LA FUENTE DE LOS CUATRO RÍOS DE GIAN

LORENZO BERNINI

1. Datos de la obra:
-Título: La fuente de los Cuatro Ríos

-Nombre del autor: Gian Lorenzo Bernini

-Cronología: 1648-1651

-Lugar de origen: Piazza Navona (Plaza Navona)

-Destino de reposo actual: Piazza Navona

-Medidas: No se ha medido con exactitud. La altura del obelisco es de 16’54m de

altura, a lo que hay que sumar la altura de la roca sobre la que están las figuras.

-Técnica: Esculturas en mármol travertino de bulto redondo.

2. Marco histórico
La fuente de los Cuatro Ríos fue fruto de la reconciliación de Bernini con Inocencio
X, que viene de la mano del príncipe Ludovisi. Éste, amigo y admirador de Bernini,
logró que se le encargara a él esta fuente en 1648. En 1651 vería la luz dicho encargo.
 Al igual que Miguel Ángel, Bernini dominó todas las disciplinas artísticas, pero por
encima de todo fue escultor. Se inicia en el taller de su padre mediante técnicas del
dibujo, modelado en arcilla y talla del mármol sin plan previo. Aprende copiando las
antigüedades greco-latinas del Vaticano y estudiando a los maestros renacentistas,
especialmente a Rafael y a Miguel Ángel.

Su vida y su obra se desarrollan en Roma al servicio de los Papas. La Roma de

inicios del siglo XVII era una ciudad de un fervor artístico excepcional, novedoso y
revolucionario, sede de artistas de toda Europa, en una continua confrontación de ideas
y experiencias artísticas. En este ambiente surgen maestros como Caravaggio, Annibale
Carracci o Pedro Pablo Rubens, que abrieron la senda del barroco.

El año 1623 fue crucial para la suerte de Roma, también desde el punto de vista
artístico. Maffeo Barberini fue elegido papa con el nombre de Urbano VIII, un pontífice
ambicioso, amante de las artes y gran admirador de Bernini, al cual le otorgó el cargo de
“arquitecto de Dios”. Le consideraba el artista ideal para realizar sus proyectos
urbanísticos y arquitectónicos, para dar forma y expresión a la voluntad de la Iglesia de
representarse a sí misma con fuerza triunfante, a través de obras espectaculares, con un
marcado carácter comunicativo, persuasivo y celebrativo. Hay que tener en cuenta que
el Barroco1 que comienza a finales del s.XVI se conoce también con el nombre de “El
arte de la Contrarreforma”, ya que intenta ligar el arte a los nuevos ideales de la
Contrarreforma nacida tras el Concilio de Trento.

La Iglesia trata de recuperar a aquellos fieles convertidos al protestantismo y por

eso, más que la función docente, busca la persuasiva y propagandística. Es un arte
efectista, que se extiende no sólo en el ámbito de la Iglesia sino también como símbolo
propagandístico de las monarquías absolutas; por ejemplo, el Palacio de Versalles de
París, mandado construir por Luis XIV.

Además, el Barroco, sobre la base inicial del racionalismo, introduce un nuevo

capítulo en el concepto de la ciudad. Se puede entender que el espacio urbano sufrió
entonces una trascendental transformación al producirse en él dos hechos, uno de
carácter económico-político y otro de carácter eminentemente estético. Por esto surge la
proliferación de iglesias de peregrinación y plazas que sirven como lugar de reposo del
viajero.

La Piazza Navona fue inaugurada en 1652 por Inocencio X y su cuñada; se

cerraron los desagües de las 3 fuentes y se dejó desbordar el agua hasta cubrir la parte
central de la plaza, que era cóncava.

Nobles y pobres se divertían: los primeros atravesando la plaza a caballo o en

carroza, los segundos revolcándose y empujando al agua las carretas.

El uso del "lago de Piazza Navona" se convirtió en una costumbre estiva y por casi
dos siglos, el sábado y el domingo del mes de agosto, la plaza se inundaba, hasta que en
1866, Pio IX suspendió la diversión.

