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El verbo depurar, por su parte, refiere a purgar, higienizar, filtrar o reacondicionar una cosa.

La depuración también puede ser un eufemismo para referirse al exterminio físico de un cierto
grupo de la población. Suele hablarse depuración cuando un pueblo intenta expulsar a otro de
su territorio por razones étnicas, religiosas, políticas o de otro tipo.

La llanura de Kosovo (o 'tierra de los mirlos', en serbio) ha sido habitada por el pueblo serbio
desde los tiempos de la Alta Edad Media. Hacia el siglo XIII, este territorio se convirtió en el
corazón del principado de Rascia, el centro cultural y espiritual de la Iglesia Ortodoxa Serbia,
que albergaba en sus tierras el Patriarcado y decenas de monasterios.

A finales del siglo XIV, la expansión del Imperio otomano llegó hasta estas latitudes. Después
de la Batalla de Kosovo en 1389 —hecho que dejó una gran huella en el legado histórico,
folklore e identidad nacional de los serbios—, el pueblo eslavo fue paulatinamente desplazado
de Kosovo y otras tierras del sur de Serbia. En su lugar, los turcos dieron el derecho de
asentarse a sus nuevos súbditos: los albaneses, la mayoría de los cuales, por aquel entonces,
se habían convertido al islam.

Político kosovar: "En Kosovo no quedará ni un serbio"

No fue hasta el siglo XIX cuando, tras una serie de insurrecciones y la ayuda militar del Imperio
ruso, el Principado de Serbia pudo recuperar primero su autonomía y luego su independencia
del Imperio otomano. El Tratado de Londres de 1913 concluía con varios ajustes territoriales,
tras los cuales los territorios de Kosovo y Metojia eran definitivamente devueltos a Serbia y
Montenegro, respectivamente, alcanzando así su reclamo histórico.

Este hecho derivó en un antagonismo entre el pueblo serbio, que considera el territorio de
Kosovo como la cuna de su nación, y los descendientes de los colonos albaneses, que ahora
constituían la mayoría de su población. Durante todo el siglo XX y principios del XXI, ese
antagonismo tendría múltiples repercusiones, con limpiezas étnicas, desplazamientos masivos
y conflictos bélicos entre ambas partes.

l estallido de la Primera Guerra Mundial generó una oportunidad para los albaneses kosovares
de separarse del Reino de Serbia. Algunos de sus líderes se aliaron a la coalición formada por
los imperios alemán, austrohúngaro y otomano. Entre 1914 y 1915, obligaron a retirarse a las
fuerzas serbias que, sin embargo, recuperaron sus territorios tras la victoria en la guerra en
1918.

Hacia 1921, grupos albanokosovares solicitaron ante la Sociedad de Naciones —Precursora de


la ONU— su adhesión con Albania, lo que les fue denegado. En tanto, cientos de miles de
albaneses huyeron del país, e incluso el Gobierno yugoslavo estableció conversaciones con
Turquía para la deportación de 240.000 albanokosovares.

En el marco de la Segunda Guerra Mundial, el Ejército nazi invadió y desarticuló el entonces


reino de Yugoslavia, del cual Serbia formaba parte. En particular, gran parte de Kosovo le fue
entregada a Albania, que por aquel entonces estaba ocupada por la Italia fascista.

Grupos armados albaneses, al servicio de la Administración nazi, se vieron involucrados


entonces en redadas contra la población eslava, judía y gitana. Se calcula que más de 100.000
serbios huyeron de la zona y entre 10.000 y 30.000 fueron asesinados.
Tras la caída del nazismo en Europa, la nueva República Federal Popular de Yugoslavia
retomaba el control sobre lo que ahora sería el Área de Kosovo y Metojia. Con motivo de las
políticas de "hermandad y unidad" del presidente Josip Broz 'Tito', la autonomía de Kosovo
aumentó durante los años 70.

Tras su ascensión al poder en 1987, consiguió la aprobación del programa nacionalista


“adoctrinamiento del pueblo”, buscando su “entrada en la historia”, con el fin de reparar la
“injusticia histórica” y la “traición” y de ésta manera crear un “Estado étnicamente puro”. Su
retórica y su política hicieron que todos los intentos moderados para que la antigua Federación
Socialista evolucionara después de la muerte de Tito se fueran al traste. Así Eslovenia, Croacia,
Macedonia y Bosnia y Herzegovina abandonaron entre 1.991 y 1.992 la

Federación. Como consecuencia de todo ello la República Federal Yugoslava quedó compuesta
por dos unidades, Serbia y Montenegro.

