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Revisión

Trastornos de ansiedad en el anciano

M.D. Franco-Fernández a, R. Antequera-Jurado b

a
Introducción y desarrollo. Aunque los trastornos de an- and are either not treated or are not treated adequately. Departamento
de Psiquiatría.
siedad son menos prevalentes en ancianos que en pobla- Clinically, they usually manifest as generalised anxiety b
Departamento de
ciones más jóvenes, su presencia, en muchas ocasiones de and are frequently accompanied by depressive symptoms. Personalidad, Evaluación
forma subclínica, es elevada. Suelen pasar desapercibidos, They have a notably disruptive effect on the lives of both y Tratamiento
Psicológicos.
incorrectamente diagnosticados y no son tratados o lo patients and those around them; addressing them with
Facultad de Medicina.
son de forma inadecuada. Clínicamente suelen expresarse therapy is therefore a must. These patients are especially Universidad de Sevilla.
como ansiedad generalizada y con frecuencia se acompa- complex and this complexity cannot be contemplated using Sevilla, España.
ñan de síntomas depresivos. Perturban notablemente la generalised guidelines. Instead, the approach requires a
Correspondencia
vida del paciente y de su entorno, por lo que es obligado clinical judgement based on the therapist’s own experience Dra. M. Dolores Franco
abordarlos de forma terapéutica. Estos pacientes son es- that allows them to apply the general recommendations Fernández. Departamento
de Psiquiatría.
pecialmente complejos y dicha complejidad no puede ser as best they can. The first line of resources that can be used
Facultad de Medicina.
contemplada en guías generalizadas, sino que exige un jui- are pharmaceuticals (antidepressants, benzodiazepine and Universidad de Sevilla.
cio clínico basado en la experiencia del terapeuta, que debe pregabalin) and psychotherapy. This latter alternative, and Avda. Doctor Fedriani, s/n.
E-41007 Sevilla.
aplicar, según su leal saber y entender, las recomendaciones more especially cognitive behavioural therapy, must be
generales. Como recursos de primera línea disponemos de considered an effective strategy, but it is limited by the scarcity E-mail
los fármacos (antidepresivos, benzodiacepinas y pregabali- of programmes that have been designed and adapted to the dfranco@us.es
na) y de la psicoterapia. Esta última, sobre todo la terapia elderly as well as the difficulties in gaining access to them.
cognitivoconductual, debe de ser contemplada como una Conclusions. If treated correctly, anxiety disorders progress
estrategia eficaz, pero su limitación procede de la escasez well and the patient’s quality of life, functionality and welfare
de programas diseñados y ajustados a los ancianos y de las will gradually improve.
dificultades de accesibilidad a éstos. Conclusiones. Tratados
correctamente, los trastornos de ansiedad tienen buena Key words. Anxiety. Elderly. Psychopharmaceuticals. Psychotherapy.
evolución y mejorarán la calidad de vida, la funcionalidad y Risk factors.
el bienestar de los pacientes.

Palabras clave. Ancianos. Ansiedad. Factores de riesgo. Psicofár-


macos. Psicoterapia. Introducción

Los trastornos de ansiedad del anciano han reci-


Anxiety disorders in the elderly bido escasa atención. La presencia en estas eda-
des de la vida de otros trastornos mentales más
Introduction and development. Although anxiety disorders específicos y graves como las demencias explica
are less prevalent in the elderly than in younger populations, que la ansiedad y sus trastornos se hayan con-
their presence, which is often subclinical, is still high. These siderado ‘patología ligera’. Sin embargo, tienen
disorders usually go undetected, wrongly diagnosed un impacto considerable en la funcionalidad

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M.D. Franco-Fernández, et al

del sujeto, suponen un deterioro importante en alta frecuencia de comorbilidad intracategoría.


