FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ENSAYO

Y el amor, ¿dónde se fue?

Autor(es):

Becerra Guerrero Humberto Michael

Gonzales Zapata Sergio Miguel
Ruiz Latas Yuseli

Asesora:

Mg. Milagros Córdova Huamán

Chiclayo - Perú

2018
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 INTRODUCCION
1. Introducción al tema
Con el presente cometido pretendemos conocer un tema muy ameno como es, “el
enamoramiento en los jóvenes de hoy en día basándonos en la ética de cada persona.
De alguna manera nos lleva a mencionar los problemas o debilidades del por qué las relaciones de
noviazgo fracasan.
En el tema abordado pretendemos conocer un tema interesante que hoy en la actualidad lo
vemos pasar como algo que no nos llena de expectativas, como algo sin importancia quizá para los
jóvenes de hoy en día y precisamente en ellos nos basaremos en el presente escrito, el cómo
actúan los jóvenes en la realidad actual frente a un noviazgo. ¿Verdaderamente se enamoran? O
¿Buscaran placer?

2. Situación problemática
La realidad del noviazgo en nuestra actualidad es muy fiable por lo que nos planteamos
una gran pregunta, ¿Por qué el ser humano prioriza la satisfacción sexual y no el bien
sentimental como es el amor?
3. Planteamiento del problema
ANTE ESTA REALIDAD SURGE LA SIGUIENTE PREGUNTA: ¿CUÁL ES EL VERDERO
SIGNIFICADO DEL AMOR?

4. Mencionar temas que se tratara

EN EL RESENTE ENSAYO SE DESARROLLARÁ EN DOS partes,

5.

Según Balabarca, Y. (2011) menciona que en el noviazgo el amor, es un precioso don que
recibimos de Jesús. El afecto puro y santo no es un sentimiento, sino un principio. Los que son
movidos por el amor verdadero no carecen de juicio ni son ciegos. Enseñados por el Espíritu
Santo, aman supremamente a Dios y su prójimo como a sí mismos.
¿.
A través de nuestro estudio nos proponemos analizar el verdadero significado que le dan los
jóvenes al amor para así diferenciar los distintos factores erróneos del comportamiento de cada
persona frente al enamoramiento.
Justificación
La importancia de este ensayo radica en que nos permitirá analizar y conocer el verdadero sentido
del amor

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 Ética en el amor, ¿sentimiento? o ¿placer?

Para poder comprender el tema del enamoramiento, nos basaremos en el amor y su implicancia
que tiene en este tipo de circunstancias.
Es por ello que plantearemos los siguientes enunciados
1. Definición del amor: Cuatro siglos antes de Cristo, con la sola luz de la razón natural
Aristóteles logró descubrir el verdadero significado del amor, expresándolo con las siguientes
palabras: “Amar es querer un bien para otro” 1
2. Así es, amar es buscar el bien del ser amado, por él mismo y no por la utilidad que me puede
significar o por el placer que me puede originar. Ricardo Yepes al hablar del amor de
benevolencia nos dice: ―…Esta forma de amor no refiere al ser amado a las propias
necesidades o deseos, sino que lo afirma en sí mismo. Lo relevante no es lo que me aporta
sino lo que él es y, a fin de cuentas lo que podría llegar a ser‖ 2 . El verdadero amor, por tanto,
no se repliega sobre sí mismo, no busca satisfacer alguna necesidad personal, quiere el bien
de la persona que ama, hace todo lo que puede por perfeccionarla, por hacer que sea una
persona más plena. Al respecto Tomás Melendo nos enseña: ―Todas las personas a las que
uno quiere han de ser amadas por sí mismas, porque guardan en su interior tanta grandeza
(su dignidad) que resultan merecedoras de amor… No es verdadero amor el que se vive (o se
finge) por los beneficios que esa relación pueda reportar‖ 3 .

