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Unidad I
1)
CONCEPTO:
DIP: han surgido varios conceptos de este orden jurídico, los que se pueden clasificar en:
-Los conceptos materiales definen al Derecho Internacional según su contenido histórico circunstancial de las
normas de índole internacional; así en sus comienzos fue definido como: "EL DERECHO QUE REGULA LAS
RELACIONES ENTRE ESTADOS TANTO EN TIEMPOS DE PAZ COMO DE GUERRA". Tunkin (1.961), para quién el
Derecho Internacional es: "El conjunto de normas que se desarrollan sobre la base del acuerdo entre estados y
que gobiernan sus relaciones en el proceso de luchas y cooperación entre ellos, y que expresando la voluntad
de las clases dirigentes, son impuestas en caso de necesidad, por la presión aplicada por los estados en forma
colectiva o individual".
-Las definiciones formales conceptúan al Derecho Internacional en función del proceso de creación de las
normas o bien los sujetos destinatarios de éstas; el concepto clásico del Derecho Internacional surge de éstas
y se define como: "EL CONJUNTO DE NORMAS JURÍDICAS QUE REGULAN LAS RELACIONES ENTRE LOS
ESTADOS".
Más acorde a la realidad actual se lo define como: "El conjunto de normas jurídicas que regulan las relaciones
entre los sujetos de la comunidad internacional". Abarcando de esta forma no sólo a los estados sino a las
Organizaciones Internacionales, como sujetos del Derecho Internacional, en tanto ambos son receptores de
derechos y obligaciones del Derecho Internacional; también en algunos casos los individuos pueden adquirir
está calidad como son los grupos beligerantes.
-Denominaciones: utilizada por los distintos autores de la materia, y cada una obedece a un motivo
determinado: Derecho de gentes: Vattel recepta este concepto del jus gentium de los romanos. Derecho
internacional público: Concepto de los continentalistas europeos y publicistas latinoamericanos de fines del S.
XIX, que le agregan el contenido de público para diferenciarlo del Derecho Internacional Privado. Derecho
internacional: Surge de la traducción literal Inglesa "internacional law" usado por Benthan en 1.789, aludiendo
básicamente al derecho entre estados.
LOS SUJETOS
Esencialmente son los estados, que no son sólo destinatarios de sus normas sino que también, asumen el rol
de ser los elaboradores directos de éstas. Tienen la cualidad de ser creadores de derechos y deberes en el
orden jurídico internacional, y están obligados a su cumplimiento y a respetarlas. También participan de la
calidad de sujetos los organismos internacionales, que carecen de la plena personalidad jurídica internacional
que detentan los estados, tienen una capacidad limitada por su objeto de creación, o sea capacidad funcional,
y su actuar depende de la voluntad de los estados creadores. En otro nivel gozan de la calidad de sujetos del
derecho internacional los individuos, pero muy limitada a los casos en que se afectan derechos reconocidos.
También en algunos supuestos pueden adquirir subjetividad internacional los grupos beligerantes y los de
algunos pueblos que se les reconoce el derecho a la autodeterminación.
OBJETO
En cuanto al derecho internacional, ha sufrido una variación en la medida en que las relaciones
internacionales se han intensificado y el número de estados comprometidos con el orden internacional ha
aumentado; de esta forma podemos definir dos ciclos del derecho internacional según su objeto:
-Derecho internacional clásico: esencialmente liberal y su objetivo era la distribución de competencias entre
los estados y la regulada entre ellos, principalmente de las relaciones diplomáticas, respeto de las soberanías y
el derecho de la guerra. Era descentralizado pues carecía de instituciones que lo contengan, actuando en base
de la cooperación internacional, y su fuente esencial era la costumbre. Además era oligocrático en cuanto lo
concebían las grandes potencias imperantes y para servir a sus intereses.
-El derecho internacional contemporáneo: Es el que nace formalmente en 1.945, fecha en la que se postula al
derecho internacional como un ordenamiento jurídico de carácter social, institucionalizado y democrático, con
un contenido más humanista. Adquiere un cierto carácter institucional a través de la O.N.U., y se procura
alcanzar la paz mundial por medio de la superación de las diferencias entre los estados de toda índole. Este
sentido lleva a una ampliación del contenido del derecho internacional que al parecer no tiene fin, como ser la
temática económica social de los estados, el espacio ultraterrestre, la contaminación ambiental, los fondos
marinos; adquiere un sentido más normativo a través de la preferencia por los tratados, normas escritas y la
incorporación de nuevos estados, en el seno de las discusiones internacionales procurando su trato igualitario.
De este modo adquiere un carácter dinámico y evolutivo en contraste con el clásico.
CARACTERES DEL DERECHO INTERNACIONAL
Diferencias con el derecho interno: Para detectar los caracteres del derecho internacional cabe compararlo
con el Derecho Privado por ser éste un derecho más completo y acabado, fruto de su prolongada evolución
histórica. No debe confundirse al derecho internacional con el derecho internacional privado que es el
derecho que regula la extraterritorialidad del derecho privado en el extranjero, no teniendo diferencia alguna
con el derecho interno de los estados, al carecer de contenido normativo propio, que es el del derecho
privado.
-Carencia de un órgano legislador: En el derecho internacional no existe un órgano legislador común a todos
los estados u organismos internacionales, esta labor está dispersa en los distintos modos de creación de
normas jurídicas. En este ámbito los mismos estados son sujetos destinatarios de la norma y creadores de la
misma, en consecuencia es la voluntad de estos, expresada en sus distintas formas, el origen inmediato de la
norma internacional.
-Carencia de un órgano juzgador obligatorio: Tampoco existe en el derecho internacional un órgano
jurisdiccional obligatorio de la comunidad internacional, las controversias entre estados siempre se resuelven
preferentemente, por la negociación directa u otros medios, según la voluntad de los estados implicados.
-Carencia de un vínculo de subordinación de los sujetos: Carece el derecho internacional de un órgano
supraestatal, superior jerárquicamente a los sujetos del mismo y que pueda imponerles el control de legalidad
y el respeto compulsivo a la norma en caso de incumplimiento.
-Los estados como sujetos y agentes generadores: En el derecho internacional los estados son agentes
generadores de normas y destinatarios de estas, con lo cual la obligatoriedad de las normas queda
determinada por la voluntad de sus creadores.
-Derecho de coordinación y derecho de subordinación: El derecho internacional es un derecho de
coordinación más que de subordinación, al no ser un mandato de un superior destinado al pueblo, por lo que
es sólo un mecanismo de coordinación de voluntades soberanas. Está distinción no afecta a que exista
subordinación de los estados a la norma que han creado, sino que se basa en el grado de descentralización o
centralización de los mecanismos de cada ordenamiento para su creación y aplicación.
-Derecho internacional general y particular: El derecho internacional presenta estas variantes en su aplicación,
según sean partícipes y destinatarios de las mismas toda la comunidad internacional, derecho internacional
universal, un gran número de estados, derecho internacional general o dos o más estados celebrantes, con el
fin de regular sus relaciones mutuas, derecho internacional particular.
-Posibilidad de que una misma norma internacional sea expresada simultáneamente en dos o más fuentes:
Este hecho se da de forma más frecuente entre los tratados y la costumbre, ya que una norma internacional
reconocida por un tratado, puede ser reconocida por otros no partícipes del mismo pero que se les impongan
por una costumbre.
Monismo: Scelle. Kelsen. Parten del presupuesto de unidad del derecho en donde, uno de los dos órdenes
jurídicos quedaría subordinado jerárquicamente al otro. Tanto el derecho interno como el internacional se
enrolan en un orden jerárquico en el cual el derecho internacional es el que fundamenta todo el derecho.
En la práctica la cuestión de la relación entre el derecho internacional y el interno, queda librada a las
constituciones estatales, mencionando dos variantes:
- una con prevalencia del derecho internacional sobre el derecho interno, que es la más aceptada; como
ejemplo podemos citar la convención de Viena. Las contradicciones entre el derecho interno y el internacional
no provocan la nulidad del segundo (art. 27 convención), y
- la segunda que es la prevalencia del derecho interno sobre el internacional como el art. 31 de la
Constitución Nacional de 1.853.
El Monismo puede expresarse en el siguiente esquema:
DERECHO INTERNACIONAL DERECHO INTERNO
DERECHO INTERNO DERECHO INTERNACIONAL
Jurisprudencia de la corte de justicia argentina: la Corte Suprema de Justicia de nuestro País, ha resuelto en
una serie de fallos la situación de la prevalencia del Derecho Internacional sobre el Derecho Interno. Entre
estos se destacan: - Fallo: Merck Química Argentina Vs. Nación Argentina (31/12/1945) La demanda se
originó por una reclamación de Merck Química Argentina para que se le restituya la propiedad de su industria
en la Capital Federal, con más los daños y perjuicios por habérsele impedido las ampliaciones de la propiedad,
que le posibilitarían una mejor explotación de su actividad industrial, en virtud del Decreto N° 6945/45 ( por
los que se declara la guerra a Japón y Alemania ) y los Decretos N° 7032/45 y 11.599/46 referentes al régimen
de la propiedad enemiga y el N° 30.301/44 por las que autoriza al Secretario de Industria y Comercio a
designar Gerentes Delegados en dichas empresas, lo que la demandante entiende por inconstitucional. La
Corte sostuvo que "En tiempos de paz la República Argentina se conduce dentro de la teoría realista, que
mantiene en el orden interno la primacía de la Constitución sobre los Tratados internacionales. Más en el caso
de una guerra en causa propia eventualidad incluída y extraña, la regla del art. 27 de la Constitución - se
aparta de estos principios y coloca al país y a su gobierno, en el trance de cumplir los tratados con todo el
rigorismo de que están animados. Si ha suscripto Tratados que en los puntos opuestos a la guerra fueran
opuestos a otros, celebrados antes, debe entenderse que los de fecha más reciente suspenden o denuncian
implícitamente a los primeros, por un acto de soberanía, que de ningún modo puede ser enjuiciado". En este
fallo la Corte Suprema de Justicia lo que ha enunciado es una interpretación del orden internacional, basado
en que en tiempo de paz prima el derecho interno sobre el derecho internacional, en tanto en épocas de
guerra prima el derecho internacional sobre el interno, siempre que esté sustentada la conducta del País, en
Tratados suscriptos por éste. Fallo criticable atento su dualidad.
-Fallo Pedro Ferreyra Vs. Nación Argentina (24/08/1945) Este fallo se suscita por una controversia con Chile
por un Tratado celebrado en el año 1.933 y aprobado por Ley 11.753 de nuestro País y cuya vigencia estuvo
subordinada al canje de ratificaciones, lo que no sucedió. La Corte Suprema de Justicia dijo: "Si bien el Tratado
adquiere validez jurídica en virtud de la ley que lo aprueba, no por ello deja de tener el carácter de un estatuto
autónomo, cuya interpretación depende de su propio texto y naturaleza con independencia de aquella ley. Y
así el comienzo de su vigencia no está condicionado por la ley, sino en cuanto ha podido tenerla antes de la
aprobación legislativa, a partir de la cual, en el caso de un tratado que contiene compromisos recíprocos, la
Nación queda obligada a cumplirlo siempre que haya sido también ratificado por el otro contratante". En este
fallo la Corte Nacional sostiene la tesis del dualismo al requerir el cabal cumplimiento de las formalidades de
cada Estado, para la entrada en vigencia de los tratados internacionales, de acuerdos bilaterales, el canje de
ratificaciones.
-Fallo: S. A. Martín Y Cia. Ltda. V. Nación Argentina (6/11/1963) En este fallo se cuestiona la interpretación
del art 7° del Tratado Internacional Argentino Brasileño de 1.940, ratificado por ley 12.688. La Corte afirma
que "ni el art. 31 ni el art 100 de la Constitución Nacional (1.853), atribuyen prelación ó prioridad de rango, a
los tratados con las potencias extranjeras respecto a las leyes válidamente dictadas por el Congreso Nacional.
Ambas normas - Leyes y tratados - son calificadas como ley suprema de la Nación, rigiendo a su respecto el
principio con arreglo que las leyes posteriores derogan las anteriores. Las cuestiones de orden internacional
originadas por la interpretación de un tratado son ajenas, como principio, a la jurisdicción de los tribunales de
justicia internos. Ellas dependen de circunstancias atinentes a la conducción de las relaciones exteriores de la
Nación, y se hallan sujetas a reclamo por las altas partes contratantes". En este fallo la Corte Federal se
pronuncia a favor del monismo, pero en pos de los intereses del Estado soberano.
-Fallo: Ekmedjian, Miguel A. C/ Sofovich, Gerardo y otros (Julio 7 de 1.992) Este fallo se trata de un amparo
por la conducta de Sofovich al no leer una Carta Documento en respuesta a las declaraciones de Dalmiro
Sáenz agraviantes a Jesucristo y la Virgen María, en virtud del derecho de réplica del art. 33 de la C.N. El
superior Tribunal Federal sostuvo que : « Un tratado internacional constitucionalmente celebrado, incluyendo
su ratificación internacional, es orgánicamente federal, conforme las facultades del P.E. y del Congreso
Nacional, por ende la derogación de un tratado internacional por una ley del Congreso, violenta la distribución
de competencias impuestas por la Constitución Nacional, porque mediante una ley se podría derogar el acto
complejo federal de celebración de un tratado.- ... Que en tal sentido, la violación de un tratado puede
acaecer, tanto por el establecimiento de normas internas que prescriben una conducta manifiestamente
contraria, cuanto por la omisión de establecer disposiciones que hagan posible su cumplimiento.-... Que la
Convención de Viena sobre el derecho de los tratados - aprobada por ley 19.865, ratificada por el Poder
Ejecutivo Nacional, el 5 de Diciembre de 1.972 y en vigor desde el 27 de enero de 1.980 confiere primacía al
derecho internacional convencional sobre el derecho interno.- ...Que la necesaria aplicación del art. 27 de la
Convención de Viena impone a los órganos del estado argentino asignar primacía al tratado ante un eventual
conflicto con cualquier norma interna contraria o con la omisión de dictar disposiciones que, en sus efectos,
equivalgan al incumplimiento del tratado internacional en los términos del citado art. 27». En este fallo la
Corte en acatamiento de la Convención de Viena sobre tratados, receptada por nuestro País, se enrola en la
teoría monista, en virtud de la cual los tratados internacionales receptados por el derecho interno, son norma
superior a las leyes federales.
-Fallo: Cafes La Virginia S. A. (13/10/94) Este fallo se origina por un reclamo de la actora para repetir derechos
de importación abonados a la Administración Nacional de Aduanas, en virtud de la Resolución del Ministerio
de economía N° 174/86, con fomento a las exportaciones, por ley 23.101, arts. 22 y 23) la Cámara entendió
por bien cobrado el Tributo ponderando las atribuciones ejercidas por el Ministerio de economía para fijar un
impuesto adicional, el que se discute.
La Corte sostuvo que « a diferencia de lo que ocurre en otras Constituciones más modernas, la Argentina no
ha resuelto explícitamente lo atinente al emplazamiento de los Tratados Internacionales en el ordenamiento
jurídico, limitándose a declarar en el art. 31, que junto con la Constitución y las leyes de la Nación, constituyen
la ley suprema de la Nación. ...Así, ante la ausencia de una indicación expresa en contrario, es razonable
atribuir al término TRATADO mencionado en los arts. 27, 31, 67 inc. 19. 86 inc. 14 y 100, su significado habitual
y profundo, recordado en la frase de JAY, que excluye - en - principio- la posibilidad de que una de las partes lo
derogue o revoque unilateralmente, sin que ello constituya un incumplimiento del mismo. La Corte de Justicia
aquí entendió enrolarse en la teoría del monismo, en tanto los tratados sean receptados por el derecho
interno, y ante la ausencia de una norma Constitucional que les conceda primacía sobre el derecho local,
gozan de la misma jerarquía de las leyes federales, conforme el articulado de la Constitución Federal.
