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Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo
ayudasen en los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de
que uno de los caballos había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy
profundo y sería extremadamente difícil sacar el caballo de allí.
El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación,
asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio
para sacarlo del fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de
rescate. Tomó entonces la difícil decisión de decirle al capataz que sacrificase el animal
tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí mismo.
Y así se hizo. Comenzaron a lanzar tierra dentro del pozo de
forma de cubrir al caballo. Pero, a medida que la tierra caía en
el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo,
posibilitando al caballo para ir subiendo. Los hombres se dieron
cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario,
estaba subiendo hasta que finalmente consiguió salir.
Si estás “allá abajo”, sintiéndote poco valorado, y otros lanzan
tierra sobre ti, recuerda el caballo de esta historia. Sacude la
tierra y sube sobre ella.
LA ÚLTIMA PREGUNTA
Durante mi último curso en la escuela, nuestro profesor nos puso un examen. Leí
rápidamente todas las preguntas, hasta que llegué a la ultima, que decía así: ¿Cuál es el
nombre de la mujer que limpia la escuela? Seguramente era una broma. Yo había visto
muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Era alta,
cabello oscuro, como de cincuenta anos, pero… ¿cómo iba yo
a saber su nombre?
Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco.
Antes de que terminara la clase, alguien le preguntó al
profesor si la última pregunta contaría para la nota del
examen. Por supuesto, dijo el profesor. En sus vidas ustedes
conocerán muchas personas. Todas son importantes. Todas
merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y
digan: !Hola! Yo nunca olvidé esa lección.
La Joya
Un monje andariego se encontró, en uno de sus viajes, una piedra
preciosa, y la guardó en su talega. Un día se encontró con un viajero
y, al abrir su talega para compartir con él sus provisiones, el viajero
vio la joya y se la pidió.
El monje se la dio sin más. El viajero le dio las gracias y marchó
lleno de gozo con aquel regalo inesperado de la piedra preciosa que
bastaría para darle riqueza y seguridad todo el resto de sus días. Sin
embargo, pocos días después volvió en busca del monje
mendicante, lo encontró, le devolvió la joya y le suplicó: “Ahora te
ruego que me des algo de mucho más valor que esta joya.
PERDONAR Y AGRADECER
Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado
punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro, ofendido, sin nada
que decir, escribió en la arena: “Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro”.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido
abofeteado comenzó a ahogarse, y le salvó su amigo. Al recuperarse tomó un estilete y
escribió en una piedra: “Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida”. Intrigado, el amigo
preguntó: “¿Por qué después que te pegué escribiste en la arena y ahora en cambio
escribes en una piedra?”. Sonriendo, el otro amigo respondió: “Cuando un amigo nos
ofende, debemos escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se
encargarán de borrarlo y apagarlo. Pero cuando nos ayuda, debemos grabarlo en la
piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento podrá borrarlo”.
Parábolas
La parábola de rico insensato Lucas 12:13-21(RV)
12:13 Le dijo uno de la multitud: Maestro, di a mi hermano que parta conmigo la
herencia. 12:14 Mas él le dijo: Hombre, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o
partidor? 12:15 Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre
no consiste en la abundancia de los bienes que posee.
12:16 También les refirió una parábola, diciendo: La heredad de
un hombre rico había producido mucho. 12:17 Y él pensaba
dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde
guardar mis frutos? 12:18 Y dijo: Esto haré: derribaré mis
graneros, y los edificaré mayores, y allí guardaré todos mis
frutos y mis bienes; 12:19 y diré a mi alma: Alma, muchos
bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come,
bebe, regocíjate. 12:20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche
vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién
será? 12:21 Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios.
Historias
Tal vez esto te pasa a ti o alguien muy cerca de ti... Fue una vez un muchacho, el primero
en todo, mejor atleta, mejor estudiante, pero lo que nunca supo fue si era un buen hijo, un
buen compañero o un buen amigo. En un día de depresión el muchacho se dejo morir.
Cuando iba camino al cielo se encontró con un angel y este le preguntó: "por qué lo
hicíste? si sabias que te querían...", a lo que El respondió: "hay veces que vale mas una
sola palabra de consuelo que todo lo que se sienta... en tanto tiempo nunca escuché:
estoy orgulloso de tí... gracias por ser mi amigo... ni siquiera un te quiero mucho..."
