fundamental- entraban incomprensibilidades y son objeto per-
mente mágica y estética del lenguaje; la imposibili- manente de discusión, ¿cuántas no oscurecerán
dad de éste, siempre sucesivo, para captar y expre- el idioma, colecticio tropel de miles de símbolos,
sar el mundo simultáneo (problema planteado por manejado casi al azar? Libros orondos -la Gramá-
Kant); la inevitabilidad, pese a lo anterior, del tica y el Diccionario- simulan rigor en el desorden.
lenguaje en nuestro trato con el mundo; sus as- Indudablemente, debemos estudiarlos y honrarlos,
pectos puramente mecánicos; la necesidad de ex- pero sin olvidar que son clasificaciones hechas des-
presar vivencias personales por medio de símbolos pués, no inventores o generadores de idioma (2)".
comunes; la polisemia de las palabras; la imposibili- Se apuntan aqu í dos características que después
dad de controlar las connotaciones que tienen las surgirán con mayor claridad y fuerza: la arbitra-
palabras en las diversas personas; etc; son algunos riedad de todo orden lingüístico y la inevitabi-
8,- , .' ~ '1 :,/ •
,REVISTA DE FILOLOGIA y LINGUISTICA

lidad de dicho orden si queremos que el lenguaje Ia real idad, percepción que tenemos de manera
funcione como tal. directa pero cuya expresión no siempre le corres-
Una primera aproximación, ya que no solución, ponde. Afirmó por ejemplo: "El lenguaje es un
al problema del lenguaje consiste en afirmar' el ordenamiento eficaz de esa enigmática abundan-
carácter fundamentalmente metafórico de éste. cia del mundo. Dicho sea con otras palabras:
Borges empezará sosteniendo que todo lengua- los sustantivos se los inventamos a la reali-
je es metafórico, en tanto establece vínculos en- dad (4)".
tre cosas, ideas y representaciones de manera Borges concibió los sustantivos, al igual que
arbitraria, por mucho que dichas arbitrariedades Berkeley, Mauthner y los tlónianos, como abre-
hayan sido aceptadas socialmente. Toda habla, viaturas o conjunciones de adjetivos. De la mis-
toda escritura es metáfora, aún cuando gramati- ma' manera, si todo lenguaje es igualmente meta-
calmente no pueda ser clasificada como tal. fórico, prosa y poesía, literatura y filosofía es-
Hablar o escribir, nos dice Borges, es falsear, tarán igualmente lejanos, o igualmente cercanos,
es metaforizar, _es resignarse a ser Góngora, Re- de la realidad. No. existe ningún tipo de lenguaje
cordemos de paso la temprana reducción del que de por sí garantice una mayor cercanía a la
Borges ultraísta, rápidamente abandonada, de realidad. Como afirma Borges, ignoramos sí el
toda poesía a metáfora. Esta manera de enjui- universo pertenece a la literatura fantástica o a
ciar el lenguaje, aunque con variantes, se man- la realista. La segunda consecuencia, íntimamente
tendrá a lo largo de toda su obra, en la cual enfa- ligada a la anterior, es lo que podría llamarse la
tiza el hecho de que el lenguaje es fundamental- indiferencia gnoseológica: ya que ningún lenguaje
mente un hecho artístico, una creación estética es, por sí mismo, más adecuado que los demás
muy anterior a cualquier ciencia. para captar y expresar el mundo, no habrá dema-
No implica ello que el lenguaje sea única y ex- siada diferencia entre expresar nuestro pensa-
clusivamente un hecho estético y mágico, sino que miento, por ejemplo, en forma literaria o filo-
en su origen tuvo tal índole, lo que le imprime sófica, lo cual refuerza lo anteriormente dicho:
ciertas características que permanecerán en mayor Se impone aquí una aclaración que habrá que
o menor grado. Obviamente hay grandes diferen- tener presente a todo lo largo 'del trabajo: el len-
cias entre este hipotético lenguaje original de guaje, en tanto fenómeno real y existente, es par-
cazadores y recolectores y los sofisticados y, al te de la real idad total. Además, el lenguaje puede
menos en apariencia, al tamente·racional izados llegar a constituir en sí mismo, como veremos, una
que util izamos hoy en día. Borges se muestra realidad superpuesta a la, lIamémosla así, realidad
totalmente consciente de esta evolución del len- no verbal. La diferenciación que se utilizará aquí a
guaje llegando a expresar una nostalgia por esta menudo entre lenguaje y realidad toma a ésta últi-
antigua fase, menos racional y reglamentada. Con ma únicamente en su sentido de realidad no verbal,
todo, aún en los más modernos subsisten las ca- y es una división metodológica y expositiva, por
racterísticas básicas del antiguo, por lo que consi- lo que no debe hacer creer en ningún momento
dera posible su afloramiento si el usuario así se le que el lenguaje es considerado por Borges como
propone: "La raíz del lenguaje es irracional y de una irrealidad, como algo fuera de la realidad.
carácter mágico. El danés que articulaba el nom- Al respecto ha dicho: "No creo que lo que yo
bre de Thor o el sajón que articulaba el nombre de escribo sea irreal, aunque no sé qué es la realidad
Thunor no sabía si esas palabras significaban el y qué la irrealidad. Si yo pensara que todo es va-
dios del trueno o el estrépito que sucede al relám- no, que todo es un sueño en ese sentido ... no escri-
pago. La poesía qu iere volver a esa antigua magia. biría tampoco (5)".
Sin prefijadas leyes, obra de un modo vacilante y Por tanto, se utilizará aquí la palabra realidad
osado, como si caminara en la oscuridad (3)". en tres sentidos: realidad total, que abarcaría to-
Esta comprensión del lenguaje como metáfora, do lo existente; realidad no verbal, que estaría
como hecho originalmente estético e irracional, constituida por todo lo existente no lingüístico;
tendrá muy profundas y variadas consecuencias. y realidad verbal, que denota al mundo lingüísti-
Menciono aquí dos. La primera, planteada ya en co. Estoy totalmente consciente de la arbitrarie-
1925, es que si todo lenguaje es metafórico, ningu- dad que implica lo anterior, pero me parece pre-
na de sus partes corresponde exactamente, y de ferible a cualquier otro procedimiento tal como
ser así no lo sabemos, con lo que llamamos reali- util izar otra terminología, crear neologismos, etc.
dad. Mediante él ordenamos nuestra percepción de Tomando en cuenta lo anterior, el uso del térrni-
HERRERA: Borges y ellenguaje 9

