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ESCUELA ESCUELA SUPERIOR

DE POLITÉCNICA DE
MEDICINA CHIMBORAZO

INFECTOLOGÍA
Fiebre amarilla - Chikungunya
Nombre: Jéssica Paola Cazorla Herrera
Fecha: 04/12/2017
Semestre: 7° “A”
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FIEBRE AMARILLA

La fiebre amarilla es una enfermedad producida por un virus, que se transmite por la
picadura de un tipo de mosquito, que previamente ha picado a una persona enferma y de
esa manera se ha infectado. No todos los mosquitos contagian la fiebre amarilla, sólo
aquellos que previamente han picado a un individuo enfermo. Se llama fiebre amarilla,
porque a muchos de los que se enferman se les pone la piel de ese color.

Transmisión

El virus de la fiebre amarilla es un arbovirus del género Flavivirus transmitido por


mosquitos de los géneros Aedes y Haemogogus . Las diferentes especies de mosquitos
viven en distintos hábitats. Algunos se crían cerca de las viviendas (domésticos), otros
en el bosque (salvajes), y algunos en ambos hábitats (semidomésticos).

Hay tres tipos de ciclos de transmisión:

 Fiebre amarilla selvática: En las selvas tropicales lluviosas, los monos, que son
el principal reservorio del virus, son picados por mosquitos salvajes que
transmiten el virus a otros monos. Las personas que se encuentren en la selva
pueden recibir picaduras de mosquitos infectados y contraer la enfermedad.
 Fiebre amarilla intermedia: En este tipo de transmisión, los mosquitos
semidomésticos (que se crían en la selva y cerca de las casas) infectan tanto a los
monos como al hombre. El aumento de los contactos entre las personas y los
mosquitos infectados aumenta la transmisión, y puede haber brotes
simultáneamente en muchos pueblos distintos de una zona. Este es el tipo de
brote más frecuente en África.
 Fiebre amarilla urbana: Las grandes epidemias se producen cuando las
personas infectadas introducen el virus en zonas muy pobladas, con gran
densidad de mosquitos y donde la mayoría de la población tiene escasa o nula
inmunidad por falta de vacunación. En estas condiciones, los mosquitos
infectados transmiten el virus de una persona a otra.

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Signos y síntomas

La fiebre amarilla tiene 3 etapas:

 Etapa 1 (infección): Son comunes el dolor de cabeza, dolores musculares y


articulares, fiebre, sofoco, inapetencia, vómito e ictericia. Después de
aproximadamente 3 a 4 días, a menudo los síntomas desaparecen brevemente.

 Etapa 2 (remisión): La fiebre y otros síntomas desaparecen. La mayoría de las


personas se recuperará en esta etapa, pero otras pueden empeorar en cuestión de
24 horas.

 Etapa 3 (intoxicación): Se presentan problemas con muchos órganos, incluyendo


el corazón, el hígado y el riñón. También se pueden presentar trastornos
hemorrágicos, convulsiones, coma y delirio.

Los síntomas pueden incluir:

 Fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares


 Náuseas y vómitos, posiblemente con sangre
 Cara, lengua y ojos rojos
 Piel y ojos amarillos (ictericia)
 Disminución de la micción
 Delirio
 Latidos cardíacos irregulares (arritmias)
 Sangrado (puede progresar a hemorragia)
 Convulsiones
 Coma

Diagnóstico: Tipo de muestra y procedimientos de laboratorio

El diagnóstico de fiebre amarilla se realiza mediante métodos virológicos (detección


del virus o del material genético en suero o tejido) utilizando aislamiento viral o la
reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en ingles), o por medio de
pruebas serológicas para la detección de anticuerpos.

Diagnóstico virológico
Diagnóstico molecular: Durante los primeros 5 días desde el inicio de síntomas (fase
virémica) es posible realizar la detección del RNA viral a partir de suero mediante
técnicas moleculares, como la Transcripción Reversa seguida de Reacción en Cadena
de la Polimerasa (RT-PCR, por sus siglas en inglés) convencional o tiempo real. En
ocasiones, el RNA viral puede detectarse hasta 7 días desde el inicio de síntomas. Por
esta razón, se recomienda realizar tanto PCR como ELISA IgM a muestras tomadas
entre los días 5-7. Un resultado positivo (en presencia de controles adecuados)
confirma el diagnóstico.

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Diagnóstico serológico
La serología (detección de anticuerpos específicos) es útil para realizar el diagnóstico
de fiebre amarilla durante la fase post-virémica de la enfermedad (es decir, a partir del
día 5 desde el inicio de los síntomas).
Un resultado positivo de IgM mediante la técnica de ELISA (principalmente captura
de IgM, MACELISA, Por sus siglas en inglés) o cualquier otro inmunoensayo
(inmunofluorecencia indirecta) en una muestra tomada a partir del quinto día de inicio
de síntomas, es presuntiva de infección reciente por el virus de la fiebre amarilla.
Actualmente no existen estuches comerciales validados para detección de IgM por
ELISA. Por esto, procedimientos “caseros” (in-house) utilizando antígeno completo
purificado, pueden ser estandarizados.
La confirmación de un caso de fiebre amarilla mediante ELISA IgM dependerá de la
situación epidemiológica y del resultado del diagnóstico diferencial de laboratorio.
Así, en áreas con circulación de otros flavivirus (principalmente dengue y Zika), la
probabilidad de reactividad cruzada es mayor

Prevención

1. Vacunación

La vacunación es la medida más importante para prevenir la fiebre amarilla. Para


prevenir las epidemias en zonas de alto riesgo con baja cobertura vacunal es
fundamental que los brotes se identifiquen y controlen rápidamente mediante la
inmunización. Para prevenir la transmisión en regiones afectadas por brotes de fiebre
amarilla es importante que se vacune a la mayoría de la población en riesgo (80% o
más).

