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Una técnica de agricultura de conservación ayuda a los productores de trigo del Asia
meridional a incrementar su productividad y conservar a la vez sus recursos naturales, con
menor inversión de tiempo en la preparación de las tierras
La solución no será incrementar el riego ni el uso de fertilizantes químicos. Más bien, según indica la
investigación reciente, los agricultores podrían producir más y, a la vez, conservar sus recursos
naturales, abandonando las prácticas actuales de labranza y rastreo a favor de la "labranza cero", esa
sencilla técnica de introducir las semillas en el suelo sin preparación previa de las tierras, o con poca
labranza.
Mayor rendimiento, menos gastos. La FAO dice que la labranza convencional, con tractores y
arado, es una de las principales causas de la grave pérdida de suelos en muchos países en desarrollo.
"Con la difusión del uso del tractor, los campesinos comenzaron a creer que mientras más se labraran
los suelos, mayores rendimientos se obtendrían -explica José Benitez, del Servicio de Gestión de las
Tierras y Nutrición de las Plantas de la FAO-. La verdad es que a mayor labranza, más erosión y
degradación de los suelos, en especial en las zonas más cálidas, donde la capa superior de los suelos
es más fina. En efecto, los suelos de los países tropicales en general no necesitan ararse. La forma
más conveniente de labranza es dejar en la superficie una capa protectora de hojas, tallos y varas de
la cosecha anterior. Los sistemas de labranza cero proporcionan cosechas más nutridas, economizan
combustible y disminuyen el desgaste de los tractores".
Agricultura de En las planicies indogangéticas,
conservación afirman los agrónomos, los
La labranza cero es un sistemas de menor labranza y
conjunto de técnicas labranza cero también podrían
utilizadas en la contribuir a superar una
agricultura de importante causa de escaso
conservación, con el fin rendimiento del trigo: la siembra
de mejorar y hacer tardía de la semilla de este
sostenible la producción cereal. Si bien la tardanza se
agrícola mediante la debe en parte a la demora en la
conservación y mejora cosecha de los cultivos
de los suelos, el agua y los recursos biológicos. Básicamente precedentes de arroz, el tiempo
consiste en mantener una cubierta orgánica permanente o que invierten los agricultores en
semipermanente del suelo (por ejemplo, un cultivo en crecimiento preparar las tierras tras recoger
o una capa de rastrojo) para protegerlo del sol, la lluvia y el el arroz a menudo retrasa la
viento, y permitir que los microorganismos y la fauna del suelo se siembra de trigo mucho tiempo
ocupen de "arar" y mantengan el equilibrio de los elementos después de la fecha idónea, que
nutritivos, procesos naturales que el arado mecánico perjudica. es el 20 de noviembre. "Con los
Aparte de la labranza cero, otros elementos importantes de la arados tirados por animales, los
agricultura de conservación son la siembra directa, así como una agricultores repasan de seis a
rotación de cultivos diversos para evitar enfermedades y plagas. diez veces las tierras para
Si desea conocer más detalles, visite el sitio en Web preparar el suelo para recibir el
de Agricultura de la conservación del Departamento de trigo -explica un informe reciente
Agricultura... del Consorcio del Arroz y el Trigo
para las Planicies Indogangéticas,
programa conjunto en el que
participan Bangladesh, la India, Nepal y Pakistán, así como centros de investigación agrícola
internacionales-. Aunque los tractores permiten preparar más rápidamente las tierras para sembrar
trigo después del arroz, suele pasarse el arado de seis a ocho veces".
El informe cita los resultados de experimentos en el terreno que demuestran que la labranza cero
suele producir cosechas de trigo más abundantes, o por lo menos equivalentes a las recogidas con las
prácticas convencionales. La técnica más sencilla es sembrar en la superficie, ya difundida en algunas
partes del oriente de la India y Bangladesh, donde los agricultores volean las semillas de trigo antes
de cosechar el arroz. Los experimentos realizados en Nepal han demostrado que, siempre que haya
suficiente humedad en el suelo, esta técnica produce rendimientos considerablemente más
abundantes que la labranza común, en parte porque permite a los campesinos sembrar 15 días antes
de lo acostumbrado. Y como el costo de preparación de tierras es nulo, también genera ingresos netos
mayores.