no no creará ninguna dificultad para la compren- Hay otra observación, planteada por Rest en su
sión del trabajo. Aquellos casos en que el sentido excelente trabajo, quien apunta que Borges no
no resulte suficientemente evidente, se aclarará parece estar consciente de lo paradójico del hecho
para evitar confusiones. de criticar el lenguaje con herramientas puramente
Es de notar que aunque Borges ha manten ido lingüísticas. Su crítica al lenguaje mediante el len-
esta concepción del lenguaje como hecho funda- guaje mismo, zhasta qué punto es válida? A lo
mental mente estético y metafórico, su manera de anterior cabe contestar que una de las preocupa-
reaccionar ante ella no ha sido igualmente inva- ciones fundamentales del autor acerca del lengua-
riable. En sus primeros libros de ensayos (de los je es su inevitabilidad. Por muy deficiente que sea,
que no ha permitido su reedición, siendo casi inac- nos dice, estamos condenados a usarlo si queremos
cesibles) propone ciertas reformas algo ingenuas, pensar y expresar nuestro pensamiento. Yo plan-
del lenguaje, con la idea de volverlo más exacto tearía más bien lo siguiente. Se nos dice que todo
y eficaz. Entre otras cosas propuso derivar adje- lenguaje es igualmente metafórico, y que las pala-
tivos, verbos y adverbios de los sustantivos; con- bras aisladas carecen de significación. Sin embar-
vertir los verbos neutros en transitivos y vice- go pareciera haber la creencia de que los adjetivos
versa; emplear las palabras con mayor rigor eti- responden de manera más inmediata y directa a
mológico; etc. Esto, junto a la denuncia de los la realidad. No se cree, en una primera etapa, en
aspectos puramente mecánicos del lenguaje; la la existencia real de los objetos denotados por los
esencial falsedad atribu ída a conceptos tales como sustantivos, pero sí en la de las cualidades implica-
yo, tiempo, espacio, materia; la construcción de das en los adjetivos y en la de las acciones implica-
neologismos con intenciones puramente poéticas; das en los verbos. Esto, que está en íntima relación
etc; contribuiría en su opinión a depurar y enri- con la temprana influencia que sobre Borges ejer-
quecer el lenguaje. Sin embargo, pronto llegó ciera el pensamiento de Berkeley, pareciera impl i-
al convencimiento de que el problema no estaba car una cierta inconsistencia. Hay en recordar aqu í
en el lenguaje concreto util izado sino en la natu- que para Borges el lenguaje es fundamental mente
raleza misma de éste, cualquiera que sea. Esto capacidad de representación.
lo llevó a renunciar a sus anteriores pretensiones En un extenso ensayo incluido en su libro El
de reforma y a tratar, más bien, de sacar el máxi- idioma de los argentinos (1928), discute tres teo-
mo provecho del que le hab ía tocado en suerte. rías respecto a los elementos constitutivos del len-
guaje. Por un lado están los gramáticos, quienes
Podría creerse que se puede apuntar aquí una consideran que cada palabra es portadora de
contradicción en el pensamiento de Borges. Si sentido. A esto se opone aduciendo que las pala-
todo lenguaje es igualmente metafórico, igual- bras, por sí mismas y en estado de aislamiento,
mente útil como medio artístico e inútil como carecen de sentido. El hecho de que a cada pala-
herramienta exacta de conocimiento, éno carece bra no le corresponda necesariamente una idea
de fundamento su continua queja del español, es fácilmente observable, nos dice, tanto en el he-
idioma del que ha dicho que es más apto para la cho de que en una frase o texto no hay tantas
vanidad palabrera que para la expresión del pen- ideas como palabras como en la posibilidad de ex-
samiento, lo que pareciera indicar que hay idio- presar una misma idea con diversas palabras. En
mas más exactos y eficaces? Alguno recordará cuanto a la teoría de Croce, de que son las frases
además que él siempre se ha quejado de la pobre- las que poseen sentido, siendo ellas lo fundamen-
za de las letras hispánicas en contraposición, por tal del lenguaje, es igualmente rechazada por Bor-
ejemplo, a la riqueza de las inglesas y alemanas. ges alegando que pueden encontrarse frases con-
Sin embargo, dicha contradicción es resuelta por teniendo más de una idea, frases que no conten-
el autor cuando afirma que el quejarse del español gan ninguna, frases de una sola palabra, etc.
es lo lógico en alguien que tiene que expresarse Para él lo fundamental en un lenguaje será la
en dicho idioma, suponiendo que si le hubiera representación, siendo ésta toda idea que sea
tocado en suerte digamos, el alemán, su queja susceptible de ser representada por parte del suje-
sería contra este último. Mientras Borges saca to. Dichas representaciones pueden estar consti-
inmenso placer de sus lecturas en los varios idio- tuidas por una sola palabra o por muchas no sien-
mas que domina, sólo tiene que trabajar con el do, por tanto, una categoría estrictamente grama-
español, por lo que será de éste del único que tical sino más bien psicológica. Es por ello por
conozca a fondo las deficiencias. lo que Borges medirá la riqueza de un idioma no
10 REVIST A DE FILO LOGIA y LINGUISTICA

por el número de palabras que contenga, sino de un yo coherente y continuo; de la misma ma-
por el nú mero de representaciones que permite. nera esta memoria colectiva que es el lenguaje
Esto lo llevará a criticar la costumbre retórica será lo que permita la constitución y preserva-
de estar util izando constantemente diversos si- ción de una cultura. Toda creación lingü ística
nónimos, lo que tras una falsa apariencia de ri- es una creación cultural, social, que subsistirá
queza oculta una real pobreza de los auténti- en tanto sea preservada por el lenguaje.
cos componentes del pensamiento: las repre- Dicha creación, por ser colectiva y en buena
sentaciones. parte inconsciente, no obedece a ningún plan
Dentro del campo del lenguaje podemos no- racional y estructurado, por lo que en su desa-
tar claramente la fuerte influencia de tres auto- rrollo interviene copiosamente el azar. El indi-
res en el pensamiento borgeano: Berkeley, viduo debe aceptar, si desea comunicarse, todo
Mauthner y Schopenhauer. En ellos ha encontra- este caudal de representaciones que se le entre-
do argumentos y razones para su innata descon- ga durante la adquisición de un idioma. Todo
fianza del lenguaje, así como la creencia en sus intento realmente radical de innovación está en
profundas limitaciones. Tanto Berkeley como buena medida condenado al fracaso. "Cada len-
Mauthner atacaron la real idad de las ideas abs- guaje es una tradición, cada palabra, un símbolo
tractas y la exactitud de los conceptos genera- compartido; es balad í lo que un innovador es ca-
les, y los tres vieron en el lenguaje una herra- paz de alterar; recordemos la obra espléndida pe-
mienta práctica pero tosca, que difícilmente per- ro no pocas veces ilegible de un Mallarmé o de un
mite expresar la riqueza de los objetos y experien- [oyce (6)".
cias individuales con todos sus detalles y particula- Estamos marcados, de una u otra manera, por
ridades. Vieron claramente que si se quería tener todos aquéllos que antes de nosotros han usado
un instrumento útil, esto solo podía lograrse a nuestro idioma; ignoramos en muchos casos de
cambio de un notable empobrecimiento de lo ex- donde vienen las representaciones que maneja-
presado. Todo ello es aceptado por Borges, quien mos cotidianamente. Prologando El oro de los ti-
luchará toda su vida para ir encontrando medios gres nos dice Borges: "En cuanto a las influencias
más exactos y ricos de expresión. La influencia que se advertirán en este volumen ... En primer
de Berkeley y Schopenhauer en estos temas es término, los escritores que prefiero -(... )-; luego,
perfectamente distinguible para todos los lecto- los que he leído y repito; luego, los que nunca he
res que conozcan adecuadamente su pensamien- leído pero que están en mí. Un idioma es una
to; en cuanto a la de Mauthner, por ser un autor tradición, un modo de sentir la realidad, no un
virtualmente desco'nocido e inaccesible en espa- arbitrario repertorio de símbolos (7)".
ñol, es insustituible la obra de Arturo Echavarría De lo expuesto se desprenden claramente dos
Lengua y literatura de Borges, en donde hay una características de todo lenguaje: su carácter supra-
documentada sección destinada a su estudio. individual y tradicional, y el hecho de implicar
Ya definida la idea rectora de las reflexiones una manera de percibir el mundo, una ordena-
borgeanas sobre el lenguaje, ¿qué encontramos ción de éste. Respecto a la primera hay que
en ellas? Borges empieza por tratar de aclarar la hacer una observación: si bien es cierto que todo
relación del individuo con el lenguaje. Aqu í su individuo, para poder utilizar y aprovechar adecua-
opinión será que todo idioma es una creación damente el lenguaje debe mantenerse dentro de
colectiva, sobre la cual el individuo ejerce escaso los límites que éste le marca, sería absurdo decir
control. Todo idioma, además, transmite una que no tenga ninguna influencia sobre él. En pri-
visión del mundo, un modo de sentir la realidad, mer lugar, así como la tradición que hemos recibi-
que condicionará la nuestra propia. Un lenguaje do ha sido forjada por quienes han vivido antes
es toda una tradición, y en él han ido depositán- de nosotros, así nosotros podemos influir en la
dose infinidad de experiencias individuales y que recibirán quienes vengan después. Además,
colectivas que hacen que, lejos de ser un simple todo creador de importancia influye en la ma-
conjunto de símbolos, se constituya en una cos- nera de percibir la tradición misma. Esto, que
movisión que se pasa de una generación a otra. es planteado de la manera más clara en el ensayo
En este sentido, un idioma es una memoria "Kafka y sus precursores", implica que no sólo
compartida, colectiva. Así como para él la me- podemos influir en la tradición futura sino, en
moria individual es, como veremos, elemento algún sentido, en la pasada. El hombre no es un
fundamental para la constitución y preservación agente inerte en manos de la tradición, sino que
HERRERA: Borges y el lenguaje 11

