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Introducción y desarrollo. Aunque los trastornos de an- and are either not treated or are not treated adequately. Departamento
de Psiquiatría.
siedad son menos prevalentes en ancianos que en pobla- Clinically, they usually manifest as generalised anxiety b
Departamento de
ciones más jóvenes, su presencia, en muchas ocasiones de and are frequently accompanied by depressive symptoms. Personalidad, Evaluación
forma subclínica, es elevada. Suelen pasar desapercibidos, They have a notably disruptive effect on the lives of both y Tratamiento
Psicológicos.
incorrectamente diagnosticados y no son tratados o lo patients and those around them; addressing them with
Facultad de Medicina.
son de forma inadecuada. Clínicamente suelen expresarse therapy is therefore a must. These patients are especially Universidad de Sevilla.
como ansiedad generalizada y con frecuencia se acompa- complex and this complexity cannot be contemplated using Sevilla, España.
ñan de síntomas depresivos. Perturban notablemente la generalised guidelines. Instead, the approach requires a
Correspondencia
vida del paciente y de su entorno, por lo que es obligado clinical judgement based on the therapist’s own experience Dra. M. Dolores Franco
abordarlos de forma terapéutica. Estos pacientes son es- that allows them to apply the general recommendations Fernández. Departamento
de Psiquiatría.
pecialmente complejos y dicha complejidad no puede ser as best they can. The first line of resources that can be used
Facultad de Medicina.
contemplada en guías generalizadas, sino que exige un jui- are pharmaceuticals (antidepressants, benzodiazepine and Universidad de Sevilla.
cio clínico basado en la experiencia del terapeuta, que debe pregabalin) and psychotherapy. This latter alternative, and Avda. Doctor Fedriani, s/n.
E-41007 Sevilla.
aplicar, según su leal saber y entender, las recomendaciones more especially cognitive behavioural therapy, must be
generales. Como recursos de primera línea disponemos de considered an effective strategy, but it is limited by the scarcity E-mail
los fármacos (antidepresivos, benzodiacepinas y pregabali- of programmes that have been designed and adapted to the dfranco@us.es
na) y de la psicoterapia. Esta última, sobre todo la terapia elderly as well as the difficulties in gaining access to them.
cognitivoconductual, debe de ser contemplada como una Conclusions. If treated correctly, anxiety disorders progress
estrategia eficaz, pero su limitación procede de la escasez well and the patient’s quality of life, functionality and welfare
de programas diseñados y ajustados a los ancianos y de las will gradually improve.
dificultades de accesibilidad a éstos. Conclusiones. Tratados
correctamente, los trastornos de ansiedad tienen buena Key words. Anxiety. Elderly. Psychopharmaceuticals. Psychotherapy.
evolución y mejorarán la calidad de vida, la funcionalidad y Risk factors.
el bienestar de los pacientes.
cencia (las fobias) o, como ocurre con los otros ciera, en cierta manera, un papel protector ante
trastornos, en edades medias de la vida [7]. El es- la ansiedad, efecto que estaría mediado por las
tudio Guy’s/Age Concern [8] ya señalaba que, por modificaciones biológicas del envejecer, por una
ejemplo, sólo en un tercio de los casos de las fo- menor sensibilidad emocional, por poseer un
bias el cuadro comenzó después de los 65 años. mayor y mejor control de las emociones, por un
Los datos de los escasos trabajos de segui- proceso de inmunización psicológica al estrés o
miento que alcanzan a la edad provecta [9] pa- por la conjunción de varios de estos motivos.
recen confirmar el curso crónico y recurrente. Otras razones también pueden explicar esta
Sólo una pequeña parte de ellos evoluciona es- menor presencia de los cuadros de ansiedad en
pontáneamente hacia la resolución. Son trastor- el anciano, entre las que cabe mencionar el no
nos muy proteiformes que varían no sólo en la reconocimiento o el diagnóstico no correcto por
intensidad de síntomas sino en el propio tipo parte del evaluador. Aunque las investigaciones
de trastorno. La estabilidad diagnóstica es baja no han podido confirmarlo, se han señalado re-
y las modificaciones en los síntomas, incluyen- petidamente las dificultades de los mayores para
do la sintomatología depresiva, la norma. Así, expresar sus sentimientos (incluida la ansiedad)
Schoevers et al [10], en su estudio de segui- o su tendencia a manifestarlos a través de sín-
miento de tres años a ancianos que residen en tomas somáticos, lo que dificultaría su recono-
la comunidad y que presentaban trastornos de cimiento. Además, estos pacientes sufren, con
ansiedad generalizada, refieren que el 24% había frecuencia, pluripatología somática, por lo que
desarrollado un cuadro depresivo, mientras que no es extraño que se adscriba de forma equivo-
el 13,6% de los ancianos que en la línea base pre- cada los síntomas ansiosos a un origen orgánico.