Otra práctica que ha dado buenos resultados, procedente de China, es la disminución de la labranza
con tractores de dos ruedas que utilizan un rotovator que lleva detrás una máquina sembradora de
seis hileras para preparar las tierras y sembrar las semillas en una sola operación. En la India, una
variedad con cuatro ruedas economiza tiempo al labrar sólo la franja de tierra donde se siembra, en
vez de toda la superficie. En el noroeste de la India y Pakistán, donde las tierras agrícolas son más
productivas y están más mecanizadas -dice el informe- una sembradora y aplicador de fertilizantes
tirado por un tractor ha permitido a los agricultores colocar directamente las semillas en el rastrojo del
arroz sin arar. Este enfoque ha reducido los problemas de maleza, porque sin labranza los suelos
sufren menos, hay menos semillas expuestas de maleza y, en consecuencia, germinan menos.
El consorcio advierte que la labranza cero o reducida requieren hacer ajustes a las prácticas de gestión
de los cultivos. Por ejemplo, la labranza cero exige aplicar oportunamente el fertilizante al trigo
sembrado en la superficie, y hacen falta estudios que determinen los efectos de los residuos que
quedan en la superficie en el carbono orgánico del suelo y el total del nitrógeno de los sistemas de
arroz y trigo. Además, algunas variedades de trigo prosperan más sin labranza que otras. El informe
concluye: "Hace falta elaborar prácticas suplementarias para todas las opciones de labranza. Ha
llegado el momento de reforzar la investigación de estas tecnologías, con el fin de adaptarlas y
promoverlas entre los agricultores. Los potenciales beneficios para el agricultor y la economía del país
rebasan con creces toda posible desventaja".
Visite el sitio en Web del Rice-Wheat Consortium for the Indo-Gangetic Plains (en inglés)
Más información sobre Agricultura de conservación
Consulte también Enfoques: Una crisis de arroz se cierne sobre Asia
La labranza cero o siembra directa es una técnica conservacionista de producción agrícola que ha
surgido como respuesta a la degradación de los recursos, fundamentalmente del suelo y del ambiente,
a causa de la aplicación muchas veces indiscriminada de las prácticas convencionales de laboreo, que
utilizan arados, rastras y otras máquinas, como subsoladores y rotovadoras, y que terminan, con el
tiempo, por deteriorar la capacidad productiva de los suelos, al erosionarlos, contaminarlos con
agrodefensivos, y al agotar sobre todo, los niveles de materia orgánica, principal encargada de
mantener las propiedades fisicoquímicas y biológicas de los mismos.Paraguay, junto con Argentina,
Brasil y Estados Unidos, es uno de los países que posee las mayores superficies de cultivo bajo el
sistema de labranza cero. La técnica fue introducida en Paraguay por un pequeño grupo de agricultores
de la Colonia Yguazú en Alto Paraná, hace unos 25 años, después de observar su éxito en cultivos
instalados en Paraná, Brasil, que poseen el mismo tipo de suelo y condiciones climáticas.
Desde esa fecha, la superficie bajo labranza cero en el país ha ido en aumento, estimándose hoy día en
más de 1 millón de hectáreas.
EL PROCESO
Cuando se realizan las labores de arada y rastreada, ingresa al suelo oxígeno (O2) proveniente de la
atmósfera que origina la oxidación de la materia orgánica y la liberación de dióxido de carbono (CO2),
el principal gas de efecto invernadero. La pérdida de materia orgánica produce la liberación de
nutrientes y un aumento en la fertilidad del suelo, a corto plazo.
Con la repetición del laboreo convencional, se reduce el contenido de materia orgánica; se deteriora la
estructura del suelo; hay pérdida de su permeabilidad y aireación, y un aumento de la erosión tanto
hídrica como eólica, con la consecuente pérdida del suelo superficial.
De ahí la recomendación de efectuar análisis de suelos como una de las Buenas Prácticas Agrícolas; de
aplicar materia orgánica, de encalar el suelo, de acuerdo a la acidez y de cultivar abonos verdes para
ser posteriormente enterrados, esto último ya como parte de una agricultura sostenible y de
conservación.
PRINCIPIO Y BENEFICIOS DE LA LABRANZA CERO
En esencia, la labranza cero parte del principio general de mantener los rastrojos y remover el suelo lo
menos posible. De esta forma, se almacena el CO2 en el suelo; se evita la pérdida de materia orgánica
por oxigenación; se conservan las propiedades físicas, químicas y biológicas; y se minimiza o evita la
erosión del suelo; además, se conserva mejor el agua del suelo y
se recuperan nutrientes al evitarse el laboreo tradicional. De esta forma, se reducen los costos de
producción y se incrementa la productividad por unidad de superficie sembrada.