la calidad de vida y se asocian con una mayor De éstos, los cuadros fóbicos son los más fre-
mortalidad. cuentes. Las fobias simples son muy habituales
Por otra parte, generan una carga asistencial entre los ancianos (7,5%), y generalmente les
importante. Con frecuencia, los pacientes con han acompañado a lo largo de toda su vida. La
patología ansiosa solicitan asistencia, principal- agorafobia (en el 1%) es el trastorno que con más
mente en atención primaria, ya que rara vez son frecuencia se ha iniciado en la senectud. Es más
capaces de atravesar los filtros asistenciales y re- raro que la fobia social (presente en el 6,6% de
cibir asistencia especializada, que con frecuencia los mayores) alcance significación clínica, quizás
conlleva que no sean tratados correctamente. porque las conductas de evitación social son me-
Los trastornos de ansiedad suponen, además, nos relevantes en los ancianos.
un importante coste. Su elevada presencia, el El trastorno de ansiedad generalizada está rela-
amplio grupo poblacional al que afecta y la ma- tivamente presente en pacientes mayores; repre-
yor demanda obliga a plantear, como objetivo senta un 3,6% de la población anciana comunita-
asistencial prioritario, la atención correcta a esta ria, y entre un tercio y la mitad de estos cuadros
patología. Si conocemos más de su naturaleza, se han desarrollado durante esta etapa del ciclo
de su clínica y evolución podremos tratarla más vital [4,5]. Con frecuencia, se expresa de forma
eficazmente y esto se traducirá en una mejor ca- comórbida con la patología depresiva en la que
lidad de vida del paciente y de su entorno. parece diluirse, y pierde su entidad nosológica.
Algo menos presente está el trastorno por estrés
postraumático (2,5%), aunque algunos datos
parecen indicar que pudiera ser más frecuente,
Datos epidemiológicos sobre todos en mujeres ancianas que han po-
dido sufrir experiencias de abusos, pero suelen
Si se observa la distribución de los diagnósticos diagnosticarse erróneamente como cuadros de-
principales de pacientes ancianos asistidos en el presivos, trastornos no específicos de ansiedad
marco especializado u hospitalario, los trastor- o como patología somática [6]. Por el contrario,
nos por ansiedad representan sólo un porcentaje los cuadros obsesivos (0,7%) y de pánico (2%)
pequeño de ellos [1] y no suelen ser motivos de son más inusuales en los mayores. Cuando apa-
primeras consultas, por lo que podría inferirse recen, su clínica es similar a la de los adultos,
que son trastornos infrecuentes en estas edades, aunque más mitigada y con menos evitación,
pero dicha conclusión no sería acertada. aunque encontramos diferencias en la temática y
Si el acercamiento al problema se realiza desde naturaleza de los temores y las obsesiones en los
los estudios de población general, que representan ancianos como, por ejemplo, mayor preocupa-
de forma más correcta lo que ocurre en un grupo ción relacionada con el temor a olvidar nombres
poblacional, la realidad es distinta. Se dispone de o de escrupulosidad egosintónica.
numerosos datos procedentes de estudios comu- Una de las cuestiones que ha interesado a los
nitarios que se llevaron a cabo en las décadas de estudios comunitarios es si la prevalencia de los
1980 y 1990. Aunque en estos estudios las tasas trastornos de ansiedad decrece con la edad. La
de prevalencia de los trastornos ansiosos en la conclusión, corroborada en todos los estudios,
población anciana pueden presentar diferencias es que, efectivamente, los trastornos de ansiedad
considerables por las diferentes metodologías son menos frecuentes entre los ancianos que en
empleadas en cada uno de ellos, en todos los ca- edades más jóvenes, al igual que en otros tras-
sos suele ser superior al 10%. Es más frecuente tornos mentales como los del humor o los de
entre las mujeres que entre los varones, con una dependencia a sustancias. En cierta manera se
ratio que puede oscilar entre 2 y 6,5, en función aprecia un comportamiento lineal; a medida que
del trastorno concreto que se analice [2]. aumenta la edad de la población analizada, dis-
Uno de los estudios recientes, el National Co- minuye su presencia.
morbidity Survey Replication (NCS-R), realizado La mayoría de los casos presentes en mayores
por Kessler et al [3], observa que los trastornos se inició en etapas más tempranas de la vida, an-
de ansiedad están presentes en al menos el 15,3% tes de los 50 años, y en una proporción elevada
de la población mayor de 60 años estudiada, con aparecieron al final de la infancia y en la adoles-

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Trastornos de ansiedad en el anciano