puede ayudar a moldear su pasado y su futuro. nominalista porque no hay cquien sea otra co-
En cuanto a la ordenación del mundo que sa (9)".
nos es transmitida por el lenguaje, resulta claro La función del lenguaje como rportador de ma-
que es ésta una de sus labores más importantes. neras de interpretar y sentir rel rmundo obliga a
Si no dispusiéramos de el lenguaje y todo lo Borges, y a nosotros, a plantear lla relación entre
que él implica: conceptos, clasificaciones, nom- lenguaje y pensamiento. 'Si muestra manera de
bres, etc., el mundo perdería buena parte de su sentir y de pensar el mundoeestán en buena parte
sentido y de su orden. Muchas de las principales determinados por los mecanismos y categorías lin-
características del lenguaje derivan de esta con- gü ísticas a nuestro alcance, ¿qué influencia ten-
dición suya de ordenamiento del mundo. Siendo drán estos sobre el pensamiento? La primera preo-
el lenguaje una especie de gu ía tendrá necesaria- cupación borgeana al respecto es la aparente con-
mente dos características: una cierta arbitrariedad tradicción entre el carácter personal del pensa-
y una mayor simplicidad y rusticidad que el mun- miento y el público e impersonal del lenguaje,
do mismo. Ambas características están íntimamen- problema que ha suscitado en él diversas actitu-
te ligadas. Ya que no sería de utilidad un mapa, des a través del tiempo.
una guía del mismo tamaño y complejidad que la En sus primeros libros de ensayos se queja de
realidad misma (cf.: "Del rigor en la ciencia", esta inevitable y empobrecedora necesidad de ex-
en El hacedor) es claro se irán fijando, de mane- presar nuestro pensar y sentir personal en un len-
ra más o menos arbitraria, los aspectos de la rea- guaje impersonal que, a menudo, nos traiciona.
lidad que resulte más conveniente o necesario Es casi imposible, nos dice, que en ese traslado
resaltar, con el lógico desmedro de otros. Así no se pierdan muchos matices y aspectos de lo
como toda explicación del mundo, todo sistema pensado y sentido por el sujeto, mientras que se
filosófico, nos dice Borges, no es más que la su- adhieren otros que en más de un caso distorsio-
bordinación de los demás aspectos del mundo a nan lo que se ha querido comunicar. Recordemos
uno sólo de ellos, todo lenguaje es una jerarqui- que por esta misma época conservaba todav ía la
zación, una clasificación del mundo, y al respecto esperanza de que el individuo, mediante ciertas
nos afirma: "no hay clasificación del universo que reformas, puede conseguir lenguajes más adecua-
no sea arbitraria y conjetural. La razón es muy dos para la expresión de su pensamiento. Sin
simple: no sabemos qué cosa es el universo (8)". embargo, como se ha visto, tal esperanza es
En cuanto a la mayor simplicidad del lenguaje abandonada rápidamente, lo que obliga a un
con respecto a la realidad, su necesidad es obvia: replanteamiento del problema. En primer lugar,
si el lenguaje fuera tan complejo como aquella, tal se hace claro que si bien el lenguaje al transrni-
y como quería Funes, sería totalmente superfluo tirnos una interpretación del mundo que las
e innecesario. generaciones anteriores han ido elaborando y
fijando, condiciona en alguna medida nuestra for-
Todo lenguaje es el resultado de infinitas re-
ma de pensar!o, también lo es que sería total-
laciones del hombre con el mundo, consigo mis-
mente imposible para cada sujeto elaborar por
mo y con los demás. Como producto de un inmen-
sí sólo, y sin ayuda del lenguaje, una interpre-
so esfuerzo de las generaciones a través del tiempo,
tación de éste. O sea que el lenguaje, al mismo
se va fijando en un idioma una visión del mundo
tiempo que condiciona, en buena medida posi-
que nos es transmitida, estemos conscientes o no
bilita nuestro propio pensamiento. Por otro
de ello. Todo lenguaje será siempre para Borges,
lado es obvio que es este carácter de 'común' lo
como lo ha planteado Barrenechea en su clásico
que posibita la existencia misma del lenguaje.
estudio, una interpretación y ordenación del uni-
Si no fuera así, no habría comunicación entre
verso, y no un simple reflejo de éste.
las personas, y aquél perdería casi todo su
Lo anterior nos permite ubicar el pensamiento sentido.
borgeano en ~I campo del nominalismo, tal y como El lenguaje nos transmite una gran cantidad
lo hace Rest. Con respecto a la observación de éste de pensamientos y recuerdos de otros hombres,
de que el autor no siempre reconoce esta afilia- que nosotros utilizamos para relacionarnos con
ción, recordemos que él nos ha dicho: "El nomina- el mundo, para pensarlo. El hecho de que todo
lismo, antes la novedad de unos pocos, hoy abarca lenguaje implique una ordenación del mundo ha-
a toda la gente; su victoria es tan vasta y funda- ce que éste sea mucho más que un puro caos sen-
mental que su nombre es inútil. Nadie se declara sorial. Además, la inevitabilidad del lenguaje es
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afirmada por Borges al decir: "el lenguaje es ya personal por medio de alusiones a otros tex-
una tradición, es decir, una organización del tos y, sobre todo, a los suyos propios (11 )".
mundo en ciertos conceptos. De modo que que- Todo pensamiento estará siempre condicio-
rer librarse de él es un absurdo (10)". Ya que es nado por el lenguaje, no hay pensamiento sin
imposible e inconveniente pretender establecer lenguaje. A su vez, no hay mecanismo lingüís-
un lenguaje totalmente propio, lo que queda es tico que no implique pensamiento. Borges, siem-
buscar los medios para, dentro del ya establecido, pre tan interesado en la metáfora, nos dice: "Me-
expresar de la manera más adecuada el sentir y taforizar es pensar, es reunir representaciones
el pensar personales. Por tanto no estoy de acuer- o ideas (12)". Si recordamos que todo lengua-
do con Lusky, quien interpreta la obra de Borges je es metáfora, habrá que concluir que todo
como una lucha continua contra las limitaciones lenguaje es, en última instancia, pensamiento.
impuestas al hombre por el carácter lingü ístico Lo anterior tiene, no obstante, una excepción
de su pensamiento, lo que implicaría la posibili- que es anotada por Borges: el lenguaje pura-
dad de uno que, rompiendo con lo lingüístico, mente mecánico. En cuentos como "La otra
evitara dichas limitaciones. La lucha de Borges muerte" y "La noche de los dones", por ejem-
es por lograr formas de expresión que le permi- plo, se alude a narraciones que, a fuerza de re-
tan transmitir, con la menor distorsión posible, petirse, no parecen tener ya ningún significado
su pensamiento. Toda la obra de Borges atestigua para quienes las cuentan". Lo que se da es una
los esfuerzos hechos en esta dirección. Sus escri- mera repetición mecánica de un relato, sin que
tos, como lo hace ver Yurkievich, nunca serán ello implique una actividad mental en concor-
mecánicamente convencionales, sino que tratan dancia con lo narrado. A fuerza de repetir mecá-
de establecer las formas más adecuadas para trans- nicamente la misma historia, esta pierde para quien
mitirnos las representaciones que desea dar a co- la narra, no para quien la escucha, la capacidad de
nocer. Nada más como ejemplo de lo anterior representación que originalmente tuvo. O sea, un
recordemos su esfuerzo por atenuar la sonoridad relato que nace como cualquier otra actividad
de las palabras en beneficio de un mayor énfasis lingüística de una actitividad intelectual, con el
en su significación. Con todo, el problema causado tiempo se transforma en una mera fórmula sujeta
por la necesidad de expresar nuestros pensamien- a repeticiones periódicas y mecánicas, que, sin
tos y experiencias personales por medio de un len- embargo, tendrá para quien la oye por primera
guaje común, será sentido y planteado por Borges vez la misma capacidad de representación que tuvo
a través de toda su obra, apareciendo con toda originalmente para quien la narra. Así, no es que
claridad en cuentos como "El aleph" y "El con- el lenguaje carezca de dicha capacidad, sino que el
greso". Su posición tendrá tanto de aceptación ejecutante no la actualiza. Lo mismo podría decir-
ante la inevitabilidad y conveniencia del lengua- se de otros tipos de lenguaje que pueden ser utili-
je compartido, como de queja por el necesario zados de manera puramente mecánica, tales como
empobrecimiento y distorsión que ello causa. las fórmulas protocolarias y de cortesía. Borges,
No pudiendo evitar su uso, tratará de manejar siempre tratando de potenciar la significación y
el lenguaje de manera tal que implique la menor capacidad representativa del lenguaje, ha denun-
distorsión posible. ciado reiteradamente los aspectos puramente
mecánico de éste.
Eso es, en el fondo, lo que hace todo escritor Dadas las íntimas relaciones entre lenguaje y
profundo, con lo que acaba construyendo algo pensamiento, habrá una estrecha concordancia
a lo qué, en cierto sentido, se le puede llamar entre ambos términos. Así, refiriéndose a T16n,
un lenguaje personal. Nos dice al respecto Echa- afirma: "Las naciones de ese planeta son -con-
varría Ferrari: "a partir de una concepción del génitamente- idealistas. Su lenguaje y las deri-
lenguaje como un sistema arbitrario de símbolos vaciones de su lenguaje -la religión, las letras,
que objetivamente nada tiene que ver con la la metafísica- presuponen el idealismo. El mun-
realidad, de un sistema simbólico que tiende a do para ellos no es un concurso de objetos en el
despersonalizar a quien lo maneja (a negar la per- espacio; es una serie heterogénea de actos inde-
sonalidad individual) y que arrastra consigo un pendientes. Es sucesivo, temporal, no espacial.
caudal de tiempo colectivo e individual ajenos No hay sustantivos (13)". Resulta difícil saber
a quien se propone usarlo de manera creadora, aqu í si es el lenguaje el que determina la forma
Borges pasa a la constitución de un 'lenguaje' de ver el mundo, o si es al revés. Las profundas
HERRERA: Borges y el lenguaje 13

