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Capítulo 8

Metodología diagnóstica
aplicada a los conejos
METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA
APLICADA A LOS CONEJOS

EL CONEJO COMO ANIMAL DE COMPAÑÍA


EL CONEJO COMO ANIMAL DE GRANJA

Introducción

Características generales del conejo

El conejo como animal de compañía

El conejo de compañía enfermo

Elementos clave para la aplicación correcta de la metodología diagnóstica en el conejo

como animal de compañía

Reseña, historia clínica y anamnesis

Examen físico

Lista de problemas

Lista maestra

Diagnóstico presuntivo

Obtención de muestras y solicitud de pruebas de laboratorio

Pruebas de laboratorio

Integración de resultados

Diagnóstico definitivo

El Conejo como animal de granja

Reseña e historia clínica

Constatación de la ubicación geográfica

Ronda de instalaciones y equipo

Ronda clínica

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Detección de animales con manifestaciones incipientes y revisión física de los enfermos.
Etapas críticas

Necropsias y obtención de muestras

Diagnóstico presuntivo

Integración de resultados

Diagnóstico definitivo y medicina preventiva

Agradecimientos

Literatura citada

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METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA
APLICADA A LOS CONEJOS

EL CONEJO COMO ANIMAL DE COMPAÑíA


EL CONEJO COMO ANIMAL DE GRANJA

MVZ Carlos Alberto Tena Betancourt


MVZ Félix Eduardo Tena Betancourt
M en C Miguel Ángel Martínez Castillo

Colaboradores: MVZ Hilda Jandete Díaz


MVZ Verónica Graullera Rivera

INTRODUCCIÓN

El estado de salud de los conejos, como el de cualquier otro animal, es producto de la

eficiencia de sus mecanismos homeostáticos, pues a pesar de que el animal entre en

contacto con agentes infecciosos o que esté expuesto a ambientes adversos, puede ser

que se conserve saludable, si es que funcionan adecuadamente sus mecanismos de

defensa. Sin embargo, cuando los animales enferman, el médico veterinario zootecnista

(MVZ), debe llevar a cabo necesariamente una evaluación integral de la situación y, si es

posible, un examen clínico cuidadoso y completo con el propósito de conocer la

naturaleza de la afección y establecer un tratamiento eficaz, para así, posteriormente,

adoptar las medidas necesarias de vigilancia que impidan que en el futuro el problema se

presente nuevamente. Es importante mencionar que durante mucho tiempo, en nuestro

medio se ha identificado al conejo únicamente como un animal de granja, sin embargo,

debe reconocerse que en los últimos años paulatinamente también ha ido

constituyéndose de manera importante como un animal de compañía. Esta aseveración

es necesaria dado que si bien los problemas de salud del conejo de granja han sido

resueltos más o menos de manera eficiente, la atención dirigida al conejo de compañía

es un área relativamente nueva para el MVZ que practica la clínica.

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CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL CONEJO

El conejo doméstico (Oryctolagus cuniculus) es un animal que conserva muchas

características fisiológicas y etológicas de su antecesor, el conejo silvestre, debido a que

tiene relativamente poco tiempo de haber sido domesticado (en el siglo XVI). Aún

conserva muchas características de su vida reciente en libertad: tiene hábitos

crepusculares, es un herbívoro, con fermentación cecal, que practica la cecotrofia o

cecofagia; la hembra amamanta una sola vez al día y por un periodo sumamente corto (5

minutos en promedio), manifiesta ovulación inducida (al igual que los demás lagomorfos,

los mustélidos, los camélidos, los insectívoros y muchos carnívoros), por lo que no tiene

un ciclo estral de duración regular; es una hembra poliéstrica continua, aunque en

ambientes adversos cae en anestro durante el invierno. Carece de glándulas sudoríparas

y su principal órgano termorregulador está representado por sus grandes orejas. Es un

animal fácilmente depredable por carecer de mecanismos de defensa eficientes.

Ante las agresiones de sus adversarios se limita a huir efectuando

desplazamientos muy rápidos, pero sumamente cortos, por su precaria capacidad

respiratoria, y ante el enfrentamiento inevitable intenta arañar y/o morder. Es un animal

sumamente asustadizo, nervioso y altamente susceptible a experimentar diestrés, tanto

agudo como crónico; el diestrés agudo demanda una respuesta inmediata que conduce al

animal “a la pelea o a la huída” (Walter B. Cannon), y el conejo lo experimenta cuando

percibe la presencia de un depredador, de personas extrañas, de eventos súbitos, de

movimientos intempestivos, etcétera.

El diestrés crónico es experimentado por el conejo cuando es obligado a

permanecer en ambientes hostiles, como estar alojado cerca de avenidas o carreteras

muy transitadas, estar expuesto a voces y ruidos diversos durante la mayor parte del día,

visualizar y estar al acecho de depredadores potenciales, etcétera. El diestrés crónico

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estimula la liberación prolongada de glucocorticoides, especialmente de corticosterona, lo

cual incrementa su riesgo de padecer enfermedades desencadenadas por infecciones

crónicas. Además del diestrés, otro factor adverso muy importante que puede afectar el

estado de salud del conejo es la alimentación, a la que esté sometido y su alta

dependencia de niveles de fibra en la dieta.

EL CONEJO COMO ANIMAL DE COMPAÑÍA

Generalmente, la mascota preferida por el humano ha sido el perro: el mejor amigo del

hombre. Sin embargo, el humano, dentro de su mismo afán de autocomplacencia,

variabilidad y sofisticación, ha integrado a muchas otras especies como animales de

compañía, entre las que destacan los gatos domésticos, una gran variedad de roedores –

como el hámster, el ratón y la rata-, mustélidos –como el hurón-, reptiles saurios –como el

camaleón, la lagartija y la iguana-, reptiles quelónidos –como la tortuga-, anfibios –como

la rana- y lepóridos –como el conejo-.

El conejo es un animal de carácter vivaz, alerta, nervioso. Es un animal fácil de

manejar, responde siempre de manera favorable al trato seguro y amable. Es un animal

muy limpio, pues se acicala frecuentemente y respeta sus espacios vitales; a pesar de

tener un bajo umbral ante el dolor, es un animal muy estoico y muy rara vez es agresivo;

prácticamente no emite sonidos y generalmente no daña los muebles domésticos.

Puesto que carece de la capacidad de sudar, después de ejercitarse, se agita

fácilmente y boquea sin jadear; ante ruidos y/o movimientos bruscos de las personas

siempre responde huyendo y escabulléndose con prontitud. Debido a su locomoción tan

particular, manifiesta poca disposición al caminar prolongado, razón por la cual nunca

deberá ser considerado como una mascota sustitutiva del perro, ya que además, con el

paso de los meses va haciéndose más sedentario y menos activo.

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Existen muchas razas de conejos, con una gran diversidad de colores y de tallas.