Para evitar brotes se utilizan varias estrategias de vacunación: inmunización


sistemática de los lactantes; campañas de vacunación en masa para aumentar la
cobertura en países en riesgo, y vacunación de quienes viajen a zonas donde la
enfermedad es endémica.

La vacuna contra la fiebre amarilla es segura y asequible, y una sola dosis es suficiente
para conferir protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo.

Se han descrito casos raros de efectos colaterales graves de la vacuna. Las tasas de
eventos adversos graves tras la vacunación, cuando la vacuna produce alteraciones
hepáticas, renales o del sistema nervioso, oscilan entre 0,4 y 0,8 por 100 000 personas
vacunadas. El riesgo aumenta en los mayores de 60 años y en los pacientes con
trastornos del timo o inmunodeprimidos por VIH/sida sintomático u otras causas.
Antes de administrar la vacuna a mayores de 60 años hay que evaluar bien los
beneficios y los riesgos.

Las personas habitualmente excluidas de la vacunación son:

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 Los menores de 9 meses, excepto durante las epidemias, situación en la que


también se deben vacunar los niños de 6-9 meses en zonas con alto riesgo de
infección;
 Las embarazadas, excepto durante los brotes de fiebre amarilla, cuando el
riesgo de infección es alto;
 Las personas con alergia grave a las proteínas del huevo, y
 Las personas con trastornos del timo o inmunodeficiencias graves debidas a
infección sintomática por vih/sida u otras causas.

De conformidad con el Reglamento Sanitario Internacional (RSI), los países tienen


derecho a exigir a los viajeros que presenten un certificado de vacunación contra la
fiebre amarilla. En caso de que haya motivos médicos para no administrar la vacuna,
dichos motivos deben ser certificados por la autoridad competente.

El RSI es un instrumento jurídicamente vinculante para detener la propagación de


enfermedades infecciosas y otras amenazas para la salud. La exigencia del certificado
de vacunación a los viajeros queda a discreción de los Estados Partes, y no todos los
países lo exigen.

2. Control de los mosquitos

El riesgo de transmisión de la fiebre amarilla en zonas urbanas puede reducirse


eliminando los posibles lugares de cría de mosquitos y aplicando larvicidas a los
contenedores de agua y a otros lugares donde haya aguas estancadas. La fumigación
de insecticidas para matar los mosquitos adultos durante las epidemias urbanas puede
contribuir a reducir el número de mosquitos y, por consiguiente, las potenciales
fuentes de transmisión de la fiebre amarilla.

Las campañas de control de los mosquitos han tenido éxito para eliminar Aedis
aegypti, el vector de la fiebre amarilla urbana, en la mayor parte de América Central y
Sudamérica. Sin embargo, el mosquito ha vuelto a colonizar zonas urbanas de la
región, con la consiguiente reaparición del riesgo de fiebre amarilla urbana. Los
programas de control de los mosquitos salvajes en las zonas boscosas no son prácticos
para prevenir la trasmisión selvática de la enfermedad.

Tratamiento

Todo paciente en quien se sospeche fiebre amarilla debe hospitalizarse y mantenerse


bajo un toldillo con el fin de reducir las probabilidades de ser picado por Aedes
aegypti. Durante la fase aguda de fiebre amarilla, los pacientes deben ser protegidos de
picaduras de mosquitos para evitar la diseminación de la infección y, además,
establecer las precauciones de bioseguridad en el manejo de sangre y agujas.

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Para reducir la morbimortalidad asociada con la enfermedad se recomienda


hospitalizar al paciente en unidades de cuidados intensivos en casos de compromiso
hemodinámico (presión arterial sistólica menor a 90 mmHg refractaria a infusión en
bolo de líquidos endovenosos, asociada con signos de hipo perfusión y oliguria),
trastornos acido básicos (acidosis metabólica severa), riesgo de falla hepática
fulminante (PT prolongado > 2 veces del control normal o > 18 segundos,
hipoglicemia o encefalopatía hepática) y falla renal aguda con requerimiento se
soporte vasopresor. La vigilancia del paciente debe ser estrecha.

