Sei sulla pagina 1di 4

El Pastor ha estado enseñando acerca de disfrutar lo que hacemos; debemos disfrutar quienes

somos ¿Cuántos han aprendido a disfrutar? Hay unos a los que se les nota y se les ve, sobre todo
algunos veo que han aprendido a disfrutar la comida.

El don de disfrutar viene de lo alto; Dios nos regala ese don. Yo le hacia una pregunta al señor y
le decía ¿Cómo podemos tener el don de disfrutar, yo sé que tú lo das, pero como puedo yo
tener el don de disfrutar? Esa fue mi pregunta, y Dios me contesto: “Cuando tu eres agradecida”.
Cuando tu eres una persona agradecida automáticamente Dios te da el don de disfrutar.

Estamos a las puertas de un nuevo año; el dos mil doce ya esta por terminarse y estamos por
comenzar el dos mil trece; un nuevo año, pero no podemos empezar un nuevo año sin antes ser
agradecidos por este. Dios no puede traer todas esas nuevas bendiciones si no agradecemos por
las que ya tenemos.

La palabra dice: “Dad gracias en todo tiempo” eso es lo que dice en 1 de Tesalonicenses 5:18:

“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”

Si hay algo que a Dios le agrada es cuando un hijo o hija vive en gratitud para con Èl. Si yo no
agradezco a Dios por lo que fue, yo no voy a poder agradecer a Dios por lo que es. Si yo no le
agradezco a Dios por el día de ayer, no voy a poder agradecerle a El por el día de hoy.

La palabra gracias significa reverenciar. Cuando tu estas dando gracias continuamente tu estas
reverenciando a Dios. Hay veces que damos por hecho que somos merecedores de todo y se nos
olvida dar gracias. Hay personas a las que les cuesta dar gracias.

Cuando tu y yo no somos agradecidos es sinónimo de orgullo. La persona que le cuesta dar


gracias es porque simple y sencillamente su orgullo es tan grande que no siente que tiene que
dar gracias; la ingratitud va ligada al orgullo. Que Dios no encuentre en esta iglesia gente
orgullosa, sino gente que continuamente le de gracias a Dios en todo tiempo.

Así como la fe se ve en las personas; la gratitud también se ve, se palpa cuando alguien es
agradecido. Si no mira los diez leprosos, dice que el Señor sano a diez pero uno solo regreso
¿Cómo Dios sabe que solo uno estaba agradecido? Lo sabía por la actitud que tenía. Cuando
regresó y se postró, esa es actitud de reverencia; el estaba muy agradecido con Jesús. La gratitud
se refleja en la actitud que tu tengas ¿Cuál es la actitud que tu y yo tenemos?

Por ejemplo: ¿Cómo saber si se esta agradecido por el trabajo? Cuando tú te esfuerzas por llegar
puntual, cuando tu no le robas ni un solo centavo al que te esta pagando, sino das el cien por
ciento de tu ser en ese trabajo; no haces como que trabajas, pero no trabajas; esa es una actitud
que refleja que estas agradecido por el trabajo que tienes.

La gratitud se ve y se refleja conforme nosotros actuamos. Acompáñenme al libro de Filipenses


4:6-7:

“No se preocupen por nada. Más bien, oren y pídanle a Dios todo lo que necesiten, y sean
agradecidos. 7 Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a
comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.”

Muchos de ustedes no tienen paz ni en la mente y el corazón simple y sencillamente porque no


viven agradecidos; y como no vives agradecido vives en un continuo afán a diario; No puedes
dormir, comes de más o dejas de comer; vives en una ansiedad porque la paz que sobrepasa
todo entendimiento no reposa sobre tu vida porque no estas agradecido.
El no vivir agradecido es no reconocer el cuidado de Dios en nuestra vida. Cuando tú no
agradeces, tú no estás reconociendo que ha sido Dios y será El quien nos ha provisto de todo lo
necesario para nuestra bendición.

A veces nos volvemos llenos de cuentos, parecemos arbolitos de navidad, llenos de cosas. Te
quejas del jefe muchas veces; antes ni trabajo tenías. ¡Hay es que el sueldo que me pagan! No
menosprecies tu sueldo cuando antes ni trabajo tenías. Te quejas de servirle a Dios; antes ni
conocías a Dios. Fuimos alcanzados por su gracia y misericordia.

¿Cuántos se quejan del trafico? ¡Hay que mucho trafico! O hasta se quejan del parqueo aquí en
la iglesia; antes ni carro tenías quizás. Verdad que somos llenos de mates dirían. Te quejas de
cada mañana ¡Hay que porque hay frío ! ¡Porque hay calor! Cuando hay gente que ni siquiera
tiene un mañana, se le acabo el tiempo. Tù y yo tenemos una oportunidad cada día de poder ser
agradecidos con Dios y reflejar esa gratitud a través de nuestra actitud para con Èl.