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Unidad II
5-FUENTES DEL DERECHO INTERNACIONAL
Concepto: Se define a las fuentes del derecho como el modo de manifestación externa del derecho, siempre
condicionada por el fenómeno sociológico, de modo que las transformaciones sociales que se producen,
afectan también a las fuentes, que se adaptan a las modificaciones, refiriendo siempre al modo de creación
del derecho.
Clasificación:
-FUENTES FORMALES: en esta clase tenemos dos variantes:
Las formales de verificación: Son aquellas fuentes a través de las cuales el derecho se manifiesta y formula
por ser su expresión visible. P.ej. los tratados.
Las formales de creación: son también fuentes formales de verificación, pero que necesitan expresarse por la
existencia misma de la norma creada, conforme el proceso de creación válido, P. ej. la jurisprudencia.
-FUENTES MATERIALES: son aquellas causas, orígenes e influencias que dan nacimiento a la norma y de las
cuales el derecho internacional se nutre y desarrolla, P.ej. los actos unilaterales de los estados, no tienen
transcendencia para la ciencia jurídica pues se confunden con el origen del derecho internacional (pueden ser
generadores de costumbre). En materia de fuentes del ámbito del derecho internacional las preponderantes
son la costumbre y los tratados, por lo que debemos señalar una diferencia entre el derecho internacional
clásico y el contemporáneo, pues ambas fuentes creadoras de este derecho han sufrido transformaciones,
acompañando el desarrollo del derecho de gentes, variando en su grado de preponderancia según cada época
señalada. NYS en 1.912, sostuvo que en el derecho internacional clásico la fuente preponderante ha sido la
costumbre internacional, siendo la fuente primera y más importante de este derecho, de tanta influencia en
su creación de normas internacionales que aun actualmente con la prevalencia de la norma escrita, subsiste a
la par de los tratados y ha sido consagrada como fuente de importancia, y sus normas receptadas por varias
convenciones. En tanto FRIEDMAN en 1.964 opina que la costumbre ha sido desplazada como fuente del
derecho internacional por los tratados, en el derecho contemporáneo.
La diferencia entre ambas etapas del derecho y su preferencia por una fuente u otra obedece a las
circunstancias históricas de cada uno. En el clásico el derecho internacional tenía una función de distribución y
limitación de competencias estatales, y ante su estado de formación constante mediante la conducta
concurrente de los estados, la costumbre era el medio más idóneo para la creación del derecho interestatal.
En el contemporáneo, si bien subsiste la función del clásico, existen otras funciones como la de la cooperación
internacional, la procura y mantenimiento de la paz, el proceso de codificación internacional, la igualdad de
los estados entre otros, que imponen la necesidad de contar con la legislación positiva, por ser más segura
ante la costumbre para el actual derecho internacional. También debe considerarse que los nuevos estados
prefieren a los tratados por ser un medio más eficaz y seguro en sus relaciones internacionales y no quedar
sujetos a las costumbres que pretendan imponer los grandes estados europeos, sujetos protagonistas del
derecho internacional clásico. Estos factores provocan el desplazamiento de la costumbre por los tratados
como fuente principal, sin que ello importe la extinción de la costumbre como fuente, pues esta ha tenido una
revalorización en la actualidad.
Enumeración: En materia de fuentes no sólo se alude a las normas de conducta generales (costumbre,
tratados) sino también a las conductas individuales que los estados asumen como obligaciones en el terreno
político (pactos, adhesiones), por lo que también merecen ser analizadas.
Actualmente, las fuentes del derecho internacional se hallan enumeradas en el art. 38 del Estatuto de la Corte
Internacional de Justicia, teniendo esta enumeración una jerarquía única, al estar aceptada por la comunidad
internacional; en éste se enumeran como fuentes obligatorias para la Corte en caso de solución de
controversias, el art. 38 enumera como fuentes a :
a) las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen reglas expresamente
reconocidas por los estados litigantes;
b) la costumbre internacional como prueba de una práctica aceptada como derecho;
c) los principios generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas;
d) las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia de las distintas naciones,
como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de lo dispuesto en el art. 59.
La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un litigio ex aequo et bono, si las
partes así lo convinieren». Esta enumeración resulta, no sólo obligatoria para la Corte Internacional, sino
también para todos los Estados miembros de las Naciones Unidas, sin embargo no es una norma imperativa
internacional. De la enumeración del art. 38 surge una nueva clasificación de fuentes en principales y
auxiliares:
PRINCIPALES: tratados, costumbre y principios generales del derecho, serían fuentes formales creadoras, al ser
verificables en su existencia y en su proceso generador.
AUXILIARES: la jurisprudencia y doctrina, son fuentes formales de verificación pues para crear normas jurídicas
requieren de una de las fuentes principales.
La equidad puede ser fuente principal si los estados involucrados la aceptan voluntariamente para ser aplicada
por el Tribunal. Si bien la enumeración establece una clasificación de fuentes, la misma no significa que
imponga jerarquización alguna entre ellas por el orden de enumeración. Cualquiera de las principales puede
ser elegida por la Corte Internacional para la solución de un conflicto de su conocimiento.
CONVENCIMIENTO EN SU APLICACIÓN
DE QUE SE OBRA CONFORME A DERECHO
PARTE I En el art. 2 se definen conceptualmente algunos términos propios de la temática de los tratados, que
son de especial interés para el desarrollo y estudio de las distintas partes de la convención, por lo que se
recomienda, que cada vez que la convención use estos términos se los analiza en función del texto, de los incs.
del art. 2. Ámbito de Validez de la Convención Ámbito de validez material: El art. 1 de la convención
establece que ésta se aplicará a los Tratados entre Estados, acorde al concepto enunciado en su art. 2 inc. a.
Ámbito de validez temporal: Por el art. 4 la convención dispone que ésta se aplicará sólo a los tratados
celebrados entre estados, después de la entrada en vigencia de misma, consagrando el principio de
irretroactividad de la convención, recogiéndolo del derecho internacional consuetudinario. Ámbito de validez
territorial: En el art. 29 de la Convención se recoge otra norma consuetudinaria al consagrar, que los tratados
serán obligatorios en todo el territorio de los estados parte.
PARTE II: CELEBRACIÓN DE TRATADOS Por el art. 6 todo estado tiene capacidad para celebrar tratados. De esta
forma no hay restricciones de naturaleza alguna para que un estado participe en la negociación y consentir
ser parte de tratados. La convención trata en esta parte sobre los actos necesarios para la celebración de un
tratado hasta su entrada en vigor y son:
- LA NEGOCIACIÓN
- LA ADOPCIÓN DEL TEXTO
- LA AUTENTICACIÓN DEL TEXTO
La negociación: es la etapa de elaboración y discusión de las normas hasta la adopción del texto del tratado.
La adopción del texto: superada la etapa de la negociación, sigue la adopción del texto donde los estados
participantes fijan los términos del tratado, adoptándolo mediante el consentimiento de todos los estados
partícipes; a menos que surja de una conferencia internacional que se adoptará el texto por los dos tercios de
los estados presentes y votantes, o por la regla que los partícipes acuerden, art. 9.
Autenticación del texto: es la manifestación de los estados partícipes de que el texto que tienen a la vista es el
auténtico y definitivo, por ende es inalterable a la entrada en vigencia. Este acto se realiza por el
procedimiento seleccionado por los partícipes, o a falta de ello, por medio de la firma, ad referéndum (cuando
los plenos poderes no le dan facultad para comprometer al estado por la firma, por ende requiere la
confirmación de la misma), rúbrica puesta por los representantes en el acta final, art. 10. Para la elaboración,
aprobación y autenticación del texto, se requiere la manifestación del consentimiento del estado partícipe
mediante la expresión del representante del estado. El art. 7 establece las formalidades para que una persona
sea considerada representante de un estado, y ello es: - por la presentación de los adecuados poderes - por
práctica de los estados partícipes que revele que la intención de éstos en considerar a esa persona como
representante del estado, sin exigirle la presentación de los plenos poderes. - porque la índole de sus
funciones no requiere la presentación de los plenos poderes: - los Jefes de estado o de gobierno y ministros de
relaciones exteriores - los jefes de misión diplomática acreditados ante el estado acreditante. - los
representantes designados ante una conferencia u organismo internacional para la adopción de un tratado en
el seno de las mismas.
Formas de Manifestar el Consentimiento en Obligarse por un Tratado: Con la autenticación del texto queda
determinado el acuerdo de voluntades pero para la entrada en vigor del tratado y asumir el estado la calidad
de parte en el mismo se requiere el consentimiento. Las formas por las cuales se expresa el consentimiento
están enumeradas en el art. 11, sin perjuicio de cualquier otra modalidad convenida. Estas son:
- LA FIRMA - EL CANJE DE INSTRUMENTOS - LA RATIFICACIÓN - LA ACEPTACIÓN - LA APROBACIÓN - LA
ADHESIÓN
La firma del representante: art. 12, puesta en el acto de autenticar el texto puede valer para expresar el
consentimiento en obligarse por el tratado, cuando el mismo disponga ese efecto, o surja de los plenos
poderes otorgados al representante, o mediante la confirmación de la firma ad-referendum.
El canje de instrumentos: art. 13, propio de los tratados bilaterales y de forma simplificada, consiste en la
remisión de notas resérvales a otro estado donde propone un tratado, el consentimiento del receptor se
expresa mediante el envío de una nota con el texto del tratado, manifestando su consentimiento.
La ratificación, aceptación o aprobación: art. 14, es el acto por el cual el estado expresa de forma definitiva su
consentimiento en obligarse por el tratado. Es escrita y se llama instrumento de ratificación, consiste en la
confirmación de los plenos poderes. Algunos estados lo prevén en sus órdenes internos como previo al acto
de obligarse. La aceptación o aprobación son modos similares de la ratificación. Es procedente en los casos
que el tratado o la voluntad de los partícipes así lo dispongan, ante la firma ad referéndum o que surja del
alcance de los plenos poderes.
La adhesión: art. 15, es la facultad que se ofrece a un tercer estado no parte en la negociación, de llegar a ser
parte del mismo. Esta posibilidad es viable y se requiere que el tratado o la voluntad de los estados
negociadores admiten esta vía, o con respecto a un estado determinado las partes, convengan esta posibilidad
a su favor.
CONSENTIMIENTO PARCIAL: El art. 17 reconoce está posibilidad siempre que el tratado lo acepte o los demás
estados convengan a favor de ello. El vínculo jurídico del estado parte, nace desde el momento que ha
expresado su consentimiento por las formas ya enunciadas, desde entonces y aún antes, si ha manifestado el
consentimiento en obligarse, pero no está en vigor el tratado, surge la obligación del estado de no frustrar
mediante actos, el objeto y fin del tratado, art. 18.
Reservas: Conforme al art. 2, inc. d: «se entiende por reserva una declaración unilateral hecha por un estado
al firmar, ratificar, aceptar o aprobar un tratado o al adherirse a él, con objeto de excluir o modificar los
efectos jurídicos de ciertas disposiciones del tratado en su aplicación a ese estado».
Por el art. 19 la regla general es que se admiten las reservas por un estado al momento de expresar su
consentimiento salvo que: La reserva esté prohibida por el tratado. Que el tratado disponga que sólo puede
hacerse algunas reservas. Que la reserva sea incompatible con el objeto y el fin del tratado. Aceptación de la
reserva: El art. 20 dispone que si la reserva está permitida por el tratado no requiere aceptación de las partes,
salvo disposición en contra; cuando surja del tratado su aplicación integral, sea por el número reducido de
miembros (tratados multilaterales restringidos) o conforme al objeto fin, se requiere la aceptación por cada
una de las partes. Para que la reserva tenga efecto se requiere la aceptación, de al menos un estado parte, en
este caso sólo se admite la reserva entre el reservante y los que la han aceptado. En cuanto un estado parte
objeta de forma inequívoca, la reserva, no impide la entrada en vigor del tratado con el reservante, pero en
sus relaciones no se aplica la reserva, art. 20 incs 4 y 5. Forma de la reserva: El art.- 23 dispone que la reserva
debe hacerse por escrito, comunicada a los estados miembros y formulada antes de la entrada en vigor. Para
el autor de la reserva del tratado, los estados notificados deben manifestar su objeción dentro de los doce
meses de recibida la notificación, art. 20 inc. 5.
Retiro de las reservas: El art. 22 dispone que el estado autor de la reserva puede retirarla en cualquier
momento sin necesitar la aceptación de los demás estados. Igualmente ocurre con la objeción y tiene efecto
desde la notificación a las partes o al autor de la reserva, según el retiro sea de la reserva o de la objeción, de
la misma forma que para el caso de la formulación de las reservas. Entrada en Vigor y Aplicación Provisional
de los Tratados El art. 24 dispone que el tratado entra en vigor desde la fecha que disponga el tratado o la que
acuerden los estados participantes. A falta de ello, cuando conste el consentimiento de todos los estados
participantes, o de ser posterior a la vigencia del tratado, es desde la fecha que el estado expresó su
consentimiento en obligarse. La entrada en vigor implica que el tratado ya es aplicable y obligatorio para los
estados parte, (ver art. 2 inc. g). Aplicación provisional: por el art. 25 se prevé la aplicación provisional del
tratado antes de su entrada en vigor. Consiste en un acuerdo entre los estados parte, de aplicar el tratado
antes de su entrada en vigencia. Para ello debe estar previsto por el tratado o por los estados miembros y su
utilidad es la de postergar la manifestación del consentimiento en ser parte o no del tratado, pudiendo no ser
parte, mediante notificación de esa intención al resto de los estados.
PARTE III: OBSERVANCIA DE LOS TRATADOS El art. 26 de la convención consagra los principios de pacta sunt
servanda (los tratados se hacen para ser cumplidos) y de buena fe en el cumplimiento, presumiendo esta
conducta en el cumplimiento de los tratados. El art. 27 consagra el principio de supremacía del derecho
internacional sobe el derecho interno al ordenar que ningún estado parte, en un tratado, puede invocar
normas de derecho interno para justificar el incumplimiento del tratado, acorde con el art. 16, vicio del
consentimiento, según las normas del derecho interno, que afecta a una norma fundamental de su derecho.
Aplicación de los tratados: El art. 28 consagra la irretroactividad, salvo que el tratado disponga una excepción
a ello. Tratados sucesivos: El art. 30 regula el caso de tratados posteriores al vigente de contenido, sobre la
misma materia, disponiendo que el tratado posterior prima sobre el anterior, en cuanto las partes sean las
mismas en ambos tratados, caso contrario surgen dos relaciones:
1) las entre los estados partes de ambos tratados se aplica el posterior y
2) entre estados parte de ambos tratados y estado parte de uno sólo, se aplican las normas del tratado en que
ambas sean parte. Interpretación de los tratados Existen tres métodos consagrados en la interpretación que
son: - el textual, por las palabras escritas en el tratado, - el subjetivo, busca descubrir la voluntad real de las
partes y - el teleológico, por el cual el tratado debe interpretarse en función del objeto y fin.
La convención en su art. 31 parte del método textual al consagrar, que un tratado debe interpretarse de
buena fe y conforme al sentido corriente que se atribuye a sus términos, dentro de su contexto y teniendo en
miras su objeto y fin. Este es elemento auténtico de interpretación, que brinda el propio tratado.
