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ERRADICAR LA

POBREZA, UN
OBJETIVO
PENDIENTE

Iulia Artemiza Stefan


Derecho de la Cooperación Internacional para el Desarrollo
UCLM
Índice
1. Índice
2. El fenómeno de la pobreza
3. La contribución del sector privado en la lucha contra la pobreza

1
1. INTRODUCCIÓN

En la actualidad, la pobreza todavía es un fenómeno de intrínsecas dimensiones en


todas partes del mundo. Su erradicación implica ampliar la riqueza de la vida humana y
no solamente la riqueza en un sentido económico. Esta iniciativa de desarrollo humano,
de la cual es defensor el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, reconoce
que el ingreso es solo un medio y, en consecuencia, las personas de todo el mundo
necesitan más opciones y oportunidades para vivir una vida de mayor calidad.

Sin embargo, a menudo se asume que la pobreza se circunscribe a determinados lugares


y grupos y que, por ello, la desigualdad es inevitable. No obstante, tomando como ejemplo
las palabras de Nelson Mandela “mientras la pobreza, la injusticia y la desigualdad
persisten en nuestro mundo, nadie podrá realmente descansar”1. Si lo que de verdad
pretendemos es erradicar la pobreza, no podemos dejar de soslayo la desigualdad entre
los países, en el seno de estos y entre las mujeres y los hombres.

Para ello, debemos partir en primer lugar por entender qué se considera pobreza y
el alcance de la noción de erradicar la misma. Hay dos formas distintas (aunque
íntimamente relacionadas) de entender la pobreza, de una parte, como una situación de
carencia de los ingresos o de los bienes necesarios para la satisfacción de las necesidades
básicas (como son las de alimentarse o vestirse); de otro lado, como carencia de
capacidades y opciones para lograr un nivel de vida digno (acceso a una salud y educación
de calidad, un empleo, etc.).
La segunda variante es más actual que la primera ya que se refiere a las causas de la
pobreza (la falta de los denominados activos2 y no sólo a una de sus consecuencias.

1
Lusigi, A., Erradicar la pobreza en todo el mundo, PNUD, 2017: Muchos vivimos en países donde es
posible encontrar un empleo, obtener buena educación e ir a hospitales de calidad. En otros, hay menos
empleos de menor remuneración y el acceso a la salud y la educación es más limitado. Sin embargo, todos
los países, independientemente de su tamaño, presentan disparidades socioeconómicas y geográficas, así
como entre mujeres y hombres. En materia de desarrollo humano, todos los países empeoran su desempeño
en un 22 por ciento cuando a la ecuación se le añade la desigualdad. Concretamente, esos porcentajes
oscilan entre el 13 por ciento en Europa, 19 por ciento en Asia Oriental y el Pacífico, 23 por ciento en
América Latina y el Caribe, 28 por ciento en los Estados árabes y Asia Meridional y el 32 por ciento en
África.
2
Castillo, M., Iglesia-Caruncho, M., Jaime, P., Acabar con la pobreza un reto para la cooperación
internacional, Madrid, IPADE, 2004, pág. 25: como es el caso de la educación, la salud, la tierra o un
empleo

2
Ambos conceptos están relacionados, aunque no son idénticos. La falta de oportunidades
y opciones normalmente se reflejará en ingresos reducidos.
A pesar de ello, se puede contar con los recursos suficientes para cubrir las necesidades
básicas y, sin embargo, seguir llevando una vida pobre, careciendo de aquellas
oportunidades que tienen otras personas del mismo entorno.

2. EL FENÓMENO DE LA POBREZA

La pobreza, no es un problema que se haya desarrollado en la sociedad actual, sino


que debemos remontarnos a los años setenta del siglo XX, con la aparición en Europa
occidental de importantes bolsas de pobreza. Los numerosos estudios encargados por la
Comisión Europea a finales de dicha década mostraron que la pobreza en los países más
ricos del mundo es un componente estructural del modelo socioeconómico mismo.
Erradicar la pobreza se convierte en el primer reto de la humanidad, la vida y la dignidad
de las personas tiene que ponerse en primer lugar, por delante de cualquier otro reto.
La primera referencia a la lucha contra la pobreza en al ámbito comunitario se remonta a
la Resolución del Consejo con fecha de 21 de enero de 1974, cuando se aprueba un
programa de acción social para el período comprendido entre los años 1974-1976. Sin
embargo, el primer programa europeo no apareció hasta los años 1975-1980, otorgando
una primera definición de pobreza, entendida esta como la situación en la que individuos
o familias tienen recursos tan reducidos que los excluyen del estilo de vida considerado
mínimamente reducidos que los excluyen del estilo de vida considerado mínimamente
aceptable para el Estado Miembro en el que habitan (Comisión Europea, 1975).