cencia (las fobias) o, como ocurre con los otros ciera, en cierta manera, un papel protector ante
trastornos, en edades medias de la vida [7]. El es- la ansiedad, efecto que estaría mediado por las
tudio Guy’s/Age Concern [8] ya señalaba que, por modificaciones biológicas del envejecer, por una
ejemplo, sólo en un tercio de los casos de las fo- menor sensibilidad emocional, por poseer un
bias el cuadro comenzó después de los 65 años. mayor y mejor control de las emociones, por un
Los datos de los escasos trabajos de segui- proceso de inmunización psicológica al estrés o
miento que alcanzan a la edad provecta [9] pa- por la conjunción de varios de estos motivos.
recen confirmar el curso crónico y recurrente. Otras razones también pueden explicar esta
Sólo una pequeña parte de ellos evoluciona es- menor presencia de los cuadros de ansiedad en
pontáneamente hacia la resolución. Son trastor- el anciano, entre las que cabe mencionar el no
nos muy proteiformes que varían no sólo en la reconocimiento o el diagnóstico no correcto por
intensidad de síntomas sino en el propio tipo parte del evaluador. Aunque las investigaciones
de trastorno. La estabilidad diagnóstica es baja no han podido confirmarlo, se han señalado re-
y las modificaciones en los síntomas, incluyen- petidamente las dificultades de los mayores para
do la sintomatología depresiva, la norma. Así, expresar sus sentimientos (incluida la ansiedad)
Schoevers et al [10], en su estudio de segui- o su tendencia a manifestarlos a través de sín-
miento de tres años a ancianos que residen en tomas somáticos, lo que dificultaría su recono-
la comunidad y que presentaban trastornos de cimiento. Además, estos pacientes sufren, con
ansiedad generalizada, refieren que el 24% había frecuencia, pluripatología somática, por lo que
desarrollado un cuadro depresivo, mientras que no es extraño que se adscriba de forma equivo-
el 13,6% de los ancianos que en la línea base pre- cada los síntomas ansiosos a un origen orgánico.
sentaban un cuadro depresivo desarrolló un cua- De todas formas, hemos de considerar la posi-
dro ansioso-depresivo. Precisamente los cuadros bilidad de que los sujetos ansiosos no lleguen
de ansiedad generalizada eran los que mostraron a edades avanzadas de la vida por su mayor
menor estabilidad diagnóstica; sólo el 12% de los mortalidad. En estudios realizados en la pobla-
ancianos permanecía en esta categoría diagnós- ción adulta se ha señalado de forma consistente
tica en el seguimiento. cómo los individuos más ansiosos tienen mayor
Una observación de gran importancia en la mortalidad por patología cardiovascular o por
clínica es la existencia de numerosos casos que se causas no naturales, entre las que se incluye el
situarían por debajo del umbral diagnóstico. Los suicidio. Habría, pues, menos ansiosos entre los
síntomas ansiosos están presentes en numerosos mayores porque sus tasas de supervivencia se-
ancianos, pero pocos de ellos cumplen los crite- rían inferiores.
rios necesarios para poder establecer el diagnós- También deben contemplarse razones de tipo
tico de trastorno de ansiedad. El estudio de Co- metodológicas. La variabilidad de las tasas de
peland et al [11], que empleó el GMS/AGECAT, prevalencia comunicadas en los estudios epide-
ya demostró que las tasas de prevalencia dismi- miológicos es tan grande que hace dudar de su
nuyen a medida que los criterios diagnósticos se validez. Sin duda, la raíz de dicha variación está
hacen más estrictos. Se produce, pues, una dis- en las distintas metodologías de investigación
minución de ‘casos clínicos’ con un importante empleadas. Se ha utilizado una gama de instru-
incremento de ‘casos subclínicos’. mentos diagnósticos variada, pero la mayoría de
ellos no ha sido validado para la población ge-
Cómo debemos riátrica, lo que limita la validez del estudio. La
interpretar estos resultados utilización de criterios diagnósticos que fueron
pensados para población adulta debe tenerse
Los datos parecen bastante consistentes: los tras- en cuenta, ya que pudieran no ser aplicables a
tornos de ansiedad son menos frecuentes entre esta población. Así, la consideración del impac-
los ancianos que entre los adultos. Esta menor to funcional como criterio diagnóstico no es lo
prevalencia podría explicarse por un efecto co- mismo para un adulto joven que para un ancia-
horte o por el efecto de la edad. Así se puede no. ¿Cómo medir, por ejemplo, el impacto labo-
pensar que una generación más ansiosa sustitu- ral en un jubilado? Si además se emplean reglas
ye a una generación de menor nivel de ansiedad, jerárquicas de diagnóstico, aún disminuirán más
o pudiera ser que el propio envejecimiento ejer- las tasas de prevalencia. Con frecuencia, los cua-

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dros ansiosos se presentan de forma comórbida envejecimiento biológico constituye un factor de