Diagnósticos Diferenciales
 Infecciones virales: hepatitis virales B, hepatitis delta, hepatitis E, dengue,
influenza, fiebres hemorrágicas por arenavirus
 Infecciones bacterianas: leptospirosis, fiebre tifoidea, tuberculosis miliar y
paratifoidea
 Infecciones por rickettsias: fiebre recurrente por garrapatas, tifo, fiebre Q
 Infecciones parasitarias: malaria, leishmaniasis visceral
 Hepatotoxicidad por medicamentos y tóxicos: tetracloruro de carbono

CHIKUNGUNYA

La fiebre chikungunya es una enfermedad vírica transmitida al ser humano por


mosquitos. Se describió por primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzanía
en 1952. Se trata de un virus ARN del género alfavirus, familia Togaviridae.
"Chikungunya" es una voz del idioma Kimakonde que significa "doblarse", en alusión
al aspecto encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares.

Transmisión

La fiebre chikungunya se ha detectado en más de


60 países de Asia, África, Europa y las Américas.

El virus se transmite de una persona a otras por


la picadura de mosquitos hembra infectados.
Generalmente los mosquitos implicados son
Aedes aegypti y Aedes albopictus, dos especies
que también pueden transmitir otros virus, entre
ellos el del dengue. Estos mosquitos suelen picar
durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede ser máxima al principio de
la mañana y al final de la tarde. Ambas especies pican al aire libre, pero Ae. aegypti
también puede hacerlo en ambientes interiores.

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La enfermedad suele aparecer entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito


infectado, aunque el intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.

Signos y síntomas

La fiebre chikungunya se caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente


acompañada de dolores articulares. Otros signos y síntomas frecuentes son: dolores
musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los dolores
articulares suelen ser muy debilitantes, pero generalmente desaparecen en pocos días,
aunque también pueden durar semanas. Así pues, el virus puede causar una
enfermedad aguda, subaguda o crónica.

La mayoría de los pacientes se recuperan completamente, pero en algunos casos los


dolores articulares pueden durar varios meses, o incluso años. Se han descrito casos
ocasionales con complicaciones oculares, neurológicas y cardiacas, y también con
molestias gastrointestinales. Las complicaciones graves no son frecuentes, pero en
personas mayores la enfermedad puede contribuir a la muerte. A menudo los pacientes
solo tienen síntomas leves y la infección puede pasar inadvertida o diagnosticarse
erróneamente como dengue en zonas donde este es frecuente.

Tipos

La Asociación de Médicos de Sanidad Exterior (AMSE) distingue entre los siguientes


estadios en las infecciones por CHIK:

1. Enfermedad aguda: Suele coincidir con el inicio de la enfermedad, entre cuatro


y ocho días después de que se produzca la picadura. Se caracteriza por la
aparición súbita de fiebre alta, superior a 39ºC, y dolor articular severo que dura
entre 3 y 10 días.

2. Enfermedad subaguda: Después de los primeros 10 días la mayoría de los


pacientes siente una mejoría en su estado general de salud y el dolor articular.
No obstante, existe el peligro de que los síntomas reaparezcan o que los
pacientes presenten síntomas reumáticos.

3. Enfermedad crónica: Se caracteriza por la persistencia de síntomas por más de


tres meses, especialmente, la inflamación de las articulaciones que se vieron
afectadas al inicio de la enfermedad.

Diagnóstico

Para establecer el diagnóstico se pueden utilizar varios métodos. Las pruebas


serológicas, como la inmunoadsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la
presencia de anticuerpos IgM e IgG contra el virus chikungunya. Las mayores

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concentraciones de IgM se registran entre 3 y 5 semanas después de la aparición de la


enfermedad, y persisten unos 2 meses. Las muestras recogidas durante la primera
semana tras la aparición de los síntomas deben analizarse con métodos serológicos y
virológicos (RT–PCR).

El virus puede aislarse en la sangre en los primeros días de la infección. Existen


diversos métodos de reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RCP-
RT), pero su sensibilidad es variable. Algunos son idóneos para el diagnóstico clínico.
Los productos de RCP-RT de las muestras clínicas también pueden utilizarse en la
genotipificación del virus, permitiendo comparar muestras de virus de diferentes
procedencias geográficas.

Prevención

Actualmente no existe vacuna contra la enfermedad, por lo que se recomienda:

 Evitar el contacto y los piquetes de moscos


 Usar repelentes contra moscos
 Evitar que los mosquitos entren a tu casa: colocar mosquiteros en puertas y
ventanas, así como un pabellón para cubrir la cama
 Mantener el patio limpio de llantas, botes, botellas o cualquier objeto donde se
pueda estancar el agua y aparezcan moscos
 No mantenerse a la intemperie de madrugada o por la noche, ya que son
horarios en que los insectos hematófagos (que se alimentan de sangre) tienen
mayor actividad

Tratamiento

No existe ningún antivírico específico para tratar la fiebre chikungunya. El tratamiento


consiste principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con
antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. No hay comercializada ninguna vacuna
contra el virus chikungunya.

Bibliografía

 https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001365.htm
 http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs100/es/
 http://www.salud.gob.ec/fiebre-amarilla/
 http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs327/es/
 https://medlineplus.gov/spanish/chikungunya.html
 http://www.imss.gob.mx/salud-en-linea/fiebre-chikungunya
 http://www.cuidateplus.com/enfermedades/viajero/chikungunya.html

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