sentaban un cuadro depresivo desarrolló un cua- De todas formas, hemos de considerar la posi-
dro ansioso-depresivo. Precisamente los cuadros bilidad de que los sujetos ansiosos no lleguen
de ansiedad generalizada eran los que mostraron a edades avanzadas de la vida por su mayor
menor estabilidad diagnóstica; sólo el 12% de los mortalidad. En estudios realizados en la pobla-
ancianos permanecía en esta categoría diagnós- ción adulta se ha señalado de forma consistente
tica en el seguimiento. cómo los individuos más ansiosos tienen mayor
Una observación de gran importancia en la mortalidad por patología cardiovascular o por
clínica es la existencia de numerosos casos que se causas no naturales, entre las que se incluye el
situarían por debajo del umbral diagnóstico. Los suicidio. Habría, pues, menos ansiosos entre los
síntomas ansiosos están presentes en numerosos mayores porque sus tasas de supervivencia se-
ancianos, pero pocos de ellos cumplen los crite- rían inferiores.
rios necesarios para poder establecer el diagnós- También deben contemplarse razones de tipo
tico de trastorno de ansiedad. El estudio de Co- metodológicas. La variabilidad de las tasas de
peland et al [11], que empleó el GMS/AGECAT, prevalencia comunicadas en los estudios epide-
ya demostró que las tasas de prevalencia dismi- miológicos es tan grande que hace dudar de su
nuyen a medida que los criterios diagnósticos se validez. Sin duda, la raíz de dicha variación está
hacen más estrictos. Se produce, pues, una dis- en las distintas metodologías de investigación
minución de ‘casos clínicos’ con un importante empleadas. Se ha utilizado una gama de instru-
incremento de ‘casos subclínicos’. mentos diagnósticos variada, pero la mayoría de
ellos no ha sido validado para la población ge-
Cómo debemos riátrica, lo que limita la validez del estudio. La
interpretar estos resultados utilización de criterios diagnósticos que fueron
pensados para población adulta debe tenerse
Los datos parecen bastante consistentes: los tras- en cuenta, ya que pudieran no ser aplicables a
tornos de ansiedad son menos frecuentes entre esta población. Así, la consideración del impac-
los ancianos que entre los adultos. Esta menor to funcional como criterio diagnóstico no es lo
prevalencia podría explicarse por un efecto co- mismo para un adulto joven que para un ancia-
horte o por el efecto de la edad. Así se puede no. ¿Cómo medir, por ejemplo, el impacto labo-
pensar que una generación más ansiosa sustitu- ral en un jubilado? Si además se emplean reglas
ye a una generación de menor nivel de ansiedad, jerárquicas de diagnóstico, aún disminuirán más
o pudiera ser que el propio envejecimiento ejer- las tasas de prevalencia. Con frecuencia, los cua-
social baja, escasos ingresos, malas condiciones falta de apoyo social o la soledad parecen ser los
de la vivienda, etc.) incrementa los niveles de la factores de mayor peso.
dimensión de ansiedad en la población anciana
[1], pero su asociación con trastornos de ansie- Cómo debemos
dad (categoría) es menos potente. Posiblemente, interpretar estos resultados
aunque favorezca la ansiedad, su valor etiológi-
co para trastornos mentales graves resulte me- Conocer y definir un perfil de factores de riesgo
nos relevante. parece necesario para abordar de forma correcta
El papel de los acontecimientos vitales adver- los problemas de ansiedad en el anciano. Permi-
sos como desencadenantes en sujetos vulnerables tirá intervenir de forma preventiva sobre aque-
ha sido claramente establecido en poblaciones de llos que aumenten la vulnerabilidad para éstos y
adultos e inferidos para ancianos. Para valorar facilitará las intervenciones de detección precoz
adecuadamente el impacto de un acontecimien- en las poblaciones de riesgo. La detección y el
to concreto hay que considerar el significado que tratamiento tempranos ayudarán a reducir las
dicho acontecimiento tiene para el individuo y si manifestaciones clínicas, mejorar su pronóstico
éste ha ocurrido ‘en su tiempo’ o fuera de él. Los y promover mayor calidad de vida del paciente.