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Por otro lado, Wade, L. (2006) acota:
Una expresión usada por los que promueven la revolución sexual es “Sexo Seguro”. Este
término ha llegado a millones de personas a creer que realmente puede haber seguridad en
un estilo de vida libertino. Se refiere a la idea que los preservativos pueden evitar el
contagio de enfermedades venéreas. Sin duda, ayudan en este sentido, aunque reduce el
peligro, pero de ninguna manera elimina el peligro. De aquí se ha creado la idea que la
enfermedad es la única consecuencia indeseable de esta clase de conducta. Y no es cierto.
Parte de este mito es la idea que “hay que probar el auto antes de comprarlo”. Se refiere al
plan de juntarse en intimidad así no más, sin un compromiso legal. Sin embargo, la realidad
es distinta, se ha comprobado que de esta manera las personas tienen dos veces mayor
probabilidad de divorciarse en los primeros diez años que el promedio de todos los
matrimonios. Además, estudios recientes revelan que entre las parejas que están viviendo
en unión libre hay una incidencia de agresión física tres veces mayor que entre las parejas
de casados y la incidencia de violencia severa es casi cinco veces mayor. Entre mas activos
sexualmente antes del matrimonio, más probable es que uno de los esposos traicione al
otro cuando ya estén casados.
No sorprende, pues, descubrir que las mujeres que viven con su pareja sin casarse reportan
una incidencia de depresión muchísimo más alta que las casadas, y mucho menos
satisfacción en la relación sexual. El mito se desmiente (p.85, 86)

Antes de abordar este tema queremos hacer mención, que, para ver el tema del amor y noviazgo
desde la perspectiva Bíblica, tenemos que aceptar que la Biblia fue inspirada por Dios y aceptarla
como regla de fe. Así como dijo “Isaac Newton, celebre matemático inglés: tenemos la sagrada
escritura como la más sublime filosofía. Conde León Toltoy, eminente escritor ruso: el desarrollo
moral del hombre y del niño es imposible sin leer la biblia. Francisco I. Madero, expresidente de
México: aprecio la Biblia en su más alto valor. Uno de mis mayores esfuerzos será trabajar porque
mi pueblo sea tan ilustrado que entienda los grandes principios de este libro” (IASD Curso Bíblico
La fe de Jesús).

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Aunque en la Biblia no se menciona la palabra noviazgo, pues en ella no se encuentran pasajes
que se refieran específicamente al él. No quiere decir que Dios no dejo principio establecidos en
esta área. Dentro de la Biblia se pueden encontrar muchos principios que hablan sobre la posición
que debe tomar una persona dentro del noviazgo. Basados en ellos, se pueden estudiar algunos
pasajes que refieren a este tema.

En primer lugar, en la biblia encontramos que el propósito de Dios para el Hombre es que no esté
sólo; “Y dijo el Señor Dios: No es bueno que el Hombre esté solo; le haré una ayuda idónea para
él” (Génesis 2:18). La palabra “solo” que se usa viene del hebreo “bad” implica separado, aparte,
fuera de. La soledad es simplemente estar aparte o apartado, separado, fuera de un grupo. Dios
vio al hombre solo con respecto al sexo femenino, porque el hombre no estaba solo en el Edén
tenía la compañía de los animales y la presencia de Dios. En los planes de Dios es que el hombre
disfrute su vida en pareja.
Además, en el texto siguiente: “… y edificó el Señor Dios la costilla que tomó del hombre, en
mujer, y la trajo al hombre. Y dijo el hombre: ésta es hueso de mis huesos, y carne de mi carne;
ésta será llamada Varona porque del Varón fue sacada” (Génesis 2:22,23). Dios quería que su
ayuda idónea de Adán seria parte de su cuerpo, es decir que cuando haya una relación de pareja
el cónyuge haga de su par, parte de su vida y ame como se ama así mismo. Del mismo modo esa
mujer, era hechura de las manos de Dios por gracia especial, para tener una relación cercana y
duradera; es decir para toda la vida.

Por otro lado, la orden de Dios es “por tanto, el varón dejará a su padre y a su madre, y se unirá a
su mujer, y serán una sola carne” (Genes 2:24). La relación es solo de dos, no hay terceros que
puedan intervenir en la relación; por otro lado, eso implica un grado de madurez para poder dejar
al padre y la madre y tomar nuevas responsabilidades al lado del cónyuge. Siendo así que las
relaciones se deben tomar cuando exista un grado de madurez en la persona.

El noviazgo como una relación necesita compromiso, seriedad y madurez. Dios no está a favor de
noviazgos inmaduros o por juego, pues se pone en riesgo los sentimientos de las personas. Esto en
ningún momento implica un yugo que obligue a los jóvenes al casamiento, sino una prevención
para aquel que está por iniciar uno.