Este fenómeno aumenta sus consecuencias día tras día, mientras, miles de personas
y entidades u organizaciones (algunas de las cuales, sin ánimo de lucro) han dedicado un
esfuerzo titánico en ayuda de los más desfavorecidos, y siguen haciéndolo. Pese a ello la
pobreza sigue siendo un fenómeno cuyos efectos, dando paso a desesperación,
sufrimiento, enfermedad, violencia, injusticia y, en el peor de los casos, muerte.
Dramática situación en la que, de acuerdo con la ONU, se encuentran todas aquellas

3
personas que viven con menos de 1,9 dólares diarios3. La pobreza es una situación o una
condición social y económica de la población que no le permite satisfacer sus necesidades
básicas, ya sean estas físicas o psíquicas. La alimentación, el acceso a una vivienda, la
sanidad o la educación se consideran las principales necesidades básicas en todo ser
humano. Sin estas necesidades cubiertas se considera que un ser humano no ha alcanzado
un nivel mínimo en cuanto a calidad de vida. A su vez, la falta de un empleo o unos
ingresos insuficientes están muy relacionados con la falta de cobertura de las necesidades
básicas, por lo que se consideran indicadores de pobreza.

Además de la mencionada falta de capacidades, la mayor vulnerabilidad e


inseguridad de las personas pobres y su mayor exposición al riesgo se manifiesta ante
distintos factores que inciden en sus condiciones de vida y proviene de problemas
originados a nivel individual o familiar (micro) como puede ser una enfermedad; a nivel
local o regional (meso) como la degradación del suelo de una zona o la pérdida de una
cosecha; y a nivel nacional o internacional (macro) como en caso de una crisis económica
internacional.
4
Cuadro 2.1. Principales factores de riesgo para los pobres

3
Rallo, J. R., “Para erradicar la pobreza, más capitalismo”, El confidencial, 2017
4
Castillo, M., Iglesia-Caruncho, M., Jaime, P., Acabar con la pobreza un reto para la cooperación
internacional, Madrid, IPADE, 2004, pág. 86

4
En general, la reducción de ingresos que provocan estos factores afecta de manera
especial a la población más desfavorecida porque tiene menos ahorros y un menor acceso
a los créditos que la que no lo es; porque accede menos a los servicios de salud en caso
de enfermedad; o porque habita en lugares más vulnerables ante el azote de fenómenos
naturales adversos (viviendas pobremente construidas en lugares peligrosos).

Otra característica que se manifiesta tanto de las personas y grupos pobres como de
los países empobrecidos es la falta de poder. Sin embargo, cabe señalar que un obstáculo
de primer orden al denominado empoderamiento de las personas pobres y, en
consecuencia, a la reducción de la pobreza, es el interés que existe en determinados casos
en mantener las cosas como están y en impedir el logro de una sociedad más igualitaria,
es decir, hay personas y grupos sociales que se benefician directamente de la pobreza,
interesados en mantener la falta de poder y la exclusión social de los pobres como una
situación perpetua.
En esta lucha de intereses por ver quien obtiene más, lo que no se tiene en cuenta es la
población afectada, un juego macabro en el que más de mil millones de niños y niñas
sufren una carencia grave de al menos uno de los bienes y servicios básicos necesarios
para sobrevivir, crecer, en definitiva, desarrollarse. Cada una de estas privaciones de
recursos provoca una onda expansiva en el efecto que tienen las otras, consecuentemente
cuando coinciden dos o más, las repercusiones para las personas empobrecidas pueden
ser catastróficas. Como es el caso, por ejemplo, de las mujeres que deben caminar largas
distancias a fin de conseguir el agua necesaria para el hogar no suelen poder prestar
asistencia plena a sus hijos, lo que podría afectar su salud y su desarrollo, e incluso el de
aquellos niños y niñas que deben caminar largas distancias para obtener agua teniendo
menos tiempo para acudir a la escuela, un problema que afecta en mayor medida a las
niñas. La situación de pobreza agrava los efectos de enfermedades (como el SIDA) y
conflictos armados, recrudece las disparidades sociales, económicas y entre los géneros
y socava los entornos protectores de las familias5.