con otras patologías consideradas más graves riesgo o de protección ante los trastornos de an-
como la depresión o la demencia, por lo que la siedad. Heum y Hein [12] concluyen que si bien
clínica de ansiedad queda diluida dentro de estos envejecer es un factor de riesgo de primer orden
trastornos. para la aparición de depresión, parece ser un fac-
tor de protección para la aparición de trastornos
de ansiedad.
Vink et al [13] realizaron una revisión de las in-
Factores asociados: vestigaciones publicadas sobre factores de riesgo
los factores de riesgo para la depresión y la ansiedad en el anciano. Su
objetivo era poder definir perfiles de riesgo dife-
Existe un número limitado de estudios sobre los renciales para ambos cuadros y establecer cuáles
factores de riesgo para la aparición de cuadros se asociaban a su aparición (a través de estudios
de ansiedad, lo que contrasta con la importan- transversales) y cuáles aumentaban la vulnerabili-
te proliferación de estudios que se centran en el dad de éstos (a través de estudios longitudinales).
riesgo de cuadros depresivos. La mayoría de los Señalan que sólo un número limitado de factores
estudios se ha realizado para la población adulta biológicos se asocian con ansiedad en la vejez. La
y sus resultados, inferidos para ancianos, reflejan presencia de deterioro cognitivo y la hipertensión
la escasa atención que los trastornos ansiosos en vascular se vinculan con la aparición de síntomas
la edad senecta despierta en los investigadores. ansiosos, que también ocurre con las limitaciones
Un escaso interés, que se extiende igualmente al funcionales y la presencia de un número de en-
estudio de los factores que pueden amortiguar o fermedades crónicas mayor. Es realmente difícil
proteger a los ancianos de la aparición de cua- determinar cuál de estos factores de riesgo ejerce
dros de ansiedad, tales como el apoyo social, la más influencia en la aparición de los cuadros de
religiosidad, la actividad física o la estimulación ansiedad, debido a que en ocasiones encontramos
cognitiva. la coexistencia de varios de ellos. Así, por ejemplo,
la cronificación de la sintomatología ansiosa entre
Factores biológicos ancianos con limitaciones funcionales quienes a
su vez suelen presentar mayor edad y ésta se re-
Un hecho aceptado es el papel de la herencia, laciona con más problemas cognitivos o menores
ya que parece existir cierta heredabilidad espe- redes de apoyo social [14].
cífica para determinados trastornos –como el
trastorno obsesivo-compulsivo y el trastorno Factores psicológicos
de angustia– y una inespecífica, a través de los
rasgos de personalidad, que confieren una vul- Distintos estudios han identificado algunos fac-
nerabilidad para desarrollar síntomas. Otro es tores como de riesgo para la aparición de cua-
que las mujeres son población de riesgo para la dros ansiosos [15,16]. Así, han demostrado su
ansiedad en edades tardías, pero no está estable- importancia determinados rasgos de personali-
cido si la asociación se realiza directamente por dad (como el neuroticismo), el locus de control
factores biológicos o si está mediada por otros externo, la existencia de estrategias de afronta-
de origen más psicosocial, vinculados al estilo de miento disfuncionales o la presencia de psico-
vida o al rol social tradicional de la mujer. En lo patología previa a la senectud. La asociación de
que no existe tanto acuerdo es en el papel que estos factores se establece para la aparición de
desempeñan otros factores biológicos. Así, algu- síntomas y de trastornos y se observa en estudios
nos estudios han intentado encontrar alteracio- transversales y longitudinales, lo que indica que
nes en la neuroimagen funcional, pero o bien se su relación etiopatogénica se establece aumen-
han realizado en poblaciones más jóvenes o en tando la vulnerabilidad para éstos y facilitando
patología ansiosa asociada con depresión. Los la aparición y expresión de la clínica [13].
datos obtenidos han sido complejos, difíciles de
interpretar, en ocasiones contradictorios y de ex- Factores sociales
plicación dudosa. Lo cierto es que a día de hoy
no sabemos de forma consistente si el hecho del Se ha señalado que la adversidad social (clase

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Trastornos de ansiedad en el anciano

social baja, escasos ingresos, malas condiciones falta de apoyo social o la soledad parecen ser los
de la vivienda, etc.) incrementa los niveles de la factores de mayor peso.
dimensión de ansiedad en la población anciana
[1], pero su asociación con trastornos de ansie- Cómo debemos
dad (categoría) es menos potente. Posiblemente, interpretar estos resultados
aunque favorezca la ansiedad, su valor etiológi-
co para trastornos mentales graves resulte me- Conocer y definir un perfil de factores de riesgo
nos relevante. parece necesario para abordar de forma correcta
El papel de los acontecimientos vitales adver- los problemas de ansiedad en el anciano. Permi-
sos como desencadenantes en sujetos vulnerables tirá intervenir de forma preventiva sobre aque-
ha sido claramente establecido en poblaciones de llos que aumenten la vulnerabilidad para éstos y
adultos e inferidos para ancianos. Para valorar facilitará las intervenciones de detección precoz
adecuadamente el impacto de un acontecimien- en las poblaciones de riesgo. La detección y el
to concreto hay que considerar el significado que tratamiento tempranos ayudarán a reducir las
dicho acontecimiento tiene para el individuo y si manifestaciones clínicas, mejorar su pronóstico
éste ha ocurrido ‘en su tiempo’ o fuera de él. Los y promover mayor calidad de vida del paciente.
acontecimientos vitales más ansiógenos son los Uno de los hallazgos más interesantes de los
que implican amenazas (al igual que las pérdidas estudios sobre riesgo ha sido la imposibilidad
se relacionan con la depresión) y los que ocurren de establecer perfiles diferenciales para la apa-
a destiempo. El individuo, en su devenir, adquie- rición de síntomas (dimensión) y de trastornos
re estrategias que le permiten afrontar los dife- ansiosos (categoría), así como de determinar la
rentes acontecimientos vitales que se sucederán interrelación que puede existir entre los distintos
a lo largo de las distintas etapas de su vida. Cuan- factores de riesgo y cuáles de ellos o con qué in-
do un acontecimiento ocurre en la etapa previs- tensidad tienen que estar presentes para que apa-
ta, el impacto de éste es menor. Los ancianos, por rezca el trastorno de ansiedad [17]. Que la clíni-
ejemplo, desarrollan estrategias que les permiten ca se manifieste como síntomas poco específicos
enfrentarse con pérdidas frecuentes y están más o como trastorno, específico y característico, no
dotados que los más jóvenes para hacerlo con parece depender de la intervención aislada de al-
éxito. Por el contrario, un acontecimiento fuera guno de estos factores. Debería pensarse si este
de su tiempo tiene un impacto emocional mayor, hecho orienta hacia un modelo dimensional de
ya que los individuos no poseen las estrategias la ansiedad en la que los trastornos específicos
adecuadas para afrontarlo. correspondieran a extremos de dicha dimensión.
Los acontecimientos vitales más asociados a Por otra parte, el perfil de los factores de riesgo
la emergencia de psicopatología ansiosa en la para la ansiedad es prácticamente superponible
vejez son los duelos, la jubilación y la institucio- al que define la aparición de los cuadros depresi-
nalización, pero el valor patógeno de cada uno vos de los ancianos.
de ellos debe establecerse para cada individuo en La comunalidad del perfil de factores de riego,
función del impacto que genere y de las estrate- la baja estabilidad diagnóstica de los trastornos
gias que el anciano posea ante ellos. ansiosos en los mayores (que se observa en los
Las experiencias tempranas, muy importantes estudios longitudinales) y la altísima comorbili-
en la aparición de clínica en el adulto joven, no dad con depresión obligan a reflexionar sobre las
parecen ser tan relevantes para los mayores. En bases conceptuales de ciertos trastornos menta-
todo caso, su influencia se establecería de forma les en la población anciana. En la clínica diaria,
indirecta, ya que generan alteraciones en el desa- los pacientes a lo largo de su vida modifican su
rrollo de la personalidad, con estilos cognitivos expresión clínica y cumplen criterios de uno u
y estrategias de afrontamiento concretas que de- otro trastorno de ansiedad. En esta variabilidad
terminarán, posteriormente, respuestas disfun- sintomatológica se incluyen cuadros depresivos,
cionales a sucesos y experiencias adversas [1]. que en ocasiones coexisten con el de ansiedad y,
Un tema de interés es la red social. La relación en otras, lo sustituye. De hecho, la presencia de
entre los aspectos cuantitativos y cualitativos de comorbilidad ansiedad-depresión en el anciano
ésta y la clínica ansiosa ha sido firmemente es- es aún más alta que en poblaciones jóvenes, alre-
tablecida [13]. Los escasos contactos sociales, la dedor del 40% [18].

