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PROYECTO NUEVE MESES, NUEVE VALORES

Marzo: Interioridad

TOMA UN CAFÉ CONTIGO MISMO


Algunos alumnos y alumnas de Secundaria y Bachillerato han decidido tomarse un café
consigo mismo. Es decir, han buscado un hueco en su ajetreada agenda para dedicarse a
ellos mismos, para pensar en su situación actual, para hacer silencio. Han hecho el ejercicio
de sentarse a tomar café, pero teniendo enfrente a su propio yo. Su relación con su familia y
amigos, su actual estado emocional, su búsqueda de Dios, su motivación en los estudios…
son algunos de los elementos sobre los que han meditado, y aquí os presentamos extractos de
esas reflexiones:

Un café optimista

¿Qué me pido? Yo me pido un café manchado. Estoy en una etapa de mi vida bastante buena,
pero hay cosas que nunca son perfectas y que por mucho que me empeñe jamás conseguiré
alcanzar. En el ámbito familiar y social me encuentro bastante bien, pues se nota que poco a
poco soy más madura, por lo que los enfados en casa son ocasionales. Con mis amigos (…)
estoy bastante bien, excepto con una personita muy especial. Si la pierdo por la tontería que nos
está distanciando me arrepentiré continuamente.
(…) Por mucho que lo creamos, no todo es importante ni relevante. Debemos saber elegir y
clasificar las cosas por orden de importancia.

¿Cantidad de azúcar? Miles de cucharadas soperas porque, aunque no nos demos cuenta, las
pequeñas cosas son las que nos hacen ser felices cada día. No me hace falta que me toque la
lotería, ni sacar un diez en todos los exámenes para poder disfrutar de la magia que cada día
esconde y que muchas veces olvidamos. (…) Por tanto, a pesar de las cosas malas que ocurren,
estoy feliz de tener gente a mi lado que me aporte un terroncito de azúcar cada día. Son ellos
los que componen un enorme y dulce café cargado de momentos inolvidables e historias para
recordar.

¿Posos del café? Pues en el vaso se quedan. No se han de olvidar los ratos de pocas risas, pues
nos ayudan a aprender, a madurar y a crecer como personas, pero tampoco debemos tener en
nuestra mente una imagen constante de un día nublado, porque seremos pesimistas y crearemos
un pozo sin fondo.
(…) Me he dado cuenta, aunque tarde, de que para ser alguien en la vida no basta con ser el
mejor de una clase, de un equipo o de un grupo de amigos, sino que tengo que enriquecerme de
las cosas buenas que cada persona puede aportarme.
(…) Ojalá algún día me dedique a satisfacer a otras personas del mismo modo que ellas lo
hacen conmigo. Ojalá algún día forme parte de vuestro café.
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Marzo: Interioridad

Un café en silencio

Qué paz, qué tranquilidad, cómo lo echaba de menos. Palabras, palabras y más palabras, qué
agobio. Palabras malsonantes, palabras que me dicen mentiras, o tal vez verdades que no quería
escuchar, palabras que me odiaban, palabras que decían que sentían por mí, palabras que me
abrazaban, palabras que me repudiaban… Harta estoy de las palabras, quiero ausencia de
sonido, quiero aquello que la gente no quiere escuchar, o simplemente no sabe respetar.

(…) Me miras, te miro, nos estamos hablando, pero sin palabras, en silencio. Me estás
entendiendo y yo a ti, y no nos estamos diciendo nada. Mírame, sé la luz que atraviesa mi retina
y manda el mensaje de lo que ves a mi cabeza; sólo con mirarte en silencio sé lo que piensas, sé
lo que me quieres decir y no encuentras palabras para ello. (…) Me encanta el silencio.

(…) Ese silencio que acompaña a mi vida, ese amigo que nunca me falla cuando las palabras
me dejan plantada (…). Es silencio lo que yo deseo, lo que yo anhelo. No habléis, lo estáis
escuchando: está hablando el silencio.

Un café en mi habitación

(…) Me invade la tristeza, pues no estoy en los mejores momentos de mi familia, demasiados
problemas… Por otro lado, me siento apoyada por mis amigos, feliz porque tengo a mi novio
conmigo… Es una de las razones por la que levantarme por las mañanas con una sonrisa, y ver
también cómo mi familia siempre está ahí, dando apoyo.

Estoy en una fase de madurez donde no comprendo muchas cosas de las que hago, ni siquiera
sé si las que hago las hago bien. No confío en mí, y eso debería tenerlo, es muy importante.
(…)

El azúcar de mi vida son mi papá, mi mamá, mi hermano, mis amigos y mi novio.