acontecimientos vitales más ansiógenos son los Uno de los hallazgos más interesantes de los
que implican amenazas (al igual que las pérdidas estudios sobre riesgo ha sido la imposibilidad
se relacionan con la depresión) y los que ocurren de establecer perfiles diferenciales para la apa-
a destiempo. El individuo, en su devenir, adquie- rición de síntomas (dimensión) y de trastornos
re estrategias que le permiten afrontar los dife- ansiosos (categoría), así como de determinar la
rentes acontecimientos vitales que se sucederán interrelación que puede existir entre los distintos
a lo largo de las distintas etapas de su vida. Cuan- factores de riesgo y cuáles de ellos o con qué in-
do un acontecimiento ocurre en la etapa previs- tensidad tienen que estar presentes para que apa-
ta, el impacto de éste es menor. Los ancianos, por rezca el trastorno de ansiedad [17]. Que la clíni-
ejemplo, desarrollan estrategias que les permiten ca se manifieste como síntomas poco específicos
enfrentarse con pérdidas frecuentes y están más o como trastorno, específico y característico, no
dotados que los más jóvenes para hacerlo con parece depender de la intervención aislada de al-
éxito. Por el contrario, un acontecimiento fuera guno de estos factores. Debería pensarse si este
de su tiempo tiene un impacto emocional mayor, hecho orienta hacia un modelo dimensional de
ya que los individuos no poseen las estrategias la ansiedad en la que los trastornos específicos
adecuadas para afrontarlo. correspondieran a extremos de dicha dimensión.
Los acontecimientos vitales más asociados a Por otra parte, el perfil de los factores de riesgo
la emergencia de psicopatología ansiosa en la para la ansiedad es prácticamente superponible
vejez son los duelos, la jubilación y la institucio- al que define la aparición de los cuadros depresi-
nalización, pero el valor patógeno de cada uno vos de los ancianos.
de ellos debe establecerse para cada individuo en La comunalidad del perfil de factores de riego,
función del impacto que genere y de las estrate- la baja estabilidad diagnóstica de los trastornos
gias que el anciano posea ante ellos. ansiosos en los mayores (que se observa en los
Las experiencias tempranas, muy importantes estudios longitudinales) y la altísima comorbili-
en la aparición de clínica en el adulto joven, no dad con depresión obligan a reflexionar sobre las
parecen ser tan relevantes para los mayores. En bases conceptuales de ciertos trastornos menta-
todo caso, su influencia se establecería de forma les en la población anciana. En la clínica diaria,
indirecta, ya que generan alteraciones en el desa- los pacientes a lo largo de su vida modifican su
rrollo de la personalidad, con estilos cognitivos expresión clínica y cumplen criterios de uno u
y estrategias de afrontamiento concretas que de- otro trastorno de ansiedad. En esta variabilidad
terminarán, posteriormente, respuestas disfun- sintomatológica se incluyen cuadros depresivos,
cionales a sucesos y experiencias adversas [1]. que en ocasiones coexisten con el de ansiedad y,
Un tema de interés es la red social. La relación en otras, lo sustituye. De hecho, la presencia de
entre los aspectos cuantitativos y cualitativos de comorbilidad ansiedad-depresión en el anciano
ésta y la clínica ansiosa ha sido firmemente es- es aún más alta que en poblaciones jóvenes, alre-
tablecida [13]. Los escasos contactos sociales, la dedor del 40% [18].
Esta reflexión no es novedosa [19]. En 1992, dad de que el cuadro esté producido por una
Golberg y Huxley [20] planteaban una perspec- patología somática, la presencia de patología
tiva dimensional común para los trastornos an- intercurrente, el hecho de la polimedicación y
siosos y depresivos. Clark y Watson elaboraron la accesibilidad a los recursos sanitarios condi-
un modelo tridimensional de afectos (positivo, cionarán el plan terapéutico que se diseñe para
negativo y de hiperactividad fisiológica) en los el individuo.
que ansiedad y depresión compartirían una ma- En comparación con la profusión de estudios,
yor afectividad negativa, línea similar a la segui- publicaciones, guías y protocolos sobre el trata-
da posteriormente por Cook et al [21]. Kendler miento de la depresión del anciano, hay escasez
[22] afirma que ansiedad y depresión comparten de éstos cuando se trata de la pauta que se debe
bases genéticas y que las variables ambientales seguir en los cuadros ansiosos. La mayoría de las
son las que determinarán el grupo de síntomas recomendaciones que se emplean no son sino in-
que predominarán en la clínica. Ansiedad y de- ferencias hechas desde las evidencias que existen
presión serían concebidas como una entidad para el tratamiento de estos problemas en pobla-
única y las diferencias en la expresión clínica ciones adultas de la vida y son válidas siempre
no constituirían sino un reflejo de diferencias que se adapten y ajusten a las características del
cuantitativas. paciente anciano.