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Esta reflexión no es novedosa [19]. En 1992, dad de que el cuadro esté producido por una
Golberg y Huxley [20] planteaban una perspec- patología somática, la presencia de patología
tiva dimensional común para los trastornos an- intercurrente, el hecho de la polimedicación y
siosos y depresivos. Clark y Watson elaboraron la accesibilidad a los recursos sanitarios condi-
un modelo tridimensional de afectos (positivo, cionarán el plan terapéutico que se diseñe para
negativo y de hiperactividad fisiológica) en los el individuo.
que ansiedad y depresión compartirían una ma- En comparación con la profusión de estudios,
yor afectividad negativa, línea similar a la segui- publicaciones, guías y protocolos sobre el trata-
da posteriormente por Cook et al [21]. Kendler miento de la depresión del anciano, hay escasez
[22] afirma que ansiedad y depresión comparten de éstos cuando se trata de la pauta que se debe
bases genéticas y que las variables ambientales seguir en los cuadros ansiosos. La mayoría de las
son las que determinarán el grupo de síntomas recomendaciones que se emplean no son sino in-
que predominarán en la clínica. Ansiedad y de- ferencias hechas desde las evidencias que existen
presión serían concebidas como una entidad para el tratamiento de estos problemas en pobla-
única y las diferencias en la expresión clínica ciones adultas de la vida y son válidas siempre
no constituirían sino un reflejo de diferencias que se adapten y ajusten a las características del
cuantitativas. paciente anciano.
Tyrer et al [23] sugirieron la existencia de un
síndrome neurótico general. Sin restar impor- Psicofármacos
tancia a las aportaciones de las nosologías ac-
tuales como el Manual diagnóstico y estadístico Pocos estudios han evaluado el uso específico en
de los trastornos mentales (DSM), la ausencia y ancianos de los diferentes fármacos propuestos
el rechazo a todo planteamiento patogénico ha para el tratamiento de los cuadros ansiosos. Para
conducido a cierto empobrecimiento de la se- elegir la medicación más adecuada deben tener-
miología. Desde su perspectiva, la alta comuna- se en cuenta los efectos de la edad en la farma-
lidad de factores de riesgo, la comorbilidad y la cocinética y farmacodinamia, las interacciones
baja estabilidad diagnóstica pueden explicarse medicamentosas con otros medicamentos que
como clínica de un síndrome neurótico general pudieran tomar y considerar, en todo momento,
cuyo núcleo estaría constituido por la presencia la seguridad, la tolerabilidad y la adherencia de
de cotimia (ansiedad y depresión) y por rasgos la medicación que se va a prescribir.
de personalidad (inhibición y dependencia), es-
trechamente vinculados con los trastornos de Benzodiacepinas
personalidad del cluster C (ansiosos y temero- Las benzodiacepinas están consideradas como
sos). Para estos autores, cotimia y personalidad fármacos seguros y eficaces en el tratamiento de
compartirían etiología, posiblemente genética. la ansiedad del adulto y se emplean, de forma
habitual, en la ansiedad del anciano. Se indican
en asociación con otros recursos psicofarmaco-
lógicos (como los antidepresivos) o como úni-
Abordaje terapéutico de co fármaco, lo que es una pauta de tratamiento
los trastornos de ansiedad poco recomendable [25]. Algunos autores [26]
han encontrado que las benzodiacepinas se em-
Sin duda, el problema más grave que se presen- plean en el 70% de los pacientes con ansiedad
ta es la alta frecuencia con la que estos cuadros y en todos los grupos de edades pero, a medida
pasan desapercibidos, son mal diagnosticados que aumenta el rango de edad, la proporción de
y, en consecuencia, no tratados. Debe recordar- pacientes que sólo reciben tratamiento con ben-
se que la clínica ansiosa se vincula con disca- zodiacepinas se incrementa.
pacidad funcional, deterioro en funciones cog- Aunque son fármacos relativamente seguros,
nitivas, mala salud percibida y peor calidad de las diferencias farmacocinéticas y farmacodiná-
vida [24], que aún obliga más a la intervención micas de las poblaciones de mayores explican la
sanitaria. Previa a la misma, la recomendación mayor presencia de efectos indeseables. Es más
de una adecuada valoración psicopatológica, frecuente la aparición de una excesiva sedación
somática y funcional es obligada. La posibili- o de cuadros confusionales, los problemas en el