UNA PROPUESTA PARA EL PRODUCTOR
Para aplicar la labranza cero y la siembra directa, lo primero es efectuar un análisis del suelo de las
parcelas elegidas, para evitar sembrar por ejemplo, en un terreno agotado, como resultado de un
laboreo intensivo, con unam estructura pobre, un bajo contenido de materia orgánica y una elevada
compactación. A continuación, hay que dejar el rastrojo o restos vegetales del cultivo anterior, como
cobertura para conservar la humedad del suelo.
En caso de no contar con rastrojos, pueden sembrarse abonos verdes que son plantas que cubren el
suelo, controlan
malezas y mejoran sus propiedades físicas, químicas y biológicas. Pueden ser sembradas en forma
independiente o asociados a otros cultivos. En este mes de enero pueden cultivarse, entre otras:
mucuna ceniza, kumanda yvyra’ i, canavalia, mucuna enana o crotalaria.
Un aspecto clave de la producción agrícola bajo el sistema de siembra directa es el control de malezas,
el cual deberá realizarse antes de la siembra, para evitar la competencia por agua y nutrientes del
suelo.
Para el caso de grandes extensiones, las malezas y los cultivos de cobertura se controlan con herbicidas
de traslocación, no residuales, y de amplio espectro, algunos de los cuales se desactivan en contacto
con el suelo y permiten la siembra casi de inmediato. El control de malezas mediante el empleo de
herbicidas plantea una limitante o desventaja a este sistema, por el posible riesgo de contaminar las
aguas, el ambiente; y también por las normativas de las Buenas Prácticas Agrícolas.
En este caso, se emplean los denominados abresurcos para labranza cero que cumplen con las
funciones de romper el suelo, preparar la cama de siembra y sembrar. Según el modelo, también
permiten incorporar fertilizantes y agrodefensivos, en bandas separadas para evitar que las semillas se
quemen. Además, es importante tener en cuenta el estado del suelo. Lo ideal es la siembra en suelos
secos antes del inicio de las lluvias, lo que no siempre es posible establecer.
En el caso de una agricultura en pequeña escala, el control de malezas y de cultivos de cobertura, se
realiza en forma mecánica por seguridad para las personas y animales, y por el menor costo
comparativo, al no tener queadquirir herbicidas. Los métodos que se aplican son: el corte con machete
o azada de las plantas en crecimiento; el doblado, triturado o aplastado de las plantas de cobertura;
también pueden emplearse cortadoras o rotativas a tracción animal. Lo importante es que la superficie
del suelo esté cubierta de suficiente material vegetal. Después se procede a la siembra en forma
manual, por ejemplo, con el empleo de la denominada matraca. Se trata de una herramienta
construida de madera y metal, con un recipiente para el depósito de
semillas y otro para fertilizante, que posee un mecanismo que permite regular la caída de ambos
productos. Para utilizarla, se la acciona manualmente, con la precaución de trabajar sobre suelos
cubiertos de materia orgánica y que no sean arcillosos, ya que estos suelen ser muy duros. Permite
sembrar maíz y otros granos sin arar y nivelar previamente el terreno, es decir, bajo
labranza cero.
A aquellos productores que quieran iniciarse con este sistema de labranza, se les recomienda consultar
con los técnicos y productores especializados. En este sentido, muchos productores e investigadores
nacionales deberían apoyar y difundir esta tecnología amigablecon el ambiente, como alternativa para
fortalecer una agricultura sustentable en el país.
Una ventaja importante de la labranza mínima es que los cultivos pueden ser sembrados
inmediatamente después de que el cultivo anterior haya sido cosechado y, por lo general,
en el momento más cercano al óptimo de la siembra. Esto no es posible con la labranza
convencional ya que esta requiere más tiempo. Por lo tanto, la siembra directa es
adecuada para aquellas regiones en las cuales se rotan dos o más cultivos en el mismo
campo y en el mismo año. En muchas partes del sur de Asia el rendimiento de trigo baja
considerablemente a medida que la siembra se demora mas allá de la fecha óptima (ver
para mas detalles, Hobbs et al., 1997). En pocas palabras, esta demora cuesta en
términos de producción. La labranza mínima, además de reducir el período entre dos
cultivos, también puede ser más económica que la convencional.
La labranza convencional en las pequeñas fincas de algunas partes de Asia puede ser
lenta y agotadora. En Bangladesh es común hacer seis aradas con bueyes y 11
operaciones de nivelación o dos pasadas con un rotavator y cuatro nivelaciones. Sólo
después de estas operaciones el suelo está pronto para la siembra. Usando el sistema de
labranza mínima la tierra puede ser labrada y sembrada en una sola operación; por
ejemplo, usando aperos con un tractor manual chino, se obtiene en una operación un
lecho de siembra de 5 cm, se siembra y se cubre con tierra (C. A. Meisner, com. pers.).
