es un principio organizativo en algunas formas de gobierno en la cual la potestad
legislativa, ejecutiva y judicial son ejercidas a través de órganos político-estatales autónomos, distintos e independientes entre sí. Es la cualidad fundamental que caracteriza a la democracia.[1][2] Según Montesquieu "Todo hombre que tiene poder se inclina a abusar del mismo; él va hasta que encuentra límites. Para que no se pueda abusar del poder hace falta que, por la disposición de las cosas, el poder detenga al poder".[3] La separación evita que el poder político del Estado se acumule en una persona o grupo de personas. De este modo, se confía la vigilancia de los tres poderes entre ellos mismos ya que cada uno vigila y controla los excesos de los otros para impedir, por propia ambición, que alguno de ellos predomine sobre los demás. Puede contrastarse con la fusión de poderes y separación de funciones en los sistemas parlamentarios, donde el ejecutivo y la legislatura están unificados, debido a que el Legislativo nombra al Ejecutivo. Esta doctrina no se refiere solamente a la separación y al equilibrio de los tres clásicos poderes del Estado, sino a la necesidad de dividir el poder político donde se encuentre, sea en la esfera municipal, regional o nacional, para garantizar la libertad política y evitar los abusos de poder, mediante la vigilancia y control recíproco de los poderes divididos.
Algunos mecanismos de control político
Foto: El Comercio
El control político es una función del Congreso de la República que consiste
en el ejercicio del control sobre los actos y las decisiones del Gobierno así como de la administración en que se apoya. Se le suele llamar impropiamente “fiscalización”, que sería, más bien, una forma de control político limitada a la supervisión sobre el uso o la disposición de los recursos públicos (función contralora).
Existen diversos mecanismos a través de los cuales el Congreso ejerce su
función de control político:
La investidura del Consejo de Ministros.
La interpelación a los miembros del Consejo de Ministros. La invitación a los miembros del Consejo de Ministros para informar. La estación de preguntas y respuestas hacia los miembros del Consejo de Ministros. La “moción de censura” y “cuestión de confianza” hacia los miembros del Consejo de Ministros. La solicitud de Información a los ministros y la administración Los procedimientos de investigación. El procedimiento de acusación constitucional. El Control sobre los decretos legislativos, decretos de urgencia, tratados internacionales ejecutivos y decretos de instauración del régimen de excepción. El velar por el respeto de la Constitución y de las leyes. En este post desarrollaremos cinco de los mecanismos de control político del parlamento hacia los integrantes del Consejo de Ministros: 1. La investidura del Consejo de Ministros
La investidura es un mecanismo establecido en la Constitución que
prescribe que, dentro de los 30 días naturales luego de haber asumido funciones, el Presidente del Consejo de Ministros debe acudir ante el Pleno del Congreso, acompañado del resto de ministros, para exponer y debatir la política general de Gobierno, las principales medidas que requiere su gestión y solicitar, finalmente, el respaldo del Parlamento a través de la “cuestión de confianza”.
Si el Congreso le niega la confianza, el Presidente del Consejo de Ministros
y el resto del gabinete deben renunciar de inmediato y el Presidente de la República debe aceptar las dimisiones[1].
2. La Interpelación
Este mecanismo previsto en la Constitución que tiene como finalidad la
supervisión, por parte del Parlamento, de los actos del Poder Ejecutivo haciendo valer la responsabilidad política de sus integrantes. En este sentido, a través de la interpelación los Congresistas pueden pedir explicaciones y respuestas a los ministros acerca de la naturaleza y orientación de las decisiones que se han adoptado o que se tomarán frente a una situación o tema de políticas públicas[2].
De acuerdo con el Reglamento del Congreso, la solicitud de interpelación
debe ser respaldada por no menos del 15% del número legal de congresistas y debe acompañarse del llamado pliego interpelatorio, es decir, el cuestionario de preguntas hacia el o los ministros, esto último con la finalidad de que estos puedan prepararse adecuadamente para poder responder a los cuestionamientos de los Parlamentarios.
Ahora bien, de acuerdo con el citado Reglamento, para que proceda el
pedido de interpelación se requiere del voto favorable de por lo menos un tercio de congresistas en el Pleno del Congreso, si el mismo procediera, el o los ministros interpelados deberán acudir al Pleno a responder los cuestionamientos del pliego interpelatorio.
El procedimiento de interpelación de un ministro puede derivar en la
solicitud de censura del mismo, si esta prospera aquel debe renunciar al cargo.
3. Invitación a los miembros del Consejo de Ministros para
informar
Esta figura prevista en la Constitución es un mecanismo de control que
permite al Parlamento obtener información sobre las decisiones tomadas por cada uno de los ministros en sus respectivos sectores[3]. Se afirma, además, que la invitación para informar es utilizada como un instrumento que permite transar entre la mayoría y minoría parlamentaria a efectos de evitar la interpelación de algún ministro[4].
De acuerdo con el Reglamento del Congreso, la invitación a los ministros
para informar en forma individual ante el Pleno del Congreso se acuerda mediante Moción de Orden del Día y se hace efectiva mediante oficio de invitación dirigida al ministro respectivo. Además, los ministros también pueden ser invitados para informar en las Comisiones, en este caso, conforme al referido Reglamento, la invitación se aprueba en el seno de la Comisión y se hace efectiva a través de un oficio del presidente de la misma.
4. La estación de preguntas y respuestas hacia los miembros del
Consejo de Ministros
Esta figura es un mecanismo de control político incorporado en el país
recién en la Constitución de 1993, es una institución propia de los regímenes de gobierno parlamentarios y no de los presidencialistas como el nuestro.
Sobre el particular, el Reglamento del Congreso señala que cada uno de
los Congresistas puede formular una pregunta al Gobierno una vez al mes, la misma que debe ser respondida en el Pleno del Congreso por el Presidente del Consejo de Ministros, los ministros a quienes se dirijan las preguntas o por el ministro que se designe para este fin. Las preguntas deben entregarse cuatro días antes de la sesión del Pleno y ser enviado al Presidente del Consejo de Ministros con una anticipación no menor de 72 horas.
5. La Moción de Censura y Cuestión de Confianza
La Moción de Censura y Cuestión de Confianza son, en realidad,
instrumentos complementarios a las figuras de interpelación invitación para informar y la investidura, y son utilizadas para hacer efectiva la responsabilidad política del Consejo de Ministros o de los ministros por separado.
La Moción de Censura la pueden plantear no menos del 25% del número
legal de Congresistas luego de la interpelación o de la concurrencia de los ministros a informar, por la resistencia de estos para asistir a informar, o, también luego del debate en el Pleno en el que intervenga voluntariamente un ministro. La referida moción se aprueba con el voto favorable de más de la mitad del número legal de Parlamentarios, si ello ocurre el o los ministros censurados deben renunciar al cargo y el Presidente de la República queda obligado a aceptar la renuncia.
Por su parte, la Cuestión de Confianza se plantea por iniciativa ministerial
y en sesión del Pleno del Congreso, puede presentarla el Presidente del Consejo de Ministros a nombre del Consejo en su conjunto o también cualquier ministro. Si ocurre lo primero y el Parlamento rechaza la Cuestión de Confianza (para ello se requiere el voto de la mitad del número legal de Parlamentarios) se produce la llamada “crisis total del Gabinete Ministerial” por lo que todos los ministros deben renunciar y el Presidente de la República aceptar sus renuncias y formar un nuevo Consejo de Ministros.
Finalmente, se debe tener en cuenta que la Constitución habilita al
Presidente de la República para disolver el Congreso si este censura o niega su confianza a dos gabinetes ministeriales.