Al quedar pensativo el ángel, el muchacho añadió: y sabes que es lo mas que me duele?",
el ángel triste le pregunta: qué?, a lo que él responde: "que todavía espero oírlo algún
día...". Luego de esto el ángel abrazó al muchacho y le dice que no se preocupe por que
se acerca a la única persona que siempre le dijo al oído que lo amaba pero el nunca lo
escucho, pero lo espera con los brazos abiertos...
CAMINO AL ÉXITO
El camino al éxito no es recto. Hay una curva llamada falla, un periférico llamado
confusión, topes llamados amigos, luces de Precaución llamada familia, y tendrás
ponchaduras llamados trabajos. Pero...si tienes refracción llamada eterminación, un
motor llamado perseverancia, un seguro llamado fé, un conductor llamado Jesús, llegarás
a un sitio llamado éxito!
Sin parpadear
Durante una guerra civil en Corea, cierto general avanzaba implacablemente con sus
tropas, tomando provincia tras provincia, y destruyendo todo lo que encontraba a su paso.
El pueblo de una ciudad, al saber que el general se aproximaba -y habiendo oído historias
de su crueldad- huyó a una montaña cercana.
Las tropas encontraron las casas vacías. Después de
mucho buscar, descubrieron a un monje zen que había
permanecido en el lugar. El general ordenó que viniese
ante su presencia, pero el monje no obedeció.
Furioso, el general fue donde se encontraba el monje.
-¡Tú no debes de saber quién soy yo! -rugió-. ¡Yo soy
quien puede atravesar tu pecho con mi espada, sin
parpadear siquiera!
El maestro zen se volvió hacia él y le respondió
serenamente:
-Usted tampoco debe de saber quién soy yo. Yo soy aquel que puede ser atravesado por
una espada, sin parpadear siquiera.
Al escuchar esto, el general se inclinó, hizo una reverencia, y se retiró.
El Cohete de Papel
Había una vez un niño cuya mayor ilusión era tener un cohete y dispararlo hacia la luna,
pero tenía tan poco dinero que no podía comprar ninguno. Un día, junto a la acera
descubrió la caja de uno de sus cohetes favoritos, pero al abrirla descubrió que sólo
contenía un pequeño cohete de papel averiado, resultado de un error en la fábrica.
El niño se apenó mucho, pero pensando que por fin tenía un cohete, comenzó a preparar
un escenario para lanzarlo. Durante muchos días recogió papeles de todas las formas y
colores, y se dedicó con toda su alma a dibujar, recortar, pegar y colorear todas las
estrellas y planetas para crear un espacio de papel. Fue un trabajo dificilísimo, pero el
resultado final fue tan magnífico que la pared de su habitación parecía una ventana
abierta al espacio sideral. Desde entonces el niño disfrutaba cada día jugando con su
cohete de papel, hasta que un compañero visitó su habitación y al ver aquel espectacular
escenario, le propuso cambiárselo por un cohete auténtico que tenía en casa. Aquello casi
le volvió loco de alegría, y aceptó el cambio encantado.
Desde entonces, cada día, al jugar con su cohete nuevo, el niño
echaba de menos su cohete de papel, con su escenario y sus
planetas, porque realmente disfrutaba mucho más jugando con
su viejo cohete. Entonces se dio cuenta de que se sentía mucho
mejor cuando jugaba con aquellos juguetes que él mismo había
construido con esfuerzo e ilusión.
Y así, aquel niño empezó a construir él mismo todos sus
juguetes, y cuando creció, se convirtió en el mejor juguetero del
mundo.
El Elefante Fotógrafo
Había una vez un elefante que quería ser fotógrafo. Sus amigos se reían cada vez que le
oían decir aquello:
- Qué tontería - decían unos- ¡no hay cámaras de fotos para elefantes!
- Qué pérdida de tiempo -decían los otros- si aquí no hay nada que fotografíar...