Como animal de compañía, el conejo adquiere una connotación totalmente diferente a

aquella que se le confiere como animal de granja. El valor apreciativo es sustancialmente

mayor por la estrecha relación establecida con el dueño. Es importante hacer notar que el

conejo como animal de compañía puede vivir hasta 8-10 años, o probablemente más,

dependiendo de la calidad de vida que se le proporcione y, por esta razón, puede

presentar enfermedades que el conejo de granja nunca manifestará debido a que su

periodo de vida productivo es mucho más corto (sólo 2-3 años, en el caso de los

reproductores).

Muchas enfermedades requieren un tiempo considerable para manifestarse;

algunos agentes infecciosos demandas circunstancias muy específicas para establecerse;

muchas alteraciones patológicas son consecuencia de la convivencia estrecha con otras

especies animales y todo esto sólo es posible observarlo en el conejo como animal de

compañía. Tal es el caso de un sinfín de enfermedades cardiovasculares, endocrinas,

degenerativas, neoplásicas, inmunológicas, urinarias, etcétera. También es importante

hacer notar que cuando un conejo de compañía enferma, deberá ser atendido tan rápido

como sea posible y dirigir todo el esfuerzo para rehabilitarlo, muchas veces sin importar la

identificación precisa del agente infeccioso que lo aqueja; sin embargo, cuando se

manifiesta una enfermedad en los conejos de una granja, curiosamente lo más importante

no necesariamente es atender individualmente a cada conejo enfermo, sino conocer la

etiología precisa del trastorno padecido para tomar medidas correctivas y proteger al resto

de los conejos de la nave o granja (la colectividad).

EL CONEJO DE COMPAÑÍA ENFERMO

Cuando este tipo de conejo enferma o manifiesta algún trastorno, es llevado al consultorio

veterinario para que el MVZ aplique un examen clínico, diagnostique y aplique el

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tratamiento adecuado para el restablecimiento completo del paciente (Fig. 1). El examen

clínico es el procedimiento sistemático a través del cual el médico tiene la posibilidad de

diagnosticar o conocer la alteración o enfermedad que afecta a un paciente. Llevar a cabo

un examen clínico adecuado requiere no solo de la revisión propiamente dicha del animal

enfermo, sino demanda también la supervisión del ambiente que lo circunda: condiciones

de alojamiento, alimentación, manejo, etcétera. Todas las observaciones importantes al

respecto deben de compilarse cuidadosamente para su análisis exhaustivo y así poder

formular un diagnóstico. La posibilidad de que el médico realice un diagnóstico certero,

dependerá de la sistematización adecuada para reunir y analizar las evidencias que el

trastorno o enfermedad provoca en el animal, sin embargo, esto no siempre es posible

debido a limitaciones prácticas, técnicas y, frecuentemente, presupuestarias.

Dependiendo de los elementos de sustentación, existen diferentes tipos y niveles de

diagnóstico: presuntivo, post mortem, de laboratorio, definitivo, etcétera.

Durante el examen clínico, la obtención de información a partir de los signos

requiere conocimientos, pero también habilidad y pericia para percibirlos. El signo es toda

manifestación objetiva de enfermedad generalmente cuantificable y perceptible por el

médico; ejemplos: ictericia, hipertensión, soplo cardiaco. Existen signos o disfunciones

comunes a varias enfermedades; por ejemplo, la ictericia no es una enfermedad, sino

sólo un signo común de varios trastornos, como la obstrucción del conducto biliar,

hemoparásitos y algunas enfermedades hepáticas. La técnica de diagnóstico clínico

requiere la aplicación racional de conocimientos precisos y esfuerzos intelectuales,

sustentados en experiencia clínica. Por esto, la metodología diagnóstica es una parte

esencial de la medicina veterinaria, ya que brinda al médico las herramientas necesarias

para poder obtener un diagnóstico confiable. La metodología diagnóstica consiste en el

procedimiento sistemático y específico para la obtención de información, el análisis

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exhaustivo de la misma y la deducción clínica con base en evidencias para identificar la

enfermedad presentada por el, o los conejos enfermos.

Figura 1. Revisión clínica de un conejo enfermo en un consultorio veterinario.


Fotografía: Vanessa Laureles

ELEMENTOS CLAVE PARA LA APLICACIÓN CORRECTA DE LA METODOLOGÍA


DIAGNÓSTICA EN EL CONEJO COMO ANIMAL DE COMPAÑÍA
• Reseña, historia clínica y anamnesis.

• Examen físico general y especial (por aparatos y sistemas).

• Lista de problemas.

• Lista maestra.

• Diagnóstico presuntivo.

• Obtención de muestras y solicitud de pruebas de laboratorio.

• Integración de resultados.

• Diagnóstico definitivo.

1. RESEÑA, HISTORIA CLÍNICA Y ANAMNESIS

La atención clínica de un conejo, al igual que el de cualquier otro animal de compañía,

comienza con la obtención de una historia clínica adecuada. Para facilitar su elaboración

puede diseñarse un formato general que haga más ordenada, precisa y confiable la

captura de datos relativos al paciente. Se propone un formato similar al siguiente

(adaptado y modificado del texto original de Flecknell3 por parte de los autores):

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A. Datos del propietario del animal de compañía
Nombre: Fecha:
Dirección particular: Dirección laboral:
Teléfono particular: Teléfono laboral:

B. Datos del conejo


Nombre:
Raza:
Color:
Fecha de nacimiento o edad aproximada:
Sexo:
Origen (tienda para mascotas, granja, etcétera):
Es el único ejemplar:
En el caso de tener otros conejos, especifique también sus características
correspondientes:

C. Datos sobre otras mascotas (si es el caso)


Especie (s):
Edad (es):
Origen (es):
Estado (s) de salud:
Convive (n) estrechamente con el conejo:

D. Datos inherentes a su hábitat


¿Está confinado a una jaula o vive en completa libertad dentro de la casa?
Si está confinado a una jaula, especifique las dimensiones de la misma:
Describa brevemente las condiciones ambientales circundantes a la jaula:
Si el conejo vive en libertad dentro de la casa, ¿A qué áreas tiene acceso?
¿Ha experimentado daño alguno dentro de la casa? Especifique:
Describa el bebedero y el comedero utilizados por el animal:
¿El animal es expuesto al humo generado por los fumadores? (si aplica):
Si el animal tiene acceso al jardín, descríbalo brevemente:
¿En el jardín ha observado ratas, ratones, tuzas, etcétera, o evidencias de su
presencia?

E. Datos relativos a su alimentación


Tipo de alimento consumido: ¿Natural o industrializado?
Si es alimento natural, especifique e indique la cantidad proporcionada/día:
Si es alimento industrializado, especifique la marca y la cantidad
proporcionada/día:
¿Ha cambiado últimamente de alimento?
Si cambió de alimento, describa a aquél que proporcionaba anteriormente:
¿Proporciona algún tipo de suplemento alimenticio (vitaminas, minerales, tónicos,
prebióticos, medicamentos, etcétera); especifique:
Cantidad de agua ingerida por el conejo al día:
¿Ha incrementado o disminuido últimamente su consumo de agua?; ¿desde
cuándo?:

1
F. Anamnesis
Describa brevemente el problema de salud de su conejo:
¿Ha observado descarga nasal u ocular de parte del conejo?
El conejo ha modificado su ingestión de alimento y de agua? ¿Desde cuándo?:
¿Ha observado que el conejo practique la cecotrofia (consumo de sus propias
excretas)?:
¿Ha observado cambios en el tamaño y apariencia de las excretas?
¿Ha observado cambios con respecto a la cantidad de excremento y de orina
expulsados por el conejo?:
¿Cuál es el color de la orina?
¿Ha observado cambios en su pelaje?
¿Ha escuchado vocalizaciones poco comunes en el conejo?
¿Desea hacer algún otro comentario relevante para la salud de su conejo?