En el art. 31 inc. 2 se enuncian los elementos no auténticos de interpretación que son ajenos al texto del
tratado. Como: - todo acuerdo concertado entre las partes relativo al tratado, - todo instrumento formulado
por una o más partes relativo al tratado y aceptado por el resto, - todo acuerdo ulterior relativo a la
interpretación del tratado o aplicación de sus normas, - el principio de ejecución del tratado y - toda norma
del derecho internacional pertinente a las relaciones que regule el tratado. El art. 32 dispone los medios de
interpretación complementarios como ser: - los trabajos preparatorios del tratado, - las circunstancias
históricas de su celebración para: - aclarar el sentido resultante de la interpretación según el art. 31, - cuando
éste no sea suficiente y cuando la interpretación resulte oscuro o ambiguo, pese a las reglas del art. 31, - la
interpretación llegue a resultados absurdos o irrazonables. En el caso de tratados en dos o más idiomas
ambos harán buena fe a menos que las partes dispongan, que en caso de discrepancia, prevalezca uno;
siempre en caso que ambos sean textos auténticos, primando siempre el auténtico sobre cualquier otro. Art.
33. Los Tratados y los Terceros Estados El art. 2 inc. h, define al tercer estado como aquel que no es parte de
la convención. La regla consagrada por la convención es que los tratados no pueden crear derechos ni
obligaciones sin su consentimiento. El art. 34, consagra un principio de derecho internacional en el respeto a
la soberanía de los estados. Los casos que la convención analiza en esta situación son:
1) Art. 35: Tratados que prevén obligaciones para terceros estados. Sólo genera esta obligación en cuanto sea
la intención de las partes y medie la aceptación escrita del tercer estado.
2) Art. 36: Tratados que prevén derechos para terceros estados. Al igual que en el art. 35 se requiere la
intención de las partes y el asentimiento del tercer estado, que se presume mientras no haya indicación en
contrario o disposición específica del tratado.- Por el art. 38 se dispone la obligatoriedad de una norma
contenida en el tratado para un tercer estado, que recepte una norma consuetudinaria del Derecho
Internacional reconocida como tal. Aquí lo que se dispone es que la norma es obligatoria para el tercer estado
por el hecho de ser una costumbre internacional reconocida, por lo que se requiere la aceptación expresa de
este último.
PARTE IV: ENMIENDA Y MODIFICACIÓN DE LOS TRATADOS La enmienda tiene por objeto modificar o revisar
ciertas normas del tratado o revisarlo en su conjunto y está previsión es porque no recepta la doctrina
internacional la teoría del acto contrario, para ello el art. 39 dispone que esta sólo se podrá realizar por
acuerdo entre las partes conforme el procedimiento del art. 9. La propuesta de enmienda en los tratados
multilaterales debe ser notificada a todas las partes, art. 40, pudiendo los estados parte, participar en la
decisión de las medidas a adoptar sobre la propuesta, y participar en la negociación y celebración del acuerdo
sobre la enmienda. La enmienda no obliga al estado parte, conforme acuerdo de enmienda. En este caso
regirá el texto del tratado sin la enmienda, respecto a este estado, art. 40 inc. 4. Por el art. 41 se establece el
caso en que dos o más estados parte de un tratado, decidan modificar el mismo en sus relaciones mutuas,
siempre que esté permitido por el tratado, que no afecte los derechos y obligaciones consagrados y que no
sea incompatible con el objeto fin.
PARTE V: NULIDAD, TERMINACIÓN Y SUSPENSIÓN DE LOS TRATADOS Reglas generales: El art. 42 establece que
la validez o el consentimiento de un estado sólo podrá ser impugnado por las reglas de la convención. En el
caso de terminación, denuncia o retiro de un tratado, sólo por las disposiciones del mismo o la convención,
según el caso. En todos los casos enunciados no importará el deber de los estados de actuar conforme a las
normas del tratado a que éste sometido, por el derecho internacional consuetudinario (art. 43).
El art. 44 consagra la indivisibilidad de los tratados, llamado principio de integridad por el cual un estado no
puede aceptar a anular parcialmente un tratado salvo, autorización del mismo para los casos de denuncia o
retiro. Para el supuesto de la nulidad rige el mismo principio, salvo que se refiera a determinadas cláusulas y
siempre que éstas sean separables o que surja del tratado que dicha cláusula no es esencial para el
consentimiento en obligarse.
Plazo para alegar la nulidad, terminación, retiro o suspensión del tratado: El art. 45 dispone que pierde el
derecho para invocar a estas causales cuando una vez tomado conocimiento del hecho conviene
expresamente que el tratado es válido, permanece en vigor o continua en su aplicación; o si su conducta
aquiescente da validez al tratado, lo que configura un auténtico supuesto de STOPPEL.
Nulidad de los Tratados Nulidad en el consentimiento: el art. 46 dispone que no se podrá invocar como
nulidad por vicio del consentimiento, cuando el tratado vulnere una disposición de su derecho interno, a
menos que la violación sea manifiesta y afecte a una norma fundamental de su derecho interno.
Abuso del representante: el art. 47 dispone la causal de nulidad por inobservancia del representante en
exceso de los alcances de los plenos poderes dados a este, salvo que la restricción haya sido conocida por los
estados negociadores mediante notificación previa.-
El error: el art. 48 dice que sólo podrá ser invocado como vicio cuando se refiera a un hecho o situación dada
por supuesta, por el estado y éste fuera esencial para el consentimiento en obligarse. Salvo que el estado
diera cónsul conducta origen al error, si surge que estuviera advertido, o cuando el error sea sólo sobre la
redacción del texto.
El dolo: el art. 49 dispone la posibilidad de un estado de invocar este vicio del consentimiento, cuando el
estado es inducido a celebrado por conducta fraudulenta de otro estado negociador.
Corrupción del representante: El art. 50 admite la invocación de nulidad cuando por corrupción de su
representante efectuada directa o indirectamente por otro estado negociador.
Coacción sobre el representante y el estado: el art. 51 sanciona que si el consentimiento del estado ha sido
obtenido por coacción de su representante, mediante actos o amenazas a su persona, carecerá el
consentimiento de todo efecto jurídico. Del mismo modo es nulo el tratado cuando en su celebración el
estado haya sido víctima de amenaza o uso de la fuerza, en violación a los principios de la carta de las
Naciones Unidas.
Tratados en oposición al Ius Cogens: el art. 53 dispone la nulidad de un tratado que al momento de su
celebración esté en oposición a una norma imperativa del derecho internacional. Sin perjuicio de ello, la
convención prevé en el art. 71 los efectos del tratado. En este caso ordenan la eliminación de todo acto
ejecutado en base a una norma, en contra del ius cogens, ajustar sus relaciones al mismo.
Terminación y suspensión de la aplicación de los tratados: el art. 54 estipula que la terminación del tratado o
retiro de una de las partes sólo tendrá lugar conforme a las normas del tratado, por consentimiento de todas
las partes.
En concordancia, el art. 56 establece que en el caso que el tratado no tenga disposiciones sobre su
terminación, denuncia o retiro, éste no podrá ser objeto de denuncia o retiro salvo que surja de la voluntad de
las partes de admitir esa posibilidad. Cuando se infiera de la naturaleza del tratado, la denuncia o retiro,
deben notificarse con doce meses de antelación a los estados parte.
Suspensión en la aplicación de un tratado multilateral: el art. 58 establece esta posibilidad, que debe
expresarse por un acuerdo, de forma temporal y sólo en sus relaciones mutuas, siempre que no afecte los
derechos de las demás partes del tratado y no sea incompatible con el objeto y fin del mismo.
Las causales de terminación o suspensión de un tratado son: Art. 59: Tratado posterior: celebración de todas
las partes de un nuevo tratado sobre la materia, por intención de las partes o incompatibilidad con el tratado
anterior.
Art. 60: Por violación grave del tratado: se entiende por violación grave un rechazo del tratado no admitido
por esta convención general, o a la de una norma de carácter esencial para la consecución del objeto y fin del
tratado.
Art. 60 inc.1: De uno bilateral faculta a la contraparte a darlo por terminado o suspendido; de uno
multilateral, 60 inc. 2, por voluntad de las otras partes por acuerdo unánime lo pueden dar por terminado o
suspendido, respecto del autor de la violación o de todas las partes. L
a parte perjudicada por la violación puede invocar ésta, para suspender el tratado para si misma. Cualquier
parte no perjudicada puede alegar la violación para suspender el tratado con respecto a si misma, si la
violación modifica radicalmente la situación de cada parte, en el tratado en su ejecución posterior.
Las facultades de dar por terminado o suspender la aplicación del tratado por los estados parte ya
enumeradas, no se aplicarán a los tratados que prevén diligencias de protección de persona o de carácter
humanitario, art. 60 inc. 5. Terminación por imposibilidad de cumplimiento: art. 61, está causal faculta a un
estado parte a darlo por terminado o retirarse de él, cuando la imposibilidad surja por desaparición definitiva
de un objeto indispensable para el cumplimiento del tratado, salvo que sea una violación del estado que
invoca esta causal de una obligación del tratado o del derecho internacional general.
Cambio de las circunstancias: Art. 62, está norma consagra la llamada cláusula "Rebus sic stantibus", que sería
la posibilidad de dar por terminado un tratado, por alteración notable de las circunstancias que le dieron
origen. Para que el cambio de circunstancias pueda ser alegado para dar por terminado el tratado o retirarse
de él, las circunstancias tienen que ser la base esencial del consentimiento de las partes o el cambio modifique
radicalmente el alcance de las obligaciones del tratado. Se exceptúan los tratados sobre fronteras, o violación
del tratado de parte del estado que alega el cambio.
Surgimiento de una nueva norma imperativa del orden internacional: art. 64, cuando surge una norma nueva
imperativa que se contraponga con el tratado, éste se convertirá en nulo y terminara.
Procedimiento para invocar la nulidad, terminación, retiro o suspensión de un tratado: Art. 65, este establece:
- como primer paso el estado debe NOTIFICAR por escrito su intención a las demás partes, expresando la
medida a adoptar y las razones en que se funde. - en plazo no inferior a tres meses, salvo urgencia, se deben
formular las objeciones por parte de los estados notificados, - de no haber objeción, el estado notificador
podrá adoptar la medida anunciado, mediante un instrumento a las demás partes, suscrito, por el Jefe de
Estado, Ministro de Relaciones exteriores o representante con plenos poderes. Las partes que han formulado
objeción deben buscar solución mediante la negociación, investigación, conciliación y arbitraje o cualquier
otro medio pacífico, art. 33 Carta de la O.N.U. El art. 66 dispone que si pasados doce meses sin solución por
las vías del art. 33 de la Carta O.N.U., cualquiera de las partes por escrito, podrá someter la cuestión ante la
Corte Internacional de Justicia. Efectos de la nulidad: el art. 69 consagra la nulidad de un tratado por ende, la
carencia jurídica de sus normas. No obstante, si se han celebrado actos antes de la nulidad, cualquier parte
podrá exigir que se restablezcan en sus relaciones mutuas, la situación que habría existido de no haberse
sucedido el tratado y se mantiene la licitud de los actos ejecutados de buena fe por el mismo. Efectos de la
terminación: el art. 70 dispone que en caso de terminación del tratado las partes quedan eximidas de su
cumplimiento, sin afectar derechos y obligaciones de las partes en virtud del tratado antes de su fin.
PARTE VI El Art. 73 dispone que la convención no prejuzga sobre las cuestiones que surjan por una sucesión
de estados, de la responsabilidad internacional de un estado o ruptura de hostilidades. El Art. 74 dispone que
la ruptura de relaciones diplomáticas entre estados no impide la celebración de tratados entre ellos.
PARTE VII En esta parte la convención dispone sobre los mecanismos de los que las partes siguen sobre los
tratados en sí. Depósito: El depositario es el encargado de guardar el documento auténtico del tratado, éste
puede ser uno o más estados, una organización internacional o el principal funcionario administrativo de tal
organización, art. 76 inc.1. El art. 76 inc. 2, dispone que las funciones del depositario son de índole
internacional y debe actuar imparcialmente. Sus funciones están enumeradas en el art. 77 y son: - Custodiar
el texto original del tratado y los plenos poderes remitidos; - Extender copias certificadas del texto original; -
Preparar los textos del tratado en otros idiomas; - Recibir las firmas del tratado, notificaciones o
comunicaciones relativas al tratado; - Examinar si las firmas o instrumentos de ratificación están en debida
forma; - Informar a los estados partes, de los actos, notificaciones y comunicaciones relativas al tratado; -
Informar a los estados la fecha en que se ha recibido el número suficiente de firmas o ratificaciones,
aceptación, adhesión o aprobación para la entrada en vigencia del tratado; - Registrar el tratado ante la
Secretaría de las Naciones Unidas; Otras funciones señaladas en los tratados. El art. 79 dispone respecto a la
corrección de errores en textos o copias certificadas conforme los tratados, será corregido según las siguientes
formas: - introduciendo la corrección en el texto rubricada por las partes, - formalizando un instrumento que
haga constar la corrección, - formalizando por el método para el texto original, art. 10, un texto corregido de
todo el tratado. Si hay depositario se remitirá a este la propuesta de enmienda y se fijará un plazo para la
formulación de objeciones. De no haber objeciones el depositario hace la corrección, si hay objeción se
comunicara ésta al resto de los estados.
El texto corregido suple ab initio, el texto defectuoso, salvo disposición en contrario de los otros estados, si el
tratado ha sido registrado la corrección se notificará a la Secretaría de las Naciones Unidas. Art. 79 inc. 5. El
registro y publicación de los tratados: el art. 80 dispone que los tratados después de su entrada en vigor, se
transmiten a la Secretaría de las Naciones Unidas para su registro y su publicación, la publicidad se realiza por
la publicación de una colección de tratados en inglés y francés.
Unidad III
9-LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO
En las relaciones interestaduales siempre se invocan principios o máximas jurídicas por los estados en forma
reiterada y que extraen de sus derechos internos. Se designan como principios generales del derecho a ciertos
principios que son comunes a los sistemas jurídicos de los diferentes estados civilizados (art 38 estatuto C.I.J.)
y tienen carácter de fuente autónoma, ante la enumeración del art. 38 del estatuto de la C.I.J., pese a que un
importante sector de la doctrina le niega tal entidad, como la escuela positivista italiana de Anzilotti. El
contenido de los principios generales del derecho es doble, pues contiene a los principios del derecho
comunes, incorporados por los ordenamientos internos de los estados civilizados y a su vez, a los principios del
derecho internacional. La diferencia entre principios generales del derecho privado de los estados y
principios del derecho internacional, estriba en que los primeros, se hallan incorporados en los derechos
internos de los estados, en tanto los segundos, son propios de las relaciones entre los estados.
-PRINCIPIOS COMUNES DEL DERECHO PRIVADO
Estos están referidos en el art. 38 1 C, del estatuto de la C.I.J. al ubicar como fuente principal para su
aplicación por la C.I.J. a «... los principios generales de derecho reconocidos por las naciones civilizadas», esta
norma internacional reconoce la existencia de principios generales del derecho internacional basados, en
normas del derecho interno, comunes a los distintos sistemas jurídicos. La referencia a las naciones civilizadas
alude a todos los estados jurídicamente organizados. El texto del estatuto de la C.I.J. se fundamenta en que
los estados tienen en sus ordenamientos jurídicos internos, principios generales que son similares a los
contenidos por otros estados, por lo que cabe presumir, la intención común de los estados de aplicarlos en sus
relaciones mutuas, intención reconocida aún por práctica internacional. Estos principios aceptados por los
estados en sus ordenamientos internos, no necesitan de una costumbre precedente para ser aplicados al
derecho internacional, ya que por su naturaleza son aplicables a toda clase de relación jurídica, como p. ej. "el
pacta sunt servanda" que es principio del derecho privado, es aceptado por la costumbre internacional y a su
vez, es receptado por la convención de Viena sobre tratados (art. 26). Para descubrirlos se puede acudir al
proceso de la analogía comparando los principios internos de cada estado y así determinar cuáles son los
coincidentes en la mayoría de ellos. Como ejemplo de estos principios generales del derecho interno tenemos
al "pacta sunt servanda", el deber de reparar el daño producido, la autoridad de cosa juzgada, el
enriquecimiento sin causa, el que establece que nadie puede transmitir un derecho mejor al que posee, el de
que ley posterior deroga a la ley anterior, entre otros.
