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HEPATITIS C

La hepatitis C es una infección del hígado causada por el virus de la hepatitis C.


La hepatitis C aguda se refiere a los primeros meses luego de que alguien se
infecta. La gravedad de la infección aguda puede variar de una enfermedad muy
leve con pocos o ningún síntoma a una afección grave que requiere
hospitalización. Por razones que se desconocen, alrededor del 20% de las
personas pueden eliminar o deshacerse del virus sin un tratamiento durante los
primeros 6 meses.

Lamentablemente, la mayoría de las personas infectadas no pueden eliminar el


virus de la hepatitis C y desarrollan una infección crónica o de por vida. Con el
tiempo, la hepatitis C crónica puede generar problemas de salud graves, entre
ellos, enfermedad hepática, insuficiencia hepática e incluso cáncer de hígado.

ETIOLOGIA

La infección por hepatitis C se basa en un patógeno específico, el virus de la


hepatitis C (VHC). Se trata de un virus ARN de cadena única que pertenece a la
familia de los denominados flavivirus, descubiertos en 1989. Hasta entonces sólo
se sabía que la inflamación del hígado no era causada por el virus de la hepatitis A
ni por el virus de la hepatitis B. En consecuencia, la enfermedad fue denominada
hepatitis no A no B (nAnB).

Los agentes causales de la hepatitis C pueden clasificase en 6 tipos según las


diferencias en sus genes (llamados genotipos), que muestran una distribución
geográfica específica.

SIGNOS Y SINTOMAS

La infección a largo plazo por el virus de la hepatitis C (VHC) se conoce como


hepatitis C crónica. La hepatitis C crónica generalmente es una infección
«silenciosa» durante varios años, hasta que el virus daña el hígado lo suficiente
como para provocar los signos y síntomas de la enfermedad hepática. Algunos de
los signos y síntomas son los siguientes:

 Sangrado con facilidad


 Hematomas con facilidad
 Fatiga
 Poco apetito
 Coloración amarillenta en la piel y los ojos (ictericia)
 Orina de color oscuro
 Picazón en la piel
 Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
 Hinchazón en las piernas
 Pérdida de peso
 Desorientación, somnolencia y balbuceo (encefalopatía hepática)
 Vasos sanguíneos en la piel similares a las arañas (angiomas aracniformes)

Cada infección por hepatitis C crónica comienza con una fase aguda. La hepatitis
C aguda generalmente no se diagnostica porque pocas veces provoca síntomas.
Cuando los signos y síntomas se manifiestan, pueden incluir ictericia junto con
fatiga, náuseas, fiebre y dolores musculares. Los síntomas agudos aparecen de
un mes a tres meses después de la exposición al virus y duran de dos semanas a
tres meses.

La infección aguda por hepatitis C no siempre se hace crónica. Algunas personas


eliminan el VHC de sus cuerpos después de la fase aguda, un resultado conocido
como eliminación espontánea del virus. En estudios de personas con diagnóstico
de VHC agudo, los índices de la eliminación espontánea del virus variaron del 14
al 50 por ciento. La hepatitis C aguda también responde favorablemente a la
terapia antiviral.

FACTORES CAUSALES

 Estar en permanente contacto con sangre por ejemplo por razones


laborales (trabajadores de la salud)
 Compartir agujas con personas infectadas con hepatitis C
 Realización de tatuajes o acupuntura con agujas infectadas (poco común
cuando se acude a lugares serios)
 Compartir utensilios de uso personal como navajas, afeitadoras, cepillo
dental, etc., con personas infectadas (poco común)
 Heber recibido diálisis renal por tiempo prolongado
 Mantener relaciones sexuales sin preservativo con alguien que tiene
hepatitis C
 Haber recibido una transfusión de sangre
 Haber recibido órganos de donante con hepatitis C
 Heber nacido de una madre con hepatitis C
DIAGNÓSTICO

Dado que la infección aguda por el VHC es generalmente asintomática, pocos son
los casos diagnosticados en la fase aguda. A menudo, la infección crónica por el
VHC también queda sin diagnosticar porque se mantiene asintomática hasta
décadas después, cuando aparecen síntomas secundarios al daño hepático grave.