limitaciones que sobre el pensamiento establece ponemos para pensar de otro instrumento que el
el lenguaje se ejemplifican también en Tlón, donde lenguaje, éste determinará constantemente a aquél.
los pensadores se ven imposibilitados de expre- Esta íntima relación ha sido también estudiada,
sar adecuadamente una visión material ista del de muy diversas maneras, por las escuelas anal íti-
mundo. cas de pensamiento. Los resultados de dichas inves-
Como vemos, es imposible separar el pensa- tigaciones tienden en general a darle la razón al
miento de los mecanismos lingüísticos con que planteamiento borgeano del problema, si bien
cuenta para su funcionamiento y expresión. Un sus respectivas posiciones distan mucho de ser si-
ejemplo analizado por Borges son las consecuen- milares.
cias que tiene en el pensamiento de Zenón de Pero al constante énfasis que pone Borges en
Elea la admisión del concepto de infinito; otro lo esta relación que une pensamiento y lenguaje,
encontramos en el sigu iente texto: "La pal abra no debe entenderse que ella se de de manera pu-
problema puede ser una insidiosa petición de ramente mecánica, y que a determinado lenguaje
principio. Hablar de problema judío es postular corresponda necesariamente cierto tipo de pen-
que los judíos son un problema (14)". samiento. En primer lugar es obvio, y él no lo
Dentro de la visión borgeana el lenguaje posi- ignora, que formas nuevas de pensamiento van
bilita y, simultáneamente, condiciona al pensa- introduciendo modificaciones en la manera de
miento. Ambos factores de la relación han sido captar, entender y utilizar el lenguaje. Ya me
tratados por Borges. En cuanto al condiciona- referí brevemente a esto. En segundo lugar, el
miento del pensamiento por parte del lenguaje condicionamiento nunca es tal que impida cierta
éste tiene su raíz, fundamentalmente, en un he- libertad individual: el lenguaje constituye un mar-
cho que no puede ser descuidado: la íntima rela- co de referencia, no una camisa de fuerza. En
ción entre las categorías lingüísticas y las de pen- tercer lugar, el lenguaje, por importante que sea,
samiento: determinados mecanismos lingüísticos no es el único condicionante del pensamiento:
suelen implicar modos igualmente determinados factores tan variados como la educación y la
de pensamiento. La inexistencia de los sustantivos clase social también tienen fuerte influencia en
en Tlón impide pensar a sus habitantes en la exis- él. Borges es consciente de ello y habla, por ejem-
tencia de cosas permanentes y con realidad propia. plo de la influencia que ha tenido su ceguera en
En la vida real, esta idea de la íntima relación entre su forma de percibir y entender el mundo. En
ambos factores ha sido utilizada con buenos re- cuarto lugar el lenguaje está, a su vez, determi-
sultados por algunos cr íticos para intentar desen- nado por la manera de percibir y pensar el mun-
trañar el pensamiento borgeano a través del análi- do. No hay que perder de vista el hecho de que
sis de su lenguaje. Entre las figuras predom inan- dicha manera var ía de sujeto a sujeto, de época
temente utilizadas por el autor están el oxímoron a época y de cultura a cultura. Estos cambios no
y la metáfora. El primero ha sido estudiado funda- son simplemente producidos por el lenguaje,
mental mente por Alazraki y Arias Fernández, sino que más bien son recogidos por él. El len-
quienes han llegado a la conclusión de que su uso guaje mismo, así como su valoración, están en
reiterado indica una profunda tendencia a fundir relación dialéctica con la percepción del mundo
diversos hechos y objetos en grandes unidades, a imperante. Hablando de la disputa entre realis-
sobrepasar las aparentes diferencias que presentan mo y nominalismo nos dice Borges: "para el
entre sí las cosas y sujetos concretos, para hacer realismo lo primordial eran los universales (Pla-
ver la esencial unidad del mundo. A resultados tón diría las ideas, las formas; nosotros, los con-
parecidos llegan Navarro y Gertel en su análisis del ceptos abstractos), y para el nominalismo los
papel que cumple la metáfora en Borges, la cual individuos. La historia de la filosofía no es un
serviría para tratar de descubrir y mostrar las re- vano museo de distracciones y de juegos verba-
laciones que se dan entre las diversas cosas del les; verosímil mente, las dos tesis corresponden
mundo. En todo caso, es claro que para él todo a dos maneras de intuir la realidad (15)".
mecan ismo lingü ístico debe estar al servicio del No debemos por tanto, ni en este ni en nin-
pensamiento, si es que no se desea caer en una gún otro problema, atribuirle al autor simplifi-
escritura puramente decorativa y vacía de repre- caciones y certidumbres absolutas de las que ha es-
sentaciones. tado muy lejos. Una de las características principa-
Borges pone en evidencia una y otra vez, y sus les de su pensamiento es plantear los problemas
críticos hacen con él lo mismo, que ya que no dis- con toda la profundidad que le es posible, no lle-
14 REVISTA DE FILOLOGIA y LINGUISTICA

gando en muchos casos a soluciones que considere talles, casi inmediatos (16)". Tenemos aqu í un
satisfactorias. No tenemos, leyéndolo, la impresión caso hipotético en que, pese a la abundancia lin-
de estar ante un dogmático que expone sus afirma- güística, el pensamiento es planteado como débil
ciones para convencernos de ellas, sino más bien y casi inexistente. Obviamente, la culpa no está
ante un pensador que nos cuenta sus puntos de vis- en el lenguaje sino en el sujeto, incapaz de abs-
ta para dialogar con el lector. traerse a lo concreto del mundo. Será esta posibi-
Siendo las relaciones entre lenguaje, pensa- lidad lo que el lenguaje facilite.
miento e intuición del mundo tan complejas, Creo que en el texto anterior se encuentra una
zhasta qué punto es válida la idea borgeana de de las claves del pensamiento borgeano. Se nos
que el lenguaje determina, en buena medida, al da all í una concepción de lo que para él es el
pensamiento? Hay que tomar en cuenta lo si- pensamiento: selección, generalización, abstrac-
guiente a la hora de responder la pregunta. Evi- ción. Así concebida la actividad pensante, es cla-
dentemente, la mayor ía de las personas se ajus- ro el aporte del lenguaje para la realización de
tan en un todo a la visión del mundo que han ella: proporcionar la herramienta que nos permi-
heredado con su lenguaje, con su cultura. En ta pensar. Es indudable, como vimos, que todo
dichas personas habrá una clara adecuación de enunciado por exacto y detallado que sea será
su pensamiento personal con el lenguaje recibido, siempre incompleto en relación con la realidad
ya que lejos de ser cuestionadores y creadores aludida, incluyendo en esta real idad al pensa-
de pautas de pensamiento han hecho suyas, repro- miento que origina y organiza al enunciado. Mien-
duciéndolas, las ya fijadas en el lenguaje. Pero tras que cada acontecimiento, y en esto ha insis-
aún en los casos en que ello no sucede, en los tido mucho Borges, entraña un gigantesco caudal
grandes pensadores, encontramos la tremenda de detalles y relaciones, el lenguaje nos permite
influencia del lenguaje sobre el pensamiento. expresar tan sólo un número muy limitado de
No hay nadie que rompa de manera total con ellos. Las razones son muchas, no siendo la
su época, con la tradición cultural heredada, menos importante que mientras la realidad es
y aún en el caso de presentarse tal ruptura ello simultánea y total, el lenguaje es sucesivo y par-
ser ía una respuesta ante los patrones de pensa- cial. Todo enunciado implica una selección, la
miento que se rechazan. Esto ayuda a explicar cual a su vez implica el descartamiento de innu-
porque los diversos pensadores de una época, merable cantidad de factores presentes en el
por diferentes que sean entre sí, tienen todos hecho y no en su formulación lingü ística. Es
un mismo aire que los emparenta. Además to- por ello que Funes, imposibilitado de efectuar
do pensamiento, por audaz, anticonvencional tal selección, no se conforma con ninguna de
y revolucionario que sea, se expresará siempre los idiomas que llegó a conocer, siéndole impo-
en un lenguaje determinado, que lo condicio- sible, por otro lado, forjar uno lo suficiente-
nará en buena parte. Recodemos que Borges mente rico y exacto para expresar de manera
no ha afirmado ni que el lenguaje es el único adecuada su detallado mundo.
factor que determina al pensamiento, ni que Vemos entonces como esta aparente pobre-
hay una relación mecánica entre ambos. Lo za del lenguaje permite, gracias a la selección
que él ha planteado, y creo que con toda ra- y abstracción impl ícitos en él, al pensamiento.
zón, es la fuerte influencia que sobre todo pen- Borges está totalmente consciente, y esto es
samiento acarrea el inevitable uso del lenguaje. apuntado por algunos críticos, de que sin la
Con respecto a que éste posibilita al pensamien- simplificación que las ideas imponen el pensa-
to, empiezo aclarando que, al igual que no se plan- miento, a como él lo entiende, sería imposible.
tea una relación mecanicista de determinación en- Hay pues una actitud ambivalente ante este
tre ambos, tampoco se planteará tal tipo de rela- fenómeno de la abstracción lingüística. Por un
ción a nivel de su posibil idad. La presencia del lado está su queja de que por ser el lenguaje un
lenguaje no posibilita, por sí sola, la existencia instrumento deficiente, no sea posible expresar
de auténtico pensamiento. Tomemos el caso de con él toda la increíble riqueza y variedad de
Funes: "Había aprendido sin esfuerzo el inglés, pensamientos, cosas, experiencias y sentimien-
el francés, el portugués, el latín. Sospecho, sin tos individuales y concretos. Hay una profunda
embargo, que no era muy capaz de pensar. Pen- desconfianza, en la que se evidencia la influen-
sar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. cia de Berkeley, hacia la capacidad del lenguaje
En el abultado mundo de Funes no había sino de- para capturar y expresar el mundo mediante
HERRERA: Borges y el lenguaje 15

