Sei sulla pagina 1di 4

Trabajar casada, ¡a favor!

Pero esto
es lo que cambiará en tu vida
Por: Daniela Galindo de Noriega
17-08-2017, 8:00:27 AM

MUJER PROFESIONISTATRABAJAR CASADA


Los beneficios de trabajar casada son incontables:
mantienes tu independencia económica, ejerces tu pasión y
tienes algo nuevo que contar cada día.
Casarte o irte a vivir con tu pareja –especialmente si nunca antes fuiste independiente–
genera una transformación de 360 grados en tu día a día en muchos aspectos, pero algo
que yo no esperaba que cambiara después de mi boda era mi vida profesional. Trabajar
casada no es fácil. Estas son las cinco cosas que más me impactaron:

1. Economía compartida.

Cada pareja decide como administrar su dinero, pero actualmente la mayoría de las
familias dependen de los ingresos de ambos para salir adelante. Como vivía en casa de
mis padres, antes de casarme, prácticamente todo el dinero que ganaba era “para mis
chicles”: viajes, ropa, salidas con amigas o ahorro. Después de dar el sí, comencé a
tener gastos fijos como el agua, la luz, el mantenimiento de la casa y otras cosas que
nunca antes había tenido que pagar. Para evitar situaciones incomodas, te recomiendo
que hables con tu novio desde antes de la boda para acordar como se dividirán los
gastos y así no te sorprendas a la mera hora.

2. Falta de tiempo.

Una vez que te cases, necesitarás dedicar parte de tu día a las labores del hogar, al igual
que tu esposo. Ir al súper o preparar comida serán tareas nuevas que probablemente
antes no hacías. Esto puede impactar en tu profesión, ya que tendrás menos tiempo para
algunas cosas o deberás sacar la chamaba más rápido para poder dedicarte un rato a tu
casa.

3. Cambio de prioridades.
Seguramente ha habido temporadas en las que tienes tanto trabajo que no te importa ser
la última en salir de la oficina para acabar todos tus pendientes. Una vez casada, morirás
de ganas de llegar a casa a cenar con tu esposo, ver una serie en la tele abrazados o
simplemente pasar unas horas juntos. Por lo tanto, no te sorprendas si de pronto decides
dejar algo para mañana. Poco a poco encontrarás la forma de administrar mejor tu
agenda y lograr ser la mejor esposa y profesionista que puedas.

4. Cambio de actitud por parte de tus colegas.


Desgraciadamente, todavía hay mucha gente que cree que tu lugar como mujer es
solamente en la casa. Siguen existiendo jefes que dejan de delegarle trabajo a sus
empleadas “porque ahora que está casada ya no tiene tiempo para el trabajo” y
comentarios machistas como “¡qué abandonado has de tener a tu esposo!” te pueden
hacer sentir discriminada. Si notas que la actitud de tus compañeros o superiores cambia
a raíz de tu boda, no dudes en reportarlos. Demuéstrales que puedes con todo, ¡las
mujeres somos multitaskers naturales!

5. Cambio de rutina.
¿Recuerdas que antes de casarte ibas al gym por las mañanas, antes del trabajo? No será
raro que ahora prefieras quedarte en casa a platicar con tu esposo o salir a desayunar
juntos. Sin embargo, procura no dejar de lado las actividades que te hacían feliz antes,
ya que eventualmente extrañarás a la “antigua tú”. Deberás aprender a organizarte para
hacer todo lo que disfrutas, sin descuidar tu trabajo.

***

Como sucede con todos los cambios, acostumbrarte a tu vida de casada siendo
profesionista tomará tiempo. Además, seguramente, en ocasiones te sentirás un poco
estresada o desubicada. ¡No te preocupes! Poco a poco te irás habituando a tu nueva
realidad y encontrarás la forma más optima de organizarte.

La recomendación es mantener una comunicación adecuada con tu pareja. Si hay algo


en tu relación que interfiere con tu trabajo, platícalo con tu esposo y piensen cómo
solucionarlo juntos. Si, por el contrario, necesitas hacer modificaciones en tus horarios o
modalidad de trabajo, discútelo con tus jefes.

Potrebbero piacerti anche