Un sistema incluso menos dañino que el sistema de una sola pasada es la labranza en
fajas, similar a la labranza cero pero donde se labran solamente unas fajas de 10 cm de
ancho y 5 cm de profundidad.
La labranza mínima acorta el período entre cultivos. Si esto permite una siembra más cercana a la
óptima entonces el rendimiento aumentará.
Otra ventaja importante de la labranza mínima es que la tierra puede no estar accesible
para la labranza convencional a causa de sus condiciones de humedad, pero, sin
embargo, puede ser accesible para la siembra directa del trigo. Por ejemplo, en el este de
Uttar Pradesh, Bihar, norte de la India, y en Bengala oeste, las lluvias monzónicas se
pueden extender de octubre a noviembre cuando el cultivo anterior de arroz está pronto
para ser cosechado. En esas condiciones, el arroz es cosechado cuando la tierra está
muy húmeda, en muchos casos con agua, ya que el drenaje puede ser difícil en los
campos planos. Las labranzas no son posibles en ese momento ya que el suelo está muy
húmedo y se hay que esperar que se seque con la consiguiente pérdida de tiempo.
Ventajas
Rápido drenaje del agua de riego de la superficie de la cama que evita los efectos
negativos de la formación de charcos y la inundación (pág. 74); evita la
desoxigenación de la parte superior de la zona radical por largos períodos y
permite un rápido acceso a la superficie de la cama después del riego para hacer
trabajos mecánicos o manuales.
Un riego presiembra seguido por la escarda de las malezas emergidas minimiza el
uso de herbicidas (pág. 64).
El riego tardío en camas minimiza el riesgo de encamado (pág. 54).
El fácil acceso de la maquinaria sin que se compacte el suelo, permite el abonado
nitrogenado en bandas en la etapa del primer nudo o más tarde. Esto significa que
una mayor parte del nitrógeno será usado en la producción de grano y que se
perderá menos con el agua de riego por lixiviación o evaporado. La contaminación
ambiental será menor.
Una siembra de precisión y un mejor ambiente para el crecimiento de las
plántulas, resultará en una menor competencia por parte de las malezas y una
mejor oxigenación de las raíces, por lo que se pueden usar densidades de
semillas mas bajas, hasta 25 kg/h en contraste con la normal de 120 kg/ha (pág.
47). Esto puede facilitar la adopción del uso de híbridos.
Ya que el ambiente es mejor, las semillas pueden sembrarse menos
profundamente dando lugar a una emergencia de las plántulas más rápida, a una
cobertura total del suelo más temprana y a una mejor interceptación de la
radiación solar (pág. 49). Esto es particularmente importante en el caso de cultivos
en estaciones cortas en ambientes cálidos.
Los residuos de los cultivos pueden dejarse en los surcos para su estabilización
(pág. 67). Los sistemas de labranza cero y labranza mínima (pág. 93) pueden ser
más rentables en un sistema que use camas.
En general, el sistema de camas puede ser más rentable ya que se reducen los
costos de los insumos (herbicidas, insecticidas, fertilizantes, agua) sin penalizar
los rendimientos.
El mayor beneficio en muchos de los sistemas de cultivos tales como la rotación
arroz-trigo es que el tiempo de barbecho entre ambos cultivos es muy corto.
Teóricamente, usando labranza cero o mínima en camas, el trigo puede ser
sembrado al día siguiente de la cosecha del arroz. El cultivo de arroz en camas se
está probando y desarrollando.
Desventajas
Qué es la siembra directa? La siembra directa es el elemento central en lo que hoy día se denomina
la agricultura de conservación. La misma representa un considerable avance en la tecnología de
producción de cultivos debido a que hace que la agricultura se relacione armonicamente con la
naturaleza. La misma pone en práctica ideas propuestas inicialmente por Edward Faulkner en su
revolucionario libro de venta record Ploughman’s Folly, publicado en los Estados Unidos en 1947.
Faulkner tuvo la audacia de desafiar el paradigma de que labrar el suelo era beneficioso. Con un
argumento bien concebido, él demostró que toda la sabiduría corriente utilizada como fundamento
para labrar y trabajar el suelo era inválida.
Más tarde, Louis Bromfield, el autor de Malabar Farm y otros clásicos, también hizo campaña contra
los métodos convencionales de cultivo. Sin embargo, todos estos valerosos esfuerzos de poner en
práctica un método de siembra en un surco estrecho, abierto con un escarificador, no ganaron
credibilidad. Y no fue sino hasta el descubrimiento del primer herbicida desecante, por parte de una
compañía química británica en 1955, que la idea de eliminar totalmente la labranza del suelo
comenzó a tener significado.