Una vez que se han obtenido todos los datos correspondientes, se procederá a
evaluar clínicamente al conejo enfermo.

2. EXAMEN FÍSICO
• Aproximación al conejo: dado que el medio para transportar a un conejo al

consultorio comúnmente está constituido por una caja o jaula de plástico, es

importante la forma en que se aproxima a él el MVZ: es aconsejable la

aproximación en sentido vertical (desde arriba), pues el conejo adoptará una

actitud de sumisión agachándose y depositando todo su cuerpo al piso. La

aproximación horizontal y, sobre todo la frontal, permitirá que el conejo se sienta

más seguro e intente defenderse mediante arañazos o mordidas. Es importante

señalar que el conejo posee un esqueleto sumamente frágil y que es

indispensable una manipulación firme y decidida, pero cuidadosa al mismo tiempo

(Fig. 2). Una sujeción inadecuada puede inducir caídas del conejo, provocándole

fracturas (Fig. 3). Debe enfatizarse que dependiendo del tipo y gravedad de la

enfermedad padecida, el conejo manifiesta un estado alterado de su

comportamiento.

Fig. 2. Sujeción apropiada del conejo.


Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

1
• La evaluación física del enfermo deberá efectuarse bajo condiciones ambientales

estables, preferentemente de tranquilidad y confianza, pues ante cualquier

disturbio, el conejo se pone nervioso y no cooperará para la revisión

correspondiente, además también pueden alterarse su comportamiento y sus

valores fisiológicos. Bajo situaciones contrarias, el animal tratará de escapar y

puede lesionarse gravemente. Siempre deberá tenerse una actitud cordial con el

animal y hacer todo aquello a nuestro alcance para tranquilizarlo y lograr que se

muestre relajado. Es recomendable depositar al conejo en una superficie rugosa

de plástico o sobre un tapete tipo alfombra, para que el animal se sienta seguro;

ante conejos muy nerviosos será aconsejable también que el MVZ tape

gentilmente con su mano los ojos del animal hasta que este se tranquilice.

Fig. 3. Sujeción inadecuada del conejo.


Fotografía: Carlos Tena.

• Revisión general de la parte dorsal del cuerpo: una vez que el animal ya esté

tranquilo deberá procederse a revisar todo el dorso del animal, evaluando la

calidad del pelaje (brillo, sedosidad, caída al contacto); es recomendable deslizar

la mano a contrapelo para revisar la piel y la probable existencia de

descamaciones a manera de “talco” o “caspa”, pues esto puede ser indicativo de la

presencia de ácaros (Cheyletiella parasitivorx). Deberá revisarse toda la capa del

animal para detectar zonas alopécicas y diferenciarlas de áreas afectadas por

ectoparásitos o por hongos; también pueden ser producto de autofagia o tricofagia

inducidas por deficiencias nutricionales, falta de fibra en la dieta o consecuencia

de malos hábitos.

1
• Registro de la temperatura corporal y auscultación cardiorrespiratoria: es

recomendable evaluar la temperatura corporal al principio del procedimiento de

revisión clínica; para lograrlo, primeramente debe sujetarse al conejo de manera

tal que quede inmovilizado sobre una superficie adecuada en decúbito dorsal;

debe introducirse el termómetro lubricado y adecuado al tamaño corporal por vía

rectal y dirigirlo dorsalmente para que entre en contacto con el epitelio rectal.

Después se facilita la incorporación del conejo y se le permite que se apoye sobre

sus 4 extremidades. Para auscultar el corazón, es recomendable utilizar el

fonendoscopio (la campana del estetoscopio) ya que la presencia del pelaje puede

provocar interferencia durante los movimientos respiratorios naturales. El

fonendoscopio debe dirigirse al 3° y al 4° espacio intercostal en la parte izquierda

del tórax. Después, debe desplazarse también sobre toda la superficie corporal

correspondiente a la zona pulmonar para tratar de identificar signos respiratorios.

• Revisión de la cabeza: debe observarse cuidadosamente la posición que guarda la

cabeza con respecto al espacio: siempre deberá mostrarse erecta, sin tendencia a

inclinarse de un lado u otro, lo cual pudiera indicarnos problemas diversos (otitis

media, sarna psoróptica, afección previa con pasteurelosis, disfunciones

nerviosas, etcétera) Los ojos deberán ser siempre prominentes y brillosos. Las

orejas deberán manifestarse siempre erectas y receptivas (con excepción de los

conejos Belier o Lops). Debe verificarse la presencia homogénea del pelaje en

toda la cara, especialmente alrededor del hocico y de los ojos. La carencia o

presencia irregular de pelo alrededor del hocico puede deberse a la presencia de

ácaros o a un acceso dificultoso al comedero. Cuando falta pelo alrededor de la

comisura interna del ojo, esto indicará que ha habido frotamiento constante de la

1
zona por lagrimeo excesivo o por irritación local; puede ser un indicio de

pesteurelosis, o de la obstrucción temporal del conducto nasolagrimal (trastorno

frecuentemente observado). Debe constatarse la presencia o ausencia de moco

en la nariz, ya que de estar presente resulta ser un fuerte indicativo de problemas

respiratorios imputables casi siempre también a la pasteurelosis. Las orejas deben

estar limpias interna y externamente; debe comprobarse la ausencia de

descamaciones y/o secreciones epiteliales en su parte interna, especialmente en

aquella muy próxima al oído, pues en caso contrario puede ser indicativo de la

presencia de ácaros (Psoroptes cuniculus). Es aconsejable utilizar un otoscopio.

Es probable que la revisión de la cabeza se facilite si inmovilizamos al conejo a

través de un contenedor o cepo adecuado (Fig. 4).

Fig. 4. Conejo inmovilizado mediante un cepo o contenedor de policarbonato.


Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

• Revisión de la boca: para este procedimiento será recomendable sedar o

tranquilizar al animal mediante la administración de productos adecuados.

Deberán revisarse los dientes, especialmente los incisivos pues su

sobrecrecimiento puede deberse a problemas genéticos (maloclusión) (Fig. 5),

alimenticios (dieta carente de dureza), nutricionales (desbalances minerales), etc.

Si el animal experimenta sialorrea puede deberse a que el epitelio oral esté

irritado, lacerado; o a que hay un objeto atorado entre los dientes.

Fig. 5. Conejo con maloclusión.


Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

1
• Revisión del cuello: debe revisarse minuciosamente toda el área del cuello,

tratando de identificar mediante palpación directa la presencia de masas o

agrandamientos que pudieran corresponder a abscesos, neoplasias o

simplemente a la manifestación de linfonodos inflamados. La alopecia padecida en

la región de la nuca puede ser consecuencia de la presencia de ácaros. Es muy

importante la revisión de la papada en las razas en las que ésta es característica,

especialmente en la hembras adultas, debido a la alta incidencia de dermatitis

padecida en las áreas profundas de los pliegues conformados; es un problema

muy común en la raza Nueva Zelanda, y un poco menor en la California. Esta

dermatitis frecuentemente es consecuente del exceso de exposición a la humedad

de esta región corporal, producto de bebederos automáticos disfuncionales o por

la excesiva salivación observada durante el sobrecrecimiento de los dientes

incisivos. Cuando el animal presenta zonas de la piel excesivamente húmedas,

alopécicas y con tonalidad azul-verdosa es muy probable la infección con

Psudomonas aeruginosa.

• Revisión de la región ventral del animal: para lograrlo, se sujeta al conejo con las

dos manos, de tal manera que quede expuesta toda su región ventral. Para que el

proceso no sea cansado para el ayudante que está sujetando al conejo pueden

apoyarse los antebrazos sobre una mesa, o bien, puede, desde un principio,

apoyarse todo el dorso del conejo sobre el antebrazo y con la mano sujetar la piel

dorsal a nivel del cuello, incluyendo también ambas orejas para tener mayor

control sobre el animal. Debe revisarse toda la capa del animal e identificar si hay

zonas alopécicas, mismas que si tienen una delimitación circular muy

probablemente son consecuentes de afecciones micóticas. También deben

1
revisarse las glándulas mamarias y verificar que no presenten irritación o

inflamación (mastitis). Cabe mencionar que cuando los pezones manifiestan

procesos inflamatorios de tipo quístico, es muy probable que la hembra padezca

trastornos uterinos. Aprovechando esta posición del animal (recumbencia dorsal),

deben revisarse los genitales (vulva; prepucio, pene), el ano, la zona perineal, la

cual, por cierto, si llegase a presentar costras es probable que el conejo padezca

de treponematosis. Asimismo, deben ser revisadas las plantas de los miembros

posteriores para identificar a tiempo la pododermatitis, también llamada “mal de

patas”, y tomar medidas correctivas. Debe aprovecharse el momento para revisar

y, si fuera necesario, recortar las uñas del animal.

• Percusión abdominal: en el conejo es especialmente importante percutir el área

epigástrica derecha para valorar la resonancia del ciego. Para ello será necesario

que un ayudante del MVZ sujete al conejo de tal manera que todo el dorso del

animal descanse sobre el pecho y el abdomen del ayudante, el cual al mismo

tiempo inmovilizará con una mano los miembros torácicos y el pecho del paciente,

y con la otra, contendrá el abdomen bajo y las partes proximales de los miembros

pélvicos del conejo. Al respecto, debe mencionarse que los conejos alimentados

con niveles adecuados de fibra manifiestan una zona de resonancia (sonido mate)

restringida, pero en aquellos sometidos a dietas pobres en fibra y ricas en

almidones fácilmente fermentables se incrementa al doble o más la superficie de

resonancia con consecuencias digestivas ya evidentes. En contraste, es

importante hacer notar que muchas enfermedades digestivas conducen a un

incremento de contenido líquido en el ciego resultando con ello una reducción

significativa de la resonancia epigástrica. El desplazamiento de la zona de

1
resonancia hacia el abdomen bajo, fuera del área epigástrica, indica

agrandamiento y aumento de volumen de las vísceras abdominales.

1
Valores clínicos de referencia en el conejo de raza Nueva Zelanda Blanco
Tabla tomada del libro. “Cunicultura”. 2ª. Edición. F.M.V.Z., U.N.A.M. 2004.

PRINCIPALES DATOS BIOLÓGICOS RANGO CONSIDERADO


NORMAL
CONSTANTES FISIOLÓGICAS:
Temperatura corporal, °C 38.5 – 40.0
Frecuencia respiratoria/minuto:
• Conejo de 1.0 kg 40.0 – 80.0
• Conejo de 2.5 kg 35.8 – 58.0
• Conejo de 4.5 kg 30.0 – 50.5
Frecuencia cardiaca/minuto:
o Conejo de 1.0 kg 180 – 360
o Conejo de 2.5 kg 150 – 320
o Conejo de 4.5 kg 120 – 280
7-8
Volumen sanguíneo total, % peso corporal
HEMOGRAMA Y ANALITOS SELECTOS
Eritrocitos/1012/L, promedio macho adulto 6.66
promedio hembra adulta 6.15
Leucocitos/109/L promedio macho adulto 8.35
promedio hembra adulta 6.90
1) Neutrófilos, % 40 – 50
2) Linfocitos, % 40 – 50
3) Basófilos, % 3–7
4) Monocitos, % 3 – 10
5) Eosinófilos, % 0.5 – 3.0
Plaquetas/mm3 300-600 X 103
Hematocrito L/L, promedio macho adulto .42
promedio hembra adulta .40
Hemoglobina g/L 116 – 148
Proteínas séricas, g/L 38 – 75
Albúmina, g/L 27 – 46
Glucosa sérica, mg/dL 125 – 145
Colesterol, mg/dL 35 - 50
CARACTERÍSTICAS DE LA ORINA:
Volumen de excreción, mL/kg de peso corporal 35 – 40
pH 7.8 – 9.0
Proteínas Negativo – trazas
Glucosa Negativo – trazas
Bacterias Negativo - raro

3. LISTA DE PROBLEMAS
Con base en el examen físico aplicado al paciente y apoyándose en la historia clínica el

MVZ elaborará una lista de los problemas detectados y establecerá entre ellos una

correlación apropiada que conduzca a la obtención de la lista maestra. Bajo una situación

hipotética, un ejemplo de lista de problemas podría ser la siguiente: 1. Presencia de moco

en ollares, 2. Estornudos frecuentes, 3. Secreciones oculares abundantes, 4. Ligera

inclinación de la cabeza hacia el lado izquierdo, 5. Desplazamiento inseguro y poco

1
armonioso, 6. Estertores, 7. Disnea leve, 8. Anorexia, 9. Pérdida de peso, 10. Depresión y

11. Fatiga.

4. LISTA MAESTRA

A partir de la lista de problemas se establecerá una correlación para identificar los

aparatos, sistemas, órganos, tejidos o áreas corporales afectadas. Por ejemplo:

I. Estertores (1, 2, 7)

II. Alteración del equilibrio (4, 5)

III. Anorexia (9, 10, 11)

IV. Afección respiratoria (1, 2, 3, 6, 7, 10, 11)

La presencia de moco, los estornudos, el lagrimeo, los estertores y la disnea nos

sugieren una afección del aparato respiratorio; pero la leve inclinación de la cabeza puede

deberse a una incipiente otitis infecciosa, o estar relacionada con la infestación auditiva

avanzada por Psoroptes cuniculi, o puede ser debida a una encefalitis incipiente

provocada por la encefalitozoonosis, lo cual es reforzado por el incipiente desplazamiento

incoordinado. La evidente pérdida de peso nos indica que el proceso patológico tiene

carácter crónico. La anorexia, la depresión y la fatiga son signos poco específicos y

pueden ser provocados casi por cualquier trastorno significativo.

5. DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO

Con la información obtenida a partir de los 4 puntos anteriores, y después de analizarla

bajo un criterio médico adecuado, se puede identificar la causa probable de la

enfermedad padecida y establecer un diagnóstico presuntivo suficientemente sustentado

en evidencias clínicas que permitirá al MVZ tomar decisiones. Primeramente el MVZ

podrá considerar si la información obtenida es suficiente para aplicar medidas correctivas

y establecer un tratamiento terapéutico. Es probable que el curso de la enfermedad

padecida amerite la aplicación inmediata de medicamentos y si es obtenido el efecto

1
esperado el conejo se restablecerá y recuperará su estado de salud, concluyendo con ello

la atención clínica del paciente. Esta situación, sin ser estrictamente la correcta, es muy

común en el ámbito del conejo de compañía. Sin embargo, también es probable que el

MVZ necesite más evidencias y entonces decida tomar muestras de material biológico

para su posterior análisis en el laboratorio de diagnóstico.

6. OBTENCIÓN DE MUESTRAS Y SOLICITUD DE PRUEBAS DE LABORATORIO

Las técnicas para la obtención de muestras clínicas son descritas a continuación:

a. Obtención de sangre. Si el volumen requerido es menor a 2-3 mL, la sangre puede

obtenerse fácilmente de la vena marginal de la oreja. Primeramente deberá

inmovilizarse al animal mediante la utilización de un cepo o contenedor y colocarlo

dirigiendo la cabeza y cara hacia el operador; después debe aplicarse alcohol sobre el

área marginal externa del pabellón auricular para así visualizar la vena; posteriormente

deberá aplicarse presión digital en la base de la oreja para obstruir momentáneamente

la circulación y estimular la dilatación del vaso sanguíneo. Dependiendo de la talla del

animal se utilizará una jeringa con aguja calibre 22–25; se introduce la aguja en un

ángulo de 20-25º con respecto a la superficie de la oreja; una vez dentro del vaso se

procede a extraer lentamente la sangre, previa supresión de la presión física sobre la

base de la oreja (Figs. 6 y 7). Si el volumen es mayor, podrá recurrirse a la vena

yugular, previa sedación con diazepan. También puede puncionarse la arteria central

auricular. Para información más específica al respecto, es aconsejable revisar la

bibliografía recomendada al final.

Figura 6 . Obtención de una muestra de sangre


a través de la vena marginal de la oreja.
Fotografía: Carlos Murguía.

Fig. 7. Detalle de la punción en la vena marginal de la oreja.


Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

2
b. Obtención de orina: para obtener una muestra de orina, con la intención de que sea

analizada en el laboratorio, deberá aplicarse la técnica de cistocentésis; para ello es

necesario que la vejiga esté pletórica. Es recomendable sedar o anestesiar al conejo;

posteriormente deberá rasurarse el pelo de la región púbica y preparase

asépticamente. La vejiga debe localizarse por palpación y estabilizarse mediante los

dedos; la aguja, calibre 23-25, conectada a una jeringa de 3-5 mL, deberá dirigirse en

dirección craneocaudal al interior de la vejiga y entonces extraer la orina desplazando

el émbolo lentamente. La cateterización de la uretra es muy difícil de lograr en ambos

sexos y puede inducir uretroespasmo en el semental, sin embargo, puede intentarse a

través de una sonda para gatos.

c. Obtención de heces: pueden colectarse directamente del ano mediante la aplicación de

presión ligera sobre el esfínter y toma directa a través de una pinza. Debe evaluarse el

tamaño de la excreta y su consistencia para deducir la cantidad de fibra contenida en

ella. Las heces deberán transportarse en solución salina fisiológica. También pueden

colectarse indirectamente a través de una malla de alambre o de plástico colocada

debajo de la jaula.

d. Obtención de pelo: para la identificación de algunos ectoparásitos será recomendable

tomar muestras de pelo. Simplemente, por tracción moderada se arranca el pelo y se

coloca en un portaobjetos, depositando encima de la muestra un cubreobjetos. A

veces es necesario obtener un raspado de piel para identificar a algunos ácaros.

e. Obtención de otras muestras: contenidos purulentos superficiales; secreciones

oculares; secreciones orales anómalas; etcétera.

7. PRUEBAS DE LABORATORIO

● Bacteriología.

● Histopatología.

2
● Estudios coproparasitoscópicos.

● Hematología.

● Toxicología.

● Inmunología.

● Urianálisis.

● Antibiogramas.

● Otros.

8. INTEGRACIÓN DE RESULTADOS

Consiste en recopilar toda la información obtenida (historia clínica, examen físico, lista de

problemas, lista maestra, resultados de exámenes de laboratorio) y analizarla bajo

criterios clínicos adecuados para llegar a la obtención de conclusiones válidas. Es

probable que se confirme el diagnóstico presuntivo, pero también es posible que los

resultados sugieran otro. En este punto, la experiencia clínica del MVZ es trascendente.

9. DIAGNÓSTICO DEFINITIVO

Con toda la información obtenida, directa o indirectamente, el MVZ podrá integrar un

diagnóstico definitivo, el cual le permitirá tomar decisiones respecto al enfermo. Podrá

establecer el tratamiento que considere adecuado y ejecutará las medidas correctivas.

Esta es la metodología diagnóstica general que se sugiere para la atención de los

problemas de salud del conejo como animal de compañía. A continuación se revisará

aquella sugerida para el conejo como animal de granja.

EL CONEJO COMO ANIMAL DE GRANJA

La metodología diagnóstica dirigida a los conejos alojados en las granjas es

sustancialmente diferente a aquella aplicada al conejo de compañía, generalmente un

2
solo conejo enfermo no amerita la asistencia veterinaria especializada. Cuando parte de

los conejos pertenecientes a una granja enferman, generalmente la integración de un

diagnóstico no está sustentada solo en la revisión de los animales enfermos de manera

individual, requiere de la revisión escrupulosa de las instalaciones de la granja, en la

constatación de las condiciones ambientales que circundan a los animales, en la

ejecución de necropsias, aplicadas tanto a cadáveres adecuadamente preservados, como

a animales enfermos sacrificados ex profeso, en el análisis de los procesos productivos y

reproductivos a los que se somete a los conejos, etcétera.

Dentro de las naves de las granjas la “agresividad” o “benevolencia” de las

condiciones ambientales constituyen factores favorables o adversos que influirán sobre la

conservación de la salud de los animales expuestos; los factores zootécnicos, las

medidas profilácticas generales y el control medioambiental en conjunto determinan en

gran medida que los conejos se enfermen o no. Es importante mencionar que en nuestro

medio las granjas comúnmente albergan a los conejos en todos sus estadios productivos:

hembras reproductoras (gestantes, en lactación, vacíos), sementales, animales en

engorda, recién destetados, animales de reemplazo.