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Trastornos de ansiedad en el anciano

rendimiento cognitivo, deterioro de la memoria pinas no presentaba psicopatología y su uso no


y la mayor afectación psicomotora que se tra- estaba, pues, indicado.
duce en posibilidad de caídas y el consiguiente
riesgo de fracturas [27], efectos que deben tener- Antidepresivos
se en consideración cuando se prescriben estos Los antidepresivos, especialmente los de nueva
fármacos a los mayores y que dificulta especial- generación, constituyen la primera línea en el
mente su manejo en algunas condiciones como tratamiento de los trastornos de ansiedad. A su
la presencia previa de deterioro cognitivo y la eficacia sobre el trastorno de ansiedad se le aña-
posibilidad de respuestas paradójicas. de su capacidad para reducir los síntomas depre-
Las prescripciones de benzodiacepinas tien- sivos que, con frecuencia, aparecen asociados en
den a mantenerse en el tiempo y se prolongan la clínica.
durante años. Estudios de seguimiento a seis [28] Aunque pocos estudios se han realizado para
y a nueve años [29] han mostrado que alrededor evaluar específicamente la eficacia y seguridad
de la mitad de pacientes ancianos a los que se les de los antidepresivos en los trastornos ansiosos
prescribió continúa tomándolas. Este hecho se de los ancianos, han podido demostrarlas mu-
relaciona con el alto riesgo presentado por esta chos de los inhibidores selectivos de la recapta-
población para desarrollar dependencia a estas ción de serotonina (ISRS) y los inhibidores de re-
sustancias, por lo que hay que estar especialmen- captación de serotonina y noradrenalina (IRSN)
te atentos y detectarla en los estadios más inicia- como, por ejemplo, el citalopram, tanto a corto
les. En este sentido, Voyer et al [30] señalan que plazo (ocho semanas) como a medio plazo (32
la clínica de la dependencia a estas sustancias y semanas) [4,33] la sertralina [34], la fluvoxami-
en estas edades tiene características específicas na [35] y la venlafaxina [36]. El escitalopram, la
que deben conocerse, ya que si no es imposible paroxetina y la trazodona han demostrado su
realizar una adecuada detección precoz éstas. eficacia en estos cuadros, aunque la mayoría de
Señalan seis indicadores: el autorreconocimiento los estudios se ha realizado con pacientes en eda-
como consumidor, la justificación de su empleo des medias [31]. No obstante, es recomendable
por la presencia de múltiples estresores, el uso tomar ciertas precauciones cuando se empleen
de benzodiacepinas como estrategia de afronta- antidepresivos que son potentes inhibidores del
miento ante la presencia de estresores, la pose- citocromo P450 (fluoxetina, fluvoxamina y pa-
sión de dosis de reservas, la minimización de los roxetina), nefazodona, tricíclicos o inhibidores
riesgos asociados a ellas y los intentos y fracasos de la monoaminooxidasa (IMAO). En la mayo-
para reducir o suspender su consumo. ría de las ocasiones se pueden lograr respuestas
Si se emplean benzodiacepinas, ciertas pre- eficaces con dosis bajas.
cauciones las harán más seguras y mejor tolera- A pesar de las evidencias, con frecuencia los
das [31]. Las consideraciones farmacocinéticas pacientes no reciben el tratamiento recomenda-
orientan hacia benzodiacepinas de vida media do. Si bien se ha observado un incremento de las
corta, como oxacepam y loracepam, se evitan las prescripciones de esta familia farmacológica en
de vida media larga por el peligro de acumula- los últimos años para estas indicaciones, sólo se
ción y se vigila con las ultracortas y potentes. La ha indicado este tratamiento al 35% de los pa-
dosis empleada debe ser la mínima eficaz, pero cientes ancianos que están diagnosticados de un
hay que considerar que el tratamiento con dosis trastorno de ansiedad [29].
muy bajas, con escasa eficacia, puede cronificar
los cuadros. Hay que mantenerlas el tiempo mí- Antipsicóticos
nimo y sólo el preciso. Debe recordarse que el En principio, no se recomienda la utilización de
empleo de benzodiacepinas para tratar los tras- fármacos antipsicóticos en trastornos ansiosos no
tornos de ansiedad del anciano sólo debe ser complicados, aunque se ha empleado, de forma
un elemento más de un programa terapéutico eficaz y segura, en casos específicos de trastornos
complejo y que requiere un control de seguridad de ansiedad que se han mostrado refractarios al
mantenido con una limitación en el tiempo de tratamiento convencional o en los cuadros an-
prescripción. Algunos autores [32] han encon- siosos que aparecen en trastornos orgánicos ce-
trado que aproximadamente un tercio de los an- rebrales como las demencias. En caso de tener
cianos consumidores crónicos de benzodiace- que indicarlos, los de segunda generación como