conceptos generales y abstractos como los que nocimientos consiste en una acumulación de
privan en aquél. Claro está que en esto, como ideas, pero ese mismo motivo lo empuja a negar
en todo, es posible encontrar situaciones y ma- la validez que se pretende conferir a tal conoci-
tices que parecen estar en contradicción con miento (17)".
las ideas generales aqu í esbozadas, y Borges as í Lo anterior implica que pese a ser el lengua-
lo plantea. Por ejemplo, en su afirmación de que je una organización, una interpretación del
lo genérico puede ser más intenso que lo indivi- mundo, no se podrá nunca tener la certeza de
dual, o en la idea que apunta en sus primeros que ella responde a su auténtica realidad, de que
libros de que una representación muy simple lo exprese adecuadamente. Antes bien, las carac-
puede ser el sujeto de un enunciado muy com- terísticas inherentes al lenguaje parecieran negar de
plejo. Nótese sin embargo que tanto en el pri- plano la posibilidad misma de que tal cosa suceda.
mer caso como en el segundo, todo enunciado Es claro que si tomamos el lenguaje como una
debe haber sido pensado, previa o simultánea- simplificación, necesaria e inevitable, tenemos
mente a su enunciación, con una complejidad que llegar a la conclusión de que esta simplifi-
que en el menor de los casos será igual a la que cación implica siempre, de una u otra manera,
porte. También se podría objetar que un enun- no sólo un empobrecimiento y una esquemati-
ciado pensado por quien lo enuncia como sim- zación sino, lo que es más grave, una deforma-
ple, puede ser pensado por otro con una mucho ción. A esto llega efectivamente Borges, quien
mayor riqueza. La obra misma de Borges podría lo plantea en varias ocasiones de manera expl í-
servir tal vez como ejemplo. De acuerdo, pero cita, como durante su entrevista con Charbonier.
esto no varía la situación, ya que el enunciado, Casualmente el tomar conciencia de lo anterior
independientemente de los sujetos que lo crean es lo que hizo a Borges desistir de su tempra-
y recrean no tiene poca o mucha riqueza, y si nero intento por lograr un lenguaje que le permi-
bien es cierto que puede ser el origen de otros tiera una adecuada expresión de la real idad,
muchos, estos deben a su vez haber sido pensa- optando en adelante por limitarse a su alusión.
dos con al menos tanta complejidad como la Con lo cual entramos de lleno en uno de los te-
que portan, con lo cual se vuelve al punto de mas que más han apasionado a Borges: el de la
partida. relación entre lenguaje y realidad.
Por otro lado hay un indudable reconoci- Lo que primero salta a la vista en este tema,
miento de que, gracias casualmente a ello, es siendo por ello lo que más han enfatizado sus
el lenguaje quien posibilita en buena medida al críticos, es la concepción del lenguaje como un
pensamiento. Aunque aquél nos imponga cons- sistema arbitrario de símbolos, independiente
tantemente la ambigüedad, la inexactitud y el de la realidad externa, que tenderá a falsearla.
equívoco, nos sería imposible pensar si nos limi- Tal punto de vista es planteado adecuadamente
táramos a permanecer en la concreción de cada he- en el libro de Echavarría. No hay, se afirma,
cho individual. De esta necesaria e íntima cone- ninguna relación clara y mucho menos necesaria,
xión entre pensamiento y lenguaje, y tomando en entre los signos lingüísticos y sus significados.
cuenta las características ya apuntadas de éste, La única excepción a lo anterior podr ía estar
deriva parcial mente Borges su escepticismo ante la constitu ída por las palabras onomatopéyicas,
posibilidad de conocer el mundo; escepticismo que pero ellas son una insignificante minor ía. Mien-
se extiende a la posibilidad de expresar con exac- tras la real idad se nos presenta en la forma de
titud cualquier conocimiento alcanzado. No con- una infinita cantidad de hechos concretos, el
sidera Borges posible ni que el pensamiento capte lenguaje pretende que todos ellos encuentren
en su auténtica realidad el mundo, ni que el len- expresión en un limitado conjunto de signos aro
guaje pueda expresar exactamente nuestra rela- bitrarios, en donde predominan los conceptos
ción con él. Lo anterior le ha hecho decir a Rest: generales y abstractos. Una de las citas utiliza-
"El pensamiento es, para Borges, siempre lengua- das con preferencia por Borges es de Chesterton,
je, siempre discurso; y el lenguaje siempre es quien afirma: "El hombre sabe que hay en el alma
imperfecto, artificial (... ) esto es lo que puso a tintes más desconcertantes, más innumerables y
Borges en el campo opuesto al platonismo, que a más anónimos que en una selva otoñal. Cree,
partir de nuestro intelecto pretendió erigir un sin embargo que esos tintes, en todas sus fusiones
orden metafísico válido, construido con ideas y conversiones, son representables con precisión
puras. Borges reconoce que nuestro bagaje de co- por un mecanismo arbitrario de gruñidos y de chi-
16 REVISTA DE FILOLOGIA y LINGUISTICA

lIidos. Cree que del interior de un bolsista salen que anula la realidad, sustituyéndola por un
realmente ruidos que significan todos los miste- mundo puramente lingüístico. Creo que en Bor-
rios de la memoria y todas las agonías del anhelo ... ges, por complejas y ambiguas que puedan ser
(18)". La conclusión es clara: es imposible expre- las relaciones entre lenguaje y realidad, éstas se
sar, mediante el lenguaje, la interminable riqueza mantienen como tales: como relaciones entre
de la realidad. El lenguaje será siempre una arbitra- dos térm inos que no pueden ser reducidos el uno
ria simplificación, una abstracción empobrecida. al otro. Podría, cosa que de hecho sucede, consi-
Sin embargo, estamos obligados a su uso, no po- derarse al lenguaje como parte de la realidad, pero
demos pensar y expresar la realidad si no es a nunca a ésta como reducible a aquél.
través del lenguaje, cualquiera que éste sea. Ade- Siempre enfatizando esta diferenciación, afirma
más, por muy simplificada y distorsionada que Borges: "Lo que llamamos realidad viene a ser un
sea la imagen del mundo contenida en el lengua- conjunto de percepciones, de emociones, de en-
je, es indudable que ella existe. ¿Cuáles serán, cuentros, de pensamientos, de sueños, de distrac-
pues, las relaciones que se den entre realidad y ciones, de sorpresas, esa es la realidad. En cambio,
lenguaje? Grandes esfuerzos ha dedicado Borges el idioma es un sistema rígido (20)".
a meditar sobre este tema. Esta mayor rigidez y simplicidad del lenguaje
Una primera observación la constituye la cons- con respecto a la realidad se manifiesta de diversas
tatación de las diversas posibilidades de entender maneras, siendo señalada constantemente por
dichas relaciones. Obviando los múltiples matices Borges. No son raros los cuentos en que se aclara
que ha suscitado la cuestión, encuentra Borges expl ícitamente que la realidad narrada fue mucho
dos posiciones básicas, de las cuales nos dice lo más compleja que la narración, o que ésta es un
siguiente: "Observa Coleridge que todos los hom- mero resumen, o que está incompleta por falta
bres nacen aristotélicos o platónicos. Los últi- de información, etc. Se alude también a la gran di-
mos sienten que las clases, los órdenes y los gé- ferencia entre los conceptos y la compleja realidad
neros son realidades; los primeros, que son gene- que señalan, como en el poema "La noche que en
ralizaciones; para éstos, el lenguaje no es otra cosa el Sur lo velaron", en donde nos habla de la muer-
que un aproximativo juego de símbolos; para aqué- te, "<misterio cuyo vacante nombre poseo y cuya
llos es el mapa del universo (19)". Salta a la vista realidad no abarcamos- (21 )", etc. No importa
algo que ya se había notado en su observación cuan precisas y exactas sean las palabras emplea-
sobre la polémica realismo-nominalismo: la das, éstas nunca podrán dar cuenta completa de la
influencia que ejercen entre sí la manera de perci- real idad.
bir la realidad y de valorar el lenguaje. Tan lícito
es hablar de que la valoración del lenguaje está "Sé que las palabras que dicto son acaso precisas, pero
fuertemente influida por la manera de percibir sutilmente serán falsas, porque la realidad es inasible y
la realidad, como referirse a la influencia que so- porque el lenguaje es un orden de signos rígidos (22)".
bre la percepción del mundo tiene nuestra ma-
nera de entender el lenguaje. afirma en "East Lansing". Whitehead, dice Bor-
De las dos posiciones expuestas, considero ges, ha hecho bien en denunciar la falacia del dic-
lícito ubicar a Borges en la así llamada aristo- cionario perfecto, en donde para cada cosa habría
télica. Conviene empero no darle demasiada una palabra. El trabajo con el lenguaje será por
importancia a esta denominación, que podría tanto siempre un trabajo a tientas.
llevar a confusiones, y aventurarse más bien Otra característica, ya mencionada, que imposi-
en lo que él ha dicho sobre el tema. El respec- bilita la identificación lenguaje-realidad es que
to, su afirmación básica es la imposibilidad de mientras aquél tiene siempre un carácter sucesivo,
establecer una relación de igualdad entre len- dicho carácter no siempre corresponde a la reali-
guaje y realidad, la imposibilidad de considerar dad. As í, es imposible expresar adecuadamente
que ésta esté incluida en aquél. Una primera mediante el lenguaje lo simultáneo de una visión,
comprobación, evidente pero no por eso siem- de una percepción (cf. "El aleph"); o razonar con
pre tomada en cuenta, es el hecho de que la exactitud lo eterno, lo intemporal (cf. "Nueva
realidad no es verbal. Esta diferenciación, en apa- refutación del tiempo"). Por todo lo anterior
riencia tan obvia, no siempre es constatada o ad- Borges concluye que el lenguaje no corresponde
mitida por quienes han estudiado el pensamien- con exactitud a la realidad, que no son sinónimos.
to borgeano, del cual se ha dicho por ejemplo La relación, por tanto, entre realidad y lenguaje no
HERRERA: Borges y el lenguaje 17