LOS PRINCIPIOS GENERALES DEL DERECHO INTERNACIONAL
Son resultado de un proceso de abstracción del contenido normativo del derecho internacional, aplicables de
modo específico a las relaciones entre estados, no son creadores de normas jurídicas por si mismos, aunque
son receptados muchas veces por éstas lo que tiende a su confusión. Tienen entidad al ser generalizaciones de
las normas internacionales, que permiten facilitar el conocimiento y aplicación del derecho internacional.
Estos principios generales del derecho internacional son propios de este ordenamiento jurídico, pues no
pueden derivarse del derecho interno ante el antagonismo ideológico de ambos ordenamientos, sino que se
derivan de las fuentes propias del derecho internacional como la costumbre y los tratados (Tunkin). Adquiere,
al decir de Verdross, la jerarquía de fuente principal, que determina la unidad del derecho internacional y el
carácter de suprapositivos, fundamentando a las otras fuentes.
Estos principios generales del derecho internacional son propios de este ordenamiento y responden a sus fines
y esencia particulares, sin referencia a los ordenamientos locales con los que muchas veces pueden entrar en
conflicto. Como ejemplo de estos principios del derecho internacional, podemos enunciar a: Los principios
enumerados en el art. 2 de la Carta de las Naciones Unidas, El de libre determinación de los pueblos, El de no
injerencia en los asuntos internos de un estado, De identidad del estado, Primacía del derecho internacional,
Regla del agotamiento de los recursos internos.
El estado es un fenómeno político social en cuanto requiere la reunión de sus tres elementos esenciales:
La población es el conjunto de individuos unidos al estado por un vínculo jurídico y político llamado
NACIONALIDAD.
El territorio es el asiento físico del estado, determinante del ámbito de validez de sus competencias.
Como organización política es la que se halla establecida en el territorio y a la cuál se somete su población.
El estado es también un fenómeno jurídico como ente soberano:
Esta consideración busca una diferenciación respecto al concepto clásico de estado, cuyos contenidos son
políticos sociales, sosteniendo que el rasgo esencialmente diferenciador entre el estado y las otras formas de
colectividades internacionales con territorio, tiene que ser esencialmente jurídico, hallando en el concepto de
soberanía este rasgo distintivo, aunque no decisivo.
La soberanía importa la actuación sin injerencias externas del estado sobre sus componentes. Tiene un
carácter funcional, pues el derecho le reconoce esta competencia soberana para que pueda realizar sus
funciones básicas (velar por el interés general y permanente de su comunidad humana), y es en el
cumplimiento de tal función que reside la justificación y fundamento de la soberanía. Pero en materia
internacional esta idea de soberanía absoluta es inadmisible, ante la existencia de las normas del ius cogens
que limitan la actuación soberana de los estados, en casos como los derechos humanos o por principios del
derecho internacional, como la solución pacífica de controversias.
Se puede afirmar que las competencias inherentes a la soberanía son concedidas a los estados por el derecho
internacional, al ser este ordenamiento el que distribuye las competencias entre los estados. Esta distribución
genera una distinción de competencias:
- Las competencias regladas, son las que el derecho internacional distribuye imponiendo límites respecto al
ejercicio de las mismas, como ser la delimitación y derechos sobre el mar territorial, el espacio aéreo. - Las
competencias discrecionales, las que el derecho internacional reconoce a los estados sin límites ni
imposiciones, como ser su sistema político, la política exterior, la política de inmigración.
Esta diferenciación entre las competencias del estado precisan el límite de actuación de las organizaciones
internacionales frente a los estados, y ha sido consagrado por el art. 15 párrafo 8vo. Del Pacto de la Sociedad
de las Naciones y art. 2 párrafo 7mo. de la Carta de las Naciones Unidas, cuando dicta que:
«Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son
esencialmente de la jurisdicción interna de los estados, no obligará a los miembros a someter dichos asuntos a
procedimientos, conforme a esta Carta; pero este principio no se opone a la aplicación de medidas coercitivas
previstas en el Capítulo VII.»
También el estado puede restringir su soberanía territorial mediante la constitución de condominio,
servidumbres, arrendamiento, protectorados o neutralización de un territorio.
De las enunciadas mencionaré al Protectorado y la Neutralidad, que contienen rasgos de restricción de
competencia interna e internacional:
El Protectorado: tiene su antecedente en el Vasallaje, que era traído del feudalismo y aplicado por el imperio
otomano como un paso de sus provincias a ser estados.
Entre la completa subordinación política y la independencia, imponía el vasallaje el pago de un tributo por el
estado vasallo y asistencia militar por el estado soberano.
El protectorado es más complejo ya que requiere de un régimen convencional establecido entre dos estados y
una distribución de competencias entre ambos, principalmente en las competencias internas del estado.
La neutralidad: aquí se trata de la neutralidad perpetua, que importa una limitación de las competencias
estatales internacionales del estado. Requiere ser permanente, aplicarse a estados y convencional, Estados
neutrales son: Austria, Suiza, Luxemburgo y Bélgica.
La neutralidad importa una obligación negativa de los terceros estados en no menoscabar el régimen de
neutralidad y una obligación suplementaria de otros, llamados garantes, en intervenir para restablecer la
neutralidad violada.
Reunidos los elementos, el estado adquiere soberanía e independencia indispensables para el
mantenimiento de su existencia en el plano internacional, imponiéndose el respeto a su integridad por el resto
de los estados, y al ser reconocido como tal, asume la calidad de sujeto de derecho internacional.
El Nacimiento de un estado puede suceder de varias formas, por descolonización, por declararse
independiente y dueño de su territorio, por secesión de otro estado, por unión de varios estados. Este
nacimiento esencialmente no requiere otra voluntad que la de los componentes mismos del estado,
esencialmente la población, de modo que la negativa del resto de la comunidad internacional a reconocerlo
como tal, tiene poca transcendencia en su gestación, salvo en lo que concierne a su calidad de sujeto de
derecho internacional, lo que será tratado en el Pto. 13.
Pero para ser considerado el estado como sujeto dotado de personalidad jurídica internacional, requiere el
reconocimiento de los demás estados de la comunidad internacional o su admisión como miembro en una
organización internacional, como sería el caso de ser admitido en las Naciones Unidas.
El adquirir personalidad jurídica internacional representa para el estado el ser tratado como sujeto de
derecho internacional con plena capacidad jurídica internacional, y por efecto, el detentar el derecho activo y
pasivo de legación, el derecho de concluir tratados, asumir su responsabilidad internacional, la que no se le
podría imponer si no fuera reconocido por el resto de la comunidad internacional.
Un sector de la doctrina opina que el nacimiento de un nuevo estado con sus componentes sólidamente
organizados impone su reconocimiento automático por parte de la comunidad internacional, pues podría
actuar de hecho en el plano internacional sin que puedan en su caso imponérsele sancionas por su mal obrar
(también ver en este caso el Pto. 13).
También tienen personalidad jurídica internacional los organismos internacionales como las Naciones Unidas,
aunque ésta no se adquiere de forma originaria, sino derivada de la voluntad de los estados que la crean.
En este sentido la Asamblea General de las Naciones Unidas, en oportunidad del asesinato de su enviado Folke
Bernadotte, por el conflicto Arábe-Isralei de 1.47/48, instó a la C.I.J. en opinión consultiva, para que
determinara si este hecho sería pasible de responsabilidad de un estado, teniendo la O.N.U. capacidad para
una reclamación contra dicho estado. La Corte entendió que sí para ambos casos, por tener la O.N.U.
personalidad internacional y por ende, capacidad para obrar en el plano internacional, dado su organización
institucional, la extensa gama de sus competencias, los privilegios e inmunidades en los territorios de sus
miembros".
Los elementos esenciales de un estado son el poder, territorio y población, por ende, cuando falta alguno de
estos elementos el estado experimenta transformaciones que trasunta su esencia, surgiendo la cuestión de
determinar si el estado continua siendo IDÉNTICO desde el punto de vista de sus derechos y obligaciones
internacionales.
Esta cuestión de la continuidad del estado aparece en el S. XIX cuando surgen nuevos estados, como el Reino
de Italia en 1.860, el Imperio Alemán en 1.871, la disolución del imperio Austro-Otomano en 1.914-1.918. De
la misma forma, luego de la segunda guerra mundial se presentan problemas sobre continuidad del estado por
la reordenación del mapa europeo, consolidándose estados divididos o surgiendo nuevos estados.
Actualmente el tema adquiere nueva vigencia ante la desmembración de la Unión Soviética que permitió que
estados absorbidos por esta recuperan su existencia.
Es actitud común de la doctrina el proclamar el principio de identidad del estado diciendo que consiste, en la
continuidad de la identidad del estado que ha padecido cambios en algunos de sus elementos esenciales, pero
mantiene su vocación de permanencia estatal, manifestada por actos de sus componentes como ser:
mantenimiento de su bandera, grupos de resistencia, reclamos, expresado con ello que cuando se dé la
oportunidad recuperará la identidad ya adquirida otrora.
Cabe analizar el principio de identidad para determinar su alcance según los elementos que padezcan
alteraciones: Cambios en el poder Por causa de una revolución, golpe de estado se quiebra la organización
política del estado, la doctrina y jurisprudencia tanto interna como internacional, admiten la continuidad de la
identidad del estado, aunque en materia de revoluciones no ha sido unánime al considerarse la continuidad o
no de un estado. En el caso de la revolución rusa de 1.917, en la que el régimen impuesto desconoció todas las
obligaciones internacionales contraídas por la monarquía zarista fue rechazada por todos los gobiernos
occidentales. También desde 1.945, los países socialistas del este Europeo y China impugnaron este principio
de identidad, pues entendían que daba lugar a la contrarrevolución por mantener vigente el régimen
destituido.
Pero la mayoría de los estados acepta la aplicación del principio de identidad por cambios en el poder,
mientras se respeten las obligaciones internacionales contraídas. Cambios en los órganos del poder por
ocupación bélica: Esta alteración no afecta al estatus jurídico del estado ocupado por cuanto la ocupación
bélica no da derechos sobre el territorio, por ello los convenios con un gobierno colaborador o cesiones del
territorio por el ocupante no son oponibles al estado original.
Distinto es el caso de la desmembración de la U.R.S.S., en la cual la Federación Rusa es continuadora de la
personalidad jurídica de la ex Unión Soviética, conservando sus embajadas, so posición en el consejo de
seguridad de la O.N.U., y aceptado por las nuevas naciones desmembradas de la U.R.S.S. y la comunidad
internacional. Cambios del territorio o soberanía sobre el territorio o población de un estado Es un problema
que es tema propio de la Sucesión de Estados (Pto. 14), al igual que el caso de la población cuando se altera en
su cantidad por éxodo masivo o movimientos migratorios, son intranscendentes en su efecto sobre la
continuidad del estado, pues no lo alteran.
Ya se ha afirmado en el Pto. 12, que los estados nacen por una decisión unilateral, en ejercicio del derecho
reconocido por el principio de las nacionalidades, que reconoce el derecho de todos los pueblos a constituirse
como estado, (para mayor amplitud ver Pto. 28). Se requiere para ser considerados como tal, que cuenten con
sus elementos población, territorio y gobierno debidamente consolidados y organizados; la única cuestión en
debate es sobre si un estado para tener personalidad jurídica internacional necesita o no del reconocimiento
de otros estados.
Un estado soberano puede surgir de varias formas como ser por desmembración (caso de Pakistán que nace
de la desmembración de Bangladesh en 1.971), por división de un estado (caso de Alemania después de la
2da. Guerra); por fusión de varios estados (caso de Italia en 1.860), o por descolonización; pero como hemos
dicho ninguna cuestión surge en cuanto a su nacimiento pero sí, cuando el estado naciente quiere actuar en la
comunidad internacional lo que si depende de la voluntad de los otros estados.
La vida en relación del estado en la comunidad internacional, importa el reconocimiento de los estados con
los que actúa, entonces surge la cuestión de determinar el alcance y efectos jurídicos del acto del
reconocimiento y las situaciones del nuevo estado hacia los demás. No se debe confundir con los casos de
identidad del estado pues en éstos el estado surge recuperando su identidad perdida.
Las cuestiones se plantean en dos sentidos:
- El carácter político o jurídico del reconocimiento. - Valor declarativo o constitutivo del acto.
Carácter político o jurídico del reconocimiento: mayoritariamente se entiende que el valor del
reconocimiento es político y por ende discrecional, pues el derecho internacional no lo obliga a ello; otro
sector opina que es jurídico pues se requiere el reconocimiento del estado con sus tres elementos
constituidos, como imposición del derecho internacional.
Valor declarativo o constitutivo: el reconocimiento en sus efectos es declarativo, para quienes lo consideran
de carácter político (sólo comprueba la situación ya sucedida), y desde la perspectiva jurídica el acto sería
constitutivo, pues el estado adquiere existencia a partir del reconocimiento.
En la práctica internacional no hay obligación de reconocer a los nuevos estados sin que la omisión sea motivo
de responsabilidad internacional, en consecuencia, se sostiene que el acto del reconocimiento es un acto libre
y discrecional emitido con fines políticos, así lo entendió el Instituto de Derecho Internacional en su sesión de
Bruselas en 1.936.
Este carácter político y declarativo del acto del reconocimiento no impide que algunos estados impongan el
dar su reconocimiento, al hecho que el nuevo estado cumpla con determinados requisitos jurídicos, p.ej.
aceptar las normas del ius cogens internacional, o como lo tiene establecido la Comunidad Europea en sus
criterios para reconocer a los nuevos estados del este europeo: respeto a las normas de la Carta de la O.N.U.,
del Acta de Helsinki, Garantías de derechos reconocidos a las minorías.
De este carácter político surge que sus efectos son declarativos, es decir que el reconocimiento o no, afecta
su existencia. Ya que es consecuencia necesaria que un estado nuevo que cumpla con los requisitos formales
para ser tal, tiene el derecho al respeto y soberanía de su territorio, así como a otros atributos básicos del
estado.
Este sentido se halla reconocido en el art. 9 de la Organización de Estados Americanos:
«La existencia política del estado es independiente del reconocimiento por los demás estados, con el único
límite de respetar los derechos de otros estados conforme al derecho internacional.»
Hay áreas en las cuales el reconocimiento si puede producir efectos jurídicos, como ser el que un estado
pretenda litigar en los tribunales de otro estado, esto es posible si media un reconocimiento de éste, pues, de
lo contrario carecería del ius standi ante ese estado, el reconocimiento tendría carácter constitutivo de
derechos.
Los estados ficticios son estados inventados con fines políticos a los fines de tomar ventajas en un conflicto,
como el caso del estado de Palestina. En este caso el reconocimiento sólo es político y no tiene los alcances ya
enunciados, en una postura más rígida el acto sería un ilícito internacional.
- Reconocimiento de Gobiernos locales, que carecen de jurisdicción sobre la totalidad del territorio, como el
caso de insurrectos o beligerantes.
- Reconocimiento de Gobiernos en el exilio, por causa de una revolución.
- Reconocimiento de Gobiernos de facto.