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Estamos en una época en la que se ha teorizado demasiado del amor y eso ha hecho que vivamos
en un mundo en el que se escribe sobre el tema, pero se ve menos del mismo. Pero el amor es
real y vale la pena luchar por vivirlo, experimentándolo de manera autentica.

Es importante que seamos personas que viven el amor, de manera concreta y no solo de palabras.
El amor se basa en dar. Busca el desarrollo de la persona amada.

El amor, gira en torno a dar todo. Vida, dinero, tiempo, regalos, actos de servicio, paciencia,
esfuerzo, entre otros. Con el fin de beneficiar a quien es objeto de amor. Pero si solo el amor da, y
se encuentra con otro que no sabe dar, sino solo recibir, entonces el primero está siendo utilizado
y no debería consentir en una relación de tipo “fuente” ya que algún día el contenido de esa
fuente se acabará.

Una persona que ama verdaderamente no da para recibir, sin embargo, recibe, porque ama a otra
persona que también desea dar. Esta es la ecuación del amor verdadero. Dos personas que desean
dar y dar al otro, por lo tanto, ambos reciben.

Esa es la clase de amor que hace que dos personas con pasados diferentes y hogares distantes, se
unan y decidan envejecer juntos. Y llegar a ser una sola carne, no es solo en relación al sexo coital,
sino en relación a llegar a comulgar en gustos, sueños, aficiones, acciones, hábitos, deseos; llegar
a comunicarse sin palabras, sino con idioma íntimo de los gestos y muecas.

Esta experiencia no es necesariamente gratificante, sino que se construye en base a mucha

paciencia, tolerancia, sufrimiento a veces, dedicación, esfuerzo. Eso es amor. Una ecuación cuyo
resultado es la igualdad en la unidad.

Referente a lo mencionado por Elena G. White confirmamos que el amor es Santo porque Juan
menciona “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor” (1 Juan 4:8). Si Dios es
Santo, por lo tanto, el amor es Santo. Elena G. White menciona:
El amor verdadero es un principio santo y elevado, por completo diferente en su carácter
del amor despertado por el impulso, que muere de repente cuando es severamente
probado. Mediante la fidelidad al deber en la casa paterna, los jóvenes deben prepararse
para formar su propio hogar. Practique allí la abnegación propia, la amabilidad, la cortesía y

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 la compasión del cristianismo. El amor se conservará vivo en el corazón, y los que salgan de
tal hogar para ponerse al frente de su propia familia, sabrán aumentar la felicidad de la
persona a quien hayan escogido por compañero o compañera de la vida. Entonces el
matrimonio, en vez de ser el fin del amor, será su verdadero principio (p.172-174).
Por consiguiente, el amor es un principio, puro y santo, porque nace de Dios.
Los chicos, jóvenes y adolescentes, se encuentran frente a un problema importante cuando se
ponen de novios: ¿cómo llevar adelante un noviazgo en santidad, en un mundo hipersexualizado?
Nos damos cuenta que cualquier palabra, cualquier conversación, cualquier gesto es abordado e
interpretado desde una perspectiva sexual y sensual.

Formamos parte de una cultura en la que se ha cosificado a la mujer, desde los medios masivos de
comunicación ya no se retrata a la mujer como una persona, como una profesional, como alguien
con mucho potencial, sino como un objeto sexual.

El noviazgo clásico de la sociedad de hoy, totalmente errado en su desarrollo, indica lo siguiente:

salir seriamente dos o tres veces, acostarse y mantener relaciones sexuales a la tercera o cuarta
salida, y proyectar cosas juntos (proyectos que en la mayoría de los casos se desmoronan
fácilmente, debido a la tremenda velocidad con la que llevan adelante la relación).

En la mayoría de los casos, los jóvenes quedan profundamente lastimados, se producen

tremendas heridas interiores, soledades muy profundas, y la típica generalización cuando la
relación se frustra: todos son iguales, todas son iguales.

