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Pero estas páginas sólo quieren asegurar al
lector la pertinencia de este libro. Wolfgang
A. Luchting ha dado prueba no solamen-
te de su vivo interés constante por la na-
1 rativa peruana, sobre todo ha sabido traducir
ese cultivo en una reflexión crítica donde la
agudeza y la precisión no dejan de lado el fer-
vor de la lectura, y también el humor con que él
sabe- percibir ese lado de implicancia y de crí-
tica social, que a veces es el único que importa
a algunos críticos europeos más interesados en
leernos como productos de una emergencia del
subdesarrollo antes que como escritores que
efectivamente se aventuran en la creación lite-
raria. La notable obra de Julio Ramón Ribeyro
requería de la atención crítica detenida que este
libro supone. Requiere también de un lector
más amplio y más atento: la experiencia que
esa obra guarda para el lector es, como este li-
bro lo demuestra, plural y compleja; y, por eso
mismo, nos comunica esa rara pasión que toda-
vía deparan algunas aventuras verbales que se
arriesgan a una realización zozobran te.
JULIO ORTEGA
New Haven, marzo 10; 1971
PRO DOMO
intrusión del
mundo familiar: paisaje
ajeno (x)
Los gallinazos Lima (-)
Interior 'L'
"
(-)
Mar afuera
" (-~
Mientras arde ...
"
(-
En la comisaría (-)
Tela de araña " (±) x
El primera paso " (+) x
Junta de acreed. " (+)
"
La insignia (+)
Ban3uete " (+ ) x
Bote la de chicha " (+) x
Explicaciones ... " (+)
Página de un diario " (+)
(no analizado) "
Los eucaliptos (n.a)
Scorpio (n.a.)
. (+ )
(+)
Los merengues (n.a.) " (+)
"
Botellas y hombres (+)
Moribundos " (+) Piura
La piel. .. (+) ¿Canta?
Azoteas (+)
Dirección equiv. " (+)
Profesor supl. " (+)
El jefe " (+)
Aventura nocturna " (+)
Vaquita echada " (+) Tanna
De color modesto (+)
"
[ Gentecillos]
"
(+) x
[San Gabriel] (,,) (±) "San Gabriel"
Nota: Los (+) se refieren a la familiaridad, psicológi-
ca o geográfica, que se puede suponer en el au'
tor, con el escenario descrito en el cuento, o sea
que indica que se deriva de vivencias que Ribey-
ro ha empleado al escribir el respectivo cuento.
(-) se refiere, lógicamente, a una ausencia bá·
J. R. RIBEY!to y sus DoBLES 57
Dramatis personae:
Fénix - F ; Irma - 1; Chacón - C; Max - M; Eusebio
_ E; Sordí - S. Los números indican el número de
escena en que aparece cada figura (así Que Fénix tiene
siete escenas. Además, el cuento comienza y cierra con
él).
1. R. RIBEYRO y SUS DOBLES 87
(Traducción de H. Beeker y
Wolfgang A. Luehting)
* * *
J. R. RIBEYRO y SUS DOBLES 123
1I.'OTAS:
1 Abogué contra el uso, en el estudio de las obras
de Ribeyro, de premisas como ésta: "Se diría que
se trata de una novela autobiográfica, de no ser
porque Ribeyro, a diferencia de su triste héroe,
está en camino de ser un tritmfador". Este texto
increíble salió en el Suplemento Dominical de La
Prensa. Habiendo yo recibido sólo el recorte de la
reseña que contiene esta frase, no me es posible
proporcionar la fecha del Suplemento Dominical.
De todos modos, el "crítico" está hablando de
Los geniecillas dominicales. Véase mi texto en
OIGA del 1~ de octubre de 1965, p. 35. -Medir a
los protagonistas en la obra narrativa de Ribeyro
con la vid" de aquel Ribeyro qUI! es padre de
familia, traductor fatigado y redactor de la Agen-
ce France Presse en 13, Place de la Bourse, agre-
gado cultura (~' escribirse esto) en la Embaiada
del Perú en París, resignado viajero en el Métro
desde la estación Falguiere hasta la Bourse, tra-
yecto V tiempo que usa para leer la literatura
mundial, es una e tupidez.
Ribeyro mismo dice sobre si mismo: "Escribir
sigue siendo para mí mi ocupación favorita, pero
no mi ocupación primordial. rEsta 1 es, como la
del 99.99 por ciento de la !!ente del planeta, reali-
_zar durante la mitad del día un trabaio estúpido
y enaienante, con el obieto de disponer en la otra
mitad de ese mínimo de comodidad v de lihertad
que me permita escribir, si me place. Yo no
vivo pues de la literatura ni para la literatura
sino m ás bien con la literatura v de una manera
incompleta. ilícita. ~erá por ello que al escribir
tengo a rnenndo la imnresión de estar realizando
una actividad clandestina o de estar practicando
132 WOLFGANG A. LUCHTING
.