La infección con el VHC se diagnostica en dos etapas:

 La detección de anticuerpos anti-VHC con una prueba serológica revela la


infección.
 Si los anticuerpos anti-VHC son positivos, para confirmar la infección
crónica se necesita una prueba que detecte el ácido ribonucleico (RNA) del
virus. Ello es así porque un 30% de las personas infectadas por el VHC
eliminan espontáneamente la infección mediante una respuesta inmunitaria
fuerte, sin necesidad de tratamiento, y aunque ya no estén infectadas
seguirán teniendo los anticuerpos anti-VHC positivos.

Una vez diagnosticada una hepatitis C crónica se deberá evaluar el grado de daño
hepático (fibrosis o cirrosis). Esto puede hacerse por biopsia hepática o por
diversas pruebas no invasivas.

Además, se debería realizar una prueba de laboratorio para identificar el genotipo


del virus. Hay seis genotipos del VHC, y su respuesta al tratamiento es diferente.
Por otra parte, una misma persona puede estar infectada por más de un genotipo.
El grado de daño hepático y el genotipo del virus se utilizan para orientar las
decisiones terapéuticas y la conducta clínica.

TRATAMIENTO

En la hepatitis C, el tratamiento temprano es importante: si en los primeros cuatro


meses tras la infección por hepatitis C, se inicia un tratamiento de 24 semanas con
ranitidinaInterferón Alfa-2a, para aumentar las defensas del propio cuerpo, (la
llamada inmunoterapia), la inflamación aguda del hígado es casi siempre curable.
Por lo tanto, es aconsejable confirmar lo antes posible el diagnóstico ante
cualquier sospecha de infección de hepatitis C, a fin de tomar las medidas nLoa
principales objetivos del tratamiento son eliminar el virus de la sangre, reducir el
riesgo de cáncer de hígado y cirrosis que puede derivarse de la infección
extendida.
El tratamiento farmacológico suele incluir los siguientes medicamentos:

 Ribavirina: Cápsula que se debe tomar dos veces al día


 Telaprevir y boceprevirInyecciones de interferón pegilado alfa que se
administran semanalmente

Estos fármacos pueden tener efectos secundarios.

Los pacientes con cáncer hepático y cirrosis pueden requerir transplante de


hígado. Sin embargo, la hepatitis C suele reaparecer tras el mismo, presentándose
cirrosis en el nuevo órgano.

Los pacientes con hepatitis C deben tener los siguientes cuidados:

 Evitar en consumo de sustancias tóxicas para el hígado, como por ejemplo


el alcohol
 No tomar suplementos, vitaminas ni medicación de venta libre sin consultar
previamente con el médico
 Vacunarse contra la hepatitis A y Becesarias y evitar la transición a una
enfermedad crónica

COMPLICACIONES

La infección de hepatitis C que permanece por muchos años puede causar


complicaciones significativas, como las siguientes:

 Fibrosis del hígado (cirrosis). Tras padecer hepatitis C por 20 o 30 años, es


posible tener cirrosis. La fibrosis hepática puede dificultar la función del
hígado.
 Cáncer de hígado. Un número pequeño de personas con hepatitis C puede
desarrollar cáncer de hígado.
 Insuficiencia hepática. La cirrosis avanzada puede hacer que tu hígado deje
de funcionar.
BIBLIOGRAFIAS

 https://www.cdc.gov/hepatitis/HCV/PDFs/HepCGeneralFactSheet_sp.pdf
 https://www.onmeda.es/enfermedades/hepatitis_c-causas-1318-3.html
 https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hepatitis-c/symptoms-
causes/syc-20354278
 http://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/hepatitis-c
 https://www.onmeda.es/enfermedades/hepatitis_c-tratamiento-1318-6.html

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