Elementos clave para la aplicación correcta de la metodología diagnóstica en el

conejo como animal de granja:

• Reseña e historia clínica.

• Constatación de la ubicación geográfica.

• Ronda de instalaciones y equipo.

• Ronda clínica, detección de animales con trastornos incipientes y revisión física de los

enfermos. Etapas críticas.

• Ejecución de necropsias y obtención de muestras.

2
• Diagnóstico presuntivo.

• Integración de resultados.

• Diagnóstico definitivo y medicina preventiva.

1. RESEÑA E HISTORIA CLÍNICA

Es recomendable elaborar un cuestionario adaptable a todas las circunstancias, para

obtener información general; se sugiere el siguiente.

A. Datos del propietario de la granja


Nombre: Fecha:
Dirección particular: Dirección laboral:
Teléfono particular: Teléfono laboral:

B. Datos específicos de la granja


Dirección: Teléfono:
Nombre del Responsable de la Nivel de estudios del Responsable:
granja:
Cantidad de naves: No. De animales/nave:
Tipo (s) de jaula de alojamiento: Sistema de distribución de jaulas:
Sistema de ventilación: Sistema de iluminación:
Sistema de evacuación de excretas: Periodicidad de la evacuación de excretas:
¿Disposición final de las excretas? ¿Cuenta con área específica para
ejecutar necropsias?
¿Cuánta con área de cuarentena? ¿Cuánta con rastro o matadero?
¿Cuenta con bodega de alimento? Otras áreas:

C. Datos específicos del equipo de la granja


Tipo de bebedero: Tipo de comedero:
Tipo de nidal: Tipo de jaula de transporte:
Equipo de desinfección o Equipo para identificar a los animales:
descontaminación:
Equipo para el sacrificio de los animales Otro. Especifique.
(si es el caso):

D. Datos relativos a la alimentación de los animales


Tipo de alimento proporcionado Si es natural, especifique:
(natural o industrializado):
Si es natural, indique el método de Frecuencia de suministro:
descontaminación:
Si es industrializado, especifique Frecuencia de suministro:
marca y variedad:
¿Se raciona o se suministra ad ¿Se ha cambiado últimamente de
libitum? alimento?

2
E. Datos relativos a los animales alojados
Razas de conejos alojadas. Especifique: Propósito de las razas alojadas?
Existe separación entre la maternidad y la
engorda?

F. Datos relativos a los animales enfermos


Describa brevemente el problema de salud de los conejos:

¿Cuándo inició el problema? ¿Con cuántos animales se inició el


problema?
Edad de los animales enfermos: Cantidad de animales enfermos:
¿El problema se ha dispersado? ¿A qué tipo de animales se dispersó?
¿Se ha aplicado algún tratamiento?, ¿A qué dosis?, ¿durante cuánto tiempo?
¿cuál?
Se han realizado necropsias? ¿Cuáles fueron los resultados relevantes?
¿Se han presentado decesos?, ¿Se conservó en refrigeración algún
¿cuántos? cadáver?
¿Cuál es la disposición final de los ¿Algún comentario relevante al respecto?
cadáveres?

2. CONSTATACIÓN DE LA UBICACIÓN GEOGRÁFICA

Tomando en cuenta los mecanismos homeostáticos propios del conejo, se infiere que los

climas templados o ligeramente fríos favorecen su producción; los cálidos lo afectan

adversamente debido a su limitada capacidad para disipar el calor; sin embargo, esto no

quiere decir que el conejo no pueda ser reproducido en lugares con clima tropical, pues

para ello existen alternativas de construcción y equipamiento que permiten alcanzar

niveles de producción aceptables.

Cuando se pretenda ubicar una granja en una zona cálida, es necesario procurar

que los vientos entren y ventilen las naves; para lograrlo, arquitectónicamente, el eje

longitudinal de la nave, o naves, según sea el caso, deben ser orientados de este a oeste.

Si la granja se construye en una zona fría, deben evitarse a toda costa los vientos

dominantes del norte y por ello, el eje longitudinal de las naves deberá orientarse de sur a

2
norte; con esto también se logra que los rayos solares incidan en las naves pues su

ubicación es perpendicular al desplazamiento natural del sol (de este a oeste) (Figuras 8 y

9).

Fig. 8. Orientación adecuada de una nave bajo ambientes cálidos.

Fig. 9. Orientación adecuada de una nave bajo ambientes fríos.


Para climas templados pueden existir orientaciones intermedias, pero siempre deberá tomarse en
cuenta la incidencia de los vientos dominantes y la presencia de barreras naturales. Ilustraciones tomadas del
libro “Cunicultura”, 2ª. Edición. FMVZ. UNAM. 2004.

3. RONDA DE INSTALACIONES Y EQUIPO


Técnicamente se denomina ronda a la revisión sistemática de animales, de instalaciones

y de equipo para la identificación de causales responsables de la modificación del estado

de salud de los animales alojados en una granja. Específicamente, la ronda de

instalaciones y equipo consiste en la supervisión de la calidad de instalaciones y la

adecuidad del equipo para la producción de conejos en una granja.

La ronda de instalaciones implica: la evaluación integral de la edificación de la

construcción, la calidad de los acabados, la eficiencia de los materiales utilizados, la

calidad del ambiente interno, la distribución de las áreas constitutivas de la nave y granja

en general. También debe evaluarse la eficiencia del equipo utilizado: limpieza y

funcionamiento de comederos y bebederos; limpieza, integridad, tamaño y distribución de

las jaulas de alojamiento; limpieza, tamaño y disponibilidad de nidales en la maternidad.

Al evaluar la calidad de construcción de la nave o naves, debe verificarse la

impermeabilidad de los techos y su aislamiento térmico; la solidez y el acabado de

paredes, así como la disposición de ventanas y el tamaño de las mismas. (Figuras. 10 y

11)

Figuras 10 y 11. Naves para conejos


Fotografías: Carlos Tena

2
La resistencia, la impermeabilidad, la inclinación y el acabado de los pisos; la anchura de

los pasillos; la disposición de los accesos y las medidas arquitectónicas consideradas

para evitar el alto impacto interior de las condiciones ambientales externas, las medidas

de bioseguridad; la calidad de la iluminación y de la ventilación; el aislamiento con

respecto al ruido; etcétera.

Es importante hacer notar que el funcionamiento inadecuado de las instalaciones y

del equipo en general, dependiendo de su impacto en los animales, puede provocar

trastornos y desencadenar enfermedades diversas a los animales; por ejemplo:

a) La altura excesiva de los techos (Fig. 12) en un ambiente frío propiciará que los

animales estén expuestos a una temperatura inferior a la adecuada y entonces

manifestarán problemas de termorregulación, especialmente los gazapos recién

nacidos (Fig. 13).

b) La humedad excesiva y la ventilación inapropiada predispondrá a los animales a

padecer problemas respiratorios y enfermedades micóticas (Figuras. 12 y 13).