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risperidona, quetiapina y olanzapina son los más sus propiedades sedativas en ansiedad de an-
empleados [37]. Se debe prestar atención a las cianos en los que hay que cuidar especialmente
interacciones medicamentosas, por ejemplo, con la depresión del centro respiratorio. Exigen un
fármacos que inhiben el citocromo P450. control de sus efectos secundarios como palpita-
ciones, hipotensión o dificultades cognitivas.
Pregabalina
Recientemente se ha señalado la indicación, efi- Tratamientos psicológicos
cacia y seguridad de la gabapentina y, sobre todo,
de la pregabalina en los cuadros de ansiedad [38]. En general, las investigaciones sobre eficacia de
Esta última sustancia tiene reconocida su indica- la psicoterapia en mayores han recibido poca
ción en estos trastornos y ha demostrado su efi- atención. Sin embargo, son un recurso de primer
cacia tanto en los síntomas psíquicos como somá- orden que puede complementar al tratamien-
ticos de ansiedad. Su inicio de respuesta aparece to psicofarmacológico o incluso sustituirlo en
entre la primera y segunda semanas, antes de lo aquellos casos en los que no sea posible emplear
que se observa con los fármacos antidepresivos. fármacos o que el paciente se muestre reacio a
Es eficaz en los trastornos de ansiedad generaliza- tratarse.
da en pacientes mayores de 65 años [39]. En dosis Ayers et al [40] revisaron, desde una metodo-
de 150-600 mg parece bien tolerada y segura, con logía de medicina basada en la evidencia, los es-
efectos secundarios escasos y autolimitados, aun- tudios e investigaciones publicados sobre la efi-
que se ha comunicado algún caso de alteración cacia de tratamientos psicológicos en los cuadros
cardíaca. Su ventaja principal es la ausencia de los ansiosos del paciente mayor. Aunque localizaron
efectos secundarios de las benzodiacepinas, el es- 77 estudios, muchos de ellos quedaron excluidos
caso impacto sobre funciones cognitivas y su bajo por no cumplir las condiciones metodológicas
riesgo de abuso y dependencia. requeridas. En este análisis, las terapias cognitivo-
conductuales, el entrenamiento en relajación, la
Otros recursos terapéuticos terapia cognitiva y la de apoyo tenían bases para
La buspirona, con su perfil seguro de efectos se- confirmar su eficacia.
cundarios, su escasa capacidad para producir Las terapias cognitivo-conductuales han sido
sedación y el bajo riesgo de abuso, parecía des- ampliamente empleadas [41]. Sus protocolos
empeñar un papel importante en los trastornos suelen incluir psicoeducación, autorregistros,
de ansiedad del anciano, pero la experiencia entrenamiento en relajación, exposición a pen-
clínica ha limitado considerablemente su utili- samientos y situaciones con desensibilización
zación. La presencia de un período de latencia sistemática y reestructuración cognitiva. En oca-
alto, aproximadamente de dos semanas, no la siones se han empleado otras técnicas como el
hacen recomendable en el tratamiento de an- entrenamiento en la resolución de problemas,
siedad aguda. Por otra parte, la escasa eficacia la historia vital o incluso técnicas orientadas a
mostrada en pacientes concretos y la aparición facilitar la adherencia al tratamiento farmaco-
en algunos casos de un efecto paradójico de in- lógico con llamadas de teléfono recordatorias,
tranquilidad al inicio del tratamiento, han res- terapias asertivas o terapia de apoyo, que incluye
tringido su empleo. la reflexión comprensiva y la validación de sen-
Los betabloqueadores, en concreto proprano- timientos, y el entrenamiento en relajación tam-
lol en dosis de 20-60 mg/día, se han utilizado en bién son dos técnicas de interés en el tratamiento
el tratamiento de los síntomas (principalmente de estos pacientes.
somáticos) de la ansiedad del adulto. Sin embargo, Las terapias cognitivo-conductuales no sólo se
su empleo en ancianos está comprometido por la han mostrado claramente eficaces en la ansiedad,
necesidad de monitorizar los efectos secundarios sino que también ejercen un efecto beneficioso
cardíacos que induce (bradicardia e hipotensión) sobre los síntomas depresivos que acompañan
y por su contraindicación en pacientes que pre- con frecuencia a estos cuadros. El entrenamiento
sentan enfermedad pulmonar obstructiva cróni- en relajación ha mostrado su eficacia, sobre todo
ca, insuficiencia cardíaca o diabetes. cuando se mantiene la práctica en el tiempo.
Los antihistamínicos, aunque no son fárma- Ayers et al [40] concluyen que hay evidencias
cos de primera elección, han sido empleados por de la eficacia de estos protocolos cuando se apli-