Tyrer et al [23] sugirieron la existencia de un
síndrome neurótico general. Sin restar impor- Psicofármacos
tancia a las aportaciones de las nosologías ac-
tuales como el Manual diagnóstico y estadístico Pocos estudios han evaluado el uso específico en
de los trastornos mentales (DSM), la ausencia y ancianos de los diferentes fármacos propuestos
el rechazo a todo planteamiento patogénico ha para el tratamiento de los cuadros ansiosos. Para
conducido a cierto empobrecimiento de la se- elegir la medicación más adecuada deben tener-
miología. Desde su perspectiva, la alta comuna- se en cuenta los efectos de la edad en la farma-
lidad de factores de riesgo, la comorbilidad y la cocinética y farmacodinamia, las interacciones
baja estabilidad diagnóstica pueden explicarse medicamentosas con otros medicamentos que
como clínica de un síndrome neurótico general pudieran tomar y considerar, en todo momento,
cuyo núcleo estaría constituido por la presencia la seguridad, la tolerabilidad y la adherencia de
de cotimia (ansiedad y depresión) y por rasgos la medicación que se va a prescribir.
de personalidad (inhibición y dependencia), es-
trechamente vinculados con los trastornos de Benzodiacepinas
personalidad del cluster C (ansiosos y temero- Las benzodiacepinas están consideradas como
sos). Para estos autores, cotimia y personalidad fármacos seguros y eficaces en el tratamiento de
compartirían etiología, posiblemente genética. la ansiedad del adulto y se emplean, de forma
habitual, en la ansiedad del anciano. Se indican
en asociación con otros recursos psicofarmaco-
lógicos (como los antidepresivos) o como úni-
Abordaje terapéutico de co fármaco, lo que es una pauta de tratamiento
los trastornos de ansiedad poco recomendable [25]. Algunos autores [26]
han encontrado que las benzodiacepinas se em-
Sin duda, el problema más grave que se presen- plean en el 70% de los pacientes con ansiedad
ta es la alta frecuencia con la que estos cuadros y en todos los grupos de edades pero, a medida
pasan desapercibidos, son mal diagnosticados que aumenta el rango de edad, la proporción de
y, en consecuencia, no tratados. Debe recordar- pacientes que sólo reciben tratamiento con ben-
se que la clínica ansiosa se vincula con disca- zodiacepinas se incrementa.
pacidad funcional, deterioro en funciones cog- Aunque son fármacos relativamente seguros,
nitivas, mala salud percibida y peor calidad de las diferencias farmacocinéticas y farmacodiná-
vida [24], que aún obliga más a la intervención micas de las poblaciones de mayores explican la
sanitaria. Previa a la misma, la recomendación mayor presencia de efectos indeseables. Es más
de una adecuada valoración psicopatológica, frecuente la aparición de una excesiva sedación
somática y funcional es obligada. La posibili- o de cuadros confusionales, los problemas en el
risperidona, quetiapina y olanzapina son los más sus propiedades sedativas en ansiedad de an-
empleados [37]. Se debe prestar atención a las cianos en los que hay que cuidar especialmente
interacciones medicamentosas, por ejemplo, con la depresión del centro respiratorio. Exigen un
fármacos que inhiben el citocromo P450. control de sus efectos secundarios como palpita-
ciones, hipotensión o dificultades cognitivas.
Pregabalina
Recientemente se ha señalado la indicación, efi- Tratamientos psicológicos
cacia y seguridad de la gabapentina y, sobre todo,
de la pregabalina en los cuadros de ansiedad [38]. En general, las investigaciones sobre eficacia de
Esta última sustancia tiene reconocida su indica- la psicoterapia en mayores han recibido poca
ción en estos trastornos y ha demostrado su efi- atención. Sin embargo, son un recurso de primer
cacia tanto en los síntomas psíquicos como somá- orden que puede complementar al tratamien-
ticos de ansiedad. Su inicio de respuesta aparece to psicofarmacológico o incluso sustituirlo en
entre la primera y segunda semanas, antes de lo aquellos casos en los que no sea posible emplear
que se observa con los fármacos antidepresivos. fármacos o que el paciente se muestre reacio a
Es eficaz en los trastornos de ansiedad generaliza- tratarse.