1
El término Barroco puede tener 3 orígenes: Francés: "Barroque" (extravagante), Portugués:
"Barrueco" (forma irregular), Un silogismo: "Baroco" (artificioso)
 A partir de 1870, con Roma capital de Italia, plaza Navona fue pavimentada y a la
vez se construyó la acera central: esto significa que la plaza se hizo convexa en lugar de
cóncava, haciendo imposible el restablecimiento del "lago". Pero esto no eliminó
definitivamente el carácter lúdico-festivo de la plaza: durante la Epifanía la plaza se
llena de puestos, juguetes, Befanas o Papa Noeles, dando la impresión de no querer
abandonar el juego y la alegría que durante siglos la han acompañado.

“Así como en el firmamento rediseñado por Copérnico y Kepler los cuerpos

celestes remiten unos a otros en unas relaciones cada vez más complejas, así también
en cada detalle del mundo barroco se repliega, y al mismo tiempo se despliega, todo el
cosmos. No hay línea que no guíe al ojo hacia un “más allá” que siempre hay que
alcanzar, no hay línea que no se cargue de tensión: la belleza inmóvil e inanimada del
modelo clásico es sustituida por una belleza dramáticamente tensa”
UMBERTO ECO: “Historia de la belleza”

3. Análisis Iconográfico:

-Temática: La fuente de los Cuatro Ríos representa simbólicamente el poder

divino que desciende como un rayo solar por los cuatro lados del obelisco hasta la roca,
que representa el caos. Literalmente, la fuente tiene la representación antropomórfica de
los ríos Danubio, Ganges, Río de la Plata y Nilo.

-Elementos: Grupo escultórico inserto en la arquitectura de la Plaza Navona.

Individualmente encontramos cuatro gigantes de mármol semipostrados sobre la roca, y
cada uno con una serie de elementos característicos. Cada río tiene además animales,
plantas y objetos de los distintos lugares: el Ganges con un largo remo que significa
navegabilidad, el Nilo con la cabeza oculta al ignorarse su nacimiento2 (la cabeza
simboliza el nacimiento del río y los pies la desembocadura), el Danubio toca el escudo
de armas papal ya que es el río más cercano a Roma y el río de la Plata se asienta sobre
una pila de monedas.
Pero no son los únicos elementos, pues también, y rodeando a los ríos, tenemos las
figuras de siete animales, además de una pequeña paloma y el emblema de los Pamphili.
Las figuras son: un caballo, una serpiente de tierra, una serpiente de mar, un delfín, un
cocodrilo, un león y un dragón.
Coronando la roca hay un obelisco de granito rojo de 16’54 m de altura con un
jeroglífico en él y aparece una inscripción de Domiciano.
En este magnífico grupo escultórico Bernini desarrolla ideas barrocas pero con un
gran respeto a los clásicos, utiliza además recursos como el utilizado por Miguel Ángel,
el non finito, con una piedra de travertino levemente devastada. Las esculturas tienen
gran dinamismo pues parece que Bernini “congela” el momento, como si se tratase de
una foto.

2
Hasta 1858 no se descubrió, cuando el explorador británico John Hanning Speke alcanzó su orilla Sur
durante su viaje de exploración por el África central.
 -Expresión: Bernini con esta fuente consiguió que el público encontrase en una
Plaza de Roma, la Plaza Navona, una verdadera obra de arte y una de las fuentes más
importantes y famosas de la ciudad, junto a la Fontana di Trevi.
Los rostros demuestran calma, figuras reclinadas que descansan tumbados sobre la
roca, esta calma se nos contagia y nos permite disfrutar de la Plaza Navona como un
lugar de paso obligado en Roma.
Es realmente impactante la gran vitalidad de las esculturas que parece que van a
tomar vida, y eso gracias a los magníficos estudios de Bernini sobre la anatomía
humana, que consigue que tanto los Cuatro Ríos como los animales de la escultura den
esa impresión de dinamismo.
Además la Plaza Navona, al igual que muchas plazas de Roma, parece surgir de la
nada: andando por una calle, apareces ante una plaza de grandes dimensiones con obras
de arte como ésta y lo único que puedes hacer es quedarte en el lugar a contemplarlas.

4. Análisis formal:
-Espacio: Observamos que la fuente de los Cuatro Ríos es un conjunto escultórico
donde todas las esculturas son de bulto redondo o exentas, y esto es porque se pueden
observar desde cualquier punto de vista (siempre teniendo en cuenta que la roca tapa
parte de la visión trasera de las esculturas).
Es una escultura que claramente demuestra naturalismo y dinamismo, Bernini
capta el momento y lo plasma en sus esculturas como ya había hecho otro artista genial,
Miguel Ángel, en su David.
La obra busca la armonía y ser un lugar de tránsito de una de las plazas más
importantes y pintorescas de Roma.