En todos los casos suceden siempre por afinidad política, aunque el derecho internacional exija determinadas
condiciones, como ser el control efectivo del territorio ocupado.
Cuando surge un grupo político que reclama la autoridad suprema sobre un estado que está bajo el control de
otras autoridades o que se proyecten en el territorio de otro estado, también el reconocimiento es político y
discrecional, pero en este caso el reconocimiento de mayor transcendencia a conseguir, sería el del instituido
formalmente en el estado de residencia (para que pueda acceder a algunos atributos internacionales, firma de
tratados, relaciones diplomáticas), aunque por el stoppel un estado no podría reconocer a un gobierno en el
exilio o en el territorio de un rival.
La doctrina de los gobiernos de facto no es materia propia del derecho internacional, pues éste carece de
criterios valorativos sobre los gobiernos locales, pero hay una doctrina que establece criterios políticos a la
hora de reconocer gobiernos de facto.
Respecto a estos últimos surgieron varias posturas:
- DOCTRINA DE LA LEGALIDAD o TOBAR: En el año 1.907 Tobar, político ecuatoriano, enuncia esta doctrina,
preconizando el no reconocimiento de los gobiernos transitorios nacidos de revoluciones hasta que se
demuestre que goza del apoyo de otras naciones. El presidente de los E.E.U.U. Wilson en 1.931, reitera esta
doctrina aplicándola a las relaciones con los países del continente americano.
- DOCTRINA ESTRADA: Canciller de México en 1.931, enuncia esta teoría diciendo que el reconocimiento de
los gobiernos de facto, es denigrante por herir la soberanía de las Naciones y ser crítico de los asuntos internos
de un estado. Solo vale el mantener o retirar los agentes diplomáticos acreditados y a aceptar o rechazar los
diplomáticos del país en cuestión. Esta postura supone la sustitución del consentimiento expreso por el tácito
y ha sido receptada en la Conferencia de los Estados Americanos en Bogotá en 1.948.
- DOCTRINA BETANCURT: Betancurt Presidente de Venezuela que siguió a la dictadura del General Pérez
Jiménez elaboró esta Doctrina seguida por el Presidente Leoni sosteniendo el no reconocimiento de Gobiernos
Inconstitucionales, hasta que fueran legitimados por elecciones libres, a posteriori el Presidente Cadera
abandonó esta postura venezolana.
- DOCTRINA DE LA EFECTIVIDAD: Está expuesta por el inglés Laterpacht. Sostiene que habría que reconocer a
los gobiernos que ejercen un control efectivo sobre un territorio o población, esta postura es más acorde con
el derecho internacional actual.
En todos los casos debe recordarse que el reconocimiento de gobiernos positivo es intencional y político y por
ende, no produce efectos jurídicos.
En sus modalidades puede ser expreso o tácito, a lo que remito a lo enunciado al respecto en reconocimiento
de estados.
Puede suceder que en el seno del territorio de un estado surja un grupo opositor al gobierno que levante en
armas a un sector de la población, de forma tal que el gobierno establecido no pueda controlar la situación en
un territorio ocupado por este grupo. Este es el caso de los insurrectos o beligerantes, a los cuales el derecho
internacional les reconoce un mínimo de status, en razón del derecho de las comunidades o pueblos y las
responsabilidades internacionales.
Por imposición de las normas internacionales para que un grupo beligerante pueda contar con el
reconocimiento de la comunidad internacional se requiere que los rebeldes cumplan con las normas
pertinentes, deben diferenciarse de los civiles y en los conflictos deben tener siempre sus armas expuestas,
(Resolución 3103 A.G. 1.973 y 3328 A.G.1.974). Reconocimiento de Beligerantes Vinculado al derecho de
secesión de los pueblos aunque no necesariamente, pues en la actualidad tiene otra clase de connotaciones.
Si bien el término sucesión es inapropiado para el derecho internacional por identificación con la sucesión el
derecho civil, (respecto de la cual no tiene relación alguna), el mismo ha sido aceptado en nuestra materia y
receptado en las convenciones de Viena que regulan está cuestión.
Hay tres teorías que explican esta cuestión La Teoría clásica que asimilaba a la sucesión de estados a la
sucesión del derecho civil, hoy inaceptable pero receptada en su época, por cuanto el patrimonio del rey se
confundía con el del estado.
La Teoría moderna procura su asimilación con una sucesión de derecho público, sometida a reglas
particulares, también objetable.
La Teoría negativa, la más aceptada actualmente, que entiende que las modificaciones territoriales son una
sustitución de soberanía, pues un estado no puede transmitir su soberanía. Por ello se trata de una sustitución
y no de una sucesión.
Ocurrida la sucesión surge el problema de sus consecuencias sobre sus bienes, habitantes, deuda pública y
obligaciones internacionales. A ello sucesivas Convenciones han dado respuesta a esta problemática.
El ámbito de aplicación de la convención es solo para los casos de sucesión de estados en materia de tratados
y entre estados, no abarcando a otros sujetos del derecho internacional.
Es irretroactiva pues se aplica a los casos que sucedan luego de la entrada en vigencia de la convención, y solo
en el supuesto que la sucesión se produzca conforme los principios de las Naciones Unidas, p.ej. no se aplica
para el supuesto de absorción de un territorio extranjero por causa de la guerra.
Tampoco se aplica la convención a los tratados territoriales, que son aquellos que establecen normas sobre
territorios fronterizos, ríos limítrofes, aprovechamiento de ríos internacionales, uso de territorios por un
estado extranjero, servidumbres a favor de terceros estados, ni a bases militares asentadas en el territorio
objeto de la sucesión, que son ajenos a la convención en aras de la estabilidad de las relaciones
internacionales.
Sucesión respecto a una parte del territorio: La convención de Viena adopta el criterio de la movilidad del
territorio aplicándose al nuevo, directamente las normas del estado sucesor. Ya que no hay génesis de un
nuevo estado sino solo transferencia de soberanía (art. 15).
Sucesión de estados generando un estado nuevo por independencia, por unificación de estados o por
separación de estados:
Estado nuevo por independencia: está sucesión planteó dos orientaciones:
- una la del PRINCIPIO DE CONTINUIDAD por el cual se le aplican al sucesor los tratados del predecesor; y
- otra la de la TABULA RASA por la cual el nuevo estado comienza como original no estando obligado al
cumplimiento de los tratados del predecesor.
La convención en sus arts. 16 a 30, norma en líneas generales receptando la tabula rasa, pero dejando libre al
nuevo estado para el mantenimiento o no, de los tratados del predecesor. De esta forma en los tratados
bilaterales el tratado se mantiene si así lo convienen, el nuevo estado con el estado interesado. Respecto a los
multilaterales el sucesor mantiene el derecho a ser parte de ellos.
Estado nuevo por unificación de estados: el art. 31 de la convención establece la regla de la continuidad en
materia de tratados para la unión, con excepción en los casos de convención expresa de los sucesores en
contra de la continuidad, o que la unión sea incompatible con el objeto fin del tratado. Para los tratados
territoriales que benefician a una porción territorial se mantiene vigente el tratado, salvo convención en
contra.
Estado nuevo por separación de estados: también en este caso la convención establece el principio de la
continuidad ( arts. 34, 35 ), manteniendo la vigencia del tratado del predecesor para cada estado sucesor, y en
el caso de los tratados territoriales se mantiene su vigencia para aquel sucesor, al que le pertenece la porción
de territorio objeto del tratado; salvo convención expresa de las partes o que el tratado sea incompatible en
su objeto fin, por motivo de la separación en su aplicación al sucesor.
Sucesión de estados en materia de bienes, archivos y deudas del estado - Convención de Viena de 1.983
-Sucesión en materia de bienes
En materia de bienes rige en principio una auténtica sucesión, art. 9, pues los bienes del estado predecesor
pasan al sucesor, sin compensación alguna, salvo convención en contrario.
-En materia de inmuebles
Cuando se sucede una porción territorial estos bienes junto a los muebles, pasan al estado sucesor,
vinculados a la actividad del predecesor, primando siempre el acuerdo entre estados.
Cuando se forma un nuevo estado independiente, pasan a este todos los bienes inmuebles y muebles,
situados en el territorio del predecesor o fuera de él, pero que le hayan pertenecido al territorio. En el
supuesto que hubiere acuerdo entre ambas partes los mismos no menoscaban el principio de soberanía
permanente de cada pueblo sobre sus riquezas y recursos.
Cuando se forma un nuevo estado por unificación pasan al sucesor los bienes de estado de los estados
predecesores.
Cuando surge un estado por separación de parte de otro estado, pasan a falta de acuerdo entre las partes al
sucesor, los inmuebles y muebles del predecesor, situados en la porción del territorio desmembrado.
Cuando se sucede por disolución total del predecesor pasan, a falta de acuerdo, los bienes muebles e
inmuebles ubicados en el territorio objeto de la sucesión.
En materia de bienes inmuebles y muebles, la regla es que pasan al sucesor y solo respecto de los bienes
afectados a la función de estado. Siempre rigen las reglas de la convención a falta de acuerdo entre las partes.
En relación a los bienes de los particulares la convención no establece regla alguna, en principio podría
entenderse que impera el respeto de los derechos de los individuos, fórmula reconocida por el Tribunal de la
Haya, pero por el art. 22 inc. c de la Carta de las Naciones Unidas todo estado: « tiene el derecho de
nacionalizar, expropiar o transferir la propiedad de bienes extranjeros «, imponiéndose únicamente la
compensación, por lo que los estados nuevos no estarían obligados a respetar los derechos adquiridos,
manteniendo como único límite el art. 15 de la convención, en que no se menoscabe la soberanía de cada
pueblo sobre sus riquezas o recursos.
-Archivos
En materia de archivos del estado predecesor estos presentan la particularidad de que pueden llegar a ser
indispensables para ambas partes, no pudiendo por su carácter ser objeto de división y el hecho de que
pueden ser reproducidos.
La regla de la convención es que pasan al estado sucesor. Si es una porción del territorio pasan al sucesor los
de la porción territorial, con todos los medios de prueba de derechos sobre el territorio; si es un estado nuevo
pasan al sucesor.
Toda obligación financiera de un Estado para con otro Estado u organización internacional, se rige conforme
las normas del Derecho Internacional (art. 33 convención).
Si se sucede en una porción de territorio en principio rige el acuerdo entre partes, sino pasan al estado
sucesor en proporción equitativa a la porción territorial. Hay que tener en cuenta los bienes que por motivo
del crédito se hallen en dicha porción y pasen al sucesor (art. 37).
Nuevos Estados: no tiene obligación de asumir las obligaciones crediticias del antecesor (art. 38).
Unificación de Estados: Pasan las deudas en proporción equitativa a las de las porciones territoriales
sucedidas. (art. 39).
En materia de nacionalidad de los habitantes no hay convenio internacional alguno que rija en esta cuestión,
la práctica internacional de los Estados tiene en líneas generales establecidas las siguientes soluciones:
Sucesión de estados en parte del territorio: los nacionales del antecesor deben ostentar la nacionalidad del
sucesor, con derecho de opción en algunos casos, en plazo determinado.
Sucesión de Estados por unificación y disolución: los nacionales del antecesor adquieren la nacionalidad del
sucesor.
Estados nuevos: se deja la cuestión librada al derecho interno del nuevo estado.
La suma de las competencias del
estado en su territorio es la Soberanía Territorial. La Soberanía territorial tiene tres características:
Estos modos de justificación de derechos sobre el territorio, generalmente han sido tomados del derecho
privado, pues era este el único modelo base que tenían los estados en el momento de conformar su extensión
territorial. Veamos su clasificación:
-MODOS ORIGINARIOS: son aquellos modos de adquisición de territorio:.s que carecen de una ocupación
anterior por un estado.
A los modos originarios de adquisición de derechos sobre un territorio tomados del derecho privado, se le
debe sumar como condición propia del derecho internacional, el principio de la efectividad. Este principio
exige que para que un estado esgrima derechos sobre un territorio, debe, además de ostentar un hecho
primario de acceso al territorio el del ejercicio efectivo de sus funciones estatales dentro del mismo. Es decir
reflejar una proyección de su actividad en el mismo. Este principio debe ser evaluado de forma relativa
considerando las particularidades de cada caso en concreto.
ORIGEN HISTÓRICO DEL ESTADO: es el más común, pues el surgimiento de la organización estatal coincide con
el asentamiento de su población en un territorio determinado de forma continuada. Refleja la efectividad
plena de la actuación estatal en el territorio por tradición histórica, aunque por su indefinición fronteriza es
susceptible de tener conflictos con países vecinos.
TIERRA NULLIUS: el descubrimiento de un espacio territorial por un estado, le da derechos a extender su
soberanía territorial sobre el nuevo territorio siempre que no exista ocupación anterior. Se exige la efectividad
en la ocupación, pues no basta el descubrir un territorio nuevo sino que además debe reflejar la intención de
ocuparlo y esto mediante el ejercicio efectivo de sus competencias.
ACCESIÓN: la aparición de masas territoriales nuevas por causa de la naturaleza (islas, deltas, retrogresión de
ríos y mares) dentro del espacio territorial de un estado; éste adquiere soberanía sobre el territorio accedido
ipso facto.
son aquellos modos de adquisición de territorios que si ostentan una ocupación
anterior.
CESIÓN: Este modo de adquisición siempre es resultado de una convención, que resuelve las consecuencias
de un conflicto entre estados, o por venta de una porción territorial de un estado a otro. Ejemplo: el caso de
Alaska a favor de E.E.U.U., el Tratado de Madrid de 1.899 por el cual España cede las islas de Palau, Carolinas y
Mariana a Alemania, a cambio de un precio. De igual forma debe la ocupación ser continua por el principio de
la efectividad del cedente.
CONQUISTA: Este es un modo común en la época del Derecho Internacional Clásico, en el cual se consideraba
a la guerra, una función natural del Estado para dirimir sus conflictos internacionales y ejercer sus
prerrogativas de soberanía. La adquisición de nuevos territorios por medio de la guerra era un medio válido en
este contexto del derecho internacional.
En el derecho internacional contemporáneo este modo de conquista se atemperó, adecuándose a la nueva
concepción de guerra en el derecho internacional, que fue proscrita como medio válido de solución de
controversias entre los países, siendo un actuar repudiado por el derecho internacional moderno. En
consecuencia la conquista está repudiada como modo de adquisición de un territorio por el actual derecho
internacional, incorporado por el art. 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas, explicitó en la declaración de
principios de la Asamblea General contenida en la Resolución N° 2625 del año 1.970, al decir:
«El territorio de un estado no es objeto de ocupación militar por el uso de la fuerza en contravención a las
normas de la carta. El territorio de un Estado no será objeto de adquisición por otro Estado derivada de la
amenaza o uso de la fuerza. No se reconocerá como legal ninguna adquisición territorial derivada de la
amenaza o el uso de la fuerza».
PRESCRIPCIÓN: supone este modo la pertenencia anterior de un territorio a un estado, pero por el ejercicio
efectivo de la soberanía sobre el mismo, durante un tiempo prolongado y de forma continua, por otro estado,
le permite a este esgrimir sus derechos en contra del anterior estado detentador como consecuencia propia
de la aplicación del principio de la efectividad sobre el territorio. Se supone el abandono del territorio por
parte de un estado y su desinterés en conservar al mismo en su soberanía, ante la ausencia de actos concretos
que reflejan dicha intención.
El UTIS POSSIDETIS IURIS: Este modo de adquisición territorial es propio de los países surgidos de un esquema
colonial, en virtud del cual el estado colonizador le concedía competencias administrativas y jurisdiccionales
propias a una colonia, que se delimitaban mediante títulos de adjudicación emanados de la autoridad colonial.