Faulkner pudo haberse resistido a la idea de utilizar productos químicos, pero fue la disponibilidad
de herbicidas desecantes lo que que trajo consigo los avances más notables en el desarrollo de la
tecnología de la siembra directa en los Estados Unidos (Phillips y Young, 1972).
Hubo avances también en la siembra directa en Europa, hasta que se prohibió quemar la paja en los
campos. Esto hizo que fuera muy difícil plantar con las sembradoras existentes en ese entonces y el
desarrollo de la siembra directa se estancó. Recién ahora está comenzando a recuperarse en esta
parte del mundo.
RECUADRO 1
Las características de la siembra directa/agricultura de conservación
· Los residuos de los cultivos son distribuidos en forma uniforme y dejados sobre la superficie del
suelo;
· No se utiliza ningún implemento para voltear el suelo, labrarlo o incorporar residuos de cultivos;
· Las malezas y/o cultivos de cobertura implantados intencionalmente son controlados mediante la
aplicación de un herbicida desecante no contaminante antes de efectuar la siembra;
· Una sembradora especializada corta la cobertura y los residuos desecados acumulados sobre el
suelo, depositando las semillas (y el fertilizante) con una perturbación mínima;
· El control subsiguiente de las malezas se realiza con algunos herbicidas preemergentes, pero
preferentemente post-emergentes, que son también utilizados en la labranza convencional;
· La rotación de cultivos es fundamental para la siembra directa debido a que promueve niveles
adecuados de biomasa para lograr una cobertura muerta (“mulch”) permanente; ayuda también en
el control de las malezas, plagas y enfermedades, además de mejorar la estructura física del suelo.
La siembra directa (SD) es adecuada para pequeños, medianos y grandes productores que utilizan
métodos manuales de siembra, tracción animal o siembra mecanizada. La Foto 1 muestra soja
recientemente sembrada sobre una pastura degradada de Brachiara decumbens, un avance
tecnológico reciente. Más detalles técnicos sobre la siembra directa se resumen en los apéndices 2
a 10.
FOTO 1
Soja sembrada sobre una pastura degradada de Brachiaria Decumbens, Sinop-MT
La evolución tecnológica y la expansión de la siembra directa (SD) en el Brasil han sido
lideradas por los agricultores. Su crecimiento ha sido fenomenal, como se muestra en la Figura 1.
Se puede ver en la gráfica que la región tropical del Cerrado se encontraba retrasada con respecto
al desarrollo inicial en el sur del Brasil por aproximadamente 10 años. Este retraso permitió
subsiguientemente una expansión más rápida con la transferencia de tecnología de los sub-trópicos
a los trópicos, pero las diferencias en el clima requirieron nuevas soluciones agronómicas para los
trópicos. Los agricultores y los técnicos que adoptaron esta tecnología han resuelto hasta ahora de
manera persistente todos los desafíos en cuanto a su sustentabilidad en los sub-trópicos húmedos
y trópicos húmedos-secos del Brasil, con resultados prometedores en los trópicos húmedos.
FIGURA 1
Expansión del área de siembra directa en el Brasil y en el Cerrado (región de la sabana
tropical húmeda/ seca).
Fue necesaria una larga cruzada para romper la resistencia natural al cambio y para promover la
tecnología de la SD. Fructíferas alianzas fueron forjadas entre el gobierno y los sectores privados y
fue creada una red de clubes locales de agricultores con el único objetivo de difundir y mejorar la
tecnología de la siembra directa. En este caso, la siembra directa demostró ser atractiva para los
agricultores debido a sus costos más bajos de producción y también debido a que brinda más días
para efectuar la siembra, una operación de manejo más simple, mayor tolerancia a la sequía, costos
reducidos de inversión/reposición relativos a maquinarias agrícolas y mayores rendimientos en
líneas generales. Los mismos agricultores se han manifestado extremadamente activos para
promocionar la nueva tecnología.
El estudio de caso incorpora además un análisis de los nuevos principios de la SD y del impacto,
difusión y mecanismos de adopción de esta nueva tecnología para la intensificación sustentable del
manejo de recursos naturales (ISMRN). El análisis se basa en el cambio continuo y a gran escala de
la labranza convencional (LC) a la SD experimentado en el Brasil. Para 1999/2000, un total nacional
estimado de 12 millones de hectáreas se ha estado cultivando con la tecnología de la SD,
aproximadamente 30% de la superficie de cultivos anuales de verano. La región tropical representa
un tercio de la superficie de SD del Brasil.