-Líneas: Para marcar el dinamismo en las figuras, Bernini crea esbozos muy
marcados, figuras con el llamado serpentinato (cuerpos como los de una serpiente,
ondulantes), por lo que predominan las líneas en zigzag y también muchas de aspecto
piramidal por ejemplo las que van desde las piernas de las esculturas a las cabezas y de
aquí al obelisco, en la parte superior de la obra.
Otras líneas son las paralelas; perfectamente distinguibles entre las distintas
esculturas, líneas que unen cabeza con cabeza, rodilla con rodilla…

-Color: El mármol a diferencia de los antiguos griegos, no es policromado, sin

embargo el granito rojo del obelisco da cierto contraste a la obra entre el rojo y el
blanco del mármol. Pero la verdad es que si nos fijamos en la escultura encontramos
ciertos colores creados por los claroscuros de los ropajes o el hecho de que al ser una
fuente; el agua clara, el mármol blanco, el granito rojo y el color más oscuro de la roca,
consigue romper esa monocromía.
 -Comparativa: En la misma Plaza Navona hay otras dos fuentes: la fuente del
Moro y la fuente de Neptuno, ambas de Giacomo Della Porta, que también tienen una
serie de elementos comunes: el gusto por los clásicos, cuerpos idealizados, naturalismo,
captación del momento…
Pero no sólo me voy a centrar en la Plaza; pues Roma desde el S. XVI se convierte
en el centro del arte gracias al Papado y esto permitió que proliferasen fuentes y obras
de carácter urbano por toda la capital. La Fontana de Trevi de Salvi y terminada por
Giuseppe Pannini es la fuente barroca de mayor tamaño y más imponente de Roma y
también comparte semejanzas con los Cuatro Ríos, pues las figuras idealizadas y en
movimiento fingido parecen del propio Bernini.
Pero la verdad que Bernini toma un tema que ya aparecía en la mitología, donde
existían representaciones humanas de los ríos, incluso en mitologías tan lejanas como la
mitología china.

5. Comentario personal
El trabajo ha sido grato pero costoso, y no por que tenga una gran dificultad sino
por el tiempo que se tarda en realizarlo. Aún así he descubierto que la fuente de los
Cuatro Ríos tiene una gran cantidad de anécdotas que, aun habiendo tenido la suerte de
verla estando en Roma, desconocía, y me han hecho admirarla, no sólo mirarla, con
nuevos ojos y rememorando aquella gran obra de arte.
La verdad que el viaje a Roma aún lo tengo cercano en la mente, pues fui hace
sólo un año y si bien la plaza donde se encuentra la Fontana de Trevi me decepcionó en
parte por el tamaño (el de la plaza, no el de la fuente), la Plaza Navona ,sin embargo,
fue un gran descubrimiento; puede que también por el gran ambiente que se respiraba
allí.
En la Plaza no sólo están esas 3 grandes obras de arte de las que he hablado en el
trabajo, también se siente una atmósfera festiva con mucha historia; la gente se mueve
de un lado a otro, hay artistas de todo tipo, sobre todo retratistas, y muchos puestos de
mercado al aire libre que sin lugar a dudas hacen que la obra de Bernini sea aún
conocida y vivida no sólo por los ciudadanos romanos sino también por las personas
que, por suerte, hemos podido observarla.

6. Imágenes
7. Bibliografía y páginas consultadas
http://es.calameo.com/read/000046066a835cd30354f
http://videos.lugarlatino.com/video/l0ghYhIEC50/la-escultura-de-bernini.html
http://www.liceus.com/cgi-bin/aco/ar/04/04424.asp
http://www.sovraintendenzaroma.it/menu_servizi/multimedia/%28offset%29/104
http://museodelarte.blogspot.com/2009/09/gianlorenzo-bernini.html
http://www.pibinga.com/post/imgenes/6023/fuentes-famosas-del-mundo.html
MARÍN TOVAR, C., El urbanismo barroco en Italia,
FERNÁNDEZ, A., BARNECHEA, E., y HARO, J., Historia del Arte (textos de
orientación universitaria) ED. Vicens Vives, Barcelona, 1981 (3ª edición).
DE LA PEÑA GÓMEZ, Mª PILAR., Manual básico de Historia del Arte, Colección
manuales uex-49.