150 WOLFGANG A. LUCHTING
1
1. En. "El profesor suplente", Matías Palomi-
no se consuela de la realidad cotidiana en la
que vive (es cobrador), creyéndose destinado a
una realidad mucho más 'elegante' y 'digna': la
de estar dotado para ser profesor en un cole-
gio. Este concepto que Palomino tiene de sí mis-
mo, esta realidad potencial que él emplea como
una especie de antibiótico contra la gangrena
existencial de su vida diaria, de su vida insigni-
ficante y miserable (en comparación con la rea-
J . R. RIBEYRO y SUS DOBLES 163
1 1
111
Ahora bien, si la realidad puede tan fácilmen-
te "no gustar". tal como no gustó la chicha genui-
na, ¿ debe sorprendernos entonces que JRR siem-
pre vuelva sobre el tema de la relación, que
traté de esbozar antes, entre la ilusión y la rea-
lidad? Creo que lo que en el fondo él está ha-
ciendo es esto: ya que la realidad no cumple,
JRR se dedica a investigar si cumple la ilusión.
No escapará que todo esto es una problemá-
tica de los siglos dieciocho y diecinueve.
De este intenso deseo de JRR de deslindar las
responsabilidades, por decirlo así, entre la rea-
lidad, la verdad, por un lado, y la mentira, la
ilusión y la hipocresía, por el otro, creo que sur-
gen lo que considero los dos aspectos más fas-
cinantes de la técnica narrativa de JRR. Uno me
parece un defecto; sobre el otro aún no me he
podido formar una opinión. Son éstos:
1) JRR tiene tendencia a ser demasiado ex-
plícito en sus cuentos y hasta en sus novelas. Es
algo que, por 10 menos a mí, me sorprend~,
pues considero a JRR tanto en su humor cuanto
en su ironía y también en su melancolía, como
un escritor bastante sutil.
2) En contraste con la tendencia de escribir
de una manera demasiado explícita, está su em-
pleo de símbolos.
Quisiera ahora ocuparme de estos dos aspec-
tos.
Ad 1: lo demasiado explícito:
Veamos algunos ejemplos, y procuraré no re-
172 WOLFGANG A. LUCHTING
"Mar afuera":
En este cuento hay dos correlatos obje-
tivos. El empieo de uno, la lata con la que
Dionisio anda desaguando el bote, me parece dis-
creto y orgánico. No así el otro símbolo, la red
que, hacia el final del cuento, Janampa le man-
da a Dionisio echar al mar, antes de matarlo. La
lata funge como una especie de medidor del des-
tino, del destino de Dionisio. Pero también fun-
ge de receptáculo con el que Dionisio saca el
180 WOLFGANG A. LUCHTING
IV
para J.G.B.
-1-
Julio Ramón Ribeyro es, en mi opinión -la
de un extranjero, por cierto-, el mejor cuentis-
ta contemporáneo del Perú l. Tanto en su es-
tilo cuanto en sus temas. Los únicos que lo
sobrepasan -con temas diferentes- son Ciro
Alegría y José María Arguedas en Yawar Fiesta.
Entre los que le siguen, mencionaría a Enrique
Congrains (tan lamentablemente pasado por alto
por la crítica literaria de su propio país) y a
Carlos Zavaleta (de "Venganza de Indio"). Lo
que sobre todo separa a los demás prosistas de
Julio Ramón Ribeyro, de Congrains y de Zavale-
ta, es la falta de un "tono genuino". Casi todos
escriben, ya sea sobre experiencias o en formas,
de "segunda mano" . El lector no influenciado
por consideraciones políticas o de orden extra-
literario, como las de patriotismo o tan sólo de
"grupito", el lector, en otras palabras, a quien le
188 WOLFGANG A. LUCHTING
-11-
-I1I-
-IV-
-V-
-VI-
Ahora qui~iera volver a ocuparme de los per-
sonajes de "Explicaciones". Si aceptamos que los
sucesos que se desprenden del monólogo son creí-
bles, entonces nos vemos confrontados con el
problema de cómo interpretar las principales fi-
guras del cuento, ya que éstas deben su existen-
cia exclusivamente a las palabras de Pablo Salda-
ña, es decir de un personaje de quien he dicho
que padecía de una relación distorsionada con la
realidad. En otras palabras, ¿cómo ha hecho Ri-
beyro para que el cabo, Simón Barriga y las fi-
guras menores del argumento puedan ser figu-
ras verosímiles y, sobre todo, antagonistas de Pa-
blo, si a éste mismo, que está tan manifiestamen-
te "fuera de foco", debemos el conocimiento de
la existencia de estas figuras? ¿ Cómo podemos
interpretar lo objetivo, si surge de lo subjetivo?