Un café manchado

(…) Todos deberíamos tomarnos un café con nosotros mismos una vez al día, el tiempo que
necesitemos.

(…) Creo que el tipo de café que me corresponde es el “manchado”, porque a pesar de que todo
me vaya más o menos bien, siempre hay algún factor que no va del todo bien. Además, yo creo
en lo que dice la frase siguiente: “No existe la felicidad completa, sólo momentos felices”, y
por ello hay que aprovecharlos.

(…) En cuanto a los posos, lo que me va mal actualmente es mi relación con mis amigos, con
ninguno en concreto, sino con el grupo. El año pasado pasábamos mucho más tiempo juntos, y
sin embargo este año nos hemos distanciado. Mi previsión de futuro es principalmente
solucionar este problema, y en cuanto a los otros aspectos, seguir igual que hasta ahora.
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Marzo: Interioridad

Un café con leche

(…) ¿Cómo me siento? Creo que ahora soy un café con leche en mis estudios y con mi familia
(no estoy al 100%), pero en lo que se refiere a mis amigos me siento bien, al igual que en otras
de las actividades que hago.

¿Qué endulza mi vida? Mi relación con mi mejor amiga es uno de esos azúcares. Otro terrón de
ese azúcar es el baile en mi academia; me siento genial y lo expreso bailando, me libero de todo
lo malo.

¿Qué podría mejorar? Mis estudios no van todo lo bien que deberían, quizá por falta de
motivación o porque no me esfuerzo lo suficiente en ponerle ganas.

Pararme por un momento a pensar en las cosas buenas y malas de mi vida…

Mi momento actual es bueno respecto a ciertas cosas. Con mis amigos tengo muy buena
relación, no tengo ningún tipo de problemas con nadie. (…) Estoy muy contenta con la
educación del colegio, y respecto a los profesores son todos muy buenas personas. Con la
familia muy bien, siempre están en todo momento.

Y respecto a las cosas malas en mi momento actual… En los estudios no estoy contenta con
mis resultados, intentaré esforzarme mucho más. (…) Con mi madre cada dos por tres estoy
discutiendo, o hablándonos mal, aunque intento no levantar la voz…

(…) Hay que pararse más a menudo a pensar en tus cosas, ya que pocas veces lo hacemos. Con
esto me he dado cuenta de que puedo corregir bastantes cosas y valorar más lo que se me ofrece
en el día a día.

¿Quieres un café?

(…) Subí a mi habitación, y sentí cómo se quedó todo totalmente en silencio. Empecé a pensar
en todo lo que había pasado esa semana. Estuve a punto de bajar un café con mi familia, pero
decidí tomármelo sola. No me apetecía un café solo, era un sabor demasiado fuerte para mí en
ese momento; prefería que tuviese mucha más leche que café, pero tampoco sin pasarse.

También añadí un par de cucharadas de azúcar. En ese momento me sentía feliz, me venían a la
mente momentos inolvidables y personas especiales que ocupaban mi vida; y cuando me di
cuenta, había puesto varias cucharadas más de azúcar, pero no le di importancia. Estaba
terminando de bebérmelo y empezaron a aparecer esos posos tan odiosos. Sin querer, se coló un
poco y me lo tragué; no me gustó nada e intenté que el sabor amargo que me había dejado se
fuera. El resto de posos se quedaron en la taza, y no sé por qué, pero me quedé mirándolos
como una boba. No me trajeron muy buenos recuerdos, así que decidí tirarlos y lavar la taza.
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Marzo: Interioridad

Un café después de tanto tiempo…

Hace meses que no me quedo en silencio, pensando en cómo están yendo las cosas. Quizás sea
por eso que algunas de ellas van de mal en peor.

¿Un café? Cuando pienso en algunas cosas (la relación con mis padres, las notas…) me dan
ganas de tomar uno solo, bien fuerte…, pero cuando pienso en otras, me tomaría un vaso de
leche totalmente blanco. Dejémoslo en un cortado…

(…) En la vida hay unas cosas más importantes que otras, y es muy difícil saber ponerlas en
orden. Creo que hasta hace unos meses las tenía claras, pero… ¿Qué está pasando ahora? Está
claro que tengo que pararme a pensar más a menudo, y las cosas deben volver a ser como antes,
TODAS, porque si no las más importantes no van a mejorar… ¿Seré capaz?

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