da en pacientes mayores de 65 años [39]. En dosis Ayers et al [40] revisaron, desde una metodo-
de 150-600 mg parece bien tolerada y segura, con logía de medicina basada en la evidencia, los es-
efectos secundarios escasos y autolimitados, aun- tudios e investigaciones publicados sobre la efi-
que se ha comunicado algún caso de alteración cacia de tratamientos psicológicos en los cuadros
cardíaca. Su ventaja principal es la ausencia de los ansiosos del paciente mayor. Aunque localizaron
efectos secundarios de las benzodiacepinas, el es- 77 estudios, muchos de ellos quedaron excluidos
caso impacto sobre funciones cognitivas y su bajo por no cumplir las condiciones metodológicas
riesgo de abuso y dependencia. requeridas. En este análisis, las terapias cognitivo-
conductuales, el entrenamiento en relajación, la
Otros recursos terapéuticos terapia cognitiva y la de apoyo tenían bases para
La buspirona, con su perfil seguro de efectos se- confirmar su eficacia.
cundarios, su escasa capacidad para producir Las terapias cognitivo-conductuales han sido
sedación y el bajo riesgo de abuso, parecía des- ampliamente empleadas [41]. Sus protocolos
empeñar un papel importante en los trastornos suelen incluir psicoeducación, autorregistros,
de ansiedad del anciano, pero la experiencia entrenamiento en relajación, exposición a pen-
clínica ha limitado considerablemente su utili- samientos y situaciones con desensibilización
zación. La presencia de un período de latencia sistemática y reestructuración cognitiva. En oca-
alto, aproximadamente de dos semanas, no la siones se han empleado otras técnicas como el
hacen recomendable en el tratamiento de an- entrenamiento en la resolución de problemas,
siedad aguda. Por otra parte, la escasa eficacia la historia vital o incluso técnicas orientadas a
mostrada en pacientes concretos y la aparición facilitar la adherencia al tratamiento farmaco-
en algunos casos de un efecto paradójico de in- lógico con llamadas de teléfono recordatorias,
tranquilidad al inicio del tratamiento, han res- terapias asertivas o terapia de apoyo, que incluye
tringido su empleo. la reflexión comprensiva y la validación de sen-
Los betabloqueadores, en concreto proprano- timientos, y el entrenamiento en relajación tam-
lol en dosis de 20-60 mg/día, se han utilizado en bién son dos técnicas de interés en el tratamiento
el tratamiento de los síntomas (principalmente de estos pacientes.
somáticos) de la ansiedad del adulto. Sin embargo, Las terapias cognitivo-conductuales no sólo se
su empleo en ancianos está comprometido por la han mostrado claramente eficaces en la ansiedad,
necesidad de monitorizar los efectos secundarios sino que también ejercen un efecto beneficioso
cardíacos que induce (bradicardia e hipotensión) sobre los síntomas depresivos que acompañan
y por su contraindicación en pacientes que pre- con frecuencia a estos cuadros. El entrenamiento
sentan enfermedad pulmonar obstructiva cróni- en relajación ha mostrado su eficacia, sobre todo
ca, insuficiencia cardíaca o diabetes. cuando se mantiene la práctica en el tiempo.
Los antihistamínicos, aunque no son fárma- Ayers et al [40] concluyen que hay evidencias
cos de primera elección, han sido empleados por de la eficacia de estos protocolos cuando se apli-
can a ancianos, si bien esta evidencia no es tan ro- los recursos terapéuticos de los que disponemos,
busta como en poblaciones más jóvenes. Señalan farmacológicos y psicoterapéuticos, permiten
con Mohlman [42] que posiblemente sea debido abordarlos de forma eficaz y segura, y esto re-
a que las terapias se han diseñado para adultos, lo dundará en una mejor calidad de vida del pa-
que dificulta su aplicación en los ancianos y pue- ciente y de su entorno.
de que no sean las más adecuadas para el interva-
lo de síntomas y problemas que experimentan los
mayores. Su eficacia también puede estar limita-
da por el hecho de emplearlas, en la mayoría de
los estudios, en formato de grupo. Bibliografía
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la terapia cognitivo-conductual y de relajación a disorders: results from an eight-week placebo-controlled
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Así pues, y aunque asistimos a un aumento eralized anxiety disorder in older adults. Am J Geriatr
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en general, y con problemas de ansiedad en par- 6. Franco M. Posttraumatic stress disorder in older women.
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