Cuando tu y yo no vivimos agradecidos es porque en nuestro corazón empieza a ver un


menosprecio. Quiero enseñarte un poco acerca del menosprecio en nuestra vida y como debe
ser desarraigado todo menosprecio para poder disfrutar todas las bendiciones que Dios tiene
para nosotros cada día. Dios va a llegar a donde tiene que llegar, ahí a lo profundo de tu ser Dios
va a hablarte.

Menospreciar es hacer de menos algo o alguien. Cuando menospreciamos algo es porque


dejamos de amar eso y pusimos nuestra mirada y empezamos a amar algo más, ese es el
menosprecio. Menospreciar es tratar con desprecio a alguien o a algo. Por eso es que el Señor
decía: “No podéis amar a Dios y a las riquezas, porque amarás a uno y menospreciarás al otro”.

Cuando tú amas algo y menosprecias algo más es porque tu dejaste de amar eso; el problema
es que sin darnos cuenta, muchas veces el menosprecio empieza a apoderarse de nuestro
corazón, entonces pierdes el don de disfrutar todo lo que Dios te ha dado. Por ejemplo cuando
empiezas a menospreciar la santidad de Dios es porque empezaste amar el pecado.

¿Cómo fuiste tu cuando recibiste al Señor? Cuando yo conocí al Señor yo estaba feliz, yo quería
que todos los días de la semana hubiera servicio, yo quería que hubiera servicio todos los días.
Yo quería todos los días estudiar la Biblia, es mas me fui a comprar mi Biblia y leía todos los días
porque yo había sido tocada por el amor de Dios. Yo estaba feliz y llegaba quince o veinte
minutos antes del servicio, yo no quería perderme una sola canción de alabanza ni de adoración.
Me ponía muy molesta cuando no llegaba antes que empezara, porque yo apreciaba y amaba lo
que el Señor Jesús hizo en mi vida. Y por supuesto que aun lo amo y leo su Palabra; y deseo
adorarlo siempre.

Por eso te hacía la pregunta anteriormente ¿Cómo eras cuando recibiste al Señor? ¿Corrías, en
la alabanza y en la adoración porque querías que la presencia de Dios te tocara? ¿Leías la palabra
porque sabías que Dios te iba a tocar a través de ella? Ahora muchos de ustedes ni siquiera traen
Biblia, ahora todos encienden su Biblia, Pero muchos de ustedes ni siquiera la encienden, dicen:
Mejor que pase la alabanza y adoración y llegamos cuando este la predica ¿Qué paso allí? Algo
tuvo que haber pasado en tu corazón.

Yo me recuerdo cuando alguien se paraba a enseñar o a predicar yo siempre llevaba un cuaderno


porque yo tengo hambre de Dios; y apuntaba porque sabia que siempre iba a aprender algo
nuevo, algo Dios me hablaba a mi. Y entonces apuntaba porque era un hambre de conocer de
Dios.
¿Cómo fue cuando te invitaron por primera vez a un grupo? Y empezaste a ir y conforme Dios
te iba tocando, te preparabas para ir a un grupo, te anticipabas para ir y correr a recibir todo lo
que Dios tenía para ti.

[07:50, 22/11/2017] +51 985 254 327: Te voy a enseñar una historia, yo sé que tal vez la has
leído, se trata de un joven que menospreció. Quiero enseñarte brevemente que era la
primogenitura en ese entonces. Un primogénito tenía privilegios dentro de la misma familia. El
primer privilegio que tenia un primogénito es que recibía una bendición especial de parte de su
familia, ese primer hijo recibía algo especial, no recibía lo que los demás hijos recibían
espiritualmente, sino que recibía algo más; su bendición era especial. La segunda bendición era
que recibía una doble porción de las posesiones del padre, muchos dirían “A la y eso porque se
acabo” o sea que recibía el doble de lo que los hermanos recibían, esa era la bendición que
recibía un primogénito.

Leamos el libro de Génesis 25:27:

“27 Y crecieron los niños, y Esaú fue diestro en la caza, hombre del campo; pero Jacob era varón
quieto, que habitaba en tiendas.

28 Y amó Isaac a Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba a Jacob.

29 Y guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo, cansado,

30 dijo a Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado. Por
tanto fue llamado su nombre Edom”

Primero dice cansado y luego el mismo se expresa muy cansado ponle ojo a esto. Cuando las
personas se empiezan a cansar de las diferentes situaciones en su vida empiezan a menospreciar
las bendiciones. Ten cuidado con el cansancio, cuando te sientas cansado ve y metete con Dios;
deja que Èl te levante y renueve tus fuerzas para que ese cansancio desaparezca y te diré porque
es necesario.