Este modo se justifica mediante el título de modo primordial, prevaleciendo sobre el principio de la
efectividad, o confirmándose mediante este principio, en cuanto el título y ejercicio efectivo sobre el
territorio, sean coincidentes.
Límites y fronteras: La frontera se la suele identificar con el límite. En ambos casos es un trazado que
limita el territorio entre dos Estados. La frontera es un área de espacio entre dos países vecinos que refleja la
interdependencia de dicha zona entre dos regiones contiguas de distintos Estados. La frontera siempre refleja
las relaciones de vecindad existentes en los asentamientos contiguos a los límites entre dos estados, por eso
se la llama frontera zona, para diferenciarla de la frontera límite.
La frontera zona delimita los contornos geográficos a ambos lados del límite en el que se desarrollan las
actividades propias de las relaciones de vecindad, en esta zona rigen reglas especiales en relación al trafico
fronterizo entre las dos regiones, como ser régimen especial de circulación por la frontera para los residentes
en dicha área, las normas aduaneras y migratorias de cada país, controles policiales y de seguridad especiales,
y que generalmente son resultado de un acuerdo entre los países limítrofes. No afectan a la competencia del
estado a nivel internacional por lo que entran en la órbita de competencias del Derecho Internacional.
- El límite: es consecuencia de la soberanía del Estado en la delimitación exacta de sus fronteras, la
delimitación es un proceso complejo que parte de la elección de los medios de demarcación, según las
características geográficas de la frontera, como ser por medios de la naturaleza: cadenas montañosas, ríos, en
los que rigen los principios de las cumbres más elevadas, la línea de mayor profundidad del cauce del río
navegable (thalweg), la línea central de los ríos no navegables; por medios artificiales como las líneas
geodésicas: meridianos, paralelos, líneas establecidas anteriormente por una administración colonial. - El
segundo paso es el trazado del límite que se realiza por medio de un Tratado. - El último paso es la
demarcación en el terreno, que se realiza por una comisión técnica o autoridades locales, fijando mojones o
señas visibles, este siempre genera dificultades ante las características del terreno que a veces no permite
determinar de fiel reflejo lo que los Estados han establecido en el Tratado de límites.
El Condominio territorial: se caracteriza por el ejercicio jurisdiccional, conjunto e igual entre dos o más
estados, de la Autoridad Jurídica Política e Institucional, en un territorio determinado que queda sustraído a
toda competencia estatal exclusiva, puesto que el condominio se define por su indivisión territorial que
entraña, casos como el archipiélago de las nuevas Hebridas (situado en la Isla del Pacífico), que por diversos
acuerdos internacionales los han colocado bajo el condominio de Gran Bretaña y Francia, en 1886; otro caso
es el condominio Anglo Egipcio sobre el Sudán establecido por el convenio de 1889.
Cesiones en arriendo: se trata de una cesión territorial disfrazada, pus el estado cedente detenta su soberanía
plena sobre su territorio por un plazo limitado que pueden durar de 25 a 90 años, y se distinguen en tipos de
arriendo diplomático; como por ejemplo el caso de 1814 como consecuencia de las rupturas entre Aliados y
Turquía en 1925 por el cual Turquía recibió el estatuto de la corona británica y hoy es estado independiente.
Concesiones militares: la ocupación de un territorio por una potencia ocupante implica el ejercicio de ciertas
competencias como ser ocupación en tiempo de guerra, ocupación convencional de guerra dentro del período
de armisticio, ocupación pacífica en tiempos de guerra, y la ocupación pacífica en tiempo de paz (como ser la
Bahía de Guantanamo en Cuba por los EE.UU.).
Servidumbres internacionales: ésta se caracteriza por una restricción a la independencia de un estado, como
sería el caso de las concesiones de pesca en la zona de pesca exclusiva a favor de un estado extranjero por el
estado ribereño.
Las dos regiones polares del planeta, el Ártico y la Antártida, han sido objeto de
pretensiones territoriales por parte de los distintos estados, por objetivos estratégicos, geopolíticos, políticos
y económicos. Ambos presentan una dificultad que es la de su clima inhóspito para el hombre, por lo que el
principio de la efectividad es de muy escaso margen de aplicación, a los fines de la detentación de soberanía
territorial en dichos espacios, pero ambos presentan particularidades geográficas distintas, por lo cual el
régimen jurídico internacional para cada una, es también diferente.
En las regiones polares se han establecido los siguientes criterios de delimitación de cada área geográfica,
éstos son:
- Límite determinado según el criterio del crecimiento del árbol. Dada la irregularidad de la conformación de
ambas regiones, pues su extensión varía según las épocas (en invierno avanza por sus hielos y en el verano
retrocede por el deshielo) este criterio de delimitación es inestable e incierto por la característica apuntada.
- Criterio Circular, (Mouton) se fija un límite geodésico a través de un paralelo de hasta 60° o 66.30°. Este se
utiliza para el Ártico.
- Criterio de la Convergencia Antártica, se fija el límite en el punto donde las aguas frías se sumergen bajo las
aguas más calientes que se desplazan hacia el sur.
En materia de atribución territorial de los estados sobre los espacios polares se esgrimen fundamentos como:
La Teoría de los sectores: Elaborada por Poirier en 1.907 y enunciada por decreto de la U.R.S.S. en 1.920,
sostiene que para el reparto de las tierras árticas, se debe reconocer el derecho a toda Nación sobre las tierras
bañadas por las aguas, situadas entre una línea que se extiende hacia el norte, desde su extremo occidental y
otra desde su extremo oriental; de modo que todas las tierras situadas entre estas dos líneas, pertenezcan al
país, cuyo territorio apunta al círculo Ártico. Esta teoría también es esgrimida por Argentina y Chile sobre la
Antártida.
El descubrimiento y actividades de exploración y de investigación.
La continuidad geográfica: por el cual un Estado reclama derechos por su proximidad a dicho espacio.
Proyección continental: para aquellos casos en que el territorio polar geológicamente es una prolongación del
continente.
Pharand destaca la importancia del Ártico por su posición estratégica al estar situado entre las dos grandes
potencias, E.E.U.U. y UR.S.S., sus yacimientos de petróleo y gas en la plataforma continental de la región.
Pharand distingue tres zonas en el espacio Ártico:
1) La zona comprendida dentro del territorio continental de los estados próximos (E.E.U.U., Rusia, Canadá,
Dinamarca, el océano ártico), son áreas sometidas al régimen común de soberanía territorial del estado de
pertenencia, y el consecuente derecho de atribución de sus espacios marítimos como mar territorial.
2) La zona que contiene las islas naturales emergentes de las aguas marinas de la región y ajenas a soberanía
estatal, se aplica en este caso la Teoría de los Sectores de Porier de 1.907 y adoptada por la U.R.S.S. en 1.920.
Ésta doctrina sustituye la idea de ocupación efectiva de la teoría de la contigüidad geográfica para la
adquisición de soberanía sobre dichos espacios. Rusia ostenta soberanía sobre todas las islas situadas frente a
su costa, al igual que los E.E.U.U., Canadá, Noruega, Suecia y Finlandia. La efectividad es muy relativa en sus
consideraciones dadas las características geográficas de este sector.-
3) La zona de las islas de hielo, Pharand no las considera islas naturales dado que su existencia es inestable y
sólo permiten ser usadas para estaciones de investigación no permanentes.
El océano Ártico por la actitud aquiescente de los estados Árticos detenta el mismo régimen jurídico que el
Alta Mar.
La Antártida carece del interés estratégico del ártico, pero tiene un interés económico
en base a sus recursos minerales, especies animales y para las tareas de investigación científica.
Anteriormente tenía un interés estratégico por el paso de Drake, que posibilitaba la comunicación de los dos
océanos, pero el canal de Panamá le restó importancia a este carácter.
Sin embargo, ello no impidió que sobre este espacio se esgrimieran pretensiones territoriales por los Estados
así se sucedieron:
El Reino Unido en 1.908 Nueva Zelanda en 1.923 Francia en 1.924 Australia en 1.933 Noruega en 1.939 Chile
en 1.940 Argentina en 1.942
Antes de la firma del Tratado Antártico de 1.958, habían hecho reclamos sobre el territorio Antártico, los
siguientes Estados: Francia, Gran Bretaña y Noruega, fundadas en derechos sobre el descubrimiento; Chile y
Australia fundados en la teoría de los cuadrantes y Argentina fundada en la continuidad y contigüidad. Los
E.E.U.U. y Rusia no formulan reclamos pero tampoco reconocen derechos territoriales sobre la Antártida a
ningún otro Estado. Luego todos los países que formularon reclamaciones aplicaron la teoría de los sectores
de Poirier. En este sentido el Brasil al adherirse al Tratado Antártico en 1.975, enuncia la teoría de la
defrontacao, según la cual los países del hemisferio sur, con litoral marítimo, tienen derecho a poseer un
sector en la Antártida, definido por los meridianos que pasan por los puntos extremos occidental y oriental de
sus costas.
Las superposiciones de pretensiones sobre diversos sectores de la Antártida generó la celebración del Año
Geofísico Internacional en 1.957 y 1.958, que culmina con la firma en Washington del Tratado de la Antártida
en 1.958. Los países firmantes son Argentina, Chile, Australia, Bélgica, Francia, Japón, Reino Unido, Nueva
Zelanda, Noruega, E.E.U.U., África del Sur y U.R.S.S., luego en 1.975 Brasil, entro en vigencia en el año 1.961.
El objetivo del Tratado es el de asegurar el libre acceso de los científicos de cualquier nacionalidad y el
intercambio de información de las investigaciones realizadas, libertad científica y la desmilitarización de la
Antártida.
Se fija el espacio geográfico de la Antártida a los 60° de latitud sur, incluidas las barreras de hielo, sin afectar
los derechos de los estados sobre el alta mar.
Por el art. 4 se determina el congelamiento de las reclamaciones de soberanía de los estados, cercenando la
posibilidad de nuevas reclamaciones, y no afecta a las posiciones de los estados ya establecidas, ni importa la
renuncia de éstos a sus reclamaciones territoriales ya realizadas.
Programa reuniones consultivas periódicas.
El tratado Antártico ha sido ratificado por nuestro País por ley 15.802 de abril de 1.961.
El Virreinato se extendía en 1.782 a ocho intendencias: Buenos Aires, Tucumán, Mendoza, Asunción, Potosí,
Chuquisaca, Santa Cruz de la Sierra, La Paz y el Gobierno de Montevideo.
El Paraguay en 1.811 se separa de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Uruguay tiene una tendencia
autonomista que comienza con la capitulación de Montevideo en 1.814, que marca el cese de la dominación
Española. Luego de una serie de conflictos como la invasión por los portugueses en 1.821, pasa a ser parte de
las Provincias Unidas en 1.825, y como culmine en el conflicto con el Brasil, ambos Argentina y Brasil le
reconocen como estado independiente en 1.828. Las intendencias del Alto Perú crean en 1.824 la República
de Bolivia. El fundamento jurídico de detentación del Territorio Argentino El Utis Possidetis Iuris de 1.810 Es el
fundamento de las Provincias Unidas de sus derechos sobre el territorio que detenta, basado en el título de la
Real Cédula de 1.776 por la que se crea el Virreinato del Río de la Plata, y se le adjudican los territorios que le
comprenden. Antes de 1.810 se celebró un acuerdo con Chile basado en la delimitación entre ambos, por
medio de la Cordillera Andina según los instrumentos de la Corona Española, Real Cédula de 1.681, y en base a
este fundamento se esgrimieron los derechos sobre la Patagonia a favor de la Argentina, ante las pretensiones
chilenas.
-Conflictos limítrofes con Chile: Merece un tratamiento especial esta cuestión por la extensión de la frontera
entre ambos países y las particularidades del mismo, en el área cordillerana, el estrecho de Magallanes y el
canal de Beagle. Tramo cordillerano Por el principio del Utis possidettis iuris se fijó por Real Cédula de 1.681 a
la cordillera Nevada como límite entre Chile y el territorio del Río de la Plata, principio aceptado por Tratado
de paz, amistad, comercio y navegación entre ambas naciones en 1.855.
La demarcación entre ambos Países en la Cordillera se define en el Tratado suscrito entre los presidentes
Bernardo de Yrigoyen y Echeverría en 1.881, en el cual se acuerda el límite de norte a sur a través de la
cordillera hasta el paralelo 52°, trazando la línea fronteriza por las cumbres más elevadas que dividan aguas y
pasan por las vertientes que se desprenden de un lado y otro. La demarcación se realizó en tres sectores El
primero correspondiente a la Puna: en 1.896 se firma un compromiso entre ambos países para demarcar el
límite lo que no tuvo resultado. Se resolvió designar a una comisión de diez delegados, cinco por cada país que
tampoco pudo llegar a resultado alguno. Se decide designar a un tercero para que actúe en la demarcación,
designándose a William Buchanan, representante de los E.E.U.U. en Buenos Aires. Se estableció el límite
internacional en 1.899, que tomó como hito de comienzo del límite internacional entre Argentina y Chile, el
cerro Zapaleri hasta el paso de San Francisco, escogiendo en algunos tramos la línea divisoria de aguas,
posición Chilena, y en otros la de las más altas cumbres, posición Argentina.
El segundo tramo corresponde al sector entre el Paso de San Francisco hasta el Cerro Tres cruces: está área
quedó inconclusa como resultado de la fijación del Paso de San Francisco como límite de la Puna y el Cerro
Tres Cruces, como punto de partida septentrional del límite internacional, en la cordillera Andina hasta el
cerro Pirehueico. En este tramo hubo coincidencia entre los peritos de ambos países apoyando el límite, en el
encadenamiento continuo de las más altas cumbres que dividan aguas, conforme el Tratado de 1.881.
El tercer tramo es el de los Andes Patagónicos que se extiende desde la actual provincia de Neuquén hasta los
52° de latitud sur. Se rige por el criterio del Tratado de 1.881, suscitándose el problema en la demarcación de
los valles, formados por la bifurcación de la cordillera. Según el Tratado debían ser resueltos amistosamente
entre las partes, sin embargo la solución llega por intervención de la Corona Británica mediante protocolo de
1.896, el laudo Inglés de 1.902 optó por una solución ecléctica mediante una línea de compromiso que en
algunos tramos favoreció a nuestro País y en otros a las pretensiones chilenas.
-El Estrecho de Magallanes: Hubo una serie de reclamos de Argentina a Chile ante las intenciones de poseer la
Patagonia:
- primero extendiendo su reclamo desde el río Diamante hasta el Cabo de Hornos, - luego propone Chile en
1.872 el trazado del límite desde el paralelo 43 hacia el Atlántico, a lo que Argentina se opone, basado en el
Utis Posidettis iuris de 1.810, demostrando que la Patagonia le pertenece, no sólo por título, sino además por
ocupación efectiva por poblaciones asentadas en dicho territorio, como Carmen de Patagones, San Julián,
Puerto Deseado, Santa Cruz, Rawson entre otras. En 1.874 Chile insiste con su proyección hacia el Atlántico
fijando el límite en el Río Santa Cruz, a lo que Argentina se opone, manteniendo su postura de no ceder tierras
en el Atlántico.
Por la gestión de buenos oficios de los E.E.U.U. se firma en Buenos Aires en el año 1.881, el Tratado de límites
con Chile entre Yrigoyen y Echeverría. Por este acuerdo se fija el límite entre ambos Países por la Cordillera de
norte a sur y hasta el paralelo N° 52, por la línea de las cumbres más elevadas que dividan aguas y pasen por
entre las vertientes que se desprendan de un lado y otro.