Figuras 12 y 13. Sistemas eficientes de ventilación en naves cunícolas.


Ilustraciones tomadas del libro de “Cunicultura” 2a Edición. FMVZ-UNAM. 2004.

c) La iluminación excesiva en conejos albinos puede provocar conjuntivitis y potencial

daño en la retina.

d) La disposición inadecuada de las ventanas y la exposición a corrientes de aire

intempestivas provocarán casos de neumonías agudas y muerte súbita de gazapos,

especialmente aquellos en proceso de engorda (figura 14).

Figura 14. Muerte de gazapos por exposición a corrientes de aire.


Fotografía: Carlos Tena.

2
e) La acumulación de excretas y la remoción poco frecuente de las mismas (Fig. 15),

aunada a una ventilación inapropiada propiciará el incremento de la concentración de

amoniaco en el interior de la nave y estimulará la aparición de enfermedades

respiratorias, a nivel de las vías altas, por la parálisis de los cilios del epitelio

respiratorio.

f) La exposición a ruidos constantes y/o intempestivos alteran la manifestación normal de

la cecotrofia, contribuyen a desencadenar procesos de canibalismo, el abandono de

camadas por alteración de la galactopoyesis, etcétera.

Fig. 15. Extracción de excretas mediante pala y carretilla.


No es recomendable permitir su acumulación intranave.
Fotografía: Carlos Tena.

4. RONDA CLÍNICA
Detección de animales con manifestaciones incipientes
y revisión física de los enfermos. Etapas críticas.

Figuras 16 y 17 . Ronda clínica.


Procedimiento sistemático para evaluar a los conejos.
Fotografías: Betzabé Tapia Báez y Carlos Munguía.

La ronda clínica consiste en la revisión sistemática de los animales que constituyen la

nave o granja con el propósito de identificar lo más pronto posible a los conejos que

manifiesten alteración de su salud. Si el tiempo y las circunstancias lo permiten, es

deseable revisar animal por animal (Figs. 16 y 17). Es recomendable comenzar la revisión

de los animales presumiblemente sanos y dejar hasta el final a aquellos reportados como

enfermos, pues en sentido contrario se correría el riesgo de dispersar el problema si tiene

carácter contagioso. Es preferible que el examen físico de los animales enfermos se

realice en un área especial o simplemente separada del resto de los animales; para

realizarla, síganse las mismas recomendaciones, puntualmente detalladas en el examen

2
equivalente del conejo como animal de compañía. También es aconsejable que los

animales enfermos sean cuarentenados en áreas especiales. La cuarentena es un

periodo de observación (7-15 días) escrupulosa de los animales con el fin de comprobar

la evolución de sus problemas de salud y la evaluación objetiva del tratamiento aplicado

para contrarrestar la enfermedad.

Como ya se mencionó en la primera parte del presente documento, muchas de las

enfermedades padecidas por los conejos de compañía tendrán escasa posibilidad de

presentarse en los conejos de granja por las razones ya expuestas. Debido al periodo de

vida tan corto de los conejos de granja, las posibles enfermedades padecidas constituyen

un espectro muy estrecho y, puesto que las condiciones ambientales tienden a

mantenerse dentro de un rango de constancia, los problemas de salud de los conejos de

granja son muy similares, repetitivos y cíclicos, manifestándose generalmente solo en

etapas críticas. Las etapas críticas en la cunicultura son las siguientes:

• La primera semana de lactancia. Si la camada es muy grande (>8) y durante este

lapso los gazapos pierden una o dos tetadas, probablemente fallecerán; si la

coneja experimenta diestrés intenso, abandonará a la camada; si la coneja padece

de mastitis, se negará a amamantar; si la coneja se asusta, puede ingresar

súbitamente al nidal y matar a algún gazapo por aplastamiento.

• El destete constituye una experiencia crítica para todo mamífero, y si es efectuado

en condiciones desfavorables, los gazapos padecerán de diarreas. El destete

prematuro, la desintegración de las camadas al destete, la densidad animal

inapropiada en las jaulas de crecimiento y los cambios bruscos ambientales y de

alimentación constituyen los principales factores desencadenantes. Si bien las

2
diarreas pueden tener diferentes orígenes, en esta etapa frecuentemente pueden

estar asociadas a la infestación con coccidias.

• La semana previa al parto: una hembra próxima al parto se convierte en un animal

sumamente susceptible a experimentar trastornos de su estado de salud y algunas

etopatías. Las prácticas inadecuadas de alimentación, siempre importantes,

adquieren más trascendencia antes del parto. Una reproductora obesa y

sobrealimentada con una dieta pobre en fibra es candidata a padecer toxemia de

la preñez y a experimentar distocia. Una coneja próxima al parto sometida a

diestrés (disponibilidad inapropiada del nidal, falta de limpieza en su entorno

inmediato, carencia de agua y alimento, exposición a ruidos intempestivos)

experimentará canibalismo, especialmente si es primeriza.

• El periodo de gestación y lactancia simultáneas. Dado el potencial

aprovechamiento del estro postparto, el esfuerzo metabólico al que es sometido

una coneja que gesta y amamanta al mismo tiempo es muy intenso, y si no se le

proporciona la alimentación adecuada y se le expone a un ambiente

apropiadamente controlado, muy probablemente morirá durante el proceso.

• La exposición de los animales adultos a ambientes adversos. Los conejos adultos

padecen frecuentemente de problemas respiratorios por diversas causas. La alta

concentración de amoniaco intranave, la exposición a corrientes de aire súbitas, la

exposición a ambientes polvosos, aunados a niveles bajos de humedad en el

ambiente, el diestrés crónico, etcétera, son causas desencadenantes de

problemas respiratorios, casi siempre representados por pasteurelosis

(Pasteurella multocida), probablemente la enfermedad más frecuentemente

manifestada por los conejos adultos.

3
5. EJECUCIÓN DE NECROPSIAS Y OBTENCIÓN DE MUESTRAS

Otro rasgo distintivo entre la metodología diagnóstica aplicada al conejo de granja y

aquella propia del conejo de compañía es que en la primera, una parte fundamental es la

práctica de necropsias (Fig.18). A través de las necropsias es posible identificar

alteraciones macroscópicas en órganos y tejidos, muchas veces suficientemente

significativas como para establecer un pronóstico y un diagnóstico presuntivo de la o las

enfermedades padecidas por los animales de la granja en general. Las necropsias podrán

realizarse en cadáveres preservados adecuadamente, pero será mejor ejecutarlas en

animales recientemente fallecidos, o idealmente en conejos enfermos sacrificados ex

profeso.

Figura 18 . La necropsia en el conejo


Fotografía: Vanessa Laureles

Durante la necropsia el MVZ decidirá la pertinencia de obtener muestras de tejidos

y solicitar los exámenes de laboratorio pertinentes. La utilidad del material biológico

obtenido dependerá de la técnica de muestreo aplicada, del medio de preservación

utilizado y de la prontitud para el envío y el procesamiento del mismo. Por obvias razones,

a diferencia de la metodología diagnóstica aplicada en el conejo de compañía, aquí la

obtención de material para el diagnóstico estará representada de manera muy importante

por muestras de tejidos y fluidos diversos obtenidos poco antes y durante la ejecución de

las necropsias. Debe recordarse que una muestra adecuada para estudio histopatológico

debe ser de 1 cm3.