La palabra cansancio significa sediento, quiere decir que si tú estas sediento y si no te sacias de
Dios vas a estar sediento de otras cosas; la sed no se quita si no es saciada, tu decides si te sacias
de Dios o te sacias de otras cosas. Cuando estés cansado no tomes decisiones importantes;
metete con Dios porque si no tu corazón va empezar a despreciar las bendiciones que el mismo
te ha dado. Dices estar cansado de tu pareja, te cansas de ella y empiezas a verle cada vez mas
los defectos, “Ve, yo no le había visto tan narizón, mas gordo se esta poniendo, ve la gran panza
que tiene”. Cuando antes esperabas el momentito que te llegara a traer cuando eran novios; te
arreglabas y esperabas ese momento para que tu pareja llegara y pasara tiempo contigo.

A mi me pasa algo muy curioso, yo todavía cuando recibo una llamada en el celular de mi esposo
todavía me late el corazón, de verdad.

¿En que momentito te cansaste de tu pareja? Cuándo quizás pasaron muchos años y pensabas
que ya se te dejaba el tren. Cuando quizás pensaste que nunca te ibas a casar ¿En que
momentito te cansaste? ¿Te cansaste del trabajo? ¿Ya no lo disfrutas?. Yo no sé como
empezaste tu primer negocio, quizás llegaste y tu mismo lo pintaste, quizás tu lo limpiaste,
quizás tu pusiste el primer escritorio; Ahora te quejas de la oficina ¿Ya se te olvido?

Ahora te quejas de pagar planilla, cuando antes ni siquiera tenías gente que confiara o creyera
en tus proyectos, pero te quejas de ella.
¿Ya te cansaste? ¿Te cansaste de tu familia? ¿Te …

Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.

17 Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo
oportunidad para el arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.”

La comida mas cara después del fruto prohibido fue la comida de Esaú, pago un precio muy alto.

Y dice “Porque ya sabéis que aun después,” o sea que paso algo después, la historia no se quedo
allí.

Es tan clara la Biblia, por eso existe aquel dicho que dice que nadie sabe lo que tiene hasta que
lo pierde. Pero ya no hubo oportunidad, como aquellos que desecharon su grupo, aquellos que
desecharon las bendiciones; el Señor te perdona por supuesto, pero hay ciertas puertas y no
necesariamente Dios te las cierra, tu mismo las cierras y por más que quieras, dice que la procuro
con lagrimas, no se volvieron abrir.

Yo decía: ¿Señor porque las procuro con lagrimas, si no le interesaba? Te voy a decir cuando la
procuro; cuando empezó a ver como Jacob su hermano era bendecido, a donde él iba, le iba
bien; entonces empezó a procurar. Cuando empezaba a ver como Dios prosperaba a su hermano
Jacob empezó a decirle al Señor: Devuélveme otra vez la heredad, y dice que ya no hubo
oportunidad.

Que no vayamos a ser como Esaú y vayamos a procurar con lagrimas nuestra herencia, pero lo
mas triste es que ya no haya oportunidad.

Si quiere oír otro pasaje vaya a la parábola de la gran cena, dice que el Señor invitaba y invitaba
y no quisieron, menospreciaron la cena del Señor por degustar de otras cenas o de otros
banquetes que la vida te ofrece que lo único para lo que sirven es para destruir tu alma, tu
familia y todo lo que posees y al final el Señor dice: “Ve y trae a los mancos, a los cojos y a los
ciegos, tráelos, que mi casa se llene. Pero los que yo invite, ellos no gustarán de mi cena”. ¿Por
qué para Dios el menosprecio es tan delicado? Porque Èl es Dios y Èl es quien nos lo da; que
nuestro corazón nunca vaya a menospreciar y después con lagrimas vamos a decir: “Pero que
hice, Dios me diste una familia y la menosprecie, Señor me diste un esposo y lo menosprecie,
me diste la oportunidad de servirte en un grupo y lo menosprecie.” Y cuando empieces a ver a
la gente, como Dios la levanta, la prospera y la bendice entonces empiezas a llorar.

Medita, escudriña tu corazón ¿Qué es lo que has estado menospreciando? ¿Te sientes
merecedor de todo? ¿Por qué no puedes dar gracias?

¿Qué me garantiza a mi que Dios me vaya a escoger para el siguiente año? ¿Quién me garantiza
que Dios va a poner los ojos sobre mi de nuevo? Y me diga: Hija te confió nuevamente porque
lo has hecho bien, porque has sido agradecida, porque te has esforzado y me has dado el cien
por ciento de tu misma vida ¿Quién me garantiza a mi que el otro año le voy a servir a Dios? ¿Y
si Dios decide que no?

Es tiempo de agradecerle a Èl cada una de sus bendiciones y amar lo que El nos ha dado.

Potrebbero piacerti anche