Para erradicar esta situación se debería trabajar con políticas reales de cooperación
y, lo que es de mayor importancia aún, contar con una verdadera voluntad política para

5
UNICEF, El objetivo: erradicar la pobreza extrema y el hambre, 2015, disponible en:
https://www.unicef.org/spanish/mdg/poverty.html

5
cumplirlas. La Cooperación para el Desarrollo6 debería formar parte de lo que se llaman
las políticas públicas y son los organismos públicos quienes han de responder a ello. Se
pretende así, Garantizar las normas básicas universales de protección social, promover la
convergencia del nivel de vida de los países y apoyar los esfuerzos de los países en
desarrollo con miras a participar activamente en la provisión de los bienes públicos
internacionales.
No obstante, esto, no es suficiente para hacer frente a una situación tan extendida como
la que es objeto de este trabajo, sino que se requiere de una participación mayoritaria y
no únicamente por parte del sector público, como veremos a continuación.

3. LA CONTRIBUCIÓN DEL SECTOR PRIVADO EN LA


LUCHA CONTRA LA POBREZA

Quienes históricamente han tomado el testigo principal en la lucha contra la pobreza


han sido organizaciones como ONG, fundaciones o gobiernos. Pero, por muy loable que
sea su tarea y el esfuerzo que hagan, la proporción del problema deja ver un atisbo de
cómo sería el futuro de nuestro mundo; y ello supone que no podemos dejar a estos
organismos al cargo de todo, se requiere más intervención, y esta viene a cargo del sector
privado.

El debate en torno a la participación del sector privado como respuesta a la realidad


del hambre o la pobreza en el mundo es una cuestión presente en nuestras sociedades, y
más aún desde que se ha empezado a ver el empobrecimiento de diversas zonas del
planeta como una realidad. Algunos estudiosos, han argumentado, que el sector privado
no debería invadir competencias y responsabilidades que corresponden a los Estados
cuando se trata de competencias y responsabilidades vinculadas a derechos humanos de

6
Alonso, J. A., y Glennie, J., ¿Qué es la cooperación para el desarrollo?, Development Cooperation
Forum, Febrero de 2015, núm. 1, pág 2: la cooperación para el desarrollo puede definirse como una
actividad que cumple los cuatro criterios siguientes: tiene como propósito expreso apoyar las prioridades
de desarrollo nacionales e internacionales; no persigue el lucro; discrimina en favor de los países en
desarrollo y se fundamenta en relaciones de colaboración que intentan mejorar la implicación de los países
en desarrollo.

6
carácter universal, como la educación o la salud. Otras voces, más críticas en el tema, y
procedentes de las propias empresas opinan que éstas no deberían tener ningún tipo de
responsabilidad respecto a cuestiones totalmente desvinculadas de su principal razón de
ser, que es el beneficio económico. Sin embargo, parece cada vez más claro, en el
contexto de la globalización, que todos los actores (dicha calificación incluye también las
empresas) se ven afectado de una u otra forma por los retos globales a los que se enfrenta
la humanidad. De ahí que el papel de las empresas sea considerado cada vez de mayor
importancia en la solución de cuestiones que afectan las condiciones de vida y, a menudo,
también el sufrimiento cotidiano de un cuarto de la población mundial7.