será de igualdad; sin embargo no es esta la única gente de realidad y lenguaje, con el consiguiente
posible. Lo que será imposible mediante el lengua- énfasis en el carácter de ficción que todo discurso
je es expresar con toda exactitud y detalle a la rea- encierra en sí. Es aqu í donde la posición de Borges
lidad; pero renunciando a esta pretensión podemos se separa, en forma definitiva, de la mantenida por
encontrar medios para referirnos, con mayor o me- los filósofos anal íticos. En efecto, mientras aqué-
nor exactitud y riqueza, a ella. Algunos críticos, en llos, como afirma Rest, "tratan de superar la inade-
vista del rechazo de la posibilidad de expresión cuación del lenguaje con el propósito de perfeccio-
exacta de la realidad, de la desigualdad entre ésta y nar un veh ículo que facilite el acceso discursivo a
el lenguaje, han afirmado que en Borges se da una la realidad, Borges reivindica esas mismas limitacio-
imposibilidad total de referirse al mundo mediante nes que hab ían sido denunciadas y subraya la fun-
el lenguaje. Yurkievich, por ejemplo, afirma: "Para ción protagónica que desempeña la ficción en el
Borges, lenguaje y mundo no son equivalentes, no desenvolvimiento de cualquier especie de discurso
son intercambiables. Para Borges el mundo (... ) es (25)". Paralelamente a esto, Borges se irá conven
definitivamente inintelegible; esta infinita e indivi- ciendo cada vez más de que esta ficción, por fantás-
sa, esa ubicua y simultánea totalidad es directa, tica que sea, no tiene otro origen ni otra referencia
alegórica o simbólicamente indecible (23)". O sea, que la realidad, a la cual le será imposible no aludir;
que de la diferenciación clara y definitiva en Bor- todo lo cual está en perfecta concordancia con sus
ges, entre lenguaje y realidad, se concluye la no ideas generales sobre el lenguaje. Esto ayuda a acla-
existencia de ninguna relación entre ambos. Tal rar en que sentido he afirmado que las reflexiones
posición me parece indefendible. de Borges, lejos de estar constituidas por una serie
Existen posibilidades de referirse lingüística- de ideas aisladas y sin desarrollo configuran, inclu-
mente a la realidad. Más aún, no hay enunciado so a su pesar, una posición profunda y coherente
lingüístico, dirá Borges, que no aluda de alguna ante los temas abordados.
manera a la realidad. Eso fue lo que comprendió Vale la pena, antes de continuar, hacer una ob-
después de publicados sus primeros libros. A partir servación a lo anterior. He dicho que la realidad no
de entonces no buscará cómo expresar la realidad, puede ser expresada de manera directa mediante el
sino cómo aludirla de la manera más conveniente. lenguaje: a esto hay que agregar que ello no impide
Todo lenguaje implica una alusión a la realidad, aludirla de manera directa, aunque simplificada y
no habiendo en esto diferencias entre uno y otro. resumida. Tal cosa ocurre por ejemplo en "Tlón,
Lo que variará será la manera de aludirla, que po- Uqbar, Orbis Tertius", en donde el hallazgo, par-
drá ser más o menos directa, detallada, etc. De he- cial primero y total después, de la enciclopedia so-
cho, para él no habrá enunciado que no implique, bre Tlón permite a los hombres conocer su histo-
no sólo la realidad aludida directamente sino, indi- ria, arquitectura, fauna, metafísica, etc. Es claro
rectamente, la totalidad del mundo. Lo anterior es que dicha obra no puede transmitir un conoci-
planteado en cuentos como "La escritura del dios", miento completo y exacto de la supuesta realidad
y afirmado de manera expl ícita en el prólogo a El total del planeta, pero sí plantea un resumen lo su-
informe de Brodie, donde dice: "He intentado, no ficientemente riguroso y detallado como para con-
sé con que fortuna, la redacción de cuentos direc- jeturar qué tipo de planeta es Tlón.
tos. No me atrevo a afirmar que son sencillos; no El siguiente problema que se plantea deriva de
hay en la tierra una sóla página, una sóla palabra, lo dicho anteriormente, y ha sido abordado por
que lo sea, ya que todas postulan el universo, cuyo Borges, quien como buen discípulo de Berkeley
más notorio atributo es la complejidad (24)". cree que nosotros entramos en contacto directo, a
Hay, entonces, una extraña dialéctica entre la través de los sentidos, con el mundo externo. Sin
imposibilidad de expresar directa y exactamente la embargo, para pensar y expresar dicho mundo ne-
realidad, y la inevitable alusión que a ella hace to- cesitamos recurrir al lenguaje, el cual es una inter-
do enunciado lingü ístico. Dicha posición irá siendo pretación y una simplificación de él, pero no su
cada vez más expl ícita en su obra, en la cual, como espejo. ¿Qué grado de influencia tendrá entonces
bien lo ha observado Barrenechea, se da una cierta el lenguaje, así como los ordenamientos e interpre-
evolución al respecto. La primera etapa, a la que taciones en él contenidos, sobre nuestra imagen del
ya nos hemos referido, está marcada por un recelo mundo? Podría parecer en un principio que la res-
radical ante el lenguaje, producto de la imposibili- puesta a esta pregunta es variable, dependiendo de
dad ya mencionada. A partir de aqu í se irán acen- la percepción del mundo y la valoración del len-
tuando los comentarios sobre la naturaleza diver- guaje de que se parta, pero la respuesta borgeana es
18 REVISTA DE FILOLOGIA y LINGUISTICA