En 1989, como parte del floreciente movimiento nacionalista serbio, el conjunto serbio
propuso enmiendas a la Constitución de Serbia que garantizaran un mayor control de los
serbios de Kosovo. De acuerdo con la nueva constitución, Serbia podría proponer las reformas
pero la asamblea de Kosovo tenía que aprobarlos. En marzo de ese mismo año, cuando el
conjunto de Kosovo se reunió para discutir los cambios propuestos, los tanques y vehículos
blindados rodearon el lugar de encuentro, lo que obligó a la asamblea a aceptar las
enmiendas. Estos cambios limitaron severamente la autonomía de Kosovo, Serbia dando
control sobre la policía de Kosovo, la defensa civil y el sistema judicial, y dejando a Serbia para
determinar económico, social, educativo de Kosovo, y las políticas lingüísticas. Las protestas
estallaron en Kosovo, donde se declaró el estado de emergencia y se enviaron tropas para
sofocar los disturbios en la región.

En los años noventa del siglo veinte, los soldados y paramilitares serbios que ocuparon partes
de Bosnia y Croacia durante las guerras de disolución de la federación yugoslava, con el fin de
ejercer su dominio sobre la región musulmana de Kosovo, además otras barbaridades. Una de
las más documentadas han sido las violaciones masivas de mujeres y niñas musulmanas con la
declarada intención de “contaminar” genéticamente y aterrorizar a ese sufrido pueblo. Desde
luego, los croatas no se quedaron atrás y cometieron sus propias limpiezas étnicas contra los
serbios en Croacia.

Los líderes albaneses de Kosovo respondieron en 1991 organizando un referéndum para


declarar a Kosovo independiente. Sin embargo, Serbia bajo las ordenes Milošević, realizó
medidas represivas contra los albaneses a principios de los años 1990 cuando el gobierno no
oficial de Kosovo, conducido por Ibrahim Rugova, usó la resistencia pasiva en una tentativa de
tratar de ganar la ayuda internacional y el reconocimiento de un Kosovo independiente. Los
albaneses descontentos con la estrategia pasiva de Rugova en los años 1990 crearon el Ejército
de Liberación de Kosovo (UÇK) y organizaron una revolución.
Entre los años 1.998 y 1.999, los militares serbios, la policía, y las fuerzas paramilitares bajo las
órdenes de Milošević lanzan a una frenética campaña de limpieza étnica, lo que causó
masacres y expulsiones masivas de albaneses étnicos. Aproximadamente 800,000 albaneses
fueron forzados a abandonar sus casas en Kosovo durante este tiempo. Las tentativas
internacionales de mediar el conflicto fallaron, y el rechazo de Milošević de un establecimiento
propuesto conducido a una operación militar de la OTAN de tres meses contra Serbia que
comienza en el marzo de 1999 obligó Serbia a considerar retirar sus militares y policías de
Kosovo.

Los Derechos Humanos (DD.HH) son un ideal político y social que regula las relaciones
humanas bajo los principios de libertad, respeto mutuo, equidad, justicia social, convivencia,
democracia y paz en beneficio de toda la humanidad

y son inherentes a todos los seres humanos; sin distinción alguna de: nacionalidad, lugar de
residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición.

La limpieza étnica que según Rodolfo Stavenhagen se define como “la expulsión de un
territorio de una población "indeseable", basada en discriminación religiosa, política o étnica;
o a partir de consideraciones de orden ideológico o estratégico; o bien por una combinación
de estos elementos.”

Los casos de violencia política por motivos étnicos y sociales por parte de los serbios y la iglesia
ortodoxa serbia

la violencia y la discriminación contra la mujer, la trata de personas, especialmente mujeres y


niñas con fines de explotación sexual, la violencia social, abusos, la discriminación contra las
comunidades minoritarias (serbios, gitanos…)

discriminación social contra las personas con discapacidad, el abuso y orientación sexual, y el
trabajo infantil, son solo algunas de las concreciones de las no sólo violaciones de derechos
Humanos en Kosovo sino a su vez los Convenios de Ginebra de 1949 y el Protocolo I los cuales
contienen las principales normas destinadas a limitar la barbarie de la guerra, protegen a las
personas que no participan en las hostilidades (civiles, personal sanitario, miembros de
organizaciones humanitarias) y a los que ya no pueden seguir participando en los combates
(heridos, enfermos, náufragos, prisioneros de guerra

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