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Trastornos de ansiedad en el anciano

can a ancianos, si bien esta evidencia no es tan ro- los recursos terapéuticos de los que disponemos,
busta como en poblaciones más jóvenes. Señalan farmacológicos y psicoterapéuticos, permiten
con Mohlman [42] que posiblemente sea debido abordarlos de forma eficaz y segura, y esto re-
a que las terapias se han diseñado para adultos, lo dundará en una mejor calidad de vida del pa-
que dificulta su aplicación en los ancianos y pue- ciente y de su entorno.
de que no sean las más adecuadas para el interva-
lo de síntomas y problemas que experimentan los
mayores. Su eficacia también puede estar limita-
da por el hecho de emplearlas, en la mayoría de
los estudios, en formato de grupo. Bibliografía
La mayor potencia de la evidencia se obtie-
ne para el trastorno de ansiedad generalizada 1. Lindesay J. Trastornos neuróticos. In Jacoby R, Oppen-
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aislados, puntuales o no específicos, no existe 2. Beekman ATF, Bremmer MA, Deeg DJH, Van Balkom
evidencia de su eficacia para otras categorías de AM, Smit JH, De Beurs E, et al. Anxiety disorders in late
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estrés postraumático. 3. Kessler RC, Wang PS. The descriptive epidemiology of
Hay pocos estudios de seguimiento a largo commonly occurring mental disorders in the United
plazo, ya que la mayoría de las investigaciones se Status. Annu Rev Public Health 2008; 29: 115-29.
ha centrado en valorar la eficacia inmediata. Al- 4. Lenze EJ, Mulsant BH, Shear MK. Efficacy and toler-
gunas publicaciones han recogido la eficacia de ability of citalopram in the treatment of late life anxiety
la terapia cognitivo-conductual y de relajación a disorders: results from an eight-week placebo-controlled
medio plazo (6-12 meses) con resultados positi- trial. Am J Psychiatry 2005; 162: 146-50.
vos [43,44]. 5. LeRoux H, Gatz M, Wetherell JL. Age at onset of gen-
Así pues, y aunque asistimos a un aumento eralized anxiety disorder in older adults. Am J Geriatr
progresivo de las terapias aplicadas a ancianos Psychiatry 2005; 13: 23-30.
en general, y con problemas de ansiedad en par- 6. Franco M. Posttraumatic stress disorder in older women.
ticular, disponemos de datos escasos que nos J Women Aging 2007; 19: 103.
permitan afirmar para qué tipo de ancianos es 7. Kessler RC, Amminger GP, Aguilar-Gaxiola S, Alonso J,
más eficaz cada orientación terapéutica o que Lee S, Ustün TB. Age of onset of mental disorders: a review
demuestren la eficacia comparada de cada una of recent literature. Curr Opin Psychiatry 2007; 20: 359-64.
de ellas. Igualmente, existen escasos estudios que 8. Lindesay J. Phobic disorders in the elderly. Br J Psychia-
analicen la influencia que sobre la eficacia de las try 1991; 159: 531-41.
distintas modalidades psicoterapéuticas ejercen 9. Larkin BA, Copeland JRM, Dewey ME, Davidson IA,
variables moduladoras tales como la edad, el gé- Saunders PA, Sharma VK, et al. The natural history of
nero, la motivación o los efectos de la mediación, neurotic disorders in an urban population. Br J Psychia-
así como variables clínicas tales como la comor- try 1992; 160: 681-6.
bilidad o los años de evolución de la sintomato- 10. Schoevers RA, Deeg DJH, Van Tilburg W, Beekman
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no ha recibido, hasta el momento actual, la aten- elderly. Eur Psychiatry 2005; 20: 199-204.
ción que requiere. Aunque algunos aspectos es- 13. Vink D, Aartsen MJ, Schoevers RA. Risk actors for anxi-
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