un ívoca: toda imagen del mundo estará fuertemen- table. Si la ignoramos, creeremos que nuestra ima-
te influida: por el lenguaje, independientemente de gen del mundo es un espejo fiel de éste; si estamos
la posición que se tenga al respecto. conscientes de ella sabremos que es tan sólo un or-
Analizando su planteamiento, vemos que se in- denamiento, entre muchos posibles, y que no ago-
troduce en él, en cuanto a las formas de ordena- ta a la realidad. Para Borges el distanciamiento en-
miento del mundo, una gran variabilidad que no tre mundo y lenguaje no es total; simplemente que
encontramos en respuestas que aceptan la existen- cualquier orden que establezcamos no es necesario
cia de categorías innatas ordenadoras, como sería sino posible; pero nunca será necesariamente falso.
el caso de Kant. Según éste, interpretamos el mun- Todo ordenamiento del mundo debe corresponder,
do externo en base al aparato apriorístico presente en mayor o menor medida, al inagotable mundo.
en todo ser humano. Dicho aparato, compuesto En este sentido no se llega a postular ningún mun-
por las formas a priori de la sensibilidad y las cate- do de cosas en sí, totalmente aislado e incognosci-
gorías, hace que haya un conjunto de conceptos y ble. Nunca alcanzaremos un conocimiento total y
parámetros ordenadores común a todos los hom- exacto de la real idad no ve, ,al que nos circunda, y
bres. En Borges tal aparato ordenador, en vez de de la cual somos parte, pero estamos siempre en
ser invariable y común como en Kant, es el varia- contacto con ella y podemos aludirla a través del
ble y diverso lenguaje. No en vano ha confesado lenguaje. De hecho, es tal la influencia que sobre
haber sido. derrotado en todos sus intentos por nuestra percepción de la realidad tiene éste, que
comprender al pensador alemán. incluso podemos tratar de moldearla en base a
Para el argentino, la realidad se presenta como mecanismos lingü ísticos, que pueden acabar por
un conjunto caótico de percepciones, sentimien- configurarla. Leemos en "La muralla y los libros":
tos, anhelos, etc. Es todo aquello que percibimos, "Quizá el Emperador quizo recrear el principio del
de uno u otro modo. Ahora bien, mientras para tiempo y se llamó Primero, para ser realmente el
Kant ese caos sensorial es ordenado de manera in- primero, y se llamó Huang Ti, para ser de algún
mediata gracias al aparato apriorístico; para Borges modo Huang Ti, el legendario emperador que in-
este proceso ordenador se dará gracias al lenguaje. ventó la escritura y la brújula (27)".
Ya que es imposible, si queremos tener una imagen Dos caracter ísticas del lenguaje: la gran influen-
ordenada del mundo, no utilizar el lenguaje, es cla- cia sobre nuestra imagen de la realidad y la inevita-
ro que no podemos contruirnos ninguna imagen bilidad de su uso, llevan al problema de la supuesta
pura, por así declrlo, de él. Lo único que podemos asimilación de lo real por el lenguaje. Este proble-
saber de manera directa acerca de éste es que está ma, al mismo tiempo que ha sido ampliamente tra-
ah í, constituido por un innumerable conjunto de tado en la obra de Borges, es uno de los que más
entes concretos. Ya la clasificación de nuestras per- interés ha suscitado en la crítica. Hemos visto que
cepciones en provenientes de cosas y de hechos, Borges afirma claramente el carácter no verbal de
por ejemplo, implica un ordenamiento, que no es la realidad. De la misma manera afirmará el carác-
entregado por la realidad misma. ter puramente lingüístico de toda manifestación
Es claro, entonces, que toda imagen del mundo, del lenguaje. Todo enunciado lingüístico será, con
todo ordenamiento y teorización que introduzca- respecto a la realidad no verbal, ficción, y ello in-
mos en él, estarán en buena medida determinados dependientemente de su tipo de relación con la
por el lenguaje. Aún los conceptos más básicos con realidad a la que, necesariamente, aludirá. Si todo
que nos orientamos en la realidad, están determi- enunciado Iingü ístico es en última instancia ficción,
nados en buena parte por él. Esta influencia apare- ello implica que en el momento en que la realidad
ce en innumerables lugares de la obra borgeana, co- es incluida en ellos abandona su carácter de tal y
mo en "El Golem", donde dice: se vuelve también ficción: el lenguaje convierte en
"Gradualmente se vio (como nosotros)
ficticio todo cuanto toca. Esta condición, en apa-
Aprisionado en esta red sonora riencia tan extraña, es afirmada sin titubeos por
De Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora, Borges. As í, en "El otro tigre", escribe:
Derecha, Izquierda, Yo, Tu, Aquéllos, Otros (26)"
"Cunde la tarde en mi alma y reflexiono
Lo que según Borges podrá variar no es tanto el Que el tigre vocativo de mi verso
Es un tigre de símbolo y sombras,
grado de influencia que sobre nuestra imagen del Una serie de tropos literarios
mundo tenga el lenguaje, sino el grado de concien- y de memorias de la enciclopedia
cia que tengamos respecto a ella, que es en sí inevi- y no el tigre fatal, la aciaga joya
HERRERA: Borges y el lenguaje 19

Que, bajo el sol o la diversa luna, mundo se aniquilan. Gerardo Goloboff va aún más
Va cumpliendo en Sumatra o en Bengala allá al afirmar: "La palabra, como se ve, es una rea-
Su rutina de amor, de ocio y de muerte.
Al tigre de los súnbolos he opuesto
lidad muchas veces más potente que .la realidad
El verdadero, el de caliente sangre, misma; la nombra, la hace, la conforma, ,la defor-
El que diezma la tribu de los búfalos ma y también la deshace, porque la realidad es, fi-
y hoy, 3 de agosto del 59, nalmente, pura materia verbal (29)".
Alarga en la pradera una pausada Borges ha sostenido que algunos escritores,
Sombra, pero ya el hecho de nombrarlo
y de conjeturar su circunstancia como Whitman y Valéry, no sólo han forjado sím-
Lo hace ficción del arte y no criatura bolos en su obra, sino que ellos mismos se han con-
Viviente de las que andan por la tierra (28)". vertido en tales. Se ha querido ver en él también
un símbolo: el del hombre perdido en un mundo
Tenemos dos campos claramente definidos: len- de palabras, sin contacto directo con las cosas. Es-
guaje y real idad no verbal. El primero tiene sus le- ta imagen es muy atractiva y muchos hechos ayu-
yes propias, una de las cuales es que todo lo que dan a reforzarla: su ceguera, su desinterés en lo
penetra en su ámbito adquiere su característica contemporáneo, su miop ía poi ítica, sus ideas sobre
principal: ser ficción en relación con lo no verbal. el lenguaje. En una primera lectura de su obra, creí
De esto podemos suponer que también tiene sus entrever dicha imagen, luego reforzada por muchos
leyes propias, sólo que a la hora de conjeturarlas y trabajos críticos; sin embargo, un conocimiento
expresarlas éstas adquirirán carácter de ficción por más en profundidad de su obra me ha convencido
lo ya dicho. La relación entonces entre lenguaje y de lo contrario.
realidad no verbal podría parecer totalmente dese- Creo que Borges, lejos de haber adaptado tal
quilibrada: mientras la realidad se convierte nece- posición ha advertido, con la lucidez que le es
sariamente en ficción a la hora de ingresar en el característica en estos campos, acerca del peli-
lenguaje, éste nunca se convierte en otra cosa que gro de llegar a identificar lo verbal y lo no ver-
en lo que es en sí mismo: lenguaje. Sin embargo, bal. Su planteamiento al respecto es el siguiente:
según mi interpretación esto no es así. En primer podemos distinguir dentro de la realidad dos
lugar todo lenguaje por el mero hecho de existir tipos de ésta: la verbal y la no verbal; usualmen-
pasa a ser parte de la realidad en general, a la cual te se ha creído que la primera era un fiel reflejo,
pertenecen tanto la verbal como la no verbal. Por una expresión a grandes rasgos exacta y adecuada
otro lado la realidad no verbal, por ser la que en de la segunda. Pero esto no es así: ambas realida-
última instancia lo origina, jamás dejará de estar des, independientemente de las estrechas y com-
presente en el lenguaje. Todo enunciado, por fic- plejas relaciones que se establecen entre ambas, no
ticio y fantasioso que sea deberá aludir a la reali- son asimilables la una a la otra. Hacerla equivale a
dad no verbal, si es que ha de tener algún sentido. instalarse en el mundo más ordenado y humano
Así, todo lenguaje estará obligado a postular, aún de los dos, el verbal; pero equivale también a olvi-
sin quererlo, al mundo que lo origina. Vemos en- darse de la irreductible realidad no verbal que nos
tonces que las relaciones entre lo verbal y lo no rodea constantemente, de la cual hemos surgido,
verbal son más complejas de lo que parecieran a a la cual pertenecemos y la que, al cabo nos aniqui-
simple vista. lará. Establezcamos nuestros ordenamientos, nues-
Una buena parte de los críticos no comparten tras interpretaciones lingü ísticas de esa realidad,
tal perspectiva, y sostienen que en Borges lo que vivamos cómodamente en ellas, pero no olvidemos
se plantea es una supremacía total del lenguaje so- que existe otra realidad que es la fundamental.
bre la realidad. No se mantendría la diferenciación Borges está plenamente consciente del gran
que he establecido sino que, en virtud de las rela- influjo, de la fuerza de convicción que el lengua-
ciones ya enunciadas, toda realidad se convertiría je ejerce sobre nosotros, la cual amenaza constan-
en verbal. Esta posición es sostenida con alguna temente con aislarnos en un mundo de palabras.
diversidad de matices. Por ejemplo, Guillermo Su- Este fenómeno, tan estudiado hoy en día, es
cre planteará que, siendo el mundo que planteado constantemente por él. En "Utopía
pensamos y expresamos el resultado de la actividad de un hombre que está cansado", el habitante
del hombre, su única fundamentación posible esta- del futuro con quien se encuentra el protagonista
rá en la palabra. O el mundo entra en el lenguaje, le dice a éste que la imprenta ha sido abolida,
afirma, o se ve reducido a la inexistencia, a un pu- entre otras cosas porque hacía olvidar la real idad:
ro caos en donde el hombre mismo y la noción de "Las imágenes y la letra impresa eran más reales
20 REVISTA DE FILOLOGIA y LINGUISTICA