Pero el elefante seguía con su ilusión, y poco a poco fue reuniendo trastos y aparatos con
los que fabricar una gran cámara de fotos. Tuvo que hacerlo prácticamente todo: desde
un botón que se pulsara con la trompa, hasta un objetivo del tamaño del ojo de un
elefante, y finalmente un montón de hierros para poder colgarse la cámara sobre la
cabeza.
Así que una vez acabada, pudo hacer sus primeras fotos, pero su cámara para elefantes
era tan grandota y extraña que paracecía una gran y ridícula máscara, y muchos se reían
tanto al verle aparecer, que el elefante comenzó a pensar en abandonar su sueño.. Para
más desgracia, parecían tener razón los que decían que no
había nada que fotografiar en aquel lugar...
Pero no fue así. Resultó que la pinta del elefante con su
cámara era tan divertida, que nadie podía dejar de reir al
verle, y usando un montón de buen humor, el elefante
consiguió divertidísimas e increíbles fotos de todos los
animales, siempre alegres y contentos, ¡incluso del
malhumorado rino!; de esta forma se convirtió en el fotógrafo
oficial de la sabana, y de todas partes acudían los animales
para sacarse una sonriente foto para el pasaporte al zoo.
Ojitos
Un día común, Saulis se despertó y salió corriendo. – ¡Mami!, ¡mami!. – Dijo
gritando Saulis.
– ¿Qué pasa nena?. – Contestó la mami de Saulis.
– Hay dos hombres vigilando la casa. – Dijo Saulis.
-¿Qué cosas dices Saulis?. – Respondió su mami.
La mamá salió a ver que pasaba fuera, mientras Saulis estaba
agitada e impresionada.
– ¡Oh no! ¡Saulis corre!!. – Gritó su mamá.
Saulis corriendo se escondió bajo su cama. La mamá pensó que
Saulis mentía pero en realidad Saulis había visto los abogados de
su padre, los cuales venían a buscar a la pequeña Saulis para que
se fueran con ellos.
Finalmente todo quedó en un susto y todos siguieron viviendo
felices.
FIN
LA GATA ENCANTADA
Erase un príncipe muy admirado en su reino. Todas las jóvenes casaderas deseaban
tenerle por esposo. Pero el no se fijaba en ninguna y pasaba su tiempo jugando con
Zapaquilda, una preciosa gatita, junto a las llamas del hogar.
Un día, dijo en voz alta:
Eres tan cariñosa y adorable que, si fueras mujer, me casaría contigo. En el mismo
instante apareció en la estancia el Hada de los Imposibles, que dijo:
Príncipe tus deseos se han cumplido
El joven, deslumbrado, descubrió junto a el a Zapaquilda, convertida en una bellísima
muchacha.
Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los
nobles y pobres del reino que acudieron al banquete se
extasiaron ante la hermosa y dulce novia. Pero, de
pronto, vieron a la joven lanzarse sobre un ratoncillo que
zigzagueaba por el salón y zampárselo en cuanto lo
hubo atrapado.
El príncipe empezó entonces a llamar al Hada de los
Imposibles para que convirtiera a su esposa en la gatita
que había sido. Pero el Hada no acudió, y nadie nos ha
contado si tuvo que pasarse la vida contemplando como
su esposa daba cuenta de todos los ratones de palacio.
Cuento: Un cuento (del latín, compŭtus, cuenta)1 es una narración breve creada por uno
o varios autores, basada en hechos reales o ficticios, cuya trama es protagonizada por un
grupo reducido de personajes y con un argumento relativamente sencillo.
Historia: La historia es la ciencia que tiene como objeto el estudio de sucesos del
pasado, tradicionalmente de la humanidad1, y como método el propio de las Ciencias
Sociales/Humanas, así como el de las Ciencias Naturales en un marco de
interdisciplinariedad.2 Siendo la disciplina que estudia y narra cronológicamente los
acontecimientos pasados. Se denomina también «historia» al periodo que transcurre
desde la aparición de la escritura hasta la actualidad.
Parabola: La parábola designa una forma literaria que consiste en un relato figurado del
cual, por analogía o semejanza, se deriva una enseñanza relativa a un tema que no es el
explícito. Es en esencia, un relato simbólico o una comparación basada en una
observación verosímil.