A grandes rasgos, el sector privado puede contribuir a lograr tales objetivos a través
de diferentes tipos de acciones que pueden darse alternativamente o de forma
complementaria en el seno de una misma empresa. Una de las principales vías ha sido
ciertamente la de la acción social o también denominada filantropía que se caracteriza en
dedicar externamente parte de los beneficios o recursos empresariales a causas sociales
relacionadas con dichos objetivos. Desde otro punto de vista, cabe mencionar el modelo
empresarial basado en el emprendimiento social, o lo que es lo mismo, la creación de
empresas gestionadas con criterios de eficiencia cuya principal razón de ser es la
combinación de la actividad económica con la solución de problemas sociales
característicos de aquellos colectivos en situación de vulnerabilidad y exclusión. Este
modelo, que propugna el cambio social, ha centrado históricamente parte de su actividad
en aliviar los indicadores de pobreza tanto en países en desarrollo como en países
desarrollados, dirigiendo en este último caso sus acciones al llamado cuarto mundo (así,
se hace referencia a la población que vive en condición de desprotección, marginación o
riesgo social en áreas pertenecientes al mundo industrializado).

Como mencionábamos en el apartado anterior, el objetivo de erradicar la pobreza


no puede lograrse con la sola participación de una parte, para que la contribución de las
empresas sea efectiva es necesaria la colaboración con organizaciones especializadas que
presten su ayuda para entender y examinar las necesidades sociales que se pretenden
abordar. Las alianzas con el sector público también son una vía de acción cuando de la

7
Lozano, J., M.; Prandi, M., ¿Pueden las empresas contribuir a los Objetivos de Desarrollo del Milenio?
Escola de cultura de pau, 2008, pág. 9: Las empresas son vistas cada vez más como organizaciones que,
por su creciente poder económico, social y político, deben asumir una serie de responsabilidades que no
se reducen a la eficaz gestión económica y financiera de sus activos

7
colaboración empresarial se derivan efectos beneficiosos para la sociedad. En este
sentido, las alianzas público-privadas constituyen una herramienta que puede resultar de
gran utilidad para promover una contribución más activa por parte del sector privado para
atender los retos de desarrollo perseguidos por la humanidad.
Además, las alianzas con las entidades sociales impulsan los compromisos más allá de
los impactos tradicionales como el crecimiento económico, la creación de empleo y la
provisión de bienes y servicios, hasta acciones que buscan crear valor compartido e
impactan en el desarrollo a través de fórmulas más sostenibles, como son los modelos de
negocio inclusivos.

Estos denominados "empresarios sociales" combinan la misión de una asociación


sin fines de lucro con la disciplina de una empresa privada con fines económicos.
Impulsados por su pasión por generar un impacto social significativo, pueden ser
especialmente eficaces en los países en desarrollo, y sus empresas están logrando
resultados. Algunos ejemplos, son los siguientes8:

 Mobisol, una empresa social con fines de lucro que provee a hogares de países
como Ruanda y Tanzania sistemas de energía solar a precios muy asequibles,
empleando para ello un modelo de gestión novedoso de arrendamiento con opción
a compra y pagos de dinero móvil, llegando a más de 70.000 hogares. La
Corporación Financiera Internacional (IFC), la institución miembro del Grupo
Banco Mundial que se ocupa del fomento del sector privado ha invertido más de
5 millones de euros en la empresa.
 Waterlife, otra empresa social, al igual que la anterior, con fines de lucro se vale
de tecnología para abastecer de agua potable a precios asequibles a los grupos de
población empobrecidos de zonas de Asia meridional y África. Gracias al apoyo
proporcionado por el Banco Mundial (BM), Waterlife amplificó el alcance de su
paradigma, y en la actualidad, tiene 600 emplazamientos que llegan a más de siete
millones de personas.

8
Yong Kim, J., Se buscan empresarios para ayudar a poner fin a la pobreza, 2017, Página Oficial del
Banco Mundial

8
4. MEDIDAS COMUNES

La pobreza es un problema complejo y de múltiples dimensiones con orígenes tanto


en el ámbito nacional como en el internacional. Sin embargo, no es posible encontrar una
solución uniforme aplicable a nivel mundial. Más bien, a fin de hallar una solución para
este problema, es fundamental contar con programas de lucha contra la pobreza adaptados
a cada país, con programas internacionales que apoyen a los nacionales, y con un proceso
paralelo por el que se cree un medio internacional propicio a esos esfuerzos. En todas
partes sigue siendo un objetivo vital la eliminación de la pobreza y el hambre, el logro de
una mayor igualdad en la distribución de los ingresos y el desarrollo de los recursos
humanos. Así, la lucha contra la pobreza es una responsabilidad común a todos los países.
Para adoptar medidas de ese tipo es primordial promover un crecimiento económico de
los países en desarrollo que se caracterice por ser sostenido y sostenible, así como
medidas directas para eliminar la pobreza mediante la consolidación de programas de
empleo y de generación de ingresos.