Para la obtención de muestras a partir de conejos vivos, favor de consultar las

técnicas descritas en la primara parte de este documento y los exámenes de laboratorio

que pueden ser solicitados.

3
6. DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO

Con base en los 5 puntos anteriores, el MVZ podrá emitir un diagnóstico presuntivo, muy

probable, si se toma en cuenta que ha revisado a conejos enfermos y ya cuenta con

evidencias anatomopatológicas obtenidas a través de las necropsias realizadas.

Dependiendo de la experiencia clínica del MVZ especialista en Cunicultura, es probable

que con la información obtenida le sea suficiente para identificar la etiología y la

enfermedad padecida por los conejos de la granja. El diagnóstico presuntivo le permitirá

al MVZ tomar decisiones respecto a la situación. Deberán corregirse las disfunciones de

equipo e instalaciones detectadas durante la ronda técnica correspondiente para evitar la

predisposición ambiental a la manifestación de los trastornos de salud padecidos.

Deberán cuarentenarse los animales con manifestaciones incipientes de enfermedad. Si

es necesario y las evidencias acumuladas hasta el momento son suficientes, se aplicarán

los medicamentos que se consideren adecuados y específicos. Si no hay suficiente

evidencia de las enfermedades padecidas por los conejos de la granja, se suministrará

tratamiento de soporte y se esperarán resultados de los exámenes de laboratorio.

7. INTEGRACIÓN DE RESULTADOS

Consiste en recopilar toda la información obtenida (historia clínica, ronda de instalaciones

y equipo, ronda clínica, necropsias, resultados de los exámenes de laboratorio), analizarla

objetivamente y llegar a conclusiones médicas las cuales permitirán confirmar el

diagnóstico presuntivo, o sugerirán otro.

8. DIAGNÓSTICO DEFINITIVO Y MEDICINA PREVENTIVA

El análisis de la información permitirá obtener el diagnóstico definitivo. A nivel de granja,

es muy importante conocer de manera precisa la etiología de la o las enfermedades

padecidas por los animales enfermos, ya que de esta manera se podrán aplicar, primero

las medidas correctivas, incluyendo un tratamiento específico y, después, las medidas

3
preventivas necesarias para impedir una nueva presentación de la enfermedad y corregir

los errores de manejo y los factores ambientales predisponentes. Dentro de la medicina

aplicada a grandes poblaciones, lo más importante es la colectividad y no precisamente el

conejo a nivel individual, y por ello adquiere tanta relevancia la medicina preventiva.

NOTA: Es probable que algunos aspectos de la metodología diagnóstica descrita en el presente

documento difiera someramente con aquellas aplicadas en otras especies, sin embargo, su

esencia no cambia y el propósito es el mismo.

LITERATURA CITADA

1. Buxadé C. Producciones cunícolas y avícolas alternativas. Madrid (España):

Ediciones Mundi-Prensa, 1996.

2. Cacciuttolo E. Cuando el conejo se convierte en un animal de compañía.

Cunicultura 2007; 32 (188): 211-215.

3. Flecknell PA. Manual of rabbit medicine and surgery. UK: British Small Animal

Veterinary Association, 2000.

4. Fox, JG, Anderson, LC, Loew, FM, Quimby, FW. Laboratory animal medicine 2nd

edition. New York: Academic Press, 2002.

5. Hrapkiewicz K, Medina L, Holmes D. Clinical laboratory animal medicine. An

introduction. 2nd ed. Iowa (U.S.A): Iowa State University Press, 1998.

6. Lebas F.; The Rabbit. Husbandry, health and production. FAO. Roma, Italy. 1997.

7. Martín M. Problemas reproductivos en el conejo doméstico. Cunicultura 2002; 157:

157-62.

8. Martínez, MA. Cunicultura. 2a. División de Educación Continua. Facultad de

Medicina Veterinaria y Zootecnia, UNAM, 2004.

3
9. Meyer DJ, Harvey JW. El laboratorio en medicina veterinaria. 2ª. Edición. Buenos

Aires: Intermédica, 2000.

10. Owen, D. Parasites of laboratory animals. London: Royal Society of Medicine

Services Limited, 1992.

11. Puig L. Técnica de necropsia. Cunicultura 2006; 31 (184): 385-388.

12. Richardson, VCG. Rabbits, health, husbandry and diseases. Oxford: Blackwell

Science Ltd., 2000.

13. Rosell JM. Enfermedades del conejo. Madrid (España): Ediciones Mundi-Prensa,

2000.

14. Sodikoff, HC. Laboratory profiles of small animal disease. A guide to laboratory

diagnosis. 3rd edition. St. Louis Missouri. Mosby, 2001.

15. Willard MD, Tvedten H, Turnwald GH. Small animal clinical diagnosis by laboratory

methods. 3rd edition. Philadelphia. W.B. Saunders. 1999.

3
Figura 1. Revisión clínica de un conejo enfermo en un consultorio veterinario.
Fotografía: Vanessa Laureles

Fig. 2. Sujeción apropiada del conejo.


Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

3
Fig. 3. Sujeción inadecuada del conejo.
Fotografía: Carlos Tena.

Fig. 4. Conejo inmovilizado mediante un cepo o contenedor de policarbonato.


Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

3
Fig. 5. Conejo con maloclusión.
Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

Figura 6 . Obtención de una muestra de sangre


a través de la vena marginal de la oreja.
Fotografía: Carlos Murguía.

Fig. 7. Detalle de la punción en la vena marginal de la oreja.


Fotografía: Miguel Ángel Martínez.

3
3
Fig. 8. Orientación adecuada de una nave bajo ambientes cálidos.

Fig. 9. Orientación adecuada de una nave bajo ambientes fríos.


Para climas templados pueden existir orientaciones intermedias, pero siempre deberá tomarse en
cuenta la incidencia de los vientos dominantes y la presencia de barreras naturales. Ilustraciones tomadas del
libro “Cunicultura”, 2ª. Edición. FMVZ. UNAM. 2004.

Figuras 10 y 11. Naves para conejos


Fotografías: Carlos Tena

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Figuras 12 y 13. Sistemas eficientes de ventilación en naves cunícolas.
Ilustraciones tomadas del libro de “Cunicultura” 2a Edición. FMVZ-UNAM. 2004.

Figura 14. Muerte de gazapos por exposición a corrientes de aire.


Fotografía: Carlos Tena.

Fig. 15. Extracción de excretas mediante pala y carretilla.


No es recomendable permitir su acumulación intranave.
Fotografía: Carlos Tena.

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Figuras 16 y 17 . Ronda clínica.
Procedimiento sistemático para evaluar a los conejos.
Fotografías: Betzabé Tapia Báez y Carlos Munguía.

Figura 18 . La necropsia en el conejo


Fotografía: Vanessa Laureles

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