Por este mismo acuerdo se fija una línea que parte del paralelo 52° hasta el Monte Dinero y de ahí, un trazado
hasta Punta Dungenes, que fija el límite norte sur entre ambos países. Las tierras situadas al norte de dicha
líneas pertenecen a Argentina y las del sur a Chile, quedando el estrecho de Magallanes en territorio Chileno
con el compromiso de neutralidad perpetua del mismo.
Se divide la Isla de Tierra del Fuego a través de una línea convencional que parte del cabo del Espíritu Santo
hasta el Canal de Beagle, quedando las tierras situadas al este de dicha línea y las islas del Atlántico para
Argentina, y las del oeste e islas al sur del Canal de Beagle para Chile.
La cuestión del Canal de Beagle: El Tratado de 1.881 no delimitó el Canal de Beagle y por
consiguiente la situación de las islas, las masas de agua y el límite mismo del canal quedaron en la
incertidumbre, lo que generó conflictos entre ambas naciones. En 1.893 se firma un acuerdo entre Argentina y
Chile por el cual se pacta que Chile no puede tener pretensiones hacia el Atlántico y Argentina no puede tener
pretensiones hacia el Pacífico.
Luego de sucesivos intentos de arbitraje y al no llegar a un entendimiento, Chile unilateralmente convoca al
Reino Unido a que resuelva la cuestión del Canal de Beagle y fija los puntos de arbitraje, Argentina se opone a
ello, pero la insistencia Chilena provoca que la Reina asuma el compromiso y redacta el Compromiso Arbitral,
el que es aceptado por Argentina en la Presidencia del General Lanusse se firma el compromiso en Londres en
1.971, que culmina con el dictado del Laudo en 1.977.
El Laudo Arbitral de la Corona Inglesa resuelve:
1) Concede a Chile las islas Picton, Nueva y Lennox e islotes vecinos (por considerar que el Canal es el brazo
septentrional entre las islas de Tierra del Fuego y Picton y Nueva. 2) Traza la línea divisoria de aguas del canal
por la línea media, desestimando la costa seca, fijando las aguas al norte de la línea media para Argentina y las
al sur para Chile. 3) Desconoce el principio de división oceánica y estimo que la situación Atlántica de las islas
no era fundamento suficiente para que fueran argentinas, manteniendo su trazado norte sur.
Argentina impugna el laudo por Nulidad en 1.978, fundado en exceso de los puntos sometidos a su
conocimiento, errores y omisiones.
En 1.978 ambos países firman el Acta de Puerto Montt, por el cual se comprometen a crear condiciones de
armonía que permitan una negociación sobre la cuestión, Argentina sostuvo que la navegación debía
mantenerse como lo fuera hasta 1.977 y que se debía realizar delimitaciones insulares y marítimas Chile sólo
aceptaba la delimitación marítima por lo que no se puedo llegar a ningún acuerdo y se designa al Papa como
mediador en 1.979.
La mediación Papal procura un acercamiento entre ambas naciones que tiene su fruto en el Tratado de Paz y
Amistad de 1.980. Teniendo presente el Tratado de 1.881, el principio de solución por medios pacíficos y la
propuesta Papal de 1.980:
Por este Acuerdo en caso de controversias las partes aceptan tomar todas las medidas necesarias para evitar
que la controversia se prolongue.
Primero por medio de las negociaciones directas de buena fe y cooperación.
Segundo ante el fracaso del primero se elige en común un medio de solución pacífica en 4 meses.
Tercero de no llegar a acuerdo se aplica el procedimiento de la conciliación o arbitraje, a petición de una de
las partes para que se convoque al Tribunal Arbitral, este se compondrá de 5 miembros uno por cada estado y
3 de terceros estados, ajenos al conflicto. De no llegar a integrarse el Tribunal lo hará la Confederación
Suiza y se decide conforme al Derecho Internacional, el laudo es inapelable y cesa sus funciones el Tribunal
ante la adopción íntegra del fallo.
La delimitación marítima del Mar de la zona Austral se traza desde el término de la delimitación del Canal de
Beagle existente (línea media de las aguas) coordenadas 55° de latitud sur y 66°25 de longitud oeste (Pto. A),
al sudeste, hasta el punto más saliente de la isla Nueva y Tierra del Fuego, continuando al sudeste en ángulo
de 45° y hacia el sur por el meridiano 65° 43' longitud oeste (Pto. C), hasta los 56° 22' (Pto.D). Desde allí hacia
el oeste hasta las 24 millas al sur del Cabo de Hornos y de ahí en línea recta al sur hasta el punto los 58° 21'
de latitud sur y 67° 16' longitud oeste, punto extremo de la delimitación del mar de la zona austral.
De esta línea hacia el oriente y occidente se determinan las zonas económicas exclusivas de cada país y el mar
territorial, hasta las tres millas marinas, medidas desde la línea de base que rige para ambos países y para los
terceros estados la anchura permitida por el Derecho Internacional.
Respecto al Estrecho de Magallanes acuerdan su extremo oriental en la línea trazada entre Pta. Dungeness y
el Cabo del Espíritu Santo, que es límite de las soberanías de ambos países al oriente y occidente
respectivamente.
Se crea una Comisión binacional de carácter permanente para intensificar la cooperación económica y la
integración física y la COMISIÓN PERMANENTE DE CONCILIACIÓN Y ARBITRAJE, integrada por tres miembros
uno por cada Estado y otro de un tercer Estado, que actúa si las partes no llegan a acuerdo pacífico en 4
meses.
Se establecen reglas de navegación en el Canal de Beagle que fija la libre navegación del Canal y el derecho de
paso de los terceros estados. El paso por aguas chilenas se realiza previo aviso y con práctico a bordo, el paso
debe ser continuo e ininterrumpido y los buques de guerra no podrán ser más de tres. Para la circulación entre
el Estrecho de Magallanes y por puertos Argentinos en el Canal de Beagle, la navegación entre los puertos
Argentinos del Canal y la Antártida podrá ser sin práctico y sin aviso a Chile, mientras se circule por los tramos
establecidos en el Tratado.
Dos Técnicas:
1) Libertad de sobrevuelo sin aterrizaje.
2) Derecho a escalas técnicas en territorio extranjero.
Tres Comerciales:
3) Derecho a desembarcar en territorio extranjero pasajeros y mercaderías embarcadas en el Estado de
Bandera de la aeronave.
4) Derecho a embarcar en territorio extranjero pasajeros y mercaderías con destino al País de bandera.
5) Derecho a embarcar en territorio extranjero pasajeros y mercaderías con destino a otro país extranjero.
En materia de rutas aéreas se rige por medio de acuerdos bilaterales entre los países miembros.
En 1.958, la Asamblea General, por Res. N° 1.348, creó un comité ad-hoc sobre utilización pacífica del espacio
ultraterrestre que luego se sustituyó por un órgano permanente, siguiendo con el esquema de la regulación de
las actividades por medio de Resoluciones hasta el año 1.966 en que la Asamblea General adopta por Res. N°
2222 el TRATADO SOBRE LOS PRINCIPIOS JURÍDICOS QUE DEBEN REGIR LAS ACTIVIDADES DE LOS ESTADOS EN
LA EXPLORACIÓN Y UTILIZACIÓN DEL ESPACIO ULTRATERRESTRE, LA LUNA Y LOS CUERPOS CELESTES «,
denominado Tratado general del espacio.
El acuerdo marco del Tratado General del Espacio establece los siguientes principios:
Que el espacio ultraterrestre, la luna y otros cuerpos celestes pertenecen a toda la humanidad, es decir que
son patrimonio común de la humanidad, principio que rige el sentido del resto de sus disposiciones sobre las
actividades en dicho espacio.
La exploración y utilización del espacio ultraterrestre deberá hacerse en provecho e interés común de todos
los países sin importar su grado de desarrollo científico y económico, se deben realizar las actividades
conforme la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, en interés del mantenimiento de la Paz y
Seguridad internacionales, y fomento de la cooperación y asistencia mutua internacional, con el deber de
información de las actividades y los resultados de estas a la comunidad internacional.
El espacio ultraterrestre no será objeto de apropiación nacional ni reivindicación de soberanía alguna, lo que
no implica la prohibición automática de la apropiación de los recursos naturales, habidos en dicho espacio.
Consagra el libre acceso, exploración y utilización por todos los estados en condiciones de igualdad y sin
discriminación alguna, a todas las regiones del espacio ultraterrestre.
Consagra la desmilitarización del espacio mediante el compromiso de los Estados miembros de no colocar en
órbita terrestre ni en los cuerpos celestes y espacio ultraterrestre, ningún objeto portador de armas
nucleares.
El Tratado General del Espacio trata en sentido genérico disposiciones sobre la Luna y otros cuerpos celestes,
los astronautas, responsabilidad por objetos lanzados al espacio, señales portadoras de programas
transmitidos por satélite, y sobre registro de objetos lanzados al espacio, que han sido ampliados por
convenios posteriores.
Todo estado contratante que tome conocimiento de un accidente de la tripulación de una nave espacial, en
encuentre en peligro o haya realizado un aterrizaje forzoso o involuntario en el alta mar, o territorio sometido
a su jurisdicción, debe de forma inmediata comunicar al estado de lanzamiento o hacerlo público por todos los
medios de que disponga y notificar del hecho al Secretario General de la O.N.U. para que este difunda la
noticia.
El Estado parte, en cuyo territorio aterrizó una nave espacial debe prestar toda la asistencia necesaria para
salvar a la tripulación y poner en conocimiento al estado de lanzamiento para que coopere en las tareas de
salvamento con el control de dicho estado. Si el aterrizaje se produjo en alta mar o territorio no sometido a
jurisdicción de ningún estado todos los estados contratantes, que estén en condiciones deberán prestar la
asistencia en la búsqueda y salvamento de la tripulación. Asimismo deben poner en conocimiento del hecho
al Secretario General de las Naciones Unidas y a la autoridad de lanzamiento, debiendo devolver la tripulación
al estado de lanzamiento de forma segura y sin demoras.
Respecto de los objetos lanzados al espacio que aterricen en territorio de jurisdicción de una parte
contratante o en áreas no sujetas a jurisdicción territorial alguna, debe tomar todas las medidas tendientes al
recupero del objeto y restituirlos a la autoridad de lanzamiento, si entendiere que el objeto causare peligro o
fuere nocivo, deberá comunicar el hecho a la autoridad de lanzamiento a fin que tome las medidas
pertinentes.
-Convenio sobre responsabilidad internacional por daños causados por objetos espaciales : Este Convenio
entró en vigencia en 1.973 y se halla ratificado por Argentina.
En virtud del acuerdo se entiende por daño a toda pérdida de vidas humanas, lesiones físicas, perjuicios a la
salud, pérdida o daños de bienes del Estado o de sus particulares o de organizaciones internacionales.
Consagra el acuerdo, la responsabilidad absoluta del estado de lanzamiento ( sea por intento o promoción)
por los daños causados por el objeto espacial lanzado sea en la superficie terrestre o en el aire (aeronaves en
vuelo).
También consagra la responsabilidad absoluta, por culpa del estado de lanzamiento o de las personas
responsables de la conducción de la aeronave espacial, de forma mancomunada y solidaria por todos los
estados involucrados en la actividad espacial, por los daños que se causaren a otro Estado:
- De forma absoluta por los daños causados en la superficie o aeronaves en vuelo, del estado afectado y por
culpa de los estados involucrados o personas responsables de la conducción, - por los daños causados a un
objeto espacial de un tercer estado, estableciendo la distribución de la indemnización según la graduación de
la culpa, sin perjuicio del derecho del estado afectado a reclamar la integridad de la indemnización a
cualquiera de los estados responsables.
Las disposiciones del acuerdo no son aplicables a las partes involucradas en el proyecto espacial.
El procedimiento de la reclamación es por vía diplomática o por conducto del Secretario General de las
Naciones Unidas, sin necesidad de agotar los recursos internos de que pueda disponer el estado demandante,
y dentro del año de que el estado afectado tome conocimiento del daño.
Consagra para el supuesto que ambos estados no llegaran a acuerdo sobre la reclamación en el plazo de un
año, la constitución de ambas partes de una COMISIÓN DE RECLAMACIONES, constituida por un Presidente y
por representantes de cada uno de los estados involucrados.
-Convenio sobre la distribución de señales portadoras de satélites: Este convenio firmado en Bruselas en
1.974 tiene por fin establecer entre los estados parte, el compromiso de tomar las medidas adecuadas para
evitar que una señal dirigida a un satélite o que pase por éste, sea distribuida por quién no este destinado a
ella, salvo que la señal este destinada al público en general. Lo que protege es la propiedad del derecho a la
explotación de la misma.
-Convenio sobre el registro de objetos lanzados al espacio ultraterrestre: Firmado en 1.975, tiene por fin
establecer un sistema obligatorio de registro de los objetos lanzados al espacio ultraterrestre. A tal fin dispone
que estado de lanzamiento sea el que promueve el lanzamiento de un objeto espacial, o un estado, desde
cuyo territorio se lance un objeto espacial. En ambos casos este asume la calidad de Estado de registro.
El Estado de Registro (Estado de lanzamiento) debe declarar el objeto espacial lanzado a órbita terrestre
mediante la inscripción en un registro apropiado creado al efecto y a su vez, notificar al Secretario General de
la O.N.U. para que éste lo haga en el Registro de las Naciones Unidas, dispuesto por el Tratado General del
Espacio.
De ser dos o más los estados de lanzamiento (por promoción del lanzamiento y por ser otro distinto el
territorio de lanzamiento) ambos deciden en cuál de los registros de cada uno se inscribirá el objeto espacial.
Contenido del Registro: cada Estado de Registro establecerá las condiciones de registración, con carácter
libre y público de acceso a la información. Como contenidos mínimos de registración debe llevar:
- Nombre del estado o de los estados de Lanzamiento.
- Designación apropiada del objeto espacial o su número de registro.
- Fecha o territorio del lugar de lanzamiento.
- Parámetros orbitales básicos: período nodal, inclinación, apogeo y perigeo.
- Función general del objeto espacial.
Todo estado de Registro debe notificar al Secretario General de las Naciones Unidas sobre la puesta en órbita
o más allá, del objeto lanzado al espacio ultraterrestre.
El efecto de la inscripción es que los estados de Registro, o que posean elementos para el rastreo de
aeronaves espaciales, deben brindar información a los estados para identificar:
- al objeto que haya causado daño a un estado o en sus personas físicas o jurídicas
- que pueda ser peligroso o nocivo. La carga de responder con exactitud por sí, o por intermedio del Secretario
General de las Naciones Unidas, para permitirles obtener toda la información referente al objeto lanzado al
espacio, con alcance incluso a organizaciones intergubernamentales dedicadas a estas actividades, en la
medida que los estados miembros de la organización la hayan acordado.
El Convenio de Barcelona y el Estatuto de 1.921, adoptó un concepto mixto entre los acuerdos de Viena de
1.815 y Barcelona de 1.921, por el cual se define al río internacional como "aquel que separa o atraviesa el
territorio de uno o más Estados, con el complemento de su función económica, como la navegación".
En consecuencia, tenemos dos criterios para definir a un río como internacional, o sometido a un régimen de
internacionalización:
- uno el de la división de la frontera entre dos o más estados o que atraviese el territorio de éstos y
- el otro es el de su aprovechamiento para otros usos como el de la navegación internacional.
El concepto de río internacional plantea una comunidad de intereses que fue fruto de serios intentos de
regulación:
- el primero de éstos fue la Convención de Viena de 1.815, que consagrando el primer criterio junto a la
navegabilidad, sentó el principio de la libre navegación de estos ríos internacionales abierta, a todos los
estados ribereños o no, debiendo cada estado ribereño celebrar convenios a los fines de regular esta libertad.