Las medidas para la erradicación progresiva de la pobreza no son fielmente las


mismas en cada estado, pero sí que existe un amplio acuerdo en torno a tres políticas
elementales que deben sustentar cualquier estrategia para lograr un crecimiento
económico inclusivo en los países en vías desarrollo:

 Inversión masiva en capital humano y en infraestructura de los países, con especial


énfasis en los grupos más desfavorecidos, para que tanto las personas, como las
economías sean más competitivas y diversificadas;
 Iniciación de políticas efectivas de protección social de las poblaciones
vulnerables. Se pretende establecer redes de protección y aseguramiento frente a
todo tipo de riesgos, como pueden ser la enfermedad, el desempleo, desastres
naturales, o las sequías. En Europa, este tipo de políticas está asociado a los
Estados del Bienestar9, mientras en otros países se han seguido estrategias mixtas
con mayor participación del sector privado.

9
Martínez Díaz, W. A., “Estado de bienestar”, REICE, 2013, El concepto de Estado de Bienestar se alza
como el anhelo de proyecto social en la mayor parte de las sociedades tecnificadas actuales. La
conceptualización de estado de bienestar atañe a lo que, genéricamente, denominaríamos provisión y
satisfacción de ciertas necesidades consideradas básicas de carácter económico, educativo, sanitarios,
otros, sancionados por las sociedades modernas desde instancias diversas, así privadas como públicas, al

9
 Mayor progresividad de la tributación para ampliar el impacto redistributivo y
financiar las dos políticas anteriores.

5. CONCLUSIÓN

Después de todo lo expuesto en los apartados anteriores, es bastante claro que la


erradicación de la pobreza no es cosa exclusiva de gobierno u ONG, sino que se requiere
la intervención de diversos actores internaciones, tanto públicos como privados. Sin
embargo, no todas estas entidades u organismos se han mentalizado de la necesidad de
eliminar la pobreza, algunos aprovechan la situación para conseguir una oportunidad de
negocio a costa de las circunstancias que padecen la población empobrecida.

Como hemos visto, no siempre se cumple esta condición,

amparo del Estado como garante y regulador. El máximo desarrollo de este concepto y de su aplicación,
se alcanza en el seno de los países democráticos de economía capitalista.

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REFERENCIAS

- Valor Martínez, C.; Merino de Diego, A., “Empresa y pobreza, el papel de la


responsabilidad social corporativa”, Dialnet, 2008
- Lozano, J., M.; Prandi, M., ¿Pueden las empresas contribuir a los Objetivos de
Desarrollo del Milenio? Escola de cultura de Pau, 2008
- Alonso, J. A., y Glennie, J., ¿Qué es la cooperación para el desarrollo?, Development
Cooperation Forum, febrero de 2015, núm. 1
- UNICEF, El objetivo: erradicar la pobreza extrema y el hambre, 2015,
https://www.unicef.org/spanish/mdg/poverty.html
- Rallo, J. R., “Para erradicar la pobreza, más capitalismo”, El confidencial, 2017
- Castillo, M., Iglesia-Caruncho, M., Jaime, P., Acabar con la pobreza un reto para la
cooperación internacional, Madrid, IPADE, 2004
- Lusigi, A., Erradicar la pobreza en todo el mundo, PNUD, 2017
- Mañé, S., Combatir la pobreza también es cosa de las empresas, Sherpa
Financiero, disponible en https://sherpafinanciero.com/combatir-pobreza-
empresas/
- GSMA, Informe sobre el Estado de la Industria - Dinero Móvil, 2015
- ONU DAES, Programa 21, lucha contra la pobreza,
http://www.un.org/spanish/esa/sustdev/agenda21/agenda21spchapter3.htm

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