Demostrar que tenemos valores más altos que una relación sexual de cinco minutos o la
irresponsabilidad de no planificar. Los varones tenemos el alto desafío de no comprar la mentira
de la mujer como objeto sexual. Y las chicas, el alto desafío de valorarse, de amarse, de cuidarse.
En todo está, está implícito que amamos al otro ser humano, como a nosotros mismos. Y
cuidamos el futuro del otro ser humano, así como cuidamos el nuestro.

Finalmente, podemos decir que Elena G. White sus concejos tienen mucha racionalidad y
relevancia porque si seguimos normas, principios, reglas que rijan u orienten las relaciones
amorosas como es el noviazgo

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El siguiente postulado de Saborio, J. (2007) Quien refiere que la razón del porque las parejas lo
han tomado el noviazgo de manera muy superficial y sin un sentido racional aceptable, es porque
no les gusta acatar las reglas o instrucciones; que por consiguiente estas reglas no son para
reprimir sino para preservar su integridad y disfrutar de la vida.

Primero, si se ha tomado el noviazgo de manera muy superficial y sin un sentido racional

aceptable es porque los jóvenes se han idealizado noviazgos equivocados. Se idealiza a una
persona atribuyéndole cualidades y virtudes que por lo común están muy lejos de tener, se desea
que siempre fuera así y se empeña en que sea así como se ha inventado. Y lo peor que se hace sin
conocerlo bien a la persona amada.

Dichos espejismos o idealizaciones se han basado en atributos físicos, siendo que el físico toda la
vida, en el trascurso de los años habrá cambios; así mismo viene acompañado de una gran
impaciencia sexual, los jóvenes tienen constantes deseos de besar, abrazar, sentir la cercanía de
ese cuerpo cálido, de igual manera, las relaciones se presentan con exceso de celos y búsqueda de
control, asfixiando y posicionados de su pareja.

Segundo, a los jóvenes no les gusta acatar las reglas o instrucciones; porqué, la libertad que tienen
para elegir se ha malinterpretado y se toma como libertinaje, actuando con libertad excesiva y
abusiva en lo que se dicen o hacen, además se complacen libremente en la hilaridad y el regocijo
sin pensar en el final de su viaje.

Por lo tanto, es recomendable someterse a principios divinos siendo estos dados por amor y para
edificar nuestras vidas con integridad; así como dice el texto Bíblico “es mejor obedecer a Dios
antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

En el postulado de Wade, L. (2006). Donde menciona que las relaciones sexuales

prematrimoniales
acarrean problemas diversos como violencia, divorcios, depresión entre otros. Pues sin lugar a
duda
son actos que pueden ser vitales para una buena convivencia si se tomará la abstinencia como
refiere el texto bíblico que Pablo menciona “Huid de la fornicación. Cualquiera otro pecado que el

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hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca ” (1
Corintios 6:18).

Si cerca de una casa hay un hoyo profundo, y una madre le prohíbe a su hijo que no se acerque
porque se puede caer y llegar a mayores consecuencias, esa orden será por qué la madre ¿lo ama
o le tiene cólera? La respuesta es contundente “Lo ama”. Pues si Dios es tu padre y nos pone
parámetros no es porque nos tiene cólera si no que en su infinita sabiduría quiere proteger de los
peligros que acarrea este tema de las relaciones prematrimoniales.

El sexo fue creado con la finalidad de que haya una intimidad con el cónyuge y se disfrute sin
miedo, sin reproche y sin percance alguno. Así pues, este es y será un asunto de gran importancia.

Sin embargo, hay problemas que causa si se realiza fuera del lazo matrimonial, por ejemplo:
El sexo comienza a dar intimidad para la pareja en el momento equivocado. En la cabeza de
muchos, la conquista acabó y ahora que ya se acostó con el compañero, ya no necesita hacer nada
para conquistar pues ya cedió todo lo que tenía que ceder. Por eso es por lo que muchos
comienzan a ser posesivos, celosos, y hasta controladores. Viven como si el uno perteneciera al
otro sin el compromiso de matrimonio.

http://www.mercaba.org/FICHAS/Monografias/sentido_del_amor.htm
http://www.mercaba.org/LECTOR_PDB/Amor%20y%20Responsabilidad,%20Cardenal%20Karol
%20Wojtyla.pdf
http://aprendiendoaquerer.cl/wp-content/uploads/2014/06/amor-y-responsabilidad-en-la-
antropologia-de-karol-wojtyla1-Copy.pdf

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