La primera respuesta que nos ocurre-pero que
es de poco interés si queremos estudiar el proce-
so creativo de Julio Ribeyro-es, naturalmente,
que Pablo, tratando de justificar y excusar su
participación en los eventos, no puede sino repre-
sentar a los otros como victimarios de él mismo.
Sin embargo, por más lógica que parezca esta res-
puesta, ella no explicaría la verisimilitud del ca-
bo, puesto que éste no aceptaría una representa-
ción de sí mismo al gusto de Pablo de la misma
manera en que Pablo representa a Simón y a los
otros: el cabo es interlocutor-más aún, un in-
terlocutor mudo. Para que los lectores creamos
que los personajes que Ribeyro crea a través del
monólogo de Pablo son reales, el autor tenía que
escribir contra Pablo. Las caracterizaciones que
Pablo da de los personajes deben contener su-
ficientes elementos que contradigan la intención
que Pablo tiene al dar esas caracterizaciones 18.
J . R. RIBEYRO y SUS DOBLES 213
Pablo:
Ribeyro ve en él, obviamente, a un tipo socio-
lógicamente representativo del Perú-más exac-
tamente de la Costa. Juzgando por la obra íntegra
del autor, éste conoce profundamente el ambien-
te pequeño-burgués de su país, ambiente éste que
se encuentra casi exclusivamente-yen toda su
tipicidad-en la Costa. Como observó acertada-
mente Alejandro Romualdo durante el ciclo de
charlas denominado "El artista y su obra" que se
realizó hace algunos años en el local de la ANEA,
"Todos los personajes de Ribeyro, ya sean obre-
ros, gentes de las barriadas, sirvientes o políti-
cos, ricos, aristócratas empobrecidos-todos pien-
san y hablan como burgueses". Es necesario, en-
tonces, que Pablo Saldaña pruebe ser, desde e]
primer momento del cuento, un burgués. ¿Cuáles
son sus primeras palabras? -" ... no me toque,
pero ¿por quién me toma usted? ¿Cree que soy
un cholito?"
¿ Qué actitud social y de lo que en los estu-
dios norteamericanos correspondientes se llama
status-seeking se esconde detrás de estas pala-
bras? Y hay que tener presente que, indudable-
mente, el cabo de servicio es cholito. Es la acti-
tud de los miembros de la clase media qui ne
sont pas arrivés. Con precisión cuasi-científica,
Ribeyro da a entender que considera como uno
de los defectos más graves de la burguesía-aun-
J . R. RIBEYRO y SUS DOBLES 217
Pablo: el cabo
1. al criollo (de "a la a la ley (y a sus már-
criolla") genes humanitarias)
2. al "gusto por las ge- a "la coacción de las
neralidades retóricas, autoridades"24
por las ilusiones ... ,
por las utopías de las
rápidas reformas D.
3. a la sociedad viviente a las reglas '. y for-
y pululante, desorde- mas de vivir en esta
nada sociedad
4. al ciudadano al Estado
5. al juego con la irrea- a la realidad poco
lidad juguetona
El cabo:
Lo que más llama la atención en la manera
en la cual éste está delineado por Ribeyro es
que el personaje permanece indefinido. Impre-
siona como los contornos de una cara sin faedo-
J. R. RIBEYRO y SUS DOBLES 225
Simón:
De él todo queda dicho en los análisis ante-
riores. Cabe sólo agregar que cumple también el
rol de causar a los lectores del cuento una cre-
ciente simpatía y compasión por Pablo. Simón
es el "malo" Que hace aparecer menos malo y
más trágico a Pablo.
-VII-
CONCLUSIONES:
Julio Ramón Ribeyro, en este cuento, ha
reunido preocupaciones típicas de la realidad
peruana, pero también, como he tratado de de-
mostrar, preocupaciones que atañen más amplia-
mente a la condition humaine en general. El ha
traspuesto consideraciones locales a un marco
social: la relación del ser humano, que está do-
tado de la imaginación como de un elemento que
regula la vida, con la realidad en la que tiene
que vivir. En la mayoría de los otros cuentos del
autor, y en Crónica de San Gabriel, esta relación
del individuo, su subjetivismo, con la realidad,
lo objetivo, está torcida, o revela su distorsión
debido a eventos extremos. De ahí sus reaccio-
226 WOLFGANG A. LUCHTING
para M.A.LL.
* * *
COMENTARIO DE RIBEYRO:
París, 8 abr. 68
Wolfgang:
Abrazos de
(Firma)
PS: quería aprovechar para responder a otro asun-
to: En Junio nos iremos de vacaciones a Cannes. Pro·
cura pues pasar en los primeros días de julio para po·
der discutir a viva voz estos y otros asuntos. Si vienes
siempre en junio podría dejarte la llave de mi casa.
Los únicos inconvenientes son que queda a cinco cua-
dras del metro y en segundo piso sin ascensor.
TABLA DE CONTENIDO
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