Luego, en la Convención de Barcelona se acentúo el interés internacional de los ríos navegables, por la
comunicación de estos hacia el mar o la interconexión que ofrecen a otros ríos, en 1.921.
Sin embargo, al presente no existe un régimen internacional común para los ríos internacionales, estando
sometidos a los convenios que los estados interesados en estos celebren. Se destacan entre estos la Comisión
Central del Rhin y la Comisión de navegación del Danubio, y el Tratado de la Cuenca del Plata.
La importancia actual de este recurso impone serias restricciones a las soberanías territoriales de los estados
ribereños, ya que su uso no debe ser perjudicial para terceros estados. Se plantean la problemática del uso
del río por el país de aguas arriba y los de agua abajo, de forma tal, que el uso del río permita su
aprovechamiento útil a ambos países.
En esta cuestión se destaca la Doctrina Harmon (1.895), que dice: el país de aguas arriba tiene la plena
libertad para desviar las aguas sin preocuparse por la suerte del País de aguas abajo. Enunciado ante el
problema del Rio Grande entre E.E.U.U. y Méjico, consagrando el criterio de la soberanía territorial absoluta
en la utilización del río, sin interesar su carácter internacional conforme el concepto enunciado.
En el año 1.997 la Asamblea General de las Naciones Unidas consagró (sobre la base del trabajo de la
Comisión de Derecho Internacional) el enunciado último arriba referido, al tratar el tema del régimen de
utilización de los cursos de aguas internacionales para fines distintos de la navegación. Los miembros
presentes adoptaron el principio del uso equitativo que es actualmente parte del Derecho Internacional
Consuetudinario, por carecer de consenso en la Asamblea General, pero ningún estado participante impugnó
el principio de utilización equitativa y razonable del curso de agua internacional que excluye la soberanía
absoluta.
Para el supuesto que un estado ribereño proyecte obras que puedan producir efectos negativos en otros
estados ribereños, el proyecto de la Asamblea General consagra el procedimiento de CONSULTA PREVIA. Por
éste el estado autor del proyecto debe notificar en tiempo oportuno a los otros estados, dichos proyectos, no
pudiendo realizarlos a espera de seis meses del consentimiento de los estados interesados.
Geográficamente podemos definir a la cuenca, como el conjunto de ríos, lagunas, vertientes, que
forman un sistema, que atravesando el territorio de varios estados, convergen a una desembocadura común
en el mar.
Al igual que los ríos las cuencas no tienen una regulación internacional específica y común, estando reguladas
por convenciones entre los estados ribereños o participes de la cuenca.
Tratado del Río de La Plata y su frente marítimo: Tratado de la Cuenca del Plata Tratado del Río de
La Plata y su frente marítimo
Suscripto en el año 1.973, este Tratado fija los límites de extensión del río y la línea divisoria entre ambos
Países, Uruguay y Argentina.
La extensión del río es desde el paralelo de Pta. Gorda hasta la línea recta imaginaria que une, Punta del Este
en el Uruguay con Punta Rasa en Cbo. San Antonio en Argentina.
Establece una franja divisoria adyacente de jurisdicción exclusiva para cada País, franja que tiene una anchura
de 7 millas marinas, entre la zona que va de la línea exterior y la línea recta que une Pta. Lara en Argentina y
Colonia en Uruguay. Desde dicha línea, hasta el paralelo de Pta. Gorda tiene una anchura de dos millas
marinas, debiendo sus límites exteriores respetar los veriles de los canales en las aguas de uso común.
Fuera de la zona de jurisdicción exclusiva, la jurisdicción se extiende a los buques de bandera de los países
firmantes, o de terceros en caso de siniestros, en otros casos para los buques de terceros se aplicará la
jurisdicción del país de mayor proximidad a una u otra franja costera.
Establece un régimen de colaboración mutua en materia de obras para el mantenimiento del río y la libre
navegación de los buques de terceros estados, con el deber de comunicar a la comisión administradora del
Tratado las obras que se proyecten en el río, dentro de los 30 días de decidida. La respuesta debe tenerse en
180 días de recibida, de no llegarse a acuerdo se procederá por el método de solución de controversias.
Crea un organismo que es la COMISIÓN ADMINISTRADORA DEL RIO DE LA PLATA, de composición mixta por
ambas partes firmantes, con sede en la Isla Martín García. Sus funciones son:
- la promoción de estudios para la preservación de los recursos vivos y su explotación del río,
- dictamen de normas reguladoras de la pesca en el río,
- coordinación de normas sobre practicaje, planos, comunicaciones, recate y búsqueda y terminología por
ambos países y,
- en general acordar las operaciones de navegación en el río, de modo que tiene un carácter de coordinadora
de actividades en la zona del Río de la Plata.
Para el caso de controversias entre ambas partes el conflicto será considerado por la comisión Administradora
a iniciativa de cualquiera de las partes, si en el término de 120 días no se logra acuerdo por la Comisión, se
acudirá a la negociación directa; y para los conflictos por aplicación del Tratado que no pudiere solucionarse
por esta última vía, a instancia de cualquiera de las partes se someterá el mismo a la Corte Internacional de
Justicia.
Límite lateral marítimo: este se define por las líneas costeras de cada país desde la línea media del límite
externo (Pta. Del Este y Pta. Rasa), su extensión es según la determinada por cada país según la Convención
Internacional del Mar.
a) Trace en un mapa los contornos de límites entre Argentina y Uruguay en el Río de La Plata, y la delimitación
misma del río.
b) Resuelva el siguiente caso: - Un buque de nacionalidad francesa es víctima de un acto de piratería en aguas
del Río de la Plata, a una distancia de 4 millas de la costa Uruguaya con frente en zona cercana a Montevideo. -
¿A qué jurisdicción queda sometido el conflicto?
La segunda etapa es resultado de la Primera Conferencia Internacional del Mar en Ginebra en 1.958 y dentro
de las Conferencias de las Naciones Unidas sobre el derecho del mar. En ella se trata el mar territorial, la zona
contigua, la plataforma continental, el alta mar y el régimen de pesca en el alta mar. A falta de acuerdo sobre
el tema del mar territorial se convoca a una segunda Conferencia de las Naciones Unidas en 1.960, donde
tampoco se adoptan definiciones sobre el tema. Se llega a la tercera conferencia de las Naciones Unidas en
1.973 que tras un largo período de sesiones sanciona en 1.982 la Convención de las Naciones Unidas sobre el
Derecho del Mar.
La Conferencia del Mar comenzó a fines del año 1.973 y hasta el año 1.982 celebró once períodos de sesiones
hasta concretar la firma del acuerdo en Montego Bay (Jamaica) en 1.982.
La delimitación de las aguas de los estados Archipielágicos se somete a las siguientes consideraciones: El
trazado de sus líneas de base se hace siguiendo el contorno más extremo del archipiélago. Estos segmentos de
base no podrán exceder de 100 millas de longitud.
Las aguas encerradas por las líneas de base rectas no son aguas territoriales, ni aguas interiores, pues es a
partir de la línea de base desde donde se mide el mar territorial.
En esta zona se afirma la soberanía del estado archipielágico con las restricciones inherentes al mar territorial
y de respetar los acuerdos preestablecidos con otros Estados.
Se la define como una zona vecina al mar territorial, en la que el estado costero puede
ejercer el control necesario para prevenir o castigar infracciones a las reglamentaciones aduaneras locales,
cometidas en su territorio terrestre o mar territorial, ejerciendo sus facultades de derecho de jurisdicción y
policía, alcanzando no sólo el lecho de las aguas sino el subsuelo.
La extensión de la zona contigua no podrá ir más allá de las 24 millas, medidas desde la línea de base del mar
territorial.
También el Estado ribereño puede establecer sobre su mar adyacente una zona económica exclusiva hasta
una distancia de 200 millas marinas medidas, desde las líneas de base del mar territorial.
Zona económica exclusiva: es una importante institución estructurada en la convención de Jamaica de 1982,
frutos de los reclamos de los derechos de pesca de los estados ribereños, en el art. 55 de la Convención se
determina que la zona de pesca exclusiva tendrá una extensión máxima de 200 millas marinas contadas desde
la línea de base, (que es el punto desde el cual comienza la delimitación del mar territorial), esta extensión
coincide con la plataforma continental y favorece a los estados con extensa plataforma, como ser Argentina,
Australia, Canadá, pues la pesca es más favorable y rica en aguas pocos profundas como lo es nuestro litoral
marítimo.
1) Derechos de soberanía a los fines de la explotación, exploración, conservación y ordenación de los recursos
naturales vivos o no vivos, abarca no sólo la pesca sino también el aprovechamiento de los recursos
energéticos por las corrientes, vientos y aguas.
2) Establecimiento de islas artificiales, investigación científica, protección y preservación del medio marino.
Esta no se extiende a las libertades de navegación y sobrevuelo pacífico, ni al tendido de cables y tuberías
submarinas.
Es una zona que comprende el lecho y el subsuelo de las áreas submarinas y
las emersiones continentales, que se extienden más allá de su mar territorial y a todo lo largo de la
prolongación natural del territorio hasta una distancia de 200 millas, o hasta el borde exterior del margen
continental (el talud continental), medidas desde la línea de base del mar territorial.
En la Plataforma continental el estado Ribereño tiene derecho de soberanía para su exploración y explotación
de sus recursos naturales, derechos que son independientes de su ocupación real o ficticia en dicho espacio.
El ejercicio de los derechos en la plataforma continental tiene como límite el no afectar a la navegación ni a
los derechos y libertades de los demás estados, como ser el instalar cables y tuberías submarinas con la
autorización y regulación del estado ribereño.
: En esta zona rige el principio de libertad del mar, consagrado por la costumbre internacional y
considerado como un espacio común de la humanidad o «res communis», que determinan una comunidad de
derechos iguales y comunes a todos los estados de la Comunidad Internacional.
La noción del Alta Mar comenzó a ser considerada desde el Siglo XVII. Antes, algunos países habían arrojado
en ciertos mares el dominio de considerables extensiones, o al menos el privilegio de poseer allí derechos
especiales. Para Roma el espacio del Mediterráneo, y luego los países marítimos con regulaciones para la
pesca, la piratería, y otras propias del tráfico marítimo.
CONCEPTO: por Alta Mar se entiende a todas aquellas partes del mar que no forman del mar territorial o de
las aguas interiores de un estado, de modo que se lo define por exclusión, pudiendo afirmarse que es la zona
marítima no sometida a la soberanía de estado alguno.
Conforme lo apuntado el Alta Mar está abierta a todos los Estados, con o sin litoral marítimo, de modo que
regiría en principio una libertad absoluta en dicha zona, por ello es un punto transcendente de la convención y
del Derecho Internacional la regulación del Mar libre.
Régimen Jurídico del Alta Mar:
Dentro del Derecho internacional clásico se destacan Fernando Vázquez de Manchaca, quien enuncia la
Doctrina de la apropiación de los mares, trasladando conceptos del derecho civil, como la prescripción, en aras
que consideraba al alta mar como un bien del dominio común; luego Hugo Groccio consagró el principio de
libertad de los mares "Mare Liberum", de ahí se consagró en las convenciones de Ginebra y Montego-Bay el
principio del mar libre, pero limitado a las restricciones que impone la convención, como ser:
1) La sumisión del Buque de Bandera de un estado a su jurisdicción, derecho de visita a un buque de guerra o
aeronave militar a otro buque que sea sospechoso de incurrir en tráfico de esclavos.
2) Derecho de persecución por delitos penales y fiscales ocurridos en un estado, que culmina ante la zona de
jurisdicción marítima de otro estado.
3) En materia de tráfico de estupefacientes, rige el principio de presa a cargo del Estado Nacional del Buque.
4) En materia de experiencias termonucleares o maniobras militares en el alta mar rige el principio de
prudencia, en el primer supuesto obliga los convenios de prohibición de armas nucleares y en el segundo
supuesto se permite siempre que sea de uso pacífico y se respete el derecho de los otros estados en el
ejercicio de las libertades del mar.
LAS LIBERTADES DEL MAR: La Convención consagra las siguientes libertades:
- libertad de navegación.
- libertad de sobrevuelo.
- libertad de tender cables y tuberías submarinas.
- libertad de construir islas artificiales.
- libertad de pesca.
- libertad de investigación científica.
-Deberes de los estados: Los Estados a su vez se comprometieron en asumir los siguientes deberes:
- prestar auxilio; - prohibición de transportar esclavos; - cooperación en la represión de la piratería.
Surge esta problemática por el
principio de libertad de pesca en el alta mar, principio que favorece a los estados ribereños y a aquellos que
no tengan acceso al mar, en esta zona del alta mar rige un criterio conservacionista de las especies vivas y
protección y preservación de las especies migratorias.
La denominación viene por la pretensión de estados con amplia extensión pesquera, como lo es Argentina, de
extender la zona económica a una extensión superior de las 200 millas como Argentina que en 1991 dispuso la
extensión de sus competencias en la zona económica más allá de las 200 millas para la preservación de sus
recursos de pesca en función de las especies migratorias, lo mismo hizo Chile introduciendo el concepto del
"Mar Presencial" en el año 1989, que consiste en un espacio adyacente a la zona económica, lo mismo hizo
Canadá en 1994, ambos conceptos penetran en el Alta Mar, pero estos estados con el justificativo de
preservar sus recursos pesqueros transzonales (principalmente de las especies migratorias), frutos de este
reclamo fue el acuerdo sobre conservación y ordenación de poblaciones pesqueras transzonales y las
poblaciones de pesca altamente migratorias de 1995, y se funda en el deber de los estado ribereños de
preservar y ordenar la pesca en el Alta Mar.
El espacio considerado
son los abismos marinos y oceánicos y su subsuelo. Fuera de los límites de las jurisdicción de los estados, este
espacio es rico en nódulos polietálicos que siguiendo la convención del mar se designa como "LA ZONA".
La zona se delimita en su límite exterior por las plataformas continentales de los estados ribereños, debiendo
cada estado ribereño hacer depósito en las Naciones Unidas de las Cartas de delimitación de su plataforma,
que no podrá ir más allá de las 200 millas en principio.
La zona es Patrimonio común de la humanidad y su uso debe estar acorde con este régimen de modo que sea
útil y beneficioso para la humanidad.
El patrimonio común de la humanidad debe entenderse como la exclusión de toda soberanía o propiedad por
parte de los Estados o particulares, y los derechos que se confieren a la zona son dados a la humanidad en su
conjunto, actuando en su nombre la AUTORIDAD DE LOS FONDOS MARINOS.
El Patrimonio Común de la Humanidad de la Zona significa la tendencia a la igualdad compensatoria de la
desigualdad de los estados, a través de criterios equitativos y con el fin último de que su uso lo sea en
provecho de la humanidad.
LA AUTORIDAD DE LOS FONDOS MARINOS: Es un órgano internacional creado por los Países miembros de la
Convención, que actúa de forma operativa por medio de un órgano llamado EMPRESA, este organismo goza
de personalidad jurídica internacional y de la capacidad jurídica necesaria para el desempeño de sus
funciones. Su estructura orgánica es la siguiente:
- La ASAMBLEA; - El CONSEJO; - La SECRETARIA, - La EMPRESA y - los órganos subordinados o subsidiarios
técnicos y de asesoramiento dependientes de los órganos principales.
La zona económica exclusiva se extiende hasta una distancia de 200 millas marinas medidas desde la línea de
base del mar territorial, en esta zona la Argentina ejerce su soberanía para la explotación, exploración,
conservación y administración de los recursos naturales, y más allá para la conservación de las especies
migratorias.
Respecto a la plataforma continental, la ley establece que comprende el lecho y subsuelo y su extensión se
fija hasta el borde del talud continental, o más allá hasta una distancia de 200 millas medidas desde la línea de
base del mar territorial.