que las cosas. Sólo lo publicado era verdede- deben tomarse en cuenta tres hechos. Por un lado,
ro (30)". la certeza de que no hay manera de penetrar el
Lo anterior nos lleva a una curiosa paradoja: esquema último del universo (caso de existir tal
mientras la realidad no verbal es, considerada cosa) no ha podido, ni debe, disuadirnos de pla-
en sí misma, autosuficiente, no lo es desde el near esquemas explicativos de él, aún cuando los
punto de vista del hombre, que siempre nece- sepamos provisionales y arbitrarios. Por otro lado,
sitará del lenguaje para pensaría y expresarla. siéndole al lenguaje imposible dejar de aludir en
El hombre, como lo han planteado algunos todo momento a la realidad, esta alusión podrá
críticos en concordancia con Borges, se ha des- ejercerse de una manera tal que podamos deno-
terrado a sí mismo en un universo de palabras. minarla 'verdadera'. Por último siendo la noción
Inconscientes de que éstas configuran un siste- de verdad algo que está más allá de la realidad
ma desigual a la realidad que pretende designar, y que no se aplica a ella, sino tan sólo al lenguaje,
se han olvidado de las diferencias entre ambas. es de esperar que haya sectores dentro de éste
Hemos confundido ambos órdenes, y creyendo que puedan recibir tal clasificación, lo cual estará
referirnos a la realidad hemos construido un determinado en última instancia por la adecuada
mundo verbal independiente. Esta construcción, alusión que haga de la realidad. La verdad, por
por otro lado, es inevitable: el hombre no puede tanto, no consistirá en la perfecta adecuación del
resignarse a vivir en la caótica inmediatez de lo enunciado con el mundo, sino en su adecuada alu-
no verbal. No se trata por tanto de renunciar a sión. En este sentido, no habrá jamás una verdad
construir ordenamientos verbales; se trata de es- absoluta, conviviendo siempre con cierto grado de
tar conscientes del carácter ficticio, tentativo y falsedad impuesto por la simplificación, la arbitra-
arbitrario de ellos. Todo sistema filosófico que riedad, etc., que todo lenguaje implica.
como el de Spinoza, ejemplo utilizado por Bor-
ges, pretenda atrapar en sí la realidad, ser una ex- Dice en "Formas de una leyenda": "La realidad
presión cabal de ella, lleva a la suplantación. Un puede ser demasiado compleja para la transmisión
ejemplo de la actitud postulada por el autor la oral; la leyenda la recrea de una manera que sólo
accidentalmente es falsa y que le permite andar
encontramos con frecuencia en él mismo, como
por el mundo, de boca en boca (32)". Por otro
cuando escribe:
lado, el escepticismo de Borges en relación a las
posibilidades de desentrañar el esquema del univer-
"Es de noche. No hay otros. Con el verso
Debo labrar mi insípido universo (31 )". so, así como la comunicación de lo experimenta-
do, lo hacen juzgar los textos en base a otros va-
o sea, se está consciente del carácter particular y lores que no sean el de verdad y falsedad. Compa-
arbitrario del mundo que se construye con la pa- rando el Hamlet de Saxo Grammaticus con el de
labra. Actuar de otra manera será ingenuidad, se- Shakespeare, opta decididamente por este último
rá pretender vanamente la expresión de la realidad, aduciendo que los dos posiblemente serán igual-
cuando lo único que nos está permitido e impues- mente irreales, pero que el del segundo es mucho
más vivido y complejo.
to es su alusión.
Tomando en cuenta su permanente carácter de Cosas como la coherencia, la viveza, la comple-
ficción, su imposibilidad de expresar adecuada- jidad y la capacidad de maravillarnos sustituirán en
mente la realidad, ¿en qué sentido cree Borges buena parte a los valores estrictamente cognosciti-
que se puede hablar de verdad en el lenguaje? vos a la hora de juzgar un texto. Siendo imposible
Un primer aspecto, que nos recuerda a Berkeley expresar con exactitud el mundo, así como no alu-
es el énfasis que se pone en lo inmediato de nues- dirlo, los sistemas filosóficos y religiosos, las es-
tro contacto con el mundo. Este siempre estará cuelas literarias, etc., no diferirán tanto entre sí
ah í, y no pueden aplicársele conceptos como los por su valor cognoscitivo como por características
de falsedad y verdad; por lo que ellos regirán tan tales como las apuntadas. Ello, no obstante, no
sólo en el campo del lenguaje y de sus relaciones debe hacernos pensar en un esteticismo decanden-
con la realidad. Al respecto, su posición es la si- te, sino en un escepticismo esencial que no es to-
guiente: Toda clasificación del mundo es arbitra- mado trágica sino lúdicamente.
ria y conjetural; en este sentido en tanto entenda- Hemos seguido en este artículo las principales
mos por verdad una adecuación entre mundo y reflexiones borgeanas sobre el lenguaje, haciendo
lenguaje, ella nunca se alcanzará. Sin embargo, ver su profunda unidad. Debo hacer notar, sin em-
HERRERA: Borges y el lenguaje 21

bargo, que una comprensión más a fondo de la (21) Borges. Obras Completas; p. 88.
importancia de este tema en Borges, as í como de
(22) Ibid;p.1136.
las consecuencias que dichas reflexiones tienen en
su pensamiento, exige verlo en relación a su posi- (23) Yurkievich, Saúl. Borges - Cortázar: mundos y
ción ante otros dos temas fundamentales de su modos de la ficción fantástica; en Revista lberoa-
obra: el conocimiento y la literatura, lo que in- mericana, vol. 46, n. 110 ·111, enero-junio, 1980,
p.156.
tentaré abordar en trabajos posteriores. Por
ahora concluiré recordando que, pese a todas las (24) Borges. Obras Completas; p. 1021.
limitaciones y deformaciones que nos impone el
lenguaje, no disponemos de otro medio para pen- (25) Rest Jaime. op. cit.; p. 89.
sar y expresar el mundo, para comunicarnos.
(26) Borges. Obras Completas; p. 886.

CITAS (27) Ibid; p. 634.

(28) Ibid; pp. 824-825.


( 1) Borges. Obras Completas; Buenos Aires, Emecé,
1981, p. 1016.
(29) Goloboff Gerardo. Leer Borges; Buenos Aires, Hue-
mul,1978,p.86.
(2) -'---. El idioma de los argentinos; Buenos Aires,
M. Gleizer, 1928, p. 65.
(30) Borges. El libro de arena; Madrid, Alianza y Emecé,
1983, p. 72.
(3) ----o Obras Completas; p. 858.
(31) ----.ObrasCompletas;p.1098.
(4) cit. en Echavarría Ferrari Arturo. Lengua y litera-
tura de Borges; Barcelona, Ariel , 1983, p. 55.
(32) Ibid;p.740.
(5) Vázquez, María Esther. Borges: imágenes, memo-
rias, diálogos; Caracas, Monte Avila, 1977, p. 108.

(6) Borges. Obras Completas; p. 1022.

(7) Ibid;p.1081.
1. BIBLlOGRAFIA DE JORGE LUIS BORGES

(8) Ibid; p. 708.


Libros
(9) Ibid; p. 746.

(10) Montecchia, M.P. Reportaje a Borges; Buenos Ai· Borges J. L. Obras completas; 1923 - 1972, Buenos
res, Crisol, 1977, pp. 60-61. Aires, Emecé, 1974.
(11) Echavarría Ferrari Arturo. op. cit., p. 15.
----o Obra poética 1923 - 1977; Madrid, Alian-
(12) Borges. El idioma de los argentinos; p. 71. za Editorial, 1983.

(13) ----o Obras completas; p. 435. La encrucijada de Berkelev ; en Mundo


Hispánico, vol. 26, n. 303.
(14) Ibid; p. 653.

(15) Ibid;p.746. ----o El idioma de los argentinos; Buenos Aires,


M. Gleizer, 1928.
(16) Ibid;p.490.
----o Prólogos; Buenos Aires, Torres Agüero,
(17) Rest Jaime. El laberinto del universo (Borges y el
pensamiento nominalista); Buenos Aires, Librería
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Fausto, 1976, p. 58.
----o Borges para millones; Buenos Aires, Corre-
(18) cit. en Borges. Obras Completas; p. 672. gidor, 1978.
(19) Ibid; p. 718.
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